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Cuando Maimónides apenas contaba trece años de edad, ocurrió la invasión árabe
de los Almohades en Córdoba, España. Los jefes de esta fanática secta
musulmana plantearon a los judíos la alternativa de la adopción del culto
mahometano o el destierro. Así se produjo la ruina del centro cultural judío en
Córdoba.
La familia simuló ser musulmana y así pasaron 11 años. Cuando el simulacro no
se pudo sostener, su familia se vio obligada a emigrar desde su ciudad natal,
Córdoba, para iniciar una larga etapa de vida errante, primero dentro de España
y después de un tiempo, en 1160, en Fez, Marruecos.
Aunque él y su familia se vieron obligados a ocultar su religión en Fez,
Maimónides escribió para sus hermanos criptojudíos la epístola Iggeret ha-
shemad (sobre conversión), en que los alentaba a permanecer fieles a su religión.
Estaba convencido de la verdad y de la superioridad de su fe y consideraba que la
sumisión al brutal proselitismo de la época era una verdadera desgracia.
Unos años después, en 1165, estuvo en lo que hoy es Israel, donde se peleaba
la segunda cruzada.
Finalmente se vio obligado a partir a Egipto, donde permaneció por el resto de su
vida.
Allí falleció su hermano, Rabi Davis, quien lo sustentaba. Maimónides comenzó a
dedicarse a la medicina, para mantener a su familia y a la de su hermano.
Paralelamente se dedico a sus obras teológicas y a liderazgo de la comunidad de
Egipto.
Allí, en Egipto, el sultán Saladino lo nombró médico de cabecera de la corte y a la
muerte de éste ofreció sus servicios de médico al sucesor del trono.
Se convirtió en dirigente espiritual de los judíos del lugar. Allí iba a desarrollar la
parte más importante de su obra médica, filosófica y talmúdica.
MAIMÓNIDES Y LA MEDICINA
Fue uno de los médicos más sobresalientes de su época, y sus tratados sobre
medicina se consideran la cumbre de la ciencia médica de entonces, y la base de
la ciencia médica moderna. Entre sus más importantes obras sobre medicina se
encuentran tratados sobre las hemorroides, sobre el asma, sobre drogas
mortíferas, sobre ataques histéricos, y otros. Sus obras fueron traducidas al latín,
al alemán, al francés, al hebreo, etc.
Anticipó los efectos de factores psíquicos en la salud. Se burlaba de las curas
mágicas y supersticiosas, pero reconocía sus efectos psicológicos en el paciente.
Atribuía importancia a la prevención de la enfermedad por medio de una vida
sobria y hacía esfuerzos por reconstruir las fuerzas del enfermo, en lugar de
prescribir drogas poderosas. Decía de él el poeta Ibn Sina al-Mulk: “El arte de
Galeno cura solamente el cuerpo, pero Abu Imram (Maimónides) cura el cuerpo y
el espíritu. Si la luna se sometiera a su arte, él la curaría de sus manchas”.
Fue uno de los más profundos estudiosos de Hipócrates y Galeno, cuyas obras no
sólo estaban en su tiempo en plena vigencia, sino que servían como las bases en
las cuales se sustentaban los sostenidos progresos que ya entonces se habían
producido en la medicina.
Fue uno de los galenos más eminentes de su época y sus escritos de medicina se
consideran como la culminación de la ciencia médica judeo-árabe, que empezó a
principios del s. VIII.
MAIMÓNIDES Y LA FILOSOFÍA
Entre 1185 y 1200 escribió Maimónides, en árabe, una obra que es una
exposición del judaísmo doctrinario. Conocida comúnmente en español bajo el
nombre de “Guía de perplejos” (More Nebujim), o“Guía de los descarriados”, su
designación más exacta sería “Guía de los vacilantes”.
Esta obra está dedicada al comentario e interpretación de la Mishné Torá.
Uno de los principales motivos fue resolver contradicciones entre religión y
filosofía. Esta obra trata de temas tales como la relación de D-s con el mundo,
7.Yo creo con fe completa, que la profecía de Moshe Rabenu (Que este en paz),
es verdadera, y que él es el superior de todos los profetas, los anteriores y los
posteriores a él.
8.Yo creo con fe completa, que toda la Torá que esta e nuestras manos ahora, es
la que le fue entregada a Moshe Rabenu (Que este en paz).
9.Yo creo con fe completa, que esta Torá, no será cambiada, y no va a haber otra
Torá del Creador (bendito su nombre).
10.Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), sabe todos los
actos de las personas y todos sus pensamientos, como esta escrito "El moldeo
cada corazón El que entiende todos sus actos"
11.Yo creo con fe completa, que el creador (bendito su nombre), recompensa a
quienes cuidan sus mandamientos (Mitzvot, las 613, no solo los 10
mandamientos) y castiga a quienes los transgreden.
12.Yo creo con fe completa, en la venida del redentor, y aunque se demore, de
todas formas, espero cada día que llegue.
13.Yo creo con fe completa, que habrá vida en los muertos cuando el creador
(bendito su nombre) lo decida, y su nombre será enaltecido por siempre
“De Moshé a Moshé, no hubo como Moshé”; es decir que desde la época de
Moshé Rabeinu hasta la época de Moshé ben Maimón (Maimónides) no hubo otro
genio como ellos.
“Y así, la Torah dada por el D-s de Israel a Moisés en el Sinaí, aplicada a la vida
judía por los sabios talmúdicos durante siglos, vuelve a ser recibida por este otro
Moisés de quien se llegó a decir: "Desde Moisés hasta Moisés no ha habido otro
Moisés". Rambam vuelve al origen de su judeidad, al monte Sinaí, y allí vuelve a
recibir la Torah prístina con toda su fe y la abraza con la capacidad de su razón
toda; y así le muestra su amor, con su estudio racional, el cual abstrae de la
Torah y de la Tradición oral judía toda su esencia, y en su afán de claridad,
precisión y verdad, escribe la Segunda Torah o copia de la Torah (esto es, la
"Mishneh Torah"), con análogo significado al que, en los labios de Moisés,
expresan las palabras de Devarim (Deuteronomio), pronunciadas en el monte
Nebo o Pisgá respecto a las de la prístina Ley entregada en el monte Sinaí”.
(www.casadejacob.com)
www.nmidigital.com
http://filosofia.idoneos.com
www.casadejacob.com
Semanario hebreo. Maimónides, filósofo, legislador, jurista y médico. 6 de Junio
de 1985
Panorama. Maimónides: El Rambam y los trece principios de fe. Febrero de 1895.