Ivano Gimeno

INTRODUCCIÓN
 En este trabajo vamos a analizar las principales causas de la
existencia de pobreza en la actualidad, así como las principales trampas en
el desarrollo que se encuentran algunos países y las soluciones que ofrecen
los denominados países del primer mundo con sus ayudas y políticas. Sobre
todo este último apartado está enfocado desde una perspectiva más
subjetiva, donde reflexionamos acerca de cómo deberían ser las
intervenciones.

1. CAUSAS DE LA POBREZA

Cinco sextas partes de la población mundial están por lo menos un

peldaño por encima de la pobreza extrema. Esta amplitud de la pobreza
extrema se esta reduciendo.
Ocho categorías son las causantes del declive del desarrollo económico.

La trampa de la pobreza: La propia pobreza como causa del

estancamiento económico
Es el problema clave de los países pobres. El capital humano es muy
escaso y el capital natural es muy mermado. Lo que necesitan es más
capital físico, natural y humano, pero ello requiere más ahorro.
No tienen ningún margen de ingresos por encima de la subsistencia que
pueda invertirse para el futuro.
Por esa razón las tasas de crecimiento económico son bajas o negativas.

Geografía física
Este factor, muchas veces se pasa por alto.
Muchos de los países mas pobres del mundo se enfrentan al grave
obstáculo de los elevados costes de transporte debido a que no tienen
salida al mar, están situados en cordilleras elevadas o carecen de ríos
navegables, costas extensas o puertos navegables.
También intervienen dificultades geográficas de otra índole. Muchos de esos
países están situados en un entorno árido, que comporta una baja
productividad agrícola o la vulnerabilidad a sequías prolongadas. La mayor
parte del trópico tiene condiciones ecológicas que favorecen enfermedades
mortales como la malaria, la esquistiomasis, fiebre del dengue y otras
muchas más.
La geografía adversa plantea soluciones que pueden resolverse,
habitualmente por medio de inversiones físicas y una buena gestión de
conservación.

La trampa fiscal
Los gobiernos son de importancia fundamental para la inversión de
bienes y servicios públicos, como la asistencia sanitaria primaria, la red
eléctrica o los puertos. Sin embargo, el gobierno puede carecer de los
medios financieros a causa:
-De la población empobrecida con lo que es imposible el pago de impuestos.
-Que el gobierno sea inepto o corrupto, o se halle incapacitado para realizar
sus funciones.
También puede que el gobierno ya soporte una gran carga y deba usar sus
limitados ingresos vía impuestos para pagar los intereses en lugar de
financiar nuevas inversiones.

Fallos en la acción del gobierno

El desarrollo económico requiere un gobierno interesado en el
mismo. El gobierno debe identificar y financiar los proyectos de
infraestructuras más prioritarias y poner las infraestructuras y servicios
sociales necesarios al alcance del conjunto de la población y no solo de unos
pocos escogidos. El gobierno debe crear un gobierno propicio para las
inversiones por parte de las empresas privadas, debe contenerse en cuanto
a la exigencia de sobornos o pagos bajo cuenta. Asimismo, los gobiernos
han de mantener la paz y la seguridad interior con el fin de que la
integridad de las personas y las propiedades no se vea indebidamente
amenazada, garantizar sistemas judiciales que pueden definir los derechos
de propiedades y hacer valer por el cumplimiento de los contratos, así como
defender el territorio nacional para mantenerlo a salvo de invasiones.
El fracaso del Estado y el fracaso económico pueden ir uno tras otro tras
una vertiginosa y aterradora espiral de inestabilidad.

Barreras culturales
Las normas culturales o religiosas pueden obstaculizar el papel de
las mujeres, por ejemplo. Negar los derechos y las posibilidades de
formación de las mujeres ocasiona problemas en cadena. Las familias
pobres siguen teniendo seis o siete hijos porque se considera que el
principal papel de la mujer consiste en criar niños, y su falta de formación
comporta que tengan pocas oportunidades laborales. En estas situaciones
es frecuente que las mujeres carezcan de seguridad económica y derechos
legales básicos: cuando enviudan sus condiciones sociales se vuelven mas
terribles, y quedan completamente empobrecidas y sin esperanzas de
mejorar.

Geopolítica
Las barreras comerciales erigidas por países extranjeros pueden
impedirle desarrollo económico de un país pobre. Estas barreras en
ocasiones son políticas. Además del comercio, otros muchos factores que
pueda afectar el desarrollo de un país son susceptibles de ser manipulados
desde el exterior por razones geopolíticas.

Ausencia de innovación
En un país empobrecido, las posibilidades de recuperar las
inversiones de I+D mediante ventas posteriores en el mercado racional son
muy escasas. El problema, el tamaño de mercado.
Los países ricos poseen un mercado grande lo cual aumenta los incentivos
a la innovación y permite comercializar nuevas tecnologías, de modo que se
eleva aun mas la productividad, se amplia el tamaño de mercado y se
vuelven a crear nuevos incentivos a la innovación (reacción en cadena
=”crecimiento endógeno”). La innovación aumenta el tamaño del mercado,
y un mercado mayor aumenta los incentivos a la innovación. Por lo tanto, el
crecimiento económico y la innovación avanzan en un proceso de
reforzamiento mutuo.
En los países ricos de America del Norte, Europa Occidental Y Extremo
Oriente el proceso de inversión a gran escala en investigación y desarrollo,
forma esencial del crecimiento económico.
En los países pobres, el proceso de innovación es habitual a que no se de.
Los inventores no inventan porque sabían que no podían recuperar los
grandes costes fijos que comporta idear un nuevo producto. Los gobiernos
empobrecidos no pueden permitirse respaldar las ciencias básicas. La
consecuencia es una desigualdad de rentas mundiales. La distancia en la
invasión es la causa de divergencia entre todos los países mas ricos y los
mas pobres. Afortunadamente, hay unas cuantas oportunidades de
innovación, pero no son sólidas. Las mas importantes es la difusión de
tecnología. Aun cuando los países no sean inventores pueden beneficiarse
de la exportación.
Las innovaciones pueden importarse mediante bienes de consumo. Sin
embargo, la importación de la tecnología puede verse frustrada por la
carencia de infraestructuras, y hace que sean pocos atractivos por la
inversión extranjera. Además muchas veces, los avances tecnológicos
ideados en los países ricos no son validos para sus condiciones
medioambientales tropicales, áridas o montañosas, que es donde viven
muchas de las personas de situación de pobreza extrema.
Las zonas interiores han quedado muy rezagadas respecto a su capacidad
de atraer a esa clase de industrias.

La trampa demográfica
La mayoría de los países han experimentado un descenso
significativo de las tasas de fecundidad; <<tasa de sustitución>>, por la
cual cada madre cría como promedio una hija que la “sustituya” en la
generación siguiente. Los países más pobres, están estancados en tasas de
fecundidad de cinco o más hijos. Las poblaciones nacionales se duplican con
cada generación.
Cuando las familias empobrecidas tienen un gran numero de hijos, no
pueden permitidse invertir en la nutrición, en la salud y en la educación de
todos ellos. Es posible que solo alcance la educación de uno de los niños, y
que únicamente envíen a la escuela a uno de sexo masculino.
El rápido crecimiento demográfico genera grandes presiones sobre el
tamaño de las explotaciones agrícolas y los recursos ambientales, con lo
cual se agrava la pobreza.
La trampa demográfica es evitable. La educación de las niñas permitiría a
las mujeres incorporarse con mayor facilidad al mundo laboral, lo cual
incrementaría su capacidad de obtener ganancias y el <<coste>> de
quedarse en casa para tener hijos. La educación, la ley y la creación social
pueden dar a las mujeres el poder de decidir más fácilmente sobre su
fecundidad, pero todo ello requiere dinero y en las comunidades más pobres
no abunda.
Todos estos problemas se encuentran en el mundo en vías de desarrollo. El
factor más importante es la productividad alimentaria. Los países que
partieron de producciones elevadas de cereales por hectárea y emplearon
grandes cantidades de fertilizantes son los países pobres que tendieron a
experimentar un crecimiento económico.
La trampa de la pobreza es un fenómeno rural que afecta a pequeños
agricultores atrapados en una espiral de aumento demográfico y
estancamiento o caída de la producción de alimentos por persona.
Los países que experimentaron crecimiento partían con mejores condiciones
sociales: un nivel más alto de alfabetización, una menor mortalidad de
lactante de menos de un año y tasas de fecundadas total mas bajas. Eran,
por tanto, menos propensos a caer en una trampa demográfica de
poblaciones en rápido crecimiento que presionan sobre la cantidad limitada
de tierras de cultivo.

2. TRAMPAS AL DESARROLLO. INTERVENCIONES Y

SOLUCIONES

A las causas que explican la existencia de pobreza en algunas zonas

del planeta que acabamos de plantear, hay que añadir las diferentes
trampas con las que se encuentran, ya sean de carácter institucional o por
mero “azar”. Curiosamente, muchos de los problemas que registran estos
países, han sido agravados en cierta medida por las intervenciones
procedentes del exterior. De las agencias de ayuda, para entendernos. Y es
que su política de ascensos, quizás no sea la más adecuada, y lleva a los
desembolsos de dinero sin analizar minuciosamente sus consecuencias. Un
problema igual de grave, es que, como norma general, son incapaces de
coordinarse de forma efectiva unas con otras, llegando a situaciones
realmente sonrojantes.
Sin embargo, la verdad sea dicha, lo cierto es que la ayuda
económica del exterior ha conseguido una adición de un 1% a la tasa de
crecimiento anual de los países pobres, y teniendo en cuenta que ésta en
condiciones normales era de un 0%, ha significado la diferencia entre el
estancamiento y el grave declive acumulativo.
Una vez hecha esta breve introducción, vamos a pasar a hablar de las
trampas con las que se encuentran los países en su lucha por salir de la
pobreza, así como las soluciones dadas desde nuestra posición en el primer
mundo.

En primer lugar, tenemos la trampa del conflicto. En las

sociedades del club de la miseria, la ayuda económica es probablemente el
componente clave de lo que se denomina la recompensa del poder. Por este
motivo, un envió cuantioso de dinero a los lugares con este problema,
generará un aumento en el riesgo de golpes de Estado, ya que al derrocar al
gobierno vigente, los insurgentes tienen vía libre a ese botín en un corto
plazo. Es por tanto, una irresponsabilidad mantenerles el flujo impasible de
transferencias, pues solo les podrá acarrear más trabas en su camino al
desarrollo y progreso.
Como se ha demostrado con creces, este tipo de ayuda se debe hacer (y se
hace), únicamente en situaciones posbélicas, cortando de raíz el problema
de las rentas de la soberanía. Se podría decir que la misión de las agencias
en este caso es más de prevención posibles futuros conflictos, pues,
siguiendo esta actuación, están impulsando el crecimiento del país, con
todos los avances en seguridad, sanidad, educación, etcétera, que ello
supone, y que reduce el riesgo de una rebelión o intento de golpe de
Estado. Todo esto es posible, si la actuación del Gobierno es sensata y
honrada, pero eso es otro apartado que más adelante veremos. Realmente
es básico contar con un buen Gobierno.

Soluciones: El principal problema se encuentra en la pésima acción de

gobierno, unido a políticas pobres, ya que en este escenario toda ayuda
resultaría ineficaz, con lo cual una posible solución sería la democratización
de su sistema gubernamental, poniendo en manos del pueblo el poder para
elegir el devenir de su suerte. Somos conscientes de la dificultad que
entraña este proceso, pero se debería intentar al menos, ya que en caso de
éxito, con casi total seguridad se lograría rescatar a toda una sociedad de la
pobreza extrema.

La trampa de los recursos naturales. En este caso, la ayuda

resulta inútil, pues el problema, una vez más, reside en la mala gestión que
hace el Gobierno de turno de los recursos naturales que posee, y que
podrían ser el motor del desarrollo del país. También en este caso las
ayudas exteriores deben ir encaminadas al campo de la supervisión por
parte de las agencias.

Soluciones: El éxito para lograr escapar de esta trampa para porque los
gobiernos, la sociedad civil y los donantes se coordinen de manera efectiva
para dar con un procedimiento alternativo de gasto del dinero público. Este
proceso pasaría por dotal al país de un mejor suministro de servicios,
fomentar la competencia entre las empresas para conseguir una mayor
eficiencia, o invertir en materias tan básicas como educación y sanidad, que
son sinónimo de progreso. Para la consecución de todos estos objetivos es
necesaria una cierta “imposición” por parte de los donantes, pero es
fundamental que el país receptor de las reformas esté por la labor de
aplicarlas, pues al fin y al cabo es el que tiene la última palabra. Llegados a
este punto, vemos adecuado subrayar la importancia de democratizar las
zonas víctimas de la opresión y tiranía del Mugabe de turno, y que sean los
electores los que puedan premiar o castigas a sus máximos mandatarios.

Trampa de la falta de salida al mar. Frente a este problema no

cabe más ayuda, como así se está haciendo, que ofrecer ayuda económica y
esperar. La parte relacionada con la ayuda tiene la misión de aumentar el
consumo interno para proporcionar un mínimo nivel de vida a los habitantes
de ese país; y respecto a esperar, hablamos de confiar en que sus países
vecinos con salida al mar crezcan y puedan proporcionar alguna
oportunidad en el mercado a estos otros. Con total seguridad, la raíz del
problema tiene su origen en la concesión de la independencia a ciertos
países cuya situación económica-geográfica era insostenible. Tirón de orejas
pues al Sistema Internacional que sopesó, quizás, con demasiada flaqueza
las consecuencias de sus decisiones y añadió un problema crónico a la
situación de algunos países. Pero a día de hoy hay que preocuparse por
buscar posibles soluciones, y eso es lo que vamos a tratar a continuación.

Soluciones: Una vez más, la ayuda en su forma económica juega un rol

fundamental, aunque no es la única. Vamos por partes. Como ya hemos
mencionado, la ayuda permite proporcionar un nivel digno de vida entre la
población del país, pero la cosa no queda ahí, su papel crucial es el de
mejorar las vías de comunicación con la costa, financiando así los llamados
pasillos de transporte regional, y es aquí donde pueden entrar los
organismos de peso internacional. Deberían presionar a los países limítrofes
de los que no tienen litoral para que desarrollasen las conexiones terrestres
entre ellos, y diseñar en este caso un programa conjunto y no individual.
Vemos así, que podría existir una solución política, aunque ella también iría
unida inexorablemente a un desembolso de dinero.

Trampa de mal gobierno. Este es un caso en el que la ayuda

monetaria por sí sola no soluciona nada (e incluso agrava el problema), y
como norma general son preferibles otras actuaciones, aunque el
desembolso finalmente es insalvable. Siendo objetivos, la decisión de las
agencias de ofrecer la ayuda como incentivo no funciona en ninguna de sus
variantes: si se entrega el dinero antes de la reforma se corre el serio riesgo
de que el Gobierno lo coja y se olvide de sus promesas; y si la ayuda se
otorga en función del nivel de reforma alcanzado, nos encontramos en una
enrevesada paradoja, ya que se le niega la ayuda a los más necesitados,
que son los menos desarrollados. En este sentido, parece más efectivo el
envío de personas cualificadas que formen a los nativos, ayudando así al
progreso del país. Esta medida hay que combinarla con apoyo
presupuestario y con políticas internacionales que refuercen la reforma
institucional del país

Con estos sencillos casos, hemos podido comprobar que, si bien la

ayuda económica es esencial, necesita de otras intervenciones de la misma
importancia como las normativas o unas eficaces relaciones
internacionales que mejoren la cooperación entre todas las piezas
intervinientes. Y otro aspecto a destacar, es que las decisiones tomadas
desde los que ofrecen la ayuda, sean minuciosamente tratadas antes de su
ejecución y que no respondan a intereses partidistas y para agradar a la
opinión pública. Vamos, que no se vean influenciados por lo políticamente
correcto y desarrollen acciones que realmente sirvan para algo.

CONCLUSIÓN
El camino al desarrollo de un país no es siempre fácil. Depende de factores
tan determinantes como es su propia historia, (todas las actuaciones
desplegadas en el pasado tienen sus consecuencias en el presente, de tal
forma que si no se han sentado unas bases como un gobierno eficiente o
una mínima innovación el riesgo de estancamiento es mucho mayor) o
incluso meras cuestiones azarosas como es la situación geográfica. En la
actualidad, desde los países del primer mundo se está impulsando la ayuda
a otros menos desarrollados, y aunque a priori, las intenciones son buenas,
vemos que no siempre se consiguen los objetivos marcados por diversos
factores como la ausencia de coordinación o unos procedimientos erróneos.