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El origen del español

Como dice Menéndez Pidal "la base del idioma es el latín vulgar, propagado en España
desde fines del siglo III a.C., que se impuso a las lenguas ibéricas" y al vasco, caso de
no ser una de ellas. De este substrato ibérico procede una serie de elementos léxicos
autónomos conservados hasta nuestros días y que en algunos casos el latín asimiló,
como: cervesia > cerveza, braca > braga, camisia > camisa, lancea > lanza. Otros
autores atribuyen a la entonación ibérica la peculiar manera de entonar y emitir el latín
tardío en el norte peninsular, que sería el origen de una serie de cambios en las fronteras
silábicas y en la evolución peculiar del sistema consonántico. Otro elemento
conformador del léxico en el español es el griego, puesto que en las costas
mediterráneas hubo una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; como,
por otro lado, esta lengua también influyó en el latín, voces helénicas han entrado en el
español en diferentes momentos históricos. Por ejemplo, los términos huérfano, escuela,
cuerda, gobernar, colpar y golpar (verbos antiguos origen del moderno golpear),
púrpura (que en castellano antiguo fue pórpola y polba) proceden de épocas muy
antiguas, así como los topónimos Denia, Calpe. A partir del Renacimiento siempre que
se ha necesitado producir términos nuevos en español se ha empleado el inventario de
las raíces griegas para crear palabras, como, por ejemplo, telemática, de reciente
creación, o helicóptero. Entre los siglos III y VI entraron los germanismos y su grueso
lo hizo a través del latín por su contacto con los pueblos bárbaros muy romanizados
entre los siglos III y V. Forman parte de este cuerpo léxico guerra, heraldo, robar, ganar,
guiar, guisa (compárese con la raíz germánica de wais y way), guarecer y burgo, que
significaba 'castillo' y después pasó a ser sinónimo de 'ciudad', tan presente en los
topónimos europeos como en las tierras de Castilla, lo que explica Edimburgo,
Estrasburgo y Rotemburgo junto a Burgos, Burguillo, Burguete, o burgués y burguesía,
términos que entraron en la lengua tardíamente. Hay además numerosos patronímicos y
sus apellidos correspondientes de origen germánico: Ramiro, Ramírez, Rosendo,
Gonzalo, Bermudo, Elvira, Alfonso. Poseían una declinación especial para los nombres
de varón en -a, -anis, o -an, de donde surgen Favila, Froilán, Fernán, e incluso sacristán.
Junto a estos elementos lingüísticos también hay que tener en cuenta al vasco, idioma
cuyo origen se desconoce, aunque hay varias teorías al respecto. Algunos de sus hábitos
articulatorios y ciertas particularidades gramaticales ejercieron poderosa influencia en la
conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un
territorio de influencia vasca, entre Cantabria y el norte de León; junto a eso, las tierras
que los castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban con vascos, que,
lógicamente, llevaron sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos
preeminentes en la corte castellana hasta el siglo XIV. Del substrato vasco proceden dos
fenómenos fonéticos que serán característicos del castellano. La introducción del sufijo
-rro, presente en los vocablos carro, cerro, cazurro, guijarro, pizarra, llevaba consigo un
fonema extravagante y ajeno al latín y a todas las lenguas románicas, que es, sin
embargo, uno de los rasgos definidores del sistema fonético español; se trata del fonema
ápico-alveolar vibrante múltiple de la (r). La otra herencia del vasco consiste en que
ante la imposibilidad de pronunciar una f en posición inicial, las palabras latinas que
empezaban por ese fonema lo sustituyeron en épocas tempranas por una aspiración,
representada por una h en la escritura, que con el tiempo se perdió: así del latín farina >
harina en castellano, pero farina en catalán, italiano y provenzal, fariña en gallego,
farinha en portugués, farine en francés y faina en rumano; en vasco es irin. La lengua
árabe fue decisiva en la configuración de las lenguas de España, y el español es una de
ellas, pues en la península se asienta durante ocho siglos la dominación de este pueblo.
Durante tan larga estancia hubo muchos momentos de convivencia y entendimiento.
Los cristianos comprendieron muy pronto que los conquistadores no sólo eran
superiores desde el punto de vista militar, sino también en cultura y refinamiento. De su
organización social y política se aceptaron la función y la denominación de atalayas,
alcaldes, robdas o rondas, alguaciles, almonedas, almacenes. Aprendieron a contar y
medir con ceros, quilates, quintales, fanegas y arrobas; aprendieron de sus alfayates
(hoy sastres), alfareros, albañiles que construían zaguanes, alcantarillas o azoteas y
cultivaron albaricoques, acelgas o algarrobas que cuidaban y regaban por medio de
acequias, aljibes, albuferas, norias y azadones. Influyeron en la pronunciación de la s-
inicial latina en j- como en jabón del latín 'saponem'. Añadieron el sufijo -í en la
formación de los adjetivos y nombres como jabalí, marroquí, magrebí, alfonsí o
carmesí. Se arabizaron numerosos topónimos como por ejemplo Zaragoza de
"Caesara(u)gusta", o Baza de "Basti". No podría entenderse correctamente la evolución
de la lengua y la cultura de la península sin conceder al árabe y su influencia el lugar
que le corresponde.

¿Castellano o Español?

Esta lengua también se llama castellano, por ser el nombre de la comunidad lingüística
que habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla. Existe alguna
polémica en torno a la denominación del idioma; el término español es relativamente
reciente y no es admitido por los muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues
entienden que español incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco,
idiomas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades
autónomas respectivas; son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la
denominación más antigua que tuvo la lengua, castellano entendido como 'lengua de
Castilla'.

En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean


dificultad especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y
español. En los primeros documentos tras la fundación de la Real Academia Española,
sus miembros emplearon por acuerdo la denominación de lengua española. Quien mejor
ha estudiado esta espinosa cuestión ha sido Amado Alonso en un libro titulado
Castellano, español, idioma nacional. Historia espiritual de tres nombres (1943). Volver
a llamar a este idioma castellano representa una vuelta a los orígenes y quién sabe si no
sería dar satisfacción a los autores iberoamericanos que tanto esfuerzo y estudio le
dedicaron, como Andrés Bello, J. Cuervo o la argentina Mabel Manacorda de Rossetti.
Renunciar al término español plantearía la dificultad de reconocer el carácter oficial de
una lengua que tan abierta ha sido para acoger en su seno influencias y tolerancias que
han contribuido a su condición. Por otro lado, tanto derecho tienen los españoles a
nombrar castellano a su lengua como los argentinos, venezolanos, mexicanos, o
panameños de calificarla como argentina, venezolana, mexicana o panameña, por citar
algunos ejemplos. Lo cual podría significar el primer paso para la fragmentación de un
idioma, que por número de hablantes ocupa el tercer lugar entre las lenguas del mundo.
En España se hablan además el catalán y el gallego, idiomas de tronco románico, y el
vasco, de origen controvertido. Sergio Zamora B. Guadalajara, Jalisco, México 1999
El español ayer y hoy

En la formación del español cabe distinguir tres grandes períodos: el medieval, también
denominado del castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español
moderno, que evolucionó desde el sigloXVI a finales del XVII, y el contemporáneo,
desde la fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días.

El castellano medieval

El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla, y


antes del siglo X no puede hablarse de ella. Por entonces existían cuatro grandes
dominios lingüísticos en la Península que pueden fijarse por el comportamiento de la
vocal breve y tónica latina o en sílaba interior de palabra como la o de portam que
diptongó en ué en el castellano, puerta, y vaciló entre ue, uo y ua en el leonés y
aragonés (puorta) y mozárabe (puarta). En términos generales, se mantuvo la o del latín
(porta) en la lengua del extremo occidental, el galaico-portugués -del que surgiría el
gallego y el portugués-, y en el catalán del extremo oriental, que ejercería su influencia
posterior por las tierras mediterráneas, fruto de la expansión política.

El castellano fue tan innovador en la evolución del latín como lo fueron los habitantes
de Castilla en lo político. A esta época pertenecen las Glosas Silenses y las
Emilianenses, del siglo X, que son anotaciones en romance a los textos en latín:
contienen palabras y construcciones que no se entendían ya.

Las primeras se escribieron en el monasterio benedictino de Silos, donde para aclarar el


texto de un penitencial puede leerse "quod: por ke", "ignorante: non sapiendo"; las
Glosas Emilianenses se escriben en el monasterio de San Millán de la Cogolla o de
Suso.

En el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían
en este territorio y conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. La
mantuvieron sin grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la
diferencia con las comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las
evoluciones que se estaban desarrollando en los territorios cristianos. En esta lengua se
escriben algunos de los primeros poemas líricos romances: las jarchas, composiciones
escritas en alfabeto árabe o hebreo, pero que transcritas corresponden a una lengua
arábigo-andaluza.

De los cambios fonéticos que produjeron en esta época en el castellano, el más original
consistió en convertir la f- inicial del latín en una aspiración en la lengua hablada,
aunque conservada en la escritura. El primer paso para convertir el castellano en la
lengua oficial del reino de Castilla y León lo dio en el sigloXIII AlfonsoX, que mandó
componer en romance, y no en latín, las grandes obras históricas, astronómicas y
legales.

El castellano medieval desarrolló una serie de fonemas que hoy han desaparecido.
Distinguía entre una -s- sonora intervocálica, que en la escritura se representaba por s,
como en casa, y una s sorda, que podía estar en posición inicial de palabra como silla, o
en posición interna en el grupo -ns-, como en pensar o en posición intervocálica que se
escribía -ss- como en viniesse.

Las letras ç y z equivalían a los sonidos africados (equivalente a ts, si era sordo, y a ds,
si era sonoro), como en plaça y facer. La letra x respondía a un sonido palatal fricativo
sordo, como la actual ch del francés o la s final del portugués y también existía
correspondiente sonoro, que se escribía mediante j o g ante e, i: así dixo, coger, o hijo.
Distinguía entre una bilabial oclusiva sonora -b-, que procedía de la -p- intervocálica del
latín o b de la inicial sonora del latín (y que es la que hoy se conserva), y la fricativa
sonora, que procedía de la v del latín, cuyo sonido se mantiene hoy en Levante y
algunos países americanos.

Desde el punto de vista gramatical ya habían desaparecido las declinaciones del latín y
eran las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. El
verbo haber todavía tenía el significado posesivo tener, como en había dos fijos y se
empleaba para tener y para formar las perífrasis verbales de obligación que originarían a
partir del siglo XIV los tiempos compuestos; por eso, entre la forma del verbo haber y el
infinitivo siguiente era posible interponer otro material léxico, hoy impensable, como en
"Enrique vuestro hermano había vos de matar por las sus manos".

Los adjetivos posesivos iban precedidos de artículo, como aún hoy ocurre en portugués;
así, se decía los sus ojos alza. El español del siglo XII ya era la lengua de los
documentos notariales y de la Biblia que mandó traducir Alfonso X; uno de los
manuscritos del siglo XIII se conserva en la biblioteca de El Escorial. Gracias al
Camino de Santiago entraron en la lengua los primeros galicismos, escasos en número,
y que se propagaron por la acción de los trovadores, de la poesía cortesana y la
provenzal.
El español o castellano es una lengua romance del grupo ibérico. Es uno de los seis
idiomas oficiales de la ONU y, tras el chino mandarín, es la lengua más hablada del
mundo por el número de hablantes que la tienen como lengua materna.[16] [17] Es también
idioma oficial en varias de las principales organizaciones político-económicas
internacionales (UE, UA, TLCAN y UNASUR, entre otras). Lo hablan como primera y
segunda lengua entre 450[18] y 500[19] millones de personas, pudiendo ser la segunda
lengua más hablada considerando los que lo hablan como primera y segunda lengua.[20]
Por otro lado, el español es el segundo idioma más estudiado en el mundo[21] tras el
inglés, con al menos 17,8 millones de estudiantes,[22] si bien otras fuentes indican que se
superan los 46 millones de estudiantes[23] distribuidos en 90 países.

El español, como las otras lenguas romances, es una continuación moderna del latín
hablado (denominado latín vulgar), desde el siglo III d. C., que tras el
desmembramiento del Imperio Romano fue divergiendo de las otras variantes del latín
que se hablaban en las distintas provincias del antiguo Imperio, dando lugar mediante
una lenta evolución a las distintas lenguas neolatinas. Debido a su propagación por
América, el español es, con diferencia, la lengua neolatina que ha logrado mayor
difusión.

Origen y nombre [editar]


El castellano se originó como un dialecto del latín en las zonas limítrofes entre
Cantabria, Burgos, Álava y La Rioja, provincias del actual norte de España, que recibió
una notable influencia fonológica del euskera arcaico que se hablaba en esta misma
región (artículo principal: Sustrato vasco en lenguas romances), y se convirtió en el
principal idioma popular del Reino de Castilla (el idioma oficial era el latín). De allí su
nombre original de "idioma castellano", en referencia a la zona geográfica donde se
originó.

La otra denominación del idioma, "español", procede del latín medieval Hispaniolus
procedente de la denominación latina de la Península Ibérica "Hispania" o, más bien, de
su forma ultracorrecta[24] Spaniolus (literalmente: "hispanito", "españolito"), a través del
occitano espaignol. Menéndez Pidal ofrece otra explicación etimológica: el clásico
hispanus o hispánicus tomó en latín vulgar el sufijo -one (como en bretón, borgoñón,
sajón, frisón, lapón...) y de *hispanione se pasó en castellano antiguo a españón, "luego
disimilando las dos nasales se llegó a español, con la terminación -ol, que no se usa para
significar naciones".[25]

Avatares históricos y socioecónomicos, y su uso popular como lengua de intercambio,


convirtieron el castellano en la lengua franca de toda la península ibérica, en
convivencia con las hablas vernáculas allí donde existían: a mediados del siglo XVI se
estima que el 80% de los españoles ya hablaban castellano.[26] Con la conquista de
América, que era una posesión personal de la corona de Castilla, el idioma español se
extendió a través de todo ese continente, desde California hasta el Estrecho de
Magallanes.

Polémica sobre español o castellano [editar]

Artículo principal: Polémica en torno a español o castellano


La polémica en torno a los términos español y castellano estriba en si resulta más
apropiado denominar a la lengua hablada en Hispanoamérica, en España y en otras
zonas hispanoparlantes «español» o «castellano», o bien si ambas son formas
perfectamente sinónimas y aceptables, que es actualmente el criterio académico.

Como muchas de las controversias relacionadas con la denominación de una lengua


identificable con un determinado territorio (español con España, y castellano con
Castilla), o que lleva aparejada una ideología o un pasado histórico que provoca
rechazo, o que implica una lucha en favor de una denominación única para facilitar su
identificación internacional y la localización de las producciones en dicha lengua (por
ejemplo, en redes informáticas), la controversia es de raíz ideológica, política y
económica.

Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, no hay preferencias por una


denominación u otra. La ciencia lingüística, siempre que no actúe ideológicamente, se
limita a estudiar y caracterizar la complejidad de los sistemas lingüísticos
interrelacionados que componen un diasistema o lengua histórica (como conjunto más o
menos complejos de variedades geolectales, sociolectales y funcionales, variables a su
vez en el tiempo), y, terminológicamente, a recoger los diversos usos denominativos de
una lengua o familia de variedades. Para la ciencia lingüística, pues, ambos términos
son válidos a la hora de designar el diasistema de la lengua histórica llamada popular y
oficialmente castellana o española.

En el ámbito normativo prescriptivo, según la normativa establecida por los principales


organismos de política lingüística [27] del área hispanohablante en lo relativo a la
codificación del estándar idiomático (Real Academia Española y Asociación de
Academias de la Lengua Española), castellano y español son términos sinónimos,
aunque el Diccionario Panhispánico de Dudas, obra de carácter normativo actualmente
vigente recomienda no obstante la denominación de «idioma español» por ser la
utilizada generalmente en otros idiomas nacionales (Spanish, espanhol, espagnol,
Spanisch, Spaans, spagnolo, etc.).

Historia [editar]
Artículo principal: Historia del idioma español

Una página del Cantar de Mio Cid, en castellano medieval


La historia del idioma español comienza con el latín vulgar del Imperio Romano más
precisamente de la zona central del norte de Hispania. Tras la caída del Imperio
Romano en el siglo V, la influencia del latín culto en la gente común fue disminuyendo
paulatinamente. El latín hablado de entonces fue el fermento de las variedades romances
hispánicas, entre ellas el castellano antiguo, origen a su vez (al menos en la proporción
mayor) de las variedades que constituyen la lengua española. En el siglo VIII, la
invasión musulmana de la Península Ibérica hace que se formen dos zonas bien
diferenciadas. En Al-Ándalus, se hablarán los dialectos romances englobados con el
término mozárabe (no árabe), además de las lenguas de la minoría extranjera-invasora
alóctona (árabe y bereber). Mientras, en la zona en que se forman los reinos cristianos
desde pocos años después del inicio de la dominación musulmana, comenzará una
evolución divergente, en la que surgen varias modalidades romances; la catalana, la
aragonesa, la astur-leonesa y la gallego-portuguesa, además de la castellana, que
resultaría dominante entre la población de la península.

La lengua originaria castellana se originó en el condado medieval de Castilla (sur de


Cantabria y norte de Burgos), con influencias vascas y de los germanos visigodos. Los
textos más antiguos que se conocen en castellano son los Cartularios de Valpuesta,
conservados en la iglesia de Santa María de Valpuesta (Burgos), un conjunto de textos
que constituyen copias de documentos, algunos escritos en fecha tan temprana como el
siglo X, seguidos de las Glosas Emilianenses, que datan de finales del siglo X o
principios del XI, que se conservan en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la
Cogolla (La Rioja), localidad considerada centro medieval de cultura.

El castellano se extendió hacia el sur de la península a lo largo de la Reconquista y por


la unificación de los reinos cristianos españoles mediante las sucesivas unificaciones
dinásticas (unión con León y Galicia con Fernando III de Castilla, introducción de la
dinastía castellana en la Corona de Aragón con Fernando I de Aragón que llevaría a la
unión final peninsular con los Reyes Católicos). En el siglo XV, durante el proceso de
unificación española de sus reinos, el sevillano Antonio de Nebrija publicó en
Salamanca su Grammatica. Es el primer tratado de gramática de la lengua española, y
también primero de una lengua neolatina europea. La colonización y conquista de
América llevada a cabo simultáneamente a la reconquista de Granada, expandió el
idioma español por la mayor parte del continente americano. En esa época ya había
comenzado el reajuste consonántico, que significó la reducción del sistema de fonémico
al pasar de seis consonantes sibilantes a sólo una o dos según la variedad.

El idioma español siempre tuvo numerosas variantes geolectales que, si bien respetan el
tronco principal latino, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario, como sucede
con cualquier otra lengua. A esto hay que agregar el contacto con los idiomas de las
poblaciones nativas de América, como el aimara, chibcha, guaraní, mapudungun, maya,
náhuatl, quechua y taíno, que hicieron también contribuciones al léxico del idioma, no
sólo en sus zonas de influencia, sino en algunos casos en el léxico global.

Distribución geográfica [editar]


Véase también: Distribución geográfica del idioma español

El español o castellano es la lengua oficial de trece países en América, además de en


España y en Guinea Ecuatorial, pero se habla en los cinco continentes.
América [editar]

La mayoría de los hispanohablantes se encuentran en Hispanoamérica. México es el


país con el mayor número de hablantes (casi una cuarta parte del total).

Con una u otra denominación, es la lengua oficial de Bolivia (con la nueva Constitución
aprobada en el año 2007, título I, capítulo 1.º, artículo 5, párrafo 1,[28] cooficial con
«todos los idiomas de las naciones y pueblos indígenas campesinos autóctonos, que son
el aymara, araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese
ejja, guaraní, guarasu’we, guarayu, itonama, leco, machajuyaikallawaya, machineri,
maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima, pacawara,
puquina, quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru-chipaya, weenhayek,
yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco»), Colombia (junto con las lenguas y dialectos de
los grupos étnicos en sus territorios [29] ), Costa Rica [30] , Cuba[31] , Ecuador (según la
nueva Constitución del 2008, título I, artículo 2,[32] «El castellano es el idioma oficial del
Ecuador; el castellano, el kichwa y el shuar son idiomas oficiales de relación
intercultural. Los demás idiomas ancestrales son de uso oficial para los pueblos
indígenas en las zonas donde habitan y en los términos que fija la ley. El Estado
respetará y estimulará su conservación y uso»), El Salvador,[33] Guatemala,[34] Honduras,
[35]
Nicaragua (cuya Constitución, título II, artículo 12,[36] establece además que «las
lenguas de las Comunidades de la Costa Atlántica de Nicaragua también atendrán uso
oficial en los casos que establezca la ley»), Panamá,[37] Paraguay (cooficial con el
guaraní),[38] Perú[39] (cooficial con el quechua, aimara y demás lenguas indígenas, allí
donde predominen) y Venezuela (cuya Constitución[40] establece además que «Los
idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y deben ser
respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la
Nación y de la humanidad»). No tienen reconocimiento de lengua oficial otros países
latinoamericanos donde es lengua hablada: Argentina,[41] Chile, [42] Puerto Rico,
República Dominicana,[43] Uruguay[44] y México[45] (oficial de facto).[46] En Puerto Rico,
según los sucesivos plebiscitos del estatus político del país, que se sumaban a lo
establecido por la Constitución de 1952, se estableció que «es la garantía permanente de
ciudadanía americana, nuestros dos idiomas, himnos y banderas».[47]

América no-hispanohablante [editar]


Español en EE. UU

Hay una realidad lingüística singular en Estados Unidos debido al avance progresivo del
bilingüismo, especialmente en ciudades cosmopolitas como Nueva York, Los Ángeles,
Chicago, Miami, Houston, San Antonio, Denver, Baltimore, y Seattle. En el estado de
Nuevo México el español se utiliza incluso en la administración estatal, aunque ese
estado no tiene ninguna lengua oficial establecida en la constitución. El español
neomexicano se remonta a los tiempos de la colonización española en el siglo XVI y
conserva numerosos arcaísmos. El español tiene una larga historia en los Estados
Unidos, muchos estados y accidentes geográficos fueron nominados en ese idioma, y se
ha fortalecido por la inmigración proveniente del resto de América. El español, además,
es la lengua más enseñada en el país.[48] Estados Unidos es el segundo país con mayor
número de hispanohablantes.[49]

El español se ha vuelto importante en Brasil a causa de la proximidad y el comercio


creciente con sus vecinos hispanoamericanos, por ejemplo, como miembro de
Mercosur. En 2005, el Congreso Nacional de Brasil aprobó el decreto, firmado por el
presidente, conocido como ley del español, que lo ofrece como lengua de enseñanza en
los colegios y liceos del país.[50] En muchas ciudades fronterizas, especialmente con
Argentina y Uruguay, se habla una lengua mixta llamada portuñol.[51]

El español no tiene reconocimiento oficial en la antigua colonia británica de Belice. No


obstante, de acuerdo a un censo del año 2000, el 52,1% de la población habla el español
"muy bien".[52] [53] Se habla principalmente por los descendientes hispanos que han
habitado la región desde el siglo XVII. Sin embargo, el inglés permanece como la única
lengua oficial.[54] En la isla caribeña de Aruba, lo habla gran cantidad de personas. Por el
contrario, en las vecinas Curazao y Bonaire, lo habla una minoría. Debido a la cercanía
con Venezuela, en las tres islas se reciben medios de comunicación en español,
principalmente canales televisivos, debido a los estrechos vínculos comerciales y la
importancia del turismo hispanohablante. En los últimos años, se introdujo la enseñanza
básica obligatoria del castellano en las escuelas, aunque sin carácter oficial (las únicas
lenguas oficiales de Aruba y las Antillas Holandesas, hasta ahora son el holandés y el
papiamento). Por último, el español no es el idioma oficial de Haití. Aunque su idioma
oficial es el francés, el criollo haitiano es ampliamente hablado. Cerca de la frontera con
la vecina República Dominicana el español básico es comprendido y hablado
coloquialmente.

Europa [editar]

Conocimiento del español en la UE

El castellano es lengua oficial de España. También se habla en Gibraltar[55] y en Andorra


(donde es la lengua materna mayoritaria debido a la inmigración, pero no es la lengua
propia y oficial como sí lo es el catalán[56] ). También se utiliza en pequeñas
comunidades en otros países europeos, principalmente en el Reino Unido, Francia,
Alemania y Suiza[57] (donde es lengua materna del 1,7% de la población, representando
la lengua minoritaria más hablada en este país por detrás de tres de las cuatro lenguas
oficiales). El español es una de las lenguas oficiales de la Unión Europea.[58] Casi
19 millones de europeos mayores de 15 años hablan español fuera de España en la UE
(contando con los que lo han aprendido correctamente como lengua extranjera).[59]

En Rusia en el 2008, se creará un canal de TV 24 horas en español bajo el nombre de


Rusia Hoy.[60] En Gibraltar opera la GBC en español e inglés.[61]

Asia [editar]

Véase también: Idioma español en Filipinas

El caso de las islas Filipinas, antigua colonia española, es bastante atípico ya que a
diferencia de otros países hispanos, no consiguió su independencia tras sus movimientos
revolucionarios del siglo XIX. Por el contrario, y debido a la intervención
estadounidense, Filipinas pasó a ser colonia de los EE. UU. a partir de 1899. Desde
entonces, sus autoridades siguieron una política de deshispanización del país e
imposición del inglés. A pesar de que en Filipinas había entre un 10%-15% de
hispanohablantes[cita requerida] (unas 900.000 personas) a principios del siglo XX, y de que
su primera constitución (promulgada en 1899) tenía establecido el español como lengua
oficial, las autoridades estadounidenses impusieron progresivamente el uso del inglés,
especialmente después de la Guerra Filipino-Estadounidense que diezmó a la burguesía
urbana hispanohablante. El español perdió su estatus oficial en 1987, durante la
administración de Corazón Aquino. No obstante, la presidente Gloria Macapagal
Arroyo anunció en 2007, durante su visita oficial a España, que la lengua española será
nuevamente obligatoria en el currículum escolar.[62] [63] . El Gobierno de Filipinas
confirmó que el español se incorporará en la enseñanza secundaria a mediados del 2009
[64]
. Según fuentes del Instituto Cervantes y en un comunicado de la presidente filipina
Gloria Macapagal-Arroyo el español podría volver a ser oficial en Filipinas.[cita requerida]

La cadena de televisión de China CCTV comenzó en octubre de 2007 a emitir un canal


de TV solo en español (CCTV-E).

África [editar]

El español es la lengua oficial, y más hablada, de Guinea Ecuatorial. También se habla


en las ciudades españolas en Africa del Norte (Ceuta y Melilla) y en la comunidad
autónoma de las Islas Canarias (143.000 y 2.032.833 personas, respectivamente).

En Tinduf, Argelia, hay unos 200.000 refugiados saharauis que pueden leer y escribir la
lengua,[65] y miles de ellos recibieron educación universitaria ofrecida por Cuba y
España.

Dentro del Marruecos septentrional, antiguo protectorado español que está cerca de
España, aproximadamente unas 20.000 personas hablan castellano como lengua
materna.[66] Otros lugares donde el español tiene presencia es Luena, en Angola por la
presencia del ejército cubano.

Recientemente la ciudad gabonesa de Cocobeach mediante un común acuerdo con


Guinea Ecuatorial se hizo binacional, por lo cual se le dio estatus de oficialidad a la
lengua española.

Además, es hablado por las comunidades ecuatoguineanas que huyeron durante la


dictadura de Francisco Macías Nguema, y que ahora se encuentran en países como
Gabón, Camerún y Nigeria.[67] [68]

Oceanía [editar]

Entre los países y territorios en Oceanía, el español se habla en la Isla de Pascua,


territorio de Chile.

Además, y de acuerdo con el censo de 2001, hay 93.593 hispanohablantes en Australia,


[69] [70]
en el censo de 2006, se elevó a 98.001; la mayoría radicados en Sydney.[71]

En Nueva Zelanda, el censo de 2001 registró un total de 14.676 hispanohablantes.[72] [73]


En el censo de 2006, la cifra aumentó a 21.645.[74]
Las naciones de Guam, Palaos, Marianas del Norte, Islas Marshall y los Estados
Federados de Micronesia tuvieron hispanohablantes ya que fueron colonias españolas
hasta 1898, pero desde entonces el español se ha olvidado.

Total de hablantes por país [editar]

Países del mundo donde se estudia español

La siguiente tabla de hispanohablantes se ha elaborado en función de porcentajes y


conceptos (nativos, no nativos con competencia mayor o menor del idioma y
aprendices) realizados por el estudio "El valor económico del español", pero
incorporando las estimaciones actualizadas de los censos de cada país o, en su defecto,
la fuente poblacional es de Naciones Unidas a 1 Jul del 2007. También se incorpora una
estimación más actualizada de estudiantes de español de 17,8 millones, por 14 que
figura en el citado estudio.

El estudio "El valor económico del español" se centró sobre hablantes de español en
base a datos de población entre 2000 y 2005. El resultado fue de un total de casi
440 millones.[75] . Unos 400 millones de hablantes eran nativos de español (359.461.000
donde el español es oficial, más otros 40.520.000 donde no lo es), 23.138.000 millones
de hablantes no nativos (entre los que se utilizan los datos del eurobarómetro para la
UE), además considera la estimación del Instituto Cervantes de 14 millones de
estudiantes de español en el mundo, y finalmente, 1.860.000 extranjeros con
competencia limitada de español, en los países con el español oficial.[76] También se dice
en este informe que, sin ser tan rigurosos en el análisis, la población hispanohablante
podría estar en el umbral de los 500 millones[77] (por ejemplo, el dato de población de
México, España o Venezuela son del censo del 2001, y no estimaciones censales del
2008 basadas en el censo del 2001, como se ha utilizado en la tabla que aquí se
presenta).

• En las filas con color más oscuro de fondo, figuran los países con español
oficial. En la primera columna figuran estimaciones de la población actualizada
de cada país. La estimación de los hablantes como lengua materna se ha
calculado en función de los porcentajes del Anexo: Hablantes de español como
lengua materna en el 2003 (según el Britannica Book). La estimación de los
hablantes nativos (como primera lengua en el mundo y segunda lengua en países
con el español oficial), se ha calculado en función de los porcentaje del estudio
de la Demografía de la lengua española.
• En las filas con color fondo blanco, figuran los países con español no oficial,
donde se habla español como lengua materna por los hispanos que allí han
emigrado y por los hablantes de español como lengua extranjera. Los hablantes
de español como lengua extranjera en la UE (como 1.ª lengua aprendida en la
penúltima columna, y como 1.ª y 2.ª en la última) figuran en el Anexo:
Hablantes de español en la U.E. según el Eurobarómetro (2006) (capaces de
mantener una conversación en español). Las cifras de estudiantes figura en el
Anexo:Estudiantes y hablantes de español (según el Anuario del Instituto
Cervantes).

% que Hablante %
Hablante Hablantes
habla s de Total
s de de
español español hablantes
Pos. Países Población como español español
como de
lengua como 1.ª como 1.ª y
lengua 2.ª español[80]
materna [78] y 2.ª
materna
lengua[79] lengua

106.682.50 98.329.26
1 México 92,17% 98,5% 105.082.262
0[81] 0

55.000.000[
82]
38.678.66
56.000.000
Estados (45.504.31 4 50.000.00
2 12,3%[84] [86] (6.000.000
Unidos 1 (censados 0
estudiantes)
censados[83] )[85]
)

46.157.822[ 41.080.46
3 España 87] 89,0%[88] 98,80% 45.603.928
2

44.730.000 44.296.11
4 Colombia [89] 99,03% 99,20% 44.372.160
9

39.745.613[ 38.489.65
5 Argentina 90] 96,84% 99,40% 39.507.139
2

Venezuel 28.122.880[ 27.132.95


6 91] 96,48% 98,80% 27.785.405
a 5
28.750.770[ 22.934.48
7 Perú 92] 79,77% 86,60% 24.898.167
9

16.763.470[ 15.077.06
8 Chile 93] 89,94% 99,30% 16.646.126
5

13.832.640[ 12.864.16
9 Ecuador 94] 92,96% 98,10% 13.569.820
8

Guatemal 13.354.000[
10 95] 64,7% 8.640.038 86,40% 11.537.856
a

11.268.000[ 11.286.00
11 Cuba 96] 100,0% 99,40% 11.200.392
0

República
9.760.000
12 Dominica [97] 98,98% 9.705.899 99,60% 9.767.316
na

10.027.643[
13 Bolivia 98] 41,73% 4.184.535 87,90% 8.814.298

7.706.441[9
14 Honduras 9] 97,16% 7.146.118 99,00% 7.281.450

El 6.857.000[1
15 00] 100,0% 6.857.000 99,70% 6.836.429
Salvador

16 Francia 440.106[101] 440.106 6% 2.640.637 6.161.486

5.500.000
Marrueco
17 20.000[102] 20.000 20.000 (entre 4 y
s
7 mill.)[103]

18 Nicaragua 5.603.000 87,4% 4.897.022 97,00% 5.434.910


[104]

Costa 4.549.903
19 [105] 97,25% 4.345.130 99,20% 4.432.256
Rica

6.127.000
20 Paraguay [106] 55,1% 3.375.977 69,50% 4.258.265

Reino
21 107.654[107] 107.654 2.015.077 3.922.500
Unido

Puerto 3.991.000
22 [108] 85,00% 3.392.350 98,80% 3.943.108
Rico*

3.341.000
23 Uruguay [109] 96,60 % 3.227.406 98,90% 3.304.249

3.180.000[11
24 Filipinas 2.658[110] 2.658 438.882 1]

3.343.000
25 Panamá [112] 76,8% 2.567.424 93,10% 3.112.333

26 Alemania 140.000[113] 140.000 641.742 2.706.972

27 Italia 89.905[114] 89.905 492.080 2.058.225

1.409.564[
28 Brasil[115] 409.564[116] 409.564 117] 1.409.564

Guinea 1.137.143[1
29 90,50% 1.029.114
Ecuatorial 18]
1.001.853
1.000.000[1 909.000[12
30 Canadá 19] 0] 909.000 (92.853
estudiantes)

31 Portugal 9.744[121] 9.744 242.427 737.026

Países
32 19.978[122] 19.978 19.978 682.094
Bajos

33 Bélgica 85.990[123] 85.990 2% 171 980 601.929

34 Rumania 181 450 544.351

35 Suecia 101.472[124] 101.472 101.472 544.073

36 Polonia 316.104

37 Austria 267.177

235.806
Costa de
38 (estudiantes
Marfil
)

175.379[126
39 Argelia 379[125] 379 ] 223.379[127]

Dinamarc
40 219.003
a

Antillas
41 Neerlande 10.699 10.699 125.534 125.534
sas
106.795
42 Belice [128] 50% 106.795 128.643 128.643

43 Israel 130.000[129] 130.000 130.000 175.000 [130]

447.175[132]
106.517
44 Australia [131] 106.517 106.517 + 33.913
estudiantes

137.420
45 Suiza 123.000[133] 1,7%[134] 123.000 123.000 (14.420
estudiantes)

136.565
46 Japón 76.565[135] 76.565 76.565 (60.000
estudiantes)

47 Bulgaria 133.910

48 Irlanda 2% 61.795 123.591

101.455
49 Senegal (estudiantes
)

50 Aruba 6.800 75.402 75.402

51 Grecia 86.742

52 Finlandia 85.586

53 Hungría 85.034
54 Croacia 73.656

55 Andorra 41.644[136] 41.644 41.644 67.000

21.720 +
Sahara
25.800
56 Occidenta 47.520
estudiante
l
s

Eslovaqui
57 43.164
a

36.250
[137]
58 Noruega 12.573 12.573 (23.677
estudiantes)

59 Eslovenia 33.277

60 Turquía 23.175[138]

Nueva
61 21.645[139] 21.645 21.645 21.645
Zelanda

Islas
Vírgenes
62 de los 16.788 16.788 16.788 16.788[140]
Estados
Unidos

63 Guam 19.000 19.000

64 Letonia 13.943

65 Gibraltar 50%[141] 13.857 13.857


(del R.U.)

66 Chipre 11.044

67 Jamaica 8.000 8.000 8.000 8.000[142]

Luxembu
68 3.000 3.000 3.000 7.344
rgo

69 Malta 6.458

Trinidad
70 4.100 4.100[143] 4.100 4.100
y Tobago

71 Rusia 3.320 3.320 3.320 3.320

Otros
inmigrant 1.399.531[1
44] 1.399.531 1.399.531
es de la
UE

Otros
6.748.202
estudiante
estudiantes[
s de 145]
español

Extranjer
os en
1.860.000[14
países con 6]
español
oficial

TOT Nativos 473.114.74 412.644.3 96,90% 440.988.594


AL 6 30
Nativos +
No
nativos
460.285.1 495.715.54
(con
56 5
competen
cia
limitada)

Cifras resultantes:

• 412.644.330 de hablantes de español como lengua materna en el mundo.


• 440.988.594 hablantes de español nativos. Estos son los hablantes de español
como lengua materna en el mundo, más hablantes como segunda lengua en
países donde el español es oficial. Se incluyen, además, 438.882 hablantes de
Filipinas, considerados nativos.[147]
• 460.285.156 hablantes de español como 1.ª lengua, más hablantes como 2.ª
lengua tanto en países donde el español es oficial, como en países donde no lo es
pero aprendida como lengua extranjera.
• 495.715.545 total hablantes de español como 1.ª y 2.ª lengua en países con
español oficial, más hablantes de español como lengua materna o como lengua
extranjera en países donde el español no es oficial.

La media de los porcentajes de los países donde se habla español como idioma oficial es
96,90%.

Un idioma en expansión [editar]


En 1994 hablaban español más de 330 millones de personas.[cita requerida] Para el año 2000,
la previsión era que sólo en Estados Unidos el número de hispanohablantes alcanzara
los 35.000.000. En ese año el español superó al inglés como el idioma más hablado del
mundo occidental.[148] El Instituto Cervantes, organismo para la difusión del castellano,
informó que entre 1986 y 1990 se registró un aumento del 70% en la cantidad de
estudiantes de español en Estados Unidos y del 80% en Japón. El director del Instituto
afirma que el interés es debido a que la gente se está dando cuenta de la creciente
importancia del idioma español en Occidente. Pero, además, cuenta con la ventaja de
que se habla en muchos países diferentes.

Variedades geolectales del español [editar]


Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, el español es una familia de cincuenta
y ocho lenguas o variedades, que constituyen una cadena de solidaridad lingüística, con
eslabones contiguos o eslabones más separados.[149]

Las al menos 58 variedades geográficas (o geolectos) del español difieren entre sí por
multitud de razones. Entre las de tipo fonético destacan la distinción o no de los
fonemas correspondientes a las grafías c/z y s (ausencia o presencia de ceceo/seseo), la
distinción o no de los fonemas correspondientes a las grafías ll e y (ausencia o presencia
de yeísmo), y la aspiración o no de la s o z ante una consonante. Estas diferencias no
suelen ocasionar problemas de inteligibilidad entre sus hablantes. Los diversos
geolectos también difieren en usos gramaticales, como el voseo o el empleo o no del
pronombre informal de segunda persona del plural (vosotros). En aspectos de
vocabulario, se dan notables diferencias especialmente en determinados ámbitos
semánticos, como la nomenclatura de las frutas y verduras, vestimentas, artículos de uso
cotidiano, así como en las expresiones coloquiales o insultantes.

Como en cualquier lengua, especialmente cuando se distribuye por un dominio


geográfico extenso, el español presenta diversas variedades internas que permiten
distinguir a sus hablantes según su pronunciación, sus construcciones gramaticales y su
vocabulario. En términos generales, el español presenta convencionalmente dos tipos de
modalidades presentes tanto en España como en América: las modalidades
conservadoras, como el español del norte de España, el del interior de México o el de
los Andes, y las modalidades innovadoras, como el español de Andalucía y Canarias, el
del Caribe o el del Río de la Plata. Otra característica típica del español americano
corresponde es el grupo "TL" en palabras tales como: "Atlas", "Atletismo",
pronunciadas [a-tlas], [a-tle-tis-mo] mientras que en España lo son: [at-las], [at-le-tis-
mo].

Independientemente de estos rasgos, es posible distinguir grandes grupos de variedades


geolectales del español. Por ejemplo, para Menéndez y Otero (2007) serían ocho: las
variedades castellana, andaluza y canaria en España, y las variedades caribeña,
mexicano-centroamericana, andina, chilena y rioplatense[150] en América.

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