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Aparato respiratorio
El aparato respiratorio generalmente incluye tubos, como los bronquios, usados para cargar aire en
los pulmones, donde ocurre el intercambio gaseoso. El diafragma, como todo músculo puede
contraerse y relajarse. En la inhalación, el diafragma se contrae y se allana y la cavidad torácica se
amplía. Esta contracción crea un vacío que succiona el aire hacia los pulmones. En la exhalación, el
diafragma se relaja y retoma su forma de domo y el aire es expulsado de los pulmones.
En humanos y otros mamíferos, el sistema respiratorio consiste en vías aéreas, pulmones y
músculos respiratorios que medían en el movimiento del aire tanto adentro como afuera del
cuerpo. Intercambio de gases: es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del animal con su
medio. Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las moléculas de oxígeno y dióxido de carbono
se intercambian pasivamente, por difusión, entre el entorno gaseoso y la sangre. Así, el sistema
respiratorio facilita la oxigenación con la remoción concomitante del dióxido de carbono y otros
gases que son desechos del metabolismo y de la circulación.
El sistema también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases en el cuerpo a través de la
eficiente remoción de dióxido de carbono de la sangre.
La función del aparato respiratorio consiste en desplazar volúmenes de aire desde la atmósfera a
los pulmones y viceversa. Lo anterior es posible gracias a un proceso conocido como ventilación.
La ventilación es un proceso cíclico y consta de dos etapas: la inspiración, que es la entrada de aire
a los pulmones, y la espiración, que es la salida. La inspiración es un fenómeno activo, caracterizado
por el aumento del volumen torácico que provoca una presión intrapulmonar negativa y determina
el desplazamiento de aire desde el exterior hacia los pulmones. La contracción de los músculos
inspiratorios principales, diafragma e intercostales externos, es la responsable de este proceso. Una
vez que la presión intrapulmonar iguala a la atmosférica, la inspiración se detiene y entonces,
gracias a la fuerza elástica de la caja torácica, esta se retrae, generando una presión positiva que
supera a la atmosférica y determinando la salida de aire desde los pulmones.
En condiciones normales la respiración es un proceso pasivo. Los músculos respiratorios activos son
capaces de disminuir aún más el volumen intratorácico y aumentar la cantidad de aire que se
desplaza al exterior, lo que ocurre en la espiración forzada.
Mientras este ciclo ventilario ocurre, en los sacos alveolares, los gases contenidos en el aire que
participan en el intercambio gaseoso, oxígeno y dióxido de carbono, difunden a favor de su
gradiente de concentración, de lo que resulta la oxigenación y detoxificación de la sangre.
El volumen de aire que entra y sale del pulmón por minuto, tiene cierta sincronía con el sistema
cardiovascular y el ritmo circadiano (como disminución de la frecuencia de inhalación/exhalación
durante la noche y en estado de vigilia/sueño). Variando entre 6 a 80 litros (dependiendo de la
demanda).
Se debe tener cuidado con los peligros que implica la ventilación pulmonar ya que junto con el aire
también entran partículas sólidas que puede obstruir y/o intoxicar al organismo. Las de mayor
tamaño son atrapadas por los vellos y el material mucoso de la nariz y del tracto respiratorio, que
luego son extraídas por el movimiento ciliar hasta que son tragadas, escupidas o estornudadas. A
nivel bronquial, por carecer de cilios, se emplean macrófagos y fagocitos para la limpieza de
partículas.
Vía Nasal: Consiste en dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada del aire, el
cual se humedece, filtra y calienta a una determinada temperatura a través de unas
estructuras llamadas pituitarias.
Faringe: La faringe es un órgano muscular y membranoso que se extiende desde la base del
cráneo, limitado por el cuerpo del esfenoides, apófisis basilar del hueso occipital y el
peñasco, hasta la entrada del esófago que coincide con la séptima vértebra cervical. Se
encuentra sostenida por una masa muscular, los músculos constrictores de la faringe, los
músculos que se insertan en la apófisis estiloides (como el estilogloso, estilofaríngeo, etc) y
los músculos que se insertan en la apófisis mastoides, principalmente el
esternocleidomastoideo. La faringe se encuentra recubierta por una mucosa la cual es
diferente según la zona que se estudie:
Rinofaringe: epitelio cilíndrico ciliado pseudo-estratificado;
Mesofaringe: epitelio escamoso estratificado;
Hipofaringe: epitelio cilíndrico ciliado pseudo-estratificado.
Funciones
Músculos de la faringe
* Corniculados: Son pequeños cartílagos cónicos, incurvados hacia dentro situados sobre
los aritenoides.
* Aritenoides: Cartílagos de forma piramidal asentados sobre el cricoides en el cual se
insertan las cuedas vocales.
La laringe es la parte superior de la tráquea, adaptada a las necesidades de la fonación o
emisión de la voz. Es el órgano de la fonación pues contiene las cuerdas vocales superiores o
falsas (también llamado pliegue vestibular) e inferiores o verdaderas (también llamado
pliegue vocal), separadas por el ventrículo laríngeo.
Es una estructura cartilaginosa que conecta la faringe con la tráquea localizada en la parte
anterior y media del cuello, teniendo detrás de ella al esófago.
Está formada por nueve cartílagos unidos por ligamentos y pequeños músculos voluntarios.
El mayor de estos cartílagos es el cartílago tiroideo el cual forma una prominencia en la cara
anterior del cuello, muy notoria en individuos del sexo masculino, conocida como “manzana
de Adán”.
La epiglotis es otro de sus cartílagos, en forma de hoja unido al borde superior del cartílago
tiroides que cierra la entrada de la laringe durante la deglución impidiendo que los
alimentos pasen a las vías respiratorias inferiores.
La laringe está recubierta por epitelio mucoso que se continúa con el que reviste la faringe y
con el que reviste la tráquea, con la que está unida por abajo. En la parte alta y dentro de
ella, presenta dos pares de pliegues en sentido antero posterior, son las cuerdas vocales
superiores e inferiores. Las cuerdas vocales delimitan un espacio de forma triangular por
donde pasa el aire durante la respiración denominado glotis.
Las cuerdas vocales inferiores pueden vibrar durante el paso del aire y producir una amplia
gama de sonidos dependiendo del grado de tensión al que sean sometidas por la acción de
los músculos intrínsecos de la laringe, de tal manera que se producirán sonidos graves si la
tensión es poca o sonidos agudos si la tensión es mucha. La intensidad del sonido
dependerá de la presión del aire. Estos sonidos, con la intervención de los músculos de la
boca y la lengua son transformados en palabras. La laringe es más grande en el varón y por
lo tanto las cuerdas vocales también y de menor tamaño en la mujer, lo que explica la
diferente tonalidad de la voz entre ambos sexos. Las cuerdas vocales superiores son sólo
repliegues de la mucosa que la reviste y no intervienen en la fonación.
Las invasiones bacterianas o virales de la laringe ocasionan inflamación de la mucosa de
recubrimiento de la laringe y las cuerdas vocales, cuyo nombre técnico es laringitis. La
hinchazón de las cuerdas vocales obstaculiza su contracción, limitando su vibración
causando ronquera o en casos severos, afonía. La laringitis también puede ser causada por
hablar excesivamente, cantar, gritar, toser, ingerir alcohol, por la presencia de diversos
contaminantes ambientales en el aire respirado y sobre todo, por tabaquismo. Los
fumadores consuetudinarios sufren permanentemente de ronquera como consecuencia de
la inflamación crónica.
Tráquea: Brinda una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.
Bronquio: Conduce el aire que va desde la tráquea hasta los bronquiolos. Un bronquio es
uno de dos conductos tubulares fibrocartilaginosos en que se bifurca la tráquea a la altura
de la IV vértebra torácica, y que entran en el parénquima pulmonar, conduciendo el aire
desde la tráquea a los bronquiolos y estos a los alvéolos. Los bronquios son tubos con
ramificaciones progresivas arboriformes (25 divisiones en el hombre) y diámetro
decreciente, cuya pared está formada por cartílagos y capas musculares, elásticas y de
mucosa. Al disminuir el diámetro pierden los cartílagos, adelgazando las capas muscular y
elástica. Separa el aire inhalado a los pulmones para ser utilizado.
Ramificaciones
Cada bronquio se dirige asimétricamente hacia el lado derecho e izquierdo formando los
bronquios respectivos de cada lado. El bronquio derecho es más corto (2-3 cm) y ancho que
el bronquio izquierdo (3-5 cm), el cual a su vez es más horizontal. El número de cartílagos
del bronquio derecho es de 6-8 y los del bronquio izquierdo de 9-12. El bronquio derecho se
divide progresivamente en tres ramas de menor calibre (superior, medio e inferior) y el
bronquio izquierdo se divide en 2 (superior e inferior).
Epitelio bronquial
Continuando la histología de la tráquea, los bronquios están internamente recubiertos por
epitelio cilíndrico pseudoestratificado y ciliado. Los cilios tienen una longitud de 5 a 7 μm
habiendo unos 200 por cada célula ciliada. Los cilios mueven sustancias invasoras de
manera sincronizada y se mueven a una velocidad de entre 1000 a 1500 veces por minuto
desplazando de 1-2 mm/min. estos son casi tan veloces como las células de nuestro cuerpo
(recorren un campo de fútbol en menos de un segundo y 97.000 kilómetros por minuto)
Los bronquios son la entrada a los pulmones. Se dividen en dos, el derecho y el izquierdo, el
derecho cuenta con 3 ramas mientras que el izquierdo con dos.
Bronquiolo: conduce el aire que va desde los bronquios pasando por los bronquiolos y
terminando en los alvéolos.
Diagrama del alvéolo en que termina un bronquiolo.Los bronquiolos son las pequeñas vías
aéreas en que se dividen los bronquios llegando a los alveolos pulmonares.
Los bronquiolos se encuentran en la parte mediana del pulmón. En nuestros pulmones tenemos
alrededor de 750.000.000. Es importante destacar que la tráquea lleva el aire a los bronquios,
de ahí a los bronquiolos y por último a los alveolos pulmonares, y regresa en forma de dióxido
de carbono (CO2) por la misma vía. Este ciclo se continúa sucesivamente para conformar el
proceso total de la respiración. No poseen cartílagos, la pared es sólo musculatura lisa.
Los alveolos pulmonares son los divertículos terminales del árbol bronquial, en los que tiene lugar
el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la sangre.
Entre los 2 pulmones, se suman unos 750.000.000 alvéolos. Si los estirásemos ocuparían
alrededor de unos 70 metros cuadrados.
Los alvéolos son sacos recubiertos en su pared interna por líquido y agente tensoactivo, hay
aproximadamente 300 millones de ellos en todo el aparato respiratorio, ubicados en las
terminaciones de los bronquiolos pulmonares. En ellos se producen el intercambio de gases
entre la sangre y el aire inspirado. Este intercambio permite al organismo obtener el gas
principal para el mismo (oxígeno).
Composición
El alvéolo es la unidad básica del aparato respiratorio, donde se da el intercambio de gases. Son
evaginaciones del epitelio de los conductos aéreos con una sola abertura para que salgan y
entren los gases, controlada por la acción de un esfínter de músculo liso. Sus paredes, llamadas
septos alveolares, proporcionan un gran aumento de la superficie de intercambio. Los alvéolos
se sitúan unos junto a los otros separados por septos interalveolars, que son muy delgados ya
que están formados por el epitelio plano simple de un alvéolo, su lámina basal, tejido conectivo
con una abundante red de capilares sanguíneos, lámina basal, y el epitelio plano simple del
alvéolo vecino. Además, las paredes de los alvéolos contienen el esfínter de músculo liso, fibras
elásticas y colágeno III (reticulina). Si fallan las fibras elásticas, los alvéolos se distienden
provocando la desaparición de las divisiones del saco alveolar y la incapacidad de hacer el
intercambio. En algunos alvéolos hay un poro que comunica con la luz del alvéolo adyacente.
PLEURA :La pleura es una membrana de tejido conjuntivo, elástica que evita que los pulmones
rocen directamente con la pared interna de la caja torácica. Posee dos capas, la pleura parietal o
externa que recubre y se adhiere al diafragma y a la parte interior de la caja torácica, y la pleura
visceral que recubre el exterior de los pulmones, introduciéndose en sus lóbulos a través de las
cisuras. Entre ambas capas existe una pequeña cantidad (unos 15 cc) de líquido lubricante
denominado líquido pleural.
Serosa constituida por epitelio plano
Engloba a la víscera y la tapiza por dentro.
Se divide en:
Parietal , paredes y rejilla torácica
Visceral, pulmón
a) Pleura visceral
b) Pleura parietal:
Costo diafragmáticos:
Se encuentra a nivel de la décima costilla
Irrigación
Arterial: arteria diafragmática, la costal con las intercostales, la mediastinica con
torácica interna y bronquiales.
Venosa: homónimas
Inervación:
Nervio frénico, por lo que el dolor puede referirse a la región clavicular.
2) SEGMENTACIÓN PULMONAR:
Determinada por los bronquios y sus ramificaciones
Cada bronquio y subraya determina un pulmón en miniatura
Adosados a los bronquios va la arteria pulmonar, que se divide de igual manera que ellos
Desagüe venoso se hace con 4 venas pulmonares, que se sitúan en el ligamento triangular
inferior:
Lado izquierdo: uno por lóbulo
Lado derecho uno para lóbulo superior, 2 que se fusionan en 1 para los demás. La
fusión ocurre antes del hilio
TRAQUEA
DERECHO IZQUIERDO
FUSION DE 2 RAMAS
ANT. LOBAR MEDIO APICOPOSTERIOR APICAL
4 BASALES (ANT.,
POST. MEDIAL DE LA LINGULA
POST., MED., LAT.)
APICAL
4 BASALES
ANTERIOR
POSTERIOR MEDIAL
LATERAL
Los pulmones están situados dentro del torax, protegidos por las costillas y a ambos lados del
corazón. Son huecos y están cubiertos por una doble membrana lubricada (serosa) llamada pleura.
Están separados el uno del otro por el mediastino.
La superficie de los pulmones es de color rosado en los niños y con zonas oscuras distribuidas
irregularmente pero con cierta uniformidad en los adultos. Esto es denominado antracosis y
aparece con carácter patológico, mostrándose casi en la totalidad de los habitantes de ciudades,
como resultado de la inhalación de polvo flotante en la atmósfera que se respira, principalmente
carbón.
El peso de los pulmones depende del sexo y del hemitórax que ocupen: El pulmón derecho pesa en
promedio 600 gramos y el izquierdo alcanza en promedio los 500. Estas cifras son un poco
inferiores en el caso de la mujer (debido al menor tamaño de la caja torácica) y algo superiores en
el varón.[1] El pulmón derecho está dividido por dos cisuras (mayor y menor) en 3 partes, llamadas
lóbulos (superior, medio e inferior). El pulmón izquierdo tiene dos lóbulos (superior e inferior)
separados por una cisura (cisura mayor). Esto se debe a que el corazón tiene una inclinación oblicua
hacia la izquierda y de atrás hacia adelante; "clavándose" la punta inferior (el ápex) en el pulmón
izquierdo, reduciendo su volumen y quitando espacio a dicho pulmón. Se describen en ambos
pulmones un vértice o ápex (correspondiente a su parte más superior, que sobrepasa la altura de
las clavículas), y una base (inferior) que se apoya en el músculo diafragma. La cisura mayor de
ambos pulmones va desde el 4º espacio intercostal posterior hasta el tercio anterior del
hemidiafragma correspondiente. En el pulmón derecho separa los lóbulos superior y medio del
lóbulo inferior, mientras que en el pulmón izquierdo separa los dos únicos lóbulos: superior e
inferior. La cisura menor separa los lóbulos medio e inferior del pulmón derecho y va desde la
pared anterior del tórax hasta la cisura mayor. Puede estar ausente o incompleta en hasta un 25%
de las personas. En cada lóbulo se distinguen diferentes segmentos, bien diferenciados,
correspondiéndole a cada uno un bronquio segmentario (3ª generación bronquial). Existen varias
clasificaciones para nombrar a los diferentes segmentos, siendo una de las más aceptadas la de
Boyden.[2] Los bronquios segmentarios se subdividen en bronquios propiamente dichos y
bronquiolos (generaciones 12-16). Estos últimos carecen de cartílago y se ramifican en bronquiolos
terminales y bronquiolos respiratorios (generaciones 17 a 19) que desembocan en los alvéolos: las
unidades funcionantes de intercambio gaseoso del pulmón.
La mucosa de las vías respiratorias está cubierta por millones de pelos diminutos, o cilios cuya
función es atrapar y eliminar los restos de polvo y gérmenes en suspensión procedentes de la
respiración, evitando, en lo posible, cualquier entrada de elementos sólidos que provoquen una
broncoaspiración.
Los pulmones tienen alrededor de 500 millones de alvéolos, formando una superficie total de
alrededor de 140 m2 en adultos (aproximadamente la superficie de una pista de tenis). La capacidad
pulmonar depende de la edad, peso y sexo; oscila entre 4.000-6.000 cm 3. Las mujeres suelen tener
alrededor del 20-25 % más baja la capacidad pulmonar, debido al menor tamaño de la caja torácica.
Función
Los pulmones tienen una función respiratoria y otra no respiratoria:
Respiratoria
La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los alvéolos
están en estrecho contacto con capilares. En los alvéolos se produce el paso de oxígeno desde el
aire a la sangre y el paso de dióxido de carbono desde la sangre al aire. Este paso se produce por la
diferencia de presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono (difusión simple) entre la sangre
y los alvéolos.
Anatomía funcional
El pulmón de mamífero está constituido por multitud de sacos adyacentes llenos de aire
denominados alvéolos. Se hallan interconectados unos con otros por los llamados poros de Kohn,
que permiten un movimiento del aire colateral, importante para la distribución del gas. Los
conductos aéreos del pulmón, que no intervienen en la función respiratoria, están formados por
cartílago y músculo liso. El epitelio es ciliado y secreta un mucus que asciende por el conducto
respiratorio y mantiene todo el sistema limpio.
El proceso de respiración en los pulmones ocurre atravesando los gases una barrera de difusión
constituida en los mamíferos por una película superficial acuosa, las células epiteliales que forman
la pared del alvéolo, la capa intersticial, las células endoteliales de los capilares sanguíneos, el
plasma y la membrana del eritrocito que capta o suelta el gas. Existen diferentes tipos de células en
el epitelio respiratorio. Así, las células tipo I son las más abundantes, forman la pared entre dos
alvéolos y tienen un núcleo arrinconado en un extremo. Las células de tipo II son menos
abundantes, y se caracterizan principalmente por la presencia de un cuerpo laminar en su interior,
además poseen vellosidades en su superficie; son células productoras de surfactantes. Los
surfactantes son complejos lipoprotéicos que proporcionan tensión superficial muy baja en la
interfase líquido-agua, reduciendo así el trabajo necesario para el estiramiento de la pared
pulmonar por la reducción de la tensión, y previniendo a su vez el colapso de los alvéolos. Las
células de tipo III son menos abundantes y tienen gran cantidad de mitocondrias y ribete en cepillo.
Existen además en el epitelio respiratorio macrófagos alveolares
No-respiratoria
Circulación pulmonar
El sistema arterial que irriga a los pulmones (arterias pulmonares y sus ramificaciones) sigue un
trayecto paralelo al de las vías respiratorias, mientras que el sistema venoso es más variable y
puede disponerse en diferentes trayectos. En el pulmón derecho la vena pulmonar superior drena
los lóbulos superior y medio, y la vena pulmonar inferior drena al lóbulo inferior. En el pulmón
izquierdo cada vena pulmonar drena al lóbulo de su mismo nombre. Hay que tener en cuenta que
la circulación pulmonar presenta una peculiaridad con respecto al resto de la circulación sistémica,
puesto que las arterias pulmonares aportan sangre poco oxigenada desde el ventrículo derecho,
mientras que las venas pulmonares, tras el intercambio gaseoso en los alvéolos, aportan sangre
oxigenada hacia la aurícula izquierda.
Diafragma: músculo estriado que separa la cavidad torácica (pulmones, mediastino, etc.) de
la cavidad abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc.). Interviene en la respiración,
descendiendo la presión dentro de la cavidad torácica y aumentando el volumen durante la
inhalación y aumentando la presión y disminuyendo el volumen durante la exhalación. Este
proceso se lleva a cabo, principalmente, mediante la contracción y relajación del diafragma.