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El niño de 4 semanas
De todos los seres vivos, es el hombre el que se encuentra más desvalido al nacer. En
cierto sentido, podría decirse que no ha nacido completamente hasta las cuatro
semanas de vida. Es necesario ese tiempo para que pueda realizar un ajuste fisiológico
activo con el medio postnatal. Aun así, todavía puede haber signos de una organización
algo precaria en su despertar caprichoso, sus reacciones sobresaltadas y la respiración
irregular y propensión a la regurgitación o vómito a la menor provocación. Esta
"inestabilidad" es relativamente normal debido a que la red vegetativa del sistema
nervioso todavía no se halla completamente organizada.
El neonato parece hallarse en una zona intermedia entre el sueño y la vigilia. Está casi
dormido. Sin embargo, crece rápido en todos los campos de la conducta y no lo hace
de ningún modo caótico. Las características de su conducta encajan perfectamente en
una serie genética.
Características motrices
§ Cuando está despierto yace sobre la espalda, por lo común con la cabeza vuelta
hacia su lado preferido, y casi invariablemente con el brazo de ese lado extendido y el
otro flexionado: actitud de reflejo-tónico-cervical.
§ A veces prorrumpe en reacciones bruscas, enderezando momentáneamente la
cabeza y extendiendo las cuatro extremidades. Otras veces agita el aire con
movimientos de molinete, más o menos simétricos, de los brazos. Pero la actitud
asimétrica de reflejo-tónico-cervical es la base de la mayor parte de su conducta
postural.
Conducta adaptativa
§ Los músculos más activos y eficaces son los de la boca y los de los ojos. El más ligero
toque en la región de la boca hará que se cierren los labios y luego se frunzan,
también hará con la cabeza ademán de buscar algo, especialmente si tiene hambre.
La capacidad de mamar y deglutar ya la tenía aún antes del nacimiento.
§ Al bebé de 4 semanas le complace permanecer con la vista inmóvil durante largos
ratos. Su campo visual se halla delimitado por la actitud postural de reflejo-tónico-
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Lenguaje
§ El niño de 4 semanas presta gran atención a los sonidos. Si se hace sonar una
campanilla mientras se encuentra ocupado con su actividad postural, ésta cesa en
seguida. Con el tiempo, la percepción del sonido se volverá discriminativa para las
cosas, y, más tarde, para las palabras.
§ Salvo para el llanto, casi no efectúa articulación alguna. El carácter y la intensidad del
llanto varían según las causas y circunstancias. Sus vocalizaciones son pobres y faltas
de expresión, pero mira y produce ruiditos guturales, precursores del balbuceo.
Conducta personal-social
§ A las 4 semanas el niño fija la vista transitoriamente en el rostro que se inclina dentro de
su campo visual. Su actividad facial puede ablandarse y aun iluminarse ante el con-
tacto social, pero una mirada breve y atenta es el principal signo de reacción "social".
Puede realizar, también, una respuesta comparable a la voz humana. Tiende a
calmarse cuando le alzan, y lo mismo si está caliente y bien arropado.
El niño de 16 semanas
Con cada nueva semana el niño avanza más profunda-mente en el medio doméstico. A
las 16 semanas ya comienza a evadirse gradualmente del abrigado entorno de su cuna.
Sus períodos de vigilia son más largos y mejor definidos. Incluso puede alborotar en
demanda de atención social.
Los rasgos de individualidad se toman más evidentes y surgen los primeros conflictos
originados por presiones excesivas o inoportunas del medio. Su incorporación cultural ya
está muy avanzada.
Las transiciones evolutivas rara vez son repentinas. Las 16 semanas marcan, sin embargo,
un punto decisivo en el desarrollo: inauguran un periodo de rápida organización cortical
con las consiguientes transformaciones y con nuevas correlaciones de la conducta
sensorio-motriz, especialmente en la coordinación de las reacciones oculares y
manuales.
Características motrices
§ El reflejo-tónico-cervical empieza a perder su preponderancia. La cabeza, más móvil,
ocupa con más frecuencia el plano medio. Y lo mismo brazos y manos, ya que sus
movimientos se encuentran, en gran parte, correlacionados con la posición de la
cabeza y los ojos e incluso bajo su control.
§ Los seis pares de músculos fototrópicos de los ojos han progresado enormemente
debido a una creciente red de conexiones neuronales. Pequeños como son,
empiezan a ser obedecidos, sin embargo, por los músculos mucho mayores de la
postura y la prensión. En consecuencia, un anillo colgado delante de la vista del niño
determina un movimiento general de acercamiento incipiente, en el que están
comprendidos la cabeza, los hombros y los brazos. Aunque las piernas y los pies se
encuentran en situación muy subsidiaria, ya existen anticipos de sus futuros deberes.
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Conducta adaptativa
§ El reflejo-tónico-cervical ahora en vías de desaparición, sirvió durante su primacía,
para canalizar los pasajes de la atención visual. Por etapas graduales llegó de una
fijación difusa y fugaz sobre el brazo extendido, a la prolongada inspección de la
mano. A las 16 semanas el niño mira atentamente un sonajero, y pronto podrá asirlo;
aún ahora su mano libre se acerca al sonajero como si estuviera atareada en su
manipulación.
§ Su capacidad perceptual ha progresado prodigiosamente: puede distinguir, incluso,
una bolita de 8 mm de diámetro. No solo dedica miradas de preferencia a su propia
mano, sino también a la mano protectora del adulto.
Lenguaje
§ El bebé de 16 semanas barbulla, cloquea, runrunea, hace gorgoritos y ríe.
§ Al oír un ruido familiar, gira la cabeza. Pero es aún más significativa la atención que
presta a la voz humana.
Conducta personal-social
§ "Reconoce" el rostro, las manos y la voz de la madre y a otros familiares que le
atienden, con múltiples manifestaciones inarticuladas pero correspondientes a otros
tantos patrones bien precisos, establecidos a través de la alimentación, el baño, el
vestido y las expresiones de cariño. Es capaz de sonreír vivamente al contacto social y
de ponerse serio a la vista de un extraño.
§ Le encanta la posición sedente. Sus ojos se iluminan, el pulso se toma más fuerte y se
acelera la respiración cuando se le pasa de la posición supina horizontal a la
perpendicular sedente. El goce es mayor aún cuando consigue dominar casi
completamente el equilibrio de la cabeza. Esto es más que una reorientación física, es
una nueva orientación social.
El niño de 28 semanas
Ya puede contarse entre los que se sientan. Sólo necesita el ligero apoyo de los brazos de
la silla o de la madre. Bien pronto podrá mantener su equilibrio sedente sin ayuda de
nadie. Ya está tan bien adaptado en los planos vegetativo y postural, que gran parte de
su vigilia la pasa en activas manipulaciones y búsquedas del mundo físico que le rodea,
de su mobiliario fijo y de sus objetos.
Características motrices
§ A las 28 semanas el niño se halla, cronológica y evolutivamente, en una etapa
intermedia en el camino hacia el completo dominio de la posición erguida. Se sienta
sin ayuda, pudiendo mantener erguido el tronco, quizá hasta un minuto entero.
§ Perfeccionado el equilibrio sedente, su iniciativa prensora ante los objetos se vuelve
menos bilateral. Si tiene un cubo a la vista, se inclina prestamente sobre él y lo toma
con la mano inclinada, participando el pulgar en la operación. Luego lo pasa de una
mano a la otra, una y otra vez. Esta alteración de una mano por vez señala una
significativa conquista motriz sobre la bilateralidad de las 16 semanas.
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§ La acomodación ocular se halla más avanzada que la manual. Puede percibir una
cuerda, pero es incapaz de tirar de ella; sigue una bolita con la vista, pero cuando
quiere asirla coloca la mano torpemente encima de ella y por lo general no consigue
tomarla.
Conducta adaptativa
§ Aunque todavía van por delante los ojos, ojos y manos funcionan en estrecha
interacción, reforzándose y guiándose mutuamente.
§ Mientras que el niño de 16 semanas se dedica a la inspección de los alrededores, el de
28 inspecciona objetos. Y si el objeto se encuentra dentro de su radio de acción,
generalmente lo toma entre sus manos; tienta los bordes y superficies, al tiempo que lo
aprieta, se lo lleva a la boca (porque le están saliendo los dientes), donde de nuevo
experimenta sus cualidades, se lo saca, lo mira, lo hace girar, vuelve a llevárselo a la
boca, lo pasa a otra mano, lo deja caer, lo recoge, lo lleva otra vez a la boca, y así
sucesiva-mente, comenzando y recomenzando el ciclo con ligeras variantes.
§ La conducta manipulatoria-perceptual es de gran actividad a las 28 semanas. No se
trata de una recepción pasiva. Es adaptatividad dinámica combinada con búsqueda
utilitaria: Es inteligencia.
Lenguaje
§ A las 28 semanas el bebé chilla y cacarea. En las doce últimas semanas se ha
complacido efectuando gran cantidad de vocalizaciones espontáneas y emitiendo
vocales, consonantes y hasta sílabas y diptongos. Ya está casi listo para la emisión
doble y precisa de mu, ma y da que le llevarán a decir sus primeras "palabras".
Conducta personal-social
§ A las 28 semanas el bebé es relativamente reservado, por las razones que ya se han
sugerido. Habiendo adquirido tan notable dominio de ojos, cabeza, boca, brazos y
manos, no dispone de mucho tiempo para los espectadores. Experimenta un intenso
placer en el ejercicio de sus flamantes facultades neuromotrices.
§ Es capaz de utilizar largo rato un solo juguete, en forma extravertida. Si fuera sociable,
remitiría excesivamente su actividad sobre los demás, en tanto que así, con esta
mayor independencia, se halla en mejores condiciones para consolidar y
correlacionar sus conquistas evolutivas.
§ Esto no significa, sin embargo, que a las 28 semanas busque el aislamiento. A esta
edad el niño está continuamente aprendiendo el contenido social elemental de los
sucesos domésticos, principalmente en función del valor que ellos entrañan para él.
El niño de 40 semanas
Las cuarenta semanas marcan la transición a lo que es casi una época, dado el crecido
numero de nuevos y característicos modos de conducta que se hacen presentes en el
complejo evolutivo. La posición supina es apenas tolerada ahora, salvo durante el sueño.
El bebé de 40 semanas elude velozmente la postura horizontal bien sea rodando, o
levantándose por sí solo a la posición sedente.
Adquiere un nuevo interés por la casa e incluso llega a gozar con sus cortas expediciones
por el mundo exterior. Manifiesta un insólito interés por las palabras, tanto en calidad de
receptor como de emisor.
En la prensión, manipulación y actividades de investigación revela muchos signos
significativos de discernimiento y conducta elaborativa.
A esta altura no sólo ha penetrado más en el círculo familiar sino que él mismo empieza a
ser considerado más positivamente como parte integrante de ese círculo.
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Características motrices
§ Las piernas ya sostienen el peso total del cuerpo, pero el equilibrio independiente no
llegará hasta finalizar el año. El equilibrio en la posición sedente está perfecta-mente
dominado. Estando sentado, el niño puede volverse de costado, inclinarse en ángulos
variables y recobrar el equilibrio.
§ La prensión ostenta nuevos refinamientos, el pulgar y el índice revelan una movilidad y
extensión especializadas para hurguetear, revolver y arrancar. La yema del pulgar está
en oposición a la del índice.
Conducta adaptativa
§ Refleja a las 40 semanas nuevos refinamientos en la mecánica de la masticación y de
la manipulación. Los labios demuestran mayor adaptación al acercarse al borde de
una taza y la lengua coopera con mayor eficacia en la regulación o expulsión de un
bocado.
§ A las 40 semanas el bebé también es capaz de coger una miga con presión en forma
de pinza. De este modo realiza nuevos descubrimientos en la tercera dimensión y en el
aspecto táctil de las cosas.
§ Todavía se lleva cosas a la boca y la lengua contribuye más, ahora, a la experiencia
sensorial bucal; pero la importancia de la boca como órgano sensorio-terminal ha
empezado a disminuir.
§ Manifiesta, en cambio, un marcado interés táctil y visual por los detalles.
§ Posee la suficiente capacidad analítica para segregar un detalle del resto y
considerarlo por separado, y también para reaccionar combinativa y sucesivamente
frente a dos detalles o dos objetos.
§ Su apreciación de las relaciones de continente y contenido, de cima y fondo, de lado
e incluso de causa y efecto es primitiva, ambigua, equívoca y embrionaria. No es, en
absoluto, conceptual, pero es activa y representa un sensible avance hacia la forma
ulterior de inteligencia concebida como intelecto o juicio.
Lenguaje
§ La expansión a distancia de la red neuromotriz comienza a incorporar tanto los
músculos accesorios del habla como los de la masticación.
§ La creciente destreza de labios y lengua y de la musculatura para la masticación y la
deglución, combinada con su facultad imitativa, favorece la vocalización articulada.
§ El bebé de 40 semanas, lejos de ser reservado demuestra cierta sensibilidad para las
impresiones sociales. Tiende a imitar ademanes, gestos y sonidos. Responde a su
nombre y hasta entiende el ¡no, no!. Aunque completamente incapacitado para una
verdadera comprensión del significado de las palabras, su interés social es tan grande
que inevitablemente lo lleva al lenguaje. Además, ya posee una o dos palabras en su
vocabulario articulado.
Conducta personal-social
§ El bebé de 40 semanas ya está perfectamente asentado en la rutina de la vida
cotidiana. Duerme toda la noche, hace 2 siestas y come 4 veces al día. Ya está
acostumbrado a algunos sólidos y acepta otros nuevos si se le introducen con tacto.
§ Es capaz de jugar una hora entera o más sin compañía pero le gusta tener gente a su
alrededor. Su reciente sensibilidad al medio social le permite aprender algunas
"gracias" .
§ Sonríe ante su propia imagen en el espejo, pero puede mostrar timidez ante un
extraño, lo que es un síntoma de mayor madurez social.
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El niño de un año
Desde el punto de vista del desarrollo, el pr imer cumpleaños representa más que una
etapa culminante, una etapa intermedia. El niño de un año todavía debe perfeccionar
los patrones que hacen su aparición en el cuadro de las 40 semanas y que no se
definirán completamente hasta los 15 meses.
Características motrices
§ Gatea y, por lo común, con gran presteza. Puede hacerlo sobre manos y rodillas o en
cuatro pies, a la manera plantígrada. Pese a su pericia en el gateo, no puede resistir el
impulso de levantarse sobre los pies.
§ Puede lograr ponerse de pie sin ayuda, pero ordinariamente no alcanza un equilibrio
estable hasta 4 semanas después. Por ahora se desplaza de costado, agarrándose a
algún sostén; camina, sí, pero no sin apoyo.
§ La prensión se acerca a la destreza del adulto y posee ya la facultad de soltar las
cosas voluntariamente.
Conducta adaptativa
§ Muestra una naciente apreciación de la forma y el número. En situación de prueba, y
frente a un agujero redondo y otro cuadrado, revela una receptividad espacial para
el agujero redondo. Es probable que introduzca un dedo o una varita en el agujero.
§ Es capaz de poner un objeto sobre otro momentáneamente; puede sacar una bolita
de un frasco, si bien torpemente. Coloca un cubo detrás de otro.
§ Muestra progresos en el jugo social con la pelota bajo el estímulo de dame-y-toma.
Lenguaje
§ Escucha las palabras con mayor atención y repite las palabras familiares bajo la
influencia de la repetición e imitación. Ya empieza, incluso, a subordinar la acción a la
palabra, entregando la pelota obedientemente a la orde n de "Dámela".
§ Es posible que haya agregado 2 o 3 palabras más a su vocabulario o que trate de
atraer la atención, si no con palabras por medio de toses o chillidos. Cuando se
aproxima a su imagen en el espejo lo hace sociablemente, acompañando a menudo
el contacto social de vocalizaciones, las cuales pronto desembocarán en una
elocuente jerga y en la multiplicación del vocabulario articulado.
Conducta social-personal
§ El niño de un año goza de una importante posición social en el seno de la familia.
Frecuentemente ocupa, incluso, el propio centro del grupo. El bebé manifiesta una
significativa tendencia a repetir las acciones que le han sido festejadas. A través de
estas situaciones comienza a sentir su propia identidad, que habrá de convertirse, más
tarde, en el núcleo de un creciente sentido de la personalidad.
§ Es capaz de sentir miedo, cólera, afecto, ansiedad, celos y simpatía. También puede
estar dotado de un sentido estético elemental. Reacciona frente a la música, le
gustan los sonidos sueltos repetidos rítmicamente. Puede poseer un primitivo sentido
del humor y, así, se ríe ante ruidos inesperados e incongruencias sorpresivas.
§ En cuanto a su conducta doméstica, se vuelve más independiente: se alimenta con
sus propios dedos, roza el plato con la cuchara y luego le pasa la lengua, y cuando
está saciado lo expresa con un ademán. Por lo general, mueve el intestino con
regularidad y ayuda a vestirse.
§ Frecuentemente adopta una actitud sociable y si es necesario recurre a
vocalizaciones u otros medios para atraer la atención sobre sí. Es receptivo a las
emociones de los demás y muestra una creciente capacidad para influir sobre estas
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El niño de 2 años
Características motrices
§ El niño de 2 años tiene, decididamente, mentalidad motriz. La mayor parte de sus
satisfacciones y las más características son de orden muscular. Disfruta enormemente
de la actividad motriz gruesa. Posee rodillas y tobillos más flexibles, un equilibrio superior
y puede correr. Ya no necesita ayuda para subir y bajar escaleras, pero se ve forzado
a usar los dos pies por cada escalón. Puede patear la pelota, pero aún no puede
lanzarse a correr y efectuar giros rápidos o paradas súbitas.
§ Le deleita el juego fuerte y de revolcones, tanto en solitario como en respuesta a un
estímulo. Tiene tendencia a expresar sus emociones o alegría bailando, saltando,
aplaudiendo, o riéndose de buena gana.
§ Menea el pulgar y mueve la lengua. Su musculatura oral ha madurado y el control
manual ha progresado de forma parecida: pasa las páginas de un libro una por una,
construye torres de seis cubos; puede cortar con tijeras, ensartar cuentas con una
aguja; sostiene un vaso con las dos manos: sujeta la cuchara...
Conducta adaptativa
§ Hay un progreso real en el terreno de la atención y es capaz de implicarse en tareas
reposadas durante más rato. También se ha ampliado el radio de acción de su
memoria: recuerda lo que pasó ayer.
§ La conducta perceptual e imitativa muestra un discernimiento más firme: ensarta
piezas de distinta forma, reconoce muchas figuras, distingue blanco-negro y algunos
colores. Tiene sentido de la unidad como opuesta a muchos y más.
§ A los dos años es estrecha la interdependencia entre el desarrollo mental y el motor. A
esta edad el niño parece pensar con los músculos. Interpreta lo que ve y a veces lo
que oye: cuando escucha que el lobo abre la boca en el cuento que oye, él también
la abre.
§ Todavía no es capaz de mover las manos libremente en distintas direcciones. Su
conducta adaptativa se halla canalizada y delimitada por las líneas estructurales ya
maduras o en maduración de su sistema neuromotor.
Lenguaje
§ El habla articulada se halla en un estado de creciente actividad. Bulle con palabras.
Puede poseer hasta mil palabras, aunque en algunos casos, sólo dispone de unas
pocas. De ordinario, la jerga se ha desvanecido casi completamente pero puede
resurgir en momentos de gran excitación.
§ Predominan los nombres de cosas, personas, acciones y situaciones. Los adverbios,
adjetivos y preposiciones se hallan en minoría.
§ Empieza a formar frases sencillas, preguntas y afirmaciones. Pero la rapidez en dominar
el arte de la comunicación varía mucho de unos niños a otros.
Conducta personal-social
§ Ya usa la palabra "mío" manifestando un interés inconfundible por la propiedad de las
cosas y personas. Es todavía egocéntrico en buena medida.
§ Cuando ve su imagen se reconoce y se nombra. Cuando juega con otros niños, se
vuelve principalmente sobre sí mismo, los contactos sociales son escasos y breves. Por
lo general, se limita a juegos solitarios o de tipo paralelo.
§ Suele mostrar reserva con respecto a extraños, no es fácil de persuadir y obedece a
sus propias iniciativas. Y con todo, ha adquirido un alto grado de conformidad con las
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El niño de 3 años
Características motrices
§ Le gusta la actividad motriz gruesa, si bien menos exclusivamente. Se entretiene con
juegos sedentarios durante períodos más largos.
§ Tanto en el dibujo espontáneo como en el imitativo muestra mayor capacidad de
inhibición y delimitación del movimiento, sus trazos están mejor definidos y son menos
difusos y repetidos.
§ Su correr es más suave, aumenta y disminuye la velocidad con mayor facilidad, da
vueltas más cerradas y domina las frenadas bruscas. Puede saltar con los pies juntos
desde una altura de hasta 30 cm. La razón de estas conquistas estriba en el sentido
más perfeccionado del equilibrio y en el progreso céfalo-caudal.
Conducta adaptativa
§ Sus discriminaciones, sean manuales, perceptuales o verbales, son más numerosas y
categóricas. Su coordinación motriz es superior, y, en consecuencia, hace gala de un
nuevo sentido del orden y arreglo de las cosas y aun del aseo.
§ Pero su percepción de la forma y de las relaciones espaciales depende todavía en
gran medida de las adaptaciones posturales y manuales gruesas. Su floreciente
vocabulario le ayuda en la tarea, continuamente nombra las cosas. "Éste, ése, aquí",
estas expresiones frecuentemente repetidas son índice de un proceso de clasificación,
identificación y comparación. Sus frecuentes preguntas ¿qué es eso?, ¿dónde va
esto?... revelan una incansable tendencia hacia la clarificación perceptual.
Lenguaje
§ A los 3 años las palabras se convierten en instrumentos para designar preceptos,
conceptos, ideas, relaciones. El vocabulario aumenta rápida-mente, triplicándose,
para alcanzar un promedio de casi mil palabras. Pero estas palabras se hallan en
etapas de desarrollo muy desiguales, algunas son meros sonidos sometidos a prueba
experimental, otras tienen un valor musical o humorístico, y otras por el contrario, son
portadoras de un significado bien preciso.
§ El soliloquio y el juego dramático tienen por fin el proceso de maduración, incubando
palabras, frases, sintaxis: El niño es, a un tiempo, actor y locutor y pone sus
representaciones al servicio del lenguaje.
Conducta personal-social
§ El niño de 3 años es capaz de negociar transacciones recíprocas, sacrificando
satisfacciones inmediatas ante la promesa de un beneficio ulterior. Son típicos su fuerte
deseo de agradar y la docilidad con que se aviene a la gran mayoría de las
exigencias del adulto.
§ El término medio se halla bien acomodado a las exigencias normales de la vida
hogareña.
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§ El mundo exterior está para él lleno de cosas maravillosas y extrañas que hay que
descubrir y asimilar, y son muchas las generalizaciones por hacer. En el ciclo del
desarrollo infantil, los 3 años señalan tanto una culminación como una profecía.
El niño de 4 años
Características motrices
§ Corre con facilidad y puede alternar los ritmos regulares de su paso. Es capaz de
realizar buenos saltos en largo a la carrera o parado. Puede brincar a la pata coja.
Puede mantenerse en equilibrio sobre un pie durante varios segundos.
§ Le gusta realizar pruebas motrices siempre que no sean difíciles. Sus proezas motrices se
basan en una mayor independencia de la musculatura de las piernas y en que hay
menos totalidad en sus respuestas corporales: pierna, tronco, brazos no reaccionan
tan en conjunto.
§ También le proporcionan placer las pruebas que exigen una coordinación fina. Es
capaz de abotonarse la ropa y hacerse el lazo de los zapatos. Sus ademanes
demuestran mayor refinamiento y precisión.
Conducta adaptativa
§ Posee una capacidad de generalización y de abstracción que ejercita con mayor
frecuencia y deliberación que a los tres años.
§ Posee una conciencia definida de clase, de su propia clase. Sin embargo, sus procesos
intelectuales son estrechos en alcance. Su comprensión del pasado y del futuro es muy
escasa, y aun tratándose de cuentos manifiesta muy poco interés por el argumento.
§ Le gusta crear y producir. Le gusta pasar de una cosa a otra más que repetir.
Lenguaje
§ Los interrogatorios alcanzan su culminación: puede elaborar e improvisar preguntas
casi interminablemente. Los por qué y los cómo aparecen frecuentemente en las
preguntas, pero las respuestas no le interesan gran cosa. Más le interesa observar la
forma en que las respuestas se ajustan a sus propios sentimientos.
§ A veces charla solo para ganarse el beneplácito social y para atraer la atención. Le
gustan los juegos de palabras y suele usar correctamente (y a veces incorrectamente)
expresiones tales como: ni siquiera, por poco, alguna otra cosa... La gramática de
estas frases implica un considerable grado de pensamiento abstracto y de relaciones.
Conducta personal-social
§ El niño de 4 años representa una interesante combinación de independencia y
sociabilidad. Su confianza en sí mismo y en los hábitos personales, su seguridad en las
afirmaciones, cierto espíritu "mandón" y su enfático dogmatismo, le hacen más firme e
independiente que a los 3 años.
§ En la vida cotidiana requiere menos cuidados.
§ Realiza mayor número de contactos sociales y pasa más tiempo en el grupo de juego.
Comparte la posesión de las cosas. Sugiere turno para jugar, aunque luego no siga un
orden consecuente.
§ Es hablador. Sus frases están saturadas con el pronombre "yo". Es excelente para
encontrar pretextos: "Yo no puedo porque mi mamá no me deja".
§ Demuestra tener conciencia de las actitudes y opiniones de los demás.
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El niño de 5 años
Características motrices
§ Es ágil y posee un mayor control de la actividad corporal general. Sentido del equilibrio
más maduro. Brinca y salta sin dificultad.
§ Sus actitudes posturales espontáneas dan la impresión de una selectiva terminación y
acabamiento, posee una gracia natural. Hay facilidad y economía de movimientos en
sus coordinaciones finas. Muestra mayor precisión y dominio en el manejo de
herramientas.
§ Maneja el lápiz con seguridad y decisión.
Conducta adaptativa
§ Resuelve problemas simples que implican relaciones geométricas y espaciales. Posee
una capacidad de percepción de orden, forma y detalle; esto hace que sea capaz,
por ejemplo, de guardar sus juguetes de forma adecuada.
§ En los juegos le gusta terminar lo que ha empezado.
§ El sentido del tiempo y la duración se hallan más desarrollados.
§ Sigue la trama de un cuento y repite con precisión una larga sucesión de hechos. Es
capaz de llevar a efecto un plan de juego programado de un día para otro.
Manifiesta un recuerdo más claro de lugares remotos y un interés más preciso por ellos.
Siempre está dispuesto para conocer nuevas realidades.
Lenguaje
§ Habla sin articulación infantil. Sus respuestas son más sucintas y ajustadas a lo que se
pregunta. Sus propias preguntas son más ajustadas y serias.
§ Sus preguntas y respuestas revelan un interés por los mecanismos prácticos del
universo. Es pragmatista. Sus definiciones están hechas en función utilitaria: "Un caballo
es para andar". Los cuentos de hadas con un exceso de irrealidad le molestan y
confunden.
§ En esencia, el lenguaje ya está completo en estructura y forma. Ha asimilado las
convenciones sintácticas y se expresa con frases correctas y terminadas.
§ Usa toda clase de oraciones, incluyendo oraciones complejas con oraciones
subordinadas hipotéticas y condicionales.
Conducta personal-social
§ Goza de una independencia y facultad de bastarse a sí mismo, relativas. En casa es
obediente y puede confiarse en él.
§ Los adultos a veces se admiran de su "calma", serie-dad, determinación, paciencia,
tenacidad.
§ Juega con compañeros imaginarios. Le gustan las empresas de conjunto.
§ Tiene mayor conciencia que hasta ahora de las diferencias culturales o de otra índole
entre los dos sexos. Es susceptible de ansiedad y temores "irracionales" pero más típica
de su vida emocional es la estabilidad y una buena adaptación, del mismo modo que
en el aspecto intelectual.
Causalidad-finalidad
Toda teoría del desarrollo debe explicar y dar razón de la causa que origina el desarrollo
y de la finalidad o meta de ese desarrollo. El cambio evolutivo se puede explicar por
factores externos o internos del organismo. Las teorías que admiten factores internos es
porque conciben al hombre como un ser activo que selecciona, estructura, crea (Piaget
y todos los modelos organicistas). Mientras que los modelos mecanicistas (conductismo)
suponen que el organismo cambia fundamentalmente en respuesta a los cambios que
ocurren en el medio ambiente. La persona reacciona y es modelada por los estímulos
ambientales. Algo parecido ocurre con respecto a la finalidad del desarrollo. ¿El
desarrollo psicológico del niño representa un progreso hacia unas metas, o, por el
contrario, se trata solamente de una serie de cambios sin necesidad de asumir metas
finales? Se puede hablar de pr ogreso hacia la madurez, pero ¿cuándo se da la madurez
y en qué consiste?
Naturaleza-educación
Otro de los debates se refiere a los efectos que tienen sobre la conducta los factores
ambientales o biológicos. Se trata de la vieja cuestión de herencia en términos
excluyentes, y ni siquiera cuantitativos.
Cuatro son los factores que posibilitan el desarrollo cognitivo, según Piaget:
§ La maduración
§ Las experiencias con objetos
§ La transmisión social
§ La equilibración
La maduración
Es la maduración biológica, el desenvolvimiento gradual del programa genético:
empieza a andar, a hablar... A ella se debe el carácter secuencial del desarrollo según
un orden constante. Los efectos de la maduración consisten esencialmente en abrir
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La transmisión social
Es el conocimiento que previene de otras personas que hablan, escriben, enseñan... Su
importancia en el desarrollo es evidente: los estadios son acelerados o retrasados en el
promedio de sus edades cronológicas, en dependencia del ambiente cultural o
educativo del niño.
La equilibración
Es el cuarto factor organizador y coordinador de los anteriores. Se trata de un proceso
interno del organismo que tiende siempre a una mejor adaptación. Cada etapa del
desarrollo es en cierto modo una progresiva equilibración desde estados de menor
equilibrio a estados superiores.
Piaget
Explica el desarrollo como una sucesión de estadios o estructuras cognitivas, mediante las
cuales el sujeto se adapta al medio. La adaptación es un proceso activo que
comprende la asimilación o incorporación del medio al organismo, y la acomodación o
modificación del organismo por influencia del medio. En cada estructura específica del
estadio, el individuo emplea un tipo de comportamientos: los esquemas. Un esquema es
una sucesión de acciones dotadas de una organización y susceptibles de repetirse en
situaciones semejantes.
El estado sensoriomotor
Comprende desde el nacimiento hasta la aparición del lenguaje. La interacción del niño
con el medio se realiza a través de los sentidos y de respuestas motoras. Fases o
subestadios:
§ El ejercicio de los reflejos (0-1 meses). El niño nace con una gran variedad de pautas
de acción heredadas que se ponen en funcionamiento ante energías exteriores o
interiores: succión, prensión, micción... Algunos de estos reflejos desaparecerán con el
tiempo, otros permanecerán invariables, y otros, los más significativos de cara al
desarrollo, se modificarán sucesivamente. Los r eflejos se perfeccionan con el ejercicio.
§ Reacciones circulares primarias (1-4 meses). Son acciones que se producen de
manera casual, pero que el niño tiende a repetir. Suponen, pues, un
perfeccionamiento de los esquemas sensoriomotores. Se denomina reacción circular
porque tiende a repetirse, y primaria porque está centrada en el propio cuerpo.
§ Reacciones circulares secundarias (4-8 meses). Se refieren a acciones exteriores al
sujeto, que tienen consecuencias en el medio. En esta fase el niño se está convirtiendo
en un "explorador" de su mundo. Comienza la imitación propiamente dicha, si bien
sólo puede imitar aquellas conductas que puede observar en el modelo y en su
cuerpo.
§ Coordinación de los esquemas secundarios (8-12 meses). El niño es capaz de crear
nuevas secuencias de conductas para tratar con situaciones nuevas. Combina
esquemas y descubre por experimentación activa. Se potencian así extraordinaria-
mente las posibilidades de exploración y manipulación del medio. En cuanto al
desarrollo del concepto de objeto, es capaz de localizar un objeto, tras sucesivas
desapariciones de su vista, en el último lugar en que se escondió.
§ Combinación mental de los esquemas e invención de nuevos medios (18-24 meses). Es
una fase intermedia entre la inteligencia sensoriomotriz y la representativ a. El niño es
capaz de representaciones mentales, resuelve problemas sin tener que actuar con
ensayo y error, a partir sólo de combinaciones mentales. Aparece la imitación diferida,
en ausencia del modelo, lo que implica representac ión. Es capaz de buscar un objeto
aunque el trayecto no haya sido visible.
El estadio personal
Comprende de los 2-7 años. Caracterizado por la capacidad de representación y la
inteligencia verbal. Esta capacidad le abre una infinidad de posibilidades: no necesita
actuar directamente sobre el mundo, puede hacerlo mentalmente, superando las
limitaciones del "aquí y el ahora" que tenía la inteligencia sensoriomotriz. A esta
capacidad de formar símbolos mentales que representan objetos, personas y eventos
ausentes se la denomina función semiótica o simbólica.
Esta función simbólica se manifiesta de formas distintas como:
§ La imitación
§ El juego simbólico
§ El dibujo
§ Las imágenes verbales
MAESTRO-INFANTIL Características generales del niño hasta los seis años
©Juan Ramón Alegre 2002 caractgen 14 de 17
§ El lenguaje
Todas tienen en común la utilización de algo para designar otras cosas. Todas ellas
articulan una forma superior de actividad mental: el pensamiento como capacidad de
resolver problemas valiéndose de una representación interna de las acciones.
Wallon
Freud
Erikson
Los diferentes tipos de actividad rectora condicionan el surgimiento de nuevas funciones y nuevas
estructuras en la personalidad (Bustamante,1978; Mujina,1978)
niño, lo potencia y estimula. Para ello el adulto debe compaginar los retos que plantea al
niño con los apoyos que le aporta para que pueda responder a sus demandas.
• Los progresos que realiza el niño tienen un fuerte componente madurativo, pero
algunos de ellos se dan además porque hay unas interacciones sociales a través de las
cuales le llegan al niño modelos, incitaciones, motivación, apoyo y aliento que le
permiten ir sacando provecho de las posibilidades que la maduración va abriendo en
cualquier faceta: perceptiva, motora, lingüística...
• Lo que resulta esencial para el desarrollo psicológico del niño no son los estímulos
físicos que le rodean, sino las actividades en las que el adulto se implica con él a
propósito, ya sea de la relación entre ambos, ya sea de la relación con los objetos. Las
personas que rodean al niño en su casa o en el centro de Educación Infantil, son
importantes no sólo porque son para él estímulos preferidos desde el punto de vista
emocional y porque están asociadas a la satisfacción de sus necesidades, sino
también porque quienes cuidan al niño y le educan son los mediadores entre el
mundo (natural-cultural) y el pequeño.
Gracias a esta mediación va a surgir una capacidad tan importante como el lenguaje.
La estimulación del lenguaje ocurre en el curso de las interacciones alrededor de los
objetos y las situaciones que llenan la vida cotidiana del niño y de quienes le cuidan y
educan.
• El adulto estimula al niño no sólo cuando está con él, cuando le habla o le plantea
problemas. La labor educativa se realiza también cuando se establecen rutinas y
normas de vida cotidiana, así como cuando se seleccionan los objetos de que va a
estar rodeado el niño en su vida diaria (en el baño, en el suelo, en la cama...)
• En el curso de estas interacciones y procesos, el adulto contribuye muy activamente a
fraguar la identidad y las características de personalidad del niño. Al cuidarle, al
responder cuando reclama su asistencia o la precisa, al darle y demostrarle afecto, y
al hacerlo así de forma concurrente y continuada, el adulto se hace acreedor del
afecto y cariño por parte del niño. Cuando le plantea pequeños problemas, le permite
equivocarse, le alienta a intentarlo de nuevo, le anima tras un fracaso o le aumenta los
apoyos, felicitándole por el éxito de la tarea, el adulto le muestra al niño que le quiere
y que confía en él.
Bibliografía básica
GESELL, A.: El niño de 1 a 4 años. Paidós. Educador. Barcelona, 1985. GESELL, A.: El niño de 5 a 6
años. Paidós. Educador. Barcelona, 1985. MAYOR, J. (Director): La Psicología en la Escuela
Infantil. Anaya. Madrid, 1987.
De ampliación
SPITZ, R.: El primer año de la vida del niño. Aguilar. Madrid.
STERN, D.: La primera relación madre-hijo. Morata. Serie Bruner.
SHAFFER: El desarrollo de la sociabilidad. Visor
WALLON, H.: Psicología y educación del niño: una comprensión dialéctica del desarrollo y la
educación infantil. Narcea. Madrid, 1987.