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Estimado Señor :

Le dirijo la presente en mi condición de padre de una víctima superviviente de abusos


sexuales cuyo pederasta, numerario de la Obra que usted dirige en calidad de Prelado, está
a día de hoy condenado con sentencia firme del Tribunal Supremo a DOS años por abusos
continuados en el centro escolar conocido por el nombre de Gaztelueta, obra corporativa del
Opus Dei.

Habiendo terminado ya la vía penal y siendo mi hijo Juan Cuatrecasas Cuevas, víctima de
pederastia, reconocida como tal en un auto de instrucción del Juzgado de Getxo (Bizkaia) y
los correspondientes informes periciales de los facultativos forenses no de parte (Año 2016),
en una sentencia de once años de condena en la Audiencia Provincial de Bizkaia
(Sentencia 79/2018) y en la ya mencionada del Tribunal Supremo (Sentencia 467/2020),
con la posterior inadmisión a trámite de un recurso de amparo presentado por los letrados
del propio pederasta, le conmino ya a que en nombre suyo, de la Prelatura que dirige y del
propio colegio vizcaíno procedan en consecuencia a acatar la sentencia firme y lo hagan no
por capricho sino porque ya es hora de que cumplan sin excusas y más demora, con el
reconocimiento justo y humano de una víctima de abusos sexuales, que lo fue y lo es, como
la justicia ha reflejado. No hacerlo supone en primer lugar contravenir los principios y
valores que ustedes tanto predican, en segundo lugar no acatar una sentencia firme y en
último lugar estar cometiendo un presunto delito de incitación al odio contra una víctima de
pederastia.

Es por ello que le emplazo a que con urgencia e inmediatez proceda en consecuencia y
repare el buen nombre de la víctima, algo que deberían ustedes haber hecho ya de motu
propio sin esperar a que yo se lo exija a través de esta misiva, por ser de lógica máxime
cuando ustedes se dedicaron a gastar sus fuerzas en sucesivas faltas de respeto a Juan y
en, a través de un burofax enviado a Gaztelueta por Monseñor Ladaria (Número de
Protocolo 7/2015-52597, fecha de 9 de Octubre de 2015) exigir que se reponga el buen
nombre del profesor condenado. A día de hoy y tras esa sentencia en firme del Tribunal
Supremo, la expresión oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe sigue velando
por el buen nombre de un pederasta condenado a dos años y las calificaciones del colegio
Gaztelueta, obra corporativa del Opus Dei, insultando y faltando al respeto de la víctima,
insinuando, cuando no asegurando en rueda de prensa, incluso con la sentencia de la
Audiencia Provincial de Bizkaia de once años de condena, que la víctima tenía algún
problema previo a los hechos juzgados y manteniendo en las redes una delirante página
web en donde se humilla y veja a la víctima de abusos sexuales.

Por ello le exijo que repongan el buen nombre de Juan Cuatrecasas Cuevas, que lo hagan
pública y expresamente, que le reconozcan su condición y que tanto el Opus Dei, como el
Colegio Gaztelueta y la Congregación para la Doctrina de la Fe o en su caso Monseñor
Ladaria rectifiquen y procedan a hacer algo que es propio de personas e instituciones que
conviven en un Estado de Derecho y que a nivel religioso presumen de los valores y
principios que predican y dicen defender. Además exijo que el centro escolar de Leioa
(Bizkaia) retire de inmediato esa página web cuya persistencia en las redes sociales no
hace sino revictimizar a Juan igual que el trato denigrante, lacerante e injusto que supone
no haber ya reparado su nombre de oficio.
En caso de no hacer frente a sus responsabilidades, no es una amenaza, sino una mera
cuestión de justicia y decencia, no me dejan más opción que acudir a la justicia ordinaria
porque ustedes no están acatando una sentencia firme y están presuntamente faltando al
rigor jurídico mínimamente exigible en un Estado Social y Democrático de Derecho.
Además están cometiendo un presunto delito de incitación al odio en la persona de una
víctima y superviviente de abusos sexuales, en base a la letra de los artículos 510 y 510 bis
del Código Penal.
Las víctimas necesitan reconocimiento, reparación y acompañamiento. Graben esto en su
cabeza y corazón y como afirmó el ensayista francés Joseph Joubert, el error se agita, la
verdad descansa. Dejen ya de agitarse y caminen hacia la verdad.

Sin otro particular,

Atentamente

Juan Cuatrecasas Asua


Padre de Juan Cuatrecasas Cuevas y miembro fundador de ANIR Asociación Nacional
Infancia Robada.

Madrid, 29 de Marzo de 2022.

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