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ARÉVALO—SEPTIEMBRE DE 2022
http://lallanura.es
https://lanoticia.com/
Juan Carlos López
“Se ha escrito a menudo que la infancia es la isla de oro, pronto, intentando sorprenderle.
el paraíso perdido, la verdadera patria de un hombre. Gabriel
— ¡Quién va a ser, coño! : ¡Mi amigo Goyo, el Herrero!,
García Márquez afirmaba que todas las cosas importantes replicaba él de inmediato.
de su vida le habían sucedido antes de los siete años. Yo
creo que, pese a todas las dificultades de aquellos tiempos, Por ello tiene sentido que hoy, gracias a la generosidad de mis
Sinlabajos fue probablemente la isla de oro, el paraíso primos, sus cenizas reposen precisamente aquí, muy cerca
perdido de mi padre, por más que al evocarlo muchos años de todas estas voces y recuerdos que –misteriosamente-
después, lo recreara en parte, como hacemos todos cuando lograron derrotar al olvido.
rememoramos los lugares importantes de nuestras vidas. La Finalmente, como escribió el poeta Sánchez Rosillo, quiero
verdad también se inventa, como quería Antonio Machado. deciros que esta mañana
Cuando ya apenas recordaba nada, si tú le decías Canta en mi corazón una esperanza
“Sinlabajos” la palabra actuaba como un sortilegio. Un que llena mi presente y me sostiene:
brillo de reconocimiento aparecía en su mirada, asentía con no, la muerte no mata; es también la vida,
la cabeza y sonreía con enigmática serenidad. Otras palabras un misterioso trámite de sombras
tenían el mismo efecto, como cuando recitabas el nombre que transforma lo vivo,
de sus hermanas: Carmen, Milagros, Fani y Antonia. O el lo limpia y lo redime.
de sus padres, Gregoria y Antonino. Cuanto existe, existió y será después.
(…). Ten confianza,
Otras veces hacíamos con estas palabras eso que los
porque todo otra vez y muchas veces
terapeutas llaman ejercicios cognitivos. Yo le decía Carmen ha de pertenecerte en esta vida
y él contestaba Pedrín, yo le decía Milagros y él contestaba que comienza y que cambia, que retorna
Sinfo, yo le decía Fani y él contestaba Daniel, yo le decía y que no acaba nunca”.
Antonia y él contestaba ¡sí, hombre, este tan alto…!
José Félix Sobrino.
— ¿Y el alcalde de Sinlabajos?, le preguntaba yo de Cementerio de Sinlabajos, 21 de agosto de 2.022.
pág. 4 la llanura número 160 - septiembre de 2022
De cine Grease es una película musical y comedia romántica ambientada en los años
50, dirigida por Randal Kleiser y estrenada en 1978. El argumento del film
está basado en el musical homónimo de 1972, narrando la historia de amor en-
tre Danny Zuko y Sandy Olsson, dos adolescentes que se conocieron durante
las vacaciones del verano de 1958, pensando al despedirse que no se volverían
a ver. Al comenzar el nuevo curso, Danny y Sandy se encuentran casualmente
matriculados en el instituto Rydell, sin embargo la aptitud de Danny ha cam-
biado desde que se conocieron, ya que es el líder de la pandilla T-Birds.
El reparto de “Grease” está compuesto por John Travolta (Danny), Olivia Newton-John (Sandy), Stockard Channing
(Rizzo), Jeff Conaway (Kenickie), Barry Pearl (Doody), Michael Tucci (Sonny), Kelly Ward (Putzie), Didi Conn (Fren-
chy), Jamie Donnelly (Jan), y Dinah Manoff (Marty). La película “Grease” contó con un presupuesto de 6 millones
de dólares, siendo un gran éxito de taquilla y recaudando en cines casi 400 millones de dólares tras su estreno en junio
de 1978. Además, “Grease” fue galardonada con varios premios cinematográficos, y recibió diversas nominaciones,
incluyendo cinco nominaciones a los Globos de Oro y una nominación al Óscar a la mejor canción original por el tema
“Hopelessly Devoted to You”.
la llanura número 160 - septiembre de 2022 pág. 5
lización. De ellas lo único cierto que tadas con barro o fabricadas en tapial los habitantes de Numancia y sus pue-
puede decirse es que habría como dos de este mismo material o con adobes. blos circundantes, los vacceos juegan
tipos de comunidades rurales; unas un papel determinado en ella. Estos se
En cuanto a la religión, los vacceos,
más cercanas a la ciudad y más depen- comportan habitualmente como gra-
dada su filiación celta, compartían las
dientes a ella; otras más lejanas y con nero de los ejércitos en lid y, prácti-
deidades cercanas a esa cultura. El
una mayor autonomía de los centros camente siempre, como aliados de los
dios Lug, Lugus o dios-sol, sería po-
urbanos y poderosos. Es fácil que las numantinos. Hay que apoderarse de
siblemente su dios principal, ya que
primeras fueran constituidas por gen- sus cosechas para las largas campañas
se han encontrado en excavaciones
tes que poseían respecto de los habi- y, a la vez, destruir las restantes para
objetos decorados con la esvástica,
tantes del centro urbano la condición que no sirvan de ayuda a los enemigos
símbolo que pertenece a esta deidad.
de siervos o de sometidos a una renta, de Roma.
También eran objeto de su devoción
mientras que las que se perdían en la
los Tokoitei, o dioses de los pactos, y A partir de la conquista de Numan-
inmensidad de los campos de la mese-
la diosa Epona, cuyo símbolo es el ca- cia en 133 a. C. se debió iniciar una
ta quizá tuviesen una vida más libre y
ballo, debía ser una deidad importante, precaria romanización de nuestro te-
hegemónica.
ya que se han encontrado en excava- rritorio, tarea que debió resultar harto
Las viviendas serían, seguramente, ciones numerosas figuras de caballo. difícil para Roma hasta probablemente
de forma circular, y construidas de ma- Practicaban la incineración. la pacificación de Augusto en el año 19
dera de encina o roble en cuanto a su a.C., año en que empezaría la verda-
Por su especialización agraria y su
estructura, empleando adobes o tapial dera romanización de la Celtiberia. A
esquema colectivista nuestro territorio
amasado para los cerramientos, sien- partir de aquí los castros romanos se
debió de conocer años de prosperidad
do las cubiertas cónicas y de materia instalan junto a las urbes vacceas, les
y, por tanto, de aumento de población.
vegetal. Entre las viviendas disponían
Es seguro que tampoco dejaría de so- obligan a destruir sus murallas y co-
de pequeñas construcciones de forma
portar alguno de los duros e impetuo- mienza una dominación militar, eco-
rectangular o cuadrada y con suelos de
sos ataques que lanzó Anibal contra la nómica y cultural que termina por im-
madera, que servirían probablemente
Meseta Central. ponerse romanizando el territorio.
de graneros. Es posible que las urbes
grandes estuvieran amuralladas por Aunque las guerras de la Celtiberia Juan C. López Pascual.
una cerca de troncos de árboles, proce- desde el 153 a. C. hasta el 134 a. C. “Lecciones de Historia”
dentes de los bosques cercanos, rema- tienen por protagonistas principales a en Radio Adaja
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Viene de página 11
Fragmento del mapa
de Arévalo de Francisco Coello
imagen protectora y venerada, acce-
diera y librara al mozo de ir a África o
de sacar un número bajo. Las mamás
de los agraciados no eran parcas en las
limosnas que, por este motivo, Aqui-
lino recibía a manos llenas. Todos los
años, por las Pascuas navideñas, lla-
maba la atención su precioso y poético
“nacimiento” instalado en la oscura sa-
lita de su rebajuela vivienda. El clásico
Belén, con sus pastorcitos, sus mulas,
bueyes y ovejas, encendía de codicia
y admiración nuestros ojos infantiles.
Cobraba a cinco céntimos la entra-
da, y cuando la habitación se llenaba
de espectadores, Aquilino, con voz
“desmayada”, nos explicaba el camino
de Oriente y las aventuras de los Reyes
Magos.
Los niños le escuchábamos boqui
abiertos y los mayores callados. Si que-
ríamos ver correr la fuente y deslizarse
el agua por los pedruscos de la mon-
taña, había que echar cinco céntimos en él, dio la “vuelta al ruedo”, y ante el que Aquilino el “Saludador”, después
más en la bandeja. Su figura menuda estupor y el asombro de la burlona de sus pasmosos experimentos estuvo
y desmedrada, de ojos tiernos, nariz “clientela”, sacó una mediana de pan, dos o tres años sin volver por el esta
adunca, anquiseca y acartonada, se demostrando al escéptico grupo ser blecimiento de mi señor padre. Solte-
embutía en una chaquetilla grasienta y un «individuo» excepcional e insen- ro, setentón y analfabeto, entregó su
en un tornasolado pantalón, guardan- sible al calor y capaz de hacer con el alma a Dios en enero de 1917.
do consonancia con el traje de paño aliento infinitas cosas raras. Seguida-
gordo y deslucido, sus hatachuelados mente desplumó un gallo con las ma- La calle de las Adoveras, anchi-
borceguíes y su sombrero mugriento, nos sumergidas en agua hirviendo. A ta y un poco curvilínea fue dotada de
redondo y aplastado. continuación se pasó por la lengua un alcantarillado en 1935, pero al ente-
Conocí y traté durante catorce o hierro candente haciéndose en ella la rrar los tubos que se extienden por el
dieciséis años al respetable Aquilino, señal de la cruz, y por último se “tiró al centro de la vía no apisonaron bien la
y recuerdo que una noche primaveral, coleto” un vaso de café cociendo. Allí tierra, ni siquiera la empedraron como
un grupo de asiduos concurrentes al podemos asegurar que no hubo tram- estaba, no sabemos si por falta de ad-
establecimiento de mi señor padre se pa. Todo fue rigurosamente verídico, ministración o de numerario, el caso
dirigió al horno de Isidoro Marugán, porque se trataba no de un excéntrico es que la calle de hondo silencio y hu-
instalado en lo que fue ermita de San fanático, sino de un hombre que estaba milde vecindario sigue igual de olvi-
José, pegado a las “Almenillas”. muy acostumbrado a soportar elevadas dada, sin que nadie se preocupe de su
temperaturas. urbanización, de su salubridad ni de su
El Saludador, con permiso del pa-
higiene.
nadero, se asomó al horno que en sus Lo que no recuerdo bien es cómo
entrañas mantenía temperaturas fan- terminó aquello, si en sainete o en Marolo Perotas.
tásticas, y sin truco ni artificio se metió melodrama: lo único que recuerdo es Cosas de mi pueblo.