lunes, 10 de noviembre de 2003/ la voz de la escuela
> QUÍMICA
Daltonmanía: hace 200 años que nació la química
¡Silencio! Asistimos a la reunión que el 21 de octubre de 1803 tuvo lugar —se
cumplen ahora doscientos años— en la sede de la Literary and Philosophical So-
ciety de Manchester. Con la lectura que va a ofrecer el profesor de educación prima-
ria inglés John Dalton dará comienzo una revolución. Ni más ni menos que el naci-
miento de la química como la entendemos hoy en día. Oigamos lo que dice.
A pesar de que ya en 1803 Dalton
había presentado en público, al me-
nos parcialmente, su teoría atómica
no fue hasta 1808 que la plasmó de
forma definitiva como parte de su
obra culminante «A new system of
chemical philosophy». A fuer de ser
sinceros, una parte «insignificante»,
pues aunque era un mamotreto de
916 páginas sólo dedicó al tema un
pequeño capítulo de apenas cinco pá-
ginas.
A veces las ideas más sencillas son las
mejores. Y esta es tan buena que in-
cluso se puede resumir no en cinco
páginas sino en cinco ideas. Las si-
guientes:
1. Toda la materia está compuesta de
átomos.
2. Cada elemento está formado por
un solo tipo de átomo. Por tanto, hay
tantas clases de átomos como ele-
mentos. Además, átomos distintos pre-
sentan propiedades y masas distintas.
3. Estos átomos son indivisibles e
indestructibles de tal manera que con-
servan su identidad en todas las re-
acciones químicas. O dicho de otro
modo, una reacción química consis-
te en la separación de los átomos que
forman los reactivos de partida y su
posterior reagrupamiento para dar
los productos finales
4. Dado que son indivisibles, siempre
que los átomos se unen entre sí lo ha-
cen en una relación de números en-
teros. Es decir, un átomo de un ele-
mento y otro átomo de otro elemento.
O dos átomos de un elemento con
un átomo de otro elemento, etcéte-
ra. Pero nunca medio átomo de un
elemento con un tercio de átomo de
otro elemento.
5. Y profundizando un poco más en
lo anterior, los átomos de dos ele-
mentos pueden combinarse, en dis-
tintas proporciones; eso sí, siempre
relaciones de números enteros. Es de-
cir, su constitución difiere siempre en
átomos completos (por ejemplo el
carbono y el oxígeno pueden com-
binarse en proporción 1:1 para dar
el monóxido de carbono o 2:1 para
dar el dióxido de carbono). Cada una
de estas combinaciones distintas da
lugar a un compuesto diferente. Es-
ta es la Ley de las proporciones
múltiples de Dalton.
> Miguel Barral / María Ares
Identifica estos átomos
Dalton decidió representar los distintos átomos con un
círculo pequeño que lleva una señal distintiva en su in-
terior; las combinaciones consisten en la yuxtaposición
de dos o más de éstos.
A continuación se muestran algunos de los símbolos que
escogió para los distintos elementos. Los cuatro prime-
ros corresponden al carbono, oxígeno, hidrógeno y nitró-
geno aunque no en este orden. El juego que se propo-
ne consiste en, a partir de las moléculas representadas
en la parte inferior —y teniendo en cuenta que dos
átomos se pueden unir entre sí mediante enlaces sim-
ples, dobles o triples— identificar qué símbolo corres-
ponde a cada uno de los elementos mencionados y a qué
compuestos representan las moléculas.
P. D. 1: ¡QUÉ ESPANTO!
«Los símbolos de Berzelius son espantosos: a un joven
estudiante de química le costaría menos aprender he-
breo que familiarizarse con ellos. Estos símbolos nublan
la belleza y la simplicidad de la teoría atómica». Pala-
bra de Dalton… a raíz de que la British Association for
the Advancement of Science recomendase a los quími-
cos británicos adoptar la nomenclatura berzeliusiana.
Lo curioso es que el sistema de nomenclatura de Ber-
zelius representaba a los elementos a partir de las pri-
meras letras de sus nombres. Así, el oxígeno pasó a re-
presentarse como O, el hidrógeno como H, el azufre
como S o el cobre como Cu. Seguro que tan espantosa
simbología os resulta familiar.
Y ahora os pregunto: ¿llevaba razón Dalton cuando decía
que esta nomenclatura oculta la simplicidad de la teoría
atómica?, ¿qué símbolos creéis vosotros que resultan más
apropiados?
La estatua de Dalton está situada en la entrada del Ayuntamiento de Manches-
ter. El más famoso científico de su época fue también el único, entre los
científicos de entonces, a quien se le erigió en vida una estatua pública
P. D. 2: QUE NO SE SULFURE
En abril de 1837 Dalton sufrió un infarto tras una aira-
da discusión con un «espantófilo».
Pesen y vean
Pero no todo fueron aciertos en su teoría. Dalton asu-
mió de manera errónea una regla de simplicidad según
la cual cuando dos átomos sólo pueden dar lugar a una
combinación debe suponerse que ésta es binaria mien-
tras no se demuestre lo contrario. Y ello pese a que por
esas mismas fechas otros dos químicos ingleses, Ni-
cholson y Carlisle, habían comprobado que al des-
componer mediante una corriente eléctrica el agua
se recogía exactamente el doble de volumen de
hidrógeno que de oxígeno lo que planteaba la duda
razonable de que el agua estuviese formada por dos
átomos de hidrógeno por cada uno de oxígeno.
Al hilo de su teoría, Dalton elaboró una tabla de pe-
sos atómicos relativos. Una tabla lastrada por el error
de la regla de simplicidad pero —y aquí radica su im-
portancia—, al mismo tiempo, el primer cálculo de una
propiedad atómica. Y precisamente los primeros re-
sultados fueron anunciados en la lectura que hemos
interrumpido en la introducción.
Para elaborar dicha tabla Dalton razonó del siguiente
modo: desde hacía algún tiempo se sabía que 8 partes
en peso de oxígeno se combinaban con 1 de hidróge-
no para formar agua. Y como Dalton creía que la molé-
cula de agua estaba formada por un átomo de hidró-
geno y uno de oxígeno —debido a la combinación de
Este cuadro de Dalton fue encargado por la Sociedad Literaria y Filosófica de
Manchester. El original quedó destruido tras los bombardeos que sufrió la ciu- su regla de simplicidad y de que por aquel entonces no
dad en 1940. La Sociedad encargó una copia que es la que se reproduce aquí
Fósforo
Azufre
Hierro
Plomo
Oro
Mercurio
se conocían más combinaciones de hidrógeno y oxí-
geno; no fue hasta 1815 que se descubrió el peróxido
de hidrógeno (H2O2)—, entonces podía deducirse que
el átomo de oxígeno era ocho veces más pesado que el
de hidrógeno. El hidrógeno era el elemento más lige-
ro conocido por lo que se le asignó un peso atómico
= 1. Entonces, el peso atómico relativo (con respecto
al H) del oxígeno sería = 8.
Siguiendo el mismo razonamiento, si una parte de hidró-
geno se combina con cinco partes de nitrógeno para
dar amoníaco y se supone que éste está formado por
un átomo de hidrógeno y otro de nitrógeno —otra vez
la regla de simplicidad—, entonces el peso atómico re-
lativo del nitrógeno = 5.
A Dalton le quedan dos consuelos:
1. Aunque sus pesos atómicos no eran correctos, el mé-
todo que desarrolló para calcularlos sí lo era. Por ejem-
plo, en el caso del agua, ahora ya como H2O, sigue sien-
do cierto que una parte de hidrógeno se combina
con 8 partes de oxígeno por lo que un átomo de oxí-
geno pesa ocho veces más que dos átomos de hidró-
geno. O lo que es lo mismo dieciséis veces más que
un átomo de hidrógeno. Por tanto su peso atómico re-
lativo es = 16.
2. Durante muchos años la unidad de masa atómica fue
el «Dalton».
> LA PREGUNTA
¿Por qué el Lego es el juguete más genial del mundo?
Una pista: Sofía no estaba segura de estar de acuerdo con
que el lego fuese el juguete más genial del mundo, al me-
nos había dejado de jugar con él hacía muchos años. Pe-
ro era una alumna obediente —inciso: ¿y tú?, ¿eres un
alumno obediente? Si lo eres, aplícate el mismo cuen-
to que Sofía— y empezó a buscar en el estante superior
de su armario. Allí encontró una bolsa de plástico llena de
piezas de lego de muchos tamaños y colores. Por primera
vez en mucho tiempo, se puso a construir con las pequeñas
piezas…
La respuesta: Aquí estoy de nuevo Sofía —expuso el
misterioso profesor de filosofía por corresponden-
cia—. Hoy conocerás al último gran filósofo de la natu-
raleza. Se llamaba Demócrito (aprox. 460 – 370 a. de C.)
y venía de la ciudad costera de Abdera, al norte del mar
Egeo. Si has podido contestar a la pregunta sobre el lego,
no te costará mucho esfuerzo entender lo que fue el proyecto
de este filósofo.
Demócrito suponía que todo estaba construido por unas
piececitas pequeñas e invisibles, cada una de ellas eterna
e inalterable. A estas piezas pequeñas Demócrito las
llamó átomos.
Visto lo visto…
Según cuenta la leyenda cuando John
Dalton, quien siempre vestía ropas
sencillas y oscuras, fue presentado al
rey Guillermo IV en 1832, se personó,
para sorpresa de todos, con una to-
ga escarlata que él, debido a que
padecía daltonismo, había tomado por
gris oscuro.
Y digo leyenda porque cuesta creer que ca-
yese en semejante confusión cuando él mis-
mo se había percatado de que padecía un trastorno
a la hora de percibir los colores. Tras estudiarlo, pu-
blicó sus resultados en 1794 en lo que constituyó el
primer diagnóstico del daltonismo (de ahí su nom-
bre) o incapacidad para distinguir según qué colores.
Y no sólo eso, sino que en ese mismo ensayo postuló
ciencia < 4 y 5>
STEFAN PUCHNER
Reconstrucción de sin-
gulares edificios de
Fráncfort realizada con
piezas de Lego
Existen un sinfín de diferentes átomos en la naturaleza,
decía Demócrito. Precisamente por tener formas diferen-
tes, podían usarse para componer diferentes cuerpos.
¿Ya has entendido lo que quise decir con las piezas del le-
go, verdad? Tienen más o menos las mismas cualidades
que Demócrito atribuía a los átomos y, precisamente por
ello, resultan tan buenas para construir. Ante todo son in-
divisibles. Tienen formas y tamaños diferentes. Además,
las piezas del lego tienen entrantes y salientes que hacen
que las puedas unir para poder formar todas las figuras
posibles. Estas conexiones pueden deshacerse para poder
dar lugar a nuevos objetos con las mismas piezas.
La cita: El fragmento anterior, libre de, la-pregun-
tas, una-pistas, incisos y la-respuestas pertenece a
El mundo de Sofía de Jostein Gaarder. Una lectura
que ninguno deberíais perderos.
La excusa para la cita: cuando Dalton expuso en
1803 su nueva teoría decidió mantener el término
de átomo para referirse a las pequeñas partículas
que formaban la materia como reconocimiento a la
decisiva influencia de las ideas propuestas por Demó-
crito 22 siglos antes.
que dicho trastorno debía ser una
condición hereditaria. No se equi-
vocó, en la actualidad se sabe que
el daltonismo es una condición
heredada vinculada con un gen re-
cesivo asociado al sexo de la perso-
na, por lo que muy pocas mujeres son
daltónicas, mientras que aproximada-
mente 1 de cada 10 hombres sufren de
cierto grado de daltonismo.
Como en aquel momento no pudo demostrarlo dejó
encargado que tras su muerte sus ojos fuesen dise-
cados y guardados para un posterior estudio. Gra-
cias a ello, en 1995 análisis de ADN permitieron com-
probar qué tipo de daltonismo padecía. El más
común, la incapacidad para ver el verde.