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La eugenesia, la 'ciencia' para mejorar la raza, en

América Latina
Publicado: 27 ene 2018 01:39 GMT

Imagen ilustrativa / Mohammed Salem / Reuters

La eugenesia surgió en el corazón de la Inglaterra victoriana a fines del siglo XIX y


fue definida por Sir Francis Galton, su creador, como "la ciencia que trata con todas
las influencias que mejoran las cualidades innatas de una raza".

Ya sea a través de mecanismos sutiles promovidos por la iglesia católica o a través


de prácticas agresivas como la esterilización forzada de personas, la eugenesia será
la ciencia encargada de promover la reproducción de los individuos 'buenos' y
desalentar la de los 'malos' o de 'menor calidad'.

Casualidad o no, durante más de 100 años las prácticas eugénicas más drásticas se
aplicaron a lo largo del mundo, casi exclusivamente sobre las clases bajas. América
Latina no es la excepción.

Unos más valiosos que otros


"La eugenesia le proveyó a las elites un artilugio para invocar la superioridad de unos
sobre otros. Lo que va a plantear esta ciencia es que hay personas cuya vida vale más
que la de otros. Entonces, si hay personas mas valiosas, la eugenesia va a proveer de
un mecanismo a través del cual la reproducción de unos sea custodiada a expensa
de la de otros", sostiene Gustavo Vallejo, doctor en Historia e investigador del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con sede en
la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina).
Logo del Segundo Congreso Internacional de Eugenesia, 1921. / wikipedia.org / Beao / Dominio público

De acuerdo al investigador, la eugenesia va a tener dos grandes vertientes. Por un


lado surgirá la eugenesia anglosajona, que no tendrá limitaciones y que llevará a
cabo medidas cruentas de ejercicio de la violencia directa sobre los cuerpos, como
por ejemplo, la esterilización forzada. En esta dirección fueron los eugenistas
norteamericanos, y mediante esta vía, se llegó directamente al nazismo.
La segunda va a ser lo que se llamó eugenesia latina y aglutinará, precisamente, a
los países de esta ascendencia. En esta vertiente no esterilizadora de la eugenesia se
le confiere un papel central a la iglesia, el sistema judicial y la medicina, para
determinar la idoneidad de los individuos en tanto futuros padres y prolongadores
de una cierta genética y valores.
"Los saberes normativos, que son el derecho, la medicina y la teología, terminan
construyendo un gran campo a través del cual se difunde la eugenesia como un
mecanismo de ordenamiento social. Eso pasa hacia 1930 y atraviesa a toda
América Latina", afirma Vallejo.
El punto de partida de todo este mecanismo va a ser la selección de los cónyuges, y
esa selección la va a hacer en parte la Iglesia católica a través de los consejos pre-
matrimoniales. Cuando el novio y la novia iban a ver a un cura antes de casarse, el
sacerdote les hacía preguntas, evaluaba y analizaba a la futura pareja para,
eventualmente, desaconsejar y prohibir el matrimonio por la Iglesia.
La eugenesia latina fue una forma mas sutil, menos visible en cuanto a
las practicas que se llevaron a cabo y quizas por eso fue menos analizada o menos
detectadaGustavo Vallejo, doctor en Historia e investigador del CONICET
Paralelamente se instituyó desde la esfera del Estado el examen médico prenupcial.
Si bien hoy sigue existiendo en muchos países, la motivación de esto en los años 30
fue de orden estrictamente eugénico. Si luego de un examen médico se
determinaba que uno de los dos cónyuges tenía alguna enfermedad o 'tara' que
podía ser trasladada a sus hijos, el Estado tenía el poder de no permitir la unión civil.
"Acá empieza a articularse la esfera médica, el derecho y la Iglesia. Por un lado está
el certificado médico: si no cumplís con lo esperado ahí actúa el derecho. La ley te
impide un acto que sería de derecho privado. Y por otro lado está la Iglesia: el cura
intervenía en el momento en el que te desaconsejaba si no venía en vos que fueras
a generar una prole deseable para el Estado", sintetiza Vallejo.

Según el historiador, la eugenesia latina fue una forma menos visible en cuanto a las
prácticas que se llevaron a cabo y quizás, por eso, ha pasado más desapercibida.

Nuevo milenio y esterilizaciones forzadas


A casi un siglo del desembarco de las ideas eugénicas en América Latina, el cambio
de milenio trajo consigo un giro inesperado y de una violencia sin precedentes en la
región.

Mujeres en protesta por las esterilizaciones forzadas ocurridas durante los años '90. Lima, Perú - 2016. / Aaron
Heredia/Roverimages / www.globallookpress.com
La eugenesia de vertiente anglosajona tomó el lugar central a la hora de controlar y
restringir el crecimiento de poblaciones consideradas peligrosas o indeseables y
con ella llegaron al continente las esterilizaciones forzadas.
En 1996 el entonces presidente de Perú, Alberto Fujimori, puso en marcha durante
su segunda presidencia el Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación
Familiar (PNSRPF) con el supuesto fin de luchar contra la pobreza a través de la
autonomía de las mujeres.

A través de métodos anticonceptivos antes penados por la ley, como por ejemplo la
ligadura de trompas, el programa de salud reproductiva avanzó con sus objetivos a
toda velocidad, y para cuando finalizó en el año 2000, el saldo de mujeres
esterilizadas en el país fue de 331.000, según un estudio que cita estimaciones del
propio Ministerio de Salud peruano.
Sin embargo, lo que a simple vista podría interpretarse como un éxito en materia de
salud sexual y reproductiva terminó siendo uno de los crímenes más graves en la
historia democrática del continente.

Al menos 18 mujeres fallecieron víctimas de estas operaciones. 211.000


mujeres esterilizadas –es decir, más de un 63% del total–, no recibieron la
información completa respecto al proceso de ligadura de trompas, mientras que
25.000 de ellas no fueron informadas sobre el carácter irreversible de la
intervención quirúrjica, es decir, que nunca más iban a poder tener hijos.

En los hechos hubo una política de control de población a través de la


violación los derechos reproductivos de las mujeres, esterilizándolas sin garantizar
consentimiento previo, libre e informado.María Ysabel Cedano, directora de Estudio
para la Defensa de los Derechos de la Mujer
"Un año después de la operación empezó a dolerme la cintura y el corte que me
habían hecho en la operación. No podía comer cosas cálidas ni hacer fuerza. A partir
de ahí me fui poniendo cada vez peor", cuenta en entrevista Rute Zuñiga,
presidenta de la Asociación de Mujeres Peruanas Afectadas por las Esterilizaciones
Forzadas y una de las víctimas de la campaña impulsada por Fujimori.
Antes de ser operada Rute fue amenazada por los operadores de salud por resistirse
a la intervención: primero le dijeron que no iba a poder inscribir a su hija recién
nacida en el registro municipal, luego le dijeron que dentro de poco iba a empezar
a pagar un canon por cada uno de sus hijos. Finalmente, el 10 de febrero de 1999, la
subieron a una ambulancia con su hija y su marido supuestamente para vacunar a la
niña.

Una vez en el hospital y ante los nervios y dudas de Rute, una enfermera la llevó a
un quirófano donde rápidamente fue desvestida y acostada en una camilla. Por su
constante resistencia la mujer fue atada de pies y manos y se le realizó el
procedimiento contra su voluntad. "Hasta ahora no hay justicia. El gobierno no
dice nada y tenemos bastantes evidencias. Nuestro caso lo tienen detenido, no
quieren avanzar. Y ahora el presidente actual le ha dado el indulto a Fujimori. Este
gobierno no merece respeto", sentencia Rute.
Cooperación internacional

Los procesos judiciales comenzados por las víctimas y por asociaciones no


gubernamentales buscan la condena de los autores directos de las esterilizaciones,
así como la de Fujimori y los demás responsables políticos. No obstante, María
Ysabel Cedano, directora de Estudio Para la Defensa de los Derechos de la Mujer
(DEMUS), destaca el rol que cumplieron ciertos organismos internacionales en este
proceso agresivo de control demográfico.

Imagen ilustrativa. / Pixabay / Herney

"Cuando Fujimori llega al poder para reinsertarse en el sistema internacional adopta


políticas del FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Entre
ellas, políticas de población que son apoyadas por cooperación internacional",
resalta Cedano.
Un informe realizado en 2002 por una comisión investigadora del Congreso peruano
que buscaba dar con los responsables de estas políticas confirma lo afirmado por la
directora de DEMUS.
El documento alude a los propios archivos internos de la Agencia de los EE.UU. para
el Desarrollo Internacional (USAID), que revelan que, en 1993, este país básicamente
tomó cargo del sistema nacional de salud del Perú. Esta intervención fue posible
gracias a una reorganización del Ministerio de Salud que se había realizado poco
tiempo antes en respuesta a las recomendaciones de donantes y proveedores de
préstamos.
Según el informe, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) también
fue una pieza clave en este entramado institucional con fines eugénicos.

"Desde el inicio de las actividades de la Planificación Familiar en el Perú, la UNFPA ha


participado conjuntamente con USAID en prácticamente todas las actividades
contribuyendo a la financiación. Es importante tomar en consideración que los
principales contribuyentes de fondos para UNFPA son precisamente los EE.UU. de
Norteamérica", sostiene el texto elaborado por el poder legislativo.

Mujeres sostienen carteles en contra de las esterilizaciones forzadas durante una protesta en Perú - 2015 / Mariana
Bazo / Reuters

María Ysabel Cedano considera que al margen de todos los eufemismos usado por
el fujimorismo, "en los hechos hubo una política de control de población a través
de la violación los derechos reproductivos de las mujeres, esterilizándolas sin
garantizar consentimiento previo, libre e informado. Pero además no de mujeres
cualquiera, sino de mujeres analfabetas, quechua hablantes, campesinas e
indígenas".
La pesadilla continúa
Si bien los cientos de miles de casos de esterilizaciones forzosas en Perú fueron
cubiertos ampliamente por la prensa internacional y hasta llegaron a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), las cosas parecieran no haber
cambiado mucho en la región. Aunque hasta el momento no se puede hablar de
planes sistemáticos de control agresivo de la reproducción impulsados por los
Estados latinoamericanos, las esterilizaciones sin consentimiento siguen siendo una
realidad, particularmente para mujeres con VIH.

Un informe de 2013, realizado por la organización Balance Promoción para el


Desarrollo y Juventud A.C, encontró que se violaron los derechos reproductivos
de mujeres con VIH en México y en tres países centroamericanos. De un total de
337 mujeres entrevistadas, 20 de ellas reportaron haber sufrido presiones u
obligadas a esterilizarse en México, 10 en El Salvador, siete en Nicaragua y seis en
Honduras.

“Hay una lógica eugénica detrás de todo esto que dice que esta gente
no debería tener bebés porque no son aptos”Alexandra Minna Stern, profesora de
Cultura e Historia Americana de la Universidad de Michigan.
"Las mujeres indígenas o de color en América Latina siguen siendo el objetivo de las
esterilizaciones. Quizás se trate de una serie de casos específicos, no se si llega a ser
un patrón, aunque puede serlo. Pero la idea detrás de esto es que estas mujeres son
una amenaza y su condición de enfermas indica que no deberían ser madres", afirma
Alexandra Stern, profesora de Cultura e Historia Americana de la Universidad de
Michigan.

Más recientemente, Amnistía Internacional publicó un documento que confirma


que aún continúan las esterilizaciones forzadas en México y otros países de la
región.
El informe cuenta la historia de varias mujeres que sufrieron estos abusos en América
Latina. Entre ellas está el caso de Michelle, una madre de 23 años del estado
mexicano de Veracruz que se enteró que era VIH positivo durante un chequeo
médico cuando ya estaba embarazada de cuatro meses.
El día que llego al hospital para dar a luz, Michelle se encontró con un cartel sobre
su cama que decía 'VIH'. Luego el doctor le dijo que tenían que operarla para evitar
futuros embarazos. Si bien Michelle se negó, los médicos la ignoraron y llevaron a
cabo la esterilizaciónde todas maneras.
Según sostiene Stern, la argumentación detrás de estas esterilizaciones podría ser
económica y vinculada a la salud pública, pero si uno profundiza, los motivos
verdaderos se hacen evidentes: "Hay una lógica eugénica detrás de todo esto que
dice que esta gente no debería tener bebés porque no son aptos, o porque están
enfermos o porque simplemente no son la clase de ciudadano que debería seguir
reproduciéndose", concluye.

Ignacio Fernández Albano

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