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ENCICLOPEDIA CONC ISA

DE FILOSOFIA
y FILOSOFOS
Ba Jo la duec crcn de

J. O . Urmson

C ATEDRA
Enciclopedia concisa
de filosofía !1 filósofos
Enciclopedia concisa
de filosofía y filósofos

Bajo la dirección
de
J. O. URMSON

I1 EDICIONES CÁTIDllA, S. A. Madrid


índice

INTRODUCCIÓN 11

ENCICLOPEDIA 19

~OTAS SOBRE LOS COLABORADORES 397

BIBLIOGRAFÍA '" '" 403


Agradecimientos

Quisiéramos dar las gracias a Arthur E. Murphy, de la Texas University en


Austin y a Emerson Buchanan, director del [ournal 01 Philosopby, en la Colum-
bia University de Nueva York, por su gran ayuda en la lectura del texto.
Lista de colaboradores

J. L. Ackrill Stephen Korner


H. B. Acton T. D. Mabbott
A. Hilary Armstrong Alasdair Macintyre
Sir Alfred J. Ayer D. M. Mackinnon
Errol Bedford D. G. C. MacNabb
Sir Isaiah Berlín Philip Merlan
Karl Britton Ernest Nagd
joseph G. Dawson P. H. Nowell-Smith
M. A. E. Dummett James O'Connell
Dorothy M. Emmet D. J.O'Connor
A. C. Ewing R. S. Peters
Marvin Farber Anthony Quinton
J. N. Findlay Richard Robinson
Thomas Gilby Erwin 1. J. Rosenthal
Roland Hall Gilbert Ryle
R. M. Rare Ruth Lydia Saw
R. Harré P. F. Strawson
H. L. A. Hart F. A. Taylor
D. J. B. Hawkins Ivo Thomas
P. L. Heath J. O. Urmson
Ronald W. Hepburn James Ward Smith
Edmund Hill G. J. Warnock
Walter Kaufmann Alan R. White
1. G. Kidd B. A. O. Williams
G. S. Kirk
Introducción

Es probable que existan campos de la investigación en los que el feliz com-


pilador de una enciclopedia tenga por tarea principal la recolección de un con-
junto de informes imparciales acerca de los principales resultados aceptados; esto
podría parecer cierto de las ciencias exceptuando las fronteras mismas de la
investigación reciente y las especulaciones sobre zonas marginales. Pero en filoso-
fía, y por razones que expondremos más adelante en esta introducción, no hay
ningún conjunto de resultados aceptados a los que se suscriban todos los exper-
tos; «no existe una sola materia dentro de su esfera que no siga estando en
disputa», dijo Descartes en el Discurso del Método, y este enunciado es tan
cierto ahora como lo fue en el siglo XVII. Por tanto, cualquier conjunto de res-
puestas a los principales problemas de la filosofía, por muy eminentes que sean
sus autores, o bien no representará más que uno de los incontables puntos de
vista, constituyendo un manifiesto partidista, o bien incurrirá constantemente en con-
tradicciones. De 10 que se sigue que una enciclopedia de filosofía no puede pro-
ponerse dar respuestas con autoridad a los problemas filosóficos sin decepcionar
a sus lectores representando como una respuesta aceptada 10 que en realidad es
una opinión rival o confundiéndoles con una serie de respuestas inconsistentes;
siendo esto así, nos ha parecido mejor no intentar responder en absoluto a ninguna
de estas cuestiones.
Por tanto, en esta enciclopedia será buscada en vano la clave del enigma del
universo, así como declaraciones acerca de la realidad o de la materia, la objeti-
vidad o subjetividad de los criterios morales, o la relación de mente y cuerpo;
pero quedan muchas tareas útiles que sí puede realizar una enciclopedia de filo-
sofía. Primero es posible dar explicaciones de los principales términos técnicos
usados por los filósofos de todos los matices de opinión; términos tales como
«analítico», «categoría», «universal», «dialéctica» y «dato sensible» se usan cons-
tantemente en los textos filosóficos y no pueden ser explicados de forma adecuada
ni siquiera por el mejor diccionario. En segundo lugar, se puede dar cierta infor-
mación de las principales respuestas a las cuestiones filosóficas, existiendo posi-
ciones estandar que son mantenidas con la suficiente frecuencia como para que
se les dé un nombre como realismo, idealismo, monismo, dualismo, nominalismo,
conceptualismo, racionalismo y empirismo; estos «ismos- son esqueletos de posi-
ciones más que respuestas completas y de ningún filósofo digno de consideración
puede decirse adecuadamente que mantiene combinación alguna de estos «ismos»,
pues siempre tendrá su propia contribución peculiar que hacer; pero es imposible
la lectura de la filosofía sin el entendimiento de estos términos, por peligrosos y
equívocos que sean muchos de ellos.
En tercer lugar se pueden describir sumariamente las obras y opiniones de
filósofos individuales, sin duda no como sustitutivo adecuado de la lectura del
INTRODUCCIóN 12
filósofo mismo, sino para proporcionar una base informativa o como una guía
preliminar de la lectura de sus obras.
Finalmente, se pueden dar algunas indicaciones de los campos principales de
la investigación filosófica mediante artículos sobre lógica, metafísica, epistemología,
ética y estética que intenten explicar cuáles son los problemas que preocupan a
los filósofos dentro de esos campos. La mayoría de los artículos de esta enciclo-
pedia caen dentro de uno de estos cuatro grupos -explicaciones de términos
técnicos, descripciones de «isrnos» bien conocidos, exposiciones de filósofos indi-
viduales y descripciones generales de los principales campos de investigación filo-
sófica. Incluso en estos artículos el escritor más honesto y más desprovisto de pre-
juicios tiene que ser parcial hasta cierto punto, puesto que debe seleccionar, ex-
plicar e interpretar; pero, si tiene presente esta condición inevitable, el lector
puede esperar con confianza recibir información correcta y no expresiones parti-
distas de opinión.
Esta enciclopedia es concisa. Y ser concisa exige ciertamente la omisión de
todo el material superfluo, pero el compilador todavía se enfrenta con decisiones
difíciles. ¿Tiene que intentar incluir artículos sobre todos los temas de los que
un lector pudiera esperar razonablemente obtener información? El intento estaría
condenado al fracaso, pero aun así esto podría realizarse al precio de hacer
muy cortos todos los artículos. Más aún, este procedimiento adolece de la des-
ventaja decisiva de que hay muchos temas de los que no se lograría decir nada
que valga la pena dentro del ámbito de un artículo breve. Las fechas de la
muerte y el nacimiento de Kant y una lista de sus obras más importantes podrían
darse en un artículo de cien palabras; pero si se quiere dar una información de
las opiniones de Kant es cierto que cualquier cosa que se diga en uno o dos bre-
ves párrafos será más que inútil, pues sería enormemente ininteligible, y si fuera
inteligible sería erróneo. De hecho, el artículo sobre Kant que hay en esta enci-
clopedia contiene unas seis mil palabras; el lector informado verá con prontitud,
y al lector no informado le pediremos que 10 acepte, que se trata de una des-
cripción de la filosofía de Kant todo lo simple y clara que puede ser para que
sea compatible con la precisión y que nada de lo que contiene podría ser omitido
en ninguna exposición de Kant que intentara hacerle justicia; seis mil palabras es
en este caso la extensión mínima compatible con la precisión y la inteligibilidad.
Así, la brevedad extrema en los artículos individuales no es un método razona-
ble para alcanzar una brevedad general. El número total de artículos incluidos ha
sido restringido según el principio de que es mejor tener un número razonable
de artículos útiles que un gran número de artículos inútiles, aunque seleccionar
tiene sus inconvenientes. Aparte del esfuerzo obvio por incluir 10 importante en
vez de lo no importante y por anticipar aquello que es más probable que el lector
busque, diversos principios de selección han desempeñado un papel del que puede
ser útil informar al lector.
Primero, y esto es 10 más importante, se ha escogido una interpretación razo-
nablemente estrecha de qué constituye la filosofía, interpretación que se conforma
más al uso de los filósofos profesionales de la tradición occidental que al uso
popular. En el pensamiento popular un filósofo es un hombre de elevados prin-
cipios que es inmune en la medida de lo humanamente posible a los intereses y
problemas a corto plazo de los mortales ordinarios, calmado y ecuánime cara a la
adversidad, que tiene un mensaje para los seres humanos acerca de cómo pueden
vivir mejor y más sabiamente, mensaje que se llama «una filosofía de la vida».
Pero, aun cuando los tienen, los grandes filósofos de la tradición occidental no
han alcanzado la fama por estos rasgos; Platón, Aristóteles, Aquino, Descartes,
Locke, Berkeley, Hume, Kant y los otros grandes de la filosofía occidental al-
canzaron su grandeza por caminos bastante distintos a éste, y en general estaría fuera
de lugar preguntar por su «filosofía de la vida». Quizá durante un corto periodo,
en la época del nacimiento de Cristo, cuando los sabios estoicos y epicúreos con-
tendían acerca de cómo se debe vivir, se haya conformado la filosofía de occidente
a la imagen popular. Con unas pocas excepciones notables, la filosofía oriental ha
estado tradicionalmente más de acuerdo con esta concepción popular. Al decidir
13 INTRODUCCIúN
limitar el alcance de nuestro estudio a la filosofía practicada por los grandes filó-
sofos occidentales hemos excluido, por tanto, la filosofía oriental tradicional. Esta
decisión no contiene sugerencia alguna de que no valga la pena prestar atención
a los sabios budistas y confucianos; la simple verdad es que sus logros no están
estrechamente relacionados con los de los filósofos occidentales y que no es po-
sible incluir ambos temas dentro de los límites de una enciclopedia concisa. La
decisión de cómo vivir es sin duda más importante que cualquier lucha intelec-
tual por el entendimiento teórico; pero este último es el objetivo de la filosofía
occidental.
Un segundo principio de selección ha sido que se ha concedido prioridad a
las necesidades de los lectores no . especialistas y los artículos de problemas muy
técnicos y los filósofos que se especializaron en éstos han sido, por tanto, restrin-
gidos a un mínimo; así, se han omitido las especulaciones más abstractas de la
lógica -no hay, por ejemplo, ningún artículo sobre Lord Keynes cuya única con-
tribución impresa a la filosofía fue un tratado importante, pero muy abstruso,
sobre probabilidad. Los lectores que puedan abordar con provecho tales temas y
autores no necesitarán la guía de esta enciclopedia.
En tercer lugar se ha supuesto que el lector no es políglota; por tanto, aque-
llos filósofos de cuyas obras no se dispone traducción han sido omitidos o se les
ha dado un tratamiento quizá más breve del merecido. Por tanto, esta enciclope-
dia no pretende ser una guía comprehensiva de la filosofía moderna, aunque se
esfuerza por extenderse más allá de los confines de las modas filosóficas contem-
poráneas americanas e inglesas.
Pero sería vano pretender que se pueda dar un motivo racional de cada in-
clusión y cada exclusión; aparte de los meros descuidos atribuibles a error humano
del compilador, hay ineviablemente algunas decisiones sobre el contenido que
son marginales y arbitrarias. El compilador expresa aquí y ahora sus excusas a
aquellos que hubieran escogido de manera diferente; hubiera añadido más cosas
de haber podido, pero de hecho toda adición a lo que hay hubiera implicado la
exclusión de algo que se ha incluido.
En la elección de artículos la decisión más difícil lo ha sido con respecto a los
filósofos vivos, cuya obra, todavía, está en progreso. Se han incluido muchos filó-
sofos vivos, pero aquellos cuya obra aún está en progreso han sido tratados con
una brevedad que no es indicativa de sus méritos, y a aquellos cuyos escritos son
fácilmente accesibles en forma de libro se les ha dado preferencia sobre los que
han escrito, principalmente, en revistas especializadas. En este campo particular ha
sido imposible considerar el mérito como principio único de selección.
Quizá recuerde el lector nuestra primera declaración de que los artículos que
intentan responder directamente a los grandes problemas de la filosofía se han
evitado porque en filosofía no hay respuestas aceptadas y, por tanto, cualquier
respuesta que aquí se pudiera dar sería inevitablemente partidista y en este sen-
tido inadecuada para el contenido de una enciclopedia. Esta declaración bien po-
dría sonar a un ataque hostil a la filosofía y sentar la base para la opinión, expre-
sada con bastante frecuencia, de que el estudio de la filosofía es una locura y un
fastidio ocioso. ¿No parece que la filosofía es una vana pérdida de palabras que
el hombre que tenga los pies en tierra debe evitar? Quizá valga la pena exa-
minar las razones de esta falta de resultados aceptados para ver si ello justifica
el resto de los duros reproches a los que está sujeta la filosofía.
«Filosofía» es la transcripción de una palabra griega que generalmente se tra-
duce por «amor a la sabiduría», pero que quizá esté mejor traducida por «amor
al conocimiento». El conocimiento todo nunca ha sido incluido dentro del campo
de la filosofía; las piezas particulares de la información práctica que no tienen
relación teórica nunca se han incluido dentro de la provincia especial del filó-
sofo; puede que éste conozca el nombre de sus vecinos y cómo mezclar un
cocktail, pero esto no cuenta como parte de la erudición filosófica. Pero debemos
hacer hincapié en que originariamente la filosofía incluía muchos campos. de la
investigación que ahoracuentancorno algo .que está fuera de la competencia del
INTRODUCCIóN 14
fil6sofo, incluyendo todo lo que ahora llamaríamos ciencia; incluso la geografía
era considerada parte de la filosofía por el gran geógrafo griego Estrabón; ge-
neralmente, cualquier investigaci6n incitada por la curiosidad te6rica más que
por necesidades prácticas inmediatas era contada como filos6fica en la aceptación
original de la palabra.
Gradualmente, conforme se iban desarrollando lo que ahora llamamos ciencias,
se hizo conveniente distinguir diversos intereses especiales dentro de la filosofía,
tales como «filosofía natural», «filosofía mental» y «filosofía metafísica». Pero
en época tan tardía como el siglo XVII, en los tiempos de Newton, todavía se
pensaba que la filosofía natural tenía meramente un interés especial dentro de un
único tema; para Newton, la filosofía natural, en la que se especializó, estaba lejos
de ser una disciplina tan estrecha como lo es la física moderna, como queda
bien indicado cuando dice en los Principia: «y así en gran medida por lo que
se refiere a Dios, cuyo discurso a partir de las apariencias de las cosas pertenece
sin duda a la filosofía natural.» Pero a medida que avanzaba el conocimiento
primero de la matemática pura, después de la naturaleza física del mundo, más
adelante de su naturaleza química, estos estudios se convertían en ocupaciones
de especialistas a [ull-time con métodos bien probados de sus propios vocabula-
rios técnicos; de ser una mera provincia de los intereses del fil6sofo se convir-
tieron en disciplinas por sí mismas. La biología, el campo de la filosofía al que
Arist6teles hiciera en un principio tan grandes contribuciones iba a ser la si-
guiente en separarse; aún a mediados del siglo XIX Herbert Spencer pudo escribir
un sistema de filosofía que empezaba por los primeros principios metafísicos,
acababa con un tratado de ética e incluía un volumen sobre biología en el cen-
tro, aunque ésta ya se estaba convirtiendo en una disciplina separada. La psico-
logía, que solía ser llamada ciencia mental o filosofía mental, se ha convertido en
una disciplina especial s610 para el sentir actual, y en Oxford y Cambridge se la
sigue enseñando normalmente en conjunci6n con la filosofía. La lógica, aunque se
incluye en esta enciclopedia como filosofía, se está volviendo tan técnica que en
algunas universidades es más enseñada en los departamentos de matemáticas que
en los de filosofía.
Así, vemos que el campo de la filosofía se ha ido contrayendo gradualmente.
Todos los estudios te6ricos fueron en su infancia parte de la filosofía; dejaron
de serlo solamente cuando se convirtieron en disciplinas establecidas con métodos
técnicos propios y con resultados en los que había acuerdo. Así, nos viene a la
mano una explicaci6n de por qué no hay resultados en los que haya acuerdo
en filosofía; y es que siempre que en un campo cualquiera de la filosofía (o lo
que hasta entonces se había contado como filosofía) encontramos un método se-
guro de procedimiento y un modo de probar las hip6tesis en el que hay acuerdo,
dejamos de llamar filosofía a ese campo. La filosofía es, pues, la madre fisípara
de todas las ciencias; todas ellas fueron parte de ésta, ella les dio nacimiento y
las atendi6 en su débil infancia; ahora que son mayores afirman su independencia
a la manera natural de los niños.
Ya tenemos aquí una justificación suficiente de la ocupaci6n de la filosofía
como la fuente original de todo entendimiento- teórico del mundo y, por tanto,
indirectamente, del dominio que tenemos sobre el entorno. Sería precipitado,
además, suponer que ya no hay más nuevas ciencias que sigan siendo cuidadas
por la filosofía en su estadio de desarrollo infantil. Si parte de la actividad de
los fil6sofos sigue siendo la primera tentativa bruta en nuevas ciencias, ésta lle-
gará a algo, al menos a explicar la continua falta de resultados en los que haya
acuerdo en filosofía; pues hasta que una ciencia se ha establecido totalmente na-
die puede estar seguro de cuáles son los métodos válidos para aproximarse a
ella y ni siquiera de qué podemos esperar lograr en su prosecuci6n; lo único que
podemos hacer es avanzar a tientas de manera inteligente hacia un método hasta
que llegue el genio afortunado que sitúe a la ciencia sobre una base firme -y de
ahí en adelante este genio será conocido no como filósofo sino como el primer
«oO.610go».
Nadie puede decir cuántas serán las nuevas ciencias que se desprenderán de la
INTRODUCCIÓN
filosofía con e! correr de los tiempos, aunque sería temerario suponer que e!
proceso está acabando. Pero ahora surge la cuestión de si debemos suponer que
ésta es la única función de la filosofía, de si debemos considerar a los filósofos
como parteras de ciencias embrionarias. Debemos preguntar si todo aquello sobre
lo que los filósofos. están trabajando ahora se convertirá algún día en un con-
junto de ciencias especiales o si será reconocido como vano e inútil, como la
astrología y la adivinación; o si existe alguna provincia distintiva de la filosofía
diferente de las ciencias, de tal modo que la salvaguarda de las ciencias jóvenes
no será más que una ocupación parcial para el filósofo.
En la historia de la filosofía ha habido muchas pretensiones de establecer
campos especiales de la investigación filosófica en los que los resultados pudieran
ser contados como resultados o descubrimientos de la filosofía. A veces, la filo-
sofía ha sido considerada en sí misma una ciencia, pero en cuanto que se distingue
de otras ciencias por su objeto especial; mientras que las otras ciencias, las lla-
madas ciencias empíricas -física, biología, psicología y demás-, tienen la tarea
de investigar e! mundo sensible, la filosofía, según esta opinión, tiene la tarea de
investigar el mundo inteligible que subyace a las apariencias a las que las otras
ciencias están confinadas, investigación que debe proceder mediante una argu-
mentación puramente intelectual y que no puede contar para nada con los senti-
dos. También otras veces a la filosofía se le ha asignado la tarea de traer a la
luz los principios muy generales que se supone que son comunes y que subyacen
a todas las ciencias, o la de dar una descripción del mundo que lo abrace todo
con base en los descubrimientos de todas las ciencias especiales, o la de proporcio-
nar una crítica general de las ciencias (propósito éste peligroso y pretencioso),
o la de traer a la luz los presupuestos últimos de todo nuestro pensamiento.
Aunque han sido sugeridas algunas de estas tareas, apenas han sido intentadas;
cuando otras han sido intentadas generalmente han parecido meras especulaciones,
quizá ininteligibles, sin duda injustificadas, para todos excepto sus autores. No es
sobre la base de pretenciones semejantes como podemos esperar encontrar una
justificación mayor de la filosofía ni un campo especial de la investigación filo-
sófica, a pesar de que muchos de los filósofos que formularon tales pretensiones
han hecho grandes contribuciones a la filosofía que nosotros no podemos olvidar.
Hemos visto que una explicación de la falta de resultados filosóficos especia-
les es que cuando se obtienen éstos se cuentan como e! comienzo de alguna
ciencia autónoma y dejan de contar como pertenecientes a la filosofía. Debemos
pasar a ver ahora que hay otras áreas de la filosofía en las que se progresa
cuando lo que era un problema deja de serlo. Aquí no se pueden apuntar re-
sultados positivos como parte de los descubrimientos de la filosofía simplemente
porque e! progreso consiste en hacer que los hombres dejen de estar perplejos,
que dejen de pensar que se hallan enfrentados a un problema, allí donde en una
ocasión estuvieron perplejos. Quizá en este asunto de hacer desaparecer los pro-
blemas aparentes tenemos al menos una de las funciones características de la fi-
losofía. Una simple ilustración ayudará quizá al lector a captar lo que aquí hay
en cuestión, aunque por la naturaleza misma del caso pueda parecer una ilus-
tración trivial: en la primera parte de! siglo v a. C. una serie de hombres muy
inteligentes comenzaron a quedar perplejos ante la posibilidad de hacer enunciados
negativos; pues, como ellos argüían, si decimos «El gato no es blanco» la pri-
mera parte de lo que decimos es «El gato no es»; pero si el gato no es, entonces
no hay ningún gato, no hay nada de lo que decir algo, y debemos guardar silen-
cio; sólo es permisible hablar de lo que es. Estos hombres inteligentes eran, desde
luego, tan conscientes como nosotros de que ese argumeno repugnara al sentido
común, o como Parménides lo planteó, a la opinión; pero ellos estaban resueltos
a seguir el argumento dondequiera que pudiera llevarles sin miedo al ridículo
ante las personas respetables. Platón resolvió esta dificultad señalando que decir
que el gato no es blanco no es negar que haya un gato sino que es decir que
es una cosa distinta de blanco; en lenguaje técnico, se distinguieron los usos
existencial y predicativo del verbo «ser». Aquí tenemos, pues, la eliminación de
una confusión simple, aunque ni estúpida ni ingenua; pero no tenemos resultados
INTRODUCCIóN 16
positivos, ni siquiera el resultado de establecer la naturaleza de la negación, pues;
como más tarde mostraría la historia con mucha claridad, seguía siendo posible
estar confundido y perplejo con respecto a la negación de formas nuevas que
Platón no previó. Los enunciados negativos le resultan muy extraños a cualquiera
que reflexione sobre ellos y nunca dejarán de producir perplejidades; cuando se
elimina una perplejidad, entonces se ha progresado filosóficamente, se ha progre-
sado hacia la claridad; pero apenas hay resultados positivos que puedan ser con,
tados como conocimiento filosófico. La historia de la filosofía está llena de ejem-
plos similares, siendo algunos de ellos mucho más complejos que el que acaba-
mos de describir; puede que los grandes filósofos no hayan encontrado las so-
luciones finales a éste o aquél problema, pero como resultado de su obra hay
algunos modos de estar perplejos respecto de algunos problemas en los que no
necesita volver a caer ningún estudiante que haya leído su obra. Quizá no haya,
desde luego, una solución final a estos problemas, sino sólo una lucha continua
para no estar desconcertado ni cegado, para no caer en una confusión conceptual.
Es probable que todos los filósofos estén de acuerdo en que algunos .logros
de la filosofía son mejor descritos como el destierro de alguna confusión que como
un descubrimiento positivo. Desde luego, que algunos filósofos modernos han
deseado afirmar que todos los problemas genuinamente filosóficos son más bien
perplejidades que hay que resolver que preguntas a las que hay que responder;
los filósofos de influencia wittgensteiniana están particularmente asociados a esta
opinión, que es notablemente expresada en las Investigaciones filos6ficas,de
Wittgenstein. Al hacer esta afirmación desean en parte excluir de la filosofía al-
gunas cuestiones que reconocen que no son de la variedad de las «perplejidades»
-<:uestiones de psicología y de juicios de valor, por ejemplo, y hasta aquí la úni-
ca pregunta es hasta dónde estaremos bien aconsejados en extender el uso de los
términos «filosofía». Pero también desean afirmar que muchos de los problemas
centrales de la filosofía, tales como la cuestión del libre albedrío y el problema
de la justificación de la inducción, en contra de las apariencias, son de este tipo
-perplejidades que surgen de nuestra confusión conceptual solamente y que des-
aparecerán sin más en cuanto podamos despejar nuestras mentes de estas confu-
siones. Acerca de esto, todo lo que se puede decir que resulte útil en una intro-
ducción imparcial es que no existe un método ni una respuesta en los que haya
acuerdo para ninguna de estas cuestiones centrales y que, por tanto, no podemos
saber si son de una naturaleza o de otra; pueden llegar a ser respondidas por
alguna ciencia nueva que todavía no se ha inventado, pueden resultar ser confu-
siones conceptuales, o puede resultar que requieran algún tratamiento nuevo y
específicamente filosófico, o puede que queden sin resolver para siempre, o puede
que algunas resulten ser de un tipo y otras de otro; ahora no lo podemos decir
porque ni siquiera hemos logrado aclarar qué tipo de respuesta sería satisfactoria,
pero ciertamente no podemos estar de acuerdo con el superficial consejo de la des-
esperanza que nos urge a olvidarlos.
Pero se puede decir algo más en respuesta a la acusación de que la filosofía
no alcanza resultados. Incluso respecto de los problemas que cualquier persona
imparcial debe admitir que siguen sin ser respondidos por los filósofos de ninguna
forma concluyente ha habido grandes progresos; todos los métodos posibles de
aproximación que hasta ahora se han pensado han sido mejorados continuamente;
cuestiones que previamente estaban confundidas unas con otras están siendo dis-
tinguidas continuamente, nuevas dificultades en las opiniones antiguas están sien,
do continuamente descubiertas. Imaginar que la filosofía está inmóvil sería caer en
un gran error; está cambiando continuamente, y cambiando a mejor, aun cuando.
no alcanza nunca su fin.
No estaría justificado que fuéramos más allá en esta cuestión de la naturaleza
de la filosofía y de las razones de la escasez de «resultados en filosofía». Ya se
ha dicho lo suficiente para aclarar que en una enciclopedia como ésta no pode-
mos suministrar respuestas autorizadas a cuestiones filosóficas, sino que debemos
limitarnos a explicar los diversos términos técnicos usados por los filósofos .en
sus intentos de responder a estas cuestiones, a describir las respuestas dadas por
17 INTRODUCCIóN
diversos grandes filósofos, y a describir algunas de las formas de intentar respon-
derlas que existen. El lector debe, pues, leer más cosas por sí mismo -la biblio-
grafía incorporada le permitirá encontrar algunos libros para una lectura poste-
rior sobre la mayor parte de las cuestiones centrales en filosofía- y, sobre todo,
debe ir más lejos en su pensamiento. No solamente no hay respuestas a la mano en
filosofía, ni siquiera hay autoridades que puedan actuar como árbitros en los
debates; al final, cada persona debe resolver las cuestiones filosóficas de acuerdo
con el peso que le parezca que tienen los argumentos que otros le pueden pro-
poner en consideración.
Pero si no se deben esperar respuestas últimas a las cuestiones filosóficas en
una enciclopedia ni en ningún otro libro, el principiante en filosofía podría pre-
guntar con razón cuál es el mejor plan de campaña para mejorar su capacidad fi-
losófica. Como esperamos que esta enciclopedia sea un libro de referencia útil
para él, es razonable que aquí intentemos darle alguna guía de cómo aproximarse
mejor a la inmensa cantidad de libros de filosofía. Probablemente mucha gente
que decide estudiar filosofía comienza leyendo algunos libros de texto publicados
para principiantes o alguna historia general de la filosofía, y esto bien puede
parecer la cosa más lógica. Pero tal forma de lectura corre el riesgo de resultar
demasiado insípida y poco gratificante, y hay muchas razones por las que con-
viene comenzar por un plan bastante distinto. Aconsejaríamos al principiante en
filosofía que comenzara leyendo a alguno de los grandes clásicos de la filosofía
más simples, como, por ejemplo, los Diálogos entre Hylas y Filón, de Berkeley; el
Discurso del Método, de Descartes; el Ensayo sobre el entendimiento humano, de
Hume; La República, de Platón; el Utilitarismo, de Mill, y Los problemas de filo-
sofía de Russell. No recomendamos estos libros porque el editor de esta enciclopedia
esté de acuerdo con ellos ni porque crea que el lector va estarlo; nadie podría
estar de acuerdo con ellos, porque disienten entre sí. Los recomendamos por ser
productos apasionantes y atrevidos de algunas de las más grandes inteligencias fi-
losóficas que han tratado los temas filosóficos y por ser simples en el sentido de
que su intención general quedará clara inmediatamente a cualquier lector atento,
aunque nunca los agote. Todo lector de libros tales como éstos (los libros y no
meras selecciones de ellos) que no logre interesarse, puede suponer con seguridad
que la filosofía no es para él. Una vez realizado este comienzo, el principiante
deberá encontrarse capacitado para ir más allá con la ayuda de esta enciclopedia y
bajo la guía de sus propios intereses. Con estas recomendaciones no intentamos
desde luego sugerir que los libros de texto y las historias de la filosofía no
deben leerse, sino solamente aconsejar al principiante solitario que no las con-
vierta en su dieta exclusiva al comienzo de sus estudios.
El lector ha sido advertido insistentemente de que en filosofía no hay autori-
dades que puedan darnos una respuesta a los problemas filosóficos aceptada y
con autoridad. Pero hay, esto no es necesario decirlo, filósofos más capaces y
menos capaces; hay filósofos que pueden y desean hablar claramente y otros cuyas
palabras son tan oscuras como sus pensamientos; hay filósofos que han estudiado
cuidadosamente lo que otros tienen que decir y otros cuyo conocimiento histórico
es menos seguro. Tanto el compilador como el lector pueden sentirse afortunados de
que muchos de los filósofos más eminentes y más capaces de nuestros días hayan
accedido a contribuir a este volumen y hayan aceptado la tarea de hablar tan
clara y simplemente como lo permite la exigencia de precisión. El lector debe es-
perar, desde luego, algunas variaciones en el nivel de la dificultad, y la filosofía
nunca es fácil; sería imposible e insensato tratar de hacer, por ejemplo, un articulo
sobre un lógico medieval que fuera tan simple como el articulo básico de lógica;
pero, aunque muchos de los artículos interesarán al experto más avanzado, siempre
se ha dado prioridad a los intereses del profano inteligente.

j. O. URMSON

2
A

ABELARDO, Pedro (c. 1709-1142), na- siderar los factores separadamente sin
cido en Bretaña, Francia. Los deta- que por ello les considere separados
lles de su tormentosa vida pueden entre sí dio una respuesta dialéctica
encontrarse en la carta autobiográfi- oportuna a la cuestión tal y como fue
ca, conocida como Historia Calami- suscitada por BOECIO y dejó el cami-
tatum. De todos los acontecimientos no libre para una explicación más
de la vida de Abelardo el más famo- completa que más tarde sería sumi-
so es la seducción de Eloísa, sobri- nistrada por la psicología aristotélica.
na del canónigo Fulberto de Notre También escribió Abelardo un tra-
Dame; cuando hubo nacido el hijo tado de ética, Scito Te ipsum, que
de ambos se casaron en secreto, pero enfatiza el elemento subjetivo de la
los hermanos de Eloísa irrumpieron conducta humana y acentúa la im-
en la habitación de Abelardo duran- portancia de la intención para la ca-
te la noche y lo castraron. Como con- lificación moral de una acción.
secuencia, Eloísa se hizo monja y Abe- (J. G. D.)
lardo, monje.
Abelardo es citado en la historia AGUSTíN (354-430), San, también co-
de la filosofía por su habilidad como nocido como Aurelio Agustín y
DIALÉCTICO y por su contribución a Agustín de Hipona. Nació en Tagasta,
la solución del problema de los UNI- Numidia (Souk-Ahras, en Argelia, lin-
VERSALES. Estudió lógica con Rosee- dando con Túnez. Su madre fue cris-
lino, profesor nominalista, y discutió tiana, su padre, pagano. Agustín re-
más adelante con el teólogo realista cibió una educación completa en re-
Guillermo de Champeaux en París. tórica, disciplina presidida por el es-
Los detalles de este debate, junto píritu de Cicerón. Antes de cumplir
con un informe de las sucesivas pos- los veinte años le había dado la es-
turas que fueron tomando, se encuen- palda a la Cristiandad, menos repeli-
tran en los tratados de lógica de Abe- do intelectualmente por la extrañeza
lardo, Sobre el género y las especies de sus doctrinas que por la crudeza
y las Glosas a Porfirio. de estilo y contenido de las Escritu-
Abelardo se mantiene firmemente ras. Sus cánones de comportamiento
en el principio de que sólo existen tampoco congeniaban con él, y aún
los individuos y que los términos uni- muy joven ya se había establecido en
versales, siendo algo más que meros Cartago con una amante y una cáte-
nombres, obtienen su contenido sigo dra de retórica.
nificativo de la capacidad de abs- Su mente enérgica y curiosa había
tracción de la mente. La famosa quedado prendida en el amor a la fi-
fórmula de que la mente puede con- losofía por el Hortensias, de Cicerón,
AGUSTtN 20
obra actualmente perdida, que leyó de pasar un hombre de no ser sabio a
a los dieciocho años. Esto le embarcó serlo. Para hacerlo debe desear la sa-
en una avenura intelectual que le lle- biduría que le falta. Pero el deseo im-
varía primero al maniqueísmo des- plica conocimiento de la cosa desea-
pués al ESCEPTICISMO total de los aca- da. El deseo de sabiduría implica, por
démicos; después, cuando estaba ocu- tanto, carencia de sabiduría y pose-
pando una cátedra de retórica en Mi- sión de ésta, esto es, conocimiento
lán, al NEOPLATONISMO; y, finalmen- de ella, al mismo tiempo. Este acerti-
te, a los treinta y dos años, a lo que jo se lo plantearon a Agustín los
él mismo solía llamar la Cristiandad Académicos, para quienes la sabidu-
católica. Fue bautizado en Milán en ría consistía en saber que no pode-
la Pascua del 387, unos nueve me- mos conocer nada, e hizo uso de ello
ses después de su conversión. en De Utilitate Credendi en contra
En el año 391 fue ordenado sacer- de sus amigos maniqueos, que pensa-
dote y en el 395 obispo de la ciu- ban tener todas las respuestas. Dia-
dad de Hippo Regius (Bóne, en la lécticamente se libró del impasse
costa argelina). Su genio innato y su del escepticismo mediante lo que se
enérgica devoción a sus deberes pas- ha llamado el Cogito agustiniano: Si
torales le convirtieron pronto en el [allor, sum (si me equivoco, soy). Pe-
líder intelectual del catolicismo afri- ro su verdadero método fue de lo más
cano. Después de ocupar el episco- anticartesiano y podría describirse co-
pado unos treinta años, durante los mo el de la fe sistemática. «Hasta
que ganó una reputación que se ex- que no creas no entenderás» (Isaías,
tendió por todo el imperio, murió en 7,9), fue uno de sus textos favoritos.
Hipona el 28 de agosto del 430, cuan- (Él pensaba, naturalmente, según los
do los vándalos estaban sitiando la textos. A medida que iba envejecien-
ciudad. do, su pensamiento y su expresión se
Sería un gran error suponer que hicieron más bíblicos.) Sólo la fe pue-
la filosofía de Agustín puede ser cien- de proporcionar la base de la que debe
tíficamente valorada aislándola de su partir la búsqueda de la sabiduría,
teología. Su pensamiento siempre es porque es a la vez un conocer, que
concreto, es siempre la expresión de hace posible el amor a la cosa co-
su experiencia personal, como lo fue nocida, y un no conocer, porque el
la experiencia de su conversión a la amor aún es deseo, no goce. La con-
Cristiandad a la que seguiría una vi- versión de Agustín fue su descubri-
da dedicada a enseñarla. Para él la miento de la sabiduría por la fe, y el
Cristiandad era la verdadera filosofía, comienzo de su exploración de ésta
y las escuelas paganas de filosofía eran mediante el entendimiento.
otras tantas teologías falsas o defec- Este método es desplegado de ma-
tuosas. nera más explícita en De Trinitate.
La verdad es una, es divina (es, En esta obra podemos valorar tam-
sin duda, lo que Dios es) y su po- bién el alcance y el peso del plato-
sesión es la felicidad, beatitudo. Agus- nismo agustiniano. Su cosmos está
tín define la beatitud como gaudium construido sobre una dialéctica plató-
de ueritate, goce de la Verdad. Ba- nica; existe el mundo exterior y el
jo el atractivo de la Verdad tuvo mundo interior, lo bajo y lo alto, lo
su vida una cierta y espléndida sim- sensible y lo inteligible y lo carnal
plicidad en relación con ella; primero y lo espiritual. El progreso de la sa-
la búsqueda de la Verdad, después, y biduría es un movimiento de la men-
en el momento de su conversión, el te hacia dentro y hacia arriba dirigi-
descubrimiento de ésta, y tras ello, do a Dios que está en la cumbre y
una vida dedicada a su exploración. en el centro, es un abrirse de la men-
Es la sabiduría lo que proporciona te a la verdad inconmutable, que está
el conocimiento de la Verdad, por lo allí en el interior y en la parte su-
que la búsqueda de la Verdad es una perior, siempre dispuesta a ser ins-
búsqueda de la sabiduría. Uno de los peccionada, una vez que la visión
primeros problemas filosóficos en que mental ha sido purificada por la fe.
se comprometió Agustín es cómo pue- Pero este progreso es, por así de-
21 ALEXANDER
cirlo, un sentimiento propio de re- amó tanto al mundo ... »- y la respues-
flujo a lo largo del canal de influen- ta humana es una respuesta de cari-
cia que viene desde arriba y desde dad, de la cual Agustín casi diría
afuera, causando la participación o que es tan natural como la caída de
reflejo del orden superior en el in- un leño. Amor meus pandas meus
ferior, del Creador en la creatura. (<<Mi amor es mi peso»), dijo. Así
La palabra «Creador» sugiere los pues, como su ética emana de la gra-
límites del platonismo agustiniano. Su cia, antes que del poder de la voluntad,
tema crucial de la imagen divina en y de la relación personal del amor an-
el mundo y en el hombre es más tes que del principio abstracto, está
bíblico que platónico, y depende de completamente libre del áspero puri-
toda la doctrina bíblica de la crea- tanismo que a menudo se le ha ads-
ción. También en virtud de esta doc- crito, y que fue mucho más caracte-
trina Agustín pudo mirar el mundo rístico del pelagianismo al que com-
material con una reverencia imposi- batió con tanto vigor.
ble para un platónico total. La meta (E. H.)
de su visión era la resurrección del
cuerpo, no liberar al alma de la pri- ALBERTO EL GRANDE (1206-1280),
sión del cuerpo. Su doctrina del también conocido como Alberto Mag-
mal como la nada, como una pri- no, Alberto de Lavingen y Alberto
vación, una carencia en el orden de- de Colonia; canonizado en 1931. Na-
bido, marca su clara independencia ció en Lavingen, Suabia, y estudió
del platonismo, así como su emanci- en Padua, donde ingresó en los do-
pación del maniqueísmo. minicos, llegando a ser más adelan-
La Encarnación es una doctrina que te obispo de Ratisbona. Enseñó
concuerda mal con el ultraespiritua- en Colonia, donde murió, y en Pa-
lismo y el intelectualismo de los pla- rís. Viajero, administrador, teólogo,
tónicos, y que se adecúa suavemente fue un experimentador infatigable, es-
al mundo a imagen de Dios de Agus- pecialmente en botánica y zoología.
tín. La imagen divina en el hombre Su temperamento no era distinto del
ha sido borrada por el pecado, que de su contemporáneo Roger BACON,
molesta al orden divino, arruga la que le respetaba a su pesar. Clarificó
superficie lisa. Ésta es restablecida las fuentes de las especulaciones del
por una manifestación trascendente siglo trece, y escribió sobre ARISTÓ-
del orden divino en la que la Pala- TELES con gran simpatía y seguro ins-
bra, la imagen por excelencia, com- tinto de lo que éste quería decir.
pensa al orgullo por la humildad, a Junto con su discípulo Tomás de
la desobediencia por la obediencia, AQUINO condujo el movimiento que
devuelve la vida haciendo perdurar la instaló en el pensamiento cristiano
muerte, y la inocencia sacando las un aristotelismo específicamente nuevo
consecuencia de la culpabilidad. La para la tradición patrística. Pero fue
exposición dialéctica de la Encarna- un pensador menos sintético e impero
ción que hicieran San Pablo y San sonal que Tomás, aunque era más en-
Juan arranca una respuesta inmedia- ciclopedista y sincrético. Escribió so-
ta de Agustín, el diestro retórico. bre Aristóteles según el antiguo es-
La Palabra encarnada es el Camino tilo de paráfrasis y digresión, y está
que tiene el hombre hacia la Pala- cerca de AVICENA y AVERROES. SU
bra que es Verdad, y el Camino ha- sentimiento hacia el neoplatonismo de
cia el Cristo resucitado que es Vida. Dionisio y Proclo desciende a través
La restauración debe proceder des- de sus discípulos -Ulrico de Estras-
de arriba, al igual que la creación. burgo, que murió en 1277, y Die-
Todas las iniciativas son de Dios. De trich de Freiberg, que murió en 1310-
ahí la enseñanza de Agustín sobre la hasta Eckart, Juan Tauler y los mís-
gracia. La libertad humana sólo se ticos dominicos del Rin.
vindica por completo cuando se acep- (T. G.)
ta su derivación incondicional de la li-
bertad divina. La gracia divina se nos ALEXANDER, Samuel (1859-1938), aus-
muestra en la caridad divina -«Dios traliano de nacimiento. Como grao
ANALISIS 22

duado en Oxford se educó en la ta es análisis desde otro. La Repúbli-


tradición IDEALISTA de aquel periodo. ca, de PLATÓN, por ejemplo, puede
Pero se convirtió en uno de los me- considerarse como la construcción en
tafísicos REALISTAS más citados de su el pensamiento de una sociedad per-
tiempo. Fue catedrático de filosofía fectamente justa o como el análisis de
de la Universidad de Manchester du- la idea de una sociedad justa. Lar-
rante muchos años. gas partes de la Ética, de ARISTÓ-
La gran obra de Alexander fue TELES, se refieren al análisis de ideas
Space, Time and Deity, que apa- tan importantes como «acción volun-
reció en 1920. La materia básica del taria», «virtud y vicio», «placer», et-
universo es el espacio-tiempo o mo- cétera.
ción pura y todo lo que hay en él En épocas más recientes la filoso-
se desarrolla a partir de la materia fía continental ha tendido a ser sin-
primaria por un proceso de evolución tética (KANT es una excepción impor-
emergente. Las cosas o sustancias son tan te) y la filosofía inglesa ha ten-
volúmenes de espacio-tiempo con un dido a ser analítica. Para DESCARTES
contorno determinado; en el extremo el análisis de los conceptos sólo era
inferior de la escala de la evolución una preparación para la construcción
se halla la materia, de donde emer- de un sistema de conocimiento basa-
ge la vida y, finalmente, hasta don- do en las «ideas claras y distintas»,
de nos concierne, la mente; pero que se obtenía mediante el análisis;
nadie puede decir qué es lo que emer- y ESPINOZA intentó construir una vi-
gerá en un futuro en el proceso evo- sión del mundo que se dedujera, si-
lutivo. El siguiente estadio por el que guiendo el modelo geométrico, de un
está esforzándose el universo es el pequeño número de definiciones y
de la deidad; Dios está en la reali- axiomas. Por otro lado, los filósofos
zacíón, pero nunca se actualiza. So- ingleses han tendido a sospechar de
bre este fundamento metafísico, que la metafísica constructiva y a intere-
el lector bien puede encontrar oscu- sarse más por el análisis del pensa-
ro, Alexander construye una teoría miento y la experiencia en sus ele-
del conocimiento realista. El conoci- mentos fundamentales.
miento ocurre cuando dos existencias Desde el comienzo de este siglo, la
finitas están copresentes y una (la opinión de que el análisis es o todo
que conoce) es consciente de esta co- o la parte más importante, o el rasgo
presencia; incluso la memoria es un más distintivo de la filosofía ha sido
caso de copresencia de un conocedor ampliamente aceptada en los países
con un acontecimiento que se carac- de habla inglesa. Los filósofos que
teriza por ser pasado. Sólo puede siguen esta tendencia tienen a menu-
haber conocimiento, contemplación, de do muy pocas cosas en común entre
un objeto copresente; Alexander dice sí, a excepción del uso de la pala-
que el que conoce disfruta sólo de bra «análisis» para describir sus di-
sí mismo, sin auto-conocimiento. versas actividades. Todo lo que se
(J. O. U.) puede decir sobre su opinión acerca
de la función de la filosofía -e in-
ANALISIS es una palabra griega que cluso esto no es del todo cierto-s- es
significa la resolución de un todo que la toman, no como la adquisi-
complejo en sus partes. Es opuesta ción de conocimiento nuevo (que es
a SÍNTESIS, que significa la cons- la función de las ciencias especiales),
trucción de un todo a partir de sus sino como la clarificaci6n y articula-
partes. ción de lo que ya conocemos. Se pue-
Los filósofos han tenido siempre den detectar tres posturas principa-
dos fines principales, la construc- les en la práctica del análisis:
ción de sistemas de METAFÍSICA, LÓ- 1) G. E. MOORE cuestionó un
GICA o ÉTICA (síntesis) y la clarifi- supuesto que los metafísicos han pro-
cacién de ideas importantes (análi- pendido a adoptar y que fue adop-
sis). No siempre cabe distinguir ne- tado ciertamente por los IDEALISTAS
tamente entre ambos, puesto que lo que en aquella época dominaban la
que es síntesis desde un punto de vis- filosofía inglesa. Y fue que no cono-
23 ANÁLISIS
cemos todas las cosas ordinarias y concepto complejo por una expresión
monótonas del mundo que afirmamos más larga que pone al desnudo su
conocer. Algunos habían dicho que oculta complejidad. Moore no parece
estas cosas eran realmente falsas; otros, haber utilizado esta técnica con otro
que, aunque fuesen verdaderas, nos- propósito que el de clarificar nues-
otros no podíamos saber que lo eran. tros conceptos; no tenía ninguna teo-
El mundo, tal como aparece ante el ría metafísica y no suponía que las
hombre sencillo, es mera apariencia; cosas que mencionaba en el análisis
la realidad es algo recóndito, comple- fueran en ningún sentido más reales
tamente distinto a lo que creemos o fundamentales que las mencionadas
que es, y sólo puede ser descubierta en el analysandum. ¿Cómo podrían
mediante profundas investigaciones serlo si el analysandum y el análisis
conducidas en algún lenguaje técnico iban a referirse, tal como debían,
nuevo. Contra esto, Moore mantuvo exactamente a las mismas cosas?
que, para el pensador, perogrulladas ta- 2) Al mismo tiempo, Bertrand
les como que él tiene un cuerpo, que RussELL llegó a la práctica del mis-
nació hace algunos años y que ha mo tipo de análisis definicional que
existido desde entonces, no sólo son Moore, pero por razones muy dife-
verdaderas, sino que pueden ser co- rentes y con propósitos muy distintos.
nocidas como verdaderas. No obstante, Donde Moore sólo buscaba claridad,
no deseaba afirmar que las teorías no habiendo deseado nunca apartarse
metafísicas que contradecían estas de las creencias del sentido común,
afirmaciones fueran meramente false- Rusell buscaba la verdad metafísica,
dades atroces. Sin duda, lo eran, pero estando bastante dispuesto a decir con
también eran intentos equivocados de los idealistas que las creencias del
responder a cuestiones muy genuinas sentido común pueden ser falsas y
y desconcertantes. En suma, aunque no que el lenguaje ordinario puede ser
podemos dudar seriamente de la ver- completamente inadecuado como me-
dad de estas declaraciones ordinarias dio para descubrir y expresar la ver-
y aunque sabemos en cierto sentido, dad. Como metafísico, su propósito
lo que quieren decir, no podemos es- fue dar una descripción general del
tablecer de manera clara y precisa qué universo. La descripción que él hizo
quieren decir. Dicho con palabras de fue exactamente la contraria de la de
Moore, nosotros no «conocemos su los idealistas. Éstos afirmaban que só-
análisis más adecuado»; y casi toda lo la realidad como un todo (lo ab-
su actividad filosófica fue dedicada a soluto) era completamente real; las
descubrir el análisis más adecuado de cosas particulares eran abstracciones
las proposiciones cuya verdad no pue- de esta totalidad y, como tales, eran
de ser dudada seriamente. parcialmente reales o no eran reales
Dar el análisis más adecuado de un en absoluto. La descripción del mun-
concepto o proposición es reemplazar do que Russell hizo fue la de un
la palabra u oración que normalmen- mundo compuesto por «hechos ató-
te se usa para expresarlo por alguna micos», correspondiendo a cada uno
otra expresión que equivalga exacta- de los cuales habría un «enunciado
mente a éste y que al mismo tiem- atómico verdadero».
po sea menos equívoca. Por consi- Consideremos el enunciado «está
guiente, un análisis es una especie de lloviendo o nevando». No se hace ver-
definición, un tipo de ecuación con dadero por la correspondencia con
la expresión equívoca, el analysandum, un hecho alternativo complejo o-llueve-
en la parte izquierda, y la nueva ex- o-nieva. Es verdadero si cualquiera de
presión a veces llamada análisis, a las partes atómicas de las que se
veces analysans, en la derecha. La compone (<<está lloviendo» y «está
mayoría de las ideas que parecen ne- nevando») es verdadera. De este mo-
cesitar esta especie de clarificación son do, los enunciados «moleculares» o
altamente complejas, y la misma pala- compuestos no se corresponden ni de-
bra «análisis» implica la escisión de jan de corresponderse con los hechos
una forma compleja o el reemplazo compuestos; pueden ser descompues-
de una expresión que representa un tos en enunciados atómicos que cuan-
ANALISIS 24
do son verdaderos sí que se corres- las expresiones cuya forma gramati-
ponden con los hechos atómicos. El cal era engañosa por expresiones de
propósito del análisis iba a ser la «forma lógica adecuada», en las que
descomposición de los hechos com- la estructura gramatical reflejara ade-
plejos en sus componentes atómicos, cuadamente la forma del hecho esta-
y el método, el análisis de los enun- blecido. Ante el enunciado «el fonta-
ciados complejos en los suyos. La nero medio gana diez libras a la se-
concepción del análisis que Russell mana», uno podría quedar perplejo
tenía acusaba una doble y principal ante la pregunta «¿Quién es el fon-
influencia, por el hecho de que lle- tanero medio?», y podría quizá verse
gó a la metafísica a partir del es- envuelto en una feroz especulación
tudio de las matemáticas y de la ló- metafísica. El remedio fue conside-
gica formal. Como matemático, con- rar que el enunciado podría ser tra-
sideraba que todos los términos de- ducido a «el número de libras gana-
finidos eran teóricamente superfluos. das por los fontaneros cada semana
Así, si «dos» se puede definir como dividido por el número de fontane-
«uno más uno» y «tres» como «dos ros es diez», enunciado del que se
más uno», es claro que las operacio- habría eliminado «el fontanero me-
nes aritméticas no podrían ser prose- dio». No es probable que nadie vaya
guidas con un numeral que no fuera a aturdirse por un caso tan simple;
«uno». Él mismo había pretendido pero ciertamente se han seguido se-
«eliminar» en esta línea incluso la no- rias consecuencias tanto teóricas como
ción de «número» mediante la definí- prácticas de cometer el mismo error
ción de éste en términos pertenecien- con objetos más importantes tales co-
tes a la lógica. Como metafísico, mo «el Estado» o «la opinión públi-
Russell mantenía que si la palabra ca». Está claro que éstos, al igual que
«número» pudiera ser eliminada al los ejércitos, los gobiernos, las escue-
ser definida, entonces los números no las y otras instituciones son abstrac-
serían parte de los constituyentes úl- ciones, y que decir algo sobre ellas es
timos del mundo, los cuales se pro- decir alguna cosa, aunque no la mis-
ponía descubrir. Estos constituyentes, ma, acerca de las personas que las
cualesquiera que resultaran ser, sola- componen. En lenguaje técnico se di-
mente serían las cosas que habría jo que eran «construcciones lógicas»
que nombrar en un lenguaje en el a partir de los objetos más concretos
que todos los términos definidos hu- (las personas) que las componían. Rus-
bieran sido reemplazados por térmi- sell y sus seguidores tenían grandes
nos en última instancia indefinibles. esperanzas en que el análisis pudiera
Para Russell, por tanto, aunque la ser llevado a niveles metafísicos toda-
técnica del análisis era, como para vía más profundos al mostrar que las
Moore, reemplazar un analysandum cosas, incluidas las personas, que nor-
por un análisis, la intención era muy malmente tratamos como algo que
distinta: Moore buscaba clarificación, está al nivel de experiencia más raso,
Russell la verdad metafísica. eran construcciones lógicas realizadas
En segundo lugar, el estudio de la a partir de entidades más fundamen-
lógica había convencido a Russell de tales.
que la gramática de todos los lengua- 3) Las opiniones de Russell sobre
jes naturales era radicalmente engaño- la lógica y las técnicas de análisis
sa. «Los caballos no braman» y «las fueron adoptadas por los POSITIVISTAS
quimeras no existen» tienen la mis- LÓGICOS, aunque éstos las usaron con
ma forma gramatical; pero mientras la un propósito diferente. Mientras que
primera niega que ciertos objetos (los Russell buscaba una teoría metafísica
caballos) tengan una determinada pro- de la verdad, los positivistas mante-
piedad (bramar), la segunda no niega nían que toda metafísica era sin sen-
que las quimeras tengan la propiedad tido y se interesaban principalmente
de existir. Más bien dice que no hay por establecer una marcada línea en-
nada en el mundo que tenga la pro- tre la metafísica y la ciencia natural.
piedad de ser una quimera. Aquí la El análisis iba a ser utilizado prime-
intención de Russell era reemplazar ro para la eliminación de la metafí-
25 ANAUTICO
sica y en segundo lugar para la cla- do de habla inglesa y que tiene al-
sificación del lenguaje de la ciencia. gunos adherentes en el continente,
Aquí hemos de tomar la palabra particularmente en Escandinavia. Es-
«eliminación» en un sentido mucho tos filósofos difieren ampliamente en-
más sencillo que en conexión con Rus- tre sí, por ejemplo, en el grado de
selI. RusselI no había afirmado que afecto hacia la metafísica. Ciertamente
los objetos que su método analítico su método es lingüístico, puesto que
«eliminaba» no existieran en el sen- implica prestar una atención cuidado-
tido ordinario; sólo había afirmado sa, incluso minuciosa, al uso real de
que no eran metafísicamente últimos. las palabras, frases y sentencias en
El agua existe, pero como está com- un lenguaje vivo; pero no puede ser
puesta de oxígeno e hidrógeno, no lIamado «análisis» en ningún sentido
forma parte del «mobiliario último claro o estricto. Lo que es común a
del Universo», y esto lo demuestra el todos los analistas lingüísticos es la
hecho de que la palabra «agua» pue- creencia de que el primer paso hacia
da ser reemplazada por «ReO». Por la solución de un problema filosófico
otra parte, los positivistas usaban el es examinar las palabras clave en el
análisis para mostrar que ciertas pa- área que genera el problema y pre-
labras de las que usaban los metafí- guntar cómo son usadas de hecho.
sicos, y en consecuencia las teorías Así los problemas de percepción tie-
en las que aparecían aquelIas palabras, nen que ser resueltos, no condenan-
eran literalmente sin sentido. do el lenguaje ordinario en general o
Como toda metafísica, incluido el decantando un vocabulario nuevo (im-
atomismo de RusselI, tenía que ser presiones, sensaciones, datos sensibles),
eliminada, había que encontrarle al sino preguntando qué es exactamente
análisis un propósito nuevo; pues la lo que estamos afirmando cuando
verdad metafísica no era solamente afirmamos ver algo. Este es el tipo de
imposible de alcanzar por nosotros, pregunta que hizo Moore; pero mien-
era un fin absurdo al que ten- tras que Moore saltó, casi sin argu-
der. Nunca se estuvo de acuerdo en mentación, a la conclusión de que la
qué era lo que había que analizar. respuesta debe darse en términos de
¿Los conceptos y las proposiciones, «datos sensibles», los analistas lin-
como dijo Moare? ¿O los hechos, co- güísticos intentan responderla explo-
mo generalmente decía RusselI? En rando las locuciones en las que real-
la práctica esto supuso menos diferen- mente ocurre el verbo «ver» y las
cias de lo que se podía esperar, pues- palabras afines. En esto no hay nada
to que la técnica real del análisis que podamos señalar como «análisis»,
siempre había sido el reemplazo de como sí podemos señalar la sustitu-
una expresión (palabra, frase o sen- ción definicional de Moore y de Rus-
tencia) por otra. El método era lingüís- selI. Quizás, el que el nombre «aná-
tico, aunque tanto Moore como Rus- lisis» sobreviva es solamente un justo
selI siempre habían repudiado los tributo que algunos filósofos pagan a
propósitos lingüísticos. Con los posi- aquelIos que les han influido enor-
tivistas, el propósito y el método se memente y de cuyas obras emanan
acercaron; pues tanto los «conceptos» sus obras.
como los «hechos» caen bajo la (P. R. N.-S.)
proscripción de ser metafísicos, el pen-
samiento es identificado con lenguaje ANAUTICO. Los términos «analítico»
y el análisis de las expresiones lin- y «sintético» fueron introducidos por
güísticas es un fin en sí mismo. La KANT, que definió el juicio analítico
clarificación y articulación del len- como aquel en el que la idea del pre-
guaje de la ciencia difícilmente puede dicado está ya contenida en la del
considerarse como un propósito ex- sujeto y que, por tanto no le añade
trínseco. nada. Así, «todos los cuerpos son ex-
Actualmente se utiliza a menudo el tensos en el espacio» es analítico,
nombre de «análisis lingüístico» para puesto que la idea de extensión está
una aproximación general a la filoso- contenida en la de cuerpo. Por otro
fía que se ha extendido por el mun- lado, «todos los cuerpos tienen algún
ANAXÁGORAS 26

peso» es sintético, puesto que la idea Fue perseguido por impío (por des-
de peso no está contenida de este cribir el sol como un trozo de piedra
modo. La distinción de Kant ha sido blanca y caliente) cuando trabajaba en
criticada por ser demasiado metafísi- Atenas, en parte porque era amigo
ca -no está claro qué se quiere de- de Pericles. Su libro Sobre la natura-
cir con que una idea está «contenida leza, que probablemente era corto (¿de
en» otra- y por ser insuficientemen- tres mil a ocho mil palabras?), pare-
te general -sólo se aplica a proposi- ce haber sido escrito después del li-
ciones de forma sujeto-predicado. bro de EMPÉnocLEs, Sobre la natura-
Se han hecho diversos intentos pa- leza, e intenta superar el dilema ELEÁ-
ra hacer más precisa esta distinción. TICO de otra forma. En el principio
En ocasiones se dice que la proposi- todas las sustancias naturales (no me-
ción analítica es aquella cuya nega- ramente un número limitado de sus-
ción sería autocontradictoria; o se di- tancias básicas como las raíces de Em-
ce que es una tautología encubierta, pédocles) estaban mezcladas; entonces
sobre la base de que si definimos el la Mente, «la más fina y más pura de
«cuerpo» como «cosa extensa», «to- todas las cosas» comenzó una rotación
dos los cuerpos son extensos», signi- que llevó al centro las partes más
fica «todas las cosas extensas son ex- pesadas mediante una acción girato-
tensas». Deberíamos observar que se- ria, formando la tierra, y llevando
gún esta opinión la analiticidad de las más ligeras a la circunferencia. És-
una proposición depende de la elec- ta era una cosmogonía tradicional no
ción de definiciones que hagamos, se- cíclica; la producción de un cosmos
lección que, según algunos filósofos plural no destruía la unidad inicial,
es arbitraria. Así, si definiéramos puesto que todavía «hay una porción
«cuerpo» como «aquello que tiene ex- de cada cosa en cada cosa, a excep-
tensión y peso», «todos los cuerpos ción de la Mente». Como para Empé-
tienen peso» sería analítico. Si esto es docles, el aparente llegar-a-ser es cau-
así, por la forma de una sentencia, sado por la mezcla. Los objetos esta-
no podemos determinar si ésta expre- ban hechos de «semillas», significan-
sa o no una proposición analítica, si- do quizás por tales piezas constituyen-
no que debemos apelar a lo que el tes que tienen la naturaleza del to-
que habla quiere decir con ella. Si se do; cada semilla contenía una porción
adoptan éstas o similares definicio- de cada una de las sustancias natura-
nes de «analítico», se verá que la ana- les, incluidos los contrarios sustan-
liticidad puede ser extendida a otras ciales y las principales masas del
proposiciones distintas de las de la mundo, pero tenía la apariencia de
forma sujeto-predicado. aquella sustancia cuya porción pre-
Las proposiciones analíticas, aun- dominaba. Los cambios, por ejemplo
que pueden informarnos de los sig- en la nutrición, eran causados presu-
nificados de las palabras, no pueden
miblemente por un intercambio de
dar conocimiento alguno de las cues-
tiones de hecho. La filosofía del ro- porciones que alteraba la predominan-
SITIVISMO LÓGICO se basó en una ne- cia de diferentes semillas. Anaxágo-
ta distinción entre lo analítico y lo ras insistía en que la materia podía
sintético, y en la opinión de que to- ser dividida teóricamente ad in/init-
das las proposiciones A PRIORI deben um, y esto es, sin duda, lo que ZE-
ser analíticas. Muchos filósofos du- NÓN de Elea había negado, «tanto en
dan ahora de que esta neta distin- lo grande como en lo pequeño». No
ción pueda ser mantenida. Ha sido intentó reconciliar esto con la idea de
examinada muy detenidamente por la predominancia de una sustancia en
Waismann en Analysis (1949-53) y por cada semilla. En muchos otros deta-
QUINE en Desde un punto de vista lles de la cosmología y la epistemo-
lógico. logía Anaxágoras fue más conserva-
(P. H. N.-S.) dor, reviviendo con frecuencia opi-
niones Milesias. Véase también los
ANAXÁGORAS de Clazomene, en la PRESOCRÁTICOS.
Grecia Jónica, floreció c. 450 a. C. (G. S. K.)
27 ANSELMO
ANAXIMANDRO de Mileto, puerto cion. Si se rarificaba, se convertía en
griego del Asia Menor, floreció fuego; si se condensaba, en agua y tie-
c. 560 a. C. Sus actividades científicas rra. Esto fue una idea nueva importan-
incluyeron la realización de un famo- te; y Anaxímenes se comportó de una
so mapa del mundo. Al igual que forma métodica poco común al citar
TALES, intentó nombrar una sustan- una indicación específica de que la
cia simple a partir de la cual se ori- densidad puede afectar, por ejemplo,
ginaba el mundo: para él fue «10 in- a la temperatura -cuando los labios
definido», que probablemente impli- se comprimen para exhalar. Parece
caba un material de extensión indefi- que eligió el aire/niebla como la sus-
nida al que no se podía dar ningún tancia básica no sólo en razón de su
nombre preciso porque no existía conexión metereológica aparente con
dentro del mundo desarrollado. De el fuego (en el cielo) y asimismo con
lo Indefinido se había separado de la lluvia, sino también porque parecía
algún modo un núcleo que producía cumplimentar en el mundo la función
fuego y niebla oscura. La niebla se del alma, comúnmente considerada
solidificó en su centro, convirtiéndo- como el aliento en las criaturas vi-
se en tierra, mientras que la llama cir- vas; siendo el alma motora, directiva,
cundante formó los cuerpos celestes y en cierto modo divina. Anaxímenes
-ruedas de fuego, cada una de las fue menos imaginativo respecto de la
cuales se mostraba a través de una cosmología que su contemporáneo de
sola apertura en un tegumento de nie- más edad ANAXIMANDRO, limitándose
bla. La tierra es cilíndrica y se man- a elaborar en muchas ocasiones la
tiene inmóvil en razón de su equidis- descripción popular del mundo tal y
tancia de todo lo demás. El cambio como ejemplificó Homero. La tierra
físico dentro del mundo ocurre me- plana estaba en el aire; los inflama-
diante las mutuas acciones y reaccio dos cuerpos celestes daban vueltas al-
nes de los materiales opuestos tales rededor; entre ellos había cuerpos in-
como lo caliente y lo frío, siendo ase- visibles que causaban los eclipses.
gurada en última instancia la regulari- Véase también los PRESOCRÁTICOS.
dad porque éstos «pagan multas y re- (G. S. K.)
tribuciones entre sí por su injusticia
de acuerdo con la valoración del tiem- ANSELMO de Canterbury (1033-1109),
po». Había una zoogonía paralela a la fue canonizado en 1494. Nació en
cosmogonía: las primeras criaturas vi- Aosta, Italia. En 1033 Anselmo en-
vientes, generadas por el calor del sol tró en la Abadía benedictina de Bec,
a partir del lodo primitivo, emergieron en Normandía, bajo la dirección de
de vainas copiosas dirigiéndose hacia Lanfranc. Con posterioridad llegó a
la tierra seca. Originariamente los ser Arzobispo de Canterbury.
hombres crecían en el interior de una A excepción de ERIGENA, Anselmo
especie de pescado, pues de otro mo- fue el primer pensador sistemático de
do no hubieran podido sobrevivir al la Edad Media. Al tener que enca-
largo período de indefensión que su- rarse con las dificultades que ocasiona-
pone la infancia. Véase también los ron los DIALÉCTICOS de sus días con
PRESOCRÁTICOS. la celebrada fórmula «una fe que bus-
(G. S. K.) ca el entendimiento», no estaba dis-
puesto a sustituir la teología por la
ANAXfMENES de Mileto, puerto grie- daléctica, pero al mismo tiempo insis-
go del Asia Menor, floreció c. 545 an- tía en una presentación razonada de
tes de Cristo. Volvió a la idea de la creencia cristiana tradicional.
Tales de un componente definido del Su obra filosófica venía en res-
mundo como material originario, pero puesta a la demanda de algunos de
dijo que era aer, aire o mejor niebla. sus monjes de una meditación racio-
Por vez primera dio cierta informa- nal sobre la naturaleza y la existencia
ción de cómo una sustancia simple de Dios que prescindiera de referen-
podría convertirse en un mundo di- cias a la autoridad de las escrituras.
versificado: el aer cambiaba su apa- El Monologion y el Proslogion cons-
riencia según el grado de concentra- tituyen su contestación.
ANTfSTENES 28
En el primero comienza oon la En la Edad Media los franciscanos
ocurrencia experimentada de diferen- tendían a aceptar el argumento, aun-
cias en los grados de valor, de bon- que SCOTO exigió que se demostrara
dad y de ser en los objetos que nos que la naturaleza de Dios no se auto-
rodean. A partir de esto argumenta contradecía. Por otro lado, AQUINO
la existencia necesaria de un valor ab- lo rechazó. En la edad moderna DES-
soluto de un bien absoluto, de un CARTES aceptó el argumento; LEIBNIZ,
ser absoluto en los que participa 10 como Scoto, exigió que se explicara
relativo. Y a este absoluto le llama- la posibilidad de Dios; y KANT 10 re-
mos Dios. El argumento sigue un mé- chazó.
todo platónico familiar que ya había (J. G. D.)
sino usado por AGUSTÍN y que sería
elaborado de forma más completa con ANTfSTENES (c. 444 a. c., c. 366 an-
posterioridad por AQUINO. tes de Cristo), hijo de padre atenien-
En el Proslogion Anselmo nos pre- se y madre tracia, alumno del retó-
senta el famoso «argumento ontológi- rico Gorgias íntimo amigo de Só-
co», con el que su nombre está tan CRATES, crítico de PLATÓN, y más
estrechamente vinculado. Dice que adelante considerado como uno de
podemos comenzar solamente con la los prototipos de los CÍNICOS.. De
idea comúnmente aceptada de lo que los pocos fragmentos que sobreviven
queremos decir cuando utilizamos el de sus numerosos escritos detectamos
término Dios, a saber, un ser mayor el entrelazamiento de tres hilos: el
que el cual nada podemos pensar. SOFISTA, el socrático, y el que más tar-
Dice que éste es un punto de parti- de se convertiría en cínico. Mantuvo
da asequible incluso para el necio, que la virtud era autosuf!ci~nte para
que, según las escrituras, niega la la felicidad. Como conocimiento ne-
existencia de Dios. Se puede decir, cesitador de la acción moral podía
entonces, que un tal ser existe en la ser enseñada y una vez adquirida era
mente. Pero existir en la realidad es inquebrantable. La educación comien-
más perfecto que existir en la men- za con el estudio del significado de
te. Negar la existencia real de Dios las palabras. Éstas se corresponden di-
es entonces afirmar esa existencia real rectamente con la realidad y una pro-
-porque estamos hablando de Dios, posición o es .verdadera o sin .se~\tido,
y no hay nada más perfecto que él, y siendo imposibles la contradicción y
negarlo es caer en una necia contra- el enunciado falso. Pero se acentúa la
dicción. Si Dios es, pues, verdadera- ÉTICA práctica mucho más que la en-
mente el ser mayor que el cual nada señanza teórica. Aunque no era un
se puede pensar, debe existir en la asceta Antístenes condenó especial-
realidad, así como en la mente. mente el lujo (careciendo de im-
El argumento del Proslogion susci- portancia la riqueza y los bienes ex-
tó inmediatamente una controversia y ternos), ya que un hOl?bre debe s~r
hasta nuestros días los filósofos no rico en su alma. La virtud se debla
han dejado de guardar marcadas opo- combinar con el esfuerzo, que propor-
siciones en la aceptación o refutación cionaba el único placer importante.
de la validez de éste. El monje Gau- Hércules era el ejemplo ideal de ello.
nilo escribió un Liber pro insipiente
atacando la validez de la conclusión Las leyes establecidas, las convencio-
y señalando que mediante un argu- nes, el nacimiento, el sexo, la raza,
mento similar se podría establecer la carecían de importancia en compara-
«existencia» de cualquier cosa, por ción con la ley de la virtud, por
ejemplo, de la isla más perfecta. En la que debía gobernarse el Estado.
su respuesta Anselmo señaló que es Aunque muchas de sus opiniones son
sólo en el caso único del ser más claramente socráticas, los antiguos
excelente de todos los seres cuando afirmaban que su importancia reside
es concluyente el argumento y que en haber dado a través de DIÓGENES
sólo se puede concebir que existe el impulso que llevaría al modo de
necesariamente un ser cuando éste es vida posteriormente llamado cínico, y
infinito. es probable que el ESTOICISMO tam-
29 A PRIORI
bién se viera influido por su ética tica. Si las premisas son verdaderas
práctica. y el argumento es válido, no se nece-
(1. G. K.) sita experiencia alguna para confir-
mar la conclusión y ninguna expe-
A POSTERIORI, véase a priori. riencia podría refutarla. En contras-
te, un argumento de la experiencia
A PRIORI es una frase latina que sig- (empírico, inductivo o argumento pro-
nifica «de 10 que viene antes», y que bable) es aquel en el que la conclu-
contrasta con a posteriori, «de 10 que sión, por muy fuertemente apoyada
viene después». Estos términos fue- que esté por las premisas, no es ne-
ron introducidos en el último período cesitada por éstas. Por ejemplo, si ar-
escolástico para traducir dos frases argumentamos que lloverá en algún
técnicas de la teoría del conocimiento lugar de Inglaterra en el próximo ene-
de ARISTÓTELES. Aristóteles distin- ro, sobre la base de que no se cono-
guía lo que es anterior en el orden ce ningún enero en el que no haya
de la naturaleza o más fundamental llovido algo, este argumento, aunque
de lo que es anterior en el orden del tiene peso, no es conclusivo. Podría
descubrimiento o conocido antes por haber un enero sin lluvia aun a pe-
nosotros. Existen muchas verdades, sar de que esto nunca haya pasado.
como que el fuego quema o que el Desde HUME se ha creído, de un mo-
agua no correrá colina arriba, que do general, que toda ciencia natural
conocemos por la experiencia antes contiene un elemento empírico y que,
de que podamos explicar por qué son por tanto, no puede ser a priori.
así. Hasta que descubramos sus cau- 2) Una proposición a priori es
sas, se debe decir que el conocimien- aquella (de la que se pretende) que
to que tenemos de ellas es empírico y es independiente de la experiencia, ex-
no verdaderamente científico. Un ar- cepto en la medida en que es necesaria
gumento a posteriori era aquel que la experiencia para entender sus tér-
procedía de los efectos observados a minos. Así, sabemos a priori que
las causas desconocidas; pues, aun- un todo es igual a la suma de sus
que los efectos son conocidos por partes; pues, una vez hemos enten-
nosotros primero, las causas son ló- dido los términos implicados, vemos
gicamente anteriores. Un argumento que eso es universal y necesariamente
a priori era aquel que procedía de verdadero y que ninguna experiencia
las causas a los efectos, o ya que la podría refutarlo.
relación causa efecto no era bien dis- 3) Los filósofos empiristas -así
tinguida por Aristóteles de la rela- llamados porque tendían a acentuar
ción de fundamento lógico y conse- el papel de la experiencia en el cono-
cuencia, del fundamento a la conse- cimiento a expensas de los elementos
cuencia. Mantenía que los argumen- a priori- mantuvieron en ocasiones
tos a priori suministraban cierto co- que las ideas se derivan de la expe-
nocimiento científico en tanto que riencia. No podemos (dicen) tener
opuesto a la creencia probable. ninguna idea a menos que haya-
A partir del siglo XVII, en DESCAR- mos dado con un ejemplo de ella,
TES Y LEIBNIZ, por ejemplo, a priori como en el caso de «rojo» o de «ca-
vino a significar «universal, necesario ballo», o que la hayamos fabricado,
y completamente independiente de la como en el caso de «dragón», a par-
experiencia». El término a posteriori tir de elementos con que nos hemos
cayó en desuso y actualmente el tér- topado. Sin embargo, en filosofía hay
mino a priori suele ser contrastado algunas ideas de gran importancia cu-
con «empírico» i. e., dependiente de yo origen es difícil de explicar de
la experiencia. El término a priori se este modo. Entre éstas están las ideas
aplica actualmente a: 1) argumentos; de sustancia (cosa), causa, existencia,
2) proposiciones, y 3) ideas. igualdad, semejanza y diferencia. De
1) Un argumento a priori es aquel ellas se alega que, lejos de derivarse
en el que la conclusión se sigue de de la experiencia, no podríamos tener
las premisas deductivamente, como, experiencia sin ellas. Esto no es decir
por ejemplo, en una prueba matemá- que hayamos nacido equipados con es-
AQUINO 30
tas ideas, sino que son más bien presu- dos por éstos siguen a Hume en la
puestos para que podamos tener al- negación de la posibilidad del cono-
guna experiencia (el Menón de PLA- cimiento sintético a priori. Para ellos
TÓN Y los Nuevos ensayos sobre el el problema más difícil concierne al
entendimiento humano de LEIBNIZ, status de la matemática pura. Los
son exposiciones clásicas de esta doc- enunciados matemáticos usualmente
trina, en ocasiones llamada la doctri- se consideran analíticos; muy pocos
na de las Ideas Innatas. Para la vi- filósofos seguirían ahora a J. S. Mill,
sión de los empiristas véase LOCKE considerándolos generalizaciones sin-
y HUME). téticas a partir de la experiencia que
Proposiciones sintéticas a priori: excepcionalmente tienen un buen apo-
es claro que todas las proposiciones yo, pero que, no obstante, podrían no
ANALÍTICAS son a priori. Si «soltero» ser universalmente verdaderas. Sin
significa «hombre sin casar», no ne- embargo, recientemente se ha discuti-
cesitamos investigar ningún caso par- do mucho la posibilidad del conoci-
ticular para quedar satisfechos de la miento sintético a priori, en parte de-
verdad de la proposición «ningún sol- bido a ciertas dudas sobre la validez
tero es casado». Pero la cuestión de la distinción entre analítico y sin-
de si una proposición SINTÉTICA pue- tético, y no puede considerarse que
de ser conocida a priori es una de e! asunto esté cerrado. Aunque no
las más fundamentales y difíciles de utilizan esta terminología, algo seme-
la filosofía. Los RACIONALISTAS creían jante al conocimiento sintético a prio-
que los principios fundamentales de ri juega una parte importante en la
la ciencia, al igual que los de la ló- filosofía de los FENOMENÓLOGOS.
gica y la matemática, podrían ser (F. H. N.-S.)
conocidos a priori. Hume argumentó
(en efecto) que los principios de la AQUINO, Tomás de (c. 1225-1274), ca-
lógica y de la matemática pura eran nonizado en 1323. Nació hacia e! año
sin duda a priori, pero sólo por- 1225 en Roccasecca, cerca de Aquino,
que eran analíticos. Pero todo el co- en la frontera norte de! antiguo Reino
nocimiento de las cuestiones de he- de Sicilia, de una familia lombarda
cho, tanto el del sentido común como emparentada con Federico 11 y dis-
el científico dependía, argüía Hume, tinguida en el servicio de éste. Pasó
de principios causales tales como que de Monte Casino a la Universidad de
todo evento debe tener una causa y Nápoles donde entró en los domini-
que causas iguales deben tener efec- cos, estudió bajo la dirección de AL-
tos iguales. Pretendía mostrar que BERTO EL GRANDE en Colonia y en
estos principios son sintéticos, que París, donde se graduó y enseñó du-
no pueden ser conocidos a priori, y rante dos periodos como magister
que deben derivarse de la expe- antes y después de un contrato de
riencia. nueve años como consejero de la Cor-
KANT vio la fuerza y la tendencia te del Papa. Hombre voluminoso, de-
escéptica del argumento de Hume y cidido y tranquilo, patricio, aunque
dedicó su libro más importante, la modesto, disfrutó de! afecto incluso
Crítica de la Razón Pura, a estable- de sus adversarios. Murió en Fossa-
cer la posibilidad y el alcance del co- nova, no lejos ele su lugar de naci-
nocimiento a priori. Mantuvo que tal miento, cuando iba de camino hacia
conocimiento era posible en matemá- e! Segundo Concilio de Lyon en 1274.
tica (a la que él no consideraba ana- En e! catálogo de sus obras se han
lítica) y en física. Con respecto a la inventariado noventa y ocho títulos;
metafísica estaba de acuerdo en lo algunos ocupan múltiples folios. Pro-
sustancial con Hume, pero también clamado Doctor de la Iglesia en 1567,
emprendió la tarea de mostrar cómo es el teólogo sistemático clásico de los
es que los hombres continúan nece- católicos.
sariamente haciendo preguntas meta- En 1879 León XIII inauguró e!
físicas que les es imposible responder. renacimiento de la filosofía tomista,
En este siglo, los POSITIVISTAS LÓ- que ahora es un movimiento inte-
GICOS Y muchos filósofos influencia- lectual importante, no estrechamente
31 AQUINO

clerical. Esta filosofía habría de ser universal y particular se seguía de


extraída del más amplio círculo de in- conocerlos y amarlos al máximo. De-
tereses de Santo Tomás expresados en fendió la inmortalidad sin aminorar la
sus dos testamentos de síntesis teoló- doctrina de que el alma está esencial-
gica, la temprana Summa contra Gen- mente encarnada. Si bien tomó pres-
tiles y la Summa Theologica (o Theo- tadas doctrinas de Aristóteles, sin du-
logiae) de su madurez. Hasta qué da obtuvo ganancias capitales.
punto se puede valorar el resultado Sus predecesores y casi todos sus
sin referencia al testimonio de la cris- contemporáneos, tales como el fran-
tiandad es una cuestión que se halla ciscano BUENAVENTURA Y el dominico
en disputa: los dominicos, que se inglés Roberto Kilwardby, aunque
puede presumir que son sus herede- estaban muy capacitados para la in-
ros genuinos, insisten en que es ra- vestigación científica continuada, no
cionalmente consistente y suficiente, marcaron una distinción clara entre
y también que no se entrega a una sus reflexiones sobre una religión his-
lectura medieval del mundo, aunque tórica y revelada y una filosofía que
está determinada por el período en podría ser su propia justificación. To-
que el cuerpo principal de los escri- más reclama una interpretación cui-
tos de ARISTÓTELES estaba entrando dadosa de las relaciones entre Razón
en la Europa occidental, primero a y Fe -o, digamos, cualquier vía ex-
través de la frontera española con el trarracional de conocimiento. Hay dos
Islam, después desde Bizancio. extremos, ninguno de los cuales hace
Según la tradición, instó a su cole- justicia al balance que él propone.
ga, el dominico flamenco Guillermo Por un lado, no era un especial de-
de Moerbeke (1215-1286), a preparar fensor de la tesis de que la investi-
nuevas traducciones del griego al la- gación racional era algo meramente
tín. Tenía puesto todo su empeño en auxiliar de la creencia religiosa; por
volver al original. La filosofía de Aris- el otro, nunca aprobó una separación
tóteles apenas podía ser separada de práctica entre ambas, y combatió tal
otro modo de las contribuciones de escisión al ampliarse hasta la celebra-
los grandes pensadores árabes, nota- da teoría de la Doble Verdad que va
blemente AVICENA y AVERRüES. Es- asociada con SIGER DE BRAVANTE Y
taba mezclada con deformaciones neo- los averroístas latinos. Fue un ra-
platónicas heredadas de AGUSTÍN, Pro- cionalista cabal que a su vez era un
clo, Dionisio y BüECIO. Sus exposicio- santo que amaba a Dios; pero tenía
nes De Divinis Nominibus y De Cau- un carácter íntegro y ambas cosas
sis y su tratado De Substantiis Separa- iban juntas. No estaba contento con
lis muestran que era críticamente cons- su racionalismo pero nunca pensó que
ciente de esto; sus piezas polémicas el recurso a la autoridad pudiera ser-
De Unitate Intellectus y De Aeterni- vir como sustituto.
tate Mundi revelan la misma actitud La clave se encuentra en su noción
para con la tendencia opuesta a con- de subordinación sin servilismo. El
vertir a Aristóteles en algo antitético mundo está compuesto de cosas rea-
de las convicciones cristianas. les que actúan como causas verdade-
Sin embargo, el llamado bautismo ras, esto es, principios y fines de ac-
de Aristóteles no fue una mera re- tividad, no meramente instrumentos
conciliación superficial. Aquino inten- u ocasiones. Porque son en sí mismas,
tó llevar los argumentos filosóficos no son de sí mismas; porque son
hasta su nivel más profundo, no completas hasta donde pueden serlo,
acumular materiales que pudieran ser no son exclusivas. Por tanto, para
adaptados a la estructura teológica ser ciertamente sabios con respecto a
existente. Implantó la distinción entre ellas, y no sólo estrechamente cien-
potencialidad y actualidad en el co- tíficos, debemos verlas a la luz de
razón de la realidad misma y el vie- la Causa Primera. Su interés propio
jo problema de lo Uno y lo Múl- y adecuado no queda suprimido por
tiple se convirtió en la creación por ello; su valor es más que relativo
el esse subsistens de todos los exis- y simbólico. Las creaturas son rea-
tentes. Mostró que una Providencia les; según su terminología son a la
AQUINO 32
vez secundarias y principales. Ade- abstracción. Primero, la Filosofía Na-
más, interactúan y son dependientes tural aborda objetos que no s610 exis-
las unas de las otras. Mediante el uso ten en los procesos materiales, sino
juicioso de la analogía, que es trata- que no pueden ser entendidos sin re-
da como una ley del ser más que ferencia a ellos. Segundo, la Filosofía
como un artificio de clasificaci6n 16- Matemática, por considerar las impli-
gica o una metáfora literaria, la men- caciones de la cantidad, no necesita
te puede desplegarse sin trabas y tal recurso al mundo sensible. Ter-
descubrir a partir de su entorno la cero, la Filosofía Metafísica, que va
verdad que hay más allá de la ex- más allá del mundo material porque
periencia. Su espíritu helénico de in- sus objetos o bien no son materiales,
ves tígación desin teresada, su cuali- por ejemplo, Dios, o bien no son
dad de ver las cosas en sí mismas por necesidad materiales, por ejemplo,
y en tanto que conectadas, hace de la unidad sustancial. Su Filosofía Na-
su filosofía algo sumamente rico y tural trata de los cuerpos inanimados
comprehensivo: algo comparable a la y animados, y corresponde a los t6-
imagen que traza de la sociedad, don- picos de Arist6teles en la Física y en
de las partes no están sujetas como De Anima. La Filosofía Matemática
esclavos sino que conversan juntas es tratada s610 de pasada. Su Filoso-
en auténtica convivencia. fía Metafísica cubre lo que ahora se
La modelaci6n de significados es llama EPISTEMOLOGÍA, Metafísica Ge-
un ejercicio ocioso si no está enrai- neral y Teología Natural. Esto en lo
zado en la realidad, y su capacidad que atañe a la teoría. En cuanto a
de análisis detallado no le hace per- la práctica, la ciencia principal es la
der de vista a la sustancia individual Filosofía Moral, que incluye la ética
y personal. Esto es particularmente personal, la economía (en el sentido
evidente en su filosofía psicol6gica y aristotélico) y la política.
moral. La ciencia es el conocimiento Estos encabezamientos pueden ser-
comprobado de conclusiones a la luz vir como esbozo general de las partes
de principios, de efectos en causas, de su filosofía, recordando que no es-
y las ciencias filos6ficas difieren de tán dispuestas en compartimentos se-
las ciencias particulares en que no parados. Aunque poeta, y en ocasio-
se quedan en las causas pr6ximas per- nes escritor de distinguida prosa, la
tinentes, sino que buscan razones tendencia general de su estilo expo-
más universales, aunque no por eso sitivo es seca y repetitiva: a veces, el
más esquemáticamente. No cae en el escaso vocabulario encubre la varie-
filosofismo de deducir hechos de ra- dad de las ideas y la delicadeza de
zones, ni de tratar las ciencias espe- las distinciones. Muchas de sus obras
cializadas como aplicaciones de la fueron dictadas a sus secretarios o
metafísica. transcriras por éstos.
En su exposici6n del De Trinitate, Complet6 un comentario sobre los
de BOECIO, hace una distribuci6n de Analíticos Posteriores y comenz6 uno
las disciplinas filosóficas. La lógica, sobre De Lnterpretatione. Observ6 la
que discurre por todas, es directa- lógica aristotélica que había sido tra-
mente el estudio, no de los objetos bajada durante un siglo o más. Ejem-
reales, sino del método científico y plos típicos de su discurso se encuen-
de las construcciones mentales, entia tran en sus debates académicos. És-
rationis, que implantamos en nuestra tos se agrupan en dos clases, las
experiencia. La inclinaci6n hacia la Quaestiones Disputatae (siendo las
verdad considerada en sí misma o principales De Potentia, De Malo,
hacia el hacer o construir algo dife- De Spiritualibus Creaturis y De Ve-
rencia la filosofía teórica y la filo- ritate) que en lo principal informan
sofía práctica. La teoría aísla lo de las discusiones que mantuvo a lo
que es general y constante en los largo de un curso académico, y las
hechos individuales y cambiantes, y Quaestiones Quodlibetales, o cuestio-
la filosofía te6rica puede ser agru- nes escogidas para ocasiones especia-
pada de acuerdo con esto de manera les. Su dialéctica general comienza a
conveniente en los tres grados de partir de la inducci6n y procede de-
33 AQUINO
ductivamente, bien A POSTERIORI pa- tóteles, acepta el ser y el llegar a
ra el descubrimiento (oia inuentionis), ser y se niega decir con PARMÉNIDES
bien A PRIORI para la valoración (v/a que la realidad es inmóvil o con HE-
judicii). RÁCLITO que todo es flujo.
Fue la bienvenida que dio a la fi- Escribió comentarios sobre De Ani-
losofía natural y metafísica de Aris- ma, De Sensu et Sensato y De Memo-
tóteles lo que escandalizó a alguno ria et Reminiscentia. El sabor de la
de sus contemporáneos. Rehusando realidad se infunde en su psicología,
el neoplatonismo, tan atractivo pa- que es menos un estudio de la cons-
ra un pensador religioso, que contem- ciencia que de la sustancia y la activi-
pla las Ideas aparte de este mundo dad vivas, y principalmente humanas.
de sombras, consideró que estaban La distinción entre Materia-Forma es
encarnadas aquí y ahora alrededor de aplicada intransigentemente: el alma
nosotros. Su pensamiento, como el de es la forma sustancial del cuerpo.
Aristóteles, tenía el cuño de la rea- Por una y la misma actualidad el
lidad existente de la Naturaleza, y hombre es un ser corpóreo, vegeta-
sería imposible enumerar aquí todos tivo, sensitivo e intelectivo. No es un
los temas en los que su postura no espíritu que habita en un cuerpo,
es la de una persona poco realista. sino una sustancia simple, y esta uni-
Sustancia y accidente (que no de- dad psicofísica es firmemente defen-
ben confundirse con noumenon y fe- dida a pesar de las dificultades que
nómenos) son las primeras categorías suscita contra la inmortalidad del al-
del mundo material. La sustancia es ma. Éste no es más que un ejemplo
capaz de existir en sí misma, los ac- de la continuidad que permite a To-
cidentes son realidades existentes, ta- más pasar de un nivel a otro con
les como ser cualificado, cuantificado tanta facilidad. Con su constante re-
o estar relacionado. Los procesos ma- conocimiento del individuo evita la
teriales son modelados por las cua- artificialidad de tratar las facultades
tro causas -final eficiente, material psicológicas como maniquís cuando
y formal. Toda actividad tiene una clasifica estructuralmente las capaci-
intención o fin, [inis, pero la lectura dades, los hábitos y las actividades
teológica del universo que Tomás rea- humanas.
liza no es el argumento del Desig- Éstas son dobles, cognitivas y ape-
nio del siglo XVIII: la finalidad de titivas. Respecto de la psicología del
la cosa que actúa es inmanente, no conocimiento, adopta el dinamismo
impuesta. La causa eficiente, agens, aristotélico; un poder de abstracción,
es el productor; mantiene que las co- intellectus agens, funciona sobre las
sas son verdaderos originadores y no imágenes desarrolladas por los sen-
meras condiciones de la acción. La tidos y las hace actualmente inteligi-
causa material, el sujeto potencial bá- bles; difiere de los averroístas al tra-
sico, y la causa formal, el determi- tar a ese intelecto como un poder
nante real, son intrínsecas y esencia- personal para cada uno de nosotros.
les para el efecto. Todas las sustan- Los fundamentos del conocimiento
cias materiales están compuestas de son experimentales. No acepta las
materia, materia prima, y forma, for- ideas innatas por falta de evidencia,
ma substantialis. La materia desnu- y la doctrina aristotélica de las ideas
da, así concebida, no es el punto ató- adquiridas a partir de la sensación sir-
mico o infra-atómico último que se ve incluso para aquellos que mantie-
pueda calcular o registrar mediante nen que la fuente de la inteligencia
el aparato científico, sino la poten- no es material. Similarmente, las ope-
cialidad sustancial común a todas las raciones de la voluntad se funden
cosas materiales que han sido forma- con la emoción. Esta función de la
das distintas en número, grado y voluntad llamada libre albedrío, libe-
clase bajo la acción de las causas se- rum arbitrium, corresponde a nuestra
cundarias. Escribió comentarios sobre deliberación cuando no estamos con-
la Física y De Coelo et Mundo, de frontados a un objeto irresistible. La
Aristóteles, así como un tratado De fase de la actividad voluntaria llama-
Principiis Mundi. Al igual que Aris- da elección, electio, se refiere a los
AQUINO 34

fines como tales; en otras palabras, respecto a nosotros y sin poner en


la libertad no es un absoluto creativo, nuestras premisas más de lo que con-
sino más bien una versatilidad dentro tienen, podemos llegar a la conclu-
de ciertos límites. sión, primero, de que Dios es y, des-
Con respecto al llamado Proble- pués, que podemos pensar acerca de
ma del Conocimiento, tal como se él de manera provechosa.
presenta desde los tiempos de DES- Las celebradas cinco vías, quinque
CARTES, me siento tentado de lla- uiae, en ocasiones llamadas las prue-
mar a Tomás realista crítico. El pro- bas de la existencia de Dios, siguen
blema es pasado por alto más que algunos temas generales que recorren
resuelto. Como no considera que los el universo, a saber, el cambio, la
conceptos humanos sean objetos de contingencia, la dependencia, la per-
conocimiento directo, nunca pregunta fección limitada y la utilidad. Si se
cuáles son las pruebas para mostrar extendieran a la totalidad de lo real,
su correspondencia con la realidad no tendríamos explicación ninguna de
extra mental. Esto se da, no se en- su presencia. (Es bien consciente de
cuentra proyectando la estructura de que una serie de incidentes puede
nuestro lenguaje y lógica. Nosotros ser prolongada indefinidamente, y de
podemos reflexionar sobre nuestros hecho no ve ninguna demostración
conceptos, pero en tanto que tales és- racional en contra de que el mundo
tos no son términos establecidos sino se extienda indefinidamente hacia el
relaciones abiertas a los objetos rea- pasado y el futuro, lo que no rele-
les. La verdad y el error vienen sola- va de la necesidad de trascender la
mente con el juicio y su implicación serie.) De ahí infiere el motor in-
existencial. Aunque nuestras asocia- móvil, la causa incausada, el ser
ciones particulares puedan caer en necesario, lo completamente perfecto,
falta, la afirmación fundamental del y el fin último -nociones todas que
ser, junto con sus derivados necesa- combina en la definición nominal de
rios, no puede ser contradicha de for- Dios.
ma válida. Aquel que es excede nuestra clasifi-
Digamos al principio de su metafísi- cación de especiales de seres, y no
ca general, a cuyo respecto algunos de obstante, podemos decir lo que no es
los textos son su exposición de la por un proceso de eliminación, via
Metafísica, de Aristóteles, y de el De negationis. Más aún, Tomás avanza su-
Hebdomadibus, de Boecio, y su tra- perando la teología negativa tradicio-
tado De Ente et Essentia, que no se nal y muestra que podemos pensar
nos ofrece ni una elaboración de las positivamente cuando tratamos de va-
esencias ni una sistematización sobre lores sin mezclar: decir que Dios es
el modelo matemático. Somos materia bueno significa más que decir que
y forma pasadas y la distinción entre no es malo, incluso más que decir
potencialidad y actualidad se convier- que es la causa de la bondad que
te en la distinción entre esencia y vemos a nuestro alrededor. La bon-
existencia en las cosas finitas. Ésta, dad es más correctamente suya que
que es su tesis central, no significa nuestra, llevándola a su intensidad
que la existencia real sea simplemen- más elevada, via eminentiae. El tra-
te un predicado adventicio para un tado sobre los Nombres Divinos de
predicado constituido, sino que, den- la Summa Theologica (1.", xiii) re-
tro de una cosa real, aquello por lo corre un arduo curso lógico entre
que es lo que es no alcanza por sí los extremos del agnosticismo y el
mismo una realidad completa. Sola- antropomorfismo.
mente con Dios, este acto-de-ser, esse, Si bien no empezó con un sentido
es idéntico a la esencia. de la presencia de Dios, tampoco lo
Aunque no hubiera hecho nada más hizo con una perspectiva ética. La
que escribir una teología natural, se- actividad humana lo es en vista
guiría figurando entre los gigantes. de la felicidad. En realidad, esta bea-
Dios no es el objeto de una intuición, titudo es Dios, pero tiene que ser
sino que de una aceptación del mun- descubierto. Si queremos encontrarle
do profundamente considerada con deberemos actuar de manera adecua-
35 ARfSTIPO

da. De este imperativo hipotético se srtiva; sus preceptos pueden reforzar


sigue la filosofía moral de Aristóte- en ocasiones a la Ley Natural, pero
les, la cual, puesto que el «debe» su- como tales no son conclusiones a par-
pone «puede», es ininteligible fuera tir de aquélla, sino más bien suple-
de su enseñanza psicológica y teoló- mentos pragmáticos para hacer más
gica. Es un intelectualista por cuanto fácil la vida buena o para salva-
sostiene que la felicidad es captada guardar el orden público. Obligan en
por un acto de conocimiento, y que conciencia, pero aquí se ha invertido
la prudencia desempeña un papel emi- la prueba; algunos hechos son orde-
nente para alcanzarla. El actuar por nados, por tanto, son buenos; algu-
placer, o incluso por amor o por ale- nos son prohibidos, por tanto, son
gría, es criticado por no llegar al co- malos. Tomás fue el primero en apar-
razón filosófico del asunto. tarse de la opinión tradicional, for-
Los actos morales, actus bumani, mada por los estoicos y por Agustín,
son los ajustamientos deliberados de que el poder civil, como la pro-
que hacemos de los medios para un piedad privada, era propter peccatum,
fin que en sí mismo está más allá de un remedio contra nuestros apetitos
la moral. La moralidad en abstracto antisociales. Recuperó la idea de Aris-
es determinada por el tipo de acto tóteles de que el Estado cumple las
que se realiza, bueno, malo o indife- demandas esenciales de la naturaleza
rente; en concreto, la intención humana, la cual, dice él, utilizando dos
personal será correcta o incorrecta. términos, es social y política. Se pue-
También se deben tomar en cuenta de tomar el significado de «social»
las circunstancias. Simplemente como como los requisitos morales de la vida
filósofo moral, puede parecer que aña- en comunidad y en sociedad, y el
de poco al eudemonismo y a la de «político» como las formas cons-
tipología de las virtudes expuestas en titucionales que se eligen. La legisla-
la Ética a Nicómaeo, de Aristóteles, ción humana debería conocer sus lí-
sobre la que escribió un comentario. mites, y no tratar de cubrir todo el
Aquí se hallaba en el umbral de su campo de la moralidad.
ideal heroico de perfección teológica, (T. G.)
que hace tan impresionante su crítica
del criterio estoico de virtud sin pa- ARfSTIPO de Cirene (c. 435-356 a. C.),
sión. fue un miembro del círculo socrático,
Su síntesis sobre la naturaleza y SOFISTA, y el fundador tradicional de
división de la Ley domina su filoso- la escuela CIRENAICA de filosofía. Aun-
fía social. La leyes una ordenación que su vida y opiniones están en ar-
racional y no una manifestación di- monía con sus principios es posible
recta del poder; es para el bien co- que estos principios fueran formula-
mún, y esto significa una comunión dos sistemáticamente por primera vez
de personas, no un privilegio totalita- por su nieto, también llamado Arís-
rio; en la comunidad humana proce- tipo.
de del gobernante, que es el repre- Convirtió el disfrute del placer pre-
sentante y no el propietario del pue- sente en el fin de su vida, renun-
blo; y debe ser promulgada. La Ley ciando a lamentarse por el pasado v
Eterna, que está en la mente de a afanarse por el futuro. Pero la
Dios, es el ejemplar de toda ley. Está felicidad consistía en el control o
impresa en las mentes humanas como dominio prudente e inteligente de tal
Ley Natural, que es inmutable en sus placer, no en esclavizarse a éste, ni
principios, aunque sus preceptos de- en la abstinencia. De ahí su famosa
rivados puedan ser desarrollados de observación sobre su relación con su
maneras variadas según la región y costosa amante Lais: «Yo tengo a
el período. Algunos hechos son bue- Lais, no ella a mí.» Todos los actos
nos y, por tanto, son ordenados; eran indiferentes, excepto en la me-
otros son malos y, por tanto, prohi- dida en que produjeran placer a quien
bidos -ésta es la prueba de donde los realizara. Arístipo convirtió la vi-
se aplica. En contraste, aunque no da en el arte de adaptarse al lugar,
en contradicción, se halla la Ley Po- momento y persona, y de jugar su
ARISTóTELES 36

parte adecuadamente cualesquiera que segundos pensamientos y nuevas


fueran las circunstancias, virtuosidad ideas, y sus notas, en su forma final,
que exhibió especialmente en la cor- pueden contener partes escritas en fe-
te de Dionisia de Siracusa. De él se chas muy distintas y que no siempre
decía que sólo él podía hacer el dan- están integradas en una unidad ce-
dy o ir harapiento. Tuvo de hecho rrada. Así, no debemos pensar que
una capacidad extraordinaria para di- un tratado aristotélico es una obra es-
vertirse combinada con una gran li- crita, revisada y publicada un año de-
bertad de necesidades, combinación terminado, sino más bien que es algo
que más tarde suscitaría una elección que ha sufrido añadidos y alteracio-
de ideales difícil para sus sucesores. nes durante un periodo de años sin
(1. G. K.) quizá escribir siquiera una redacción
última. Más aún, lo que consideramos
un solo tratado puede consistir real-
ARISTóTELES (384-322 a. e) fue hi-
jo de un médico de Estagira en el mente en diversos cursos originalmen-
norte de Grecia. A partir del 367 y te separados ensartados por Andró-
durante veinte años fue miembro de nico o un editor anterior. Todo esto
la Academia de PLATÓN. Al morir és- hace muy complicado el problema de
te y hacerse cabeza de la Academia la cronología de los escritos de Aris-
tóte~es haciendo, por tanto, difícil dar
ESPEUSIPO, Aristóteles dejó Atenas
y marchó primero a Asas (en la cos- un informe de cómo cambió o se des-
ta de Asia Menor) y después a Les- arrolló su pensamiento. Estas cues-
bos. Sobre el 342 fue invitado por el tiones han sido el tema de muchas
rey Filipo de Macedonia a ir a este investigaciones valiosas en los últimos
lugar para supervisar la educación del años, pero no pueden ser discutidas
hijo del rey, Alejandro. Pocos años aquí. Este artículo solamente preten-
después volvió a Atenas para fundar derá dar algunas descripciones breves
una nueva escuela, que llegó a ser de ciertas ideas de Aristóteles y pro-
conocida como el Liceo o escuela pe- porcionar una guía de alguna de sus
ripatética, La escuela floreció, pero en obras importantes.
el 323 Aristóteles dejó Atenas por Vale la pena decir algo sobre có-
razones políticas, retirándose a Eu- mo se acercó Aristóteles a la filoso-
boea. Allí murió en el 322. fía. El solo nombre de Aristóteles
Los primeros escritos de Aristóte- le sugiere a algunas personas la idea
les estaban dedicados en su mayoría de un sistema dogmático de doctri-
al gran público. Escritos con estilo nas rígidas. Esta idea es errónea. La
pulido (algunos en forma de diálogo) forma de ser de Aristóteles está lejos
fueron ampliamente platónicos en su de ser dogmática: está siempre vol-
perspectiva. Estas obras fueron muy viendo a abrir temas y admitiendo
c~nocidas en la antigüedad, aunque dificultades. Como tampoco es dog-
solo sobreviven fragmentos. Las obras mático su método. No argumenta arro-
que poseemos nosotros son tratados gantemente a partir de premisas es-
sistemáticos dedicados a estudiantes tablecidas por él como autoevidentes.
especializados. Estas obras sólo tenían Considera cuidadosamente lo que han
una circulación limitada en la anti- dicho sus predecesores y lo que di-
güedad hasta que los textos fueron cen los hombres ordinarios asumien-
editados por Andrónico en el siglo I do que sus opiniones divergentes
antes de Cristo; nuestros textos de tendrán todas un elemento de ver-
Aristóteles se basan en última instan- dad, e intentando dilucidar soluciones
cia en la edición de Andrónico, y tam- razonables a problemas clarificándolos
bién se hicieron todas las' traducciones y modificando o refinando las diversas
al latín y al árabe partiendo de este soluciones inconsistentes que han si-
texto. Los tratados de Aristóteles tie- do elegidas. Finalmente, es un error
nen un c3irácter bastante peculiar, pues pensar que el valor filosófico de su
en esencia son notas para clases o to- obra deba residir en sus conclusio-
madas de éstas. Una persona que da nes (o «doctrinas»): lo que le con-
clases retoma su material muchas ve- vierte en un gran filósofo es su ha-
ces a través de los años e introduce bilidad en el análisis y su agudeza
37 ARISTóTELES

en la argumentación más que sus con- madera y cola puestas juntas de de-
clusiones positivas. terminada manera. Aristóteles distin-
Las siguientes notas, necesariamen- gue como aspectos separados de la
te superficiales, introducirán algunas mesa su materia (la madera y la cola)
de las ideas a las que Aristóteles re- y su forma (cómo se han puesto jun-
curre constantemente: tas, su estructura). Muchas de sus
1) Categorías. Las categorías de ideas centrales -y de sus perplejida-
Aristóteles clasifican la realidad: todo des- se conectan con esta distin-
10 que existe cae dentro de una de ción: a) La forma es inmanente: la
ellas -o es una sustancia, o una forma de la mesa existe solamente
cualidad o una relación o una canti- como la forma de esta o aquella me-
dad, etc. (En ocasiones Aristóteles cla- sa, esto es, como la forma de deter-
sifica diez categorías, normalmente minada materia. No existe la Forma
menos.) Debido a que los items de trascendental de la Mesa platónica
las distintas categorías tienen clases que existe separadamente (ni la del
de seres irreductiblemente diferentes Hombre o la Justicia). b) La forma
los términos como «es» y «uno», que o estructura se determinan normal-
son aplicables a todas las categorías mente por su función. Es por la que
son ambiguos en un sentido impor- tiene que cumplir por 10 que una me-
tante (compárese a la doctrina esco- sa tiene una parte superior plana y
lástica de los transcendentalia). La cuatro patas. De hecho, la forma se
falta de atención a este tipo de am- puede identificar con la función: de-
bigüedad y a las distinciones catego- cir 10 que es una mesa es decir 10
riales ha llevado, según argumentó que es o para 10 que sirve. e) La ma-
Aristóteles, a paradojas filosóficas. teria es «en vista de la forma» y no
La sustancia es anterior a todas las viceversa. Si quieres un hacha (algo
otras categorías porque existe «separa- para cortar árboles) debes utilizar sin
damente», mientras que las cualida- duda hierro para hacerla; pero puede
des, etc., existen solamente como cua- haber hierro sin que haya hacha. Así,
lidades de sustancias. Las sustancias establecer la forma o la función de al-
individuales (por ejemplo, Sócrates o go 10 explica mucho más que estable-
esta mesa) son los sujetos a los que cer de qué está hecho; la forma impli-
pertenecen los predicados y ellos mis- ca la materia adecuada en un sentido
mos no son predicados de ninguna en que la materia no implica la forma.
d) La madera y la cola, la materia
otra cosa. Aristóteles sitúa en la ca-
tegoría de sustancia no solamente las de la mesa, no son materia en un sen-
sustancias individuales, sino también tido absoluto. En una pieza de ma-
sus especies y géneros (hombre, ani- dera podemos volver a hacer una dis-
mal). Pues decir que Sócrates es tinción entre forma y materia porque
hombre no es mencionar alguna cua- la madera, como cualquier otra cosa,
lidad que tenga, sino decir lo que está hecha de tierra, aire, agua y fue-
es. Más aún, la ciencia, que estudia la go (o de alguno de éstos) combinados
realidad y sobre todo la sustancia, de una forma determinada. Ni tam-
define y estudia las especies, no los poco son estos cuatro elementos ma-
individuos. Pero, sin duda, la espe- teria pura. Pueden convertirse uno en
cie no existe separadamente como los otro. Lo que implica una materia sub-
individuos. Existe al respecto una yacente persistente capaz de recibir la
profunda dificultad en el pensamien- forma de la tierra, del agua, etc., pero
to de Aristóteles, que puede expre- que en sí misma no tiene ninguna
sarse diciendo que la palabra ou- forma ni ningún carácter definido.
sía (literalmente «ser») sirve para Esto es 10 que Aristóteles llama ma-
nuestra «sustancia» y para nuestra teria primera (o «prima») un sustra-
«esencia»; Aristóteles le asigna a la to sin carácter que nunca existe ver-
ousía caracterísicas incompatibles, al- daderamente por sí mismo, sino sólo
gunas de las cuales pertenecen real- con la forma de la tierra, del aire, et-
mente a las sustancias individuales, y cétera. e) Además, llevando la distin-
otras a las especies o esencias. ción entre materia y forma al concep-
2) Materia y forma. Una mesa es to extremo de materia pnma, Aristó-
ARISTóTELES 38
teles también la usa por analogía en se convierte al crecer, en sí misma
problemas bastante diferentes. Así, es el producto de algún roble madu-
en la definición de una especie trata ro ya existente: «pues de 10 que
el género como la materia y la dife- existe potencialmente se produce siem-
rencia como la forma: el género es pre 10 que existe actualmente median-
relativamente indeterminado, la dife- te una cosa que existe actualmente,
rencia da su carácter definitivo a la por ejemplo, el hombre del hombre,
especie. Esto es típico de la forma el músico del músico; siempre hay
que tiene Aristóteles de extender la un primer motor, y el motor siempre
aplicación de los conceptos clave existe actualmente. (Desde luego que
-10 que añade cierta unidad a su pen- una mesa no es producida por otra
samiento a costa de algo de oscuri- mesa, pero sí es producida por al-
dad. f) Hasta aquí la forma ha sido guien que ya tenía la forma de una
el correlato de la materia, la forma mesa «en la mente».) d) Como una
de cierta materia. Aristóteles suscita potencialidad implica la posiblidad de
la cuestión de si puede haber forma cambio a la actualidad, que es mejor,
sin materia y dice que sí. Pero esta no puede haber ningún elemento de
forma-sin-materia es muy distinta de potencialidad en un ser inmutable y
la Forma platónica. Dios es forma perfecto.
sin materia. 4) Las cuatro «Causas». Aristóte-
3) Actualidad y Potencialidad. Un les mantiene que la explicación com-
trozo de madera es potencialmente pleta de una cosa cualquiera debe
una estatua, una bellota es potencial- decir de qué está hecha (causa ma-
mente un roble; la estatua acabada y terial), qué es esencialmente (causa
el roble desarrollado son la actualiza- formal), qué es lo que la hizo ser
ción de esas potencialidades. a) Existe (causa eficiente) y cuál es su función
una estrecha conexión entre la antíte- o intención (causa final). Lo insólito
sis forma-materia y la antítesis actuali- de describir todas estas cosas como
dad-potencialidad. La materia es aque- causas no se debe esgrimir en contra
llo que tiene la potencialidad de recio de Aristóteles; en este contexto «cau-
bir forma; forma es aquello que actua- sa» es la traducción tradicional de
liza la potencialidad. Por 10 que Aris- una palabra griega cuyo significado es
tóteles utiliza en ocasiones las dos más amplio.
antítesis de manera intercambiable. Aristóteles mantiene que en un sen-
b) No todo material es capaz de recibir tido las causas formal, eficiente y fi-
una forma dada: una bellota no pue- nal son idénticas. La naturaleza esen-
de convertirse en olmo, de la madera cial de una mesa (causa formal) es
no puede hacerse un hacha. De dón- servir a ciertos propósitos (causa fi-
de proceden los robles y de qué están nal), y fue el pensamiento de aque-
hechas las hachas son cuestiones se- llos propósitos en la mente del car-
paradas a las que hay que responder pintero lo que produjo el ser de la
mediante investigaciones separadas. mesa (causa eficiente). Es la natu-
Aristóteles no piensa que se pueda raleza esencial de un caballo reali-
responder adecuadamente a estas y a zar ciertas funciones características
todas las cuestiones semejantes dicien- y ejercer capacidades características,
do simplemente que tal cosa actual y para hacer esto, para vivir la vi-
procede de tal cosa potencial; esto da de un caballo adulto es para 10
es parte de un análisis filosófico muy que son los caballos; y un caballo
general acerca de las nociones de cre- es producido por caballos, esto es cria-
cimiento y cambio. e) Aristóteles ar- turas que ya ejercen las funciones de
gumenta que la actualidad es anterior caballos adultos.
a la potencialidad por definición, va- Se debería observar que la noción
lor y tiempo. En una definición de de explicación mediante las cuatro
la potencialidad hay que mencionar la causas se aplica a las cosas más que
actualidad, pero no viceversa. La ac- a los eventos, se deriva de la refle-
tualidad es el fin por motivo del cual xión sobre el proceso de producción
existe la potencialidad. Y aunque una (natural y artificial) e implica un tipo
bellota existe antes del roble en que de teleología universal.
39 ARISTúTELES
5) Clasificación de las Ciencias. do A debe ser B». Aristóteles des-
Un examen de la obra de Aristóteles arrolla todas las combinaciones posi-
en campos especiales puede ir prece- bles de premisas y conclusiones, deter-
dido convenientemente de una des- mina qué silogismos son válidos, e
cripción de cómo clasifica las diversas investiga alguna de las relaciones ló-
ramas de la investigación, clasifica- gicas entre silogismos diferentes.
ción que tiene una importancia his- Los Analíticos Posteriores contienen
tórica considerable. La división bási- la «lógica de la ciencia» de Aristóte-
ca que hace es en ciencias teóricas, les. Su descripción de la forma que
prácticas y productivas. La ciencia debería tomar una ciencia completa es-
teórica estudia «10 que no puede ser tá muy influida por el modelo de la
de otro modo» y tiende simplemente geometría y descansa en la opinión
a la verdad. Puede subdividirse en de que en la naturaleza hay «tipos
tres partes importantes, que se dis- reales» cuya esencia podemos cono-
tinguen por su objeto: la física trata cer. Una rama determinada de la
las cosas que existen separadamente, ciencia 10 es acerca de alguna clase
pero que están sujetas al cambio, la de objeto limitada. Parte de prin-
matemática las cosas que son inmu- cipios y axiomas -algunos comunes
tables, pero que no tienen existencia a todas las ciencias, otros peculiares
separada, la «filosofía primera» (me- a ésta- y de definiciones de los ob-
tafísica) 10 que existe separadamente jetos que son estudiados. Luego de-
y es inmutable. Las ciencias prácticas muestra, mediante silogismos, que
tienen que ver con «10 que puede ciertas propiedades pertenecen nece-
ser de otro modo» y tienden en últi- sariamente a los objetos en cuestión.
ma instancia a la acción; las ciencias Esto parece algo remoto a 10 que
prácticas más importantes son la éti- hacen los científicos, y también a 10
ca y la política. Las ciencias produc- que hace Aristóteles en sus obras
tivas se interesan por hacer cosas. científicas; pero debemos recordar
La lógica es considerada por Aris- que expresa un ideal de la exposición
tóteles no como una parte sustantiva de una ciencia completa más que un
de la filosofía, sino como subsidiaria programa para investigadores.
a todas sus partes. Pues estudia for- Dos puntos más: a) Arist6teles es-
mas de razonamiento y la expresión tá rechazando la noción, que le ads-
común a temas diversos, y cierta com- cribe a Platón, de una gran ciencia
prensión de ésta es un prerrequisito comprehensiva; distintas ciencias re-
para el estudiante de cualquier tópi- quieren premisas distintas. b) Aris-
co. Esta visión de la lógica se refleja t6teles usa el término traducido por
en el nombre tradicional de las obras «inducci6n» para explicar cómo con-
lógicas de Aristóteles -el «Organon» seguimos puntos de partida indemos-
(esto es, el instrumento o herra- trables desde los que hacer nuestra
mienta). deducción; pero esto no es inducción
6) Lógica. Los Analíticos Primeros en el sentido que nosotros le damos.
contienen la gran contribución de Aris- Se nos dice, por ejemplo, que com-
tóteles a la lógica formal, su teoría prendemos la verdad del principio de
del silogismo. Es este un sistema pu- contradicci6n (uno de los principios
ramente formal de notable rigor, pe- comunes a todas las ciencias) por «in-
ro de alcance limitado. Las limita- ducci6n»; esto significa simplemente
ciones son que solamente abarca cier-
tos tipos de enunciados y que las in- que somos llevados (<<inducidos») a
ferencias que estudia son todas infe- reconocerlo como evidentemente ver-
rencias de dos enunciados de este tipo dadero observando uno o más casos
a un tercero. Todos los enunciados de él. Aristóteles da una descripción
de un silogismo categórico tienen una en cierto aspecto parecida de c6mo
u otra de las siguientes formas: to- adquirimos conceptos; habiendo visto
do A es B, ningún A es B, algún A un número de hombres somos capaces
es B, algún A no es B. Los silogis- de atrapar la naturaleza común a to-
mos modales producen formas tales dos ellos. Captar 10 universal, como
como «todo A puede ser B» y «to- captar una verdad universal, es una
ARISTóTELES 40
cuestión de aprehensión directa, no algo que se mueve a sí mismo eterna-
de inferencia. mente. El propio término «motor de-
7) Física. El estudio de la física, sí-mismo» es erróneo. Pues el concep-
o naturaleza, incluye el estudio de las to de movimiento o de cambio exige
cosas vivientes, pero será conveniente que distingamos en algo que «se
tratar la biología y la psicología se- mueve a sí mismo» una parte que cau-
paradamente de sus obras físicas más sa el cambio y otra parte que 10 expe-
generales. La Física y las obras en rimenta. Debemos, por tanto, asumir
conexión con ésta, contienen la dis- la existencia de un ser que en sí mis-
cusión y el análisis de conceptos ta- mo es inmóvil y que puede causar de
les como naturaleza, cambio, azar, algún modo el movimiento eterno.
tiempo, lugar, continuidad, infinito, Este Motor Primero, inmutable y que
crecimiento; pruebas de que el movi- no contiene ningún elemento de ma-
miento es eterno y de que existe un teria ni de potencialidad sin realizar,
Motor Primero eterno; y muchas doc- conserva en movimiento a los cuer-
trinas respecto de la constitución y el pos celestes y mantiene la vida eterna
funcionamiento real del universo. Lo del universo. La teología tendrá algo
que Aristóteles tiene que decir sobre más que decir acerca de su naturale-
este último tema está naturalmente za y forma de operar.
pasado de moda (y ahora no sería 8) Biología. Si la obra de Aristó-
considerado como algo que cae den- teles en física sufre de una falta de
tro de los intereses de un filósofo). experimentación y observación, no se
Sus análisis de conceptos suelen ser puede decir 10 mismo de su biología.
sutiles e iluminadores, pero no pue- Recogió una inmensa cantidad de in-
den ser resumidos de una forma útil. formación sobre las criaturas vivientes
Su tratamiento del movimiento y la y, a pesar de algunos errores funda-
continuidad le llevó a rechazar como mentales, estaba mejor informado del
sin sentido cuestiones relativas a la tema que la mayoría de sus suceso-
velocidad (o dirección) de un cuerpo res hasta tiempos comparativamente
en movimiento en un punto dado (de recientes. Reconoció que las teorías
espacio o tiempo); esto tuvo desafor- deben sujetarse a los hechos; des-
tunados efectos sobre el estudio de pués de dar una teoría sobre la ge-
la dinámica. neración de las abejas dice: «los he-
Los argumentos en favor de un chos no han sido suficientemente de-
Motor Primero parten de la concep- terminados». Y si son determinados
ción aristotélica del cambio y la cau- en un futuro, «entonces se debe con-
sación. No podía haber un cambio ceder más credibilidad a la evidencia
absolutamente primero (o último). directa de los sentidos que a las teo-
Puesto que como el cambio implica rías».
materia preexistente (o potencialidad) Dos de las contribuciones impor-
y una causa eficiente preexistente tantes de Aristóteles están en cone-
que imponga forma a la materia (que xión con la clasificación y con la ex-
actualice la potencialidad), debe ha- plicación teleo1ógica. Logró valiosas
ber existido con anterioridad a un clasificaciones sistemáticas de la vida
supuesto cambio primero algo capaz animal, rechazando 10 que conside-
de ser cambiado y algo capaz de cau- raba un método platónico inadecuado
sar el cambio. Pero entonces para ex- -el método de la dicotomía- y em-
plicar por qué se actualizaron estas pleando diferenciaciones múltiples pa-
potencialidades (de ser cambiado y de ra distinguir las principales clases de
causar el cambio) en un momento de- criaturas. Pensaba que las diversas es-
terminado y no antes, debemos supo- pecies eran eternas y que no evolu-
ner algún cambio real que se haya cionaban de otras especies, sino que
dado precisamente antes de ese mo- eran capaces de ser dispuestas en una
mento, esto es, un cambio anterior al escala que llevara de las más bajas y
supuesto cambio primero. Por tanto, menos desarrolladas a las más eleva-
el cambio, o el movimiento, debe ser das y más complejas.
eterno. Pero, ¿cómo explicar el cam- Aristóteles considera que la expli-
bio eterno? No asumiendo que existe cación teleológica es la esencia del
41 ARISTÓTELES

trabajo del biólogo: la explicación de del cuerpo, como la vista es la for-


la estructura material en términos ma de los ojos (<<cuando se elimina
de función. La naturaleza, el perfecto la visión, el ojo ya no es un ojo,
artífice, no hace nada en vano; y la excepto en su nombre -no es un
verdadera explicación de las caracte- ojo más real que el de una estatua»).
rísticas de una especie debe mostrar El alma, la capacidad de vida, no
cómo sirven a ciertos propósitos en puede existir en todo y cualquier
relación con la vida de los miembros cuerpo (la forma requiere una mate-
de la especie. La teleología de Aris- ria apropiada); sólo un cuerpo con
tóteles no tiene nada que ver con que órganos adecuados puede poseer vi-
una especie favorezca los intereses de da. Tal cuerpo es potencialmente un
otra, tiene que ver con cada especie animal o una planta vivientes; el al-
en sí misma. El trabajo de un em- ma es la actualización de tal cuerpo.
brión es convertirse en un animal Esta importante conclusión (que es-
adulto, vivir adecuadamente y re- tá más cerca de RYLE que de DES-
producirse; y sus partes y sus carac- CARTES) permite a Aristóteles des-
terísticas deben explicarse en tanto cartar la cuestión de si el alma y el
que contribuciones a estos fines. «Pa- cuerpo forman una unidad: «Tiene
ra cualquier cosa viviente que haya tan poco sentido como preguntar si
alcanzado su desarrollo normal... el la cera y la forma que el cuño le da
acto más natural es la producción de son uno, o de un modo general la
otro semejante a sí mismo, un animal materia de una cosa y aquello de lo
de un animal, una planta de una plan- cual es materia. La unidad tiene mu-
ta, con el fin de que, en la medida en chos sentidos... pero el más correc-
que se lo permita su naturaleza, pue- to y fundamen tal... es la relación de
da participar de lo eterno y lo divino. una actualidad con aquello de que es
Este es el objetivo por el que se es- actualidad.» En esta perspectiva ge-
fuerzan todas las cosas, y en cuyo neral hablar de una actividad psico-
nombre hacen todo lo que su natura- lógica no es hablar de la actividad de
leza les permite». una sustancia inmaterial dentro de un
9) Psicología. La palabra «psique», cuerpo sino del funcionamiento real
que comúnmente se traduce por «al- de un cuerpo viviente; y las descrip-
ma», tiene realmente un significado ciones de Aristóteles acerca de los
más amplio; las plantas, así como los conceptos psicológicos siempre ponen
animales tienen psique, están vivos. de relieve los hechos físicos y fisio-
Las cosas vivientes pueden ser orde- lógicos.
nadas según la complejidad de sus Aristóteles permite una excepción a
capacidades. Algunas (las plantas) so- la regla de que el alma es la forma
lamente tienen la capacidad de nutri- o actualización del cuerpo. La acti-
ción y reproducción; otras tienen vidad del nous (pensamiento intui-
también la capacidad de percepción, tivo puro) no depende del cuerpo y,
deseo y movimiento; los hombres tie- por tanto, puede existir separadamen-
nen además la capacidad de pensa- te de él. En este punto su doctrina
miento. La principal discusión de es extremadamente oscura, y está en
Aristóteles sobre estas funciones fí- discusión si atribuye al nous algún
sicas diversas se encuentra en De tipo de inmortalidad del alma huma-
Anima, que también contiene su des- na individual o no. En general, la
cripción general del alma y la rela- descripción que hace del alma disuelve
ción de ésta con el cuerpo. la cuestión de la inmortalidad perso-
Un hombre muerto, un cuerpo sin nal de manera tan efectiva como la
alma, no es estrictamente un hombre de la unidad de alma y cuerpo.
en absoluto, pues carece precisamente 10) Metafísica. Aristóteles expresa
de aquellas capacidades cuya posesión dos opiniones acerca de la «filosofía
definen qué es ser hombre. Un hom- primera» (el nombre «metafísica» fue
bre (y cualquier animal o planta) es dado por un editor al tratado sobre
un cuerpo-sin-alma; y la relación de filosofía primera porque venía des-
cuerpo y alma es la relación de ma- pués -meta- de la Física en su
teria y forma. El alma es la forma edición. Una opinión, que ya hemos
ARISTóTELES 42
mencionado, es la de que es el estu- movrrruento. La única clase de acti-
dio de la sustancia inmutable, sepa- vidad que se le puede adscribir a
rable, esto es, la teología. La otra Dios es el pensamiento puro, el co-
es que no es una ciencia departa- nocimiento intuitivo ininterrumpido
mental que trate de un tipo deter- del más elevado objeto de conoci-
minado de ser, sino que estudia miento, Dios mismo. «El pensamien-
al ser en tanto que tal, junto con to divino debe pensar en sí mismo
los conceptos (por ejemplo, unidad, (puesto que es la más excelente de
identidad) y principios (por ejemplo, las cosas), y su pensamiento es un
la ley de contradicción) que son co- pensamiento del pensamiento.»
munes a todas las ciencias departa- Los cielos exteriores y los planetas
mentales. Aristóteles no tiene mucho son seres animados movidos por un
éxito en la reconciliación de estas dos deseo de imitar la actividad eterna
opiniones. La mayor parte de la Me- de Dios. El cielo exterior es el que
tafísica es metafísica en el sentido más se le aproxima por su movimien-
más amplio -como mostrará una bre- to espacial continuo y simple. En la
ve sinopsis de la obra. naturaleza como un todo existe algo
En el Libro 1, Aristóteles examina similar: los procesos de nacimiento,
y critica las opiniones de sus prede- crecimiento y reproducción mantienen
cesores sobre los principios últimos para siempre la vida de las diversas
de la realidad con el fin de confir- especies. Pero desde luego las plantas
mar su propia visión de que hay cua- y los animales no están imitando a
tro y sólo cuatro tipos diferentes de Dios conscientemente (sólo el hombre,
«causa». El Libro 111 desarrolla una que posee razón, puede hacerlo), ni
serie de problemas que luego se dis- tampoco es Dios consciente, ni se in-
cuten más a fondo. El Libro IV dis- teresa por ellos.
cute la ley de contradicción y la ley 10) Ética. La Ética a Nicómaco
de tercio excluso (sin intentar pro- es, sin duda, uno de los mejores li-
barlas). El Libro V es un léxico de bros que se han escrito sobre el te-
los términos filosóficos importantes, ma. Es rico en el análisis de los con-
siendo discriminados diversos sentidos ceptos morales y psicológicos, y en
de cada uno. Los libros VII y VIII argumentos ingeniosos. La descrip-
discuten la sustancia y analizan las ción siguiente indicará las líneas prin-
nociones de esencia, género, uni- cipales de la obra:
versal, sustrato, forma, etc. Los li- i) La vida buena. Lo «bueno» no
bros siguientes tratan la actualidad es, argumenta Aristóteles, el nombre
y la potencialidad, la unidad, la plu- de una cualidad simple. Diferentes ti-
ralidad y nociones similares. El li- pos de cosas son llamados buenos por
bro XII contiene la teología de Aris- razones diferentes: un hacha es bue-
tóteles. Los libros XIII y XIV dis- na si corta con eficiencia, los ojos son
cuten y rechazan ciertas opiniones buenos si ven bien. Para decidir cuál
mantenidas en la Academia acerca de es la mejor vida para el hombre uno
la sustancia inmaterial: no existen debe preguntar cuáles son las funcio-
cosas tales como las Ideas platónicas nes adecuadas de un hombre (como
o los Números Ideales, y los objetos cortar es la función de un hacha);
matemáticos no son sustancias. un hombre bueno será el que realice
Sólo podemos discutir un poco aquellas funciones con excelencia y la
más aquí el Libro XII. En él Aris- suya será la buena vida. Ahora bien,
tóteles vuelve a argumentar (como hi- la función de algo es aquello que
ciera en la Física) que debe haber sólo él puede hacer o lo que puede
un Motor Primero inmaterial y eter- hacer mejor que ninguna otra cosa.
no -al que ahora llama «Dios». Dios, El hombre se distingue de otros ani-
que no es susceptible de movimiento, males por su capacidad de pensamien-
causa el movimiento como un objeto to. Por tanto, las funciones de un
de deseo y amor. Su vida es activi- hombre -cuya realización efectiva le
dad perpetua, siendo la actividad per- convertirá en un hombre bueno-- son
fecta y completa en todo momento y aquellas de sus actividades que im-
no un proceso, como ocurre con el plican pensamiento y que, por tanto,
43 ARISTóTELES

no comparte con otros animales. La to a las personas adecuadas, con un


posesión de la razón por parte del motivo adecuado, y de un modo co-
hombre se muestra, no sólo en su rrecto, es lo intermedio y lo me-
capacidad de pensar, sino también en jor, y esto es característico de la vir-
su capacidad de controlar mediante tud». De hecho, la doctrina del me-
el pensamiento y los principios sus dio contiene pocas enseñanzas mora-
deseos y su conducta; por tanto, las les positivas y es inadecuada si se la
virtudes del hombre bueno no sólo considera simplemente como un aná-
serán intelectuales, sino también mo- lisis de los conceptos de vicio y virtud.
rales o éticas (esto es, virtudes del Las discusiones suplementarias con-
carácter, etbos). sideran la responsabilidad y la elec-
ii) La virtud moral. Las virtudes ción. Aristóteles analiza con precisión
morales, como las técnicas, se adquie- las condiciones en que la responsabi-
ren mediante la práctica. Un hombre lidad puede ser negada, y las reduce
se vuelve generoso si se le entrena o a dos -compulsión e ignorancia de
habitúa a hacer las cosas que haría los hechos materiales. Encuentra que
un hombre generoso. Se ha vuelto la elección implica deliberación y de-
generoso cuando ha adquirido una seo: nuestros deseos y nuestro carác-
disposición de carácter asevtada de ter determinan nuestros fines, delibe-
tal modo que ahora hace estas cosas ramos acerca de los medios mediante
regularmente, con agrado y sin un los cuales podemos alcanzar estos
motivo ulterior. El «con agrado» es fines.
importante; ayuda a Aristóteles a ar- iii) La virtud intelectual: sabidu-
gumentar que la vida virtuosa es pla- ría práctica. Esta virtud intelectual
centera. Su ideal es el hombre que permite que un hombre consiga las
siempre hace lo que debe porque respuestas correctas a cuestiones prác-
lo desea; la presencia de una lucha ticas de la conducta. Implica habili-
moral, la necesidad de sojuzgar a los dad en la deliberación pero también
deseos ... , son signos de imperfección. presupone la posesión de la virtud
La virtud moral se interesa por los moral. Pues tener propósitos correc-
sentimientos y las acciones, y en és- tos es una cuestión de virtud moral
tos puede haber demasiado, demasia- -el carácter determina los fines. La
do poco, o la cantidad correcta, «el bondad moral y la sabiduría práctica
medio». La virtud es una cuestión de son de hecho inseparables, implicando
dar con el medio entre vicios opues- cada una de ellas a la otra en su de-
tos: la generosidad cae entre la mez- finición.
quindad y la prodigalidad. El medio Podemos señalar tres puntos más
implicado no es una media aritmé- respecto de la sabiduría práctica. Pri-
tica, es el medio «relativo a nosotros», mero, Aristóteles deja de concentrar-
esto es, es 10 que es apropiado a un se exclusivamente en el tipo de deli-
hombre. No existen reglas simples beración medios-fin. Uno puede ver
para decidir qué es apropiado; es la que algo es correcto y no porque sea
posesión de phronesis (sabiduría prác- un medio para una meta futura, sino
tica) 10 que permite a un hombre al- porque caiga dentro de algún prin-
canzar el medio. Esta doctrina del cipio moral. La terminología medios-
medio es más famosa de 10 que se fin que es común en Aristóteles re-
merece. Aristóteles admite la difi- sulta sin duda inadecuada para su pro-
cultad que hay para encajar todas las pia descripción de la vida buena: el
virtudes y los vicios en su esquema. propósito del hombre bueno no es
y aún más importante, que la virtud alcanzar alguna meta futura sino vi-
no es solamente una cuestión de la vir bien a lo largo de toda su vida.
cantidad correcta queda implicado por En segundo lugar, aunque Aristóte-
las propias palabras de Aristóteles: les da ejemplos simples de la delibe-
« ... tanto la cólera como la piedad ... ración, no por ello subestima la com-
pueden ser sentidas demasiado o de- plejidad de las cuestiones prácticas ni
masiado poco, y en ambos casos no supone que puedan ser resueltas fá-
son bien sentidas; pero sentirlas en cilmente. Para apreciar todos los fac-
los momentos oportunos, con respec- tores de una situación y sopesar sus
ATOMISMO 44
diversos propósitos hay que tener un rían mejor gobernadas las ciudades
ojo experimentado en esos asuntos. reales de diversos tipos. El principal
La edad y la preparación es lo que in terés filosófico de la obra reside en
cuenta aquí, no la mera inteligencia. su análisis de los conceptos políticos
En tercer lugar, Aristóteles no supo- (<<estado», «ciudadano», «ley», etc.).
ne que la deliberación preceda a ca- 13) Poética. Esta obra debe ser
da acción (o a cada acción correcta). mencionada (aunque no puede ser dis-
Pero el hombre con sabiduría prác- cutida) en razón de la enorme -no
tica sería capaz de justificar con pos- totalmente beneficiosa- influencia
terioridad lo que hizo con referencia que ha tenido en el pasado, tanto en
a fines o principios. Antes de pasar la escritura de dramas como en las
de la sabiduría práctica a la teórica, teorías estéticas.
Aristóteles ofrece importantes discusio- (J. 1. A.)
nes sobre la akrasia (saber lo que se
debe hacer pero no hacerlo) y sobre ATOMISMO. La teoría atomista de la
el placer, su naturaleza y su valor. naturaleza del mundo fue establecida
io) La virud intelectual: sabiduría por primera vez por LEUCIPO y
teórica. Esta virtud intelectual es sa- elaborada por su compañero DEMó-
biduría acerca de «lo que no puede CRITO en el siglo V a. c.; fue resta-
ser de otro modo». Incluye el cono- blecida por EPICURO de forma lige-
cimiento intuitivo de los puntos de ramente modificada; la versión anti-
partida que son indemostrables (con- gU,a más completa que aún está dis-
ceptos y verdades) y el conocimien- ponible es la de LucREcIO en su poe-
to demostrativo de qué se sigue de ma De Rerum Natura que se basa en
ellos. Esta virtud, argumenta Aristó- Epicuro, Es común que se considere
teles, es la más elevada que el hom- al atomismo antiguo como una es-
bre puede tener: versa sobre los ob- peculación metafísica, en contraste con
jetos más elevados y es la virtud la ciencia moderna; pero si distingui-
de la parte divina del alma del hom- mos la hipótesis atomista general de
bre (pues a Dios no se le puede la aplicación a problemas particulares
atribuir más actividad que la del pen- que hicieran los antiguos, vemos que
samiento puro). La vida de la filosofía su significación principal estriba en
teórica es la mejor y más feliz que que es el primer esquema conceptual
un hombre puede vivir. Pocos hom- que hizo posible la prosecución de
bres son capaces de ella (y éstos sólo la ciencia empírica.
de manera intermitente). Para el res- Al establecer la teoría del atomis-
to, hay un segundo modo de vida mo, Leucipo y Demócrito estaban
mejor, el de la virtud moral y la continuando la tradición de los filó-
sabiduría práctica. sofos científicos jonios; pero estaban
Es sorprendente cómo Aristóteles, al corriente de las críticas aducidas
partiendo de la cuestión de cuál es por PARMÉNIDES y ZENÓN de Elea
la naturaleza del hombre y su función contra la primera especulación física,
en tanto que hombre, acaba por en- y su teoría estaba destinada a cumpli-
contrar que la actividad más eleva- mentar estas críticas. Partieron del
da y adecuada de éste es la imitación principio de que nada existe a partir
de Dios a través del ejercicio de la de la nada ni es reducido a la nada
razón pura, la chispa de la divinidad -el equivalente de una negación de
en él. la creación y la afirmación de la con-
12) La Política. En la Política, servación de la materia; Demócrito,
Aristóteles intenta explicar la natura- aunque probablemente no Leucipo,
leza y propósitos de un estado (un también mantuvo que todo ocurre por
estado-ciudad) y así descubrir qué alguna causa y de acuerdo con prin-
constitución y qué leyes serían las cipios inmutables, siendo el primer
mejores. Además, como la política es hombre, que sepamos, en establecer
una rama de la investigación práctica, este presupuesto básico de la inves-
Aristóteles no sólo expone una cons- tigación científica.
titución ideal, sino que también hace El mundo consta de lo que es, lo
sensatas sugerencias sobre cómo se- sólido, los átomos, y de lo que no
45 ATOMISMO

es, lo vacío, lo desocupado; al decir sentidos en favor de una descripción


que lo que no es es, los atomistas es- teórica del mundo; en un fragmento
tán meramente estableciendo la reali- notable (Diels-Kranz 125) representa
dad del vacío en el lenguaje técnico. a los sentidos diciéndole a la razón:
Lo vacío es infinito en extensión; «Desdichada mente, ¿intentas derro-
los átomos son también infinitos en camos con pruebas obtenidas de nos-
número; según Demócrito, los áto- otros? Entonces nuestro derrocamien-
mos son asimismo infinitos en varie- to es tu caída.»
dad de formas y tamaños, aunque Los sentidos podían hablar de prue-
todos son demasiado pequeños para bas obtenidas por ellos porque la evi-
ser perceptibles, mientras que Epicu- dencia empírica era ofrecida por la
ro mantuvo que la variedad de for- existencia de los átomos. Así, Lucre-
mas y tamaños es inconcebiblemente cio insistía en que la fuerza del vien-
grande pero no infinita. Los átomos to sólo podía explicarse si el viento
son de tamaño finito, no son puntos consistía en partículas invisibles y se-
geométricos; son llamados átomos ñalaba la lenta e imperceptible ero-
porque son físicamente indivisibles, sión de las piedras por el agua. No
aunque desde un punto de vista geo- se ofrecía evidencia empírica directa
métrico tienen partes. La solidez, el para el vacío, pero se argumentaba
tamaño, la forma, y en algunas ver- (falazmente) que la razón nos exige
siones el peso, son las únicas pro- que lo reconozcamos si queremos ex-
piedades de los átomos; no difieren plicar el fenómeno del movimiento,
en cualidad, y no tienen color, ni pues un cuerpo sólo se puede tras-
olor, ni sabor, ni calor o frío. Se ob- ladar si hay un espacio vacío en
servará que, así concebidos, solamen- el que hacerlo.
te tienen las propiedades mensurables La existencia de universos y de los
y mecánicamente relevantes que Loe- cuerpos que hay dentro de ellos fue
KE iba a llamar cualidades primarias. explicada de maneras diversas. Hay
Más allá de los átomos y el vacío ciertas dudas sobre la opinión de De-
no hay nada, y éstos son eternamen- mócrito: lo más probable es que él co-
te inmutables, excepto en sus relacio- menzara con los átomos en una mo-
nes espaciales. «Lo dulce y lo amar- ción fortuita y espontánea como un
go, el calor y el frío son apariencias; hecho bruto; como consecuencia de
en realidad existen los átomos y el sus colisiones se levantaron remoli-
vacío», dijo Demócrito. En lenguaje nos o vórtices a gran escala y los
más moderno, todo debe ser explica- universos se formaron de estos vór-
do en términos de átomos -sus po- tices; como hay un número infinito
siciones y disposiciones relativas, su de átomos en un espacio infinito, ha-
tamaño y sus movimientos. Así, el brá un número infinito de universos
aparente llegar a la existencia y ani- esencialmente similares llegando a la
quilación de los objetos debe ser ex- existencia, existiendo o derrumbándo-
plicado en términos de la formación se. Epicuro comenzó con una lluvia
y disolución de grupos de átomos. continua de átomos moviéndose con
Muchos de los intentos de suminis- inconcebible rapidez; en el vacío
trar estas explicaciones fueron inevita- se moverían todos con igual veloci-
blemente toscos, pero no debemos dad; por lo que planteó el famoso
confundir la tosquedad del intento clinamen o divergencia del curso de
con la sofisticación del principio me- unos pocos átomos para establecer las
todológico; así el color blanco se ex- mociones e interacciones laterales ne-
plicó en términos de la ternura de cesarias para la formación de uni-
los átomos que componen el objeto versos.
y un olor desapacible en términos de La teoría atomista era omnicom-
la forma desigual de los átomos des- prensiva y no meramente una hipóte-
pedidos que alcanzan la nariz. Es sis física. El alma era corpórea y
interesante señalar que Demócrito era consistía en átomos muy finos que
completamente consciente de las difi- se movían con gran rapidez dispersos
cultades filosóficas que se suscitan al por el cuerpo y que se desintegraban
rechazar la evidencia aparente de los con el cuerpo al morir. La percep-
AUSTIN 46
ción sensible era explicada como la Boyle, Locke y Newton se derivan
emisión de átomos desde el cuerpo directamente del atomismo antiguo;
percibido al órgano sensible apropia- así, la famosa doctrina de las cuali-
do; así, cuando vemos algo se tras- dades primarias y secundarias que to-
lada una delgada capa de átomos des- dos ellos compartieron es simplemen-
de su superficie hasta la pupila del te un restablecimiento de la antigua
ojo. Incluso el pensamiento parece teoría atomista. Los únicos cambios
que era concebido como la recepción fundamentales que se hicieron fueron
de átomos especialmente finos, imper- los que la ortodoxia cristiana exigía;
ceptibles a los sentidos, procedentes ahora se establecía que el alma era
del cuerpo en que se pensaba; a ve- inmaterial y se concebía que Dios
ces, como en los sueños, tales imá- había creado los átomos y originaria-
genes atómicas venían sin ser desea- mente los había puesto en movimien-
das; en otras ocasiones, y siempre en to de acuerdo con las leyes de su
el caso de las concepciones más suti- invención. El progreso científico del
les, los átomos eran percibidos men- siglo XVII consistió más bien en ha-
talmente sólo mediante un acto es- cer hipótesis nuevas y mejores que
pecial de atención. explicaran fenómenos particulares en
Los atomistas antiguos no eran términos de la hipótesis atomista que
ateos, pero es difícil estar seguro de en modificaciones fundamentales de
cuáles eran sus opiniones teológicas. ésta, que se iban a producir en el si-
Ciertamente reconocían que percibi- glo XVIII. Es, por tanto, un error es-
mos los dioses en los sueños y en el tigmatizar el atomismo griego como
pensamiento, y esto parece haber si- especulación puramente racionalista
do considerado como una prueba de en contraste con un atomismo mo-
su existencia. Pero sin duda no re- derno empíricamente fundado. Los
conocían ninguna intervención divi- griegos no tenían el suficiente equipo
na ni ningún control en el universo técnico como para confirmar las apli-
o en los asuntos humanos; los dioses, caciones especiales de la teoría ato-
tal y como eran reconocidos por la mista por el experimento, tal como se
religión, fueron repudiados por ellos. fue logrando de manera ascendente
La visión atomista nunca fue am- en los tiempos modernos; pero el es-
pliamente aceptada en el mundo an- quema conceptual tiene que venir an-
tiguo. Esto fue en parte debido al tes que el experimento y esto lo al-
rechazo científico del atomismo por canzaron los griegos con gran éxito.
parte de ARISTÓTELES, a pesar de su (J. O. U.)
admiración e interés por la obra de
Demócrito, en parte porque el ato- AURELIO, véase Marco Aurelio.
mismo se asociaba a opiniones mora-
les impopulares y frecuentemente ter- AUSTIN, john Langshaw (1911-1960),
giversadas, y en parte debido a la filósofo inglés. Fue catedrático de Fi-
incompatibilidad del cristianismo y losofía Moral en la Universidad de
otras religiones mistéricas con el ma- Oxford. Tuvo una influencia consi-
terialismo de los atomistas, su nega- derable en el desarrollo de la filo-
ción de la otra vida y su rechazo sofía analítica desde la segunda gue-
del convencional «intervencionismo» rra mundial. Su obra consiste prin-
de los dioses. En consecuencia, la cipalmente en exámenes concienzudos
hipótesis atomista fue casi olvidada en del modo en que se usan las palabras
los últimos tiempos de la antigüedad ordinariamente, sin ninguna referen-
y en la Edad Media. cia directa a los problemas tradiciona-
El atomismo resurgió por prime- les de la filosofía. Austin da una bre-
ra vez a una escala significativa en ve y admirable explicación de las ra-
el siglo XVII, principalmente debido zones de ese procedimiento en «A Plea
a las investigaciones de GASSENDI de for Excuses».
los textos que habían sobrevivido de Dos de sus más importantes con-
Epicuro y al poema de Lucrecio. Di- juntos de conferencias se han publi-
fícilmente se podrá exagerar si se cado póstumamente. En Sense and
dice que el atomismo de Gassendi, Sensibilia intentaba mostrar que cier-
47 AVERROES

tos argumentos tradicionales de la fi- maco, de Aristóteles, que era la par-


losofía que están ideados para probar te primera y teórica de la ciencia po-
que el objeto directo de los sentidos lítica. Su refutación del ataque de
siempre es un dato sensible y nunca Ghazali a los Faldsiia (el 'I'abdjut al-
un objeto físico, derivan su plausibi- tabáju: o La Incoherencia de la inco-
lidad de una distorsión sistemática de herencia) merece una mención espe-
los términos clave respecto de su uso cial junto con tres tratados polémi-
normal. En How to Do Things with cos filosófico-religiosos de los cuales
W ords (Cómo hacer cosas con pala- el más importante es Fasl al-maqal.
bras) comienza por volver a exponer Sus comentarios aristotélicos han fo-
su doctrina de los «pronunciamientos mentado el entendimiento del maes-
performatívos», pero la encuentra in- tro, extendiendo su influencia por Oc-
satisfactoria en última instancia y pasa cidente entre judíos y cristianos, y
a reemplazar la distinción entre pro- han dado lugar al averroísmo.
nunciamientos performativos y esta- Su significación como filósofo reli-
mentales por una distinción entre ac- gioso descansa en sus tratados polé-
to locucionario (decir algo con cier- micos, su refutación enérgica del ata-
to significado), acto ilocucionario (lo que de Ghazáli y su Comentario a la
que uno hace, como cuando promete, República, de Platón. Después de
al decir algo) y acto per1ocucionario Ghazálí la filosofía estaba a la defen-
(lo que uno provoca al decir algo) siva, bajo el fuego constante de ju-
como los componentes abstraíbles del ristas y teólogos. De ahí la naturale-
acto de habla completo. Esta doctrina za polémica de muchos de los escri-
ha influido el trabajo posterior en la tos de Averroes. Se dispuso a probar
filosofía del lenguaje. el acuerdo esencial entre la ley reli-
(J. O. D.) giosa (Sbari'a) y la filosofía (jalsaja),
afirmando la identidad de propósito
AVERROES (1126, 1198); su nombre de ambas en el Fasl (Capítulo Deci-
es la latinización de Ibn Rushd. Fi- sivo sobre el acuerdo entre ley religiosa
lósofo, jurista, juez y médico, nació en y filosofía) y en el Comentario a la
Córdoba (España) y murió en Ma- República: la una es «la compañera y
rruecos. En Occidente, Averroes es so- hermana de leche» de la otra. La
bre todo conocido como comentarista verdad es una e indivisible, sólo que
de ARISTÓTELES. La versión latina de buscada y explicada de formas distin-
las obras completas de Aristóteles sue- tas. La teoría de la doble verdad se
le contener los Comentarios de Ave- le atribuye erróneamente; pertenece a
rroes -a menudo tomados de una tra- los averroístas latinos. Averroes afir-
ducción hebrea de la orginal en árabe ma la exclusiva capacidad, derecho y
(que se ha perdido). Sobre muchos es- deber del filósofo para exponer el
critos aristotélicos escribió tres tipos significado interior de la Ley proféti-
de Comentarios distintos: Resúmenes, camente revelada mediante un argu-
en sus propias palabras y Comenta- mento demostrativo. Los teólogos uti-
rios Medianos y Largos que citaban lizan argumentos dialécticos y confun-
partes del texto, añadiéndole comen- den a las masas. Con Platón, él dis-
tarios explica torios y críticos, a la luz tingue a los pocos filósofos elegidos de
de los comentaristas clásicos, tales las masas. Con Aristóteles distinguía
como Temistio, Alejandro de Afrodi- tres clases de argumentos (demostrati-
sia y los de Farabi, AVICENA y Avem- vo, dialéctico y retórico o poético),
pace (Ibn Bajja). Muestra una pene- que asigna a tres clases de creyentes:
trante intuición; su exposición es lú- los filósofos, los teólogos y las ma-
cida y concisa, adhiriéndose a Aristóte- sas. Las masas deben aceptar las his-
les mucho más que cualquier otro de torias, parábolas y metáforas de la
los anteriores Falasija (filósofos reli- Escritura en su sentido llano. Pero la
giosos musulmanes). Al no disponer de Escritura contiene la verdad total,
la Política de Aristóteles, Averroes co- aunque su significado interior sólo es
mentó la República, de PLATÓN, que accesible a los metafísicos. Las tres
trató como la parte segunda y práctica clases deben aceptar ciertos enuncia-
para complementar la Ética a Nicó- dos del Qur'an (Corán) en su signi-
AVICENA 48
ficado literal como verdad religiosa Zar! iba dirigida principalmente contra
inaccesible a la razón humana, porque Avicena. Obligó a la especulación fi-
son la revelación de Dios. Sobre es- losófica creativa del Islam a poner-
tas bases mantiene y justifica la su- se a la defensiva y ni siquiera Ave-
perioridad del Sbari'a sobre el No- rroes pudo volverla a establecer en
mos (ley secular). Está de acuerdo su posición inicial.
con Avicena en que esta Ley enseña En LÓGICA, la estricta adherencia de
creencias y convicciones verdaderas de Avicena al concepto aristotélico de
una forma tal que es accesible a to- causa y efecto le puso en conflicto
dos los creyentes y obligatoria para con los teólogos. Su determinismo ló-
todos ellos. El Nomos sólo se inte- gico chocaba con el determinismo teo-
resa por la felicidad de la élite, el lógico de aquéllos.
Shari'a garantiza a todo creyente su En psicología combinó a Aristóte-
participación en la felicidad. les con PLOTINO con su idea amplia-
La vindicación por Averroes del Sha- mente aceptada de la inmortalidad
ri'a como la constitución del estado del alma racional, la cual, en tanto
musulmán ideal se combina con una que forma, es sustancia.
crítica continua del estado musulmán Su contribución a la METAFÍSICA
de su tiempo, sobre la base de las tiene un alcance mucho mayor. Como
constituciones imperfectas de Platón. todos los Falásífa se ayudó de Por-
Se adhiere a la explicación tradicio- firio y Plotino, que intentaban armo-
nal de la profecía contra la teoría nizar a Platón y Aristóteles y, dán-
de los Falásifa y, al igual que Avicena, dole al pensamiento de Platón un
insiste en el carácter superior y excep- giro hacia el MONISMO religioso, per-
cional de Mahoma, como el legislador mitía a los musulmanes combinar las
profético enviado por la divinidad. creencias y convicciones tradicionales
con el pensamiento griego. El concep-
(E. 1. J. R.) to de Dios que Avicena tiene, en
cuyo Ser son idénticas la esencia y
AVICENA (980-1037), filósofo y físico la existencia, ganó muchos adeptos
persa; su nombre se latinizó de Ibn en Occidente, especialmente con el
Siná. Es el más original de los Fa- judío MAIMONIDES y el cristiano To-
lásifa (filósofos religiosos musulma- más de AQUINO. Y así también el co-
nes) y llegó a un monoteísmo filosó- rolario de que en todos los seres crea-
fico que se aproxima todo lo que es dos la esencia está separada de la exis-
posible a la síntesis entre los defen- tencia, que es sólo un accidente. Al
sores del Islam y las enseñanzas de aceptar el concepto de Aristóteles acer-
PLATÓN y ARISTÓTELES. El gusto per- ca del Universo, especialmente la eter-
sa por la vida combinado con una nidad de la materia, Avicena chocó
búsqueda sin descanso de la verdad con el axioma teológico de la «crea-
produjo un sistema filosófico que re- ción de la nada». Además, la crea-
fleja un intelecto creativo y crítico ción es una consecuencia necesaria
imbuido de un profundo sentimiento de la existencia de Dios como una
religioso. unidad absoluta y simple en la que
A diferencia de Fárábi, a quien de- conocimiento, voluntad y poder son
be muchísimo, y de AVERROES, cuya uno con su esencia. Es la Primera
contribución original está contenida en Causa incausada, y por tanto, necesa-
gran parte en sus Comentarios, Avi- riamente el Creador. Maimonides
cena logró formular una Summa de y Aquino se oponen al concepto avi-
la filosofía a partir de un estudio ceniano y mantienen la posición de
crítico de Aristóteles, ayudado por las Escrituras de la creación en el
los comentaristas NEOPLATÓNICOS y tiempo por la libre voluntad de Dios
los ESTOICOS. SU Shifa ejerció una a partir de la nada.
enorme influencia sobre los musulma- Para cerrar el vacío entre revela-
nes, judíos y cristianos, aunque, junto ción y razón Avicena cayó en un mis-
con sus otros escritos filosóficos, sus- ticismo intelectual (en sus Lsbárdt, In-
citó la hostilidad de los teólogos. La dicaciones). El místico especulativo
Incoherencia de los filósofos, de Gha- (árif), que alcance el más alto grado
49 AYER

de conocirruento, gana la unión inte- una síntesis de las versiones i.ng\e~?


lectual con Dios en la percepción in- y continental del empirismo. Ayer es-
tuitiva. La filosofía práctica forma tá de acuerdo con esta posición en el
parte de la Metafísica, de Avicena, rechazo de la METAFÍSICA y en confi-
porque el logro de la felicidad hu- nar la filosofía al ANÁLISIS; pero su
mana sólo es posible en la sociedad. concepción del método analítico -la
La profecía y el Sbari'a (ley musul- traducción de expresiones problemá-
mana revelada proféticamente) son in- ticas a una terminología lógicamente
dispensables para la supervivencia y más explícita- no es muy distinta
la felicidad humanas. El legislador de la de la «escuela de Cambridge»;
profético le trae al género humano y típicamente hace uso de ella para
una ley divina que garantiza el bien- resolver puntos críticos tradiciona-
estar en este mundo y la bienaventu- les en la teoría del conocimiento. Los
ranza para el futuro. Fárábí identi- objetos materiales, por ejemplo, no
ficaba al legislador profético con el se «construyen» a partir de los DATOS
rey-filósofo de Platón; Avicena no, y SENSIBLES, sino que los enunciados
le garantiza al profeta un conocimien- que mencionan a aquéllos pueden ser
to espontáneo e intuitivo, colocándole «reducidos» lógicamente a enunciados
así por encima del filósofo. El estado que mencionan únicamente a éstos.
musulmán ideal junto con la ley de Este «FENOMENALISMO» lingüístico es
Mahoma como constitución es la con- presentado como una verdad que ya
trapartida de la República, de Platón, se vislumbraba en los escritos de
que, junto con Las Leyes, ilustraba BERKELEY y HUME. Aparte de su con-
para los F alásiía la significación po- trovertido tratamiento de las propo-
lí tica del Sbari'a y proporcionaba al siciones éticas (como «emotivas» en
concepto de Justicia y de Ley la base lugar de fácticas), el otro rasgo prin-
común que les permitía intentar la cipal del discurso de Ayer es su
mezcla de los fundamentos islámicos propuesta de distinguir una forma
con los conceptos griegos. En eso con- más débil del principio de verifica-
siste su originalidad como filósofos re- ción, cuyo fin es excluir la metafísica
ligiosos, que tenían el Sbari'ti superior al mismo tiempo que preserva el sig-
como base y centro de su sistema. nificado de otras proposiciones supues-
(E. 1. J. R.) tamente más útiles para la ciencia.
Las dificultades de formulación han
AYER, Sir Alfred Jules (1910-), naci- resultado ser más grandes de lo que
do en Londres. Se educó en Eton se esperaba, y son revisadas, con otros
y Oxford, donde tendría con posterio- temas, en la introducción que Ayer
ridad puestos académicos como estu- hace a la segunda edición (1946).
diante investigador en el Christ Church Los últimos escritos de Ayer se han
y [elloui del Wadham College. De dedicado en gran parte a una restric-
1.946 a 1959 fue catedrático de Lógi- ción de su postura a la luz de las
ca y Filosofía de la Mente en la Uní- críticas subsiguientes. Son atacados los
versidad de Londres, y en 1959 fue mismos problemas epistemológicos, y
contratado para la Cátedra Wykeham sustancialmente con las mismas aro
de Lógica de Oxford. Es bien cono- mas; pero hay una menor disposición
cido como conferenciante por radio y a proclamar una finalidad para los re-
ha aparecido en la televisión. sultados. Ahora son objeto de escruti-
Ayer alcanzó una fama temprana nio las afirmaciones del sentido co-
como autor de Lenguaje, Verdad y mún sobre el conocimiento del mundo
Lógica (1936), obra que hizo mu- externo, el pasado, el yo y otras perso-
cho por la familiarización del mundo nas, y no con el fin de «reducirlas»
de habla inglesa con la filosofía del o repudiarlas, sino para dilucidar las
POSITIVISMO LÓGICO. Basado en un bases lógicas de su aceptación. Al se-
conocimiento de primera mano del guir esta investigación, Ayer se ha vis-
CÍRCULO DE VIENA, figura entre las to conducido de modo creciente a du-
exposiciones más claras y terminantes dar de la posibilidad de analizar las
del tema en cualquier lengua. En al- afirmaciones acerca de objetos mate-
gunos aspectos, además, representa riales en términos de afirmaciones so-
AYER 50

bre la ocurrencia real o posible de los ta de mente analítica, dudoso de las


datos sensibles; y, finalmente, ha afirmaciones corrientes del «lenguaje
abandonado el fenomenalismo. Su pos- ordinario», y sin compromisos con
tura actual parece mejor descrita si ninguna escuela realmente definible.
decimos que se trata de un empiris- (P.!. H.)
B

BACON, Francis (1561-1626), nacio a a este fin. Pero a pesar de los repe-
la sombra de la corte inglesa, que tidos intentos no logró obtener ni un
dominaría toda su vida. Fue educado colegio ni una fundación real. Vivió
en Cambridge y admitido en la abo- pródigamente, y las deudas que acumu-
gacía en 1575. En 1584 obtuvo, con ló le impidieron gastar demasiado en
la ayuda de su tío Lord Burghley, un el avance de la ciencia durante su vi-
asiento en la Cámara de los Comunes. da; después de su muerte también im-
Fue privilegiado por Essex, favorito de pidieron que se cumpliera su voluntad
Isabel, que intentó sin éxito conver- de que se dieran clases de filosofía
tirlo en abogado general en 1593, con natural en Oxford y en Cambridge.
preferencia a Sir Edward Coke. Sus contribuciones reales al apren-
Con Jacobo 1 mejoró la fortuna de dizaje y a la ciencia quedaron similar-
Bacon. En 1607 fue nombrado pro- mente incompletas -fueron aspiracio-
curador general y en 1613, abogado nes programáticas más que unidades de
general; en 1617 fue nombrado Lord trabajo concretas. En 1603 sentó las
Guardasellos y en 1618 Lord Canci- bases para su Instauratio Magna en su
cero Además se le tituló Baron de Ve- Valerius T erminus y en De Interpre-
rulam y Vizconde de San Albano. tatione Naturae Proemium, que fue-
Tres días después de este último nom- ron seguidas por Cogitata et Visa.
bramiento, Bacon fue acusado de so- Anunció que había construido un nue-
borno, hallado técnicamente culpa- vo método de descubrimiento cientí-
ble y privado de su cargo. Había acep- fico. Había que confeccionar enormes
tado regalos de personas en liti- historias naturales y amasar grandes
gio, práctica usual de aquel tiempo. acumulaciones de datos, preferiblemen-
Por citar sus propias palabras: «Yo te dentro de un colegio, e interpretar-
fui el juez más justo que hubo en los cuidadosamente. El mismo énfasis
Inglaterra en estos cincuenta años. en la historia natural y un nuevo méto-
Pero en el Parlamento hubo la cen- do de interpretación discurre a lo lar-
sura más justa que ha habido en dos- go de su libro Advancement 01 Lear-
cientos años.» Murió en 1626, en el ning (1605), junto con una crítica de
retiro, trabajando en sus proyectos los pensadores anteriores, así como apa-
científicos. sionados alegatos en pro del uso del
Bacon siempre había mantenido que conocimieto para el mejor estado te-
al buscar la promoción política su pro- rrenal del hombre.
pósito era mejorar el estado del hom- Esto fue un preliminar a la Instau-
bre y usar su riqueza e influencia pa- ratio Magna, que iba a constar de seis
ra hacer progresar la causa de una partes, formando el Advancement 01
nueva ciencia que pudiera contribuir Learning, la sección principal de la
BACON 52
primera parte. El plan desarrollaba las se derivara de Demócrito. Como refu-
seis partes como sigue: tación a los grandes filósofos tam-
1) Una clasificación y revisión de bién escribió Redargutio pbilosopbia-
las ciencias existentes que hiciera rum (1608) -su tratado sobre «los
obvias las lagunas que tenían. Com- ídolos del teatro». También hay otros
pletó esta parte de su plan en De muchos fragmentos, como el Temporis
Dignitate et Augmentis Scientiarum partus masculus y Delineatio et argu-
(1623). mentum, siendo ambos anticipaciones
2) Un método inductivo nuevo pa- de la Gran Instauración.
ra poner a todas las mentes humanas La mayor contribución de Bacon a
a igual nivel en la interpretación de la la filosofía .se dio en la esfera del
naturaleza. (Esto lo esbozó en el No- método científico. Fue una de las men-
vum Ürganum, en 1620.) tes más poderosas y mejor articu-
3) La historia natural o una re- ladas de las que se rebelaron contra
colección de datos y experimentos dis- las tradiciones aristotélica y platóni-
puestos de acuerdo con los principios ca; en muchos aspectos intentó revi-
expuestos en la Parte 2. (Ésta fue ex- vir un materialismo semejante al de
tremadamente fragmentaria y constaba DEMÓCRITO. Afirmó que la lógica aris-
de Parasceoe ad bistoriam naturalem totélica era un instrumento inútil pa-
et experimentalem, 1620; Historia Na- ra el descubrimiento. Forzó al asen-
turalis et experimentalis ad conden- timiento, pero no reveló nada nuevo
dam philosopbiam: siue pbenomena y arrastró al experimento tras de sí
unioersi, 1622; y Syloa Sylvarum, como un cautivo. También las causas
1627, que era una extraña colección finales que aquélla empleaba en sus ex-
de hechos y fábulas.) plicaciones tenían una filosofía mara-
4) La Escala del Intelecto, que villosamente corrompida. Solamente
pretendía consistir en ejemplos suma- eran apropiadas para la explicación de
mente elaborados de su método. (No los asuntos humanos. La escuela al-
existe nada de esto, excepto un pre- ternativa de pensamiento, el RACIO-
facio llamado SCf1/ n Intellectus sioe NALISMO derivado de PLATÓN, era
[ilum labyrinthi.) igualmente inútil. No se debía depo-
5) Generalizaciones alcanzadas a sitar ninguna confianza en los axio-
partir de la historia natural sin el mas abstractos del método geométri-
uso del método especial de interpre- co. Las definiciones no podían reme-
tación de Bacon. (Solamente existe un diar el mal en la naturaleza o los ob-
prefacio de ello llamado Prodromi si- jetos materiales porque ellas sólo
ve Anticipationes Pbilopbiae Secun- consistían en palabras y estas palabras
dae). producían otras. «Las palabras no son
6) La Nueva Filosofía o Ciencia más que las imágenes de la materia; y
Activa, que consistía en una ciencia a no ser porque tienen la vida de la
completa de la Naturaleza. Ésta te- razón y la invención, enamorarse de
nía que ser construida sobre los he- ellas es enamorarse de un cuadro.»
chos de la Parte 3, y establecida por Los racionalistas son como arañas hi-
los métodos de la Parte 2. (Nada de lando ideas a partir de los ocios de
ella nos queda --quizá significativa- sus mentes. Por otro lado, los meros
mente.) empiristas no son mejores. Pues son
Bacon escribió otras muchas obras como hormigas recogiendo datos a la
que no caen dentro de su Gran Ins- ventura. Las abejas proporcionan el
tauración y que no se pueden consi- modelo adecuado pata el procedimien-
derar fácilmente anticipaciones o fru- to científico. El orden es el secreto
tos de ella. Las más famosas son: -la acumulación de datos o historia
La Nueva Atlántida (su contribución natural, el almacenaje de éstos, y su
a la ideología de la utopía), De Sa- interpretación juiciosa de acuerdo con
pientia Veterum (1609), y De Princi- cánones definidos.
piis atque Originibus (1623-4), que En su intento de sustituí; las terne-
era un intento de suplantar las tra- rarias anticipaciones de la Naturaleza
diciones platónica y aristotélica por por interpretaciones ordenadas, el in-
un tipo de teoría más materialista que vestigador ha de chocar con ciertas li-
53 BACON
mitaciones de la mente humana pro- loro (Estas tablas son muy similares
fundamente asentadas. A éstas las lla- a los métodos mixtos de concordancia
mó Bacon los ídolos de la Tribu. Los y diferencia y al método de variacio-
hombres tienden a generalizar con de- nes concomitantes de J. S. MILL.)
masiada prontitud, a encontrar casos Una de las cuestiones más enojosas
que se adecúan a sus propósitos y a de la erudición baconiana es el esta-
creer con más facilidad aquellos que tus de estas «formas» que tenía que
prefieren. Bacon acentuó, por tanto, descubrir el filósofo natural. Distin-
la importancia de buscar el ejemplo guía la física, que investiga las causas
negativo, de buscar sistemáticamente eficiente y material pero que «no
las excepciones a las generalizaciones. conmueve los límites de las cosas que
Los ídolos de la tribu también se están enraizados mucho más profun-
deben a otras limitaciones, tales co- damente», de la METAFÍSICA, que in-
mo la torpeza de nuestro aparato per- vestiga las «formas». Éstas son a la
ceptivo. Pero también hay ídolos de vez «naturalezas» genéricas y gene-
la Madriguera que son defectos que radoras. El calor, por ejemplo, es una
se deben no tanto a la naturaleza limitación de una naturaleza «moción»
humana en general cuanto a las di- más genérica; y también está produ-
ferencias individuales e ·idiosincrási- cido por la moción de algún modo.
cas, tanto innatas como adquiridas. Estas «formas no se parecen a las
Después están los ídolos del Merca- causas formales aristotélicas porque
do que se deben a palabras y frases son generadoras de otras naturalezas
que corrompen y confunden nuestro y no sólo correlativas con la materia.
pensamiento -especialmente las pa- A menudo se sugiere que Bacon te-
labras vagas y las que no describen nía en la cabeza cierta teoría atómi-
nada. Finalmente, están los ídolos del ca primitiva semejante a la de Demó-
Teatro que surgen de los sistemas crito; pues alababa a Demócrito. No
de filosofía. El remedio a estos obs- obstante, estas «formas son observa-
táculos no era simplemente exponer bles y pueden ser descubiertas me-
el defectuoso razonamiento de los diante tablas compiladoras. Los áto-
otros, sino explicar el nuevo método mos no son observables.
de investigación claramente para que Por muchas dudas que pueda ha-
lo usaran todos. ber con respecto al estatus de estas
Este método consistía en la acumu- formas, no puede haberlas respecto
lación de datos y el tratamiento de del entusiasmo de Bacon por los pro-
ellos de una manera determinada. Su- yectos de tipo práctico que pudiera
pongamos que se buscara la causa del permitir el conocimiento de las leyes
calor. Primero se tendría que recopi- de combinación de tales formas. Fue
lar una tabla de presencia que contu- uno de los primeros en acentuar que
viera todos los casos conocidos en el conocimiento le da al hombre po-
los que estuviera presente el calor. der sobre la naturaleza y a este res-
Luego se tendría que construir una pecto ha sido considerado precursor
tabla de ausencia con casos que co- del UTILITARISMO y del MARXISMO.
rrespondieran a los de la tabla de pre- Bacon pensaba que el propósito de su
sencia, pero que difirieran en que la Gran Instauración era «el conocimien-
naturaleza simple, el calor, estuviera to de las causas y de la moción se-
ausente. También se tendría que re- creta de las cosas y el ensanchamiento
copilar una tabla de grados que tu- de los límites del imperio humano
viera los casos en los que el calor hasta la consecución de todas las ca-
estuviera presente en grados varian- sas posibles». Se adhiri6 al ideal de
tes. Al examinar las tablas se podría los alquimistas de transmutar sustan-
encontrar una naturaleza generadora cias de un tipo en sustancias de otro.
que estuviera copresente, coausente y Pero pensaba que tal empresa debía
que fuera covariante con el efecto basarse en un entendimiento total de
o naturaleza generada. Entonces se «lo que es constante, eterno y uni-
podría hacer una investigación o «pri- versal en la naturaleza».
mera cosecha» -por ejemplo, que la Bacon tuvo poco éxito, tanto en el
moción es la causa o «forma» del ca- desarrollo de su ciencia fundamental
BACON 54
como en la inauguración de un cole- cuando hay que probar una teoría,
gio que la alojara. Pero inspiró a mu- media un largo viaje deductivo, que
chos con su sueño de mejorar la con- es posibilitado por las matemáticas,
dición humana mediante el empleo del entre los postulados y sus consecuen-
método científico. La Sociedad Real, cias observacionalmente comprobables.
que fue fundada en 1662, era de es- Finalmente, Bacon ignoró los pro-
píritu baconiano. Combinaba su én- blemas conectados con la justificación
fasis en la observación y el experi- del razonamiento inductivo, proble-
mento con un interés por las inven- mas que han perturbado a los filóso-
ciones de uso práctico. Fue fundada fos a partir de Hume.
por puritanos que, como Bacon, creían Su importancia en la historia del
que la ciencia podría revelar las ma- pensamiento reside en su acentuación
ravillas de la creación de Dios y po- de la base observacional de la ciencia
dría usarse para mejorar la condición y en la búsqueda de la instancia ne-
humana. gativa.
El pensamiento de Bacon, no sólo (R. S. P.)
influyó en el desarrollo de la ciencia,
sino también en la descripción típi-
camente inglesa del conocimiento y el BACON, Roger (c. 1214- c. 1292), naci-
método científico, tal y como fue do en Inglaterra. La larga carrera de
ejemplificada por LocKE, BERKELEY, Bacon que transcurrió en parte en
HUME, J. S. MILL Y RussELL. Oxford y en parte en París cubre
La descripción del método científi- todo el período vital del siglo XIII,
co que Bacon hace ha sido criticada en el que la ciencia y la filosofíagrie-
por los pensadores posteriores, al me- ga y árabe fueron asimiladas por fin
nos en cuatro aspectos fundamenta- al pensamiento occidental.
les. Ante todo, estaba equivocado al En muchos aspectos parece tan con-
pensar que existe algún método «in- servador y tradicional como su com-
ductivo» que pueda poner a todos los pañero franciscano BUENAVENTURA, no
hombres a igual nivel en la cuestión siendo menos observante de la reli-
de llegar a generalizaciones bien fun- gión y estando igualmente convenci-
damentadas. Puede haber métodos pa- do de la supremacía del pensamiento
ra probar las generalizaciones una vez teológico. No obstante, difiere pro-
que se han hecho, pero no hay rece- fundamente de este último en la reac-
tas para llegar a éstas. ción ante la nueva· ciencia.
En segundo lugar, Bacon no logró Donde Buenaventura era capaz de
distinguir entre «anticipaciones» te- ver un nuevo campo de la investiga-
merarias de la naturaleza e hipótesis ción humana, quizás interesante, pero
de trabajo. Los datos no pueden ser que a largo término sólo podría dis-
recogidos sin alguna clase de hipóte- traer a los hombres de la actividad
sis, dejando aparte una teoría des- contemplativa a la que todos los hom-
arrollada. El lógico del siglo XIX, bres deberían aspirar, Bacon vio, no
W H EWELL, tuvo muy en cuenta este un material nuevo, sino un método
defecto de la descripción de Bacon. nuevo. Un método que cambiaría ra-
En tercer lugar, Bacon ignoraba pro- dicalmente el enfoque del aprendizaje
fundamente las matemáticas y pasó y del conocimiento al aplicar las nue-
por alto la gran importancia de éstas vas técnicas matemáticas y experimen-
en el desarrollo de las teorías. Re- tales al estudio de la filosofía y la
chazó la hipótesis copernicana, ridi- teología.
culizó las hipótesis de Gilbert acerca Su escrito más característico 10 cons-
del magnetismo, y no logró ver la im- tituye su libro Opus Majus, que,
portancia de la obra de Harvey. En- junto con los más breves Opus Minus
tendió poco la obra de pensadores y Opus Tertium, elabora sus opinio-
continentales tales como Kepler y nes acerca de cómo comprometerse en
Galileo. Este fallo en captar la im- la urgente tarea de reformar las en-
portancia de las matemáticas le llevó señanzas de la sabiduría cristiana. Estas
a pasar por alto el papel de la de- obras fueron escritas a demanda del
ducción en la ciencia. Pues a menudo, Papa Clemente IV, que le instó a ello
55 BENTHAM
pensando en la hegemonía política rante la agitación de la Ley de la
que le hubiera correspondido a Oc- Reforma, y su cuerpo embalsamado
cidente como resultado del avance de puede verse en el Colegio Universita-
la ciencia. Pero Clemente murió y Ba- rio de Londres, del que fue uno de
con quedó frustrado. Su desgracia fue los principales fundadores.
estar convencido de la importancia La teoría principal del utilitarismo
práctica de los estudios positivos y se expone en An Introduction to tbe
científicos mucho antes de que se Principies 01 Morals and Legisla-
convirtieran en una posibilidad efec- tion (1789). Bentham mantiene que
tiva. 10 que mueve a un hombre a la ac-
(J. G. D.) ción siempre es el deseo de asegurar
su propio placer o de evitar el dolor.
BELLEZA, véase Estética. «La naturaleza ha colocado al género
humano bajo el gobierno de dos amos
BENTHAM, Jeremy (1748-1832), líder soberanos, el dolor y el placer... Nos
de los UTILITARISTAS ingleses. Nació gobiernan en todo 10 que hacemos en
en Londres y fue hijo de un abogado todo 10 que decimos, en todo 10 que
adinerado, siendo educado para la pensarnos.» Éste es un principio psi-
profesión de su padre. Pero el inte- cológico o metafísico. El principio mo-
rés que Bentham sintió por la Ley ral es que las acciones deben ser
fue de un tipo distinto: y al leer a aprobadas o desaprobadas según la
Helvetius, a los veinte años de edad, tendencia que parezcan tener para au-
quedó particularmente impresionado mentar o disminuir la felicidad la
por el «Principio de la mayor felici- ventaja, el placer o el bien de' las
dad» que Helvetius había tomado de partes concernientes en las acciones'
joseph Priestley. De ahí en adelante si es afectada toda la comunidad, en:
Bentham dedicaría su vida a la cons- ronces debe considerarse la felicidad
trucción de una fundamentación cien- de todos. La opinión de Bentham dis-
tífica de la legislación y la jurisdic- tingue entre juicios de aprobación o
ción. Su primera tarea fue repudiar desaprobación y el mero gusto o dis-
la base de la Ley Natural y del pre- ·gusto. A un hombre le debe gustar
cedente histórico sobre los que había aquello que crea que es por su pro-
basado Blackstone su defensa de la pia ventaja: considera que una acción
Constitución inglesa. Su interés por es correcta cuando ve o cree que trae-
la teoría del castigo le llevó a dise- rá la máxima ventaja o felicidad para
ñar una prisión modelo o Casa de Ins- todos aquellos afectados; esto es, el
pección -plan que fue aceptado por mayor placer posible, aunque distri-
el gobierno, aunque nunca se 10 lle- buido, entre las personas. Para hacer
vó a cabo. En 1785 Bentham fue a un juicio moral es necesario medir
Rusia a visitar a su hermano Samuel, los dolores y los placeres y comparar
ingeniero del gobierno. De vuelta en los dolores y placeres de una persona
Inglaterra se dedicó a roda tipo de con los de otra. Bentham da siete
reforma legal, social, económica y «circunstancias» a tener en conside-
educacional, aplicando a cada una su ración: la intensidad del placer (o del
infatigable «método de detalle». Des- dolor), su duración, su certeza, su pro-
pués de 1808 la influencia de James ximidad, su fecundidad (o tendencia
MILL le llevó a hacerse abogado de a producir otros placeres), su pureza
las instituciones representativas y de (o tendencia a no Ser seguido de do-
la reforma radical del Parlamento. En lar) y su alcance --el número de per-
aquella época había formado un cír- sonas afectadas por ello. Hay muchos
culo de amigos y discípulos al que tipos de placeres distintos: existen los
confió en muchos casos la edición, re- placeres de la poesía, el de clavar un
dacción o traducción de sus manus- alfiler y los viles crímenes de los mal-
critos: las versiones francesas de Du- hechores. Un juez imparcial no des-
mont proporcionaron a Bentham una cartará un placer simplemente porque
reputación en Europa, convirtiéndose ocurra que él no gusta de éste. Ben-
en el inspirador y mentor de los libe- tham rechaza la tradición, la autori-
rales por todo el mundo. Murió du- dad religíosa y la «intuición» perso-
BERDYAEV 56
nal de la verdad moral. Las únicas Bentham no aconsejaba a los hom-
reglas generales que acepta son las de bres que buscaran su propio bien.
la ley, y para éstas ofrece un test Ofreció el consejo particular de que
utilitario: ¿promueve la observancia deberían hacerlo de tal modo que per-
general de esta ley la felicidad huma- mitiera a todos los hombres indife-
na hasta el mayor grado practicable? rentemente, tanto como fuera posible,
En la conducta privada Bentham su propio bien (lo que significa «cual-
prescindiría por completo de las re- quier cosa que piensen que les hará
glas. Un hombre debe elegir la acción buenos», puesto que se les ha dejado
que lleve el placer al máximo, y no el juzgar). Que éste es el mejor modo
la que esté prescrita por alguna ley. de asegurar la mayor felicidad de uno,
¿Cómo pueden los hombres, que no es una tautología; y los argumen-
únicamente son movidos por las pers- tos con los que Bentham intentó re-
pectivas de su propia ventaja, ser lle- comendar su máxima (en algunos ca-
vados a actuar de tal modo que pro- sos) tienen que ser suplementados con
muevan la felicidad general? La res- una apelación a la fuerza -pero
puesta de Bentham es: 1) La ley, con fuerza que en sí misma podría con-
su castigo, y la opinión pública con tribuir a un cambio de mente.
sus recompensas y sus penalizaciones, (K. B.)
obligan a los hombres a no actuar en
contra de los intereses generales. 2)
El propio interés ilustrado muestra a BERDYAEV, Nicolas (1874-1948), na-
los hombres que en la mayoría de los ció en Rusia; permaneció allí hasta
casos el bien general también es su su expulsión en 1922, instalándose
ventaja particular. La ley produce primero en Alemania y más tarde
una armonía artificial entre el interés en Francia. Berdyaev, miembro fiel
individual y el general: un hombre de la iglesia ortodoxa rusa, debe ser
que de otro modo estaría ganado por clasificado, por casi toda su obra, como
el crimen, encuentra que allí donde un pensador religioso y como un propa-
hay castigo, el balance es la miseria. gandista social y político más que co-
La educación revela una armonía de mo un filósofo, en el sentido más es-
intereses insospechada: las doctrinas tricto de la palabra; su intenci6n era
de la economía política en particular práctica --ocasionar un sistema social
parecían Qfrecer pruebas científicas cristiano-s- más que te6rica. Su tesis
nuevas de la eficacia de la coopera- filos6fica fundamental era una dístin-
ción. ci6n entre el mundo material, sujeto
Bentham heredó y adaptó las doc- a la ley natural y a la necesidad, del
trinas de Locke, Hume, Priestley y cual el hombre en tanto que animal
los discípulos franceses de Locke. Su es una parte, y el mundo más eleva-
influencia filosófica discurre princi- do de la libertad, del cual forma par-
palmente a través de J. S. MILL, Hen- te el hombre en tanto que espíritu,
ry SIDWICK y G. E. MOORE: provocó posici6n esta que recuerda la distin-
una violenta reacción en F. H. BRAD- ci6n de KANT entre mundos fenomé-
LEY, Ethical Studies, 1876. El objeto nico y nouménico.
principal de la crítica es la doctrina (J. O. U.)
de que los hombres sólo buscan su
propio placer. Esto no es cierto si se BERGSON, Henri Louis (1859-1941).
entiende el placer en un sentido ordi- Fue profesor de filosofía, primero en
nario: y sólo puede ser aceptado co- Clermont-Ferrand, Auvergne, y des-
mo la tautología de que los hombres pués en el College de France en Pa-
buscan lo que quieren o lo que creen rís. Produjo una filosofía de la «evo-
que será (en algún sentido) bueno luci6n creadora» que influyó con-
para ellos. Si «bueno», «placer», «ven- siderablemente la literatura y el pen-
taja» significan cualquier cosa a la samiento de los primeros años del si-
que tiendan los hombres, entonces no glo xx (véase, por ejemplo, el Prefa-
tiene objeto aconsejarles que busquen cio de Back to Methuselah (Regreso
su propio bien --este consejo no a Matusalén), de G. Bernard Shaw).
ofrece ninguna guía. Pero de hecho, Esta no s6lo era una romántica teoría
57 BERGSON

parabiológica de una «Fuerza Vital» ros conceptos, aunque se puede llegar


invocada para contrarrestar las nocio- a ella de manera práctica con arti-
nes materialista o mecanicista de la ficios tales como el cálculo infinite-
evolución de la vida en la naturaleza. simal, en que una sucesión de inter-
Era una ingeniosa teoría especulativa valos muy pequeños es considerada
de la relación de vida y materia, por- como si formara un movimiento con-
menorizadamente correlacionada con tinuo. El intelecto, por tanto, dice
una teoría particular del conocimiento. Bergson, «espacializa», y su forma
Desde luego que la obra de Bergson ideal de pensamiento es la geometría.
o bien se podría interpretar idealis- Nuestra propia autoconciencia con-
tamente, en cuyo caso la teoría del trasta agudamente con esto. Aquí el
conocimiento es anterior, y tenemos cambio en el tiempo se experimenta
un tipo determinado de concepto de desde el interior; no somos conscien-
la materia porque nuestras mentes tes de una sucesión de distintos es-
funcionan de un modo determinado; tados, sino de nuestro presente como
o bien podría ser interpretada como un algo que surge de nuestro pasado y se
realismo evolucionista en el que nues- transforma en un futuro que no está
tras mentes han llegado a pensar de claramente previsto. El «tiempo» de
determinada manera a causa de la his- esta experiencia interior no es el tiem-
toria natural de su evolución. En po exterior del reloj, que es un
cualquier caso, la originalidad de «tiempo espacializado» que se mide
Bergson descansa en el modo en que por ejemplo anotando las sucesivas
interpretó una teoría de la evolución posiciones de las manecillas de un
y una teoría del conocimiento, la una reloj. Es una experiencia real del cam-
en términos de la otra. La teoría del bio en la que los estadios de «antes»
conocimiento fue presentada primero y de «después» se interpretan entre
en Essai sur les donnés immédiates de sí; Bergson llama «duración» (durée)
la conscience (1889) y en Matiere et a esta clase de tiempo, y afirma que
Mémoire (1896). Aquí establece Berg- no se trata meramente de una forma
son una aguda distinción entre el ca- de medir una realidad cambiante, si-
rácter de nuestro conocimiento concep- no que es la misma realidad cambian-
tual del mundo externo y la conscien- te. El estado de la mente en el que
cia en tanto que conocida desde den- somos conscientes de la cualidad y el
tro. El intelecto, al estudiar científica- caudal de la consciencia interior es
mente el mundo externo, procede me- llamado Intuición. Es un tipo de cons-
diante el análisis y la clasificación. Por ciencia no conceptual; Bergson dice
el análisis se debe considerar que el incluso que prescinde de los símbo-
mundo está compuesto de objetos ais- los; no está claro lo que quiere decir
lables relacionados externamente entre aquí por «símbolo», y sus propios in-
sí; por la clasificación se debe con- tentos de expresar y describir la in-
siderar que éstos son ejemplos repe- tuición están hechos, quizás inevita-
tibles de tipos similares. Así el mun- blemente, con metáforas. Pues una
do es interpretado en términos de ti- forma de la consciencia que no usara
pos limitados de unidades discretas, ni conceptos ni metáforas imaginati-
que experimentan nuevas disposicio- vas presumiblemente no sería pensa-
nes repetibles en el espacio. Por- lo da de modo explícito en absoluto; sino
cual el intelecto de manera natural que sería sentimiento. Desde luego,
concibe los objetos estáticos en una Bergson habla a veces de la Intuición
yuxtaposición espacial; no capta los como «simpatía» y como «experiencia
cambios fundamentales a través del integral». En el ensayo 1ntroduction
tiempo, sino que imagina el cambio a la Métaphysique (1903), publicado
como una sucesión de estados de co- en la Revue de Métaphysique et Mo-
sas estáticas que se extiende en una rale, habla de la metafísica como «la
sucesión de espacios instantáneos -li- ciencia que afirma prescindir de los
mitación que ya fue subrayada por ZE- símbolos». Si esto fuera verdad, sería
NÓN de Elea en sus paradojas del difícil ver cómo podría convertirse
movimiento, y que Bergson pensaba en conocimiento articulado, puesto
que nunca es trascendida por los me- que cualquier expresión debe usar pre-
BERGSON 58
sumiblemente alguna forma de sim- nismo animal es actuar como un «fil-
bolismo. Sin embargo, Bergson no tro», dejando pasar selectivamente a
presenta la Intuición como algo capaz la consciencia inmediata los recuerdos
de funcionar aparte del intelecto, aun- que pueden ser relevantes al prestar
que describe estos conceptos como si atención a las situaciones en las que
estuvieran completamente opuestos. La uno está. Pero si invertimos los há-
intuición es comparada con la interior bitos prácticos del intelecto (que pa-
agitación creadora que permite al es- ra Bergson siguen siendo primaria-
critor fundir en una unidad la masa mente un modo de pensar conformado
de materiales que posee, a la que por las necesidades prácticas), puede
no puede llegar si antes no ha reuni- que sea posible, mediante la Intui-
do los materiales mediante el esfuer- ción contemplativa, extraer un ámbito
zo intelectual. «Por ejemplo, cualquie- más vasto de recursos de la cons-
ra de nosotros que haya intentado la ciencia. Bergson estaba impresionado
composición literaria, sabe que cuan- aquí por el trabajo sobre la amnesia
do se ha estudiado el tema en pro- de Charcot, y por la labor experi-
fundidad, se ha recogido el material, mental sobre las memorias hipnótica-
y se han tomado todas las notas, se mente recobradas. Estaba escribien-
necesita algo más para emprender el do, antes de que fuera propuesta, la
trabajo de composición en sí, y que teoría de Freud de la mente incons-
suele ser un esfuerzo muy doloroso ciente, y utiliza la palabra «conscien-
por situarnos directamente en el cora- cia» en sentido amplio y no sólo para
zón del tema, y buscar lo más profun- las experiencias que caen dentro del
damente posible un impulso, tras el foco de la atención. Imagina, desde
cual sólo necesitamos dejarnos llevar... luego, una forma rudimentaria de la
La intuición metafísica parece ser algo consciencia en todos los organismos vi-
del mismo tipo. Lo que corresponde vos, y está dispuesto a interpretarlos
aquí a los documentos y notas de la con lo que él llama una «psicología
composición literaria es la suma de invertida».
las observaciones y la experiencia re- La teoría del conocimiento de Berg-
unidas por la ciencia positiva. Pues son, trazada en términos del contras-
nosotros no obtenemos una Intuición te entre Intelecto e Intuición, está en
de la realidad ---esto es, una simpa- correlación con una visión de ambas
tía intelectual con respecto a la parte dentro del proceso de la Evolución.
más íntima de ella-, a no ser que Bergson mantiene que la inteligencia
hayamos ganado su confianza median- comienza con la construcción de he-
te una larga camaradería con sus ma- rramientas. Describe el «instinto» co-
nifestaciones superficiales.» (Introduc- mo una capacidad innata de usar los
ción a la Metafísica, E. T., págs. 89- instrumentos naturales, las partes del
91). Sin embargo, en ningún caso organismo, o los materiales directa-
puede producir el «impulso» una sín- mente encontrados en el entorno. La
tesis de los materiales, si no hay una inteligencia es ante todo la capacidad
idea integradora. La descripción de la
«intuición» de Bergson no parece ser de construir herramientas como ins-
tanto la explicación de tales ideas in- trumentos artificiales: el hamo [aber,
tegradoras cuanto del estado de la el herrero, más que el hamo sapiens
mente subyacente del que éstas pue- describiría al hombre en la aurora de
dan proceder. Ésta es una forma de la inteligencia. Por tanto, la inteli-
sentimiento que se concentra inten- gencia parte del interés por la cons-
samente en la tarea presente, pero trucción práctica; siempre lleva el
que tiene tras de sí los expedientes cuño de este interés práctico y en-
de toda la experiencia pasada de la cuentra su modelo de inteligibilidad
persona. Aquí se debe tener en cuen- en los artefactos, que son sistemas ais-
ta la particular opinión que Bergson lables y discontinuos, repetibles en
tiene de la Memoria. Mantiene que tanto que tipos especificados. Por otra
la consciencia contiene implícitamen- parte, el instinto forma un continuo
te toda la experiencia pasada de uno, con la capacidad de organización de
pero la función del cerebro del orga- la vida, pero es irreflexivo e inadap-
59 BERGSON

ble. Cuando se torna desinteresado y es creador nunca se encuentran de


y llega a ser autoconsciente se con- hecho completamente separados lo uno
vierte en la Intuición, y entonces de lo otro. Pero su interés por re-
puede llevar al ímpetu original de la calcar la diferencia entre ambos sub-
vida, a la creación de formas nuevas. yace a toda su obra; y encuentra
Bergson interpreta la evolución como una aplicación especial en Les deux
el resultado de un impulso de vida sourees de la morale et de la réligion
(élan vital) que se manifiesta de in- (Las dos fuentes de la moral y de la
numerables formas. No se trata de religión) (1932). Aquí Bergson da un
una teleología finalista en el sentido viraje de la biología a la sociología
clásico, a la que Bergson llama «me- moral y religiosa. Describe la morali-
canismo invertido», desarrollo ligado dad y la religión «cerradas», basadas
a la realización de fines predetermi- en la costumbre social como la fuer-
nados. Ni tampoco es vitalismo tal y za conservadora de una sociedad limi-
como se entiende ordinariamente, tada, conducente a la solidaridad y la
puesto que no se invoca a ningún preservación de un grupo social. Su
«principio vitalista» que esté por en- análisis sigue fielmente al de la es-
cima o por debajo de los componen- cuela sociológica francesa de Durk-
tes psico-químicos del organismo. heim. La demanda de solidaridad y
Sino que se dice que la naturaleza estabilidad frena la cohesión de los
toda es resultado de una fuerza que grupos. Los grupos cuya cohesión vie-
impulsa en formas nuevas e impre- ne dada por una moralidad cerrada
vistas de estructura organizada. Éstas son siempre grupos limitados, no sólo
almacenan y utilizan la energía, man- por definición, sino porque su modo
teniendo su capacidad de movimiento de vida se mantiene a través del con-
y de innovación adaptativa hasta un flicto real o posible con otros grupos.
punto, recayendo entonces en una ru- La humanidad como un todo no for-
tina repetitiva, y, en última instancia, ma, por tanto, un grupo de este tipo;
en una degradación de la energía. El y aquellas personas, profetas o san-
universo muestra dos tendencias, dice tos, cargadas de un vivo amor hacia
Bergson: existe «una realidad que se la humanidad, se están inspirando en
está haciendo a sí misma en una rea- una fuente distinta. La analogía de
lidad que no se está haciendo a sí la moralidad cerrada con los meca-
misma». Las leyes de la tendencia a nismos repetitivos estudiados por el
la repetición y a la disipación de la intelecto es aparente; la moralidad y
energía son las leyes de la «materia»; la religión «abiertas» son formas de
la tendencia contraria es la confianza la intuición, y su fuente es un con-
en la «vida». Aquí, en L'Evolution tacto directo con las fuentes de la
Créatrice (La evolución creadora), la vida en el élan vital. En este último
materia es representada como una ten- libró Bergson está dispuesto a llamar-
dencia real en la naturaleza, inversa lo «amor», que es «o Dios o de Dios».
a la vida y que representa el decaer Si bien fue admitido en el seno de
de la vida en la uniformidad. Berg- la Iglesia católica romana, esto no es
son también habla de la «materia» conocido públicamente; se cuenta que
como el cuadro formado por la fija- él se guardó de hacerlo hasta un poco
ción artificial de un sistema de con- antes de su muerte, con el fin de
ceptos espacializados por el intelecto. mantener su solidaridad con el pueblo
Posiblemente haya de encontrarse el judío en aquellos tiempos de pena-
vínculo en la creencia de que cuanto lidades.
más manifiesten las cosas la tendencia Las obras de Bergson están escritas
inversa a la vida, más susceptibles son con un estilo no técnico, fluido y per-
de este tipo de tratamiento intelectual. suasivo. Muestran un amplio conoci-
Pero la noción de materia pura y, miento de la biología y la psicología
desde luego, la noción de un impulso de sus días, y una capacidad entu-
de vida puramente libre y creativo, siástica, en ocasiones visionaria. Otros
serían abstracciones. Como Bergson filósofos, sin embargo, han subraya-
reconoce a menudo, lo que es ruti- do su tendencia a escribir con metá-
nario y mecánico, y lo que está vivo foras sin explicarlas, así como la fal-
BERKELEY 60

ta de una exposición rigurosa de sus empezaron a prevalecer en casa. Berke-


conceptos centrales, particularmente ley esperó casi tres años en el ex-
los de la durée y el élan vital, y la tranjero a que se pagara su subvenci6n,
supuesta identidad de éstos. pero en 1713 el primer ministro,
(D. M. E.) Walpole, hizo saber que sus esperan-
zas no iban a ser gratificadas. Toda-
BERKELEY, George (1685-1753), na- vía se conserva la casa de Newport,
ció en Irlanda, en el barrio de Kil- en Rhode Island, que Berkeley cons-
kenny. Sus antepasados eran ingleses truyó y habitó.
y protestantes, pero Berkeley pasó sus Las obras en las que descansa prin-
primeros y sus últimos años comple- cipalmente la fama de Berkeley fue-
tamente en Irlanda, y aunque siem- ron escritas cuando era muy joven.
pre perteneció a la fe anglicana, pa- Cuando visitó por primera vez Ingla-
rece que él se consideraba decidi- terra en 1713, a los veintiocho años,
damente irlandés. Fue excelentemente ya había publicado el Ensayo hacia
educado, primero en el Colegio de una nueva teoría de la visión (1709),
Kilkenny, y a partir de 1700 en el y los Principios del Conocimiento Hu-
Trinity College de Dublín, del que mano (1710) y los Three Dialogues
subsiguientemente sería miembro de betuieen Hylas and Philonous se pu-
la Junta de Gobierno durante mu- blicaron aquel año. En sus esctitos fi-
chos años. Fue ordenado en 1707, lle- losóficos posteriores hizo poco más que
gando a ser Dean de Derry en 1724, defender, explicar y en ciertos puntos
y Obispo de Cloyne diez años des- menores arreglar, las opiniones desarro-
pués. Se casó en 1728. Murió en l753, lladas anteriormente. De hecho, su co-
cuando supervisaba la entrada de su rrespondencia aclara que durante lar-
hijo George en la Christ Church de gos períodos de los últimos años de
Oxford, y su tumba se encuentra en su vida no ocupó en absoluto sus pen-
la catedral de aquella ciudad. samientos en filosofía. En este as-
La vida de Berkeley es notable, pecto difiere marcadamente de Locke,
aparte de sus escritos filosóficos, prin- cuya obra más importante no apare-
cipalmente por su curioso intento, a ció hasta que tuvo casi sesenta años;
mitad de su vida, de introducir una y de hecho el joven Berkeley, que
universidad en las Bermudas. El pro- tuvo muy pronto conocimiento de los
pósito de este proyecto era principal- escritos de Locke, es propenso a re-
mente misionero. Berkeley esperaba ferirse a los pensamientos de Locke
atraer a su colegio no sólo a los pio- como los de un hombre muy viejo
neros colonizadores de América, sino --como admirables, desde luego, para
también a alguno de los indios na- alguien tan avanzado en años.
tivos, para ser preparados allí como Berkeley es un fenómeno sorpren-
ministros de la religión y apóstoles dente, y desde luego único, de la his-
de la cultura. Berkeley, cuya ener- toria de la filosofía. Ha habido mu-
gía, capacidad de persuasión e inge- chos filósofos que, han construido sis-
nioso encanto eran notables, logró temas metafísicos atrevidos y profun-
asegurar mucho apoyo público y dos, y en ocasiones extraordinarios.
oficial para su proyecto. Obtuvo una También ha habido algunos, particu-
cédula real, una gran suma de di- larmente en la tradición inglesa, que
nero por suscripción privada, y la se han empleado en la clarificación
promesa del Parlamento de una sub- v defensa del «sentido común». Ha
vención de los fondos públicos. Pero habido pensadores, también, que se
su plan era verdaderamente imprac- han dedicado a la defensa de la fe
ticable, y a la larga se vio que era religiosa. El logro particular de Ber-
así. Las Bermudas -quizá no era to- keley es que, con una destreza y una
talmente consciente de eso- están ingeniosidad asombrosas, ha consegui-
demasiado lejos del continente ameri- do destacar a la vez en todos es-
cano como para ser un lugar adecua- tos papeles. Este logro se adecuaba
do para sus propósitos; y después exactamente a su temperamento, en
de que hubo partido para América el que se combinaban un gusto por
en 1728 las dudas y las vacilaciones la doctrina metafísica ambiciosa con
61 BERKELEY
fuertes creencias religiosas y con un siderar que esta descripción del mun-
sólido respeto por el buen sentido do era a la vez ridícula, peligrosa y
ordinario; pero, desde luego, el que detestable. Pensaba que era ridícula
fuera capaz de articular sus teorías, porque implicaba claramente un es-
así como de procurarse una satisfac- cepticismo fantástico, en manifiesto
ción racional también, se debió única- conflicto con el buen sentido común.
mente a su perspicacia y a su capaci- Pues, ¿cómo podría conocer algo del
dad intelectual. La síntesis que realiza «mundo externo» de Locke un obser-
de estos roles, generalmente incom- vador que no fuera consciente más
patibles, es inestable sin duda, y po- que de sus propias ideas? El mismo
cos de sus lectores han sido capaces Locke había afirmado, bastante ab-
de seguirle en ello. En un principio, surdamente, que el color, por ejem-
con gran disgusto por su parte, fue plo, sólo es un rasgo aparente, que
considerado meramente un metafísi- no real, del mundo; pero, ¿cómo po-
co fantástico; más recientemente ha día saber, en algún respecto, que la
encontrado ocasionales defensores de contemplación de nuestras propias
que es meramente el abogado del ideas nos da una valoración correcta
«sentido común». Pero si se quiere del carácter real del mundo? Un ES-
sentir toda la fuerza de sus teorías, CÉPTICO sólo tiene que sugerir la
es esencial ver cómo se combinan en posibilidad de que nuestras ideas nos
estos tres aspectos diversos. engañen, no sólo en algún senti-
La posición de Berkeley se entien- do, sino en todos, con respecto al
de mejor en contraste con la de Loe- carácter de los objetos, y es evidente
KE -siguiendo en este curso, de he- que Locke no podría contestar a esta
cho, su efectivo desarrollo histórico. sugerencia de ningún modo. Locke se
La descripción del mundo que Berke- ve así comprometido en la ridícula
ley encontró, en sus lecturas de estu- opinión de que, a pesar de lo que po-
diante', en Locke fue más o menos co- damos conocer, los objetos del mun-
mo sigue: Según Locke, el universo es do pueden ser completamente distin-
realmente un sistema mecánico de tos de como creemos que son -y
cuerpos en el espacio. Está hecho, quizá que, a pesar de lo que poda-
como si dijéramos, de Materia; y los mos conocer, puede que no existan
cuerpos materiales poseen realmen- tales objetos. Esto repugnará segura-
te aquellas cualidades exigidas por mente a cualquier hombre de buen
su modo de operación mecánica -«so- sentido.
lidez, figura, extensión, movimiento Pero creía que la doctrina de Locke
o reposo y número». Estos cuerpos también era extremadamente peligro-
operan, entre otras cosas, en los ór- sa. Pues, aparte de que ofreciera un
ganos de los sentidos de los seres pretexto general para el escepticismo,
humanos, que poseen mentes -«sus- tenía una tendencia hacia el MATE-
tancias inmateriales»-, así como RIALISMO Y el ateísmo y, por tanto,
cuerpos. Cuando ocurre esto, la esti- en opinión de Berkeley, hacia la sub-
mulación mecánica de los órganos de versión de la moral. Dios era presen-
los sentidos y del cerebro causan tado por Locke como el que había
«ideas» que surgen en la mente, y diseñado, creado y puesto en marcha
éstas son los objetos de los que el la gran Máquina; pero, ¿cómo po-
observador es realmente consciente. dría mostrar que la Materia misma
En algunos aspectos estas ideas re- no era eterna? Y si lo fuera, ¿no ha-
presentan fielmente el carácter real ría su sistema posible, e incluso ra-
del mundo «externo», pero en otros cional, el negar por completo la exis-
no; las ideas, por ejemplo, del soni- tencia de Dios? Además, el mismo
do, olor y color no tienen una con- Locke había mantenido que la cons-
trapartida verdadera en el mundo, ciencia pertenecía a las «sustancias
sino que son únicamente modos en inmateriales», a las que sin duda ha-
los que un observador, constituido de bía considerado almas inmortales.
esta manera, se ve afectado por los Pero había confesado que no podía
estímulos mecánicos apropiados. refutar la sugerencia contraria de
Pero Berkeley pronto llegó a con- que la consciencia pudiera ser sola-
BERKELEY 62
mente una de las propiedades de la con respecto al carácter de las cosa~,
materia, y, por tanto, presumiblemen- precisamente porque él había consr-
te, depender por completo del man- derado que las cosas eran algo dis-
tenimiento de ciertas condiciones ma- tinto de nuestras ideas. Pero si en
teriales, físicas. Su teoría corría, pues, lugar de ello adoptamos la opinión
cierto peligro al permitir -si es que de que las cosas -los objetos ordina-
no alentar realmente- la negación de rios de la experiencia- son simple-
la existencia de Dios y de la inmor- mente «acumulaciones de ideas», en-
talidad del alma; y con esta nega- tonces será manifiestamente imposible
ción, en opinión de Berkeley, la re- la sugerencia de que las cosas no
ligión caía y arrastraba consigo a la pueden ser como aparecen ante nos-
moralidad. otros, y todavía más la sugerencia de
Finalmente, está claro, aunque se que su evidencia es dudosa. Si una
afirma menos explícitamente, que Ber- naranja no es un cuerpo material «ex-
keley sentía un agobio y una repulsa terno», sino una acumulación de
total ante la noción de que el univer- ideas, entonces puede ser completa-
so es realmente una vasta máquina. mente cierto -y para cualquier hom-
Las metáforas de relojes y motores, bre de buen sentido lo es realmen-
de ruedas y muelles, en las que te- que existe, y que tiene verdade-
Locke se deleitaba, inspiraban a Ber- ramente el color, sabor, textura y
keley la mayor repugnancia. Sentía aroma que encuentro en él. Las du-
que el mundo no podía ser así real- das respecto a un punto tan simple
mente -en particular si, para man- sólo parecen surgir como resultado
tener que lo es, tenemos que afir- de la innecesaria afirmación de que
mar que su apariencia real es una las cosas existen, distintamente de y
ilusión; que, de hecho, la «belleza vi- en adición a las ideas que tenemos.
sible de la creación» no debe consi- Podemos ver ahora cómo encuentra
derarse más que como un «deslum- Berkeley dos serias objeciones. Pri-
bramiento imaginario y falso». ¿Por mero, ¿no se debe admitir que nues-
qué negar la evidencia de nuestros tras ideas tengan causas? Nosotros
sentidos, con el fin de creer que el no producimos simplemente nuestras
universo es tan repulsivo? ideas por nosotros mismos; nos lle-
Ahora bien, Berkeley percibió -y gan obviamente de alguna fuente in-
esto le golpeó como una revelación- dependiente; ¿y qué podría ser esto,
lo que parecía ser un medio arriesga- sino los «objetos externos» de la teo-
do, aunque maravillosamente simple de ría de Locke? Ahora bien, Berkeley
eliminar de un soplo todos estos admite que nuestras ideas son causa-
horrores y absurdos. Lo único que das; pero pensar que son causadas al
se necesitaba era negar la existencia modo supuesto por Locke, mantiene él,
de la Materia. Pues, ¿cuáles serían las es a la vez innecesario e imposible.
consecuencias de ello? Primero, el cur- Es innecesario, pues podemos supo-
so real de nuestra experiencia diaria ner que son causadas por Dios; po-
se vería muy poco afectado. Como el demos suponer que las ideas ocurren
mismo Locke había admitido, nunca en nuestras mentes tal como 19 ha-
somos verdaderamente conscientes de cen, con tan admirable orden y regu-
nada más que de nuestras propias laridad, directamente por la voluntad
ideas; entonces, negar la existencia de Dios. Y de hecho es imposible,
de los «objetos externos», de los mantiene él, que sean causadas de
cuerpos materiales, no significa elimi- otro modo; pues causar es actuar, y
nar nada que haya formado parte de nada es genuinamente activo, salvo la
nuestra experiencia alguna vez, y su- voluntad de un ser inteligente.
pone, desde luego, dejar casi como Pero en segundo lugar se puede ob-
estaban las opiniones de los hom- jetar, ¿qué le ocurre a la física si se
bres que no son filósofos. Pero no sólo niega la materia? Es simplemente im-
esto; también debe poner fin a toda posible deshechar los descubrimientos
pregunta escéptica. Pues Locke se vio de Newton y sus colegas como si fue-
obligado a concederle al escéptico que ran meras pamplinas; pero la mate-
nuestras ideas podrían equivocarnos ria, en forma de partículas o «cor-
63 BERKELEY
púsculos», es precisamente aquello de Pero su propia insistencia en que la
lo cual han descubierto y probado esencia del lenguaje descansa en el
tantas propiedades. ¿Qué podernos uso de éste, y en el entendimiento
considerar verdadero de las leyes de concreto de las expresiones en con-
la física si no hay realmente cuerpos textos definidos, hace que ésta sea
materiales? una de sus contribuciones más origi-
Las primeras reflexiones de Ber- nales y estimulantes a la filosofía.
keley sobre esta objeción fueron bas- Podernos mencionar brevemente dos
tante evasivas; pero posteriormente, y de las últimas obras de Berkeley.
en particular en el De Motu de 1721, Alciphron es una obra larga en forma
ideó una réplica notablemente inge- de diálogo, en la que los sostenedores
niosa en la que, aunque chocaría de la iglesia anglicana son defendidos
irremediablemente contra la principal en contra de los diversos tipos de
tendencia de su época, anticipaba las «librepensamiento» y de DEÍSMO co-
ideas de muchos de nuestros filóso- rrientes. Aunque es bastante buena,
fos de la ciencia contemporáneos. En sufre la artificialidad de la conven-
efecto, respondió que las teorías cien- ción, y tiene poco interés ahora que
tíficas no son verdaderas con respec- están muertas las controversias que
to a nada en absoluto. Ciertamente, la suscitaron. La última obra de Ber-
si son correctas, se aplican al mundo keley fue Siris, una producción muy
de nuestra experiencia, en el sentido extraordinaria, en la que una exposi-
de que nos permiten predecir y en ción extrañamente divagadora, pesa-
cierto grado controlar el curso de és- da y especulativa de una parte de
ta; pero su función no va más allá sus primeras opiniones lleva a una
de la de los aparatos de predicción. investigación acerca de las virtudes
La teoría de la estructura corpuscu- del agua de brea, medicina que po-
lar de la mal -ria, por ejemplo, hace pularizara Berkeley, y para cuya pro-
posible la expresión matemática exac- moción trabajó en sus últimos años
ta de fórmulas, mediante cuyo uso po- con un celo casi excéntrico.
dernos hacer invalorables predicciones; La principal obra de Berkeley iba
pero no hay ninguna necesidad de a tardar en ejercer alguna influencia
suponer que los corpúsculos y par- sobre la filosofía, aunque su primer,
tículas de esa teoría existen realmente. y limitado, trabajo sobre la visión lle-
Que esos corpúsculos existen es un gó a ser muy conocido. Sus críticas
supuesto teóricamente útil; mientras a Locke fueron en su mayor parte
resulte útil continuará haciéndose; pe- eficaces y bien acogidas; y la tran-
ro nunca será considerado una ver- sición a su propia y remarcable doc-
dad literal. Así, la práctica de la trina de un universo teocéntrico y no
ciencia no tiene que ser molestada material, cuyo esse era percipi (que
por las doctrinas de Berkeley; sólo existía porque era percibido), y en el
es necesaria para que los científicos que se concebía a los seres humanos
reconozcan que no está investigando conversando directamente con la men-
«la naturaleza de las cosas», sino que te de Dios, fue al menos un triunfo
más bien está perfeccionando la for- de la ingeniosidad. Pero esta doctrina
mulación de los aparatos de predic- era demasiado extraordinaria corno
ción. para ser tornada en serio; se pensa-
Aquí también deberíamos mencio- ba que el hecho de que, hasta donde
nar que Berkeley, en la creencia de llegaba la experiencia real, él pudiera
que los errores de los primeros pen- representarla corno algo coincidente
sadores, en particular de Locke, se con las acostumbradas opiniones de la
había debido en parte a la falta de gente ordinaria, no bastaba para ase-
claridad lingüística, dedicó la Intro- gurar que se tratase realmente de lo
ducción de sus Principios a una in- mismo; y Berkeley no fue bienvenido
vestigación del lenguaje. En ese pasaje corno defensor del sentido común. In-
lo que hace es más bien interpretar cluso su crítica a Locke estaba pri-
injustamente las expresiones más va- vada de gran parte de su efecto, ya
gas de Locke y siempre en su senti- que parecía llevar directamente a po-
do menos favorable, más vulnerable. siciones todavía menos defendibles;
BLACK 64

y su filosofía de la ciencia era enton- «idea». El uso que Berkeley hace de


ces mucho menos aceptable de lo este término (como el de Locke) es
que lo sería si fuera propuesta hoy no tanto ambiguo como insuficiente-
día. Entonces se aceptaba de una ma- mente determinado. Cuando desea des-
nera general que la teoría física no tacar el aspecto de sentido común de
era más que una especie de exten- su doctrina, insiste en que por
sión de la observación ordinaria que «ideas» quiere decir las cosas que
revelaba verdades exactamente del percibimos; cuando habla como on-
mismo tipo que las de la experien- tólogo, afirmando que el esse es
cia común. Actualmente esto se ha percipi y que la materia no existe,
hecho un poco difícil de creer; pe- insiste en que las ideas están «sólo
ro entonces probablemente se pen- en la mente». Parece probable que si
saba, con razón suficiente para el caso se escrutara con más profundidad y
de Berkeley, que negarlo constituía se hiciera más preciso el uso que ha-
un intento velado de socavar el pres- ce de este término, su teoría sería
tigio del físico. No hay duda de que no tanto menos plausible cuanto casi
ésta era la intención de Berkeley: tu- imposible de establecer. En la medi-
vo la mala suerte de detestar la «vi- da en que depende de la fluidez en
sión científica del mundo» en un mo- este punto clave no se mantiene fir-
mento en que esa opinión estaba en memente.
la plenitud de su ascenso. (G. J. W.)
Actualmente es muy probable que
el estudioso de Berkeley considere BLACK, Max (1909-). Nació en Rusia,
a éste un pionero del FENOMENALIS- pero recibió su educación formal en
MO. Sin duda, es cierto que era parte Inglaterra, y desde 1940 ha estado
de su doctrina mantener que los ob- enseñando filosofía en USA. En el
jetos materiales eran -podían ser re- momento presente es catedrático de
ducidos a, o ser analizados com~ filosofía en la Universidad de Cornell,
conjuntos o acumulaciones de ideas Los principales intereses profesiona-
como dijera él, de datos sensibles co- les de Black residen en los fundamen-
mo dirían sus sucesores. Ésta es, por tos de la lógica y de las matemáticas,
otra parte, la réplica clásica a las la teoría del conocimiento, y las filo-
teorías de la percepción «indirecta», sofías del lenguaje y de la ciencia. El
tal como la expuso Locke clásicamen- temple de su pensamiento es empíri-
te. Sin embargo, no se debe olvidar co y analítico y ha sido un defensor
que Berkeley, a diferencia de sus su- vigoroso, tanto del sentido común co-
cesores recientes, no se interesó por mo del conocimiento científico contra
el análisis filosófico frío y neutral. diversas formas de crítica hostil. Aun-
En sus manos, su fenomenalismo fue que su punto de vista está influi-
primariamente una tesis ontológica; do por RUSSELL, MooRE y los POSI-
deseó sinceramente negar que existie- TIVISTAS LÓGICOS, ha sido, no obstan-
ra la materia, que existen verdadera- te, un critico agudo de diversas doc-
mente cosas materiales. Era feliz cre- trinas defendidas por estos pensado-
yendo que la opinión ordinaria podía res. Por otra parte, aunque ha sido
analizarse de tal modo que se con- un prominente exponente del método
formara a su ontología, y pensaba que lingüís tico del análisis filosófico aso-
tales cosas debían ser entendidas de ciado a WITTGENSTEIN, no ha sido
ese modo. Sin embargo, fue cons- un seguidor ortodoxo de este enfo-
ciente y deliberadamente, mientras que que ni en su uso del método de aná-
Locke lo fue casi inadvertidamente, un lisis lingüístico, ni en la elección de
metafísico y no meramente un ana- problemas a los que aplicar el méto
lista. do. Por el contrario, Black ha sido
Más arriba subrayamos que el re- una espada filosófica libre, y ha hecho
sultado del ingenioso intento de Ber- juicioso uso de una variedad de téc-
keley de unificar la metafísica y el nicas intelectuales en sus discusiones
sentido común es inestable. Esta in- de un amplio dominio de temas es-
estabilidad se puede localizar en su pecíficos.
uso, adoptado de Locke, del término Black ha puesto de relieve la im-
6.5 BOECIO
portancia de examinar las cuestiones ataque ininterrumpido por parte de
filosóficas fijando cuidadosamente la Blanshard.
atención en el contexto que determina (J. O. U.)
los significados de los términos que
entran en la formulación de esas cues- BOEcro, Anicius Manlius Severinus
tiones. Ha intentado mostrar que mu- (c. 480-c. 524), nacido en Roma, en
chas perplejidades filosóficas tradicio- el seno de una gran familia de sena-
nales (tales como el problema de si dores, la Gens Anicia. Boecio acep-
se puede conocer la existencia de otras tó entrar en el servicio público con
mentes, o el problema de demostrar Teodorico, el gran dirigente ostrogodo
de una manera total la validez de las de I talia, y ascendió a alto funciona-
inferencias inductivas) son espúreas, rio. Más adelante, como resultado de
y que se deben en gran parte a que la intriga política de sus enemigos,
los enunciados de esas cuestiones vio- cayó en desgracia y fue ejecutado. Su
lan esta exigencia de análisis contex- obra más celebrada, De Consolatione
tual. Sin embargo, todavía no ha pu- Pbilosopbiae, la compuso mientras es-
blicado ningún tratado sistemático ni taba en la cárcel.
de filosofía del lenguaje ni de la cien- La importancia de Boecio en la his-
cia, aunque ha realizado importantes toria de la filosofía no descansa, sin
análisis constructivos de una serie de embargo, solamente en ser el autor
conceptos fundamentales para estos de la Consolación, sino quizá más
temas. En particular, no sólo ha pro- en su esfuerzo por traducir y trans-
ducido críticas penetrantes a diversas mitir al occidente latino la sabiduría
filosofías de la INDUCCIÓN tradiciona- acumulada por los griegos.
les y recientes; también ha esbozado Su intención declarada era tradu-
un procedimiento inductivo para va- cir y comentar todas las obras de
lidar principios de razonamiento in- PLATÓN y ARISTÓTELES, pero de di-
ductivo sin invocar supuestos de pe- chas obras solamente logró traducir los
tición de principio. escritos lógicos aristotélicos junto con
(E. N.) la introducción de Porfirio, Isagoge.
Durante siglos, sin embargo, éstas
BLANSHARD, Brand (1892-). Es el fueron las únicas fuentes de acceso
más prominente exponente americano directo a la filosofía de Aristóteles
de un punto de vista desarrollado a de que dispuso el pensamiento oc-
partir del IDEALISMO absoluto que cidental.
floreció en Oxford en la primera par- Es en el comentario a la Isagoge de
te de este siglo. Su obra más impor- Porfirio donde Boecio, aunque en cual-
tante es The Nature 01 Thought (La quier otro lugar da las soluciones de
naturaleza del pensamiento) (1939); Aristóteles, permite que sus propias
aquí describe, en parte en términos simpatías platonizantes le lleven a la
psicológicos, en parte en términos ló- formulación del famoso problema de
gicos, el desarrollo del pensamiento los UNIVERSALES, «si los géneros y las
humano. El pensamiento puede, y de- especies subsisten realmente o si
be, ser descrito en términos psicoló- sólo se encuentran en la mente y
gicos, pero no entenderá su propio en el intelecto». Esta formulación re-
desarrollo a menos que lo considere- sultó ser a la vez un punto de parti-
mos guiado por un ideal lógico. El da y un obstáculo en la controversia
ideal lógico es un sistema, tal como que jugó una parte tan importante en
es concebido por la teoría de la VER- el primer filosofar medieval.
DAD como coherencia, en la que todos Además, Boecio fue un instrumen-
los pensamientos están conectados en- to eficaz en la transmisión de un co-
tre sí necesariamente. Debemos buscar nocimiento de la metodología cientí-
la necesidad en todas partes, y los in- fica griega mediante sus traducciones
tentos de reducirla a lo empírico, co- y su clasificación de las cuatro dis-
mo en la teoría de la causalidad de ciplinas matemáticas, Aritmética, Mú-
HUME, o a lo trivial, como en las sica, Geometría y Astronomía. Este
teorías convencionalistas o lingüísticas quadrivium de estudios, que sigue al
del A PRIORI, son sometidas a un trivium de Gramática, Retórica y Dia-
BUENAVENTURA 66
léctica suministró un acercamiento sis- contemporáneo dominico Tomás de
temático a la educación mediante las AQUINO. Murió en 1274, cuando to-
"Siete Artes Liberales». Elaborado maba parte en el Concilio de Lyon.
posteriormente por Casiodoro y por Sus doctrinas filosóficas se encuen-
Isidoro de Sevilla, este curriculum de tran principalmente en el Comentario
artes sobrevivió a la Edad Oscura en a las Sentencias de Pedro Lombardo,
las escuelas monásticas y cortesanas y en los dos tratados breves, el 1tine-
de Occidente, hasta que fue comple- rarium Mentis in Deum y el De Re-
tamente establecido en el sistema uni- ductione Artium ad Theologiam.
versitario medieval. La obra de Buenaventura en París
La autenticidad de sus escritos teo- coincidió con los debates ocasionados
lógicos se acepta ahora completamen- por el impacto que el corpus com-
te. En éstos, Boecio también estable- pleto de escritos científicos ARISTOTÉ-
ce ante sus herederos un modelo de LICOS produjo en occidente y en la
método teológico y de rigurosa apli- .crecíente importancia del AVERROÍSMO
cación de la LÓGICA al análisis de la en las universidades. Se puede inter-
doctrina cristiana, modelo que llegó a pretar su postura filosófica como una
ser un paradigma para los teólogos reacción relativamente conservadora
subsiguientes. por parte de un hombre que era antes
Por último, sería difícil exagerar la que nada teólogo, y como una vuelta a
importancia del De Consolatione Phi- la elaboración sistemática del conte-
losophiae en la historia del pensa- nido filosófico platonizante que se
miento europeo. Ningún libro fue más puede encontrar en los escritos de
ampliamente leído, y fue traducido AGUSTÍN. Así, en Buenaventura en-
muy pronto a la lengua vernácula. contramos la presentación explícita y
Las secciones introductorias dan, en formulada de las típicas tesis agusti-
boca de la dama Filosofía, las respues- nianas relativas al conocimiento que
tas convencionales, ESTOICAS y plató- el hombre tiene de Dios, a las razo-
nicas, de la sabiduría pagana como nes seminales, al alma como sustan-
réplica a la descripción que Boecio cia, y una teoría iluminista del co-
hace de su infortunio. De ahí en ade- nocimiento.
lante, las convicciones cristianas del Buenaventura considera toda es-
autor. dan una dirección positiva a la peculación verdadera como una bús-
argumentación, y por análisis se queda de Dios. Ésta puede comenzar
descubre que la verdadera bondad por la investigación del mundo físico
consiste únicamente en la unión con que lleva la impronta de su Creador,
Dios. Sigue una discusión del pro- los vestigia Dei. Sin embargo, el hom-
blema que plantea la existencia del bre sólo puede empezar a alcanzar el
mal en un mundo gobernado por una verdadero conocimiento mediante el
providencia benevolente y de la di- estudio de sí mismo y el conocimien-
ficultad de establecer una relación to de su propia alma que es una ima-
entre el agente humano libre y la gen de Dios, imago Dei. Ejerciendo
presciencia de Dios. su memoria, su entendimiento y su
La Consolación fue a la vez un voluntad bajo la influencia de la ilu-
vehículo para la transmisión de la minación divina, el hombre es condu-
sabiduría antigua y un modelo de fi- cido a la contemplación de Dios, no
losofar para los cien años siguientes. como una causa mediante Sus efectos,
(J. G. D.) sino de manera inmediata y en estado
de éxtasis.
Aunque Duns ESCOTO se converti-
BUENAVENTURA (1221-1274) es el ría más adelante en el Doctor oficial
nombre que se le dio a Juan de Fi- de los franciscanos, Buenaventura, el
danza, canonizado en 1482. Nacido en Doctor Serapbicus, es quizá más ver-
Italia, Buenaventura entró en la or- daderamente característico de la pers-
den franciscana y estudió con Alejan- pectiva profundamente religiosa de la
dro de Hales en París, donde ocupó
posteriormente la Cátedra franciscana Orden.
de Teología al mismo tiempo que su (J. G. D.)
67 BOSANQUET

BOOLE, George (1815-1864), nació en Todos los hombres son mortales


Lincoln, Inglaterra. Aunque fue abso-
lutamente un autodidacta, llegó a ser se convierte en:
un distinguido matemático, y en 1849
fue contratado para la Cátedra de x(l-y) =o ó xy =o
Matemáticas en el Queen's College de
Cork. Dos años antes había publi- (esto es, «la clase de los hombres que
cado un breve libro, El análisis ma- no son mortales es vacía»).
temático de la lógica, que ha llegado Además, podemos combinar estas
a ser considerado el primer paso sus- operaciones y operar sobre ellas de
tancial hacia la lógica matemática mo- acuerdo con las reglas del álgebra pa-
derna. An Investigation 01 the Laws ra derivar de ellas otras expresiones y
01 Thought (Investigación sobre las así resolver problemas que implican
leyes del pensamiento), publicada relaciones lógicas entre clases. Estos
en 1854 y más conocida, es importante incluyen el silogismo simple de la ló-
principalmente por la aplicación que gica clásica, así como otros problemas
realiza del álgebra lógica de Boole a mucho más complejos.
la teoría de la probabilidad. (D. J. O. C.)
Matemáticos anteriores, en par-
ticular Gregory y Peacock, habían BOSANQUET, Bernard (1848-1923), na-
mostrado que los métodos algebráicos cido en Alnwick, Inglaterra. Abando-
pueden usarse para representar rela- nó su puesto de enseñanza en Oxford
ciones entre entidades distintas de los en 1881 para dedicar el resto de su
números. La idea básica de la lógica vida a escribir y al trabajo social. Fue
de Boole es el uso de métodos, sus- el último filósofo inglés en elaborar
tancialmente equivalentes a los del ál- un sistema de filosofía completo que
gebra ordinaria, para operar sobre va- cubriese todos los tipos de experien-
cia humana. Su obra estuvo influida
riables, x, y, z... , que representan las principalmente por HEGEL y se basa-
clases, y los símbolos 1 y 0, que re- ba en la concepción de la individua-
presentan, respectivamente, la clase lidad entendida como la armonía de
universal y la clase vacía (aunque el una variedad de diferencias, lo indi-
uso de estos términos no fuera intro- vidual como «universal concreto»
ducido por el mismo Boole). En el en contraste con lo «universal abs-
simbolismo de Boole, si «x» repre- tracto» que se encuentra en el razo-
senta una clase, digamos, la clase de namiento científico, que opera me-
las cosas rojas, «(Lx)» o «x» para diante leyes generales y la elimina-
abreviar, representa la clase comple- ción de diferencias. Esta noción de la
mentaria de las cosas que no son ro- individualidad la encontró expresada
jas. Las operaciones correspondientes en las personas humanas, en las obras
a la suma, resta y multiplicación del de arte, en el Estado, y supremamen-
álgebra ordinaria son introducidas. Si te en lo Absoluto en tanto que ideal
«x» representa la clase de las cosas final que trasciende y unifica todos
rojas e «y» la de las cosas cuadradas, los «universales concretos» subordi-
entonces «xy» representa el producto nados.
Al final de su vida se sintió más
de las dos clases, las cosas que son a
influido por F. H. BRADLEY y dudó
la vez rojas y cuadradas. Y «x+y» re- más del poder de la razón en atra-
presen ta la clase de las cosas que son par las unidades que se encuentran
o bien rojas o bien cuadradas, pero en la experiencia. La individualidad
no ambas cosas. (Este sentido exclu- de una persona o de un cuadro re-
sivo de «+» distingue el álgebra de quería la concepción de un tipo de
Boole de muchas de las versiones pos- unidad en la que no se pudiera dis-
teriores.) tinguir tan claramente la variedad, ni
Con esta notación podemos repre- los elementos podían estar tan racio-
sentar una clase limitada de enuncia- nalmente relacionados como Hegel ha-
dos de importancia lógica. Por ejem- bía supuesto.
plo: (J. D. M.)
BRADLEY 68
BRADLEY, Francis Herbert (1846- Bradley. Aquí somete en la primera
1924), filósofo inglés. Becario Inves- parte a todas las categorías generales
tigador del Merton College, pasó to- del pensamiento y la experiencia hu-
da su vida adulta en Oxford. Tenía manos a una crítica dialéctica impla-
una salud delicada y era de natural cable. Con argumentos que recuerdan
reservado y retirado, y se dedicó por a ZENÓN de Elea y a las antinomias
completo al pensamiento y a la es- de KANT, muestra que cualidad y re-
critura filosóficos. Escribió con estilo lación, sustancia y causa, espacio y
brillante y mordaz, con una fuerza y tiempo, yo y objetos, si son tomados
un vigor rara vez igualados en la fi- como reales, son todos ellos acosados
losofía inglesa. por contradicciones insolubles y de-
En su juventud estuvo influido por ben ser descartados como «aparien-
HEGEL y los lógicos alemanes que le cia». La realidad absoluta debe tener
siguieron, pero su filosofía fue total- una naturaleza que trascienda todas
mente suya. En su primer libro, Etbi- estas categorías. Las relaciones se ba-
cal Studies, critica las teorías utili- san en la naturaleza de sus términos,
taristas desde un ángulo hegeliano, y y no se puede entender ningún térmi-
elabora una teoría de la auto-realiza- no aparte de sus relaciones. Tanto si
ción que también es hegeliana en su las relaciones son consideradas como
esbozo general. El yo tiene que rea- completamente externas (en un atomis-
lizarse como miembro auto-consciente mo como el de RUSSELL) o completa-
del estado (que es entendido como mente internas (como en la monadolo-
una unidad orgánica de seres espiri- gía de LEIBNIZ), no logran satisfacer
tuales) y no debe autocultivarse aisla- las demandas de la razón. Así el mo-
damente. El ensayo de este volumen do relacional de pensar -y, en defi-
que lleva el título «Mi situación y nitiva, todos los modos- no puede
sus derechos» es, sin duda, la mejor pretender alcanzar conocimiento de la
breve exposición de la concepción he- realidad. La realidad debe tener un ti-
geliana de la moralidad que hay en po de unidad distinto de cualquier
inglés. Pero en el ensayo siguiente cosa que hay en nuestros mundos de
«Moralidad ideal», Bradley sobrepasa pensamiento racional, una unidad que
estos conceptos hegelianos de unidad esté por encima y vaya más allá de las
racional y de derecho moral como relaciones, una unidad para cuya na-
supremamente incorporados en la Ley turaleza sólo nos da alguna clave la
y en el Estado. Muchos campos, ta- unidad indiferenciada del sentimiento.
les como la ciencia, el arte y la filo- Esta realidad absoluta se diferencia
sofía misma proporcionan fines mora- en centros finitos de la experiencia
les y campos de auto-realización in- que, sin embargo, no pueden ser iden-
dependientes de las fronteras naciona- tificados con las personas humanas a
les y de la lealtad cívica; y, en úl- causa del elemento tiempo que infec-
timo caso, la misma moralidad es in- ta toda vida humana. En la segunda
inteligible e internamente incompleta parte de Apariencia y Realidad se ar-
y logra su completud solamente si se gumenta que cada categoría de la ex-
convierte en religión. periencia humana, cuya inadecuación
En los Principles 01 Logic, Brad- final se había demostrado en la pri-
ley elaboró un examen completo de mera parte, debe encontrar de algu-
las formas lógicas, mostrando cómo na manera un lugar en lo real, aun-
encuentra cada una su lugar en la que sea acortado y transmutado; v
jerarquía de la razón humana. Pero cada una de ellas tiene un grado de
en todo momento enfatiza que todas realidad que corresponde al grado en
estas formas surgen de una experien- que es comprensiva y autoconsistente.
cia básica de sentimiento inmediato En su obra ulterior, Bradley no vol-
cuya unidad ninguna de ellas logra vió a su postura metafísica fundamen-
expresar. Todas ellas implican, por tal y a la visión suprarracional, e in-
tanto, un elemento de subjetividad y cluso mística o religiosa de lo real
error inevitables. que esto acarrea. En el momento de
Apariencia y realidad, que siguió a su muerte estaba trabajando en un
la Lógica, es la obra más grande de largo ensayo sobre las relaciones, cu-
69 BRENTANO

yo borrador incompleto, publicado en BRAITHWAITE, Richard Bevan (1900),


el volumen póstumo de sus Collected filósofo inglés, fue primero catedrá-
Essays, proporciona la mejor exposi- tico Knightbridge de filosofía moral
ción disponible de esta parte central de la Universidad de Cambridge; des-
de su filosofía. Pero él desarrolló de 1924 miembro del King's College
firmemente el argumento positivo de de Cambridge, donde estudiara pri-
la segunda parte de Apariencia y mero física, luego matemáticas y, por
Realidad acentuando todavía más la último, filosofía. Aunque es princi-
verdad parcial que se encuentra en palmente un filósofo de la ciencia,
las diversas categorías lógicas y epis- también se ha interesado en dar una
temológicas que muchos de sus lec- explicación de la creencia religiosa
tores pensaron que había intenta- que pudiera ser defendible por los
do destruir por completo, y elabo- empiristas absolutos, y por asentar la
rando su teoría de los grados de elección moral sobre una base racio-
verdad. Cada una de estas catego- nal aplicando la teoría matemática de
rías queda justificada ahora en su los juegos a las situaciones de con-
propia esfera y grado; a lo que se flicto. Este uso de la teoría de los
opone es a la pretensión de que al- juegos desarrollada por los estadistas
guna de ellas sea (o sea el modelo es la principal innovación de su obra
de) la verdad total. Al mismo tiem- más importante, La explicación cíen-
po, y sin duda por razones similares, tiiica donde se inspira en aquélla para
su obra se hizo menos polémica y su «la política prudencial» de hacer elec-
estilo más suave y tolerante. ciones entre hipótesis estadísticas; es-
La posición de Bradley en la his- to proporciona un procedimiento de
toria de la filosofía es, pues, curiosa. rechazo, garantizando así que los enun-
Probablemente fue el único filósofo ciados probabilísticos tengan signifi-
de primera línea que produjo Ingla- cado empírico, al permitirles ser pro-
terra en el siglo XIX; y su único ri- visionalmente refutables por la expe-
val anterior en brillantez y precisión riencia, y estando sujeto el rechazo
fue HUME. Con todo, su influencia a una revisión después de cada nueva
fue ligera y sus seguidores escasos. serie de pruebas. Este procedimiento
Esto se debió en parte a que llegara es innecesario para el caso límite de
al final del movimiento idealista, y los enunciados universales, que están
en parte a que fue un representante abiertos desde luego a un rechazo
muy poco ortodoxo de éste, de mo- conclusivo (mediante un solo contra-
do que los pocos idealistas posterio- ejemplo). En el mismo libro explica
res volvían a Hegel y no a él para el uso de los «modelos», los concep-
inspirarse. En la teología reciente hay, tos teóricos y el razonamiento mate-
sin duda, briznas que recuerdan su mático en las teorías científicas, y
posición metafísica, pero no parecen discute también el estatuto de las le-
haber tenido ningún vínculo con su yes de la naturaleza.
obra. Aunque sus pocos defensores (R. HALL)
han ganado poca aceptación, aún se
le puede leer con provecho por tres BRENTANO, Franz (1838-1916), filóso-
razones: primero, por el vigor y la fo austro-germano, hizo importantes
efectividad de su estilo; segundo, por- contribuciones a la psicología filosó-
que su crítica devastadora de las teo- fica. Nacido en las tierras del Rin,
rías utilitarista, asociacionista, indivi- fue catedrático de filosofía de la Uni-
dualista y pragmatista, sigue siendo versidad católica de Würzburg, pero
útil en contra de tales tendencias, que renunció a su cátedra y a su sacerdo-
propenden a tentar a cada genera- cio tras la declaración de la infali-
ción nueva de estudiantes de filo- bilidad papal en 1871. Aceptó una
sofía; en tercer lugar, porque su tra- cátedra de filosofía en Viena, pero
bajo en temas de psicología filosó- renunció a ella en 1880, volviendo
fica, tales como la memoria, la ima- más tarde como instructor. Pasó sus
ginación y la introspección, tienen una últimos años en Florencia. Sus dos
importancia permanente. obras más importantes son: Psicolo-
(J. D. M.) gía desde el punto de vista empírico
BROAD 70

(publicada en 1784, segunda edición mente tres Clases Básicas: a) las Re-
en 1911) y El origen del conocimiento presentaciones (V orstellungen), en las
moral (publicado en 1889), que in- que algún objeto es simplemente pre-
fluyó en que MOORE escribiese sentado a la mente; b) Juicios, en lo
Principia Ethica. Su obra publicada que algo es aceptado como real o
póstumamente es considerable y va- fáctico, o rechazado como lo contra-
liosa. rio; e) Fenómenos de Amor y Odio,
En la Psicología intenta Brentano eso es, casos afectivo-conativos de
proporcionar una «psicognosis», esto aceptación o de rechazo. En el caso
es, una geografía lógica de los con- de a) no hay distinción entre correc-
ceptos mentales, que sirva de preli- ción e incorrección, pero en el caso
minar indispensable a una psicología de b) sí existe tal distinción, el crite-
empírica. Sin cuestionarlo, asume rio de qué sea una auto-evidencia in-
que el mundo contiene dos clases de terior (Eoidenz). Con respecto a e),
«fenómenos», el físico y el «psíquico», Brentano mantiene que ciertos actos
e intenta encontrar: a) algún rasgo o de gusto, de disgusto o de preferen-
rasgos que sean distintivos de los «fe- cia tienen un carácter internamente
nómenos psíquicos»; b) ciertas «cla- auto-justificante que media en el co-
ses básicas» en las que se puedan nocimiento de lo que sea absolutamen-
dividir los fenómenos psíquicos. te bueno, malo o mejor. El placer,
En cuanto a las diferencias de los por ejemplo, es absolutamente bueno.
psíquicos, Brentano mantiene que és- (J. N. F.)
tas son: a) «intencionalidad» o direc-
cionalidad hacia los objetos; b) reve- BROAD, Charlie Dunbar (1887-1971),
lación directa e inerrante de una «per- filósofo inglés, miembro del Trinity
cepción interna» que es una con el College y catedrático Knightbridge de
acto percibido. Con el término «in- Filosofía Moral, 1933-53. Primero,
tencionalidad» (derivado del esse in- tras dar clases en St Andrews y Dun-
tentionale escolástico), Brentano quie- dee, fue catedrático de filosofía en
re decir J,p que es revelado por el Bristol. Fuertemente influido por mu-
hecho de que la mayoría de los ver- chos de los filósofos de Cambridge
bos mentales son sin sentido (o sólo anteriores, incluidos RUSSELL y Moo-
elípticamente significantes) en ausen- RE, así como W. E. johnson y Me-
cia de las expresiones -objeto apro- TAGGART (cuya obra principal some-
piadas que establecen cuál es la acti- tió a un examen intensivo de tres vo-
vidad mental expresada por el verbo. lúmenes), debió muy poco a las in-
Así, si se me dice que observe, mi fluencias extranjeras, y nada en ab-
observación es, por ejemplo, de una soluto a WITTGENSTEIN, que tan pro-
casa o un árbol; si se me dice que fundamente influyera en muchos de
dude, mi duda es, por ejemplo, acer- los filósofos de Cambridge. Su pre-
ca de que la igualdad 2 + 2 sea 4; paración original en ciencias físicas,
si se me dice que esté contento, debe combinada con un temperamento frío
haber algo con lo que esté contento, y cauto, dirigieron su enfoque gene-
etcétera, etc. En su segunda edición ral de la filosofía, en la que nunca
Brentano puntualiza, y esto es im- esperó o pretendió alcanzar conclu-
portante, que la intencionalidad no siones que tuvieran certeza, sino so-
es una relación entre la mente y el lamente aquellas que tuvieran a su
objeto: es meramente relacional o re- favor la balanza de la probabilidad;
lativa (relatiolicb). Una relación con desde luego que, a menudo, evitó
X implicaría que este X existe, mien- comprometerse con ninguna conclu-
tras que la directividad hacia X ge- sión particular, contentándose con ex-
neralmente no implica esto. Lo que poner los méritos y deméritos rela-
es distintivo de la postura de Brenta- tivos de las teorías en competición.
no es que cree que esta «relaciona- Broad no se asignaba la tarea de cons-
lidad» es última y no necesita ningún truir ni la de destruir, sino «a lo
análisis posterior. más la capacidad más humilde (aun-
En su clasificación de los Fenóme- que útil) de establecer las cosas di-
nos Mentales, Brentano admite sola- fíciles de manera clara y no dema-
71 BUTLER

siado superficialmente». Aunque ad- Broad también escribió sobre ética,


mitía que la filosofía especulativa, que aunque aquí sus interpretaciones de
alcanza conclusiones generales acerca algunos de los grandes filósofos, y la
de la naturaleza del universo, tiene importancia que concedió a la obra
valor, especialmente si, como el i~ea­ de H. SIDGWICK son muy cuestiona-
lismo británico, se la reduce a conside- bles. Su logro mayor y e! más difícil
raciones morales, sociales, estéticas y de seguir, fue su monumental obra
religiosas, consideraba que ésta no era sobre Taggart.
para él. No sólo negaba finalidad in- (R. HALL)
cluso a los sistemas especulativos futu-
ros, sino que dudaba de que cualqui~r BUENO, véase Ética, Utilitarismo y los
intento de construir uno de estos SIS- artículos sobre filósofos morales.
temas pudiera ser aprovechable sin
que antes hubiera habido .un avance BUTLER, joseph (1692-1752), obispo,
considerable en la filosofía crítica, cu- ocupa un lugar importante y durade-
yas dos tareas más importantes son: ro en la filosofía moral y en la filo-
1) «analizar y definir los conceptos sofía de la religión inglesa. Su pensa-
que se usan en la vida diaria y en miento ético está contenido princi-
las ciencias especiales», tales como palmente en sus Fiiteen Sermons
lugar, persona, causa, materia, cam- (1726) y en su Dissertation upon the
bio y percepción, y habiendo hecho Nature 01 Virtue; su filosofía de la
esto' 2) criticar las proposiciones fun- religión en The Analogy 01 Religion
dam~ntales que las contienen. Este ti- (1736), de la que la Disertación
po de filosofía progresa, según Broad, era un apéndice. Estos dos lados
en la medida en que reemplaza a de! pensamiento de Butler están muy
creencias vagas e instintivas por creen- estrechamente interconectados; pues
cias claras y analizadas que han sur- la conciencia no es solamente el con-
gido de la crítica. Al llevar a cabo cepto crucial de su ÉTICA, sino que
algunas partes de filosof~a crí tic~ en también proporciona una revelación
este sentido en una serie de libros impresionante del ser y la naturale-
extensos, prestando algunos una par- za de Dios. La virtud, para Butler,
ticular atención a los conceptos de es natural al hombre, el vicio una
la física, el procedimiento que real- violación de nuestra naturaleza, una
mente empleó consistió en su ma- especie de automutilación. La natu-
yor parte en una disección cuidadosa raleza humana es una estructura com-
de las teorías existentes y sus POSI- pleja que Butler compara con un re-
bles alternativas y de los argumentos loj cuyas partes cooperan intrincada-
en pro y en contra de .ellas; co~o mente con una constitución política
por ejemplo en The Mtnd and tts y con'un cuerpo y sus miembros com-
Place in Nature (La Mente y su lugar ponentes. La realización completa de
en la naturaleza), donde son conside- esta naturaleza (y el logro de la vir-
radas diecisiete teorías distintas de tud) implican la subordinación jerár-
la relación entre mente y materia, quica de sus diversos elementos bajo
siendo la más favorecida un tipo d~ la conciencia. Las necesidades del ham-
«materialismo emergente». En este li- bre y la sed, los apetitos de toda
bro y en otros escritos Broad demostró clase, forman la base d~ la jerarquía,
interés por la parasicología: aun- tal como Butler la concibe. Este gru-
que no estaba disp~esto a. aceptar po de «pasiones particulares» es dís-
la posibilidad de la inmortalidad en ciplinado y regulado por la benevo-
el sentido de supervivencia (que con- lencia -interés por el bien de los
sideró en profundidad), consideraba demás- y por el amor a uno mis-
que los supuestos fenómenos paranor- mo- concebido no como la indulgen-
males se debían a la persistencia des- cia de las pasiones, sino como el con-
pués de la muerte de un «factor psí- trol y dirección de éstas con miras
quico», que previamente había for- al bienestar total a largo plazo. But-
mado con e! cerebro y e! sistema ner- ler negaba que el amor a uno mís-
vioso un compuesto del cual la men- mo y la benevolencia fueran prin-
talidad era una cualidad emergente. cipios mutuamente antagónicos; de
BUTLER 72

hecho, las actitudes que inician tien- Los deístas mantenían que una reli-
den a coincidir -en su mayor parte gión natural y racional dejaba esca-
en este mundo, y perfectamente en el par un gran número de dificultades
otro. La conciencia es un principio intratables que acosaban a una reli-
esencialmente reflexivo y racional. gión basada en la supuesta revela-
Rehúsa reducir todos sus deberes a ción. Pero Butler mantenía que difi-
un supuesto deber supremo cual es cultades análogas pertenecen a ambas
la producción de la felicidad general; esferas, aunque no son decisivas para
nuestros deberes son múltiples; y so- ninguna de ellas. «La intención», es-
lo Dios, con su visión sinóptica y cribió, «del siguiente tratado será
omniscente, podría permitirse hacer el mostrar que muchas de las partes
utilitario. Cierta medida de agnosti- que fueron principalmente objetadas
cismo impregna el pensamiento de en esta dispensa moral y cristiana ...
Butler en razón de su fuerte sentido son análogas a lo que se experimenta
de la ignorancia humana (1os Quince en la constitución y el curso de la Na-
sermones están dedicados a este te- turaleza, o Providencia; que las mis-
ma). Quizá los rasgos más memora- mas objeciones que se alegan contra
bles de su pensamiento ético sean las primeras no son otras que las que
sin embargo los muchos y perspicaces se pueden alegar con la misma justi-
análisis que componen su psicología cia contra las últimas, donde se en-
moral; análisis de conceptos, tales co-
mo perdón, resentimiento, autoenga- cuentra que no son concluyentes... »
ño, compasión. Entre éstos son par- Como esto sugiere, Butler no preten-
ticularmente efectivos sus argumentos de para su defensa una certeza a prio-
en contra de la interpretación egoís- ri, sino una probabilidad lo suficien-
ta de la piedad de HOBBES. te elevada, cree él, como para satis-
Tbe Analogy 01 Religion fue con- facer la fe.
cebida como una respuesta al DEÍSMO. (R. W.H.)
e
CARNAP, Rudolf (1891·1970), nacido Carnap contribuyó prolíficamente a
en Alemania. Enseñó filosofía en la la teoría del conocimiento, la lógica
Universidad de Viena y posteriormen- matemática, la filosofía de la cien-
te en la Universidad alemana de Pra- cia y los fundamentos de la pro-
ga, pero dejó Europa en 1936, tras- babilidad y la inducción. Sus escritos
ladándose a USA, donde fue catedrá- son un gran archivo de ingeniosos
tico de filosofía de la Universidad análisis e innovaciones técnicas, reve-
de Chicago, y desde 1954, en la Uni- lan el don poco común de la cons-
versidad de California, en Los Ange- rucción arquitectónica, y son modelos
les. Generalmente es reconocido como de precisión y claridad formales. Tam-
el principal exponente del empiris- bién exhiben la disposición de Carnap
mo (o positivismo) lógico, el movi- para revisar sus ideas repetidamente.
miento filosófico de influencia inter- Pues aunque el temple científico y
nacional que se originó con el CÍR- antimetafísico básico de su pensa-
CULO DE VIENA, grupo cultivador de miento no cambió a través de los
la discusión informal, compuesto por años, las perspectivas detalladas so-
pensadores de orientación científica bre muchos temas experimentaron al-
que combinaban su simpatía por el teraciones importantes.
positivismo antirnetafísico del físico Uno de los intereses más duraderos
y filósofo vienés MAC H con el culti- de Carnap fue la construcción de un
vo del análisis lógico tal como fue criterio adecuado del discurso cogni-
practicado por RUSSELL y el primer tivamente significativo. Primero adop-
WITTGENSTEIN. Carnap fue miembro tó y desarrolló una forma rigurosa de
de este grupo durante algunos años; 10 que es comúnmente llamado «la
y eventualmente hizo de co-editor de teoría de la verificabilidad del signi-
Erkenntnis, órgano semioficial del em- ficado». Mantuvo, en efecto, que el
pirismo lógico, que pereció víctima significado de un enunciado consiste
de la Segunda Guerra Mundial. Si- en los datos sensibles o introspecti-
guió siendo editor de la Enciclopedia vos que establecen ese enunciado de
Internacional de la Ciencia Unificada, manera directa y concluyente. Sin ern-
una serie incompleta de monografías bargo, aunque se puede mostrar fá-
ideada por Otto Neurath, otro miem- cilmente que con este criterio care-
bro del Circulo de Viena, para exhi- cen de sentido (y ni siquiera son fal-
bir la unidad metodológica esencial sas) las declaraciones metafísicas, cu-
de las principales disciplinas científi- yo supuesto contenido trasciende el
cas y exponer la fundamentación de dominio de la experiencia posible,
éstas desde la perspectiva del positi- Carnap pronto reconoció que el crite-
vismo lógico. rio también deja sin sentido si no a
CARNAP 74
todos al menos a la mayor parte de en ambas direcciones, que él mantuvo
los enunciados científicos. Por diver- que era equivalente al enunciado sin-
sas razones técnicas llegó asimismo a táctico sobre los signos de que cual-
considerar poco prometedora la tarea quier expresión de números reales
que se había asignado (en su primer positivos o negativos puede usarse
libro importante, Der Logische Auibau como coordinación del tiempo) con
der Welt (La construcción lágica del enunciados genuinos sobre algún ob-
mundo), 1928) de indicar con detalle jeto no lingüístico. De ahí concluyó
cómo todo enunciado pretcndidamen- que se debía identificar la filosofía con
te fáctico podía traducirse a enun- la sintaxis lógica del lenguaje de la
ciados acerca de los datos sensibles; ciencia. Al parecer, esta recomenda-
y eventualmente llegó a dudar de la ción hacía ilegítima cualquier conside-
posibilidad de hacer tales traduccio- ración acerca de las relaciones de los
nes, incluso al lenguaje de los asun- signos con lo que representan y, en
tos cotidianos y de la física experi- particular, proscribía cualquier análi-
mental. Subsiguientemente trató de sis de qué sea 10 que se signifique por
desarrollar una versión más liberal del verdad fáctica. Sin embargo, como evi-
criterio de verificabilidad de la signi- denció la obra de Alfred Tarski, sí que
ficación cognitiva, que pudiera servir es posible desarrollar una teoría de la
de guía en la construcción de los sis- semántica que sea precisa, y que se
temas simbólicos que exige la ciencia interese por las relaciones de los sig-
teórica, pero que también ayudara a nos con 10 que éstos significan; y
demarcar las divagaciones metafísicas más tarde, Carnap llegó a hacer im-
de las hipótesis científicas genuinas. portantes contribuciones a esta rama
La importancia general del criterio del análisis lógico. En todo caso, aho-
propuesto por Carnap era que un ra ampliaba su primera concepción
enunciado es significativo si, y sólo del alcance de la filosofía, e identifi-
si, el enunciado mismo, o alguna de caba a esta última (usando la termi-
sus consecuencias lógicas, puede ser nología de Charles MORRIS) con el
contrastado mediante la observación análisis semiótico de la estructura del
sensible. discurso cognitivo.
Las ideas de Carnap sobre el ámbi- La principal preocupación de Car-
to de la filosofía experimentaron una nap en los últimos años 10 fue el
liberalización semejante. En su im- desarrollo técnico de la lógica de la
portante libro The Logical Syntax 01 inferencia inductiva. En su opinión los
Language (1934), en el que formuló enunciados tales como «Es muy pro-
algunas de sus opiniones característi- bable, con la evidencia de que se dis-
cas acerca de la lógica, la matemáti- pone, que Smith sea culpable», no
ca y la filosofía de la ciencia con pueden explicarse en términos de las
todo detalle, definía la sintaxis lógi- frecuencias relativas empíricamente
ca como el estudio de cómo se rela- discernibles que se dan en alguna cla-
cionan entre sí los signos de un len- se de eventos repetibles, 10 cual pue-
guaje en virtud de sus propiedades de hacerse en un enunciado como «La
puramente estructurales. Mantenía probabilidad de sacar cara con una
que las leyes de la lógica y de la moneda no trucada es la mitad» (10
matemática no hacen afirmaciones que, en efecto, afirma que en una
acerca de ningún tema, sino que sim- larga serie de tiradas una moneda cae
plemente son estructuras lingüísticas cara arriba más o menos la mitad de
cuya necesidad a priori dentro del las veces). Carnap creía que en los
lenguaje en el que ocurren se deriva enunciados del primer tipo «probable»
enteramente de las reglas sintácticas se refiere a una relación lógica entre
convencionalmente instituidas que ri- la evidencia y la hipótesis que se ba-
gen el uso de ese lenguaje. Además de- sa en aquélla. Como es este sentido
claraba que las controversias filosófi- lógico de probabilidad el que Car-
cas se generan usualmente por la con- nap pensaba que era relevante para
fusión de enunciados de «pseudo-ob- evaluar el peso de la evidencia de al-
jetos» (tales como la afirmación de que guna conclusión en las investigaciones
el tiempo se extiende infinitamente inductivas, intentó construir un sim-
75 CATEGORíAS
bolismo explícito para esta relación lingüística, antropológica y filosófica
lógica y también ideó una variedad de sus predecesores.
de medidas numéricas para los grados (J. O. U.)
de probabilidad lógica. Sin embargo,
aunque Carnap ya había erigido una CATEGORíAS. ARISTÓTELES tomó el
imponente estructura de ideas y teo- término «categoría» del habla legal,
remas sobre este tema, la estructura donde significaba «acusación», e hizo
no estaba completa, y su valor even- que significara cualquier cosa que se
tual para la práctica científica sigue pudiera afirmar verdadera o falsamen-
siendo una cuestión abierta. te de algo. Si completamos «Sócrates
(E. N.) es... » con cualquier nombre o adjeti-
vo, o «Sócrates ... » con un verbo, le
CARTESIANISMO, véase Descartes. adscribimos un predicado a Sócrates.
Aristóteles vio que los predicados son
CASSIRER, Ernst (1874-1945), se ganó de diferentes tipos. Decir de qué ti-
su reputación original como historia- po es Sócrates, si es, por ejemplo,
dor de la filosofía, especialmente del hombre o animal, es muy distinto de
siglo XIX, y como filósofo de la cien- decir meramente cuánto pesa o dón-
cia; pero en sus últimos años, que de está. Aristóteles distinguió varios
pasó en Estados Unidos, su obra fi- tipos últimos de predicado o Cate-
losófica original llegó a ser muy valo- gorías.
rada allí y se puede seguir el rastro
de su influencia en los escritos de 1. Especie, por ejemplo, «... hom-
filósofos americanos, tales como bre».
S. K. Langer y C. W. Hende!. Fue 2. Cualidad, por ejemplo, «... pá-
un producto de la famosa escuela kan- lido».
tiana de Marburgo y pasó una gran 3. Cantidad o tamaño, por ejemplo,
parte de su vida de profesor en Ber- « ... seis pies».
lín y en Hamburgo; pero con el ad- 4. Relación, por ejemplo, «... más
venimiento de los nazis al poder se viejo que Platón».
trasladó primero a Inglaterra, después 5. Lugar, por ejemplo, «... en Ate-
a Suecia y, finalmente, a los Estados nas».
Unidos. Nunca rechazó la filosofía 6. Tiempo o fecha, por ejemplo,
kantiana que había aprendido en Mar- « ... en el siglo quinto a. c.
burgo, aunque sí la desarrolló. Kant 7. Acción, por ejemplo, «... dís-
había enseñado que la experiencia hu- ente».
mana estaba condicionada por las ca- 8. Padecer, por ejemplo, «... ser
tegorías, las formas del pensamiento perseguido» .
en las que estaban subsumidos todos
los fenómenos; en la Filosofía de las Aristóteles dio nombre a varios
formas simbólicas, Cassirer mantenía de estos predicados-tipo, según inte-
que además de las categorías kantia- rrogaciones ordinarias, como ¿Qué?,
nas que informan el pensamiento cien- ¿Dónde?, ¿Cuánto? y ¿Cuándo?
tífico también hay formas del pensa- Cualquier respuesta a ¿Qué es Só-
miento mítico, histórico y práctico de crates? indica una Especie, cualquier
la vida cotidiana, y que podían traer- respuesta a ¿Dónde?, un lugar, et-
se a la luz mediante el estudio de las cétera. Todos los predicados de un
formas de la expresión en el lenguaje. tipo responderán, verdadera o falsa-
Cada uno de estos tipos de pensa- mente, a una interrogación, y no res-
miento es válido por derecho propio, ponderán a ninguna otra interro-
y aunque el pensamiento científico es gación.
un desarrollo posterior al pensamien- A muchos predicados, por ejemplo,
to mítico, este último no es mera- «... ríe» o «... sagaz», les corres-
mente una ciencia primitiva. El pen- ponden nombres abstractos como «Ri-
samiento de Cassirer es difícil y es- sa» o «Sagacidad». Si preguntamos
tá expresado con mucha profundi- qué es en última instancia la Risa, o
dad; todas sus obras contienen discu- la Sagacidad o la Esclavitud, la res-
siones largas y eruditas de la obra puesta nombra la categoría apropiada.
CAYETANO 76

«La Risa es una Acción»; «la Saga- un uso filosófico distinto. Para él
cidad es una Cualidad»; «la Esclavi- una categoría es un principio estruc-
tud es una Relación». Pero no todos tural ejemplificable con hechos cien-
los nombres abstractos corresponden tíficamente constatables, Así, todos
a predicados. «Posible» no es un pre- los hechos de la forma «La ocurren-
dicado, por ejemplo, de Sócrates, y cia de X se debió a la ocurrencia de
por ello, no podemos preguntar a qué y» caen dentro de la categoría de
categoría pertenece la posibilidad. Los Causa y Efecto. Sabemos, antes de
predicados de Especie como «... hom- descubrir la verdadera explicación
bre» y «oro» no conducen a nom- de X, que tiene que haber una ex-
bres abstractos de manera natural. plicación con esta estructura.
Hablamos de la brillantez o el aleja- Actualmente, la palabra «categoría»
miento de Venus, pero no de su «cor- es usada por los filósofos, caso de
poreidad celeste». Su brillantez o su hacerlo, para cualquier tipo supuesta-
alejamiento podrían alterarse o cesar, mente último, sin ninguna convención
pero Venus no podría llegar a ser establecida acerca de qué sea aquello
más o menos cuerpo. Si dejara de de lo cual es tipo. Sin elucidaciones
ser un cuerpo dejaría de serlo por ad hoc la palabra es, por tanto, hoy
completo. en día una palabra vaga.
Además, para encontrar un ejem- (G. R.)
plo particular de brillantez tenemos
que encontrar una estrella brillante o CAYETANO, Tomás de Vio (1468-
una antorcha brillante particular, etcé- 1534), nacido en Gaeta, Italia, muer-
tera. Un ejemplo de brillantez sólo se to en Roma. Fue director general de
puede encontrar en un miembro de los dominicos y más tarde cardenal. Es
una Especie. Pero encontramos un es- el comentarista clásico de la Summa
pecimen de estrella o de antorcha, Tbeologica, de Tomás de AQUINO, y
precisamente al encontrar una estre- combinó el escolasticismo con el hu-
lla o una antorcha. La brillantez es manismo, una extraordinaria habili-
algo que, por ejemplo, posee esta es- dad en la consecución de la abstrac-
trella. Pero ser una estrella no es ción detallada y un robusto sentido
algo extra que también posee esta es- común. Su crítica del escotismo le
trella -pues si no volvería a susci- llevó al problema de la analogía, el
tarse la cuestión «¿De qué Especie uso del mismo nombre para objetos
es?» con respecto al poseedor de es- distintos en un sentido que no es pura-
ta postulada propiedad de ser estrella. mente equívoco o metafórico. Distin-
Quizá fue en parte esto lo que guió dos tipos peculiares. El primero
hizo que Aristóteles quisiera discri- es la analogía de la atribución que
minar los tipos de predicado. Cuando se basa en una conexión causal; aquí
una cosa se altera, deja de ser lo que el concepto se atribuye formal e in-
era. Así, según parece, si Sócrates se trínsecamente al analogado principal,
calienta, ya no es lo que era, no pue- y a otros mediante una designación
de seguir siendo hombre o el marido externa, denominatio extrinseca. El
de Xantipa; lo cual es absurdo. Para segundo es la analogía de la propor-
resolver esta paradoja resulta útil po- cionalidad; un par de conceptos pro-
der decir que Sócrates ha cambiado porcionalmente semejantes son atribui-
de tener una cualidad a tener otra, dos formalmente a todos los analoga-
pero eso no es un cambio de una Es- dos. Mantuvo que sólo éste cumple
pecie a otra, ni de una Relación a los requisitos del pensamiento cien-
otra. Especificamos el campo general tífico, y la mayoría de los tomistas
de un cambio al especificar la cate- estuvieron de acuerdo con él, inclui-
goría de los predicados entre los que do el influyente Juan de Santo To-
se produce la transición. Aunque Só- más (1589-1644). Pero no Francisco
crates nunca tiene la misma edad de Silvestre de Ferrara (1474-1528), su
manera continuada, sí que es conti- sucesor como director general y au-
nuamente un ser humano. No todo es tor del comentario clásico de la Sum-
flujo. ma Contra Gentiles, que dirigió una
KANT dio a la palabra «categoría» minoría creciente que reivindicaba la
77 CINISMO

dignidad de la analogía de atribución canzó a continuar a lo largo de fases


a la luz de la causalidad. de diversa popularidad y pureza hasta
(T. G.) el final del mundo grecorromano en el
siglo VI d. C. Como nunca fue una
escuela organizada con dogmas oficia-
CICERON, Marco Tulio (106-43 a. C.). les, sino una sucesión de individuos
abogado, político y escritor romano: que emulaban la vida y prácticas de
Preparado en filosofía desde su ju- Diógenes, presenta muy considerables
ventud, auditor y amigo de los pro- variaciones, aunque se pueda extraer
fesores más importantes de la Acade- un núcleo tradicional de preceptos y
mia, la Stoa y la escuela epicúrea mano conducta.
tuvo el interés por el estudio de ella
durante los años más ocupados de su El fin de la vida es la felicidad
vida pública. En el año 45 la aflic- que sólo se logra viviendo de acuer-
ción personal y la impotencia política do con la naturaleza y hacer esto es
le llevaron a dedicar todas sus ener- autosuficiente y con~tituye la virtud.
gías a la tarea de hacer la filosofía Pero este enunciado es común al ci-
griega accesible en forma literaria la- nismo y al ESTOICISMO; difieren en la
tin~., En los dos años siguientes apa-
interpretación que le dan. Para el
recio una larga serie de obras en cínico la felicidad depende del ser
forma de diálogo que cubrían los di- autosuficiente. Esto es una cuestión
versos departamentos de la filosofía de actitud mental, y es natural por
contemporánea, exponiendo y critican- ser opuesto a toda convención. Su mé-
do las doctrinas de las tres escuelas todo para llegar a ser autosuficiente no
más importantes. Por temperamento
era meramente buscar la independen-
y preparación era un ESCÉPTICO aca- cia, sino disociarse activamente de
cualquier influencia de lo externo o
démico, en ÉTICA siguió y amplió el
I~ . interno, cuyos vínculos, responsa-
ec~ecticismo introducido en la Acade-
bilidades o distracciones pudieran res-
~Il1a por Antíoco. Admiraba los nobles
tringir de algún modo la expresión de
Ideales del ESTOICISMO; no sentía sim-
su libertad individual. Por ejemplo su
patía hacia EPICURO. Se consideraba actitud hacia la prosperidad no' era
un t.raductor (en algunos casos puede una actitud de imperturbable indife-
seguirse el rastro .de los libros que le rencia tanto si la ganaba como si la
msplr~ron, por ejemplo, de Clitoma-
perdía, sino de una hostilidad sin
c~J, ~l1ón, Antíoco, Panecio y Po-
sidonio), pero afirmaba el derecho a compromiso. El dinero es la metró-
poli de todo mal, el azote del de-
una presentación y una crítica inde-
pendiente. Qui~á fuera su propósito seo. Así, la solución no descansa en
naturalizar la filosofía griega, tal co- la moderación o la templanza, sino
mo sus predecesores, comenzando con en la erradicación del dinero y de los
traducciones, habían naturalizado la más bajos deseos. La propiedad pue-
Iiteratura griega; pensó con razón de implicar lazos; el verdadero cíni-
q:re el impacto. de su estilo y domi- co no tiene ninguna propiedad en ab-
nIO del lenguaje podrían iniciar el
soluto. Del mismo modo, no tiene
proceso. Creador de un vocabulario nada que ver con todos los vínculos de
filosófico latino, que iba a ser de uso familia y comunidad, todos los valo-
corriente, su influencia fue inmensa res convencionales externos de naci-
mü:~to, cIase, rango, honores, repu-
y sigue siendo invalorable como fuen-
te de las tres escuelas dominantes de tacion, a los que atacará. Como lo
su época. opuesto a la naturaleza es la conven-
ción, la vida conforme a la naturaleza
(1. G. K.) es una vida despojada de todas las
complicaciones de la convención o
CINISMO es el nombre que se aplica de forma positiva, una vida conforme
al movimiento filosófico o modo de al mínimo justo necesario para la
vida inaugurado en la segunda mitad existencia. La fuerza impulsora es la
del siglo IV a. C. por Diógenes de búsqueda de la inviolabilidad del in-
Sinope, de cuyo apodo Kyon el Pe- dividuo bajo cualquier circunstancia.
rro, recibió el nombre la esc~ela. Al- Cuanto más se tiene más se quiere;
CINISMO 78

cuanto uno más se compromete más sonal de la vida del cuneo (de ahí
amplias son sus necesidades; cuanto su comportamiento extremado y la
más necesidades se tienen más vulnera- deliberada contravención pública de
ble se es. Pero si todas las necesida- las costumbres convencionales para
des, a excepción de las absolutamente dar ejemplo), y con los preceptos que
básicas, son resultado de la convención de su experiencia se destilaban. Es-
y no son naturales, un hombre puede tos preceptos solían contener ilustra-
ser libre desencadenándose de ellas. Es- ciones de la conducta desinhibida de
to lo evidencia la conducta de los ani- los animales y del ideal de Heracles
males, que no están limitados por las de la virtud por la resistencia. Pero los
convenciones, y también el ideal de los cínicos se caracterizaron princi palmen-
dioses que no tienen ninguna necesi- te por una libertad, sin miedo y des-
dad. El cinismo es así una filosofía carada, de expresión en su crítica,
extrema de afirmación de la libertad marcada por un talento y una capa-
del individuo cara a cualquier circuns- cidad de réplica mordaces que dieron
tancia con que la fortuna pueda en- lugar a numerosos apotegmas, y a un
frentarle; los medios para este ideal género filosófico nuevo, la diatriba
son la renuncia y el rechazo de to- satírica. Los miembros menos repu-
dos los valores externos, de todas las tados de la secta hicieron un mal uso
relaciones, emociones físicas y deseos, de ello, pero en manos del verdade-
así como de los placeres que éstas ro cínico era como un bisturí, afilado
producen, por la felicidad que se de- por sus tareas, manejado imparcial-
riva de la inviolabilidad, el dominio men te por su libertad ante el temor,
y el imperio de la mente y la volun- para cortar el cáncer de los falsos va-
tad propias. lores, las convenciones ilusorias, las
Pero este ascetismo, si bien era pretensiones y la impostura de las
considerado una forma de escapismo, mentes humanas.
no implicaba el retiro de un ermita- El cinismo fue una más (véase ES-
ño. El cínico vivía en todo el des- TOICISMO, EPICUREISMO), y la más
lumbramiento de la civilización que drástica, de las filosofías de la segu-
condenaba por dos razones. El modo ridad que fueron un rasgo común de
de vida que llevaba exigía una prác- la edad helenística. Habiendo surgido
tica continua en contra de sus ene- en un momento de gran inseguridad
migos -convención, placer, lujuria- social y económica, cuando los viejos
para mantener su mente y su cuerpo valores de la ciudad-estado griega, ya
en estado de lucha. Por ejemplo, pa- debilitados, se estaban desplomando
ra formar y probar la apatbeia, o bajo el impacto de Alejandro, ofrecía
falta de emoción, tenía que enfren- al individuo, cualquiera que fuera su
tarse a los insultos. En segundo lu- estatus, la libertad ante el miedo al in-
gar, el cinismo era un evangelismo fortunio, enseñándole a tener por
militante; como Explorador del Gé- valioso solamente aquello que nunca
nero Humano, tenía que explorar las se le pudiera quitar. La encarnación
condiciones humanas, y una vez he- de esta autosuficiencia era el mismo
cho esto, rendir cuentas; como Doc- Diógenes. Los cínicos posteriores ten-
tor, tenía que curar las mentes huma- dieron a acentuar un aspecto u otro
nas, mostrar a éstas los falsos valores de sus doctrinas. Su discípulo, Crates
del uso común de la convención, des- de Tebas, que regaló su fortuna para
acreditarlo y revelar dónde descansa convertirse en un curandero mendi-
la felicidad. Pero al hombre no se le cante de las almas humanas, fue muy
podía enseñar el entendimiento me- querido como una especie de asesor
diante la prosecución verbal de la de los pobres. En el siglo rrr a. c.,
sabiduría, por lo que la educación cuando floreció el cinismo, Rión de
convencional y las enseñanzas de las Boristene y Mesipo relajaron la aus-
escuelas filosóficas eran igualmente teridad personal y desarrollaron la sá-
vilipendiadas. El cinismo, en tanto tira literaria cínica; Cercidas de Me-
que ética puramente práctica, ofrecía galopolis, que destacó en política, apli-
el atajo hacia la virtud, que sólo po- có sus creencias a una doctrina de la
día ser enseñado con el ejemplo per- reforma social; Teles fue un predica-
79 CIRENAICOS

dor mendicante de tercera, un tipo y e! dolor son movimientos, y, como


que más adeante llegaría a ser común. tales, sensaciones positivas, la mera
Después de permanecer latente en los ausencia del dolor no es nada. Ni el
siglos II y I a. C. el cinismo, resplan- pasado ni el futuro provocan un mo-
deció en el Imperio Romano. Aparte vimiento inmediato; el filósofo no
de partidarios prominentes como De- sentirá pena por el pasado ni se afa-
metrio, Dión, Demonax, Oenomaus nará por e! futuro; y, como sólo sus
de Gadara, Peregrinus Proteus, Sa- sensaciones inmediatas son conoci-
lustio, sabemos de un enjambre de miento, tampoco tolerará la opinión
charlatanes desvergonzados que se vana, ni la envidia, ni la superstición.
impusieron en la plebe con el unifor- De acuerdo con esto, la gratificación
me del mendigo cínico consistente en presente es el único fin, y todas las
un manto, la mochila y el bastón; acciones, condiciones, virtudes mora-
disgustaban particularmente a hom- les y sociales son indiferentes en sí
bres como Luciano y Juliano que, sin mismas y buenas solamente en la me-
embargo, admiraban los ideales cíni- dida en que producen este fin. Pero
cos. Sin duda fue una filosofía pecu- los cirenaicos también mantenían que
liarmente abierta al abuso, y especial- la felicidad no reside en la esclavitud
mente repugnante cuando caía lejos al placer, sino en e! dominio de éste.
de los más elevados principios. Pues Los placeres difieren en grado y un
el cínico era algo semejante a un dios placer presente podría seguirse de
y algo semejante a una bestia. un dolor más violento, por lo que
La mayor importancia filosófica de las consecuencias de un acto no se
los cínicos descansa quizás en su in- podían ignorar. Enfrentado a la elec-
fluencia en el estoicismo, fuerte en ción, el arma de! filósofo es la inte-
sus comienzos con Zenón de Citium y ligencia práctica racional, que puede
Aristón, y que más adelante fue re- ser enseñada y adiestrada; el arte de
vivida en el siglo I d. C. por Muso- la vida reside en la manipulación in-
nio y EPICTETO, en uno de cuyos Dis- teligente de las circunstancias y en la
cursos (iii. 22) se encuentra la más adaptación prudente de uno mismo a
noble expresión de sus ideales. éstas para la gratificación presente.
(r. G. K.) Así, la respuesta cirenaica a los pro-
blemas de una épica tormentosa no
CIRENAICOS. Escuela de filosofía HE- consistía en la renuncia y la diso-
DONISTA, fundada por ARÍSTIPO de ciación como los CÍNICOS, sino en
Cirene, amigo de SÓCRATES, o por el aceptar las vicisitudes de la fortuna e
nieto de éste, del mismo nombre; intentar el control inteligente de és-
floreció a finales del siglo IV y pri- tas para un fin hedonista personal. El
mer cuarto del siglo III a. c., cuando dueño de un caballo o de una nave,
Teodoro, Hegesias y Anniceris diri- decían ellos, no es aquel que declina
gían sectas ramificadas; después la es- su uso, sino aquel que conoce cómo
cuela desaparecería ante el avance del guiarlo en la dirección correcta.
EPICUREISMO. Pero la dificultad de reconciliar el
La ÉTICA era considerada la única fin sensual y los medios racionales
rama útil de la filosofía; el fin era el V el estímulo externo y el control de
goce del placer particular del mo- la razón, atormentó a la Escuela.
mento, que era e! único bien a de- Teodoro intentó liberarse de la depen-
sear por sí mismo. Esta opinión se dencia externa al redefinir el fin co-
basa en parte en la observación de mo un estado de la mente, el goce, que
que el primer instinto natural de to- aunque todavía era sensual, era produ-
dos los seres vivientes es la búsque- cido por la sabiduría. Al estilo cínico
da del placer y la evitación del do- defendía la autosuficiencia. Se podía
lor, y en parte en una epistemología obtener gratificación con cualquier
que negaba e! conocimiento de los ob- acto sobre la base de la utilidad para
jetos externos y restringía a éste al el que lo hace. Hegesias señalaba que
campo de las sensaciones: tengo un el placer y el dolor dependían de
sentimiento de lo dulce; no puedo co- nuestra actitud ante las circunstancias
nocer que la miel es dulce. El placer externas; la pobreza, la riqueza, el
CíRCULO 80
nacirmento, etc" no eran en sí mis- obra del Círculo surgió a principios de
mo placenteros ni dolorosos; pero los años 30, tanto en Europa como en
mostró claramente el pesimismo que América; pero el grupo, sin embar-
podía resultar de la posición origi- go, iba a ser dispersado pronto a cau-
nal, al admitir que la felicidad no era sa del asesinato de Schlick en 1936,
realizable y que el filósofo sólo po- la hostilidad de los nazis después del
día aliviar la preponderancia del do- Anschluss y finalmente la guerra
lar. Anniceris suavizó la posición en en 1939. Muchos miembros del grupo
otra dirección, al permitir en parte prosiguieron ulteriormente distingui-
los placeres de la amistad y el pa- das carreras filosóficas en otros paí-
triotismo, suscitando así el problema ses, y el Círculo ha tenido su mayor
de los sentimientos altruistas, previa- influencia fuera de los países de ha-
mente negados por el hedonismo bla alemana, donde se originó; aun-
egoísta de la Escuela. La Escuela es que Víctor Kraft, joven miembro del
interesante principalmente como una Círculo sea ahora catedrático de fi-
pieza preliminar para la filosofía más losofía en Viena.
elaborada y lograda de EPICURO.
(J. O. U.)
(Y. G. K.)
CLARKE, Samuel (1675-1729), filósofo
CíRCULO DE VIENA. El Círculo de inglés que abogó por una filosofía
Viena fue el grupo de los POSITIVIS- newtoniana en oposición al clima ca-
TAS lógicos o, como se les llama a tesiano dominante en el pensamiento
veces, EMPIRISTAS lógicos que perte- de Cambridge de sus días. En una
necieron a la Universidad de Viena famosa correspondencia con LEIBNIZ,
en los años 20 y 30 de nuestro siglo. mantuvo que el espacio y el tiempo
En 1895 fue fundada en Viena por son entidades homogéneas infinitas,
ERNST MAC H una cátedra de filosofía en contra de la pretensión de Leib-
de las ciencias inductivas. Moritz niz de que eran relacionales en últi-
Sc H LICK fue elegido para esta cáte- ma instancia. En el Discurso acerca
dra en 1922, y muy pronto se formó del ser 'V los atributos de Dios (con-
a su alrededor un círculo informal de ferencias de Boyle, 1704-5), se mani-
colegas y alumnos de cursos superio- festó en contra de «los que negaban la
res; estaban unidos por un interés co- religión natural y revelada», siendo
mún por las ciencias y las matemáti- HOBBES y ESPINOZA blancos notables.
cas, una aceptación general de la pers- Para Clarke, la moralidad no se basa
pectiva positivista de Mach y un des- en el poder absoluto del mandato divi-
conocimiento de la importancia de la no, ni en los «contratos» producidos
lógica matemática, ciencia que esta- por las comunidades humanas, sino en
ba en desarrollo. Entre los más im- las relaciones independientes y auto-
portantes de ellos figuran Friedrich evidentes entre situaciones y el tipo
Waismann, Rudolf CARNAP, Otto Neu- de acciones que éstas exigen. Un jui-
rath, E. Zilsel, Herbert Feigl, B. cio moral erróneo pertenece al mismo
van juhos, Felix Kaufmann, Victor orden lógico que una contradicción
Kraft, Hans Hahn y Kurt Goedel. en el razonamiento matemático. Jo-
Aunque WITTGENSTEIN estaba vivien- seph BUTLER encontraba que ésta era
do en Austria en aquella época y era una presentación de la filosofía mo-
amigo personal de alguno de los ral demasiado abstracta. Pero la crí-
miembros de este grupo, nunca fue tica más fuerte vino de HUTC H ESON
miembro de él; pero su Tractatus Y HUME, quienes negaron que el jui-
Logico-philosophicus influyó enorme- cio moral residiera en la percepción
mente en éste. En 1929 se le dio al de relaciones, o en la actividad de la
Círculo un estatus más formal y razón sola. Clarke había descuidado
se editó un folleto que establecía el papel crucial de los sentimientos o
sus propósitos y principios básicos. pasiones, o, en el lenguaje de los en-
En 1930 se fundó la revista Erkennt- foques de la moral más recientes, no
nis, que sería el órgano de publicación logró ver que las decisiones sobre lo
del grupo. Un interés inmenso por la que debe ser el caso no se pueden
81 COLLINGWOOD
deducir lógicamente de enunciados Cohen creía que las verdades de la
acerca de lo que es. lógica no son verdades acerca de los
(R. W. H.) procesos físicos o psicológicos, sino
que formulan las invariantes absolutas
COHEN, Morris R. (1880-1947), naci- que exhiben todos los objetos posi-
do en Rusia. Emigró a los Estados bles. Por otro lado, interpretaba que
Unidos cuando era un muchacho, y las leyes de las ciencias positivas eran
desde 1912 hasta que se retiró en expresiones de relaciones que son in-
1938 enseñó filosofía en el College variantes sólo ante tipos especiales de
de la ciudad de Nueva York. Fue cambios y en ciertos dominios espe-
una de las mentes filosóficas más pre- cializados. Mantuvo, por tanto, que
cisas y preparadas de su generación, los enunciados fácticos son, a lo más,
y escribió ampliamente sobre lógica, verdaderos sólo contingentemente, y
filosofía de la ciencia, filosofía legal que son inherentemente incapaces de
y social, e historia intelectual. Mu- una demostración puramente racio-
chos de los estudiantes en los que in- nal. De acuerdo con esto, reconoció
fluyó hicieron carreras con el tiempo, una polaridad fundamental entre lo
no sólo de profesores de filosofía, que él llamaba los elementos raciona-
sino también como miembros distin- les y empíricos de la existencia; y
guidos de los tribunales americanos. sus escritos contienen enérgicas críti-
Cohen fue un NATURALISTA abierto cas a las filosofías que ignoran estos
en su perspectiva general, un expo- y otros aspectos polares de la natu-
nente vigoroso del liberalismo conce- raleza. Expuso este principio de la
bido como la fe en el análisis racio- pola;idad en su libro más importante,
nal, y rechazó toda variedad de in- Razon y naturaleza (1931), que con-
terpretación sobrenatural y autorita- tiene, además de una crítica sin com-
ria del universo y del lugar del hom- promisos de las corrientes antirracio-
bre en éste. Fue un crítico agudo del nales de la filosofía contemporánea,
racionalismo a priori, tanto si era de una descripción generalizada del mé-
la variedad LEIBNIZIANA, KANTIANA o todo científico, así como numerosos
HEGELIANA; llevó adelante una polé- análisis de temas filosóficos que son
mica que duró toda su vida contra las suscitados por los materiales sustan-
tendencias influyentes (especialmente tivos de la matemática, física, bio-
en la filosofía social y legal) para esta- logía, ciencias sociales y teoría ética.
blecer resultados de hechos o políti- (E. N. H.)
ca concretos sobre la base de consi-
deraciones puramente formales. No COHERENCIA, véase Verdad.
obstante, en lo esencial suscribía un
realismo filosófico que había sido de- COLLINGWOOD, Robin George (1889-
fendido por el primer RussELL, man- 1943), filósofo inglés. Pasó casi toda
teniendo con este último que la filoso- su vida de trabajo en Oxford, prime-
fía, como las ciencias, sólo logra ha- ro como estudiante, después como be-
cer avances intelectuales significativos cario del Pembroke College, y, final-
cuando atrapa, procediendo gradual- mente, como catedrático de Metafísi-
mente, problemas limitados y clara- ca. Además del trabajo principal de
mente formulados. Fue un infatigable su vida, la filosofía, fue una autori-
crítico del empirismo sensacionalista dad muy eminente en arqueología y
(o de HUME), al que identificaba con en la historia de la Inglaterra romana.
el positivismo, en parte sobre la Fue un filósofo muy original, y el
base de que su nominalismo implíci- estilo fresco y audaz en que argu-
to es incompatible con el hecho os- menta sus posturas le convierte en
tensible de que las estructuras rela- un autor extraordinariamente estimu-
cionales objetivas son descubribles en lan te y excitante incluso para aque-
el flujo de la existencia, y en parte llos lectores que no están de acuerdo
porque tiene una concepción errónea con él. Al contrario de lo que dice
de la naturaleza y el papel de las en su Autobiografía, sus opiniones
abstracciones (o construcciones teóri- parecen haber experimentado un cam-
cas) en la investigación científica. bio considerable (sobre este punto
COMTE 82
véase el excelente prefacio del editor que daba una apariencia de unidad
en la Idea de la naturaleza); este he- a sus intereses históricos y filosóficos.
cho, junto con su originalidad, hace Los especímenes de indagación de los
difícil dar una descripción resumi- presupuestos absolutos al final del
da de sus opiniones. Educado en la Ensayo sobre metafísica y en la Idea
escuela realista de Oxford, dirigida de la naturaleza tienen un gran inte-
por Cook WILSON y PRIe H ARD, reac- rés independiente.
cionó pronto adoptando una posición Las opiniones de Collingwood acer-
que mostraba más simpatía hacia el ca de la naturaleza de la historia son
IDEALISMO; en su Essay on Philoso- de gran interés, aunque están expre-
phical Method (Ensayo sobre el mé- sadas en ensayos de mérito desigual
todo filosófico) (1933), quizá el me- (véase la Autobiography y la obra
jor de sus primeros escritos, adop- póstuma Idea 01 History (Idea de la
tó la opinión de qque la filosofía era historia). Expresa gran desprecio por
esencialmente racional y sistemática, la historia de «tijeras y pasta», y to-
un intento de explicar el conocimien- ma muy en serio la opinión de que la
to humano de forma sistemática. Pe- historia es la historia del pensamien-
ro insistía en que este sistema no era to humano y que la tarea del histo-
más que una transmutación en una riador es revivir los pensamientos de
forma más elevada del conocimiento las personas que está tratando. Hizo
que ya se poseía en una forma menos también contribuciones importantes a
desarrollada -así, la filosofía moral la estética, especialmente en Los prin-
debía presentar de manera racional cipios del arte (1938), en donde adop-
sistemática nuestras creencias morales ta una posición similar a la de Croce,
existentes, trasmutándolas, pero no pero basada en argumentos propios.
cancelándolas ni añadiéndoles nada. Una primera versión de sus opiniones
La otra gran aseveración de esta obra estéticas se encuentra en Speculum
fue que el rasgo característico de la Mentis (El mapa del conocimien-
filosofía era que ésta trabajaba con to), 1924.
conceptos que se solapaban entre sí (J. O. D.)
de un modo que no se encuentra en
la ciencia, y que esto daba a la filo- COMTE, Isidore - Auguste - Marie - Fran-
sofía su carácter y métodos de argu- cois-Xavier (1798-1857), filósofo fran-
mentación especiales. En las postri- cés, nacido en Montpellier en enero
merías de su vida, sin embargo, Co- de 1798, de padres católicos. Obtuvo
llingwood se hizo más escéptico; en una plaza en la École Polytechnique
An Essay on Metaphysics (Ensayo so- de París en 1813, aunque era dema-
bre la metafísica) (1940), que es os- siado joven para poder ir allí has-
tensiblemente una continuación del ta 1814. En 1816 fue líder de una
Ensayo sobre el método filosófico, revuelta estudiantil que dio como
abandona la opinión de que la filosofía resultado la expulsión de Cornte y el
tiene un carácter distintivo conside- resto de los estudiantes de su curso.
rándola más bien una parte de la his- En 1817 se hizo secretario de Saínt-
toria -la metafísica tiene ahora la Simon, el escritor socialista. Saint-Sí-
tarea puramente histórica de sacar a mon influyó enormemente en él, pe-
la luz los presupuestos absolutos del ro a causa del mayor conocimiento
pensamiento humano en algún mo- científico y de la capacidad superior
mento de la historia; a cualquier de exposición de Comte, se ha dicho
enunciado metafísico de la forma tra- que éste fue el autor principal de
dicional se le debía poner al comien- mucho de lo que se publicó en nom-
zo la «rúbrica metafísica» de que bre de Saint-Simon en aquel período.
«era un presupuesto absoluto del En 1822 apareció, bajo los auspicios
pensamiento en este o aquel momento de Saint-Simon, el Plan de los tra-
tal que ... » Aparentemente no es po- bajos científicos necesarios para orga-
sible ninguna valoración de los mé- nizar la sociedad, de Comte, en el
ritos de estos presupuestos. Al iden- que se contiene la mayoría de las
tificar la filosofía y la historia adoptó ideas de su filosofía completa.
una posición similar a la de CROCE, En 1824 Comte disputó con Saint-Si-
83 COMTE

mon y dejó su servicio. En 1825 se ca- cular de los reyes y el poder espiri-
só con Carolina Massin, a quien, según tual de los curas. En el estadio meta-
dice en la Adición secreta, había co- físico hay una especie de anarquía
nocido al valerse de sus servicios co- durante la cual son atacadas tanto la
mo prostituta. autoridad temporal como la espiri-
En 1826 Comte comenzó un curso tual. Este estadio transicional sería
de clases públicas sobre su «Filoso- sucedido por la era positiva en la que
fía Positiva». A éstas asistieron algu- los hombres de la ciencia formarían
nos hombres importantes de la cien- un nuevo poder espiritual duradero.
cia, pero Comte tuvo que abandonar- Entonces una sociedad ordenada se
las debido a una enfermedad mental. basaría en la cooperación que el co-
Al año siguiente intentó ahogarse en nocimiento positivo de los hechos so-
el Sena. En el año 1829 comenzó de ciales traería consigo.
nuevo sus clases públicas, que fueron Comte había esperado conseguir una
editadas en seis volúmenes de 1830 cátedra en la École Polytechnique,
a 1842 con el título de Curso de filo- pero solamente obtuvo puestos meno-
sofía positiva. Ésta es su obra más im- res de docente y de examinador,
portante. En ella expone su teoría los cuales perdería subsiguientemen-
del conocimiento y de las ciencias y te en el curso de amargas disputas
pone los fundamentos de. la nueva con la administración. En 1842 él y
ciencia, a la que primero llamó «físi- su mujer se separaron, aunque ella
ca social» y después «sociología». La continuó asistiendo a sus clases.
tesis central de la obra es que el in- J. S. MILL y Littré organizaron apoyos
tento de descubrir causas extramun- financieros para que Comte pudiera
danas del mundo natural, sea en tér- continuar sus investigaciones. En 1844
minos teológicos o en términos de Comte conoció a Clotilde de Vaux,
naturalezas o esencias metafísicas, de- cuyo marido se ocultaba en Bélgica
be abandonarse en favor del método de la policía. Comte se enamoró in-
positivo de correlación de los hechos mediatamente de ella, pero sólo le
de la observación entre sí. Argüía que fueron concedidos los privilegios de la
las ciencias positivas se habían des- amistad. Comte afirmaba que ella le
arrollado progresivamente, habiendo había enseñado la importancia de la
constituido las primeras la base ne- subordinación del intelecto al cora-
cesaria para las que venían después. zón, y tras su muerte en 1846 los es-
La secuencia que expone, en orden critos comtianos tomaron un énfasis
ascendente de complejidad es: mate- nuevo. La sociedad no tiene que ser
mática, astronomía, física y química, regenerada mediante las ciencias na-
biología (en la que incluye la psico- turales y sociales ni por el poder es-
logía). Queda la sociología, de la cual piritual de los científicos, sino me-
Comte afirma ser el fundador. Tal diante una religión secular, la Reli-
como fue concebida por él, esta cien- gión de la Humanidad, de la cual
cia consiste en la estática y en la di- Comte era el sumo sacerdote. Los de-
námica de la sociedad. Respecto de talles de esta nueva religión son ex-
la primera mantuvo que los diversos puestos en el Discurso sobre el con-
elementos están tan estrechamente junto del positivismo (1848), El cate-
unidos por un «consenso social» que cismo de la religión positiva (1852), y
ninguna parte puede ser radicalmen- los cuatro volúmenes de El sistema
te cambiada .sin que se produzcan de la política positiva (un artículo
serios efectos en el todo. Con respec- suyo muy temprano había recibido
to a la última mantuvo que el des- este título), que había aparecido en-
arrollo intelectual era la causa prime- tre 1851 y 1854. Tras dictar oportunas
ra del cambio social, y que, por tan- disposiciones para la perpetuación del
to, la sociedad humana pasa por los culto, Comte murió en 1857.
mismos estadios teológicos, metafísi- Los últimos escritos de Comte son
cos y positivos que las ciencias. Así, una extraña mezcla de perspicacia y
había que comenzar con un estadio absurdo. Por un lado está la Reli-
teocrá tico y tradicional que más tar- gión de la Humanidad, con detalles
de se organizaría entre el poder se- para el culto al Gran Ser (simboliza-
CONCEPTUALISMO 84
do por la forma femenina) en casillas cuando pienso en lo rojo, cuando, por
que contenían los bustos de los bene- ejemplo, del hecho de que algo es
factores de la humanidad. Está el Ca- rojo, infiero el hecho de que tiene
lendario Positivista con meses cuyos color, estoy escrutando el concepto
nombres son Moisés, Arquímedes y de rojo que yo poseo y descubriendo
Federico II, y con días para la cele- que contiene como una parte el con-
bración de los grandes hombres (en- cepto de color. Además, cuando reco-
tre los cuales Comte incluía con gra- nozco que algo es rojo, lo que hago
titud a amigos que habían trabajado es ver que cae dentro del concepto
en vano en su nombre en el asunto o que lo satisface. Establecida de es-
de la cátedra de la École Polytech- te modo, la teoría tiene una aparien-
nique). Por otro lado, Comte había cia poco informativa. Parece repetir,
ponderado seriamente los ritos y la con palabras menos familiares, el es-
ideología de una sociedad de la que tado de cosas que hay que explicar.
se habían eliminado las creencias re- Es más convincente en la forma del
ligiosas y las instituciones. Advirtió imaginismo, donde se identifica el
que en ausencia de sentimientos uni- concepto a imágenes mentales de algún
ficantes una sociedad científica podría tipo. La imagen es usada como crite-
degenerar. Una de sus ideas era que rio de clasificación. Para decir si una
había implicaciones morales en la ac- cosa es roja debo compararla con mi
tividad científica misma. Así mantuvo imagen estandar de rojo. Para LOCKE
que la sumisión a los hechos de la estas imágenes eran abstractas. BER-
naturaleza (lo que, desde Freud, ha KELEY encontraba que las imágenes
sido llamado «el principio de reali- abstractas e indeterminadas eran in-
dad») limitaba el exceso de egoísmo, inteligibles y propuso en su lugar una
que la aceptación de un argumento teoría de las imágenes representati-
científico tenía cierta relación con la vas. Pero una imagen representativa
justicia, y que el entendimiento esta- específica tendrá multitud de rasgos
ba muy cerca de la simpatía. Con to- y, por tanto, será ambigua. La teoría
do, su principio de la subordinación de HUME de una serie de imágenes
del intelecto al corazón supone una similares supera esta dificultad. El
admisión de que en la moralidad hay conceptualismo, como otras teorías de
más cosas de las que se puede obte- los universales, es implícitamente re-
ner de la ciencia. En una frase en la gresivo. Para usar un criterio mental
que se hace eco a HUME, al que in- de clasificación debo comparar las
cluso corrige, mantenía que el intelec- cosas que hay que clasificar con el
to no debía ser el esclavo, sino el sir- criterio, y esta comparación es en sí
viente del corazón. De este modo, al misma una empresa clasificatoria, que
principio de su carrera Comte había requiere el uso de otro criterio mental
dicho que en la prosecución de la y así sucesivamente. Una dificultad
ciencia se debían excluir rígidamente peculiar del imaginismo, que es qui-
los deseos y las intenciones humanas, zás el precio de su fácil inteligibili-
y al final de ésta concluyó que a los dad, es que parece psicológicamente
hombres les corresponde decidir en falso. El uso de imágenes en reco-
qué dirección y hasta dónde se debe nocimiento es el caso excepcional.
seguir a la ciencia. A menudo se dice que las imágenes
(H. B. A.) son ellas mismas de carácter simbólico
y así suscitan los mismos problemas
CONCEPTO, véase Ideas, Conceptua- sobre el significado de las palabras.
lismo, Universales. (A. Q.)

CONCEPTUALISMO es la opinión de CONDILLAC, Etienne Bonnot de


que los objetos del pensamiento y el (1715-1780), nacido en Grenoble,
significado de los términos generales Francia. Se ordenó sacerdote muy
son conceptos, siendo éstos entidades pronto. En París se puso en contacto
mentales que solamente existen en las con DIDEROT y otros ENCICLOPEDIS-
mentes y que son formados o cons- TAS, por los que fue influido enorme-
truidos por ellas. Según esta opinión mente; también fue amigo de Rous-
85 CRATILO
SEAU. Comenzó como discípulo de tituida. Hay muchas versiones dife-
LOCKE, cuya filosofía era muy po- rentes de la teoría del contrato; una
pular entre los pensadores avanzados versión no aceptada por PLATÓN es
de Francia en aquel momento, y en su expuesta en la República; versiones
primer libro, Essai sur l'origine des modernas famosas son las de HOBBEs
connaissances bumaines, está princi- en el Leoiatban, LOCKE en el Segundo
palmente satisfecho de seguir las opi- tratado del gobierno civil y ROUSSEAU
niones de Locke. Pero en su obra en el Contrato social. Estas versio-
principal, sobre la que descansa su nes difieren entre sí, tanto acerca de
fama, el Traité des sensations, las partes del contrato como respec-
de 1754, va en una dirección empirista to de sus términos; también difieren
mucho más lejos de lo que Locke en el grado en que es afirmada la
había ido. No solamente se derivan historicidad del contrato, puesto que
todas nuestras ideas de las sensa- algunos autores se contentan con un
ciones, sino que todas las activida- contrato tácito o implícito. La teoría
des de la mente son meras transfor- fue criticada destructivamente por
maciones de las sensaciones del senti- HUME en su Ensayo «Del contrato ori-
do o sensations transjormées; un re- ginal» y por HEGEL en su Filosofía
cuerdo, por ejemplo, es una mera con- del derecho, desde un punto de vista
secuencia de la sensación, y la aten- muy distinto, y ahora debe ser consi-
ción es la ocupación de la consciencia derada parte de la historia, aunque
por una sensación con exclusión de todavía se la pueda encontrar en las
las otras. Condillac expone esta doc- discusiones y en los escritos popula-
trina mediante el artificio de imaginar res. Véase también FILOSOFÍA PO-
una estatua a la que se va dotando LÍTICA.
gradualmente con los sentidos, prime- (J. O. D.)
ro el olor, después el tacto, y así su-
cesivamente; de este modo puede con- COOK WILSON, véase en Wilson,
siderar la contribución de cada uno Cook.
por separado. Es importante para su
doctrina el que conciba las sensacio- CORRESPONDENCIA, véase Verdad.
nes como suscitadoras de placer y do-
lor ante cuyas demandas se forman CRATILO de Atenas fue sofista y de-
las necesidades, los instintos y los há- bía ser de mediana edad alrededor
bitos de las personas. del 410 a. c., aunque puede que fue-
Esta doctrina, que Condillac expo- ra un poco más joven. Desarrolló una
ne con gracia, simplicidad y claridad forma extrema del heraclitismo, y
tuvo un gran éxito en Francia durante según Aristóteles influyó en el joven
algún tiempo, donde suplantó al car- Platón al hacerle pensar que no podía
tesianismo en popularidad; pero sus haber conocimiento del mundo físico
ideas han tenido una influencia más inestable. En el Cratilo de Platón se
duradera en Inglaterra, en gran parte le mostraba como defensor de la co-
a causa de su influencia en James rrección natural de los nombres -un
MILL, Bain y Herbert SPENCER. desarrollo de la opinión de HERÁ-
(J. O. D.) CLITO de que la esencia de una cosa
suele estar revelada en su nombre.
CONOCIMIENTO, véase Epistemolo- Aristóteles afirmaba que él además
gía, A Priori, Empirismo, Raciona- fue más allá del dicho de Heráclito
lismo. de que no se puede entrar dos veces
en el mismo río, y que, en última ins-
CONTRATO SOCIAL. Las teorías del tancia, evitó hablar, limitándose tan
contrato social son teorías que inten- sólo a señalar. Cratilo parece haber
tan explicar el deber de obediencia a sido una persona extravagante y poco
las leyes y a la autoridad civil por crítica, que debió encontrar dificulta-
referencia a un contrato o pacto o des para reconciliar sus exageraciones
promesa de obedecer, hecho en nom- de las creencias de Heráclito sobre la
bre de los beneficios que se obtiene impermanencia última de los objetos
de la sociedad civil por esa razón ins- y la significación de algunos nombres.
CRISIPO 86

Hay puntos que sugieren que la in- bierno italiano desde 1920 a 1921, y
terpretación que hace Platón de He- otra vez después de la Segunda Gue-
ráclito en el sentido de haber postula- rra Mundial. Como era liberal, se re-
do el cambio físico constante y univer- tiró de la política activa con el ad-
sal se deriva más bien de la versión venimiento del fascismo, con el que
exagerada de Cratilo. Véase también nunca se comprometió.
los PRESOCRÁTICOS. La principal fama de Croce provie-
(G. S. K.) ne del campo de la ESTÉTICA, pero su
teoría estética es esencialmente parte
CRISIPO de Soli, Cilicia (c. 280-207 de su sistema filosófico general, que
antes de Cristo). Sucedió a Cleantes es una forma de idealismo que está en
en el 232 como tercer director de la deuda con HEGEL, aunque de ningún
Stoa. Al llegar a Atenas sobre el 260, modo se base en éste. Llamó a su sis-
se hizo discípulo en la Academia de tema general la filosofía del espíritu;
Arcesilao, de quien adquirió una vir- para él, el espíritu es la única reali-
tuosidad extrema en lógica y dialéc- dad, siendo lo físico una construcción
tica. Cuando se convirtió a la Stoa, de la mente; pero el espíritu no es un
la Escuela sufría los efectos de teorías algo trascendental que va más allá de
divergentes con los sistemas no orto- la experiencia, pues Croce no especu-
doxos de Aristón y Herillus, y un lará sobre la trascendencia; el espí-
ataque severo por parte del ESCEP- ritu es el mundo y la historia del es-
TICISMO académico. Crisipo, en una píritu es la historia de la experiencia
enorme producción literaria que ex- humana. Aunque el espíritu es uno,
hibía su capacidad dialéctica, repelía contiene cuatro variedades de la ex-
ataques y formulaba con gran deta- periencia: primero está la experiencia
lle lo que iba a convertirse en el sis- cognitiva de lo particular, donde el
tema definitivo del ESTOICISMO, ga- espíritu se expresa en incorporaciones
nando justamente el titulo de Segundo particulares, la esfera de la estética;
Fundador. No fue un pensador origi- segundo, está la experiencia cognitiva
nal; ejerció su destreza para refundir de lo universal, la esfera de la lógi-
las doctrinas fundamentales de ZE- ca; tercero, está la experiencia prácti-
NÓN de Citium. «Dadme las doctri- ca de los asuntos particulares, la es-
nas», decía con su característico y se- fera de los intereses económicos; cuar-
co humor, «y proporcionaré las prue- to, está la experiencia práctica que se
bas». Pero su lógica implacable no interesa por lo universal, la esfera de
produjo diferencias de detalle que sean la ética. La historia es la descripción
dignas de destacar en su psicología y de la actividad del espíritu en estos
en su teoría del conocimiento. Y co- cuatro grados; la filosofía puede ser
mo su lógica le condujo a posiciones considerada como una descripción sis-
extremas, quedaron así iluminadas las temática de la tarea y la metodología
paradojas inherentes al estoicismo. de la historia, y Croce dice a menudo
A su baladronada «sin Crisipo no hu- que la filosofía y la historia son uno;
biera habido Stoa», Carneades el más por lo que el tratado sistemático del
formidable oponente del estoicismo, espíritu también contiene una parte
contestaría: «Sin Crisipo no hubiera final sobre la teoría y la historia de
habido Carneades.» la historiografía.
(1. G. K.) Croce estableció sus opiniones estéti-
cas, no sólo en el primer volumen ele
CROCE, Benedetto (1866-1952), nacido la Filosofía del espíritu, sino, también
en Nápoles. Su primera obra erudita en un libro más corto, Breviario de
fue sobre la historia y las antigüeda- estética y en un artículo de la Enci-
des de esa zona. Giró hacia la filoso- clopedia Británica, Estética. Croce
fía pura después de un período consi- mantiene que el arte es visión o in-
derable como historiador y crítico de tuición; una obra de arte es una ima-
arte, y hasta el final de su vida con- gen producida por el artista y repro-
tinuó trabajando en esos campos. No ducida por su audiencia. El artefacto
ocupó ningún puesto académico, pero físico, a menudo considerado la obra
fue ministro de Educación en el Go- de arte, es producido por el artista
87 CUDWORTII
como un acto práctico para perpetuar toda expresión, excepto el pensamien-
y ayudar la reproducción de su ima- to lógico puro. Esto explica las afir-
gen, que es la verdadera obra de arte. maciones de Croce, que de atto mo-
Pero no debemos distinguir la intui- do producirían perplejidad, de que su
ción del artista de la expresión de estética es también una teoría general
ésta -un pensamiento poético no es de la lingüística, pues el lenguaje
nada aparte de su metro, ritmo y pa- en general es el medio de autoexpre-
labras, e intuición y expresión son sión; por 10 que Croce dice que cual-
una; la técnica está implicada en la quier uso del lenguaje es idéntico a
producción del artefacto, en la forma la poesía. La teoría estética de Croce
de mezclar las pinturas, de apuntar ha sido más influyente que cualquier
las notas, de cortar la piedra sin otra en los últimos tiempos. La forma
romperla, pero la expresión no puede intransingente en que sigue sus ideas
ser separada de la imaginación; el poe- básicas sin considerar las paradojas ha
ma, la sonata y la novela están com- impedido a muchos seguirle sin re-
pletos antes que se emprenda el tra- servas, aunque pocos hayan escapado
bajo mecánico de escribirlas. Se debe a su influencia; su seguidor más pró-
distinguir la imaginación artística de ximo del mundo de habla inglesa es
la mera quimera; es la imaginación COLLINGWOOD en los Principios del
productiva la que expresa algún sen- arte.
timiento o emoción, aunque no debe- (J. O. D.)
mos separar el sentimiento expresado
como contenido y la imagen como su
forma; el arte es la síntesis estética CDDWORTH, Ralph (1617-1688), in-
a priori del sentimiento y de la imagen. glés, el filósofo más distinguido de
El arte es,' pues, simplemente la entre los PLATÓNICOS DE CAMBRIDGE.
representación del sentimiento en una Publicó su obra principal, El verda-
imagen. Aunque esto normalmente dero sistema intelectual del universo
proporcionará placer, no debemos equi- en 1678; su Tratado sobre la mora-
vocarnos pensando que el arte es el lidad eterna e inmutable apareció pós-
acto utilitario práctico de producir tumamente en 1731. Cudworth adop-
imágenes como un medio de placer; tó como tarea la fusión de la nueva
ni tampoco es el arte una actividad ciencia de sus días con una tradición
moral práctica -la obra de arte no ampliamente platónica en metafísica
puede ser juzgada moralmente, aunque y teología. Para él el universo no es
el artista tiene desde luego responsa- un mecanismo, que en una ocasión
bilidades morales como hombre;' ni Dios forjó y puso en movimiento, y
tampoco debemos confundir el arte que de entonces en adelante se auto-
con el conocimiento conceptual. regula: ni es el teatro de la constante
Como el arte es una actividad del intervención milagrosa de Dios. Más
espíritu, es un error pretender que bien; es la obra de Dios por medio
pueda haber belleza en la naturaleza; de una «Naturaleza plástica», reminis-
pero la naturaleza, lo mismo que un cente del «Alma del mundo» platóni-
bloque de mármol esculpido, puede ca. Cudworth combatió vigorosamen-
sugerir y fijar en nuestras memorias te la metafísica atomista y materia-
una imagen estética -«la naturaleza lista, acentuando en particular el po-
es muda si el hombre no la hace der activo espontáneo y creativo de la
hablar». Pues que una imagen sea mente.
una expresión lograda y una obra de Lo correcto y 10 incorrecto no pue-
arte es una y la misma cosa; la ex- den establecerse, para Cudworth, me-
presión y la belleza son un solo con- diante la autorización arbitraria del
cepto con distintas palabras. que da las reglas o deidad. Tanto
Tal es la teoría estética de Croce el interés calvinista como el hobbe-
en su sentido estricto. Pero debemos siano por la voluntad y el poder co-
recordar que para Croce la estética es mo instancias últimas son criticados
el campo de toda la manifestación del en términos de una moralidad «eter-
espíritu en el que éste se expresa en na e inmutable». La felicidad y la
encarnaciones particulares; así incluye libertad son consideradas como algo
CUALIDADES 88
que se desprende del autointerés; con- ral, casi podría ser llamada una
sistiendo la religión crucialmente en nueva exposición de la de Cudworth.
la elección y prosecución de un mo-
do de vida. De los filósofos influidos (R. W. H.)
por Cudworth el más significativo es
Richard PRICE, cuya teoría del cono- CUALIDADES, primarias y secundarias,
cimiento, aunque no su filosofía mo- véase Aromismo, Descartes, Locke.
D

DATO SENSIBLE (SENSE-DATUM) cen ante nosotros ahora. Así, decir


es una palabra comparativamente nue- cómo aparecen las cosas ante nosotros,
va para una idea que es casi tan vieja sin implicar en modo alguno que esto
como la filosofía, a saber, el objeto in- sea lo que realmente son o lo que
mediato de la percepción sensible. En podrían parecer a cualquier otro es
el pasado los filósofos hablaban de describir nuestros datos sensibles ac-
especies sensibles, ideas, impresiones, tuales. La mayor parte de nuestras
representaciones, sensaciones y lo da- creencias perceptivas ordinarias impli-
do. Se ha preferido dato sensible a can una buena dosis de inferencia. Al
estos términos por su comparativa neu- tomar lo que ahora veo por una
tralidad. En cuanto término técni- silla le estoy adscribiendo un respal-
co presupone lo menos posible acer- do, una textura y un peso, pero nin-
ca de la naturaleza y los orígenes guna de estas cosas están en ese mo-
de los objetos inmediatos de la per- mento presentes ante mis sentidos.
cepción. Es difícil encontrar una de- Los elementos inferidos de nuestras
finición neutral de dato sensible co- creencias perceptivas son los dudosos.
mo lo es encontrar un término neu- El dato sensible es lo que queda
tral para la idea que expresa. Desde cuando éstos son suprimidos.
los tiempos de HERÁCLITO, PROTÁ- Es claro que los datos sensibles son
GORAS Y DEMÓCRITO, muchos filóso- privados. Mis datos sensibles pueden
fos han estado convencidos de que las parecerse a los tuyos, pero esta se-
cosas materiales independientes y ex- mejanza sólo puede establecerse me-
ternas no son los objetos directos o diante una inferencia compleja y pre-
inmediatos de la percepción. En cual- caria y siempre es algo contingente.
quier situación perceptiva siempre po- El hecho de la alucinación muestra
demos dudar de si lo que percibimos que es posible que un hombre tenga
es una cosa material verdadera. Po- un dato sensible al que no correspon-
dría tratarse de una alucinación, o dan en absoluto los datos sensibles
podríamos estar durmiendo. Pero hay de nadie más. La privacidad de los
algo de lo que no podemos dudar, datos sensibles se sigue de que están
pues cualquiera que sea lo que pueda definidos en términos de lo que apa-
ocurrir fuera de nosotros, podemos es- rece ante mí. No hay ninguna conven-
tar seguros de que nuestros sentidos ción clara ni uniforme acerca del al-
son afectados de cierto modo y este re- cance o complejidad de los datos sen-
siduo indudable es nuestro dato sen- sibles. ¿Vamos a llamar datos sensibles
sible actual. Aunque podamos du- a todos los sueños, alucinaciones, re-
dar de cómo son las cosas, no pode- cuerdos e imágenes cuando no estarnos
mos dudar de cómo las cosas apare- ni muchísimo menos tentados de supo-
DAWES 90
ner que estemos percibiendo alguna conocirmento de los objetos materia-
cosa material verdadera? ¿Es mi dato les si todo lo que percibimos de ma-
sensible actual todo aquello de lo nera inmediata son los datos sensi-
que soy consciente de una manera bles? Algunos filósofos, HUME, por
sensible en este instante o es aquello ejemplo, han sido escépticos acerca de
de lo que soy consciente por medio la validez de cualquier inferencia de
de un solo sentido, mi campo vi- los datos sensibles a las cosas mate-
sual, por ejemplo; o es alguna parte riales. Más comúnmente se ha man-
discriminable de un campo de senti- tenido o bien, con LOCKE, que pode-
do actual? El uso filosófico tiende mos inferir de manera razonable los
a favorecer la última alternativa. La objetos materiales como las causas de
duración de los datos sensibles sus- nuestros datos sensibles, o bien, con
cita un problema más sustancial. ¿Po- BERKELEY y e! FENOMENALISMO que
demos ser conscientes de! mismo da- los objetos materiales están compues-
to sensible dos veces o los datos sen- tos por completo de datos sensibles,
sibles solamente duran en un pre- reales o posibles o ambas cosas. En
sente específico? Algunos filósofos oposición a esta teoría del dato sen-
han mantenido que los datos sensi- sible se pueden discernir dos tenden-
bles pueden tener propiedades que cias principales en la filosofía contem-
no parecen tener. Contra éstos, AYER poránea. Una opinión, la de RYLE, es
ha argumentado que los datos sensi- que tales cosas no existen. Otra opi-
bles son por definición precisa y úni- nión, menos radical, es que, aunque
camente lo que parecen ser. hay datos sensibles, éstos no son las
Hay dos argumentos importantes únicas cosas que percibimos de manera
para probar que los datos sensibles inmediata; son las causas más que
son necesariamente distintos de los la base de nuestras creencias percep-
objetos materiales. Primero, e! argu- tivas y en gran medida su existencia
mento de la ilusión. Mi dato sensi- y carácter es una cuestión de infe-
ble, lo que percibo inmediatamente, rencia.
puede ser exactamente el mismo en (A. Q.)
e! caso en que estoy percibiendo ver-
daderamente a un amigo que en e! DA WES HICKS, George (1862-1941).
caso en que estoy experimentando la Catedrático de filosofía de! colegio uni-
alucinación de verlo. Como lo que versitario de Londres de 1904 a 1928,
percibo inmediatamente es precisa- había sido educado en Manchester,
mente lo mismo en ambos casos y no Oxford, y Leipzig. Su obra se inte-
puede haber un objeto material en resaba principalmente por la teoría
uno de ellos, no puede haber objeto de! conocimiento, en la que, aunque
material en ninguno. En segundo lu- en un principio estuvo fuertemente
gar, el argumento causal o de dilación influido por KANT y el idealismo de
en e! tiempo. La percepción de los HEGEL, pasó a una posición que él
eventos muy remotos, tales como la llamó «realismo crítico». La esencia
explosión de las estrellas, produce dra- de esta opinión es que los objetos
máticamente algo que siempre es ante- existen independientemente de que
rior en e! tiempo, aunque sólo sea los conozcamos, y que aquello de lo
por minutos, que e! evento de perci- que somos conscientes de manera in-
birlo. Pero, como se ha argumentado, mediata es parte de! contenido de!
sólo podemos percibir lo que está pre- objeto. Y es llamado «crítico» en e!
sente, puesto que decir que algo está sentido kantiano de que para él la
presente es simplemente decir que es cuestión primaria, «¿cuáles son las
contemporáneo de mi percepción ac- condiciones del conocimiento de los
tual. objetos»P, no está conectada con e!
Si los datos sensibles son distintos realismo crítico americano. Hicks dis-
de los objetos materiales, se presenta tinguió tres «contenidos», o grupos
e! problema fundamental y tradicional de cualidades: e! contenido de! obje-
de la percepción: ¿cuál es la relación to, e! contenido inmediatamente apre-
de los datos sensibles con los obje- hendido, y el contenido del acto de
tos materiales, cómo podemos tener percepción; y mantuvo que e! segun-
91 DEMOCRITO

do no califica a una entidad, tal co- autor de ambas es el mismo. En par-


mo un dato sensible, separada del ob- ticular, no existen dificultades inte-
jeto, sino que es parte del contenido lectuales para aceptar una teología de
del objeto, y puede ser erróneo sólo la revelación que no se plantee al
al ser fragmentario. El tercer conteni- creyente en una teología puramente
do es lo que persiste en nuestras men- natural y racional. Pero el interés de
tes haciendo posible la memoria. Así, los argumentos de Butler sobre, por
en una situación perceptiva las úni- ejemplo, la inmortalidad es felizmente
cas entidades son el objeto y nuestro independiente de su conexión con el
acto de consciencia de él. deísmo. A 10 que los argumentos de
(R. HALL) Butler apunta en el deísmo es al he-
cho de que en sus puntos más vulne-
DEDUCCION es uno de los términos rables no es más fuerte que la religión
técnicos de la LÓGICA. Se lo usa para revelada. Mientras que el deísta dirige
denotar argumentos que son tales que sus polémicas hacia la Trinidad y la
si sus premisas son verdaderas la con- Encarnación él mismo se ve socavado
clusión también ha de ser, por razo- por el ataque escéptico a la existen-
nes lógicas, verdadera. Un argumen- cia misma de Dios. Además, el deísmo
to deductivo se distingue así de un es por completo una religión del inte-
argumento INDUCTIVO en que, por lecto. Si Dios existe es para el deís-
muy convicente que pueda ser, las ta una cuestión del mismo orden
premisas podrían ser concebiblemen- que si los átomos existen. El deís-
te verdaderas y la conclusión falsa. mo, aun cuando fuera verdadero,
En este uso de las palabras las «de- tendría, por tanto, bastante poco del
ducciones» de Sherlock Holmes y de tipo de interés que poseen la mayor
todos los lenguajes no técnicos cuen- parte de las doctrinas religiosas. Las
tan como inducciones. En el uso de exposiciones clásicas del deísmo son
los lógicos los argumentos de la ma- CHRISTIANITY NOT MYSTERIOUS de
temática son los ejemplos más nota- John Toland (1696), que reconocía su
bles de argumentos deductivos ex- deuda con LocKE, y Christianity as
tensos. Old as the Creation, or the Cospel a
(J. O. U.) Republication 01 the Religion 01 Na-
ture (1730), de Matthew Tindal.
DEíSMO es la creencia de que hay un (A. MACI)
Ser Supremo bueno y sabio que creó
el mundo, pero que ya no interviene DEMOCRITO VIVIO en el siglo V antes
más en él; el Dios de los deístas es de Cristo. Era nativo de Abdera, Gre-
esencialmente el Dios del Scbolium, cia, que probablemente fue también
de Newton. Deidad del siglo XVIII en el lugar de nacimiento de LEUCIPO,
todos los aspectos, tiene que ser co- con quien se le asocia como funda-
nocido solamente por los métodos del dor de la teoría ATOMISTA. Es pro-
argumento racional y más particular- bable que Leucipo propusiera prime-
mente por aquellos argumentos que ro la teoría y que Demócrito la ela-
conducen a una Primera Gran Causa borara. Tenemos mucha información
y a un Diseñador Inteligente y Bene- sobre su vida, aunque una buena par-
volente. La importancia del deísmo en te es bastante inverosímil -se dice
la historia de las ideas se debe en que fue educado por los magos y
gran parte al uso que de él hicieron que se quitó la vista para liberarse
Voltaire y otros como un arma contra de las distracciones de los sentidos.
la ortodoxia católica. Su importancia Parece, sin embargo, que era hijo de
en la historia de la filosofía reside padres ricos y que viajó mucho de
quizá únicamente en que provocó que joven, incluida una gira por Egipto
el obispo BUTLER escribiera La Analo- y el Cercano Oriente, que lo redujo
gía de la religión natural y revelada. a la pobreza. Al regresar a su país,
Butler intenta mostrar que las doctri- adquirió fama por la erudición de su
nas de la religión revelada y el curso obra; no solamente escribió sobre la
de la naturaleza son lo suficientemente teoría atomista general y la cosmolo-
semejantes como para inferir que el gía, sino también sobre la percepción
DEONTOLOGíA 92

sensible, la biología, la música, y otros DESCARTES, René (1596-1650). Nació


muchos temas; parte de su obra, como en La Haya, pequeña ciudad de Tu-
su intento de explicar el color en tér- rena, Francia, y fue educado en el
minos de la teoría atomista, parece ha- colegio jesuita de La Fleche; conservó
berse basado en e! experimento. Tam- una viva admiración hacia sus maes-
bién desarrolló un sistema ético que tros, pero no estaba satisfecho con
es esencialmente e! que más tarde e! programa educativo, encontran-
mantendría EPICURO. El fin es la fe- do que en su mayor parte consistía
licidad, que consiste en gran medida en la transmisión de las opiniones
en la tranquila liberación de! miedo y recibidas de los antiguos, y que só-
de la ansiedad. El bienestar mental lo las matemáticas daban un cierto
es más importante que los placeres conocimiento. En 1618 partió para
de los sentidos, porque estos últimos Holanda para servir como soldado con
son efímeros y con frecuencia llevan Mauricio de Nassan. Al año siguiente
al dolor; aunque 10 único que tiene estaba en Alemania cuando, e! 10 de
valor es el bienestar, la sabiduría tie- noviembre, tuvo sueños o visiones que
ne gran importancia, puesto que sólo según parece le revelaron alguna par-
por ella podemos conocer qué place- te fundamental de su filosofía -muy
res vale la pena proseguir y el modo probablemente, la unidad de la ma-
de lograrlos. Sobreviven numerosos temática y de la ciencia. Él no se
fragmentos, aunque no la obra com- puso en seguida a escribir obras de
pleta de Demócrito, y muchos de esos filosofía o ciencia, sino que viajó am-
fragmentos muestran de modo inequí- pliamente. En 1628 escribió las Re-
voco una mente de gran capacidad y glas para la dirección del espíritu,
sutileza; también hay muchas discusio- una obra inacabada que no se publi-
nes informativas de su obra en los có durante su vida y que expone, por
filósofos posteriores. Pero es por su primera vez, las reglas de su «méto-
teoría atomista general por 10 que es do», que iba a ser un método tanto
más importante, y es lamentable que para la ciencia como para la filo-
sobre esta teoría haya muchos puntos sofía.
fundamentales (si los átomos tienen En e! mismo año volvió a Holanda
peso, la fuente original de! movimien- donde permaneció con breves inte-
to, la necesidad) que siguen siendo rrupciones hasta 1649. En 1634 había
obieto de conjeturas. completado y estaba a punto de pu-
(J. O. D.) blicar un tratado llamado Le Monde,
cuando se enteró de la condena de
DEONTOLOGíA. Es la postura que Galileo por parte de la Inquisición
considera que el hecho del deber es por enseñar, como hacía su tratado,
fundamental para la comprensión el sistema copernicano, y 10 retiró de
del pensamiento moral. En particular la publicación. Sin embargo, en 1637
los deontólogos han sido contrastados publicó tres Discursos cortos sobre
con los UTILITARISTAS, que consideran temas de física y matemáticas, cuyo
que la obligatoriedad de las acciones prefacio era e! celebrado Discurso del
se deriva de la bondad de los resul- Método. Además de ser revolucionaria
tados que la acción tiene que lograr. en otros aspectos, ésta fue la prime-
En la controversia reciente los ejem- ra gran obra filosófica escrita en fran-
plos más obvios de deontólogos han cés, y creó un estilo que llegó a ser
sido PRICH ARD, Ross y la escuela un modelo para la expresión del pen-
intuicionista. La palabra «deontolo- samiento abstracto de aquella lengua.
gía» se deriva de una palabra griega, En septiembre de 1640 sufrió un du-
«Deon» que significa aproximadamen- ro golpe por la muerte, a los cinco
te «obligatorio». años, de su hija ilegítima Francine,
(J. O. D.) a la que quería entrañablemente.
En 1641 publicó las Meditaciones
DERECHO, véase Ética y los artículos sobre la filosofía primera, junto con
sobre los filósofos morales. seis conjuntos de Objeciones de di-
versas personas distinguidas (inclui-
DERECHOS, véase Ética y Locke. dos HOBBEs y GASSENDI), a quienes
93 DERECHOS

Descartes había expuesto la obra, y co, o un filósofo en el sentido mo-


las Respuestas a las objeciones del derno; como muchos otros «filóso-
propio Descartes. Estos escritos reuni- fos» del siglo XVII, también fue un
dos forman uno de los textos más científico natural, con interés por te-
importantes de la filosofía de Descar- mas tales como la física y la fisiolo-
tes. Luego siguieron en 1644 los Prin- gía. Sobre todo, fue también mate-
cipios de filosofía, que contienen ade- mático; el uso del término «coorde-
más de otros tópicos, sus opiniones so- nadas cartesianas», en la geometría
bre cosmología, cuidadosamente ex- analítica conmemora su invención de
puestas. Esta obra fue dedicada a la tal sistema (aun cuando en su forma
princesa Isabel de Bohemia, mujer de actual esta rama de la matemática
inteligencia y sensibilidad con la que debe más a la obra, no publicada du-
Descartes mantenía correspondencia. rante muchos años, del contemporá-
En 1649 Descartes accedió, tras mu- neo de Descartes, Ferrnar). El inte-
chas vacilaciones, a las demandas de rés de Descartes por la matemática
la reina Cristina de Suecia para que y sus contribuciones a los poderes de
se agregara al distinguido círculo que ésta, sobre todo como instrumento
ella había reunido en Estocolmo, y de la ciencia, influyó profundamente
para que la instruyera en filosofía; en en su sistema filosófico. En primer
este año también publicó la obra lla- lugar, creía que la esencia de la cien-
mada Las pasiones del alma. Al año si- cia natural era el descubrimiento de
guiente, sin embargo, como resultado las relaciones que pudieran ser ex-
del clima sueco y del severo régimen presadas matemáticamente; que toda
exigido por la reina, sufrió una neumo- ciencia natural debe poder ser uni-
nía y murió el 11 de febrero de 1650. ficada por la matemática; y que el
El carácter de Descartes ha sido mundo, en la medida en que pue-
tema de muchas discusiones y análi- de ser explicado científicamente, de-
sis: su exagerado secreto, que le be ser de una naturaleza tal que ad-
llevaba a disfrazar cada vez más tan- mita el tratamiento matemático. En
to sus intereses como su paradero, segundo lugar, pensó que la mate-
junto con sus ambiguas relaciones con mática proporcionaba en general un
la Iglesia, han suscitado muchas hi- paradigna de cierto conocimiento y de
pótesis, de las cuales la más fantásti- los métodos para adquirirlo; por lo
ca es quizás que era miembro de la que se dispuso a descubrir en qué
secta secreta Rosa Cruz. Sin embar- consistía esta certeza, y a probar to-
go, no hay ninguna duda de que su das las creencias por el criterio de
catolicismo era sincero; creía que su tal certeza, con métodos tan claros y
filosofía estaba de acuerdo con la fe efectivos como los de la matemática.
y que constituía el único modo de El criterio de certeza que se propo-
reconciliar a ésta con los avances con- nía aplicar a todas las creencias recibi-
temporáneos del conocimiento natural. das fue expresado por Descartes en la
Su principal intención era evitar cual- regla -una de las reglas celebradas
quier juicio preconcebido y precipita- de su «método»- de que sólo acep-
do acerca de sus opiniones, que pudie- taría aquellas creencias que aparecie-
ra dar como resultado el que éstas fue- ran ante él como verdaderas, de ma-
ran equivocadamente suprimidas. En neras «clara y distinta». Por «clari-
su actitud hacia la filosofía tenía con- dad y distinción» se refería al tipo
fianza en sí mismo, estaba orgulloso de autoevidencia intrínseco que en-
y era casi un visionario, y no sub- contraba ser característico de las pro-
estimaba su propia vocación como posiciones más simples de la mate-
descubridor solitario y privilegiado mática y la lógica -proposiciones
de la verdad. Sin embargo, también que cualqiuer hombre, una vez las ha
disfrutaba de la vida social; y tuvo aislado en su mente, pudiera saber
una serie de amigos distinguidos y que son verdaderas por la «luz na-
fieles, con los que mantuvo una am- tural» de la razón. Descartes también
plia correspondencia que felizmente caracterizó tales proposiciones como
se conserva y tiene un interés enorme. indubitables, en el sentido de que no
Descartes no sólo fue un metafísí- solamente era muy difícil dudar de
DERECHOS 94

ellas, sino que intrínsecamente no dando». Aunque, principalmente en el


eran susceptibles de duda; y el in- Discurso, Descartes aborda el cogito
tento de Descartes de encontrar cier- (como se suele llamar a la fórmula)
to conocimiento adopta su forma más mediante la imposibilidad de que du-
característica en la forma de una bús- de de que está dudando, está claro
queda de lo indubitable. Se dispuso que en el cogito se establece algo más
a dudar de todo lo que admitiera du- que la sola proposición «yo estoy du-
da, al objeto de constatar si queda- dando». Bajo el término cogitationes
ba algo que fuera inmune a este (pensamientos) incluye Descartes un
proceso. La aplicación de este proce- ámbito mucho más amplio de lo que
dimiento de la «duda metódica» se podría llamarse las «experiencias pri-
explica principalmente en el Discur- vadas», todas las cuales las considera
so del Método y (de una forma sor- inmediatamente evidentes a la cons-
prendentemente dramática en la Me- ciencia e indubitables. Por ejemplo,
ditaciones. aunque Descartes puede dudar de que
Encontró que podía dudar de mu- haya objetos a su alrededor y de
chas cosas que generalmente eran con- que tiene cuerpo, mantiene que no
sideradas muy ciertas: por ejemplo, puede dudar de que al menos está te-
de la existencia de los objetos físicos niendo experiencias como si tales ob-
que le rodeaban. Argumentaba que, jetos estuvieran allí. La existencia
aunque en un momento particular cierta de tales cogitaciones, conside-
se sentía muy seguro de estar viendo radas meramente como experiencias
y sintiendo diversos objetos físicos, en subjetivas, es reconocida en el cogito;
muchas ocasiones se había sentido todas las experiencias de las cuales es
igualmente seguro de cosas tales y pos- consciente de manera inmediata son,
teriormente había resultado que es- reflexiona Descartes, suyas en cierto
taba soñando, y todas las cosas que ha- sentido; y ha de existir para tenerlas.
bía supuesto que había a su alrededor ¿Pero cuál es la forma de ser de
habían sido ilusiones. ¿Cómo podía esta existencia? Ha visto que puede
entonces estar seguro que las cosas dudar de que tenga un cuerpo, pero
que había aparentemente a su alrede- no de que existe en tanto en cuanto
dor en ese momento no fueran tam- está pensando; por lo que conclu-
bién ilusiones? Incluso podía dudar ye que el «yo» que él ha demostra-
de que él mismo tuviera un cuerpo do que existe es algo cuya esencia es
-su cuerpo era un objeto físico entre pensar. Así ha probado su existencia
otros y pudiera ser que también éste como «res cogitans» o «ser pensan-
fuera una ilusión. ¿Qué podría ser te»; o, como también establece, aun-
inmune entonces a la duda? Al menos que con dudosa justificación, como
una cosa -que él estaba dudando; una sustancia cuyo atributo esencial
pues si dudaba de eso seguía siendo es el del pensamiento.
cierto todavía que estaba dudando. De En este punto Descartes se vuelve
lo cual se seguía que no podía dudar naturalmente hacia el contenido de
de que estaba pensando, pues la duda sus pensamientos. Encuentra que tie-
era sólo un género de pensamiento. ne, entre otras ideas, las idea de un
Por tanto, había encontrado al menos Ser Perfecto o Dios, y la reflexión so-
una proposición indubitable: «yo estoy bre esta idea le lleva a la conclusión
pensando». De ésta, sin embargo, se de que tiene que haber algo fuera de
seguía otra: «yo existo», pues era de él que corresponda a esta idea -que
por sí evidente que no hay nada que Dios tiene que existir en realidad, y
pueda pensar sin existir. Así pues, no meramente en los pensamientos de
Descartes podía estar seguro de su Descartes. Dos líneas le llevan a esta
propia existencia, porque estaba pen- conclusión, y ambas se derivan de
sando -verdad que se expresa en la fuentes escolásticas y patrísticas. Una
famosa fórmula cartesiana «cogito, er- es sustancialmente la misma que la
go sum», «pienso, luego existo». prueba ontológica de ANSELMO de la
La expresión «yo estoy pensando» existencia de Dios. La otra reside en
no debe ser tomada, sin embargo, en la aplicación al ámbito de las ideas
el sentido estricto de «yo estoy du- del principio de que lo menor no pue-
95 DERECHOS
de dar lugar a lo mayor. Descartes dos -éste era el punto de partida
argumenta que la idea de un ser per- de toda su investigación. ¿Cómo hay
fecto no podía ser producida por un que reconciliar este hecho con la
agente imperfecto. Pero él mismo es existencia, ahora probada, de un Ser
imperfecto, corno lo muestra su esta- Perfecto que no nos engañe? La res-
do de duda, que es inferior al cono- puesta de Descartes es que el origen
cimiento. Por lo que tiene que haber de que seamos engañados es el mal
realmente un Ser Perfecto que sea el uso que hacernos de nuestra volun-
origen de esta idea. Este argumento tad, de esa libertad que también per-
se deriva de AGUSTÍN; corno también mite a los hombres hacer el mal mo-
el principio, que subyace al cogito, ral a pesar de Dios. Este mal uso de
de que dudar de la propia existencia la voluntad consiste en un asentí-
es autoengañoso o imposible. miento precipitado a las proposicio-
Corno ha establecido que existe un nes que no son realmente auto-
Ser Perfecto, Descartes tiene una ga- evidentes, y puede afectar incluso
rantía para reintroducir al menos al- a los razonamientos deductivos -de
gunas de las creencias que había eli- este modo cometemos errores en ma-
minado en la duda. Pues razona que temáticas. Pero si esto es así, se pue-
un ser perfecto no le permitiría que de objetar, ¿podemos estar jamás
se engañara hasta el punto de creer, seguros de que hemos prestado la
de manera natural y sistemática, en suficiente atención, de que nuestra
cosas tales corno los objetos exter- naturaleza imperfecta no puede haber-
nos si verdaderamente no existieran. nos conducido a error? En particular,
Por lo que Descartes se siente justifi- ¿no puede estar equivocado Descartes
cado para aceptar, aunque con reser- incluso respecto de los fundamentos
va, alguna de las creencias más bási- de su sistema filosófico? Aquí Des-
cas del sentido común. En particular, cartes afirma meramente que Dios no
la prueba de la existencia de Dios nos permitiría hacer un uso equivo-
introduce una idea de permanencia cado de nuestra voluntad hasta ese
que hasta entonces faltaba. La prueba punto; pero esto es muy poco satis-
de la propia existencia de Descartes factorio, puesto que la existencia de
en el cogito sólo era, estrictamente Dios es ella misma una de las cosas
hablando, una prueba de que existía que se prueban en el sistema median-
mientras pensaba; incluso aunque Des- te razonamientos a los que se aplí-
cartes parece haber intentado, ilegíti- can estas dudas. Aquí el argumento
mamente, trascender esta limitación vuelve a aparecer circular. Las acu-
hablando de sí mismo como de una saciones de circularidad se hicieron
sustancia pensante, esto es como de frecuentemente contra el sistema de
una cosa permanente. La idea de Dios Descartes durante su vida, y han sido
corno principio de conservación puede constantemente discutidas desde en-
ayudar a superar esta limitación. Ade- tonces.
más, Descartes dice en ocasiones que Entre los objetos físicos que ahora
es sólo la existencia de Dios lo que cree con alguna firmeza que existen,
valida la memoria, y, por tanto, la Descartes encuentra uno -lo que
deducción: proceso que, a diferencia normalmente se llamaría su propio
de los pasos instantáneos de la intui- cuerpo- que se halla en una peculiar
ción, presupone la capacidad de me- relación con la mente, sustancia
maria. Sin embargo, como Descartes pensante o, como también la llama,
se había apoyado ya en la deducción alma, cuya existencia ha sido probada
en sus pruebas, un tanto más comple- en el cogito. Por una parte, su vo-
jas de la existencia de Dios, si no luntad puede mover este cuerpo in-
en el mismo cogito (un punto muy mediatamente a diferencia de cual-
discutido, existe una fuerte sospecha quier otro; por otra parte, las cosas
de que aquí haya un argumento que le suceden a este cuerpo afectan
circular. a la mente de modos peculiares; por
Descartes se encuentra en este pun- ejemplo, cuando este cuerpo es gol.
to con dificultades mayores. Debe ad- peado, se experimenta dolor, y cuan-
mitir que en ocasiones somos engaña- do se experimenta ciertas clases de
DERECHOS 96
deseo, sabemos (como dice Descartes, de sus muchas aplicaciones, la «armo-
«la naturaleza nos enseña») que el nía preestablecida» de LEIBNIZ fueron
cuerpo tiene alguna necesidad. Estos otros intentos del siglo XVII por re-
últimos hechos, en particular, signifi- solver el problema.
can que el alma está unida al cuerpo Descartes mantenía que este pro-
de un modo peculiarmente íntimo. blema sólo surgía en el caso de los
«Mi alma no está en mi cuerpo como seres humanos. Parece que pensaba
el piloto en una nave» dijo Descar- que en el caso de los animales todos
tes, haciéndose eco de Tomás de sus movimientos eran producidos por
Aquino; si esto fuera así, el alma causas puramente mecánicas en un
sólo sería capaz de mover al cuerpo, y sistema de estímulo-respuesta y que,
no también de sentir «a través de» él. de acuerdo con esto, eran meras má-
Descartes mantiene que, en última quinas, que no tenían almas en un
instancia, la naturaleza peculiar de es- sentido propio. Sin embargo, Descartes
ta unión no puede ser explicada. En no siempre es consistente en este te-
este respecto, escribió a la prince- ma, que suscita problemas importan-
sa Isabel, hay tres nociones básicas tes respecto de su concepto de la
y no analizables -el cuerpo, el alma consciencia.
y la unión entre ambos. No obstante, El problema de la unión del alma
en otro lugar Descartes intenta expli- y del cuerpo es en un sentido muy
car al menos algunos rasgos de esta real central en la metafísica de Des-
unión. En particular mantiene, en con- cartes. En su opinión que es la ex-
tra de muchas opiniones antiguas y presión clásica del DUALISMO, en el
tradicionales, que el alma no es el ámbito de los seres creados, hay dos
principio de la vida del cuerpo. El y sólo dos clases fundamentales di-
cuerpo, en tanto que cuerpo, sólo es ferentes de sustancias o cosas exis-
una máquina con su propia economía tentes: las sustancias «pensante» y «ex-
interna y sus propias fuentes de ener- tensa», las almas y la materia. Esta
gía, y «no es que el cuerpo muera visión dualista era el corazón del in-
porque el alma lo deja, sino que el tento de Descartes de reconciliar la
alma lo deja porque el cuerpo ha fe católica y los avances de la ciencia
muerto». Sin embargo, mientras el del siglo XVII. Aunque había cierta
cuerpo está vivo hay unida a él un interacción causal entre almas y cuer-
alma de tal modo que algunos de los pos, pensaba que había aislado lo su-
movimientos del cuerpo son produci- ficiente las almas del ámbito de la
dos por el alma, y algunas experien- extensión, que era el único que esta-
cias del alma son producidas por ba sujeto a las leyes mecánicas que
cambios en el cuerpo. En Las pasio- la ciencia estaba desarrollando. Creía
nes del alma Descartes sugiere que en que la ciencia natural podía, en últi-
el cuerpo hay un lugar físico para ma instancia, completar una teoría de-
esta interacción, y que éste es la glán- ductiva de todos los cambios de la
dula pineal, situada en la base del naturaleza extensa, y, por tanto, de
cerebro. Suponía que esta glándula todos los eventos físicos, puesto que
podía ser movida directamente por el todo evento físico debe ser solamen-
alma, y de este modo agitar los «es- te un cambio de movimiento en la
píritus animales» que, en común con extensión: éstos incluirían todos los
muchos teóricos del siglo XVII, creyó movimientos de los cuerpos humanos
que fluían y transmitían movimientos que no fueran producto del libre al-
a todas las partes del cuerpo; en la bedrío, pero el libre albedrío y el
dirección contraria, los cambios en alma misma quedarían esencialmente
los espíritus animales inducidos por fuera del ámbito de las leyes cientí-
estímulos al cuerpo podían mover la ficas.
glándula y así afectar al alma. Aparte de las dificultades ya men-
Esta concepción causal ingenua de cionadas respecto de las relaciones en-
las relaciones de alma y cuerpo era tre alma y cuerpo, un problema no-
considerada poco satisfactoria incluso table del dualismo de Descartes es la
por muchos cartesianos. El OCASIONA- cuestión del número en cada tipo de
LISMO de MALEBRANCHE, y, en una sustancia. Está claro que en opinión de
97 DERECHOS
Descartes puede haber un número infi- rededor parecen tener otras cualida-
nito de almas o sustancias pensantes. des además de éstas, puesto que tam-
Sin embargo, con la sustancia extensa bién tenemos sensaciones de cosas ta-
la cosa es distinta: en efecto, parece les como colores, sonidos, olores, sa-
que Descartes mantuvo que sólo po- bores, grados de dureza, etc. Con res-
día haber una sustancia extensa, que pecto a estas cualidades (que en el
constituía a toda la naturaleza mecá- siglo XVII eran llamadas a menudo
nica. Esta sustancia podía ser más o cualidades «secundarias», en tanto que
menos densa, pero no discontinua: opuestas al primer grupo de cualida-
Descartes mantiene que la noción de des «prirnarias») Descartes mantiene
un espacio absolutamente vacío es que podemos tener poca certeza de
ininteligible y que no puede existir ellas. Las ideas de ellas son confusas
el vacío. Influido por un concepto de y poco claras y, aunque cree que la
extensión puramente geométrico, igua- bondad de Dios hace probable que en
la de hecho la materia extensa y el los objetos físicos haya diferencias
espacio, y en consecuencia se enfren- reales que correspondan a las dife-
ta con muchas dificultades, particular- rencias de estas diversas sensaciones,
mente en su teoría del movimiento. encuentra ininteligible la noción de
Estas opiniones fueron atacadas por que estas diversas cualidades tal co-
Leibniz de un modo efectivo, como mo son dadas a la sensación existan
lo fue la creencia afín de Descar- realmente en los objetos. Así, aunque
tes de que la cantidad de movimiento Descartes no se compromete firme-
en el universo siempre es constante. mente en este punto, se inclina por
La única propiedad esencial de la la opinión que encontramos en Loe-
materia, en la concepción cartesiana, KE y otros, de que las cualidades
es la extensión. La idea de extensión primarias existen en los objetos, pero
es, como la idea de Dios y las ideas que las cualidades secundarias, tal y
fundamentales de la matemática, inna- como las percibimos, no. Comparte con
ta. Por ideas «innatas» Descartes se Locke la teoría representativa de la
refiere a nociones a priori que la men- percepción que acompaña a esta opi-
te puede encontrar en sí misma y nión. Sin embargo, difiere de Locke
que no deriva de la experiencia. Ade- tanto en la lista exacta que da de las
más podemos formar ideas claras y cualidades primarias, como en man-
distintas de otras cualidades que pue- tener que, aunque tenemos ideas de
den pertenecer a objetos físicos, por la sensación, nada de nuestro cono-
ejemplo, tamaño, forma, movimiento, cimiento de los objetos físicos pro-
posición, duración y número: todas és- cede realmente de la sensación. La
tas son «modos» de la extensión. Co- sensación únicamente puede propor-
mo podemos concebir estas cualida- cionarnos ideas no claras y confusas,
des de manera clara y distinta, sabe- y entendemos la realidad física sólo
mos a priori que es posible que haya por un acto del intelecto a través de
en realidad objetos físicos que las las ideas de extensión y sus modos,
posean. Sin embargo, nosotros tene- a los que se les puede hacer claros
mos de hecho algo más que la mera y distintos.
idea de estas cualidades como posi- La concepción de Descartes de una
bles atributos de los objetos físicos; ciencia natural completa, consonante
también tenemos lo que Descartes con sus demás opiniones, es la de un
llama «ideas adventicias» -esto es, sistema enteramente deductivo deriva-
ideas que se forman en nuestras men- do de premisas a priori autoevidentes.
tes sin que las queramos y que pa- Estas premisas eran, en última ins-
recen estar causadas por alguna fuen- tancia, de carácter filosófico o meta-
te exterior- de objetos que están a físico. La metafísica y la ciencia para
nuestro alrededor y que poseen real- él son fundamentalmente una, y en
mente estas cualidades. Puesto que los Principios intenta derivar los pri-
Dios no nos engaña, tenemos buenas meros principios de su ciencia de la
razones para creer que tales objetos reflexión sobre la naturaleza de Dios.
existen verdaderamente. Todo evento físico, incluidos los cam-
Los objetos que hay a nuestro al- bios en el cuerpo humano, era gober-
7
DETERMINISMO 98

nado por las mismas leyes físicas HUME compartían un «sistema del en-
-así la medicina debe ser parte, en tendimiento humano» común que «to-
última instancia, de la ciencia física. davía podía llamarse el sistema car-
Todas las ciencias eran una con la tesiano». La misma influencia, en mu-
física, y la física era una con la filo- chas formas distintas, ha continuado
sofía, estado de cosas éste que Des- hasta nuestros días.
cartes describía con su imagen del Lo que influyó en todos estos filó-
Árbol del Conocimiento, del cual las sofos fue el elemento más revolucio-
raíces eran la metafísica, el tronco la nario del pensamiento de Descartes,
física y las ramas las otras ciencias. que consistió en emplazar en el cen-
Descartes esperaba que esta ciencia tro de la filosofía la cuestión EPISTE-
no fuera de interés meramente teóri- MOLÓGICA «¿cómo conozco... ?» Des-
co. En común con su más antiguo cartes fue, efectivamente, el primero
contemporáneo, Francis BACON, enfa- que intentó abandonar la concepción
tiza con frecuencia los beneficios prác- impersonal del mundo «desde el pun-
ticos que hay que esperar del estudio to de vista de Dios» que era común
científico de la naturaleza; en particu- a los primeros filósofos, y pregun-
lar esperaba que el estudio de la fisio- tar, no sólo cómo era el mundo, si-
logía pudiera permitir que el hom- no cómo podía conocer uno cómo era
bre descubriera las causas de la se· el mundo. Descartes también transmi-
nectud y así prolongar la vida. tió a sus sucesores la opinión de que
A pesar del carácter completamen- sólo podía haber un método válido de
te a priori de la ciencia que imagina- dar respuesta a estas cuestiones: el
ba, Descartes admitió desde el co- método que partía de los datos inme-
mienzo, y cada vez más después de diatos de la consciencia, que eran los
desacreditar a la experiencia, que los únicos indubitables, e intentaba «cons-
experimentos eran necesarios para truir» un mundo externo a partir de
descubrir las verdades físicas y él ellos. El mismo Descartes intentó ha-
mismo se comprometió en muchos cerlo apelando a la existencia y a la
descubrimientos, por ejemplo, en fi- naturaleza de Dios. Sus argumentos re-
siología y en óptica. La necesidad de presentan aquí alguno de los elemen-
estos experimentos y su función no tos más tradicionales de su pensamien-
están totalmente claros, supuesta la to; cuando éstos fueron puestos en
naturaleza de su sistema y las afirma- cuestión, no en detalle, sino en prin-
ciones a priori del mismo, y sus in- cipio, se les dejó la tarea a otros fi-
térpretes han encontrado muchos pro- lósofos de construir un mundo ex-
blemas en las diversas y no totalmen- terno a partir de los datos inmedia-
te consistentes explicaciones que él tos de la consciencia sin tales ayu-
dio de este tema. das trascendentales.
La influencia de Descartes en la Así, la filosofía de Descartes, que
historia de la filosofía ha sido pro- es en sí misma una metafísica reli-
blamente mayor que la de cualquier giosa trascendental, como también una
otro pensador, a excepción de ARIS- filosofía de la Nueva Ciencia, contenía
TÓTELES. Se extendió mucho más allá las semillas del empirismo y del idea-
de los cartesianos, tales como Male- lismo subjetivo que vendrían después.
branche, que adoptó muchas de sus Quizás sólo en años muy recientes
opiniones, o incluso los otros RACIO- hayan puesto en cuestión los filósofos
NALISTAS que estaban de acuerdo con de modo preciso el principio car-
la mayor parte de su descripción ge- tesiano fundamental que subyace a
neral de la naturaleza de la filosofía estos sistemas: que hay datos inme-
y de la ciencia. En particular, los diatos de la consciencia, mucho más
EMPIRISTAS ingleses, que rechazaron ciertos que ninguna otra cosa, de los
casi todas sus conclusiones, estaban cuales debe partir la filosofía en su
tan profundamente afectados por búsqueda del conocimiento.
sus puntos de vista que el filósofo es- (B. A. O. W.)
cocés del siglo XVIII, REID, no escribía
una paradoja, sino la verdad al decir DETERMINISMO. La tesis del deter-
que Malebranche, Locke, BERKELEY y minismo viene a decir que cualquier
99 DEWEY

evento es una instancia de alguna lo consideran compatible con la LI-


ley de la naturaleza. No es fácil es- BERTAD DE LA VOLUNTAD, pero sería
tablecer esta tesis de una forma pre- erróneo hablar de estos filósofos co-
cisa; usualmente se la establece de mo deterministas. Se puede pensar
la forma siguiente: todo evento tie- que el principio de indeterminación
ne una causa, o la naturaleza es proporciona una solución al problema
uniforme; una formulación famosa y de la libertad de la voluntad sólo a
muy gráfica de Laplace es que da- expensas del pensamiento confuso,
do un conocimiento del estado del pues no hay ningún modo de basar la
universo en alguna fecha, es posible responsabilidad humana en la impo-
en principio predecir toda la histo- sibilidad de determinar simultánea-
ria subsiguiente de éste. La tesis no mente la posición y el momento de
puede ser probada ni refutada; no las partículas elementales.
podemos probarla, puesto que el ha- (J. O. V.)
cerlo exigiría la provisión de una
explicación determinista de la totali- DEWEY, John (1859-1952), filósofo
dad de los eventos; ni podemos re- americano. Pocos filósofos han ejer-
futarla, puesto que cualquier fallo cido una influencia más amplia en el
en encontrar una explicación determi- mundo de los asuntos prácticos. Ni
nista de un evento siempre puede ser tampoco es accidental que esto haya
considerado, y generalmente lo es, sido así, ya que en todos sus escritos
como una laguna temporal del cono- Dewey es guiado por la idea de que
cimiento científico. El famoso proble- la filosofía es una empresa cabalmen-
ma de la justificación de la inducción te humana que debe ser juzgada en
puede establecerse de la forma siguien- términos de su impacto social o cul-
te: la ciencia presupone el principio tural.
del determinismo, y si este principio Durante el siglo XIX la filosofía se
no es probable, entonces la ciencia había convertido, por una u otra ra-
descansa en presupuestos no proba- zón, en un tema académico en el que
bles. HUME es el responsable del se comprometían los profesores, pero
enunciado clásico de este problema, que era poco atendido por los hom-
al que los filósofos nunca han encon- bres de asuntos prácticos. Toda la
trado una solución en la que estén obra de Dewey tenía la intención de
de acuerdo. Sin embargo, parece que invertir el rumbo de esta tendencia.
se ha abandonado la hipótesis de- Fue un naturalista inflexible que sen-
terminista en algunas investigaciones tía una desconfianza vigorosa hacia to-
físicas fundamentales en las que se do aquello que oliera a esotérico. La
buscan leyes estadísticas respecto clave de una filosofía sana sería ante
de eventos para los que, tomados sin- todo el reconocimiento por parte del
gularmente, no se busca ninguna ex- filósofo de que era un ser humano
plicación determinista. Por esta y como cualquier otro, y que sus pro-
otra razones se sugiere comúnmente pios pensamientos y razonamientos
que el principio del determinismo no como los de cualquier otro tenían un
debía ser considerado como un enun- origen natural e intenciones naturales.
ciado verdadero o falso, sino como Filosofar es un modo del comporta-
un principio metodológico que puede miento humano; surge en unos con-
o no ser usado en una investigación textos más que en otros; y debe ser
científica. juzgado en términos de su capacidad
Sin embargo, con frecuencia se en- para acometer el desafío de las mis-
tiende que la tesis del determinismo mas condiciones que lo suscitan. Por
implica la tesis de que la voluntad no establecer el tema de otro modo,
es libre, de que la elección es iluso- la filosofía está ligada a la cultura
ria y que nuestra forma de actuar tanto en su comienzo como en su
está determinada. Generalmente en- terminación. Pues, por un lado, sur-
tiende que hablar de un determinista ge de la tendencia natural a refle-
implica la referencia a esta posición jar los problemas generados por la
especial; hay filósofos que aceptan el cultura de su tiempo; y, por otro,
principio del determinismo, pero que necesita ser juzgada en términos de
DEWEY 100

su tendencia a resolver estos proble- más específica, su función es descrita


mas, de su completud como acicate por Dewey en cinco estadios. 1) An-
valorativo para la cultura del futuro. te el derrumbamiento del hábito, el
Hay un sentido en el que se puede organismo presiona, no obstante, para
decir que Dewey sustituyó el proble- acciones posteriores. Quedando descar-
ma de la verdad por el problema del tada la acción abierta esta tendencia
valor. Como veremos, cualquier in- se traduce en lo que Dewey llama «su-
tento de resumir las opiniones de gerencias». 2) «La intelectualización»
Dewey sobre el concepto de verdad tiene lugar cuando el problema es
es difícil y azaroso. Pero cualquiera formulado como problema a resolver,
que sea el resultado, queda bastante cuando uno se enfrenta a la situa-
claro que su interés principal reside ción desde el punto de vista de una
en la cuestión del valor. Las exigen- cuestión a la que se busca respuesta.
cias de verdad pueden volverse, como 3) El paso siguiente es la construc-
demuestra la revisión de la filosofía ción imaginativa de «hipótesis» que
académica, esotéricas en extremo; y pudieran servir como guías para la
cuando una exigencia se convierte en búsqueda real de una respuesta. Una
esotérica Dewey propende a impa- hipótesis es una guía para la obser-
cientarse con ella. Él tiende a sus- vación y la acumulación de evidencia.
tituir la pregunta «¿qué conclusión 4) «El razonamiento», en el sentido
es verdadera?», por «¿qué conclusión, estricto del término, consiste en de-
consideradas las condiciones del pro- ducir de la hipótesis que a uno le
blema que da lugar a nuestro pensa- plazca las diferencias reales que aca-
miento en general, es la que debemos rrearía en el curso de la experiencia.
revelar?». La teoría del valor es su La deducción sirve así como meca-
interés central en todo lo que escribe. nismo para establecer las condiciones
y no sorprende que su filosofía le del experimento. 5) El experimento
llevara a ideas revolucionarias con re- mismo o «comprobación», es simple-
lación al proceso educativo. El pro- mente la acción (abierta o imagina-
grama de Dewey de una educación ria) que se exige para comprobar la
progresiva fue un vástago natural de hipótesis contrastándola con las dife-
su filosofía considerada como un todo. rencias de hecho arrastradas.
Veamos más detenidamente la con- Obsérvese que cuando se conside-
cepción naturalista del entendimiento ra el asunto de este modo la cuestión
humano de Dewey, recordando siem- última puede ser formulada más o
pre que se la ideó para ser aplicada menos como sigue: dado el problema
al pensamiento filosófico, así como al con el que se comienza, y dado un
de cualquier otro género. Fue fuer- examen completo de los cinco esta-
temente influido por C. S. PEIRCE dios enumerados, ¿es el resultado fi-
en su afirmación de que todo pensa- nal al que se llega el que se debía
miento es un movimiento que va de o el que no se debía haber alcanzado?
una situación de creencia dudosa a El problema es el de juzgar una ac-
una establecida. Desde luego que la tividad en un contexto. Es un pro-
blema valorativo, y debe ser diferen-
mayor parte de la descripción de De- ciado de cualquier cuestión esotérica
wey se deriva de Peirce o de Wi- sobre la «verdad» absoluta y final.
lliam JAMES; pero la estableció de El estilo evasivo de escribir de De-
un modo peculiarmente suyo. El pen- wey, y su tendencia a reformular sus
samiento (o la intelección) es una for- principales tesis frente a los ataques
ma de actividad en la que se com- rigurosos, causó algunas dificultades
promete un organismo biológico hu- en este punto. Siguiendo a James,
mano siempre que se rompen los pa- tendía en sus primeros escritos a
trones habituales de acción. La fun- establecer su posición como una opi-
ción del pensamiento es resolver los nión sobre el significado de verdad.
problemas que lo suscitan. Será juz- Así, en principio tendía a decir que
gado por el grado relativo de perma- lo que significamos por «verdadero»
nencia de la creencia o acción esta- está contenido en una descripción
blecida a la que lleva. De manera de los criterios que han de ser sa-
101 DEWEY

tisfechos por cualquier fin «adecua- de ser evitada -su afirmación de


do» que resulte del proceso que se que, aunque Dewey la saca ostento-
acaba de describir. Tal descripción samente por la puerta delantera, la
revelaría la importancia de la obser- introduce subrepticiamente por la ven-
vación de que «10 verdadero es 10 tana trasera- no puede ser tratada
que funciona» -observación que se aquí adecuadamente.
le achaca a Dewey con demasiada Sin embargo, es fácil ver cómo apli-
frecuencia sin considerar por com- ca Dewey su tesis general en el área
pleto el sentido detallado que ésta más restringida de la ÉTICA y la mo-
tiene para él. No obstante, ante los ral. El objeto de la ética es la con-
ataques vigorosos, especialmente de ducta de las personas, y su propósito
RussELL, el modo de hablar de De- es formular en términos generales la
wey cambió significativamente. La in- base de la distinción entre buena con-
tención del ataque de Russell descan- ducta y mala conducta. Para Dewey
saba en la afirmación de que se debe se sigue que la primera tarea de la
distinguir cuidadosamente el signifi- ética es comprender la naturaleza de
cado de verdad de los criterios que aquellos organismos biológicos cuyo
aplicamos al establecer su presencia. comportamiento conjunto constituye el
Así, para establecer que «César cruzó contexto social. La segunda tarea es
el Rubicón» es verdadero, no debo comprender las clases de situación pro-
dudar en comprometerme con inves- blemática que dan lugar a nuestros
tigaciones futuras y establecer que, si esfuerzos por distinguir la buena con-
se la adopta como una hipótesis, «fun- ducta de la mala. Una vez hemos rea-
ciona». Pero 10 que significo, al lla- lizado estas dos tareas, y no antes,
mar verdadera a la proposición, es estamos en disposición de formular la
que ésta «corresponde», en algún sen- diferencia entre «bueno» y «malo».
tido, a 10 que tuvo lugar realmente Dewey establece las líneas principales
hace muchos años. de su teoría moral en un libro titu-
La controversia entre Dewey y Rus- lado significativamente Naturaleza Hu-
sell llenó muchas páginas, pero el re- mana y Conducta. La Naturaleza Hu-
sultado final puede ser expresado co- mana es analizada en términos de tres
mo sigue. En sus últimos escritos, conceptos clave: impulso, hábito e in-
Dewey tiende a descartar por com- teligencia. El carácter dinámico del
pleto las palabras «verdad» y «ver- organismo humano es expresado en el
dadero». Es como si fuera a decir: concepto de impulso. A su vez los
«Quizá en su uso tradicional esta pa- hábitos son concebidos como aquellos
labra haya tenido la tendencia a sig- patrones de actividad relativamen-
nificar correspondencia. Si esto es así, estables que resultan de la constante
10 único que puedo decir es que sig- acción recíproca del impulso desde el
nifica algo totalmente inmanejable. interior y de las presiones sociales
¿En qué nube metafísica se puede desde el exterior. La inteligencia es
sentar uno para observar esta miste- descrita en términos funcionales como
riosa relación de correspondencia en- la forma de actividad por la que,
tre una proposición pronunciada aho-
ra y un evento que transcurrió hace cuando los hábitos son frustrados, o
tantos años? Te devuelvo la palabra; perturbados, el organismo intenta vol-
y me limitaré a decir que no me inte- ver a establecer la acción. Así, el gra-
reso por eso. Mi interés se centra en do de inteligencia será juzgado en
si las condiciones de las hipótesis términos del grado de permanencia
que adoptamos son o no son afir- con el que se vuelve a establecer la
mables con garantía. Son esas con- acción relativa al problema que frus-
diciones las que deben ser nuestra tró la acción anterior.
guía para juzgar el discurso, y no las No es difícil advertir que esto es
esotéricas nociones de profesores so- parte de la descripción general del
bre la verdad y la correspondencia.» proceso de pensamiento de Dewey;
La afirmación posterior de Russell pero ahora es introducido como una
de que, aunque difícil, la noción clave para la búsqueda por parte del
de verdad por correspondencia no pue- filósofo moral de lo que es bueno
DEWEY 102

para las personas. Dewey propone la éxito que tenga para evitar las con-
siguiente definición de «bueno»: diciones del derrumbamiento.
«Lo bueno consiste en el significa- Si se combina esta tesis con las afir-
do que se experimenta como pertene- maciones naturalistas generales de De-
ciente a una actividad cuando el con- wey, se está preparado para entender
flicto y el enmadejamiento de diver- el papel tremendamente influyente que
sos impulsos y hábitos incompatibles éste tuvo en la tarea de poner so-
terminan en una liberación ordenada- bre sus pies a la ciencia social. Siem-
mente unificada de la acción» (pági- pre escéptico con lo esotérico, De-
na 210). wey no tenía ningún respeto hacia
En suma, nosotros nos planteamos los que le parecía que enfocaban los
la pregunta «¿qué es bueno?» sólo con problemas «de arriba abajo». Le pa-
relación a un tipo general de situa- recía que la filosofía política había
ción problemática. Hay que suminis- buscado durante demasiado tiempo la
trar, por tanto, una definición general justificación de los cursos de la ac-
de «bueno» que cubra los rasgos ción en doctrinas metafísicas elabo-
esenciales que se exigirían para cual- radas. Para él el único enfoque inte-
quier solución aceptable de esos pro- ligente de los problemas humanos era
blemas. Los que leen a Dewey que- un enfoque «de abajo arriba». Es de-
dan perplejos en ocasiones por su cir, los métodos experimentales de la
persistencia en insistir en que lo que ciencia inductiva deben ser aplicados
él llama «mero goce» no es valoratí- sin concepciones previas acerca de
va. Sin embargo, si se observa su lí- adónde debe llegar uno. La ciencia
nea general de argumentación, se ve social debe abordar los problemas con-
claramente que esta insistencia es una cretos examinando precisamente aque-
parte esencial de su visión. Disfrutar llos cinco estadios de la actividad in-
o gozar «meramente» de algo no es teligente que señalamos anteriormen-
resolver problema alguno. Dewey de- te. Sobre todo, debe correr el riesgo
sea preservar la fuerza de la palabra de una hipótesis audaz y abordar la
«bueno» como un compromiso de elec- tarea de comprobar toda hipótesis
ción entre un curso de acción y otro. contra la evidencia.
Esto define para él el problema ético La filosofía de la educación de De-
o moral fundamental. wey es una parte integral de su filo-
Desde esta base es fácil ver cómo sofía social general. La educación de-
emergen las líneas generales de la fi- be basarse en la premisa de que todo
losofía social de Dewey. Las socie- pensamiento genuino emerge de situa-
dades pueden ser descritas en términos ciones problemáticas reales. Educar a
notablemente similares a los térmi- un niño sometiéndole a un entrena-
nos «impulso» y «hábito». Las so- miento rígido y estandarizado en «las
ciedades, como los individuos, son tres R» es una vez más trabajar «de
dinámicas y activas. Como los indivi- arriba abajo». Si la educación tiene
duos, desarrollan modelos de acción que proceder «de abajo arriba», se
relativamente estables. Una vez más, ajustará a los problemas reales que
los modelos estables son el resultado el niño siente, y lo educará prepa-
de la acción recíproca entre fuerzas rándole para que invente hipótesis,
del interior y fuerzas del exterior. piense en sus consecuencias y las prue-
y las sociedades, como los individuos, be en la práctica real. El énfasis en
desarrollan hábitos que se derrum- lo que el niño siente como un pro-
ban bajo presiones y tensiones in- blema real en contraste con lo que
esperadas. Así, el papel de la inteli- el profesor preconcibe como palma-
gencia en el nivel social es compara- rio -ésta es la clave de las teorías
ble al papel de la inteligencia al ni- educativas de Dewey.
vel de la acción individual. Las so- Los peligros son evidentes; y antes
ciedades deben intentar establecer mo- de su muerte, Dewey vio cómo la
delos de actividad lo suficientemente «educación progresiva» tuvo su mo-
estables como para resistir los cho- mento en América hasta que sus ex-
ques; un curso de acción siempre cesos produjeron una fuerte reacción
debe ser juzgado según el grado de en favor de un retorno a «las tres
103 DIALÉCTICA

R». Dewey era consciente de esos ex- causa de la convicción de su valor ge-
cesos y los deploró repetidamente; neral y duradero, es de cualidad re-
pero no existe evidencia alguna de Iigiosa.»
que cambiara de opinión respecto de ¿Y «la religión?»:
su teoría general. «Si he dicho algo sobre las religio-
Como naturalista, cauto con lo eso- nes y la religión que parezca áspero,
térico, enemigo implacable del traba- lo he dicho en razón de la firme
jo desde arriba, y desdeñoso para creencia de que la pretensión por par-
con la metafísica, Dewey se vio te de las religiones de poseer el mo-
obligado a atacar a la religión y su nopolio de los ideales y de los me-
asentamiento en la mentalidad occi- dios sobrenaturales, alegando que és-
dental. El objeto de su ataque es la tos son los únicos que pueden fomen-
metafísica en gran medida, y en sus tar esos ideales, reside en el modo de
escritos se encuentran dos bases bas- realización de los valores distintiva-
tante distintas al respecto. La religión mente religiosos inherentes a la expe-
sufre duros castigos en ambas. La riencia natural. Por esa razón, si no
primera es que el pensamiento me- por otra, lamentaría mucho que cual-
tafísico realmente no establece nin- quiera se equivocara por la frecuencia
guna diferencia en absoluto en cuan- con que he empleado el adjetivo «reli-
to concierne al progreso del control gioso» y concibiera que lo que he di-
inteligente de la naturaleza por parte cho es una apología disfrazada de las
del hombre. Es como espuma que no que han pasado por ser religiones. La
añade nada a la arremetida del crecien- oposición entre valores religiosos, tal
te entendimiento del hombre mediante como yo los concibo, y religiones no
el método experimental de la ciencia. debe ser salvada. Precisamente por la
La segunda base de ataque es que el importancia que tiene la liberación de
pensamiento metafísico implica gran- estos valores, se debe disolver su iden-
des diferencias -para lo peor. Se di- tificación con los credos y cultos de
ce que obstaculiza la investigación, las religiones.»
que hace a la filosofía dogmática y (J. W. S.)
estéril, que cierra las mentes ante
posibilidades inherentes a la ciencia DIALÉCTICA. La dialéctica deriva su
natural. nombre del verbo griego que signifi-
Dewey atacó a la religión sobre es- ca «conversan>, y originalmente signi-
tas dos bases, que muy bien pueden ficaba «el arte de la conversación,
ser compatibles. Pues el hecho con- la discusión o el debate». Al decir
tingente de que las personas manten- que la dialéctica fue inventada por
gan una teoría puede tener efectos ZENÓN de Elea, Aristóteles se estaba
muy malos, incluso aunque desde el refiriendo presumiblemente a las pa-
punto de vista de la lógica la teoría radojas de Zenón, que refutó algunas
esté totalmente falta de consecuencias hipótesis de sus oponentes extrayen-
predictivas. Pero Dewey nunca deseó do consecuencias inaceptabes de ellas.
presentarse como iconoclasta y acom- Pero primero fue aplicada de una
pañó sus ataques a la religión con una manera general por Sócrates, quien, se-
afirmación positiva de que sólo su plan gún es presentado en los primeros diá-
podía llevar a una liberación de las logos de Platón, practicaba constante-
energías religiosas del género huma- mente dos técnicas, ambas de forma
no. Su fin confesado es divorciar el hipotética: refutar el enunciado de
significado del adjetivo «religioso» del un oponente haciendo que en el cur-
sentido tradicional del nombre «reli- so del interrogatorio tuviera que acep-
gión». La intención de este divorcio tar como consecuencia última del su-
se verá en seguida en los siguientes yo un enunciado que lo contradecía
pasajes. Primero, la definición de «reli- (el elencbus), y conducirle a la genera-
gioso»: lización obligándole a aceptar la ver-
«Cualquier actividad que sea prose- dad de la misma mediante una serie
guida en nombre de un ideal y con- de instancias (epagoge, que se tradu-
tra los obstáculos, y a pesar de las ce por «inducción»),
amenazas de pérdidas personales, por El mismo PLATÓN consideraba la
DIDEROT 104

dialéctica como el método filosófico dialéctica, a la que consideraba un


supremo, «el modelo de las ciencias», proceso que no era meramente de ra-
y había de ser el estadio final de la zonamiento sino que se encontraba en
educación formal del rey-filósofo. la historia, y en el universo como un
Pero sus referencias a la dialéctica, todo, y consistía en un movimiento
aunque siempre son laudatorias, sue- necesario de la tesis a la antítesis, y
len ser vagas, y puede que tuviera después a una síntesis de las dos. Es
diversas concepciones en momentos la dialéctica hegeliana la que fue adop-
distintos. Parece que siempre impli- tada por MARX, que la hizo parte
caba la búsqueda de las esencias in- de su filosofía del MATERIALISMO DIA-
mutables, sobre todo de la idea de LÉCTICO, sustituyendo el «espíritu» de
lo Bueno, pero casi cualquier forma Hegel por la «materia», como la base
de razonamiento abstracto no especia- del proceso dialéctico.
lizado podía caer dentro de ella. En (R. HALL)
ocasiones era ciertamente el método
de refutar hipótesis, y en un estadio DIDEROT, Denis (1713-1784), hijo de
posterior incluyó el método de «di- un cuchillero, nació en Langres, Fran-
visión» de un género en especies, una cia. Recibió su educación escolar fi-
de las cuales era después dividida, y nal en el colegio de Jesuitas de Luis
así sucesivamente, mientras fuese po- el Grande de París. Hombre de prepa-
sible la repetición. ración enciclopédica, fue elegido edi-
ARISTÓTELES puso la dialéctica so- tor de la Encyclopédie, la summa de
bre una base firme por primera vez todo conocimiento conocido. En un
en sus Tópicos, que es un manual, principio estuvo asociado con d'Alem-
escrito principalmente antes de su bert como coeditor, pero después de
descubrimiento del silogismo, para la separación de este último en 1757
encontrar argumentos que establecie- se convirtió en el único editor.
ran o demolieran las posiciones da- De 1747 hasta la aparición del volu-
das, o tesis, tales como «Todo placer men diecisiete y último en 1765, es-
es bueno». Tales tesis fueron debati- cribió muchos artículos sobre filoso-
das probablemente en la Academia fía, religión, teoría política y litera-
de Platón a la que Aristóteles perte- tura, se tomó un interés particular
neció desde el 368 a. C. hasta la por las secciones de profesiones y
muerte de Platón en el 348, y que- ciencias aplicadas, y editó los artícu-
ría suministrar métodos generales pa- los de los otros colaboradores. Este
ra tratarlos. Dice que su libro es útil logro por sí sólo hubiera establecido
para tres propósitos: el entrenamiento, su reputación.
las discusiones y las ciencias filosófi- La filosofía de Diderot se encuen-
cas. Entretanto descubrió muchos prin- tra en Pensamiento filosófico (1746);
cipios básicos de la lógica formal, te- Carta sobre los ciegos (1749); Paseo
ma que desarrolló en la Analítica co- del escéptico; Pensamientos sobre la
mo una teoría de la demostración en interpretación de la naturaleza (1754);
contraste con la dialéctica, que que- Carta sobre los sordos y los mudos
da restringida al razonamiento a par- (1759); Conversación de un filósofo
tir de las meras opiniones. Pero pos- con la. señora duquesa de XXX
teriormente, la lógica formal vino a (1776).
ser llamada dialéctica por los lógicos Siguiendo a LOCKE, Diderot fue un
ESTÓICOS. empirista convencido, que aceptaba
Consecuencia de los debates de la los «hechos» científicos y rechazaba
Academia fue la disputa medieval, en todos los sistemas metafísicos, espe-
la que los litigantes continuaron, prin- cialmente la revelación cristiana, y la
cipalmente mediante el razonamiento pretensión de la Iglesia de dominar la
silogístico, manteniendo tesis y antí- mente. En la Carta sobre los ciegos
tesis (sus opuestos). Por estos me- existen implicaciones ateas. Tiene una
dios los candidatos a las universida- moralidad secular, no puritana, que
des medievales eran examinados por puede ser llamada la religión de la
grados. humanidad. Como novelista y drama-
HEGEL le dio un nuevo giro a la turgo, crítico de arte, y editor y cola-
105 DUALISMO
borador de la Encyclopédie, Diderot continuo entrenamiento en la dure-
fue un gigante entre los filósofos (in- za, del cual era Heracles el ideal que
telectuales) de la Ilustración. se evocaba a menudo, fue un com-
(F. A. T.) pañero exigido de la absoluta po-
breza del modo de vida cínico. La
DIÓGENES, hijo de Hicesias, vivió en propia vida de Diógenes como un
Grecia en el siglo IV a. C. Ciudadano mendigo apátrida y sin posesiones dur-
prominente de Sínope, fue exiliado miendo donde podía en Atenas', fue
alrededor de la mitad del siglo IV, una demostración práctica de ello.
alegando que falsificaba la moneda El precepto formó el método de sus
que entonces circulaba en Sínope; de enseñanzas. La educación y la ense-
ahí en adelante vivió en Atenas y ñanza teóricas fueron despreciadas. Do-
en Corinto, convirtiéndose en el pro- tado de un ingenio punzante y hábil
totipo del CINISMO. Es verosímil que en agudas réplicas, su ataque a la
fuera influido en algunos aspectos por convención no conoció restricciones
las enseñanzas de Antístenes, aunque por miedo, autoridad o decencia.' ni
es probable que Antístenes hubiera con palabras ni con hechos, ya 'que
muerto antes que Diógenes llegara a no vaciló en llegar a cualquier ex-
t~emo para ,defender sus puntos de
Atenas. Hay, pues, un tenue rastro VIsta; de ahí su apodo de el Perro
que nos lleva a SÓCRATES, y hay al-
gún punto de verdad en la alegada de don?e. procede, en griego, la pa~
observación de Platón de que Dióge- labra .cIntsmo. Diógenes aceptaba el
esca~nto, y. much~s anécdotas suyas
nes era un Sócrates enloquecido. contienen ilustraciones de animales
La virtud, que es lo único que pro- que estaban libres de la esclavitud d~
duce la felicidad, se lograba mediante la convención humana. Se le atribuyen
la consecución de la autosuficiencia
siendo medios para obtenerla la li~ algunas ~b~as escritas, en particular
~ma Republt~a y algunas tragedias que
bertad respecto de cualquier familia
tl?~t!,an su filosofía, pero nuestra tra-
exterior o cualquier restricción públí- dición es dudosa y está oscurecida
ca o cualquier perturbación interna
de los deseos, emociones o miedos. P?r la falta de evidencia contempo-
A! rechazar toda propiedad, los bie- ranea, y por la leyenda que creció
nes externos, los valores convencio- a su alrededor. Su vida es claramente
nales, y cualquier asociación que pu- su testamento.
diera atarlo o reprimirlo y pertubar (1. G. K.)
la paz de su mente, redujo sus ne-
cesidades y vulnerabilidad al más des-
nudo mínimo natural, reteniendo el DUALISMO es cualquier sistema de
dominio del reino que no se le po- pensamiento que 10 divida todo de
día sustraer -su propia alma. Esto algún modo en dos categorías o ele-
consistía en vivir de acuerdo con la mentos, o que derive todo de dos
naturaleza; todo lo demás era con- principios, o que rehúse admitir más
vención y tenía un valor ilusorio, y o menos de dos sustancias o dos cla-
contra ello sostuvo una guerra encar- ses de sustancia. Aunque los siste-
nizada, tratando con su vida y en- mas dualistas tienen que ser justifi-
señanzas de desfigurar su uso a los cados por los argumentos, lo que lleva
ojos de los demás, del mismo mo- a algunos filósofos al dualismo es la
do que él y su padre habían desfigu- urgencia en ordenar y simplificar
rado la moneda de Sínope. En tan- n,uestra descripción del mundo, urgen-
to que ética práctica esto requería cia que les llevaría al MONISMO si
un ejercicio y un entrenamiento con- no estuviera prevenidos por el res-
tinuo, tanto físico como mental. Por peto hacia alguna diferencia radical
ejemplo, abrazaría una estatua de e irreductible que expresa su dualis-
bronce en invierno para entrenar al mo. Los PITAGÓRICOS proporcionan un
cuerpo en la dureza y erradicar el primer ejemplo de este bloqueo de
deseo físico; solicitaría el insulto pa- la tendencia unificadora, en su caso
ra probar el sojuzgamiento de la emo- mediante una serie total de opuestos
ción en su mente. Desde luego, el que ellos redujeron a su vez a dos
DUCASSE 106

principios básicos, 10 Limitado y 10 portante, como en Platón entre el


Ilimitado. mundo percibido por los sentidos y
El término, que fue introducido por el mundo de las Formas conocido por
Heyde hacia 1700 para encuadrar opi- la mente, o en Kant la distinción en-
niones teológicas, tales como el ma- tre el mundo fenoménico y el mun-
niqueísmo, tiene las mismas ambigüe- do nouménico.
dades que el monismo y puede ser (R. HALL)
igualmente aplicado al menos a tres
concepciones ontológicas distinguibles
y lógicamente independientes. El ejem- DUCASSE, Curt John (1881-1969)
plo de dualismo más destacado e in- nacido en Francia y educado en Fran:
fluyente, que da una formulación pre- cia, Inglaterra y USA. Fue catedráti-
cisa a lo que es probablemente la opi- co de filosofía de la Universidad de
nión del sentido común, y que se Brown. Trabajó muchos campos de
remonta al menos hasta ANAXÁGORAS, la filosofía, pero más especialmente
es la división del mundo según DES- el de la metodología de la ciencia;
CARTES en «sustancia extensa» (mate- en este campo fue particularmente in-
ria) y «sustancias pensantes» (mentes); fluyente un artículo suyo titulado
este tipo de dualismo podría ser lla- «Explicación, mecanismo y teleología
mado atributivo, puesto que afirma (1925)>>. Su libro más importante fue
que existen dos tipos de atributos y Naturaleza, mente y muerte (1951).
por ello que todas las sustancias son Este libro era un compendio de gran
en última instancia de dos tipos. Es- parte de su pensamiento: en la par-
to 10 distingue del dualismo sustan- te I discutía el objeto y método de
cial, la opinión de que hay precisa- la filosofía manteniendo que las cues-
mente dos sustancias, que en sí mis- tiones filosóficas eran esencialmente
ma no tiene el mismo atractivo psi- semánticas y trataban el análisis de
cológico: porque admite que hay más los términos de valor. En la parte II
de una sustancia, y parece arbitra- analizaba categorías tan fundamenta-
rio no admitir muchas, a menos de les como las de sustancia y causación.
que las dos sustancias admitidas sean En la parte III defendía una visión
de tipos fundamentalmente distintos. de la percepción, según la cual lo que
Por la misma razón, no tiene atrac- se siente es un acusativo interno de
tivo una tercera posibilidad, un dua- las sensaciones y que la percepción
lismo parcial que pretende que sin propia siempre implica interpretación
importar el número de tipos últi- consciente o inconsciente. La par-
mos de sustancia, alguno de estos te IV contenía la discusión de Du-
tipos tiene exactamente dos sustan- casse sobre la relación de mente y
cias que le pertenecen. De hecho cuerpo y sobre la posibilidad de su-
fue rechazado por Descartes, que só- pervivencia; después de una discu-
lo permitía una sustancia en el ámbi- sión general de las opiniones tradi-
to material, pero en el ámbito men- cionales y sus dificultades y de la
tal admitía una pluralidad de ellas. evidencia empírica de la superviven-
El término «dualismo» también cia sugirió tentativamente una ver-
puede ser aplicado con menos exacti- sión modificada de la metempsicosis
tud a los sistemas filosóficos que ten- como la hipótesis más plausible.
gan como centro alguna oposición im- (J. O. U.)
E

EDWARDS, ]onathan (1703-1757), na- wards reconocerá que todos sus es-
cido en South Windsor, Connecticut, critos de madurez son intentos cui-
es ahora ampliamente reconocido co- dados y brillantes de defender y re-
mo una de las mentes filosóficas más interpretar los axiomas fundamenta-
brillantes y originales que se han pro- les del calvinismo, en términos preci-
ducido en América. Estuvo a mitad samente de aquel agudo entendimien-
de camino entre la mentalidad teoló- to y aquella profunda captación del
gica calvinista del siglo XVII y el tem- espíritu de Newton y Locke que nun-
peramento EMPIRISTA lockeano del si- ca abandonó ni por un momento. Es-
glo XVIII. En sus propios tiempos la taba situado, por así decirlo, con un
significación de sus escritos más im- pie a cada lado de una valla imposi-
portantes fue ignorada por ambas par- ble. Su sutil revisión del significado
tes. Pues casi por dos siglos su repu- del calvinismo lo hizo impopular en-
tación se vio confinada al campo de tre los defensores de la ortodoxia que
la teología especializada y fue dis- estaba intentando salvar; el uso que
torsionada al no lograr captarse su hizo del nuevo espíritu filosófico para
intención filorófica central. Y hasta el revivir la absoluta ortodoxia religiosa
siglo xx no fue reconsiderado y gra- le convirtió en un anatema para los
dualmente comprendido su papel en adocenados proponentes del espíritu
el drama del pensamiento del siglo secularizado de la «Ilustración». Pero
dieciocho. queda el hecho de que los escritos
La concepción tradicional de Ed- más importantes de Edwards muestran
wards era la de un hombre que en un entendimiento más profundo de las
su juventud pareció constituir una gran nuevas perspectivas filosóficas del si-
promesa como filósofo empapado de glo XVIII que el que exhiben las obras
los escritos y el espíritu de Newton y comúnmente aduladas de america-
LOCKE; que posteriormente, como mi- nos posteriores, tales como Frank1in
nistro calvinista, intentó revivir los y Paine.
axiomas fundamentales del calvinismo Sus obras principales fueron tres; y
en un momento en que estaban per- cada una estuvo ideada para reinter-
diendo peso en las mentalidades de pretar un axioma calvinista fundamen-
habla inglesa; y que, por tanto, debía tal a la luz de Newton y Locke. El
ser considerado como un «anacronis- axioma del Determinismo es defen-
mo» que ahogaba su promesa filosófi- dido en el tratado sobre La libertad
ca latente en los sermones sobre fue- de la voluntad. Este tratado sigue
go del infierno y en los tratados eso- siendo una de las defensas clásicas
téricos que intentaban justificarlos. del determinismo, y debería ser compa-
Un entendimiento correcto de Ed- rado con textos clásicos del siglo xx,
ELÉATAS 108

tales como La libertad de la voluntad sor cabal de las antinomias y heréti-


de los Asociados de California (1938). co por 10 que a eso respecta. Pero
El axioma de la depravación es de- pocos hombres del siglo XVIII, y en
fendido en el tratado sobre la Natu- ningún lugar, captaron más totalmen-
raleza de la verdadera virtud. La bri- te ni expresaron con más brillantez lo
llantez de la revisión de Edwards del que era nuevo y permanente en la fi-
concepto de depravación es difícil de losofía occidental del siglo XVIII.
sobreestimar. El argumento descansa
por completo en un análisis psicoló-
(J. W. S.)
gico claramente lockeano; su lógica es
impecable, y uno queda sorprendido ELÉATAS es el nombre que se da
por la independencia del argumento al filósofo PARMÉNIDES y a su segui-
respecto al recurso a temas teológi- dor ZENÓN, que vivieron en Elea (co-
cos, tales como la historia de la lonia griega en el sur de Italia) y ar-
Caída del Hombre. El axioma teo- guyeron que la realidad debe ser única
lógico central del calvisismo -el axio- e inmutable, y por implicación, que
ma de la omnipotencia y la inexcruta- el mundo de los sentidos plural es,
bilidad de Dios- es recurrente en por tanto, ilusorio. También cuenta
todos los escritos de Edwards; pero como eléata, porque aceptaba estas
el documento central en el que sien- opiniones Melisa de Samas, que flo-
ta cátedra sobre la fuente del conoci- reció c. 440 a. c.; rectificó a Par-
miento de Dios por parte del hombre ménides al argüir que el Ser era in-
es el tratado sobre las Afecciones reli- finito, no finito, e incorpóreo. También
giosas. También aquí se basa el argu- formuló un argumento explícito con-
mento de Edwards en una psicología tra la sensación: percibimos la plura-
empirista cabalmente lockeana. Su de- lidad, aunque también percibimos que
fensa de la base emotiva de la expe- las cosas cambian, 10 cual es impo-
riencia religiosa (ideada como defensa sible lógicamente según las premisas
de la Resurrección) es uno de los do- eleáticas; por tanto, la percepción es
cumentos más adelantados de su tiem- falsa, y si las cosas son muchas deben
po. A finales del siglo XVIII se co- ser del mismo tipo que el Uno eleático.
metió el gran error de proclamar un Puede que esta conclusión ayudara a
«argumento del designio» completa- LEUCIPO en su concepción del ATO-
mente no empírico como la piedra de MISMO. También JENOFANES fue consi-
toque del empirismo en religión. Por derado con frecuencia eléata en la an-
el contrario, Edwards vio claramente tigüedad, a causa del parecido super-
que el único modo consistente de in- ficial de su dios único con el Ser uno
troducir el empirismo en la religión de Parménides; pero el proceso lógico
era introduciendo el misticismo. La exi- de inferencia de Parménides es tan
gencia empírica es la exigencia de que radicalmente distinto del giro que le
se tenga experiencia de aquello que se da Jenofanes al antropormorfismo ho-
habla; y si se habla de Dios se exige mérico, que es muy probable que no
una vivencia mística. La defensa que haya habido vínculos estrechos entre
hace Edwards de la tesis de que ta- los dos pensadores. Los eléatas -y
les experiencias son siempre de ca- su líder Parménides en particular-
rácter esencialmente emotivo no sólo tuvieron un efecto profundo en el
busca conformarse a las demandas de
la psicología empirista de su tiempo, desarrollo del pensamiento presocráti-
sino que también da como resultado co. El monismo material de los mi-
un anuncio asombroso de afirmacio- lesios y el monismo estructural de
nes que generalmente van asociadas HERÁCLITO fueron reemplazados por
a William JAMES y su libro monu- sistemas que consideraban una plura-
mental, Variedades de la experiencia lidad de elementos esencialmente in-
religiosa publicado casi dos siglos des- mutables y que ahora tenían que en-
pués. frentarse a la cuestión de la validez
Debemos repetir que la defensa que de la sensación. Véase también los
hizo Edwards del calvinismo modifi- PRESOCRÁTICOS.
có seriamente a éste. Fue un defen- (G. S. K.)
109 EMPIRISMO

EMPÉDOCLES de Acragas en Sicilia, pédocles describía un ciclo personal


floreció c. 450 a. C. Fue doctor y de inocencia, polución, caída, purifi-
demócrata entusiasta; sus pretensio- cación y deificación. Las semejanzas
nes místicas por ejemplo, que era verbales con el poema físico sugieren
un dios, y que anteriormente ha- que este ciclo tenía alguna correspon-
bía sido «un muchacho, una chica, dencia con el cósmico. La polución
un arbusto, un pájaro y un pez en es causada por la mortandad y la lu-
el mar» ) dieron lugar a invenciones cha, y lleva a sucesivas encarnaciones
biográficas extravagantes. Para solucio- del tipo que también consideraron
nar el dilema de PARMÉNIDES afirmó los PITAGÓRICOS y los órficos. Véase
en su poema físico «Sobre la natura- también los PRESOCRÁTICOS.
leza» que los aparentes llegar-a-ser y (G. S. K.)
perecer, eran causados por la mez-
cla y separación de «raíces» o ele-
EMPIRISMO. En su uso ordinario el
mentos que existen eternamente -fue- término «empirismo» (del griego «ern-
go, agua, tierra y aire (cuya ,corpo- peiria» = «experiencia») significa el
reidad había verificado Empedocles
empleo de métodos basados en la ex-
mediante la observación). La atrac-
periencia práctica más que en un cuer-
ción y repulsión de las raíces eran po de teoría aceptado. Pero en filoso-
causadas por agentes motores espe-
fía la palabra se usa solamente en un
cíficos, el Amor y la Discordia, que sentido bastante distinto y técnico pa-
también poseían tamaño y volumen. ra referirse a la teoría filosófica de
Cuando el Amor penetraba en las raí-
ces y las mezclaba se reproducía algo que todo el conocimient? se deriv.a
de la experiencia. «Empirismo radi-
equivalente a la «esfera» .de Se!es de cal» fue el nombre que William JA-
Parménides; luego la Discordia en- MES dio a su versión de esta teoría.
traba gradualmente en la esfera que El empirismo ha sido desarrollado
era descrita como un dios y causaba principalmente por una serie de fi.
la pluralidad para afirmarse a sí mis- lósofos ingleses, de los cuales los
ma. De este modo los sentidos, si más importantes son: LOCKE, BER-
se les usaba adecuadamente no eran KELEY, HUME Y J. S. MILL. Aunque
necesariamente engañosos; de hecho, movimientos como el ENCICLOPEDISMO
la sensación era causada por los eflu- en Francia se han inspirado en las
vios físicos de objetos que entraban ideas empiristas, el empirismo nunc~
por los poros en los órganos de los ha conseguido arraigar en el conti-
sentidos y se encontraban allí con las nente, mientras que en Inglaterra h.a
raíces correspondientes; así, el fuego sido la tradición dominante de la fi-
activa el fuego en el ojo, en la visión. losofía desde el siglo XVII. Además,
Ernpédocles eliminó el llegar-a-ser- los empiristas continentales, como el
aparente de las cosmogonías tradi- francés Condillac, siempre han estado
cionales haciendo que la entrada de directa o indirectamente influidos por
la Discordia en la esfera fuera mera- la filosofía inglesa.
mente un estadio de los cuatro que Los principios generales del empi-
constituían un ciclo cósmico que nun- rismo se oponen primariamente a los
ca tenía fin: dominación del Amor, del RACIONALISMO, Y fue por reacción
entrada y aumento gradual de la Dis- contra los sistemas de DESCARTES, Es-
cordia, dominación de la Discordia, PINOSA Y LEIBNIZ, como se originaron
entrada del Amor. Nuestro mundo los empiristas modernos. Hay dos cu~s­
pertenece al segundo de ~stos. En. ~o­ tiones centrales en pugna entre raCIO-
rrespondencia a los estadios transtcio- nalistas y empiristas. La primera se
nales había dos estadios evolutivos: refiere a los conceptos A PRIORI (o
cuando el Amor estaba en el ascenso, «ideas innatas» como fueron errónea-
primero desunía las deformaciones, mente llamadas en el siglo XVII), es-
después los monstruos; cuando ascen- to es, ideas que, según se afirma, no
día la Discordia desunía primero las se derivan de la experiencia sensible
«formas completamente naturales», sino que son producidas independien-
después nuestro mundo. En un se- temente por la razón o por el inte-
gundo poema, «Purificaciones», Em- lecto. Los racionalistas admiten que
EMPIRISMO 110

algunos conceptos son empmcos (por nalistas se han inclinado, hablando


ejemplo que derivamos nuestra idea en general, a pensar que las creen-
de lo rojo de nuestra experiencia de cias basadas en la experiencia estaban
ver objetos rojos), pero mantienen que infectadas por el error. Para ellos, no
el conocimiento que tenemos del mun- se puede obtener el entendimiento
do también implica conceptos a prio- del mundo mediante la percepción
ri como los de causa y sustancia. Pa- sensible, que es confusa, sino me-
ra el empirismo es fundamental negar diante la especulación metafísica. Pero
la existencia de tales ideas. Los em- precisamente porque la metafísica
piristas, por tanto, argumentan que pretende proporcionar conocimiento de
o bien los pretendidos conceptos a una realidad que trasciende la expe-
priori pueden ser analizados o descom- riencia, la investigación metafísica de-
puestos en una combinación de con- pende de que tengamos conceptos a
ceptos más simples que se derivan de priori. La tradición empirista ha sido
la experiencia, o bien en ocasiones, por tanto antagonista de la metafísi-
de manera más radical, que no son ca, y le ha dado a la ciencia un alto
conceptos genuinos (por ejemplo, que valor como medio de adquisición del
«sustancia», en cuanto que término conocimiento. No es ningún acciden-
metafísico, es simplemente una pala- te que Hume describiera a Newton
bra a la que no se puede asignar como «el genio más grande y raro
ningún significado). La segunda dispu- que surgiera nunca para ornamento e
ta entre racionalistas y empiristas se instrucción de la especie».
refiere a las proposiciones o enuncia- Las soluciones que ofrecen los em-
dos a priori. Generalmente se está piristas a los problemas filosóficos
de acuerdo en que todas las verdades particulares son esencialmente aplica-
necesarias son a priori, puesto que de ciones de los principios generales que
la experiencia lo único que podemos hemos descrito. La descripción que
aprender es que ha ocurrido y que es da Hume de la causación es un ejem-
probable que ocurra, y no que deba plo clásico de esto. Hume es bien
ser así. Los empiristas, que creen consciente de que la relación de cau-
que no tenemos ningún medio de ad- sa y efecto presenta dificultades cru-
quirir conocimiento, excepto median- ciales para el empirismo y de que
te la observación de lo que ocurre tiene que mostrar que la idea de una
realmente, afirman que las verdades causa se origina en la experiencia.
necesarias son verdaderas por defini- Mantiene, y en esto ha sido seguido
ción, o ANALÍTICAS. Por el otro lado, por los empiristas posteriores gene-
los racionalistas mantienen que algu- ralmente, que la conexión causal en-
nos enunciados a priori son sintéti- tre dos eventos es, en efecto, la suce-
cos; esto es, que nos dicen algo acer- sión regular de éstos, que es una cues-
ca de la naturaleza del mundo. La tión de observación. Admite que la
aserción «todo evento debe tener una idea de causa envuelve la idea de ne-
causa» por ejemplo, se ha dicho que cesidad, pero también de ésta rastrea
es un principio autoevidente de este su origen en la experiencia. La ob-
tipo: a priori porque establece una servación repetida de que B sigue a
conexión necesaria, y sintético porque A produce en nosotros el hábito de
no es simplemente verdadero por de- pensar en B cuando percibimos A. La
finición (como «todo efecto tiene una fuente de nuestra idea de necesidad
causa»). Es característico del empi- es la experiencia de este hábito de
rismo negar que la razón pueda ase- pensamiento. La «necesidad», escribe
gurarnos la verdad de un enunciado Hume, «es algo que existe en la men-
genuinamente sintético y, por tanto, te, no en los objetos». Afirma, por
que cualquier proposición pueda ser tanto, haber refutado la explicación
a la vez a priori y sintética. racionalista de causación como una
Como resultado de su desacuerdo conexión necesaria entre objetos, y
en estas cuestiones de principio, ra- haber mostrado que la idea de cau-
cionalistas y empiristas tienen actitu- sación es una idea compleja que pue-
des muy distintas respecto a la ciencia de ser analizada en elementos más
natural y la metafísica. Los racio- simples (por ejemplo, la idea de se-
111 EMPIRISMO

cuencia regular), derivándose cada uno nido que elaborar una teoría ética
de ellos de la experiencia. que sea consistente con su descrip-
Otra aplicación típica de los princi- ción general de! conocimiento, no por-
pios empiristas es la efectuada en la que hayan estado especialmente inte-
teoría de la matemática. Siempre se resados por la ética. Los conceptos
había considerado a la matemática co- morales (como lo correcto, la obli-
mo un baluarte del racionalismo, pues- gación, el deber y demás) si son con-
to que, a primera vista, las proposi- ceptos genuinos y si e! empirismo es
ciones matemáticas son a priori y sin- correcto deben ser derivables de la
téticas. 7 + 5 = 12: parece cierto tanto experiencia como cualesquiera otros.
que esto debe ser así como que es ver- Pero según los racionalistas no es po-
dad con respecto a objetos que pode- sible esta derivación. Podemos ver que
mos conocer antes de cualquier expe- un hombre se está comportando in-
riencia de ellos. Los empiristas han gratamente, pero no podemos ver si-
respondido a este desafío de dos for- milarmente que su ingratitud está
mas, o bien negando el carácter a prio- equivocada. Nuestra idea de actuar
ri de la matemática o bien e! carácter equivocadamente, dicen los racionalis-
sintético. El primer curso es el que to- t~s, no está basada en la experien-
mó J. S. Mill que trata a la matemática CIa, y sabemos que la ingratitud es
como una generalización a partir de la algo equivocada sólo por que la ra-
experiencia. Según él, 7 + 5 = 12, es zón capta intuitivamente la cone-
una ley de la naturaleza basada en la xión a priori que hay entre estas
observación. Sin embargo, si la aritmé- dos ideas. Los principios básicos de
tica no es necesariamente verdadera y la lI?oralidad son autoevidentes, en el
s?lalI?ente es establecida por la expe- sentido de que no pueden, ni nece-
riencra, queda la posibilidad de que sitan, ser justificados, por el argumen-
pudiera ser falsificada por la expe- to o la observación. La réplica de los
riencia, por difícil que pueda ser empiristas del siglo XVIII a esta teo-
imaginar cómo sería esa experiencia. ría intuicionista fue, con palabras de
Pocos empiristas han estado dispues- Hume, que «la moralidad es más pro-
tos a admitir esta paradoja. General- piamente sentida que juzgada». Las
mente han tomado la otra alterna- ideas morales se derivan de nuestra
tiva, la de afirmar que la matemá- experiencia interior. Es cierto que
tica es analítica, y no sintética. Según no observamos la incorrección de una
este punto de vista, las proposiciones acción, sino que la sentimos, y es este
matemáticas son verdaderas por de- sentimiento lo que ponemos en pala-
finición. 7 + 5 = 12 es una verdad bras cuando decimos que la acción es
necesaria sólo porque definimos «7» incorrecta. (Véase el Libro 3, par-
«+», «5», «=» y «12», de tal mod~ te 1 del Tratado de la naturaleza hu-
que esto sea así. Por tanto, la mate- mana de Hume.) Este punto de vis-
mática no nos da, como pensaban ta (que a menudo es llamado teoría del
los racionalistas ninguna información sentido moral) fue combinado de for-
sobre la naturaleza del mundo. (Véa- ma característica en e! empirismo del
se, por ejemplo, e! capítulo 4 de Len- siglo XVIII con la teoría de que nues-
guaie, verdad y lógica de A. J. Ayer.) tro único deber es producir tanta fe-
Aunque existen desacuerdos técni- licidad como sea posible (utilitaris-
cos considerables con respecto a la mo). Aunque el utilitarismo no es
naturaleza de la matemática entre una parte esencial de la ética empi-
los empiristas de nuestros días to- nista, esta combinación es comprensi-
dos ellos están de acuerdo en el ble. Porque, puesto que no creen que
punto esencial de que sus verdades los principios morales sean autoeviden-
son necesarias sólo porque son no-in- tes, es natural que los empiristas
formativas en este sentido. mantengan que la moralidad está jus-
El empirismo es primariamente una tificada por su tendencia a producir
teoría del conocimiento, pero su in- la felicidad humana, lo cual constituye
fluencia también ha sido considerable una apelación a los sentimientos instín-
en e! campo de la ÉTICA. La razón tivos de simpatía de cada persona. Los
de esto es que los empiristas han te- empiristas contemporáneos han com-
ENCICLOPEDISTAS 112

prendido que no es satisfactorio tra- desarrollo de la lógica matemática.


tar a los juicios morales como enun- También ha llevado a la concepción
ciados acerca de los sentimientos, y de la filosofía como análisis de con-
considerar a la ética como una rama ceptos y proposiciones, y, por tan-
de la ciencia de la naturaleza humana, to, a una hostilidad creciente hacia
a la manera de Hume. Por tanto, han la filosofía especulativa y en particu-
tenido la tendencia a argüir que los lar hacia la metafísica. Esta hostilidad
principios morales no afirman verdades encontró su expresión más extrema
a priori, ya que no afirman nada, sien- en el POSITIVISMO LÓGICO, defendido
do su única función la función prác- en los años 20 y 30 principalmente
tica de influir en la conducta. Se ha por e! grupo de filósofos conocido
sugerido que los juicios morales son como el CÍRCULO DE VIENA. Los po-
realmente órdenes (por ejemplo, «ro- sitivistas mantenían que aparte de los
bar es equivocado» = «no robes»), enunciados formales o analíticos de
o que son expresiones del sentimien- la matemática y la lógica, ningún
to (no enunciados sobre sentimien- enunciado era significativo, excepto los
tos) que no tienen ninguna validez que pudieran ser verificados por la
objetiva. Esta «teoría emotiva de la observación. Las afirmaciones metafí-
ética» descansa en una concepción in- sicas y teológicas eran rechazadas en
genua de! lenguaje, y ha sido amplia- consecuencia, no por ser no probadas,
mente criticada. Sin embargo, parece sino por ser «sin sentido» o «caren-
probable que una investigación com- tes de significado», En e! momen-
pleta de la función de los juicios mo- to actual pocos empiristas llegarían
rales pueda llevar a una ética empiris- tan lejos. La tendencia es, sin du-
ta que evite las paradojas de la teo- da, no volver a instaurar la meta-
ría emotiva. física como medio de conocer una
Si se compara e! empirismo de los realidad que trasciende la experien-
últimos tiempos con e! de los si- cia, sino tratar los escritos de los
glos XVIII y XIX, e! avance más sig- metafísicos con más simpatía como
nificativo a detectar es la clara sepa- intentos de llevar a cabo una revi-
ración efectuada entre los temas lógi- sión a alto nivel de los conceptos,
cos y los psicológicos. Los antiguos un <muevo trazado del mapa de! pen-
empiristas se interesaban primaria- samiento», como ha sido llamado. Un
mente por problemas, de! tipo que empirismo más moderado de este ti-
ya hemos mencionado, acerca de! aná- po es lo que caracteriza al movimiento
lisis de los conceptos y del status filosófico contemporáneo, que es co-
lógico de las proposiciones, más que nocido en ocasiones como «análisis
de problemas psicológicos sobre e! lingüístico» o «filosofía analítica».
origen de las ideas. No obstante, a (E. B.)
menudo se sentían confusos sobre
cuestiones que estaban debatiendo y ENCICLOPEDISTAS. La primera in-
escribiendo como si su intención fue- tención del impresor y editor de Pa-
ra ofrecer una historia natural de rís, Le Breton, fue traducir la Cyclo-
la mente. Por ejemplo, Hume y paedia inglesa de Ephraim Cham-
J. S. Mill se sintieron comprometi- bers (1727), pero cuando DIDEROT
dos con una psicología atomista, que y d' Alembert se hicieron coeditores
explicara toda la actividad mental se agrandó el proyecto hasta conver-
en términos de la asociación de ideas. tirse en la Encyclopédie ou Die-
Los empiristas modernos, por otro tionnaire Raisonné des Sciences, des
lado, reconocen que su filisofía es Arts et des Métiers (1751-1765). Esta
compatible con cualquier teoría psi- gran obra, en 17 volúmenes en folio,
cológica que se base en la observa- fue un monumento a la erución de los
ción, y dejan la psicología para los intelectuales o philosophes franceses,
psicólogos. con el propósito de proporcionar in-
El establecimiento de! empinsmo formación de todas la ramas del co-
puramente como una tesis sobre la es- nocimiento y prestar especial atención
tructura lógica de! conocimiento ha a la aplicación de la ciencia a la in-
sido un estímulo importante para e! dustria, al comercio y a las artes.
113 ENCICLOPEDISTAS

Entre los colaboradores, el princi- un tributo notable a Montesquieu,


pal fue Diderot, que, además de te- autor del Esprit des Lois, cuya in-
ner la dirección general de la obra, fluencia en la Enciclopedia fue to-
escribió, además del Prospecto, un tal. No obstante, Montesquieu se
número inmenso de artículos -sobre mantuvo a distancia; rechazando es-
religión, historia antigua, teoría po- cribir sobre Despotisme y Démocra-
lítica (su artículo sobre la Autoridad tie, mandó un artículo incompleto so-
política es el pronunciamiento más bre el Goút que fue acabado por
franco de toda la obra), filosofía, mis- Voltaire. Ni tampoco contribuyó mu-
celánea; también escribió copiosamen- cho este último a pesar del interés
te sobre las artes aplicadas. D' Alem- y los ánimos. Sus artículos sobre
bert, que era miembro de la Acadé- Froid, Galant, Garant, Gazette, Gen-
mie des Sciences antes de los trein- re de Style, Grandeur, Grdce, Hémys-
ta años, escribió el celebrado Discur- ticcbe, Histoire, Ldoles, Idolátrie son
so Preliminar, en el que rastreaba el más importantes por su estilo que
crecimiento del conocimiento desde por su contenido, a excepción del de
los comienzos. Aunque estaba princi- Histoire. El amigo de Voltaire, Mar-
palmente interesado por la geome- montel, novelista y dramaturgo me-
tría, la matemática y las ciencias, diocre, contribuyó con artículos sobre
escribió el notable artículo sobre Gi- literatura.
nebra en 1757, que provocó las iras Aunque los editores afirmaban que
de la clerecía local (identificada allí la Enciclopedia había atraído a los
con el Socinianismo) y también la có- colaboradores más eminentes, dos per-
lera de ROUSSEAU, porque d'Alembert sonalidades destacadas encontraron
había deplorado la ausencia de un tea- que su atmósfera era demasiado be-
tro en Ginebra. Esto motivó la indig- licosa: Buffon, autor de la gran His-
nada Carta a d'Alembert sobre los es- toria natural, que puede que contri-
pectáculos de Rousseau. Disgustado buyera con un artículo sobre Nature;
por la ruidosa protesta que levantó es- y Duelos, historiador cortesano que
te artículo y por otras razones de pru- escribió solamente sobre Déclamation
dencia y ambición d' Alembert retiró su y Etiquette. El físico del rey, Ques-
colaboración a finales de 1757, dejando nay, contribuyó con dos artículos ex-
que Diderot continuase solo. Felizmen- cepcionales Fermiers y Grains, que
te el devoto amigo de Diderot, el son producto de los principios fisio-
Chevalier de jaucourt, que había es- cráticos. Turgot, que más tarde se-
tudiado medicina en Ginebra, Leyden ría famoso como Ministro e Inten-
y Cambridge, se convirtió entonces en dente, procedía de la misma escue-
el factotum general de la obra y es- la de pensamiento fisiocrático. Es-
cribió artículos sobre la más amplia cribió sobre Foires et Marchés, con-
variedad de tópicos -filosofía ante- denando las barreras a la empresa li-
riorrnente había publicado un estudio bre; sobre Fondations, mostrando
sobre LEIBNIZ), política y literatura, las desventajas del legado incambia-
guerra, despotismo, gobierno y monar- ble; un artículo erudito sobre Etymo-
quía, etcétera. Algunos críticos afir- logie y otro sobre Existence. En
man que fue tan importante, y que cuanto al barón d'Holbach, alemán,
se dedicó tanto a la empresa, como el mecenas del movimiento pbiloso-
el mismo Diderot. pbe, escribió sobre mineralogía y quí-
J. J. Rousseau escribió sobre mUSI- mica y existen bases para atribuirle
ca, pero una contribución más impor- el artículo sobre los Représentant,
tante sobre Economía Política anti- que mantiene que un estado no
cipaba algunas de las teorías de El con- puede ser próspero y feliz a menos
trato social. Más adelante Rousseau que el rey invite a la cooperación
llegó a considerar la Enciclopedia co- de todos los elementos de la pobla-
mo obra del diablo; se peleó no sólo ción. Por lo que resta, su filoso-
con d'Alembert, sino también con fía general está contenida en su no-
Diderot, e injurió ferozmente a todos torio Systém de la Nature (1770),
los filósofos y a sus obras. donde insistía en que los reyes eran
El quinto volumen se abría con los defensores de la libertad de sus
ENGELS 114
súbditos. Holbach era ateo y como en ningún caso se hizo cumplir la pro-
tal fue atacado por Voltaire. hibición durante mucho tiempo, y la
La gran mayoría de los artículos obra siguió adelante a pesar de la hos-
son fácticos y objetivos, escritos por tilidad. En 1757, un abogado llama-
especialistas que no actuaban intere- do Moreau publicó un panfleto en e!
sadamente. La mayoría de sus nom- que los filósofos eran llamados Ca-
bres han caído en el olvido, pero po- couaes, una definición peyorativa que
demos mencionar a Daubenton, que les produjo gran enojo. En 1760 Pal-
escribió sobre historia natural, Du- lissont satirizó a los filósofos, princi-
marsais sobre Gramática, Toussaint palmente a Diderot y a Rousseau, en
sobre Jurisprudencia, el ilustre doc- la comedia que lleva ese nombre.
tor Tronchin de Ginebra sobre Ino- Otros enemigos fueron Boyer, antiguo
culación, Pichard, Marchand Fabri- obispo, y el poeta Le Franc de Pom-
cant Bonnetier, sobre Sombrerería; pignan, quienes fueron ferozmente
los abates Yvon y Mallet, dos inocen- ridiculizados por Voltaire. Pero el
tes que escribieron sobre teología. hombre que más irritación produjo
Sin embargo, otros artículos fueron fue Freron, editor de L'Année Litté-
más mordaces. Mientras las opiniones raire, el periodista tábano o más bien
sobre política eran moderadas por- avispón (Frelon, a quien Voltaire so-
que el republicanismo no tenía adep- metió a una crítica petulante pero
tos, las contribuciones conectadas con inefectiva en su obra de teatro L'Ecos-
la filosofía (profundamente impregna- saise (1760).
das del empirismo lockeano) y la re- Diderot se mantuvo firme ante to-
ligión eran de doble filo, a pesar das estas vicisitudes, un auténtico
de las profesiones de ortodoxia. Por [este Burg. Gracias a sus esfuerzos
ejemplo, en Capucbon se deplora la apareció en 1765 e! volumen 17 y úl-
ausencia de los monasterios de la timo de! texto, y los once volúmenes
saine pbilosopbie, y en Encyclopédie indispensables de láminas fueron com-
aparece la suave declaración de que pletados sobre 1772. Este gran mani-
la contribución de la Sorbona al co- fiesto del movimiento philosophe
nocimiento será la teología, la his- fue, a pesar de omisiones y contra-
toria sagrada y la historia de las su- dicciones, el más bello tributo a la
persticiones. Se necesita leer entre lí- razón y el poder de la mente hu-
neas y seguir las referencias cruzadas mana que Francia y la Edad de la
para captar el escepticismo de estos Ilustración produjeron. La intención
filósofos racionalistas ante las verda- confesada de Diderot, que era «cban-
des de la religión. Estas últimas no ger la [acon commune de penser»
resistirían las leyes de la evidencia (cambiar los hábitos aceptados de
que Diderot exigiera en su artículo pensamiento) fue cumplida en gran
Agnus Scythicus. A causa de esta ac- medida.
titud la Enciclopedia fue sospechosa (F. A. T.)
desde e! principio, y en el curso de
su accidentada carrera entró en con- ENGELS, Friedrick (1820-1895), socia-
flicto con los jesuitas, los jansenis- lista alemán, fue e! amigo, e! colabora-
tas, la Sorbona, el Papa, el Parla- dor y el apoyo financiero de MARX
mento, e! devoto partido de la Cor- durante la residencia de éste en Ingla-
te y con enemigos privados. La pri- terra. A Engels, más que a Marx, de-
mera supresión en 1752, gracias a bemos la exposición de los principios
la intriga jesuita, fue repetida en 1759, fundamentales de! MATERIALISMO DIA-
debida en gran parte a la protesta LÉCTICO. Sus obras teóricas más im-
ruidosa en contra del materialismo de portantes son Ludwig Feuerback, en
De l'Esprit, una obra de Helvecio, la que trata e! materialismo y e! idea-
amigo pero no colaborador. El fiscal lismo, el materialismo dialéctico y
supuso que esta obra era la quinta- mecanicista y la reorientación mate-
esencia misma de la doctrina philo- rialista de la dialéctica hegeliana;
sopbe y fue condenada a ser que- Anti-Dübring, en la que reestablece
mada. Esto dio lugar a la segunda gran parte de sus posturas como ré-
supresión de la Enciclopedia, pero plica a las críticas de Dühring; y
115 EPICURO

La dialéctica de la naturaleza, que con- EPICURO (342-270 a. C.), ciudadano


tiene su declaración más completa so- ateniense. Fue criado en Samas vol-
bre las leyes del desarrollo. Engels tam- v}ó a Atenas <;Iurante un cort¿ pe-
bién compartió la empresa política de nado de estudio cuando era joven
Marx, siendo su obra Del socialismo y después pasó algunos años en Asi~
utópico al socialismo científico una Menor. Volvió finalmente a Atenas
de las mejores exposiciones de las alrededor del 306 a. C., donde fundó
posiciones del socialismo marxista' su escuela en el jardín en que enseñó
también fue coautor con Marx deÍ hasta su muerte.
Manifiesto del Partido Comunista. La noción moderna del epicúreo
(J. O. U.) como un hombre dado a la vida vo-
luptuosa se basa en las calumnias de
EPICTETO (c. 55-c. 135 a. C.), ESTOICO los escri.tores griegos posteriores, y no
. de Hierapolis, Frigia. Esclavo libera- en la VIda y enseñanzas de Ep.icuro.
do del secretario de Nerón, y alumno «Envíame queso de Cythnos para
del estoico Musonio, fundó una escuela que pueda comer suntuosamente cuan-
en Nicopolis cuando Domiciano deste- do guste», dice un fragmento de una
rró a los filósofos de Roma en el de sus cartas, indicativo de su modes-
año 89. Su estoicismo subraya la liber- ta comida; y en su lecho de muerte
tad, la providencia, la practicidad la escribió, conmovedoramente a un
humanidad. Un hombre debe elegir'en- amigo: «En este último, aun'que ben-
tre la esclavitud a 10 externo y la li- dito, día de mi vida, te escribo. Los
bertad en la inviolabilidad de su fin dolores y las torturas del cuerpo los
moral, que es lo único que tiene por tengo al máximo, pero contra esto se
completo en su poder, inalcanzable opone la dicha de mi corazón por el
por las enfermedades externas. Nin- recuerdo de nuestras felices conver-
gún hombre puede injuriar o ser in- saciones en el pasado. ¿Cuidarás de
juriado por otro, sólo puede injuriar- los niños de Metrodoro, si eres dig-
se a sí mismo. Pues el principio rector, no de tu devoción a mí y a la Filo-
y desde luego divino, del hombre es sofía?».
su voluntad moral; por lo que su Epicuro es mejor conocido por su
único deber activo es ejercerla correc- teoría moral del HEDONISMO y como
tamente, y reconociendo la regla de exponente de la teoría atómica' sin
la divina providencia en el universo embargo, no fue original en ninguno
del cual es él una parte integral, acep- de estos campos. La única contribu-
tar la voluntad de Dios. Disgustado ción original que hizo a la teoría del
con la teorización académica, se con- atomismo, la opinión de que los áto-
centró en una ética práctica ilustrada mos caían originalmente en una es-
por los ejemplos cotidianos; sus hé- pecie de lluvia de cursos paralelos,
roes fueron SÓCRATES y DIÓGENEs. pero que unos pocos átomos se des-
Su mensaje no iba dirigido, como el viaban bruscamente por libre elección
de muchos estóicos, a una élite inte- ocasionando así colisiones, está clara-
lectual, social o dirigente, sino a la mente motivada por consideraciones
hermandad común de los hombres or- morales y es una regresión más que
dinarios. La humanidad y nobleza de un adelanto. Siendo esto así, remiti-
sus enseñanzas brilla en el Manual mos al lector al artículo general del
y en cuatro libros de clases que han ATOMISMO. En moral, también parece
sobrevivido y que nos han llegado haber sido poco original, pues lo
gracias a las notas de su alumno Arria- esencial de la ética de Epicuro se
no. El error es humano y no debe des- puede encontrar en los fragmentos
alentarnos de permanecer fieles al éticos de DEMÓCRITO. Las afirmacio-
ideal; sólo la impostura y la preten- nes explícitas de Epicuro, respecto
sión deben ser censuradas. Su influen- de su originalidad en materias teóri-
cas, pueden ser desechadas como
cia posterior tanto en el pensamiento falsas.
pagano como en el cristiano fue muy
amplia. Pero si Epicuro no fue original en
materias teóricas no es porque fue-
(1. G. K.) ra un pensador de segunda clase,
EPICURO 116
sino porque se interesaba esencial- ciales de la teoría ética de Epicuro;
mente por lo práctico; era un evan- pero él está mucho más interesado
gelista secular que tenía que pre- por decirnos cuál es la elección sabia
dicar el secreto de la verdadera felici- de los placeres que por la teoría. Di-
dad, y como tal evangelista tenía una ce en la carta a Meneceo: «Por tan-
honestidad moral similar a la de los to, cuando mantenemos que el placer
apóstoles del UTILITARISMO del si- es un fin, no queremos referirnos a
glo XIX. De este modo, Epicuro en- los placeres de los libertinos y a los
señó la teoría atomista no como una que consisten en la sensualidad ... ,
verdad a ser proclamada por sí mis- sino a la libertad del dolor en el
ma, sino como un antídoto para la cuerpo y de la pertubación en la
superstición; los hombres estaban ob- mente. Pues no es la bebida continua,
sesionados por el miedo a los dioses ni la satisfacción de los deseos .. " si-
y a los demonios, aterrados por la no el razonamiento sobrio que busca
muerte y los tormentos del otro mun- los motivos de toda elección y evi-
do, y, por tanto, no eran felices; las tación.» Los doJores de la mente son
doctrinas mecanicistas del atomismo, más importantes que los del cuerpo,
que negaban a los dioses cualquier que o son soportables o .producen la
control de la naturaleza o de los in- muerte, que no es un mal. La muerte
tereses de los asuntos humanos y que no es ni buena ni mala, porque sólo el
trataban al alma como a un concurso placer y el dolor son buenos y ma-
de átomos que se disolvía con la muer- los, mientras que la muerte «no es
te, eran primariamente un antídoto nada para nosotros, ya que mientras
contra estos terrores. Pero un atomis- existimos la muerte no está con nos-
mo puramente mecanicista podría su- otros y cuando la muerte llega enton-
gerir que el hombre era una mera ces ya no existimos». Además, aun-
máquina; la teoría de la desviación que la virtud no es en sí misma un
atómica voluntaria era un antídoto bien, ningún hombre puede vivir una
contra este peligro, justificable sola- vida feliz a menos que viva virtuosa-
mente en cuanto que exigido por la men te y la vida virtuosa es placen te-
ética, pero era una mera excrecencia ra como tal.
sobre la teoría atómica; «sería me- Epicuro no era ateo; pero los dio-
jor seguir los mitos sobre los dioses ses no controlan la naturaleza ni in-
que convertirse en esclavo del desti- terfieren en la vida humana. Viven
no de los filósofos naturales». muy lejos en el espacio una vida de
Las opiniones morales de Epicuro bienaventuranza infinita que sería da-
han sido mal comprendidas y tergi- ñada si se preocuparan por los asun-
versadas en gran medida. La base tos humanos; es impío creer que los
teórica es que sólo el placer es bue- dioses no tienen nada mejor que ha-
no y siempre bueno. Éste consiste en cer que preocuparse por la humani-
la expulsión del dolor, y cuando el dad. Epicuro practicó una adoración
dolor ha terminado, el placer sólo desinteresada de los dioses concebida
puede ser variado, pero no aumen- como manifestación de la beatitud úl-
tado. El placer es o bien corpóreo, tima.
siendo la salud perfecta su forma más La enseñanza práctica de Epicuro
elevada, o bien mental, cuando se tra- es, pues, paradójica. Es un teísta que
ta de la liberación del miedo y de la considera que la religión ordinaria es
ansiedad. Pero aunque todo placer es mala; un hedonista que defiende una
bueno en sí mismo algunos placeres vida virtuosa simple dedicada al es-
traen consigo el dolor como una con- tudio; un defensor de la virtud y la
secuencia inevitable; por tanto, no to- prosecución de la verdad que mantie-
do placer debe ser elegido. Así pues, ne que éstas no tienen ningún valor
la sabiduría es de la mayor importan- en sí mismas. Esta doctrina apela
cia, puesto que es por ella por la que sólo a minorías y los epicúreos fue-
somos capaces de hacer la mejor elec- ron impopulares y calumniados ya
ción de placeres. Epicuro introduce en la antigüedad. Pero parece que
así la noción de cálculo hedonista. Epicuro sí que procuró vivir la vida
Tenemos aquí todos los rasgos esen- que predicaba; reunió una comunidad
117 EPISTEMOLOGíA
simple de discípulos a su alrededor nera concluyente; y luego nos vemos
en su jardín; se dice que «excedía a forzados a decir que si se las juzga
todos los otros en el volumen de sus por este criterio riguroso, ni siquiera
obras», de las cuales sobreviven unas la física y la química son realmente
setenta u ochenta páginas; y en su ciencias; y esta conclusión entra en
lecho de muerte habló desdeñosamen- grave conflicto con nuestras ideas or-
te de sus agudos dolores que no pe- dinarias.
saban nada contra la alegría de su Otros problemas de la Teoría del
mente. Conocimiento se centran no en la no-
Entre los escritos de Epicuro, que ción de ciencia, sino en las nociones
han sobrevivido, se puede señalar la de nuestras investigaciones: inferen-
carta a Herodoto por contener la pri- cias, percepciones, recuerdos, imagi-
mera descripción completa que exis- naciones personales y demás. ¿Cómo
te de la teoría atómica general y la puedo tener por cierto que el palo
carta a Menoeco que contiene una bre- que está medio inmerso en el agua
ve explicación de la postura ética. El está torcido o no? ¿Cómo puedo te-
poema filosófico de LUCRECIO, De ner por cierto si estoy recordando
Rerum Natura, también saca a luz realmente un evento pasado o estoy
las doctrinas y la actitud práctica de imaginándolo meramente, y si ahora
Epicuro. estoy despierto o estoy soñando?, ¿no
(J. O. U.) podría ser víctima de una ilusión con-
tinua?
EPISTEMOLOGíA. Existe un conjun- Cualquiera que sea el tipo de cosa
to de problemas filosóficos de amplio que queremos averiguar, nuestro in-
alcance y vagamente entretejidos que tento puede fallar de una o de dos
se refieren a nociones tales como co- maneras. Podemos estar simplemente
nocer, percibir, estar seguro, conje- confundidos, o podemos haber llega-
turar, estar equivocado, recordar, do a algo positivamente equivocado.
averiguar, probar, inferir, establecer, Podemos estar confusos o podemos
corroborar, preguntarse, reflexionar, cometer errores al calcular, al contar,
imaginar, soñar y demás. Esta parte al razonar, en las estimaciones visua-
de la filosofía suele ser llamada Teo- les de velocidades y distancias, al re-
ría del Conocimiento, o Epistemolo- conocer a la gente o los lugares, al
gía -derivándose esta última palabra recordar, así como en cosas más eje-
del griego Episteme = conocimiento o cutivas como escribir, tener un pro-
ciencia. pósito y tratar la enfermedad. ¿Qué
Algunos de estos problemas giran salvaguardas tenemos contra los erro-
alrededor de la noción de ciencia, en res? ¿Cómo podemos conocer algo,
el sentido de que la astronomía es una si es que podemos? Porque al cono-
ciencia, pero la astrología no. Un pro- cer, a diferencia de lo que ocurre
blema muy típico de este tipo es el cuando creemos, confiamos y supone-
problema de por qué hay en la MATE- mos, no podemos estar equivocados.
MÁTICA pura pruebas conclusivas de Cuando consideramos opiniones
los teoremas, mientras que no se pue- conflictivas sobre lo que existe y
den encontrar ni siquiera buscar ta- ocurre en el mundo que nos rodea,
les certezas demostrables, por ejem- por ejemplo, sobre las alturas relati-
plo, en la historia o en la medicina. vas de dos campanarios o sobre la
Sería absurdo que un matemático se fecha de migración de los cucos, pen-
contentara con meras conjeturas plau- samos que podríamos decidir entre la
sibles o incluso con hipótesis alta- opinión verdadera y la errónea mi-
mente probables. Los científicos de diendo simplemente, en uno de los
otras disciplinas no parecen estar en casos, las alturas de los dos campa-
posición de aspirar a algo más que a narios, y en el otro caso observando
un alto grado de probabilidades ele- las llegadas y partidas de los cucos
vadas. Nos inclinamos a decir que un durante una serie de años. Pero en-
cuerpo de verdades ocupa el puesto tonces tenemos que enfrentarnos al
de una ciencia verdadera solamente hecho de que hay errores de medida
cuando éstas son establecidas de ma- e incluso de visión del primer cuco.
EPISTEMOLOGíA 118

¿Cómo podríamos decidir entre me- que en un cierto momento oí un rui-


diciones conflictivas o entre informes do de un tipo determinado. ¿Cómo
conflictivos de los que observan a los podemos entonces ir más allá de
pájaros? En este punto nos inclina- nuestras impresiones presentes e in-
mos a decir que la decisión última, cluso en ocasiones pretender que cono-
si pudiéramos llegar a ella, vendría cemos? La respuesta natural que se
dada por las impresiones sensibles no puede dar es que nosotros inferimos
adulteradas por ningún supuesto, de, por ejemplo, el sonido que hemos
conjetura o expectativa -por audicio- oído la conclusión ulterior de que el
nes puras, visiones o gustos en los cuco ha llegado. El conocimiento que
que todavía no hay lugar para des- tenemos del mundo que nos rodea,
viaciones o juicios erróneos. Aquí junto con las meras creencias y con-
tenemos quizás el fundamento abso- jeturas sobre este mundo son conglo-
lutamente firme sobre el que podría- merados de conclusiones entrelazadas
mos construir el conocimiento del que están inferidas, a veces legíti-
mundo que nos rodea. La diferencia mamente, a veces con cierto riesgo, y
entre tener conocimiento de algo que a veces ilegítimamente, de nuestras
esté en el mundo que nos rodea y impresiones. A diferencia de la creen-
tener meramente una opinión falible cia y la conjetura, el conocimiento se-
sobre éste sería que el primero esta- ría el producto único de inferencias
ría apoyado por las impresiones sen- legítimas y sin riesgo. Pero entonces,
sibles en todos los puntos, mientras ¿qué es 10 que puede garantizar, si
que el último, aunque sugerido por es que hay algo, que nuestras inferen-
éstas, sería apoyado por éstas sólo cias mismas no están equivocadas?
parcialmente en el mejor de los ca- Aun cuando las impresiones de las
sos. Donde estoy o pueda estar equi- que inferimos puedan estar exentas de
vocado, he dejado que mi imaginación desviación, las inferencias que de ellas
salte por delante de las impresiones extraemos no 10 están.
requeridas. Si conociéramos, de algún modo,
Este tipo de descripción de la di- desde el comienzo alguna ley causal
ferencia entre conocimiento y opinión que no tuviera ninguna excepción, con
falible no será aplicable dentro del el efecto de que siempre que se tenga
campo de las verdades y las falseda- una secuencia de impresiones sensibles
des puramente abstractas, como las de tal o cual forma, se seguirán siem-
de la matemática pura, ni tampo- pre tales y cuales impresiones sensibles,
co dentro de algunos otros campos, entonces en cualquier caso particular
como el de la ética. Ni tampoco pue- podríamos, sin riesgo de error, infe-
de mi conocimiento de los deseos, rir de las impresiones sensibles del
miedos, imaginaciones y meditaciones momento presente las que le van a
presentes decansar sobre la base de suceder en los próximos momentos.
10 que yo veo con mis ojos o saboreo Pero no comenzamos con tal conoci-
con la lengua. Al parecer, es sólo miento. Si obtenemos porciones de
para nuestro conocimiento de 10 que tal conocimiento, las obtenemos al fi-
existe y ocurre en el mundo que nos nal del día, tras mucha observación
rodea, así como en nuestros propios y experimentación. Solamente descu-
cuerpos, para 10 que los impresiones brimos los modos en que las cosas
sensibles suministran los fundamen- ocurren siempre, o, en ocasiones, al
tos de granito. encontrarlas cuando están ocurriendo
En todos los casos que ocurren en y cotejar lo que hemos encontrado;
este campo en los que normalmente e incluso entonces las leyes y regula-
afirmaríamos no estar meramente su- ridades que afirmamos haber determi-
poniendo o creyendo algo, sino haber nado en un momento particular siem-
descubierto algo o estar seguros de pre están sujetas a correcciones subsi-
ello, el hecho que afirmamos conocer guientes. La naturaleza nunca deja de
va más allá de cualquier impresión sorprender. En ocasiones ocurre 10
visual o auditiva momentánea parti- que no estaba predicho y lo predicho
cular. Si afirmo que ha llegado el no ocurre en ocasiones. Por tanto,
cuco, estoy afirmando algo más de empieza a parecer que el conocimien-
119 EPISTEMOLOGíA

to del mundo que nos rodea, yendo El conocimiento, en cuanto que opues-
más allá de nuestras impresiones de! to a la conjetura y a la opinión, debe
momento, no se puede obtener en encontrarse donde hayan de encontrar-
absoluto. Pues tendría que ser cono- se las ciencias en su más alto estadio
cimiento por inferencia; pero no po- de madurez. Lo que es conocido por
seemos, para comenzar, ninguna ga- alguien y es en principio conocible
rantía para hacer tales inferencias. Si por todos, es cualquier cuerpo de ver-
damos saltos que vayan más allá de dades establecidas de manera conclu-
nuestras impresiones presentes, pue- yente por los métodos rigurosos de la
de que no tengamos, para empezar, ciencia verdadera. Podemos pasar de
ninguna garantía para hacerlos; e in- las conjeturas y la opinión falible al
cluso cuando resulten bien, esto no conocimiento, operando como lo hacen
puede por sí mismo justificarnos para los geómetras y los aritméticos, a sa-
dar e! mismo salto en la próxima oca- ber, con e! pensamiento puro, no vicia-
sión similar. Una conjetura afortu- do por las aportaciones de nuestros
nada puede ser sucedida por otra con- sentidos. Allí donde podemos calcular
jetura afortunada. Pero no tene- y demostrar podemos conocer. Allí
mos ninguna razón para esperarla por donde solamente podamos observar y
mucho que, como los jugadores, sea- experimentar no podemos conocer.
mos tan irracionales como para espe- Ningún conjunto de impresiones sensi-
rar que nuestros éxitos continúen. bles puede producir conocimiento. Só-
Hasta aquí no hemos estado expo- lo podemos determinar verdades me-
niendo, sino más bien reconstruyendo diante ejercicios de! pensamiento puro.
una línea de pensamiento que fue En e! sentido más exacto de la pala-
operativa especialmente en LocKE, bra «ciencia» no puede haber ciencias
BERKELEY y HUME. Hemos contrasta- empíricas, sino solamente ciencias pu-
do nuestras percepciones e inferen- ramente raciocinativas. Los que man-
cias falibles con el conocimiento de tienen esta clase de opinión son llama-
lo que existe y ocurre en e! mundo dos «RACIONALISTAS». Este programa
que nos rodea, con e! desagradable no nos satisface. Objetamos que inclu-
resultado final de que este conoci- so garantizando que en la matemática
miento parece estar por siempre fue- pura podamos descubrir verdades
ra de alcance. Los mismos asuntos de no contradecibles, estas verdades si-
los hechos cotidianos que nos incli- guen estando limitadas por ser ver-
namos a aducir como instancias ob- dades completamente abstractas. La
vias de las cosas conocidas y no mera- geometría pura no puede decirnos
mente supuestas u opinadas -tales las posiciones o dimensiones de las
como que el cuco ha llegado a In- cosas reales de! mundo, sino sólo
glaterra o que este campanario es más por ejemplo, que si hay algo en ei
alto que aquél-, parecen incapaces mundo que posea ciertas dimensio-
de mantener su promesa. La funda- nes entonces esto tiene otras dimen-
ción de granito de la prueba equivo- siones determinadas. La geografía
cada de las impresiones sensibles pa- no podría llegar a ningún lado sin la
rece incapaz de acarrear ninguna su- geometría, pero la geometría no pue-
perestructura de la prueba errónea. de establecer por sí misma la posi-
Quizás todo lo que pueda conocer por ción, ni siquiera la existencia, de una
la percepción es que en este momen- simple colina o de una isla. Las ver-
to estoy viendo tales y cuales colores, dades de la razón obtienen el premio
oliendo tales y cuales aromas y oyendo de la certeza sólo a costa de guardar
tales y cuales ruidos, y estos colores silencio sobre lo que existe u ocurre
vistos y ruidos oídos no son claves realmente, si es que existe u ocurre al-
dignas de confianza, si es que son go. La razón pura puede llegar a
claves, de lo que existe u ocurre en verdades no contradecibles, pero nin-
e! mundo que nos rodea -si es que guna de estas verdades de la razón
existe tal mundo. puede también ser o producir verda-
Consideraciones como éstas han lle- des de hecho. No podemos aprender
vado a muchos pensadores a invertir meramente de las teoremas de la
la dirección total de la investigación. geometría euclideana o de las fórmu-
EPISTEMOLOGíA 120

las del álgebra si son verdaderas la lidad al estadio en que intentamos


astronomía ptolomeica o copernicana, afirmar algo de las cosas, nuestras in-
ni siquiera si existen las estrellas en vestigaciones empiezan a ser controla-
absoluto. das no justamente por un ideal utópico
Si estas certezas alcanzables están del conocimiento por prueba de en-
en sí mismas demasiado vacías fácti- gaño, sino por procedimientos de
camente como para proporcionar co- comprobación operativos, aunque ini-
nocimiento del mundo real, y si las cialmente inarticulados. Empezamos
impresiones sensibles, por sí mismas, a mirar, sentir y escuchar experimental
son demasiado anárquicas como para metódica y suspicazmente. Aunque co-
proporcionar inferencias fidedignas de metemos infinidad de errores, comen-
lo que existe y ocurre en el mundo zamos a dar pasos cautos para preve-
real, parece que sólo queda una vía nirlos y pasos de remedio para rectifi-
de escape de la deprimente conclu- carlos. Nos hacemos conscientes del
sión de que no tenemos la posibilidad contraste entre «real» y «aparente»
de conocer ni una sola porción de lo cuando dominamos las múltiples téc-
que más queremos conocer. Esta vía nicas para decidir entre éstos. Comen-
de escape fue la que sugiriera KANT zamos ahora a utilizar nuestros ojos,
por primera vez. El conocimiento de dedos y oídos con cierto grado de jui-
lo que existe y ocurre debe tener ciosidad, y lo que vemos y oímos son
para su fundamento no sólo las ver- ahora ejercicios, no sólo para nuestros
dades formales y, por tanto, no contra- sentidos, sino también para nuestro
decibles de la razón pura, ni tampo- entendimiento. Pues confesamos ade-
co las no-interpretadas, y por tanto, cuadamente haber sido no sordos o
prueba de engaño de las impresiones ciegos, sino estúpidos con respecto a
de los sentidos, sino las verdades de nuestros errores perceptivos todavía
la razón en tanto que principios orga- frecuentes, por ejemplo, con respecto
nizadores de las impresiones sensibles, a nuestras falsas estimaciones, recono-
y las impresiones sensibles como el cimientos y nuestras no discrimina-
material concreto a organizar por las ciones. La percepción no sólo exige
verdades de la razón. Es la aplicación sensibilidad, sino también racionalidad
de las certezas formales de las cien- aunque no exija, salvo en circunstan-
cias abstractas a lo que obtenemos al cias poco usuales, razonamientos ex-
ver, oír, etc., lo que nos permite en plícitos.
primer lugar ordenar de alguna ma- Siempre existe la posibilidad de
nera el material de nuestras impre- error; pero también existe siempre la
siones, y luego discernir lo que ver- posibilidad de detectar, corregir y pre-
daderamente existe y ocurre a partir venir los errores. Ser juicioso no sig-
de lo que, precaria y a menudo erró- nifica, desde luego, estar inmunizado
neamente, suponemos que existe y contra los errores, sino conocer có-
ocurre. Continuamos, desde luego, mo prevenirlos y corregirlos. Lo que
siendo víctimas frecuentes de ilusio- existe y ocurre en el mundo que nos
nes y de suposiciones precipitadas. rodea es discernible, en principio, pa-
Pero en principio sabemos cómo com- ra las criaturas que posean Sensibili-
probarlas y corregirlas. Sabemos los dad y Razón, i. e., para las criaturas
métodos de asegurarnos; y los prin- que puedan examinar juiciosamente.
cipios de los procedimientos que usa- Es importante estar en guardia con-
mos para asegurarnos son las verda- tra la tendencia profundamente arrai-
des abstractas de la razón pura pues- gada en todos nosotros a pensar en
tas en funcionamiento como cáno- las personas como si estuvieran, al
nes de objetividad en las investiga- igual que los grandes almacenes, di-
ciones experimentales del mundo que vididas en departamentos. Tenemos la
nos rodea. La razón pura no nos in- tendencia a hablar como si una per-
forma de cuestiones de hecho. Pe- sona consistiera de algún modo, en
ro sí que proporciona, por así decir- un empleado interno o agente llama-
lo, el ácido para nuestras pruebas de do su «Razón», en otro llamado su
acidez. Cuando progresamos al pasar «Memoria», en un tercero llamado su
del estadio infantil de la mera sensibí- «Imaginación», en un cuarto, sus
121 EPISTOMOLOGfA

«Sentidos», o en singular, su «vista», tra Conciencia nos hace reproches. Pe-


su «oído», y demás. Ahora sí que po- ro en las discusiones serias y teóri-
demos distinguir correctamente estas cas es necesario evitar tales personi-
y muchas otras capacidades humanas. ficaciones tentadoras.
Mi memoria puede estar deteriorán- Existe otro modelo al que se está
dose por la avanzada edad, mientras tentado de amoldar las teorías de! co-
que mi vista y mi oído siguen tan nocimiento, e! que podríamos llamar
buenos como antes, y mi capacidad el «Modelo de! Contenedor». Estamos
de calcular o argumentar incluso pue- tentados de suponer que, y esto es
den haber mejorado. Las lecciones, cierto, una persona que en una fe-
estimulaciones y ejercicios que des- cha todavía no haya aprendido cuál es
arrollan la capacidad del joven músi- e! sabor de las piñas, o qué significa
co no son en absoluto iguales a «isósceles», puede haber aprendido es-
las que desarrollan la capacidad de! tas cosas en una fecha posterior, y
joven ingeniero o e! joven geómetra que, por tanto, en la última fecha
-ni desde luego la del joven nada- debe haber comenzado a existir en
dor o esquiador. El peligro está en su interior algo que puede ser llama-
que podemos pasar de distinguir co- do «la idea de! sabor de la piña» y
rrectamente, digamos, el gusto musi- «la idea abstracta, la noción o el
cal del violinista de su destreza ma- concepto de «isósceles»; algo pareci-
nual a personificar su Gusto y su do a cuando una jaula, que antes estu-
Destreza Manual como funcionarios viera vacía, ahora pueda albergar a
internos y separados; y así quedarnos un canario, o a una galería de arte
perplejos ante cuestiones como, ¿se que ahora pueda tener colgado en
relacionan su Gusto y su Destreza una pared un cuadro recientemente
como e! Amo y e! Criado, como e! adquirido. Al utilizar este Modelo del
Compañero y e! Compañero, o incluso Contenedor nos vemos inclinados a su-
como el Rival y el Rival? poner que con el fin de descubrir si
En epistemología se han suscitado a ya hemos aprendido a qué saben las
menudo cuestiones semejantes a éstas. piñas, o qué significa «isósceles», po-
Las personas se han preguntado si e! demos y debemos, por así decirlo,
conocimiento nos viene dado por nues- mirar de cerca el interior de nuestras
tro Intelecto o por nuestros Sentidos, propias mentes con e! fin de ver si la
y si nuestros errores son faltas de idea o noción requerida está allí o no.
nuestros Sentidos o de nuestras Imagi- Pero cuando intentamos mirar de
naciones -como si estas capacidades cerca e! interior de nuestras men-
distinguibles fueran investigadores se- tes, encontramos esta tarea singular-
parados y semipersonales que discuten mente difícil. ¿Qué clase de cosa in-
dentro de nuestras mentes, y nos dan, terna puedo estar buscando cuando
a nosotros, sus patrones, informes con- intento hallar en mi propia mente la
flictivos sobre e! mundo. Pero somos idea abstracta de «isósceles»? Cierta-
nosotros, la gente ordinaria, quienes mente mucha gente, aunque no toda,
intentamos determinar las cosas, y puede ver con los ojos de su mente
mientras podemos diferir ciertamente cosas como caras familiares, casas y
en la visión, e! oído, la memoria, la modelos con color o sin color. Pero el
juiciosidad, la capacidad inventiva, de sabor de la piña no puede ser, natu-
cálculo, de sistematización, de expe- ralmente, visualizado, ni puede, para
rimento y demás, estas capacidades mucha gente, ser siquiera saboreado
distinguibles no son en sí mismas ob- «por la lengua de la mente»; y lo que
servadores, experimentadores, calcula- visualizamos, si es que visualizamos al-
dores, teóricos -ni informadores. go, cuando pensamos en los triángulos
Hablando informalmente podemos de- isósceles, lo visualizamos demasiado neo
cir que nuestros Ojos nos notifican bulosamente como para que cumpla
las cosas; que nuestros Oídos o Me- las exigencias muy precisas de la de-
morias nos han dado informes fal- finición que da Euclides de un trián-
sos; que nuestra Razón nos ha con- gulo isósceles. Con todo, podemos con
vencido; que nuestra Imaginación ha mucha probabilidad y sin duda ni
inventado cosas; e incluso que nues- error discriminar el sabor de las piñas
EPISTOMOLOGíA 122
de las naranjas, plátanos, frambue- del olfato, el gusto y el tacto nunca
sas, etc., y podemos decidir, sin duda aprenderá nada en absoluto. Es falsa
ni error, si una figura triangular de si significa que obtenemos la idea de
ciertas dimensiones es o no es isósce- «raíz cuadrada», digamos, o de «ma-
les. Hemos aprendido y ahora cono- ñana» exactamente del mismo modo
cemos el sabor de las piñas y qué sig- que obtenemos la idea del «sabor de
nifica «isósceles» sin que exista nada las piñas» -e incluso esta última
«dentro de nuestras mentes» que pue- idea no se obtiene simplemente por
da ser hallado mirando detenidamen- tener una cierta impresión sensible
te hacia adentro. dos o tres veces, sino por tener esa
Aprender es, sin duda, adquirir al- impresión, observarla, compararla con
go o llegar a la posesión de algo. Pe- otros sabores, y quizá intentar descri-
ro lo que se adquiere no es una cosa bir con palabras las diferencias y si-
sino una capacidad, tal como la ca- militudes entre estos sabores. Haber
pacidad de discriminar un sabor de aprendido algo, por primitivo que sea,
otros, o la capacidad de clasificar las a partir de las propias impresiones
figuras geométricas, dadas sus dimen- sensibles siempre es algo más que ha-
siones. Cuando el maestro desea ave- ber tenido esas impresiones. Es haber
riguar si un alumno ya ha captado las llegado a ser capaz de hacer frente, en
ideas de «número cuadrado» y «raíz algún grado, a algunos tipos de tareas
cuadrada», le hace una prueba con al- o problemas, por elementales que
gunos problemas aritméticos. El alum- sean.
no posee las ideas 'si puede abordar Los epistemólogos se han dividido
los problemas; no las posee si toda- comúnmente en EMPIRISTAS, como
vía no puede hacerlo. Esto es lo que LOCKE, BERKELEY y HUME, Y RA-
significa poseer las ideas. CIONALISTAS como PLATÓN, DESCAR-
De lo dicho se sigue que la cuestión, TES, ESPINOZA Y LEIBNIZ. Se dice que
¿cómo adquirimos nuestras ideas?, los empiristas mantienen que todas
tiene tantas respuestas distintas, como nuestras ideas proceden de la expe-
tipos distintos hay de capacidades riencia; y que los racionalistas man-
mentales adquiridas. Nos familiariza- tienen que algunas de nuestras ideas
mos con el sabor de las piñas gustan- no proceden de la experiencia, sino
do no sólo piñas, sino también muchos de la razón o el pensamiento. Pero,
otros tipos de frutas, comparando es- ¿a qué lleva este aparente tira y aflo-
tos sabores y quizá también, cosa que ja? ¿Qué significa «procede»? ¿Qué
es muy difícil, intentando describir significa «experiencia»? La frase téc-
con palabras estos sabores diferentes. nica «experiencia sensible» se usa pa-
Obtenemos las ideas de «número cua- ra denotar la mera tenencia de im-
drado» y «raíz cuadrada» solamente presiones sensibles. En este uso, los
cuando, habiendo aprendido a contar, filósofos hablan en ocasiones de una
sumar, restar, multiplicar y dividir, experiencia sensible momentánea par-
aprendemos a multiplicar los núme- ticular. En contraste con esta expre-
ros por sí mismos y a descubrir qué sión técnica, comúnmente usamos «ex-
número, si es que hay alguno, multi- periencia» de modo que cubra la
plicado por sí mismo produce un nú- práctica continua o repetida de algo
mero dado. Del mismo modo tendrían o la familiarización acumulada con ese
que darse distintos tipos de explica- algo. Así, un ajedrecista puede haber
ción de nuestra adquisición de las tenido mucha o poca experiencia de
ideas de «jaque mate», «vacío», «vol- jugar al ajedrez; pero no se descri-
tio», «ecuador», «chiste», «hierba», birá a sí mismo como si hubiera te-
«imán», «riesgo», «virus», «dragón», nido en una tarde particular, una ex-
«imposibilidad», «mañana», «deuda», periencia de jugar al ajedrez. La ex-
y demás. La doctrina de que todas periencia, en este uso, es lo que hace
nuestras ideas proceden de las impre- a una persona más experta de lo que
siones sensibles, aunque no tiene uti- era antes. Ha aprendido teniendo una
lidad, es bastante cierta si signifi- cierta cantidad de práctica. Ha compro-
ca solamente que un niño que ha na- bado y desarrollado sus capacidades
cido ciego, sordo y sin los sentidos ejerciéndolas. Un presidente con ex-
123 EPISTEMOLOG fA

periencia es una persona que ha es- mas sólo a las impresiones sensibles,
tado en la presidencia en muchas oca- el único modo que tenemos de descu-
siones y en muchas situaciones más brir lo que existe y ocurre es hacer lo
o menos difíciles. que hiciera Euclides, a saber, deducir
Que todo conocimiento, por ejem- teoremas de axiomas, sin recurrir a la
plo, toda profesionalidad y toda com- observación ni el experimento, su po-
petencia procede de la experiencia en sición también sería insostenible. Si
el segundo sentido, i. e., del entre- mantiene, cosa rara, que nacemos co-
namiento y la práctica, es una verdad nociendo estos axiomas y estas técni-
indiscutible -al menos si es salvaguar- cas de deducir consecuencias, está di-
dada por la estipulación de que mu- ciendo que tenemos dominio de las
cho de lo que aprendemos procede de cosas sin ni siquiera haberlas domi-
lo que otros nos instruyen. Pero esto nado, i. e., que conocemos sin haber
no es en absoluto decir que todo lo aprendido. y de este modo somos ex-
que se conoce es inferido de las per- pertos, aunque totalmente inexpertos.
misas suministradas, en última instan- Pero incluso si concede, como es más
cia, por las experiencias sensibles par- común, que el conocimiento de las
ticulares. aunque ésta es una teoría verdades abstractas y de las técnicas
que es mantenida, con reservas, por de derivar consecuencias de éstas re-
algunos filósofos empiristas. La ver- quiere en sí mismo la experiencia,
dad de que no nacemos conociendo ya en el sentido de entrenamiento y
algo, i. e., que no hay ideas innatas, práctica, sigue sin poder mostrar que
se identifica erróneamente en ocasio- este tipo especial de entrenamiento
nes con la proposición de que cual- y de práctica puedan reemplazar a
quier cosa que discernamos, cuando los otros tipos especiales de entrena-
llegamos a discernir cosas por nos- miento y de práctica que nos convier-
otros mismos, la obtenemos por in- ten en observadores y experimenta-
ferencia a partir de nuestras impre- dores más o menos expertos --o, por
siones sensibles. Pero es obvio que eso mismo, los otros tipos especiales
incluso si, cosa que es cuestionable, de entrenamiento y de práctica que
discernimos algunos hechos por infe- nos convierten en delineantes, orado-
rencia a partir de nuestras impresio- res o bailarines más o menos exper-
nes sensibles, cuando hemos aprendi- tos. La experiencia que se omite de
do por entrenamiento y práctica a las teorías de los empiristas es la
hacer esto, esta explicación todavía experiencia que se omite de las teo-
no daría cuenta por sí misma de las rías de los racionalistas. Anhelando
enormes diferencias que hay, por ejem- algo que evite la posibilidad de error,
plo, entre discernir que el cuco ha los unos encuentran su refugio de se-
llegado, que el rey está en jaque ma- guridad en las impresiones sensibles
te, que el barco está cruzando el incorruptas, los otros en la raciona-
ecuador en estos momentos, que ma- lización incorrupta. Pero el investiga-
ñana hay un riesgo de tormenta, que dor con éxito es aquel que asegura,
una determinada sentencia no es gra- no el que se ha quedado a salvo.
matical o que un determinado objeto Allí donde son posibles los errores
de metal es un imán. Para discernir es posible también la evitación, de-
cosas de estos tipos, hemos tenido tectación y corrección de éstos. El co-
que adquirir capacidades especiales por nocimiento no procede de cierta in-
tipos especiales de entrenamiento y munización contra la posibilidad de
práctica. La mera combinación de la error, sino de las precauciones contra
buena vista con el buen entendimien- posibles errores -y aprendemos por
to no capacitaría, por ejemplo, a un la experiencia cuáles son las precau-
indígena, decir que el rey está en ja- ciones que hay que tomar, i. e., por
que mate. Tendría que haber estudia- el entrenamiento y la práctica; cono-
do y practicado el juego de ajedrez ce el experto, no el inocente.
también. Por tomar un ejemplo concreto. Si
Inversamente, sin embargo, si un preguntamos cómo puede tener alguien
ultrarracionalista arguyera que como no por cierto que el rey está en jaque
podemos discernir nada si nos atene- mate, la respuesta correcta sería que
ERIGENA 124
esto puede ser discernido por un es- que mate». Lo que importa es si ha
pectador que tenga una visión ade- aprendido qué es dar jaque mate,
cuada y utilice sus ojos; que tenga estar en jaque mate y decidir por la
un entendimiento adecuado y que lo inspección que el rey está, o no está,
use, i, e., que no esté ausente o dis- en jaque mate. Si ha aprendido y re-
traído, sino que esté atendiendo al cuerda estas cosas, entonces tiene la
juego; y, por último, que haya llega- idea de jaque mate tanto si llega a
do por el entrenamiento y la prác- visualizar algo como si no. Si no las
tica en el juego, a ser lo suficiente- ha aprendido o las ha olvidado en-
mente experto como para considerar tonces no ha obtenido la idea, por
posibilidades y eliminarlas. Pero si mucho que pueda haber visto con los
en lugar de esto preguntáramos si el ojos de su mente al oír la palabra
jaque mate es discernido por la Ra- «jaque mate». Si renunciamos a la
zón del espectador o por sus Senti- personificación de las capacidades y
dos, y si se salva del error por la al modelo del contenedor, ya no su-
infabilidad de sus impresiones sensi- friremos por la división de la mente
bles o por la incontradictibilidad de entre racionalismo y empirismo. A su
sus principios formales nos resultaría tira y afloja le falta cuerda.
imposible obtener una respuesta sen- (G. R.)
sata, ya que estas cuestiones a no ser
que sean tomadas como meramente ERIGENA, Juan Escoto (c. 81O-c. 877),
pintorescas, no son en sí mismas cues- también conocido como Erígena (na-
tiones sensatas. El espectador no es- cido en Erín). Dejó Irlanda para vi-
taba a salvo de cometer errores; sólo vir y trabajar en la corte de Carlos
tomó buen cuidado de no cometer- El Calvo, rey de los francos occiden-
los. No fue informado por su Inte- tales.
lecto o por sus Sentidos de que el En común con otros monjes irlan-
rey estuviera en jaque mate; lo des- deses de su tiempo Erigena sabía al-
cubrió estudiando visualmente el tao go de griego y gran parte de su obra
blero de ajedrez con su entendimien- consistió en la traducción y comen-
to puesto en él. Sabía qué buscar, tarios a los escritos patrísticos grie-
puesto que previamente había apren- gos, especialmente los de Gregorio de
dido por el entrenamiento y la prác- Nisa, Dionisia El Areopagita y Má-
tica a jugar al ajedrez y a seguir las ximo el Confesor.
partidas de otros. Su principal obra filosófica es, sin
Similarmente, si se pregunta si el es- embargo, De Divisione Naturae, un
pectador tiene la idea abstracta de prolongado tratado especulativo sobre
«jaque mate», necesitamos interpretar la evolución del universo con el es-
que lo que se pregunta es si él ha tilo neoplatónico de Proclo. Por su
aprendido y todavía recuerda qué sig- carácter comprehensivo y su potencia
nifica que el rey esté en jaque mate, especulativa es única en el pensa-
y si, por tanto, puede decir median- miento occidental, desde los tiempos
te una inspección adecuadamente cui- de BOECIO a los de ANSELMO.
dadosa si en cualquier punto particu- Erigena parte del principio de que
lar de cualquier partida particular el todo lo que existe es una teofanía
rey está o no en jaque mate. La res- de la manifestación divina que debe
puesta a esta pregunta obviamente ser entendida por una penetración
es «sí». Pero si interpretamos que lo dialéctica de la revelación. La dia-
que se pregunta es si el espectador léctica consiste en la aplicación del
tiene algo especial en los ojos de su bien conocido método neoplatónico
mente, como una descripción clara o de división y análisis al estudio de
borrosa del jaque mate, primero res- la Naturaleza (entendida en el senti-
ponderíamos que no puede haber nin- do aristotélico de todo lo que puede
guna descripción de lo que es común ser generado en el espacio y en el
a todos los jaques mates; y, en se- tiempo).
gundo lugar, que no importa lo que Así elaborada, la Naturaleza esrá
visualiza, si es que visualiza algo, sujeta a cuatro divisiones centrales:
cuando oye o utiliza la palabra «ja- la naturaleza que crea pero que no
125 ESCEPTICISMO

es creada la naturaleza que crea y es CAL han expresado un escepticismo


creada, la naturaleza que no crea radical acerca de la capacidad de la
pero es creada, lá naturaleza que ni razón para llegar a la verdad religio-
crea ni es creada. Así, toda la rea- sa. Así, el AVERROíSMO, que distin-
lidad consiste en Dios (lo increado) gue la verdad natural accesible a la
o en las criaturas que proceden de razón de la verdad sobrenatural que
Dios y vuelven a él según los mode- está más allá de su alcance, es am-
los familiares de la teoría griega de biguo. Puede ser una creencia since-
la emanación. ra el que la inteligencia humana no
Siendo cristiano, Erígena intentó pueda adquirir sin ayuda el cono-
evitar las conclusiones panteístas de cimiento religioso, pero esto también
tal sistema distinguiendo lo divino de puede ser una ironía e implicar que
lo humano como aquello que no es como la razón no es capaz de adquirir
de aquello que es. Es dudoso, sin tal conocimiento éste no puede ser
embargo, que este recurso sea ade- adquirido en absoluto.
cuado para la bondad de su intención. Es más usual que las variedades
Erigena no tuvo seguidores inme- particulares y limitadas del escepti-
diatos y su obra ejerció poca influen- cismo sean definidas por los objetos
cia histórica. Sin embargo, existe una que mantienen que son incognoscibles.
afinidad sistemática considerable en- Los argumentos escépticos se han uti-
tre sus especulaciones y las de Nico- lizado para negar que podamos obte-
lás De Cusa y Eckhart. ner conocimiento de ningún asunto de
(J. G. D.) los hechos empíricos, del mundo ex-
terno de los objetos materiales, de
ESCEPTICISMO es una doctrina que las mentes de otros, del pasado, del
mantiene que las posibilidades de co- futuro, de la naturaleza como un to-
nocimiento son limitadas. En un cier- do, de los valores y de cualquier ob-
to sentido afirma que hay cosas que jeto de especulación religiosa o meta-
en principio no pueden ser conocidas física que caiga más allá de la expe-
en absoluto; en otro, que el conoci- riencia sensible. El escepticismo para
miento de ciertas cosas sólo se puede con los objetos tiene tres niveles o
lograr con dificultad y dadas ciertas grados. El escéptico puede admitir
precauciones. En esta segunda forma que los objetos en cuestión existen,
apoya una política metodológica de pero negar que podamos conocer algo
reserva y circunspección en la forma- más que esto de ellos. La posición
ción de las creencias. Es opuesto al de Kant sobre las cosas-en-sí es es-
dogmatismo. Las distintas especies de céptica en este sentido como lo es
escepticismo se distinguen de dos for- la del escéptico inductivo sobre las
mas principales: por referencia bien leyes de la naturaleza. En segundo
sea a los métodos de investigación lugar, puede afirmar que los objetos
cuya fiabilidad es cuestionada o al en cuestión no existen de hecho: éste
tipo de objetos, cuyo conocimiento es el punto de partida del escéptico
sea dudoso. La duda acerca de los religioso ordinario acerca de Dios, del
métodos puede ser general, sobre la escéptico ético acerca de un orden
base de que no hay ningún modo in- de valores y de muchos filósofos acer-
falible de obtener conocimiento y que ca de un alma sustantiva e inmortal.
todos los métodos han fallado en un Finalmente, puede afirmar que los ob-
momento u otro. Pero de manera más jetos en cuestión no pueden existir
usual el escepticismo de los méto- y, por tanto, que el conocimiento del
dos es parcial y deprecia la fiabilidad tipo que él está dudando no se pue-
de una fuente de conocimiento reco- de determinar lógicamente. La acti-
nocida en interés de otra. La razón tud de BERKELEY ante la sustancia
y la experiencia sensible han sido material y la de Hume ante las cone-
puestas la una en contra de otra y xiones reales o intrínsecas entre even-
han sido defendidas juntamente con- tos son ejemplos de este tipo.
tra las pretensiones de la autoridad, El escepticismo general o total siem-
la revelación y la intuición. Por otro pre ha sido raro, siendo partidarios
lado, defensores de la fe como PAS- la mayoría de los escépticos de un
ESCEPTICISMO 126
método o un tipo de objeto. Existen mo se deben encontrar en el pensa-
buenas razones para tomar al escep- miento de los escépticos griegos, se-
ticismo general como una especie de gún el informe que de ellos dio Sex-
extravagancia dialéctica. Para empezar to Empírico. Enesidemo propuso
hay un aire obvio de paradoja res- diez «tropos» que explicaban con de-
pecto de él. Parece que es algo que talle las razones para dudar de la
se autorrefuta decir que no se pue- fiabilidad de la percepción. Los cin-
de conocer nada en absoluto, pues co «tropos» de Agripa son más com-
afirmar esto es al menos afirmar una pactos y tienen un alcance mayor. Al
porción de conocimiento, la verdad mismo tiempo que la naturaleza de
del principio escéptico mismo. Esto la percepción relativa o subjetiva, ha-
estaba claro para Pirrón, el primer fi- ce una lista del regreso infinito de
lósofo escéptico que concluyó que el la prueba propuesta por Carneades,
principio sólo podía ser mantenido el conflicto de las opiniones entre
tentativamente, una maniobra bastan- las personas, el carácter inevitable-
te débil. Según la teoría de los tipos mente hipotético de todas las premi-
de Russell el escepticismo general, sas últimas y la circularidad lógica
puesto que se refiere a sí mismo, no del silogismo, que más tarde enfa-
es capaz de una formulación signifi- tizaría J. S. MILL. Algunos escépti-
cativa. En general se puede argumen- cos, Arcesilao, por ejemplo, dijeron
tar que si uno tiene que tener una que como no se podía tener certeza
base razonable para el escepticismo los hombres tenían que conformarse
debe haber algo respecto de lo cual con la probabilidad, y Carneades su-
no sea escéptico. La razón usual de girió que la coherencia de las creen-
la duda escéptica es la experiencia o cias era una medida de fiabilidad,
la posibilidad de fallo en las afir- que cuanto más sistemático es el cuer-
maciones de conocimiento. El fallo po de creencias más razón había pa-
se revela mediante la inconsistencia ra confiar en él. Desde el período de
y para reconocer esto debemos ser los ESCÉPTICOS griegos (del siglo IV
conscientes de que los enunciados con- al siglo II a. C.) el escepticismo ha
tradictorios se han hecho y de que vuelto a aparecer de cuando en cuan-
la ley de contradicción es verdadera. do en la historia del pensamiento.
Además, la experiencia pasada del fa- El Sic et Non (Sí y No) de ABELAR-
llo en un tipo de pensamiento dado no, una colección de opiniones contra-
sólo es relevante para la propia con- dictorias de los Padres sobre puntos
fianza futura de uno en ella si se de doctrina, introdujo una técni-
asume la racionalidad del argumento ca escéptica que fue usada por Kant
inductivo. Es concebible que un hom- al establecer las antinomias con las
bre pudiera exhibir un escepticismo que intentaba probar la imposibilidad
completo al rehusar afirmar cualquier de la metafísica constructiva. Los ló-
conocimiento. Lo que podría hacer es gicos antiaristotélicos y antiescolásti-
ofrecer una defensa racional de su cos del Renacimiento prepararon el
procedimiento. camino para los más sutiles y profun-
El escepticismo en tanto que fi- dos escépticos del siglo XVI, cuyo re-
losofía comenzó con Pirrón (c. 300 presentante más distinguido fue Mon-
antes de Cristo) del mismo modo que taigne, HUME es el más penetrante y
de tiempo en tiempo se ha vuelto a comprehensivo de los escépticos mo-
producir como la expresión de des- dernos. Arguyó que nuestra creencia
contento con el caos intelectual pro- en los cuerpos, las mentes y las cau-
ducido por el conflicto de sistemas sas no descansaba en la razón ni en
dogmáticos. Para Pirrón la filosofía los sentidos sino en el funcionamien-
era un arte práctico cuyo propósito to de la imaginación que estaba natu-
era la objetividad y la paz de la ralmente constituida de tal modo que
mente (ataraxia). Este fin no se po- hiciera una estructura coherente a par-
día alcanzar si no se abandonaba la tir del flujo desordenado de las im-
búsqueda de la verdad, inevitablemen- presiones sensibles que era todo lo
te frustante. La mayoría de los ar- que podíamos conocer verdaderamen-
gumentos concebibles del escepticis- te. Las intenciones de Hume son lo
127 ESC~PTICOS

suficientemente ambiguas e inseguras que validan la inferencia de la evi-


como para que se haya argumentado dencia a conclusiones lógicamente
plausiblemente que él no era verda- distintas. Las teorías reduccionistas
deramente escéptico, sino un defen- como el FENOMENALISMO niegan (3);
sor de la «creencia natural» contra las teorías intuicionistas como e! REA-
los criterios irrelevantemente riguro- LISMO ingenuo niegan que estemos
sos de conocimiento. confinados a la evidencia especifica-
Esta interpretación guarda cierta da en (1). Para muchos filósofos el
simpatía con una doctrina que se deri- escepticismo no tiene una seria im-
va de G. E. MOORE y en última ins- portancia como teoría filosófica. Su
tancia de REID, que argumenta que las intención es hacernos conscientes de
creencias de! sentido común merecen lo que implican nuestras afirmaciones
nuestra confianza con más motivo que de conocimiento y quizás, al hacer
los argumentos de los filósofos es- esto, volverlas más seguras.
cépticos y que e! escepticismo filo- (A. Q.)
sófico es una técnica insincera, o en
e! mejor de los casos «metodológica», ESCÉPTICOS, nombre dado a ciertos
de traer a la luz principios y crite- filósofos del período helenístico-ro-
rios del conocimiento que ordinaria- mano que, dudando de la adecuación
mente se dan por sentados. Para los de los sentidos y la razón para pro-
seguidores de WITTGENSTEIN e! es- porcionar conocimiento de la natura-
cepticismo filosófico es un síntoma leza de las cosas, defendieron la refu-
de confusión y desorden conceptuales, tación de la aprobación v la suspen-
una indicación de que e! lenguaje es- sión del juicio. Hay tres fases: 1) Pi-
tá siendo mal comprendido y que se rronismo (finales de! siglo IV y si-
le está dando un uso incorrecto. Se glo III a. C.), inaugurada por Pirrón,
argumenta que sólo podemos apren- extendida por su discípulo Timón;
der qué significan «conocimiento» y 2) la Academia Media y Nueva (de! si-
«certeza» escuchando su uso en co- glo m al siglo I a. C.), Arcesilao,
nexión con objetos materiales, even- Carnéades, Clitómaco, Filón de La-
tos pasados, los sentimientos de otras rissa; 3) desde e! siglo I a. C. e!
personas y demás, y que inquirir si nuevo pirronismo de Aenesidemo y
estos casos paradigmáticos son ejem- Agrippa,
plos genuinos de conocimiento y cer- La base común de este movimiento
teza es un sinsentido. fue un ataque epistemológico a todas
WISDOM y AYER habían sugerido las filosofías que fueran dogmáticas,
que los problemas de la teoría de! esto es, que afirmaban haber descu-
conocimiento tenían un modelo ca- bierto la verdad. No parece haber
racterístico y que comúnmente surgían ningún modo, decían los escépticos,
con una forma escéptica. En cada ca- de penetrar más allá de la conscien-
so hay un conflicto aparente entre cia de los fenómenos o «apariencias»
(1) nuestra evidencia, lo que es dado hasta un conocimiento de los objetos
o conocido directamente (impresiones externos. Se puede mostrar que la
sensibles, eventos pasados, palabras y percepción sensible da informes dis-
hechos de otras personas, ocurrencias tintos y contradictorios y no hay nin-
particulares), (2) lo que afirmamos gún criterio en la sensación misma
conocer (cosas materiales, eventos pa- para distinguir las impresiones verda-
sados, los sentimientos de otras per- deras de las falsas. Ni tampoco pue-
sonas, las leyes de la naturaleza) y de ser suplida ésta por la razón o e!
(3) el hecho de que lo que afirma- juicio, pues no existe ningún criterio
mos conocer va lógicamente más allá de juicio correcto, y cualquier inten-
de la evidencia de esto. Las teorías to de encontrar uno puede llevar me-
escépticas dicen que debemos aban- ramente a un regreso infinito. Así,
donar las afirmaciones de conocer (2). parece que no hay ningún criterio de
Pero hay modos menos catastróficos conocimiento; los fenómenos no dan
de salir de la dificultad. Las teorías evidencia cierta de nada que vaya más
causal y analógica resuelven la in- allá de ellos mismos; debemos negar
consistencia apelando a principios nuestra aprobación a su verdad y fal-
ESCÉPTICOS 128

sedad y vivir en un estado de juicio zas de Platón. Carnéades de Cirene


suspendido. Naturalmente las dificul- (214/13-129/8 a. C), el más formi-
tades y desacuerdos surgen en el apar- dable de los escépticos, desarrolló y
tado de ÉTICA. sistematizó todo el ataque contra el
Ya para Pirrón de Elis (e. 360- dogmatismo. Con un acopio de ar-
c. 270 a. C) el fin ético de la imper- gumentos brillantes en contra de la
turbabilidad fue el motivo principal posibilidad de que las impresiones
de su filosofía. Fue éste un fin típico sensibles, verdaderas y falsas, sean
de su turbulenta época; la novedad distinguibles en sí mismas, y contra
de Pirrón descansa en el método la capacidad de cualquier proceso ra-
por el que intentó alcanzarlo. Sin cional (que al estar basado en la sen-
ningún otro medio de llegar al sación pierde con ello toda certidum-
conocimiento, no se podía decir que bre) de hacer algo más que probar la
ninguna cosa fuera más esto que aque- validez formal, barrió del campo la
llo; no se podía juzgar que ningún percepción irresistible de la Stoa. Con
argumento fuera más cierto que su la crítica de que la atribución de cuali-
opuesto; de este modo los estímulos dades humanas a Dios implicaba con-
externos de la creencia, el deseo y tradicciones perjudicó severamente su
la emoción así divididos producían in- teología antropocéntrica; insistiendo
diferencia, a la que seguía la tranqui- en la necesidad de la libertad de la
lidad. Pero así se deja a un hombre voluntad para la acción moral, y dis-
sin una guía mejor de acción que la tinguiendo entre causalidad y suce-
costumbre y la convención. sión, atacó las teorías de la adivinación,
El pirronismo se desvaneció ante el la providencia y el fatalismo. En una
escepticismo dialéctico de la Academia revisión sistemática de todos los fines
Media y Nueva, ataque lógico diri- éticos el fin moral estóico fue lleva-
gido principalmente contra la teoría do a dificultades lógicas, y él mismo,
ESTOICA del conocimiento que mante- en una famosa embajada a Roma en
nía que las percepciones sensibles es- el 166/5 argumentó la relatividad de
peciales causadas por los objetos rea- los términos morales. En la vida prác-
les, que se correspondieran exactamen- tica propuso una teoría de la probabi-
te con ellos y que fueran de tal tipo lidad como guía para la acción; ha-
que no hubieran podido ser causadas bía tres grados de probabilidad: lo
de otro modo, exigían irresistiblemen- probable; lo probable e indiscutido;
te la aprobación del hombre sabio. lo probable, indiscutido y probado;
Arcesilao de Pitane (315-241/0 a. C) siendo este último el estadio más ele-
argüía que esto debe depender del vado de la creencia que se alcanza
juicio, para el que no hay ningún cri- cuando se forma un sistema total de
terio; que no hay ninguna marca dis- ideas conectadas y subsiste una con-
tinguible entre las percepciones ver- cordancia lógica entre ellos. Un hom-
daderas y las falsas; que las últimas bre piensa que ve una serpiente en
pueden ser tan irresistibles como las una habitación oscura; después de in-
primeras. Continuó negando que na- vestigar cree que es una cuerda enro-
da fuera aprehensible, y negando así llada, por la consistencia de la eviden-
también la posibilidad de conocimien- cia en favor de esa visión. Carnéades
to. Parece que se interesaba menos no dejó escritos, pero su voluminoso
por la ética, aunque mantenía que la sucesor, Clitómaco de Cartago dejó
certeza no era necesaria para la ac- mucha información sobre él. Filón de
ción, siendo un criterio adecuado la Larisa seguía manteniendo el escepti-
defensa razonable de la propia acción. cismo en el siglo I a. C, pero su su-
Al enseñar adoptaba la práctica es- cesor, Antíoco de Ascalón, le dio un
céptica básica de argumentar impar- giro a la Academia hacia un eclecticis-
cialmente los dos aspectos de una mis- mo en el que fueron incorporadas las
ma cuestión. Mientras que su escep- opiniones estoicas.
ticismo puede haber encontrado sus El movimiento escéptico fluyó abun-
raíces en SÓCRATES, así como en PI- dantemente durante los dos o tres
RRON, no es fácil ver cómo se inte- siglos que siguieron fuera de la Aca-
graron sus opiniones en las enseñan- demia. La siguiente secta hizo profe-
129 ESPINOSA

sion de ir más allá de la Academia interesante sobre la actividad de cau-


hasta el escepticismo más completo del sa y efecto: si la causa produce el
pirronismo. Los escépticos académicos efecto debe existir antes que éste (10
no tenían derecho a negar dogmática- cual llevaría a un regreso infinito);
mente la posibilidad de conocimiento; pero como la causa es relativa al
se debía negar incluso la aprobación efecto no puede ser anterior en exis-
de esto; en griego la palabra escéptico tencia (y la relatividad de ambos hace
implicaba una persistencia en la in- que sea circular cualquier argumento
vestigación. Por otro lado, parecía no sobre ellos). El edificio todo del es-
haber base para la opinión; el hom- cepticismo puede ser explorado en las
bre sólo podía tomar las cosas como obras de Sexto Empírico (finales del
las encontraba y vivir según la cos- siglo II d. C.), tanto más valiosas por
tumbre, la convención, la tradición. su falta de originalidad.
Pero aceptaron gustosamente la tradi- El moscardón del escepticismo tuvo
ción académica del argumento dialéc- claramente una repercusión inmensa
tico, y combinando con ella el EMPI- en una época dominada por Ias fi-
RISMO de la escuela médica empírica losofías dogmáticas del estoicismo y
elaboraron una sistematización comple- el epicureísmo; es sin duda un mo-
ta de los argumentos escépticos clasifi- vimiento persistente de duda e in-
cados con fórmulas, ilustrando abun- vestigación que insiste en mantener
dantemente cada una de éstas. Eneside- abierto a examen cualquier aserto que
mo de Cnossos, probablemente un con- parezca fundamental para cualquier fi-
temporáneo más temprano de Cicerón, losofía. En particular su examen de
trató la naturaleza relativa de la per- la percepción sensible, la causalidad
cepción sensible en sus Diez Tropos y la probabilidad es de gran interés
(o Modos) de negar la aprobación. para gran parte de la filosofía re-
Ninguna percepción es «pura», pero sí ciente.
es lo suficientemente relativa al per- (1. G. K.)
cipiente, al objeto y a las circuns-
tancias externas e internas concomi- ESCOLASTICISMO, véase Filosofía
tantes, como para hacer al objeto medieval.
mismo inaprehensible. Posteriormen-
te Agripa en sus Cinco Modos de ata- ESPINOSA, Benito de (1632-1677), na-
que usó la relatividad como Eneside- ció en Arnsterdam, de padres judíos
mo, y encontró cuatro tipos de fala- que habían huido de las persecucio-
cias en sus argumentos: discrepancia nes en Portugal a finales del si-
de las teorías, regreso infinito, supues- glo XVII, procediendo sus familias
to hipotético, razonamiento circular. principalmente de España. A Espino-
Finalmente sabemos de dos Modos úl- sa le enseñaron a hablar español, por-
timos: nada es aprehendido intuitiva- tugués y hebreo, pero tenía un domi-
mente, a causa del desacuerdo de los nio menos seguro del holandés. Asis-
filósofos, sobre el cual no hay un crite- tió a la escuela superior judía de
rio; ni se puede aprehender nada Amsterdam y siguió el curso usual
mediante otra cosa, a no ser que uno que incluía un estudio de los cinco
se vea implicado en el razonamiento libros, de Moisés y el Talmud. Uno
circular o en el regreso infinito. El de sus profesores fue el rabino Ma-
ataque a la causalidad, fundamental nasseh Ben Israel, el hombre que ne-
para cualquier filosofía dogmática, es gociara con Cromwell la vuelta de los
clasificado de modo semejante por judíos a Inglaterra. A los dieciocho
Enesiderno en los Ocho Modos, diri- años Espinosa se dirigió a un pro-
gidos contra la in admisibilidad de un fesor holandés, Van den Ende, para
salto dogmático a lo no aparente, no aprender latín y la «nueva ciencia»,
confirmado por ninguna evidencia de estudiando las obras de Copérnico,
las apariencias. No hay ninguna co- Galileo, Kepler, Harvey, Huygens y
nexión entre la realidad y los fenóme- DESCARTES.
nos; se elige arbitrariamente una razón El padre de Espinosa era respeta-
para que se adecúe a la teoría del do e importante entre los miembros
momento. Hay también un argumento de la comunidad judía, muchos de los
ESPINOSA 130

cuales eran conversos del obligado Espinosa se trasladó a Voorburg, cer-


catolicismo de España. Holanda era ca de La Haya. Por aquel entonces
un refugio general para el perseguido su fama era considerable: se había
y además de la comunidad judía ha- formado una sociedad para el estudio
bía sectas protestantes de todos los de sus escritos y en respuesta a su
espectros de la creencia. Los líderes insistencia Espinosa permitió que se
de la comunidad judía, naturalmente, publicara su Renati des Cartes Prin-
ansiaban presentar un frente unido y cipia Philosophias, con un apéndice,
no causar ningún escándalo a sus ve- Cogitata Metaphysica. Apareció inme-
cinos holandeses por ningún indicio diatamente una traducción holandesa.
de pensamiento libre o ateísmo. Pa- Su habitación de Voorburg se convir-
rece que Espinosa deseó llevar una tió en un lugar de reunión para los
vida tranquila, asistiendo a la sinago- intelectuales más importantes del mo-
ga y prosiguiendo sus estudios. Se es- mento, entre ellos Huygens y Jan de
taba haciendo crítico respecto de las Witt. En 1673, el Elector Palatino
interpretaciones ortodoxas de la Bi- ofreció a Espinosa la cátedra de filo-
blia, pero no tenía ningún deseo de sofía de la Universidad de Heidel-
perturbar las creencias de los demás, berg, pero Espinosa la rechazó; de-
y hasta la muerte de su padre no se seaba que se le dejara proseguir sus
vio forzado a declarar su falta de or- investigaciones «de acuerdo con su
todoxia. Entonces se vio implicado propia opinión». Por aquel tiempo ya
en un proceso con su hermanastra había concluido casi la Ética, pero la
respecto de la herencia de su padre. dejó de lado y comenzó a escribir el
Habiendo ganado, Espinosa renunció Tractatus Theológico-Politicus. La oca-
a su herencia, tomando solamente una sión fue el estallido de la violencia
«buena cama con su lino». En el curso popular contra los Witts tras la de-
de la disputa fue puesta en cuestión rrota inglesa de la armada holandesa.
la ortodoxia de Espinosa. Los líderes Se decía que de Witt había traído
de la sinagoga le ofrecieron una pen- este desastre sobre el pueblo holan-
sión de mil florines si dejaba a Van dés por su tolerancia del pensamien-
den Ende y se conformaba. Espinosa to libre y del ateísmo. Espinosa co-
lo rechazó y fue excomulgado, trasla- nocía la Biblia como la fuente del
dándose entonces a un suburbio de modo de vivir razonable y se decidió
Amsterdam. En conformidad con la a mostrar que ésta no daba base para
costumbre judía que exigía que to- la violencia y la intolerancia. La obra
dos los hombres aprendieran un ofi- fue publicada e inmediatamente con-
cio, había dominado el arte de pulir denada por los teólogos.
y moler lentes. Procedió entonces a Espinosa se trasladó entonces a
ganarse la vida con este arte, tra- Amsterdam, y completó la Ética, de-
bajando en él todo el día y estudian- cidido a publicarla. Se dio a las au-
do por la noche. Por aquel tiempo toridades una información en contra
cambió su nombre hebreo, Baruch, a suya, y Espinosa retiró el libro. Co-
su forma latina, Benito. Su Breve tra- menzó entonces a trabajar en una gra-
tado sobre Dios, el hombre y su fe- mática hebrea y en una traducción al
licidad fue compuesto en este pe- holandés del Antiguo Testamento, con
ríodo; en 1661 se cambió a una pen- el objeto práctico de permitir a sus
sión en una pequeña casa en Rhijns- conciudadanos que trabaran conoci-
burg, donde escribió el Tractatus de miento de la Biblia tan tristemente
Emendatione Intellectus. Esta casa es interpretada. Estos planes tuvieron un
ahora el Museo de Espinosa. Tam- repentino fin debido a su temprana
bién en este período Espinosa trabó muerte, a la edad de cuarenta y cin-
conocimiento con Henry Oldendurg, co años.
un diplomático alemán que estaba en En una primera obra, Tractatus de
Londres, y uno de los secretarios de Emendatione Intellectus, Espinosa de-
la sociedad real. Su correspondencia, claraba que el objeto de su obra era
que duró quince años, arroja luz so- enteramente práctico, el descubrimien-
bre uno de los puntos más difíciles to de «la vida de bienaventuranza
de la filosofía de Espinosa. En 1663, para el hombre». Esto implicaba una
131 ESPINOSA

búsqueda de aquello «por cuyo des- do vemos las interconexiones que


cubrimiento y adquisición yo podría hay entre las ideas de un sistema sin
ser puesto en posesión de una alegría la necesidad de un proceso de infe-
continua y suprema para toda la eter- rencia paso a paso. El grado más
nidad». Espinosa llamaba a esta ale- bajo del conocimiento, imaginario, es
gría «el amor intelectual a Dios», y el conocimiento por la percepción sen-
consiste en un claro entendimiento de sible y la imaginación, por signos va-
la naturaleza de los hombres, de su gos y rumores. En la percepción sen-
lugar en el universo y de la naturale- sible, nuestros cuerpos son acciona-
za del universo, y del regocijo, con- dos por otros cuerpos, y en la imagi-
dición esencial de bienestar, una nación se produce un efecto similar
actividad que es esencial a los hom- en el cuerpo por la asociación, de
bres en tanto que seres humanos. Pa- tal modo que estos dos estados son
ra Espinosa el conocimiento es un experimentados sólo como parte del
estado de claridad intelectual, al proceso causal que se halla implicado.
que se debe tender mediante la co- La percepción sensible y la imagina-
rrección del entendimiento, liberándo- ción, aunque no son erróneas en sí
lo de las ideas vagas y confusas de mismas, llevan a error si no son si-
la perfección sensible y la imagina- tuadas en sus contextos correctos, co-
ción, y del obstáculo de la unión in- mo estados del cuerpo, no como par-
apropiada a los objetos. Es ésta la tes de un sistema de ideas. El error
razón de que la obra más importante es siempre una privación del conoci-
de Espinosa, un tratado en gran parte miento, un'! confusión de ideas ove
metafísico, sea llamado la Ética. En no es vista como confusión. Los sig-
ella se muestra el sistema del uni- nos vagos son signos tales como «hom-
verso y el lugar del hombre en él bre», «caballo», que representan, de
como algo inteligible, al hombre libre manera confusa, un vasto número de
encontrando su bienaventuranza en la particulares, en contraste con «Pe-
convicción de que es una parte de dro», que representa inequívocamente
este sistema que está totalmente de- un cuerpo-mente en un lugar determi-
terminado. Se regocija en su verdadero nado del sistema espacio-temporal.
estado y este regocijo va acompañado «Hombre» no tiene ningún lugar en
de la idea de Dios o el universo: en un sistema de ideas, pero «Pedro»
el sentido de la palabra que le da puede ser entendido como un cuerpo-
Espinosa, esto es amar a Dios. mente en un sistema de cuerpos o de
Cuando el intelecto está funcionan- cuerpos-mente que estén interac-
do bien, haciendo claras sus ideas y tuando.
percibiendo las implicaciones de és- La Ética consiste en un sistema de
tas, está en posesión de las ideas ver- definiciones, axiomas y teoremas. En
daderas y de la certeza. «Aquel que la parte I, las definiciones son bási-
tiene una idea verdadera sabe al mis- cas, no derivables de ningún concepto
mo tiempo que tiene una idea verda- más fundamental. Están interconecta-
dera» (Ética, parte II, Prop. XLIII). das, y tomadas juntas forman una
Las ideas verdaderas se expresan ade- base para la teología racional, las
cuadamente en definiciones, que pue- ciencias del mundo físico y del «mun-
den ser desarrolladas deductivamen- do mental». La sustancia es definida
te, siendo autoevidente la conexión como «aquello que es en sí mismo y
entre cada proposición y la siguien- es concebido por sí mismo», el atri-
te. Así llegamos a un sistema de pro- buto como «aquello que percibe el
posiciones verdaderas. El hombre intelecto de la sustancia como si cons-
que proceda de este modo disfruta- tituyera su esencia». La definición VI
rá del conocimiento del segundo gra- iguala «Dios» a la «sustancia que
do, ratio; (Ética, parte II, Prop. XL, consiste en atributos infinitos». To-
Schol. 2), el conocimiento del ter- madas con los axiomas III y IV, es-
cer grado, o grado supremo, scientia tas definiciones llevan al concepto de
intuitiva, pertenece a Dios, aunque Dios como Uno, infinito, necesaria-
los hombres puedan en ocasiones mente existente, que contiene a todos
lograrlo un poco. Esto ocurre cuan- los seres y es la única causa de todas
ESPINOSA 132
las cosas existentes. El axioma III es universo entero). Es estudiado en ni-
el axioma de la causalidad, y el axio- veles diferentes por las ciencias de la
ma IV da el especial significado que geometría la mecánica y la biología.
Espinosa otorga a «causa». «El cono- En geometría, los conceptos de pun-
cimiento de un efecto depende e im- to, línea, plano, son los apropiados; en
plica el conocimiento de la causa». Es mecánica, los cuerpos más pequeños,
decir, la relación causal para Espino- la moción y el reposo. En biología es
sa es la relación de fundamento y fundamental el concepto de conatus:
consecuente. La sustancia, como es es «el esfuerzo con el que cada cuer-
concebida por sí misma, es su propio po persevera en su propia existencia».
fundamento, i.e., es autocausada y, En los cuerpos humanos, éste va
por tanto, existe necesariamente. No acompañado en ocasiones por la cons-
podría haber dos seres así, pues si ciencia, cuando es llamado deseo. Es-
los hubiera o uno de los dos tendría tas ciencias están firmemente funda-
que ser entendido en términos del mentadas en el concepto metafísico
otro, o los dos en términos de una de sustancia bajo el atributo de ex-
tercera cosa que entonces sería ella tensión. No se produjo ningún des-
misma la sustancia. Todo menos la arrollo comparable del concepto con
sustancia está «en otra cosa, a tra- el atributo de pensamiento, pero esto
vés de la cual es concebido también», es lo que Espinosa esperaba propor-
de tal modo que no hay nada fuera cionar. En la Introducción a la par-
de la sustancia. te In dice: «consideraré las acciones
La sustancia no sólo es infinita por humanas como si estuviera conside-
ser todo lo que hay, sino también rando líneas, planos o cuerpos». Del
por estar manifestada en atributos in- mismo modo que hay que describir el
finitos, cada uno modificado infinita- cuerpo humano en términos de los
mente en «modos» que «están en y «cuerpos más pequeños» que actúan
son concebidos a través de» la sus- entre sí, siendo determinados sus mo-
tancia bajo uno u otro de sus atribu- vimientos por movimientos anteriores,
tos. Del infinito número de atributos así la mente humana tiene que ser
sólo conocemos dos, pensamiento y descrita en términos de acción, pa-
extensión. Aunque los atributos eran sión, ideas adecuadas y un evento
definidos como «aquello que el inte- mental en términos de un evento an-
lecto percibe de la sustancia», no son terior. La esencia de un individuo es
mentales, sino percibidos de la sustan- su conatus, y la cohesión de las par-
cia. Son percibidos de la sustancia tes físicas es modelada por la cons-
como si constituyeran su esencia. Los ciencia de la mente de su propia uni-
filósofos han supuesto erróneamente dad y de su unión con el cuerpo.
que el pensamiento y la extensión son Las diferencias que hay entre los
sustancias, creando así su propio cuerpos simples son expresables en
problema de hacer inteligible una términos de los grados de movimiento-
conexión entre las cosas «que no tie- reposo, y entre los cuerpos complejos
nen nada en común entre sí, y que, en términos de su propio movimiento-
por tanto, no pueden ser concebidas reposo y el de sus partes. Las dife-
una a través de la otra». (Ética, par- rencias que hay entre las mentes son
te 1, Axioma V.) La extensión y el expresables en términos de los grados
pensamiento son dos atributos de la de claridad y adecuación de sus ideas.
sustancia única, que no interactúan, Un hombre cuyas ideas son claras se
sino que están infinitamente diversi- dice que es libre y activo en el sen-
ficados en modos que ocurren juntos. tido en que las causas de sus accio-
El caso más interesante de este «ocu- nes descansan, en la medida en que
rrir juntos» se da en los seres huma- sea compatible con su finitud, dentro
nos donde los eventos mentales for- de su propia naturaleza. Las causas
man un paralelismo con los eventos de la acción del ser no finito pueden
físicos. La mente es «la idea del caer por completo dentro de su pro-
cuerpo». pia naturaleza; su cuerpo es una par-
El sistema modal de extensión es te de un sistema de cuerpos en inter-
facies totius universi (el aspecto del acción y en todas sus transacciones,
133 ESPINOSA

su estado es el efecto conjunto de su hombre activo: su personalidad está


propia naturaleza y la de los cuerpos oscurecida, no manifiesta en su vida.
que le afectan. El hombre libre tiene De acuerdo con esto, la teoría mo-
una idea adecuada de su propio esta- ral de Espinosa es relativista y natu-
do como tal efecto, y aunque pueda ralista. «Llamamos bueno a aquello
ser doloroso, la emoción apropiada que sabemos con certeza que es útil
es la alegría, ya que se considera que para nosotros». (Ética, parte IV,
el dolor está ocurriendo en su lugar ref. l.) En sí mismo no es ni bueno
adecuado. Si ha surgido el dolor como ni malo, y el hombre de ideas ade-
resultado de la acción de otro ser hu- cuadas unirá el término adecuadamen-
mano, el hombre libre no 10 insultará te a aquello que aumente su capaci-
ni le odiará. El amor es «la alegría dad de acción, y el hombre pasivo a
acompañada de la idea de un objeto», aquello que considere erróneamente
«el odio es la tristeza acompañada de que ayuda a sus propósitos. Ha colo-
la idea de un objeto». El hombre li- cado la emoción en un lugar erróneo,
bre, que ve a todos los hombres como vinculándola a los objetos en lugar
partes de un sistema determinado só- de considerarla en su lugar correcto
lo puede regocijarse de su conocimien- que está en las fases causalmente co-
to, de tal modo que no puede odiar nectadas de su vida mental. La ala-
a nadie. banza y la injuria son igualmente ina-
El concepto importante en la expli- plicables a la acción humana, aunque
cación de las acciones humanas, así pueden ser usadas como causas al
como en la explicación de cualquier afectar las acciones de aquellos por
otro evento, es la causa, no la inten- cuya conducta nos sentimos responsa-
ción. El ejemplo favorito de Espino- bles. Nada puede ser más útil para
sa acerca del error, es nuestra creen- el hombre libre que la asociación con
cia en la voluntad libre. Un hombre otros hombres libres, de tal modo que
es consciente de sus «acciones», pero el «hombre bueno» de Espinosa será
ignora las causas de éstas; por tanto, bueno en el sentido normal. Natural-
dice que elige libremente actuar de mente intentará que otros hombres
este modo, pero esta frase es simple- sean libres y sabios, entendiendo que
mente un nombre para el estado de el odio y el resentimiento son tan
confusión en el que las causas de inapropiados si van dirigidos a los
nuestras «acciones» se ocultan en su hombres como a las rocas y a las pie-
mayor parte. Ponemos «acción» entre dras. Sabe que el único objeto que
comillas porque en la terminología de vale la pena intentar conseguir, el
Espinosa, los actos de los hombres conocimiento, se logra mejor en com-
cuyas ideas son confusas e inadecua- pañía que solo, pero también sabe
das van a ser llamados «pasiones». que cualquier otro ser tiene su pro-
Las explicaciones de los actos de pio conatus, y no importa 10 equivo-
tales hombres se deben buscar en sus cado que pueda estar en su idea de
circunstancias, no en su propia natu- cómo «perseverar en su propio ser»
raleza. Existen tres emociones prima- mejor, él tiene el mismo derecho que
rias, el deseo que es conatus, la ale- el hombre sabio a perseverar. El horn-
gría que es el paso del organismo a bre sabio será, pues, tolerante con
un estado de perfección superior, y la los demás, no interfiriendo en las
tristeza, que es el paso a un estado in- creencias inocuas de nadie, sea en po-
ferior. Todas las emociones restantes lítica o en religión. Juzgará que es
están compuestas de estas tres, junto buena la, religión que promueve una
con las ideas de los objetos apropia- buena vida, y el sistema social que
da o inapropiadamente unidas. Pasar da seguridad a sus ciudadanos y for-
a un estado de perfección superior o talece «los derechos naturales a exis-
inferior no es hacerse mejor o peor tir y trabajar sin injurias a sí mismos
en el sentido moral, sino hacerse más o a otros» que tienen. Como hay
o menos activo. El hombre de ideas hombres de todos los grados de per-
inadecuadas es pasivo en que 10 que fección, algunos tienen que ser diri-
hace depende de 10 que le ocurre, no gidos por autoridad. Por esta razón
de lo que es. Es «menos real» que el es de una importancia inmensa el que
ESPEUSIPO 134
los teólogos y los dirigentes civiles ficaciones». Parece que mantuvo que
entiendan las condiciones de la buena ninguna cosa puede ser definida sa-
vida. tisfactoriamente a menos que lo sean
Si el resentimiento hacia los hom- también todas las otras cosas; enten-
bres es inapropiado, es mil veces der un concepto es conocer cómo se
más inapropiado si se dirige hacia relaciona con todos los demás por
Dios. Dios está por encima del bien semejanzas y diferencias. c) Espeusipo
y del mal, y aunque es igualmente la mantuvo que la explicación que se da
causa de los seres perfectos e imper- en el Timeo de Platón del funciona-
fectos, su poder se manifiesta igual- miento del mundo era simplemente un
mente en ambos. Un lisiado físico o artificio expositorio (al igual que
mental es lo que es a causa del lu- los matemáticos hablan de «cons-
gar que ocupa en el sistema: no es truir» figuras o pruebas). d) Desde
que Dios haya intentado producir un la Metafísica de Aristóteles queda cla-
hombre perfecto y haya fallado: «Pa- ro que Espeusipo abandonó la teoría
ra Él lo material no requería la crea- de las ideas de Platón y que también
ción de todo, del más alto al más reconoció más clases de entidad que
bajo grado de perfección: o para ha- aquél, asignando principios diferentes
blar más adecuadamente, como las le- a cada tipo.
yes de su naturaleza eran tan am- (J. L. A.)
plias, bastaban para la producción de
todo lo que puede ser concebido por ESTÉTICA. Aunque la división de la
un intelecto infinito» (Ética, parte 1, filosofía en una serie de departamen-
apéndice). Tal Dios puede ser amado tos tiene poco valor teórico, la esté-
y adorado por el hombre libre, que tica ha sido considerada durante mu-
ve que es inadecuado esperar que cho tiempo uno de los úepartamentos
Dios le ame a cambio, que esté inte- principales de la filosofía, junto con
resado por sus necesidades y que asig- la lógica, la metafísica, la teoría del
na recompensas y castigos. Quien ama conocimiento y la ética; si bien de-
a Dios no mira hacia la vida futu- bemos admitir que nunca ha recibido
ra; esta vida puede ser de bienaven- el grado de atención concedido a es-
turanza porque pensando adecuadamen- tas otras ramas. La misma palabra
te podemos pensar en los pensa- «estética» tiene poco más de un siglo
mientos de Dios, compartir el rego- de antigüedad y es el resultado de
cijo del autoconocimiento de Dios, es una acuñación alemana que hiciera el
decir, «el amor con el que Dios se filósofo Baumgarten; así, aunque la
ama a sí mismo», y en esa medida palabra se deriva, en última instan-
podemos ser eternos. cia, de la palabra griega aistbesis, que
(R. L. S.) significa «percepción», no se le pue-
de conceder ningún peso a esta eti-
ESPEUSIPO, ateniense, nacido hacia mología. Donde nosotros hablamos
finales del siglo v a. c., muerto en de estética los escritores anteriores
el 339. Fue sobrino de PLATÓN y hubieran hablado de teoría del gusto
miembro de la Academia, siendo ca- o crítica del gusto. El Ripias Mayor
beza de ésta desde la muerte de Pla- de PLATÓN, en donde el sofista Ri-
tón en el 347 hasta su propia muerte. pias intenta en vano proporcionar a
Solamente sobreviven fragmentos de SÓCRATES una definición satisfactoria
sus muchas obras, por lo que no po- de belleza, es la obra más antigua
demos obtener una visión compre- que ha sobrevivido en el campo de
hensiva de su filosofía. Se pueden la estética, y existe toda una biblio-
mencionar cuatro puntos principales: grafía que se prolonga desde ese pe-
a) Espeusipo mantenía -en contra ríodo.
de Eudoxo- que el placer no es bue- La estética obtiene su objeto del
no, sino que el placer y el dolor son hecho de que la gente esté juzgando
males opuestos. El Filebo de Pla- constantemente que las cosas, tanto
tón se interesa parcialmente por esta los objetos naturales como los pro-
controversia de la Academia. b) Es- ductos de las bellas artes u otros ar-
cribió una serie de obras de «Clasi- tículos hechos por el hombre, son
135 EST~TICA

bellas, sublimes, encantadoras, feas, la cuestión más importante de la éti-


ridículas o groseras; más aún, inten- ca queda expresada de manera natu-
tan apoyar o cuestionar tales juicios ral, más o menos, de este modo:
entablando debates al respecto. Los «¿Existe algún criterio de moralidad
problemas filosóficos de la estética que esté más allá de las convenciones
surgen de la reflexión sobre estos da- de un grupo?, y si es así, ¿cuál es?»
tos; será útil hacer una lista de al- Siendo éste el caso no es sorprenden-
gunos de ellos sin discutirlos. ¿Qué te encontrar un estrecho paralelismo
tienen en común términos tales como entre las teorías estéticas y éticas más
«bello», «sublime», «encantador», comunes. Al igual que el relativista
«feo», que no lo comparten con «va- ético afirma que las creencias mora-
lioso», «útil», «perverso» y «corree- les sirven solamente para un indivi-
to»?, ¿qué diferencia existe en el duo o un grupo, se afirma que no
significado de los términos «bello» y hay ningún criterio del buen gusto,
«sublime»?, ¿cómo podemos mostrar, salvo el que es aceptado convencio-
si es que podemos, que son verdade- nalmente dentro de un grupo; al
ros los juicios estéticos, y cómo justi- igual que el hedonista ético encuen-
ficar una opinión en lugar de otra?, tra el valor moral solamente en la
¿en qué difiere la valoración estética producción de placer, el hedonista es-
de la ética y la económica?, ¿qué es tético afirma que la producción de
una obra de arte?, ¿podemos tener la placer es el único criterio de mérito
misma actitud estética hacia las obras estético; al igual que algunos mora-
de arte que hacia los fenómenos na- listas dicen que la bondad es una
turales? Cuestiones como éstas indi- cualidad moral última que está obje-
can suficientemente el carácter gene- tivamente presente en las cosas de
ral de la estética filosófica, aunque valor, así han afirmado algunos que
todos los filósofos no estarían de la belleza es una cualidad objetiva;
acuerdo de ningún modo en que ha- similarmente tenemos teorías subieti-
yamos mencionado los problemas más vistas y emotivistas en ambos campos.
importantes, ni en que los hayamos La discusión clásica de estética más
formulado del mejor modo posible. influyente fue la que KANT realizara
Hay, sin duda, otras cuestiones; una en la Crítica del Juicio, especialmente
de ellas sería de dónde trazar los por su insistencia en el nivel precon-
límites de la estética filosófica -si, ceptual del juicio estético y el carác-
por ejemplo, la discusión de la distin- ter formal de los criterios del mérito
ción entre arte clásico y arte románti- estético; la forma precisa de su dis-
co es filosófica o si cae por comple- cusión depende en su opinión de que
to dentro del campo de la crítica de los juicios difieren en cantidad, cuali-
arte. Sin duda es necesario hacer al- dad, relación y modalidad, de tal mo-
gunas distinciones entre estética y crí- do que el problema de la estética re-
tica; así, dar razones para pensar que side principalmente en decir en qué
una determinada obra de arte es bue- difieren de otros los juicios estéticos
na no forma parte de la filosofía, y
el filósofo no tiene ninguna compe- según estos cuatro modos. En la eta-
tencia especial con respecto a esas pa actual la teoría más conocida es la
cuestiones. de CROCE en su Estética, a la que se
Es natural encontrar un estrecho parece esencialmente la de COLLIN-
paralelismo entre los problemas de la GWOOD en los Principies of Art; para
estética y los de la ÉTICA. Algunos Croce la obra de arte es una intuición
considerarán, sin duda, que, aunque sensual de alguna emoción de la que
natural, esto es un error; otros man- también es la expresión adecuada, sien-
tendrán que hablar de paralelismo es do el lienzo, las palabras escritas o los
más que insuficiente, y que debería- sonidos meras ayudas causuales para
mos empezar por una teoría ge- que otros tengan la misma intuición.
neral del valor, una única teoría que La opinión expresada en La filosofía
pueda ser aplicada con ligeras modi- de las formas simbólicas de CASSIRER,
ficaciones al campo de la estética, la especialmente tal y como es reformula-
ética y la economía. Pero, sin duda, da en Feeling and Form de S. K. Lan-
ESTOICISMO 136
ger, también ha sido muy influyente. ESTOICISMO fue una de las filosofías
Es común a estas opiniones el consi- dominantes del período helenístico
derar que la experiencia estética es romano. Fue fundado por ZENÓN de
esencialmente expresión, o simbolis- Citium a finales del siglo IV a. c., re-
mo, del sentimiento, y como tal co- cibiendo su nombre de la Stoa Pinta-
nectarla con todo uso del lenguaje da (Pórtico), donde él enseñaba en
y otros simbolismos. Croce considera Atenas. A él se le atribuyen todas las
desde luego la lingüística general y doctrinas fundamentales. En el siglo si-
la estética como una y la misma co- guiente CRISIPO formuló el sistema
sa. Estas teorías, de tendencia idea- definitivo en una extensa serie de
lista, no han conseguido mucho apo- obras. Pero los estoicos no se acobarda-
yo de filósofos más empíricos y ana- ron por los cambios dentro de marco
líticos, pero éstos no han logrado general, y en los siglos 11 y I a. c., Pa-
proporcionar ninguna alternativa. La necio y Poseidón hicieron algunos
inmensa dificultad con que se en- cambios de énfasis y detalle. En el
frenta toda teoría estética es dar al- imperio romano fue modificado toda-
gún significado claro de los términos vía más por SÉNECA, EpICTETO y
que parece natural usar; simbolismo, MARCO AURELIO, pero siempre siguió
expresión, intuición y forma signifi- siendo en esencia el sistema compre-
cante son nociones a las que se re- hensivo unificado de Zenón y Crisi-
curre constantemente y a las que bien po. Se desvaneció a finales del si-
se les podría hacer un examen y una glo III d. C.
explicación analíticos mucho más ri- Los estoicos dividieron su filosofía
guroso que el que han recibido has- en lógica (dialéctica y retórica), ética,
ta el momento. y física (que incluía la teología); es-
Desde luego, que algunos filósofos taban entrelazadas y eran interdepen-
niegan la posibilidad de una teoría dientes, aunque no tenían todas la
estética general; dicen que los esté- misma importancia. Su interés por la
ticos suponen que hay algún rasgo lógica se limitaba principalmente a
común en la experiencia de las di- perfeccionar sus propios argumentos
versas artes y en la belleza natural, en defensa de su sistema; era como
y que se puede encontrar algún cri- la valla que protege el jardín, co-
terio general de juicio que sea apli- mo la cáscara que salvaguarda al hue-
cable a todos estos campos; pero va. La física, por otro lado, era en
consideran que esta suposición no tie- cierto sentido a la vez el punto de
ne ninguna justificación. Mantienen partida y la culminación de su éti-
que podemos decir qué es lo que ha- ca; Crisipo decía que no podía ver
ce que admiremos esta o aquella pin- otro punto de partida para la justi-
tura, este paisaje y aquella sinfonía, cia que el de la física, y la definición
pero que no debemos esperar que ha- que daba de felicidad (el fin del hom-
lla algo común a todos estos casos. bre) era «vivir en armonía con la
Esté justificado o no este escepticis- naturaleza»; en otras palabras, como
mo extremo, debemos admitir de es- la mayoría de los griegos, basaron su
tos críticos que la estética más que filosofía en su concepción de la natu-
ninguna otra rama de la filosofía pa- raleza. Con todo, su interés por la
rece predestinada a una vaguedad naturaleza se limitaba a la relación
de ésta con la acción humana y la
pretenciosa o a una pobreza extrema
importancia que pudiera tener para
que la convierten en una pobre her- esta última; el estoicismo fue prima-
manastra respecto a los otros campos
riamen te una ética a la que la física
principales de la investigación filosó- proporcionara los fundamentos.
fica. Sin embargo, en los Estados Uni- Su ética se formuló como respuesta
dos en los últimos años se ha pro- a las necesidades de la época. Con el
ducido un crecimiento considerable fin del siglo IV el derrumbamiento
del trabajo en estética que debemos de la ciudad estado griega no sólo
esperar que tenga algún fruto en un produjo inseguridad física, económica
futuro próximo. y física, sino también un vacío mo-
(J. O. U.) ral. La respuesta de las escuelas fi-
137 ESTOICISMO

losóficas 10 refleja: la Academia de- la razón divina, gobernadora del uni-


jó que la ética pasase a un segun- verso. Indisolublemente impregnada de
do plano y se volvió ESCÉPTICA, los materia pasiva a la que cualificaba,
peripatéticos se dedicaron a la inves- daba forma al universo como un to-
tigación científica, y se contentaron do racional que vivía intencionalmen-
en ética con lograr que sus fines fue- te del cual e! hombre era una parte
sen bienes tan humanos como fuera integral. Era este logos, identificado
posible; los EPICÚREOS ofrecieron el con el fuego creador (o aire caliente)
HEDONISMO. La reacción de Zenón entre los elementos 10 que constituía
fue idear una filosofía de la seguridad la sustancia del alma humana. Del
del individuo sin divorciar1e de las mismo modo que la razón tiene una
circunstancias en las que se encon- importancia total en el universo como
traba. la fuerza dirigente activa, así ocurre
Su punto de partida fue el mismo con el hombre, y la felicidad sólo de-
que el de los CÍNICOS, la creencia en be depender de ésta; y como la ra-
que la inseguridad y la infelicidad zón humana es la misma que la ra-
eran resultado de perseguir, como bie- zón universal, el conocimiento de!
nes o fines de la acción humana, lo hombre y sus deberes no puede es-
que no estaba totalmente bajo el con- tar completo hasta que comprenda
trol del individuo humano. La salud el universo y el lugar del hombre en
se puede deteriorar, se puede perder éste. Pues al entender el funciona-
una fortuna, desvanecerse la reputa- miento de la razón en el universo se
ción por causas externas, todo cosas puede identificar a sí mismo con su
que son siempre susceptibles de des- intención. El hombre tiene, pues, la
truirse; por tanto, ningún «bien» fí- capacidad de acomodar su propia na-
sico o externo puede ser un fin. La turaleza a la Naturaleza universal, o
única cosa que está completamente en con la expresión estoica, a vivir en
nuestro poder es la correcta actitud armonía con la naturaleza.
moral de la mente que es la virtud; La física proporcionaba la justifica-
incluso en la acción moral el resul- ción de la supremacía de la inteligen-
tado u objeto de la acción está más cia moral, y no una explicación de
allá de nuestro control. Además, es- su campo de actuación; por eso los
ta actitud se basaba en el conoci- estoicos se volvieron hacia la psicolo-
miento (el valor era el conocimiento gía. Observaron ciertos impulsos y
de 10 que se debía y lo que no se aversiones naturales que cuando se des-
debía temer); pues la felicidad estoi- arrollaban apuntaban a ciertos fines;
ca se derivaba de saber qué era co- el logro o la evitación de éstos pare-
rrecto hacer en cualquier momento cían naturales para un ser humano e
dado, y mediante este conocimiento implicaban acciones apropiadas. Por
tener la actitud correcta de la mente ejemplo, el principio de toda vida,
hacia el logro del objeto. El logro el asegurarse la propia existencia, lle-
real del objeto era irrelevante para vaba a la satisfacción física y exter-
la felicidad, que dependía únicamen- na, salud, comodidad, riqueza adecua-
te del funcionamiento moral del ele- da, etc. El instinto de perpetuar la
mento racional de las personas. Se raza era la base de la vida familiar
argüía que el hombre sabio sólo quie- y, por tanto, de la sociedad en gene-
re lo que puede lograr y, por tanto, ral lo era la amistad (y las responsa-
sólo puede lograr 10 que quiere. bilidades y deberes que ésta implica-
Hasta aquí los ingredientes cínicos. ba). El impulso del intelecto fomen-
Pero para entender el sabor estoico taba la reflexión, la curiosidad, las
uno debe volver a la concepción es- bellas artes. Como el hombre ha si-
toica del universo. Toda la realidad do moldeado por la naturaleza según
era material, la mente así como la estas líneas, la prosecución de todas
materia; porque, argüían ellos, sólo éstas y la evitación de sus opuestos
la materia puede mover o ser movi- están de acuerdo con su naturaleza
da. Pero había una distinción impor- y, por tanto, son apropiadas. Pero
tante entre fuerza activa y materia como se basan en la concepción de
pasiva; la fuerza activa era el lagos, la naturaleza del hombre sólo, y no
ESTOICISMO 138
en la naturaleza del hombre como bribón; todos los errores o ViCiOS
parte del universo, su importancia eran iguales. Aunque todos los estoicos
se subordina a la de 10 racional. For- aceptaron esta posición, algunos la
man una clase de objetos interme- enfatizaron más que otros, particular-
dios que tienen un valor relativo, pe- mente Aristón (alumno de Zenón),
ro que son moralmente indiferentes cuya actitud no ortodoxa de indife-
por no tener un valor absoluto rencia completa hacia los «interme-
(i. e., moral), su valor relativo, fija- dios» eliminó en gran parte el lado
do a partir de un repaso inteligente práctico del estoicismo. Crisipo mos-
de la psicología humana hace posible tró de una vez por todas que la pa-
la formación de reglas generales pa- radoja «todos los pecados son igua-
ra su logro o evitación que es el su- les» significaba que todos los errores
jeto de los deberes «apropiados». (Los morales eran igualmente errores en
estoicos suministraron su propia ter- comparación con la virtud perfecta,
minología). Pero el logro de los «in- pero considerados únicamente en sí
termedios» no puede ser bueno, ni mismos uno podía ser peor que otro.
pueden ser actos perfectos los deberes Los objetos de nuestros impulsos na-
«apropiados» porque en ocasiones la turales y los deberes «apropiados»
regla general está equivocada; tales que se implican no eran en todos los
acciones pueden ser hechas igualmen- casos algo sin valor; algunos tenían
te por un hombre bueno que por uno un «valor» prima facie y debían ser
malo, o por una razón incorrecta o «preferidos», otros no tenían «valor»
insuficiente; debido a circunstancias y debían ser «relegados»; otros eran
externas no está por completo en completamente indiferentes. El valor
nuestro poder el cumplirlos todos o relativo de todo esto cae sólo dentro
cualquiera de ellos. No obstante, los de su clase (i. e., la clase de los de-
«intermedios» están implicados en la beres «apropiados»}; la salud se debe
virtud porque también son el mate- preferir como una .regla general sin
rial (aunque no el fin) de los debe- consideraciones externas, como el do-
res perfectos; son el campo en el que lor debe ser evitado; pero pueden sur-
funciona la virtud; pero sólo la vir- gir circunstancias en las que sea co-
tud es buena, el logro de los «inter- rrecto rechazar 10 preferido o vicever-
medios», cualquiera que sea su valor, sa; pues ni la salud ni el dolor son
nunca 10 es. Los «intermedios» están buenos o malos en sí mismos. Los
de acuerdo con la naturaleza humana, deberes «apropiados» reciben un va-
pero sólo el ejercicio correcto de la lor absoluto en cada caso sólo de la
elección moral entre ellos puede lle- decisión de la inteligencia moral; no
var al hombre a la armonía con la obstante, esta decisión está relaciona-
naturaleza universal. Por tanto, el es- da con ellos; uno se ve inclinado a
toicismo retuvo la autosuficiencia de esto o a aquello. La posición es mar-
los cínicos, pero, como los peripatéti- cada más claramente en los métodos
cos, se negaron a divorciar la moral educativos de la Stoa; pues aunque
de la naturaleza humana. aquel que no era un hombre sabio
Es precisamente esta relación dis- era un necio, los necios podían pro-
tintiva entre virtud e «intermedios» gresar hacia la virtud (y desde luego
10 que formó el corazón del estoicis- los estoicos hicieron un intento serio
mo y 10 que más críticas y malinter- por trazar el crecimiento de las no-
pretaciones suscitó; esto fue fomen- ciones morales en la mente humana).
tado por ciertos cambios de énfasis en Los necios eran embaucados por las
los distintos estoicos, y no menos por reglas de los deberes «apropiados»,
su amor a la paradoja. Estaban orgu- que le ponían al corriente de la ma-
llosos de acentuar la importancia ab- teria de la ética. Pero el estoicismo
soluta de la inteligencia moral insis- se concentró en los actos concretos,
tiendo en que no había medias tin- y en cada caso las reglas exigían in-
tas. Si un hombre la perfeccionaba, terpretación. Así, aunque los necios
todos sus actos eran correctos, y si progresaran, seguían siendo necios, fa-
no, ninguno 10 era; o bien era per- libles y vulnerables, hasta que enten-
fectamente bueno y sabio o tonto y dían que el principio rector de la
139 ESTOICISMO
moralidad infalible procedía del inte- cultad irracional de la mente para ex-
rior, del control divino de la razón. plicar el predicamento moral. Pero
Deben saber en cada caso qué deben para los estoicos la pasión implicaba
elegir y por qué; por esto deben com- una aprobación del juicio que sola-
prender la filosofía del lagos. Cada mente se podía dar si la razón estaba
individuo sólo puede ser el capitán en una condición débil. Por tanto, las
de su propia alma. Sin embargo, era pasiones debían ser erradicadas. Los
evidente que la mayoría si no todos estoicos con sus enseñanzas morales in-
los hombres estaba todavía en el esta- tentaban efectuar una cura profiláctica
dio progresivo; en consecuencia, Pa- para esta enfermedad mental. Pero
necio (c. 185-110 a. C) y Posidonio nunca erradicaron la emoción; el sa-
(e. 135-50 a. C) en particular, cuando bio sentía emociones correctas que
se enfrentaban a un auditorio romano derivaban de su estado firme; pero
pidiendo un enfoque más práctico que nunca se permitió que la emoción de
la teoría griega, se concentraron en otras fuentes nublara su razón. En
el departamento de los deberes «apro- política, los estoicos estaban en una
piados», con su énfasis en el hombre posición curiosa; tenían derecho a en-
como ser humano y en relación con trar en la política porque tenían de-
la sociedad, en el estudio de la natu- beres para con sus compañeros hu-
raleza humana y de la psicología hu- manos. Pero, a pesar de la influencia
mana. Así, Panecio derivó de las vir- de Panecio, el estoicismo fue funda-
tudes una serie de reglas morales y mentalmente una ética para el indi-
políticas para la acción. Esto no po- viduo. En última instancia el deber
día significar que hubiera abandona- para con la comunidad debía dar pa-
do el estudio superior del hombre en so a un deber del hombre para con-
el universo y de la filosofía del logos; sigo mismo; y los estoicos tendían a
pero llegó en el último siglo a. C a pensar en una comunidad de hombres
la crítica de que la Stoa no estaba basada en el individuo, o en una co-
diciendo nada distinto de la ética pe- munidad de hombres sabios basada
ripatética; lo que es cierto si se lo en la naturaleza divina. Por tanto, su
limita a este estadio intermedio de política tenía la tendencia a ser ge-
la ética estoica, pero que no tiene neral más que particular o a pasar a
sentido si se recuerda que este esta- un plano superior como en los casos
dio no podía producir la felicidad, de Séneca y Marco Aurelio. Como el
que sólo el hombre tenía el poder fin de un hombre reside únicamente
de lograr. en la virtud o en la fundamentación
Fue esta es' ructura esencial del fin sólida de su razón moral, allí donde
y alcance de la moralidad lo que dio esto era amenazado surgían circuns-
unidad y forma a las diversas rami- tancias extraordinarias, y el hombre
ficaciones del estoicismo. En ética, co- sabio era libre de suicidarse. La vida
mo la condición de la acción correcta y la muerte eran igualmente indife-
era la fundación sólida de la razón rentes si se las comparaba con el fin;
moral, su mayor peligro procedía de la puerta estaba siempre abierta; uno
las pasiones, en tanto que movimien- estaría siguiendo meramente las lla-
tos irracionales de la mente. Los es- madas de la intención divina en el
toicos clasificaron las pasiones bajo universo. Hubo periodos del estoicis-
los géneros placer, dolor, deseo, mie- mo en los que el suicidio se convirtió
do, y las consideraban como algo que casi en una obsesión, aunque los es-
surgía de los impulsos externamente toicos no creían en la otra vida.
suscitados y que invalidaba el juicio En física, los estoicos no se dedi-
correcto. Crisipo, cuyo intelectualis- caron a la investigación científica a
mo le llevó a considerar todas las pesar de su interés por la naturaleza.
formas mentales como modos de la Incluso para Posidonio, que tenía la
razón, fue tan lejos como para lla- mente más científica y de más vasto
marlas razón mala, que surge de los alcance de todos los estoicos, los fenó-
juicios erróneos; pero esta psicología menos físicos tenían interés solamente
embarazosa fue criticada por Posido- en tanto que manifestaban la natura-
nio, que una vez más postuló una fa- leza intencional racional del universo.
ESTOICISMO 140
Esto lo miraban los estoicos no con es resultado del material en el que
curiosidad científica sino con una re- tiene que trabajar, o un resultado se-
verencia religiosa. Argumentaban: el cundario de sus provisiones para el
universo es completamente material mundo. b) El mal no es una falta de
sin vacío; todo es un modo del ser Dios, sino del mal uso que e! hom-
simple original que combina la ma- bre hace de su munificencia, pues se
teria pasiva no cualificada con la fuer- le ha concedido e! control de su pro-
za; esta última es la razón y Dios. Me- pio vicio o virtud. e) El mal es ne-
diante una teoría de la mezcla en la cesario (i) para que haya bien, pues-
que una gota de vino se difundiría to que los opuestos sólo adquieren
por todo un océano, produciendo un significado e! uno de! otro (compá-
nuevo todo, la mezcla completa sub- rese con Platón, Teeteto, 176); (ii)
siguiente, así la razón divina se difun- como castigo o como ejemplo o para
de por el universo convirtiéndolo en probar a los hombres; (iii) por algún
un todo orgánico. No hay nada que no acuerdo que está más allá de la com-
tenga un tinte de lo divino (así son prensión humana, por el bien de! to-
a la vez monoteístas y panteístas); no do. En segundo lugar, el fatalismo
hay nada que no esté sujeto a la ley estaba implicado en la física estoica,
racional. Esta posición implicaba pri- el LIBRE ALBEDRío en su ética. La
meramente un fatalismo rígido: todos defensa de Crisipo consistió en la
los eventos son parte de una cadena distinción entre la causa externa ini-
de causa y efecto; la casualidad es un cial que precedía inmediatamente a la
nombre dado por la ignorancia; la acción, y que era parte de la cadena
posibilidad significa que un evento infinita de causa y efecto, y la causa
futuro no está excluido por una ley interna de importancia total suminis-
de la naturaleza conocida (compárese trada por la naturaleza de la cosa.
con ESPINOSA que distingue entre Cuando es movida, una piedra cae
«contingente» y «posible», pero am- hacia abajo por su propia naturaleza.
bas palabras reflejan meramente la ig- El estímulo externo para la acción
norancia humana). En segundo lugar, humana ata al hombre a la cadena
como Dios es bueno, la providencia fatalista pero por su propia natura-
gobierna para el bien de! todo. Aquí leza éste tiene la capacidad de deci-
había gradaciones; e! lagos variaba en dir acerca de su propia virtud y su
pureza y «tensión- en diferentes for- propio vicio. Con todo, incluso así
mas (p. e., hombre, animal, planta); no puede hacer nada más que correr
la parte contribuía al bien de! todo, de buena gana por los ejes de la ca-
las formas más bajas al bien de las rretera señalados por e! destino; pues
más elevadas; por ejemplo, los ani- si no será arrastrado, lo quiera o no,
males que no poseen razón activa son en la misma dirección. La naturaleza
creados para e! uso de los hombres del hombre está sujeta a la dirección
que sí la poseen. Aunque la posición de la Naturaleza pero está en su poder
de la razón moral en e! hombre es e! trabajar con la Naturaleza misma
reforzada de este modo, los críticos como uña y carne. Sólo su propia fe-
de la Stoa no perdieron tiempo en licidad está bajo su control, y no su
señalar dos dificultades consecuentes parte en el funcionamiento de! uni-
para su ética. En primer lugar, el pro- verso. Sus teorías físicas atrajeron a
blema de! mal se agudizó. Mientras los estoicos hacia la adivinación y la as-
que los estoicos mantenían que la trología. Eran sumamente conscientes
mayoría de las cosas que son consi- de sí mismos como miembros de un
deradas malas son moralmente indife- organismo divino a través de! cual
rentes, siendo e! vicio e! único mal, se extendía una simpatía que lo afec-
reconocieron su existencia, y la varie- taba todo. Existe un profundo senti-
dad y la naturaleza contradictoria de miento religioso especialmente seña-
sus respuestas muestra que no sabían lado en Cleantes (alumno de Zenón),
con seguridad cómo enfrentarse al Posidonio, Epicteto y Marco Aurelio.
problema. Hay tres líneas principales Al igual que el microcosmos, pensa-
de argumentación: a) Dios no podía ban que e! universo vivo tenía un
crear e! mal por e! mal mismo; éste ciclo eterno de cambio. Vendrá un
141 ÉTICA

período de «conflagración», en e! que La mayoría de los componentes del


todo será convertido en e! fuego di- estoicismo no son originales, pero en
vino, convirtiéndose sólo en alma, y el intento de unificar gran parte del
desapareciendo el mal. Entonces e! pensamiento filosófico anterior, inclu-
fuego se convierte a su vez en una yendo teorías aparentemente incompa-
masa húmeda a partir de la cual las tibles en un sistema comprehensivo, se
semillas de la razón inician un ciclo produjo algo nuevo. Es cierto que los
idéntico. dos impulsos hacia la comprehensivi-
Puesto que la virtud depende de! dad y hacia la unidad y consistencia
conocimiento, una de las tareas prin- produjeron una magnífica floración de
cipales de la lógica estoica fue sumi- paradojas. Aunque los estoicos los en-
nistrar una teoría del conocimiento. fatizaron a la manera socrática con
Como toda la realidad era material, fines pedagógicos, éstas permane-
e! conocimiento dependía de la per- cieron inherentes al sistema. No me-
cepción sensible, probada por la ra- nos paradójico fue su énfasis en la
zón. Las imágenes materiales de los capacidad de todos los hombres pa-
objetos eran reproducidas directamen- ra lograr su felicidad en un uni-
te en la mente. Algunas imágenes, lla- verso totalmente benéfico, combinado
madas «comprensibles» o cognitivas, con la admisión de que el mundo es-
correspondían tan exactamente al ob- taba lleno de depravación humana.
jeto real como para exigir la aproba- En la historia de la Escuela, e! sa-
ción irresistible de la razón cuando bio tendió a convertirse cada vez más
había condiciones adecuadas; la «com- en un ideal, pero siempre fue un
prensión» (el término significaba ideal práctico; el hombre no nacía
«captar», como uno capta un objeto perfecto, pero estaba en su poder el
con la mano) o cognición seguía esta llegar a serlo. De hecho, en la últi-
aprobación, y se convertía en conoci- ma Stoa, durante e! Imperio, se puso
miento como una certeza inconmovi- más énfasis en la ética práctica. Esta
ble en el sabio. La debilidad extre- combinación de practicidad e ideales
ma de este proceso tan mecánico fue nobles convirtió a la Stoa quizá en
atacada acertadamente por los escép- la escuela de filosofía más popular
ticos, quienes señalaron que no exis- y dominante durante unos quinientos
te ninguna señal distinguible entre o seiscientos años; sobrevivió al de-
las percepciones verdaderas y las fal- vastador ataque de la Nueva Acade-
sas, que las últimas pueden ser tan mia, así como al eclecticismo codicio-
irresistibles como las primeras y que so de los últimos académicos y peri-
no hay ningún criterio de juicio. És- patéticos. Aunque su base natural y
te seguía siendo e! lazo más débil de! su estructura intelectual era griega, y
estoicismo. En su deseo de perfeccio- completamente extraña a la cristian-
nar sus argumentos, los estoicos hi- dad, hubo muchos puntos de contac-
cieron contribuciones considerables al to entre los dos en la ética; Séneca
estudio del silogismo; siendo empi- fue representado posteriormente como
ristas e interesándose primariamente un cristiano secreto que mantenía co-
por los actos morales concretos, se rrespondencia con San Pablo; y Epic-
dedicaron a los silogismos hipotético teto apareció en el curriculum cristia-
y disyuntivo, que clasificaron como no. No es fácil trazar las influencias
ARISTÓTELES había clasificado los ca- del estoicismo en la filosofía poste-
tegóricos. Como creían que e! habla rior, pero hay algunas similitudes no-
era pensamiento con sonidos, y que las tables con la Stoa en la filosofía de
palabras surgían de la naturaleza de Espinosa.
las cosas, se dedicaron a la etimolo- (1. G. K.)
gía, y con un efecto mucho mayor al
estudio de la gramática, cuyo desarro- ÉTICA
llo debió mucho al estoicismo. El sa- 1. INTRODUCCIÓN
bio, perfecto en todas las esferas, tam-
bién era el orador perfecto, concen- De los muchos tipos de investiga-
trándose en la verdad y la precisión y ción para los que se ha usado el tér-
evitando los mecanismos emocionales. mino «ética» en un momento u otro,
ÉTICA 142

se pueden seleccionar tres grupos de rá, para lo que acabamos de llamar


cuestiones cuya mutua distinción es de «ética» los términos más circunspec-
la mayor importancia: 1) Cuestiones tos de «la lógica de la ética», «me-
morales: por ejemplo, «¿Debo hacer taética», «ética teórica», «ética filosó-
eso?»; «¿Es incorrecta la poliga- fica», etcétera. Las obras llamadas
mia?»; «¿Es Jonás un hombre bue- «ética» contienen generalmente cues-
no?» En este sentido «ético» y «mo- tiones y respuestas de los tres tipos,
ral» significan casi lo mismo. 2) Cues- y el estudiante de ética debe estar
tiones de hecho acerca de las opinio- dispuesto a encontrar en ellas observa-
nes morales de la gente: por ejemplo, ciones ambiguas en las que no está
«¿Qué pensaba (o decía) de hecho claro qué tipo de cuestión es la que
Mahoma (o la clase media inglesa, o el escritor está intentando responder.
yo mismo) sobre la corrección o inco- Por ejemplo, es demasiado fácil con-
rrección de la poligamia?» 3) Cues- fundir un enunciado moral con un
tiones acerca de los significados de las enunciado ético descriptivo, especial-
palabras morales (por ejemplo, «de- mente cuando se está hablando sobre
ber», «correcto», «bueno», «dere- las opiniones morales propias; pero
cho»); o acerca de la naturaleza de no obstante, es vital distinguir el jui-
los conceptos o las «cosas» a las que cio moral: «Sería incorrecto hacer eso»
estas palabras «se refieren»: por ejem- del enunciado ético descriptivo: «Yo,
plo, «¿Qué estaba diciendo Mahoma como una cuestión psicológica de he-
cuando decía que la poligamia no es cho, creo que sería incorrecto ha-
incorrecta?» Siendo bastante distintos cer eso.» Por tanto, la primera ta-
estos tres tipos de cuestiones, el uso rea para cualquiera que inicia el tema,
de la palabra «ética» para abarcar los es aprender a distinguir estos tres ti-
intentos de respuesta de los tres es pos de cuestiones entre sí; y para
confuso, y es evitado por los escri- este propósito pueden ser útiles las
tores modernos más cuidadosos. To- reglas siguientes. Un escritor está ha-
davía no ha surgido ninguna termi- ciendo un enunciado moral si con éste
nología que se haya aceptado de una se está comprometiendo a una opinión
manera general y que realice las dis- o un punto de vista moral; si no
tinciones necesarias; pero en este ar- (esto es, si está escribiendo meramen-
tículo distinguiremos entre: 1) moral, te de un modo imparcial sobre opi-
2) ética descriptiva y 3) ética, en co- niones morales que son o pueden ser
rrespondencia con los tres tipos de mantenidas por él o por otras perso-
cuestiones señalados más arriba. La nas), se trata de un enunciado ético
razón de confinar la palabra «ética» descriptivo o de' un enunciado ético;
(usada sin cualificación) al tercer tipo y esto normalmente es indicado por
de cuestión es que generalmente se la forma del enunciado, estando «ais-
ha mantenido que la ética era una ladas» las palabras morales por ocu-
parte de la filosofía, y el tercer gru- rrir dentro de una cláusula «que» o
po de cuestiones, que son investiga- dentro de comillas. Se puede decidir
ciones analíticas o lógicas, o como de cuál de las dos se trata de la for-
podrían decir escritores más antiguos, ma siguiente: Si la verdad del enun-
metafísicas, es mucho más semejan- ciado depende de qué opiniones mo-
te que los primeros dos grupos a rales son mantenidas realmente por
otras investigaciones que se incluyen la gente, es un enunciado ético des-
generalmente en la filosofía. Así, la criptivo; pero si su verdad depende
ética (en el sentido estrecho) mantie- únicamente de lo que es significa-
ne la misma relación con la moral do por ciertas palabras, o lo que di-
que la filosofía de la ciencia con la ría la gente si expresara ciertas opi-
ciencia. El estudiante de ética debe niones morales, es un enunciado éti-
acostumbrarse, no obstante, a una va- co. Así, por ejemplo, la ética en el
riedad de terminologías; encontrará sentido estricto no se interesa direc-
que «ética» es usada en lugar de tamente ni por si la poligamia es in-
lo que nosotros acabamos de llamar correcta (una cuestión moral), ni por
«moral» (<<ética normativa» es otro si alguien piensa, de hecho, que lo
término usado para ésta); y encontra- sea (una cuestión de ética descripti-
143 ~TICA

va) -aunque la ética pueda tener cho «todo el mundo cree que es legí-
una relación con estas dos cuestio- timo tener esclavos, ¿pero no puede
nes, como la matemática la tiene con ser que eso sea incorrecto?»; la apro-
la física; se refiere a la cuestión bación universal de un principio mo-
«¿Qué está diciendo exactamente uno ral no prueba el principio; de otro
si dice que la poligamia es inco- modo el reformista moral, que propo-
rrecta?» ne, por primera vez, un principio
moral nuevo podría ser desestimado
con demasiada facilidad. Todavía se
2. RELACIONES ENTRE ESTAS sigue menos del hecho de que algún
INVESTIGACIONES conjunto limitado de personas man-
tengan alguna opinión moral, que esa
A través de la historia del tema, el opinión sea correcta.
principal incentivo para que se em- 2) Ética descriptiva y ética pro-
prendieran los tres tipos de investiga- piamente dicha. Sin embargo, el modo
ción ha sido la esperanza de estable- más común en el que se ha tratado de
cer conclusiones del primer tipo (esto que la ética descriptiva trate las cues-
es, conclusiones morales) mediante tiones morales no es directa sino in-
una investigación filosófica. Las inves- directamente. Se ha pensado que una
tigaciones del segundo tipo y espe- investigación ética descriptiva podría
cialmente las del tercero se han em- llevar a conclusiones sobre los signi-
prendido en su mayoría por este mo- ficados de los términos morales (a
tivo. Claramente, el estudio del sig- conclusiones, es decir, de ética pro-
nificado de las palabras morales está piamente dicha); y que a su vez és-
estrechamente relacionado con el es- tas podrían ser usadas para probar
tudio de 10 que hace sólidos o dé- conclusiones morales. Los que así
biles los argumentos que las con- han argumentado se han visto atraí-
tienen. Uno de los mejores modos dos por una seductora analogía entre
de obtener una visión clara del tema los términos morales y otros predica-
es considerar las relaciones mutuas dos y adjetivos. Por ejemplo, se po-
que hay entre estos tres tipos de in- dría mantener que es posible pro-
vestigación, y los puntos de contacto bar del modo siguiente, a cualquiera
que pueden tener entre sí. que 10 discutiera, que los buzones son
1) Ética descriptiva y moral. Al- rojos en Inglaterra: primero estable-
gunos escritores han pasado directa- ceríamos por 1<1 observación que todo
mente de las premisas éticas descrip- el mundo dice que las cosas son ro-
tivas a conclusiones morales (ética jas cuando tienen una determinada
normativa). Por ejemplo, el HEDONIS- cualidad reconocible, y, que no lo son
TA griego Eudoxo argumentaba que cuando no tienen esta cualidad; de
como todo el mundo pensaba que el esto concluiríamos que «rojo» signi-
placer era 10 bueno éste debía ser 10 fica «tener esta cualidad». Éste es el
bueno. De un modo similar algunos es- primer paso. Luego pediríamos a
critores modernos han mantenido que nuestro antagonista que observara
la tarea del filósofo moral -todo 10 que los buzones de Inglaterra tienen
más que puede hacer para establecer esta misma cualidad; y como ya ha-
conclusiones morales- es examinar bíamos establecido que «tener esta cua-
cuidadosamente las opiniones que son lidad» es precisamente 10 que signifi-
aceptadas por su sociedad o por sí ca «rojo», ya no podría negar que
mismo y reducirlas a algún tipo de los buzones son rojos. Se podría pen-
sistema. Esto es, tomar las opiniones sar que es posible utilizar el mismo
recibidas como datos y considerar es- argumento en la ética para probar,
tablecido un sistema moral que se por ejemplo, que determinados tipos
pueda demostrar que es consecuente de acción son correctos. Pero des-
con ellos. Sin embargo, este tipo de afortunadamente la analogía se viene
argumentación no le parecerá convin- abajo en ambos pasos ---en el paso
cente a nadie que considere el hecho de la ética descriptiva a la ética pro-
de que una persona (por ejemplo, en piamente dicha, y en el paso de la
el mundo antiguo) pudiera haber di- ética a la moral. Que las conclusio-
ÉTICA 144
nes sobre lo que la gente quiera de- bra no puede por sí mismo, ni siquiera
cir con «correcto», por ejemplo, no en conjunción con lo que los dos co-
pueden ser probadas descubriendo lo nocen de la acción, determinar si la
que ellos llaman correcto, es eviden- acción es incorrecta. Debe haber al-
te por el caso del reformista moral guna otra diferencia entre ellos (una
que acabamos de mencionar. Si decía diferencia moral) que no es ni una
que la esclavitud no era correcta, diferencia acerca de cuál es la acción
cuando la esclavitud era una de las (pues esto lo conocen con todo deta-
cosas en las que había un acuerdo lle), ni sobre el significado de «inco-
universal de que sí era correcta, sería, rrecto» (pues en esto están de acuer-
si el argumento propuesto fuera vá- do). El argumento plausible que aca-
lido, como un hombre que dijera que bamos de rechazar es una aplicación
los buzones no son rojos cuando todo particular de un tipo de argumento
el mundo estaba de acuerdo en que que se suele usar en filosofía y que
sí lo eran; podríamos acusar a tal es conocido como «el argumento del
hombre de emplear mal la palabra caso paradigmático». Sin discutir aquí
«rojo» -pues «rojo» significa el co- si el argumento es sólido en otros
lor que tienen los buzones, por tan- campos, podemos ver que en ética no
to, ;cómo puede negar él que sean lo es. La suposición de que este ar-
rojos? Pero el reformista moral pue- gumento tiene una fuerza ilimitada
de negar que la esclavitud sea correc- está vinculado con la suposición de
ta estando utilizando todavía la pala- que descubrir el uso de una palabra es
bra «correcto» en el mismo sentido siempre descubrir a qué cosas se apli-
en que sus contemporáenos, que pien- ca correctamente. Y esto no es cierto
san que la esclavitud es correcta, la de palabras como «es» y <<TIa»; y tam-
están usando. Este ejemplo muestra poco parece cierto de las palabras
que existe una diferencia importante morales. Esta suposición (por tomar
entre las palabras morales y las pala- otro ejemplo) no nos deja ningún mo-
bras como «rojo» -diferencia que do de distinguir entre los usos de los
invalida el argumento superficialmen- dos conjuntos de palabras «Cierra la
te plausible que va de premisas ético- puerta» y «Vas a cerrar la puerta»;
descriptivas a conclusiones acerca de pues todas las palabras de ambos con-
los significados de las palabras mo- juntos, en la medida en que se «apli-
rales. can» a algo, se aplican a la misma
3) Ética y moral. Pero el segun- cosa.
do paso del argumento propuesto tam-
poco es válido por una razón muy
similar. Aun pudiendo establecer el 3. NATURALISMO
significado de las palabras morales,
no podemos pasar de esto a conclu- Los argumentos que se han consi-
siones de sustancia sobre las cuestio- derado y rechazado hasta aquí exhi-
nes morales. Esto puede ser mostra- ben un rasgo común. En ellos, las
do por el siguiente ejemplo: supon- conclusiones morales son supuesta-
gamos que hay dos personas que lo mente derivadas de premisas que no
saben todo respecto de una acción de- son juicios morales en sí mismas: en
terminada (incluidas sus circunstan- uno de los casos la premisa era un
cias y consecuencias), y siguen dis- enunciado de hecho sociológico acer-
cutiendo acerca de si era incorrecta. ca de lo que piensa la gente sobre
Como están discutiendo, deben estar una cuestión moral; en el otro, se tra-
utilizando la palabra «incorrecto» con taba de un enunciado de hecho lingüís-
el mismo significado; pues si no fue- tico acerca de cómo (con qué significa-
ra así, no sería una verdadera discu- do) utiliza la gente una palabra de-
sión, sería simplemente una confu- terminada, junto con otra premisa
sión verbal. Pero puesto que pueden que da la descripción de una acción
continuar discutiendo aún después de cuya incorrección está en disputa.
ponerse de acuerdo sobre el sentido de Este rasgo es común a un gran nú-
la palabra, se sigue de ahí que el co- mero de argumentos que han sido
nocimiento del significado de la pala- usados por los pensadores éticos; y,
145 ~TICA

frecuentemente, se ha establecido que correcta (la accion que debe ser he-
cualquier argumento que derive con- cha) en una situación dada, es aque-
clusiones morales de premisas no mo- lla que produzca el mayor balance de
rales debe ser invalidado. A este res- placer sobre el dolor, no es naturalista,
pecto HUME insertó un famoso enun- pues no trata de definir lo «correc-
ciado en el Tratado de la naturaleza to», sino solamente decir qué accio-
humana (1739-40), III, 1, i. Hume ba- nes son correctas. Para ser naturalis-
só su rechazo de tales argumentos en ta, el utilitarista de este tipo hubiera
el principio lógico general de que un tenido que mantener, además, que su
argumento válido no puede proceder opinión era verdadera en virtud del
de las premisas a alguna «afirmación significado de «correcto» -es decir,
nueva» que no esté contenida, al me- que «correcto» significaba «producir
nos implícitamente, en las premisas. La el mayor balance de placer sobre el do-
corrección de la opinión de Hume lor». Si se abstiene de intentar pro-
(<<ningún debe a partir de un es») de- bar su teoría de este modo, las «re-
pende, por tanto, del supuesto de que futaciones del naturalismo» pasan por
los juicios morales contienen un ele- encima de su cabeza.
mento en su significado (el elemento También se debe observar que, se-
esencialmente moral) que no equiva- gún esta definición de naturalismo,
le, ni siquiera implícitamente, a nada llamar «naturalista» a la definición
que proceda de la unión de las pre- de una palabra moral no implica que
misas. Es éste el supuesto que ponen las propiedades, en cuyos términos
en duda aquellas teorías éticas cono- está siendo definida, sean empíricas,
cidas como NATURALISTAS. El término es decir, percibidas por los cinco sen-
«naturalista» ha sido usado en una tidos. Como MOORE, que acuñó la
variedad de formas, pero aquí lo usa- expresión «la falacia naturalista», ob-
remos como sigue: una teoría ética servó la misma «falacia», tal como él
es naturalista si, y sólo si, mantiene creía que lo era, se comete si las pro-
que los juicios morales son equiva- piedades son «propiedades de realidad
len tes en significado a enunciados suprasensible», dado solamente que no
de hecho no morales. sean propiedades morales. Así, un filó-
Se debe observar que, según esta sofo que defina «correcto» como si sig-
definición, un enunciado de opinión nificara «de acuerdo con la voluntad
moral (es decir, un enunciado de la de Dios», es naturalista en este sen-
primera de las tres clases señaladas tido, a menos que se mantenga que
al comienzo de este artículo) no pue- la misma palabra «Dios» es implíci-
de ser llamado naturalista; pues el tamente un término moral. El argu-
naturalismo es una opinión sobre el mento más importante mediante el
significado de los términos morales, cual intentó Moore «refutar el natu-
y nadie se halla comprometido a nin- ralismo», puede ser replanteado como
guna forma de éste que lo confine a sigue, utilizando el ejemplo que aca-
usar meramente términos morales bamos de citar: si «correcto» signi-
sin adoptar una opinión sobre su sig- ficara lo mismo que «de acuerdo con
nificado, su definición o su análisis. la voluntad de Dios», entonces «todo
En general, ninguna opinión puede lo que esté de acuerdo con la volun-
ser naturalista a menos que, en el tad de Dios es correcto», significaría
enunciado de tal opinión, las palabras lo mismo que «todo lo que está de
morales se den dentro de comillas o acuerdo con la voluntad de Dios está
de una cláusula «que», o que sean de acuerdo con la voluntad de Dios»;
mencionadas (no usadas) de algún otro pero según el uso verdadero que ha-
modo, y se introducan observaciones cemos de las palabras, parece que es-
acerca de su significado o su equiva- to significa algo más que esta mera
lencia con otras expresiones. Es de- tautología. (Obsérvese que, como an-
cir, que sólo los enu nciados de la tes, no hay nada en este argumento
ética propiamente dicha, en tanto que que fuerce a nadie a abandonar la
contrastados con la ética descriptiva opinión moral de que todo lo que
y con la moral, pueden ser naturalis- esté de acuerdo con la voluntad de
tas. Así, la opinión de que la acción Dios y sólo lo que está de acuerdo
10
I!TICA 146
con ella es correcto. Lo único que es te acerca del carácter lógico de las
naturalista es el intento de hacer que palabras morales, a saber, que los
esta opinión sea verdadera por defi- adjetivos morales, etc., difieren de
nición.) Se ha mantenido, aunque no la mayoría de los otros adjetivos del
lo ha hecho Moore, que lo que hay siguiente modo: llamamos «roja», por
de erróneo en las definiciones natu- ejemplo, a una cosa por su rojez y por
ralistas es que suprimen el elemento nada más; podría ser similar en todos
persuasivo o prescriptivo del signifi- los otros sentidos y, sin embargo, no
cado de palabras tales como «correc- ser roja. Pero cuando llamamos «bue-
to» y «bueno» (véase más adelante). na» a una persona o «correcto» a un
acto, les llamamos bueno o correcto
porque tienen otras características de-
4. INTUICIONISMO terminadas. Por ejemplo, se llama in-
correcto a un acto porque es un acto
La obra de Moore convcncio a mu- de romper una promesa, o se le lla-
chos filósofos de que las definiciones ma bueno porque es el acto de ayu-
naturalistas de los términos morales dar a cruzar la calle a un hombre
debían ser excluidas. Pero Moore y ciego. En ocasiones los intuicionistas
sus seguidores inmediatos mostraron expresan este rasgo de los adjetivos
una gran reluctancia a abandonar lo morales diciendo que éstos son los
que había sido la opinión tradicional «nombres» de propiedades «conse-
del modo en que las palabras tienen cuenciales» o «sobrevivientes». Aun si
significado. Se daba por supuesto rechazamos la idea de que todos los
que el modo de explicar el significa- adjetivos tienen significado por ser
do de, por ejemplo, un adjetivo era nombres de propiedades, esto sigue
identificar la propiedad que éste «re- siendo un descubrimiento importante.
presenta» o de la cual «es el nom- En ocasiones se ha pensado que el
bre»; todos los adjetivos tienen la «ningún debe de un es» de Hume era
misma función lógica, la de «repre- una negación de que podamos, por
sentar» una propiedad, y las diferen- ejemplo llamar bueno a un acto por-
cias entre ellos no son diferencias de que éste sea un acto de una clase de-
carácter lógico, sino simplemente di- terminada. Esto es una mala com-
ferencias entre las propiedades que prensión; lo que Hume estaba ne-
«representan». Por tanto, cuando se gando era que se seguía lógicamente
aceptó que los adjetivos morales no que esto es bueno, a partir de que
representaban propiedades «natura- un acto sea de una clase determinada.
les» (esto es, no morales), se conclu- La diferencia es crucial, pero oscura.
yó que deben representar propieda- Uno de los problemas más importan-
des morales peculiares, y se pensó tes de la ética reciente ha sido dar
que debían ser discernidas por la una explicación satisfactoria de la co-
«intuición». nexión entre, por ejemplo, la bondad
Hay dos formas principales de in- y lo que se llamaba «características
tuicionismo ético. Según la primera, del bien obrar». Los intuicionistas re-
se supone que tenemos que intuir la chazan la explicación naturalista de
corrección, la bondad, etc., de los ac- esta conexión por ser debida a una
tos, de la gente, etc., individuales y equivalencia de significado entre pa-
concretos; se llega a los principios labras morales y palabras que descri-
morales generales por un proceso de
inducción, esto es, por generalización ben las características de las cosas en
a partir de un gran número de estos virtud de las cuales les aplicamos las
casos. Según la segunda, lo que in- palabras morales. Pero no dan ningu-
tuimos son los principios generales na explicación positiva de la cone-
mismos (por ejemplo, «romper las xión, contentándose, en su mayoría,
promesas es incorrecto»); al aplicar- con decir que es una conexión «ne-
los descubrimos las propiedades mo- cesaria sintética» discernida por la
rales de las personas y de los actos. «intuición». La fuerza explicativa de
La segunda opinión tiene el mérito esta descripción es dañada por no de-
de subrayar un hecho muy importan- cir claramente lo que la «intuición»
147 ~TICA

es, o lo que se quiere decir por «co- dicho, debemos distinguir de él la


nexión necesaria sintética». opinión moral que es llamada con más
Pero el principal argumento contra acierto relativismo. Un relativista
el intuicionismo ético de todas las es- típico mantiene que debemos ha-
pecies es el siguiente, que debemos cer aquello, y sólo aquello, que pen-
comparar con el de la sección H, 3). semos que debemos hacer; según esta
Se supone que la intuición es una for- teoría el mero hecho de que una
ma de conocer, o determinar definiti- persona o una sociedad tenga una opi-
va y objetivamente la verdad o fal- nión moral determinada hace a esa
sedad de un juicio moral dado. Pero opinión moral correcta para esa per-
supongamos que dos personas difieren sona o para esa sociedad. Como ésta
en una cuestión moral, y que ambas, es una doctrina moral y no una doc-
como bien puede ocurrir, afirman in- trina ética (esto es, como dice 10 que
tuir la corrección de lo que opinan. debemos hacer, y no lo que significa
Entonces no hay ningún modo de re- «deber») no es naturalista (véase más
solver la cuestión, puesto que cada arriba); pero está abierta a la objec-
uno puede acusar al otro de ser de- ción de que hace imposible decir que
fectuoso en intuición, y no hay nada el juicio moral de otra persona sea
acerca de las intuiciones mismas que incorrecto -tiene desde luego la pa-
resuelva cuál 10 es. A menudo se ob- radójica consecuencia de que dos per-
jeta además, que las «intuiciones mo- sonas que difieran acerca de una cues-
rales» que la gente tenga dependerán tión moral puedan estar ambas en lo
de su diversa educación moral y de correcto. Esto parece que discrepa
otras causas contingentes. De hecho, del uso común de las palabras mora-
los intuicionistas, que a menudo pre- les; aquí tenemos una ilustración de
tenden ser «obietivistas», desmienten uno de los modos en que la ética (el
esta afirmación recurriendo a una fa- estudio de los usos de las palabras
cultad de la intuición que es inevita- morales) puede tener una relación
blemente subjetiva. Esto ilustra la ex- negativa con una cuestión moral -nos
trema dificultad, a la que nos refe- permite excluir una opinión moral
riremos más adelante, de establecer que implique paradojas lógicas, pero
cualquier distinción clara entre «ob- no probar ninguna. También se pue-
jetivo» y «subjetivo» en este campo. de objetar al relativismo que no hace
El intuicionismo disfrutó de una am- lo que se espera que haga un princi-
plia popularidad en los primeros años pio moral, v. g., guiarnos al tomar
de este siglo; pero ahora ha sido nuestras decisiones sobre cuestiones
abandonado incluso por alguno de sus morales particulares. Pues si me es-
defensores más prominentes. Los es- toy preguntando qué hacer no me sir-
critores de ética han tendido, o bien ve de nada que me diga que debo
a revertir en cierta forma de natura- hacer lo que pienso que debo hacer;
lismo, abierto o disfrazado, o bien a pues el problema es que no sé qué
pasar a uno de los tipos de opinión, hacer. El relativismo es mencionado
que más adelante describiremos, que no por su propio valor, sino porque
reconocen que «bueno», «correcto», la confusión de otras opiniones con
etcétera, tienen, lógicamente, un pa- éste ha complicado casi cualquier dis-
pel bastante distinto del de los otros cusión de las opiniones que estamos
adjetivos, y que puede ser equivoca- a punto de considerar. En contraste,
do llamarlos «los nombres de las pro- todas éstas son opiniones éticas (esto
piedades». es, opiniones acerca de los significa-
dos de las palabras morales). No com-
prometen a quien las mantiene a la
5. RELATIVISMO y SUBJETIVISMO aceptación o rechazo de ninguna opi-
nión moral sustantiva.
Se ha producido gran confusión en La primera es una forma de natu-
ética al agrupar, bajo el título de ralismo, que ahora no se suele man-
«subjetivismo» teorías que son bas- tener de manera confesada, pero que
tante distintas entre sí. Antes de con- data de un tiempo en el que se pen-
siderar el subjetivismo propiamente saba que un enunciado moral debe
gTICA 148

tener significado, del mismo modo ñalan una distinción captable cuando
que otros enunciados indicativos, por se usan para marcar la diferencia en-
ejemplo, al ser usados para establecer tre enunciados de hecho «objetivos»
que un objeto determinado posee una sobre los objetos, y enunciados de
propiedad determinada (véase la sec- hecho «subjetivos» sobre el que ha-
ción IV más arriba). No siendo plau- bla (aunque incluso aquí podría ha-
sible, por muchas razones (algunas de ber confusión; pues en cierto sentido
las cuales se han dado en la sec- es un hecho objetivo el que la men-
ción III), mantener que las propie- te del que habla esté en un estado
dades en cuestión sean propiedades determinado). Pero la distinción se
«objetivas» de los objetos, se sugirió pierde cuando se mantiene que los
que son propiedades «subjetivas» juicios morales no son enunciados de
-esto es, propiedades de estar rela- hecho, en el sentido restringido, en ab-
cionadas en cierto modo con estados soluto. Esto puede verse si se com-
de la mente del que hace el enun- para el caso de los imperativos (aun-
ciado en cuestión. Así, se mantenía que no se sugiere que los juicios mo-
que «él es un hombre bueno» signi- rales se parezcan a éstos en todos los
ficaba «él, como una cuestión de he- aspectos). Un imperativo no expresa
cho psicológico, suscita en mí un es- ni un enunciado objetivo ni uno sub-
tado mental determinado (por ejem- jetivo, pues no expresa ningún enun-
plo, un sentimiento de aprobación)». ciado en absoluto; ni tampoco expre-
Esta teoría hace el juicio moral equi- sa una «orden subjetiva»; pues es
valente a un enunciado ético descrip- difícil de entender qué puede ser
tivo (véase la sección 1 más arriba). esto. Por tanto, si se preguntara
Si se la toma literalmente está abier- «¿la orden «cierra la puerta» va diri-
ta a la objeción de que hace imposi- gida a la puerta o a la mente del
ble el desacuerdo moral. Pues si dos que habla?», la respuesta, en la me-
personas dicen, una que un hombre dida en que la pregunta tenga signi-
es bueno, y la otra que no lo es, se- ficado, debe ser «a la puerta». Y del
gún esta opinión no están en des- mismo modo el juicio moral «él es
acuerdo entre sí; pues uno de ellos un hombre en cuestión», y no a la
significa que él (el que habla) está mente del que habla, incluso por
en un estado mental determinado, y aquel que mantenga que éste no es
el otro significa que él (la segunda (en el sentido restringido) un enuncia-
persona que habla) no está en ese es- do de hecho sobre el hombre. Así, las
tado; y no hay contradicción entre críticas de las teorías que vamos a
estos enunciados. describir en la próxima sección so-
A causa de esta objeción, general- bre la base de que convierten los jui-
mente se ha abandonado esta opinión cios morales en observaciones acerca
en favor de otras que mantienen que de la mente del que habla, están mal
en un juicio moral no estamos dando dirigidas, y deberían reservarse para
información sobre nuestro estado el subjetivismo tal y como es descri-
mental, sino que nos estamos compro- to en la presente sección. Lo mismo
metiendo en un uso del lenguaje dis- se aplica a la crítica de que estas teo-
tinto del de dar información. Este rías «hacen que lo que es correcto
desarrollo ha contribuido a que los dependa de lo que el que habla pien-
filósofos se hayan dado cuenta re- se que es correcto».
cientemente de que es un error con- En segundo lugar, la división en-
siderar que todos los tipos de enun- tre aquellas opiniones que mantienen
ciados tienen el mismo papel y el que los juicios morales se usan para
mismo carácter lógicos. Al menos, por dar cierta clase de información, y las
dos razones, es mejor confinar el nom- que mantienen que cumplen una fun-
bre «subjetivismo» a la opinión que ción completamente distinta, es la
acabamos de considerar, y no exten- más fundamental en ética, y no debe
derlo a las que se describen más ade- ser ocultada utilizando un término
lante. Antes de todo, los términos que incluya ambos lados. Las opinio-
«objetivo» y «subjetivo» tienen un nes de la primera clase (por ejemplo,
significado tolerablemente claro, y se- todas las opiniones éticas que hemos
149 srrcx
considerado hasta aquí) son llamadas jureros morales también pueden tener
«descriptivistas»; las opiniones de las un «significado descriptivo». En uno
otras clases, incluidas las que son de sus muchos «modelos de análisis»
consideradas en el resto de este ar- se analiza el significado de un juicio
tículo son llamadas «no descripti- moral en dos componentes: 1) una
vistas». afirmación no moral sobre, por ejem-
plo, un hecho (explicitable naturalis-
tamente en términos de las propie-
6. EMOTIVISMO dades empíricas del acto); y 2) un
componente específicamente moral (el
Aunque históricamente el emotivis- significado emotivo), cuya presencia
mo fue la primera clase de no des- impide que se dé una explicación na-
criptivismo que se discutió, es un turalista del significado de todo el
error considerar que fue la única, o juicio. Este elemento específicamente
incluso considerar que tenía un apo- moral del significado es la función
yo general entre los no descriptivis- que tienen estos juicios de expresar
tas del momento presente. Es común actitudes y de persuadir o influenciar
incluso que los no descriptivistas de a la gente para que las adopten, hacia
todas las clases sean llamados erró- el acto descrito. Las opiniones de
neamente «emotivístas», aun a pesar Stevenson no encontraron favor entre
de que sus teorías no dependen de los descriptivistas; e incluso los no
ninguna referencia a las emociones. descriptivistas que han escrito tras
El emotivismo, propiamente dicho, él, aunque reconocen la importancia
abarca una variedad de opiniones, seminal de su obra, han rechazado, en
que pueden ser mantenidas al mismo su mayor parte, el irracionalismo que
tiempo. Según la mejor conocida, los lleva implícito la opinión de que so-
juicios morales tienen como función lamente el elemento específicamente
propia «expresar» o «mostrar» las moral del significado de los términos
emociones morales (por ejemplo, apro- morales constituye su fuerza emotiva.
bación) del que hahla. Según otra ver- Se ha sentido que esto convierte a
sión, su uso suscita o evoca emo- juicios morales en algo demasiado pa-
ciones similares en la persona ha- recido a la retórica o a la propagan-
cia la que van dirigidas, y así la es- da, y no hace la suficiente justicia a
timulan a acciones del tipo aprobado. la posibilidad de un argumento ra-
A. J. AYER atribuía estas dos funcio- zonado sobre cuestiones morales. Si
nes a los juicios morales cuando es- es posible el argumento moral, debe
cribió Lenguaje, verdad y lógica (1936), haber alguna relación lógica entre un
que contiene la exposición del emoti- juicio moral y otros juicios morales,
vismo más famosa; pero desde enton- aun cuando Hume tuviera razón al
ces ha abandonado el emotivismo, aun- mantener que un juicio moral no es
que sigue siendo no descriptivista. derivable de los enunciados de hecho
C. 1. STEVENSON propuso una opinión no morales. Stevenson tiene algunas
semejante, con la diferencia de que en cosas importantes que decir sobre los
lugar de la palabra «emoción», utilizó argumentos morales, pero generalmen-
más comúnmente la palabra «acti- te se ha mantenido que la descrip-
tud». Generalmente pensaba que la ac- ción que daba de éstos era inade-
titud era como una disposición a es- cuada.
tar en ciertos estados mentales o a
hacer ciertas clases de acción. Las
«actitudes» de Stevenson están mu- 7. PROBLEMAS NO RESUELTOS
cho más cerca de los «principios mo-
rales» de los filósofos antiguos (es- La mayoría de los problemas im-
pecialmente ARISTÓTELES) de 10 que portantes que ocupan a los pensado-
generalmente observan los que utili- res éticos, en el momento presente,
zan la errónea clasificación «objetí- surgen de la complejidad del signifi-
vista-subjetivista». Stevenson aportó cado de los términos morales, que
la importante opinión de que, ade- combina dos elementos muy distintos.
más de su «significado emotivo», los 1) El significado evaluativo o
ÉTICA 150

prescriptiuo (estos términos de me- criptivístas las relaciones lógicas se


nos compromiso suelen ser preferidos pueden mantener entre prescripciones,
ahora al «significado emotivo» de Ste- así como entre enunciados ordinarios.
venson). No es necesario, y probable- Los prescriptivistas, como Sócrates,
mente sea falso, atribuir a los juicios tienen que enfrentarse con la dificul-
morales como tales una fuerza o po- tad de que en los casos de la llama-
der impulsivo o causativo de hacer o da «debilidad de la voluntad» puede
inducirnos a hacer 10 que implican; que elijamos hacer algo que pense-
pero incluso los descriptivistas admi- mos que es malo o incorrecto. La
ten en ocasiones que los juicios mo- línea más prometedora de respuesta
rales tienen la función de guiar la a esta objeción que tienen los pres-
conducta. Es sin duda bastante evi- criptivistas, es señalar que en tales
dente que en muchos casos típicos casos, o bien el que elige, es incapaz
preguntamos, por ejemplo, «¿qué de- de resistir la tentación (como queda
bo hacer?», porque tenemos que de- indicado por la expresión «debilidad
cidir qué hacer y pensamos que la de la voluntad»; cfr. también San
respuesta a la pregunta del «debe» Pablo, Romanos 7, 23); o bien cree
tiene una relación con nuestra deci- que la cosa mala o equivocada lo es
sión más grande y más íntima que la sólo en algún sentido más débil y
que poseen las respuestas a preguntas convencional, que tiene el mismo sen-
de hecho no morales. Por tomar otro tido descriptivo de «malo» o «equi-
ejemplo, es bastante evidente que vocado», pero que carece de la fuer-
existe una conexión íntima entre pen- za prescriptiva de éstos.
sar que A es mejor que B y prefe- 2) El significado descriptivo. El
rir A a B, y entre esto último y es- segundo rasgo importante de los jui-
tar dispuesto a elegir A en lugar de B. cios morales es aquél que los distin-
Esta conexión íntima es enfatizada gue de los juicios imperativos: siem-
por el viejo dicho (cuya sustancia se pre que hacemos un juicio moral
remonta a SÓCRATES): «todo lo que acerca de, por ejemplo, un acto, 10
perseguimos, 10 perseguimos bajo la tenemos que hacer a causa de algo
apariencia de bueno». De esto se se- acerca de el acto, y siempre tiene sen-
guiría que llamar buena a una cosa es tido preguntar qué és este algo (aun-
ofrecer, por tanto, una guía de las que pueda ser difícil poner en pala-
elecciones; y se podría decir lo mis- bras una respuesta). Esto (aunque
mo de los otros términos morales. Sin haya sido negado por algunos pensa-
embargo, los descriptivistas se niegan dores recientes) se sigue del carácter
a admitir que este rasgo sea parte «consecuencial» de las «propiedades»
del significado de los términos mo- morales (véase más arriba la sec-
rales. ci6n IV). Entonces a cada juicio mo-
Sus principales oponentes, que pue- ral particular le corresponde un jui-
den ser llamados «prescriptivistas», cio universal al efecto de que un
mantienen que éste es parte del sig- rasgo determinado de la cosa juzga-
nificado. Los juicios morales, según da es, en la medida en que funciona,
esta opinión, comparten con el impe- una razón para hacer un cierto juicio
rativo la característica de que pro- moral acerca de esa cosa. Por ejem-
nunciarlos es comprometerse, directa plo, si digo que un acto particu-
o indirectamente, a algún tipo de pre- lar es bueno porque es el acto de
cepto o prescripción acerca de deci- ayudar a un hombre ciego a cruzar
siones o elecciones reales o concebi- la calle, parece que con esto me esté
bles. En los casos típicos, el desacuer- adhiriendo al juicio universal de que
do con un juicio moral es exhibido es bueno ayudar a la gente ciega a
no actuando sobre ello -y cuando cruzar las calles (y no meramente a
alguien me ha dicho que lo correcto este hombre ciego particular en esta
es hacer tal y cual cosa e inmediata- calle particular). Los que aceptan este
mente hace lo contrario. Esta opinión argumento pueden ser llamados «uni-
no hace imposible la argumentación versalistas»; y sus contrarios, los que
moral, cosa que le pasa a la teoría no 10 hacen, pueden ser llamados
emotiva; pues según algunos pres- «particularistas»; el universalista no
151 EXISTENCIALISMO

se compromete con la opinión de que, logía entre palabras como «hombre»


si es un acto bueno el ayudar a cru- y palabras como «cuchillo».
zar la calle a un hombre ciego en Una forma más prometedora de ha-
esta ocasión, esto sea bueno en todas cer que la tesis universalista afecte a
las ocasiones (por ejemplo, no sería los argumentos morales (y así que sa-
un buen acto si se supiera que el tisfaga hasta cierto punto de aquéllos
hombre ciego estuviera perdido sin que insisten en que los estudios éti-
esperanza y que su destino aguardase cos deben ser relevantes para Las
a este lado de la calle); sólo se com- cuestiones morales) es aquella que es
promete con la opinión de que será ejemplificada por la «regla de oro» y
un acto bueno en ausencia de algo elaborada con cierto detalle (aunque
que añada una diferencia entre los dos oscuramente) por KANT y sus segui-
actos -algo más que la mera dife- dores. En ciertos casos puede ser un
rencia numérica entre los actos. argumento poderoso, si un hombre es-
La tesis universalista está estrecha- tá contemplando algún acto, preguntar
mente conectada con la tesis de que qué es lo que hay en el acto que hace
los juicios morales, además de su fun- que él lo llame correcto, y si, supues-
ción como descripciones, tienen tam- to que hubiera algún otro acto que
bién un significado descriptivo (véa- poseyera los mismos rasgos pero en el
se más arriba la sección VI). Según cual el papel de ese hombre fuera dis-
esta opinión, cuando llamamos a un tinto, él lo juzgaría del mismo mo-
acto, por ejemplo, bueno, lo estamos do. Este tipo de argumento se da
recomendando (el elemento descrip- en dos famosos pasajes de las Es-
tivo del significado), pero lo recomen- crituras (2 Samuel 12, 7 y Mateo 18,
damos por algo que está en relación 32). Se ha mantenido que un jui-
con él. Estos dos elementos están bien cio no es un juicio moral a menos
resumidos por la primera definición que el que habla esté dispuesto a
de «bueno» que da el Oxford En- «universalizar su máxima». Pero es-
glish Dictionary: «El adjetivo de re- to suscita la fastidiosa cuestión de los
comendación más general que implica criterios para llamar a los juicios
la existencia en un grado alto, o al «juicios morales», cuestión que está
menos satisfactorio, de cualidades ca- más allá del alcance de este artículo.
racterísticas que, o bien son admira- Esta cuestión y el problema gene-
bles por sí mismas, o bien son úti- ral de la relación entre los elementos
les para algún propósito». La palabra prescriptivos y los descriptivos del
«característico» es importante; llama significado de los juicios morales, con-
la atención el hecho de que la pala- tinúa abrumando a los pensadores
bra que siga a «bueno» marca una éticos. En este artículo ha sido im-
diferencia con respecto a las cualida- posible hacer algo más que bosquejar
des que tiene que tener una cosa los temas principales y dar alguna
para ser llamada buena (por ejemplo, explicación del origen de ellos.
una fresa buena no tiene que tener (R. M. H.)
las mismas cualidades que un hombre
bueno). En el caso de algunas pala- EXISTENCIALISMO. El nombre de
bras (por ejemplo, «cuchillo»), si sao una moda o tendencia de la historia
bemos lo que quieren decir, sabemos de la filosofía de la cual se pueden
algunas de las condiciones que han de observar las siguientes características:
cumplirse para que llamemos buena 1) Siempre hay presente una hos-
a una cosa de ese tipo. Algunos filó- tilidad hacia la teoría abstracta, por-
sofos (por ejemplo, PLATÓN y Aris- que enmascara el natural desorden de
tóteles) han mantenido que esto mis- la vida real. Esto puede tomar la for-
mo vale para todas las palabras ma, como en las Confesiones de AGUS-
-que, por ejemplo, si pudiéramos TÍN, de un profundo autoanálisis; o,
determinar «la naturaleza de hom- como en los Pensamientos de PASCAL,
bre» podríamos entonces decir qué de una insistencia en que la preten-
es lo que constituye a un hombre co- sión del método matemático de las
mo bueno. Pero este tipo de argumen- ciencias exactas de ser un método
to puede estar basado en una falsa ana- completo y universal del conocimien-
EXISTENCIALISMO 152
to humano, sea discutida en nombre rechazo de las actitudes religiosas, que
de un concepto flexible y menos res- se asemeja más a la que se encuentra
tringido de los variados y diferentes en los hombres de la Ilustración. Así,
estilos del comercio de las personas la novela de Albert Camus, La Peste,
con su entorno natural y humano. que ciertamente ayudó a que su au-
Etienne GILSON afirma que AQUINO tor ganara el premio Nobel de litera-
debe ser clasificado como existencia- tura, muestra una preocupación por
lista en virtud de su insistencia en el problema de una santidad atea, ex-
la prioridad del esse sobre la essen- traña pero inequívocamente religiosa
tia; mientras que la tradición esencia- en sus matices.
lista platónica es considerada como 4) Kierkegaard consideraba que es-
algo que afirma la prioridad de la taba ofreciendo una Pbilosopbie und
esencia sobre la existencia. Esto lo T beologie des Korrektivs, en primera
mantiene Gilson a pesar del constan- instancia un correctivo del racionalis-
temente pregonado parentesco de las mo dialéctico de Hegel, y su inter-
tendencias existencialistas en filosofía pretación filosófica de la religión cris-
con las preocupaciones de Sócrates tiana. Se podría decir que los filósofos
por la ética como algo distinto de profesionales siempre encontrarán en
la especulación cosmológica. los escritos de los pensadores existen-
Esta breve nota histórica indicará cialistas recursos para corregir los pa-
que el existencialismo es el nombre radigmas restringidos y limitados del
de una tendencia más que de un con- pensamiento y la acción humanas. En
junto determinado de doctrinas. relación con esto se podría mencio-
2) Hay una aproximación de la nar, como una ilustración y un para-
tarea del filósofo moral a la del no- lelo, el interés que mostró WITT-
velista o dramaturgo, elemento enfa- GENSTEIN por las Confesiones de Agus-
tizado en el pensamiento existencia- tín y las historias de León Tols-
lista reciente por el hecho de que toy. El ensanchamiento de la ima-
hombres como SARTRE y MARCEL se ginación académica por el contacto con
hayan distinguido como escritores y el verdadero patetismo de la vida y
dramaturgos al igual que como filóso- la experiencia humanas se suele lo-
fos. En esta aproximación se puede grar mediante introspecciones que se
discernir una continuidad en nuestros encuentran en los escritos difusos y a
días entre el filosofar existencialista veces desequilibrados de los existen-
y la crítica FENOMENOLÓGICA de la cialistas.
ética formalista de KANT del tipo La influencia del existencialismo en
que se puede encontrar en los escri- la teología contemporánea se encuen-
tos de Max Scheler. El existencialis- tra mejor en la obra de Paul Tillich,
mo, por su predisposición a favor de y la de Rudolf Bultmann que en la
lo particular y lo concreto, está siem- de Karl Barth. La obra temprana
pre alerta contra intentos, tales como Romerbrie] de este último debe mu-
el de Kant, de poner al desnudo el cho a Platón, así como a Kierke-
principio universal de toda acción mo- gaard y Dostoyevsky; y su voluminosa
ral; y ello aun a pesar de mostrar Kirkliche Dogmatik está más en deu-
cierta simpatía por la doctrina de Kant da con ANSELMO (sobre cuyo Proslo-
de la primacía de la razón práctica gion publicó un ensayo magistral en
sobre la teórica. 1930), que con los pensadores exis-
3) El pensamiento existencialista tencialistas. Los miembros de su es-
es profundamente religioso en ocasio- cuela son bien conocidos por acusar
nes (como en KIERKEGAARD), y en a aquellos que siguen el método de la
ocasiones abiertamente ateo (como en dialéctica existencialista en teología,
Jean-Paul Sartre). Pero en el ateísmo de continuar hasta la actualidad la
existcncialista se puede detectar una desastrosa herencia de la auto-absor-
nota casi obsesivamente religiosa, ción de Agustín.
muy distinta de la atmósfera de
los empiristas anglosajones en su (D. M. M.)
F

FALACIA. El término «falacia» es usa- Los modos en que los argumentos


do en lógica para referirse a un ar- pueden ser malos son innumerables;
gumento o una forma de argumentos muchas de las tradicionalmente lla-
invalidas. Por tanto, estrictamente, madas falacias son de poco interés
sólo se puede decir que son falaces v se pueden encontrar en cualquier
los argumentos, no los enunciados; libro de lógica tradicional. Pero ex-
un argumento con premisas y conclu- plicaremos algunas de las llamadas
sión verdadedas puede ser una fala- falacias más interesantes.
cia, mientras que un argumento con 1) Negación del antecedente. De
premisas y conclusión falsas puede es- la forma «Si p entonces q: no p;
tar exento de falacia. Si las premisas luego no q»; por ejemplo, «Si ha llo-
de un argumento son verdaderas y vido las cardeteras estarán mojadas;
la conclusión es falsa debe haber una no ha llovido; luego las carreteras no
falacia; pues si no nunca podríamos estarán mojadas».
determinar si un argumento implica 2) Petitio Principii (petición de
una falacia o no al considerar la ver- principio). Es la suposición de una
dad o falsed.." de los enunciados he- premisa de la que no se puede saber
chos en el curso de éste. que es verdadera hasta que se sepa que
Se debe observar que el término la conclusión lo es. En ocasiones se di-
«falacia» se aplica propiamente solo a ce que tomar como premisa una pro-
un paso deductivo de un argumento posición que no puede ser verda-
(véase DEDUCCIÓN); lo que, conside- dera a menos de que lo sea la con-
rada como deducción, sería una fala- clusión implica una petición de prin-
cia podría ser perfectamente correcto cipios; en cuyo caso, como algunos
en un argumento meramente probable. no han eludido decir, todo argumen-
Así, existe una falacia conocida como to válido sería un caso de petición
la falacia de afirmación del consecuen- de principios.
te que es de la forma «Si p entonces 3) Conversión simple. Es concluir
q; pero q; por tanto, p». Un ejemplo de «todo A es 13», «todo B es A»;
podría ser: «Si ha llovido las carre- lo que es válido desde luego es con-
teras estarán mojadas; las carreteras cluir de «Ningún A es B», «Ningún
están mojadas; luego ha Ilovido.» B es A».
Aquí no se sigue la conclusión, pues 4) Medio no distribuido. Esta fala-
de hecho puede que no haya habido cia consiste en argumentar silogística-
lluvia si no solamente un reventón mente con premisas en las que el
de cañerías; pero claramente las carre- término que ocurre en ambas (el tér-
teras mojadas son una buena base pa- mino medio) no está en ninguna pre-
ra sospechar que ha llovido. misa utilizado para referirse a todo a
FENOMENALISMO 154

lo que puede ser referido (a su ex- al menos sí podemos inferir que hay
tensión total). Así, en «Todos los algo fuera de ella. La cosa-en-sí de
mentirosos son pícaros y todos los la- KANT, lo incondicionado de HAMIL-
drones son pícaros, luego algunos la- TON Y lo incognoscible de SPENCER
drones son mentirosos», el término son resultados de esta linea de pen-
medio «pícaros» no está distribuido samiento. Algunos filósofos, compren-
en ambas premisas; en ninguna de siblemente reluctantes a suponer que
las dos se dice nada sobre la totali- podamos conocer que hay algo que
dad de la clase de los pícaros. cae más allá de los limites del cono-
5) Ignoratio Elenchí. Es producir cimiento posible, mantienen que no
un argumento que prueba con validez existe nada más allá de las aparien-
algo, pero no lo que se exigía probar. cias presentes ante nuestros sentidos.
6) Aequívocatío. Un argumento en Esta opinión, en ocasiones llamada
el que un término es utilizado en sen- sensacionalismo, es ejemplificada apro-
tidos diferentes en estadios diferentes ximadamente por las doctrinas de Hu-
del argumento. ME, J. S. MILL Y RUSSELL, aunque
7) Post hoc ergo propter hoc. Un tanto Hume como Mill no quedaron
argumento de que si se da que algo se satisfechos con sus intentos de expli-
siga de algo, esto debe haber sido car la mente observadora que es el
causado por aquello. Muchas supersti- objeto de la experiencia sensible en
ciones se apoyan en este argumento; términos de las apariencias presentes
la mala suerte después de pasar por ante ésta. Describir el fenomenalismo,
debajo de una escalera o de romper como a menudo se hace, como la opi-
un espejo o de derramar la sal, se nión de que no conocemos las cosas
piensa, ha tenido lugar a causa de tal y como son sino solamente como
haber hecho una de estas cosas. Pero aparecen ante nosotros, es erróneo.
la secuencia regular es, sin duda, una Implicar que hay cosas por encima
base válida para un argumento induc- y por debajo de las apariencias pre-
tivo con respecto a una relación causal. sentes ante nosotros pide la cuesti6n
(J. O. U.) en favor del agnosticismo.
2) En su forma moderna usual,
FATALISMO, véase libertad de la vo- como teoría de la percepción el fe-
luntad, determinismo. nomenalismo fue claramente expues-
to por primera vez por J. S. MilI
FENOMENALISMO es la doctrina de en 1865 y su fórmula condensada
que el conocimiento humano está li- -una cosa material es una posibili-
mitado a las apariencias (fenómenos) dad permanente de sensaci6n- es
presentes a los sentidos o, de mane- tan buena como cualquiera. Casi lo
ra menos restrictiva, que las aparien- mismo es expresado por la objeción
cias son el fundamento último de to- de Russell: la cosa es la clase de sus
do nuestro conocimiento. Adopta dos apariencias. Los fenomenalistas más
formas principales: primero la de una recientes han preferido establecer su
teoría general del conocimiento y se- doctrina en un idioma lingüístico en
gundo, cosa más usual en la actuali- lugar de ontológico. Los enunciados
dad, la de una teoría de la percep- de objetos materiales son reducibles o
ción. 1) Como teoría general del co- traducibles, dicen ellos, a enunciados
nocimiento, el fenomenalismo es la sobre los datos sensibles. El conteni-
opinión de que no podemos conocer do total de nuestras creencias sobre
nada que no nos sea dado en la ex- las cosas materiales puede ser expre-
periencia sensible y niega, con más sado en términos de lo que es dado
o menos minuciosidad, la validez de de manera inmediata en la experien-
las inferencias desde las cosas que caen cia sensible. El argumento usual pa-
dentro de nuestra experiencia sensi- ra esta conclusión parte de la simple
ble a las que caen fuera de ella. Una consideraci6n de que todo lo que co-
versión, en ocasiones llamada agnos- nocemos por la percepción debe ser
ticismo, afirma que aunque no pode- inferido o no inferido. Ahora bien,
mos inferir el carácter de lo que cae a menos que algo no sea inferido nos
fuera de nuestra experiencia sensible, vemos metidos en un regreso infini-
155 FENOMENALISMO

too Se está de acuerdo amplia, aun- taria, es lo suficientemente ordenada


que no universalmente, en que este como para perrmtirnos construir a
conocimiento perceptivo inescapable- partir de ella un mundo material que
mente no inferido es el conocimiento sea, según la expresión de Hume,
de las apariencias, esto es de los da- «continuo y distinto». Hay cierto des-
tos sensibles. Ésta es la base común acuerdo acerca del modo en que de-
de muchas teorías de la percepción. ba expresarse esta conclusión. Russell
La afirmación fenomenalista caracte- habla de «sensibilia» entidades rea-
rística en este punto es que no pue- les iguales a los datos sensibles ex-
de haber ninguna inferencia válida cepto en que ningún observador es
desde las apariencias que intente con- consciente de ellas. Otros, sintiendo
cluir la existencia de cosas trascen- que todavía hay un débil soplo de lo
dentales, de las cosas, en otras pa- trascendente, incluso de lo auto-con-
labras, que no aparecen ante nos- tradictorio, prefieren decir que lo que
otros y de las que, por tanto, no inferimos es la verdad de proposicio-
tenemos conocimiento directo. ¿Qué nes hipotéticas.
razón podríamos tener para creer que Hay tres líneas importantes de ob-
ahora existe algo no observado que jeción a esta teoría. Primero, se ar-
mantiene cierta relación, la de ser su gumenta que la traducción fenomena-
causa, por ejemplo, con lo que es- lis ta nunca podría ser llevada a cabo
tamos observando ahora? Sólo que ni siquiera en principio, bien sea por-
en el pasado hemos observado verda- que nos faltan los medios verbales
deramente que tales cosas mantienen para efectuarla, bien sea porque las
regularmente esa relación con los da- apariencias asociadas a un objeto ma-
tos sensibles al igual que nuestros da- terial dado son infinitamente numero-
tos sensibles presentes. Desde luego, sas y complejas. En segundo lugar,
es lógicamente imposible que tenga- se dice que la traducción es espúrea
mos tal evidencia de cosas que tras- puesto que las cláusulas antecedentes
cienden la experiencia sensible pues- de los enunciados hipotéticos que rea-
to que éstas no son observables por lizan la traducción deben mencionar
definición. los objetos materiales, por ejemplo,
Los fenomenalistas, sin embargo, no los cuerpos y especialmente los órga-
son solipsistas. No creen que no ha- nos sensibles de los observadores y
ya nada cuya existencia podamos co- las condiciones físicas de la obser-
nocer aparte de nuestras propias ex- vación. En tercer lugar se ha sentido
periencias sensibles. Pero, aunque no bastante incomodidad, incluso por par-
rechazan toda inferencia desde los da- te de filósofos bien dispuestos ha-
tos sensibles, sólo defenderán la infe- cia el fenomenalismo, tales como
rencia de las cosas que en principio H. H. PRICE, por el hecho de que
puedan ser experimentadas. La varie- las cosas materiales no observadas que
dad de inferencias que se permiten es son solamente racimos de posibilida-
la simple extrapolación de lo que es des de acuerdo con la teoría, ejer-
llamado de manera diversa sensacio- zan una influencia causal. ¿Cómo pue-
nes posibles (Mill), «sensibilia» (Rus- de arreglárselas la acumulación de da-
sell) y datos sensibles hipotéticos. tos sensibles posibles, que es toda el
Nuestra experiencia real muestra la agua del fondo de un pozo, para emi-
suficiente regularidad como para que tir un ruido real cuando una piedra
establezcamos leyes de correlación en- no observada, y por tanto igualmen-
tre experiencias de diferentes tipos. te hipotética, da contra ella? Una lí-
Cuando se presenta ante nosotros al- nea de objeción más fundamental co-
guna parte de uno de estos mode- mienza todavía más atrás al atacar el
los regulares podemos entender de presupuesto compartido por los feno-
manera razonable que disponemos del menalistas con muchos otros teóricos
resto del modelo si modificamos las del conocimiento, de que los únicos
condiciones de observación adecuada- objetos inmediatos de la percepción
mente (por ejemplo, extendiendo nues- son datos sensibles.
tras manos o abriendo los ojos). El fenomenalismo guarda estrechas
Nuestra experiencia, aunque fragmen- afinidades con la teoría de la percep-
FENOMENOLOGfA 156

ción expuesta por Berkeley, que en menología de Husserl no está relacio-


un punto propone explícitamente el nada históricamente con la concepción
fenomenalismo, aunque no logra se- de la «fenomenología del espíritu» de
guirlo. Según su opinión, lo que in- HEGEL. Aunque no puede haber nin-
ferimos no son nuestras propias expe- guna duda de la gradual tendencia de
riencias posibles sino las experiencias Husserl en sus últimos años, a des-
reales, y con bastante apariencia de arrollar una «filosofía del espíritu»
trascendentes, de Dios. Se puede de- sintió hostilidad hacia la filosofía es-
cir que Mill derivó su fenomenalis- peculativa en su período formativo.
mo de la explicación de la percep- La fenomenología, en el sentido de
ción de Hume haciendo un cambio Husserl es deudora, no obstante, de
crucial: Lo que Hume consideraba múltiples corrientes. Se debe observar
una ficción imaginativa Mill lo veía particularmente la influencia de BREN-
como una posición legítima de la cons- TANO, JAMES, los empiristas ingleses,
trucción intelectual. Russell, con su DESCARTES, LEIBNIZ y KANT. La ver-
teoría de los «sensibilia», nunca fue un sión husserliana de la fenomenología
fenomenalista completo y Price se vio fue desarrollada lenta y laboriosamen-
llevado por el argumento sobre la efi- te. La intención de reconciliar la vali-
cacia causal de los racimos de meras dez a priori del razonamiento formal
posibilidades a aumentar sus familias y los procesos psíquicos, y de exten-
de datos sensibles con reliquias fan- der el alcance de lo a priori a todo
tasmagóricas de la sustancia lockeana el campo de la experiencia, fue un mo-
llamadas Ocupantes Físicos. El feno- tivo primario que llevó a una ciencia
menalista más completo e inquebran- de la fenomenología «pura». La feno-
table de los tiempos recientes es menología fue definida al principio co-
AYER. mo «psicología descriptiva». La inade-
Las teorías fenomenalistas de la cuación de esa definición pronto se
mente han sido avanzadas con más o hizo aparente, y Husserl se las arre-
menos convicción y entusiasmo por gló para clarificar la concepción que
Hume, Mill, Russell y Ayer, teorías tenía de ella en la elaboración de una
éstas que consideran que la mente es «fenomenología trascendental». Desde
simplemente un racimo relativo de ex- el principio, la fenomenología se com-
periencias reales. MAcH y Pcarson ex- prometió con el ideal de la mayor li-
pusieron una filosofía fenomenalista bertad posible respecto de los presu-
de la ciencia que da una explicación puestos. Así las construcciones especu-
atractivamente realista de las entida- lativas son excluidas, y no se puede
des teóricas de la ciencia natural (elec- hablar de un ámbito inaccesible que
trones, virus, etc.). En Logische Auf- esté más allá del alcance de la expe-
bau der Wel! de CARNAP se elabora riencia posible. El slogan «Volvamos a
un fenomenalismo completamente ge- las cosas mismas» expresa muy bien
neralizado con un detalle formal im- este principio.
presionante en el que todo nuestro El término «trascenden tal» es un
aparato conceptual es descompuesto nombre para un punto de vista pura-
en sus constituyentes fenoménicos úl- mente reflexivo. Kant indicó la natu-
timos. raleza general de éste cuando habló
(A. Q.) de que lo «trascendental» significaba
que acompaña a la experiencia de un
FENOMENOLOGíA. En su significado objeto, más que al objeto mismo. La
más amplio, el término fenomenología in tención es hacer esta reflexión tan
significa una filosofía descriptiva de «radical» como sea posible, pasando a
la experiencia. El nombre de HUSSERL las fuentes de la evidencia de la ex-
está muy estrechamente asociado con periencia inmediata, y «cuestionando»
este término en el pensamiento del todas las cosas en demanda de su
siglo xx. C. S. PEIRCE definió la dis- evidencia. Para ese fin, se instituye
ciplina descriptiva de la «fanerosco- un procedimiento de «reducción» que
pia» o «fenomenología», pero no se exige la suspensión de todas las creen-
ha establecido ninguna relación entre cias y de todo conocimiento científico
él y Husserl. La versión de la feno- también. El procedimiento de la duda
157 FENOMENOLOGíA
de Descartes sirve como un medio periencias, la «egología trascenden-
conveniente para introducir el método tal» es el primer estadio. Se debe su-
de la fenomenología. Uno podría equi- ministrar la «exhibición» o evidencia
vocarse en sus juicios sobre e! mundo, de otras mentes si se quiere evitar e!
o cualquier cosa que «trascienda» la solipsismo. En el lenguaje de la feno-
experiencia. Pero las experiencias «in- menología esto se hace posible por
manentes» relativas al mundo o a la «empatia», «apercepción por ana-
cualquier objeto supuesto o imagina- logía», «apresentación», basadas en la
do, no pueden dudarse. Esto es apro- semejanza de otros cuerpos con e!
bar e! «comienzo» de Descartes, pe- propio cuerpo de uno. Entonces el
ro con e! propósito de hacer de él fenomenólogo habla de «intersubjeti-
algo sistemático y fructífero, en lugar vidad trascendental», y de la «cons-
de dejarlo ir como una especie de tiruciónx de! mundo objetivo.
florecimiento retórico en una medita- Desafortunadamente el término
ción filosófica. «constitución» es usado en la literatura
La intención es, pues, delimitar e! fenomenológica en más de un sen-
ámbito entero y sin fin de las expe- tido. Se refiere verdaderamente al pro-
riencias, en todos sus tipos -percep- grama constructivo del análisis des-
ción, fantasía, etc. En cualquier caso criptivo, que se exige una vez que la
esto puede ser definido como un cam- «purificación» de la «reducción», o,
po de investigación que se contiene si resulta así una serie de «reduccio-
a sí mismo. Si se suspenden todas nes», se ha completado. La «creación.
las creencias en la existencia o en las no es lo que se quiere decir con una
verdades de cualquier tipo, se nos de- fenomenología descriptiva. Hablar de
ja con las experiencias mismas, y con la «constitución. del mundo de la
las objetividades tal como son signifi- naturaleza dentro del entramado de
cadas por las experiencias. Los dos la consciencia pura no sugiere que e!
lados -el lado de! significante y e! mundo esté hecho de consciencia. Si
de! significado, como tales- son lla- todas las cosas tienen que ser consi-
mados los lados noético y noemático deradas como objetos de y para la
de la experiencia. Este modo «corre!a- experiencia, es apropiado hablar de
tivo» de considerar la experiencia es los procesos sintéticos e «idealizan-
esencial al modo de proceder de la tes» por Jos que son «constituidas»
fenomenología. Si se ponen en sus- las estructuras y los significados com-
penso todas las creencias como una plejos a partir de! flujo de las expe-
cuestión de método, se puede hablar riencias. Las experiencias significati-
de «pura subjetividad» o de «expe- vas (noéticas) y los objetos significa-
riencia pura». Se trata de un procedi- dos (noemáticos) están incluidos am-
miento «radical» porque todos los su- bos en la esfera de la investigación
puestos naturales y tradicionales, sean descriptiva, que no tiene fin.
metafísicos o teóricos, han sido sus- Desde un punto de vista crítico e!
pendidos. No obstante, sería una ma- valor es evidente. El programa de re-
la interpretación inferir que el mun- flejar todo conocimiento y experien-
do ha sido «descartado» o negado. cia, con el ideal de la evidencia ante
Simplemente se ha «puesto fuera de la mente, como algo que significa el
juego» la «tesis» de la existencia, y «auto-darse» en la experiencia de lo
e! «mundo» debe ser puesto ahora que se significa, bien puede tener un
entre comillas: es e! correlato de mi efecto emancipador sobre los pensa-
experiencia significativa, pero ya no dores.
es considerado como independiente- La «reducción- trascendental o pu-
mente verdadero. Es un mundo en- ramente reflexiva al flujo de las ex-
tre paréntesis. periencias de uno va unida a otro
La «reducción. al flujo de la expe- tipo de «reducción», llamada «reduc-
riencia interior que se ha descrito ción eidética». Con palabras simples,
debe ser realizada por un pensador «eidética» significa «esencial», y «re-
individual que lleve e! procedimiento ducciór» es usada en e! sentido de
todo lo lejos que sea posible. Como «restricción». En la fenomenología
uno debe empezar por sus propias ex- uno no se interesa por los eventos
FENOMENOLOGfA 158
naturales. No hay métodos causales; sus descubrimientos descriptivos. Sus
éstos pertenecen a las ciencias espe- estudios de la consciencia del tiempo,
ciales. El interés queda restringido al de los «análisis de los orígenes» de
análisis descriptivo de las estructuras los conceptos básicos de la LÓGICA, y
y relaciones esenciales, en todos los los análisis de la percepción y otros
tipos de experiencia, tales como la modos de la experiencia han exten-
percepción, el recuerdo, etc., y en dido enormemente el campo de nues-
todos los objetos de experiencia «in- tra visión de las intenciones descrip-
tencionales» o significados. tivas. El mayor énfasis es puesto en
Se considera que el procedimiento «ver». «Ver» es una finalidad; no
de la fenomenología tiene la ventaja puede ser basado en nada más fun-
de evitar las dudas y los errores de damental. El campo de la descripción
la experiencia natural ordinaria. El abarca toda la red de las relaciones
investigador del ámbito «inmanente» psíquicas, y se dedica una atención
de la experiencia tiene supuestamente particular al proceso de «idealización»,
la ventaja de no estar «a merced de sin el cual no sería posible la expe-
los hechos». Sin duda puede come- riencia sensible ni el pensamiento.
ter errores en sus descripciones. Pero No se debe presumir que el méto-
está incomparablemente más seguro do de la fenomenología desplaza los
que el investigador natural. Al menos, métodos empíricos objetivos de las
esto es 10 que se argumenta. Por otro ciencias. Aparte de los motivos de
lado, se debe admitir que el que de- vencer a la oposición es característico
fiende la experiencia natural con del entusiasmo con que se promueve
un grado de probabilidad muy ele- un nuevo punto de vista, el hacer
vado puede presentar un caso formi- excesivos alardes de sus potenciali-
dable. Es desafortunado que el inten- dades. Como muchos otros innova-
to de justificar el ámbito «interior» dores, Husserl no supo cuándo te-
puro de la investigación en contra de nía que parar en su inexorable ca-
la oposición severa lleve a la degra- mino hacia una filosofía universal. En
dación de la experiencia natural y de ocasiones revela una consciencia de
sus métodos. los límites de sus logros, como cuan-
Pero ésta no es la única razón. El do reflexionó que nunca pondría los
papel histórico de la fenomenología pies en la tierra «prometida». La cien-
se ve en su alineamiento con los ene- cia eidética pura de la fenomenolo-
migos del naturalismo. Se convirtió en gía trascendental, que capacitaría a
un medio de flanquear y disponer el la filosofía para proporcionar a los
NATURALISMO como una filosofía; y, científicos conceptos completamente
de manera positiva, de servir como clarificados y principios básicos, si-
una filosofía idealista bien definida. guió siendo para él un ideal, del mis-
En su oposición al naturalismo estu- mo modo que había sido una pro-
vo junto a los filósofos académicos mesa no cumplida para los grandes
dominantes de la época, que estaban racionalistas.
interesados por circunscribir los mé- Se ha acusado a la fenomenología
todos de las ciencias y por defender de no tener acceso al «problema del
la preservación tradicional de una fi- ser». Como un procedimiento subje-
losofía espiritual de los valores. Aun- tivista «puro», excluye todos los jui-
que la fenomenología es una filosofía cios sobre la existencia. Desde su
sumamente distinta, con mucha nove- punto de vista, todas las ciencias es-
dad en sus métodos y en sus resulta- peciales son «dogmáticas», porque ha-
dos descriptivos, tiene poco de nuevo cen supuestos relativos al ser, y por-
que ofrecer en sus argumentos bási- que sus conceptos y principios no han
cos para el IDEALISMO. Si la mente o sido «evidenciados» en la experiencia
el espíritu fueran suprimidos, argumen- inmediata. Entonces, ¿cómo puede
ta Husserl, no habría naturaleza; hablar del «ser» un fenomenólogo?
pues el espíritu es 10 que da signifi- ¿No evita esto 10 que se considera-
cado al ser. ría un problema vitalmente importan-
La principal justificación de la fe- te? La respuesta sólo puede darse en-
nomenología reside en el valor de fatizando el servicio especializado que
159 FENOMENOLOGíA
puede rendir la fenomenología. No nólogos realistas eran metafísicos dog-
está equipada para dar una filosofía máticos. El movimiento fenomenoló-
universal, lo cual exige una coopera- gico más amplio incluye un ala reli-
ción activa con las ciencias. Sin em- giosa prominente, con cierta eviden-
bargo, puede hacer importantes con- cia de misticismo. La «intuición de
tribuciones dentro de los límites de las esencias» de la fenomenología no
su área de actividad, que está deter- sólo ha sido utilizada abusivamente
minada por sus condiciones de inves- para incluir lo no racional, sino que,
tigación cuidadosamente definidas. La en ocasiones, también ha sido dete-
«clarificación» de los conceptos y prin- riorada hasta el nivel de las descrip-
cipios básicos de las ciencias y de las ciones banales de los objetos familia-
«ontologías», de los cuales todavía res de la experiencia. Se han hecho
tenemos tan pocos (la geometría, por intentos, con diversos grados de éxi-
ejemplo), en términos de la experien- to, de desarrollar un enfoque feno-
cia inmediata, es en sí misma un pro- menológico de la ciencia social, la his-
grama lo suficientemente importante toria, el arte, las matemáticas, la psi-
como para convertirla en una disci- cología y la psiquiatría, así como la
plina indispensable. El análisis des- lógica y la filosofía de los valores. Fa-
criptivo de la experiencia desde el tal fue, en propia opinión de Husserl,
punto de vista radicalmente reflexivo el rápidamente creciente movimiento
emprende la tarea de clarificar las «existencialista» que admitía deberle
contribuciones del conocedor a la algo a la fenomenología, mientras re-
experiencia. Esto ya ha sido llevado chazaba los severos límites de su sub-
hasta un punto hasta ahora apenas jetivismo en nombre de una «filoso-
alcanzado en la historia de la filo- fía de la existencia». El «punto de
sofía. El servicio a la lógica y a la vista correlativo» de la fenomenología
psicología ofrece sin duda las pers- es reemplazado en ese movimiento por
pectivas más prometedoras de esta la charla sobre «trascendencia», «pa-
labor descriptiva. ratrascendencia» y «misterio».
El impacto de los descubrimientos Es posible formular una versión
fenomenológicos en psicología se ha estrictamente metodológica de la fe-
visto dificultado por enconados deba- nomenología, sin compromisos ulte-
tes críticos causados por la mala com- riores con el idealismo ni con ningún
prensión por parte de algunos psicó- otro dogma. El procedimiento feno-
logos, y la consecuente indignación por menológico es subsumido entonces en
parte de Husserl -no exenta, sin la clase general de métodos de inves-
embargo, de algo del espíritu áspero tigación, junto con todos los métodos
de las «escuelas» de Alemania. Hus- «objetivos» -inductivo, causal y ex-
serl intentó que la crítica de la «cien- plicativo. Aunque sus descubrimien-
cia natural de la psicología» mostrara tos bien pueden ser de valor para
la necesidad de una «psicología racio- todas las demás disciplinas, también
nal», que hiciera por la psicología na- es cierto que no podría tener objeto
turalista lo que la geometría había sin el «suelo-materno» fáctico, que
hecho por la ciencia física. Esto es está representado primariamente por
característico de las esperanzas de la las ciencias naturales y culturales.
fenomenología. Husserl la retrató co- La fenomenología es considerada
mo suministradora del «fundamento- como una filosofía reaccionaria en la
materno» para todos los conceptos y Rusia soviética, y por los MATERIA-
principios básicos de las ciencias. La
LISTAS DIALÉCTICOS en general. Los
«Filosofía Primera» que él considera-
ba, tenía que ser la «fundamentación» naturalistas no han sido muy reserva-
de todo conocimiento que pudiera dos en sus recelos respecto de la fi-
pretender o esperar ser científico. losofía subjetivista de la «reflexión
La influencia de la fenomenología pura». Una fenomenología estricta, li-
ha sido extensa, y en cierta medida bre de toda afectación de metafísica
ha dado como fruto un tipo que con- y de excesivas afirmaciones de «ab-
genia bastante poco con Husserl. Él soluto», sería, sin embargo, tan defen-
consideraba que los llamados fenome- dible en su estilo como lo ha sido
FICHTE 160
siempre la lógica simbólica en su pro- vés del tiempo. Así, la vida moral es
pio universo de discurso. una serie de acciones conducentes a
(M. F.) la libertad espiritual completa del ego.
El mal moral surge de nuestra pere-
FICHTE, Johann Gottlieb (1762-1814), zosa incapacidad de pensar nuestras
filósofo alemán, era de procedencia acciones completamente. Ciertos indi-
campesina sajona. Ayudado por un viduos tienen la capacidad de actuar
propietario rural local estudió teología, moralmente de una forma preeminen-
filología y filosofía en lena v en te, y estas personas son una inspira-
Leipzig. Conoció a KAN'f en '1791, ción para las otras por su ejemplo;
convirtiéndose en su estudiante y en este hecho descansa la base de la
discípulo más cercano, En 1794 pa- religión, y una iglesia es una reunión
só a ser profesor en jena, pero de individuos asociados con el pro-
fue despedido en 1799 acusado de en- pósito de estimular y fortalecer la
señar el ateísmo. Ardiente patriota, convicción moral.
pronunció sus Discursos a la nación Según Fichte, el Estado tiene la ta-
alemana en Berlín en 1807-1808 y rea de asegurar que todos los hom-
fue instrumento eficaz para el rena- bres limiten su libertad en considera-
cimien to de Prusia tras las derrotas ción de la libertad de los demás; pe-
en manos de Napoleón. Fue catedrá- ro sólo puede hacer esto si también
tico de la nueva Universidad de Ber- intenta asegurar los mismos derechos
lín en 1810. para todos, lo cual sólo puede hacer-
Fichte mantenía que hay dos mé- lo si asegura que todos los hombres
todos posibles en filosofía, el dogma- tengan propiedad y autodependencia.
tismo que deduce la idea de la cosa A la luz de esta opinión Fichte se vio
o el IDEALISMO que deduce la cosa de conducido a algunas doctrinas socialis-
la idea. El método que uno siga tas sobre asuntos económicos, inclui-
dependerá del propio modo de ser da la transferencia de todo el comer-
rnen tal, pero el idealismo es preferi- cio extranjero al Estado. Pero, en con-
ble porque no podemos explicar satis- tra de la leyenda recibida, no compar-
factoriamente la consciencia en térmi- tió la visión orgánica del estado típi-
nos del ser, corno haría el dogmatis- ca de muchos idealistas alemanes.
mo, sino que podemos construir la (J O. U)
experiencia, aunque no la cosa-en-sí,
a partir de la consciencia como un FILOSOFíA MEDIEVAL. La Edad Me-
dato. De este modo, Fichte descartó dia es significativa en la historia del
la cosa-en-sí, y en lugar de derivar la pensamiento como el período en el
naturaleza del ser pensante de la mul- que tradiciones religiosas vivientes se
tiplicidad de la experiencia, como pusieron en un contacto total con la
Kant, se dispuso a deducir la multi- filosofía griega. Esta experiencia fue
plicidad desde la actividad del ego. La común a musulmanes, judíos y cris-
enunciación más clara de esta doctri- tianos, y en todos estos casos el fac-
na, no demasiado fácil, se puede en- tor filosófico principal lo fueron los
contrar en su Introducción a la teoría textos de ARISTÓTELES, acompañados
del conocimiento (1797), de una corriente vaga de NEOPLATO-
Las opiniones éticas de Fichte fue- NISMO que afectó a la interpretación
ron desarrolladas en su libro Teoría de Aristóteles y que en ocasiones se
de la Moral (1798). Podemos actuar manifestó por vía independiente. Estas
de tal modo que nos causemos auto- tres religiones se enfrentaron con la
contento o estima, siendo esta última necesidad de elegir entre la primacía
la consciencia. La acción moral debe de la teología, la primada de la filo-
surgir de la consciencia, no de la sofía y la posibilidad de una síntesis
obediencia a la autoridad, La exigen- armoniosa de ambas. Los esfuerzos de
cia ética básica es que actuemos de síntesis proporcionaron el pensamien-
acuerdo con nuestra concepción del to más interesante del periodo.
deber, de acuerdo con nuestra con- Los musulmanes se pusieron en
cepción de la acción que reconocería- contacto con la filosofía griega cuan-
mos como nuestra sin reservas a tra- do extendieron sus conquistas por el
161 FILOSOFíA MEDIEVAL
Asia Menor hacia las puertas de Cons- El siglo XII fue el período de la re-
tantinopla. AVICENA (Ibn Sina, 980- cuperación de los textos de Aristóte-
1037) logró, para su propia satisfac- les, pero ya era evidente la necesidad
ción, armonizar el Corán con un tipo de más material de estudio en el
neoplatónico de doctrina de la ema- nuevo deseo especulativo de ANSEL-
nación de todas las cosas de Dios, MO (1033-1109), el originador del ar-
elaborada en términos aristotélicos. gumento ontológico. La brillante men-
AVERROES (Ibn Rushd, 1126-1198) fue te especulativa de ABELARDO (1079-
considerado, durante la Edad Media, 1142) fue anulada parcialmente por
como el Comentador de Aristóteles la falta de material de reflexión y de
par excellence, pero su adhesión a la crítica. Sin embargo, en el curso de
teoría de la eternidad de la materia este siglo, y en la primera parte del
y su negación de la inmortalidad per- siguiente, los escritos de Aristóteles
sonal eran incompatibles con el Islam fueron disponibles en latín y llega-
ortodoxo. Tras su muerte, una reac- ron a ser entendidos. Se debe tener
ción teológica, ya preludiada por el en cuenta que en la Edad Media
notable pensamiento místico de Alga- Aristóteles fue la fuente primordial
zel (Al Gazali, 1058-1111), puso fin de lo que ahora llamaríamos ciencia,
al período creativo de la filosofía así como de lo que ahora distingui-
arábiga. ríamos como filosofía. El auge de las
Los pensadores judíos que vrvian universidades, en París y en Oxford,
en países musulmanes, especialmente también constituyó un estímulo para
en España, experimentaron influen- el estudio sistemático.
cias filosóficas similares. Avencebrol El siglo XIII fue el más importante
(Saloman ibn Gabirol, 1021-1058), au- de la filosofía medieval, porque fue
tor de La Fuente de la Vida, era de el período de la asimilación crítica de
espíritu completamente neoplatónico. Aristóteles. Los teólogos más con-
MAIMÓNIDES (Mases ben Maimon, servadores, que en ocasiones son des-
1135-1204) escribió La Guía de Per- critos como agustinianos porque su
plejos, que es el desarrollo más remar- autoridad prominente siguió siendo
cable de la filosofía aristotélica en ar- Agustín, hicieron uso del nuevo co-
monía con el monoteísmo judío, y nocimiento y método aristotélico,
tuvo una influencia considerable so- mientras que lo mantenían en estric-
bre AQUINO. Una reacción teológica ta subordinación a la tradición de la
también sofocó la especulación filo- teología cristiana. Tal fue BUENAVEN-
sófica judía medieval. TURA (1221-1274). ALBERTO EL GRAN-
El primer período de la filosofía DE (1206-1280) se entregó de todo co-
cristiana en la Edad Media, desde fi- razón a las nuevas enseñanzas, y su
nales del siglo VIII a finales del si- discípulo Tomás de AQUINO (1225-
glo XI, asistió a una recuperación gra- 1274) proporcionó la síntesis medie-
dual, pero de ningún modo ininterrum- val clásica de la filosofía aristotélica
pida, respecto de la barbarie de la y la teología cristiana. Su estilo pací-
Edad Oscura. La filosofía no tenía fico oscurece en ocasiones el hecho
existencia independiente, pero las no- de que estaba dispuesto a sugerir mo-
ciones filosóficas persistieron a través dificaciones en ambos lados, siempre
del estudio de los Padres, especialmen- que pensara que eran deseables. La
te de AGUSTÍN, y por la lectura de síntesis comparable más cercana es la
BOECIO. Las partes más elementales de de Duns SCOTO (1266-1308), en
la lógica aristotélica eran enseñadas la generación siguiente. Entre tanto,
con el nombre de dialéctica entre las los aristotélicos más radicales, llama-
siete artes liberales, y las objeciones dos en ocasiones averroistas por su
de Porfirio en su Isagoge dirigieron la adhesión no muy crítica a las interpre-
atención hacia la cuestión de la rela- taciones del Comentador, llegaron a
ción de los conceptos universales con conclusiones filosóficas que no po-
los hechos. El sistema neoplatónico dían hacer cuadrar con la teología.
de ERIGENA, en el siglo IX, fue el SIGER de Brabante (c. 1235-1284), pa-
producto aislado de un genio indi- rece haberse limitado a exponer ho-
vidual. nestamente sus dificultades, pero
11
FILOSOFíA POLíTICA 162
otros cayeron en la sospecha teológi- rizo Está la cuestión lógica y analítica
ca de haber sustituido doctrinas de sobre el significado de la palabra «es-
fe por conclusiones filosóficas. tado», que puede o no ser idéntica a
Aunque Aquino sigue siendo im- la cuestión metafísica de qué clase de
portante por el intento de erigir una entidad pueda ser el Estado; está la
filosofía metafísica sobre una base cuestión de la clasificación de los ti-
empírica, esa base empírica necesita- pos de Estado, como democracias,
ba más análisis. En el siglo XIV el aristocracias, etc.; está la cuestión de
criticismo de GUILLERMO DE OCK- los méritos relativos de los diferentes
HAM (c. 1290-1349) llevó a la filoso- tipos de Estado; está la cuestión de
fía a un punto de partida más radi- qué lealtad debe el individuo al Es-
calmente empírico. Esto hubiera po- tado, y por qué. No hay duda de que
dido ser una invitación a una meta- todas estas cuestiones, y otras, han
física más crítica, pero no hubo nin- sido consideradas como parte de la
guna mente importante que aceptara filosofía política en el pasado, y des-
el reto. La filosofía medieval tendió afortunadamente ni siquiera han sido
a declinar en una ociosa y estéril ló- distinguidas entre sí con la debida
gica que una etapa posterior, tipifi- frecuencia; en particular, la tarea teó-
cada por HOBBES, consideraría carac- rica de análisis y clasificación rara-
terística de los escolásticos. El siste- mente ha sido separada o siquiera
ma neoplatónico de Nicolás de Cu- satisfactoriamente distinguida de las
sa (1401-1464) fue de nuevo un logro cuestiones evaluativas, desde los tiem-
individual. pos en que PLATÓN definió en la
El renacimiento de la filosofía es- República la oligarquía y la democra-
colástica después del Renacimiento, cia como perversiones progresivas de
asociado sobre todo con el nombre la aristocracia. No hay duda de que
de Francisco Suárez (1548-1617), que- una gran cantidad de propaganda po-
da fuera de la Edad Media, pero fue lítica, a un nivel muy general, se
un renacimiento que no logró durar hace pasar por análisis teórico; así,
porque no se entendió con el auge de ROUSSEAU, en el Contrato Social, in-
la ciencia moderna. Para el rena- tenta mostrar que no puede haber
cimiento más reciente, véase el NEO- ningún deber de obediencia a la ley,
TOMISMO. El espíritu de la filosofía excepto en una forma de democracia
medieval es resumido en ocasiones muy radical, opinión que no es pro-
con la frase que habla de la filosofía bable que hubiera mantenido de no
como la sierva de la teología, pero pensar que la democracia era la me-
ésta fue una frase de un teólogo con- jor forma de organización política.
servador, Petrus Damiani (1007-1072), Por estas razones es imposible dar
que ansiaba poner coro a la especula- una breve explicación de lo que se
ción racional. Es mejor resumido por estudia bajo el encabezamiento de fi-
ANSELMO cuando habla de la fe que losofía política, ni dar una descripción
busca el entendimiento. Los grandes unificada de sus métodos e inten-
filósofos medievales, aunque presupo- ciones.
nían la verdad del cristianismo, bus- Sin embargo, se estaría probable-
caron con candor y persistencia cual- mente de acuerdo en que los proble-
quier nueva luz que pudiera arrojarse mas que se suscitan más central y
sobre su visión del mundo y que les frecuentemente con respecto a la filo-
permitiese recobrar la filosofía griega. sofía política, han sido dos, a los que
(D. J. B. H.) se puede prestar cierta atención aquí.
Primero, está el problema de la base
FILOSOFíA POLíTICA ha sido tradi- del deber de obediencia a la autori-
cionalmente un tema amplio y amor- dad civil, la cuestión de por qué de-
fo que incluye cuestiones sumamen- bemos obedecer a la ley y al gobier-
te distintas. Así, está claro que la fi- no. Esta cuestión debe ser netamen-
losofía política debe incluir de algún te distinguida de la cuestión de por
modo una consideración sobre el Es- qué la gente obedece de hecho a la
tado; pero acerca de esto pueden sus- ley y al gobierno, y de la cuestión
citarse cuestiones del más diverso ca- de por qué es prudente obedecerles;
163 FILOSOFfA POUTICA
la cuestión de por qué la gente ob- lítica por la simple e inteligible no-
's que la gente obedece a la ley por ción de una promesa.
gía y a la psicología, y la respuesta La teoría del contrato social es cri-
dece a la ley pertenece a la sociolo- ticada fácilmente sobre la base de
toda clase de extrañas razones, sin ex- que es contraria a los hechos históri-
cluir motivos bien fundados; la cues- cos al mantener que los Estados son
tión de por qué es prudente obe- fundados sobre contrato y que, aun
decer a la leyes una cuestión de cuando los miembros originarios de
prudencia, cuya respuesta es, en par- un Estado hayan debido a un con-
te, que eso compensa, pues de otro trato su deber de obedecer, sus des-
modo estamos sometidos a castigo por cendientes no son partes y no están
manos de aquellos que poseen una limitados por ese contrato. Cara a
fuerza superior a la nuestra; pero esta objeción los teóricos del contrato
cuando nos enfrentamos con una fuer- generalmente han vuelto a la noción
za superior no tenemos ningún deber de un contrato tácito, implícito o vir-
de obedecer por esa razón --como tual; a menudo se mantiene, por ejem-
Rousseau señaló, la prudencia nos plo, que al permanecer en el país y
aconseja obedecer cuando debemos y hacer uso de los beneficios civiles y
a desobedecer cuando podemos. La sociales que éste confiere se implica
filosofía política no se interesa ni por una promesa de obedecer las leyes.
la cuestión sociológica ni por la pru- A esto replicó HUME, en su famoso
dencial, sino por las razones de nues- ensayo sobre el Contrato Original,
tro deber de obediencia. que esto es bastante parecido a decir
Si preguntamos cómo podemos lle- que si uno es embarcado sin querer-
gar a tener un deber de obedecer a lo, esto implica la promesa de obe-
algún individuo, la respuesta más ob- decer al capitán si no quiere saltar
via es que podríamos hacerlo prome- fuera de la borda.
tiéndolo; puede parecer plausible de- Pero la objeción más seria a la
cir que éste es el único modo por el teoría del contrato es la que lleva
que podemos adquirir un deber de directamente a la teoría utilitarista de
obediencia a una persona privada. És- la obediencia. Si se preguntara por
ta es la clase de consideración que qué debemos prometer obedecer a
lleva a la doctrina del CONTRATO SO- la autoridad civil, argüía Hume, la
CIAL como respuesta al problema del respuesta más plausible es que al ha-
deber de obediencia. La teoría del cer esto ayudamos a asegurar el bien-
contrato social tiene muchas formas estar general, puesto que el orden
que tienen poco más en común que civil es necesario para la felicidad hu-
esto: que cualquiera que tenga un mana; pero en ese caso, continuaba
deber de obediencia civil lo tiene a Hume, la promesa es. superflua, pues-
causa de un contrato hecho para obe- to que del mismo modo podríamos
decer en consideración de algunos be- considerar el bienestar general como
neficios que se espera que surjan de la base directa de la obediencia civil.
ser miembro de la sociedad. En HOB- Ésta es la respuesta utilitarista que
BES el contrato lo es entre todos los Hume suscribió: es deber nuestro
sujetos futuros de obediencia a algún obedecer porque la obediencia a la
soberano que no es parte de ningún ley y a la autoridad existente es ne-
contrato, mientras dicho soberano cesaria si no queremos caer en la
les proteja con éxito; en Locke hay anarquía, a la que es preferible casi
un contrato político subsidiario entre cualquier sociedad establecida; no
el gobierno y los súbditos que deli- hay ningún deber político especial de
mita los derechos y deberes de am- obediencia, pero ésta es un medio
bos; en Rousseau el contrato se da en- necesario para la consecución de nues-
tre los hombres que se constituirán tro deber moral para con nuestros
en asamblea soberana -los mismos conciudadanos. Esta opinión es com-
hombres serán a la vez soberanos y partida en lo esencial incluso por pen-
súbditos. El punto esencial que da su sadores idealistas tales como T. H.
atractivo al contrato social es que se GREEN.
explica un deber de obediencia en po- Tanto la teoría del contrato social
FREGE 164

como la teoría utilitarista de las bases cuando el patnousmo surgido de la


de la obediencia armoniza, de manera guerra con Francia, el movimiento
natural, con una respuesta particular romántico y la general tendencia mo-
a nuestra segunda cuestión principal, nística del idealismo llevó a pensa-
la de la naturaleza del Estado. En es- dores como HEGEL y FIC H TE a acep-
tas dos visiones el Estado es un apa- tar opiniones de este tipo, que a su
rato que tiene como justificaci6n el vez pueden llevar fácilmente a polí-
bienestar de los individuos que lo ticas totalitarias en la práctica.
componen; según la teoría del con- Como señalamos al principio, sería
trato social éste es una mera máqui- muy erróneo pensar que este bosque-
na inventada para ese propósito; se- jo da una descripci6n, o siquiera un
gún la otra opinión, el Estado no es esbozo, general del campo de la filo-
nada que esté más arriba o más aba- sofía política; pero puede servir para
jo de los individuos que lo compo- indicar las posiciones centrales de las
nen. Pero hay una visión alternativa que parten las teorías políticas y
de la naturaleza del Estado, que suele las bases de éstas.
ser llamada teoría orgánica, con la (J. O. V.)
que armoniza, de manera natural, una
visión diferente del deber de obe- FREGE, Gottlob (1848-1925), filósofo
diencia. Según esta opinión, el Esta- alemán. La importancia histórica de
do es una unidad natural orgánica y Frege es doble: como fundador de la
el hombre es un animal político en lógica matemática moderna y como
el sentido de que es esencialmente filósofo de la LÓGICA y de la MATE-
una parte de una comunidad y no un MÁTICA. Inventó la noción de siste-
individuo que puede o no combinar ma formal, con la intención de conse-
con sus compañeros; el Estado se guir el ideal de rigor matemático, y
parece más a una familia en la que en Begriffsschrift (1879) dio lo que
el padre, la madre y los hijos tienen fue, a la par, el primer ejemplo de
que jugar sus papeles, o incluso po- un sistema formal y la primera for-
dríamos comparar la posici6n del in- mulación de los cálculos sentencial
dividuo en relación con el Estado con y de predicados. Marcó, por primera
la posición de la mano en relación vez, la distinción entre axiomas y re-
al cuerpo. No podemos distinguir el glas de inferencia e introdujo el ar-
bienestar y los derechos de la mano tificio que distingue la lógica mo-
del bienestar y los derechos del cuer- derna de sus antecedentes y la hace
po, pues la mano s6lo es mano en superior a éstas, el uso de variables
la medida en que funciona como un y de cuantificadores.
elemento de la unidad del cuerpo; Frege procedió entonces a la aplica-
ni tampoco debemos intentar distin- ción de su sistema formal a la arit-
guir los derechos y el bienestar del mética. Y al hacer tal, descubri6 la
individuo del bienestar del Estado, posibilidad de formalizar la aritméti-
pues el bienestar último del indivi- ca sin introducir ningún concepto ni
duo es el bienestar del organismo po- axioma que no fueran lógicos, al me-
lítico dentro del cual puede desarro- nos si se admite que la noción de
llarse completamente. Dada esta vi- clase o de conjunto son l6gicas. Esta
sión del Estado se hace absurdo pre- posibilidad se apoyaba en la famosa
guntar por qué debe obedecer el ciu- definición de número cardinal, que
dadano al poder civil, como lo es pre- más tarde redescubriría RUSSELL, co-
guntar por qué la mano deba obe- mo la clase de todas las clases de que
decer la voluntad del cuerpo; sólo pueden ser correlatadas de uno-a-uno
cuando está funcionando dentro del con una clase dada, junto con la
Estado el individuo es verdaderamen- definición del ancestral de una re-
te él mismo, es verdaderamente li- lación (esto es, la transformación de
bre; opiniones parecidas a ésta son una definición recursiva en una ex-
insinuadas ocasionalmente, aunque plícita) que ya había sido dada en
nunca afirmadas por PLATÓN y ARIS- Begriffsschrift. La definición de nú-
TÓTELES; se hizo más popular en mero cardinal se sigue naturalmente
Alemania, a principios del siglo XIX, del descubrimiento de que la noción
165 FREGE

numerica fundamental es la de «jus- en el contexto de una sentencia. Si


tamente tantos como». Una persona preguntamos el significado de una pa-
que no haya reflexionado, si se le pre- labra aisladamente, nos veremos in-
guntara qué quiere decir que hay jus- clinados a responder describiendo las
tamente tantas cosas de un tipo como imágenes mentales que nos suscita el
de otro, podría replicar que esto sig- oír la palabra. Pero estas imágenes
nifica que si se contara el primer con- mentales son totalmente irrelevantes
junto y después el segundo, se llegaría para el sentido de la palabra. La mis-
al mismo número. Pero Frege observa ma palabra puede evocar imágenes di-
que es posible decir que un conjunto ferentes en la mente de personas
tiene justamente tantos miembros ca- diferentes; palabras diferentes pueden
ma otro conjunto, sin poder decir provocar la misma imagen en la
cuántos tiene cada uno; así si un ca- mente de un individuo. En cualquier
marero comprueba que hay justa- caso, la imagen no puede determinar
mente un cuchillo a la derecha de el sentido de las sentencias que con-
cada plato, entonces sabe que hay tienen la palabra. En otro lugar Fre-
justamente tantos cuchillos como ge distingue dos rasgos del significa-
platos sobre la mesa. Ha establecido do de una palabra: las imágenes y
una correlación uno-a-uno entre el asociaciones que la palabra evoca, que
conjunto de platos y el conjunto de Frege llama el «colorido» de la pa-
cuchillos mediante la función «objeto labra; y e! sentido propiamente di-
inmediatamente a la derecha de». Ade- cho. El colorido es subjetivo, y pue-
más, contar es un caso particular de de variar de persona a persona. El
establecer una correlación uno-a-uno; sentido de la palabra es objetivo; es
pues 10 que en efecto hago cuando ese rasgo del significado el único re-
cuento un conjunto de objetos y en- levante para la determinación de! va-
cuentro que hay n de éstos, es definir lor de verdad de una sentencia que
una función del conjunto cuyos vala- contenga esta palabra. Cuando sabe-
res son los números del 1 a n. Final- mos cómo determinar e! valor de
mente, explicar «exactamente tantos verdad de las sentencias que contiene
como» en términos de correlación esa palabra, entonces sabemos todo
uno-a-uno le da cierto sentido a de- 10 que hay que saber sobre el senti-
cir que un conjunto infinito tiene do de la palabra; no se puede pedir
justamente tantos miembros como nada más. Entre las sentencias más
otro conjunto, aunque desde luego importantes en las que puede ocurrir
no se puede contar en el sentido or- un término singular están las que ex-
dinario un conjunto infinito. presan juicios de identidad: Frege se-
Con el fin de preparar el camino ñala que estipular el criterio de iden-
a la obra simbólica, Frege escribió tidad de X es una parte necesaria
su libro, Die Grundlagen der Arittb- de la determinación del sentido de la
metik (Los Fundamentos de la Arit- palabra «X». Es evidente que la pri-
mética) (1884), exponiendo su teoría mera parte de las Investigaciones de
sin simbolismo. Éste libro es un clási- WITTGENSTEIN tiene una gran deuda
co de la exposición filosófica, y contie- para con estas ideas de Frege.
ne una aniquilación totalmente efecti- En un famoso artículo publicado
va de las explicaciones filosóficas que en 1892, Frege introdujo una distin-
entonces prevalecían acerca de los nú- ción que había ocurrido en los Grund-
meros y de la aritmética. También lagen, entre el sentido y la referen-
contiene algunas intuiciones filosófi- cia de una palabra. La referencia de
cas profundas. Con el fin de contes- un término singular es el objeto del
tar a una pregunta tal como «¿qué que estamos hablando cuando utili-
es el número 1?», Frege dice que zamos una sentencia que 10 contie-
tenemos que dar una explicación del ne. Pero no debemos pensar como
sentido de las sentencias en las que J. S. MILL que e! significado incluso de
ocurre el símbolo «1». No debemos un nombre propio consiste en que
cometer el error de preguntar el sig- tenga la referencia que tiene; su sen-
nificado de una palabra aisladamen- tido no está determinado únicamen-
te: una palabra sólo tiene significado te por su referencia. Así, por usar un
FREGE 166

ejemplo dado por Frege en otro lu- to» a cualquier cosa que sea la refe-
gar, un explorador podría descubrir rencia de un término singular; para
una montaña en el Sur y darle un él no es menos legítimo hablar de nú-
nombre, mientras que otro explora- meros (y otras «entidades abstractas»)
dor daría un nombre diferente a la como objetos, que de los hombres
misma montaña vista desde el Norte, y ciudades. Por 10 que la aritmética
y podrían pasar muchos años antes es una acumulación de verdades so-
de que se dieran cuenta que era la bre objetos en la misma medida que
misma montaña la que habían visto; cualquier otra ciencia, y la tarea del
entonces los dos nombres tendrían matemático es descubrir estas verda-
sentidos diferentes, pero la misma re- des, que subsisten independientemen-
ferencia. El sentido de la sentencia te de si las descubrimos o no.
total es un pensamiento (de algún Frege distingue dos tipos de expre-
modo análogo a la «proposición» de sión fundamentalmente distintos, que
Russell); el pensamiento es aquello llama «saturadas» y «no saturadas».
de 10 que se dice primariamente que Los términos singulares son saturados,
es verdadero o falso, y es algo inma- como 10 son las sentencias completas.
terial, aunque objetivo. Por tanto, la Las expresiones no saturadas son pre-
referencia no puede ser un constituyen- dicados como «... es alta», expresio-
te del pensamiento; si hablo del Eve- nes relacionales como «. .. agujerea ...»
rest, la montaña misma no puede ser y expresiones funcionales como «la
parte del pensamiento que expreso. capital de ... »; dicho brevemente son
Del mismo modo, tengo éxito al ha- expresiones que contienen huecos que
blar de la montaña misma, y no de se saturan cuando son cubiertos por
algún brumoso correlato de ella; en expresiones saturadas. Las expresio-
general la referencia es algo no lin- nes no saturadas no son meramente
güístico, algo «del mundo». secuencias de palabras que pueden ser
El que una expresión sea un nom- escritas sin más, pues se exige que
bre propio o no, para Frege es sólo podamos indicar dónde ocurre el hue-
cuestión de su comportamiento ló- co y qué hueco debe ser cubierto
gico. Así «rojo» y «5» (usados como con el mismo término y cuál puede
nombres) pueden contar como nom- ser cubierto con términos distintos
bres propios, puesto que «rojo es un (las variables son un artificio para
color primario» y «5 es un número indicar esto). Así, una expresión no
primo», tienen exactamente la misma saturada es más bien un rasgo en
forma lógica que «Krushchev es un común con diversas sentencias que
hombre inteligente». Si una expresión una parte aislable de esas senten-
funciona como un nombre propio, y cias. Una expresión no saturada tie-
posee un sentido definido, entonces ne una referencia al igual que una
es un nombre propio; y tiene un sen- saturada; pero su referencia es un ti-
tido definido si hemos asignado un po de cosa no saturada, algo que ya
sentido a todas las sentencias en las no puede pensarse que se mantiene
que puede ocurrir. Que una expre- a sí mismo, como tampoco puede ha-
sión tenga o no referencia depende cerlo la expresión que 10 denota, y
de que ordinariamente digamos que que, por tanto, es totalmente distinto
hay algo que responde a esa designa- a un objeto. Frege llama «concepto»
ción; por ejemplo, «el número per- a la referencia de un predicado (<<pro-
fecto entre 10 y 30» tiene una refe- piedad» sería un término vernáculo
rencia en virtud del hecho de que, más feliz), y a las referencias de las
como diríamos ordinariamente, hay expresiones relacionales y funcionales,
un número que es perfecto y que «relaciones» y «funciones». La refe-
está entre 10 y 30. La idea de que rencia de una expresión no saturada
hay una cuestión filosófica, que va debe distinguirse de su sentido tan
más allá, de si verdaderamente existe marcadamente como la referencia de
un objeto al que representa esta ex- un nombre propio del suyo; los con-
presión, surge de la falacia de «pre- ceptos, las relaciones y las funciones
guntar por la referencia de un térmi- están «en el mundo» en la misma me-
no aisladamente». Frege llama «obje- dida que los objetos. Si decimos
167 FREGE

Júpiter es más grande que Marte, la mal de Frege a una rigurosa distin-
relación se cumple entre las reie- ción de tipo entre predicados; sin
rencias de las palabras «Júpiter y Mar- embargo, las clases son tratadas como
te», y no entre sus sentidos, por lo objetos (entidades de tipo más bajo).
que debe haber un rasgo del mundo Ésta es una ilustración de la interde-
(el «ámbito de referencia»), que son pendencia entre la filosofía de la ló-
los planetas mismos. No obstante, es gica de Frege y su sistema formal. Un
una entidad de un tipo bastante dis- sistema formal no se debe construir
tinto; si una expresión representa a meramente con los ojos puestos en
un concepto o a una relación, no pue- la conveniencia, sino que debe refle-
de representar a un objeto, y no jar los rasgos esenciales del lenguaje
puede ni siquiera tener sentido in- (ésta file en esencia la réplica de Fre-
tentar decir con respecto a un con- ge a la objeción de Peana de que su
cepto lo que tiene sentido decir sobre signo de afirmación era formalmente
un objeto, o a la inversa. Sin embar- redundante). Esto no significa que un
go, sí que hablamos de conceptos: si sistema formal tenga que copiar el len-
digo, «Dios existe», no estoy adscri- guaje natural: el uso de variables y
biéndole una propiedad a un objeto cuantificadores, por ejemplo, resuelve
particular, estoy hablando de un cier- el problema de la generalidad no dan-
to tipo de cosa, sobre una propiedad do una explicación coherente de los
o concepto, y diciendo de éste algo artifioios utilizados para indicar la
que tiene sentido decir solo de una generalidad en los lenguajes natura-
propiedad, v. gr., que hay algo que les, sino inventando un artificio
la tiene, que hay algo de ese tipo. totalmente nuevo (la teoría de la
Los enunciados de números deben ser cuantificación parece un pretendiente
entendidos del mismo modo; «Hay mejor para el título de «paradigma
tres árboles en el jardín» dice algo de la filosofía» que la teoría de las
sobre el concepto árboles en el iardin, descripciones de Russell). El lenguaje
y no puede entenderse como un aser- natural puede ser realmente incohe-
to sobre un objeto. rente y puede ser criticado como tal;
Si queremos entender la naturaleza así Frege considera que es un defecto
de los conceptos y las relaciones, de- del lenguaje natural el que se puedan
bemos considerar las funciones en formar en él términos singulares que
matemáticas. El número 4 es una fun- tienen sentido pero no referencia. La
ción determinada del número 2, a sa- búsqueda de un lenguaje ideal fue
ber, su cuadrado, pero él mismo no iniciada por Frege.
es esa función. De hecho no podemos En 1893 y 1903 Frege publicó dos
aislar la función, sino sólo los núme- volúmenes de su magnun opus, Die
ros particulares que son esa función Grundgesetrc der Arithmetik (Los
respecto de otros números determina. Principios de la Aritmética), que
dos. Desde luego, Frege puede consi- expone su construcción de la aritrné-
derar los conceptos y las relaciones tica a partir de la lógica con el sim-
como casos especiales de las funcio- bolismo lógico suyo. La teoría con-
nes, puesto que mantiene que una tiene una «teoría de conjuntos inge-
sentencia como un todo tiene una re- nua», esto es el supuesto de que para
ferencia, a saber, su valor de verdad; toda propiedad existe una clase que
los conceptos y las relaciones son, tiene como miembros precisamente
pues, funciones cuyo valor es siempre aquellos objetos que tienen esa pro-
verdad o falsedad. Esta doctrina zan- piedad. Poco antes de la publicación
ja de golpe la vieja controversia en- del volumen I1, Russell escribió a Fre-
tre nominalistas y realistas. Para Fre- ge explicando la contradicción que
ge el color rojo, por ejemplo, es un había encontrado en la teoría de con-
objeto genuino y la referencia del juntos ingenua. Frege añadió rápida.
nombre «rojo»; pero no puede ser la mente un apéndice que establecía có-
referencia del adjetiuo «rojo» y no mo pensaba que se podía haber evi-
es aludido en la sentencia «Los tulí- tado la contradicción debilitando uno
panes son rojos», de sus axiomas. Lesniewski probó
La doctrina lleva en el sistema for- posteriormente que surgía una nueva
FREGE 168

contradicción, pero es dudoso que mente influidos por él -HUSSERL,


Frege descubriera esto; pero en cual- Russell y Wittgenstein. En tiempos
quier caso, muchas de las pruebas se más recientes ha habido un gran
hubieran derrumbado ante el axioma despertar del interés por Frege; los
revisado, y Frege se descorazonó y no lógicos conocen suficientemente su
reescribió ni completó el libro. Al fi- obra, y algunos, tales como Church,
nal de su vida llegó a considerar que CARNAP y QUINE, han sido influidos
toda la teoría de las clases y el pro- directamente por él. Debido principal-
yecto de derivar la aritmética de la mente al hecho de que muchas de
lógica era un error. Después de 1903 las ideas primordiales de Wittgenstein
Frege produjo pocas cosas de interés, pueden ser rastreadas hasta Frege, los
y probablemente no siguió los traba- filósofos de Inglaterra y América, aun-
jos que se estaban haciendo en el cam- que no los del continente, 10 leen
po que él había descubierto. Ni tam- y 10 discuten. Quizá el mayor logro
poco recibió mucho crédito durante de Frege en filosofía, en el que fue
su vida. El trabajo que había realizado seguido por Wittgenstein, aunque no
fue trasmitido a otros lógicos a tra- por Russell, fue rechazar la tradición
vés de los escritos de Peana, Russell cartesiana de que la EPISTEMOLOGÍA
y WHITEHEAD; solamente Dedekind, es el punto de partida de la filosofía,
Zermelo y Russell le dieron el crédi- y reestablecer la lógica filosófica como
to que merecía. Fue poco conocido el fundamento de la misma.
entre los filósofos, aunque tres de
gran importancia fueron profunda- (M. A. E. D.)
G

GASSENDI, Pierre (1592-1655), fran- bía buscarse en la «tranquilidad del


cés. Gassendi no fue un hombre de alma», noción que es probablemente
gran originalidad, aunque su influen- la progenitora de la «paz» de Hob-
cia indirecta en el curso de la es- bes. Las personas actúan para la pre-
peculación filosófica y científica fue servación de la tranquilidad de su al-
importante y profunda. Tanto HOB- ma, que no siempre es la prosecu-
BES como DESCARTES le conocieron ción del placer.
bien y derivaron de él no tanto doc- (R. HAR.)
trinas o soluciones específicas de pro-
blemas filosóficos, sino más bien cier- GILSON, Etienne Henry (1884-1978),
tos hábitos de pensamiento. Gassendi francés, es uno de los más destacados
se asignó la tarea de proporcionar una especialistas de la FILOSOFÍA MEVIEVAL
explicación de las doctrinas de la or- de la actualidad, y el conocimiento
todoxia corriente que estuvieran ba- enormemente aumentado de la filo-
sadas en las teorías científicas de los sofía medieval que tenemos ahora se
antiguos ATOMISTAS y en las opinio- debe en gran parte a su obra. Partió
nes morales de EPICURO. Por ejem- de un interés por DESCARTES y se vio
plo, consideraba que las actividades llevado por primera vez a la filoso-
mentales eran completamente explica- fía medieval en un intento de enten-
bles en términos de las distorsiones der mejor los antecedentes filosóficos
físicas de la materia del cerebro y de la filosofía cartesiana; la filosofía
elaboró una teoría más compleja de medieval comenzó entonces a absorber
los «rasgos» para explicar la conducta la atención de Gilson, que llegó a
inteligente de los hombres y los ani- aceptar la posición de Tomás de
males. Su solución del problema de AQUINO en los puntos esenciales. Su
la interacción del alma imperecedera obra histórica más importante, El Es-
y el cerebro perecedero fue típicamen- píritu de la Filosofía Medieval, fue
te una solución para-mecánica. Si tan- publicada por primera vez en fran-
to el Cerebro como el Alma prosi- cés en 1932. También ha escrito
guieran los mismos fines, actuarían obras filosóficas independientes si-
juntos por esa razón, doctrina ésta guiendo la tradición tomística, entre
similar aunque mucho más simple que las que se incluye Dios y filosofía
la de la armonía preestablecida de (1941).
LEIBNIZ. Gassendi también ejerció una (J. O. U.)
marcada influencia en la teoría polí-
tica y moral, pues volvió a introdu- GOODMAN, Nelson (1906- ), nacido
cir en Europa la doctrina epicúrea en Massachusetts. Catedrático de fi-
de que el bien moral más elevado de- losofía de la Universidad de Pen-
GREEN 170
sylvania, se ha interesado principal- mostrado que este problema está ín-
mente por la teoría del conocimiento timamente relacionado con el pro-
y por la filosofía del lenguaje; pero blema de formular la diferencia entre
también ha tratado problemas común- enunciados que expresan leyes de la
mente considerados como metafísicos. naturaleza (p. e., «El agua se dilata
En su opinión, la filosofía intenta al helarse») y aquellos que expresan
dar descripciones estructurales preci- meramente una universalidad acciden-
sas del mundo, formulando definicio- tal (p. e., «todas las monedas que
nes que presentan las cosas como mo- hoy llevo en el bolsillo son de pla-
delos de diversos componentes ele- ta»). En su obra más reciente Hecho,
mentales de la experiencia. En su Ficción y Previsión (1955), Goodman
primer libro, La estructura de la apa- ha avanzado algunas ideas para la
riencia (1951), ofreció estas defini- solución de estas cuestiones, y tam-
ciones para una serie de detalles in- bién ha sugerido el modo en que
dividuales de la experiencia fenomé- cree que esas ideas son relevantes
nica (tales como manchas de color), para el análisis de la inferencia in-
utilizando para su construcción pri- ductiva.
mitiva bloques que directamente re- (E. N.)
presentan características cualitativas,
tales como sombras de color específi- GREEN, Thomas Hill (1836-1882), fi-
cas y lugares del campo visual. Un lósofo inglés educado en Oxford.
rasgo prominente de los análisis de Green contribuyó a extender por In-
Goodman son las severas restricciones glaterra la influencia de KANT y de
que impone a los supuestos que es- HEGEL contra las tendencias prevale-
tá dispuesto a emplear. Ha sido un cientes del empirismo y el utilitaris-
defensor vigoroso del NOMINALISMO, mo. El único libro suyo que apareció
rehusando aceptar cualquier instru- durante su vida fue su edición de Hu-
mento intelectual que postule supues- ME, y su influencia se ejerció princi-
tamente la existencia de entidades palmente a través de sus clases en
«platónicas» abstractas tales como las Oxford que fueron publicadas póstu-
clases. Aunque Goodman ha hecho un mamente.
uso extensivo de las técnicas lógicas Mantenía que había que conside-
modernas, no ha dudado en rechazar rar al mundo como una red de re-
diversas porciones de la lógica, la laciones, y que la mente era nece-
matemática y la teoría científica que saria no sólo para aprehender, sino
no satisfacen sus exigencias nomina- también para constituir y sustentar
listas. Por tanto, se ha visto obligado estas relaciones. ¿Cuáles son los tér-
a inventar ingeniosos medios para bur- minos relacionados en esta red? Cual-
lar el uso de instrumentos lógicos que quier término que intentemos aislar
le comprometieran con la realidad de resulta ser él mismo una red de rela-
los universales platónicos. Como ciones también; y fallará cualquier in-
QUINE, ha sido sumamente crítico de tento de encontrar los datos últimos
la distinción ampliamente empleada de la experiencia en el sentimiento o
entre enunciados sintéticos y ANALÍ- en la sensación. Aquí Green está
TICOS, en gran medida porque a su muy cerca de Hegel. La distinción
juicio tal distinción implica el ante- entre apariencia y realidad no es una
rior compromiso. distinción entre un mundo mental y
Un problema que ha ocupado gran un mundo independiente de la men-
parte del pensamiento de Goodman te, sino entre lamente en tanto que
es la clarificación de 10 que debe limitada y humana y la mente en
entenderse por condicionales contra- tanto que universal y absoluta -la
rios-a-Ios hechos, tales como «Si esta mente que sustenta el universo.
cerilla hubiera sido frotada hubiera También en ÉTICA, Green acom-
ardido». Ha discutido diversas difi- paña a Hegel durante un largo trecho.
cultades con las que cree que se en- Los deseos no son fuerzas aisladas
frentan los intentos de explicar exac- como ocurre en los animales. En ca-
tamente el sentido del conector «si- da deseo el yo humano busca su pro-
entonces» en tales enunciados; y ha pia satisfacción como un todo. Sólo
171 GROCIO

así puede sentirse responsable y agen- trinal, era una base suficiente para
te libre el hombre. Sin embargo, aquí la reconciliación entre católicos y pro-
Green comienza a diverger de Hegel. testantes. Su De Veritate Religionis
El bien es algo personal para el in- Christianae (1627) establecía este có-
dividuo de quien es bien, aun a digo de cristiandad común. Su Via
pesar de que, siendo naturalmente et Votum ad Pacem Ecclesiasticam
social, sólo pueda lograr una satis- (1642) sugería un esquema concreto
facción completa si confiere el bien de reconciliación.
a otros. Green rechazó firmemente Su perspectiva racional sin duda
cualquier noción de un yo corpóreo. era en parte producto de su primer
La divergencia domina su teoría po- aprendizaje del gran maestro Scaliger,
lítica. Observó cómo la concepción que fue uno de los primeros en acen-
de ROUSSEAU de un bien común le tuar la fuerza lógica gramatical en la
llevó a la de una voluntad general. interpretación de las Escrituras en
Pero tras esto está la visión de He- lugar de la conveniencia doctrinaria.
gel del Estado como una unidad su- Gracia fue un niño prodigio -que
perior a la del individuo y tras esto dominaba el latín y el griego a la
a su vez se ocultan extremismos de edad de doce años y que fue Doc-
autoridad totalitaria y adoración del tor en Derecho de la Universidad de
estado nacionalista. El sólido libera- Leyden a los dieciséis. En 1603 fue
lismo inglés de Green rechazó todas contratado como historiógrafo oficial
estas conclusiones. Mantenía la im- para su provincia natal y en 1607 fue
portancia de la responsabilidad indi- nombrado abogado general del Fisco
vidual y de los derechos individua- para Holanda y Zelanda. Como aboga-
les. Pero su postura final implica- do de la Compañía Holandesa de las
ba serias dificultades. El «bien co- Indias Occidentales se vio envuelto
mún» significa que un hombre be- en una controversia que surgió de la
neficia a otros solamente «en la me- incautación de un galeón portugués
dida en que encuentra que es nece- en el estrecho de Malaca. Grocio se
sario para su propia satisfacción el vio llevado a investigar las bases ge-
pensamiento de que sean perfectos». nerales de la legalidad de la guerra.
Por otro lado no se permite que los Su libro De Jure Praedae (Sobre la
derechos individuales, como en Loe- ley de los botines), escrito en 1604
KE y ]. S. MILI., sirvan de baluarte y vuelto a descubrir y publicado
contra la autoridad social; aunque, en 1868, fue el resultado de ello;
sin duda, dependan del reconocimien- esto le llevó a su enorme interés por
to social para su existencia. el Derecho Internacional y formó la
(J. D. M.) base de su obra maestra posterior De
Jure Belli et Pacis (Sobre el derecho
de la guerra y de la paz), 1625. Gra-
GROCIO, Hugo (1583-1645) fue un cia manruvo el principio general de
pensador holandés cuyas ideas ejercie- que el océano es libre para todas las
ron una influencia desproporcionada naciones.
con respecto a su agudeza filosófica. El esfuerzo de Gracia por la recon-
El contexto de éstas fue el asesinato ciliación racional casi le costó la vida
y la sublevación política, la falta de
cuando intentó reunir al partido re-
ley en el mar y la Guerra de los
publicano protestante dirigido por
Treinta Años. Su creencia en la to-
lerancia y en medios racionales de Mauricio de Oldenbarneveldt y el
solventar las disputas se basaba en partido antiprotestante de Orange di-
un profundo respeto por la verdad rigido por Mauricio de Nassau. En
que se hallaba en la tradición huma- 1618 Mauricio dio un golpe de Es-
nista de Erasmo. Sin embargo no tado. Oldenbarneveldt fue condena-
era un escéptico, al contrario, creía do a muerte y Gracia fue senten-
que la piedad basada en lo que era ciado a cadena perpetua. Sin embar-
común a las distintas interpretacio- go, su esposa logró sacarlo de la
nes de la religión cristiana, junto con prisión escondido en una caja que
la reticencia hacia el desacuerdo doc- contenía aparentemente tomos de teo-
GROCIO 172

Iogía armenia. Huyó a Amberes y de labras, Gracia asimilaba el conoci-


allí a París, donde fue recibido por miento moral al conocimiento mate-
Luis XIII concediéndosele una pen- mático y sugería que lo que DESCAR-
sión que raramente le fue pagada. TES Y otros mantenían como cierto
Durante su retiro en Francia como respecto del conocimiento de la na-
puso De Jure Belli et Pacis, 1625, turaleza también era cierto respecto
que le proporcionó fama internacio- del conocimiento de la moral. Ambos
nal. Posteriormente encontró servicio eran ciertos y ambos eran accesibles
en Suecia como embajador para Fran- al hombre racional independientemen-
cia, puesto en el que no disfrutó ni te de la autoridad religiosa.
de la confianza de la corte francesa Además, Gracia mantenía que pues-
ni de satisfacción personal. Murió to que los hombres eran, como habían
después de un naufragio cerca de enseñado ARISTÓTELES v los ESTOI-
Danzig en 1645. COS. sociales por naturaleza, tenían un
La contribución de Grocio a la fi- interés natural por el mantenimiento
losofía consistió principalmente en su del orden social. Por tanto, las reglas
inequívoca defensa de la ley natural de la ley natural que eran condiciones
como conjunto racionalmente discer- casi necesarias para una sociedad cual-
nible de principios que vinculan a los quiera, eran autoevidentes para el
ciudadanos, a los gobernantes y a hombre en tanto que animal social
Dios por igual. La validez de tal ley dotado de razón. No eran simplemen-
que mantenía la seguridad de la pro- te el producto de la convención y la
piedad, la buena fe y el trato correc- elección. «Pues la naturaleza misma
to era un lugar común en el pensa- del hombre, que aunque no carecié-
miento cristiano. Pero la desunión de ramos absolutamente de nada nos lle-
la cristiandad tras la Reforma y el varía a las relaciones mutuas de la so-
desafío secular a la autoridad de la ciedad, es la madre de la ley de la
iglesia, que era uno de los legados naturaleza.»
del Renacimiento, había hecho difí- Gracia mantenía que todas las otras
cil de defender su validez sobre ba- leyes -Tus Divinun, Tus Civile y
ses religiosas. Además, la política rea- Tus Gentium- eran dictados de la
lista seguida por los dirigentes de los voluntad subordinados al Tus Natu-
nuevos estados nacionales, tal como raleo El derecho civil, por ejemplo, de-
la popularizara Maquiavelo, hizo que pendía para su validez en última ins-
pareciera un poco artificial la de- tancia de la obligación natural de la
fensa de la vieja ley de la naturale- buena fe en mantener los pactos. El
za. Por tanto, Gracia bosquejó un tratamiento de Gracia del Derecho de
fundamento de la ley natural que le las Naciones fue particularmente inte-
hiciera independiente de la religión resante e importante; pues transformó
y que estuviera basado en el entendi- lo que había sido un sistema de ley
miento adecuado de la naturaleza hu- privada que establecía relaciones en-
mana. tre sujeto y sujeto pertenecientes a
Gracia afirmaba que la ley natural distintas naciones en un sistema de
es «un dictado de la recta razón, ley pública que establecía relaciones
que señala que un acto, según esté o entre estado y estado. Así, De Jure
no conforme a la naturaleza racional, Belli et Pacis fue un monumento de
tiene en ella una cualidad de base la historia del Derecho Internacional.
moral o de necesidad moral; y que, La importancia filosófica de Gro-
en consecuencia, tal acto o bien es cio fue limitada. Al elevar la ley na-
prohibido o bien es disfrutado por el tura] y darle un estatus independien-
autor de la naturaleza, Dios». No era te de las costumbres, la ley y la re-
obligatorio porque Dios 10 ordenara, ligión, ayudó considerablemente, en
sino que Dios 10 ordenaba porque el proceso de distinguir lo que aho-
era obligatorio. «Así como ni si- ra llamamos principios morales de los
quiera Dios puede causar que dos códigos costumbristas, legales y reli-
y dos no sean cuatro, así no puede giosos. Al acentuar la conexión entre
causar que aquello que es intrínseca- la ley natural y la naturaleza social
mente malo no lo sea.» En otras pa- del hombre hizo una contribución un
173 GROera
poco confusa y oblicua a la contro- bía entre los principios morales y la
versia filosófica sobre si los princi- racionalidad humana. Sin embargo, co-
pios morales son naturales o conven- mo la de muchos de sus contempo-
cionales. Al acentuar la conexión en- ráneos, la descripción de Grocio de
tre la razón humana y su aceptación la racionalidad, estuvo demasiado in-
de los principios morales, Grocio de fluenciada por el modelo de la mate-
nuevo contribuyó un poco oblicua- mática. Grocio fue por tanto uno de
mente al entendimiento de lo que se los predecesores de la escuela intuí-
significa por principios morales -que cionista de ÉTICA que mantiene que
son, al menos, aquellos de los que los principios morales son autoeví-
se pueden dar razones. dentes como los axiomas matemáticos.
El tratamiento que Grocio dio a En el tema de la validez de la ley
estos temas estuvo un poco viciado Grocio confundió un poco el asunto
por no lograr aclarar la distinción en- al sugerir que la validez de la ley se
tre lo que llamamos «leyes de la na- deriva de la de una ley superior -la
turaleza», que son descripciones de lo ley de la naturaleza. Pero sus ense-
que ocurre invariablemente, y «leyes»
en el sentido legal o moral, que son ñanzas podrían expresarse de un mo-
prescripciones sobre lo que debe ocu- do menos objetable si se sugiriera que
rrir. No fue hasta el siglo XVIII, con la importancia de la teoría de la ley
HUME y KANT, en que empezó a emer- natural no residía simplemente en ha-
ger algún tipo de claridad sobre este cer una distinción entre ley y princi-
punto. Hume, dicho someramente, pios morales, sino también sugerir que
desarrolló la conexión postulada por la ley podía y debía estar sujeta al es-
Grocio entre principios morales y so- crutinio y a la crítica morales.
ciabilidad humana; Kant, la que ha- (R. S. P.)
H

HAMILTON, Sir William (1788-1856), que esta opinión filosófica hacía po-
nació en Glasgow y fue estudiante de sible alcanzar la verdad absoluta por
Glasgow y de Oxford. Pasó algún la filosofía y que debemos estar sa-
tiempo en los Tribunales y después tisfechos con una ignorancia ilustra-
fue sucesivamente catedrático de his- da. Pero aunque no podemos conocer
toria y luego de filosofía en Edim- 10 incondicionado, sólo podemos te-
burgo. Su punto de partida en filo- ner fe en ello; 10 incondicional es
sofía fue la postura de! sentido co- completamente incomprensible.
mún de REIn y de la escuela esco- La influencia directa de Hamilton,
cesa; sus conferencias, más tarde pu- aunque fue grande en e! siglo XIX,
blicadas como Lectures on Logic y ha declinado desde entonces. Ahora
Lectures on Metaphysics tuvieron un es recordado más como e! tema de!
gran peso en e! desarrollo de la tra- libro de J. S. MILL, Examen de la Fi-
dición filosófica escocesa. losofía de Sir William Hamilton y
La principal obra de Hamilton fue como el inventor de una variante de
la Filosofía de lo Incondicionado, la LÓGICA de! silogismo en la que es
1829. En esta obra procede, mediante cuatifícado no sólo el sujeto, sino
un examen crítico de las opiniones también e! predicado (esto es, en que
de KANT, Schelling y COMTE, a per- no tenemos simplemente la proposi-
filar una teoría del conocimiento cu- ción todo S es P y algún S es P, sino
ya tesis principal es la de que pen- más bien todo S es todo P, todo S
sar es condicionar; esto significa que es algún P, algún S es P y algún S
cuando pensamos en algo inevitable- es algún P).
mente 10 determinamos por su rela- (J. O. U.)
ción con algo más por 10 que está
condicionado; así, cada parte es un HARE, Richard Werwyn (1919- ), in-
todo de partes y cada todo es en sí glés, catedrático de filosofía moral de
mismo parte de algún todo mayor y la Universidad de Oxford y miem-
la idea del todo o parte absolutos es bro de! Corpus Christi College de Ox-
un absurdo. Similarmente no podemos ford. Su principal postura es estable-
pensar en un comienzo incondiciona- cida en su muy influyente libro El
do y sólo podemos entender un co- Lenguaje de la Moral (1952), en Li-
mienzo como condicionado por otro bertad y Razón (1963) y en una serie
fenómeno; e! fenómeno condicionan- de artículos que han sido publicados
te es la causa y e! concepto de cau- en forma de colección. Esta posición
sa es convertido por Hamilton en un es llamada comúnmente prescriptivis-
caso especial de! principio general de mo. Hare mantiene que la tarea pri-
condicionamiento. Hamilton consideró maria del filósofo moral es clarificar
175 HARTMANN

la naturaleza de los términos y los mo rechazara el enfoque kantiano de


juicios morales, al mismo tiempo que Colonia, Berlín y Gotinga. Su in-
afirma que tal clarificación puede te- fluencia en Alemania ha sido consi-
ner una considerable influencia en las derable; su Ética (1925) fue publica-
cuestiones prácticas. Mantiene que los da en inglés en 1932 y ha sido am-
juicios morales difieren de las des- pliamente leída en los países de ha-
cripciones de! mundo, no en su ob- bla inglesa, pero e! resto de su obra
jeto, sino en que son imperativos cu- ha tenido allí comparativamente poca
ya función primaria es guiar la elec- influencia.
ción. Pero los juicios morales no son Hartmann consideraba que la tra-
meras órdenes, pues son esencialmen- dición europea de filosofía desde DES-
te universalizables. También son no- CARTES había sido partir del sujeto,
tables la reformulación crítica por Ha- e! pensador, y sus pensamientos co-
re de los argumentos de Moore con- mo el dato indubitable sobre el que
tra el naturalismo, o descriptivismo, construir; él mantuvo que esto era
y su intento de mostrar que puede un error fundamental. Decía que el
haber una lógica de los imperativos, conocimiento era la aprehensión de
así como de los indicativos. una realidad independiente, una apre-
(J. O. D.) hensión tan inmediata como 10 es, se-
gún Descartes, nuestra aprehensión
del yo. Propiamente entendidos, to-
HARTMANN, Karl-Robert-Eduard von
dos los problemas filosóficos son on-
(1842-1906), alemán. Es conocido
tológicos; son intentos de entender
principalmente por su Filosofía del
e! tipo de ser que se presenta ante
inconsciente (1869), obra que fue la
nosotros. El dominio de la ontología
más leída de todos los libros filo- es así todo lo que se puede decir
sóficos alemanes de su tiempo. de! ser. En sus obras principales Hart-
Hartmann afirmaba haber producido mann expone una ontología realista
una síntesis de HEGEL y SCHOPEN- extrema; así, parte de una distinción
H AUER; tomando de Hegel la noción entre ser real y ser ideal; e! ser ideal
de la Idea racional y de Schopenhauer incluye las entidades matemáticas y los
la de Voluntad, Hartmann consideró valores, que son, como mantenía PLA-
que eran elementos de una nueva ul- TÓN, entidades independientes, aunque
timidad -lo Inconsciente. La Idea ra- no superiores a las entidades reales.
cional es propiamente la guía de la Sobre esta base construye una clasifi-
Voluntad ciega, pero e! pesimista cación más elaborada de los tipos on-
Hartmann las consideraba como estan- tológicos.
do en desacuerdo en el hombre peca-
dor. Hartmann habla siempre de Idea, Los problemas metafísicos, tales co-
Voluntad e Inconsciente como si las mo el de la voluntad libre y el de la
concibiera como cosas. El libro no tie- relación de la vida con 10 mecánico
ne una importancia permanente por son, según Hartmann, esencialmente
propio derecho, pero es importante insolubles; detrás de la mejor obra
como parte de los antecedentes de la metafísica siempre habrá misterios no
teoría psicológica freudiana. Hartmann resueltos, pero podemos reducir los
continuó esta primera obra con mu- residuos ininteligibles y aumentar
chas otras, de las cuales la que más nuestro entendimiento. Así, no puede
se leyó fue La Doctrina de las Cate- haber ninguna metafísica sistemática
gorías. Su reputación ha declinado mu- fuera de la ontología sino sólo una
serie de problemas suscitados y par-
cho ahora.
cialmente resueltos.
(J. O. D.) La obra ética de Hartmann está
en deuda con HUSSERL y los FENOME-
HARTMANN, Nicolai (1882-1950), fi- NÓLOGOS en cuanto al método. Se tra-
lósofo alemán, uno de los pocos me- ta de una descripción extraordinaria-
tafísicos especulativos de gran estilo mente detallada y sutil de los fenóme-
del presente siglo. Recibió su apren- nos morales. Hay poca argumentación,
dizaje filosófico en la gran escuela neo- que Hartmann sustituye por una ape-
kantiana de Marburg, aunque él mis- lación a la consciencia moral y a sus
HEDONISMO 176

urgencias inmediatas. Las urgencias gar está el hedonismo psicológico, que


de la consciencia moral son según es la teoría psicológica de que no po-
mantiene Hartmann, de dos tipos bá- demos desear nada más que el pla-
sicos: respuestas a cuestiones sobre cer; aunque esta opinión ha sido a
qué es lo que tiene valor y respuestas menudo confundida con el hedonis-
a problemas de conducta (¿qué debo mo ético es estrictamente incompati-
hacer?). Es lo suficientemente utili- ble con él, pues si no podemos de-
tarista como para otorgar prioridad al sear nada más tiene tan poco objeto
primer tipo de problemas. Hay dos ti- recomendar los deseos para el placer
pos de valores. el que es poseído por como lo tiene recomendar la caída
las cosas y situaciones con las que cuando a uno lo han dejado en e! aire.
tratan los agentes y el que es poseído Esta teoría, frecuentemente manteni-
por los agentes y sus acciones. El va- da por los primeros empiristas ingle-
lor específicamente moral debe en- ses fue duramente atacada por Bu-
contrarse en la disposición del agen- TLER; pero, no obstante, aparece como
te, y es en conexión con esto con lo un apoyo de! hedonismo ético en Uti-
que da Hartmann su famoso análisis tilitarismo de J. S. MILL. En tercer
de las virtudes, análogo al de ARIS- lugar, está la opinión de que la no-
TÓTELES en los libros tercero y cuar- ción de «bueno» debe decidirse co-
to de la Ética a Nicomaco pero en mo si fuera lo mismo que «placen-
una escala mucho más elaborada. Pa- tero» o al menos en términos de «pla-
ra que un agente y sus acciones ten- cen>. Así, dice LOCKE en su Ensayo
gan valor deben ser libres; deben es- (II.xx.2): «Que llamamos bueno a
tal', por tanto, exentos en cierta me- aquello que es apto para causar o
dida de la determinación por la ley incrementar el placer, o disminuir el
natural y no deben estar determina- dolor en nosotros.» Esta opinión tam-
dos por valores, que ordenan pero no bién ha sido confundida con e! he-
obligan. De acuerdo con su posición donismo ético, a pesar del hecho de
general de la insolubilidad de los pro- que «sólo e! placer es bueno» no
blemas metafísicos Hartmann admite puede tener ningún contenido moral
que no puede entender cómo puede si es una mera definición.
ser libre el hombre de este modo; (J. O. D.)
pero está seguro de que en la mora-
lidad está presupuesta tal libertad.
HEGEL, Georg Wilhelm Friedrich
(J. O. D.) (1770-1831), nacido en Stuttgart, Ale-
mania, fue uno de los filósofos más
HEDONISMO es una palabra derivada influyentes de todos los tiempos: sin
del vocablo griego «hedone», que sig- duda, la historia de la filosofía desde
nifica placer. Se han mantenido tres su muerte podría ser representada co-
opiniones bastante distintas, todas mo una serie de revueltas contra él
ellas llamadas hedonismo, que es y sus seguidores. Poco más de un si-
completamente necesario distinguir glo después de su muerte, pocos se-
porque se han confundido demasiado guidores suyos quedaban, pero gran
a menudo entre sí. Primero tenemos parte de su pensamiento había sido
el hedonismo ético, que es la opinión absorbido por sus oponentes, y para
moral de que la única cosa buena facilitar cierta perspectiva histórica so-
es el placer; esta opinión no sugiere bre KIERKEGAARD y MARX, sobre e!
que no podamos desear nada más que marxismo y e! EXISTENCIALISMO, sobre
el placer ni que sea absurdo hablar el PRAGMATISMO y la filosofía analí-
de que cualquier otra cosa sea buena, tica, sobre la neoortodoxia y e! lla-
sino sólo que es un error de! juicio mado nuevo criticismo, la influencia
creer que cualquier otra cosa es bue- de Hegel debe ser tenida en cuenta
na o desear cualquier otra cosa, excep- como uno de los factores claves de
to si es un medio para el placer. estas tendencias.
EPICURO y BENTHAM son ejemplos Aunque sus obras completas en ale-
famosos de moralistas que han man- mán llegan a unos veinte volúmenes,
tenido esta opinión. En segundo lu- y en la mejor edición crítica a más
177 HEGEL

de treinta volúmenes, Hegel sólo pu- posibilidad de una religión completa-


blicó cuatro libros: Fenomenología mente racional que nos ayude a al-
del Espíritu (1807), Lógica (1802-16), canzar una personalidad armoniosa y
Enciclopedia de las Ciencias Filosófi- un alto nivel de moralidad.
cas (1817; edición completamente re- Alrededor de 1800 Hegel sintió que
escrita 1827; edición revisada 1830), la clase de crítica en la que se ha-
y Filosofía del Derecho (1821). Todas bía comprometido primeramente era
estas obras, así como sus clases, pu- demasiado fácil, obvia y poco acertada.
blicadas póstumamente, sobre filosofía Sería una tarea más desafiante mos-
de la historia, filosofía del arte, filo- trar cómo el cristianismo y otras creen-
sofía de la religión e historia de la cias mantenidas por hombres eminen-
filosofía han sido traducidas -en su tes del pasado no habían sido «pu-
mayor parte muy incorrectamente. La ros sinsentidos». Quizá incluso se po-
versión de la Filosofía del Derecho dría «deducir estos dogmas ahora re-
de T. M. Knox es la traducción in- pudiados de lo que ahora considera-
glesa más satisfactoria. mos las necesidades de la naturaleza
La filosofía de Hegel puede ser divi- humana y así mostrar su necesidad
dida convenientemente en tres fases. y su naturalidad». Este programa, bos-
La primera, enormemente ignorada quejado en 1800 en un prefacio a
por la literatura inglesa, antecede a la una obra que nunca fue escrita, mar-
publicación de su primer libro en ca la transición a la segunda fase de
1807. La segunda es representada por Hegel y a su Fenomenología del Es-
ese libro, la Fenomenología. La ter- píritu.
cera, que fue la única que interesó El uso de «necesidad» en la últi-
enormemente a los hegelianos y an- ma cita oscurece una de las confusio-
tihegelianos ingleses, es representada nes centrales de la subsiguiente filo-
por sus obras posteriores, comenzan- sofía de Hegel. Usa «necesario» como
do por su Lógica. En Alemania y sinónimo de «natural» y antónimo de
Francia, las primeras dos fases susci- «arbitrario» y «completamente capri-
taron mucho más interés que la últi- choso» y no distingue entre dar algu-
ma, al menos en el siglo xx. En la nas razones de un desarrollo y de-
primera fase nos encontramos con un mostrar su «necesidad». En este sen-
Hegel todavía no profesional que ape- tido encuentra razón en la historia,
nas podía alejarse de la imagen po- pero no pretende -como suponen
pular del hombre. muchos intérpretes- que los eventos
Sus primeros escritos -borradores históricos o entidades particulares pue-
y ensayos que escribió a los veinte dan ser «deducidos» en ningún sen-
años- fueron publicados por prime- tido usual.
ra vez en 1907 bajo el erróneo títu- Aunque Hegel declara en el im-
lo de Hegels theologische [ugend- portante prefacio a su Fenomenología
scbrilten, Dos de las piezas principa- que intenta elevar la filosofía al es-
les -son cuatro en total- se publica- tatus de una ciencia, el libro -y
ron en inglés en 1947, como Early mucho de su filosofía posterior tam-
theological W ritings, traducidos por bién- es mejor entendido bajo la
Knox. En algunos de estos ensayos, perspectiva que suministran sus juveni-
particularmente en «La Po sitividad de lia: lo que busca es todavía un sus-
la Religión Cristiana», el estilo de He- tituto del cristianismo tradicional
gel es brillante, elocuente y pintores- -una visión del mundo que elimine
co, su crítica de las iglesias cristia- todo lo que sea incompatible con la
nas, tanto la católica como la protes- razón y con la dignidad humana, pe-
tante, e incluso del mismo Jesús, fre- ro que preserve cuanto había de no-
cuentemente es mordaz, y su oposición ble en el cristianismo y en el pen-
a todo dogma y autoritarismo es in- samiento de todos los grandes pen-
transigente. No es que se oponga a sadores del pasado. Su prosa, aunque
toda religión, sino que encuentra al en ocasiones sigue siendo pintoresca,
cristianismo incompatible con la razón en su totalidad se ha hecho pesada y
y la dignidad humanas. En los frag- enrevesada y su crítica ya no toma
mentos más antiguos, considera la la forma de la denuncia sarcástica o
12
HEGEL 178

del ridículo completo: sino que más que, por esa misma razón, no había
bien consiste en relegar todas las po- que ocuparse de ellos en el pre-
siciones pasadas, incluidas las diversas sente, considerando que es tarea de
formas del cristianismo, al papel de la filosofía comprender «lo que es»
anticipaciones más o menos acerta- y no especular sobre el futuro; y el
das, aunque totalmente insuficientes, mismo ciclo de conferencias culminó
del sistema filosófico que Hegel des- con este pronunciamiento: «La cons-
tila de la fragua de la historia. ciencia ha llegado a este punto.» Si
A pesar del desdén con el que los hubiera previsto las perspectivas de
críticos de Hegel han colmado sus su- los futuros filósofos, los hubiera in-
puestamente arrogantes afirmaciones corporado a su propio sistema. Como
para con su propio sistema, la visión no podía preveerlos no habló de ellos.
de la historia de la filosofía sobre la Por esta razón, podría haber acen-
que se basan estas afirmaciones ha sido tuado, al menos ocasionalmente, que
aceptada casi universalmente; y cuan- su propio sistema no era el último,
do se entienden tales afirmaciones en en lugar de acentuar, como a menu-
términos de esta visión, que es lo do hizo, que sí era, al menos en
que pretendía, resultan ser mucho me- el momento de hablar, la última pa-
nos presuntuosas. Hegel no contrapo- labra. Esto es sin duda un fallo, pe-
ne su propia filosofía a las filosofías ro al menos hay dos circunstancias
rivales, pasadas o presentes, por el atenuantes. La primera es que pocos
procedimiento de decir: ellas están entre los grandes filósofos no han sido
equivocadas y yo no. Repudia la con- culpables de lo mismo: Desde PLA-
cepción común del desacuerdo filosó- TÓN al prefacio de WITTGENSTEIN a
fico, que podría ser llamada la visión su Tractatus, lo encontramos en un
del campo de batalla de la historia clásico tras otro. En segundo lugar, ha-
de la filosofía. Insiste en que se debe bía una atmósfera peculiarmente apo-
entender la historia de la filosofía calíptica en la filosofía alemana de
en términos de su desarrollo. Fue He- los días de Hegel. Es algo que se re-
gel, más que ningún otro, quien esta- monta, al menos, hasta el anuncio de
bleció la historia de la filosofía como KANT en el prefacio de la Crítica
un tema de importancia central en la de la Razón Pura (1781), en el que
universidad moderna, y casi todos los esperaba que la filosofía alcanzaría
textos sobre este tema muestran su al fin la verdad al terminar el siglo.
influencia, aunque en diversos grados. FIC H TE procuró cumplir la promesa
Hegel no considera, pues, que su de Kant en 1794; Schelling, que en
propio sistema sea, en ningún sentido un principio se entusiasmó por el es-
personal, su propia filosofía. No fuerzo de Fichte, pronto acometió su
es contemporáneo de sus predeceso- propio intento de construir sobre
res, pero sí es capaz de partir de sus los fundamentos puestos por Kant y
esfuerzos acomulativos. Él puede ver Fichte, y publicó su propio Sistema del
cómo los excesos de uno son señala- Idealismo Trascendental en 1800. He-
dos en un momento por su sucesor, gel pensó que estaba completando lo
quien, a su vez, bien puede pasar al que habían comenzado Kant, Fichte y
extremo opuesto. A lo largo de todo Schelling. Además, había un amplio
ello, hay un refinamiento continuo, sentimiento de que una era estaba
una articulación en aumento, y, como llegando a su fin, y Hegel, como el
si dijéramos, una revelación progresi- viejo Goethe, sentía que la civiliza-
va de la verdad. ción que él había conocido estaba lle-
Esto suscita la cuestión de qué es- gando a un punto cerrado, que es-
peraba Hegel del futuro. ¿Admitía taba considerando retrospectivamente
que su propio sistema no era el úl- la historia europea y en algún senti-
timo? Hegel nunca trató esta cuestión do la estaba resumiendo. Por citar su
explícitamente, pero nunca pensó que prefacio a la Filosofía del Derecho:
la historia se pararía con él. En sus «Cuando la filosofía pinta gris sobre
clases de filosofía de la historia se gris, se está haciendo vieja una forma
refería a los Estados Unidos como «la de vida, y con el gris sobre el gris
tierra del futuro», mientras insistía en no puede ser rejuvenecida, sino sola-
179 HEGEL

mente comprendida. La lechuza de quien siguieron el ejemplo los román-


Minerva solamente empieza su vuelo ticos originales, y así sucesivamente.
al atardecer.» Pero Hegel no se ciñe a la secuen-
En la Fenomenología estas tenden- cia histórica real, escogiendo ilus-
cias son menos prominentes que en traciones para un estadio relativamen-
la obra posterior de Hegel. Se trata te más maduro de los griegos y para
de una obra de exuberante juventud, un estadio menos maduro del presente.
aunque el prefacio aclara que el de- Esto, aunque a menudo se le critica,
seo del autor de elevar la filosofía al no constituye una limitación grave, pe-
nivel de la ciencia tiene la intención ro ha distraído la atención de los
de poner fin al romanticismo en fi- defectos más serios que se han men-
losofía. Lo que hace falta no es ins- cionado previamente.
piración y edificación, sentimiento e Muchas de las perspectivas del
intuición, sino la ejecución de un existencialismo están anticipadas en la
pensamiento conceptual cuidadoso y Fenomenología, mejor formuladas en
riguroso -no el entusiasmo de una ocasiones de lo que lo fueron por
camarilla, sino la disciplina de una sus sucesores; pero una de las peo-
ciencia. res faltas de Kicrkegaard, HEIDEGGER
Aun cuando se simpatice con estas y SARTRE - y de Marx y de muchos
declaraciones programáticas y con la marxistas también- tiene asimismo
crítica del romanticismo, aguda y per- sus orígenes en Hegel: el arte de
ceptiva, de Hegel, aún se puede con- la pseudodemostración, el aparente-
cluir, con todo, que su propia marca mente riguroso y sin duda arrollador
de rigor estuvo mal concebida desde ritmo de pensamiento que utiliza
el principio. La gran idea central de una terminología imponente para
la Fenomenología es que las diferen- mostrar que algo se sigue necesaria-
tes perspectivas corresponden a dife- mente de algo cuando de hecho no
rentes estados de la mente, a diferen- es así. Si uno hace un esfuerzo de
tes estadios del desarrollo del espíritu, simpatía, puede seguir el rastro del
y que tomadas como un todo no son pensamiento; pero la conclusión no se
ni verdaderas ni falsas, sino, por decir sigue con ninguna necesidad.
mejor más o menos maduras. El libro Otra limitación de la Fenomenolo-
es el Bildungsroman del espíritu, la gía es que nunca es clara del todo
historia de la educación del espíritu, - y esto también ocurre con la obra
y su plan general permite muchas ob- posterior de Hegel- sobre qué sea el
servaciones penetrantes. Pero adolece «espíritu». En ocasiones se trata cla-
de dos importantes defectos: prime- ramente del espíritu humano, y Hegel
ro, la confusión, mencionada más parece estar escribiendo sobre la edu-
arriba, sobre la necesidad afecta a los cación de la Humanidad. Pero en otros
intentos de Hegel de mostrar cómo momentos, ese «espíritu» parece ser
un estadio condiciona necesariamen- un alias de Dios. Es claro que Hegel
te al próximo; en segundo lugar, su- no creía en un Dios trascendente,
pone no sólo que algunas perspecti- omniscente y omnipotente desde toda
vas y posiciones se entiendan mejor la eternidad; pero sí que creía que
en términos de una secuencia de des- la fuerza que está en funcionamiento
arrollo, sino que - y este supuesto en el desarrollo del universo material
es, sin duda, insostenible- todas las y eventualmente modela al hombre y
perspectivas y posiciones pueden ser encuentra su expresión en el espíritu
dispuestas razonablemente en un des- del hombre, puede ser nombrada le-
arrollo simple, o incluso en una es- gítimamente por su manifestación fi-
cala de madurez ascendente. nal y suprema -de igual modo que
Probablemente fue inspirado por el decimos que un embrión es un hom-
ejemplo de Goethe que llevó el estilo bre subdesarrollado en lugar de lla-
del Sturm und Drang a su extre- mar al hombre el último estadio del
mo en Werther y Goetz, antes de embrión humano. Según Hegel sólo
buscar respiro en el clasicismo de en el hombre alcanza el espíritu la
T asso y de Ifigenia, que, a su vez, autoconsciencia, y sólo conoce lo que
le llevaron a Wilhelm Meister, de el hombre conoce.
HEGEL 180
En lugar de repudiar las concepcio- segundo período, en Grecia y Roma,
nes tradicionales de la Trinidad, de algunos son libres; en el mundo mo-
la Encarnación o de Dios, Hegel sue- derno todos son considerados libres,
le usar los términos cristianos y ala- al menos en principio. Sin embargo,
ba al cristianismo por haberse dado algunas traducciones inglesas introdu-
cuenta de que Dios es espíritu, de cen la palabra «antítesis» en nume-
que Dios se hace hombre, etc. Esto rosísimas lugares para dar cuenta de
da lugar a la paradoja de que «Dios palabras que significan literalmente
se conoce a sí mismo solamente en «otro» u «opuesto»; y fuentes secun-
el sistema de Hegel. La parado- darias perpetuan la leyenda de que
ja desaparece cuando decimos que Hegel lo construía todo mecánica-
Hegel no creía en «Dios», sino que, mente en términos de los tres con-
como muchos otros filósofos y teólo- ceptos, cosa que él en realidad recha-
gos no cuestiona este hecho, prefi- zaba.
riendo verter vino nuevo en odres Su Enciclopedia contiene su siste-
viejos. ma entero en forma de esbozo. Una
La Lógica de Hegel, la obra que versión más breve de la Lágica, li-
inaugura su tercera y última fase, geramente reorganizada, constituye la
está invadida en un grado todavía Parte Primera; su filosofía de la na-
mayor por seudodemostraciones y por turaleza, subdividida en mecánica, fí-
una confusa noción de necesidad. Pe- sica y orgánica, constituye la Parte
ro también aquí vuelve a ser mucho Segunda; y su filosofía del espíritu
lo que queda perdonando esas faltas: forma la Tercera y última Parte. La
sobre todo, quizás el intento más filosofía del espíritu también está di-
sostenido desde ARISTÓTELES por vidida en tres partes, y cada una de
articular el significado de términos éstas, a su vez, en tres subpartes;
filosóficamente interesantes e impor- pero estas divisiones tripartitas no
tantes y la relación que guardan en- pueden ser reducidas a tesis, antíte-
tre sí. sis y síntesis. El espíritu subjetivo
Desafortunadamente, muchos lecto- comprende las secciones de antropo-
res no han pasado nunca de los tres logía, fenomenología del espíritu y
primeros términos: el Ser, la Nada y psicología. Luego viene el espíritu ob-
el Devenir. En parte, como resul- jetivo que contiene secciones sobre
tado de esto, y en parte porque es un derecho, moralidad y vida ética. Fi-
lugar común de la literatura, supo- nalmente, todo el sistema culmina en
nen, erróneamente, que todo Hegel un capítulo sobre el espíritu absoluto
es reducible a los tres pasos de Tesis, que está dividido en secciones sobre
Antítesis y Síntesis. En realidad no arte, religión revelada y -el pinácu-
habla de tesis, antítesis y síntesis en lo-- filosofía.
absoluto, aunque sí lo hicieron sus El Estado es discutido en la sec-
predecesores inmediatos, Fichte y ción sobre vida ética (Sittlichkeit),
Schelling; y ni sus análisis de la Ló- después de la familia y la sociedad
gica ni su dialéctica en general pue- civil. Pertenece a la esfera del espíri-
den reducirse a estos tres pasos. Esto tu objetivo -esto es, del espíritu
resulta evidente tan pronto como se corporeizado en instituciones. Todo es-
pasa del Devenir a leer la discusión, te ámbito es la base sobre la que se
que sigue inmediatamente, del Da- desarrollan el arte, la religión y la fi-
sein (ser ahí), después del Fürsich- losofía. «Aunque es verdad que todos
sein (ser para -o por- uno mismo), los grandes hombres se han formado
la cantidad pura, grado, medida, a sí mismos en solitario, sólo han
identidad, diferencia, base, existencia, podido hacer esto asimilando lo que
cosa, etc. había sido creado por el Estado.»
Esto mismo resulta todavía más ob- La filosofía de Hegel sobre el espí-
vio en la filosofía de la historia de ritu objetivo es desarrollada con más
Hegel. Divide la historia del mundo detalle en su Filosofía del Derecho y
en tres estadios: en el primero, en en sus conferencias de filosofía de
el antiguo Oriente, sólo uno es con- la historia, de las cuales está to-
siderado libre (el gqbernante);en el mada la última cita. Su filosofía del
181 HEIDEGGER
espíritu absoluto es elaborada en los La Nada, de Jean-Paul SARTRE, se ins-
ocho volúmenes de sus conferencias pira mucho en Hegel. Por otra par-
sobre arte, religión y la historia de te, el enfoque histórico del arte,
la filosofía. la religión y la literatura, no menos
Tras la muerte de Hegel, sus se- que la filosofía, debe mucho a Hegel.
guidores se dividieron rápidamente en Quizás ningún otro pensador desde
dos campos: un ala derecha que ex- Kant, con la posible excepción de
plotó al máximo la teología de He- NIETZSCHE, haya tenido una influen-
gel e intentó infundir nueva vida cia comparable.
al protestantismo, y el ala izquierda (W. K.)
de los llamados jóvenes hegelianos
que incluía ateos y revolucionarios HEIDEGGER, Martin (1889-1976), fi-
brillantes -más notablemente Ludwig lósofo alemán, es generalmente consi-
Feuerbach y Karl Marx. Marx acep- derado como el exponente principal
tó la preocupación de Hegel por la del existencialismo, aunque ha repu-
historia y el desarrollo, pero afirmó diado esta etiqueta. Nació en 1889, no
que Hegel había mantenido al hom- lejos de Friburgo, donde más tarde es-
bre sobre su cabeza, como si el espí- tudiaría filosofía con HUSSERL. Fue en
ritu y las ideas fueran fundamentales, el [abrbucb, de Husserl, donde apa-
mientras que él, Marx, había puesto reció por primera vez, en 1927, la
a Hegel de pie al señalar que los fac- obra de Heidegger, con una dedica-
tores materiales son básicos. Además, toria a Husserl: Sein und Zeit (Ser
«los filósofos se han limitado a in- y Tiempo). En 1933, cuando Hitler
terpretar el mundo de maneras distin- llegó al poder, Heidegger aceptó el
tas, pero lo que importa es cam- Rectorado de la Universidad de Fri-
biarlo». burgo, dando la bienvenida a la as-
En Dinamarca, Kierkegaard protes- censión de Hitler como el albor de
taba contra los teólogos hegelianos una nueva era, alabando la abolición
de su propio país. Aunque también de la libertad académica (su discurso
había tomado mucho de Hegel, repu- inaugural de la Universidad alemana
dió todo intento de trascender la fe sobre este concepto fue publicado con
o incluso de comprender al cristia- el título Die Selbstbehauptung der
nismo que, según insistía él, es ab- deutschen Unioersitdt) y separándose
surdo (pero debe ser creído), o cual- por completo de Husserl, porque era
quier intento de ocultar los proble- judío.
mas de la propia existencia concreta Ha habido muchas discusiones so-
en un sistema. bre la cuestión de si la filosofía de
Durante la última mitad del si- Heidegger implicaba el nazismo. No lo
glo XIX, el estudio de la historia de implica, pero las pseudodemostracio-
la filosofía llegó a florecer en Alema- nes de su conferencia rectoral son
nia cada vez más, desplazando los in- del mismo tipo que sus argumenta-
tentos creativos. Pero hegelianos ta- ciones en sus escritos más filosóficos:
les como Zeller, Erdmann y Fischer con el tipo de lógica, o falta de ésta,
ganaron reputación internacional como que caracteriza la obra de Heidegger,
historiadores. Al mismo tiempo llegó uno puede «probar» cualquier cosa.
el hegelianismo a Inglaterra e influyó Muchos de los admiradores de Hei-
profundamente en T. H. GREEN, B. Bo- degger reniegan de las últimas obras
SANQUET, F. H. BRADLEY Y J. M. E. del maestro que son principalmente
McTAGGART, contra los que se reve- exégesis, en particular de fragmen-
laron, a su vez, G. E. MOORE y tos PRESOCRÁTICOS, marcados por un
Bertrand RussELL a comienzos del si- interés semi-místico por el Ser. Juz-
glo xx. En los Estados Unidos Wi- gan que toda la importancia está en
lliam JAMES se reveló contra el idea- Ser y Tiempo; y en una conferencia
lismo hegeliano de Josiah ROYCE y de breve, ¿Qué es la metafísica?, el mis-
docenas de filósofos menos dotados. mo Heidegger niega que haya dos
John DEWEY fue hegeliano de joven. fases en su desarrollo y afirma que su
En Italia, CROCE desarrolló la tradi- obra más temprana sólo ha sido
ción hegeliana. En Francia, El Ser y mal comprendida: nunca fue existen-
HERACLITO 182

cialista, aunque siempre estuvo inte- De familia aristocrática, se apartó de


resado por el Ser. En Ser y Tiempo la sociedad y atacó en términos parti-
estudia la existencia humana (Dasein) cularmente oscuros a los efesios, y a
como el modo del Ser mejor conocido los hombres en general, por su estu-
por el hombre; pero, como constan- pidez. Los hombres no logran apre-
temente insistió incluso entonces, su hender el Lagos, el constituyente for-
interés no era antropológico ni psico- mal de todos los objetos naturales
lógico; intentó utilizar la existencia -una especie de característica estruc-
humana como una ventana a cuyo tra- tural común identificable en parte con
vés podemos mirar el ser. el fuego. Las cosas del mundo se
Aunque esta autointerpretación pa- dividían en opuestos -un análisis de
rece correcta, está lejos de ser claro la diferenciación aplicado también
cómo fenómenos tales como el cuida- por ANAXIMANDRO- y el cambio po-
do y la consciencia, culpabilidad y día expresarse como algo que se da
angustia, muerte y resolución, que son entre los opuestos. Estos, aparentemen-
discutidos en Ser y Tiempo, pueden te plurales y discretos, eran realmente
entenderse de manera no antropoló- «uno y lo mismo», y estaban conec-
gica. A 10 largo de Ser y Tiempo uno tados en una «unión que se alarga en
espera en vano una iluminación ade- ambas direcciones», por el Logos, que
cuada sobre este punto, y cuando el aseguraba el balance y la continuidad
libro, subtitulado «Primera Parte», últimos de los cambios entre los opues-
acaba, uno se ve forzado a esperar la tos. Así, Heráclito vio la unidad del
resolución de este problema en la mundo en su estructura y en su con-
Parte Segunda, que nunca apareció. ducta más que en su materia. El fue-
La enorme influencia de Heidegger, go, no obstante, es la materia prima y
especialmente en Alemania, Francia y controla las «transformaciones» de
Bélgica, se ha basado en una inter- unos en otros de los tres grandes com-
pretación de su primer pensamiento,
ponentes cósmicos, fuego, agua y tie-
a la cual el propio autor incluso en
Ser y Tiempo, había repudiado -pe- rra. El cambio, o la «lucha» como He-
ro sin la cual es difícil ver cómo ráclito la llamaba, era necesario para
pueda tener sentido el libro. Psico- la unificación continua de los opues-
lógica o antropológicamente entendi- tos: no quizá el cambio continuo en
das, las observaciones que hace en todas las cosas (como PLArÓN mante-
Ser y Tiempo son, además, de una nía pensando más bien en el exage-
precisión muy dudosa. Lo que ha rado heraclitismo de CRATILO), si-
hecho a la obra tan influyente, a pe- no la certeza del cambio último en-
sar de todo ello, probablemente sea tre los opuestos. La sabiduría consis-
una combinación de al menos cuatro te en entender el Logos, cómo fun-
factores: Heidegger trata de fenóme- ciona el mundo; pues el hombre es
nos que tienen un interés humano una parte del mundo y es gobernado
casi universal; en el mundo de la por el Lagos, que existe en su alma
postguerra este interés fue especial- y es la parte activa y ardiente de ella.
mente intenso; él se las arregló para Esta parte ardiente, que debe ser pre-
discutir estos temas con un aparente servada de la humedad producida por
rigor y una terminología elaborada el sueño, la estupidez y el vicio, en-
que daba buena conciencia a los aca- tra en contacto con el elemento del
démicos; yes un maestro en generar
Lagos que hay fuera de los objetos,
la excitación y mantener el suspense.
Probablemente haya pocos filósofos a y que de alguna forma puede sobrevi-
cuya boga sea más aplicable el cuento vir incluso a la muerte. Así, Herá-
de hadas de Andersen El vestido del clito produjo un sistema sorprenden-
emperador. temente coherente, sistema que dio
un verdadero motivo a la filosofía,
(W. K.) y que por primera vez dio cierta ex-
plicación de la epistemología. Su os-
HERACLITO, de Efeso, ciudad griega cura presentación, la realineación del
del Asia Menor, floreció e 500 a. C. pensamiento por PARMÉNIDES, le im-
183 HOBBES

dieron ser tan influyente (hasta los sofía lo fueron en estos campos. Su
ESTOICOS) como merecía. Pequeño tratado (1630-1637) fue un
Véanse también los PRESOCRÁTICOS. ataque a la teoría aristotélica de la
(G. S. K.) sensación y un bosquejo de una nueva
teoría mecánica. Al volver a Inglaterra
HOBBES, Thomas (1588·1679), filósofo sus pensamientos se volvieron hacia
inglés educado en Magdalen Hall de la política otra vez, debido al turbu-
Oxford. En 1608 fue tutor del jo- lento ~~tado del país. En 1640 publi-
ven hijo de William Cavendish, du- có los Elementos de la ley, mientras
que de Devonshire. Pasó el resto de el Parlamento estaba en sesión. En
su larga vida en empleos similares, él demostró la necesidad de una so-
principalmente con la famiila Caven- beranía no dividida. (Fue publicado
dish. Fue tutor de Carlos II durante posteriormente en 1650 en dos partes
su exilio en París en 1646, tras la -Naturaleza humana y De corpore
batalla de Naseby. político). Cuando el Parlamento pro-
Hobbes fue un académico cabal, cesó a Strafford, Hobbes temió por
cuya historia intelectual puede ser re- su vida y huyó al continente, ufanán-
lacionada oportunamente con sus tres dose en los últimos tiempos de ser
visitas al continente. Su primera visi- «el primero de todos en haber hui-
ta en 1610 le inspiró un deseo de do- do». El De Cive siguió poco después
minar el pensamiento del mundo an- de 1642 (publicado en inglés en 1651
tiguo. Su insatisfacción con la tradi- con el título de Rudimentos filosófi-
ción aristotélica de las Escuelas fue cos relativos al gobierno y la socie-
probablemente animada también por dad), en el que intentaba demostrar,
sus charlas con Francis BACON, a de manera concluyente, el propósito
quien acostumbraba a visitar durante y alcance adecuados del poder civil,
el retiro de este último. En 1648 y la relación entre Iglesia y Estado.
publicó una traducción de Tucídides, La originalidad de Hobbes no con-
en parte para preservar a sus paisa- sistió simplemente en sus opiniones
nos de los peligros de la democracia. sobre óptica y política, sino también
En 1628, durante su segundo viaje en los vínculos que forjó entre ellas.
al continente, además de mejorar su Pues pensaba que podía construir una
salud, desarrolló un apasionado inte- teoría que lo incluyera todo partien-
rés por la geometría, cuyo método pen- do de los movimientos simples estu-
só que podría usar para presentar sus diados en la geometría y culminando
conclusiones sobre la democracia co- en los movimientos de mutuo acerca-
mo demostraciones irrefutables. Como miento y alejamiento de los hombres
Bacon, pensó que el oonocimiento en la vida política. Ideó una tri-
tendía hacia el poder, y esperaba cu- logía deductiva que comprendiera
rar los males de una sociedad al bor- obras sobre el Cuerpo, el Hombre y
de de la guerra civil diseñando una el Ciudadano, pero la marcha de los
reconstrucción racional de la sociedad acontecimientos interrumpía constan-
como la figura de un geómetra. temente su proyecto. Comenzó con el
El tercer viaje de Hobbes al conti- De corpore poco después de la pu-
nente proporcionó el ingrediente fi- blicación del De cioe, pero no fue
nal para su filosofía natural y civil; completado hasta después de su vuelo
pues visitó a Galileo en 1636 y con- ta final a Inglaterra; pues tras la
cibió la imaginativa idea que impregnó ida de Carlos II a París Hobbes
su filosofía toda -la generalización dejó de lado sus especulaciones fí-
de la ciencia de la mecánica y la de- sicas y comenzó a trabajar en su
ducción geométrica de la conducta de obra maestra, Leuiathan, que estable-
los hombres de los principios abs- cía, de forma mordaz, sus opiniones
tractos de la nueva ciencia del mo- sobre el Hombre y el Ciudadano. Fue
vimiento. publicada en 1651, y poco después
Hobbes afirmaba ser original en Cromwell permitió a Hobbes que vol-
dos partes importantes de su filosofía viera a Inglaterra. Pues Hobbes, al
-la óptica y la filosofía civil-, y conceder representación popular, usa-
sus primeras contribuciones a la filo- ba la teoría del contrato SOCIAL para
HOBBES 184

demostrar la necesidad de un sobera- filósofo y un estudiante de la legisla-


no absoluto -por consentimiento, no ción común de Inglaterra (publicados
por derecho divino. De este modo su póstumamente en 1681). A los ochen-
doctrina se podía utilizar para justifi- ta y cuatro años escribió su autobio-
car cualquier gobierno de [acto, su- grafía en verso latino, y a los ochen-
puesto que gobernara- en primer lu- ta y seis publicó una traducción de
gar el de Cromwell y después el de la Ilíada y la Odisea por falta de algo
Carlos n. mejor que hacer. Murió a los noventa
Tras su vuelta a Inglaterra pronto y un años.
se vio implicado Hobbes en una dispu-
ta con e! obispo Bramhall, sobre e!
tema de la voluntad libre. Sus Cues- CONTRIBUCIÓN A LA FILOSOFÍA
tiones relativas a la libertad, necesidad
'Y azar fue e! resultado de esto (1656). 1) Método filosófico. Como sus
Hobbes se vio llevado entonces a contemporáneos BACON y DESCARTES,
una controversia más humillante; Hobbes creía que el método era la
pues en e! capítulo 20 de! De cor- clave del logro del conocimiento. La
pare, que publicó en 1655, había in- razón natural del hombre estaba en
sertado un intento de cuadrar el cír- decadencia por falta de un método
culo. Se fijaron en esto john Wallis, adecuado y parecía nublada y corrom-
catedrático de geometría en Oxford, pida por las vaporosas doctrinas de
y Seth Ward, catedrático de astrono- las Escuelas que, leales a su tradi-
mía, ambos puritanos y miembros fun- ción aristotélica, hablaban de «esen-
dadores de la Sociedad Real. Les ha- cias», espíritus y otras supersticiones
bían irritado las críticas de Hobbes a sin sentido que consolidaban el arrai-
las universidades y expusieron despia- go de la Iglesia Católica y alentaban
dadamente la ineptitud matemática de la sedición.
éste. La riña duró unos veinte años. Por tanto, Hobbes consideraba que
Sin embargo, la energía de Hobbes, la filosofía no era simplemente una
que era notable para alguien tan ayuda para clarificar el pensamiento,
avanzado en edad (jugó al tenis hasta sino un preliminar necesario para el
los setenta años), no se agotó por gobierno racional y la evitación de
completo en esta controversia inefi- la guerra civil -el peor de todos los
caz. En 1657 publicó la segunda par- males, que causaba «matanzas, sole-
te de su trilogía, e! De Homine. Tras dad y la falta de todas las cosas».
la Restauración, Hobbes fue recibido Pero él entendía la filosofía en un
en las Cortes, donde era apreciada su sentido muy amplio como «... el co-
inteligencia. Pero en la etapa de la nocimiento de los efectos o las apa-
Plaga y el Gran Fuego se buscaba riencias que adquirimos por razona-
algún motivo que justificase la cólera miento verdadero a partir del cono-
de Dios, y habiéndose presentado al cimiento que tenemos primero de sus
Parlamento una ley para la supresión causas o generación. Y también, el de
de! ateisrno, se constituyó un comité tales causas o generaciones en cuanto
para investigar el Leviathan; sin em- puede resultar de conocer primero sus
bargo, e! asunto fue abandonado, pro- efectos». Tenía en mente el méto-
bablemente por la intervención del do de la geometría y el método de
rey; pero a Hobbes se le prohibió pu- resolutivo-compositivo de Galileo me-
blicar sus opiniones. Volvió a la his- dian te el cual se analizaban los fenó-
toria y en 1668 completó su Behe- menos en sus componentes más sim-
moth -una historia de la guerra ci- ples y se los reconstruía racionalmente
vil, interpretada a la luz de sus opi- en un esquema inteligible. Y, como
niones sobre e! hombre y la sociedad. todos sus contemporáneos racionalis-
Fue publicada póstumamente en 1682. tas, creía que la realidad que hay tras
También le fueron enviados los ele- las apariencias engañosas de los sen-
mentos de la Legislación común de tidos era de carácter geométrico. Por
Bacon, por parte de su amigo John tanto, el uso de la razón en filosofía,
Aubrey, y a la edad de sesenta y seis que Hobbes consideraba literalmente
años produjo sus Diálogos entre un como una especie de adición o sus-
185 HOBBES

tración «de las consecuencias de los convertía en una mancomunidad por


nombres generales en los que se está el mecanismo de la autoridad, por el
de acuerdo para marcar y signicicar que los hombres abandonaban la auto-
nuestros pensamientos» resultaba afirmación ilimitada de unos contra
ser, en su caso, tanto lo que aho- otros, sus «derechos de naturaleza»,
ra se llama filosofía analítica, o el y autorizaban a un hombre o a un
intento de elucidar e! significado de cuerpo de hombres a actuar en su
los conceptos, como lo que se llama nombre. Este «contrato social», que
metafísica -la generalización de un estaba presupuesto por la soberanía,
conjunto de conceptos (en e! caso de era una consecuencia de! miedo arro-
Hobbes mecánicos) a campos que no llador a la muerte que obsesionaba a
son usualmente su lugar adecuado. los hombres en un estado de natu-
Esto tenía la intención de revelar el raleza. Hobbes también dedujo de
plan fundamental de todo lo que es. este «experimento ideal», o resolu-
ción galileana de la sociedad civil, en
2) La metafísica del movimiento. sus componentes más simples, que
El análisis de Hobbes, en realidad, esta soberanía debía ser absoluta, sien-
le servía generalmente de instrumen- do la salvaguarda del pueblo la única
to para especulaciones más amplias. razón para la institución del gobierno.
Pues su sueño de una trilogía que
abarcara el Cuerpo, e! Hombre y e! 4) Ética. Este esquema deductivo
Ciudadano coloreó toda su obra. Con- determinaba e! modelo general del
cebía las acciones de los hombres co- pensamiento de Hobbes sobre moral,
mo casos particulares de cuerpos en ley y religión. Pero en todas estas es-
movimiento, explicables en términos feras su perspicacia analítica sugirió
de leyes mecánicas omnipresentes. Es- líneas de pensamiento que tuvieron
to lo hada plausible la introducción un valor duradero. En filosofía mo-
de! concepto de «esfuerzo» que postu- ral mantuvo que las reglas de la con-
laba movimientos infinitamente pe- ducta civilizada (entonces llamada «ley
queños de diversas clases -especial- natural» o «las leyes de la naturale-
mente los que había en e! medio si- za») eran deducibles de las reglas de
tuado entre el hombre y los objetos la prudencia que cualquier hombre
externos, en los órganos de los sen- razonable que tema a la muerte debe
tidos y dentro del cuerpo. Los fe- aceptar.
nómenos de los sentidos, la imagi- Afirmaba que la civilización se
nación y los sueños eran considera- basa en e! temor, no en la sociabili-
dos como ap-iriencias de cuerpos di- dad natural. Por «bueno» entendía
minutos conformes a la ley de la lo que es objeto del deseo, por «ma-
inercia, y los fenómenos de la moti- lo» lo que es objeto de la aversión.
vación eran explicados como reaccio- También creía en e! DETERMINISMO e
nes suscitadas por estimulación exter- hizo importantes contribuciones a la
na e interna -un lugar común de la controversia de la VOLUNTAD LIBRE,
psicología moderna. Sin embargo, manteniendo que «libre» es un tér-
Hobbes se hizo famoso (y notable) por mino adecuadamente aplicado al hom-
su sugerencia de que toda motivación bre y a sus acciones, no a su volun-
humana es un caso particular de uno tad, que no es más que «el último
de los dos movimientos corporales apetito en la deliberación». Un hom-
básicos -apetito, o movimientos ha- bre es libre si no hay ninguna cons-
cia los objetos, y aversión o movi- tricción de sus acciones; pero sus ac-
mientos de alejamiento de ellos. ciones son necesitadas, puesto que
tienen causas, aun cuando puedan
3) Política. En sus escritos polí- ser libres. Pues lo opuesto de «nece-
ticos estas respuestas básicas apare- sitados» es «contingente», no «libre».
dan como el deseo de poder y el Hobbes también tuvo una visión, sin-
miedo a la muerte, que eran la rea- gularmente clara, de! tema del casti-
lidad que hay por debajo de todas las go. Mantuvo que e! castigo es retri-
apariencias del comportamiento polí- butivo por naturaleza; porque esto
tico. Pensaba que una multitud se es parte del significado de «castigo».
HOBBES 186
Pero su justiiicacián debe buscarse Intentó combinar una visión mecaní-
por líneas utilitaristas. cista de las causas del habla con una
explicación nominalista del significa-
5) Ley. En su teoría de la leyes do de los términos generales. Fue
famoso Hobbes por su opinión de que particularmente cáustico con la doc-
la leyes la orden del soberano. His- trina de las esencias a la que se ad-
tóricamente hablando ésta fue una herían las Escuelas, y mostró que
tesis muy importante, porque inten- ésta y muchas otras de sus doctrinas
taba aclarar la diferencia de procedi- más estrafalarias se derivaban de con-
miento entre la ley estatutaria (que fundir el uso de los distintos tipos de
funcionó en su infancia) y la Ley Co- términos. Los nombres podían serlo
mún. También insistía en distinguir de los cuerpos, de las propiedades
las cuestiones que son tan fácilmente o de los nombres. Si una de estas
confundibles: «¿Qué es la ley?» y clases de nombres era usada como si
«¿Es justa la ley?». En muchos as- perteneciera a otra clase, se generaría
pectos Hobbes anticipó la escuela aus- un absurdo. «UNIVERSAL», por ejem-
tiniana de jurisprudencia analítica del plo, era el nombre de una clase de
siglo XIX. nombres, no de las esencias designa.
das por los nombres; tales nombres
6) Religión. Las opmiones de son «universales» por su uso, no por-
Hobbes sobre religión fueron dirigi- que se refieran a un tipo especial de
das en gran parte a mostrar que ha- entidad. Similarmente la rojez (que
bía razones generales, así como la au- es una propiedad) no está en la san-
toridad de las escrituras para creer gre del mismo modo que la sangre
que el soberano era el mejor intér- (que es un cuerpo) está en un paño
prete de la voluntad de Dios. La ensangrentado (que es otro cuerpo).
religión era un sistema de leyes, no En esta esfera Hobbes usó toscas
un sistema de verdad. Para estable- distinciones; pero anticipó las técni-
ceresto, Hobbes aportó algunas obser- cas del análisis lógico añadiendo a la
vaciones iluminadoras sobre la distin- exigencia de concreción y claridad en
ción entre conocimiento y fe. Sugirió el habla una teoría de cómo se ge-
que no podíamos conocer nada de los neran los absurdos por insensibilidad
atributos de Dios. Los adjetivos que ante el comportamiento lógico de las
usamos para describirlos eran expre- diferentes clases de términos. Pero su
siones de nuestra adoración, no pro- insistencia en que el habla era esen-
ductos de la razón. Fue particularmen- cial para el razonamiento y que era
te vehemente en la defensa de lo que el razonamiento, en el sentido de es-
llamó la «religión verdadera» contra tablecer definiciones y señalar las im-
las amenazas gemelas del catolicismo, plicaciones de los nombres genera-
con su autoridad extramundana, y los les, lo que distinguía a los hombres
puritanos que tomaban en serio el de los animales, tuvo una importan-
sacerdocio de todos los creyentes. En cia general mucho mayor.
el curso de su violento ataque trató
sin piedad, desde el punto de vista 8) Valoraciones de Hobbes. Aun-
de la metafísica mecánica, conceptos que Hobbes ha sido criticado en casi
de las Escrituras tales como «espíri- todos los puntos de su esquema, dis-
tu», «inspiración», «milagros» y el tintas épocas han tendido a concen-
«reino de Dios». Sobre el problema trarse en distintos aspectos. Algunas
del mal señaló, muy agudamente, que de las críticas mayores se han dirigi-
la única solución era acentuar el po- do contra toda una tendencia del pen-
der de Dios. ¿No respondió Dios a samiento más que contra la particular
Job «dónde estabas tú cuando puse expresión de ella por parte de Hob-
los fundamentos de la tierra»? bes. Ejemplos de esto serían las que
fueron dirigidas contra el fallo gene-
7) Filosofía del lengua¡«. Muchos ral de los racionalistas al no distin-
filósofos modernos mantienen que la guir la geometría de la ciencia empí-
principal contribución de Hobbes a rica ya que la primera trata las rela-
la filosofía fue su teoría del habla. ciones entre ideas que pueden no te-
187 HOOK
ner ninguna aplicación a los fenóme- lósofos modernos han tendido a cri-
nos; otra instancia sería la exposición ticar a Hobbes por su naturalismo
de la falacia ética allí donde se hace en ética y por su descripción mecani-
una transición de los enunciados de cista de! hombre. Sin embargo, han
hecho (sobre la naturaleza humana meditado sobre la alarmante similitud
por ejemplo), a las reglas que estable- entre la descripción de Hobbes de
cen 10 que se debe hacer. HUME fue un estado de naturaleza y los asun-
el primero en realizar un ataque sis- tos internacionales. Han alabado a
temá tico a las tendencias racionalistas Hobbes por su interés en e! lengua-
y naturalistas de! pensamiento de je, por sus técnicas analíticas y por
Hobbes. Una crítica general similar su claridad en el manejo de concep-
sería la que va dirigida contra las teo- tos políticos. Y aunque estén en des-
rías mecanicistas de! hombre que con- acuerdo con la mayoría de los deta-
funden las razones de las acciones lles de su esquema, conceden a Hob-
con sus causas y dan descripciones de bes e! dudoso honor de ser e! padre
las acciones humanas en términos ló- de la moderna psicología y uno de
gicamente inapropiados. los primeros científicos sociales sis-
La versión particular de Hobbes temáticos.
de estas diversas tendencias del pen- (R. S. P.)
samiento ha despertado, sin embargo,
una sorprendente variedad de reac- HOCKING, William Ernest (1873-1966),
ciones distintas en diferentes épocas. nacido en Cleve!and, Ohio. Fue dis-
Sus contemporáneos se alarmaron por cípulo de josiah ROYCE; y, en un
su negación de cualquier clase de au- período durante el que la mavoría de
toridad extrahumana, por su doctrina los filósofos profesionales de' Améri-
cabal del egoísmo humano, y por su ca abandonaban el tipo de IDEALIS-
sugerencia de que no podemos cono- MO filosófico defendido por Royce,
cer ninguno de los atributos de Dios. Hocking 10 defendió con tal elocuen-
ESPINOSA, que debía mucho a Hob- cia que 10 convirtió en un factor sig-
bes, depuró sus doctrinas políticas nificativo de la historia intelectual
de sus inconsistencias y convirtió la americana. Su influencia fue especial-
filosofía política en una teoría del mente fuerte en círculos religiosos y
poder. LOCKE criticó a Hobbes prin- teológicos. Sus libros más importantes
cipalmente por su doctrina del egoís- fueron: El Significado de Dios en
mo humano y por su voluntad de la Experiencia Humana (1912) y Na-
sustituir el terror de un estado de na- turaleza Humana y su rehacer (l923).
turaleza por el de un soberano arbi- Fue un filósofo profesional que tra-
trario. LEIBNIZ estaba lleno de ad- bajó con mucha energía y ejerció una
miración por Hobbes -especialmente influencia considerable fuera de los
por su nominalismo- pero se horro- círculos académicos. Su libro Rethin-
rizaba por su determinismo y agnos- king Missions (1932) quizá es el me-
ticismo para con los atributos de jor ejemplo de esto; pero también
Dios. Durante e! siglo dieciocho las publicó extensamente sobre problemas
críticas se dirigieron hacia la descrip- tales como la libertad de prensa, la
ción de las pasiones de Hobbes -es- moral en tiempos de guerra, y asun-
pecialmente su intento de mostrar tos políticos internacionales.
que la benevolencia es un caso espe- (J. W. S.)
cial del amor a uno mismo. Los UTI-
LITARISTAS consideraban a Hobbes su HOOK, Sidney (l9ü2- ), nacido en
antecesor intelectual y estaban impre- Nueva York. «NATURALISMO» es la
sionados por su individualismo, su clasificación más apropiada para la po-
psicología mecánica, su nominalismo sición de Hook. Ha escrito extensa-
y su teoría de la ley y del castigo. mente sobre la filosofía de Karl
y Marx consideró a Hobbes como MARX: Towards an Understanding of
un pionero del materialismo y apro- Karl Marx (Hacia el entendimiento de
bó su determinación de utilizar el Karl Marx), 1933; The Meaning of
conocimiento con fines prácticos más Marx (El Significado de Marx), 1934,
que meramente para entender. Los fi- con otros; Christianity and Marxism
HUME 188
(Cristianismo y Marxismo), 1934; mente un escéptico y un oponente de
Prom Hegel to Marx (De Hegel a todas las religiones establecidas, y
Marx), 1936. Fue un defensor del disfrutó de notoriedad como «Infiel».
marxismo tal y como él 10 entendía; Fue popular entre las mujeres y muy
pero con el paso del tiempo decidió susceptible a sus encantos, aunque
que 10 que él aprobaba de éste no nunca se casó. Su carácter era ama-
era ciertamente 10 que defendían los ble, apacible, sociable, no suspicaz
«marxistas» usuales, Marx and the y virtuoso. Estas cualidades le gana-
Marxists, the Ambigous Legacy ron un tipo curioso de canonización
(Marx y los marxistas, un legado am- laica en sus últimos años, cuando su
biguo), 1955. recién construida casa en una calle
Estaba profundamente influido por aún innominada de St. Andrew
la filosofía de john DEWEY, pero Square de Edimburgo, fue bautizada
sería un error considerarle un PRAG- por su amiga miss Nancy Orde «St.
MATISTA ortodoxo. Véase, por ejem- David Street», convirtiéndose éste en
plo, The Metaphysics of Pragnatism el nombre reconocido de la calle.
(La Metafísica del Pragnatismo), 1927. Pero Hume ha conservado su fama
Ha sido activo en su expresión de como filósofo, y esta fama no fue ga-
los asuntos prácticos de la vida ame- nada sin el ejercicio de las virtudes
ricana. Véase, por ejemplo, Heresy, más severas. Su primera obra filosó-
Yes, Conspiracy, No (Hereiía, sí, fica, Un Tratado de la Naturaleza
Conspiración, no), 1953; Education Humana, fue concluida sobre 1737,
[or Modern Man (Educación del Hom- cuando tenía veintiseís años de edad.
bre Moderno), 1946, y Common Sen- Fue el producto de diez años de es-
se and the Pith Amendment (El Sen- fuerzo intelectual exhaustivo e infati-
tido Común y la Quinta Enmienda), gable, «proyectado», nos dice él, an-
1957. Una de sus obras mejor cono- tes de dejar el colegio, probablemente
cidas es Reason, Social Myths and en 1726, planeado antes de los vein-
Democracy (Razón, mitos sociales y tiún años y compuesto antes de los
democracia), 1940. veinticinco, i. e. 1736, Sus cartas nos
í]. W. S.) cuentan sus estados alternantes de op-
timismo y desesperación, de enferme-
HUME, David (1711-1776), nació en dad y recuperación durante este pe-
Escocia. No fue 10 que llamaríamos ríodo.
ahora un filósofo profesional. Nunca El propósito del Tratado era ambi-
ocupó ningún puesto académico, aun- cioso; remediar los defectos de todas
que en una ocasión (1745), fue can- las filosofías anteriores, que a Hume
didato para la Cátedra de «Ética y Fi- le parecían estar fundadas en hipóte-
losofía Pneumática» de la Universidad sis inciertas y «depender más de la
de Edimburgo, puesto que no logró. invención que de la experiencia», al
Fue un hombre de letras, un hombre establecer los fundamentos de una
de sociedad y, en menor medida, un ciencia genuinamente empírica de la
hombre de negocios. Su pasión domi- naturaleza humana. El primer paso
nante, nos 10 dice él mismo, fue el era investigar el entendimiento y las
amor por la fama literaria, cosa que pasiones, de los que dependen todos
logró en vida principalmente por sus los juicios y las acciones humanas,
ensayos sobre temas morales, políti- incluidos los descubrimientos cientí-
cos y económicos, y por sus obras ficos, así como las convicciones mo-
históricas. El único puesto importante rales, las instituciones políticas, el
que ocupó fue el de secretario de la arte, la literatura y el comercio. «No
Embajada británica en París (1763- hay ninguna cuestión de importancia
69), donde fue durante un breve pla- cuya decisión no esté comprendida en
zo Encargado de Negocios, y donde
produjo un efecto considerable en la la ciencia del hombre» (Tratado, In-
sociedad francesa. Aunque nunca fue troducción).
ateo por propia declaración, y nunca El Tratado se dividía en tres libros,
dejó de tener amigos entre los hom- «Del Entendimiento», «De las Pasio-
bres de iglesia moderados, fue cierta- nes» y «De la Moral», y tenía la in-
189 HUME
tención de poner los fundamentos de tiende a unir a aquéllas cuyas impre-
la ciencia de! hombre. siones correspondientes o bien han
Hume decía que la mente no con- sido semejantes, o contiguas en e! tiem-
siste en nada más que en percepcio- po o en e! espacio, o bien están re-
nes, y que éstas son de dos clases, lacionadas como causa y efecto. Hume
impresiones e ideas. Llanamente ha- concedía la mayor importancia a es-
blando, las impresiones son lo que tos principios de asociación. «Hay
llamamos sensaciones, sentimientos, aquí un tipo de atracción, que se en-
emociones. Las ideas son lo que lla- contrará que tiene en el mundo mental
mamos pensamientos. Las primeras efectos tan extraordinarios como en
son enérgicas y vivaces, las últimas el natural, y que se muestra en foro
no son más que copias más débiles mas tan diversas y variadas.» (Trata-
de las primeras, y de hecho Hume do, I, 1.1v). «Éstos son los únicos
habla a veces de ellas como «imáge- vínculos de nuestros pensamientos,
nes». para nosotros son verdaderamente el
Las impresiones son de dos tipos, cemento del universo» (Compendio,
impresiones primarias de los sentidos, página 32).
que surgen en el alma «de causas Según Hume, e! significado de una
desconocidas», e impresiones secun- palabra es el ámbito de ideas, asocia-
darias de la reflexión, que surgen das entre sí por semejanza, con las
como resultado de nuestras ideas. La que la palabra está asociada por con-
aversión, por ejemplo, es causada por tigüidad; dicho más llanamente, to-
la idea de dolor, que es una copia de dos los objetos suficientemente parecí-
la impresión primaria de dolor. dos a aquellos en cuya presencia he-
Las ideas son de dos tipos, sim- mos oído la palabra usada. Entender
ples y complejas. Las ideas simples una palabra es la activación de estas
son copias de las impresiones sim- asociaciones.
ples, y siempre se parecen a y se deri- El espacio y el tiempo presentan
van de las impresiones que hemos dificultades. No son ni impresiones ni
tenido verdaderamente. Las ideas grupos asociados de impresiones. Ca-
complejas son combinaciones de ideas da uno es un «modo» en el que las
simples y no necesitan reflejar ningu- impresiones se muestran ante nos-
na combinación verdadera de impre- otros, y que es reflejado en el modo
siones (si lo hacen, y muy vivamen- de la apariencia de las ideas resul-
te, son recuerdos). Así, podemos pen- tantes. El tiempo es el «modo» en el
sar en dragones y otras cosas que que ocurren todas las percepciones,
nunca han sido percibidas. Nunca te- por ejemplo, sucesiva o simultánea-
nemos una idea simple que no se de- mente. El espacio es el modo en e!
rive de una impresión correspondien- que están dispuestos los puntos co-
te; y todas nuestras ideas complejas loreados y tangibles, por ejemplo, uno
son construidas a partir de ideas más al lado del otro. Como el tamaño y
simples derivadas de las impresiones. la duración son definidos en térmi-
Hume dice que esto es lo mismo que nos del modo en que están dispues-
decir que no tenemos «Ideas inna- tas las percepciones unitarias, estas
tas»; todas nuestras ideas se derivan últimas no pueden tener por sí mis-
de la experíiencia. Los objetos de mas tamaño ni duración, y consecuen-
nuestros pensamientos están confina- temente son simples e indivisibles.
dos a lo que hemos experimentado, Como ninguna idea es divisible infi-
o podríamos experimentar concebible- nitamente, no tenemos idea ninguna
mente, por los sentidos o el senti- de la divisibilidad infinita, y, por tan-
miento interior. to, es inconcebible digan lo que di-
Hume cree que todas estas propo- gan los matemáticos.
siciones son evidentes a partir de la Hume discute luego e! uso que ha-
experiencia, y conocidas por la obser- cemos de las ideas en e! razonamien-
vación de nuestras propias mentes. El to. (Tratado, libro I, parte IIl).
empirismo es un hecho empírico. Según Hume, razonar consiste en el
Aunque la imaginación puede unir descubrimiento de las relaciones. És-
ideas como le plazca, usualmente tas pueden ser o bien «relaciones de
HUME 190
ideas», que producen el razonamiento algunos eventos sean fortuitos, y que
demostrativo, mostrando lo que es cualquier cosa cause cualquier cosa.
concebible y lo que es inconcebible Nada más que la experiencia nos en-
(por ejemplo, absurdo o autocontra- seña la ordenación de la naturaleza,
dictorio), o relaciones en las que los y qué es lo que causa una cosa en
objetos están, como una cuestión de particular.
hecho, uno junto a otro. Que tres es ¿Pero cómo nos enseña la experien-
la mitad de seis, y que los ángulos cia que una cosa A es la causa de
internos de un triángulo equivalen a otra cosa B? La causa, suponemos to-
dos ángulos rectos, son relaciones de dos, precede inmediatamente al efec-
ideas, dependiendo, por tanto, de la to y es contigua a éste en el espacio.
naturaleza de las ideas relacionadas, Podemos verificar estos rasgos por las
el que las últimas no puedan ser con- impresiones de nuestros sentidos. Pe-
cebidas como relacionadas de otro mo- ro hay un tercer rasgo que no lo po-
do. Que el mercurio es más pesado demos verificar de este modo. El
que el plomo, que César fue asesinado efecto se sigue necesariamente de la
en el Foro, que el número de los causa. Es esta conexión necesaria lo
planetas es nueve, son cuestiones de que nos permite inferir el uno de
hecho, que concebiblemente podían la otra. Y no es ésta una conexión
haber sido de otro modo. Una cues- lógica, demostrable o autoevidente
tión de hecho no puede ser demos- como las proporciones de los núme-
trada, ya que su opuesta es concebi- ros. ¿Qué es entonces?
ble sin absurdo ni contradicción. Su La respuesta de Hume es como si-
verdad o falsedad no puede ser apren- gue. La conexión necesaria que bus-
dida a partir de la experiencia. El camos es el fundamento de la inferen-
único campo importante de razona- cia de la causa al efecto. Veamos en-
miento demostrativo eran las matemá- tonces cuál es el fundamento de la
ticas, dijo Hume. En consecuencia, inferencia en la vida común; si la po-
cualquier libro, tal como la mayo- demos encontrar, esa será la conexión
ría de las obras sobre metafísica y necesaria. No está lejos para buscarla.
teología, que no contenga ni demos- Si, por ejemplo, la llama siempre ha
traciones matemáticas ni razonamien- ido acompañada de calor, y nunca ha
tos relativos a cuestiones de hecho, no ocurrido sin éste, entonces cuando ve-
puede contener «nada más que sofis- mos una llama inferimos la presencia
mas e ilusión», y debe ser «condena- de calor y «sin más ceremonia lla-
do a las llamas». mamos causa a una y efecto al otro».
Aunque las cuestiones de hecho no La conexión necesaria a la que nos
pueden ser demostradas, pueden ser referimos al decir que la llama causa
inferidas con probabilidad, y Hume calor, no consiste en nada más que
acepta llamar «prueba» a la evidencia en el hecho de que el calor ha segui-
probable más completa. La relación do a la llama regularmente en el pa-
de la que dependen las inferencias sado, y que no podemos evitar es-
siempre es la de causa y efecto. No perar que vuelva a bacerlo. El «debe»
hay ninguna otra relación, según Hu- de la necesidad causal expresa nues-
me, que nos permita inferir la exis- tra disposición para inferir, y esta dis-
tencia de un objeto que no hemos posición es debida a la regularidad
observado de la existencia de otro experimentada.
que sí hemos observado. Esta relación Esta explicación de la inferencia
tiene, por tanto, «consecuencias pro- causal es subsumida por Hume bajo
digiosas», y la descripción que Hume el principio general de la asociación de
da de ella es el rasgo más notable y ideas. Ver la llama es una impresión,
fundamental de su filosofía. asociada por semejanza a las ideas de
Hume insiste en que ni la propo- llamas vistas en el pasado, cada una
sición de que todo tiene una causa, de las cuales es asociada por conti-
ni ninguna proposición que asigne guidad a la idea de calor. Así la im-
una causa particular a una ocurrencia presión de la llama evoca con pronti-
particular, son demostrables. A prio- tud la idea de calor. La vivacidad de
ri. es perfectamente concebible que la impresión se transnere, en parte,
191 HUME
a la idea asociada, y la repetición fre- ha sido arrojado junto con el agua
cuente de la transición de impresión de la bañera de la metafísica, co-
a idea asociada le da la facilidad de la mo Hume observa en su último y
costumbre, una especie de inevítabi- desesperado capítulo del libro I del
lidad sentida. Estos dos rasgos, la vi- Tratado. «¿Estableceremos, entonces,
vacidad de la idea, y el gradual apo- como máxima general, que nunca se
yo de la costumbre, forman lo que va a recibir ningún razonamiento re-
llamamos una creencia. Donde no se finado o elaborado? Con esto se corta
rompa la regularidad de los casos pa- toda ciencia y toda filosofía.»
sados y en consecuencia la costumbre Hume no tenía que haber desespe-
es total y perfecta, tenemos la certeza rado. Sus argumentos de la autodes-
y la prueba empírica. Donde es im- tructividad de la razón son falaces.
perfecta la regularidad o la semejanza Hacemos, digamos, un cálculo según
del caso presente con los casos pa- principios matemáticos seguros. Pero
sados, la inferencia es incierta, y ha- podemos haber cometido un error.
blamos de probabilidad. Nuestra conclusión tiene entonces só-
Hasta aquí Hume ha intentado pre- lo el grado de probabilidad que se
sentar una teoría del conocimiento refiere a la probabilidad de que no
instructiva, escéptica sólo en la me- hayamos cometido ningún error. Pero
dida en que socava las pretensiones al estimar esta probabilidad podemos
de los metafísicos y los teólogos de haber vuelto a cometer un error y la
demostrar a priori cuestiones de he- la probabilidad de nuestra conclu-
cho (por ejemplo, la existencia de sión original se reduce a la pro-
Dios, o cómo comenzó el mundo), y babilidad de que no hayamos come-
las pretensiones de los científicos na- tido este segundo error. Y así has-
turales de probar verdades exactas ta el infinito. Según Hume, este pro-
y últimas, o de proporcionar explica- ceso reduciría, en última instancia, la
ciones racionales a posteriori. Abre probabilidad a cero. La respuesta es
el camino de una ciencia del hom- que no hay razón para que decrez-
bre descriptiva y experimental, en can estas probabilidades. La probabi-
todos los sentidos tan respetable co- lidad de que los beneficios de una fir-
mo las ciencias físicas. ma durante el año sea lo que las cuen-
Pero en el Tratado, libro I, par- tas muestran, es igual a la probabili-
te IV, donde Hume discute la falibi- dad de que no haya ningún error en
lidad de la razón y de los sentidos, los libros. Pero la probabilidad de que
así como la naturaleza de la mente, los interventores tengan razón al pen-
llega a conclusiones tan escépticas sar que no hay error puede ser ma-
que ninguna ciencia podría fundarse yor que la probabilidad original de
en ellas. que las cuentas sean correctas.
La argumentación de Hume contra La descripción de Hume de la per-
la eficacia de la razón está ideada cepción sensible es igualmente insa-
para apoyar su afirmación precedente tisfactoria. Todas las percepciones de
de que la creencia es un estado psi- la mente son impresiones o ideas.
cológico debido al instinto y al hábi- ¿Cómo dan lugar éstas al conocimien-
to, no a la conclusión de un ejercicio to de los objetos físicos? Las impre-
lógico. Si el ejercicio del razonamien- siones de los sentidos son interrum-
to fuera llevado alguna vez a su con- pidas y dependen y forman parte de
clusión lógica destruiría toda seguri- nosotros mismos. Los objetos físicos
dad de algo. Por tanto, la creencia, son relativamente permanentes y dis-
como indudablemente ocurre, es de- tintos e independientes de nosotros.
bida a algo más; es natural, no lógi- Por tanto, no son conocidos sólo por
ca. Los argumentos del escéptico no los sentidos. Ni tampoco pueden ser
acarrean convicción porque son «re- inferidos por un argumento del efec-
motos y forzados», y nos llevan mu- to a la causa. Pues para conocer que
cho más allá de las experiencias de una sensación dada se debe a una
la vida común, no porque no sean cosa material determinada, debemos
válidos. haber sido capaces de observarlas se-
Pero ahora el bebé de la ciencia paradamente y darnos cuenta de la
HUME 192
conjunción constante que hay entre demasiado difícil para él (Tratado,
ellas. Y la cuestión es precisamente apéndice).
cómo podemos observar la cosa ma- Los absurdos de las explicaciones
terial como algo distinto de la sensa- que da Hume de la percepción senso-
ción. rial y de la mente surgen del punto
Entonces ni los sentidos ni la ra- de partida de su filosofía -la doctrina
zón producen nuestra creencia en las de las impresiones y de las IDEAS. És-
cosas materiales. Hume concluye que tas, que Hume suponía que eran los
debe surgir de la imaginación. Por elementos innegables de los que está
ciertas «propensiones» misteriosas de compuesta la experiencia, no son de
la imaginación, bastante distintas de hecho más que los fragmentos fantas-
los principios ortodoxos de la asocia- magóricos de un fantasma metafísico
ción de ideas somos impelidos a desacreditado por el mismo Hume.
construir una descripción de un mun- Ese fantasma era la «sustancia incor-
do relativamente permanente y regu- pórea simple e indivisible», conscien-
lar en el que los huecos de las series te sólo de sus propias ideas, sobre las
interrumpidas de impresiones que lla- cuales realizaba actos fantasmagóricos
mamos montañas y fuegos son relle- diversos, percepción, volición, juicio,
nados por impresiones ficticias no duda, etc., que DESCARTES había en-
percibidas. Este «mundo» proporcio- dosado a los filósofos como la mente
na la materia para las investigaciones humana. Hume rechazó la sustancia
causales de la ciencia natural, que, fantasmagórica y sus actos fantasma-
pronto nos convence de que las im- góricos (Tratado, I, IV, 5), pero re-
presiones y sus cualidades sensibles, tuvo las «ideas», o «percepciones»,
tales como el calor y el color, depen- como él prefería llamarlas, e intentó
den totalmente de la percepción que reconstruir el mundo del sentido co-
tenemos de éstas y no pueden tener mún a partir de sus travesuras es-
una existencia independiente. En con- pontáneas. Parece tener éxito en su
secuencia, la ciencia nos propone acep- explicación de la causalidad, por el
tar un mundo inimaginable de áto- simple truco de sustituir la palabra
mos sin ninguna cualidad, y los sen- «impresión» por la palabra «objeto»,
tidos y la imaginación nos proponen siempre que esta última produzca un
aceptar un mundo que es científica- sinsentido.
mente imposible. «Despreocuparse y Podemos admitir que la experien-
dejar de considerarlo» son los únicos cia nos suministra todo el contenido
remedios para esto, como para todos de nuestros pensamientos y toda
los demás dilemas escépticos. la evidencia de nuestras creencias. Pe-
La descripción que Hume da de la ro la experiencia no consiste en imá-
mente es similar. No hay nada des- genes que se suceden y que se imitan
cubrible además de las impresiones y entre sí en el vacío. Consiste en se-
las ideas. Éstas son ocurrencias tan res humanos de carne y hueso que
distintas y numerosas, como las succ- aprenden a percibir, recordar, enten-
sivas fotografías de una exhibición der, arreglárselas entre sí y con su
cinematográfica. Pero no hay ni pan- entorno material, y a tener en cuen-
talla ni auditorio. Las percepciones ta sus sensaciones y emociones y a
están en relaciones de sucesión, simi- hacer uso de la capacidad de ver las
litud y causación. No hay ningún otro cosas con los «ojos de la mente». Es-
vínculo real entre ellas. El yo es una tos procesos son 10 suficientemente
mera quimera, un collar imaginario difíciles de en tender, tanto desde el
en el que se han ensartado las cuen- punto de vista filosófico como desde
tas. «No soy nada más que un haz el psicológico; pero debemos empezar
de percepciones.» Pero ¿qué o a tomándolos tal como los encontramos,
quién imagina el collar? ¿Cómo es y no suponiendo que no encontramos
consciente esta serie de su propia exis- nada más que puntos de color dis-
tencia serial? Hume no puede respon- puestos de una determinada manera
der, «demanda el privilegio del es- y danzando con un acompañamiento
céptico» y dice que la cuestión es de sonidos, olores, sabores y senti-
193 HUME
mientas. Tal SUpOSlClOn sólo puede las tendencias más generales y mejor
llevar al escepticismo. sostenidas de las acciones y el carác-
Afortunadamente para la fama de ter, para promover la felicidad hu-
Hume, las principales afirmaciones del mana. Del mismo modo que la tarea
Tratado, libro I, parte lII, son inde- del epistemólogo es describir los me-
pendientes de la doctrina de las im- canismos psicológicos de la creencia,
presiones y de las ideas. La distin- la tarea del filósofo moral es descri-
ción entre relaciones de ideas y cues- bir los mecanismos psicológicos de
tiones de hecho, la indemostrabilidad aprobación y desaprobación. Y los
de las conexiones causales, el carácter mecanismos psicológicos que Hume
inductivo de todo razonamiento fác- describe son igualmente fantásticos
tico y el análisis de la necesidad na- en ambos campos, e igualmente irre-
tural en términos de nuestra disposi- levantes para el establecimiento de sus
ción a esperar lo que hemos aprendi- afirmaciones principales.
do a esperar de la experiencia pasada, El principio psicológico más impor-
todas estas cosas se mantienen en pie tante que Hume intenta aplicar en
y todavía parecen contener verdades todas sus descripciones de la conduc-
importantes. ta humana y de la aprobación y des-
La contribución de Hume a la Fi- aprobación humanas es el H EDüNIS-
losofía Moral guarda estrecho para- Mü. Nada influye la acción volunta-
lelo con su contribución a la Teoría ria más que el placer y el dolor. La
del Conocimiento. Del mismo modo influencia puede ser directa, como
que distinguía las cuestiones de he- cuando dejo un plato caliente por-
cho de las relaciones de ideas, dis- que me quema las manos, o indirecta,
tingue ahora los juicios éticos de aque- como cuando el miedo al dolor me
llas dos. Un juicio ético no establece previene de tocar un plato que creo
ni que algo pueda ser concebiblemen- que está caliente. Y esto ocurre por-
te de otro modo ni que algo sea lo que el miedo es un sentimiento «des-
que es como una cuestión de hecho. agradable» (i. e. doloroso). Si el ca-
E igual que las cuestiones de he- lor no fuera doloroso, la creencia de
cho no pueden inferirse de las re- que el plato está caliente no afecta-
laciones de ideas, los enunciados éti- ría a mis acciones. La razón por sí
cos no pueden inferirse de ninguna misma no puede influir en la conduc-
de las dos. Al igual que el descubri- ta. Solamente lo hace «oblicuamente»
miento de las cuestiones de hecho bien sea descubriendo los medios de
depende de relaciones de conexión gratificar alguna «pasión» (esto es,
necesaria, que parecen ser objetivas, impresiones secundarias placenteras o
pero que realmente son disposiciones no placenteras), bien descubriendo la
de la mente, así los juicios éticos de- existencia de algún objeto que surja
penden de la corrección y la incorrec- de tal pasión.
ción, la bondad y la maldad, que pa- De este modo dispone Hume de
recen ser cualidades objetivas de las dos argumentos contra la opinión, am-
personas y los actos, pero que real- pliamente mantenida, de que la razón
mente son las aprobaciones y des- sola distingue el bien moral y el mal
aprobaciones de la mente del que juz- moral. El primero es que la razón
ga. Al igual que nuestras disposicio- sola no puede influir en la conducta,
nes a esperar dependen de nuestra pero que los juicios morales, en oca-
experiencia de las conjunciones regu- siones, sí que lo hacen. Este argumen-
lares, nuestras aprobaciones y des- to se basa en su teoría psicológica.
aprobaciones dependen de nuestra ex- El segundo argumento es que la ra-
periencia pasada de consecuencias zón es el descubrimiento de la verdad
placenteras y no placenteras. Del mis- y la falsedad, que sólo pertenecen a
mo modo que la tarea del científico enunciados sobre cuestiones de he-
natural es regular nuestras expectati- cho y enunciados sobre relaciones
vas mediante las regulatidades más de ideas. Como los juicios morales son
generales y mejor sustanciadas, la ta- distintos de ambos, y no pueden ser
rea del moralista es regular nuestras deducidos de éstos, la razón no pue-
aprobaciones y desaprobaciones por de decidir las razones morales. Este
13
HUME 194
segundo argumento es independiente los gérmenes de la importante teoría
de las teorías psicológicas de Hume, moderna del uso «perforrnativo» del
y se basa en lo que es considerado lenguaje.
ampliamente como la mayor contribu- Se verá que la imparcialidad de la
ción de Hume a la ética, la afirma- aprobación moral genuina para Hume
ción de que no existe ningún argu- está fundada en la «simpatía», que
mento lógico que pase de «es» a «de- es la única que nos da un interés por
be», de descripción a valoración. la felicidad de nuestros compañeros
Las obligaciones de hacer justicia, en general. Admite que la simpatía es
por ejemplo, mantener promesas, res- un motivo bastante débil, y que los
petar la propiedad y la fidelidad al Es- principios morales controlan las pa-
tado, presentan dificultades para Hu- siones egoístas, principalmente me-
me. Pues es cierto que los actos indi- diante el sistema de sanciones que el
viduales que exigen no siempre aumen- autointerés nos lleva a establecer. Se
tan la felicidad de la gente, ni siquie- podría preguntar entonces por qué la
ra la de todos los que están relacio- virtud y el vicio nos parecen tan im-
nados. La respuesta de Hume es que portantes, independientemente de las
estas obligaciones descansan en con- recompensas y castigos que en ocasio-
venciones artificiales, sin las que la nes reciben.
sociedad no podría mantenerse unida, La respuesta de Hume es intere-
y que no podrían realizar su función sante, aunque no convincente. Si
si cada hombre las soportara o no aprobamos y desaprobamos, según
según que se le antojara o no ha- nuestros intereses y situación perso-
cerlo en circunstancias particulares. nales, nuestros juicios serán variables
Nuestro interés simpatético por la y opuestos a los de otras personas.
felicidad a largo plazo de nuestros En el descubrimiento de este incon-
compañeros crea una obligación mo- veniente y en la búsqueda de una
ral de ser justo (que no tiene mu- moneda común e invariable, como si
cho efecto por sí misma), y nuestro dijéramos, para valorar a los seres
interés por nuestra felicidad y la de humanos, no encontramos nada tan
nuestros amigos nos lleva a estable- adecuado como la simpatía, esa pre-
cer un sistema de leyes y castigos, ferencia apacible que tenemos por la
que crea una obligación natural de ser felicidad de cualquiera, quedando
justo. Y por «obligación» Hume sólo igual las otras cosas. Si preguntamos
significa una especie de motivo. con respecto a cualquier característi-
Esta descripción permite a Hume ca o institución humana, ¿es proba-
argumentar con fuerza contra el CON- ble, en general, promover la felicidad
TRATO SOCIAL de la obligación políti- a largo plazo de todos aquellos a
ca, y realizar una sugerencia valiosa quienes afecta? Los sentimientos de
acerca de la naturaleza de las prome- aprobación o desaprobación que ex-
sas. Como los contratos (i. e. inter- perimentamos merced a la simpatía,
cambios de promesas) y los gobiernos después de hacer esta pregunta, son
son ambos solamente artificios útiles, aquellos que expresan el oficio ade-
y deben su poder obligatorio única- cuado de los términos éticos.
mente a su utilidad, no tiene objeto Conclusión. Apenas se puede decir
intentar basarlos unos en otros, apar- que Hume haya logrado poner los
te del hecho de que el contrato so- fundamentos de una ciencia empírica
cial es realmente un mito. Prometer de la naturaleza humana. Ninguna de
no es ni pronunciar una arenga ver- sus afirmaciones importantes se basa
bal, ni realizar un acto verbal me- en el trabajo de campo o el experi-
diante el que se crea del vacío una mento, no descansan en descubrimien-
entidad metafisica llamada «obliga- tos de hechos nuevos, sino en apela-
ción». Simplemente es operar con la ciones a lo que todos nosotros ya sa-
maquinaria de una convención según bemos. Todos nosotros hemos aprendi-
la cual, por la costumbre general, si do cómo distinguir las conexiones
yo, después de decir «prometo hacer- causales de las coincidencias, a esti-
lo», no lo hago, no se vuelve a te- mar la probabilidad, a haeer y seguir
ner confianza en mí. Aquí tenemos demostraciones, y a hacer juicios mo-
195 HUSSERL
rales sobre consideraciones generales turaleza humana, aunque Hume no hi-
e imparciales. En la vida común na- zo contribuciones a ella, sí que aclaró
die busca excepciones empíricas de las que razonar y juzgar moralmente son
verdades matemáticas, ni intenta an- actividades describibles, de igual mo-
ticipar totalmente mediante el razo- do que lo son el caminar y la conduc-
namiento abstracto el veredicto de la ta de los animales, y como tales están
experiencia sobre cuestiones de he- abiertas igualmente a la investigación
cho. Quizás no esté tan claro que en científica. Es lástima que, aun viendo
la vida común nadie aprueba lo que que el hombre es parte de la natura-
aumenta la miseria ni desaprueba lo leza, todavía intentara sujetar su filoso-
que la disminuye. Pero se puede de- fía al principio de las impresiones e
cir que se ha llegado a reconocer que ideas, que pertenece a una concep-
ciertas cosas son, sin duda, malas a ción del hombre totalmente opuesta,
causa de la miseria que producen, y y que su malsana afición por la para-
que ningún juicio moral ha sido jus- doja escéptica lo llevara a deleitar-
tificado nunca de ningún otro modo se en los absurdos que de esto re-
que no sea la recurrencia a algún sultaban, en lugar de intentar resol-
principio moral que por sí mismo ca- verlos honestamente.
rezca de justificación o sea discutible. (D. G. C. MACN)
El logro de Hume consiste en que
nos ha mostrado, al menos, cómo in- HUSSERL, Edmund (1859-1938), filó-
tentar describir claramente cómo hace- sofo alemán, fundador del movimien-
mos ciertas cosas que sabemos hacer to conocido como FENOMENOLOGÍA. La
muy bien en contextos familiares, principal influencia del pensamiento
aclarando así que en contextos no fa- de Husserl fue la psicología inten-
miliares en ocasiones no estamos ha- cional de BRENTANO, con quien estu-
ciendo estas cosas verdaderamente, dió en Viena en 1884-6. Husserl en-
aunque creamos que sí. El metafísico señó en Halle, y ocupó cátedras filo-
que pretenda razonar respecto del sóficas en Gotinga y en Friburgo.
origen del universo o la inmortalidad Sus obras principales son: La Filoso-
del alma parece estar haciendo el fía de la Aritmética (1891), muy cri-
mismo tipo de cosa que el hombre ticada por FREGE; Investigaciones Lá-
que razona sobre el origen de Sto- gicas (1900-1901, edición revisada,
neheng o la evaporación del agua. 1913-21), resumida un poco ininteli-
Verdaderamente no está haciendo giblemente en inglés por Farber;
esto. De hecho está haciendo cosas Ideas para una fenomenología pura
que todos hemos aprendido a no ha- (libro 1, introducción general, 1913;
cer en los contextos familiares. libros II y III publicados póstuma-
Desde Hume nunca ha sido posible mente en 1952); Fenomenología de
para nadie que lo entendiera hacer la Consciencia Interior del Tiempo
Metafísica al viejo modo. Entre los (1905-10, publicado en 1928); Lógica
filósofos más importantes influidos formal y trascendental (1929); Medi-
por Hume están Jeremy BENTHAM e taciones Cartesianas (1931) y Expe-
Immanuel KANT. Bentham, primera fi- riencia y Juicio (1948).
gura de la escuela utilitaria inglesa, La fenomenología de Husserl re-
dijo que al leer a Hume se le cayó presenta una vasta extensión y trans-
la venda que tenía ante los ojos. formación de la «psícognosis» de
Kant confesó que Hume le despertó Brentano, que fue un intento de ela-
por primera vez de su sueño dogmá- borar una geografía lógica de los
tico. Muchas de las afirmaciones im- conceptos mentales como preliminar
portantes de Kant, especialmente sus necesario de cualquier psicología em-
explicaciones sobre espacio y tiempo, pírica. Husserl acepta la tesis central
causalidad y sustancia, verdades nece- de Brentano de que los estados de
sarias, identidad personal y razón la mente se deben caracterizar bási-
práctica son respuestas explícitas o camente en términos de «intenciona-
implícitas a problemas suscitados por lidad» o dirección-hacia-los-objetos,
Hume. siendo todos los estados de la mente
Con respecto a la ciencia de la na- de los objetos (sean verdaderos o no),
HUSSERL 196
y siendo los diferentes estados de la ideales de las matemáticas, los objetos
mente de sus objetos de formas va- naturales dados a los sentidos, o los
riantes. También comienza apoyándo- grupos sociológicos, en la medida
se sobre la clasificación de Bren- en que estos últimos sean cogitata
tano de los estados mentales en Pre- posibles de referencias mentales en
sentaciones, Juicios y actitudes Afec- las que, por usar la terminología
tivo-Desiderativas. Pero lleva esta psi- de Husserl, están «constituidos».
cognosis mucho más lejos, y la des- Como «constituidos» en la conscien-
arrolla en tan ramificante laberinto cia, el coro del cielo y el mobi-
de finas distinciones, que la convier- liario de la tierra entran en e! ob-
te en una disciplina independiente jeto de la fenomenología. El nombre
más que en los meros prolegómenos «fenomenología» deriva de hecho su
a una psicología empírica. Por ejem- significación de este tratamiento en-
plo, Husserl está profundamente in- tre paréntesis de cualquier cosa. Pues
teresado por la distinción entre aque- su uso connota que proponemos es-
llos estados conscientes en los que tudiar las cosas tal como aparecen
algo se «significa» meramente y aque- ante la consciencia, y que, desde e!
llos en los que está «presente» con- punto de vista de nuestro estudio no
cretamente, diciéndose que este últi- nos preocupamos de si 10 que aparece
mo «cumplimenta» al primero; está de este modo es algo más que una
interesado por la distinción (análoga apariencia. Las cosas postuladas por
a la distinción de Frege entre «sen- la física, la teología o la ética nor-
tido» y «significado») entre e! objeto mativa siguen siendo interesantes fe-
como tal y e! objeto tal y como es nomenológicamente sean o no metafí-
significado -el vencedor de Jena en sicamente verdaderas. La fenomeno-
cierto sentido es distinto de! vencido logía de Husserl en su desarrollo
en Waterloo; se interesa por el modo completo, de hecho, no es distinta de
en que los pensamientos o intuicio- la filosofía de KANT, afinidad ésta de
nes sucesivas son «sintetizadas» en la la que e! mismo Husserl fue plena-
consciencia que se está desarrollando mente consciente. Como Kant, Hus-
del «mismo» objeto, se interesa por serl deseaba descubrir principios a
e! modo en que pasamos de una afir- priori que gobernasen la mente, la na-
mación problemática a una afirmación turaleza fenoménica, la ley, la socie-
de probabilidad, se interesa sobre to- dad, la ética, la religión, etc., que
do por los procesos implicados en e! nunca deberían ir más allá de 10 que
entendimiento y e! uso significativo aparece ante la consciencia, y que de-
de las palabras. berían derivar su justificación de la
Husserl también subraya, cosa que naturaleza de tales apariencias cons-
Brentano no hace, que e! tipo de in- cientes.
vestigación que prosigue es concep- En e! modo efectivo de llevar ade-
tual o «eidético» más que empírico, lante esta aventura fenomenológica
que está intentando ver qué factores existen, sin embargo, algunas singula-
están implicados en esto, y qué po- ridades. Se hace mucho uso de los
sibilidades fluyen de las meras no- términos «intuición», «experiencia»,
ciones de percibir, creer, predicar, «descripción» en contexto en los que
etcétera, más que descubrir qué se ob- el objeto es nocional, y donde tales
tiene empíricamente cuando percibi- términos sólo pueden ser equívocos.
mos, creemos o predicamos. Un ejem- La noción de «actos» es explicada es-
plo totalmente imaginario puede ser, crupulosamente, pero su descripción se
por tanto, tan decisivo para una in- lee como una explicación de ejecucio-
vestigación fenomenológica como uno nes fantasmagóricas. En las Investiga-
que sea real. Husserl amplía más el ciones lógicas se dice incluso que hay
alcance de la psicognosis de Brentano una «intuición categórica» de! signifi-
haciendo que incluya todo objeto que cado de los conectores lógicos «y» y
tenga una intención mental, no de for- «o», y aunque también este uso es
ma naturalista o gratuita, sino de for- definido inocuamente, deja un lega-
ma «entrecomillada» o fenomenológica. do de mala comprensión. Después
Esto es, podemos discutir los objetos de 1907 Husserl se hizo también adic-
197 HUTCHESON

to de un enfoque cuasi-cartesiano; el HUTCHESON, Francis (1694-1747),


filósofo fenomenólogo tenía que «po- nacido en el norte de Irlanda. Man-
ner fuera de acción» cualquier tipo tuvo una academia privada durante
de convicción realista de tal modo un tiempo en Dublín, y ocupó la cá-
que las «estructuras» de su propia tedra de Filosofía Moral en Glas-
consciencia pudieran tornarse reflexi- gow desde 1729 hasta su muerte. Su
vamente evidentes. Se hizo mucho uso obra mayor, Un Sistema de Filosofía
de la noción de una epocbé o suspen- Moral, fue publicada póstumamente
sión trascendental de la creencia: la por su hijo. Hutcheson se opuso a
abstracción necesaria para una investi- cualquier explicación «racionalista» y
gación conceptual se convirtió en un a priori de los juicios de valor a la
ejercicio místico por el que se disolvía manera de CLARKE. Para Hutcheson
el mundo natural, mientras que hacían el discernimiento del valor no era una
su aparición las estructuras fenomeno- actividad de la razón sino de ciertos
lógicas. Pero Husserl como otros san- «sentidos internos» especialmente es-
tos, cayó víctima de su propio éxta-
tablecidos por Dios para ese propó-
sis: fue incapaz de salir de su sus-
pensión trascendental. La inocua sito. El «sentido moral», por ejem-
puesta entre paréntesis de las reali- plo, nos inclina mediante «fuertes
dades del sentido común se convir- afecciones» a buscar la mayor felici-
tió en la tesis metafísica de que no dad del mayor número. La doctrina
pueden tener nada más que una exis- de Hutcheson se remonta a LOCKE,
tencia «intencional» en y para la cons- con su distinción entre los sentidos
ciencia. Husserl no ve que no pode- externos e internos, y a Shaftesbury,
mos suspender una creencia si la cuya teoría del «sentido moral» po-
creencia suspendida no tiene sentido. co clara desarrolló y sistematizó Hut-
Por tanto, después de 1907 la feno- cheson; y se extiende hasta HUME y
menología se convierte en una for- los BENT H AMITAS. Pues Hume apren-
ma del IDEALISMO alemán tradicional. dió por Hutcheson que los juicios mo-
Las obras de Husserl forman una rales no pueden ser justificados en
serie que declina lentamente: a me- última instancia por la razón sola
dida que disminuyen los análisis fruc- -opinión que extendería mucho más
tíferos aumentan las generalidades allá de la ética hasta su filosofía ge-
metafísicas. Las Investigaciones L6gi-
cas, con sus finos estudios del Signi- neral. Y también aquí se halla el
ficado, Intencionalidad y Conocimien- primer enunciado claro del principio
to son, sin duda alguna, una de las UTILITARISTA de la «mayor felicidad».
grandes obras maestras filosóficas: en Vista a la luz de Hume y del grupo
las obras posteriores hay mucho, aun- utilitarista la filosofía de Hutcheson
que no sea tanto, que admirar. Pero sin embargo, reforzada por la teología
la influencia del pensamiento de Hus- y proliferando en sentidos ad hoc es-
serl aumentó conforme iba declinando peciales (sentido de la decencia, del
su importancia filosófica: de ahí el honor, de la religión, etc.), se mues-
extraño salto de la fenomenología al tra como una estructura bastante in-
EXISTENCIALISMO. estable y difícil de manejar.
(J. N. F.) (R. W. H.)
IDEALISMO, en su sentido filosófico yoría de los pensadores idealistas.
es bastante distinto de «idealismo», Luego argumentó que las ideas, por
tal como se usa ordinariamente, cuan- ser pasivas, no podían causar nada y
do se refiere de manera general a que en ausencia de la materia no
elevadas intenciones morales. Mientras consciente aquellas que no podían ser
que el término ha sido empleado en explicadas por la acción humana te-
ocasiones por los filósofos para refe- nían que deberse a la acción directa
rirse a todas aquellas opiniones según de un espíritu no humano, siendo los
las cuales la base del Universo es es- espíritus los únicos agentes causales
piritual en última instancia, más co- posibles, puesto que sólo ellos son
múnmente se ha establecido (en opo- «activos», i. e., poseen volición. La
sición a REALISMO) para una teoría dificultad de que las cosas físicas pa-
según la cual los objetos físicos no recen existir cuando ningún hombre
pueden tener existencia aparte de una las está percibiendo la afrontó di-
mente que sea consciente de ellos, ciendo que existen en la mente de
sin incluir de este modo a aquellos Dios, suministrando así un argumen-
que, aunque creen en Dios, también to nuevo de Dios.
adscriben una existencia sustancial a Berke1ey prácticamente no convirtió
la materia como algo perfectamente a nadie durante su vida, y la escuela
concebible con independencia de que idealista sólo comenzó a ganar una
sea experimentada, y aunque en últi- base con KANT. Este último, sin em-
ma instancia sea creada por Dios. bargo, enfocó el tema de una mane-
El idealismo en este sentido más es- ra muy distinta a la de Berkeley. Ba-
tricto se originó en el siglo XVIII só su idealismo en el argumento, fun-
con BERKELEY. Éste arguyó que el esse dado en gran parte en su teoría del
(existencia) de los objetos físicos era conocimiento, de que todas las co-
percipi (ser percibido) o que éstos sas espaciales o temporales sólo son
eran solamente «ideas» (de ahí el tér- apariencias. Afirmó que sólo pode-
mino «idealismo»), principalmente so- mos explicar el conocimiento a prio-
bre la base de que no podíamos con- ri de las cosas suponiendo que nues-
cebir como existente en abstracción tra mente ha impuesto sobre éstas una
de nuestra experiencia sensible nin- estructura a la que deben conformar-
guna de las cualidades que les ads- se. La mente humana no podía im-
cribimos. También utilizó el argumen- poner una estructura sobre la reali-
to negativo de que no podíamos co- dad, sino sólo sobre las apariencias,
nocer los objetos físicos no experi- por esta razón mantuvo que nuestro
mentados. Estos dos argumentos de conocimiento se limitaba a las apa-
alguna forma son comunes a la ma- riencias. Estas últimas sólo existían
199 IDEALISMO
como objetos de la experiencia real o claridad teóricas, sino lo suficiente
posible y, por tanto, deben obedecer como para justificar la creencia. Es-
las condiciones que nuestra mente taba convencido de la objetividad de
impone, pues si no fuera así no po- la ley moral y argumentó que ésta
drían aparecer ante nosotros. Pensó nos ordenaba luchar por ideales que
que ésta era la razón de por qué so- sólo podían realizarse si fuéramos in-
mos capaces de aplicar categorías, ta- mortales y si e! mundo estuviera or-
les como sustancia y causa al mundo denado según los intereses de la ley
físico, pero esta misma razón nos im- moral, que sólo podíamos concebir
pide pasar a la metafísica, como Ber- pensando en ella como algo creado y
ke!ey hiciera, y aplicarlas más allá de! gobernado por un ser omnipotente y
ámbito de la experiencia humana. perfectamente bueno. Su negación de
Kant insistía en que esto no arroja la realidad de! tiempo llevó a la
ninguna duda sobre la ciencia, por e! consecuencia paradójica de que nues-
contrario, es e! único modo de sal- tro propio yo real está fuera de! tiem-
var la ciencia de! escepticismo. La po y, por tanto, es incognoscible,
ciencia nos dice la verdad, pero sola- conclusión que, sin embargo, aceptó
mente la verdad sobre las apariencias con agrado porque le permitía resol-
(fenómenos). Si afirmáramos que su. ver e! problema de la libertad dicien-
función era decirnos la verdad sobre do que el verdadero yo es libre, mien-
la realidad, tendríamos que admitir tras que nuestro yo aparente está com-
que ésta es totalmente ilusoria. En pletamente determinado por las apa-
consecuencia, Kant no se llamó a sí riencias pasadas al menos en el sen-
mismo «realista empírico» sino «idea- tido de ser predecible a partir de
lista trascendental». Con esto quiere ellas, reconciliando así la libertad con
decir aproximadamente 10 que los pen- la causalidad universal, que él pen-
sadores recientes han expresado al de- saba que era necesaria para la ciencia.
cir que las proposiciones sobre objetos Los principales idealistas de la pri-
físicos son verdaderas, pero que tienen mera mitad del siglo XIX, PIe H TE,
que ser analizadas en términos de Schelling y HEGEL fueron todos ale-
nuestros datos sensibles. También ar- manes y todos estuvieron muy influi-
gumentó que, si mantenemos que la dos por Kant, aunque transformaron
realidad está en e! espacio y en e! por completo la filosofía de éste. El
tiempo, nos vemos implicados en de- primer elemento de la filosofía de
terminadas auto-contradicciones (<<an- Kant que se rechazó fue el de las
tinomias»). En ese caso debemos man- cosas-en-sí incognoscibles. Se argumen-
tener o bien que el mundo en e! taba que no podía haber ninguna
espacio y en el tiempo es infinito o base para afirmar algo completamen-
bien que es finito, y las dos alter- te incognoscible y que no podía te-
nativas, en su opinión, llevan a con- ner ningún sentido hacerlo, y que e!
clusiones auto-contradictorias, de tal intento de Kant de excluir la meta-
modo que la única solución es decir física implicaba inconsistencias, pues-
que la realidad no está en absoluto ni to que él mismo sólo la excluyó ha-
en el espacio ni en e! tiempo. Toda- ciendo suposiciones metafísicas pro-
vía se puede decir que el mundo fí- pias. Ahora bien, si rechazamos las
sico es infinito en el sentido poten- cosas-en-sí, hemos dejado solamente
cial de que, por muy lejos que va- las mentes y los objetos de la expe-
yamos, siempre podemos encontrar fe- riencia, con 10 que tenemos otra vez
nómenos nuevos. Kant no usó el idea- 10 que Kant llamara idealismo dog-
lismo, igual que Berkeley, como base mático. La filosofía resultante que se
de una argumentación de Dios, sino desarrolló gradualmente (<<idealismo
que repudió todos los argumentos teó- absoluto» o «absolutismo») mantenía
ricos en favor del teísmo y mantuvo que la realidad podía conocerse, que
que no podemos tener conocimiento la realidad era espiritual en última
de las «cosas-en-sí». Sin embargo, sí instancia, pero que el espíritu sola-
que pensaba que había argumentos éti- mente puede darse cuenta de sí mis-
cos que podían establecer la existencia mo en relación con un elemento ma-
de Dios, desde luego no con certeza o terial objetivo y que ésta es la razón
IDEALISMO 200

de la existencia de este último. Los era la expresion del espíritu. Tal pro-
objetos implican un sujeto, pero el ceso de pensamiento fue el elaborado
sujeto también implica un objeto, aun- por Hegel, tanto en lógica como en
que el sujeto era considerado ante- los temas más concretos del pensa-
rior en última instancia. La realidad miento ético y político. La dialéctica
como un todo no era concebida como no era considerada meramente como
algo dependiente de una mente dis- un argumento sino como una descrip-
tinta de las mentes finitas (Dios) sino ción del desarrollo del pensamiento y
como siendo en sí misma una sola ex- la civilización. Así, por ejemplo, en
periencia omnicomprensiva de la cual política las personas buscan la libertad
son diferenciaciones las mentes finitas a expensas del orden, y el orden a ex-
(10 Absoluto). Tal visión acentuaba la pensas de la libertad, pero cuando
unidad y la racionalidad del cosmos son llevadas a su extremo ambas re-
e incluso lo describía como perfecto sultan ser el mismo peligro, la regla
a pesar del mal de sus partes, que del más fuerte sin consideración de
era concebido como algo que surge los demás, y la historia del desarro-
del hecho de que fueran solo partes. llo político es en gran parte la his-
Es razonable clasificar a Hegel co- toria del intento de efectuar sínte-
mo idealista, como se hace general- sis sucesivas de las dos cosas que
mente, pero es un escritor muy os- preserven cada vez más lo que de va-
curo, y es discutible precisamente en lor hay en el orden y en la libertad.
qué sentido lo fue. Indudablemente Pero desafortunadamente, Hegel dio
pensaba que la materia era la mani- la impresión de que ya se había lo-
festación del espíritu, pero no es na- grado la síntesis final en el estado
da claro saber cuál suponía que era prusiano de sus días, de tal modo
el estatus de los objetos físicos no que su filosofía fue utilizada para
percibidos (quizá porque no estaba reforzar el tenaz conservadurismo, y
muy interesado por este problema). lo que es peor, dio la impresión de
Su filosofía se centró en una «dia- que el estado es el representante de lo
léctica» por la que intentaba mostrar Absoluto en la tierra, y por tanto
que, partiendo del más abstracto y no puede hacer nada erróneo. Así,
vacío de todos los conceptos, el me- fue citado (quizá injustamente) en fa-
ro ser, podía pasar mediante un pro- vor del imperialismo alemán. Por otro
ceso de pensamiento a priori a las lado, la «izquierda hegeliana» desarro-
categorías lógicas más elevadas de la lló la doctrina casi igualmente unilate-
vida espiritual. Una característica im- ral del marxismo, que, sin embargo,
portante de este modo de argumen- repudiaba el idealismo por completo y
tación, que él también consideraba co- convirtió la realidad última de la ma-
mo característica de la naturaleza de teria y la dependencia de ésta por
la realidad misma, es que procede por parte de la mente humana en una
tríadas. Primero se adoptaba un con- parte fundamental de su credo. Aun-
cepto inadecuado, y sus inconsisten- que se pueden citar pasajes en los
cias llevaban a que fuera reemplazado que Hegel niega que el universo sea
por el extremo opuesto, pero este úl- completamente racional, su filosofía
timo exhibía fundamentalmente los llegó muy lejos en esta dirección. Se
mismos defectos, y la única cura era puede dudar si creía en un Dios per-
combinar los puntos buenos de los sonal en cualquier sentido ordinario,
dos en un tercer concepto. Esto, aun- pero se llamó cristiano y concedió
que resolvía los problemas anteriores gran importancia a los dogmas cris-
y nos llevaba a un estadio más cer- tianos al menos como representacio-
cano de la verdad, exhibía a su vez nes simbólicas de la naturaleza espi-
inconsistencias, de tal modo que sur- ritual de la realidad. No obstante, cla-
gían una nueva tesis y antítesis, cuya sificaba la filosofía como algo supe-
antinomia era resuelta mediante una rior a la religión.
nueva síntesis, y así sucesivamente Otros idealistas alemanes muy dis-
hasta que alcanzáramos la categoría tinguidos fueron el presimista SCHü-
fundamental de la «idea absoluta» y PENHAUER y Lotze.
probaba que el todo de la realidad El idealismo se extendió de Alema-
201 IDEALISMO

nia a Inglaterra en la última mitad tensiones ordinarias los juicios po-


del siglo XIX y llegó a dominar en dían ser tomados como absolutamen-
Oxford y Escocia. De la escuela de te verdaderos o falsos. Entre los ame-
idealismo inglesa merecen mención ricanos contemporáneos B. BLANS H ARD
los siguientes. T. H. GREEN (1836- expone una teoría de la coherencia.
1882), que ejerció gran influencia J. M. E. McTAGGART (1866-1925),
en Oxford, estuvo especialmente in- que enseñó en Cambridge, desarrolló
teresado por poner en contacto el idea- una forma de idealismo según la cual
lismo con el cristianismo y con las no existe ninguna mente suprema di-
ideas políticas liberales. Usó una for- vina o Absoluto sino que la realidad
ma más sutil del argumento de Ber- consiste en una serie de espíritus
keley para mostrar que los objetos fí- unidos en una armonía supersensible,
sicos no pueden ser concebidos si no siendo uno de ellos todo ser humano.
es en relación con la mente, y que, Afirmaba que mediante un argumento
por tanto, se debía pensar que de- elaborado, principalmente a priori y
pendían de una mente divina, pero que no dependiera de ningún modo
desechó la tradición empirista de Ber- de la aceptación de la autoridad reli-
keley en teoría del conocimiento e in- giosa o de la intuición religiosa, ha-
sistió, como Kant y Hegel, en el lu- bía mostrado que la materia, el tiem-
gar del pensamiento en la percepción. po y también casi todos los rasgos
Su argumentación en favor de Dios insatisfactorios de la experiencia hu-
se basaba principalmente en la opi- mana sólo son apariencia, que en la
nión de que las relaciones implican realidad no hay nada más que espí-
la mente y que, sin embargo, son in- ritus amándose entre sí, y que todos
dependientes de las mentes humanas. somos inmortales y dejaremos even-
F. H. BRADLEY (1846-1924), tam- tualmente de experimentar cosas en
bién de Oxford, en su obra más im- el tiempo y llegaremos a darnos cuen-
portante Apariencia y Realidad co- ta de nuestra naturaleza atemporal,
menzó con un intento de mostrar que implicando esto el disfrute de una
todos nuestros conceptos ordinarios y bienaventuranza mayor que cualquier
especialmente el concepto de relación cosa que ahora podamos concebir. Es-
son auto-contradictorios. Sin embargo, pecialmente en los años veinte de es-
este argumento no le llevó al escep- te siglo, fue ejercida una gran influen-
ticismo sino a la conclusión de que cia por los idealistas italianos CRO-
debemos suponer la existencia de un CE (1866-1952) Y Gentile (1875-1944).
Absoluto perfecto que trascienda el Croce ha sido probablemente el escri-
pensamiento, en el que se reconcilien tor filosófico de estética más influ-
todas estas contradicciones. Todas las yente de nuestro siglo.
cosas son concebidas como «aparien- De lo anterior se verá que la acep-
cias» porque tomadas en sí mismas tación del argumento idealista en con-
son auto-contradictorias, puesto que tra de la materia independiente sigue
no se pueden hacer inteligibles si no dando lugar a una serie de opiniones
es en relación con el Todo, pero si- distintas. Se puede combinar con el
guen existiendo verdaderamente co- teísmo, como hiciera Berkeley, o puede
mo un elemento del Todo. Bradley tomar la forma del absolutismo, o de
desarrolló la teoría de la verdad como algún tipo de pluralismo. Incluso se
coherencia, según la cual la definición puede mantener que los objetos físi-
y el criterio de verdad deben encon- cos son meras abstracciones de la ex-
trarse en coherencia dentro de un periencia humana. Otros idealistas han
sistema. Para él la verdad es una adoptado la opinión de que lo que
cuestión de grado, siendo todos nues- llamamos materia inanimada es la apa-
tros juicios a la vez parcialmente fal- riencia de mentes muy inferiores, o
sos, puesto que todos ellos son co- en cualquier caso entidades psíquicas
rregibles a la luz de un sistema más de algún tipo, si son demasiado ínfe-
amplio, y parcialmente verdaderos, riores como para ser llamadas mentes
puesto que todos ellos abarcan algún (pansiquismo). Esta opinión ha sido
elemento de lo real. No intentaba ne- apoyada por el argumento de que el
gar que en un sistema limitado de in- problema de la relación entre el cuer-
IDEAS 202

po humano y la mente sólo puede re- Locke de «idea» se derivó, sin duda,
solverse si consideramos a nuestro de esa fuente.
cuerpo (o cerebro) como la aparien- De hecho la palabra dio lugar a
cia de nuestras mentes, lo que natu- mucha falta de claridad y mucha con-
ralmente llevó a la teoría de que to- fusión en la filosofía del siglo XVIII.
do lo demás físico también es la apa- Un crítico temprano de tal filosofía,
riencia de algo mental. Thomas REID, llegó hasta a sugerir
Mientras que la escuela idealista que todos los errores fundamentales
todavía florece en algunos países, en de Locke, BERKELEY y HUME podían
nuestros días sería difícil encontrar ser buscados en esta fuente -particu-
filósofos ingleses que se llamen a sí larmente los de Berkeley- y que a
mismos idealistas. Sin duda, hay mu- no ser por la falta de claridad en este
chos que rechazan la opinión de que punto clave, apenas se hubieran po-
los objetos físicos deban ser conside- dido establecer algunos de sus prin-
rados como entidades existentes inde- cipios. Esta afirmación, aunque algo
pendientemente de la experiencia ex- extremada, no dejaba de tener funda-
cepto en el sentido hipotético en el mento.
que este enunciado significa simple- La raíz del problema fue que el
mente que en condiciones adecuadas significado de «idea», durante todo
aparecerían en la experiencia, y es ge- ese período, o bien se hacía índesea-
neralmente admitido que algunas ten- blemente amplio, o -con más fre-
dencias de la ciencia moderna son cuencia- se dejaba sumamente inde-
sustentadoras de esta conclusión, pe- terminado. Al introducir la expresión,
ro en nuestros días no es usual lla- Locke escribe de ella lo que sigue:
mar idealistas a tales pensadores por- «Siendo el término que, según creo,
que en otros aspectos suelen ser muy sirve mejor para representar cualquie-
distintos de los miembros tradiciona- ra que sea el objeto del entendimien-
les de la escuela. En particular, sue- to cuando un hombre piensa, lo he
len encontrar su conclusión en una usado para usar todo lo que se signi-
teoría empirista del conocimiento y fica con fantasma, noción, especie, o
rechazan la metafísica. Un término más cualquier cosa en que la mente pue-
comúnmente usado con respecto a ta- da emplearse al pensar». Esta obje-
les pensadores es «fenomenalista». ción es, patentemente, poco clara. En
(A. C. E.) realidad, Locke usa la palabra «idea»
al menos de cuatro modos: 1) A me-
IDEAS. El término «idea» tiene una nudo la utiliza en el sentido -en
doble historia en la filosofía inglesa. sí mismo no perspícuo- de la ex-
En ninguno de ambos casos ha esta- presión moderna «dato sensible», pa-
do muy relacionado su uso filosófico ra referirse a los «objetos inmedia-
con el empleo corriente de la palabra tos» de la experiencia sensible. 2)
en el habla ordinaria. En primer lu- Ocasionalmente también la usa en el
gar, la palabra «idea» es una de las sentido de una imagen, particular-
traducciones aceptadas del griego mente en sus discusiones de la ima-
¡~Éa y, por tanto, ocurre comúnmen- ginación y la memoria. 3) Locke ha-
te en traducciones o discusiones de bla a menudo de los conceptos como
PLATÓN; el examen de su uso en de ideas: por ejemplo, tener la «idea»
este contexto pertenece, sin embargo, de lo blanco es saber qué quiere de-
más adecuadamente al estudio de Pla- cir «blanco», tener el concepto de ese
tón que al del presente artículo. En color. De manera alternativa se po-
segundo lugar, el término «idea» fue dría decir que, para Lockke, el tér-
empleado muy extensamente por Loe- mino «idea» designa en ocasiones el
KE a finales del siglo XVII y permane- significado de una palabra. 4) Menos
ció en el uso filosófico corriente al claramente, Locke parece querer decir
menos durante los cien años siguien- en ocasiones por «ideas» lo que un
tes. La expresión «idée» ya había si- hombre tiene en mente cuando piensa
do empleada por los escritores fran- o entiende (cualquier cosa que esto
ceses, particularmente por DESCARTES pueda ser).
y MALEBRANC H E, Y el uso que hizo Ahora bien, el mayor peligro que
203 INDUCCIóN
hay en un uso tan excesivamente libe- manera general. Parece que lo logró
ral es que hace posible que el escritor en parte -como afirmaba Reid- en
discuta cosas muy distintas en idéntico virtud de su uso doble, o en cual-
lenguaje y que olvide por eso cuán quier caso fluido, del principio de
distintos son.... En el caso presente, el que «no percibimos nada más que
resultado más seriamente perjudicial ideas». Pues en vista del significado
fue quizá que, desde Locke hasta Hu- indeterminado de «idea», en ocasio-
me, nunca se marcaron las distincio- nes puede representar este principio
nes adecuadas entre percibir, pensar, como una perogrullada -las ideas son
entender, imaginar e incluso creer. precisamente «las cosas que percibi-
Más exactamente, había una tenden- mos»: pero en otros momentos pone
cia constante a asimilar todas estas el acento en que las ideas son enti-
últimas a percibir, malformando así dades mentales, «que no tienen exis-
cualquier intento de análisis de éstas. tencia alguna sin una mente»; y com-
Sin duda, Hume intentó mejorar la binando luego ambas puede parecer
posición hasta cierto punto distiguien- que mostrara que las cosas que perci-
do entre ideas e «impresiones» -es- bimos existen sólo «en una mente».
tando destinado este último término Sería injusto para con la sutileza del
para hacer referencia separada a los argumento de Berkeley sugerir que so-
datos sensibles reales o sensaciones. lamente se apoya en una maniobra
Pero dado que Hume mantenía que las tan simple. Sin embargo, esta disimu-
ideas eran como las impresiones, aun- lada falta de claridad explica proba-
que en un grado más bajo de «fuerza blemente la extraña convicción de
y vivacidad», sus análisis subsiguien- Berkeley de que sus asombrosas doc-
tes de la creencia, imaginación y pen- trinas eran obviamente correctas, y
samiento en general siguieron conser- apenas tenían necesidad de argumen-
vando el inapropiado modelo subya- tos que las apoyaran; y el empleo del
cente de la percepción. término «idea» en sus escritos es
El caso de Berkeley es algo dife- quizá el que más escrutinio crítico
rente, no obstante. Aceptó el término exija.
idea como algo tan familiar en los (G. J. W.)
escritos filosóficos que no ofrece nin-
guna explicación de su significado;
procede, con una confianza entera- INDUCCIÓN, es uno de los términos
mente injustificada, como si ya estu- técnicos en LÓGICA; pero desafortuna-
viera bastante claro y bien entendido. damente no tiene un significado muv
Emplea la palabra de vez en cuando claro, puesto que se usa al menos
en todos los diversos sentidos de de dos formas. En una se usa para
Locke y está dispuesto a caer en las expresar cualquier procedimiento que
malconstrucciones resultantes, particu- no sea la DEDUCCIÓN por la que uno
larmente de pensamiento y enten- intenta justificar la aceptación de al-
dimiento. Pero en su caso todavía es guna conclusión. Así, los procedi-
más importante la falta de claridad mientos de las matemáticas y la ló-
adicional de uno de estos sentidos gica pura son deductivos pero los
en particular, a saber, el que hemos argumentos del científico y del de-
clasificado más arriba en el aparta- tective son inductivos. Pero el tér-
do 1). Berkelev deseaba combinar la mino también es usado principalmen-
tesis ontológica de que sólo existen te por POPPER y quienes están de
«espíritus» e «ideas», que esse est acuerdo con él, para expresar una
percipi o percipere (que existir es opinión particular sobre cómo inten-
percibir o ser percibido) con la afir- tan justificar sus conclusiones los
mación de que esta teoría verdadera- científicos y los detectives, la opi-
mente no era nada más que una elu- nión que se encuentra en BACON
cidación de creencias del sentido co- y J. S. MILL de que se llega a las
mún. Aunque deseaba presentar una leyes y a las teorías de las ciencias
doctrina metafísica, también desea- mediante una clase especial de argu-
ba mantener que ya era creída de mento en el que las premisas son
INDUCCIóN 204

enunciados singulares de la observa- -pero en la más amplia ace~tación


ción y el experimento; a esta opinión del término también esto sena una
se opone la de que los científicos opinión respecto de la naturaleza de
llegan a sus leyes y teorías por pro- la inducción.
cesos de contrastación de hipótesis (J. O. U.)
J

JAMES, William (1842-1910), psicólogo, Psicología) sigue siendo clásica en es-


nacido en Nueva York. Usualmente te campo, y es considerada por mu-
se dice de James que fue un pensa- chos como su principal obra.
dor original, prolífico y sumamen- La clave de la obra de James en
te sensible más que un pensador ri- psicología es su método de enfoque
gurosamente consecuente. Hay cierta -un método generalmente llamado
verdad en ello; pero no conviene exa- «Iuncionalismo». Al comienzo de los
gerarla. El desarrollo del pensamien- Principios, James estipula que «la
to de James pasó por tres estadios prosecución de fines futuros y la elec-
principales; el estadio inicial de su ción de medios para el logro de és-
trabajo en psicología, el estadio me- tos, son así la marca y el criterio de
dio de su defensa del PRAGMATISMO, la presencia de la mentalidad en un
Y el estadio final de sus escritos más fenómeno» (vol. I, pág. 8). Ésta es
esotéricos sobre una versión del rea- en efecto la definición operacional de
lismo conocida como «monismo neu- «mente» que da James; y su intención
tral». Podemos estar de acuerdo en es, en todo caso, poner las bases pa-
que James siempre se mostró más inte- ra la transformación de la psicología
resado por los problemas específicos en una ciencia apoyada en rigurosas
en los que se encontraba inmerso en exigencias empíricas. Nuestra concep-
un momento dado, que por construir ción de la mentalidad debe estar en-
un sistema que demostrara que toda raizada en una inspección cuidadosa
su obra se adecuaba a un modelo con- y laboriosa de lo que la mentalidad
sistente. Pero no debemos pasar por hace -í. c., de las diferencias que
alto el hecho de que hay una estre- causa su presencia. El funcionalismo
cha afinidad entre sus tres «perío- en psicología es una versión de la
dos». No hay nada fortuito en ellos. exigencia general de que cualquier
Cada uno puede ser considerado co- cosa que haya de entenderse, sea en-
mo algo que se ha desprendido lógi- tendida como algo que no es ni más
camente de su predecesor; y los tres ni menos que aquello que introduce
pueden leerse como el producto de en la experiencia las diferencias que
una misma mente con un tempera- su presencia comporta.
mento uniforme y una sola intención James fue al mismo tiempo un in-
filosófica. trospeccionista cabal. Sus capítulos
Pocos hombres fueron tan influyen- sobre La Corriente del Pensamiento
tes como James en la transformación y La Consciencia del Yo no han sido
de la psicología en una ciencia. Su superados en la literatura de la psi-
obra en dos volúmenes The Principles cología introspeccionista, Para él, sólo
01 Psychology (Los Principios de la se puede hacer un riguroso esfuerzo
JAMES 206
empinsta para determinar experimen- el enfoque funcional de James en
talmente cómo funciona la mente en psicología.
la experiencia mirando al interior. Po- El alcance de la obra de James
cas fueron las cosas que hicieron en la fisiología experimental tal como
de James el hombre más adorado se recoge en los Principios también
a no ser su prodigiosa energía como debe mencionarse. Y quizá su más
introspeccionista. Se le describe es- famosa tesis, desde el punto de vis-
forzándose por mirar el interior 10 ta de los desarrollos subsiguientes de
más intransigente y agudamente po- la ciencia de la psicología, es la te-
sible; y a menudo el intento de se- sis identificada como la teoría «Ja-
guirle puede ser positivamente ago- mes-Lange» de las emociones. La tesis
tador. es que la emoción no es nada más
Pero, 10 que es bastante paradójico, que el sentimiento de Ull estado cor-
James, el gran introspeccionista, iba a poral y que, por tanto, debe seguir
poner en movimiento una tendencia más que preceder al estado corporal.
que culminaría posteriormente con el Dicho de una manera cruda e impre-
conductismo y la revuelta contra la cisa: No golpeo a un hombre que me
introspección. Para James no bastaba haya insultado porque esté enfadado;
con alcanzar por la introspección sus mi enfado es simplemente el sentimien-
ahora clásicas conclusiones de que la to que experimento como resultado
esencia de la vida mental es experi- de hallarme en el estado corporal to-
mentada como un fluio en el que ca- tal una parte del cual es estar gol-
da momento que sucede se aferra al peando al hombre. Puede que el lec-
de detrás y se apropia a su predece- tor encuentre obvio que esta teoría
sor. Después de mirar ¡ mirar cada ganara fama (o mala fama, como pre-
vez más de cerca al final llegó a esta fiera) como predecesora de los pos-
asombrosa convicción: teriores excesos del conductismo.
En círculos filosóficos James es
«Siempre que mi mirada intros- identificado la mayoría de las veces
pectiva, al girar en derredor con la como defensor del pragmatismo en
suficiente rapidez, logra atrapar tanto que teoría de la verdad. Re-
una de estas manifestaciones de es- conoció que C. S. PEIRCE era la
pontaneidad en el acto, todo lo que fuente de su pragmatismo; pero se
puede sentir de manera distinta es debe observar que la palabra conlleva
algún proceso corporal, en su ma- un significado muy distinto para Ja-
yor parte teniendo lugar dentro de mes que para Peirce. Peirce formuló
la cabeza» (vol. 1, pág. 300). su «máxima pragmática» como una
entre muchas reglas o principios que
gobiernan la investigación inteligente.
En la fase posterior de su vida, Según él era una regla para lograr la
el ensayo con que James anuncia su claridad del significado. De cualquier
estadio final del monismo neutral se concepto o hipótesis exigía que su
titula «¿Existe la consciencia?» Su significado fuese expresado mediante
respuesta es: no; no como materia. la especificación cuidadosa de la «di-
Al decir esto observa que el «yo ferencia sensible» que hiciera que
pienso» de la filosofía tradicional no fuera verdadero. Peirce combinó esta
le parece (en la medida en que pue- exigencia con una concepción de la
da ser objeto riguroso de introspec- verdad como correspondencia estricta
ción) diferente del omnipresente pe- y con un principio inconmovible de
ro vagamente sentido «yo respiro» falibilismo que se negara a permitir
de todo momento normal de la expe- la identificación de cualquier hipóte-
riencia. Seguramente hay muy poca sis clarificada con la verdad final.
diferencia entre esta notable afirma- En James se pierden muchas de las
ción y la intención del pasaje que rigurosas distinciones de Peirce, y la
acabamos de citar. La negación de «regla pragmática» asume un estatus
que la consciencia sea en algún sen- mucho más general que el que la
tido un tipo único de «materia» es- «máxima pragmática» tenía para Peír-
taba latente desde el comienzo en ce. La opinión de James puede ex-
207 JAMES
presarse correctamente sin una sim- sensibles». La posterior afirmación de
plificación demasiado grande del si- que el análisis de los datos sensibles
guiente y conciso modo: que si un precisamente no es una descripción
concepto no significa literalmente ni empírica no se le ocurrió a él ni por
más ni menos que lo que se hace un momento.
con él, entonces su verdad no debe Otra peculiaridad de la teoría prag-
consistir en nada más ni en nada mática del conocimiento de James que-
menos que en que ese hacer tenga da implicada por el uso que hace de
éxito. Sin duda alguna Peirce no es- la palabra «concepto». Según muchos
taría de acuerdo con esta afirmación. filósofos un concepto nunca puede ser
Sin embargo, es claro que el prag- algo menos que una proposición com-
matismo de James expande en un prin- pleta. No ocurre así para James. Dis-
cipio filosófico general el enfoque cute con frecuencia y extensión la
funcional de su psicología. Las ideas, distinción entre conceptos y percep-
como las mentes, deben ser tratadas tos; y repetidamente define la vi-
en términos de su función. Juzgar da mental como una continua «sus-
que una idea es verdadera es afirmar titución de perceptos por conceptos».
que nos lleva con éxito por el labe- Pero en último análisis James siem-
rinto de la experiencia. Una idea no pre define el concepto como un
es un misterio, sino un instrumento; percepto que funciona de un modo
su esencia reside en su capacidad determinado. Esto está totalmente de
predictiva. acuerdo con su inclinación funciona-
James clasifica su opinión alterna- lista. Para James un concepto es o
tivamente como «Pragmatismo» y co- bien una palabra (que es un percep-
mo «Empirismo Radical». Estas eti- to) o bien una imagen (que es un
quetas comportan aproximadamente el percepto) que funciona en la ex-
mismo significado. Según James, los periencia humana de una manera pre-
errores del EMPIRISMO tradicional dictiva. Muchos han podido quedar
fueron princi palmen te dos: primero, confusos ante estos ejemplos de pen-
que se había prestado demasiada aten- samiento conceptual (<<Mi imagen del
ción a los orígenes de nuestras ideas Memorial Hall cuando me siento en
a partir de la experiencia pasada y mi estudio»), pues sus ejemplos im-
no el suficiente a su función como plican invariablemente el uso de imá-
indicadores de la experiencia futura; genes. Si la psicología de James des-
en segundo lugar, que la concentra- cansa en la sospecha de que hay una
ción en los elementos discretos de la diferencia de tipo entre mentes y cuer-
experiencia había generado una falta pos, también su teoría del conoci-
de atención a la relacionalidad igual- miento descansa en la sospecha de
mente real de aquellos elementos. que hay una diferencia de tipo en-
Para James la esencia del pragma- tre perceptos y conceptos.
tismo reside en que acentúa la rela- James siempre afirmaba ser «realis-
ción que guardan las ideas como ele- ta». Pero no fue demasiado técnico
mentos de la experiencia con expe- en el uso de las palabras, y con esta
riencias futuras que cumplimentan su significaba muchas cosas. En ocasio-
significado. Así el pragmatismo es el nes quería decir que era «testarudo»,
único empirismo genuinamente radical. otras veces que era práctico, otras ve-
James no transformó por comple- ces que estaba de acuerdo con el
to, desde luego, la tradición empiris- sentido común. En su vida posterior,
ta. Pues todo 10 que exige es que sin embargo, en un período descrito
los «ladrillos» de la experiencia de a menudo como esotérico, defendió
HUME no sean la descripción total, una versión técnica del REALISMO en
que la «mezcla» que mantiene uni- filosofía bajo la etiqueta de «Monis-
dos los ladrilIos sea igualmente una mo Neutral».
parte de la experiencia, y sigue sien- De un modo u otro los dos estu-
do el caso que acepta los ladrillos de dios anteriores de James presuponían
Hume. Su filosofía cae dentro de la el realismo incluso en el sentido filo-
tradición de lo que se clasifica gene- sófico técnico. La psicología presupo-
ralmente como «análisis de los datos nía que los arcos reflejos neurales,
JAMES 208

el páncreas y los líquidos de la espina cias son tan importantes como los
dorsal son lo que son y llevan una elementos relacionados.
vida propia independientemente de la Con esto no se niega el hecho
investigación humana y la consciencia de que los prolíficos y en ocasiones
humana de éstos. Similarmente el to- detallados escritos de James no siem-
tal de su filosofía pragmática presu- pre sean consistentes. Pero el grado
ponía que «funcionar» o «llevar con de inconsistencia no debe cegarnos
éxito a la experiencia futura» es algo ante el hecho de que hay temas gene-
que las ideas hacen o no, lo queramos rales y uniformes a lo largo de toda
nosotros o no. El realismo de James la obra. Tras un escrutinio cuidado-
en la última parte de su vida es me- so el pensamiento de James resulta
ramente un intento de hacer explíci- ser más de una pieza de lo que se
tas estas suposiciones continuas de suele adimitir. Más allá de la super-
los primeros períodos. ficie accidentada hay una marcada
Al mismo tiempo, está latente en uniformidad de modelo.
su psicología el negarse a distinguir Entre sus obras más famosas de-
«materia» mental y materia material. bemos mencionar dos que han sido
Si James, como realista, iba a com- ignoradas en el análisis anterior. La
prometerse con una «materia» del primera de ellas es el notable en-
mundo que fuera independiente de sayo The Will to Believe (La Volun-
la investigación humana, no podría tad de Creer), 1897. Hay pocos en-
seguir siendo consecuente con el fun- sayos filosóficos que sean más clara-
cionamiento de la psicología, y, al mis- mente el producto de la experiencia
mo tiempo, clasificarlo como «men- personal de un hombre. James incor-
tal» o como «material». Por tanto, pora aquí a su filosofía una decisión
tomó el toro por los cuernos y llamó que le permitió superar un período
«neutral- a la materia del mundo. Las de aguda melancolía y depresión equi-
mentes deben ser esta materia orga- valente a un decaimiento nervioso. Su
nizada de un modo; los objetos ma- argumento es triple: 1) En la vida
teriales la misma materia organizada intelectual de un hombre hay «op-
de un modo distinto. Ésta es la tesis ciones forzadas». Con esto quiere de-
de sus últimos artículos. cir que hay ciertas cuestiones sobre
Ahora bien, como hemos dicho, su las que uno debe tomar una resolu-
teoría del conocimiento había aceptado ción en pro o en contra de una idea
más que rechazado los «ladrillos» de urgente e importante. No hay térmi-
la versión humeana del análisis de la no medio. Así, uno debe creer que es
experiencia; y James persistía en sus libre o creer que no es libre; uno
pretensiones de empirismo radical. debe creer que Dios existe o creer
Por tanto, no es sorprendente que su que no existe. Según James, en ambos
etiqueta para la «materia», de la cual casos, el intento de estar a ambos la-
está compuesta el mundo, sea la si- dos de la cerca y no comprometerse,
guiente: «fragmentos de experiencia pragmáticamente es el equivalente de
pura». Así James el monista neutral la opción negativa. 2) En casos tales
no es consecuente con James el per- en que la decisión trasciende la evi-
petuo proclamador del pluralismo. Su dencia -es decir, donde la evidencia
monismo consiste en la tesis de que no puede establecer, en un sentido o
sólo hay un tipo de materia en el en el otro, la naturaleza de las co-
sas- el único enfoque verdaderamen-
mundo y que éste no es mental ni te empírico es reconocer la necesidad
material. Su pluralismo persiste hasta de trascender la evidencia. Para man-
el fin en la afirmación de que la ver- tener una actitud empírica consisten-
dadera materia del mundo es «frag- te uno debe buscar como si dijéramos
mentos de experiencia pura». Y, des- la evidencia en la segunda tanda; y
de luego, su afirmación de que las di- esto lo hace examinando los efectos
ferencias entre mente y materia con- sobre la integridad y la capacidad de
sisten en diferencias de organización, la propia vida que siguen tras ele-
es la versión final de su insistencia gir una opción en lugar de otra.
en que las relaciones entre cxpcrien- 3) Pero lo que es más, James ha-
209 JASPERS

ce la asombrosa afirmación de que JASPERS, Karl (1883-1969). Es consi-


en los casos de este tipo el mismo derado generalmente como el princi-
acto de creer tiende a hacer más ver- pal exponente del EXISTENCIALISMO
dadero lo que se cree. Así, si creo se- alemán, junto a HEIDEGGER, aunque
riamente que soy libre actuaré de he- haya repudiado tanto esta etique-
cho como un agente libre; mientras ta como la filosofía de Heidegger. Na-
que si creo seriamente que estoy com- ció en Oldenburg, Alemania, en 1883,
pletamente determinado en todo lo y su carrera profesional invita a la
que hago actuaré de acuerdo con ello. comparación con la de William JA-
La otra obra que debe ser mencio- MES: hizo su doctorado en medicina,
nada es su monumental estudio Tbe publicó una Psicopatología General
Varieties o! Religious Experience (Las en 1913 (sexta edición completamen-
Variedades de la Experiencia Religio- te reescrita, 1953), fue profesor de
sa), 1902, seguramente una obra clá- psicología en la universidad en 1913,
sica perenne, y quizás la primera de publicó una Psicología de las concep-
psicología de la religión. El tema sur- ciones del mundo en 1919, y después
ge de la afirmación de La Voluntad fue catedrático en Heidelberg. En 1932
de Creer de que allí donde la creen- publicó lo que él mismo consideraba
cia trasciende a la evidencia el único su magnum opus filosófico, Filosofía,
enfoque empírico es examinar los en tres volúmenes, de los cuales el se-
efectos de la creencia en la integra- gundo lleva el título Existenzerbellung
ción de las vidas humanas. James (Iluminación de la Existencia).
afirma que la creencia religiosa pue- Su esposa fue judía, por lo que no
de ser «justificada» por su tendencia mantuvo trato con los nazis. Bajo el
a organizar y dar energía a las vidas régimen de Hitler publicó libros sobre
humanas. Por «creencia religiosa» Ja- NIETZSC H E Y DESCARTES, y luego le
mes significaba un compromiso más fue prohibido impartir la enseñanza.
o menos ortodoxo con el elemento di- Después de la segunda guerra mun-
vino o sobrenatural de la realidad. No dial tiene una media de más de un
llegó a prever que los pragmatistas libro al año, en los que se incluye
posteriores y menos ortodoxos pudie- particularmente V on der Wahrheit
ran afirmar que creencias excesiva- (De la Verdad), un tomo de unas
mente naturalistas como el comunis- 1100 páginas, publicado como el vo-
mo y el cientificismo puedan «inte- lumen primero de una Lógica Filosó-
grar» la vida y las acciones de uno fica, un libro sobre Schelling, y un
más eficientemente que las «supra- tomo de unas 1000 páginas que era el
creencias» ortodoxas a las que él se primero de los tres volúmenes sobre
refería. No previó la expansión del Die Grossen Pbilosopben (Los Gran-
sentido de la palabra «religión» has- des Filósofos). Ninguna de las tres
ta incluir cualquier creencia integrado- obras que se acaba de mencionar ha
ra; pero su enfoque psicológico a la sido traducida, aunque sí lo han sido
justificación de la creencia religiosa un torrente de obras menores; por
pavimentó el camino para esa expan- ejemplo, Razón y Existencia, La fe
sión. filosófica (título alemán, Der Philoso-
Cualquiera que sea lo que se pue- pbiscbe Glaube), e Introducción a la
da decir sobre las doctrinas de J a- filosofía (título alemán, Einfübrung in
mes, tanto si uno las aplaude como die Pbilosopbie). La influencia de Jas-
si las deplora, hay una cosa que es pers sobre los filósofos profesionales
admitida de forma casi universal. Es de Alemania ha sido ligera, y sobre
imposible leerle sin aprender a amar los filósofos profesionales del mundo
y admirar al hombre. Incluso allí don- de habla inglesa nula. Pero tiene una
de uno piensa que está completamen- gran audiencia, y algunos teólogos es-
te equivocado se ve forzado a respe- tán interesados por su obra.
tarle. Cada línea que escribió exha- Jaspers representa una protesta ra-
la un espíritu de honestidad intelec- zonada contra los «profesores de fi-
tual sin compromisos. losofía» de las postrimerías del si-
glo XIX. Los dos gigantes del periodo
(J. W. S.) después de HEGEL son, en su opinión,
JENÓFANES 210

KIERKEGAARD Y Nietzsche, pero sus ELEÁTICO por los posteriores histo-


afirmaciones y teorías específicas son riadores griegos a causa del pare-
inmateriales. La «forzada cristiandad» cido superficial de su dios único (que
de Kierkegaard y la «forzada anticris- a juzgar por las conjeturas de ARIS-
tiandad» de Nietzsche están desacredi- TÓTELES era coextensivo con el mun-
tadas: lo que importa es su interés do, aunque la verdad aquí es oscura)
por la existencia humana y la fluidez con el Ser de PARMÉNIDES. También
y elusividad sin igual de su pensa- fueron interesantes algunas de las
miento: «De cualquier posición que ideas físicas de Jenófanes: los cuer-
uno pueda partir desde cualquier fi- pos celestes eran nubes ígneas; todas
nitud, somos arrojados: nos arreba- las cosas eran originalmente fango,
ta el torbellino.» El verdadero filoso- porque los fósiles de criaturas mari-
far sólo puede comenzar después de nas se encuentran en la tierra; el mar
que la razón haya sufrido un naufra- se secará, y después el proceso rever-
gio en su búsqueda. tirá. Otras sugerencias físicas bastan-
La concepción de naufragio (Scbei- te fantásticas fueron quizás parodias
sern) es central: las experiencias del intencionales de los excesos del dog-
fracaso, de la muerte, de la culpabi- matismo milesio. Jenófanes, sin duda,
lidad -Jaspers habla de situaciones estableció saludablemente que la cer-
extremas o límite (Grenzsituatio- teza filosófica positiva queda fuera
nen)- nos confrontan con la inade- del alcance de los hombres -«la opi-
cuación de todas las filosofías y se nión se cierne sobre todas las cosas».
convierten, por citar la caracterización Véanse también los presocráticos.
por Jaspers de su propio Nietzsche, (G. S. K.)
«en una introducción a esa conmo-
ción del pensamiento de la que debe JEVONS, William Stanley (1835-1882),
surgir la Existenzpbilosopbie», nació en Liverpool y fue educado en
La consistente denigración que ha- el Colegio Universitario de Londres.
ce Jaspers de todo contenido plantea Sus primeros estudios fueron sobre
un problema sobre el contenido de química, y después de trabajar duran-
sus propios escritos voluminosos. Es- te algunos años como metalúrgico en
tán en una gran parte rellenos de Australia volvió al Colegio Universi-
paráfrasis sumamente subjetivas de tario para estudiar economía y filo-
las supuestas posturas de otros escri- sofía, que a partir de entonces cons-
tores, seguidas una y otra vez por tituyeron sus principales intereses. En
una apelación (appeflieren es uno de 1863 fue contratado para enseñar lógi-
sus conceptos claves) al lector para ca y economía en el Colegio Owens de
que se interese por su propia existen- Manchester. Volvió a Londres en 1875
cia, en lugar de buscar refugio en posi- como catedrático de su antiguo cole-
ciones acabadas. gio. Sus principales obras de lógica
(W. K.) fueron Lógica Pura (1864), Lecciones
Elementales de Lógica (1870), Princi-
JENÓFANES, poeta y pensador griego pios de la Ciencia (1874) y Estudios
que vivió en Colofon, 570-c. 475 a. C. y Ejercicios de Lógica Deductiva
Habiendo abandonado Jonia de joven, (1880).
viajó por el mundo griego, particular- La Lógica Pura es un estudio de
mente por Sicilia y Occidente, reci- la obra de BOOLE, en la que Jevons
tando sus poemas, que iban desde introducía algunas mejoras notaciona-
canciones para banquetes a especula- les y reformaba el significado del sig-
ciones sobre física. Atacó los dioses no más para la suma lógica convir-
inmorales de Homero y todo el con- tiéndolo en el, ahora generalmente
cepto de antropomorfismo, estable- aceptado, sentido inclusivo de «o»; por
ciendo que había una sola deidad «de ejemplo, si «x» representa la clase de
ningún modo parecida a los hombres las cosas rojas e «y» la clase de las
en el cuerpo ni en el pensamiento», cosas cuadradas, entonces «x + y»
pero que «conmovía todas las cosas representa la clase de aquellas cosas
por el pensamiento de su mente». Je- que son rojas o cuadradas o, a la vez,
nófanes fue tratado como el primer rojas y cuadradas. Un apéndice del
211 JURISPRUDENCIA

libro contiene algunas objeciones teó- forma, que la materia exista dentro
ricas al sistema de Boole que, sin del alma, y que una sustancia orgá-
embargo, no están bien fundamenta- nica simple necesite una pluralidad
das. La obra posterior de Jevons so- de formas. Mantuvo la distinción
bre el álgebra booleana incluía la real entre esencia y existencia en las
construcción de una máquina de cal- cosas finitas, pero a su manera, pues
cular lógica, el llamado piano lógico. parece haber convertido a la existencia
Los Principios de la Ciencia es una en una entidad aparte de la esencia
obra comprehensiva sobre la lógica y no haber apreciado todo lo que To-
de la inducción. Escrita en conscien- más había avanzado desde AVICENA.
te oposición a la explicación de (T. G.)
J. S. MILL de la inducción como algo
dependiente de un proceso de elimina- JURISPRUDENCIA es la palabra usa-
ción, este libro contiene una explica- da para designar un grupo de estudios
ción elaborada del razonamiento in- relacionados vagamente entre sí y cu-
ductivo según la cual las hipótesis ela- yo fin es investigar ciertas cuestiones
boradas por la visión informada del generales sobre la ley que el conoci-
científico son subsecuentemente con- miento de los sistemas legales particu-
firmadas evaluando la evidencia a su lares no basta para responder. Entre
favor de acuerdo con el cálculo de las cuestiones generales de jurispruden-
probabilidades. Le plantea una impor- cia están: ¿Qué es la ley? ¿Puede ha-
tante objeción a MilI al insistir en la ber ley sin coerción? ¿Es la ley inter-
falta de certeza esencial de todas las nacional verdaderamente una ley? ¿En
conclusiones inductivas. Aunque está qué difiere la ley y en qué se rela-
escrito de manera menos atractiva que ciona con la moralidad y con la jus-
el Sistema de la Lógica de Mili, los ticia? ¿Cómo razonan los jueces al
Principios de la Ciencia es un libro decidir los casos particulares? ¿Cómo
que se mantiene mucho más cerca de afectan a la ley las condiciones socia-
los hechos de la práctica científica. les y económicas y cómo son éstas
La visión general de la inducción de afectadas por aquélla? ¿Existen prin-
jevons ha encontrado una formulación cipios por los que se puedan valorar
poderosa y original en la obra del las leyes como buenas o malas?
filósofo de nuestros días, profesor Así la jurisprudencia puede distin-
K. R. POPPER. guirse de los estudios legales ordina-
(D. J. O. C.) rios como disciplina interesada por
promover el entendimiento y la críti-
JUAN DE PARíS oJean Quidort ca razonada de la ley como algo dis-
(c. 1269-1306), fraile dominico y maes- tinto del conocimiento de sus detalles.
tro de París. Pensador valiente y fi- En la prosecución de estos propósitos
lósofo político capaz, defendió las generales se ha inspirado grandemen-
prerrogativas civiles contra el agusti- te en otras disciplinas, especialmente
tiniano Gil de Roma, que enseñaba la filosofía. En ocasiones se hacen dis-
que todo dominio estaba sujeto al tinciones entre Jurisprudencia, Filo-
poder espiritual, y Jaime de Viterbo, sofía de la Ley y Teoría Legal, pero
que enseñaba que la Iglesia era el esto significa poco; es más importan-
reino supremo. Su De Potestate Re- te distinguir entre diferentes tipos de
gia et Papali, basada en ARISTÓTE- investigación como sigue:
LES Y en Tomás de AQUINO, definía
y establecía un balance entre dos con-
juntos de derechos divinamente insti- 1. Investigaciones analíticas
tuidos, y anticipaba la doctrina poste-
rior del control indirecto. También La dilucidación de la expresión
defendió a Tomás de Aquino contra «ley» y de los términos que materiali-
la «Corrección» del franciscano inglés zan conceptos legales fundamentales
Wiliiam de la Mare. Sus Correctorium (por ejemplo, derechos y deberes, per-
Corruptorii y Quodlibet muestran las sonalidad legal, propiedad, fuentes de
disputas filosóficas del período. Nega- la ley) es considerado actualmente, y
ba que la materia pueda existir sin en especial en Inglaterra, como un
JURISPRUDENCIA 212

estudio independiente e importante. las políticas sociales y es independien-


El análisis sistemático de los concep- te de la teoría de la ley natural, aun-
tos legales fue comenzado por BEN- que desde la última guerra sus puntos
THAM en El Fragmento sobre el Go- esenciales han sido reafirmados en
bierno (1776), Los Principios de la Alemania y por los neotomistas de
Moral y de la Legislación (1789) y todas partes.
los Límites de la Jurisprudencia De- El estudio del proceso judicial, es-
finidos (1782), y fue desarrollado por pecialmente en América, estimuló dos
su discípulo John Austín en La Pro- formas de jurisprudencia, la una cons-
vincia de la Jurisprudencia Determi- tructiva, la otra escéptica. Ambas en-
nada (1832) y en Discursos sobre la fatizaban el hecho de que, como todas
Filosofía de la Ley positiva (1863). las reglas legales tienen solamente un
Formas modernas de estudios analíti- núcleo central de significado estable-
cos de la ley han sido desarrolladas cido, cuando los Tribunales aplican
en la «teoría pura» de la ley de Hans reglas generales a los muchos casos
Kelsen, descrita en la Teoría General inciertos, el razonamiento implicado
de la Ley y el Estado y por los juris- no es deductivo (a pesar de las apa-
tas influidos por la filosofía lingüís- riencias), sino que representa una elec-
tica. La jurisprudencia analítica es ción entre valores sociales. Uno de
asociada generalmente (aunque es ló- los movimientos, dirigido por Roscoe
gicamente independiente de él) al «po- Pound (denominado a menudo juris-
sitivismo legal», i. e. la doctrina de prudencia «funcional»), se interesa por
que no hay conexión necesaria, sino determinar los intereses sociales que
solamente histórica entre ley y mora- deben guiar a los Tribunales en el
lidad. área que las reglas legales dejan abier-
ta. El movimiento escéptico origina-
do con O. W. Holmes (El Sendero
Investigaciones críticas y evaluativas de la Ley, 1897) y J. c. Gray (La
Naturaleza de las Fuentes de la Ley,
1902), acentuaba la diversidad de las
Las doctrinas de la Ley Natural influencias no legales sobre decisio-
desarrolladas por los escolásticos (es- nes judiciales latentes por debajo de
pecialmente por Tomás de AQUINO) las formas legales. Los escritores «rea-
a partir de la metafísica aristotélica listas» posteriores recusaron la concep-
y de la teología cristiana, fundaron ción convencional de ley como algo
una tradición duradera en la crítica que consiste en reglas distintas de
de la ley. Su rasgo distintivo es la operaciones de los tribunales más o
insistencia en que 1) hay principios menos predecibles (véase, por ejem-
fijos para la guía de la conducta hu- plo, La Ley y la Mentalidad Moderna
mana que no están hechos por el de .lerome Frank, 1930). Estos des-
hombre, sino que son discernibles por arrollos fueron anticipados por la de-
la razón; 2) estos principios constitu- fensa de la discreción judicial sin tra-
yen una ley natural por la que se bas hecha por los juristas continenta-
debe juzgar toda ley hecha por el les de la escuela de la «ley libre»
hombre. Algunos teóricos mantenían (por ejemplo, Ebrlich, Freie Rechts-
que el no lograr conformarse a la ley [indung, 1903) y también por los es-
natural invalida la ley humana; otros critores escandinavos (especialmente
no veían la ley natural como una Axel Hagestrom, 1868-1939).
prueba de validez natural, sino como
un criterio de crítica.
La crítica de la ley (sobre bases
UTILITARIAS) constituyó un interés 3. Investigaciones sociológicas
primordial para Bentham y Austin, a
pesar de su insistencia en los estu- Bajo este encabezamiento caen di-
dios analíticos y su objeción a las versas teorías generales relativas a la
doctrinas de la Ley Natural. La juris- interconexión de la ley con las fuer-
prudencia crítica de muchos contem- zas económicas y sociales. La doctrina
poráneos se basa en una variedad de MARXISTA de que la ley está determí-
213 JURISPRUDENCIA

nada con las fuerzas econornicas y so- 4. Investigaciones históricas


ciales y está destinada a «marchitar-
se» ha sido desarrollada por los es- La obra de Savigny, La Vocación
critores rusos, por ejemplo, E. S. de Nuestra Era por la Legislación y
Pashukanis, en su Teoría General de la Jurisprudencia, y las dos obras de
la Ley y el Marxismo (1924). La teo- Sir Henry Maine, Ley Antigua (1881)
ría legal soviética oficial ha suprimi- e Historia Antigua de las Institucio-
do el lado anárquico de esta doctrina. nes (1875), generalmente son descri-
Las teorías no marxistas, por ejemplo, tas como jurisprudencia histórica, pe-
Principios Fundamentales de la So- ro no hay ninguna forma simple de
ciología de la Ley, de E. Ehrlich investigación que se pueda distinguir
(1913), insisten en que la ley «for- con este nombre. Savigny pensaba que
mal» que se encuentra en los estatu- la ley que se desarrolla naturalmente
tos tiene una influencia social menos en una sociedad sólo admitía inter-
importante que las normas morales y ferencias de acuerdo con su genio na-
otras no legales (<<la ley viva»). Aun- tural, que podía ser captado mejor en
que a menudo se han anunciado pro- la más temprana de sus formas lega-
gramas generales de «jurisprudencia les. Maine deseaba liberar el entendi-
sociológica», la mejor obra que se ha miento de la ley primitiva de las mo-
hecho consiste en estudios de la rela- dernas preconcepciones relativas a la
ción de instituciones legales especia- naturaleza de la ley, y exhibir esta-
les con condiciones económicas o so- dios característicos del desarrollo le-
ciales específicas, por ejemplo, La gal seguidos por sociedades «progre-
Corporación Moderna y la Propiedad sivas».
Privada, de Berle y Means (1932). (H. L. A. H.)
K

KANT, Immanue1 (1724-1804), hijo de filosofía madura comienza con la Crí-


un talabartero, nacido en Konigsberg. tica de la Razón Pura (1781), y es
Fue educado en un instituto de la conocida mejor con el nombre de fi-
ciudad, y en la Universidad de ésta, losofía crítica. Es ésta una síntesis
donde posteriormente enseñó primero -en tanto que distinta de la mera
como Dozent (profesor adjunto), y combinación- del racionalismo y el
después, y durante muchos años, co- empirismo, cada uno de los cuales,
mo catedrático. De estudiante había en su opinión, daban una explicación
estudiado, aparte de filosofía, mate- unilateral y distorsionada de la estruc-
máticas y física; y durante toda su tura y el contenido del conocimiento
vida conservó el interés por estos te- humano.
mas. Lo que es conocido como la La mejor forma de aproximarse,
teoría Kant-Laplace del origen del sis- aunque no la única, al corazón del
tema solar se basa parcialmente en sistema filosófico de Kant es a través
un primer ensayo cosmológico suyo. de su doble clasificación de los jui-
Externamente su vida fue la vida cios. Según él, todo juicio es (i) ana-
tranquila y sin acontecimientos de un lítico o sintético y (ii) a priori o
universitario soltero, dedicado a su a posteriori. Un juicio es analítico si
obra y a sus pocos amigos. No tenía de su negación resulta un absurdo
ningún gusto particular por la músi- lógico. Por ejemplo, «Un padre es
ca ni por las bellas artes, pero tenía varón», «una cosa verde tiene co-
un gran conocimiento de la literatu- lor», son juicios analíticos, puesto que
ra antigua y moderna. Sentía un in- su negación, a saber «Un padre no es
terés inmenso por los acontecimientos varón», «Una cosa verde no tiene co-
políticos de su tiempo. Simpatizó con lor» es en cada caso lógicamente
las revoluciones americana y francesa. absurda. Su verdad es cIara a partir
Actualmente se reconoce ampliamente del mero análisis de los términos en
que Kant ha sido uno de los más los que son hechos. Un juicio que no
grandes filósofos. es analítico es sintético. Sintéticos son
En su pensamiento influyeron dos todos los juicios sobre cuestiones em-
corrientes principales de la filosofía píricas de hecho, en particular las
europea -el RACIONALISMO, que le que establecen leyes empíricas de la
llegó a través de sus propios profeso- naturaleza tales como «El cobre con-
res, en la forma que le dieran LEIBNIZ duce la electricidad». Estos juicios,
y Wo1ff; y el EMPIRISMO, cuyo impac- sean verdaderos o falsos, pueden cier-
to sintió con más fuerza cuando leyó tamente ser negados sin contradicción.
algunos de los escritos de HUME en Un juicio es a priori si es «indepen-
una traducción alemana. Su propia diente de toda experiencia e incluso
215 KANT
de todas las impresiones de los sen- beres morales a una persona, sino
tidos». Así «El hombre tiene un al- además que uno está justificado para
ma inmortal», que no puede ser ni hacerlos. Kant formula este proble-
confirmado ni falsado por la expe- ma preguntando «¿Cómo son posi-
riencia es -si es significativo a priori. bles los juicios sintéticos a priori?»,
Además, todos los juicios analíticos Ésta es la cuestión central de la filo-
son a priori. Su verdad, y desde lue- sofía crítica. Su respuesta exigía una
go su necesidad lógica, puede ser crítica de todo el conocimiento teó-
hecha evidente sin recurrir al expe- rico y moral, así como un examen de
rimento o a la observación, mediante la pretensión de la metafísica de pro
el mero análisis de sus términos. porcionar conocimiento trascendente,
Si combinamos estas dos clasifica- i. e. conocimiento de lo que trascien-
ciones, y observamos que todos los de toda experiencia posible.
juicios analíticos han de ser también
a priori, vemos que hay tres clases
de juicios, mutuamente excluyentes y 1. LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PuRA
conjuntamente exhaustivos, a saber:
(i) analíticos (y a priori); (ii) sintéti- La tarea de esta primera crítica
cos a posteriori, y (iii) sintéticos a es (i) exhibir qué juicios sintéticos
priori. Aquí vale la pena subrayar a priori entran en la matemática pu-
que Leibniz considera que todos los ra y en la ciencia natural, y mostrar
juicios son analíticos. Esto es, según «cómo son posibles»; y (ii) examinar
él, incluso los juicios empíricos admi- las pretensiones de la METAFÍSICA. Es
tían en teoría que se analizasen sus importante, si distinguimos en la fi-
términos hasta que se viera que su losofía de Kant entre lo que tiene un
conexión es lógicamente necesaria. Se- interés más puramente histórico y 10
gún Hume y sus modernos seguido- que sigue siendo relevante para los
res todos los juicios son analíticos problemas contemporáneos, observar
(y, por tanto, a priori) o sintéticos que Kant estaba convencido de que
a posteriori; no hay ninguno que sea la matemática de su tiempo, la físi-
sintético a priori. ca newtoniana y la lógica aristotélica
Kant está convencido de 10 contra- eran completas en la medida en que
rio. Encuentra juicios sintéticos a su análisis por los métodos de la fi-
priori (i) en las matemáticas y en la losofía crítica conduciría a todas aqueo
ciencia de su tiempo, y (ii) en la mo- llas proposiciones sintéticas a priori
ralidad. Un ejemplo sería el jui- fundamentales de las cuales todas las
cio «Todo evento tiene una causa». demás podían ser deducidas con ma-
Esto puede ser negado sin absurdo yor o menor facilidad mediante el ra-
lógico, y no obstante, en su completa zonamiento ordinario. Los expertos se
generalidad, es algo no confirmable dividen ante la cuestión de hasta dón-
ni falsable por la experiencia sensible. de el desarrollo de la geometría no
(Si no se conoce ninguna causa de euclidiana, la teoría de la relatividad
un evento, siempre podemos seguir y del quantum, y de la nueva lógica
buscándola. Por otro lado, aun cuan- matemática, fuerzan a admitir que
do mantengamos que todos los even- Kant no ha podido llegar a producir
tos conocidos tienen causas, puede un esbozo completo del conocimiento
haber otros que no tengan. La forma a priori.
dominante de la mecánica cuántica, Uno de los supuestos fundamenta-
en el momento actual, logra rechazar les de la filosofía kantiana es que per-
de hecho el principio de causalidad.) cibir y pensar son cosas distintas. Si-
Entonces, la ocurrencia de juicios guiendo la psicología de su tiempo,
sintéticos a priori da lugar a dos ta- les atribuye dos facultades distintas
reas filosóficas, primero exhibirlos cla- de la mente, una al sentido y la
ra y, si es posible, completamente; y otra al entendimiento. Aparte de los
en segundo lugar, no sólo demostrar juicios analíticos -que meramente
que estos juicios son hechos en el dilucidan el significado de sus térmi-
curso de cualquier investigación teó- nos- todo juicio consiste, o parece
rica y siempre que se adscriben de- consistir, en aplicar un concepto a al-
KANT 216

gún particular. La aprehensión de los to de las geometrías no euclidianas


particulares pertenece a la facultad y su afortunado uso en física-
del sentido; la aprehensión de los en que los postulados de la geome-
conceptos y las reglas según las cua- tría euclidiana pueden ser negados
les son aplicados, pertenece al enten- sin absurdo lógico, y en que son in-
dimiento. Con el fin de captar la fun- dependientes de la percepción sensi-
ción y la legitimidad de un juicio sin- ble -que viene a ser lo que Kant
tético a priori es necesario investigar quiere decir con que son sintéticos
sus constituyentes -el tipo de con- y a priori. El carácter sintético
cepto y de particular que hacen que a priori de las proposiciones aritmé-
sea 10 que es. ticas es discutido por muchos arit-
Para empezar con los conceptos, méticos (véase, sin embargo, la sec-
éstos son de tres tipos. Primero, los ción IV), aunque algunas proposicio-
a posteriori que son conceptos abs- nes aritméticas relativas a «la totali-
traídos de la percepción sensible y dad de todos los enteros» han si-
aplicables a ésta (así «verde» es abs- do negadas sin contradicción y son in-
traído de este modo de los datos de dependientes del sentido, ya que no
la percepción y es asimismo aplicado describen percepciones sensibles de
a éstos cuando juzgamos que algo es ningún tipo. Kant mantiene que inclu-
verde); en segundo lugar, los concep- =
so enunciados, tales como «7 + 5 12»
tos a priori que, aunque no son abs- son sintéticos porque la noción de
traídos de la percepción sensible, son, «12» no está «contenida» en la de su-
no obstante, aplicables a ella; y en mar 7 y 5.
tercer lugar, las Ideas. Estas últimas Suponiendo ahora que los axiomas
ni son abstraídas de la percepción sen- y teoremas de todo sistema de mate-
sible ni son aplicables a ella. Aunque mática pura sean juicios sintéticos
la explicación que da Kant de los con- a priori, Kant tiene que preguntar:
ceptos a posteriori no contiene nada ¿Cómo son posibles? ¿Existen quizá
que no sea familiar al empirismo tra- objetos particulares distintos de las
dicional, su explicación de los concep- percepciones sensibles que caracteri-
tos a priori y de las Ideas es comple- zan los conceptos de la aritmética
tamente original, y es distintiva de la y la geometría? La respuesta de Kant
Filosofía Crítica. A medida que avan- es que desde luego sí existen.
cemos se verá cuán importante es esta Según Kant, el espacio y el tiempo
explicación (i) para el entendimiento -en tanto que opuestos a las per-
de la naturaleza de las proposiciones cepciones sensibles que están locali-
sintéticas a priori que se contienen en zadas en éstos- son (1) a priori y
la matemática, la ciencia natural, la (ii) nociones particulares en lugar de
metafísica, la moralidad, el juicio es- generales. En un argumento dirigido
tético y la explicación teleológica; (ii) a mostrar el carácter a priori del es-
para el entendimiento de su preten- pacio y el tiempo recurre a la posi-
sión de ser verdaderas, y (iii) para la bilidad de variar en la imaginación
decisión de si y hasta dónde se puede todos los LSgOS de un objeto per-
mantener que esta pretensión está ceptivo, excepto su estar en el espa-
justificada en cada uno de esos casos. cio y en el tiempo. (El color, forma
1) La filosofía de la matemática o semejanza de un objeto perceptual
de Kant. Al discutir la matemática es sin duda bastante distinto de su
de su tiempo -aritmética, análisis situación espacio-temporal.) Uno de
clásico y geometría euclidiana- Kant sus argumentos para mostrar que el
está intentando ante todo que las espacio y el tiempo son nociones par-
proposiciones que dan cuerpo a sus ticulares y no generales consiste en
axiomas y teoremas sean sintéticas subrayar el hecho de que la «divi-
a priori. No se interesa por los enun- sión» es un proceso bastante distinto
ciados analíticos en el sentido de que en cada caso. El espacio se divide
los axiomas de una teoría matemáti- en subespacios y el tiempo en inter-
ca implican lógicamente sus teore- valos temporales. Por otro lado, la
mas. Generalmente se está bastante división de una noción general se
de acuerdo -desde el descubrimien- efectúa en sus diversas especies (ca-
217 KANT
mo por ejemplo, «animal» se divide causa- era aceptado de manera ge-
en «vertebrado» y «no vertebrado»). neral. Según Kant, el juicio que ex-
Ahora, si el espacio y el tiempo presa este principio es sintético a
son a priori y particulares, Kant puede priori. Además el concepto «x causa
explicar la legitimidad de los juicios Y», que se halla implicado en el
sintéticos a priori de la aritmética y principio general y que es aplicado
la geometría. Los de la aritmética siempre que hacemos un juicio cau-
describen la estructura del tiempo sal particular, es un concepto a prio-
con su repetición de unidades; los de ri. Desde luego no está abstraído de
la geometría describen la estructura ninguna conexión necesaria percibida,
espacio con sus modelos extensos. puesto que todo lo que percibimos
Así se demuestra que los juicios ma- es una sucesión de ocurrencias. Que
temáticos sintéticos a priori son «po- no abstraemos la relación de necesi-
sibles» por el hecho de que al reali- dad causal de la percepción ya había
zarlos uno aplica conceptos a priori sido mostrado por Hume, cuyas opio
(conceptos que aunque no son abs- niones sobre este respecto adopta sus-
traídos de la percepción sensible son tancialmente Kant. No obstante, no
aplicables a ella) a particulares a prio- aplicamos este concepto a la percep-
ri -a saber el espacio y el tiempo. ción. El nombre que Kant adopta
Kant mantiene que cobramos cons- para los conceptos que no son, co-
ciencia de la estructura del espacio y mo los matemáticos, característicos del
el tiempo mediante construccíones espacio y el tiempo, pero que son
que, aunque son análogas al dibujo de aplicables a la percepción es Catego-
diagramas en las pizarras, no consis- rías. El hecho de que sean constitu-
ten en la producción de rayas de yentes de los juicios sintéticos a prio-
tiza u otros objetos físicos. ri hace necesario dar una relación sis-
Kant caracteriza la explicación de temática de ellas.
la legitimidad de los juicios sintéti- Existen ciertas claves con cuya ayu-
cos a priori, como el que acabamos da cree Kant que esto se puede ha-
de describir, de «trascendental» y lla- cer. Primero, tenemos la diferencia
ma a toda su filosofía según esta entre juicios perceptivos subjetivos y
descripción, no sólo «Crítica», sino juicios que son objetivos y empíri-
también «Trascendental». Se interesa cos. Compárese, por ejemplo, los dos
«no tanto por los objetos cuanto por juicios, «Lo que ahora aparece ante
la manera de nuestro conocimiento mí es verde» y «Esto es un objeto
de los objetos, en la medida en que verde». El primer juicio no preten-
éste sea posible a priori». de ser sobre ninguna cosa pública,
2) La filosofía de la ciencia de sobre nada independiente de mi per-
Kant. Mediante el análisis de la cien- cepción, nada que sea percibible por
cia y del conocimiento del sentido otros así como por mí, nada que pue-
común de los hechos, Kant procede da seguir estando ahí incluso si yo
a mostrar que también en estos cam- dejara de existir. El segundo preten-
pos, como en las matemáticas puras, de ser objetivo, referirse a una sus-
se emplean los juicios sintéticos a tancia que existe independientemen-
priori, juicios que es tarea de la Fi- te de mi percepción. Con todo, tan-
losofía Crítica o Trascendental ex- to el juicio perceptivo subjetivo co-
hibir, así como investigar en su legi- mo el objetivo y empírico tienen el
timidad. También aquí nos apremia a mismo contenido perceptivo. Por lo
que reconozcamos nuestra capacidad que, argumenta Kant, al realizar el
de síntesis a priori y a que probemos juicio perceptivo subjetivo el concep-
nuestro derecho a ejercitarla. to, o de manera más precisa la Ca-
Todos nosotros hacemos juicios tegoría, la «sustancia» no está siendo
afirmando que este o aquel evento aplicada. Al realizar el juicio empíri-
particular causó que ocurriera cual- co objetivo sí lo está. Esto lleva a
quier otra cosa. Además, antes del la conclusión de que si comparamos
advenimiento de la mecánica cuánti- los juicios empíricos objetivos con los
ca, el principio general de la causa- perceptivos subjetivos que tienen el
lidad -que todo evento tiene una mismo contenido perceptivo, y si por
KANT 218

así decirlo, restamos los últimos de dad-Imposibilidad, Existencia-No exis-


los primeros, lo que quedaría es una tencia, Necesidad-Contingencia. No
o más Categorías. sería provechoso entrar en más deta-
Una segunda clave no sólo se re- lles de las derivaciones de estas Ca-
fiere al descubrimiento de las Cate- tegorías. El principio es el mismo
gorías, sino también al criterio para que ilustrara más arriba el caso de
cuando las hayamos descubierto to- la «causalidad». Primero, el conteni-
das. Esta clave es la diferencia entre do perceptivo común a un juicio
la materia de los juicios empíricos y empírico objetivo y al correspondien-
objetivos y su forma. La materia de te juicio perceptivo es separado de
un juicio tal siempre es expresada su diferente estructura o forma lógi-
por sus conceptos a posteriori. La ca. La forma lógica del juicio empí-
forma puede ser expresada por el rico objetivo es identificada entonces,
hecho de que el juicio tiene una es- de manera más o menos obvia, con
tructura determinada. Así, el juicio una Categoría.
«Si luce el sol, la piedra se pondrá Los juicios sintéticos a priori con-
más caliente» tiene la forma si-enton- sisten en aplicar las Categorías a los
ces, y tiene la estructura de un juicio datos presentes a los sentidos en el
hipotético: y esto, según Kant, ex- espacio y en el tiempo, i. e., a la mul-
presa el hecho de que al construir el tiplicidad perceptiva. Como las Cate-
juicio estamos aplicando la Categoría gorías no son abstraídas de la multi-
«x causa y». Al considerar por un la- plicidad que nos es así dada, su apli-
do la diferencia entre juicios percep- cación a aquélla no es la mera decla-
tivos subjetivos y empíricos objetivos ración de lo que se encuentra en la
del mismo contenido perceptivo, y percepción. (¿Cómo podríamos decla-
por el otro la diferencia entre la ma- rar que hemos encontrado, por ejem-
teria y la forma de los objetivos em- plo, la necesidad causal en la percep-
píricos, Kant piensa que podemos ver ción, cuando todo lo que hemos per-
que la forma o estructura de los jui- cibido es una regularidad de secuen-
cios empíricos objetivos incorpora las cia entre eventos?) La perspectiva
Categorías. real o supuesta de Kant sobre la natu-
Si, entonces, se va registrando sin raleza de la aplicación de las catego-
excepción toda forma de juicio -to- rías a la multiplicidad de la percep-
das las variedades de la estructura ló- ción es uno de los puntos centrales
gica que se encuentran en los jui- de su Filosofía Crítica. Él mismo la
cios-, llegaremos con eso a una lista comparó con la idea revolucionaria de
completa de las Categorías. Ahora Copérnico que «hizo que el observa-
bien, Kant mantuvo que la lógica tra- dor girara alrededor (del sol) y man-
dicional (ligeramente modificada por tuvo quietas las estrellas». La apli-
él) contenía una lista de todas las cación de las Categorías a la multipli-
formas lógicas de juicio posibles; y, cidad de la percepción, y desde lue-
que por tanto, contenía, implícita- go su escueta aplicabilidad, es lo que
mente, todas las categorías. La ma- constituye la multiplicidad subjetiva
yoría de los expertos están de acuer- de las apariencias de otro modo des-
do en que Kant sobreestimaba la com- conectadas del espacio y el tiempo
pletud de la lógica tradicional a este en la realidad objetiva (o intersubje-
respecto. Aquí no intentaremos nada tiva), en la que discernimos los ob-
más que exponer meramente las Ca- jetos físicos como la fuente de per-
tegorías tal y como Kant las clasifi- cepción sistemáticamente conectada,
có. Son: (i) Las Categorías de canti- como sustancias capaces de relaciones
dad, a saber, Unidad, Pluralidad, to- causales y de interacción con otras
talidad; (ii) las Categorías de cuali- sustancias.
dad, a saber, Realidad, Negación, Li- Ser un objeto -en tanto que
mitación; (iii) las Categorías de rela- opuesto a la mera impresión subjeti-
ción, a saber, Sustancia y Accidente, va- para Kant es, de este modo,
Causalidad y Dependencia, Comuni- ser el portador de las Categorías.
dad o Interacción; (iv) las Catego- Las Categorías no son abstraídas de
rías de la moralidad, a saber, Posibili- la multiplicidad de la percepción si-
219 KANT
no que son impuestas, como si dijé- rías de cualidad corresponde el prin-
ramos, a ésta por el sujeto. La rea- cipio «en todas las apariencias lo real
lidad de los objetos intersubjetivos que es un objeto de la sensación tie-
es debida al sujeto pensante -sien- ne una magnitud de intensidad, esto
do el pensamiento la conexión de la es grado», (iii) el principio que co-
multiplicidad por medio de las Ca- rresponde a las Categorías de rela-
tegorías. Éstan son las frases que uti- ción, es que «la experiencia objetí-
liza Kant al intentar dar una indica- va sólo es posible mediante la pre-
ción preliminar de la función de las sentación de una conexión necesaria
Categorías. Aquí nos debemos con- de percepciones». (Este último prin-
tentar con esta indicación sin seguirle cipio es expresado más concretamente
en los extensos detalles de su com- en las tres proposiciones sintéticas
pleta explicación. a priori que son presupuestas en la
Sin embargo, conviene introducir física neuwtoniana; el principio de
una precisión. Kant distingue marcada- la conservación de la sustancia: «To-
mente entre el Yo puro que impone do cambio (sucesión) de las aparien-
las Categorías y el Yo empírico. To- cias sólo es una alteración de la sus-
da la auto-consciencia empírica ya pre- tancia»; el principio de causalidad:
supone en sí misma la aplicación de «Todas las alteraciones ocurren de
las categorías. El sujeto empírico que acuerdo con la ley de conexión de
aprehende sus propios estados, y que causa y efecto», y el principio de in-
de este modo es consciente de sí mis- teracción: «Todas las sustancias en la
mo, no es el mismo sujeto que «im- medida en que son aprehendidas co-
pone» las Categorías. No hay auto- existiendo en el espacio están en una
consciencia del yo puro. interacción total»). (iv). A las Ca-
Una vez entendemos que las Cate- tegorías de moralidad corresponden
gorías, al ser aplicadas a la multipli- tres principios de los que se mantiene
cidad perceptiva, constituyen los ob- que explican la posibilidad, la reali-
jetos, estamos en el camino de en- dad y la necesidad como caracteriza-
tender aquellos juicios sintéticos a doras de nuestros juicios sobre el
priori que no son matemáticos. Kant mundo objetivo.
los concibe como los principios de Habiendo descubierto los principios
acuerdo con los que las Categorías sintéticos a priori en su pretendida
son aplicadas a la multiplicidad de completud, Kant puede adentrarse en
la percepción. Expresan las condicio- la cuestión de su justificación -y esto
nes en las que es posible la experien- en la que quizá sea la parte más difí-
cia objetiva ---en tanto que opuesta cil de la Filosofía Trascendental, la lla-
al mero ser consciente de las aparien- mada «Deducción Trascendental de
cias inconexas. Son los presupuestos las Categorías». Su punto central es
de nuestra aprehensión de los objetos éste: La aplicación de las Categorías
del sentido común y de la ciencia. Las a los objetos -de acuerdo con los
condiciones de aplicación de las Ca- principios- es legítima porque ser
tegorías, expresadas por los juicios objeto no es nada más que ser capaz
sintéticos a priori no matemáticos, se- de ser caracterizado por las Catego-
gún Kant están conectadas al hecho rías. Que al pensar en cuestiones de
de que los objetos y las percepciones hecho empleamos Categorías y que su
están todos localizados en el tiempo. aplicación constituye la realidad obje-
Son condiciones temporales. Esto es tiva, parece ser la contribución más
más obvio en el caso de algunos prin- importante de Kant a la teoría del
cipios sintéticos a priori que en otros. conocimiento y a la filosofía de la
Tampoco aquí podemos entrar en de- ciencia -piense uno lo que piense
talles de cómo se obtiene la lista su- de su pretensión de haber descubier-
puestamente completa de estos prin- to por completo los presupuestos de
cipios, y debemos contentarnos con todo conocimiento objetivo y cientí-
una enumeración; (i) a las Catego- fico.
rías de cantidad corresponde el prin- 3) Las opiniones metafísicas de
cipio «todas las percepciones son mag- Kant. El análisis de las matemáticas
nitudes extensas», (ii) a las Catego- y el conocimiento teórico da como
KANT 220
resultado la tesis de que todo cono- zón proporciona el objeto espúreo de
cimiento teórico consiste en «catego- una disciplina metafísica espúrea; la
rizar» -ordenar mediante las catego- primera, el objeto de la psicología es-
rías- el material perceptivo localiza- peculativa (que contiene el conoci-
do en el espacio y el tiempo. Así el miento supuestamente a priori del al-
conocimiento es a la vez perceptivo ma); la segunda, el de la cosmología
y conceptual -el producto conjunto especulativa (que contiene conocimien-
de percibir y pensar. Lo que no pue- to supuestamente a priori del mun-
de ser percibido sólo podemos pensar- do); la tercera, el de la teología es-
lo; no podemos conocerlo. Podemos peculativa (que contiene el conoci-
pensar, y desde luego debemos hacerlo, miento supuestamente a priori de
que existe algo aparte del espacio, el Dios).
tiempo y las Categorías, una «cosa Según Kant, todo el conocimrento
en sí». La doctrina de Kant de la metafísico de cuestiones de hecho
existencia de una cosa en sí mera- es expresado en o es deducible de
mente pensable pero no perceptible los principios sintéticos a priori. Si
(un «intelligibile» o «noumeno») es (i) las Categorías son tomadas como ca-
llamada por él idealismo «trascenden- racterizadoras de las cosas en sí; o si
tal» en tanto que opuesto al idealis- (m las Ideas son tomadas como ca-
mo «trascendente» que afirmaría el racterizadoras de algo que es dado
conocimiento de ella. Cualquier inten- en la experiencia. la metafísica se
to de aplicar las Categorías a las co- vuelve espúrea. El uso equivocado de
sas en sí da como resultado la ilu- las Categorías y de las Ideas lleva, co-
sión y la confusión. mo Kant intenta mostrar, a falacias
Otra fuente de ilusión es el uso obstinadas. Éstas sólo pueden ser re-
inadecuado de las Ideas de la Razón. conocidas y resueltas cuando se en-
Del mismo modo que Kant derivaba tiende la naturaleza y función de las
las Categorías --conceptos no abs- Ideas y de las Categorías. Entre es-
traídos de la experiencia pero aplica- tas falacias se dedica un interés espe-
bles a ésta- de las formas posibles cial a las supuestas pruebas de la
de juicio, deriva las Ideas -concep- existencia de Dios, en particular al
tos ni abstraídos de ni aplicables a la argumento ontológico. Según éste, po-
experiencia- de las formas posibles demos deducir la existencia de Dios
de la inferencia lógica. Al hacer esto del hecho de que podemos concebir
vuelve a aceptar que la lógica tradi- (pensar) la noción de un ser per-
cional es, mirada en conjunto, como fecto: Debe existir un ser perfecto
pleta. El principio rector es éste: Siem- puesto que la falta de existencia se-
pre podemos seguir pidiendo que las ría una imperfección. La réplica de
premisas de nuestras inferencias se de- Kant es que la existencia no es un
duzcan de premisas superiores, y esto predicado.
sin límite. (Siempre podemos seguir Otras falacias son las llamadas anti-
pidiendo las «condiciones de las con- nomias. De éstas la más importante
diciones, de las condiciones... de la para el sistema de Kant en conjunto
verdad de cualquier enunciado».) es la antinomia entre (i) la libertad
Cuando asumimos que esta serie po- de la voluntad (donde la voluntad es
tencialmente infinita es dada en acto considerada como causante de aque-
en su totalidad se forma una Idea. llas acciones de un sujeto moralmen-
Kant reconoce tres tipos de inferen- te responsable de las que éste es res-
cia deductiva, dando cada uno paso a ponsable) y (H) el principio de la
una secuencia de premisas potencial- causalidad natural que se aplica a to-
mente infinita; y, por tanto, a tres dos los fenómenos (y que está entre
Ideas, a saber: a) de la unidad ab- las condiciones de la realidad objeti-
soluta del sujeto-pensante; b) de la va). Aquí Kant distingue entre la
unidad absoluta de la secuencia de Idea de la libertad moral que no tie-
las condiciones de la apariencia; ne ninguna aplicación a los fenóme-
e) de la absoluta unidad de los ob- nos y la Categoría de causalidad que
jetos del pensamiento en general. sí la tiene. Nuestra experiencia de la
Cada una de estas Ideas de Ra- obligación moral implica lógicamente
221 KANT
la Idea de la libertad moral. Ésta dad o no de la accion de un agente,
es una noción que podemos y debe- intenta mostrar Kant, no es una cua-
mos pensar; pero que no podemos lidad de su conducta; ni tampoco es
conocer. No podemos pensarla y una cualidad de cualquier deseo que
aprehenderla perceptivamente. La Idea tenga de producir algún estado de
de la libertad no fenoménica que cosas. Estas cualidades no implican
debemos suponer si el hombre es un que la persona esté haciendo lo que
ser moral es totalmente compatible debe en nombre del deber. Para sa-
con la Categoría de causalidad, cuya ber tal, debemos conocer lo que
aplicación a los fenómenos es una Kant llama su máxima. La máxima
condición del conocimiento de las de .un agente es la regla general que
cuestiones de hecho. Volveremos sobre éste formularía para justificar su ac-
esto en la sección II. ción (hice lo que hice porque cuales-
Mientras que la aplicación de las quiera condiciones se obtuvieran uno
Categorías a los fenómenos tiene una debería hacer este tipo de acción).
función constitutiva -los constituye Kant argumenta ahora que la má-
en objeto-s- las Ideas no tienen, co- xima de una persona es moral si se
mo hemos visto, ninguna función de conforma a la ley moral -dado que
ese tipo. Tienen, sin embargo, una haya una ley moral. La ley que él
función «regulativa». «Dirigen el en- deriva del análisis de la experiencia
tendimiento a un cierto fin... que moral es puramente formal. Es el fa-
sirve al propósito de dar la mayor moso imperativo categórico: la má-
unidad y la mayor amplitud al mis- xima de mi acción -y por tanto, la
mo tiempo». Las Ideas, lo hemos vis- acción realizada de acuerdo con ella-
to, tienen sus raíces por un lado en es moral si y sólo si yo puedo que-
la exigencia de que debemos buscar rer que se convierta en una ley uni-
las condiciones de cualquier juicio versal. Con esta prueba formal las
verdadero; por el otro, en el supues- máximas son divididas en morales y
to de que la totalidad de estas con- no morales, exactamente del mismo
diciones que forman una secuencia modo que los silogismos son dividi-
potencialmente infinita, sea dada en dos en válidos e inválidos mediante
acto. Este supuesto, a diferencia de pruebas puramente formales. Las má-
la exigencia, es la fuente de un co- ximas son el material que es proba-
nocimiento pretendido. Pero la exi- do por la prueba formal. No pode-
gencia confiere, desde luego, una uní- mos adentrarnos en la exposición de
dad mayor a nuestro juicio; puesto Kant de cómo funciona la ley moral
que al seguirla le conectamos siste- en el pensamiento y en la acción. Ni
máticamente esas condiciones median- tampoco podemos considerar sus de-
te relaciones deductivas. mostraciones de que la ley moral pue-
da expresarse de formas alternativas,
aunque equivalentes. La más llamati-
II. LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁC- va de sus formulaciones alternativas
TICA del imperativo categórico es ésta:
«Actúa de tal modo que trates a la
Esta parte de la filosofía crítica se humanidad en tu propia persona y
interesa por los principios sintéticos en la persona de todos los demás,
a priori que subyacen al conocimien- nunca como un medio sólo, sino siem-
to que tenemos de qué deba ser el pre como un fin.» Nadie que viva
caso, en particular el conocimiento en la tradición europea puede encon-
de qué debemos hacer. Intenta exhi- trar nada de oscuro o de demasiado
bir estos principios y demostrar su técnico en esta formulación.
legitimidad. Por nuestra experiencia del conflic-
La ley moral -por la que somos to entre deber y deseo nos vemos
capacitados para decidir si una ac- comprometidos con el imperativo ca-
ción es obligatoria o no-- es halla- tegórico. ¿Es entonces objetivo este
da por el análisis de la experien- compromiso -no sólo en el sentido
cia moral del hombre y del lenguaje de ser verdadero para con nuestra
en el que éste la formula. La morali- experiencia moral, sino en el de ser
KANT 222
posible en un mundo que está bajo para nuestras explicaciones de los fe-
la ley de la causalidad? Kant res- nómenos naturales y (ii) de nuestra
ponde que el compromiso es objeti- aprehensión de la belleza. Las nocio-
vo en su sentido completo. La Idea nes clave que investiga esta tercera
de libertad, que puede ser pensada Crítica son intención o propósito e
pero no conocida, no sólo es exigida intencionalidad (esta última en el sen-
por nuestro sentido del deber. Como tido de una armonía que podríamos
hemos observado anteriormente, es aprehender sin reconocer ninguna in-
compatible con la regla del principio tención específica).
de causalidad del mundo fenoménico. La noción de intención se halla im-
El hombre qua ser fenoménico es de- plicada en cualquier explicación cien-
terminado causalmente, pero qua ser tífica. Siempre, tal explicación se ba-
no fenoménico o nouménico es libre. sa en el supuesto implícito de que
No puede conocer lo que su libertad las leyes empíricas especiales que des-
sea. No obstante, sabe que es libre. cubrimos son algo más que una con-
La consistencia de la libertad moral junción meramente inconexa, un mon-
con el orden causal de la naturaleza tón de generalizaciones sin relacionar.
puede ser probada. Pero la naturaleza Buscamos una unidad sistemática de-
de la libertad moral debe seguir sien- terminada. Esto implica que pueden
do un misterio. ser consideradas «como si un enten-
De la explicación que antecede dimiento (aunque no el nuestro) las
queda claro que según Kant la mo- hubiera dado a nuestras facultades cog-
ralidad «no necesita ni la idea de nitivas, con el fin de posibilitar un
otro ser que esté por encima del sistema de experiencia de acuerdo
hombre para que el hombre reconoz- con las leyes de la naturaleza». Este
ca su deber ni necesita otro motivo supuesto tal como queda enfatizado
aparte de la ley de que debe cum- por las palabras como sí, no es un
plir con su deber ... » Inevitablemente, enunciado de hechos. Es un principio
sin embargo, la moralidad da lugar subjetivo y metodológico.
al supuesto de que la virtud guarda Aparte del supuesto general de una
alguna conexión con la felicidad, de armonía entre nuestro entendimiento
que las dos están adecuadamente co- y la naturaleza que intentamos enten-
rrelacionadas, lo cual sugiere así la der, Kant considera los campos par-
Idea de un poder que asegure esta ticulares de la investigación, y las ex-
correlación. Pero la conexión entre plicaciones teleológicas que en oca-
religión y moralidad no es lógica. Se siones se usan en éstos. Tienen su
basa en un acto de fe que explica la uso como abridoras del camino para
consistencia -de otro modo miste- las explicaciones causales, o como
riosa- entre la libertad moral y la cumplimentadoras de vacíos causales
naturaleza causalmente determinada. temporales -quizá incluso perrnanen-
Haber dejado espacio para este acto tes. La noción de intenciones o pro-
de fe en la existencia de Dios es, pósitos de la Naturaleza es una Idea
según Kant, un logro mayor que ha- metodológicamente útil es indispcnsa-
ber proporcionado pruebas falaces de ble; pero en cuanto Idea no tiene,
éste. a diferencia de las Categorías, ningu-
na aplicación objetiva.
De las explicaciones teleológicas
IlI. LA CRÍTICA DEL JUICIO Kant argumenta que fomentan el su-
puesto de que «el universo tiene su
En las dos primeras Críticas, Kant fuente en un ser inteligente... que
ha intentado descubrir y justificar los existe fuera del mundo». Pero ni si-
principios que están presupuestos en quiera la teleología más completa
nuestros juicios objetivos referentes equivale a una prueba de la existen-
a qué es el caso, y a qué debe ser cia de Dios, puesto que los princi-
el caso. En la Crítica del Juicio se pios teleológicos son expresiones me-
interesa por descubrir los principios ramente subjetivas de que «nuestras
subjetivos que están en la raíz (i) facultades cognitivas son lo que son».
de nuestra búsqueda de un sistema Hemos visto que Kant admite la
223 KIERKEGAARD

intencionalidad sin intención. De he- lumen Einstein en la Library of Li-


cho define la belleza como «la forma ving Pbilosopbers, Chicago, 1949). Su
de la intencionalidad en tanto en opinión sobre la función de las Ideas
cuanto es percibida aparte de la pre- influyó sobre C. S. PEIRCE y otros
sentación de una intención». La uni- pragmatistas, tales como Vaihinger.
dad de la experiencia estética se de- Las demostraciones de Kant de las
be a una interacción indefinida de las antinomias que surgen cuando se con-
facultades de la percepción y la ima- sidera que las Ideas caracterizan la
ginación por un lado y del entendi- realidad objetiva son una de las fuen-
miento por el otro. Una experiencia tes de la doctrina hegeliana de que
estética exige, como si dijéramos, la la realidad es auto-contradictoria y
aplicación de conceptos por el enten- de que las contradicciones se resuel-
dimiento, pero desborda toda carac- ven mediante una reconstrucción dia-
terización conceptual. léctica de «la Idea».
Cualquier juicio estético, aparte de La influencia de las opiniones an-
adscribir intencionalidad a lo que se tinaturalistas de Kant ha sido muy
juzga que es bello, afirma además grande entre los intuicionistas éticos
que el objeto bello esté conectado ne- posteriores; y su distinción entre ra-
cesariamente con un sentimiento de zón pura y razón práctica es amplia-
placer, que qua bello no es un obje- mente aceptada por los filósofos mo-
to de interés y que gusta universal- rales de muchas escuelas.
mente. Esta universalidad de los jui- La filosofía crítica, en especial la
cios estéticos es completamente dis- Crítica del Juicio ejerció una influen-
tinta de la universalidad (objetiva) cia considerable en el auge de la fi-
de los juicios sintéticos a priori. Tie- losofía idealista alemana, en particu-
ne una fundamentación meramente lar la de FICHTE y sus seguidores,
subjetiva en nuestras facultades cog- quienes, a diferencia de Kant, con-
nitivas. En este sentido los juicios sideraban que el yo no sólo aprehen-
estéticos están en pie de igualdad con día sino que también creaba de algún
la explicación teleológica. modo el mundo.
La Crítica del Juicio de Kant de (S. K.)
ningún modo tenía la intención de
superar a las otras dos Críticas. So- KIERKEGAARD, Sorcn Aabye (1813-
lamente si se mantuviese que trató 55), filósofo danés, hombre de letras
«intención» e «intencionalidad» como y teólogo. Algunos disputarían su de-
Categorías constitutivas de una reali- recho al título de «filósofo», pero su
dad objetiva podría defenderse tal in- principal obra filosófica -Apostilla
terpretación. Pero él, claramente, tra- concluyente no científica, escrita en
tó a estas nociones como ideas. 1846, cuando su autor tenía treinta
v tres años, sigue siendo una contri-
bución de gran importancia a la teo-
IV. LA INFLUENCIA DE KANT ría del conocimiento. Si bien exige
ser leída teniendo en cuenta la hosti-
Con respecto a la matemática, la lidad de su autor al degenerado esco-
opinión de Kant de que consiste en lasticismo HEGELIANO de la filosofía
proposiciones sintéticas a priori que danesa de sus días, también invita a
describen la estructura del espacio y una comparación fascinante, en su
del tiempo y las construcciones en práctica del método de indirección,
ellos ha sido adoptada en gran me- en su intento de decir lo indecible,
dida, por un lado, por Hilbert y la con las Investigaciones Filosóficas de
escuela formalista, y, por otro, por WITTGENSTEIN.
Brouwer y los intuicionistas, Ade- Aunque Kierkegaard murió a los
más, Hilbert trata lo infinito real co- cuarenta y un años su producción fue
mo una idea kantiana. Con respecto voluminosa; y los campos que toca-
a su filosofía de la ciencia, ha sido ra son de extensión tan amplia como
mantenida en vida por los antifeno- los explorados por Hegel, con cuya
menalistas, y ha sido adoptada en lo Fenomenología del Espíritu y prime-
sustancial por Einstein (véase el va- ros escritos de juventud teológicos
KIERKEGAARD 224

sus primeras obras invitan a la com- su salto del seudónimo a la contro-


paración. Si su hostilidad religiosa- versia o a la homilía directas, impi-
mente definida a la identificación de dieron en gran medida que hubiera
Hegel de 10 real con 10 racional le algo más que una familiaridad de pa-
marca históricamente como un críti- sada con su obra. Pero el lector de
co de la síntesis filosófica suprema sus primeros escritos habrá ampliado
del romanticismo, sus primeras explo- al menos su sentido del campo por el
raciones de, por ejemplo, la estética que se interesa el filósofo moral; el
en tanto que contrastada con el modo estudiante de su Apostilla y de los
ético de vida, le revelan como el Fragmentos Filosóficos que preceden
heredero del pensador alemán a cu- a aquélla encontrará aportaciones en
yos seguidores criticara él tan dura- teoría del conocimiento de una evo-
mente. cativa sutileza comparable con la
Ningún otro autor requiere tanto de Wittgenstein o la de WISDOM;
como Kierkegaard la lectura directa y en ensayos, tales como La diferen-
de sus escritos mejor que el trata- cia entre un genio y un apóstol, y en
miento o exposición de los mismos. discursos, tales como los de Aprendi-
No hay duda de que su personalidad zaie de la cristiandad, el filósofo de
repele a muchos; su cualidad patoló- la religión encontrará una contribu-
gica se manifiesta en su controverti- ción a la exposición fenomenológica
do comportamiento, así como en el del carácter de la fe distintivamente
trato que le daba a su novia, Regina cristiana de una importancia y una
Olsen. Además, sus continuamente perspicacia duraderas.
cambiantes métodos de escritura, con (D.M. M.)
L

LEIBNIZ, Gottfried Wilhelm (1646- tró su máquina de calcular ante la


1716), filósofo alemán, hijo de un Sociedad Real, que lo eligió al punto
catedrático de Filosofía Moral de la como miembro. En 1676 murió el
Universidad de Leipzig. Su padre mu- arzobispo de Mainz, y a falta de un
rió cuando Leibniz tenía seis años. trabajo más adecuado a sus gustos
A la edad de quince, Leibniz entró y capacidad, Leibniz se hizo Bibliote-
en la Universidad, graduándose en cario del duque de Brunswick en Ha-
1663 con una tesis titulada Disputa- nover. Camino de Hanover, Leibniz
tia Metaphysica de Principio Indioi- pasó un mes en Amsterdam, donde
dui. Esta obra contenía en embrión leyó de ESPINOSA todo lo que pudo
muchas de las ideas de sus escritos lograr que éste le dejara. Finalmente,
posteriores. De 1663 a 1666 estudió le fue permitido conocer a Espinosa
Jurisprudencia en Jena y publicó un y discutió con él aquellas partes de sus
artículo sobre educación legal. Este ar- escritos que le había permitido leer.
tículo atrajo el interés del arzobis- Éste fue el último contacto personal
po de Mainz que en adelante lo to- que tuvo con sus colegas filosóficos.
mó a su servicio. Leibniz participó Desde aquel momento hasta su muerte
entusiasmado en los planes del arzo- estuvo en Hanover, viajando al extran-
bispo para preservar la paz dentro jero sólo en relación con su trabajo so-
del Imperio y entre Alemania y sus bre una historia de la Casa de Brun-
vecinas. Esto llevó a Leibniz a una swick. Tenía que contentarse con el in-
búsqueda de una fundamentación ra- tercambio de cartas y artículos sobre
cional de la religión cristiana, acep- problemas filosóficos con filósofos y
table para los protestantes y católicos matemáticos. En su correspondencia
por igual, que proporcionara una ba- con Clarke, atacó el tiempo y el
se sólida para la tolerancia religiosa espacio absolutos del sistema newto-
activa. Enviado a París en una mi- niano, oponiendo a éste su propio sis-
sión para Luis XIV, Leibniz no lo- tema de mónadas y espacio y tiempo
gró ver al rey, pero en una estancia relativos que explicaba con más de-
de cuatro años, trabó conocimiento talle en el Discurso sobre Metafísica
con MALEBRANC H E, Arnauld, Huy- y en la Monadología. En su corres-
ghens y Tschirnhausen. También in- pondencia con Arnaud, defendió su
ventó una máquina de calcular que su- teoría de la individualidad y la li-
ponía una mejora sobre la de PAS- bertad humana y divina, a la que
CAL en que podía extraer raíces, mul- Arnaud había hecho objeciones al leer
tiplicar y dividir tan bien como sumar un resumen del Discurso. En sus úl-
y restar. En 1663, visitó Londres, co- timos años, Leibniz se vio envuelto
noció a Boyle y Oldenburg y demos- en una controversia con los amigos

15
LEIBNIZ 226
de Newton sobre la autoría del era «probado» en todas estas discipli-
Cálculo Infinitesimal. No hay duda nas, así como en la teoría religiosa
de que tanto Leibniz como Newton y moral.
estuvieron trabajando el Cálculo en La explicación de Leibniz de la sus-
el mismo período. También parece tancia como algo esencialmente acti-
claro que no es nada inverosímil que vo, surgió de su insatisfacción con la
sus descubrimientos fuesen simultá- sustancia extensa de la «filosofía nue-
neos e independientes. Muchos otros va» y su igual insatisfacción con los
matemáticos estaban trabajando en átomos y el vacío, y con el espacio
ideas relacionadas con éstas en aquel absoluto el tiempo y la materia de
tiempo. Además, no hay duda de que la mecánica newtoniana. Sus obje-
la notación de Leibniz era más conve- ciones a todos estos conceptos fueron
niente que la de Newton; de hecho a la vez científicas y metafísicas. Mos-
todavía se usa. Leibniz fue similar- tró que la formulación de DESCAR-
mente desafortunado en la obtención TES de las leyes del movimiento era
de reconocimiento de su trabajo ori- científicamente defectuosa, y la vi-
ginal en lógica. En nuestros días, es sión del mundo espacio-temporal co-
enormemente valorado por su trabajo nectada con ella, con su visión del mo-
original en lógica simbólica, pero esto vimiento como algo que se imparte mi-
no fue conocido hasta este siglo. Sus lagrosamente a la materia esencial-
descubrimientos tuvieron que ser re- mente inerte, era metafísicamente in-
unidos de nuevo mientras que su obra satisfactoria. Describió los «átomos de
yacía enterrada en masas de manus- la materia» como contrarios a la ra-
critos en la bibliotecva real de Ha- zón, ya que la «partícula más pe-
nover. Leibniz acabó su vida en un queña de la materia» es un absurdo.
estado similar de negligencia. Jorge 1 Si ésta es extensa, entonces es más
había rehusado permitirle ir a In- divisible; si no lo es, no es la «más
glaterra, diciéndole que atendiera a pequeña», de hecho, ni es una par-
sus deberes como Bibliotecario, y tícula de materia. Además, las leyes
cuando Leibniz murió en 1716 ni un del movimiento exigen que los elemen-
solo miembro de la corte de Hano- tos implicados sean portadores de
ver siguió su cuerpo hasta la sepul- energía. Ningún ser extenso puede
tura. La Academia de Berlín, de la ser activo, ni puede ser una unidad
cual Leibniz fue fundador y primer verdadera. El único elemento posible
presidente, ignoró su muerte como lo debe ser una «sustancia simple, sin
hizo la Sociedad Real de Londres. La partes». A esta sustancia simple Leib-
estudiada negligencia de 1716 ha da- niz la llamó mónada.
do lugar a la dmiración del siglo xx Como la mónada no tiene partes,
hacia un hombre de originalidad y es indestructible excepto por aniqui-
perspicacia, con gran capacidad para lación y puede empezar a existir sólo
la elaboración detallada de ideas gran- por creación. No puede producir nin-
des y nuevas. gún efecto sobre otra mónada, por
Leibniz fue un matemático y cien- lo que no hay interacción causal.
tífico de primera clase, y comparte (<<La mónada no tiene vcntanas»).
con Newton el honor de haber des- Como no es extensa no está ni en el
cubierto el cálculo infinitesimal y de espacio ni en el tiempo, y no es ma-
haber contribuido a la mecánica con terial. Más aún, como lo único esen-
el concepto de energía cinética. Fue cial de una mónada es que sea activa,
también un filósofo excelente cuyo todas las mónadas son del mismo ti-
sistema metafísico es peculiarmente po. Sin embargo, no hay duda de
interesante para nuestra generación en que el mundo observado, que es el
el sentido de que también puede ser punto de partida para la especulación
interpretado como un sistema de doc- sobre las sustancias, parece ser espa-
trinas lógicas. Leibniz estableció sus cio-temporal y tener cuerpos que se
posiciones básicas con argumentos sa- mueven en él en relaciones causales
cados de la ciencia, la lógica y la me- entre sí. También parece que haya
tafísica y creía que su «nuevo prin- entidades de tipos diferentes, piedras,
cipio, de la armonía preestablecida» plantas, animales y personas. Estas
227 LEIBNIZ
apariencias, según la expresion de prima». Las mónadas de grado supe-
Leibniz, están «bien fundadas», en el rior e inferior se reflejan mutuamen-
sentido de que pueden ser conecta- te, y todo «cuerpo» es una colonia
das sistemáticamente con las propie- de mónadas de grados diversos de
dades verdaderas del sistema de mó- actividad en una armonía preestable-
nadas, y es adecuado utilizar descrip- cida. Un ser humano es una tal colo-
ciones espacio-temporales en algunos nia, y la relación entre mente y cuer-
contextos, para hablar de cambio y de po ya no es el milagro cartesiano sino
conexión causal y de diferentes tipos que es parte del orden natural, un
de seres. caso del reflejo universal. La histo-
La descripción adecuada conectada ria de cada mónada es el despliegue
con la apariencia de los diferentes de sus estados de acuerdo con su
tipos de cosas es la de las mónadas propio principio, de tal modo que la
variando en su grado de actividad. continua interacción es la apariencia
Hay una serie infinita de mónadas que del despliegue de los estados. de ca-
se escalonan desde la completamente da mónada con el despliegue de los
activa hasta la casi inerte. Ninguna estados de todas las demás. Leibniz
mónada creada es completamente inac- usó las imágenes de dos relojes sin-
tiva, y ninguna es completamente ac- cronizados y de dos coros cantando la
tiva, pero las que están en el extre- misma partitura para explicar cómo
mo inferior de la escala serían la podría ser la apariencia de la inter-
mera materia, si existiera tal cosa. acción sin la realidad. Describió el
Dios es la única mónada completa- despliegue de los estados como «ape-
mente activa, pero no está bastante tito», aplicable por igual a la activi-
claro si debe ser considerado como dad humana intencional y al movi-
la mónada principal, o si su rol co- miento del hierro hacia el imán y del
mo creador hace que esta descripción girasol hacia el sol.
resulte inadecuada. La actividad pro- El espacio es la apariencia bien
pia de las mónadas es la percep- fundada del «orden de las coexisten-
ción, representación o «reflejo es- cias posibles» y el tiempo del «or-
pecular», por usar la metáfora de Leib- den de las posibilidades que son in-
niz. La «percepción» es aplicable a consistentes». El espacio y el tiempo
las piedras y a las plantas, así como tal como son concebidos por los ma-
a los hombres y a los animales. (És- temáticos son abstracciones, entia ra-
te fue un uso corriente de «percep- tionis, siendo su continuidad la apa-
ción» en el siglo XVII. Se decía que riencia de la continuidad verdadera
el imán percibía al hierro y que el que pertenece a la serie de mónadas
girasol al sol, puesto que «cambiaban y a la serie de sus estados sucesivos.
con la proximidad del» cuerpo per- Las mónadas forman una serie infi-
cibido.) Todas las mónadas perciben nita según el principio del grado de
pues en sus grados variantes de cla- actividad, en cuya serie cada térmi-
ridad a todas las otras mónadas, de no difiere de los términos que le si-
tal modo que aunque las mónadas guen en algo que es infinitamente po-
son sustancias simples, tienen una co. De manera parecida, los estados
multiplicidad de aspectos, y las per- sucesivos de una mónada forman una
cepciones son percepciones verdade- serie continua, estando cada uno de
ras por cuanto las mónadas fueron acuerdo con su propio principio. Leib-
creadas de tal modo que sus estados niz describió el «plenum» del univer-
estuvieran en una armonía preestable- so con sus dos series ordenadas de
cida común. La armonía preestable- compatibles e incompatibles como el
cida es «probada» por los hechos «infinito actual». Su espacio y tiempo
conjuntos, la imposibilidad de inte- no sólo son infinitamente divisibles,
racción y la realidad de la percep- sino que están divididos infinitamen-
ción. Las mónadas menos activas pre- te, no en las abstracciones del átomo,
sentan la apariencia bien fundada de del punto y del instante que hace el
la materialidad, aunque todas las mó- matemático, sino en los «seres rea-
nadas son inactivas hasta un cierto les», las mónadas.
punto y, por tanto, poseen «materia Al describir la serie de las móna-
LEIBNIZ 228
das, Leibniz invoca su famoso prin- trapartida lógica de los argumentos en
cipio de la Identidad de los Indis- favor de las sustancias simples era que
cernibles. Si dos seres tienen exacta- toda proposición tiene la forma su-
mente el mismo conjunto de propie- jeto-predicado y que toda proposi-
dades entonces son «indiscernibles», ción verdadera tiene el predicado con-
i. e., idénticos entre sí. Esto no está tenido en el sujeto. Del mismo mo-
abierto a la objeción de que dos se- do que no hay interacción entre las
res podrían tener las mismas propie- mónadas, tampoco hay proposiciones
dades pero estar en lugares diferen- relacionales, y al igual que la móna-
tes, porque para Leibniz el «lugar» da contiene como en repliegue sus
de una mónada está en la serie. Sus estados, así toda proposición verdade-
propiedades son una función de su ra contiene el predicado en el sujeto.
lugar, de tal modo que para tener El cálculo lógico de Leibniz presupo-
las mismas propiedades, los dos seres ne que, en su formulación más satis-
tendrían que estar en el mismo lu- factoria, una proposición verdadera
gar, i. e., ser uno y no dos. Leib- tendría como sujeto un nombre que
niz también invoca este principio al mostrara la constitución analítica del
exhibir los absurdos del espacio y del sujeto y un nombre para uno o más
tiempo absolutos. Estos absolutos só- de los constituyentes como predicado.
lo tienen significado como el lugar Cualquier proposición verdadera es
de los cuerpos materiales. Situar un expresable en la forma ABC es A
cuerpo aquí y no allí en el espacio (ó AB ó B ó AC ó C ó ABC). Esta
absoluto, o antes y no después, no opinión está estrechamente conecta-
sería presentar verdaderas alternativas. da con la búsqueda, que preocupó a
En cada caso los dos estados de cosas Leibniz durante toda su vida, de una
serían indiscernibles, de tal modo que «característica universal», un lengua-
Dios al crear el mundo no pudo ha- je que pudiera expresar las verdades
cer una elección racional. Esta obje- establecidas en cualquier campo, in-
ción es expuesta en una carta a Clarke, cluso en la moral y en la estética.
que defendía el sistema newtoniano. En este lenguaje las proposiciones
Clarke replicó que para la elección falsas aparecerían como absurdos ma-
de Dios no se necesitaba ninguna nifiestos, ABBC no es A, o no B et-
otra razón que su voluntad, pero cétera. Entonces desaparecerían los
Leibniz mantenía que el principio de desacuerdos, pues el cálculo habría to-
Razón Suficiente no sólo era válido mado el lugar de la inferencia.
en relación con las diversas partes del Los argumentos lógicos suscitaron
mundo, sino también en relación con la completa insatisfacción de Arnauld
los actos de Dios. Para toda cues- por razones metafísicas, religiosas y
tión de hecho debe haber una razón morales. Si toda proposición verda-
suficiente de por qué es así y no de dera es analítica y el estado de toda
otro modo. mónada es contenido en su concepto,
La doctrina de las mónadas es des- entonces la libertad humana es un
arrollada en la Monadología, pero en mito y Dios está sujeto a constricción.
el Discurso sobre Metafísica, Leib- La réplica de Leibniz fue que todo
niz presentaba argumentos sacados de estado de cosas real tiene una necesi-
la naturaleza de las proposiciones y dad hipotética, pero no absoluta.
su verdad y falsedad que le llevaban Cuando Dios elige crear al Adán real,
a las mismas conclusiones. El dis- todo lo que va con él es creado tam-
curso es una elaboración de una car- bién, pero Dios eligió libremente crear
ta a Arnauld, que presentaba el esbo- al Adán real. Además, al crear al Adán
zo de su sistema lógico-metafísico. En real, Dios había considerado todos los
él, Leibniz suponía una estrecha re- actos libres que iban a ser realizados
lación entre las cuestiones de hecho y por las personas, y había adaptado
las proposiciones que las establecían. a éstos todo el estado de cosas. La
Escribió que para los filósofos las actividad libre y espontánea tiene lugar
razones lógicas serían convincentes, dentro de la armonía preestablecida
pero que éstas no eran adecuadas pa- de todas las mónadas y sus estados.
ra los hombres ordinarios. La con- Todas las mónadas eligen lo mejor y
229 LEIBNIZ
su capacidad para discernir lo me- estado de cosas no sólo debe ser po-
jor varía con el grado de claridad sible, sino también composible con
con e! que reflejan el mundo. Dios, todos los demás estados de cosas.
con e! conocimiento y la bondad per- Leibniz suministró un sistema formal
fectos elige libremente crear éste, el mediante e! cual podrían ser derivadas
mejor de todos los mundos posibles. las posibilidades en cuanto como
Éste es uno de los puntos en los binaciones de cosas simples. Llamó
que el sistema de Leibniz muestra a esto el «Arte Combinatoria», que
una inconsistencia fundamental. Leib- puede ser comparada con una tabla
niz quería a la vez respetar la contin- de elementos de química. Una fórmu-
gencia de las cuestiones de hecho y la de una combinación posible de sim-
disponer de un sistema completo en ples podría guiar el descubrimiento
que el concepto de todo individuo de una entidad desconocida hasta aho-
contuviese todo aquello en lo que se ra. Usado con un sistema de «norn-
pudiera convertir. Deseaba mantener bres» bien elegido, e! arte combina-
una verdadera distinción entre propo- torio podría proporcionar una enci-
siciones matemáticas y empíricas, sien- clopedia de todo el conocimiento y
do verdaderas las primeras según el un método de comunicación con la
principio de contradicción, y sus opues- gente de todas las lenguas. (Se po-
tos imposibles, y siendo las últimas dría pensar que e! ideal de Leibniz
verdaderas según e! principio de razón ha sido logrado al menos en las ma-
suficiente y, no obstante, sus opues- temáticas modernas y en la lógica, pe-
tos un absurdo manifiesto. Las razo- ro sigue ocurriendo que para seguir
nes de los hombres para sus actos la obra de los matemáticos alemanes
«inclinan sin necesidad», y sin embar- y los lógicos polacos, los anglosajo-
go Leibniz también mantenía que la nes tienen que aprender un nuevo
proposición «César no cruzó e! Ru- conjunto de fórmulas.)
bicón», adecuadamente formulada por El sistema metafísico de Leibniz se
alguien que tuviera un conocimiento completa con sus pruebas de la exis-
completo de César y que poseyera un tencia de Dios. En cierto sentido, e!
lenguaje adecuado, aparecería como sistema de las mónadas creadas es
una auto-contradicción. Dios, que es completo en sí mismo, esto es, es ne-
el único que posee conceptos com- cesario en tanto que está garantizado
pletos de cada individuo, puede «leer» que cualquier parte de él existe. Pero
cualquier estado de cualquier móna- ninguna de sus partes contiene la ra-
da a partir de cualquier otro estado zón de su propia existencia, de tal
de ésta o cualquier otra mónada. La modo que ésta debe residir en un
distinción que Leibniz deseaba man- ser que contenga la propia razón de
tener sin duda entre las verdades de su existencia, esto es en un ser nece-
la lógica y las matemáticas por un sario a quien llamamos Dios. Este
lado y las verdades contingentes por argumento, e! «argumento cosmológi-
el otro, era que las primeras son ver- co», aparece en la monadología y no
daderas de todos los mundos posi- hay nada en él que sea peculiar de
bles, las últimas sólo de este mundo. Leibniz. Generalmente, los RACIONA·
Las primeras dependen de! intelecto LISTAS aceptaban la existencia de Dios
de Dios, pero no de su voluntad, como la causa necesaria creadora y
pero él quiere que las últimas sean sustentadora de! universo. La formu-
verdaderas al haber elegido crear es- lación de Leibniz de! «argumento on-
te mundo. Los enunciados verdaderos tológico» es peculiar suya en dos sen-
sobre este mundo forman un siste- tidos: la acompaña con un argumen-
ma tal que no es posible que alguno to nuevo de la existencia de las ver-
de ellos sea verdadero y los otros dades necesarias, y lo completa con
falsos. Y correlativamente, mientras una prueba de que e! concepto «Dios»
que es en abstracto posible que es un concepto posible. Según Leib-
cualquier parte de! universo sea otra niz, hasta aquel momento los filóso-
distinta de la que es, ninguna parte fos sólo habían logrado probar que
puede ser distinta de la que es si si la existencia de Dios es posible,
las otras partes permanecen igual. Un entonces es necesaria. El argumento
LEUCIPO 230

de la existencia de verdades necesa- de detectar en todos los estadios de


rias presupone que todas las verda- su sistema. Los filósofos contemporá-
des son «hechas verdaderas por» neos no sólo niegan que la existen-
hechos de alguna clase. Con las ver- cia sea un predicado, también nie-
dades contingentes no hay ninguna gan que el análisis de los conceptos
dificultad -son hechas verdaderas pueda proporcionar conocimiento del
por los hechos empíricos. ¿Qué hace mundo real. La identidad de los in-
verdaderas a las verdades de la lógi- discernibles es tratada como un enun-
ca y la matemática? ¿Qué sabemos ciado lógico. que no tiene relación con
cuando se dice que las conocemos? la constitución del mundo real, y la
La respuesta de Leibniz es que nos- doctrina lógica de las proposiciones
otros conocenos las verdades tal como que Leibniz mantiene sigue siendo
están presentes ante la mente de una doctrina lógica sin relación con la
Dios. El intelecto de Dios es el «lu- naturaleza de lo que hay en el mun-
gar» de las verdades eternas. Para los do. Esta posición puede resumirse en
filósofos contemporáneos ésta es la las palabras de C. W. MORRIS, que
solución de un pseudoproblema. Las dice: «La metafísica racionalista de
proposiciones necesarias no son verda- Leibniz. que procedía de la simple
deras de algo; o son analíticas o son conversión de la lógica formal en una
autocontradictorias y para su valida- metafísica por haber descuidado el
ción no necesitamos mirar más allá criterio de lo empíricamente signifí-
de nuestros propios conceptos. cativo, ya no es, en términos de la
El argumento ontológico va prece- concepción actual de la relación de la
dido de una prueba de que el con- lógica con el empirismo, el corolario
cepto «ser perfecto» es posible. Leib- cosmológico necesario de sus doctri-
niz distinguía primero las propieda- nas lógicas.» Éste pasaje indica con
des que eran perfecciones de las pro- acierto lo que encuentran de intere-
piedades en el sentido ordinario. Una sante en Leibniz los fil6sofos actua-
propiedad es una perfección si puede les. Pero constituye una distorsi6n si
ser poseída en un grado superlativo, se lo toma como juicio definitivo so-
y si su posesión no implica la exclu- bre los textos leibnízianos. Repárese,
sión de otras propiedades. Las pro- por ejemplo en la palabra «descui-
piedades especiales y temporales no da». No se nos puede decir que des-
son perfecciones, ya que todos los cuidamos un criterio que rechazaría-
superlativos que las implican son au- mos si nos fuera ofrecido explícita-
tocontradicciones, por ejemplo, «ta- mente. Podríamos estar de acuerdo
maño mayor», «último evento», etcé- en que si Leibniz hubiera vivido los
tera. Las propiedades percibidas sen- desarrollos filosóficos hasta el mo-
siblemente no son perfecciones, ya que mento presente, ahora aceptaría el
su adscripción a un objeto lleva con- criterio de lo empíricamente signifi-
sigo la negación de otras propieda- cativo; pero esto es especular.
des; adscribir 10 «rojo» a un objeto (R. 1. S.)
implica que no es azul, ni verde, et-
cétera. «Bueno», «sabio», «cognos- LEUCIPO, probablemente nativo de
cible» son adjetivos todos cuyo super- Abdera, Grecia, que vivió sobre la mi-
lativo no implica autocontradicción, tad del siglo v a. C. Aunque de ma-
de tal modo que pueden ser adscritos yor importancia por ser el primero en
al ser perfecto, que debe poseer to- formular la teoría ATÓMICA, es una
das las perfecciones en la perfección. figura ensombrecida sobre la que no
El concepto «ser perfecto» es, por tenemos ninguna información perso-
tanto, un concepto posible, y como nal detallada, y de cuya obra sólo
la existencia es en sí misma una per- sobrevive una sentencia dudosamente
fección (supuesta por Leibniz), el «ser auténtica. Nuestras primeras autori-
perfecto» no sólo es un concepto po- dades se suelen referir a Leucipo jun-
sible, sino actualizado. En este pun- to con DEMÓCRITO; por lo que es
to, la manera de pensar de Leibniz bastante imposible determinar cuál
se revela como muy ajena a la nues- fue la contribución original de cada
tra, pero esta diferencia se pue- uno. Sin embargo es razonable creer
231 LEWIS

que Leucipo se halla en la tradición organización de nuestra experiencia


de los filósofos-científicos milesios intelectual que puede resultar de adop-
PRESOCRÁTICOS, pero su teoría fue tar un sistema en lugar de otro.
ideada para dar cuenta de las críti- Lewis generalizó esta afirmación en
cas de los filósofos ELEATAS, de los su teoría pragmática de lo a priori.
que probablemente tenía un conoci- Según él, del mismo modo que el
miento directo; en particular, la doc- que hace mapas debe proporcionar los
trina del vacío tenía la intención de principios de construcción de éstos
responder las dificultades eleáticas so- en consonancia con el fin de represen-
bre la noción del no ser, de tal mo- tar algún territorio sobre un mapa,
do que aquello que no era (el vacío) así es la mente la que suministra las
se podía decir que es (había un va- categorías o principios de interpreta-
cío). La importancia decisiva de Leu- ción en cuyos términos interpreta el
cipo en la historia del pensamiento contenido sensorial de la experiencia
es que propuso, por primera vez, una directa. Por tanto. las categorías y las
explicación completamente mecanicis- relaciones de implicación que hay en-
ta del mundo sin referencia a la in- tre ellas son a priori, pero no ponen
tención ni a otros principios teleoló- limitación alguna al contenido de lo
gicos, y que señaló como fundamen- sensorialmente dado. Por otro lado,
tales aquellas propiedades de la ma- hay sistemas de categorías alternati-
teria que pueden estar sujetas a la vos, del mismo modo que hay lógi-
ciencia cuantitativa. cas alternativas y principios de cons-
(J. O. U.) trucción de mapas alternativos. Pero
sólo se puede hacer una elección en-
tre estas alternativas sobre la base
LEWIS, Clarence 1. (1883-1964), nacido pragmática de que algún esquema ca-
en Stoneham, Massachusetts; catedrá- tegórico pueda ser más conveniente
tico de Filosofía de la Universidad que otros para organizar la experien-
de Harvard hasta que se jubiló en cia con vistas a alcanzar los obje-
1953. Hizo contribuciones fundamen- tivos prácticos de los seres humanos.
tales a la LÓGICA matemática y a la Sin embargo, y así lo argumentaba
teoría del conocimiento. Su mayor Lewis, toda pretensión de conocimien-
logro en lógica fue el cálculo de la to de la realidad objetiva implica una
«implicación estricta», uno de los interpretación de lo que está presen-
primeros sistemas simbólicos de la te sensorialmente, y, por tanto, hace
lógica «modal», que tuvo éxito. Se le una predicción que concierne a una
llama lógica modal porque emplea consecuencia futura de lo que está pre-
el término modal «imposible» al defi- sente. Afirmar, por ejemplo, que la
nir «p implica q» como «Es impo- cosa redonda y rosada 'eue hay en mi
sible que p y no q sea verdadera».
campo visual es una manzana, es afir-
Lewis desarrolló su sistema como una
alternativa al sistema de RUSSELL de mar, entre muchos otros detalles" que
la «implicación material», porque este si mordiera esa cosa experimentaría
último conduce a teoremas tan «pa- un sabor característico. Pero como ta-
radójicos» como «una proposición fal- les juicios predictivos pueden ser
sa implica toda proposición», y no erróneos, Lewis concluyó que todo el
capta el sentido en el que comúnmen- conocimiento empírico es sólo proba-
te se dice que una proposición im- ble. Entonces esbozó una concepción
plica otra. Sin embargo, Lewis reco- de probabilidad (que resultó ser se-
noció que su sistema y el de Russell mejante a la noción de CARNAP de la
no son más que dos de una larga se- probabilidad lógica) que él creía re-
rie de cálculos distintos, pero auto- levante para este contexto de discu-
consistentes que pueden construirse, sión. Lewis también utilizó los prin-
no siendo ninguno de ellos intrínseca- cipios más importantes que emergen
mente superior a los otros. Por tan- de su explicación general del conoci-
to, mantenía que la única base de elec- miento para algunos temas no resuel-
ción entre ellos es el criterio pragmá- tos en ética, y afirmaba que los jui-
tico de la mayor conveniencia en la cios sobre los valores morales pueden
LIBERTAD 232
ser tan objetivos como los juicios so- en nada que se aproxime al consenti-
bre cuestiones de hecho. miento general. Los filósofos que con-
(E. N.) sideran que el determinismo es incom-
patible con la libertad y que, por tan-
LEY, véase Jurisprudencia, libertad de to, niegan o debilitan la tesis deter-
la voluntad, inducción, lógica. minista, son usualmente llamados LI-
BERTARIOS; no han tenido ningún
LEY NATURAL, véase Jurisprudencia, éxito visible en la búsqueda de una
Gracia y Hobbes. explicación de la acción humana que
haga inteligible la elección responsa-
LIBERTAD DE LA VOLUNTAD. El ble. Los filósofos que mantienen la
grupo de problemas sobre la libertad doctrina del determinismo y aceptan
de la voluntad surge de una incom- que en un sentido completo no tene-
patibilidad, real o aparente, entre con- mos libertad de elección son conoci-
juntos de creencias, ninguno de las dos como deterministas. Sin embar-
cuales estamos dispuestos a abando- go, muchos filósofos no desean acep-
nar. Por un lado, creemos que en tar ninguna de estas posiciones para-
ocasiones podemos elegir si actuamos dójicas, y en su lugar intentan mos-
de un modo determinado o no; cree- trar que la oposición entre determi-
mos que somos responsables de ac- nismo y libertad. sólo es aparente.
tuar así o de abstenernos de ello; Así, se dice con frecuencia que la
creemos que no nos podemos sentir verdadera antítesis de actuar libre-
responsables de aquellas partes de mente es actuar bajo compulsión; y
nuestra historia que no quedan den- se alega que las leyes de la natura-
tro de nuestra elección. Por otro la- leza son descriptivas, no prescriptivas,
do, creemos que la naturaleza es uni- y que no fuerzan; incluso las leyes
forme, que todo lo que ocurre es re- del movimiento describen cómo se
sultado de y puede ser explicado por mueven las cosas de hecho v no obli-
un conjunto de causas y condiciones, gan a que se muevan así. En conse-
y en particular que nuestras acciones cuencia, se afirma que de hecho actua-
resultan del carácter que hemos he- mos libremente a menudo (y no for-
redado y es modificado por el entorno. zadamente), aun cuando nuestras ac-
Pero si todo lo que ocurre es de- ciones siempre puedan en teoría ser
terminado por su contexto entonces subsumidas bajo leyes naturales (des-
podría parecer que nuestras acciones criptivas). Sin embargo, no está claro
son determinadas por sus contextos que en estos contextos la compulsión
y nuestras elecciones por los suyos; sea la antítesis de la libertad; y aun-
en particular, si nuestras acciones sur- que no digiero los alimentos bajo
gen de un carácter heredado y modi- compulsión, estaría de más decir que
ficado por el entorno, puede parecer lo hago por mi propia y libre vo-
que no seamos más responsables de luntad.
nuestras acciones de lo que lo somos Sin embargo, es verdad que el de-
respecto del carácter que hemos he- terminista, al menos, no necesita pen-
redado y del entorno. sar que las leyes son prescriptivas,
Además la mera negación del prin- Quienes piensan que las acciones hu-
cipio del determinismo, que en sí manas están prescritas de algún modo
no es plausible, no elimina obvia- son llamados fatalistas o predestina-
mente el problema; pues si nues- cionistas. Según las doctrinas del fa-
tras acciones no surgen de nuestro talismo y la predestinación, alguna en-
carácter, modificado por el entorno, es tidad poderosa (Dios o el Destino)
dificil encontrar otra explicación de tiene un plan según el cual las cosas
la génesis de éstas que nos haga res- ocurren de una manera dispuesta pre-
ponsable de ellas; ciertamente es di- viamente; se puede pensar, aunque no
fícil que nos sintamos responsables es necesario, que las leyes de la na-
de lo que ocurre de manera puramen- turaleza son prescritas por el destino
te fortuita. o por Dios como un método de eje-
No se ha encontrado ninguna so- cutar ese plan. Así, el fatalista y el
lución a estos problemas que resulte predestinacionista aceptan, cosa que
233 LOCKE

no hace el determinista filosófico, que Church de Oxford, en 1652. Allí le


la acción humana es intencionalmente fue enseñada, y le influyó, aunque le
determinada o forzada; notoriamente, desagradaba de corazón, la ortodoxia
las doctrinas de la creación y de la filosófica obsoleta y sin vida del mo-
presciencia divina le suscitan al teó- mento. Sacó el título de licenciado
logo problemas sobre la responsabili- en filosofía y letras en 1656 y de Doc-
dad humana. tor en 1658, y en 1659 fue elegido
(J. O. D.) tutor de su colegio ----Dficio que se
suponía poder conservar durante
LIBERTARISMO es la tesis que in- toda la vida, y del que Locke fue
tenta reivindicar la LIBERTAD DE LA realmente desposeído, por razones po-
VOLUNTAD Y la responsabilidad de las líticas, en 1684.
acciones negando el principio del DE- En los primeros años después de
TERMINISMO, al menos en algunas es- su elección, parece que los principa-
feras de la actividad humana. No es les intereses de Locke fueron cientí-
fácil establecer esta tesis de un mo- ficos. Por su amistad con Sir Robert
do positivo. Si se dijera que las ac- Boyle, que estuvo en Oxford de 1654
ciones humanas son incausadas, po- a 1668, fue puesto en contacto estre-
dría parecer que son atribuidas al cho y práctico con la obra corriente
puro azar, en cuyo caso sería absur- de física y química, y por su propia
do atribuir responsabilidad al agente. cuenta había emprendido el estudio de
Si nos tuviéramos que sentir respon- la medicina. De hecho obtuvo, aunque
sables de las acciones parecería que con cierta dificultad, un grado médico
de algún modo éstas deban surgir de en su Universidad, y en 1674 la facul-
nuestro carácter; es desde luego fácil tad de practicar la medicina. Su in-
en ocasiones predecir las acciones de terés por la filosofía fue eventualmen-
la gente que conocemos bien sobre la te vuelto a despertar por el estudio
base de su carácter, y esto natural- de DESCARTES; y en el vocabulario y
mente no supone la disminución de las preocupaciones, aunque con fre-
su responsabilidad. Pero si decimos cuencia no en las conclusiones, de la
que la acción es determinada por el propia obra filosófica de Locke la
carácter no somos responsables del ca- influencia de Descartes es claramente
rácter que hemos heredado ni del discernible, entre muchas otras.
entorno por el que es modificado ese Su relación con Lord Ashley, más
carácter. Así, el libertario se enfren- tarde Conde de Shaftesbury, comenzó
ta con un problema doble; tiene que en 1666. Se conocieron por casuali-
justificar el rechazo de la tesis de- dad en Oxford, pero a mediados del
terminista y cuando lo ha hecho no año siguiente Locke se había conver-
tiene ninguna explicación alternativa tido en uno de los amigos y conse-
obvia para la acción que preserve la jeros más estimados de Ashley, en par-
responsabilidad. De hecho es costum- te como su físico, pero también de
bre que los libertarios usen un len- manera general sobre los asuntos pú-
guaje tal como «un acto creador de blicos. En 1671 Locke compuso dos
la voluntad», pero no está claro que borradores cortos de lo que más tar-
tales expresiones puedan usarse para de se convertiría, durante los veinte
hacer algo más que afirmar la elec- años siguientes, en su Ensayo sobre
ción sin explicarla. el Entendimiento Humano. Pero en
el momento presente estaba profun-
(J. O. U.) damente comprometido con los asun-
tos privados y políticos de su patrón
LOCKE, john (1632-1704), nacido en que llegó a ser Lord Chancellor
Wrington, en Somerset Inglaterra, en 1672. En 1680, tras muchas vicisi-
hijo de un abogado que no se dis- tudes en las fortunas de los intrigantes
tinguió mucho. Fue enviado a la Es- Shaftesbury, y muchos viajes al ex-
cuela de Westminster a la edad de tranjero por motivos de su propia
catorce años, y después de permanecer salud, Locke volvió a Oxford: pero
allí una época inusualmente bastante en 1683, después de la muerte' de su
larga se aseguró un lugar en Christ patrón que había caído en extrema
LOCKE 234
desgracia política, Locke juzgó pru- que debían tener en cuenta el impac-
dente retirarse a Holanda, en cuya to de los descubrimientos científicos
atmósfera comparativamente tranquila sobre sus propias creencias, y sobre
y liberal pasó, con gran provecho pa- las opiniones ordinarias del «sentido
ra sus escritos, los cinco años siguien- común». Pero, sin darse cuenta del
tes. De ahí en adelante, tras la revo- todo, llegó de hecho mucho más allá.
lución de los Whig de 1688, se con- Evidentemente creía, o incluso supo-
virtió rápidamente en una figura na- nía, que el mundo es real y fun-
cional celebrada. Su Ensayo y sus Dos damentalmente lo que el físico dice
Tratados sobre el Gobierno aparecie- que es, ni más ni menos -que la
ron ambos en 1690; y hasta 1700, en respuesta a preguntas sobre la na-
que su salud se hizo precaria, escribió turaleza del mundo es la que propor-
mucho sobre temas corrientes de con- cionaría el físico. Incluso adapta a
troversia y mantuvo diversos compro- esta condición un fragmento del apa-
misos políticos activos. En aquel año rato medieval que había adquirido con
sacó una cuarta edición de su En- reluctancia en sus días de estudiante:
sayo. la «esencia nominal» de una sustan-
El Ensayo de L<;ck~, que es con cia, nos dice, consiste meramente en
mucho su obra mas Importante, es aquellas cualidades observables que
una composición vasta y desordenada determinan la aplicación ordinaria de
que lleva con demasiada claridad, en su nombre; por otro lado, su «esen-
sus preguntas y repeticiones, las se- cia real» consiste en la estructura fí-
ñales de haber sido escrita a trozos sica de sus «partes no sensibles». En
durante un período de muchos años. este y en muchos otros pasajes, erige
Su estilo es sobrio y usualmente cla- Locke en efecto la teoría de la mate-
ro; pero Locke no fue cuidadoso con ria, o «corpuscular» de los físicos
las cuestiones de detalle, ni fue siem- atómicos de entonces, en la verdad
pre consecuente consigo mismo, y de metafísica última. Incidentalmente, fue
ningún modo fue riguroso en la ela- este aspecto de la posición de Locke
boración de las consecuencias comple- el que BERKELEY consideró como el
tas de su posición. No obstante, hay más odioso, peligroso y equivocado;
muchos problemas filosóficos sobre por otro lado, esto se adecuaba, des-
los que sus observaciones continúan de luego, y sin duda contribuyó, a
proporcionando al menos un punto de la aceptación semiinconsciente de la
partida valioso; y la grande e inme- «perspectiva del mundo» científica
diata celebridad de su obra es al me- que desde el siglo XVII ha sido un ras-
nos un signo de la oportunidad histó- go tan marcado de la civilización eu-
rica de su aparición, y quizás también ropea.
de la aceptabilidad general de los La descripción general del mundo
puntos de vista en ella contenidos. que Locke dio por sentada de este
El interés oficial de Locke va hacia modo puede resumirse como sigue:
la EPISTEMOLOGÍA, la teoría del co- el universo físico consta en realidad
nocimiento; su intención es, como él de indefinidamente muchos cuerpos
la expresa, «investigar el origen, cer- materiales, que están compuestos de
teza y alcance del conocimiento hu- corpúsculos, o «partículas no sen-
mano, junto con los motivos y grados sibles» -siendo concebidas a su 'Vez
de Creencia, Opinión y Asentimien- estas partículas como cuerpos muy
to». Sin embargo, por debajo de este pequeños. Todo su sistema opera me-
programa oficial «analítico», clarifi- cánicamente; en ocasiones Locke se
cador, e influyendo enormemente en refiere efectivamente a los objetos or-
el curso del mismo, está la declaración dinarios como «máquinas», y dice
asistemática y desde luego casi in- también que el impacto, o «impulso»,
consciente, de lo que puede ser jus- es «el único mudo en que podemos
tamente considerado como una doc- concebir que operan los cuerpos».
trina metafísica. Locke creía muy Ahora bien, además de este sistema
adecuadamente que los filósofos no de cuerpos materiales en interacción
debían proceder desconsiderando por mecánica, también existen, cree Loe-
completo las ciencias naturales; creía ke, las sustancias inmateriales, algu-
235 LOCKE
nas de las cuales al menos están aso- dad no hay nada en los objetos mis-
ciadas, de una forma que no se en- mos, sino capacidades de producir
tiende claramente, con las cosas ma- sensaciones diversas en nosotros me-
teriales particulares, a saber, los cuer- diante sus cualidades primarias, esto
pos humanos. Estos cuerpos tienen es, mediante el volumen, figura, tex-
ciertos rasgos físicos que se conocen tura y movimiento de sus partes no
como órganos de los sentidos; y es un sensibles». Al hacer esta distinción
hecho, y en opinión de Locke un he- Locke da una expresión asombrosa a
cho que no admite más explicación, su convicción de que el mundo no
que cuando estos órganos de los sen- es realmente nada más que un me-
tidos son estimulados -mecánicamen- canismo físico; se observará que
te desde luego- el movimiento resul- las cualidades que él afirma que es-
tante «produce en nosotros las sensa- tán realmente «en» los cuerpos son
ciones diferentes que tenemos», o precisamente aquéllas que son re-
«produce en nuestras mentes ... ideas levantes para su conducta mecánica.
particulares». Además de esas «ideas Sin embargo, parece no darse cuenta
de sensación», adquirimos también de la dificultad de que, si sólo pode-
«ideas de reflexión» de «la percepción mos «contemplar» nuestras propias
de las operaciones de nuestras mentes ideas, al menos no es evidente cómo
en nosotros, cuando se emplea en las podríamos decidir qué relaciones se
ideas que ha obtenido». Locke man- mantienen entre éstas y los cuerpos
tiene que estas IDEAS juntas suminis- «externos»; ¿cómo podríamos decir
tran todo el material de la conscien- que nuestras ideas son fidedignamen-
cia, la experiencia, la percepción y el te representativas en algún sentido si
pensamiento; todas se derivan «de la nunca podemos contemplar 10 que re-
experiencia» (el principio vago pero presentan ante nosotros? Fue Berke-
fundamental del EMPIRISMO); y «no ley quien destacó que, según la opi-
podemos tener conocimiento que va- nión de Locke, no tendríamos ningu-
ya más allá de las ideas que tenemos». na base sólida ni siquiera para la
Así, dice Locke, que la mente «en convicción de que exista algún cuer-
todos sus pensamientos y razonamien- po «externo»; entonces todavía está
tos, no tiene ningún otro objeto in- menos Locke en posición de afir-
mediato que no sea sus propias ideas, mar con tanta confianza que esos
que ella sólo contempla o puede con- cuerpos tienen verdaderamente ciertas
templar». Esta convicción lleva -aun- cualidades, sino sólo que parece que
que Locke no la siga- a serias difi- tengan otras.
cultades respecto de la percepción y Las dificultades de Locke respecto
del conocimiento. Respecto de la per- del conocimiento son un tanto simila-
cepción, según los principios de Loe- res. Al definir el conocimiento como
ke, es posible desde luego preguntar «la percepción de la conexión y el
si las ideas de las que se dice que acuerdo, o el desacuerdo y repugnan-
somos conscientes en nuestras mentes cia, de cualquiera de nuestras ideas»,
representan de hecho fidedignamente está obligado en primer lugar a añadir
ante nosotros el carácter de sus cau- el inconsistente corolario de que tam-
sas, las cosas materiales «externas».
bién debe percibirse que nuestras
La propia respuesta de Locke a esta
cuestión es que en parte sí lo hace: ideas «están de acuerdo con la realidad
nuestras ideas de las «cualidades pri- de las cosas», y evadir así la cuestión
marias» -«solidez, extensión, figura, resultante de cómo puede ocurrir
movimiento o reposo y número»- re- esta última percepción según sus prin-
presentan ante nosotros las cualida- cipios. En ocasiones parece mantener
des que los cuerpos poseen verdade- que el conocimiento, estrictamente
ramente. Las ideas de las «cualidades hablando, puede serlo sólo de las re-
secundarias», por otro lado -«como laciones entre ideas; pero incluso así,
colores, sonidos, sabores, etc.»-, son no está claro cómo podría admitir
meramente modos en que los cuerpos consistentemente que una cosa tal co-
aparecen ante los organismos consti- mo una opinión bien fundada pu-
tuidos como somos nosotros; «en ver- diera lograrse con respecto a la re-
LOCKE 236
lación entre las ideas y «la realidad a la de un padre sobre sus hijos, y
de las cosas». que se deriva directamente de la
Se observará que estas dificultades concesión de Dios de tal autoridad a
principales de la postura de Locke se Adán. Locke señala certeramente, pri-
derivan igualmente de su principio mero, que la autoridad del padre so-
básico de que sólo podemos ser cons- bre sus hijos no es absoluta, al me-
cientes realmente -«de manera in- nos cuando se hacen adultos; segun-
mediata»- de los contenidos de nues- do, que la relación entre un rey y
tras mentes. Es éste el modo en que sus súbditos no es genuinamente aná-
las ideas de su sistema se convierten loga a la que hay entre un padre y
en lo que ha sido descrito como una sus hijos; y tercero, que en cual-
«cortina de acero» entre el observa- quier caso tendría bastante dificultad
dor y el mundo. Y es importante ob- trazar la descendencia directa de la
servar que este principio no le fue autoridad patriarcal de Adán a Car-
impuesto, como parece que Locke su- los II. Su propia opinión la establece
pusiera, por su adhesión a la teo- Locke en el segundo Tratado.
ría científica. Pues la concepción cien- En la exposición de sus principios
tífica de la percepción pretende res- políticos Locke adoptó la convención
ponder a la pregunta de cómo ocurre pseudohistórica del período. Con el
la percepción -siendo la respuesta propósito de trazar un proceso real,
ortodoxa en los tiempos de Locke que describe las sociedades emergiendo de
ocurre mediante la operación mecánica un pristino «estado de naturaleza»,
de «partículas no sensibles» sobre los como resultado de un «contrato» he-
órganos de los sentidos. Ahora bien, cho entre los individuos conjuntamen-
ésta no es una respuesta a la pregun- te para someterse, en nombre de cier-
ta de qué es lo que se percibe verda- tas ventajas, a un dirigente o dirigen-
deramente. Puede ser que alguna ocu- tes. Ahora bien, Hobbes había argu-
rrencia «en la mente» sea el último mentado que en tal caso el dirigente
eslabón de la transacción causal entre designado sólo podía ser absoluto; si
el observador y su entorno; pero de había que controlar a cualquier miem-
eso no se sigue que lo que ocurre bro de la sociedad de manera efectiva,
en su mente sea todo lo que él obser- el dirigente debía tener un poder ab-
va realmente. Suponer que sí se si- soluto sobre todos. Locke argumenta
gue es caer en una de las malinter- en contra de esto, en primer lugar,
pretaciones clásicas de la teoría cien- que los derechos del dirigente están
tífica -que, en cierta medida por la limitados, como los de cualquier otro,
fuerza del ejemplo de Locke, ha re- por la «ley de la naturaleza»; y, en se-
currido constantemente en la historia gundo lugar, que en cualquier caso
de la filosofía. sus poderes le son asignados como una
Los escritos políticos de Locke fue- confianza por el bien de los miem-
ron, en su mayor parte, dirigidos de bros de la sociedad, y que, por tanto,
manera confesada a suministrar una le pueden ser quitados adecuadamen-
justificación teórica de las opiniones te si se rompe esa confianza. Aunque
políticas de aquellos que deseaban se opuso así al autoritarismo, Locke
derribar el gobierno arbitrario de los no fue en ningún sentido un demó-
Estuardo, y reemplazarlo por una mo- crata. No tenía ninguna fe acrítica en
narquía de poderes estrictamente li- las asambleas elegidas, y todavía me-
mitados. De sus Dos Tratados sobre nos en el populacho en general; no
previó el sufragio universal. Creía que
el Gobierno, el primero es una logra- la monarquía era ciertamente el mejor
da refutación de una concepción que arreglo político posible, siempre que
apenas merecía una atención tan ex- alguna asamblea pudiera mantener al
tensa. Aquí el objetivo de Locke es la monarca en los términos de su con-
teoría absolutista, desafortunadamente fianza, y que en sí misma fuera en
no del poderoso HOBBES, sino del mo- algún grado responsable ante el pue-
nárquico entusiasta Sir Robert Fil- blo. A diferencia de Hobbes, no pen-
mero Filmer había argumentado que saba que fuera esencial que ninguna
la autoridad de un reyes idéntica persona o personas de la sociedad
237 LóGICA
fueran un centro de soberanía final, teoría es presentada como si estable-
y que fueran capaces, en última ins- ciera las condiciones a satisfacer por
tancia, de resolver todas las disputas. cualquier sociedad buena de cualquier
Sin duda esto se debía a que, a di- tiempo; pero de hecho -y no sor-
ferencia de Hobbes, creía en la base prendentemente- su verdadera con-
racional de los principios de la con- tribución fue dirigida al pensamiento
ducta, y creía también que los seres político de su propia sociedad y épo-
humanos eran lo suficientemente ra- ca. En la política inglesa, el siglo XVII
cionales como para confiar, con cier- fue un período en que el carácter y el
tas salvaguardias, en seguir esos papel de la monarquía, o de manera
principios. Esto hizo posible que se más general el carácter y relaciones
apoyara, en cierta medida, en la co- del gobernante y el súbdito, eran te-
operación iluminada en los asuntos mas de incertidumbre, conflicto y de-
políticos. bates incesantes; aquella edad fue,
Quizás podría decirse, resumiendo más incluso que casi ninguna otra,
lo anterior, que el verdadero logro una edad de transición. Apenas se
de Locke fue reunir muchas de las puede decir que Locke contribuye-
tendencias del pensamiento «avanza- ra directamente al establecimiento,
do» de su tiempo. En su filosofía comparativamente duradero, de 1688,
parecía haber escapado del laberinto pero sí expresó el pensamiento de
de la sutileza diminuta e insignifican- los que laboraron por ese estableci-
te en que había degenerado la tra- miento. También en esto fue la re-
dición escolástica; haber tenido en presentación de su época, y en su
cuenta las nuevas corrientes del car- buen sentido, su sobriedad y su de-
tesianismo; y sobre todo haber pues- voción por la razón, sigue siendo un
to a la filosofía firmemente en línea representante de ella justamente ad-
con la mejor y más reciente teoría mirado.
científica. La descripción general del (G. ]. W.)
mundo, contra cuya base Locke pro-
siguió sus investigaciones epistemo-
lógicas, era, según se ha dicho, LóGICA (1). La lógica puede ser de-
exactamente la de los físicos de los finida como la teoría de las condicio-
siglos XVII y XVIII; Y hay pocas du- nes de la inferencia válida, o más bre-
das de que las opiniones de Locke vemente como la teoría de la prueba.
debieron mucho de su prestigio a su Si no queremos que esta definición
alianza declarada con las ciencias fí- tan sencilla nos conduzca a error
sicas florecientes. El hecho de que serán necesarias algunas observacio-
esas opiniones llevaran consigo se- nes al respecto. La inferencia es un
rios malentendidos pronto fue obser- proceso por el que pasamos de la
vado por los críticos filosóficos, en creencia en uno o más enunciados
particular por Berkeley y LEIBNIZ; (las premisas) a la creencia en un
sin embargo, expresaban tan exacta- enunciado posterior (la conclusión),
mente el espíritu de la época que so- cuya verdad, si la inferencia es buena,
brevivieron fácilmente a tales críticas. es o bien garantizada o al menos he-
Además, en muchas discusiones de cha probable por la verdad de las pre-
Locke sobre problemas particulares misas. La inferencia es, por tanto, un
hay, desde luego, el mérito suficiente proceso mental, y pudiera pensarse
como para continuar asegurando su que esto significa que la lógica se in-
atenta lectura, dada además su inne- teresa por los procesos del pensamien-
gable si tuación en la principal co- to y que por ello está conectada de
rriente histórica de la filosofía mo- algún modo con la psicología. Pero
derna de habla inglesa. no es así. El estudio de las condicio-
También en su teoría política, aun- nes de la inferencia válida no compor-
que parece poco aventurada, y aunque ta el estudio de ningún proceso de
sin duda está presentada artificial- pensamiento. Al menos en el caso de
mente, Locke estaba dando una cla- la prueba deductiva estricta, que es
ra expresión de la opinión ilustra- la que principalmente nos concierne,
da de sus días. Es cierto que esa en 10 que estamos interesados es en
LóGICA 238
las propiedades estructurales o forma- interesaremos solamente por los as-
les de los argumentos. Lo que esto pectos elementales y prácticos de la
lleva consigo se aclarará más adelante. lógica. Pero es necesario recordar que
En sus primeros estadios, la lógica los modernos desarrollos de la lógica
puede ser considerada como una his- (que ahora constituyen el cuerpo prin-
toria natural de los argumentos. Del cipal de esta ciencia) se deben casi
mismo modo que el biólogo estudia por completo al trabajo de los mate-
la estructura y funcionamiento de las máticos. Este hecho explicará el ca-
plantas y los animales e intenta ver rácter sumamente formal de sus mé-
cómo se relacionan entre sí las dife- todos.
rentes especies, así el lógico estudia Los lógicos se han interesado por
la estructura y funcionamiento de los dos tipos principales de inferencia, la
diferentes tipos de argumentos e in- deductiva y la inductiva. Ejemplos
tenta relacionarlos sistemáticamente. bien conocidos de inferencia deduc-
Pero el lógico sólo se interesa por tiva son la geometría de Euclides o
aquellos rasgos de los argumentos, en los silogismos, tales como:
virtud de los cuales se admite que és- (1) si todos los mamíferos tienen
tos son válidos. Está claro que todos la sangre caliente y todos los mamí-
nosotros confiamos en que la inferen- feros amamantan a sus crías, enton-
cia nos suministre gran parte de nues- ces algunas criaturas de sangre calien-
tro conocimiento, y que nuestras infe- te amamantan a sus crías.
rencias pueden ser más o menos dig- Que un argumento deductivo es vá-
nas de confianza. En cualquier caso, lido es la garantía de que la conclu-
todos nosotros distinguimos al nivel sión no puede ser falsa si las premi-
del sentido común entre inferencias sas son verdaderas. La conclusión se
buenas y malas, aunque puede que no sigue rigurosamente de las premisas,
encontremos fácil decir lo que quere- de modo que es imposible que al-
mos significar mediante una inferen- guien, sin contradecirse a sí mismo,
cia satisfactoria, y todavía menos co- afirme las premisas junto con la ne-
dificar las reglas que distinguen las gación de la conclusión. Es parte de
inferencias buenas de las malas. Una la tarea de la lógica (y cuestión que
de las tareas de la lógica es propor- entraña cierta dificultad) dar una ex-
cionar un modo sistemático de hacer plicación completa y satisfactoria de
estas distinciones. las condiciones en las que se puede
Ésta, sin embargo, es sólo una de decir que un enunciado es inferible
sus tareas. En los tiempos griegos y o deducible de otros o es entrañado
medievales, los lógicos se interesaban por ellos. Muchos lógicos dirían que
principalmente por la clasificación y la mejor manera de delimitar los con-
funcionamiento de los argumentos. Y ceptos de prueba y de inferencia vá-
una parte del interés de la moder- lida es restringirlos a solamente aque-
na lógica simbólica ha sido dar una llos casos que se conforman a las
descripción más detallada y com- reglas de la lógica deductiva. Pero
pleta que la que sus predecesores ha- aunque así fuese, el proceso de in-
bían suministrado de los diversos ti- ferencia deductiva ha recibido mucha
pos de argumentos válidos y sus atención por parte de los lógicos. Más
conexiones. Una tarea de la lógica adelante, en la sección VI, se dará
igualmente importante, al menos des- una breve descripción de alguno de
de la obra de FREGE, ha sido el exa- sus problemas. Las secciones II a V
men crítico de los conceptos y los se refieren a la lógica deductiva o
métodos matemáticos. Como las prue- formal.
bas matemáticas constituyen un tipo
particularmente llamativo y logrado II
de prueba, su estudio cae dentro del
apartado general de la teoría de la Desde los tiempos de ARISTÓTELES,
prueba. Pero este aspecto de la ló- que fue el fundador de esta ciencia,
gica, siendo importante, es suma- ha sido una práctica común de los
mente técnico y difícil. Aquí no ha- lógicos el uso de mecanismos simbó-
remos más referencias a él, y nos licos para la expresión y el estudio
239 LÓGICA

de los argumentos. La causa de ello nos convenientemente) escribir (4)


es que los lógicos no se interesan por como:
los argumentos particulares ni por las (5) Si ningún ... es - - - y
expresiones lingüísticas ordinarias en
las que son expresados ni por el te- Los modos diferentes de rellenar
ma de los argumentos. Se intere- los espacios en blanco serían mera-
san más bien por las reglas genera- mente mecanismos para etiquetar las
les que rigen la validez de los ar- posiciones de posibles términos. Ob-
gumentos y, por tanto, por aquellos viamente se requiere tal etiquetación
rasgos de los argumentos que son re- si se desea preservar la forma lógi-
levantes para su validez. Estos rasgos ca. El uso de variables es familiar
son estructurales, la forma o esquele- a la mayoría de la gente en el uso
to de un argumento que suele ser os- de x, y,etc., en el álgebra escolar.
curecida o encubierta por el modo en Aristóteles introdujo el uso de va-
que es expresado en el lenguaje or- riables en lógica en su tratamiento del
dinario. Por el estudio de la estruc- silogismo, en parte, según parece, pa-
tura del argumento, la enorme diver- ra poder formular reglas de lógi-
sidad de razonamientos sobre toda ca que fueran universalmente verda-
suerte de tópicos y en toda suerte deras. La lógica moderna utiliza sím-
de lenguajes puede ser reducida a bolos distintos de las variables, al
modelos estándar que pueden ser igual que lo hace la matemática, y
enumerados sistemáticamente. Que la algunos de estos usos serán explicados
validez de un argumento deductivo más abajo. Entretanto, vale la pena
depende de su estructura (o forma ló- observar que el uso de símbolos para
gica) y no de su materia se puede ver formular las expresiones lógicas tiene
intuitivamente en los siguientes ejem- ventajas importantes aparte de la ex-
plos. Es fácil ver por inspección que hibición de la forma lógica y la enun-
los casos 2) y 3), que siguen a con- ciación de las reglas generales. Su uso
tinuación son válidos aunque se re- aporta a la lógica una claridad y una
fieran a materias diferentes: consciencia sin las que poco progreso
(2) Si ningún metal es soluble en se hubiera hecho. Esto puede apre-
el agua y algunas sustancias cristalinas ciarse si consideramos lo pesado e
son metales, entonces algunas sustan- inconveniente que resultaría parafra-
cias cristalinas no son solubles en el sear en el lenguaje ordinario una ex-
agua. presión algebraica tan simple como:
3) Si ningún cristiano es panteís-
ta y algunos místicos son cristianos,
entonces algunos místicos no son pan-
teístas. El desarrollo de la lógica, como el de
La forma lógica común a ambos la matemática, depende de que pue-
puede ser representada así: da disponer de un simbolismo conci-
(4) Si ningún A es B y algún C so y apto para sus conceptos y ope-
es A, entonces algún C no es B. raciones.
Aquí los términos relativos a la ma-
teria de estos silogismos han sido reem-
plazados por variables, esto es símbo- In
los que en sí mismos no nombran ni
se refieren a cosas ni a propiedades La rama básica de la lógica es la
pero que, como los pronombres, pue- lógica de las proposiciones, o como
den representar (y pueden ser reem- suele ser llamada, el cálculo proposi-
plazados por) palabras o frases que se cional. Ésta no fue la primera parte
refieran a cosas o propiedades. Pue- que se desarrolló de la lógica. Aris-
den ser consideradas como un modo tóteles no le prestó mucha atención.
muy conveniente de marcar los espa- y aunque los lógicos estoicos en
cios en blanco en la forma del argu- tiempos antiguos y algunos de los me-
mento, espacios que habrá que rellenar dievales hicieron contribuciones a es-
arbitrariamente con términos adecua- ta parte de la lógica, su desarrollo sis-
dos. Podríamos (aunque bastante me- temático ha sido la obra de G. FRE-
LóGICA 240
GE, C. S. PEIRCE y los lógicos moder- Otra constante que ocurre común-
nos. El cálculo proposicional trata los mente es:
argumentos cuyos constituyentes bási-
cos son proposiciones. Aquí la pala- o v
bra «proposición» puede ser tomada
como sinónimo de la frase «sentencia (a leer aquí en el sentido inclusivo
indicativa». La propiedad definidora de «o», esto es, «p V q» significa
de una proposición para este propósi- «ó p Ó q y posiblemente ambos son
to es que debe ser verdadera o falsa verdaderos»).
y que no puede ser ambas cosas. Así Así, (7) se convierte según esta
las preguntas o las órdenes no son cla- nueva traducción en:
sificadas como proposiciones. Un ejem- (8) (( - p::> - q ) . q) ::> p
plo típico de un argumento propo- Aquí se utilizan los paréntesis pa-
sicional es: ra mostrar el alcance de las constan-
(6) Si fumar no es una causa de tes lógicas. Por ejemplo, 8) leído sin
cáncer, entonces las correlaciones esta- paréntesis sería ambiguo y podría en-
dísticas no son un signo fiable de tenderse de muchas formas distintas.
conexión causal. Pero las correlacio- Los paréntesis, u otros mecanismos
nes estadísticas son un signo fiable similares, son necesarios para mostrar
de conexión causal. Por tanto, fu- la fuerza vinculante de las constantes.
mar es una causa del cáncer. Todas las formas de argumento de
La forma lógica de este argumento la lógica proposicional pueden ser ex-
puede ser mostrada reemplazando la presadas en forma simbólica con la
proposición «fumar es una causa del ayuda de este conjunto de signos.
cáncer» por «p» y «las correlaciones
estadísticas son un signo fiable de
conexión causal» por «q» y reescri- IV
birlo como sigue:
(7) Si, si no-p entonces no-q, y q, Una vez tenemos un método de for-
entonces p. malizar los argumentos proposiciona-
(7) exhibe la forma lógica de (6) y les, surgen dos problemas:
es una forma de argumento, que se (i) ¿Cómo distinguimos las formas
convierte en un argumento concreto de argumento válidas de las inválidas?
si se reemplazan las variables «p» y (ii) ¿Cómo podemos probar fórmu-
«q» por proposiciones particulares. las válidas nuevas sobre la base de
y como esta forma es una forma vá- las que ya sabernos que son válidas?
lida cualesquiera proposiciones que (i) suscita lo que se llama el pro-
pongamos en lugar de «p» y «q», da- blema de decisión. En este nivel de
rán lugar a un argumento válido. la lógica puede ser resuelto con bas-
En general, los argumentos propo- tante facilidad. Un procedimiento de
sicionales pueden ser convenientemen- decisión simple es el método de las
te simbolizados poniendo las variables tablas de verdad. Por este método,
p, q, r, ... en el lugar de las propo- clasificamos primeramente todas las
siciones constituyentes y acuñando combinaciones posibles de verdad y
otros símbolos para las palabras y falsedad de las proposiciones consti-
frases que vinculan las proposiciones tuyentes de la forma de argumento
en su forma lógica. En (7) estas pa- en cuestión. Habrá 2n de éstas, don-
labras son «si... entonces ... », «y» y de n es el número de proposiciones
«no». En lógica se las llama conec- diferentes. Para (8), hay 22 , Ó 4, com-
tivas proposicionales o constantes ló- binaciones de este tipo; p y q ver-
gicas y sus equivalentes simbólicos se- daderas ambas, p verdadera y q falsa,
gún la notación comúnmente usada en p falsa y q verdadera y p y q ambas
los Principia Mathematica, de Russell falsas. Entonces se averigua el valor
y Whitehead son: de verdad de toda la expresión para
cada uno de estos cuatro casos. Esto
no - se hace aplicando las definiciones de
y. las conectivas lógicas en términos de
si. .. entonces... ::> valores de verdad. Estas definiciones
241 LOGICA

pueden establecerse en una forma ta- Estadio 4. En último lugar, comple-


bular como sigue: tamos la columna final con la cons-
tante lógica de más amplio alcance
uniendo las columnas 6 y 4 según las
p q reglas de «::J»:

»: ~I~~ --"!- ». »: [( - p::J - q). q)]::J p


FVFVVVV
FVVFFVV
V F F V F V F
- - - - - - - - -- - - - - VFFFVVF
F V V Fi F V V VVVFFVF
1526374
F F V --;I-~- F V
Se verá qué forma de argumento
resulta verdadera para todas sus posi-
Aplicando estas reglas a (8), com- bilidades de verdad. Ésta es la carac-
pletamos la tabla de verdad en cua- terística de una fórmula válida del
tro estadios, como sigue: cálculo de proposiciones, reduciéndose
a F toda forma inválida para al menos
Estadio 1. Establecemos los valo- una de las combinaciones de sus va-
res de verdad de las variables nega- lores de verdad.
das y no negadas en las columnas se- Pero un procedimiento de decisión
gún las reglas: solamente nos habla de cualquier for-
ma de argumento tomada al azar, sea
o no válida. No proporciona ningún
( - p::J - q) .q)::J P medio de probar nuevas fórmulas ni
F F V V de poner en relación conjunta las
F V F V fórmulas válidas en un sistema. Un
V F V F método clásico para ello consiste en
V V F F construir un sistema axiomático en el
1 2 3 4 que todas las fórmulas válidas del
cálculo puedan ser deducidas de un
Estadio 2. Completamos la colum- pequeño número de fórmulas (los
na situada bajo la constante lógica de axiomas) tomadas como punto de par-
menor alcance según las reglas para tida. (Un ejemplo muy imperfecto pe-
,,:J» más arriba indicadas: ro bien conocido de sistema axiomáti-
co es la geometría de Euclides). La de-
ducción consiste en operar sobre los
«( - p:J - q) . q)::J P axiomas y sobre las fórmulas deriva-
F V F V V das de éstos según las reglas del siste-
F V V F V ma. Estas reglas deben especificar qué
V F F V F símbolos pueden usarse y cómo pue-
V V V F F den combinarse (Reglas de Formación)
1 5 2 3 4 y qué manipulación de los axiomas y
de las fórmulas derivadas se permite
Estadio 3. Completamos la columna (Reglas de Transformación). Los axio-
situada bajo la constante lógica de mas pueden escogerse de cualquier
alcance inmediatamente más amplio, modo conveniente siempre que el con-
i. e., unimos las columnas 5 y 3 se- junto que seleccionemos sea consisten-
gún la regla para «. »: te, es decir, que acarree solamente
fórmulas válidas. A ser posible también
debe ser «completo» o capaz de pro-
[( - p::J - q) . q)] ::J P porcionar todas las fórmulas válidas
F V F V V V del sistema. Deben encontrarse prue-
F V V F F V bas para que éstas condiciones de con-
V F F F V F sistencia y completud sean satisfechas.
VVVFFF Para el cálculo de proposiciones esto
1 5 2 6 3 4 puede hacerse sin mucha dificultad.
16
LóGICA 242
v (iii) Cuantificadores: (a) el cuanti-
ficador universal, «(x)», que se lee
La lógica de las proposiciones sólo «para todo x»,
constituye el primer nivel de la lógi- (b) El cuantificador existencial,
ca, y muchos argumentos no pueden «(Ex)», que se lee «Existe un x tal
ser expresados con su simbolismo ni que ... »
probados por sus métodos. Por ejem- Con este aparato adicional, (2)
plo, incluso un argumento tan ele- puede ser formalizado entonces:
mental como (2) más arriba expues-
to, no puede ser formalizado adecua- (11) ((x) (Fx:::J -Gx). (Ex) (Hx. Fx)J
damente como una forma de argu- :::J (Ex) (Hx. - Gx)
mento del cálculo proposicional. (La
mayoría de los silogismos pueden ser y (9) puede ser formalizado:
expresados en un cálculo de propieda-
des que es una interpretación alter- (12) (x) (y) (z) (Fxy. Fyz) :::J (Fxz)
nativa del cálculo de proposiciones, en
donde se trata la presencia o ausencia En el cálculo de predicados nos
de una propiedad como análoga a la enfrentamos de nuevo con los dos mis-
verdad o falsedad de una proposición. mos problemas que encontramos
Pero un tal cálculo no puede des- en la lógica de las proposiciones, el
arrollarse en una lógica general de problema de hallar un procedimien-
predicados.) Y un ejemplo ligeramen- to de decisión y el de construir un
te más complejo pero todavía ele- sistema de axiomas satisfactorio. Hay
mental: sistemas de axiomas para el cálculo
(9) Si A es mayor que B y B es de predicados para los que se pue-
mayor que C, entonces A es mayor den dar pruebas de consistencia y de
que C, completud. Pero ha sido probado
introduce todavía más complicaciones. (por el profesor A. Church) que no
Un argumento de la forma de (2), es posible ningún procedimiento de
esto es (4), claramente es válido pe- decisión general para esta parte de la
ro no lo es en virtud de su forma lógica, aunque se pueden idear mé-
proposicional. Pues es claro que: todos de decisión para importantes
(10) (p.q)-::Jr fragmentos de ella.
no es una forma válida del cálculo Éstos son todavía niveles compara-
de proposiciones. (2) es válido en vir- tivamente elementales de la lógica, yes
tud de la estructura interna de sus fácil encontrar sentencias que no pue-
proposiciones constituyentes. Más par- dan ser formalizadas con este apa-
ticularmente, es válido por el modo rato. (Por ejemplo: «Sólo existe un
en que las palabras «todo», «alguno» dios» o «2+2=4»). Para formalizar-
y «no» y las frases descriptivas (o las habría que tener en cuenta des-
predicados) «metales», «soluble en el arrollos todavía posteriores de la téc-
agua» y «sustancias cristalinas» vincu- nica lógica que aquí sólo podemos
lan las premisas entre sí y con la mencionar.
conclusión. Para formalizar tal argu-
mento necesitamos, además del apa- VI
rato simbólico de la lógica de propo-
siciones, los siguientes signos adicio- En la sección 1 se hizo referencia
nales: al estudio de los argumentos induc-
(i) Variables x, y, Z, ... que repre- tivos. La importancia básica de tales
sentan los individuos. argumentos, tanto en el razonamien-
(ii) Signos para predicados, F, to del sentido común como en la
G, H, '" Éstos pueden representar ciencia natural, exige que la lógica
predicados monádicos, como «azul», los tenga en cuenta. En un sentido
«cuadrado», predicados diádicos co- amplio, una prueba por métodos in-
mo «más grande que», «ama», que ductivos es aquella que intenta esta-
necesitan dos individuos para comple- blecer un enunciado general conside-
tar su ocurrencia, predicados triá- rando una muestra de los casos par-
dicos como «entre», «presta», etcétera. ticulares que caen bajo él. Este ti-
243 LóGICA
po de razonamiento en el que la in- tán bien fundadas de las que no
ferencia procede «de lo conocido a lo están. La tarea principal de la ló-
lo desconocido» es llamado induc- gica inductiva es el estudio de las
ción ampliativa o problemática. (Es comprobaciones críticas que son ne-
con mucho el más importante de cesarias para disciplinar nuestra ten-
los diversos tipos de inducción dis- dencia a generalizar.
tinguidos por los lógicos y el único La ciencia natural nos proporciona
que será considerado aquí.) Podemos un gran cuerpo de generalizaciones
concluir, por ejemplo, que todas las bien establecidas y estrechamente tra-
plantas verdes forman almidón en pre- badas de diversos tipos, ofreciéndonos
sencia de la luz sobre la base de así un modelo de razonamiento in-
las observaciones efectuadas en un nú- ductivo. La influencia de este mo-
mero limitado de casos de un núme- delo ha sido tal que la expresión «ló-
ro limitado de especies. Como va- gica inductiva» ha llegado a ser si-
mos más allá de nuestra evidencia al nónima de «la lógica de la ciencia».
obtener la conclusión, puede que ésta Y es interesante observar que el pri-
resulte ser falsa. En cualquier caso, pa- mer estudio importante del razona-
rece que tales conclusiones nunca se miento inductivo fue hecho por Fran-
siguen rigurosamente de sus premi- cis BACON en un momento en que el
sas. Mientras que un argumento de- estudio experimental de la naturale-
ductivo es o válido o inválido, estando za estaba comenzando a jugar un pa-
la conclusión o bien completamente pel significante en la vida intelectual
garantizada por las premisas o bien de Europa. No hay duda de que el
completamente falta de garantía, en estudio de los métodos y las técni-
un argumento inductivo la eviden- cas científicas es la guía más segura
cia dará más o menos apoyo a la para una visión correcta del razona-
conclusión pero no puede garantizar- miento inductivo.
la por completo. Los primeros lógi- El ejemplo de la ciencia natural
cos, en particular J. S. MILL, pensa- muestra que llegar a generalizaciones
ban que se podía hacer que la in- justificadas sobre la naturaleza no es
ducción llevara a ciertas conclusiones el único propósito del razonamiento
con la ayuda de premisas auxiliares inductivo. Una función importante del
adecuadas que debían ser suministra- razonamiento científico es la explica-
das por el argumento filosófico. Pero ción. Y una parte importante de la
desde la obra de W. S. JEVONS (1874) lógica inductiva es el análisis de la
se ha aceptado de un modo gene- noción de explicación de los fenóme-
ral que los argumentos inductivos no nos naturales. Desde luego que en el
pueden garantizar ciertas conclusiones. curso de la búsqueda de una expli-
El mero hecho de que tendamos a cación de algún evento observado apa-
hacer generalizaciones sobre la base rentemente excepcional se ha estable-
de nuestra experiencia pasada no pre- cido con frecuencia la existencia de
senta en sí mismo un problema para regularidades o uniformidades en la
los lógicos. Todos los animales capa- naturaleza. Fue de este modo, por
ces de aprender muestran en su con- ejemplo, cómo los intentos de expli-
ducta una expectativa de que los car la observación de Galvano de una
eventos futuros se parecerán a los pa- misteriosa contracción en el músculo
sados y que los ejemplos no observa- de una rana muerta condujeron a la
dos se parecerán a los que sí lo han formulación de las leyes sobre el com-
sido. La tendencia a generalizar es me- portamiento de las corrientes eléc-
ramente un hecho de biología. Sin tricas.
embargo, resulta que algunas de nues- La lógica de la inducción ha teni-
tras expectativas sobre el curso futu- do dos líneas principales de desarro-
ro de la naturaleza son justificadas llo, el estudio de los mecanismos pa-
por los eventos y algunas no lo son. ra eliminar las irrelevancias y el es-
Y, claramente, es una cuestión de gran tudio de los métodos para confirmar
importancia el tener procedimientos hipótesis. El ejemplo de la ciencia na-
para distinguir por adelantado las ex- tural muestra que tanto la elimina-
pectativas y generalizaciones que es- ción como la confirmación son esen-
LUCRECIO 244
ciales para el procedimiento científico. derecho en los que no se puede deci-
Los «métodos de investigación expe- dir una cuestión mediante métodos de-
rimental» de J. S. Mili, criticados de ductivos formalizados ni se la puede
diversas formas y mejorados por es- hacer más o menos probable mediante
critores posteriores, consisten esen- procedimientos inductivos. Y es claro
cialmente en una técnica para elimi- que muchos de estos argumentos, aun-
nar factores irrelevantes en los fenó- que no son decisivos, semejan proce-
menos que están en observación. Se dimientos racionales y tienen la inten-
encarnan de una forma práctica en ción de serlo, pese a no ser conclu-
algunas de las diversas técnicas expe- yentes. Por tanto, podría parecer que
rimentales usadas en la ciencia natu- la lógica debiera interesarse por ellos.
ral. Desde luego, se puede decir que Muchos filósofos contemporáneos ten-
esta parte de la lógica inductiva con- derían a apoyar esta concepción.
siste en el análisis lógico de los pro- Sería poco aconsejable sin duda el
cedimientos experimentales. Recientes intentar prescribir por adelantado lo
desarrollos en el estudio de los pro- que la ciencia de la lógica se puede
yectos experimentales vinculan estre- esperar o no esperar que logre. Los
chamente estas materias con los des- lógicos conservadores de finales del
arrollos técnicos de la estadística ma- siglo dieciocho pensaban que la lógi-
temática. Sin embargo, hasta el mo- ca era una ciencia completa y sin du-
mento poco trabajo han realizado da se asombrarían si se les pudiera
los lógicos siguiendo estas líneas. mostrar el estado actual de ésta. Pe-
Del mismo modo, el estudio de la ro debe observarse que en su esta-
lógica de la confirmación, que en el do actual la lógica no puede tener
pasado iba asociado a la teoría de la en cuenta ningún argumento que no
probabilidad y sus aplicaciones, ha sea reducible a las formas estándar
tomado en cuenta ahora los avances de la lógica deductiva o que no sea
de las técnicas estadísticas. En ocasio- exhibido como una hipótesis confir-
nes han dicho los lógicos, incluso en mable. El ejemplo del razonamiento
años recientes, que no hay ninguna inductivo muestra que no todos los
regla precisa para valorar la eviden- tipos legítimos de razonamiento nece-
cia inductiva. Esto sólo era cierto sitan ser de carácter demostrativo.
antes del desarrollo de la estadís- Pero los tipos de razonamiento que
tica matemática, que ahora proporcio- aquí se cuestionan son tales que no
na reglas muy precisas justamente pa- sólo no logran demostrar sino que
ra este propósito. Los resultados de ni siquiera logran dar soporte a sus
tales valoraciones con frecuencia no conclusiones, puesto que no cuentan
pueden ser exactos, desde luego, pero con cánones de propiedad establecidos
generalmente puede ser medido el al- y refrendados por acuerdo público.
cance de su inexactitud. Tales argumentos son, por tanto,
«argumentos» solamente en un senti-
do vago y metafóricamente extenso de
VII la palabra y apenas se los puede con-
siderar como evidencia en favor de las
Habiendo considerado los métodos conclusiones a que intentan llegar. Si
de inferencia deductivo e inductivo, fu turos desarrollos extenderán la re-
hemos efectuado una breve revisión gión de la lógica hasta incluir los
de las partes elementales de la lógica.
Pero ahora surge naturalmente esta «argumentos» del crítico literario, del
pregunta: ¿Son todos los argumentos teólogo o del metafísico nadie lo
o bien del tipo deductivo o del puede decir. Pero a la luz de la his-
inductivo? Si usamos la palabra «ar- toria de la lógica parece claro que las
gumento» en su sentido ordinario la perspectivas de hacer respetables ta-
respuesta es claramente, no. Sin duda, les argumentos no son prometedoras.
hay muchos campos de discusión, tales (D. J. O. C.)
como la crítica literaria, la teología, la
teoría política, gran parte de la filo- LUCRECIO. Tito Lucrecio Caro (98-
sofía tradicional y muchas partes del 55 a. C.), poeta romano. La única
245 LDCRECIO
información personal que tenemos de terror religioso. No es un tratamien-
él es que se volvió loco al tomar una to sistemático de la teoría ética de
poción amorosa, que escribió algunos Epicuro, pero la concepción epicúrea
libros (que presumiblemente son los de que el placer es el único bien,
seis libros del poema filosófico De de que la forma más valiosa de pla-
Rerum Natura) en los intervalos de cer es la libertad del miedo mental
cordura y que se suicidó a los cua- y que la principal razón para el estu-
renta y cuatro años. No hay nin- dio de la naturaleza es práctica: que
guna razón para dudar de que esto nos ayudará a liberarnos de los su-
sea verdadero. El poema, además de persticiosos temores a los dioses y a
ser una de las obras literarias más la vida en el otro mundo, es algo
grandes de la lengua latina, es una que está presupuesto a lo largo de
explicación completa y precisa de la toda la obra. No hay ninguna razón
teoría epicúrea del alma, de la per- para suponer que haya algo de origi-
cepción sensible, de la astronomía, de nal en Lucrecio; él mismo nunca di-
la herencia, del trueno, de los terre- ce serlo; pero su poema es una ex-
motos, del magnetismo y desde luego posición precisa y apasionada de la
de todo aquello que fuera más pro- posición epicúrea. También es una
bable que al crédulo le pareciera es- de las más grandes obras maestras
tar causado de manera sobrenatural y de la literatura latina.
que fuera, por tanto, una fuente de (J. O. D.)
M

MACH, Ernst (1838-1916), filósofo y fí- de las sensaciones. Ningún otro enun-
sico austríaco, quien, tras un breve ciado puede tener significación cien-
período como catedrático de matemá- tífica.
ticas en Graz, se hizo catedrático de La experiencia, afirmaba Mach, só-
física en Praga (1867-95) y después lo nos provee de una multiplicidad
en Viena (1895-1901). de sensaciones no relacionadas y en
Mach posee una importancia dura- cambio constante; no podemos pre-
dera como filósofo y metodólogo de tender encontrar objetivamente en el
la ciencia. Su posición filosófica ge- mundo ninguna base para nuestros
neral fue un positivismo extremo; conceptos de los cuerpos en movi-
mantenía que KANT, en su Crítica de miento en el espacio ni de las leyes
la Raz6n Pura, había «desterrado al de la naturaleza. «Según nuestra con-
ámbito de las sombras las ideas fal- cepción, las leyes naturales son pro-
sas de la vieja metafísica», pero las ducto de nuestra necesidad psicológica
nociones metafísicas todavía prevale- de sentirnos en la naturaleza como
cían en la filosofía de la ciencia e en casa; todos los conceptos que tras-
incluso en la ciencia misma. Su in- cienden las sensaciones deben ser jus-
tención principal fue, por tanto, dar tificados como algo que nos ayuda a
una explicación de la naturaleza de la entender, controlar y predecir nues-
ciencia que la exhibiera libre de todo tro entorno, y en distintas culturas y
elemento metafísico y no empírico y en distintos momentos se pueden usar
reconstruir la ciencia básica de la me- para este fin sistemas conceptuales di-
cánica de acuerdo con estas exigencias ferentes con igual propiedad. Si de-
filosóficas. «Sólo conocemos», dijo él, seáramos adscribir a la naturaleza el
«una fuente que revele directamente carácter de producir consecuencias se-
los hechos científicos -nuestros sen- mejantes en circunstancias parecidas,
tidos»; por tanto, la ciencia debe ser no sabríamos cómo descubrir estas cir-
reconstruida de tal modo que expli- cunstancias parecidas. Lo natural só-
que manifiestamente los hechos dados 10 ocurre una vez. Son sólo nuestros
por los sentidos. Pero los objetos de modos esquemáticos, cuya única y su-
nuestros sentidos son colores, tempe- ficiente justificación es que nos ca-
raturas, olores, sonidos y cosas seme- pacitan para controlar y predecir nues-
jantes, no cuerpos y todavía menos tro entorno. Pretender que en la na-
átomos, espacio absoluto, tiempo ab- turaleza estén las contrapartidas obje-
soluto, movimiento absoluto y otras tivas de este aparato conceptual es
concepciones de la mecánica newto- una pieza de metafísica injustificable;
niana; por tanto, en último análisis podemos encontrar útil, por ejemplo,
la ciencia debe ser una explicaci6n el concepto de un cuerpo, pero no
247 MCTAGGART
debemos permitirnos pensar que en en cierta medida por no conformarse
el mundo natural hay cuerpos; expe- a esta descripción. En particular, man-
rimentamos sólo sensaciones.» tenía que la ciencia hipostasiaba cons-
Pero aunque un conjunto de con- tantemente los elementos de su sis-
ceptos científicos no tiene más que tema conceptual, adscribiéndoles con-
una justificación temporal, pragmáti- trapartidas en la naturaleza que la
ca, y aunque las leyes científicas son experiencia no podía garantizar y que
instrumentos y no enunciados objeti- eran, por tanto, metafísicas. En La
vos Mach no considera que no haya Ciencia de la Mecánica aplicaba Mach
nada que elegir entre dos esquemas por tanto su posición general a una
conceptuales. Un sistema conceptual es crítica de la forma dada a la mecáni-
mejor si es simple, comprehensivo y ca por Newton y sus sucesores e in-
está libre de contradicciones exter- tentaba mostrar cómo podía conser-
nas; tal sistema es más útil para nos- varse el contenido científico de la me-
otros y más fructífero. Pero no debe- cánica sin recurrir al espacio y tiem-
mos equivocarnos y decir que la na- po absolutos, a la fuerza y a otras
turaleza misma es simple, económica nociones no empíricas. Aunque su in-
y cosas semejantes; la diferencia en- tención era en gran medida filosófica,
tre sistemas conceptuales económicos algunos de los argumentos, como los
y onerosos es una diferencia de uti- dirigidos contra las supuestas prue-
lidad, no de verdad, pues nosotros bas de la moción absoluta de New-
imponemos el sistema y la naturaleza ton, tienen una importancia científica
no es en sí misma un sistema ni sim- -y Einstein reconoció estar en deu-
ple ni complejo. Sin embargo, no de- da con ellos.
bemos pasar al otro extremo y con- La influencia de Mach en el des-
siderar que nuestra elección de leyes arrollo del EMPIRISMO en el continen-
científicas es puramente convencional; te europeo fue muy grande; el CÍRCU-
el sistema de conceptos debe adecuar- LO DE VIENA de los positivistas lógi-
se a los hechos a los que acostumbra cos le reconoció como su guía básica.
a describir y las leyes de la natura- Su sensacionalismo puro fue abando-
leza son descripciones del mundo, aun- nado bastante pronto en favor de un
que sean esquemáticas y, por tanto, «fisicalismo», pero la mayoría de las
su verdad y falsedad debe ser juzga- ideas principales del positivismo ló-
da por referencia a la experiencia. gico pueden encontrarse en él. Aun-
Los críticos han insistido con frecuen- que sus principales obras fueron tra-
cia en la dificultad de conciliar el ducidas al inglés muy pronto, siendo
empirismo de Mach con los elemen- muy leídas, su influencia sobre la fi-
tos más a priori de su concepción. losofía anglosajona ha sido menos ob-
De acuerdo con la visión de la na- servable allí por enfrentarse con el
turaleza de la ciencia descrita más arri- antecedente de una tradición empiris-
ba, Mach afirmaba que es erróneo ha- ta más desarrollada.
blar de pruebas en la ciencia. Si las (J. O. U.)
leyes científicas son instrumentos con-
ceptuales no pueden ser probadas in- MCTAGGART, Iohn Ellis (1866-1925),
ductivamente a partir de los hechos miembro del Trinity College de Cam-
v la deducción de las leyes de otras bridge. Fue estudiante y admirador de
Íeyes no tiene significación en última HEGEL, e idealista y metafísico siste-
instancia y puede dar fácilmente una mático. En su gran obra Nature
apariencia errónea de rigor a la cien- 01 Existence (Naturaleza de la Exis-
cia. La única justificación que se pue- tencia) se dispone, con la ayuda de
de dar o que se necesita dar para dos premisas empíricas de que existe
aceptar una ley científica es, según algo, a mostrar con rigurosos argumen-
Mach, que sobreviva a la comproba- tos a priori la naturaleza general del
ción de su uso. universo como un todo y de sus
Mach no estaba satisfecho con dar partes constituyentes. La conclusión
esta descripción general de la natura- de que el universo es una sociedad
leza de la ciencia; consideraba que la de mentes en estrecha relación unas
ciencia contemporánea estaba viciada con otras es alcanzada por un proceso
MAIMóNIDES 248

de argumentación de gran ingeniosidad MALEBRANCHE, Nicolás (1638-1715),


y claridad; en el curso de esta argu- filósofo francés. La heterodoxia de
mentación se produce la celebrada DESCARTES dividió a los filósofos pro-
prueba de la irrealidad del tiempo. En fesionales de su época en facciones
la segunda parte de la obra, Me- distintas y acerbamente opuestas que,
Taggart intenta sacar por métodos me- según se hacía entonces, comenzaron
nos rigurosos varias conclusiones de una búsqueda apresurada de autorida-
los resultados de la primera parte. La des. Quienes seguían a Descartes en-
inusual simplicidad formal, el rigor, contraron su autoridad en AGUSTÍN
la falta de retórica y el candor de su y los que se le oponían tomaron co-
obra, combinadas con una rara auda- mo maestro a Tomás de AQUINO. El
cia de pensamiento e imaginación, más celebrado de los agustinianos fue
la convierten en algo de valor incluso Nicolás Malebranche. Creía que las
para aquellos que no sienten simpatía cosas individuales son limitaciones de
por la metafísica idealista en gene- la única sustancia material y que las
ral. Entre sus muchas concepciones mentes individuales son limitaciones
poco comunes se debe mencionar su de una sustancia inmaterial, contra la
creencia en la inmortalidad del alma que se contrastaba la libertad perfec-
combinada con el ateísmo. El libro, ta de Dios, una doctrina característi-
An Examination of McT aggart Philo- ca de Agustín. Malebranche suminis-
sopb» (Examen de la Filosofía de Mc- tró una solución OCASIONALISTA del
Taggart) de C. D. BROAD contiene problema de la interacción causal de
una exposición crítica muy elaborada las dos sustancias, pues mantuvo que
v una discusión de la posición de Mc- no había ninguna capacidad de ac-
Taggart. ción en las cosas finitas -mentes o
(J. O. D.) cuerpos; doctrina que pretendía llevar
la marca de una filosofía cristiana.
Estas consideraciones, emparejadas
MAIMÓNIDES o Mases ben Maimón con el problema de cómo podía per-
(1135-1204), judío español, el más emi- cibir los cuerpos materiales una sus-
nente de los pensadores judíos me- tancia mental inmaterial, le lleva-
dievales, que intentó encontrar una ron a una especie de metafísica neo-
síntesis de la filosofía griega, en es- platónica. Nosotros no percibimos na-
pecial la aristotélica, y la religión mo- da directamente, sino que Dios im-
noteísta judía. Sus escritos influye- planta en nuestras mentes la idea de
ron enormemente, no sólo en sus co- un mundo corpóreo. Este mundo exis-
rreligionarios ortodoxos, sino también te de hecho y corresponde a las ideas
en filósofos no ortodoxos, tales como que tenemos de él porque las ideas
Tomás de AQUINO. Su obra más ce- de Dios, que son la fuente de nues-
lebrada es La Guía de Perplejos en tras percepciones, son también los ar-
la que intenta reconciliar la filosofía quetipos del mundo de las cosas ma-
aristotélica y las ciencias griegas con teriales.
la verdad literal del Viejo Testamen-
(R. HAR.)
to; en su tarea se apoya fuertemen-
te en los filósofos árabes AVICENA,
con quien mantiene una gran deuda MARCEL, Gabriel (1889-19) es un filó-
por su doctrina de la inmortalidad, sofo y dramaturgo francés. La obra
y AVERROES, de quien tomó la noción filosófica de Marcel ha sido comuni-
de la identidad de la esencia y la cada al mundo principalmente a tra-
existencia en Dios. Filosofía y teolo- vés de sus diarios, que aparecieron en
gía revelada son tratadas por Maimó- tres partes. Diario Metafísico, 1927;
nides como algo de naturaleza muy Ser y Tener, 1935, y Presencia e In-
distinta, aunque son complementarias. mortalidad, 1959. Las conferencias
La tarea de la filosofía es confirmar Gifford, que pronunció en Aberdeen
racionalmente las verdades de la reli- en 1949 y en 1950 sobre El M~terio
del Ser representan el grado más alto
gión y refutar las doctrinas que pa-
a que ha llegado en la exposición or-
recen contradecir la revelación.
denada de sus ideas. Aunque su uso
(J. O. D.) de la forma de diario le convierte en
249 MARCEL

un escritor imposible de resumir, es- más bien e! nombre de un tipo de


to confiere a su obra filosófica una exploración o análisis en donde e!
cualidad sugerente y exploratoria que proceso en e! que los hombres se
muestra un valor peculiar para quie- acercan al secreto de su existencia,
nes tienen la paciencia de leerla. era separado de todo lo que pudiera
Marcel suele ser caracterizado como enmascararlo, procurando mantener-
«existencialista cristiano», y como tal lo en su unicidad como lo que es, y no
es contrastado con SARTRE; pero és- otra cosa. Así, con toda su vaguedad
ta caracterización no es acertada de textura y la difusión de exposición,
(aunque Maree! ha escrito un valioso el pensamiento de Marcel tiene una
ensayo crítico sobre Sartre). Autor de cualidad crítica y analítica, evidencia-
una tesis doctoral sobre las conccp- da, por ejemplo, en su discusión de
ciones filosóficas de Coleridge en sus la noción del argumento en favor de
relaciones con la filosofía de Schelling, la existencia de Dios, en haber ais-
la obra de Marce!, tal como es reve- lado el contenido preciso de la espe-
lada en sus diarios, lo muestra ini- ranza de inmortalidad humana, en su
cialmente como un estudiante de contribución al penetrante debate so-
los idealistas de habla inglesa, de bre la naturaleza y posibilidad de la
F. H. BRADLEY, y en particular del metafísica, y por su distinción entre
americano Josiah ROyeE sobre quien «problema» y «misterio».
escribió en 1917 un interesante libro Dramaturgo al mismo tiempo que
que fue publicado por primera vez en filósofo, sus obras tienen un mérito
1945, y de BERGSON. Con Royce ha desigual, aunque suelen ayudar a dar
continuado manteniendo un hondo a su filosofía aquella concreción que
sentimiento de la profundidad de la siempre anheló. Pero una de las me-
vinculación de las personas con la co- jores -Hombre de Dios- ilumina
munidad a la que pertenecen, y la varios aspectos clave del pensamien-
noción de lealtad, así como la de fi- to de su autor. En ella un pastor pro-
delidad es una idea a la que ha vuel- testante francés que ha obtenido
to repetidamente. De Bradley adquirió grandes éxitos en el curso de su vo-
algo de la presencia elusiva de! autor cación, como consecuencia de haber
para lo subjetivo; y e! lector del plan- perdonado la infidelidad de su espo-
fleto sobre Fe y Razón, 1929, de sa se encuentra poniéndose en cues-
R. G. COLLINGWOOD, así como del tión todo cuanto pudiera envanecerle,
Ensayo de Metafísica, 1949, del mis- incluida su aparente generosidad hacia
mo autor aprenderá quizá más de los su esposa. Todas sus motivaciones des-
diarios de Maree! que de ninguna otra piertan su suspicacia, y cae en un
fuente el sentido preciso y las rami- abismo de autoacusación y falta de con-
ficaciones de la distinción de Co- fianza. Marcel se da cuenta de que hay
llingwood entre «proposición» y una experiencia del conocimiento de!
«presuposición». Los diarios de Mar- yo que recuerda inmediatamente el
cel también revelan su preocupación, mandato socrático de conocerse a sí
característicamente francesa, por el mismo, y la anagnorisis agonizante lo-
problema cartesiano de la relación de
mente y materia. En sus últimos años grada por el Edipo de Sófocles. Al fi-
ha prestado seria atención a las nal, al borde del suicidio, el pastor es
implicaciones de los fenómenos pa- rescatado por la necesidad de cumplir
rapsicológicos, especialmente la tele- algún deber monótono y rutinario de
patía, interpretados como un modo su oficio con un feligrés. Así, Marcel
de la comunión humana. indica que, en su opinión, sólo dentro
Habiendo entrado en la iglesia ca- de una comunidad pueden encontrar
tólica en 1929, Marcel siempre se los hombres el valor que se requiere
mantuvo distante de los entusiasmos para soportar la realidad de su situa-
neo-tomistas de MARITAIN. Para él, la ción. A pesar de lo que acentúa la
intuición ontológica de Maritain era dimensión de la subjetividad, perma-
quimérica y completamente inadecua- nece profundamente hostil hacia cual-
da como punto de partida de la me- quier tipo de individualismo radical,
tafísica. La metafísica de Marcel fue que juzgará falso respecto de las su-
MARCO 250

tiles realidades de la situación hu- ra1, el conocimiento metafísico y el


mana. conocimiento místico, que conside-
(D. M. M.) raba como formas válidas de conoci-
miento, complementarias entre sí.
MARCO AURELIO ANTONINO (121- (J. O. D.)
180), emperador romano, y estoico.
En sus últimos años escribió las Me- MARX, Karl (1818-1883), nacido en
ditaciones, como un refresco y un es- Trier, Alemania, muerto en Londres.
tímulo personal en medio de la carga Marx no fue principalmente filósofo
de su oficio solitario. Su estoicismo Su fama descansa en el prodigioso es-
se enraiza en EPICTETO, pero sintió fuerzo por descubrir y formular las
con un fervor religioso más profundo leyes que gobiernan la conducta de
que los otros estoicos la comunión na- los hombres en la sociedad, y en la
tural del hombre en la unidad orgá- creación de un movimiento ideado pa-
nica del universo. Una providencia ra transformar las vidas de los hom-
benefactora ha colocado en los hom- bres en conformidad a estas leyes.
bres un control divino, la razón; así Fue sociólogo, economista y revolucio-
está en su poder, por el solo cumpli- nario activo en cuyas perspectivas la
miento de esta esencia moral que no filosofía no entraba como un estudio
es tocada por 10 externo, hacerse uno separado, sino como un elemento de
con la intención racional del univer- su teoría general del hombre. No obs-
so. Éste es el deber activo del hom- tante, comenzó como filósofo y su
bre para consigo mismo como ciuda- posición filosófica, a pesar de vacíos
dano del Estado de Dios. Pero Mar- e incoherencias considerables, puede
co, como emperador de Roma vio de- ser recapturada en sus primeros escri-
beres igualmente importantes para con tos que, en su mayoría, no fueron pu-
sus conciudadanos, sus semejantes na- blicados durante su vida. La filosofía
turales. Con todo, su amor por la hu- marxista de nuestros días es una amal-
manidad no le cegó ante su deprava- gama compuesta de los trozos publi-
ción, y convencido de la naturaleza cados y no publicados por el mismo
transitoria de los asuntos temporales, Marx, de las obras metafísicas de su
no encontró en sus principios estoicos colaborador ENGELS (que hablaba de
ningún incentivo que forjara un esta- «la dialéctica del rnaterialismo») y de
do ideal, sólo un sentido de urgencia las subsiguientes glosas de éstos y el
de hacer 10 que pudiera en el puesto desarrollo realizado por comentaristas
que Dios le había asignado. El rey posteriores. El término «materialis-
filósofo era un ideal moral, no polí- mo dialéctico» por el que son cono-
tico; Marco se interesa fundamental- cidas las doctrinas filosóficas mante-
mente por su propio carácter moral, nidas actualmente por los comunistas
que funciona en relación con otros; ortodoxos, fue inventado por el so-
sus pensamientos se volvieron rápida- cialista ruso Georg P1ejanof.
mente de Roma a la Ciudad de Dios. Una de las principales razones de la
(I. G. K.) falta de interés de Marx por la filo-
sofía como campo específico de estu-
MARITAIN, ]acques (1882-1973), fran- dio fue sin duda su creencia, deriva-
cés; en las postrimerías de su vida da (como muchas otras cosas de su
fue llamado como profesor de la Uni- sistema de HEGEL) de que las ideas
versidad de Princeton. Siendo origi- no podían ser estudiadas de manera
nalmente un seguidor de BERGSON, provechosa aisladamente, puesto que
posteriormente se convirtió en uno eran una parte inseparable de la ac-
de los exponentes modernos mejor co- tividad de los individuos y los gru-
nocidos del tomismo; su Introducción pos, y eran literalmente ininteligibles,
a la Filosofía, 1920, se encuadra den- si no eran consideradas como un as-
tro de un escolasticismo ortodoxo en pecto de la actividad total de los hom-
sentido tradicional. Su obra filosófica bres. La teoría no debe ser conside-
mejor conocida ha sido Los Grados rada como algo distinto de la práctica.
del Saber (1932), en la que distin- Las opiniones, motivos y conceptos
gue el conocimiento científico natu- verdaderos de los hombres están im-
251 MARX

plicados en sus actos y en su con- el mundo, siendo el único de todos


ducta irreflexiva, así como en sus los animales que puede hacerlo. Para
creencias explícitas. Además, aislar Marx, la capacidad tecnológica es la
cualquier actividad, incluso con el pro- naturaleza fundamental del hombre:
pósito de realizar una inspección cien- es la responsable de la consciencia de
tffica, y considerarla sin tener en los procesos de la vida y de la direc-
cuenta su lugar en la evolución histó- ción consciente de éstos que es lla-
rica de la actividad humana total a la mada historia. Los hombres son he-
que pertenece, es comprenderla e in- chos lo que son, y difieren entre sí,
terpretarla mal. Tal tendencia a la no debido a ciertos principios inter-
«abstracción» es en sí misma un sín- nos fijos de sus naturalezas -pues no
toma de engaño, condicionado social existen tales principios-, sino me-
e históricamente, que Marx intentó diante el trabajo que no pueden evi-
explicar y disipar. Para entender la tar hacer si quieren satisfacer sus ne-
teoría filosófica de Marx es necesario, cesidades. Su organización social es
por tanto, captar su visión de qué son determinada por los modos en que
los hombres y cómo llegan a actuar trabajan y crean, con el fin de preser-
como lo hacen. var y mejorar sus vidas. Para los ma-
Al igual que los materialistas fran- terialistas del siglo XVIII la historia
ceses radicales más importantes del de la humanidad era en gran medida
siglo XVIII) a quienes debía mucho, la historia del error humano evitable,
Marx creía, en primer lugar, que el de las locuras e ilusiones que nubla-
hombre era un objeto de la naturale- ban las mentes humanas antes de que
za, un pedazo tridimensional de car- el método científico, fundado sobre la
ne, sangre, huesos, etc., para quien las observación empírica y el razonamie-
leyes de la naturaleza descubiertas por to exacto, revelara qué cuestiones hay
las ciencias se aplicaban con no me- que hacerse y cuáles son los métodos
nos totalidad que a otros objetos ma- correctos de búsqueda de sus respues-
teriales. Como estos materialistas, ne- tas -una larga noche de ignorancia y
gaba la existencia de un alma inmate- superstición iluminada por los deste-
rial, de las sustancias espirituales de llos ocasionales de los genios, a quie-
cualquier tipo y, por tanto, de Dios, nes los dirigentes de los hombres, re-
y consideraba que la teología y la yes, clérigos o soldados, explotaban
metafísica eran tejidos de falsedad, ampliamente con la intención de man-
que usurpaban el lugar a las ciencias tener a la humanidad sometida a
naturales que eran las únicas que po- ellos mismos.
dían proporcionar soluciones verda- Para Marx la historia es menos
deras a todas las cuestiones de hecho, simple. Como los padres de la socio-
entre ellas las leyes que gobiernan la logía, Hegel y Saint-Simón, no creía
evolución de los individuos y de las en las verdades eternas sobre los in-
sociedades. dividuos o las sociedades, mantenidas
Para Marx los hombres diferían de universalmente, siendo cada una de
los objetos de la naturaleza principal- ellas, en principio, capaz de ser des-
mente porque eran capaces de fabri- cubierta por cualquiera en cualquier
car herramientas. El hombre estaba lugar y en cualquier circunstancia.
dotado de la capacidad única no sólo Mantenía que cualquier avance tec-
de usar, sino de crear instrumentos nológico en el desarrollo humano traía
que satisfagan sus necesidades bási- consigo sus propios horizontes inte-
cas -alimento, refugio, vestido, pro- lectuales y morales. Las ideas de los
creación, seguridad y demás. Estas in- hombres no habían nacido aislada-
venciones alteraban, pues, las rela- mente del resto de sus actividades:
ciones del hombre con la naturaleza las ideas eran -y no podían más que
externa y transformaban a éste y a ser- armas en la prosecución de los
las sociedades, estimulándole con ello fines de los hombres o los grupos so-
a hacer más invenciones para satisfa- ciales, exactamente como otras herra-
cer las nuevas necesidades y gustos mientas o invenciones o formas de
acarreados por los cambios que él pro- conducta, tales como los ejércitos, o
ducía en su propia naturaleza y en la pólvora, o la agricultura, o la es-
MARX 252
clavitud o el sistema feudal. La tec- cífico en el sendero evolutivo simple
nología hecha por el hombre deter- por el que se mueve necesariamente
mina ideas y formas de vida y no al toda la vida, y que, tanto si los hom-
contrario: las necesidades determinan bres lo saben como si no, determina
ideas, no las ideas necesidades. El todas sus ideas, deseos, esperanzas, te-
molinete creó el régimen feudal y la mores y formas de autoexpresión en
rueca el industrial: este epigrama es un estadio dado. En consecuencia, de-
una formulación característicamente cir que cualquier cosa es una verdad
marxista de los factores básicos de la eterna sobre los hombres o la socie-
historia humana. Para Marx, el moli- dad en principio debe ser absurdo.
nete crea un tipo de organización so- Pues en las vidas de los hombres no
cial determinado, y éste a su vez da hay nada eterno: todas las verdades
lugar a opiniones y actitudes y for- consisten en alguna relación entre los
mas de vida que es probable que pro- pensamientos de los hombres y los ob-
muevan, mantengan y resistan los ata- jetos en los que piensan, y como tan-
ques contra esa sociedad particular to los objetos como los pensamientos
-es decir, ese tipo particular de distri- no permanecen quietos, sino que se al-
bución del poder y la autoridad entre teran con las condiciones históricas
los hombres-, tanto si los hombres cambiantes, las cosas les parecerán di-
en cuestión se dan cuenta de ello co- ferentes a aquéllos que están encerra-
mo si no. Para Marx la vida mental dos en una sociedad dada y están pre-
de los hombres que adquiere forma sionados contra sus muros -en cuyo
concreta en las obras morales, filosó- interés está alterarla o destruirla-
ficas, políticas, jurídicas, religiosas y del modo en que les parecerán y la
artísticas y en las instituciones, sólo sentirán aquellos que están en un
puede ser entendida como una parte elevado grado de armonía con ella y
de toda la vida de la sociedad, cuyos que, por tanto, bien instintiva, bien
fines están determinados primariamen- conscientemente, se oponen al cam-
te por las técnicas que emplea para bio. No hay, por ejemplo, verdad so-
satisfacer sus necesidades. Los inven- cial o moral que sea igualmente vá-
tos y los descubrimientos transforman lida para ambas clases; pensamientos,
las necesidades -y las formas de vi- creencias, sentimientos morales son
da- que las suscitaron, y crean nue- para Marx formas de acción, y su
vos deseos y nuevos inventos, nuevos validez -{) verdad- dependerá, co-
órdenes de la sociedad. Pero la clave mo la propaganda, de los intereses
para el entendimiento de la vida so- del grupo al que pertenezca quien
cial siempre consistirá en la determi- la defiende. Todo lo que se pue-
nación de las formas que toma la lu- de juzgar de manera objetiva es
cha por la supervivencia o por la su efectividad relativa. Los elementos
satisfacción de las necesidades básicas de una cultura dada sobreviven si
o por el poder que puede satisfacer contribuyen y, por tanto, son absor-
estas necesidades en un momento y bidos y transmutados por su sucesor,
un lugar determinado. Éste es el fac- al siguiente estadio de la lucha por
tor dominante de cualquier sociedad; el progreso material. Como los filó-
captar su carácter es ser capaz de ex- sofos RACIONALISTAS de los siglos XVII
plicar -y predecir el desarrollo par- y XVIII, Marx creía que la libertad
ticular de las ideas, actitudes, reglas humana consiste en el dominio siste-
morales y sociales, modos de llenar las mático de todo lo que se resiste a
horas libres, y lo más importante de las necesidades humanas, sea en la
todo, la estructura de poder y autori- naturaleza externa o en sus propias
dad de una sociedad dada a la que pasiones salvajes y autodestructoras.
se adaptan necesariamente las pers- La libertad es el control planificado
pectivas de los hombres. Esta es una de los recursos de que se dispone;
teoría tecnológica del desarrollo de la cuanto más racional es el método de
vida social; es histórica cabalmente, control más amplios son los recursos,
porque afirma ser capaz de explicar más grande es el número de personas
toda la vida física y mental de los que ejerce tal control y la libertad es
hombres determinando su lugar espe- mayor.
253 MARX
Esta concepción tiene afinidades ob- parte de esa historia del desarrollo de
vias con la filosofía de Hegel, que sucesivas creencias, perspectivas, cul-
influyó en Marx de manera decisiva. turas, actitudes, que aun cuando en
Como Hegel, Marx creía que la his- ocasiones adquieren un ímpetu y una
toria era la clave para el entendimien- influencia decisiva en sí mismas, no
to del hombre y de sus atributos: son más que los «reflejos» de este
pues allí había un modelo discernible avance material en las «cabezas de los
y un fin inteligible del desarrollo de hombres», dejando cada uno a su su-
las capacidades humanas. Ciertos ti- cesor sólo lo que en él había de
pos de actividad, sean intelectuales o efectivo, sólo lo que ayudaba en la
prácticos, no pueden ocurrir hasta y creación de una vida -necesariamen-
a menos que se hayan desarrollado su- te social- por parte de los hombres,
ficientemente las facultades apropia- que pudiera responder de manera efec-
das; esto estimulaba el surgimiento de tiva a sus necesidades materiales.
nuevas facultades y actividades que no ¿Qué forma tomó este desarrollo?
habían sido posibles ni concebibles en Hegel había enseñado que el progre-
un estadio anterior. Por tanto, para so humano tenía lugar en la forma de
Marx, como para Hegel, la tendencia una espiral «dialéctica» discontinua,
a examinar teorías, filosofías, credos, caracterizada por repentinos saltos de
en aislamiento, con el fin de determi- un estadio a otro. Para Hegel todo
nar su verdad o falsedad, iba a ser estadio del sendero atravesado histó-
culpable de «abstracción viciosa»: de- ricamente por Jos seres humanos, to-
jar de lado los contextos en los que ma la forma de una tensión entre al-
estos pensamientos podrían haber ocu- guna actitud dominante -expresada
rrido o podrían haber tenido sentido en acción e instituciones apropiadas-
era hacer imposible que se diera res- y su opuesto -algo que lucha contra
puestas adecuadas a las preguntas. Ver- ella desde el interior; llevando a un
dad y falsedad, profundidad y super- conflicto entre principios o fuerzas
ficialidad, para Marx se relacionan ne- opuestos, en los que se escinde ine-
cesariamente con los mundos sociales xorablemente la consciencia humana y
a los que las ideas en cuestión perte- la actividad humana. Es este continuo
necen orgánicamente. Así, la noción, duelo entre tendencias en conflicto a
por ejemplo, de libertad individual, cualquier nivel del pensamiento y el
o de propiedad privada y las ideas sentimiento y la conducta humanos,
conectadas con éstas, tales como jus- el responsable de Jos cambios y el
ticia económica, derechos individua- progreso. Siempre que la tensión cre-
les, etc., pueden no tener literalmen- ciente alcanza un punto crítico, hay
te ningún sentido en, digamos, ciertos una colisión, una explosión y la hu-
tipos de sociedades primitivas donde manidad (o alguna parte de ella -una
la idea de la propiedad no existe; y iglesia, una nación o una cultura) da
las doctrinas que expresan estas no- un salto hacia un nuevo estrato. Las
ciones históricamente evolutivas no fuerzas contendientes se destruyen en-
pueden, por tanto, expresar verdades tre sí, pero generan algo nuevo -un
eternas o valores eternos, cuya misma estado nuevo de consciencia o forma
idea resulta ser una quimera. Esto se de vida, que a su vez lucha con sus
aplica a todos los conceptos, salvo propias contradicciones internas hacia
quizás al del proceso histórico mismo. una nueva crisis, y así sucesivamente
Para Hegel este orden objetivo del en una espiral que asciende indefinida-
desarrollo humano era parte de la mente. La noción de que el conflicto
creciente autoconsciencia del Espíritu y la crisis son la única causa del pro-
Universal. Marx, que rechazaba la no- greso es tan vieja como HERÁCLITO,
ción de una realidad impalpable, lo pero Marx tradujo las categorías he-
trasladó en términos del desarrollo so- gelianas del espíritu y su aparato Ió-
cial concreto. Para él la realidad era gico (en ocasiones con consecuencias
la historia del crecimiento del auto- lógicamente absurdas) a categorías so-
dominio y del dominio de la natura- ciológicas. Para él el desarrollo histó-
leza por la sociedad humana median- rico consiste en el conflicto generado,
te el progreso tecnológico; y, como en primer lugar, por las necesidades
MARX 254
materiales y los inventos tecnológicos, do su propia explotación de la clase
y no ocurre en las mentes de los que está por debajo de ellos alcance
hombres, sino en la sociedad -entre debidamente el estadio (tecnológica-
grupos de hombres en guerra entre mente condicionado) de crisis, explo-
sí. Para Marx una clase es un cuer- te y dé un salto «dialéctico» a un
po de personas unificado por algún nuevo nivel. Las ideas son armas que
interés social objetivo: siendo un in- la clase dominante genera y utiliza
terés social objetivo la necesidad de en el curso de su lucha por el poder.
lograr o adquirir aquello que hace a La función de tales ideas, en virtud
los que 10 tienen más libres, esto es, de su origen mismo, siempre debe co-
más capaces de dominar sus propias vi- menzar por la militancia en favor de
das en orden a lograr la satisfacción la clase dominante. Quienes aceptan
racional de sus propias necesidades. estas ideas de entre los explotados
Para Marx la historia de la humani- -así como las instituciones en las que
dad es la historia de la lucha de cla- se encarnan- aceptan de forma no
ses. Su filosofía de la historia es la crítica algo que milita contra sus pro-
fuente de todas sus creencias filosó- pios intereses y en favor de los de
ficas. quienes les dominan. Puede que no
Desde que, según él, el comunis- sean conscientes de esto y acepten es-
mo primitivo, con e! que (si no en tas ideas e instituciones como si fue-
su opinión, sí en la de su colaborador ran eternamente válidas -garantiza-
Engels) la vida de! hombre había das por la religión, la metafísica, o el
empezado sobre la tierra, fue liqui- orden de la naturaleza, que es con-
dado por los inventos tecnológicos que siderado eterno, inaltera ble y justo;
colocaban a quienes los controlaban y de este modo tratan 10 que de he-
en una posición de obtener por la cho son productos de los intereses
fuerza e! trabajo y otras formas de humanos cambiantes, la pericia hu-
servicios de aquéllos que no los con- mana, la lucha humana por el poder,
trolaban, la vida de los hombres ha como si se tratara de cosas ordenadas
sido dominada por los esfuerzos de por una divinidad eterna o por algún
quienes han detentado los medios de criterio objetivo de verdad o bondad
producción para preservar su poder y o belleza, que fuera el mismo para to-
explotar a otros hombres en su in- dos los hombres, en toda época y en
terés propio. Esto toma la forma de todos los lugares. Tales criterios no
tratar al explotado como ganado -es- existen para Marx, las cosas sólo son
to es, de apropiarse la diferencia de 10 válidas en su propio espacio y tiempo,
que cuesta mantenerlos activos y ca- y sólo son inteligibles en términos de
paces de producción, y el valor de la estructura social que las exige. En
sus productos. Marx llamó a esto cuanto a la ilusión de que existen va-
«plusvalía» de la que está formado lores humanos universales, o que las
todo capital, y la lucha de clases se instituciones creadas por los dominan-
libra para asegurarla. En el curso tes pueden ser buenas o beneficiosas
de este gran dominio coercitivo de para los oprimidos, eso es para él
una parte de la sociedad por otra, los una forma de «alienación- (otra cate-
dominantes se ven implicados, de bue- goría hegeliana), un concomitante ine-
na o mala gana, en una actividad so- vitable del doloroso progreso de la
cial y económica que tiende a la per- humanidad.
petuación y al aumento de su poder. La «alienación. es un fenómeno que
Esta misma actividad no puede más ocurre cuando algo creado para satis-
que engendrar métodos técnicos que facer las necesidades humanas ad-
alteran la estructura social, y se su- quiere una vida institucional propia,
man -por muy poco que los domi- una existencia independiente, y se pre-
nantes 10 hayan querido- a los po- senta ante los hombres no como un
deres y destrezas de los explotados. Es- arma artificial forjada por ellos en la
tos últimos, adiestrados en sus pro- prosecución de alguna necesidad que
pias artes por sus dominadores, a su puede, tal vez, haberse desvanecido
vez les derriban, sólo para ser ame- hace largo tiempo, sino como una ne-
nazados por e! mismo destino cuan- cesidad objetiva con poder y auto-
255 MARX
ridad, como alguna ley inexorable de diante ésta, de organización intelec-
la naturaleza o de un Dios todopo- tual y moral. La «alienación», esto es,
deroso. Para Marx los valores mo- la destrucción de la solidaridad hu-
rales y religiosos de lo que él lla- mana por la existencia de institucio-
ma el sistema capitalista de su pro- nes ideadas en un origen para pro-
pio tiempo, que dominan la socie- moverlas, es inevitable, según Marx,
dad toda, desde el poderoso y rico mientras que las vidas de los hombres
al más humilde y pobre, son precisa- estén dominadas por las luchas de
mente esas formas de alienación: va- clases -la forma inescapable de la
lores e instituciones cuyo único pro- lucha humana hacia el dominio de
pósito (aunque esto se haya podido la naturaleza y de sus propias pasio-
olvidar) es apoyar el poder de una nes irracionales. Sólo cuando el últi-
clase económicamente dominante da- mo peldaño de la escala de las clases
da, han llegado a ser considerados, -el proletariado, los hombres que no
por la totalidad, de una sociedad co- poseen nada y que, por tanto, son
mo algo independientemente válido comprados y vendidos como una mer-
para todos los hombres; con el resul- cancía- triunfe sobre sus opreso-
tado de que las instituciones ideadas res, como ocurrirá inevitablemente se-
para hacer seguir los intereses de los gún el modelo de la historia -sólo
dominantes en su forma osificada y entonces alcanzará la dialéctica histó-
canonizada no sólo destruyen la vida rica su resolución final: la lucha de
de los oprimidos, sino hasta cierto clases cesará; y las ideas e institucio-
grado también la de los opresores. nes que han sido usadas por un con-
Esto no es menos verdadero de los junto de hombres contra la libertad
sistemas morales y políticos; lo es, de otros serán reemplazadas por ins-
desde luego, respecto de todo aquello tituciones e ideas útiles para toda la
que, ideado como inevitablemente de- humanidad.
be ser, para prolongar los intereses Si todo 10 que importa en la vida
de una clase pasajera, inconsciente- humana está condicionado por la cla-
mente retuercen las vidas de sus víc- se a la que el hombre pertenece, y
timas, de tal modo que los hombres por la posición de esa clase en la lu-
ya no están expuestos meramente a cha de clases, se sigue que las ideas
los estragos de la naturaleza incon- de un hombre, por poderosa que pue-
trolada, sino que se convierten en da ser su influencia, deben estar de-
Frankensteins a merced de los mons- terminadas por su esta tus social y
truos que ellos mismos han construi- económico, y no de otro modo. Marx
do -instituciones, hábitos, creencias, llama, por tanto, ideas al elemento de
cuyos orígenes se han olvidado y cu- la superestructura que está determi-
yas funciones ya no se entienden. Los nado por la «estructura» básica, esto
hombres tratan los bienes de consumo es, la constitución económica de un
como si poseyeran una vida y un valor grupo humano dado, determinado por
propios; el productor es aislado del los instrumentos de producción que
producto que crea, y de las herramien- estén en uso y quienes los controlan.
tas mismas, que adquieren un esta tus Marx llama ideologías a estas super-
independiente propio y engañoso, a estructuras. A veces habla de ellas co-
menudo en contra de los intereses de mo si fueran redes de ficciones ideadas
sus creadores. para racionalizar -para dar explica-
Al mismo tiempo el mero hecho de ciones falsas, pero reconfortantes de-
captar y considerar este predicamen- los hechos ante los que una clase o
to no hará que desaparezca. Para ser sub-clase dada retrocede instintivamen-
efectivas, como todas las ideas influ- te, porque apuntan a su propia des-
yentes, aquéllas que quieran destruir trucción inevitable en manos de sus
estas supervivencias deben ser parte oponentes -la clase que explotan.
de una actividad revolucionaria auto- Así habla de las ideas de la sociedad
liberadora y, por tanto, práctica, que burguesa como una racionalización
no pueda ocurrir hasta que las vícti- consciente o inconsciente de sus inte-
mas hayan alcanzado un cierto esta- reses -cómo quiere que sea el mun-
dio de organización social y, sólo me- do para sobrevivir en él- disfraza-
MARX 256
dos de ideales universales. Como de ble de lo que protege. Se sigue que
hecho no sobrevivirá, estas racionali- ningún intento de alcanzar un acuer-
zaciones son falaces y engañosas. Con do racional mediante la discusión en-
todo Marx (como Engels) no afirma tre miembros autoconscientes de cla-
que la química, por ejemplo, o las ses diferentes sobre temas morales
matemáticas sean inválidas porque ha- (o cualquier otro tema) pueda servir
yan sido hechas y estén siendo utili- para algo, pues los miembros de una
zadas por miembros de la clase diri- clase condenada por la historia en
gente de su tiempo. Está dispuesto a príncipio tienen que ser incapaces de
decir que las condiciones sociales pue- entender el mundo en que viven por
den no ser propicias a la aparición de una especie de mecanismo defensivo
éste o aquel descubrimiento o inven- que les crea un paraíso demencial y
to físico o matemático, que deberá que les impide percibir la ruina a la
esperar el momento históricamente que están condenados inexorablemente
apropiado (por ejemplo, el descubri- por la historia.
miento de la máquina de vapor en la Sin embargo, en otros momentos
Alejandría antigua o el submarino de Marx habla de los valores como si
Leonardo Da Vinci); que el progreso no se les pudiera distinguir en abso-
de la ciencia está íntimamente ligado luto de los hechos. La humanidad ca-
al progreso de la tecnología y las ins- mina en una dirección única, una cla-
tituciones sociales que la acompañan, se conquistará a otra hasta que ya no
pero no que una fórmula química queden clases por derrotar y los hom-
dada o un teorema matemático dis- bres sean libres de las distorsiones
torsionen realmente las vidas de los a las que la lucha de clases les ha
hombres que pertenecen a una clase condenado, y puedan al fin asumir la
opuesta a la de sus inventores, como tarea de organizar sus vidas en con-
ciertamente le parece qu e hacen las junto de una manera racional. Ningún
ideas históricas, éticas o legales. Sus ser racional desea ser frustrado o des-
seguidores intentaron exponer teorías truido. Un hombre racional es aquél
científicas específicas, y también cier- que entiende las leyes y factores que
tas doctrinas lógicas y filosóficas, co- funcionan en su sociedad. Pedir lo
mo engaños condicionados por la cla- imposible es irracional: creer en ello
se, o como decepciones deliberadas, es ser engañado por una utopía. Por
pero Marx no llegó a esta conclu- tanto, decir que un curso de conduc-
sión. Además, parecía creer que aun- ta es bueno, o correcto, es idéntico a
que las condiciones objetivas para su decir que promueve, más que impide,
aplicación efectiva a la sociedad to- el avance de la humanidad hacia la
davía no habían sido realizadas visi- sociedad sin clases, que no es nada
blemente, sus propias doctrinas esta- más que la razón en acción. Decir
ban no obstante relativamente libres que aunque X debía ocurrir, Y ocu-
de la distorsión y los perjuicios ines- rrirá, en última instancia, no tiene sen-
capables que tan amargamente de- tido, pues «debe» significa «justifica-
nunciara en las ideas de sus opo- do por la razón», y, por tanto, es se-
nentes. guro que será realizado si la historia
Esta ambivalencia también caracte- es la marcha de la razón con la for-
riza sus ideas morales y políticas. En ma de la lucha de clases, como Marx
ocasiones habla como si los juicios supuso. Por tanto, «bueno», «realis-
morales y, por supuesto, todos los jui- ta», «con éxito», «libre», científico»,
cios de valor, estén explícitos o im- «efectivo», «objetivo», «socialmente
plícitos en la conducta y en las for- determinado», coinciden todos en el
mas de vida, y nunca sean nada más significado y malo, loco, fallo, subje-
que armas abiertas o disfrazadas en la tivismo, esfuerzos por nadar contra la
lucha por el poder o la supervivencia. corriente de la historia, son también
Si esto es as.í, la ética de una clase expresiones equivalentes. Don Quijo-
dada -digamos la «burguesía»- no te no sólo es ridículo, sino perverso:
necesita examen, pues es meramente ser derrotado finalmente y ser vicio-
una forma de camuflaje que se des- so son idénticos. La justicia, la gra-
vanecerá con la destrucción inevita- cia, la libertad, los valores humanos
257 MATEMATICA

universales a los que recurrían los si fuera, por tanto, una condición
socialistas no marxistas, para él son «mejor», puesto que está más cerca
quimeras subyacentes. A lo único que del fin último -siendo éste el últi-
se recurre verdaderamente es al mo- mo sentido de «bueno» que puede
vimiento de la historia -el que está reconocer consistentemente. Con todo
a tono con las necesidades de la parece conceder un valor independien-
clase que encarna la parte más avan- te a los logros culturales de cual-
zada de la humanidad. Si un acto quier estadio del progreso; así conce-
dado promueve los intereses de esta de un valor más alto a las obras de
clase, es bueno y, lo que es decir lo Esquilo, Dante y Shakespeare que al
mismo, tendrá éxito; si la daña es arte de la burguesía. En otros mo-
malo, una ilusión, que probablemente mentos habla como si no se pudiera
llevará al error y a la «alienación» del conceder ningún valor a ninguno de
actor respecto del ejército en marcha, los estadios de la escala evolutiva
cuyos intereses determinan todos los hasta el cataclismo final, en que las
valores verdaderos. clases y su despotismo desaparecen
La concepción de los ideales como para siempre. Ni tampoco han logra-
meras ilusiones racionalizadoras (<<ideo- do los pensadores posteriores disipar
logías»), y la concepción de los idea- éstas y otras oscuridades de sus doc-
les como algo determinado por esta trinas morales y políticas.
especie de utilitarismo cósmico, nun- (1. B.)
ca es completamente reconciliada, ni
en los escritos de Marx ni en los de MATEMÁTICA. Las matemáticas han
sus sucesores. Por tanto, sus concep- sido siempre un tema de gran interés
tos políticos tampoco están nunca para los filósofos, no sólo por propio
completamente claros: así, en ocasio- derecho, sino también por tener una
nes define el estado como el comité importancia crucial para el problema
de la clase dirigente con la intención de la naturaleza y alcance del cono-
de ejercer coerción a los que están cimiento que la mente humana puede
debajo, en ocasiones como si llevara obtener mediante el razonamiento pu-
una vida distinta de la suya propia al ro y sin recurrir a la observación ni
tender a algo que no puede, dada la al experimento. No hay duda de que
lógica de la historia, ni siquiera ser llegamos a captar verdades tales como
-a saber, un árbitro imparcial entre que 2 + 2 = 4 solamente en el cur-
las clases. En ambos casos el estado so de la experiencia, pero ésta no es
debe desaparecer: pues, con la victo- una verdad experimental como lo es
ria del proletariado, ya no quedará na- el que si se ponen dos gotas de agua
die a quien coercer. Los hombres ra- junto con otras dos resultará un pe-
cionales no estarán en desacuerdo so- queño charco; si el conocimiento ma-
bre los fines: los desacuerdos sólo se- temático es ocasionado por la expe-
rán tecnológicos -sobre los medios, riencia no se basa en ella; no necesi-
susceptibles de ser resueltos mediante tamos enviar expediciones a África
la argumentación entre expertos sin el para comprobar si 2 + 2 = 4 tam-
empleo de la fuerza. Por tanto, el bién es mantenido allí. Así el cono-
instrumento de coerción -el estado- cimiento matemático parece ser un
desaparecerá. Similarmente Marx ha- caso de conocimiento racional puro,
bla a veces como si la revolución fue- que se obtiene por el pensamiento
ra tan inevitable como la lucha de sólo e independientemente de la veri-
clases -es una certeza objetiva y au- ficación empírica; es lo que técnica-
tomática; en otros momentos el de- mente se llama conocimiento a priori.
rrocamiento del sistema social depen- En consecuencia las matemáticas pa-
de de esfuerzos conscientes y tempo- recen ser una refutación de la tesis
rales de los trabajadores y sus líderes, empirista de que todo conocimiento
lo cual depende de la elección humana se basa en la experiencia sensible,
deliberada. También hay veces en las siendo éste un contraejemplo tan in-
que Marx habla como si cada estadio discutible que entre los empiristas so-
de la lucha de clases representara un lamente ]. S. MILL ha sido tan audaz
avance sobre su predecesor, y como como para intentar negarlo al afirmar
17
MATEMATICA 258
que las verdades matemáticas no son cos; la matemática era, por tanto,
realmente más que generalizaciones em- una extensión de la LÓGICA. Esta teo-
píricas bien establecidas. ría será ahora esquematizada breve-
Pero la matemática supone un mente.
desafío a la filosofía en otro sentido, A finales del siglo XIX el matemá-
pues es un problema descubrir de qué tico Peana había logrado mostrar que
trata esta ciencia; qué es el nú- la aritmética de los números cardi-
mero dos, y qué es sumar dos y dos, nales finitos podía ser derivada de
pues dos seguramente no es ninguna cinco proposiciones primitivas o axio-
cosa física, y sumar no es poner jun- mas y tres términos indefinidos
to como dos huevos se pueden poner -cero, número y sucesor de. Ahora
con otros dos. También surge el pro- bien, es claro que la matemática no
blema respecto de la geometría, pues puede ser considerada como conti-
si el teorema de que los ángulos in- nua con la lógica, a menos que todos
ternos de un triángulo son iguales a los términos de la matemática pue-
dos ángulos rectos, debe entenderse dan ser definidos en términos de la
que se refiere a triángulos dibujados lógica; lo que significaba que Russell
en el papel, es casi seguro que es y Frege, basando su obra en la de
falso; ¿qué son entonces los triángu- Peana, tenían que definir cero, nú-
los, los rectángulos, las líneas y pun- mero y sucesor de, en términos lógi-
tos de que habla el geómetra? cos. Ambos afirmaban haber realizado
Cuando consideramos estas dificul- con éxito esta tarea, Frege en Los
tades no es sorprendente encontrar Fundamentos de la Aritmética (1884),
que PLATÓN, el primer gran filósofo una obra maestra de escritura filosó-
de la matemática, considerara a es- fica que no es ni muy extensa ni muy
ta ciencia como el ejemplo supremo difícil; y Russell en Los Principios de
del conocimiento de un mundo supra- la Matemática (1903). Los términos
sensible de entidades inteligibles ac- clave que Russell usó en su defini-
cesibles a la razón sola, y que al prin- ción son clase, pertenencia a una cla-
cipio de su carrera, RUSSELL aceptara se y similitud; así definía el número
una posición esencialmente similar. cn general como «la clase de las clases
Sin embargo, no es ésta una visión similares a una clase dada». Ahora no
que pueda recurrir al sentido común podemos entrar con utilidad en deta-
robusto; ciertamente el empirista de- lles técnicos; el punto esencial que
be encontrar una alternativa para hay que captar es que las definiciones
ella. El intento más famoso de en- de los términos básicos de la mate-
contrar una alternativa en la historia mática eran dadas de tal modo que
de la filosofía anterior al fin del si- cualquier proposición matemática pu-
glo XIX es la de KANT. Para él el pro- diera ser reescrita de modo que
blema de la matemática era central; toda referencia a números desapare-
el lector debe remitirse al artículo ciera y fuera sustituida por referencia
sobre Kant para una exposición de a las clases, los miembros de las cla-
sus concepciones, pues éstas no pue- ses y las relaciones entre clases. Na-
den establecerse sino es en el contex- die podría negar que el concepto de
to de su posición toda. una clase perteneciera a la lógica.
A finales del siglo XIX y comienzos Pero si hay que identificar la ma-
del XX, primero FREGE en Alemania temática con la lógica, no sólo debe-
y después e independientemente Rus- mos ser capaces de reducir el voca-
sell en Inglaterra desarrollaron la más bulario de la matemática al de la
famosa de las teorías modernas de la lógica; también debemos ser capaces
matemática que usualmente es llama- de deducir los cinco axiomas de Pea-
da la teoría Logicista. Brevemente, su no, o cualesquiera otros que tomemos
concepción era que los términos ma- como conjunto de axiomas de la ma-
temáticos -número, adición y seme- temática, de axiomas puramente ló-
jantes- podían ser definidos en tér- gicos. Esta tarea gigantesca fue em-
minos puramente lógicos y que los prendida por Frege en su libro Grund-
teoremas matemáticos podían ser de- gesetze der Arithmetica, y por WHI-
ducidos de axiomas puramente lógi- TEHEAD y Russell en Principia Ma-
259 MATERIALISMO

tbematica, la obra lógica más famosa esencial de la matemática es la au-


desde los Analíticos de ARISTÓTELES. to-consistencia, que es una propiedad
Muchos filósofos afirmarían que Whi- puramente formal. Los críticos de
tehead y Russell esencialmente logra- esta concepción afirman que a los
ron su proyecto, considerando que la términos matemáticos se les debe dar
teoría logicista de la matemática está algo más que este significado pura-
establecida. Se afirma que se ha mos- mente formal si se quiere aplicar la
trado que la totalidad de la matemá- matemática -como obviamente pue-
tica no es más que una elaboración de ser; incluso dentro de la mate-
de un conjunto de axiomas lógicos mática necesitamos decir cosas, ta-
triviales. les como que cuatro tiene dos raíces
Los oponentes a la tesis logicista cuadradas, y aquí se le debe dar a
replicarían que no todos los axiomas «dos» algo más que un significado
exigidos son tan triviales. Las dificul- formal.
tades que entraña el axioma de elec- No hay ninguna respuesta en la
ción y el de reducibilidad son dema- que haya acuerdo respecto de los
siado técnicos para una explicación problemas centrales de la naturaleza
breve; pero podemos considerar bre- de la matemática; pero a pesar del
vemente el axioma de infinitud. La desacuerdo, a medida que progresa el
definición russelliana de número es trabajo se hace cada vez más proba-
tal que, en efecto, hablar del número ble que se pueda dar una explica-
tres es hablar de la clase compuesta ción de la matemática que al mis-
por todas las clases que tienen tres mo tiempo que admita su carácter
miembros, y hablar del número nueve a priori no exija que aceptemos una
es hablar de la clase de las clases con visión platónica que implique alguna
nueve miembros, y así sucesivamente; intuición racional de un mundo de
pero si en el universo sólo hubiera esencias eternas que sean el objeto de
ocho objetos entonces la clase de las la investigación matemática.
clases que tienen nueve miembros es- (J. O. V.)
taría vacía -sería una clase nula, y
de manera similar ocurriría con todos MATERIALISMO, en su sentido filo-
los números mayores que ocho; de sófico, es la concepción de que todo
tal modo que todos los números ma- lo que existe es material o depende
yores que ocho serían iguales entre sí por completo de la materia para su
e iguales también a cero, 10 que es existencia. Esta concepción compren-
absurdo. Para evitar llegar siquiera a de: a) la tesis metafísica general de
un estadio de la secuencia de los en- que hay sólo un tipo fundamental de
teros finitos, en la que todos ellos re- realidad y que éste es material, y b)
sultarían iguales a cero, Russell y la tesis más específica de que los se-
Whitehead introdujeron el axioma de res humanos y otras criaturas vivien-
infinitud que, en efecto, dice que en tes no son seres duales compuestos
el universo hay un número infinito de un cuerpo material y un alma in-
de objetos; pero esto no es obviamen- material, sino que son fundamental-
te verdadero, y si es verdadero, no es mente de naturaleza corpórea.
obviamente una verdad lógica. Que La forma más conocida de mate-
estas dificultades puedan ser supera- rialismo es el ATOMISMO especulativo
das sin abandonar la tesis logicista si- de DEMÓCRITO y de EPICURO. Esta
gue siendo una cuestión abierta. concepción surge como un intento de
De las teorías alternativas, la me- dar cuenta del cambio en términos de
jor conocida es el formalismo; tal co- los elementos últimos del mundo. Se-
mo fue establecida por su exponente gún esta teoría, los elementos últimos
más afamado, Hilbert, ésta es la son partículas indivisibles e indestruc-
concepción de que la matemática tibles que se mueven en el espacio
debe ser considerada como un cálculo vacío. Las cosas, animales y hombres
abstracto del que no se da ninguna del mundo natural están formadas
interpretación a sus términos, los nú- por la fusión de estas partículas y
meros, que vayan más allá de que son decaen cuando se desintegran y for-
cosas que satisfacen los axiomas; 10 man combinaciones nuevas y diferen-
MATERIALISMO 260

tes. Según esta concepción, el pensa- claración de Vogt fue el eco de al-
miento es una forma de la sensación gunas frases de las Relaciones de lo
y la sensación es explicada en térmi- Físico y lo Moral en el Hombre
nos físicos como los cambios que se (1802), de Cabanis, donde se sugiese
producen en los átomos que compo- que el cerebro puede ser considerado
nen el alma por átomos irradiados como algo que digiere impresiones y
por las cosas que están fuera del cuer- segrega pensamientos). Pero ni Vogt
po y recibidos a través de los órga- ni su contemporáneo mejor conocido
nos de los sentidos. Cuando el cuer- Ludwig Büchner (1824-1899) propor-
po decae o es destruido, la sensación cionaron ninguna explicación de la na-
deja de ser posible y el alma misma turaleza de la mente claramente ex-
se desintegra en sus átomos últimos. presada. Así, aunque Büchner reco-
Así, la distinción entre alma y cuer- nocía que el pensamiento no es algo
po no es una distinción entre lo in- que pueda ser «segregado», tiene po-
material y lo material, sino entre di- cas cosas positivas que decir sobre
ferentes clases de todos materiales. él salvo que es «causado» por pro-
El atomismo materialista fue revivido cesos físicos.
en el siglo XVII, convirtiéndose en el En el siglo xx ha habido dos for-
credo de ateos del siglo XVIII, tales mas principales de materialismo, el
como el Barón d'Holbach. El Siste- MATERIALISMO DIALÉCTICO Y el fisi-
ma de la Naturaleza (1770) de este calismo. El primero es la filosofía ofi-
autor es considerado un clásico del cial del mundo comunista y está ba-
materialismo, pero no es completa- sado en gran parte en los escritos de
mente consistente, puesto que en él se ENGELS y Lenin. El materialismo dia-
atribuyen a los átomos materiales úl- léctico describe a Vogt y Büchner
timos características mentales como como «materialistas vulgares», pero
simpatías y antipatías. No obstante, su propia concepción, aunque es cla-
d'Holbach define el sentimiento en ra respecto de la dependencia de la
términos físicos como un modo de mente sobre la materia, es vaga res-
ser movido o de recibir impulsos pecto de la naturaleza de la mente
a través del cuerpo, y rechaza las misma. Parecería que el materialis-
almas inmateriales sobre la base de ta dialéctico mantiene que aunque
que son descritas solamente en tér- la mente es distinta de la materia e
minos negativos y que, por tanto, irreductible a ella, no obstante es una
permanecen inaccesibles a la descrip- forma secundaria de existencia. Esta
ción y explicación genuinas. opinión de que la mente es un tipo
Con el crecimiento de las ciencias de ser nuevo y distinto que ha emer-
físicas el atomismo especulativo fue gido de la materia es conocida como
adoptado como un principio explica- materialismo emergente.
tivo de la física y la química, dando El fisicalismo fue formulado por
lugar de este modo al materialismo algunos miembros del movimiento del
científico. Esta perspectiva ganó apo- positivismo lógico. Descansa en la
yo de las evidencias de la geología y opinión de que cualquier cosa que
la teoría de la evolución orgánica, por se pueda decir significativamente de-
la que parecía que la vida y la men- be ser de algo que sea verificable.
te se habían desarrollado a partir de Los fisicalistas arguyen, sin embar-
la materia inanimada. Los avances en go, que no puede haber ninguna veri-
fisiología reforzaron esta opinión, ficación genuina de un enunciado que
puesto que se afirmaba que la exis- pretenda establecer las experiencias
tencia y alcance de la vida mental privadas de un individuo. Un hom-
dependían del tamaño y la configu- bre puede decir que siente dolor,
ración del cerebro. El fisiólogo ale- pero nadie puede comprobar esto. Lo
mán Karl Vogt (1817-1895) se hizo que los demás pueden hacer es oír sus
notable por su declaración de que el pronunciamientos o ver sus movi-
pensamiento estaba relacionado con mientos. Nada se puede verificar pú-
el cerebro del mismo modo que lo blicamente por más de un observa-
estaba la bilis con el hígado y la ori- dor a excepción de las ocurrencias
na con los riñones. (De hecho la de- físicas. Los fisicalistas concluían de
261 MATERIALISMO DIALÉCTICO

esto que los únicos enunciados con cisión. Para ellos ser materialista es
significado sobre las mentes deben re- «considerar que la naturaleza es lo
ferirse a una conducta corporal de al- primario», mantener que la materia
guna clase. Por tanto, opinaban que es independientemente verdadera y
la psicología era, en sentido am- que lo mental se desarrolla a partir
plio, una parte de la física. Mien- de lo material y que debe ser expli-
tras que algunos psicólogos han de- cado en términos físicos. Esta visión
fendido el conductismo como la ac- debe entenderse como una negación
titud que admite solamente aquellos del idealismo hegeliano de su época;
datos que pudieran ser observados no se niega la realidad del pensa-
por más de un observador, los fisi- miento y de otros fenómenos menta-
calistas defendieron esto mismo sobre les, sino solamente su primada. El
la base de que cualquier otra actitud materialismo y el idealismo son tra-
no tendría significado. tados como si fueran las únicas po-
Es importante observar que los ma- siciones filosóficas posibles.
terialistas no niegan la existencia de El materialismo tradicional fue re-
la mente ni de la consciencia, pues chazado, sin embargo, por Marx y
hacer esto sería un ejercicio de la Engels; una visión tal como la de
misma cosa que intentaban negar. Lo los ATOMISTAS griegos, que trataban
que niegan es que la mente o la todas las cosas como si fueran deter-
consciencia sean características de las minadas disposiciones de las partícu-
almas inmateriales. La fuerza del ma- las materiales en movimiento según
terialismo es el resultado de las os- las leyes de la mecánica, fue estig-
curidades de la noción de una exis- matizada como materialismo mecani-
tencia totalmente incorpórea. Se man- cista y por tanto inadecuada, aunque
tiene que ésta no es espacial y que fuese mejor que el idealismo. Lo que
por tanto es incapaz de movimiento. se requería era una forma de materia-
Pero entonces su modo de operar so- lismo que reconociera el proceso y
bre y con los cuerpos materiales pa- desarrollo de lo nuevo y de lo más
rece inexplicable. Por otro lado des- complejo, y ésta era el materialismo
cribir la sensación en términos de dialéctico; aunque el «movimiento en
movimientos físicos o de cambios quí- el sentido más general» fuera la esen-
micos es omitir obviamente lo que cia de todo proceso, tenía que re-
tiene de más característico. La forma conocerse un movimiento más com-
más aceptable del materialismo pare- plejo que el mecánico.
ce ser la concepción de que la mente La noción de «dialéctica» se de-
no es una cosa, sea material o inmate- rivaba de HEGEL; «la dialéctica del
rial, sino los poderes, capacidades y concepto mismo convirtióse meramen-
funcionamientos de ciertas clases de te en la reflexión consciente del mo-
cuerpos. Con todo, la crítica del ma- vimiento del mundo real y la dialéc-
terialismo se basa en gran medida en tica de Hegel fue puesta cabeza aba-
insistir en el golfo que hay entre la jo; o mejor, le fue dada la vuelta a
experiencia por un lado y los proce- la cabeza sobre la que se apoyaba
sos físicos por el otro. anteriormente y fue vuelta a poner
(H. B. A.) sobre sus pies» (Engels, Feuerbacb,
capítulo 4).
MATERIALISMO DIALÉCTICO. Fue El materialismo dialéctico ve, pues,
originalmente la posicion filosófica al mundo como un proceso que des-
adoptada por MARX y ENGELS. Aho- arrolla y hace emerger fenómenos nue-
ra es el credo oficial del partido co- vos y cada vez más complejos a partir
munista y es interpretado con fines de los más simples siguiendo los prin-
políticos más que como un tema de cipios dialécticos, las leyes del desarro-
erudición. Filosóficamente no es ne- llo. Estas leyes son: 1) La ley de trans-
cesario pasar de Marx y Engels, y formación de los cambios cuantitati-
quizá de Lenin, para estudiar el ma- vos en cualitativos; ilustración: si el
terialismo dialéctico. agua experimenta el cambio cuantita-
Marx y Engels usaron el término tivo de calentarse, en un punto críti-
«materialismo» con bastante poca pre- co habrá un cambio cualitativo al va-
MEINONG 262

por. 2) La ley de interpenetración de bre gran parte del material anterior


los opuestos, que implica la existen- para el lector inglés.
cia de contradicciones en la naturale- La psicología de Meinong tiene sus
za; ilustración: el movimiento impli- raíces en la de Brentano: supone que
ca la contradicción de que una cosa la propiedad distintiva de lo mental
esté simultáneamente en un lugar y es dirigirse a los objetos. Sin embar-
no esté. 3) La ley de la negación de go, el análisis de los estados menta-
la negación; ilustración: el feudalis- les se complica al distinguir en ellos
mo es negado por el capitalismo que dos «elementos»: a) un «elemento de
después es negado por el socialismo, acto» (que no implica ninguna con-
de tal modo que lo nuevo surge de notación de actividad), que represen-
la negación de la negación. Estas le- ta la manera en que un estado de la
yes, establecidas por Engels, no pa- mente se dirige hacia su objeto, y
recen contener palabras tales como b) un «elemento de contenido» que es
«contradicción» y «negación» en su definido como lo que da a un es-
sentido usual y algunos seguidores tado de mente su dirección hacia un
actuales han reestablecido las leyes objeto y no hacia otro. La diferencia
de una forma menos paradójica y han entre pensar en dragones y creer en
usado ejemplos menos paradójicos. El dragones es una diferencia de «acto»,
punto esencial que Engels deseaba mientras que la diferencia entre creer
acentuar es que en el mundo hay no- en dragones y creer en fantasmas es
vedad genuina y diferencia cuantita- una diferencia de contenido. Con el
tiva y que aun a pesar de que todo «elemento de contenido» Meinong no
surge de la materia bruta no podemos se refiere a ninguna imagen mental
pensar de manera provechosa que to- o representación, y todavía menos al
do es meramente una cuestión de objeto mismo: el uso del término
complicados sistemas mecánicos. prácticamente sólo expresa el hecho
La importancia de esta teoría en de que el que sea de un cierto ob-
la historia del pensamiento estriba en jeto es algo intrínseco, y no adven-
ser una base general para las doctri- ticio, a un estado de la mente. Mei-
nas políticas y económicas de Marx. nong construye sobre la clasificación
Pero Marx estaba más interesado por triple de Brentano de los estados de
dichas doctrinas que por un enuncia- la mente en Presentaciones, Juicios y
do exacto de la base. Es lástima que Actitudes desiderativo-afectivas. Pero
factores externos hayan subrayado y divide las Presentaciones en las que
fijado lo que en realidad sólo tenía implican Percepción pasiva y las que
una importancia transitoria. implican Producción activa, por ejem-
plo, las ideas de las relaciones. Tam-
(J. O. U.) bién coloca junto a los Juicios ciertas
actitudes semejantes a los juicios que
MEINONG, Alexius (1853-1920), filó- carecen de convicción, esto es, Supo-
sofo austríaco que desarrolló la psico- siciones (Annabmen), y muestra lo
logía intencional de BRENTANO, y cu- importantes que son en el arte, jue-
yo realismo influyó enormemente en gos, fantasías, pretensiones, hipótesis,
RUSSELL, MOORE y otros realistas in- etcétera. Y separa las actitudes afec-
gleses y americanos. Meinong pasó tivas de las desiderativas, que Bren-
casi toda su vida como catedrático tano confundía.
de la Universidad de Graz. Sus prin- El principal interés de la doctrina
cipales obras son: Estudios sobre Hu- de Meínong no reside, sin embargo,
me (1877, 1882); Investigaciones éti- en su psicología, sino en su Gegen-
co-psicológicas sobre la teoría del va- standstheorie o teoría del objeto. Se-
lor (1894); Sobre suposiciones (1902); gún Meinong, si nos preguntamos qué
Sobre posibilidad y probabilidad es exactamente lo que nos traen a la
(1915); Sobre la presentación emotiva mente los diversos estados mentales,
(1917); Fundación de una teoría uni- veremos que tipos diferentes de esta-
versal de los valores (1923). Meinong's dos mentales corresponden a objetos
theory 01 Obiects (La teoría de los típicamente diferentes. Así, nuestras
objetos de Meinong), de Findlay, cu- diversas «presentaciones productivas»
263 MEINONG

nos presentan los diversos «objetos es mucho más sutil y argumentable


de orden superior» que están fun- que la visión que usualmente se atri-
dados en los objetos de la per- buye a Meinong. Meinong mantiene
cepción pasiva, por ejemplo, una agru- además que los objetos que no se
pación o un modelo particular son puede decir que existen juegan un
«objetivos» y no obstante no son al- papel extremadamente importante en
go que veamos pasivamente. Meinong el conocimiento. Los objetos incom-
dice que tales objetos fundados sub- pletamente determinados, por ejem-
sisten (bestehen) o que tienen sub- plo, el hombre que vive en la
sistencia (Bestand), y no dice que puerta de al lado, y que violan la
existan, uso de los términos que adop- ley de! tercio excluso son, no obs-
tarían Russell y Moore. Meinong tam- tante, el medio a través del cual la
bién mantuvo que lo que juzgamos y mente se refiere a los objetos que
lo que suponemos es un objeto comple- existen y están determinados de ma-
jo peculiar llamado por él «objetivo», nera completa. En su teoría del co-
que implica otros objetos como ma- nocimiento, Meinong hace uso del
terial propio, y que no se puede concepto de Brentano de la auto-evi-
decir que exista, pero que puede ser dencia (Eoidenz), pero añade a la
un hecho o no serlo (Tatsácblicb). auto-evidencia absoluta la importante
Los «objetivos» son las «proposicio- noción de la evidencia conjetural (Ver-
nes» de Russell-Moore. Son expresa- mutungseuidcnz), con la que justifica
dos por una sentencia completa o por la percepción sensible, la memoria y
una cláusula que, por ejemplo, «que la inducción.
César conquistó la Galia», aunque En su teoría del valor Meinong
su estatus como objetivos no depen- mantiene que los sentimientos se pue-
de de que sean pensados o expre- den fusionar con el elemento de acto
sados. o con e! de contenido de nuestras
La doctrina más famosa (o notoria) presentaciones o de nuestros juicios,
de Meinong se refiere a los objetos produciéndose cuatro tipos de senti-
que no existen o a los objetivos que miento: a) sentimientos de actos de
no son hechos. Según Meinong, tales presentación en los que sensualmente
objetos u objetivos son objetos u ob- nos gusta o nos disgusta algo, sin pre-
jetivos genuinos, con una estructura ocuparnos por su realidad o por su
que es independiente del pensamien- carácter; b) sentimientos de conteni-
to o de la expresión. Su misma no- do de presentación (sentimientos es-
existencia o no-ser-el-caso implica su téticos), en los que no nos preocu-
estatus objetivo, pues la no-existen- pamos por la realidad de algo pero
cia de un montaña de oro es comple- sí por su carácter; e) sentimientos
tamente distinta de la no existencia de actos de juicio, en los que nos pre-
de un cuadrado redondo, y e! no-ser- ocupamos por la realidad de algo pe-
e!-caso de la existencia del primero ro no por su carácter (sentimientos
difiere del no-ser-el-caso del último. científicos), y d) sentimientos de con-
Pero Meinong no mantiene, como hi- tenido de juicio, o valoraciones pro-
ciera Russell durante algún tiempo, piamente dichas, en los que nos pre-
que los objetos no-existentes subsis- ocupamos tanto por la realidad como
tan, ni que tengan ninguna clase de por e! carácter de algo. En la obra
ser (Sein). Lo único que mantiene es anterior de Meinong no se admiten
que tienen una naturaleza describible valores absolutos o impersonales: los
o Sosein, que no queda afectada por llamados valores absolutos son me-
la circunstancia de su existencia o no ramente valores para un espectador
existencia. Podemos decir, por ejem- imparcial. Pero en su obra más tar-
plo, que un cuadrado redondo es re- día argumenta que los sentimientos
dondo y cuadrado, pero no que haya y los deseos pueden ser índices men-
un cuadrado redondo. Por tanto, pa- tales o «contenidos» que correspon-
ra Meinong, «Algo es F» no tiene den a determinaciones objetivas pecu-
el mismo poder que «Hay un F», liares. Los sentimientos presentan an-
como ocurre con Russell. En esta po- te nuestras mentes «dignitativos»,
sición hay serias dificultades, pero por ejemplo, belleza, bondad, mien-
METAFíSICA 264
tras que los deseos les presentan «de- existencia, sino también de la expli-
siderativos», esto es, diversos «debe» cación y del conocimien to; es decir,
objetivos, por ejemplo, que se debe la explicación de cualquier otra cosa
volver a colgar un cuadro. Los obje- envuelve la idea de sustancia; el co-
tos así introducidos a veces subsis- nocimiento de cualquier cosa envuelve
ten realmente, y puede haber con- el conocimiento de la sustancia; y la
siderable evidencia conjetural de que existencia de cualquier otra cosa depen-
así es. de de la existencia de la sustancia. La
(J. N. F.) metafísica es, pues, considerada por
Aristóteles como un estudio singular
METAFfSICA. Es la parte de la filo- comprehensivo de 10 que es funda-
sofía que tiene las mayores preten- mental para toda existencia, todo co-
siones y que se halla expuesta a las nocimiento y toda explicación. Se ha-
mayores sospechas. Teniendo la con- rá evidente en seguida que las distin-
fesada intención de llegar a las ver- tas identificaciones de sustancia, i. e.,
dades profundas de todas las cosas, de qué es lo que tiene este carácter
a veces se sostiene que sólo da por fundamental, darán lugar a sistemas de
resultado oscuros sin sentidos sobre metafísica diferentes.
nada. Este equívoco estatus no es el Si al lado de la descripción de
menor de los rasgos de la metafísica Aristóteles de esta materia ponemos
que requieren explicación. las palabras del metafísico inglés,
Será mejor establecer primero una F. H. BRADLEY, observamos en la de-
serie de descripciones de la materia finición un elemento diferente. Brad-
que han sido dadas por algunos que ley dice: «quizá podamos ponernos
son ellos mismos metafísicos o por de acuerdo en entender por metafísi-
críticos de la metafísica o ambas cosas. ca el intento de conocer la realidad
De estas descripciones podemos re- en contra de las meras apariencias,
unir una lista de características, es- o el estudio de los primeros princi-
perando que cada una se encuentre pios o de las verdades últimas, o
en algunos ejemplos de metafísica y también el esfuerzo por comprender
algunas las podamos encontrar en to- el universo, no simplemente a piezas
dos. Entonces la tarea consistirá en o por fragmentos, sino de algún mo-
explicar cómo están relacionadas es- do como un todo». La mención de
tas características; decidir, a ser po- los primeros principios, el contraste
sible, cuáles son centrales; y distin- con los estudios por «piezas», son
guir quizá diferentes tipos de meta- aristotélicos. Pero el énfasis en el co-
física. nocimiento de la realidad en contra
El nombre del objeto es el nom- de las meras apariencias es un ele-
bre que los escolarcas dieran al tra- mento adicional.
tado de ARISTÓTELES. Aristóteles des- Hay un cambio de énfasis más
cribió el objeto de su tratado en una llamativo cuando giramos hacia los
serie de modos distintos que él con- grandes metafísicos críticos, HUME y
sideraba equivalentes. Lo llamó el es- KANT. Kant enfatizó sobre todo el
tudio de los primeros principios de carácter no empírico, tanto del obje-
las cosas. Dijo que era la ciencia de to como del método de la metafísica
la existencia en general, o del «ser tradicional. Su método era A PRIORI
como tal», contrastándola en este res- el empleo de la sola razón pura;
pecto con las diversas ciencias espe- su objeto era trascendente. Ni sus re-
ciales, cada una de las cuales estudia- sultados ni sus métodos podían ser
ba sólo una parte o aspecto del ser. comprobados por la experiencia. Pues
También la describió como el estudio sus argumentos llevaban a conclu-
de la «sustancia», término que ocupa siones sobre cosas que trascendían
una posición central en la obra de la la experiencia, según principios que
mayoría de los grandes metafísicos la experiencia no establecía. Las
que le sucedieron. Declaró que la controversias resultantes no tenían
sustancia es lo que existe primaria- fin; y «el campo de batalla de estas
mente, y que es anterior a todas las controversias sin fin es llamado me-
demás cosas, no sólo respecto de la tafísica». Kant concluía que debíamos
265 METAFfSICA
llevar la luz de la razón a la razón samas el mundo, un cambio en nues-
misma, que debíamos emprender el tro esquema conceptual, un nuevo mo-
examen crítico de la razón pura con do de hablar. La lista de característi-
el fin de determinar de qué es y de cas es heterogénea, y puede parecer
qué no es capaz. La primera, y qui- escasamente coherente. Antes de rela-
zá la única, tarea de la metafísica es cionar la lista con ejemplos reales de
determinar sus propios límites. Aquí metafísica, podamos quizá trazar al-
Kant se hace eco, de manera más es- gunas conexiones generales entre al-
pecífica, de la sugerencia de Hume gunos de sus elementos. Por ejemplo,
de que debemos «investigar seriamen- mientras que podría ser posible in-
te la naturaleza del entendimiento terpretar un sistema metafísico como
humano y mostrar, por un análisis 6) una propuesta de revisión concep-
exacto de sus poderes y capacidad, tual, una invitación a mirar el mun-
que de ningún modo está adecuado do de una forma nueva, generalmen-
para temas tan remotos y abstrusos». te el sistema no será presentado por
Hume describe esta investigación co- el metafísico como tal propuesta, si-
mo «cultivar la verdadera metafísica no más bien como 2) una imagen
con cierto cuidado para destruir la de las cosas tal como son verdadera-
falsa y adulterada». mente en lugar de 10 que engañosa-
Existe una moderna descripción de mente parecen, una descripción de la
la metafísica que en absoluto parece realidad en tanto que opuesta a la
estar obviamente relacionada con la apariencia. Además, partiendo de un
que ha habido primero. WISDOM des- interés por 1) que es fundamental
cribe una proposición metafísica co- para la existencia, el metafísico pue-
mo, característicamente, una especie de llegar a la misma antítesis 2); pues
de falsedad iluminadora, una parado- puede expresar su sentido de la im-
ja feliz que utiliza el lenguaje de portancia de 10 que considera funda-
un modo nuevo para hacernos cons- mental diciendo que sólo eso existe
cientes de las diferencias y similitudes realmente y que todo 10 demás es
que están ocultas por el modo ordina- apariencia. Si esta imagen revisada
rio que tenemos de hablar. También, de la realidad es una revisión bastan-
WITTGENSTEIN compara una sugeren- te radical, la distinción entre aparien-
cia metafísica con la invención de un cia y realidad debe ser extraída entre
nuevo tipo de canción. El pensamien- 10 que queda dentro y 10 que que-
to común a ambas es quizá que es da fuera de la experiencia 3); y
característico de la metafísica propo- evidentemente si el interés es por 10
ner que se use, u ofrecerlo a la con- que transciende la experiencia, el mé-
templación, un cambio de nuestras todo debe ser no empírico 5). Obvia-
ideas, una revisión de nuestros con- men te es menos fácil conectar 4) las
ceptos, un modo nuevo de mirar el recomendaciones de Hume y Kant con
mundo. muchas de estas características; pero
La imagen compuesta a que lle- al menos hay una conexión fácil en-
tre el examen de las dotes intelec-
van estas descripciones no es muy
tuales de los seres humanos y parte
clara: 1) La metafísica es un estudio
de 1), v. gr., la determinación de 10
comprehensivo de 10 que es funda-
que es fundamental en el orden del
mental en el orden del conocimien- conocimiento y de la explicación.
to, la explicación y la existencia; Comparemos ahora estas listas de
2) es el estudio de la realidad en tanto características con sistemas reales
que opuesta a la mera apariencia; de metafísica. Sin duda, es verdad
3) su objeto es, o ha sido, 10 que tras- que la mayoría de los grandes meta-
ciende a la experiencia; 4) es, o debe físicos han propuesto imágenes del
ser, el estudio de las dotes y limita- mundo radicalmente revisadas, au-
ciones intelectuales de los seres hu- daces, comprehensivas y con frecuen-
manos; 5) su método es, o ha sido, cia asombrosas; y que muchos de
a priori más que empírico; 6) pro- ellos han concedido un lugar central
pone una revisión del conjunto de las en la imagen a unos pocos con-
ideas en términos de las cuales pen- ceptos clave, o algún tipo de entidad
METAFfSICA 266
especialmente favorecida a la que le desarrollo de la ciencia, y tenía ideas
dan el título de «sustancia». También muy claras sobre la adecuada direc-
es verdad que la elección de los con- ción de este desarrollo. Las matemá-
ceptos clave y de las entidades, y la ticas, y en particular la geometría, le
descripción resultante del mundo, han parecía que proporcionaban el mode-
variado enormemente de un metafísi- lo del procedimiento científico. Pen-
co a otro. En ocasiones, incluso se saba que el método fundamental de
ha destronado a la «sustancia», por la ciencia era el deductivo de la geo-
ejemplo, en favor del «proceso»; y metría que concebía como un razo-
entre los candidatos al papel de sus- namiento riguroso desde axiomas au-
tancia la elección ha sido amplia. to-evidentes; y pensaba que el obje-
Además de Dios, la sustancia divina, to de todas las ciencias físicas debía
que tiene un lugar en muchísimos sis- ser fundamentalmente el mismo que
temas, DESCARTES reconocía dos tipos el de la geometría, y que, por tanto,
de sustancia, la materia y las mentes; desde el punto de vista de la cien-
BERKELEY sólo uno, la mente o el cia en general, 1as únicas caracterís-
espíritu; LEIBNIZ una clase de enti- ticas importantes de las cosas del
dades (las mónadas) cada una de las mundo físico eran las. características
cuales, aunque no era espacial ni espaciales que la geometría estudia.
temporal, era de algún modo un Lo que convierte a Descartes en me-
modelo del universo todo. ESPINOSA tafísico no es que mantuviera estas
sólo reconocía una sustancia compre- opiniones, sino más bien la expresión
hensiva, Dios o la Naturaleza, infini- dramática que recibieron en sus doc-
ta y eterna, de la que la mente y la trinas sobre la naturaleza esencial del
materia solamente eran dos aspectos. conocimiento y la existencia. Ofrece
Kant consideraba que la sustancia per- la imagen de un mundo en el
tenecía al mundo de la experiencia que las únicas realidades, aparte de
ordinaria, dejando con todo a la Rea- Dios, son la sustancia puramente ma-
lidad misma, como totalmente incog- terial con ninguna característica más
noscible, fuera del mundo. Hume, que la espacial, y las sustancias pen-
aunque se inclinaba a ridiculizar la santes puras cuyo ser consiste esen-
noción toda de sustancia, pensaba que cialmente en la capacidad de captar
si había algo que mereciese este tí- los axiomas auto-evidentes y sus con-
tulo, por ser capaz de una existencia secuencias deductivas. El conocimien-
independiente y por ser fundamental to no es más que el resultado de
en el orden del conocimiento, eran ejercer esta capacidad. Cualquier otra
las impresiones sensibles particulares cosa que pase ordinariamente por la
y las copias de la imaginación de realidad o el conocimiento es degra-
éstas. Es inevitable que indaguemos dada, se le da un esta tus inferior.
las razones de esta diversidad; y es Una revisión tan drástica de nuestro
imposible no decidir que refleja en esquema ordinario de las cosas crea
parte los cambios históricos que se naturalmente problemas, exige expli-
producen en la situación intelectual caciones y ajustes suplementarios. Así,
general a medida que el pensamiento Descartes enseña por un lado que
humano avanza o se desarrolla en es- sólo por la confianza en la veracidad
feras particulares diferentes, y en par- de Dios podemos tener razón para
te variaciones individuales en los in- creer en la existencia de las cosas ma-
tereses, actitudes y preferencias de teriales; y por otro que sólo por
los distintos metafísicos. Estos inte- nuestra voluntad creemos en lo que
reses y preferencias, aquellos avances es falso.
y desarrollos, son dramatizados en ta- En la historia del tema, una y otra
bleaux cósmicos, expresados en forma vez la preocupación por algún avan-
de mito sumamente abstracto, incon- ce, logrado o esperado, en una rama
trolados, como remarcaron Hume y particular del pensamiento, ha encon-
Kant, por un examen crítico del tipo trado expresión en alguna nueva vi-
de razonamiento empleado. Este pun- sión similarmente audaz de la natu-
to puede ilustrarse con el caso de raleza del mundo. No sólo las mate-
Descartes. Su principal interés era el máticas y las ciencias físicas, sino
267 METAFíSICA
también la historia la biología y la que era imposible. Pues Kant pensaba
lógica formal han inspirado a la me- que el entramado de ideas cuya dilu-
tafísica. Los desarrollos en el estudio cidación era la tarea positiva de la me-
de la historia están en la base del tafísica, era el entramado de las co-
sistema hegeliano; y la última me- sas sólo tal como aparecen ante seres
tafísica del atomismo lógico puede con nuestra constitución cognitiva, no
ser considerada, en parte, como la de las cosas tal como eran en sí mis-
expresión de la profunda satisfacción mas. Lo que era en última instancia
por los avances en la lógica formal real, era en principio incognoscible;
a fines del siglo XIX y principios y esta realidad incognoscible adquirió
del xx. Lo que proporciona el impulso un papel más positivo cuando Kant
para la revisión metafísica no es sola- se interesó por asegurar los funda-
mente el interés por las disciplinas mentos metafísicos de la moralidad:
teóricas. Las religiones y las moralida- ésta aparecía como la fuerza autori-
des también pueden buscar y encon- zada de las órdenes morales. Hume,
trar apoyo metafísico. Elementos de predecesor de Kant en el tiempo,
diversas clases se pueden fusionar en compartía con éste la convicción de
un sistema simple, como el de Es- que el discurso significante estaba
pinosa, que expresa una actitud a la limitado por las condiciones de la ex-
vez completamente científica y pro- periencia real, y que gran parte de
fundamente moral. la metafísica tradicional traspasaba
Los metafísicos críticos, Hume y esos límites. Pero Hume había here-
Kant, exigen una atención especial y dado de LocKE y Berkeley una con-
separada. Kant señalaba que el me- cepción curiosamente limitada de lo
tafísico empleaba necesariamente con- que la experiencia nos suministra
ceptos que tienen una aplicación en realmente. Los elementos reales de
nuestra experiencia ordinaria o al me- la experiencia, mantenía él, eran las
nos que se derivan de conceptos em- impresiones separadas y fugaces de
pleados de este modo; pero que el los sentidos y el sentimiento. Nues-
uso que el metafísico hacía de estos tra descripción ordinaria de un mun-
conceptos característicamente ignoraba do de cosas materiales y de personas
o iba más allá de las condiciones em- en continua interacción y existencia
píricas de su empleo. Una extensión no podía ser justificada racionalmen-
tal del uso de estos conceptos, lejos te sobre esta base; pero podía S@l
de extender nuestro conocimiento más explicada como el producto de los
allá de los límites de la experiencia, mecanismos asociativos de la imagi-
era completamente ilegítima, y sus nación puestos en movimiento por
resultados vacíos o sinsentido. Kant los elementos últimos del sentimien-
mantenía que la tarea positiva de la to y de los sentidos.
metafísica era mostrar cómo se re- Es obvio que, tanto Hume como
lacionaban entre sí los conceptos más Kant, aunque criticaron en principio
generales y fundamentales para for- los esquemas revisionistas de otros
mar un entramado organizativo de metafísicos, en cierta medida fueron
ideas y principios, entramado que su- ellos mismos metafísicamente revisio-
ministrara las condiciones necesarias nistas. La doctrina de Kant de que
de los tipos de conocimiento y expe- sólo lo incognoscible es real en últi-
riencia que de hecho poseíamos. La ma instancia, y la doctrina de Hume
tarea negativa era mostrar a la vez de que es la imaginación la que nos
lo inevitable que era la tentación me- hace creer en la existencia de los
tafísica de usar estos conceptos ge- cuerpos materiales, son semejantes en
nerales de formas que no tuvieran la violencia que hacen a los con-
en consideración las condiciones em- ceptos de imaginación, realidad y co-
píricas de su empleo, y lo inevita- nocimiento que empleamos realmen-
blemente vacíos que eran los resul- te. No obstante, y en virtud de los
tados de haber sucumbido a esta ten- aspectos positivos y críticos de su
tación. En este punto encontramos obra, estos dos grandes filósofos ejer-
en Kant un residuo de ese mismo cieron una influencia sobre la meta-
tipo de metafísica que él declaraba física que bien puede aparecer deci-
METAFíSICA 268
siva. Esto es particularmente cierto cesas metafísicos podrían no ser más
respecto de Kant. Ambos filósofos se esenciales a la metafísica de 10 que
interesaron por la estructura general 10 es la tiranía al gobierno. Mostrar
de nuestro pensamiento sobre el mun- que el repudio no era justificado exi-
do. Ambos escribieron, gran parte del ge cierta ordenación de los hechos
tiempo, en un lenguaje más sugerente que ya tenemos ante nosotros.
de psicología empírica que de una Cuando Aristóteles describía el ob-
investigación de los conceptos y las jeto de su tratado, 10 distinguía mar-
condiciones de su uso. Pero tras cadamente de las disciplinas especia-
el lenguaje psicológico de Kant, po- les o departamentales. Pero la dis-
demos encontrar el esbozo de una tinción no fue hecha de manera to-
descripción mucho más coherente de talmente clara. Se insinuaba que la
la estructura general de nuestro es- «ciencia del ser como tal» era más
quema conceptual del que podemos general y comprehensiva que las cien-
encontrar en Hume o en los empi- cias especiales. Claramente, esta cien-
ristas posteriores que escribieron con cia más general no tenía que ser me-
el espíritu de Hume al mismo tiem- ramente un com pcndium de las otras;
po que descartaban gran parte de su con todo, cuando se dejan a un lado
psicología. Las críticas hechas tanto las ciencias especiales, ¿qué tema de
por Hume como por Kant al em- estudio queda? Es difícil evitar la
pleo metafísico de conceptos sin pres- impresión de que la proyectada cien-
tar atención a su uso empírico si- cia del ser, si es que existe tal estu-
guen siendo válidas. Pero desde el dio, debe tener cierta materia objeto
aspecto crítico como desde el positi- propia curiosamente esquiva, aunque
vo, la contribución de Kant en úl- muy fundamental, que está algo más
tima instancia es más efectiva que la allá de los aspectos de la realidad
de Hume. Pues, aunque estas críti- que son estudiados en las disciplinas
cas serían expresadas posteriormente departamentales. Tras estos aspectos
de manera más vociferante y extre- de la realidad está la Realidad mis-
ma por la escuela de los positivistas ma, el «ser como tal», el objeto de la
lógicos que eran más herederos de metafísica. Ya se va volviendo inte-
Hume que de Kant, la efectividad de ligible la tendencia de la metafísica
esta expresión sufría la debilidad y hacia 10 trascendente. A falta de otra
las limitaciones de la metafísica em- clarificación de la naturaleza de la
pirista asociada. empresa, aparecerá inevitablemente,
En gran parte del mundo filosófi- como los tanteos de la razón pura
co de este siglo la doctrina de la im- en un misterioso ámbito al que es
posibilidad de la metafísica se con- imposible el acceso ordinario. Otra
virtió casi en una ortodoxia, y el ad- consecuencia puede parecer inevitable
jetivo «metafísico» en una palabra igualmente. Pues para describir este
peyorativa. Algunas de las razones de ámbito, los únicos materiales que te-
esta desvaloración estarían claras aho- nemos a nuestra disposición, o que
ra. Las distorsiones conceptuales y la podemos hacer que 10 estén, deben
incoherencia final de los sistemas, los ser tomados, o forjados, del equipo
mitos abstractos haciendo ostentación conceptual que usamos para propósi-
de Realidad, las grandiosas afirmacio- tos menos rarificados del discurso dia-
nes y los conflictivos resultados -es- rio o los estudios departamentales.
to parecía a muchos ser la esencia de Si tenemos que poner -en funciona-
la empresa metafísica y razón sufi- miento tales conceptos para que des-
ciente para condenarla; y las extra- criban el ámbito trascendental, debe-
vagancias de la metafísica fueron con- mos excluirlos de las condiciones de
trastadas por algunos de ellos con la su empleo ordinario y privarlos de su
sobriedad de un método de análisis fuerza ordinaria; con todo, debe pa-
filosófico que tiende a aclarar el fun- recer que retienen algo de su fuerza
cionamiento real de los conceptos que ordinaria, o ni siquiera parecerá que
usamos. Pero aunque el repudio de estamos diciendo algo significante.
la metafísica era natural, no se sigue Así, la metafísica trascendental pro-
de ahí que fuera justificado. Los ex- cede por medio de la distorsión con-
269 METAFíSICA

ceptual para acabar en una inconsíg- en general, que también propone in-
nable metáfora. vestigar el funcionamiento real de
Ésta es una especie de caricatura nuestros conceptos; o que, a lo su-
del progreso que ha tenido el rastro mo, la diferencia sería simplemente
de la metafísica. Su propósito es per- de alcance y generalidad. Pero ésta
mitirnos ver más claramente la signi- es una diferencia importante que im-
ficación de la revolución kantiana. plica otra: una diferencia de método.
Cuando Kant negó que fuera posible Cuando el filósofo analítico propone
el conocimiento de la realidad, esta- investigar algún concepto particular
ba negando en efecto que la metafí- -digamos, el de la memoria, o la cau-
sica tuviera, o pudiera tener, ningu- sa o la verdad- encuentra que su
na materia objeto peculiar propia. Pe- método de procedimiento más segu-
ro por eso no le quitó el empleo al ro reside en un examen cuidadoso del
metafísico. La tarea positiva de éste uso real de los verbos, adjetivos y
no era pensar en un mundo especial, nombres mediante los que introduci-
sino pensar en la estructura de nues- mos este concepto en el discurso. Tal
tro pensamiento sobre el mundo or- examen tiene el gran poder de reve-
dinario; no adquirir conocimiento de lar las complejidades de este concep-
los objetos que hay más allá de nues- to, la multivariedad de los fenóme-
tra experiencia, sino clarificar la na- nos que cubre y, hasta cierto punto,
turaleza y condiciones del conoci- sus conexiones con otros conceptos.
miento de los objetos que hay den- Los resultados a que se llega de este
tro de nuestra experiencia. Por lo modo pueden adecuarse perfectamen-
que la metafísica es un estudio más te a los propósitos de un análisis re-
general y comprehensivo que cualquier gional, que legítimamente da mucho
ciencia especial; pues tiende a clarifi- por supuesto; y proporcionan un co-
car la estructura general fundamental rrectivo indispensable de las distor-
de todo nuestro pensamiento cien- siones conceptuales a las que es da-
tífico y ordinario. Su método es por da la metafísica. Pero este método
supuesto no empírico; pues investiga de iluminar el funcionamiento de una
la estructura conceptual que está pre- parte particular de nuestro aparato
supuesta por todas nuestras investiga- conceptual es apto para asumir, más
ciones empíricas. que para revelar, la estructura fun-
Esta concepción de la metafísica damental del aparato como un todo;
puede parecer que difiere de la de y es precisamente esta estructura ge-
Aristóteles. No hay mención del «ser neral la que desea entender el meta-
como tal», de lo que es anterior en físico. Las conexiones y dependencias
el orden de la existencia. Pero esta que tiene que explicitar caen por de-
diferencia es sólo aparente. Si inves- bajo de la superficie de los fenóme-
tigamos las categorías fundamentales nos lingüísticos. Pero no caen tan por
del pensamiento humano, las conexio- debajo de esta superficie como para
nes entre éstas y sus mutuas depen- que no puedan ser detectados y re-
dencias, nos comprometemos a inves- conocidos. Pero esta detectación y
tigar lIS relaciones entre los diversos este reconocimiento exigen una visión
tipos de entidad o ser, que admi- de más amplio alcance que sea com-
timos en nuestro esquema conceptual. patible con la atención exclusiva de
La idea de prioridad ontológica los fenómenos de superficie.
no es descartada, sino que simple- Hemos visto que muchos metafísi-
mente se le da un significado más cos tradicionales no se han contenta-
claro. Es la idea de una realidad tras- do con describir la estructura real de
cendente como posible sujeto de in- nuestro pensamiento sobre el mun-
vestigación lo que se abandona. No do en sus aspectos más generales y
se rechaza la concepción aristotélica, fundamentales. Más bien han deseado
sino que se la salva de la perver- sustituirla por una estructura revisada
sión. que simbolizara de algún modo sus
Se podría decir que la intención de: propias preocupaciones y actitudes in-
la metafísica, así entendida, no es telectuales. Es casi como si, con el fin
distinta de la del ANÁLISIS filosófico de hacer constar su sentido de la
MILL 270

importancia de un cierto cambio de rrera y a los veintinueve años mar-


dirección en el pensamiento, hubie- chó a Londres. En 1808, Mill cono-
ran exagerado el alcance e implica- ció a BENT H AM, lo convirtió al radi-
ciones de este cambio; como si toda calismo y devino su lugarteniente.
nuestra visión del mundo tuviera que En 1819 entró en la Compañía de
ser alterada temporalmente al menos las Indias orientales y llegó a con-
con el fin de acomodar una nueva vertirse en su administrador jefe. En
visión de uno de sus aspectos. Qui- la Autobiografía de su hijo mayor,
zá había de hecho cierta necesidad john Stuart MILL, se da una des-
histórica de esto; y no sorprende que cripción notable de su carácter y opi-
para algunos críticos de mentalidad niones.
histórica este aspecto de la metafísi- Metafísica. En su Análisis de los
ca haya parecido ser el único. He- fenómenos de la mente humana
mos visto la razón para pensar que (1829), Mill intenta demostrar que to-
eso es un error. Los conceptos y ca- do conocimiento es reductible a sen-
tegorías más fundamentales del pen- timientos (sensaciones ideas, placeres,
samiento humano no son aquellos que dolores) que ocurren con un orden
experimentan drásticos cambios con determinado -algunos sucesivos, otros
los avances de las ciencias o con las simultáneos. Los sentimientos tienden
alteraciones en la vida social; y la a asociarse en modelos regulares si
investigación de este núcleo central ocurren juntos. Explicar una noción
del pensamiento proporciona a la me- es siempre analizarla en ideas que han
tafísica una materia objeto constante. llegado a asociarse. La doctrina es re-
Pero sería un error suponer, en el duccionista, atomista, y no logró la
extremo opuesto, que las tareas cen- intención del autor que era hacer de
trales de la metafísica pueden ser la mente humana algo tan llano como
realizadas de una vez por todas, y el la calle central de una ciudad.
objeto considerado algo cerrado. Pues Moralidad. La doctrina de la aso-
aunque su materia-objeto central no ciación animó a Mill a pensar que
cambie significativamente, la expre- mediante la educación se podían lo-
sión, las necesidades, los énfasis de grar casi todas las cosas; y que los
elucidación metafísica varían de una hombres (que necesariamente sólo bus-
época a otra e incluso de un fi- caban su propia felicidad) podían
lósofo a otro. Las verdades viejas tie- ser constituidos por la educación de
nen que ser reestablecidas con una tal manera que encontraran su pro-
expresión nueva; las distintas partes pia felicidad en la dedicación al bien
de la imagen exigen de tiempo en común (Encyclopedia Britannica, 1820,
tiempo, una iluminación más o menos «Education»). La prueba de las accio-
enfática. La elucidación metafísica no nes correctas reside en sus consecuen-
puede alcanzar una forma final y cias: es una prueba universal -lo
completa. Pero esto no significa que justo es aquello que promueve la fe-
sea imposible. Algunas proyecciones licidad general, no la felicidad del
de la imagen implican menos dis- agente. La alabanza y el insulto mo-
torsión que otras; e incluso aquellas ral, la recompensa y el castigo cons-
proyecciones que implican las más tituyen un mecanismo social para ani-
grandes distorsiones de esa imagen mar artificialmente a las accio~es
como un todo pueden, no obstante, útiles a la sociedad y desanimar res-
representar una parte de ella con una pecto de las que son perjudiciales.
claridad peculiar. Política. Mill rechaza todas las no-
(P. F. S.) ciones de «derechos naturales» y ha-
ce un intento (quizá el primero que
MILAGRO, véase teísmo. se ha hecho) de defender las institu-
ciones representativas sobre bases pu-
MILL, James (1773-1836). Nacido en ramente utilitaristas (Encyclopcdia Bri-
Aberdeenshire, Escocia, Mill estudió tannica, 1820: «Government»). Los
para ser sacerdote en la Universidad hombres necesitan del gobierno para
de Edimburgo, pero las dudas reli- defender sus vidas e intereses de los
giosas le llevaron a abandonar su ca- de otros hombres: pero todo gobierno
271 MILL

está hecho por hombres -que ten- tal» seguida de un largo período de
drán intereses privados en saquear y depresión y desilusión durante el que
esclavizar a sus súbditos. Por tanto, halló consuelo leyendo la poesía de
se necesita un poder que actúe como Wordsworth. En su recuperación re-
comprobador de los «siniestros inte- accionó durante algún tiempo contra
reses» del gobierno: y el único mo- las opiniones morales e intelectuales
do efectivo de establecer tal poder es de su padre y el círculo de éste, y
eligiendo representantes. Pero, ¿cómo cayó bajo la influencia de Coleridge,
podemos asegurar una identidad de Carlyle y John Sterling. En 1831 co-
intereses entre comunidad y represen- noció a Harriet Taylor y formaron
tantes? Mediante elecciones frecuen- los dos un vínculo apasionado que
tes. Mill no defiende un gobierno re- gradualmente llegó a ser tolerado por
presentativo, sino un antigobierno el marido de ella, aunque no por mu-
representativo. ¿Quién tiene que ele- chos de sus amigos. Parece que en
gir los representantes? Mill exclu- general la influencia de la señora
ye a las mujeres, los niños y los Taylor ayudó a liberar a Mill de sus
hombres jóvenes sobre la base de inclinaciones coleridgeanas.
que tienen una identidad natural de La primera obra original de Mill
intereses con sus maridos y padres. consistió en ensayos sobre cuestiones
Mill contempla otras exclusiones y económicas (escritos en 1830-34, pu-
defiende, finalmente, los votos para blicados en 1844). Más o menos al
la clase media puesto que son los ver- mismo tiempo empezó a trabajar la
daderos dirigentes de la sociedad y filosofía de la lógica dedicándole el
lo han sido durante toda la historia «tiempo libre» de sus años más fruc-
del mundo. Mill tenía una confianza tíferos. Un sistema de lógica deduc-
sin límites en las instituciones repre- tiva e inductiva fue publicada en 1843
sentativas acompañadas de una com- y convirtió a Mili en un hombre fa-
pleta libertad de discusión. moso. La Economía política apareció
Ciertos críticos, por ejemplo, Ha- sólo dos años después. En 1851 mu-
lévy, se inclinan a clasificar a James rió john Taylor, y posteriormente se
Mili como un pensador por encima casaron los dos amigos comenzando a
de john Stuart Mili. Sin embargo, di- trabajar juntos en una serie de ensa-
fícilmente puede negarse que James yos y en la Autobiografía. Ambos tra-
Mili es el doctrinario perfecto en to- bajaban hasta extenuarse e intentaron
do lo que intenta. Su debilidad se completar un esbozo escueto de sus
muestra mayormente en su tratamien- opiniones -«una especie de 'pud-
to del gobierno. La argumentación ding' mental con el que los pensado-
procede partiendo de supuestos sin res, si es que los hay, tras nosotros,
fundamentación histórica: sólo se da puedan nutrirse, y diluirlo luego para
una razón para cada paso que se otras personas». La asociación llegó a
toma -se supone que una es decisi- su fin en 1858, cuando Harriet murió
va y, por tanto, es suficiente. El ata- en Aviñón; El ensayo sobre la liber-
que de Macaulay (Edinburg Review, tad (una «obra conjunta») fue publi-
1829) se ciñe a este método deduc- cado al año siguiente. Mill se retiró
tivo. entonces, viviendo en parte en Blak-
(K. B.) heath y en parte en Aviñón y llevan-
do a cabo muchos de los proyectos
MILL, john Stuart (1806-1873), nacido que había discutido con su esposa. Se
en Londres. J. S. Mill fue educado convirtió en una figura pública bien
en casa de su padre James MILL. conocida, defensor de los derechos de
A los dieciocho años entró al servi- las mujeres, de los clases trabajado-
cio de la Compañía de las Indias ras y de la reforma electoral. En 1865
orientales, donde también estaba em- fue elegido miembro del parlamento
pleado su padre, permaneciendo allí por Westminster, pudiendo entonces
hasta su extinción en 1858, momento proponer el voto para la mujer y una
en que había llegado a ser el admi- enmienda a la Ley del sufragio de
nistrador jefe de Londres. A los vein- Disraeli. Murió en Aviñón a los se-
te años, Mill sufrió una «crisis rnen- senta y siete años, y fue el princi-
MILL 272

pal radical inglés de su época y un esta tesis, pero intenta poner en co-
vínculo importante entre el pensa- nexión el placer o la felicidad con
miento liberal de Inglaterra y el del ser el objeto de un deseo; y con
resto del mundo. ser bueno en sí mismo. Podemos ver
A los quince años, Mill daba su que cada hombre desea su propia
asentimiento entusiasta al sistema éti- felicidad; eso no implica desde lue-
co de BENTHAM: admirando, incluso go que la felicidad sea deseable o
a aquella edad el total rechazo de buena. Pero Mill no fue el prime-
Bentham a los modos intuitivos de ro ni el último que mantuvo que
razonamiento en moral. Bentham in- pudo haber alguna conexión íntima
trodujo métodos científicos en la dis- entre ser bueno y ser deseado. Qui-
cusión de las cuestiones morales. Mill zá su opinión es que aprendemos
nunca abandonó esta posición cons- a llamar a las cosas buenas o malas,
cientemente: y en sus investigaciones deseables o indeseables, por nuestra
lógicas, así como en sus reflexiones experiencia de desear y obtener o no
posteriores sobre la Justicia y la Li- obtener lo que deseamos. Algunas co-
bertad, intentó mostrar que la prueba sas que hemos deseado resultan ser
última debe ser experimental y UTI- valiosas mientras que otras no. ¿Es
LITARIA. Mill también estaba de acuer- la felicidad una de las cosas que los
do con Bentham en mantener que hombres desean -y que resulta ser
toda nuestra conducta está determi- buena? Mill dice que desear una co-
nada: y que todos nuestros actos de- sa es pensar que es placentera -man-
liberados están motivados por la creen- tener que acarrea o podría acarrear
cia en que una línea determinada de placer. Esto amplía evidentemente el
conducta conducirá a nuestro mayor significado de «placer»: la palabra se
bien. Nuestras decisiones descan- convierte en un término técnico pa-
san en nuestro carácter y en nues- ra cualquier cosa que se desee por sí
tras creencias, así como en nuestras misma: y ciertamente no todas estas
situaciones. Mill sostiene que pode- cosas pueden ser llamadas «deseables»
mos, hasta un cierto grado, corregir o «buenas». De hecho, Mill no está
nuestras creencias y mejorar nuestro dispuesto en absoluto a tratar por
carácter -si queremos hacerlo. El de- igual a todos los objetos de deseo:
seo de tener o de conocer puede ser hace muchas distinciones y transmite
eficaz: y también puede serlo el de- sus propias preferencias definidas.
seo de ser. Esto incorpora (dice Mill) Algunos deseos son primitivos: otros
lo que realmente hay de inspirador son resultado de la experiencia, del
y ennoblecedor en la doctrina (inco- aprendizaje, la auto-disciplina y las
rrecta) de la LIBERTAD DE LA VOLUN- asociaciones especiales. Un hombre
TAD. Mill aclara al menos que la dis- hambriento (cualquiera que sea su
cusión moral tiene un punto: puede carácter) desea comida: el mísero de-
ayudar a que un hombre decida qué sea dinero y el derrochador desea
tipo de persona le gustaría ser. gastarlo. Los placeres del mísero, del
Los principios fundamentales de la derrochador y del virtuoso son pla-
ética de Mill son: 1) Que sólo el ceres que han sido educados. Mill
placer es bueno o deseable en sí apunta a las diferencias cualitativas:
mismo; 2) que las acciones son co- los tipos de placer. Éstas son fácilmen-
rrectas en la medida en que tiendan te reconocibles: mientras que las dife-
a promover la felicidad de todos los rencias cuantitativas (las «circunstan-
interesados, incorrectas en la medida cias» de Bentham) suelen ser difíciles
en que tiendan a promover la infe- o imposibles de valorar. Puede que
licidad; y felicidad significa placer y Mill supusiera que las diferencias cua-
ausencia de dolor (Utilitarismo, ca- litativas son reductibles en última ins-
pítulo 1). tancia a cuantitativas: pero no se to-
1) «La felicidad es deseable, y la ma el trabajo de decirlo. En efecto,
única cosa deseable, como un fin; dice que en todas nuestras decisiones
siendo todas las demás cosas desea- debemos dar preferencia a los place-
bles como medios para ese fin.» Mill res «superiores» que incluyen los pla-
ve inconvenientes en dar pruebas de ceres sociales y generosos y los de
273 MILL

los sentmuentos cultivados y el in- proporciona mayor felicidad que pro-


telecto. porcionaría la observancia general de
2) «Las acciones son correctas en otra regla alternativa, o que si se de-
la medida en que tiendan a pro- jara el asunto fuera del alcance de las
mover la felicidad.» La felicidad que reglas. Y en la aplicación de esta prue-
hay que considerar no es la del agen- ba, se debe dar preferencia a los ti-
te, sino la de todos los que se ha- pos de placer «superiores». El lugar
llan interesados en la acción. Mili asignado a las reglas supone una se-
no suele ser criticado por mantener paración marcada de las ideas de Ben-
esta opinión universalista, sino por tham: Mili define realmente la mora-
haber pretendido probar que la feli- lidad como «las reglas y preceptos
cidad general debe ser algo que «el de la conducta humana». Solamente
agregado de todas las personas» con- allí donde haya un conflicto de de-
sidere de hecho deseable o bueno. beres (donde se exija una y la misma
Hay que distinguir dos puntos: acción por una regla y se prohíba por
a) ¿Cuál es la naturaleza de la ac- otra) debe elegir uno simplemente con
ción correcta? b) ¿Quién se verá mo- referencia a la probable consecuencia
vido a hacerla? Sobre la primera cues- de la acción individualmente consi-
tión se puede considerar que Mill derada. Mill, parece comprometerse
está ofreciendo un análisis de la de- con la opinión de que en todos los
finición aceptada de «acción correc- demás casos el acto correcto es el que
ta» o que está proponiendo un pun- esté de acuerdo con una regla válida.
to de vista. Mill, como Bentham, no Una regla sólo es válida si pasa el test
siempre era muy claro con lo que utilitario: y es difícil creer que Mili
estaba haciendo, pero en lo principal quiera decir que sigamos la regla allí
parece estar haciendo lo segundo -y donde se sabe que en esta ocasión
parece reconocer claramente que otras acarreará más daño que bien. (Qui-
opiniones, aunque erróneas, tienen zás tengan que ver con esto sus ob-
significado. Sobre la segunda cuestión, servaciones sobre los deberes conflíc-
Mill argumenta que los hombres tie- tivos.) Las reglas de la justicia -que
nen impulsos sociales naturales que nos prohiben dañar, traspasar o inter-
les llevan a considerar el bien de to- ferir en la libertad de otro-- deben
dos los interesados en la acción: es- ser observadas, sin que importe qué
tos impulsos pueden ser reforzados ventajas podría parecer que se produ-
por el aprendizaje y la experiencia. jesen si se las dejara de lado: pues
Algunas acciones traerán de hecho la adhesión estricta y confiada a es-
la felicidad a largo plazo, otras no. tas reglas es en sí misma de la ma-
En efecto, Mili argumenta que debe- yor utilidad para todos.
mos elegir la acción que (en el mo- Sin embargo, Mill está dispuesto a
mento de la decisión) parezca más restringir la esfera del deber. El de-
probable que produzca la mayor fe- ber es algo que un hombre puede ser
licidad: es la única versión práctica compelido a hacer; y no debe ser am-
posible del utilitarismo. Pero incluso pliado más allá de la necesidad. Hay
esto parece pedir más de lo razo- muchos actos buenos, nobles y gene-
nable: ¿cómo puede uno dejar de rosos por los que es correcto alabar
calcular? Mill responde muy definí- al hombre que los hace, pero que no
damente que uno debe ser guiado le serían exigidos por ninguna regla.
usualmente por aquellas reglas gene- La esfera de la virtud incluye la del
rales que hayan sido formuladas co- deber, pero se extiende más allá de
mo resultado de la larga experiencia éste. Mill también niega que tengamos
de los hombres en la sociedad: «las algún deber con nosotros mismos: si
creencias que han sucumbido son las un hombre no logra tener el cuidado
reglas de la moralidad para la multi- adecuado de sus propios intereses no
tud, y para el filósofo, hasta que ha- es esto en sí mismo uh caso de obrar
ya logrado encontrar mejores». Al fi- mal.
lósofo se le autoriza a someter a prue- La visión un tanto negativa de Mill
ba las reglas tradicionales; preguntar sobre el deber deja al individuo una
si la observancia general de una regla amplia opción para hacer o para Ile-
18
MILL 274
gar a ser 10 que desee. En el Ensayo especializado e hipotético: por ejem-
sobre la libertad, argumenta que esta plo, ¿Cuál sería el efecto de rechazar
libertad está siendo puesta en peligro las leyes del grano en las condiciones
por los poderes interferentes de la presentes de la sociedad y la civiliza-
opinión pública. La sociedad tiene el ción en Inglaterra? Suponemos que
derecho de hacer leyes para aquella «el estado de la sociedad en general»,
parte de la conducta del hombre que permanece constante: y usamos el mé-
pueda afectar prejuzgablemente a los todo deductivo tal como es empleado
intereses de los demás; en esta esfera, en física. Los factores causales a cam-
la cuestión de si una regla particular biar tienen que ser analizados y sus
está justificada o no es una cuestión leyes conocidas (por ejemplo, las le-
adecuada. «Pero no hay lugar para con- yes psicológicas que rigen el comer-
siderar tal cuestión cuando la conduc- cio): la respuesta predicativa es bue-
ta de una persona no afecta a los inte- na sólo para el estado presente de la
reses de ninguna otra persona aparte sociedad. Pero las sociedades pasan
de sí misma, o no necesita afectarles por estados generales distintos y de-
a menos que les guste.» En la esfera bemos suponer que las causas totales
privada la cuestión de reglamentar de cualquiera de esos estados debe
o no es una cuestión inadecuada. buscarse en su inmediato predecesor.
El argumento comienza a parecerse Mili creía (con COMTE) que las con-
a una rehabilitación de los Derechos diciones económicas, sociales y cultu-
Naturales. Mili argumenta, por ejem- rales se afectan mutuamente entre sí,
plo, que la censura no podría ser con- siendo el factor más importante el
veniente en ninguna sociedad civili- estado de conocimiento. Cuando se la
zada. El lenguaje utilitarista apenas examina juiciosamente, la historia pro-
basta para transmitir la importancia porciona leyes empíricas de la socie-
moral que Mili asigna al amor pro- dad: por ejemplo, una edad de Fe
pio, al amor a la libertad y al senti- lleva a una edad de Razón; y una
do de la dignidad. «Es privilegio y edad de Razón a una edad científica o
condición propia del ser humano, lle- «positiva». No hubiéramos podido PÍ;e.
gado a la madurez de sus facultades, decir los cambios, pero podemos hacer
usar e interpretar la experiencia a su algo para entender la ley que los go-
manera.» Ahora puede parecer impro- bierna. Esta ciencia general de la
pio que Mili se haya esforzado por sociedad no comienza con una hipó-
introducir un gobierno basado en las tesis y continua para verificarla. Co-
clases trabajadoras y comprometido mienza con generalizaciones de la his-
con el socialismo. Pero creía que los toria e intenta mostrar cómo se pue-
trabajadores podían ser educados con de explicar un tipo de transición dado
el tiempo y esperaba salvaguardias por referencia a las leyes descubier-
constitucionales para los derechos de tas en las ciencias especiales (geolo-
las minorías: el Estado tenía que pa- gía, botánica, economía, psicología,
gar la educación, pero no tenía que genética). Este «método deductivo in-
emprenderla: y la propiedad social vertido» fue tomado de Comte -<:u-
para él no implicaba la propiedad de ya «amistad» con Mili muestra ciertas
un Estado omnicompetente. analogías con la de ROUSSEAU con
El pensamiento de Mili sobre polí- HUME. La aparentemente modesta ex-
tica comenzó con su lectura del ataque plicación de Mili de una ciencia gene-
de Macaulay al ensayo sobre el Go- ral de la sociedad ha sido totalmente
bierno de James Mill. Macaulay ne- rechazada por K. R. POPPER, que aro
gaba la posibilidad de sacar deduc- gumenta que la noción de una «ley»
ciones de los principios: el único es- de los sucesivos estados totales de la
tudio de política debe ser el estudio sociedad es un mal uso del concepto
directo de la historia. Mili llegó a de ley.
estar en desacuerdo tanto con su pa- En su filosofía de la política Mill
dre como con Macaulay. En el li- lucha en dos frentes: contra una fí-
bro VI de la L6gica distinguía dos losofía intuitiva y a priori y contra
tipos completamente distintos de in- el empirismo simple. La misma situa-
vestigación sociológica. El primero es ción se ve en su lógica. Mili insiste
27' MILL
en que su lógica es «una lógica de ca) que son «capaces de ser afirma-
la experiencia», pero pasa a mostrar dos con verdad, en el mismo sentido,
que la ciencia debe ser sistemática, respecto de un número indefinido de
analítica y (en algunos puntos vitales) cosas». Pero Mill distingue los nom-
deductiva. En el Sistema de Lógica bres propios de todos los demás tér-
Mill intenta mostrar (1) que «las pro- minos; son arbitrarios en el sentido
posiciones necesarias» son meramente de que denotan meramente una perso-
verbales; (2) que las inferencias in- na o un lugar: no son otorgados en
mediatas tradicionales son «meramen- virtud de ninguna propiedad que se
te aparentes» y no reales; (3) que el suponga que le pertenece. Mill dice
silogismo, considerado como un argu- que «denotan» meramente; pero las
mento que va de las premisas a las palabras y frases descriptivas dicen al-
conclusiones, es también una inferen- go que puede ser verdadero o falso.
cia «meramente aparente»; (4) que el «El rey que sucedió a Guillermo 1»
silogismo es importante por la afir- denota Rufus para cualquiera que en-
mación de la premisa mayor o univer- tienda lo que significa la frase, y vea
sal; (5) que la afirmación de una pro- su verdad. Mill llama «connotación» a
posición universal sobre la base de este otro sentido de significado. «Hom-
la evidencia particular es una inferen- bre» connota ciertas propiedades: y
cia genuina; por lo que la deducción Míll dice que «denota a todos los in-
no es inferencia genuina, pero la in- dividuos que tengan esas propieda-
ducción sí; (6) que los principios de des», por ejemplo, Juan, Jorge, Ma-
las matemáticas son inductivos y des- ría. De tal manera que los nombres
cansan en la observación; (7) que en generales a la vez connotan y denotan.
algunos casos podemos afirmar ade- Aquí Mill está equivocado: una des-
cuadamente que conocemos proposi- cripción definida puede denotar a un
ciones universales basadas en la in- individuo (Rufus), pero un término
ducción. predicado no denota: puede establecer
Mill no tiene mucho interés por la que J. S. Mill no fue un gran cientí-
lógica formal en sí; su tema principal fico sin referirme a ningún gran cien-
es la generalización y las bases sobre tífico -¿quién lo sería? Los térmi-
las que ésta descansa; y los métodos nos generales no son nombres: y
apropiados para las ciencias. Se debe Mill en todo caso deja bastante
admitir en seguida que la explicación claro que tienen un significado que
de Mill del conocimiento matemático no implica en absoluto el nombrar.
no ha satisfecho a nadie. Mill nunca También dice que aunque pala-
distinguió apropiadamente entre ma- bras tales como «Y», «de», «en»,
temática pura y aplicada, y confun- «verdaderamente», contribuyen a la
dió los errores de contar y de medir formación de nombres, «no tienen nin-
con los de calcular. Quedó para otros gún título para ser consideradas nom-
la tarea de mostrar que la propia ex- bres». Nombrar no es, pues, el único
plicación sumamente original de Mill tipo de significar: una verdad que no
del razonamiento deductivo como un ha sido plenamente asimilada por
sistema de tautologías, puede ser ex- filósofos de muchas generaciones.
tendida para que cubra también el ra- Una proposición que afirma mera-
zonamiento matemático. mente una parte de lo que su térmi-
La doctrina lógica descansa en una no-objeto significa (connota) es «me-
concepción del significado que intro- ramente verbal» o tautológica. Las
duce la noción de que no todas las inferencias inmediatas de la lógica
palabras son simplemente nombres tradicional son también tautológicas,
de cosas. Mili utiliza «nombres» dependiendo para su verdad (aunque
para todos los términos de una pro- Mill no establece esto muy claramen-
posición: Juan, Jorge, María son te) del significado de las palabras ló-
«nombres singulares», y también lo gicas empleadas. (Si todos los hom-
es «el rey que sucedió a Guillermo 1 bres son mortales entonces algunos
-un nombre de muchas palabras. hombres son mortales: la transición
Los predicados son «nombres genera- depende del significado de «todo»,
les» (por ejemplo, hombre, viejo, blan- «alguno», «si... entonces ... »), pero,
MILL 276
¿y el silogismo? Es notorio que la gar, por enumeracion simple: pero
conclusión de un silogismo debe estar Mill mantiene que en las inducciones
«contenida en» las premisas -de otro causales es posible algo más parecido
modo es inválido. No obstante, yo a una prueba deductiva con la ayu-
puedo saber que todos los hombres da de sus celebrados «Métodos de
son mortales sin saber que el duque Inducción (Causal)».
de Wellington también lo es: podría Mill entiende por «causa» una
no haber oído hablar nunca del du- causa suficiente --o más bien aquel
que de Wellington. Mill ve que la factor que sumado al curso ordinario
«novedad» de la conclusión de un si- de eventos en el universo, es suficien-
logismo surge del hecho de que po- te para producir un efecto dado. Co-
demos conocer una proposición uni- nocemos (según Mill) una verdad de
versal sin conocer todos sus casos par- máxima importancia sobre tales cau-
ticulares: cuando descubro un caso sas: que todo evento tiene una. Esto
nuevo hago una aplicación nueva de lo aprendemos por observación simple,
la proposición universal y así alcan- pero una vez lo hemos aprendido po-
zó una nueva conclusión. Pero Mill demos usarlo para descubrir y probar
se interesa más por la cuestión: ¿có- leyes causales particulares. Pues la cau-
mo podemos conocer las proposiciones sa suficiente de X debe residir en sus
universales fácticas? Llegamos a co- eventos y circunstancias inmediata-
nocerlas por la inferencia a partir de mente antecedentes. Esto limita la
un conjunto de casos. Esta inferencia búsqueda de la causa de X: encon-
es inductiva. La importancia total del tramos que va precedida por las cir-
argumento silogístico en ciencia de- cunstancias A, B, C, etc., y que una
pende de que tengamos premisas uni- u otra de éstas, o alguna combina-
versales. Y esto procede de la induc- ción de ellas, debe haber causado X.
ción: es la única inferencia «genuina». Los Métodos (Acuerdo, Diferencia,
En la Lógica, libro III, examina Acuerdo y Diferencia, Variación Con-
Mill la naturaleza de la inducción. comitante) pueden hacer dos cosas:
Ésta depende del «supuesto» de que 1) permitirnos eliminar las circunstan-
el curso de la naturaleza es uniforme, cias que no siempre se encuentran pre-
de que lo que ocurre una vez en cir- cediendo a X; 2) proporcionarnos más
cunstancias determinadas, siempre vol- y más casos en los que se encuentra
verá a ocurrir si ocurren circunstan- otro factor determinado en el entorno
cias semejantes. Y por el examen de antecedente de X. Desde luego, la se-
la naturaleza sabemos «que el supues- gunda parte es la enumeración; lo
to está garantizado». La inducción más que Mill enfatiza es que una elimi-
simple procede sobre la base de la nación es en sí misma un tipo de
simple enumeración de casos seme- prueba. Si podemos encontrar un caso
jantes: «Todos los cisnes que hemos de A que no vaya seguido de X, en-
visto son blancos -por tanto, todos tonces A no puede ser ya la causa
los cisnes son blancos.» Es por este suficiente de X. y esto, mantiene él,
mismo método por el que aprendemos debe reforzar a los candidatos que
que la naturaleza es uniforme. Mill quedan, B, C, etc. Mill escribe que
distingue entre uniformidades de coe- sus Métodos constituyen «una prue-
xistencia y uniformidades de secuen- ba científica»: pero eso es afirmar
cia. Las primeras incluyen la «con- demasiado. Pues, primero, la selección
junción» de las propiedades de los (a partir de los antecedentes de X)
géneros naturales, y de las propieda- de los factores semejantes debe de-
des espaciales y numéricas. Éstas sólo pender de un conocimiento del cam-
pueden ser conocidas por la observa- po obtenido sin la ayuda de estos
ción (incluyendo contar y medir): en Métodos; y segundo, este «cono-
muchos casos la evidencia a su favor cimiento» está en sí mismo sujeto a
es superabundante. Las uniformidades revisión. (Lo que pensábamos que no
de secuencia pueden ser caracterizadas podía ser relevante puede resultar ser
con poco rigor como causales: un tipo el factor vital.) Los métodos de eli-
de evento lleva siempre a cierta se- minación no pueden llevar a un ve-
cuela. Las aprendemos, en primer lu- redicto decisivo en favor de los can-
277 MILL

didatos que quedan, a no ser que el uniforme que conecta los cuerpos o
conjunto de posibles candidatos sea los cambios físicos de ciertos tipos;
limitado de manera decisiva. Cosa que 2) el orden que conecta diferentes
no puede ocurrir en tales investiga- ideas o impresiones de nuestras men-
ciones, estrictamente hablando. Que el tes y nos lleva a formar la noción de
experimento repetido aumenta, al me- que son todas ellas percepciones de
nos por eliminación, la probabilidad la misma cosa individual. El segundo
en favor de los factores que quedan tipo de orden (como Hume vio) no es
es difícil de dudar: pero una prueba una uniformidad en la sucesión de
decisiva es desde luego una cuestión nuestras ideas: las uniformidades que
bastante distinta. buscamos se dan entre los cuerpos y
Los Métodos son comunes a todas no entre las sensaciones. MilI intenta
las investigaciones causales en el ni- un análisis de este orden y pasa a
vel experimental básico: en un nivel definir el cuerpo como una «posibi-
superior las ciencias diferentes em- lidad permanente de sensaciones»: por
plean métodos o estrategias o el ex- ejemplo, hablar de una mesa es ha-
perimento. En el libro VI de la Ló- blar de un orden de este tipo en sen-
gica MilI distingue cuatro métodos: el saciones reales o posibles. No se hace
Método Geométrico, aplicable cuando ningún intento de encontrar esta po-
las diferentes leyes no modifican unas sibilidad en una sustancia externa real,
las acciones de las otras (el ejemplo ni tampoco en Dios. Pero MilI reco-
de MilI sugiere que este método di- noce que hay «otras sucesiones de
fícilmente pertenece a la ciencia ob- sentimiento además de aquéllas de las
servacional y experimental en abso- que soy consciente». ¿Cómo tenemos
luto); el Método Químico, del expe- que describir el orden de experien-
rimento directo, que tiene que ser cias que constituye una mente indi-
aplicado cuando las causas se combi- vidual? Aquí llega MilI a una «inex-
nan de un modo que ha desafiado al plicabilidad final» -el hecho de que
análisis; el Método Físico, que pue- una mente que es una serie de senti-
de ser usado cuando las leyes de mientos sea consciente de sí misma
los diferentes factores causales ya son como pasado y futuro.
muy bien conocidas. Entonces es po- En sus ensayos sobre teología na-
sible sugerir que un cierto cambio era tural MilI defiende la posibilidad de
resultado de una cierta combinación que una mente exista sin un cuerpo,
de fuerzas: y el experimento continua- y, por tanto, la posibilidad de la in-
do suministrará una prueba. Por úl- mortalidad. También examina, con es-
timo, reconocía MilI el Método His- píritu científico, la cuestión de si el
tórico, que es aplicable cuando los mundo tal como 10 conocemos es en
fenómenos se complican y van más gran medida obra de una inteligencia
allá del alcance del experimento, co- divina; y si es así, si esa inteligencia
mo en las ciencias sociales. divina se ha comunicado con el hom-
MilI se refiere a sus propias opinio- bre por una revelación milagrosa. El
nes como «la filosofía de la expe- argumento del designio tiene cierto
riencia». El punto clave de esta des- peso: sugiere que existe un Dios que
cripción está en su constante apela- desea el bien de sus criaturas (es
ción a los hechos (que pueden ser co- decir, aquellas de sus criaturas que
nocidos por la experiencia) y -a un conocemos), pero que tiene muchas
nivel metafísico-en su concepción otras tareas pendientes. En este punto
FENOMENALISTA del conocimiento que MilI desvía la cuestión de la región
tenemos de las cosas y de las mentes de la creencia a la de la simple espe-
(véase Examen de la Filosofía de Ha- ranza. Sin la creencia real, un hom-
milton). El enfoque de MilI está cer- bre puede contemplar la noción de
cano al de Hume: adopta una expli- perfección divina, meditar sobre los
cación de los cuerpos en términos de evangelios, esperar la inmortalidad. Es-
las percepciones que de ellos tenemos. to tiene un valor práctico. Estas refle-
Distingue claramente (cosa que BER- siones se encuentran en las cartas de
KELEY no hacía) dos tipos de orden MilI y guardan relación con su tem-
en la experiencia: 1) el orden causal prano y serio interés wordsworthiano
MISES 278

por el cultivo de 10 que se encuentra mitiera que los enunciados de proba-


de mejor en el sentimiento y la imagi- bilidad tuvieran otro significado que
nación humanos. Pero su Ensayo sobre no fuera de la forma «La probabili-
Religión, que apareció después de su dad del evento e dentro del colec-
muerte, sorprendió a sus amigos ateos tivo K es P».
y agnósticos más declarados. «En (J, O. U.)
Stuart MilI hay indicios de una natu-
raleza original que era sentimental y MONADAS, véase Leibniz.
casi religiosa, y que no estaba hecha
para el sistema puramente intelectual, MONISMO, es cualquier doctrina que
y abstracto que se le impuso desde diga que sólo hay una sustancia, o
la niñez» (Halévy). un «mundo», o que la realidad es en
(K. B.) algún sentido una, esto es, no cam-
biante o indivisible o indiferenciada.
MISES, Richard van (1883-1953), aso- Por ejemplo, las pretensiones alterna-
ciado prominente de los POSITIVISTAS tivas de que «todo es mental» o de
LÓGICOS Y del CÍRCULO DE VIENA has- que «todo es material», son formas de
ta que buscó refugio del hitlerismo monismo crudamente expresadas, que
en los Estados Unidos. Escribió una se oponen al DUALISMO de mente y
descripción general del positivismo materia del sentido común. El tér-
en 1939 (traducida al inglés como Po- mino fue inventado por C. Wolff
sitioism, 1951), pero es mejor conocido (1679-1754), que lo usó solamente pa-
como teórico de la probabilidad. Su ra aquellas dos teorías que tienen
principal obra en el campo de la pro- todo derecho a las etiquetas de
babilidad fue Wahrscheinlichkeit Sta- «IDEALISMO» y de «MATERIALISMO»,
tistik und Wahrheit (1928), que fue respectivamente. Posteriormente tam-
publicada como Probability Statistics bién vino a usarse con relación a la
and Truth en inglés en 1939. Van teoría de la identidad absoluta man-
Mises pretendía establecer una defini- tenida por Schelling y HEGEL, a saber,
ción científica de probabilidad que que la mente y la materia no son re-
sustituyera nuestras vagas nociones ductibles la una a la otra, sino que
del pensamiento cotidiano; no preten- son reductibles ambas a una sustancia
día analizar nuestra noción ordinaria común de la que son modificaciones
de probabilidad. Definía la probabili- fenoménicas. (Compárese el posterior
dad como el valor límite de la fre- «monismo neutral» de WilIiam JAMES
cuencia de un evento dentro de un y durante un tiempo, de RUSSELL.)
colectivo; un colectivo es una clase Subsiguientemente el término fue apli-
de referencia indefinidamente grande cado, con mayor amplitud, a cualquier
cuyos miembros ocurren en un orden teoría que intentara explicar los fe-
aleatorio, esto es, una clase en la que nómenos por un principio sólo, o re-
no se puede disponer de ningún sis- duciéndolos a éste; y opuesto no me-
tema de juego para predecir el carác- ramente al dualismo, sino también con
ter de sus miembros. Así, decir que frecuencia al pluralismo, del qué es
la probabilidad de que salgan caras es un ejemplo el atomismo lógico de
de un medio, es decir, que el valor Russell, que él también llama «plu-
límite de la fracción resultante de di- ralismo absoluto». Como resultado de
vidir el número de caras obtenidas estos usos extendidos, el término es
por el número de jugadas es de un sistemáticamente ambiguo y se debe-
medio. La serie de jugadas consti- ría distinguir entre monismo sustan-
tuye el colectivo. Van Mises fue ca- cial y monismo atributivo, siendo el
paz de mostrar que los axiomas de primero la concepción (1) de que la
la probabilidad matemática se seguían aparente pluralidad de las sustancias
tautológicamente de esta definición, se debe a diferentes estados o aparien-
que, sin embargo, ha sido atacada, cias de una sola sustancia, que era
especialmente por su uso de la no- Dios-a-Naturaleza para ESPINOSA, por
ción de límite de frecuencia fuera ejemplo, y 10 Absoluto para BRADLEY.
de la matemática pura; otros han El monismo atributivo, por otro lado,
objetado a van Mises que no per- es la concepción (2) de que cualquiera
279 MOORE
que sea el número de sustancias, éstas Lo que le interesa de las cosas que de-
10 son de un sólo tipo último, esto cimas en la vida ordinaria no es ni
es, hay sólo un ámbito del ser. Tam- su significado ni su verdad, pues cree
bién se podría distinguir de estas con- que tienen un significado bien conocí-
cepciones absolutas un monismo par- do y que en muchos casos son cierta-
cial, a saber (3) que dentro de un ám- mente verdaderas, sino algo acerca de
bito del ser dado (aunque pueda ha- ellas que se llama un análisis de su
ber muchos) sólo hay una sustancia. significado. De las concepciones filo-
Estas variedades del monismo no ne- sóficas, por otro lado, ansía descubrir
cesitan ni sostenerse todas juntas ni qué pueden significar y si son verda-
caer juntas; y por razones que exigen deras, porque suelen ser análisis in-
una argumentación mayor, han sido tentados, cuyos resultados niegan el
mantenidas de manera selectiva: por significado y la verdad comúnmente
ejemplo, Espinosa mantuvo (1) y, por aceptados de lo que analizan.
tanto, trivialmente (3), pero rechazó En estas investigaciones Moore hace
(2) en favor de una infinidad de clases dos apelaciones, que a menudo han
últimas, mientras que DESCARTES re- sido confundidas por los críticos, a
chazó (1) y (2), pero aceptó (3) dentro saber, una apelación a la verdad de lo
del ámbito material y LEIBNIZ recha- que mantenemos en el sentido común
zó (1) y (3), pero aceptó (2), siendo y una apelación a la propiedad de lo
almas todas las mónadas; así cada uno que decimos en el lenguaje ordinario.
de estos pensadores aceptó el monis- Su actitud hacia el sentido común,
mo al menos en un sentido, pero no como la de Thomas REID en el si-
en otros. El sentido apropiado de glo XVIII, es que muchas de 'sus creen-
«monismo» siempre necesita ser acla- cias son de tal modo que aunque, al
rado dentro del contexto. Pero en ca- igual que las leyes de la LÓGICA, no
da una de sus formas es la expresión son ni probables, ni refutables, hay
suprema de pulcritud metafísica. razones mucho mejores para aceptar-
(R. HALL) las que para aceptar cualquier otra de
las doctrinas filosóficas que las contra-
MOORE, George Edward (1873-1958). dicen. A diferencia de cualquier creen-
De 1898 a 1904 y de 1911 a 1939 cia filosófica, todos nosotros las mano
Moare, inglés, fue miembro del Tri- tenemos y no podemos evitar hacerlo,
nity College y profesor conferenciante, y diversos tipos de inconsistencia re-
y más tarde catedrático de la Univer- sultan de nuestros intentos de ne-
sidad de Cambridge. Le fue concedida garlas.
la Orden del Mérito y fue miembro Dado que las expresiones como
de la Academia Británica. Su influen- «bueno», «conocer», «ver», «real», cu-
cia personal directa sobre los filóso- yo significado analiza Moore, están en
fos ingleses de su tiempo ha sido in- el uso común de todos los días, él
mensa. pensó que estaba justificado suponer
Los tres tópicos principales trata- que todos nosotros las entendemos
dos en los escritos de Moore son el muy bien y que, por tanto, estaba
método filosófico, la ética y la per- justificado usarlas para interpretar al-
cepción. Escribió poco sobre su mé- gunas de las extrañas cosas que dicen
todo porque sus energías fueron de- los filósofos y para acusar a cualquier
dicadas a practicarlo, pero probable- filósofo que vaya contra ellas de «un
mente es una contribución al método abuso de lenguaje».
correcto de hacer filosofía, lo que ten- En común con muchos filósofos
drá una importancia duradera de su desde PLATÓN hasta bastante reciente-
obra. mente, Moare mantiene que el signi-
Su método, que aparece claramente ficado de una expresión es un tipo
en un artículo sobre la Necesidad en de entidad, a menudo llamada con-
1900, es proclamado en su ensayo pro- cepto, noción o proposición, que la
gramático del 1925, Defensa del Sen- expresión representa, conlleva o nom-
tido Común, y es reafirmado en sus bra y que es llamada ante la mente
observaciones autobiográficas de 1942 de todo aquel que entienda la expre-
en The Pbilosopby of G. E. Moore. sión. De ahí que su contraste entre
MüüRE 280

conocer el significado de una expre- intentó dar una breve respuesta a la


sión y conocer el análisis del signifi- cuestión «¿Qué tipos de cosas son
cado, que un analista contemporáneo buenos?», según la cual hay una «in-
expresaría como el contraste entre sa- mensa variedad» de tales tipos de co-
ber cómo usar una expresión y ser sas, incluyendo «los placeres del in-
capaz de decir cómo se usa, sea plan- tercambio humano y el disfrute de los
teado por el mismo Moore como el objetos bellos», la mayor parte de su
contraste entre tener ante la mente el esfuerzo aquí y en otros lugares es
concepto expresado por una expresión dedicado al análisis de la noción de
dada y ser capaz de decir o hacer algo bueno. De acuerdo con su método de
con respecto a ese concepto. En rela- inspección aconseja a quien vaya a
ción a lo que tiene que hacer exacta- analizar lo bueno que «considere con
mente un analista respecto del con- atención lo que hay realmente ante su
cepto que hay ante su mente, Moore mente», con la esperanza de que «si
parece haber tenido tres opiniones se- intentara este experimento sucesiva-
paradas, a menudo sustentadas en las mente con cada definición (o sea, aná-
misma obra. En general el analista lisis) que se le sugiera, se haría lo su-
tiene que inspeccionar el concepto e ficientemente experto como para reco-
intentar describirlo; en particular tie- nocer que en cada caso tiene ante la
ne o bien que decir cómo puede di- mente un objeto único». Bajo la in-
vidirse en un conjunto de conceptos fluencia del método de división ha di-
constituyentes y cómo están interre- cho que una definición «establece cuá-
lacionados estos constituyentes, o bien les son las partes que componen inva-
decir cómo hay que distinguir el con- riablemente un todo determinado; y
cepto, por similitud y diferencia, de en este sentido la noción de «bueno»
otros conceptos que son traídos ante no tiene definición porque es simple
la mente por la expresión dada' y por y no tiene partes». De este concepto
otras expresiones relacionadas. El mé- simple que él pensaba que representa-
todo de división, con su dependencia ba la expresión «bueno» dijo que era
de la teoría del significado del con- una cualidad «no natural», y a cual-
cepto, tiene una historia muy antigua quier intento de identificarla con otro
y predomina en la obra de Russell y concepto lo llamó una comisión de la
del primer Wittgenstein, mientras que «falacia naturalista». Sin embargo,
el método de distinción, de una for- cuando usó el método analítico de
ma no comprometida con la teoría «distinción», lo contó como un análi-
del concepto, es favorecido por la sis de bueno si le permitía «distin-
obra posterior de Wittgenstein y por guirlo de otros» conceptos. En sus úl-
los analistas contemporáneos. timos escritos se ha inclinado a man-
Además, Moore ha pensado con tener que la palabra «bueno», después
frecuencia que para dar un análisis de todo, no es el «nombre de una ca-
de un concepto uno debe encontrar racterística», sino que su uso puede
un concepto o conjunto de conceptos ser el de expresar una actitud o apro-
idénticos al concepto a analizar y, por bación. Se hace depender a la noción
tanto, encontrar también una expre- de correcto de la noción de bueno
sión sinónima de la expresión usada por cuanto, de acuerdo con los utili-
para expresar el concepto a analizar. tarios, Moore la analiza como la cau-
Ahora, este «enfoque de traducción» sa de las cosas que son buenas en sí
del análisis es abandonado de mane- mismas.
ra general. Al discutir la noción de percepción,
Tomando «¿qué es bueno?» como Moore supone que no hay ninguna
la cuestión central de la ética, Moore duda sobre el significado de expresio-
distinguió el sentido en que la cues- nes tales como «veo un libro» y «es-
tión exige una investigación del aná- to, que yo veo, es un libro», y que
lisis de la noción de bueno, de los usualmente no hay duda sobre la ver-
sentidos en que se pretende saber dad de lo que dicen. Argumenta en-
qué cosas son buenas o qué tipos de tonces que siempre que vemos un
cosas son buenas. Aunque en sus pri- objeto material opaco, por ejemplo,
meros escritos éticos, Principia Ethica un libro, ipso lacto vemos, en un
281 MORRIS

segundo sentido, una parte concre- de 1958. Sus principales contribucio-


ta de él, tal como la superficie nes filosóficas han sido a la filosofía
vuelta ante nosotros, y vemos tam- del lenguaje. Ha intentado fusionar el
bién, en un tercer sentido, lo que pragmatismo conductista de su maes-
él llama un dato sensible, tal como tro, George H. Mead, con el empiris-
una mancha particular de color. Su mo lógico del CÍRCULO DE VIENA, y
tarea es, pues, distinguir y relacionar de desarrollar sistemáticamente las
los tres conceptos expresados por la ideas fértiles, pero esquemáticamente
palabra única «ver» y los tres con- elaboradas de Charles PEIRCE sobre
ceptos expresados por los objetos gra- los signos dentro de este entramado
maticales respectivos de ellos, a saber, conceptual. Sin embargo, Morris ha
«objeto material», «parte de la super- ido más lejos que Peirce al tomar en
ficie de un objeto material» y «dato cuenta los signos no lingüísticos al
sensible». A la pregunta de cómo se igual que los lingüísticos. Su división
relacionan entre sí estos diversos con- de la semiótica (o teoría general de
ceptos él ha dado muchas respuestas, los signos) en tres ramas principales,
pero nunca una que le lograse satis- ha sido adoptada ampliamente. La pri-
facer a él o a otros filósofos. La razón mera es la sintaxis, que estudia las re-
de este fallo parece deberse principal- laciones que los signos tienen entre sí
mente a dos suposiciones que ha es- en virtud de sus propiedades puramen-
tado haciendo constantemente, a sa- te formales o estructurales. La segun-
ber, que la palabra «dato sensible» es da es la semántica, que analiza la rela-
el nombre de un tipo peculiar de en- ción de los signos con lo que designan.
tidad, que está presente en toda ex- La tercera es la pragmática, que exa-
periencia perceptiva, y que cuando di- mina los modos de respuesta a los
go «Esto que veo es un libro», debo signos que emiten sus usuarios. En
estar intentando identificar el dato años recientes, Morris se ha interesa-
sensible con algo. do por efectuar una síntesis de las
principales ideas tradicionales de la
(A. R. W.) vida, para adecuarlas a las condicio-
nes modernas; y también ha llevado
MORRIS, Charles (1901- ), nacido a cabo extensos estudios empíricos so-
en Denver, Colorado. Durante mu- bre las relaciones entre los tipos de
chos años catedrático de filosofía de creencia filosófica y las formas de la
la Universidad de Chicago, ha traba- naturaleza y la cultura humanas.
jado en la Universidad de Florida des- (E. N.)
N

NAGEL, Ernest (1901- ), nacido en cualquier referencia a una deidad, o a


Novemesto Checoslovaquia, primera- un ámbito de valores, o a una mente
mente catedrático de filosofía de la pensada como algo más que un fenó-
Universidad de Columbia. Emigró a meno natural, es ilegítima. Con respec-
los Estados Unidos en 1911 y fue na- to a pensadores del siglo XIX tales co-
cionalizado en 1919. Es mejor conoci- mo T. H. Huxley, el naturalismo con-
do por su trabajo en filosofía de la notaba especialmente la creencia en
ciencia. Su libro más cabal, La es- que la vida y el pensamiento podían
tructura de la ciencia, es reconocido ser explicados por completo, en prin-
de manera general como un clásico cipio como algo que surge por evolu-
moderno en este campo; sus Princi- ción de la materia. En ÉTICA el natura-
pios de la teoría de la probabilidad lismo es la opinión de que los enun-
en la Enciclopedia internacional de ciados sobre la corrección, incorrec-
la ciencia unificada también es bien ción, bondad y maldad de las cosas
conocido, como 10 son muchos otros son enunciados sobre el mundo natu-
artículos en el mismo campo. En me- ral y no sobre valores especiales que
tafísica Nagel se considera NATURALIS- estén más allá de la comprensión de la
TA, manteniendo que el mundo debe ciencia; así un naturalista podría man-
ser entendido en términos de causali- tener que decir que algo es bueno es
dad eficiente y no implicando ingre- decir que es probable que satisfaga el
dientes últimos más allá de la materia. deseo, 10 que es un enunciado cientí-
(J. O. U.) ficamente probable. Pero, desafortuna-
damente, G. E. MOORE, en sus Prin-
NATURALISMO. Como la mayoría de cipia Ethica, amplió la noción de na-
las palabras que acaban en «ismo» y turalismo para sus propósitos espe-
que son usadas para nombrar un tipo ciales de tal modo que cualquiera
de posición filosófica, el naturalismo que intentara definir los conceptos
tiene sólo un sentido, o conjunto de éticos en términos de conceptos que
sentidos, vago e impreciso. De mane- no fueran específicamente éticos era
ra más amplia, un filósofo es natura- culpable de la «falacia naturalista»;
lista si considera que la totalidad de así incluso de aquéllos que definían
las cosas a las que llamamos «natura- «bueno» como si significara «querido
leza» y que son estudiadas por las por Dios», una visión que se opone
ciencias naturales es la totalidad de to- claramente al naturalismo tal como se
das las cosas, y si niega la necesidad entiende ordinariamente, decía Moore
de cualquier explicación de 10 natural que habían cometido la falacia natu-
en términos de 10 sobrenatural; tal fi- ralista. Desgraciadamente este uso
lósofo mantendrá normalmente que de Moore ha llegado a ser tan am-
283 NEOPLATONISMO

pliamente conocido que el término micra no es un acto intencional, crea-


«naturalismo» probablemente haya per- tivo; es más bien como una emana-
dido ahora toda la utilidad que tuvo. ción o efluvio atemporal, involunta-
(J. O. U.) rio, permanente. Pero esta emana-
ción no consume su fuente, que por
NEOPLATONISMO es un término que e! contrario siempre permanece llena
suele designar el último esfuerzo crea- y sin disminuir. Algunos estudios
tivo de la antigüedad pagana (c. 250 describen la relación entre el princi-
hasta 550 a. C.) para producir un sis- pio supremo y todas sus emanaciones
tema filosófico comprehensivo que pu- como un «panteísmo dinámico».
diera satisfacer todas las aspiraciones Como el principio supremo está por
espirituales (intelectuales, religiosas, encima de! ser, no le puede ser
morales) de los hombres, mediante aplicado realmente ningún predicado,
la presentación de una imagen omni- pues todos los predicados son predi-
comprehensiva y lógicamente coheren- cados de los seres. Lo mejor que po-
te de! universo y del lugar que el demos hacer es hablar de él como
hombre ocupa en éste, y explicando de lo «Uno» para expresar que está
cómo puede el hombre lograr la sal- indiferenciado, y en este sentido de
vación, esto es, ser restituido a su la palabra carece de cualquier deter-
condición original perdida. Debe ob- minación, es simple y por tanto no
servarse que «neoplatonismo» es un tiene cualidad. Es «Uno» no en e!
término moderno. Los hombres a quie- sentido en que hablamos de algo co-
nes se lo aplicamos afirmaban ser sim- mo siendo «un esto» o «un aquello»,
plemente platónicos. Si esta afirmación sino «uno» en tanto que sustancia. Si
era legítima o si el neoplatonismo di- pensamos en que es la fuente de todo
fiere radicalmente de! platonismo ori- ser, también nos podemos referir a
ginal es algo controvertido. En cual- él como la «bondad» en el sentido
quier caso el neoplatonismo logró sin- de que es e! último «por qué» de to-
tetizar la mayor parte de! pensamien- das las cosas.
to filosófico anterior (particularmente El proceso atemporal de efluvio
el de ARISTÓTELES, LOS ESTOICOS, Y es descrito mejor como la «disper-
e! pitagorismo; sólo se excluía el epi- siór» gradual de la unidad original,
cureísmo) con el platonismo. Pero tam- por la cual ésta se torna en una mul-
bién asimiló muchas creencias religio- tiplicidad siempre creciente. A lo
sas, mitos, ritos y cultos de! politeís- largo de una escala descendente de!
mo griego y oriental, incluida la alqui- ser, e! ámbito de la realidad supra-
mia, las prácticas mágicas (que solían sensible (primero: mente, o pensa-
basarse en afinidades entre planetas y miento que se auto-piensa, o espí-
metales, etc.), pudiéndose encontrar ritu; después: e! alma) emana, lue-
un lugar en su universo para todas las go se convierte en realidad sensi-
deidades tradicionales y las semidei- ble (en el tiempo y en e! espacio).
dades de las religiones populares. Un paso más y la dispersión se con-
El neoplatonismo enseña una deidad vierte en aniquilación (como la luz
(o un principio supremo; sería ina- que emanando de su fuente en un co-
propiado pensar que se trata de una no, llena gradualmente partes del espa-
persona) elevada sobre el universo o cio progresivamente mayores, haciéndo-
trascendiendo a éste, de tal modo que se progresivamente más pálida, hasta
su rango se sitúa más allá del ser e desvanecerse en oscuridad comple-
incluso del no-ser, en el sentido de ta). Esta aniquilación (o, como se ha
«superior al ser». Al mismo tiempo dicho en ocasiones, este factor ani-
esta deidad trascendente es la fuente quilador) es concebido en el neopla-
de la que fluye todo (o procede, o pro- tonismo como el resultado de la ma-
gresa), sin llegar nunca a separarse de teria (o la materia). De algún modo
ella, de suerte que también es in- excesivamente difícil de comprender,
manente a todas las cosas. El «flu- esta materia, aunque es la nada ab-
jo», antes mencionado, no es un pro- soluta (vacío, ausencia, carencia), al
ceso temporal; es, si se puede decir mismo tiempo es «e! por qué» de la
así, historia atemporal. Lo que lo nada. El principio supremo como
NEOPLATONISMO 284
fuente de todo ser fue llamado «bon- como virtudes crvicas, purificadoras,
dad» y de acuerdo con esto la mate- ejemplares. En el momento del éxta-
ria como nada o su razón puede ser sis se satisfacen todas las aspiraciones
llamada «mal», aunque algunos neo- intelectuales y morales del hombre.
platónicos insisten en describirla co- Uno de los aspectos más chocantes
mo simplemente «no-bondad». del neoplatonísmo (aspecto que lo con-
Los pasos sucesivos o como son vierte en algo totalmente inaceptable
llamados con frecuencia, hipóstasis son, para un empirista) consiste en su «de-
en tanto que observados, los resulta- rivación» de toda la realidad sensible
dos de algún tipo de necesidad (del a partir de una realidad suprasensible
mismo modo que todo lo que está lle- (siendo más real la última que la pri-
no debe derramarse). Desde este pun- mera), representando esta «derivacién-
to de vista el universo es impecable. un tipo de causación radicalmente dis-
Cada cosa es como debe ser. Esto pa- tinto de la causalidad en el espacio y
rece no dejar lugar a ninguna ética. en el tiempo. Es obvio cuan enorme-
Pero el neoplatonismo es vivamente mente difiere lo que hoy se llama ex-
consciente de la condición imperfecta plicación científica del universo de lo
del hombre. Esta imperfección se de- que un neoplatónico consideraría co-
riva precisamente de la «lejanía» del mo tal. Es probable que pensara que
hombre (o más bien de su alma) de la tal explicación científica es poco pro-
deidad. Así el efluvio, aunque ne- funda y que percibe solamente la su-
cesario, engendra el anhelo de «rever- perficie de la realidad. Por el otro
tir» (<<regresar», «volver») y, por tan- lado, el científico de mentalidad em-
to, deshacer el «progreso» que ahora pírica es probable que considere que
puede ser interpretado como algún el neoplatonismo es algo totalmente
tipo de imperfección o caída (inten- fantástico. Pero, ¿no deberíamos es-
cional). Este anhelo lo comparte el perar que la causación que produce los
hombre con todos los demás seres. seres difiera radicalmente de la cau-
El camino para su satisfacción es en- sación obtenida entre seres produ-
señado en la ética. Así, aunque en sus cidos?
aspectos teóricos el neoplatonismo es Es costumbre ver en PLOTINO al
monista, sus aspectos prácticos son fundador del neoplatonismo (aunque
dualistas. recientemente se ha procurado en serio
El concepto de una deidad que es hacer justicia a sus predecesores y
inaccesible al pensamiento reflexivo particularmente por considerar al pla-
exige como correlato algún tipo de tonismo desde la época de CICERÓN
conocimiento por encima del pensa- -el llamado platonismo medio- co-
miento racional, reflexivo. Para adqui- mo el suelo fértil desde el que se des-
rir este tipo de conocimiento más ele- arrolló el neoplatonismo). También es
vado, el hombre debe suprimir toda la costumbre considerar que el año 529,
determinación del pensamiento, volver en que el emperador justiniano orde-
de su «dispersión». Habiéndose con- nó cerrar la escuela de Platón (la
vertido finalmente en uno, en raros Academia) en Atenas, supone el fin
momentos es capaz de «enfrentarse» a de la filosofía pagana en general y
lo Uno, una condición descrita por del neoplatonismo en particular. En
algunos neoplatónicos como contem- estos trescientos años se desarrolla-
plación extasiada de lo Uno, y por ron diferentes escuelas neoplatónicas.
otros por ser absorbido por lo Uno Distinguiremos particularmente la es-
o unido a éste. Es la condición de cuela de Plotino, la escuela de Pér-
éxtasis, cuya preparación es el propó- gamo y la escuela de Alejandría.
sito principal de la vida moral. Las Dos representantes destacados de la
«virtudes» de firmeza, auto-control, primera fase de la escuela de Plotino
justicia y prudencia sirven a este pro- son Porfirio (234-c. 305) y Jámblico
pósito. Según lo lejos que halla lle- (muerto c. 330). El primero editó los
gado el hombre en su viaje de vuelta escritos de Plotino; ésta es la edición
aparecen éstas en los distintos nive- (cuyo prefacio redactó él con una bio-
les de su vida espiritual según formas grafía de su maestro) que ahora po-
adecuadamente distintas, por ejemplo, seemos. Enemigo radical del cris-
285 NEOPLATONISMO

tianismo, lo atacó en Contra los cris- él, como probablemente hiciera antes
tianos con gran perspicacia y erudi- que él el emperador Gallienus, inten-
ción. Algunos de sus argumentos, par- tó revivir e! politeísmo con la ayuda
ticularmente en materia de cronología del neoplatonismo; quizá un escrito
y autoría de partes de las Escri- de Salustio, Sobre los dioses y el uni-
turas todavía no han sido superados. verso iba dirigido a servir a este pro-
Su En la cueva de las ninfas es un pósito. El neoplatonismo iba a pro-
buen ejemplo de la interpretación ale- porcionar al poli teísmo interpretacio-
gorizante de la poesía (en el caso de nes filosófico-alegóricas, volviendo a
Homero), practicada por muchos neo- hacerlo de este modo atractivo para
platónicos. Sus Puntos de Partida afo- el hombre culto, mientras que permi-
rísticos son una excelente introducción tía que el inculto lo practicara de
a las principales doctrinas neoplató- acuerdo con la tradición, también de
nicas. Muy amena es su carta de con- manera justificable, pues contenía la
suelo dedicada a su esposa, Carta a sabiduría de manera accesible a todos.
Marcela. Particularmente influyente Los principales representantes de
fue su Introducción a las categorías la escuela de Plotino en la última fa-
de Aristóteles, un comentario a cinco se de la llamada Escuela de Atenas
conceptos fundamentales (género, es- que es simplemente la Academia de
pecie, diferencia, propiedad, acciden- Platón que se había vuelto plotinia-
te, que posteriormente serían llama- na, fueron Proclo (410-485 d. C.) y
dos predicables). Un pasaje en el que Damascio. El primero, llamado en oca-
plantea (aunque no la responde) la siones e! escolarca de! neoplatonis-
cuestión de si los UNIVERSALES tie- mo, hizo una presentación particular-
nen existencia (independiente, tanto mente comprehensiva y sistemática
de las mentes como de las cosas par- del neoplatonismo en dos obras, Ele-
ticulares) dio ímpetu a la controver- mentos de Teología y La Teología de
sia medieval entre NOMINALISMO, REA- Platón. En sus escritos vienen a la
LISMO Y CONCEPTUALISMO. Él, mucho luz algunas tensiones inherentes al
más que Plotino, subraya la voluntad neoplatonismo. Aunque deriva todas
como el factor responsable de la «caí- las cosas de! Uno solamente y no se
da» del alma. queda a la zaga en caracterizarlo por
En una serie de tratados (Exhorta- una simplicidad absoluta (y, por tan-
ción a la filosofía, Vida de Pitágoras, to, inefabilidad) al mismo tiempo de-
Matemática general, etc.) expuso riva toda la realidad de dos principios
Jámblico lo que consideraba que eran (en lugar de uno), principios que en
doctrinas pitagóricas. Los Misterios última instancia son pitagóricos o pla-
egipcios son una interpretación filosó- tónicos, v. gr., lo Limitado y lo Ili-
fico-alegórica de los ritos y las doc- mitado, estando éstos presentes en
trinas religiosas de Egipto. Quizá él cierto sentido también en lo Uno (nos
mismo instituyera algo parecido a los recuerda a los pitagóricos que decían
misterios neoplatónicos, una mezcla que sólo el número Uno es a la
de religiones misteriosas griegas y vez par e impar). Además de lo Uno
orientales. Se inclinó a subdividir las supone la existencia de los Unos, que
entidades del ámbito suprasensible siguen inmediatamente a lo Uno (no
(por ejemplo, tiene dos Unos y dos es claro si como hipóstasis particular)
Mentes), y los neoplatónicos posterio- y los identifica con los dioses. Y de-
res llevaron esas subdivisiones cada riva explícitamente la materia de
vez más lejos. Aparece como un mago lo Uno. Para él tiene una gran im-
en Manfredo de Byron, portancia e! principio «triádico» se-
La escuela de Pérgamo, fundada gún el cual todas las cosas a medida
por un discípulo de Jámblico, Ede- que emanan, en un aspecto se quedan
sio, estuvo particularmente interesada en aquello de lo que emanaron, en
en la práctica de la magia. Su repre- otro aspecto se separan de ello, y en
sentante mejor conocido es e! empe- un tercero vuelven a ello. Una serie
rador Juliano el Apóstata (nacido 332 de himnos suyos son documentos no-
después de C.). En su intento de tables de la religiosidad neoplatónica.
frenar el crecimiento de la cristiandad Un autor que todavía no ha sido
NEOTOMISMO 286
identificado pero que se pretende (y toda la contingencia de un aconteci-
durante siglos se creyó) que es Dio- miento histórico. Ni ella ni el mo-
nisia el Areopagita, discípulo de San mento en que ocurrió pueden ser
Pablo y que, por tanto, disfrutó de deducidos lógicamente. Pero el neo-
gran autoridad, compiló una serie de platonismo, fiel a su herencia he-
escritos, por ejemplo, Nombres Divi- lénica, fue siempre un sistema ra-
nos y Teología Mística que combinan cional, en el sentido de que presen-
a Proclo con el cristianismo (sobre es- taba al universo como una especie
te problema, véase más abajo). Son de silogismo gigante con un aconte-
particularmente bien conocidos como cimiento siguiéndose de otro de la
representantes de la llamada teolo- misma manera atemporal en que las
gía negativa. conclusiones se siguen de las premi-
Damascio era el jefe de la Aca- sas. Lo que ocurre en el tiempo es
demia en los tiempos de su clausura contingente y, por tanto, puede que
(véase más arriba). En cierto sentido, no tenga ninguna significancia esen-
presenta la consumación de una ten- cial, última, para el universo en gene-
dencia latente en todo el neoplatonis- ral o para el hombre. Pero a pesar
mo cuando declara que todo el cono- de esta diferencia fundamental, los
cimiento racional es meramente para- pensadores cristianos intentaron expre-
bólico de suerte que ningún aspec- sar una y otra vez las doctrinas cris-
to de la realidad le es accesible. tianas en términos de neoplatonismo.
La escuela de Alejandría ocupa una Incluso en nuestro tiempo encontra-
posición particular. Su neoplatonismo mos intentos de este tipo. Quizá algu-
es comparativamente simple (en algún nos de éstos son simplemente el re-
aspecto está más cercano del platonis- sultado de que su autor, aunque in-
mo medio que de Plotino) y una se- conscientemente, nunca se reconcilia-
rie de sus miembros aceptaron el cris- ra por completo con el carácter con-
tianismo, mientras que la escuela tingente e histórico de la cristiandad,
de Atenas siguió siendo hasta el úl- En este contexto AGUSTÍN merece
timo momento uno de los baluartes una mención especial. Aunque estuvo
del politeísmo. Hipatia (asesinada por influido por ideas neoplatónicas
fanáticos cristianos) y su alumno el (que encontró en parte en los es-
obispo (!) Sinesio se cuentan entre critos neoplatónicos y en parte en
sus representantes. los sermones de San Ambrosio), en
A pesar de la actitud anticristiana un pasaje famoso de las Confesiones
de muchos neoplatónicos (heredada (Libro VII) estableció las similitudes
por hombres como Macrobio o Sima- y diferencias fundamentales entre el
col el neoplatonismo siempre tuvo un cristianismo y el neoplatonismo.
gran atractivo para los filósofos que Los extractos de algunos de los es-
se hallaban dentro de la órbita del critos de Plotino, falsamente atribui-
cristianismo y, después de que los dos a Aristóteles con el título de T eo-
árabes descubrieran y asimilaran la fi- logía Aristotélica, fueron importantes
losofía griega, también dentro de la para la transmisión del neoplatonismo
órbita del Islam y del judaísmo. Por a la Edad Media.
un lado esto es natural, considerando De los hombres que fueron fuerte-
la simpatía del neoplatonismo por la mente influidos por el neoplatonismo
religión en general, la sublimidad de se deben mencionar a ERIGENA, Ec-
su concepto de 10 divino, su supues- khart, Nicolás de Cusa, Marsilio Fi-
to de que 10 suprasensible es más real cino y R. CUDWORTH (junto con
que lo sensible, su ascetismo. Por otro otros de los llamados PLATÓNICOS DE
lado, existen ciertas paradojas con res- CAMBRIDGE).
pecto a esto. El cristianismo es una (P. M.)
religión estrictamente histórica (como
son el judaísmo y el Islam). La encaro NEOTOMISMO. La filosofía escolásti-
nación, que es central para el cris- ca, que tuvo su origen en la edad me-
tianismo y que se considera que tiene dia, se desvaneció gradualmente en el
una irriportancia única y absoluta, es curso de los siglos XVII y XVIII por no
un acontecimiento en el tiempo con lograr mantener contacto con el des-
287 NEOTOMISMO

arrollo de las ciencias experimentales Alemania y GILSON en Francia, la his-


y el nuevo enfoque de la teoría del toria de la filosofía medieval ha sido
conocimiento. Por haber cometido es- revelada gradualmente. MARITAIN es
te fallo los escolásticos tardíos, se el neotomista cuyo nombre es más
supuso que sus predecesores medieva- familiar para el público en general.
les tampoco eran dignos de atención. El movimiento ha tenido poco efec-
Pero la incapacidad de la filosofía mo- to en Inglaterra, excepto entre unos
derna para producir una metafísica pocos escritores anglicanos, el más pro-
realista suscitó eventualmente la sos- minente de los cuales es el doctor
pecha de que podría ser útil volver a E. L. Mascall. Sólo en los Estados
examinar a los pensadores del período Unidos algunos le han dado la bien-
creativo de la filosofía medieval, espe- venida como una filosofía pura apar-
cialmente a Tomás de AQUINO. te de la teología cristiana, como el
El pionero de este revival tomísti- profesor Mortimer Adler de la Uni-
co fue un oscuro profesor de semina- versidad de Chicago. Pero ésta no
rio en Piacenza, Vincenzo Buzzetti tendría ningún valor para el teólogo
(1777-1824). Entre sus estudiantes se cristiano si no se pudiera mostrar
encontraban los hermanos Doménico que tiene validez independiente como
Sordi (1790-1880) y Serafino Sordi filosofía.
(1793-1865). Ambos se hicieron jesui- Los neotornistas afirman que la tra-
tas e intentaron, al principio con poco dición central del pensamiento griego
éxito, influir en los compañeros de su fue continuada y desarrollada legíti-
orden en la dirección de AQUINO. Al mamente en una dirección teísta por
final, sin embargo, ganaron unos po- los aristotélicos medievales. Mantienen
cos pensadores de cierta prominencia que esta tradición no ha quedado
en Italia, Luigi Taparelli d'Azeglio desfasada ni superada por la filosofía
(1793-1862), Matteo Liberatore (1810- moderna. Tienen, por tanto, que pro-
1892) Y Giovanni María Cornoldi ducir una teoría del conocimiento que
(1822-1892), junto con el alemán Jo- satisfaga las cuestiones y dificultades
seph Kleutgen (1811-1883). Éstos, jun- que han surgido desde DESCARTES en
to con Gaetano Sanseverino (1811- adelante y mostrar que esta teoría del
1865) en Nápoles y el dominico Tom- conocimiento justifica la perspectiva
maso Zigliara (1833-1893), hicieron general de las metafísicas aristotélica
que se conociera el movimiento. Otro y tomista. También tienen que mos-
defensor fue Giuseppe Pecci (1807- trar que esta visión filosófica del
1890), cuyo hermano Giocchino se mundo armoniza con el enfoque del
convirtió en Papa con el nombre de científico moderno. Deben estar tan
León XIII y prestó su apoyo oficial dispuestos a desprenderse de lo que
al revival del tomismo y a su apli- el tiempo ha destruido realmente de
cación a las necesidades intelectuales la perspectiva medieval como a asi-
del momento. milar las contribuciones positivas de
Lo que requería para hacer efec- la filosofía posterior. Y tienen que ha-
tivo el revival era a la vez un estu- blar en un lenguaje que sus contem-
dio intenso de la historia del pensa- poráneos puedan entender. Entre los
miento medieval y una demostración libros que hacen un esfuerzo notable
práctica de que seguía siendo rele- para cumplir estas exigencias se pue-
vante para los problemas filosóficos den mencionar El Intelectualismo de
contemporáneos. Aquí el liderazgo del Santo Tomás, de Pi erre Rousselot;
movimiento pasó a Francia, Bélgica y El Punto de Partida de la Metafísica,
Alemania. En Italia y España el neo- de joseph Marechal, junto con El Ser
tomismo ha tenido la tendencia a per- y algunos filósofos y La Unidad de
manecer aislado, como un coto cle- la Experiencia Filosófica, de Gilson.
rical. Pero el Instituto Superior de Que el neo tomismo no ha logrado to-
Filosofía de Lovaina, fundado en davía los resultados que sus origina-
1889 por Desiré Mercier (1851-1926), dores esperaban es evidente, pero sólo
ha sido el centro más poderoso de un puede ser juzgado correctamente co-
tomismo progresista. Gracias a erudi- mo un movimiento en progreso y ca-
tos, tales como Martín Grabmann en paz de un desarrollo ulterior. últi-
NIETZSCHE 288

mamente ha comenzado a entrar en que consideraba una obediencia in-


contacto fructífero con los FENOME- sincera a la cristiandad y Wagner, que
NÓLOGOS, los seguidores de HUSSERL, era francófobo, estaba tan disgustado
y con la evolución reciente de la ló- con el ilustrado y antirromántico Hu-
gica formal. mano, demasiado humano de Nietzs-
(D. J. B. H.) che, que también fue publicado en
1878, con una dedicatoria a Voltaire,
NIETZSCHE, Friedrich (1844-1900), que se negó a leerlo.
nacido en Rocken, Prusia, influyó pro- Al año siguiente, Nietzsche se re-
fundamente en la filosofía y en la tiró de su profesorado por razones de
literatura europeas del continente, es- salud, y durante los diez años siguien-
pecialmente en Alemania y Francia. tes se dedicó por completo a escribir.
En el mundo de habla inglesa, y en Vivió muy modestamente y en com-
particular entre los filósofos, ha ga- pleta soledad en Suiza e Italia, y ca-
nado relativamente pocos admiradores. da libro representó un triunfo dura-
Psicólogos aficionados han intentado mente ganado a unos ojos medio cie-
a menudo «explicar» sus ideas, pero gos, a intensos dolores de cabeza, y
Sigmund Freud, según la biografía de múltiples agonías físicas. Sus escritos
Ernest jones, «dijo muchas veces de fueron ignorados hasta que Georg
Nietzsche que tenía un conocimiento Brandes (nacido Cohen) comenzó a
de sí mismo más penetrante que cual- leerlos en Copenhague en 1888. En
quier otro hombre que haya vivido o la década siguiente, Nietzsche logró
que sea probable que viva». Freud amplia fama mundial, sin saberlo. Pues
también remarcó que las «premonicio- sufrió un colapso físico y mental en
nes e intuiciones de Nietzsche suelen enero de 1889, quedando sumido en
estar de acuerdo de la manera más la locura hasta su muerte.
asombrosa con los laboriosos resul- Su primer libro, El Nacimiento de
tados del psicoanálisis». la Tragedia (1872) fue mal recibido
Nietzsche fue hijo de un ministro por los eruditos alemanes; pero en
protestante, y nieto de dos. Estudió 1912 F. M. Cornford, el gran clasi-
filología clásica y fue contratado co- cista inglés, lo aclamó como «una
mo profesor en Basilea, Suiza, antes obra de profunda penetración imagi-
de haber acabado la tesis doctoral. nativa que dejaba a la erudición de
La graduación, que era un requisito una generación trabajando con retra-
previo para tal puesto, le fue confe- so» -estimación compartida más o
rida apresuradamente, y Nietzsche fue menos por jane Harrison y por la
a Basilea en 1869, convirtiéndose en mayoría de los clasicistas alemanes de
súbdito suizo. nuestros días. El libro rompía con la
En la Guerra franco-prusiana de concepción «de luz y dulzura» de la
1870-71 sirvió brevemente como en- cultura griega y llamaba la atención
fermero en el lado prusiano y volvió sobre el elemento «dionisiaco» y la
a Basilea con la salud destrozada. perspectiva trágica.
Hizo amistad con Richard Wagner, Publicó cuatro ensayos más, igual-
pero el compositor, que había nacido mente no académicos, recogidos en
como el padre de Nietzsche en 1813, un volumen titulado Consideraciones
lo apreciaba principalmente por ver intempestivas, antes de que cambiara
en él su brillante apóstol y recadero. su estilo para escribir libros de aforis-
Siempre que Nietzsche hacía valer su mos, sembrados de observaciones psi-
independencia mental, Wagner reti-
raba su interés. La ruptura era, cológicas, Humano, demasiado huma-
pues, inevitable, y se produjo cuando no (1878, con dos secuelas en 1879 y
Wagner hizo las paces con el joven 1880), Aurora (1881), y La Gaya Cien-
imperio alemán, que Nietzsche abo- cia (1882; segunda edición con adicio-
minaba, y se instaló en Bayreuth, don- nes sustanciales en 1887). En la ver-
de su antisemitismo llegó a ser tan in- sión inglesa el último título fue tradu-
fluyente como su música. Nietzsche no cido como «The joyful Wisdom»; pe-
sentía simpatía por la idealización del ro «la ciencia» es más apropiado, pues
«loco puro» de Parsifal de Wagner, Nietzsche pensaba que sus aforismos,
289 NIETZSCHE

aunque carecían de la gravedad del es- to», mientras que él «hizo de la se-
tilo académico alemán, estaban más xualidad algo sucio».
cercanos al verdadero espíritu científi- Además, el propio cristianismo es
co y al método experimental en par- una expresión de la voluntad de po-
ticular. Después de ensayar toda clase der -pero de la voluntad de poder
de explicaciones psicológicas de los di- de! débil y del frustrado cuyo resen-
versos fenómenos quedó sorprendido, timiento dio lugar, argumenta Nietz-
por ejemplo, por la aparente impor- sche, a un antagonismo feroz contra
tancia de la lucha por el poder y del toda excelencia física e intelectual,
miedo, y en Aurora trató de ver lo una predisposición en favor de todo
lejos que podía llegar en el intento lo bajo, una tendencia a nivelar, un
de explicar todas las clases de con- odio hacia el sexo, y la depreciación
ducta en términos de estos dos con- del cuerpo y del intelecto en favor del
ceptos. alma, y de todo este mundo en favor
Eventualmente llegó a la conclusión de otro mundo ficticio. En una de sus
de que la cultura griega se había ba- últimas obras, El Anticristo en el que
sado en un espíritu competitivo no su estilo se ha hecho estridente, y
sentimental y que «la voluntad de en el que no pretende en modo alguno
poder» es el impulso humano más bá- ofrecer cualificaciones juiciosas ci-
sico. Lo que el hombre -y según el ta a Corintios 1, 1 para ilustrar sus
siguiente libro de Nietzsche, Así ha- afirmaciones: «Dios ha elegido las co-
blaba Zaratustra, todo ser humano- sas débiles del mundo para arruinar a
quiere sobre todas las cosas es un 10 que es fuerte, y las cosas bajas
estado superior y más poderoso del del mundo... y lo que DO es nada,
ser en el que se superen las múltiples para llevar a la nada a 10 que es al-
frustraciones de su estado presente. go». Aquí encuentra una perspec-
Es sólo cuando el hombre falla en su tiva «nacida del resentimiento y de
esfuerzo por perfeccionarse, por re- la venganza impotente». Y también
crearse, por convertirse en un creador cita, del capítulo 6, «los santos juz-
más que en una mera criatura, cuan- garán el mundo» y «juzgaremos a los
do, faute de mieux, se suele lanzar a ángeles», como testimonios de una vo-
la caza del poder físico y desnudo so- luntad de poder desenfrenada.
bre los demás. De muchos de sus crí- Sus críticos mantienen que es Niet-
ticos bien podría haber dicho Nietz- zsche e! que ha enloquecido; pero ge-
sche, sustituyendo «placeres» por «po- neralmente le han malcomprendido no
deres» en una de las observaciones de saber advertir que él no encontraba
J. S. MILL que ellos, y no él, repre- en el cristianismo lo que ellos habían
sentaban «la naturaleza humana a una encontrado. Desde luego pocos son
luz degradante, puesto que la acusa- conscientes del hecho de que Nietz-
ción supone que los seres humanos sche dice, también en El Anticris-
no son capaces de ningunos poderes cristo: «Cuando el ser humano ex-
excepto de aquellos que son capaces cepcional trata al mediocre con más
los cerdos». ternura que a sí mismo y a sus igua-
les, esto no es mera delicadeza del
La concepción de Nietzsche de da corazón -es simplemente su deber.»
voluntad de poder» no puede ser en- Asociaba al cristianismo con el resen-
tendida aparte de la «sublimación» timiento y la esperanza de un poder
-palabra que él fue el primero en sin límites en otro mundo, desde el
usar en su sentido moderno. Sus po- cual, según algunos de los más gran-
lémicas anticristianas, que se hicieron des cristianos, el bienaventurado con-
cada vez más centrales en sus obras templará los tormentos de quienes
posteriores, dependen en parte de la consiguieron las mejores cosas en este
afirmación de Nietzsche de que el mundo.
cristianismo «no pide el control sino Nietzsche no fue solamente un mo-
la extirpación de las pasiones». El ralista sino también un filósofo mo-
cristianismo, escribe, no logra darse ral. Su concepción de la ÉTICA tradi-
cuenta de que el impulso sexual, por cional podría resumirse en las pala-
ejemplo, es «capaz de gran refinamien- bras que F. H. BRADLEY usara para

19
NIETZSCHE 290

caracterizar la metafísica: «el descu- po dirigido va acompañada por el pla-


brimiento de las malas razones por cer --o entre el grupo dirigido, los
las que creemos en el instinto». Pero esclavos». El primer tipo de morali-
Nietzsche no creía que las idiosincra- dad radica en la auto-afirmación.
sias morales fueran literalmente ins- El tipo noble se llama a sí mismo
tintivas. Por el contrario, se sorpren- «bueno» y a aquellos que no son no-
día ante la gran variedad de concep- bles «malos»- y Nietzsche añade:
ciones morales en tiempos y lugares «la oposición de "bueno" y "malo"
diferentes; y ridiculizaba «la presun- tiene un origen diferente». No glorifi-
ción de los filósofos de que han co- ca la brutalidad. «El hombre noble,
nocido durante mucho tiempo lo que también, ayuda al infortunado, pero
es bueno y malo para el hombre». no, o casi no, por piedad, sino más
Sus opiniones sobre este tema son movido por una urgencia que es en-
expresadas en el libro Más allá del gendrada por el exceso de poder.»
bien y del mal (1886), especialmente Con palabras aristotélicas, los
en las secciones 186 y 260: «con una «amos» de Nietzsche sienten que «es
seriedad inflexible que inspira la risa, vulgar mandar despóticamente sobre
todos nuestros filósofos ... querían su- la gente humilde». Desde luego que
ministrar un fundamento racional de los «amos» de Nietzsche se parecen
la moral; y todo filósofo hasta el mo- mucho al retrato aristotélico del
mento ha creído haber proporcionado «hombre magnánimo». Éste para-
tal fundamento. La moralidad en sí, lelismo no es accidental: la ética de
sin embargo, era aceptada como "da- Aristóte!es influyó enormemente so-
da"». «Como nuestros filósofos mora- bre Nietzsche y le ayudó a conven-
les» eran parroquiales miopes, «es- cerse de que la moderna moralidad
taban pobremente informados, y ni burguesa no es la moralidad por ex-
siquiera sentían demasiada curiosidad celencia; también que e! cristianismo
por los diferentes pueblos y eda- representa, por citar Más allá del bien
des y por el pasado, nunca pusieron y del mal (sec. 46) la «reevaluación
sus ojos en los verdaderos problemas de todos los valores de la anti-
de la moralidad; pues éstos solamen- güedad».
te emergen cuando comparamos mu- El primero de los tres ensayos que
chas moralidades». comprenden el siguiente libro de Niet-
Nietzsche plantea dos cuestiones: zsche, La genealogía de la moral
¿cómo se compara nuestra moralidad (1887), lleva por título «bueno y
prevalente con otras moralidades?, malvado frente a bueno '1 malo». Tra-
y ¿qué se puede decir sobre la mo- ta, por fin, la moralidad del esclavo
ralidad en general? que contrasta el bien y el mal (mo-
Como respuesta a la primera cues- ral). Según Nietzsche radica «en el re-
tión debemos intentar construir como sentimiento de aquellos a quienes se
primer paso «una tipología de la mo- ha negado la verdadera reacción, la
ral»; y Nietzsche encuentra «dos ti- del acto, y que lo compensan con una
pos básicos»: «Existe la moralidad del venganza imaginaria». Aquí lo prima-
amo y la moralidad del esclauo.» rio no es la auto afirmación sino el
Nuestra moralidad prevalente, pa- resentimiento: el mal es e! concepto
ra la que filósofos morales diferentes primario del esclavo «de! que deriva
han encontrado «fundamentos raciona- luego, como un contra ejemplo y una
les» diferentes, consiste en la mezcla imagen posterior, un "bueno" -él
de muchos tipos y es profundamente mismo».
inconsistente. Pues se originó históri- El hombre fuerte y bueno está por
camente a partir de dos tradiciones di- encima del resentimiento. «Sólo aquí
ferentes. es también posible... que haya ver-
Nietzsche no cree que todo hom- dadero amor por los enemigos de uno.
bre sea por naturaleza o amo o es- ¡Cuánto respeto siente una persona
clavo. Lo que afirma es más bien que noble por sus enemigos! Y tal respe-
los códigos morales se han originado to ya es un puente para e! amor.»
«o entre un grupo dirigente cuya «Más allá del bien y del mal» (moral)
consciencia de su diferencia del gru- no significa más allá del bien y mal
291 NIETZSCHE
físico. Lo que significa ha sido esta- como hombres más débiles que Só-
blecido repetidamente en Zaratustra: crates o Goethe.
«tú eres demasiado puro para la in- Aunque la religión y la ética cons-
mundicia de las palabras venganza, tituyeron los intereses primarios de
castigo, recompensa, retribución»; Nietzsche, también se aventuró éste
«que el hombre sea librado de la ven- en la epistemología y en la metafísica.
ganza, esto es para mí el puente pa- En epistemología realizó muchas su-
ra la esperanza más elevada». gerencias interesantes, aunque no ela-
En una de sus últimas obras, El borara nunca una teoría. Su importan-
crepúsculo de los ídolos, Nietzsche no cia para la metafísica es doble. Pri-
deja ninguna duda de que, aunque pre- mero, ofreció un análisis psicológico
fiere con mucho la moralidad del amo de la creencia en otro mundo y ar-
a la del esclavo, no acepta de ningún gumentó que este mundo es el único.
modo la moralidad del amo. Al con- y criticó, especialmente en El cre-
trario, llama la atención sobre sus as- púsculo de los ídolos, las concepciones
pectos inhumanos; y en último análi- metafísicas de la mente, la consciencia,
sis encuentra que ambos tipos de mo- el ego y la voluntad. Ridiculizó incluso
ralidad son «enteramente dignos el «la voluntad» como un fantasma que
uno del otro». «no explica nada». En segundo lugar,
Esto nos lleva a la segunda cues- ofreció una metafísica propia cuando
tión que Nietzsche planteara: ¿qué se sugirió con anterioridad, especialmen-
puede decir sobre la moralidad en te en Zaratustra, que «la voluntad de
general? Nietzsche insiste en dos pun- poder» es la realidad última. Sus ex-
tos al responder. Primero, que «to- plicaciones psicológicas pueden ser re-
da moralidad es, en cuanto opues- conciliadas probablemente con su crí-
ta al laisser alter, una fracción de ti- tica de las concepciones metafísicas,
ranía contra la ,<<naturaleza»; tambié~ pero su reificación y su proyección
contra la «razon»; pero esto en SI cósmica de la voluntad de poder pa-
mismo no es una objeción». Cierta rece claramente inconsistente con sus
disciplina y constricción, aunque ten- propias intenciones centrales. Aparece
gan algo de arbitrario, es el requi- como un intento mal llevado de des-
sito previo de todas las realizaciones hacer a Schopenhauer, a quien el jo-
«por causa de las cuales la vida en la ven Nietzsche había admirado. La doc-
tierra tiene valor; por ejemplo, la vir- trina de Nietzsche del eterno retor-
tud, el arte, la música, la danza, la ra- no de los mismos eventos a inter-
zón, la espiritualidad». (Más altá del valos gigantescos, por último, ha
bien y del mal, 188). Punto dos: una sorprendido prácticamente a todos sus
moralidad es una prescripción para vi- lectores como algo meramente extra-
vir con las pasiones de uno. Nietzsche vagante. Pero esto no pretendía ser
intenta mostrar esto en el caso del una teoría metafísica: Nietzsche es-
ESTOICISMO, de ESPINOSA, ARISTÓTE- taba bajo la impresión, demostrable-
LES, Y Goethe, y afirma que las mo- mente errónea, de que si la ciencia
ralidades son «de forma barroca y no moderna se abstuviera de postular in-
razonable -porque van dirigidas a consistentemente un Creador, impli-
"todo" y generalizan donde las ge- caría tal concepción. Y pensaba que
neralizaciones no son permisibles». para casi la mayoría de los hombres
no podía haber nada más deprimente
Sería una locura que San Francisco que esta perspectiva, mientras que el
intentara vivir como Goethe, o al con- superhombre (Ubermenscb), el ser hu-
trario. mano que se ha superado y ha dado
Nietzsche encuentra el poder más sentido a su vida convirtiéndose en
grande en quienes pueden sublimar un creador, podría decir realmente; a
y controlar sus pasiones, empleándo- diferencia del Fausto de Goethe: per-
las de manera creativa. El libertino, manece, instante -y si no puedes
que carece de auto-control, tiene me- permanecer, retorna al menos.
nos poder; y el asceta, que no pue- La influencia de Nietzsche sobre los
de dominar sus pasiones si no las ex- exisencialistas y psicoanalistas, sobre
tirpa, eran señalados por Nietzsche N. HARTMANN, Scheler, Spengler, Ril-
NOMINALISMO 292
ke, Buber, Thomas Mann, Malraux al decir esto, se hace arbitraria la cla-
y Gide ha sido muy pronunciada. La sificación y no se puede explicar por
literatura que hay sobre él es vasta, qué los hombres hacen las clasificacio-
e incluye poemas y novelas. Richard nes que hacen o cómo es que todos
Strauss escribió un poema sinfónico, ellos hacen las mismas clasificaciones.
Así hablaba Zaratustra. Por tanto, en la práctica la mayor par-
(w. K.) te de los nominalistas siguen a Hobbes
al mantener que las cosas a las que
NOMINALISMO. Es la teoría que man- un término general se aplica están re-
tiene que los objetos del pensamiento lacionadas por semejanza. Pero se sue-
son palabras simplemente y que para le afirmar que esta teoría de la simi-
el significado de un término general litud sólo es una forma disfrazada de
no hay nada más que el conjunto de REALISMO, puesto que la semejanza
cosas a las que se aplica. En su ver- es en sí misma un universal. El no-
sión más modesta, el nominalismo minalismo fue una de las posibilida-
mantiene que no hay cosas indepen- des consideradas en el celebrado co-
dicntemente accesibles, conceptos o mentario de Porfirio a las Categorías
UNIVERSALES, que constituyan el sig- de ARISTÓTELES que planteó el pro-
nificado de una palabra. El único mo- blema de los universales a la filosofía
do de descubrir el significado de una medieval. Roscelino creía que sólo las
palabra es ver a qué cosas se aplica. cosas sensibles individuales eran rea-
Decir que el significado es esta clase les y tomó la doctrina de la Trinidad
de cosas, la extensión de la palabra, como una afirmación de la existencia
es ir más allá y parece implicar de tres dioses, y sobre bases simila-
que nunca conocemos verdaderamen- res, Berenguer de Tours rechazó la
te el significado de ninguna palabra transustanciación. Muchos filósofos
general, puesto que muchas palabras analíticos contemporáneos siguen a
que tienen la misma extensión difie- Hobbes en el mantenimiento de una
ren en el significado (p. e., hombre teoría de la similitud, mientras que
y bípedo implume). Una versión más RUSSELL ha permanecido fiel al rea-
tradicional del nominalismo afirma que lismo.
no hay nada más de común en las (A. Q.)
cosas a las que un término general
se aplica que el hecho de que se NÚMERO, véase Frege, Russell, Mate-
les aplique. Pero se argumenta que, máticas.
o
OCASIONALISMO. Para Descartes el sion de un Acto Divino en la otra
ser humano era el punto de unión sustancia, el cuerpo.
de la sustancia material y la sustan- (R. lIAR.)
cia inmaterial. Los seguidores de Des-
cartes fueron incapaces de aceptar su OCCAM, Guillermo de (¿-1347), filó-
propia y curiosa doctrina del mecanis- sofo escolástico inglés, fraile menor.
mo mediante el cual una de estas sus- Empezó a dar clases en Oxford como
tancias dispares podía actuar sobre la licenciado sobre 1318 y porque nunca
otra. La teoría del ocasionalismo se pasó a Maestro fue conocido entre sus
desarrolló para proporcionar una so- seguidores como Venerabilis Inceptor.
lución a los problemas suscitados por En 1324 fue enviado a Aviñón por
la acción, de la que no se dudaba, de instigación del rector de su Uni-
una sustancia sobre otra. En cada sus- versidad, para responder a las críticas
tancia, mente y cuerpo, se suponía de sus enseñanzas ante una comisión
que las cadenas de causa y efecto eran papal. Después de cuatro años arries-
complejas e independientes, puesto que gó su fortuna con el Emperador Luis
estaba claro que las modificaciones de de Baviera unas pocas semanas des-
una sustancia material no podían ser pués de que este último hubiera
ni las causas ni los efectos de las declarado la destitución del Papa
modificaciones de la sustancia ma- Juan XXII. Desde entonces hasta
terial. La correlación entre el cur- su muerte su pluma estuvo al ser-
so de los eventos en una sustan- vicio del Imperio. Murió en Munich
cia y el curso de los eventos en mientras las negociaciones de su recon-
la otra era explicada por la interven- ciliación con la Santa Sede todavía
ción de Dios. Geulincx (1625-1669) estaban en progreso.
dio a la doctrina su forma caracterís- La influencia disolvente de Occam
tica. Puesto que hacer algo implica sa- y del occamismo sobre las formas
ber cómo hacerlo, los cuerpos mate- anteriores del pensamiento medieval
riales, que no conocen nada, no pue- fue inmensa y duradera; muchos de
den actuar; su acción aparente entre sus escritos eran de intención políti-
sí es un acto de Dios. Como Dios es ca, pero su lógica (en un sentido am-
la única causa, la aparente causación plio), que fue desarrollada en Ox-
psicofísica no necesita presentar nin- ford, siempre fue básica y operativa.
gún problema para que la ocurrencia Los intentos de retratar a Occam co-
de un evento en una de las sustan- mo una especie de tomista modifi-
cias, la mente, proporcione la Oca- cado o incluso escotista, evídentemen-
OCCAM 294
te se anulan el uno al otro y no dia fue un lógico hábil, aunque no
deben ser tomados en serio. La es- sin defectos, con cierta idea de la im-
cuela «terminista» que él fundó se dio plicación material y una preferencia
a conocer, según es sabido, como algo por la lógica proposicional que él en-
completamente extraño a los represen- tendía que era más básica que la silo-
tantes de las síntesis anteriores. Pe- ción material y una preferencia por
ro todos admiten la extrema dificul- la lógica proposicional que él enten-
tad de resumir un sistema que en su día que era más básica que la silo-
intención es rígidamente deductivo, gística. (Al mismo tiempo tenemos que
aunque después de todo no es un contar con los textos que muestran
sistema matemático. La frase «intrin- que el ideal de demostración de Occam
cado laberinto» de distinciones y sub- era explícitamente silogístico).
distinciones, ha venido a recurrir con En ontología el objeto singular de
frecuencia en la literatura y ha sido la intuición para Occam era a me-
este rasgo el que se ha recordado prin- nudo compuesto, pero siempre irre-
cipalmente en tiempos posteriores, ductiblemente singular. En él no hay
con el olvido de mucho que podría que descubrir ninguna naturaleza co-
haber inspirado simpatía o incluso mún o universal, ninguna distinción
parecer ancestral. entre esencia y existencia, ningún
En EPISTEMOLOGÍA Occam propug- principio de cambio según el modelo
naba el conocimiento intuitivo de los aristotélico y, sobre todo, ninguna re-
singulares materiales, de los cuales lación. Admitía la materia y la for-
mantenía que actuaban directa, natu- ma, pero no concebidas ya como prin-
ral e infaliblemente sobre la mente pa- cipios incompletos del ser, sino más
ra producir una impresión total de sí bien como si en sí mismas no fueran
mismos. De este modo se descartan las menos absolutas y singulares que los
teorías de la abstracción o de la ilu- singulares compuestos de ellas. «Digo
minación. Directa e inmediata, esta in- entonces ... que no se puede encontrar
tuición produce no obstante concep- ninguna razón natural que pruebe que
tos que son signos y representantes hay algo imaginable que no sea abso-
de su fuente, representantes con ple- luto y que, por tanto, ninguna cosa
nos poderes, de tal modo que su dis- depende de otra o postula otra cosa,
posición y análisis es una presenta- e inversamente que el hecho de que
ción fiel de su original. Aquí los tra- algunas cosas coexistan no impide
tados lógicos y gramáticos hasta en- que cada una sea absoluta» (In Sent.,
tonces tradicionales sobre modos de r. d. 3, q. 2). «La pluralidad nunca
significación y las propiedades de los debe ser propuesta sin necesidad»
términos, metafísicamente neutros en (ibid. d. 27, q. 2) es una forma del
manos de los escritores anteriores, ad- principio conocido como «la navaja
quieren un tinte definidamente con- de Occam», porque lo aplicó fre-
ceptualista; no se puede decir que cuentemente y por doquier. El cam-
Occam haya descuidado el enfoque bio es una mera reconstitución de los
intuitivo de la realidad singular, pe- singulares, y su origen en la creación
ro sus seguidores se limitaron en gran es una mera posición realizada por
medida a las tecnicidades de esta re- Dios, que queda totalmente exterior a
flexión conceptual, de tal modo que ellos. AQUINO la causalidad de la cau-
lógica y nominalismo han sido y si- sa primera permea su ser y sus ope-
guen siendo identificados a menudo raciones sin excepción; «creación»
como por definición. significa 10 mismo, con la connotación
La lógica formal de Occam fue el de una negación que la precede in-
tema de un ensayo clásico de J. Sa- mediatamente; y «conservación» sig-
lamucha en 1935, traducido del pola- nifica 10 mismo, con la connotación
co al alemán por ]. Bendiek (Die de continuidad, y esto es sólo para
Aussagenlogik bei Wilhelm Ockham connotar la negación de la interrup-
en Franziskanische Studien, núm. 32, ción o destrucción de su esencia.
1950). Éste argumenta que el princi- Esta teoría atomista del conoci-
pal estimulador de la vasta actividad miento y del ser se refleja fielmente en
en lógica hacia el fin de la Edad Me- el orden moral. La ley obligatoria de
295 OCCAM

la razón recta es impuesta en últi- autodeterminación frente a seres ais-


mo análisis por un mandato divino in- lados con respecto a los cuales se le
explicable que en modo alguno ra- han dado algunos derechos y deberes
dica en la naturaleza de Dios o del arbitrarios, tales que ella puede ulte-
mundo. Con respecto a ella toda riormente establecer por sí misma.
voluntad humana tiene la más com- Para las consecuencias jurídicas y so-
pleta autonomía, como, ciertamente, ciales de esta doctrina el lector puede
la tiene Dios mismo. Para Occam la consultar los volúmenes IV al VI de
voluntad no es esencialmente un po- La Naissance de l'Esprit Laique au
der de elegir entre bienes, con los Déclin du Moyen Age, de G. de La-
que en tanto que bienes tiene una garde, París, 1946.
afinidad natural, sino un poder de (1. T.)
p

P ANTEfSMO es la doctrina de que y no puede haber ninguna deidad dis-


todo es divino, de que Dios y la Na- tinta de él. Se puede conjeturar que
turaleza son idénticos. El panteísmo el colapso de tales doctrinas metafísi-
se manifiesta con más frecuencia co- cas priva al panteísmo intelectual de
mo instrumento de expresión poética su único apoyo.
que como una conclusión de la argu- (A. MACI.)
mentación filosófica. La gran excep-
ción en esto es ESPINOSA. La defini- PARMÉNIDES, filósofo griego de Elea
ción inicial que da Espinosa de sustan- en el sur de Italia, nació hacia el
cia lleva inexorablemente a la conclu- 515 a. C. Escribió un poema filosó-
sión de que sólo puede haber una sus- fico consistente en un prólogo y
tancia verdaderamente dicha, y que dos partes, del que han sobrevivido
debe ser infinita. Pues no podría ha- fragmentos considerables. El prólogo
ber nada distinto de sí misma que la describe el encuentro de Parménides
limitara, constituyéndola así finita. La con una diosa que le revela la verdad
definición de Dios por Espinosa, que esbozada en la primera parte del poe-
sigue las definiciones tradicionales, ha- ma; de los dos posibles senderos de
ce a Dios poseedor de atributos infi- investigación, Es y No es, sólo es
nitos. Pero el único ser con atributos sostenible el primero -«pues no po-
infinitos es la sustancia única, que es drías conocer lo que no es (pues esto
la Naturaleza. Por 10 que Dios y Na- es imposible), ni podrías darle expre-
turaleza deben ser idénticos. La his- sión». Así, Parménides reconocía el
toria de la reputación de Espinosa existencial «no es» como un concepto
ilustra el filo de navaja sobre el que artificial, pero fue llevado a conclu-
camina el panteísta. Desde el punto siones erróneas por su incapacidad de
de vista del teísta, un panteísta pare- distinguir el «es» existencial y predi-
ce ser alguien que reduce Dios a la cativo al negar que fuera posible la
Naturaleza, y que es de este modo predicación negativa. Esto parecía im-
esencialmente ateo. Desde el punto plicar que no podía haber ninguna
de vista del escéptico, el panteísta diferenciación en el mundo real (pues-
adopta una visión de la Naturaleza to que si A puede distinguirse de B,
injustificadamente religiosa y parece entonces A no es B, cosa que era
un teísta encubierto. Todas las doc- imposible en la lógica de Parménides).
trinas metafísicas, tales como la IDEA- Así, la realidad, «lo que es», debe
LISTA, que afirman que el universo ser simple, homogénea, indivisible,
es una unidad, tienden al panteísmo. eterna e inmóvil. Como el Ser seguía
Pues el universo es entonces algo más implicando necesariamente una masa
que cualquiera de sus partes finitas; concreta en este período, era espa-
297 PEDRO HISPANO

cialmente finito, «como la masa de ocasionalmente en matemáticas, ha-


una esfera completamente redonda». ciendo investigaciones en la teoría del
Algunos de los argumentos de Parrné- cicloide preparatoria de la teoría del
nides contra el no ser quizá fueron dí- cálculo y poniendo con Fermat las ba-
rígidos particularmente contra el dua- ses de la teoría matemática de la PRO-
lismo pitagórico. Pero él mismo, en la BABILIDAD. Los Pensamientos póstuma-
fragmentaria parte segunda de su poe- mente publicados de Pascal constitu-
ma, que daba declaradamente «las yen la parte de su obra más interesan-
opiniones de los mortales» y que era te para los filósofos; muy notablemen-
«engañosa», bosquejaba una cosmolo- te argumenta en pro de la razonabili-
gía en la que el mundo estaba com- dad de la fe sobre la base de que no
puesto por dos sustancias o «formas» hay fundamento racional para creer
opuestas, el fuego y la noche. Lo ni para no creer y que, por tanto,
que era evidentemente una explicación creer no es menos razonable que no
bastante elaborada que incluía expli- creer; pero siendo esto así es más
caciones del pensamiento y del cono- sabio aventurarse por la verdad de
cimiento (producidos por los excesos la religión, puesto que esta política
de uno de los opuestos, el calor o el implica el éxito si la religión es ver-
frío, en los miembros), y la astrono- dadera y ninguna pérdida significati-
mía, que tenía puntos en común con va si es falsa. La sección que contiene
la de ANAXIMANDRO. El propósito de reflexiones sobre geometría tiene tam-
esta «Vía de la Apariencia» es oscuro. bién algunas observaciones sabias y
Quizá Parménides pensó que su ver- claras sobre la naturaleza y definición
dadera concepción del Ser era dema- de los sistemas deductivos.
siado austera para la vida práctica y (J. O. D.)
para la gente corriente, e intentó mos-
trar que el mundo aparente podía ser PEDRO HISPANO, vivió en el siglo
explicado sobre la base de un par trece. Algunos creen que era Petrus
simple de opuestos sensibles aparen- Alphonsi O. P., pero generalmente
tes, sin introducir los Ilamados prin- ahora se le identifica con Petrus ju-
cipios de realidad como 10 Limitado y liani, que nació en Lisboa c. 1210-
10 Ilimitado de los pitagóricos. 1220. juliani estudió en París, fue doc-
(G. S. K.) tor en medicina para el Papa Grego-
río X en Viterbo en 1272, arzobispo
PASCAL, Blaise (1623·1662), francés, de Braga y cardenal de Tusculum en
justamente famoso como matemático, 1273, fue elegido para el papado co-
científico, teólogo y como uno de los mo Juan XI, el 13 de septiembre de
primeros grandes escritores franceses 1276, y murió el 20 de mayo de 1277,
en prosa más que como filósofo en debido al derrumbamiento de un es-
sentido restringido. Sus primeros años tudio que había tenido que construir.
fueron dedicados a las matemáticas y La opinión de K. Prantl de que sus
a las ciencias físicas; sus experimen- Summulae Logicales, que siguió sien-
tos con el barómetro son famosos, do un texto lógico fundamental hasta
siendo el ascenso al Puy de DOme por el siglo diecisiete, era una traduc-
su hermano bajo su dirección uqa con- ción de un texto griego del escritor
firmación decisiva de la teoría de la del siglo once Michael Psellus fue
presión del aire, que sólo reciente- pronto refutada, y ahora se sabe que
mente había sido avanzada; el baró- el supuesto original es un texto deri-
metro que llevaba el hermano de Pas- vado muy posterior.
cal bajó constantemente a medida que De los doce tratados de las Sum-
él subía. En 1654 Pascal experimentó mulae, del uno al cinco y el siete
una profunda experiencia de conver- corresponden por su forma admira-
sión religiosa; se volvió un de- blemente concisa y su formalismo a
fensor total de los jansenistas y des- los libros del Organon de ARISTÓTE·
de entonces gran parte de su ener- LES con la excepción de los Analiticos
gía fue dedicada a la propaganda y Posteriores, estando, sin embargo, si-
la controversia teológica y religiosa. tuados los de los Predicables y los
Sin embargo, continuó trabajando Predicamentos (2 y 3) después del
PEIRCE 298
que corresponde al Peri Henneneias. la conj.un~i<?n y la disyunción, que en
Este orden ya había sido adoptado un prmcipto fueron adscritas a De
por William of Shyreswood, maestro Morgan, y que ahora suelen ser atri-
con quien puede que Pedro estudiara buidas a Guillermo de Occam.
en París, en sus Introductiones in Lo- (1. T.)
gicam. Los tratados que quedan, el
6 y los que van del 8 al 12, que for- PEIRCE, Charles Sanders (1839-1914),
man la lógica moderna, se ocupan de nacido en Cambridge, Massachusetts,
las «propiedades de los términos», hijo de Benjamín Peirce, que fue un
suposición, amplificación, etc., siendo matemático importante de aquel tiem-
interrumpidos por el último tratado po en América. La mayor parte de la
de la logica antiqua, sobre las fala- primera formación de Charles fue
cias. Vale la pena observar que la me- científica. Se graduó en matemáticas,
jor evidencia señala a éste ensam- y en 1861 fue el primero que obtuvo
blaje de 10 viejo y 10 nuevo como el doctorado de química en Harvad.
auténtico, y que Shyreswood ya había Llegó a la filosofía por la lectura de
dado un precedente en este sentido. Schiller y posteriormente fue cautiva-
Una notable innovación de las Sum- do por KANT. Se asoció con la ma-
mulae, que tuvo una influencia enor- yoría de los pensadores americanos
me, es el método de descripción de la importantes de sus días -entre ellos
silogística. La premisa mayor es por JAMES, Wright y Holmes. Pero obtu-
definición aquella que se ha estable- vo poco reconocimiento académico y
cido primero y el extremo mayor es nunca fue contratado para un puesto
por definición el extremo que apare- universitario permanente. Pasó la ma-
ce en la premisa mayor. Aquí Pedro yor parte del final de su vida casi
estaba extendiendo a la primera fi- como un recluso y murió en relativa
gura las definiciones que Shyreswood, pobreza en 1914. Publicó una serie
siguiendo a Boecio, había adoptado de artículos filosóficos durante su ca-
solamente para la segunda y la ter- rrera, pero ningún libro sobre filoso-
cera. La exclusión de toda referencia fía. Gran parte de 10 mejor de su
a la conclusión es completamente ex- obra quedó sin publicar hasta que fue
plicada por su definición del silogis- editada en los Collected Papers 01
mo como consistente no en tres sino c. S. Peirce (ocho volúmenes, 1931-
en dos proposiciones (las premisas). 58).
Este aparato metalógíco es desde lue- Epistemología: El problema central
go bien distinto del decreto muy pos- en EPISTEMOLOGÍA moderna ha sido
terior de que la premisa mayor, de- reconciliar la naturaleza subjetiva del
finida como aquella que contiene el pensamiento con nuestra pretensión de
extremo mayor, el cual se define co- conocer 10 que es distinto de éste.
mo el predicado de la conclusión, de- Esto no había sido problema para
be estar situada primero. Pero hay ARISTÓTELES, quien consideraba que
ciertas razones para pensar que en los la mente simplemente descubría un
siglos XVI y XVII se creía erróneamen- orden que preexistía en la realidad. Pe-
te que el método petrino afirmaba es- ro Kant invirtió la posición de Aris-
to, y que por no saber distinguir los tót~es y afirmó que el orden de nues-
dos conjuntos de definiciones que oca- tro conocimiento procede de la men-
sionaban se dio lugar al surgimiento te sola. Peirce aceptó el problema mo-
y la extensión de este curioso prin- derno y ofreció su propia solución.
cipio. Peirce comenzó manteniendo que
Pedro también escribió unos Synca- somos conscientes de que experimen-
tegoremata, en los que se encuentra el tamos 10 real directamente. Lo real
principio de que «cuando se niega consiste en las cosas que existen, tan-
una proposición copulativa (conjun- to si pensamos en ellas como si no.
tiva) entera, no es negada ninguna Además, si queremos evitar sorpresas
parte determinada de ésta sino cada no placenteras, debemos esforzarnos
una de las partes sujetas a disyun- por adaptar nuestra conducta a. estas
ción». Ésta es una de las dos equi- cosas. Hasta aquí está de acuerdo con
valencias que relacionan la negación, Aristóteles. Pero es claro que trata-
299 PEIRCE

mas con las cosas según las ideas que conduce a una verificación sensible di-
tenemos de ellas. Nuestras ideas, sin recta, pero controla nuestra con-
embargo, son construcciones selecti- ducta en nuestro trato con personas
vas, basadas en una experiencia par- y cosas. Además, William James y los
cial de las cosas; esta experiencia es pragmatistas populares tomaron la
coloreada por nuestra historia, circuns- máxima en un sentido fenomenalista.
tancias e intenciones. La naturaleza Peirce desarrolló sus opiniones en los
selectiva del conocimiento llevó a últimos años y se dispuso a evitar
Peirce a estar de acuerdo con Kant toda sospecha de fenomenalismo. Hi-
en que la mente construye en cierta zo esto esencialmente insistiendo en
medida el orden del conocimiento. Se que el pragmatismo (o «pragmaticis-
dispuso después a mostrar que si exa- mo» como llamó eventualmente a sus
minamos qué es una idea o concepto enseñanzas para distinguirlas de las de
podremos ser capaces de reconciliar James y otros) enseña que una idea
10 que es verdadero en las explica- tiene significado por cualquier conduc-
ciones diferentes de Aristóteles y ta práctica posible a la que pueda lle-
Kant. var o regular. Una idea no tiene que
En respuesta a la pregunta: ¿qué llevar necesariamente a la verificación
es un concepto>, Peirce formuló en sensible inmediata. Basta con que dé
1878 su famosa máxima PRAGMÁTICA: sentido a nuestra conducta. Por ejem-
«consideremos qué efectos, que con- plo, la noción de verdad como lí-
cebiblemente pudieran tener repercu- mite ideal, aunque en sí misma no
siones prácticas, concebimos que tiene tiene contenido sensible directo, nos
el objeto de nuestra concepción. En- anima a seguir aumentando nuestro co-
tonces, nuestra concepción de estos nocimiento. Posteriormente, Peirce
efectos es la totalidad de nuestra con- completó su teoría diciendo que toda
cepción del objeto». Ilustra la máxi- idea da lugar a una posibilidad de
ma diciendo que nuestra idea de «vi- conducta regular con respecto a 10
no» no significa nada más que «lo que que la idea expresa. Por 10 que cada
tiene ciertos efectos, directos o indi- idea es interpretada finalmente según
rectos, sobre nuestros sentidos». Así un «hábito». Estos hábitos, que in-
también si llamamos «dura» a una co- terpretan nuestras ideas, son «guías
sa, queremos decir que «no será he- para la acción». Nuestras ideas en-
cha pedazos por muchas otras sustan- cuentran una expresión viva y con-
cias». Y resumía: «la idea que tene- sistente en nuestros modos de con-
mos de cualquier cosa es la idea de sus ducta habituales.
efectos sensibles». Peirce ofrece su Podemos resumir brevemente esta
máxima como un instrumento para parte de la solución de Peirce al pro-
distinguir el conocimiento verdadero blema del conocimiento. El significa-
del falso. El conocimiento verdadero do de un concepto o hipótesis des-
-la idea correcta de un objeto- nos cansa en la conducta a la que da
permite predecir qué ocurrirá cuando lugar. Una hipótesis que puede ser
tratemos ese objeto. Está haciendo verificada es una hipótesis verdadera.
uso de la noción de verificación de Cuando nuestros conceptos nos llevan
hipótesis. Había aprendido de la cien- a una conducta que no sorprende ni
cia moderna la importancia de esta se encuentra que es defectuosa, se
noción. De hecho, para Peirce todas considera que se ha superado la sub-
nuestras ideas son análogas a hipóte- jetividad esencial del conocer. Los con-
sis científicas. ceptos que hemos construido nos lle-
La formulación de la máxima por van a acciones que respetan las co-
Peirce en 1878 contenía en germen sus sas tal como existen en sí mismas in-
concepciones posteriores. Pero fue dependientemente del pensamiento.
formulada demasiado exclusivamente Pero como el conocimiento que po-
con vistas a explicar nuestras ideas de see un investigador de un objeto o
las cosas materiales; daba la impre- de una situación siempre es inadecua-
sión de no dejar lugar para una idea do, no basta con que cualquier indivi-
tal como bondad moral; una idea duo aislado aplique la máxima. Las
regulativa tal como esta última no indagaciones de otros investigadores
PEIRCE 300
corrigen y completan el conocimiento gía de Peirce es clara: a) al conside-
obtenido en la investigación individual. rar éste que todos los conceptos son
La comunidad de investigación (10 análogos a hipótesis construidas que
que incluye a todo el mundo, tenien- pueden ser verificadas; b) en su teo-
do como élite a los investigadores ría de la investigación cooperativa.
científicos) reúne más conocimiento 2) Como solución del dilema sujeto-
que cualquier individuo singular y objeto de la filosofía moderna ofreció
permite así superar los errores de la una teoría dinámica de la verdad que
verificación individual. En este sen- deja lugar para la investigación em-
tido el conocimiento es mancomuna- pírica, el esfuerzo moral y la con-
do y la corrección es un asunto co- cepción límite ideal del conocimien-
operativo. Pero como incluso la co- to. Ésta es una contribución valio-
munidad que existe en cualquier mo- sa. 3) Pero se debe admitir que
mento dado puede estar equivocada Peirce dejó sin tocar muchos proble-
en algún respecto -y en cualquier mas lógicos y que nunca coordinó sus
caso no lo sabrá todo sobre este mis- propios descubrimientos hasta un ex-
mo respecto-- todo investigador tic- tremo adecuado.
ne que emprender su indagación den- Categorías: Como Aristóteles, Peir-
tro de la indagación indefinidamen- ce quiso clasificar los aspectos prin-
te continuada de una compañía de cipales de la realidad mediante una
investigadores en constante crecimien- doctrina de las CATEGORÍAS. Sin em-
to. Por lo que la comunidad busca la bargo, las categorías de Aristóteles
verdad como un límite ideal. Los que habían sido objerivistas: eran concep-
buscan la verdad prosiguen siempre el tos insertados entre la experiencia di-
camino hacia un estado de conoci- recta del sujeto y los objetos de ex-
miento perfecto; pero nunca llegarán periencia. Para nuestros tiempos, Peir-
a este estado. Sin embargo, esto no ce creía que necesitamos categorías
excluye absolutamente cierto conoci- que expresen los aspectos del mundo
miento. Podemos estar seguros, por en términos de nuestra experiencia
ejemplo, de que Napoleón vivió. Pero perceptiva directa. Formuló tres ca-
podemos seguir adquiriendo indefini- tegorías de este tipo: Primariedad,
damente conocimientos sobre su vida. Secundariedad y Terciariedad.
La necesidad de honestidad en el Primariedad es el aspecto espon-
escrutinio de los datos propios, de táneo de las cosas: se ejemplifica es-
la integridad en la cooperación con pecialmente en la libre agitación de
otros y de un amor genuino por la la mente en la formación de hipóte-
verdad llevó a Peirce al entendimien- sis; indica vida, crecimiento y varie-
to de que la verdad no sólo debe ser dad en el universo. En cualquier ca-
considerada intelectualmente sino que so simple de Primariedad, tal como
tiene que ser ganada moralmente. No un acto de consciencia inmediata an-
sólo demanda autodisciplina el serio tes de que se reflexione, existe una
comienzo de la investigación, sino que unidad indiferenciada. Pero la alteri-
la naturaleza parcial y selectiva de dad y la lucha resultante de ésta son
nuestro conocer exige auto-control también un hecho inescapable de la
cuando sopesamos lo que conocemos experiencia. Por lo que se produce la
de un objeto frente a lo que la expe- categoría siguiente.
riencia futura pueda revelar de éste. La Secundariedad apunta al elemen-
En otras palabras, la tarea que lleva- to de dualismo en la experiencia; la
mos a cabo al formar conceptos, sacar resistencia presupone otro ser, un se-
consecuencias de ellos y verificar es- gundo. Mediante esta categoría, Peir-
tas consecuencias debe ser llevada a ce enfatiza la existencia, «ese modo
cabo de un modo auto-disciplinado y del ser que reside en la oposición a
cooperativo dentro de la comunidad otro... Una cosa sin oposición ipso
de investigadores y sobre el fondo lacto no existe». En este sentido la
del límite ideal social de la verdad. existencia no es un predicado sino
Para dar fin a esta sección pode- algo que se experimenta al querer y
mos observar: 1) La influencia de la percibir cuando nos encontramos con
ciencia moderna sobre la epistemolo- el aspecto «del hecho bruto» del mun-
301 PEIRCE
do y la individualidad y limitación neidad o Primariedad infinita en la
total de cada cosa individual sobre fuente de los casos limitados de Pri-
y contra todas las demás cosas. Pero mariedad. b) Es claro que en el mun-
la espontaneidad y la oposición no do existe un orden de finalidad di-
agotan nuestra experiencia de la rea- námica. La manera en que la mente
lidad; existe la continuidad o la re- humana es adaptada para interpretar
gularidad. y predecir el curso de la naturaleza
La Terciariedad provee a la conti- mediante las hipótesis de la ciencia
nuidad, especialmente la continuidad manifiesta esta intencionalidad de la
en el pensamiento, puesto que esta úl- manera más clara. La única explica-
tima revela qué continuidad se debe ción completa de esta adaptación de
encontrar en otros lugares. Peirce lla- las partes del mundo entre sí y de la
ma a la Terciariedad «ley». Él quie- mente y el mundo es que una Men-
re decir que podemos reflexionar so- te absoluta haya presidido la creación
bre una idea como «vino» o «duro» y el desarrollo de las cosas. Peirce
y ver que se aplica a muchas cosas; añade que la hipótesis evolucionista
eso muestra que existe regularidad en apoya esto, pues no ha habido el
lo real, y esta regularidad es el fun- tiempo suficiente para permitir que se
damento de la ley. Habla de «ley» dé el desarrollo azaroso y no guiado
o de «principios generales» como si desde el caos hasta el orden presen-
fueran «activos» en las cosas. Lo te. c) Cuando reflexionamos sobre la
que está diciendo es que las unifor- hipótesis de Dios como la Fuente
midades que descubrimos en el orden creativa del universo, nos vemos gra-
real tienen significado para nosotros dualmente impelidos a aceptar esta
sólo en la medida en que nosotros hipótesis como la única explicación
podemos actuar regularmente con res- posible de la existencia. Una creen-
pecto a ellas. Por tanto, podemos con- cia instintiva en Dios se ajusta a todo
cebir a las leyes del universo como momento de nuestra naturaleza. Nues-
análogas a nuestros propios hábitos tra inclinación a rezar y nuestro te-
de acción. Se puede observar que la mor reverencial ante la totalidad de
Terciariedad se vincula directamente las cosas vienen a confirmar la verdad
con su epistemología. de la hipótesis.
Peirce quería que sus categorías Peirce concluía que Dios tiene un
simplemente llamaran la atención so- conocimiento y un poder ilimitados.
bre los rasgos más importantes de No hay nada que se oponga a su Ser
nuestra experiencia, rasgos por los (no hay ninguna Secundariedad en
que también se interesaría el pensa- él) y está por encima de todo orden
miento metafísico. Declaraba que ca- conceptual (ni Terciariedad). Pero nos
da uno de estos tres aspectos se ha vemos forzados a concebirlo en cier-
de encontrar en toda experiencia vivi- ta medida a imagen del hombre. Tal
da. Sin embargo, veremos en la sec- antropomorfismo no es falso: es más
ción siguiente que Peirce pensaba que bien figurativo. Está justificado en su
en un caso se podía encontrar la pri- intención siempre que no intentemos
mera categoría en un estado puro sin hacer demasiado precisa nuestra re-
las otras dos. presentación de Dios. Se podría ob-
Dios, el Yo y la Inmortalidad: jetar aquí que Peirce encontró un
1) Dios: Peirce aceptaba como hipó- lenguaje extremadamente inadecuado
tesis filosófica la idea de un Dios para describir al Ser infinito. Pero lo-
personal y omnipotente. Y esbozó, gró evitar la trampa de una Deidad
pues, muchas formas distintas de aro geométricamente inmutable y presen-
gumentar la realidad de tal Ser. Nos tó un Dios con el que los hombres
referiremos brevemente a tres de es- podían entrar en una relación viva.
tos argumentos: a) La variedad vi- 2) El Yo: Peirce rechazó el yo car-
viente del universo y la espontaneidad tesiano atomista y de pensamiento
que encuentra su expresión más ele- transparente. Acentuó hasta tal extre-
vada en la personalidad humana nos mo las conexiones que tiene cada ego
permite percibir (utiliza este término con las otras personas y con el uni-
en un sentido amplio) una esponta- verso, que si se leen algunos pasajes
PITAGORAS 302

solos se l?od:ía pensar que rechazó conjunto la filosofía general de Peír-


un yo unitano. También insistió en ce no causó ningún impacto hasta ha-
que tenemos que interpretar nuestros ce pocos años con la publicación de
propios pensamientos. Para nosotros los Collected Papers. En el momento
son signos en la misma medida que presente es al menos comentado con
lo son las palabras de otras personas bastante frecuencia, especialmente en
y las cosas del universo. Pero si bien los Estados Unidos. Pero es demasia-
rechazó el yo cartesiano, tampoco tu- do pronto para decir en qué dirección
vo tiempo para adoptar la concepción se sentirá más su influencia.
corriente entre los otros pragmatistas (J. O. C.)
que reducía la personalidad humana
a un «haz de hábitos». En lugar de
esto señaló que el auto-control mo- PITAGORAS de Samos, filósofo griego
ral imparte a las acciones de un hom- que floreció c. 530 a. C. Dejó Sa-
bre esa forma unitaria que llamamos mos para escapar a la tiranía de Po-
carácter. Además, «la unidad debe lícrates y se estableció en Crotona
darse como un centro para los hábi- en el sur de Italia, donde durante un
tos». Finalmente, la Primariedad pre- tiempo tuvo una gran influencia po-
supone cierta unidad mínima; la Se- lítica. Estableció allí una comunidad
cundariedad se basa en el yo en tanto de discípulos, en parte religiosa en
que distinto de todas las demás cosas; parte científica. El maestro mismo
y la Terciariedad de su naturaleza se- no escribió nada y como sus seguido-
ñala una continuidad unificada en el res contribuyeron con sus propios des-
pensamiento humano. En una palabra, arrollos al suyo, aparte de la piedad
Peirce admitía un yo unitario. Pero es especialmente difícil valorar sus
era un yo con una unidad mucho más ideas. Algunas líneas de Jenófanes
compleja que la que había pensado la prueban que Pitágoras creía en la
filosofía cartesiana. transmigración del alma -incluso en-
3) Inmortalidad: Peirce nunca se tre especies diferentes ya que todas
pronunció del todo sobre la inmortali- las cosas vivientes eran semejantes.
dad. Al principio de su carera admitió También fue renombrado por su cono-
que el fallo del MATERIALISMO en ex- cimiento científico y matemático, y
plicar gran parte del universo iba en no hay ninguna razón para no atri-
favor de ésta. Pero contra ella esta- buirle el teorema que lleva su nom-
ba la dependencia del funcionamiento bre. También es probable que hicie-
de la mente respecto del cuerpo. Con- ra el importante descubrimiento de
forme iban pasando los años, acentuó que la escala musical tiene una base
cada vez más los aspectos espirituales numérica, esto es, que sus principa-
del universo como una evidencia de les intervalos armónicos pueden ser
la inmortalidad personal. Pero no lle- expresados en razones proporcionales
gó a decir que tal evidencia fuera apo- de los cuatro primeros enteros. Estos
díctica. cuatro enteros juntos formaban la dé-
Peirce ejerció escasa influencia cada, a la que se asignaba una signi-
real durante su vida. William Ja- ficación sagrada en la comunidad; pe-
mes popularizó una forma de pragma- ro no está claro si el mismo Pitágoras
tismo que se derivaba con mucho de mantuvo como sus sucesores que no
una mala interpretación del principio sólo la música sino el mundo entero
pragmático de Peirce y de su insis- era de algún modo numérico y estaba
tencia en el esfuerzo moral en la compuesto a partir de «límite» y
búsqueda de la verdad. La teoría de de «lo ilimitado». Véanse también los
ROYCE de lo social infinito debe mu- PITAGÓRICOS y los PRESOCRÁTICOS.
cho a las enseñanzas de Peirce so- (G. S. K.)
bre la comunidad de investigadores,
aunque Peirce rechazó la lógica de
Royce como execrable. DEWEY adop- PITAGóRICOS. La comunidad funda-
tó algunos de los acentos empíricos da por PITÁGORAS en Crotona, al sur
de la metodología de Peirce. Pero en de Italia, se escindió en una secta
303 PLATóN

matemática y otra religiosa. Esta últi- Véanse también los PRESOCRÁTICOS


ma vivió de acuerdo con ciertos tabúes y ZENÓN.
basados en la idea de Pitágoras del (G. S. K.)
parentesco de las cosas vivas y de la
necesidad de purificación de! cuerpo PLAT6N (e. 427-347 a. C.), hijo de
v del alma. Los «matemáticos», aun- Aristón y Perictione, nació en Atenas
que probablemente no rechazaban es- y vivió allí la mayor parte de sus
tas ideas, las asociaban con los des- ochenta años de vida. Aunque en un
arrollos de! descubrimiento de Pitá- comienzo estaba marcado para la po-
goras de que la escala musical es nu- lítica, tanto por su linaje como por
mérica. Como se mantenía que la mú- sus intereses, de hecho se dedicó ca-
sica tenía un poder especial sobre e! si por completo al estudio, a la teo-
ruma, poder que permeaba el cosmos, ría y a la enseñanza. Una causa de
todo e! mundo debía estar hecho de ello fue el disgusto que llegó a sen-
algún modo por e! número. Los ele- tir por el bajo nivel de la política
mentos del número y, por tanto, de! de su tiempo; encontró que la mala
mundo, eran e! par que representa lo fe, la injusticia y el egoísmo cínico
ilimitado, y e! impar que representa estaban muy extendidos, y que la
el límite. Se estableció una tabla buena fe ingenua no podía mantenerse
de diez pares de opuestos básicos den- contra ellos. La única esperanza de
tro del mundo, tabla en la que lo la política, le parecía a él, era fun-
impar, lo masculino, lo bueno, lo dar una escuela y crear allí dentro un
recto, e! reposo, etc., estaban com- nuevo tipo de carácter político.
prendidos en e! «límite», y sus con- La causa principal de que renun-
trarías en lo «ilimitado». Desafor- ciara a la práctica política probable-
tunadamente tenemos poca evidencia mente fue SÓCRATES. Sintió profun-
de esto aparte de la descripción bas- damente el impacto del pensamiento
tante vaga de Aristóteles que no dis- magnético e investigador de Sócrates,
tinguía al primer pítagorismo de! úl- y quedó profundamente conmovido
timo. Muchas de estas ideas se for- cuando, a los veintisiete años, vio que
maron probablemente en tiempos de Sócrates era condenado a muerte bajo
PARMÉNIDES, que parece atacar el dua- la absurda acusación de corromper a
lismo pitagórico. También en esta la juventud y de no creer en los
época (aunque una pieza de eviden- dioses de la ciudad. Nos ha dejado
cia antigua puede sugerir que el des- magníficas, aunque ahistóricas, descrip-
arrollo fue posterior) las unidades que ciones de la defensa, el encarcela-
formaban el número fueron concebi- miento y la ejecución de Sócrates en
das probablemente como poseyendo la Apología, Critón y Fedán.
magnitud espacial; de tal modo que Después de este desastre, la ma-
las líneas, las superficies y los sóli- vor parte de los amigos de Sócrates
dos podían ser expresados como su- dejaron Atenas durante un tiempo; y
mas de unidades; y los objetos esta- Platón inició entonces un período de
ban compuestos literalmente por el viajes, en el curso del cual visitó las
número. Puede que la cosmogonía ciudades griegas de Sicilia y el sur
pi tagórica se desarrollara en parte un de Italia, haciendo allí amistades po-
poco después: una unidad inicial líticas y científicas, y ampliando sus
concepciones del hombre y del estu-
«atraía» a lo ilimitado, en la forma dio. Pero sobre el 385 como mucho
de! vacío, y de algún modo dividía ya estaba de vuelta en Atenas y allí
las unidades separadas por lo ilimita- fundó, cerca de la arboleda del hé-
do. Estas unidades-puntas-átomos se roe Academo, lo que iba a ser lla-
convertían en líneas, planos y sólidos. mado la «Academia», y que puede
En el centro del universo está el fue- ser llamada de manera no del todo
go; las estrellas, de las que la tierra rigurosa, pero útil la primera univer-
es una, producen cada una un sonido sidad. Convocó a su alrededor una se-
según la velocidad de su revolución, rie de alumnos y de colegas que se
lo que forma una «armonía de las unieron en un «museo» o sociedad
esferas» inaudible para las personas. amistosa dedicada a las patronas de
PLATóN 304
las letras y la mUSICa, las Musas. de realizar su ideal en Dionisia, y
Los miembros, que debieron ser muy en aquel momento probablemente ha-
pocos y muy ricos comparados con bía perdido la mayor parte de su inte-
los estudiantes de nuestros días, po- rés original por la política práctica. El
dían quedarse allí durante veinte años asunto concluyó muy mal. Y esto no
o incluso durante toda la vida, to- fue porque e! real alumno no gusta-
mando parte en los estudios comu- ra de Platón o de la filosofía. Al
nes, los ejercicios religiosos y las co- contrario, se sintió muy ligado a su
midas. Se alegaba que el propósito maestro y al tema. Fue porque llegó a
práctico último era la restauración de sospechar que e! amigo de su maes-
un gobierno conveniente para las ciu- tro, Dión, intentaba tener demasia-
dades griegas. Algunos de los miem- do poder político. Sin duda, esta
bros se marcharon después de un sospecha hacia Dión fue fomentada
tiempo para dedicarse a la política por los rivales que éste tenía entre
práctica. Algunos, incluido e! mismo los cortesanos. No había pasado seis
Platón, escribieron consejos políticos meses Platón en Siracusa cuando
para sus amigos de todas partes. Pero Dionisia expulsó a Dión con el pretex-
los estudios que se seguían estaban to de que estaba conspirando en su
muy lejos de ser totalmente prácticos. contra. La lealtad impulsó a Platón
Platón mantenía que la restauración a apoyar a Dión y a pedir que le vol-
de un gobierno conveniente requería vieran a llamar, mientras que los ce-
una fundamentación completa de! co- los y la sospecha llevaban a Dionisia
nocimiento teórico, e intentó poner tal a intentar separar a Platón de Dión.
fundamento, tan profunda y tan fir- Dionisio nunca dejó que Dión vol-
memente como fuera posible. Los es- viera, y durante algún tiempo tam-
tudios que alentó llegaron a aparecer poco dejó que Platón se marchara.
al hombre de la calle oscuros, exqui- Seis años después, en e! 361, Dio-
sitos y nada prácticos; y hay una his- nisia mandó buscar a Platón otra vez,
toria que cuenta que cuando anunció y se aseguró la conformidad de éste
una conferencia sobre «El Bien», la prometiendo como condición la res-
gente fue esperando aprender cómo tauración de Dión. Sin embargo, una
ser feliz, pero sólo oyó lo que les pa- vez tuvo a Platón no llamó a Dión,
recía que eran matemáticas superio- sino que, por el contrario, confiscó fi-
res. Ciertamente las matemáticas se nalmente la propiedad de Dión en
convirtieron, después de la filosofía, Siracusa. Platón tuvo que usar la in-
en el estudio más seguido por la so- fluencia de un dirigente vecino pa-
ciedad. ra que le fuera permitido volver a
Como Platón nunca se casó (sus Atenas.
escritos sugieren que no tuvo inte- Los celos comienzan con falsas
rés sexual por las mujeres), pudo de- creencias; pero al actuar sobre ellas
dicarse a su escuela; y parece que las hacen verdaderas. Dión se convir-
eso es lo que hizo durante la mayor tió entonces de hecho en e! enemigo
parte de los cuarenta años que le irreconciliable de Dionisia. Invadió
quedaban de su larga vida. Sin em- Siracusa y expulsó a Dionisia de ella
bargo, tuvo dos relaciones muy im- en e! año 357, la gobernó durante cua-
portantes con e! mundo exterior; sus tro años y después fue asesinado.
intervenciones en la política de Si- Aparentemente e! asesino había teni-
racusa y la publicación de sus escritos. do relaciones con Platón y era con-
Durante sus viajes Platón se había siderado miembro de la academia. És-
hecho amigo de Dión en la corte de te fue un golpe terrible para Platón.
Siracusa. En el 367 Dión urgió a Todas las publicaciones de Platón
Platón a que viniera a Siracusa e ins- se conservan y forman cinco volúme-
truyera al nuevo dirigente, Dionisia Tl, nes modernos. No sólo constituyen
que por ser joven y bien intenciona- la mayor obra filosófica que existe,
do podría convertirse en e! nuevo sino también una de las más gran-
tipo de hombre de estado que Pla- des piezas de literatura de! mundo.
tón deseaba. Platón pensó que debía ir Son filosofía por excelencia; y si al-
y fue; pero tenía pocas esperanzas guien pregunta qué es la filosofía,
305 PLATON
la mejor respuesta es: «lee a Platón». diálogos, y cierta esperanza de encon-
Pues fue Platón quien puso en uso trar un punto de partida no hipotéti-
la palabra «filosofía»; y fue él quien co sobre el que basar la certeza in-
principalmente inventó y practicó por tuitiva y la buena política. Cree que
primera vez el tipo de estudio cuyo ese punto de partida se puede en-
nombre es «filosofía». Decir que hay contrar al menos en la región suge-
poca filosofía en una obra mayor de rida por los siguientes enunciados.
Platón es auto-contradictorio; o bien A través de toda la multiplicidad
expresa un cambio arbitrario e in- y variedad de los actos justos e in-
adecuado del significado de la pala- justos, de las personas y las situa-
bra. Los llamados filósofos PRESOCR,\- ciones de este mundo, evidentemente,
TrCOS e incluso Sócrates, no fueron sólo hay en cierto sentido una Jus-
filósofos en el sentido completo de ticia y una Injusticia. Y lo mismo
la palabra, aunque, sin duda, fueron ocurre con cualquier otra colección de
los inspiradores de Platón. cosas a las que apliquemos el mismo
Aunque las obras de Platón no nombre, como «bello» o «sofá». Aun-
tienen fecha en su mayor parte pue- que las cosas bellas son diversas y
den ser asignadas con confianza a divergentes, de algún modo sólo hay
uno de los tres períodos, el primero, una Belleza. De cada una y de todas
el medio, y el posterior. Las prime- las muchas cosas bellas podemos dis-
ras obras constituyen una presenta- tinguir la Belleza misma, lo que es
ción extremadamente llamativa de la la Belleza en sí, que debe existir,
figura de Sócrates. porque si no no tendría sentido lla-
Todas éstas obras menos una son mar a ninguna cosa bella.
diálogos; y esto es parte de la con- La Belleza misma no es simplemen-
cepción de la filosofía de Platón, te distinta de todas y cada una de
así como de su originalidad literaria. las cosas bellas. También está sepa-
La filosofía es esencialmente una es- rada de éstas. Pues debe ser com-
pecie de logos; y la noción que tie- pletamente bella, puramente bella,
ne Platón del logos puede ser ana- inmutablemente bella; y ninguna co-
lizada en términos modernos como sa bella es así. Esto se muestra muy
«el uso razonable de las palabras en claramente cuando consideramos la
el pensamiento». El uso razonable Igualdad en sí misma; pues es proba-
de las palabras supone someterlas a ble que no haya dos bastones en este
crítica por parte de otros y contras- mundo que sean exactamente iguales;
tarlas por sus implicaciones; y esto y si lo fueran nuestras medidas nunca
trae consigo el diálogo. El típico diá- podrían decirnos que lo son. Así lle-
logo platónico de la primera época gamos a una conclusión asombrosa y
saca las implicaciones de un enun- sensacional: Existe un segundo mun-
ciado, con el fin de probar la con- do, distinto de nuestro mundo de las
sistencia de éste consigo mismo y con cosas visibles, que consiste en los
otros enunciados que son considera- Unos Mismos, y cada uno de los
dos al mismo tiempo. La cuestión cuales es perfecta, pura y eternamen-
de si adoptamos un enunciado no de- te lo que es, y es visible sólo a la
be ser respondida hasta que haya- mente misma, es decir, propiamente
mos contestado a la cuestión de cuá- hablando no es visible sino inteligi-
les son sus implicaciones y conexio- ble, captado sólo por el intelecto pu-
nes. Como en el futuro pueden ha- ro, si utilizamos palabras llanas.
cerse visibles para nosotros más im- ¿Puede ser esto correcto? Retroceda-
plicaciones, generalmente es mejor mos y enfoquemos las cosas de un
adoptar un punto de vista provisio- modo ligeramente distinto. Sócrates
nalmente hasta que alguien nos per- nos ha familiarizado con la empresa
suada de otra cosa con un argumento de preguntar qué es una cosa. Ha
mejor. preguntado qué es el valor, qué es
En sus diálogos del período medio la virtud, qué es el conocimiento.
Platón muestra cierta insatisfacción y ha rechazado todas las respuestas
con el procedimiento hipotético y ne- del tipo: «bien, mira a Laques si quie-
gativo de su Sócrates de los primeros res saber qué es el valor; él es un
20
PLATÓN 306

hombre valiente». Sócrates ha respon- mo objeto las Formas, y la opinión,


dido que no quiere a este o aquel que tiene como objeto este mundo
hombre o acto valientes, sino al va- transitorio y confuso.
lor mismo. Y sin duda tenía razón. Sin embargo, las Formas son la
La pregunta «¿qué es el valor?» ex- explicación del mundo visible, en la
presa una empresa posible que no es medida en que éste tenga una explica-
la empresa de reunir ejemplos. La ción. Este cosmos es el resultado mix-
búsqueda socrática de «definiciones» to de la Mente y de la Necesidad,
fue de hecho la búsqueda de uno u por 10 que nuestra descripción de
otro de éstos elusivos pero necesa- él no puede ser mejor que una his-
rios Unos en Sí. Deben existir, pa- toria verosímil. Pero, ciertamente, cual-
ra dar sentido a nuestro mundo y quier realidad que haya en las cosas
a nuestra habla; pero sus formas só- visibles les viene de las Formas de
lo deben ser discernidas con el ojo las que toman el nombre. Una cama
de la mente. Existe un mundo inteli- visible comparte, o quizá más bien
gible de «Formas» o de «Ideas». imita, o está en cierta relación, con
La palabra «idea» significaba para la cama en sí, y deriva su media rea-
Platón primero la forma visible y lidad de aquélla. También podemos su-
después la forma en general. De este poner que, además de las Formas y
modo, significaba algo objetivo. Nun- de las cosas visibles, existe una Terce-
ca tuvo el significado subjetivo que ra Cosa un receptáculo de todo de-
tiene hoy. En cualquier caso para él venir, que, como el oro, toma cual-
es apenas algo más que una etiqueta, quier forma y es respecto de las For-
una etiqueta para «aquella cosa en sí mas 10 que la madre es respecto del
que es (algo) en sí, completa, pura y padre, una especie de habitación o
eterna»; y a su vez esta frase es la asiento del devenir, que debe ser cap-
destilación que hace Platón de la bús- tado imperceptiblemente por una es-
queda de definiciones de Sócrates y pecie de razonamiento bastardo.
del hecho de los nombres comunes. Toda opinión es defectuosa; pero
Estas formas, entonces, tan inespe- no todas son defectuosas por igual.
radas pero tan simplemente descubier- Al contrario, aquellos que conocen
tas, son el punto de partida reque- las Formas tendrán opiniones mucho
rido tanto para la buena práctica co- mejores sobre este mundo que los
mo para la buena teoría y desde lue- que no las conocen. Y éste es el fac-
go para una especie de religión (pues tor clave para la buena política, pues-
Platón las llamó divinas). Creer en to que implica que los reyes sean fi-
ellas e ir en su prosecución es ser lósofos. El único gobierno bueno es
filósofo; ésta es la definición más el gobierno de aquellos que conocen,
profunda de qué es la filosofía o la y esto significa gobierno de quienes
búsqueda de la sabiduría. Ignorarlas, conocen las Formas. La ciudad ideal
o no creer en ellas cuando se las mues- será una filosofocracia.
tra (cosa que desafortunadamente es Que esa ciudad pueda existir algu-
el estado humano y usual), es ser na vez es muy dudoso; pero está cla-
esencialmente un no filósofo. El co- ro cómo se mantendría si existiera.
nocimiento de ellas es el primer tipo Los filósofos gobernantes pondrían
de conocimiento posible. Estrictamen- buen cuidado en velar que su gobier-
te hablando es desde luego el único no fuera absoluto y no limitado por
tipo de conocimiento; pues estricta- leyes inmutables o por los votos popu-
mente hablando sólo puede ser co- lares, por entregar ese gobierno sólo a
nocido 10 inmutable, y sólo las For- otros filósofos igualmente adeptos y
mas son inmutables. Si uno dice que con una mentalidad correcta, y porque
la luna está llena, y luego ésta empali- el suministro de sucesores adecuados
dece, no se puede haber conocido estuviese asegurado por la educación
estrictamente hablando que la luna apropiada de las mejores personas. De
era luna llena. Sólo 10 que es comple- hecho, la educación sería con mucho,
tamente puede ser conocido completa- la parte más importante de la prác-
mente. Existe una diferencia de tipo tica. Los elegidos para recibirla se-
entre el conocimiento, que tiene co- rían primariamente los hijos de los
307 PLATóN
gobernantes; pero una selección im- y, por último, de la Forma del Bien.
parcial rechazaría a algunos de éstos No se dice nada sobre historia, po-
como inferiores, y añadiría a algunos lítica o economía. La razón de ello es
niños superiores procedentes de la que quienes han de lograr que una
gente común. El mismo tipo de bús- ciudad sea lo más buena posible deben
queda imparcial de lo mejor, hacien- sobre todo conocer qué es la Bon-
do caso omiso de toda costumbre in- dad misma pura y absoluta, a cuyo
útil aunque querida, nos proporcio- fin deben conocer previamente las
naría tanto mujeres como hombres go- otras Formas mismas puras y absolu-
bernantes, haría que éstas mujeres hi- tas, a cuyo fin a su vez ellas de-
cieran ejercicios desnudas al igual que ben conocer primero las matemáticas.
los hombres, y aboliría la vida fa- Las matemáticas proporcionan un
miliar entre los gobernantes en favor puente entre el mundo sensible y el
de un sistema convencional de pa- inteligible. Pues en matemáticas dibu-
dres comunes y de hijos comunes, jamos cuadrados y triángulos sensibles,
que, junto con la comunión de la y no obstante nos interesamos por
propiedad fusionaría a toda la clase los triángulos y cuadrados inteligi-
dirigente en una totalidad unida y bles. Usamos lo visible como una
exenta de egoísmo, cuya ascendencia sugerencia de lo inteligible, y así nos
nunca estaría puesta en duda. vemos llevados gradualmente al deseo
La educación primaria de estos di- y a la capacidad de estudiar lo inte-
rigentes no era muy distinta de la ligible mismo, mediante meras pala-
que Platón había recibido. Sin em- bras sin acompañamiento de imágenes
bargo, estaría organizada públicamen- visibles, como hace el filósofo adepto.
te y sería más intensa; y la parte Sólo aquellos que puedan y quieran
física o gimnástica tendría un carác- perseverar todo el trayecto hasta la
ter más militar. Las dos mayores di- cima del sendero, serán los gober-
ferencias serían, primero, el siempre nantes de nuestra ciudad ideal. En
presente riesgo de fallo en el próxi- ese momento tendrán al menos cin-
mo examen y la consecuente relega- cuenta años. Una consecuencia curio-
ción a las masas, y, segundo, la como sa de esta educación es que a los go-
pleta ausencia en su música y su bernantes les disgustará gobernar. Sen-
poesía de todas las sugerencias co- tirán una pasión por las Formas y
rruptoras o degradantes, tales como desearán ser dejados a solas con ellas.
la música frenética y la afirmación Pero esto no es una desventaja. Al
de Homero de que los dioses no po- contrario, el amor al poder hace ma-
dían contener la risa en ciertas oca- los gobernantes; y nuestros dirigentes
siones. Pues todo lo que se lee en reluctantes gobernarán, no obstante,
los primeros años de literatura se me- con la suficiente entrega, porque son
te profundamente en el alma, especial- personas justas y reconocen la jus-
mente cualquier sugerencia de auto- ticia de recompensar a su ciudad por
control o de auto-abandono. la suprema educación que les ha da-
Quienes pasaran todas las pruebas do. Además, tendrán mucho tiempo
hasta cumplir la edad de veinte años libre para dedicarse a su abstracto fi-
podrían estar seguros de tener al- losofar.
gún lugar en la clase dirigente de Esta ciudad ideal de Callipolis, la
por vida; pero el que este lugar lle- primera Utopía que sobrevive y con
gase a ser superior al de un simple mucho la más interesante, es cons-
miembro del ejército dependería de su truida en el espléndido diálogo de
éxito en los estudios y en los ejercicios Platón la República, que es uno de
y exámenes de los quince años siguien- los diez mejores libros que existen.
tes. Aquí Platón es muy extraño; Es una obra de su madurez, y el pun-
pues lo que propone como aprendiza- to supremo de su capacidad. Al fi-
je adecuado para los rangos superio- nal de su vida publicó dos diálo-
res del ejército y para los adminis- gos más sobre política que muestran
tradores y gobernantes, es el estudio un cambio de interés. Aquí todavía
avanzado de las matemáticas seguido afirma que el conocimiento es la úni-
del estudio abstracto de las Formas ca base correcta para el gobierno, que
PLATóN 308
el conocimiento puede y debe pres- teriores son los dos primeros, Par-
cindir de las leyes, y que la vida co- ménides y Teeteto. El conflicto de
munal es la mejor. Pero ahora parece opiniones opuestas, propio de un buen
pensar que el conocimiento y la vida diálogo, alcanza sus mejores cotas
comunal apenas son posibilidades prác- en el Parménides, que consta de dos
ticas y que, por tanto, sería mejor partes. La primera parece destruir la
que gastáramos nuestros esfuerzos en propia teoría platónica de las For-
descubrir qué es lo mejor que se pue- mas con argumentos bien fundamen-
de hacer en su ausencia. Y no tiene tados e incontestables. La segunda pa-
duda de que en su ausencia tene- rece ser una especie de sinsentido me-
mos el recurso al reinado de la ley. tafísico formidablemente larga y abu-
La ley, aunque es muy inferior al rrida; es descrita por el principal ha-
hombre que conoce el Bien, es el blante como «un juego laborioso», y
mejor gobernante para nosotros, per- acaba con las siguientes palabras: «di-
sonas ignorantes y con mal tempera- gamos esto, entonces; y también que,
mento; y debe ser sagrada entre nos- según parece, si uno es o no es, tan-
otros. Por tanto, cuando en la vejez to en sí como para los otros, tanto
planea otra ciudad ideal, a la que para ellos mismos como para cada
llama Magnesia, su descripción con- uno, del mismo modo todo entonces
siste principalmente en una masa de es y no es, parece y no parece -la
detalles legales, y el diálogo que des- verdad misma». Cualquiera que sea
cribe Magnesia es llamado Leyes. su intención, una broma o una ver-
En su sentido estricto la filosofía dad última, o algo intermedio este pa-
es el análisis de los conceptos; y ésta saje constituye un logro notable y tie-
es principalmente la invención de Jos ne un extraño valor. La discusión
diálogos del último período de Pla- de las Ideas en la primera parte lle-
tón. Aquí encontramos en abundancia va de hecho a una revelación bastan-
esa concentración minuciosa en nues- te clara de las razones que hacen im-
tros conceptos mismos, reflexión que posible la teoría y es, por tanto, un
también es característica de la filo- fino ejemplo de limpia auto-crítica.
sofía inglesa de mediados del si- Es muy extraño que el Parménides
glo xx. Es correcto escribir esto; y contenga de este modo a la vez un
también es cierto que los últimos ejemplo extremo de franqueza y un
diálogos de Platón constituyen en el ejemplo extremo de mistificación.
momento actual una reflexión estimu- El T eeteto es la obra más lograda
lante: pero debemos calificarlos de de Platón dentro de la filosofía pu-
dos modos. Primero, el mismo Pla- ramente analítica. Las concepciones
tón nunca llegó a ser totalmente cons- analizadas son la percepción, el cono-
ciente de la reflexión como tal; con- cimiento, la subjetividad, la verdad,
tinuó pensando que su filosofía teó- el cambio, el error, el lagos, la sim-
rica era un estudio del mundo más plicidad y (por implicación) la defi-
que un estudio del hombre, que era nición. Platón introduce ahí las com-
metafísica más que lógica y epistemo- paraciones clásicas de la mente a una
logía. En segundo lugar, los resulta- tablilla de cera y a un palomar, y la
dos logrados suelen tener poco valor; clásica comparación de la conversa-
hay fatigosas pérdidas de tiempo con ción de Sócrates con una comadrona.
extravagancias lógicas y metafísicas, ya Las conclusiones del diálogo son en
muy pesadas en el mismo Platón e in- su mayor parte negativas y sin valor
tolerables cuando son expuestas por propio: «El conocimiento no es la per-
intérpretes devotos. Con todo no se cepción, no es la opinión verdadera;
debe olvidar nunca que estos diálogos ni siquiera es opinión verdadera con
posteriores o más bien que la activi- lagos. El error no consiste en pen-
dad en la Academia de la que estos sar una cosa en lugar de otra, ni en
diálogos son una expresión, formó la relacionar mal lo que veo con 10 que
mente analítica más afortunada que sé, ni hacer un mal uso del conoci-
ha habido nunca, la mente de ARIS- miento que tengo; es difícil ver có-
TÓTELES. mo puede ocurrir.» No obstante, to-
Los mejores de los diálogos pos- do aquel que estudie y asimile ese
309 PLATON

diálogo se sentirá enormemente ilumi- negamos que 10 real pueda vivir o


nado. moverse o pensar.
Después del Teeteto y del Parmé- Platón cree que ahora tiene una
nides, el Sofista es la más grande de solución para estas dificultades. Con-
las obras posteriores de Platón. Es, siste en analizar el modo en que apli-
en bosquejo, una serie de intentos de camos muchos nombres a la misma
definir al sofista por las sucesivas di- cosa (mientras que se había llegado
visiones de un género, como si de- a la teoría de las ideas consideran-
finiéramos al pescador dividiendo el do que aplicamos un nombre a mu-
género de los oficios, al que pertene- chas cosas). Del hecho de que po-
ce, en oficios adquisitivos y construc- damos llamar al mismo hombre a la
tivos, y colocáramos al pescador en vez blanco y rechoncho y bajo y va-
un oficio adquisitivo. Entonces po- liente, desarrolla la doctrina de que
dríamos subdividir los oficios adqui- ciertos pares de cosas se comunican
sitivos en adquisición por consenti- entre sí y que otras no, y que al-
miento y en adquisición por subyu- gunas cosas se comunican con todo
gación y de nuevo situar al pesca- pero que la mayor parte de ellas no.
dor en la alternativa a la que per- Entre las cosas que se comunican con
tenezca. Si continuáramos por bastante todo están 10 Mismo y 10 Otro; pues
tiempo, llegaríamos a una clase que todas las cosas son 10 mismo que sí
fuera coextensiva al pescador y que mismas y otras que cualquier otra
constituyera una definición de éste. cosa. Pero ser otra que otra cosa no
Este proceso de definición por divi- es ser esa otra cosa. Así la alteri-
sión tiene importancia en los diálogos dad es una especie de no-ser; y esta
posteriores. Parece que Platón tuvie- especie eje no-ser es omnipresente,
ra durante mucho tiempo la esperan- puesto que cada cosa es otra que
za de que suministraría un modo se- todas las demás. Ahora bien, ésta
guro de construir definiciones, en es una especie de no-ser perfectamen-
tanto que opuesto a la mera des- te respetable, a diferencia del no-ser
trucción de definiciones que había que nos ha causado perplejidad; pues
realizado la técnica de Sócrates. Sin no hay nada raro en ser otro que
embargo, Aristóteles demostró que no otra cosa. Esta especie de no-ser no
hay nada seguro con respecto al proce- se opone al ser sino que meramente
dimiento; cada uno de sus pasos es, es otra cosa que ser. El no ser existe
meramente, una afirmación no apoya- por tanto firmemente y tiene su pro-
da. Y la importancia que tiene en los pia naturaleza, aunque el padre PAR-
últimos diálogos es causa en gran MÉNIDES nos prohíba decir eso.
parte de la relativa infructuosidad de El no-ser no existe meramente;
éstos. también es compartido por el pensa-
El Sofista contiene afortunadamen- miento y el enunciado que, por tan-
te, además de seis largas divisiones, to, admiten ser falsos. Esto parece
un pasaje largo de mucho más valor. ser como sigue. Un enunciado simple
Aquí retoma Platón del T eeteto las consiste en un nombre seguido de un
perplejidades de las nociones de no- verbo, como «el hombre aprende»;
ser, error y falsedad. Entonces des- y no puede consistir en nada que sea
cubre la misma cantidad de perple- menos complicado. Necesariamente
jidades en la noción de ser. Encuen- tiene un sujeto y es verdadero o fal-
tra dificultades tanto en la noción de so. Es falso si 10 que dice sobre
ser como muchos como en la noción su sujeto es distinto de 10 que hay
del ser como uno solo. Y advierte que en su sujeto. Cuando puede decir
en la batalla de gigantes entre ma- realmente, con respecto a un sujeto
terialistas e idealistas ningún lado que existe realmente, algo que es real-
puede defenderse. Si decimos que 10 mente otra cosa, puede ser realmente
real es 10 que podemos captar con falso. El enunciado falso es posible.
nuestras manos, negamos los hechos Pero entonces el pensamiento falso es
obvios de la justicia, de la sabiduría posible; pues el pensamiento es lo mis-
y del alma. Por otro lado, si deci- mo que el enunciado interno en si-
mos que sólo son reales las Ideas, lencio.
PLATóNICOS 310

Ya anciano, Platón volvió a los tó- útil. Finalmente, el diálogo vuelve al


picos éticos de Sócrates y volvió a Bien. Este no puede ser ni conoci-
hacer de éste su principal inte!ocu- miento ni placer a solas, pues ninguno
toro Eso ocurrió en e! Filebo, diá- de los dos es perfecto. Debe ser una
logo feo y decepcionante, pero agu- mezcla de lo mejor de cada uno, in-
do y todavía útil. Comienza con un cluyendo a todas las ciencias y a
largo enunciado de su método de la aquellos placeres que son puros y ne-
división, el más confuso y menos com- cesarios. En esta mezcla la parte más
pensador de todos ellos. Se dedica en- valiosa es la belleza, la simetría y la
tonces a lo que parece ser una solu- verdad, y ésta es la causa de su bon-
ción al problema que quedó abierto dad. Cada una de estas tres es más
muchos años atrás en la República, semejante al conocimiento que al pla-
a saber: ¿qué es e! Bien? El Bien cer. Por lo que el conocimiento se
debe ser perfecto, adecuado y desea- sitúa más cerca del Bien que el pla-
do por todos quienes lo conocen. Los cer. Y, finalmente, podemos anunciar
principales contendientes para el pues- el orden de valor siguiente: medida,
to son e! placer y el conocimiento. belleza, mente, ciencia, placer puro.
Nadie eligiría sólo uno si pudiera te- Otro diálogo de la vejez de Platón,
ner los dos; pero ¿cuál es el mejor? e! Timeo, está dedicado al mundo
Sócrates desarrolla una extraña cla- físico, y ofrece una cosmogonía, cos-
sificación de las cosas en lo definido, mología, física, química, fisiología hu-
lo indefinido, la mezcla de estos dos mana, patología y medicina elabora-
y la causa de su mezcla; y decide que das, mientras que al mismo tiempo
e! placer cae dentro de la clase inde- declara a la manera de los diálogos
finida, pero que la mente cae en la medios que no puede haber ciencia
causa. Pasa entonces a un largo y ce- de tales materias. Durante mucho
rrado análisis del placer. Éste es cau- tiempo e! mundo occidental leyó só-
sado por la restauración de la sus- lo este diálogo de Platón, obtenien-
tancia viva. Pero también hay place- do así una impresión muy inexacta
res mentales de las expectativas, Los de éste. En todos los tiempos, sin
placeres suelen ir acompañados de las embargo, muchos de los lectores de
falsas opiniones y ellos mismos pue- Platón han tenido la tendencia a
den ser falsos. Existe un estado neu- adoptar como mejor lo secundario
tral que no es de dolor ni de placer; de éste y a dejar dos tercios de lo
no es la mera ausencia de dolor. Los que tiene de mejor. Han tenido ten-
grandes placeres y dolores se produ- dencia a adoptar su política autorita-
cen en malos estados del cuerpo o del ria y su religión mística de las Ideas
alma, no en los buenos estados de junto con su inclinación a la sin razón.
éstos. Los estados de placer mezcla- Pero de lo que tiene de mejor sólo han
do con dolor pueden producirse de tomado su belleza literaria. Han igno-
muchas maneras. Pero también hay rado su gran iniciativa en el análisis de
placeres verdaderos y absolutos. El las concepciones, esto es, su invención
placer no puede ser el Bien, porque de la filosofía en el sentido estricto;
es una génesis y, por tanto, existe y han ignorado su magnífico ideal de!
en nombre de algo distinto de sí pensamiento y la acción razonables.
mismo. En el curso de su largo aná- Este ideal se nos presenta en la per-
lisis psicológico del placer, Platón ha- sona de Sócrates; pero sólo ha sido
ce algunas observaciones útiles sobre la presentado por los escritos de Platón.
percepción, e! recuerdo, el deseo, la (R. R.)
imaginación, la envidia, la comedia
y la risa. PLATóNICOS DE CAMBRIDGE.
Luego efectúa un análisis mucho Grupo de teólogos filosóficos ingle-
más breve del conocimiento. Observa ses, centrado en su mayor parte en
que algunas artes son más exactas y Cambridge y predominantemente pu-
matemáticas que otras. Distingue en- ritano. Escribieron y predicaron en
tre aritmética popular y filosófica. La las postrimerías de! siglo XVII. En-
dialéctica es la más exacta de todas tre sus componentes los mejor cono-
las artes, aunque quizá no sea la más cidos son RALPH CUDWORTH, Ri-
311 PLOTINO

chard Cumberland, Henry More, Ben- dos para una filosofía de la naturale-
jamin Whichcote, John Smith y Jo- za, Cudworth protestaba: «... como si
seph Glanvill. no hubiera tanta realidad en la cons-
Sus escritos contienen gran cantidad ciencia y en las quimeras como en la
de erudición filosófica, mística, anti- moción local». La actividad de la men-
gua y «moderna», a menudo emplea- te, la realidad del espíritu no cor-
da de forma no crítica y careciendo póreo, fueron así argumentadas con
en su conjunto de una coherencia ló- estruendo por los platónicos contra
gica rigurosa. El pensamiento de PLA- las ramas del materialismo. More in-
TÓN, en particular, rara vez es dife- sistía en que se debe pensar que e!
renciado con exactitud de las especu- espíritu es extenso, pues de otro mo-
laciones de los NEOPLATÓNICOS. No do parecería carecer de una realidad
obstante, los platónicos de Cambrid- plena. Y de acuerdo con esta idea,
ge causaron un impacto considerable hizo de la extensión infinita un atri-
sobre la historia de las ideas en EPIS- buto de Dios. También en contra de
TEMOLOGÍA Y en ÉTICA, así como en Hobbes, los platónicos negaron que la
teología. Intentaron separar e! pensa- obligación moral estuviera creada por
miento teológico de la polémica de la autoridad divina o humana. Lo
la reforma de comienzos de! siglo correcto e incorrecto en moral, lo bue-
diecisiete: restablecer e! interés por no y lo malo afirmaban, son «eter-
la religión como algo que es sobre nos e inmutables», y no producto de
todo una forma de vida, dar la pri- ningún decreto, orden o acuerdo.
macía a la experiencia religiosa -con (R. W. H.)
frecuencia a la experiencia mística-
y no a la controversia doctrinal y PLOTINO (205-270 d. e), originador
de credo o al sacerdote y al ritual. de la filosofía conocida modernamente
Para Henry More, que sentía más como NEOPLATONISMO. Él mismo y
simpatías por e! misticismo, el cami- sus sucesores se consideraban simple-
no de! conocimiento de Dios no era mente platónicos, y creían que su fi-
principalmente la vía de! aprendiza- losofía, en un cierto sentido profunda-
je sino la de la purificación final, vi- mente original, no era más que una ex-
sión ésta que tiene ecos de Plotino. posición del verdadero pensamiento de
Joseph GlanvilI, en su libro Tbe Va- PLATÓN. No sabemos nada de la ra-
nity 01 Dogmatizing presenta princi- za ni de la familia de Plotino, aun-
palmente un repudio de la pretensión que Eunapius, escritor muy poco fia-
y la arrogancia intelectuales, sea en- ble de! siglo IV, dice que procedía
tre los superrreverenciados Antiguos, de! Alto Egipto. Su educación y su
en la escolástica o en los modernos, base cultural fueron sin duda comple-
infectados todos de! mismo vicio. Pa- tamente griegas. La primera fecha
ra Glanvill el entendimiento real co- exacta que tenemos de su vida es el
mienza solamente a partir de un es- 232, cuando llegó a Alejandría a es-
cepticismo sano. Sin embargo, los pla- tudiar filosofía. No encontró a ningún
tónicos tenían una humilde confian- maestro que le dejase satisfecho has-
za en la razón. Whichcote recordaba ta ser presentado a Ammonius Saccas,
repetidamente a sus lectores que la con quien permaneció once años. Am-
razón es «la vela del Señor». El irra- monius era un filósofo autodidacta y
cionalismo fue parte de su objetivo que no escribía y no sabemos casi
como lo fue e! escolasticismo; y la nada de sus enseñanzas, aunque su
reconciliación de razón y revelación influencia sobre Plotino y sus otros
-que es algo distinto de sacrificar discípulos (entre ellos probablemente
a una de ellas en favor de la otra- e! cristiano Orígenes) sin duda fue
fue el propósito dominante de su obra. muy considerable. En el 243 Plotino
El tema de controversia al que se de- partió hacia el Este con la expedición
dicaron de manera más unánime fue del Emperador Gordiano, con la es-
indudablemente la refutación de la peranza de aprender algo sobre la fi-
filosofía de HOBBES. En contra de losofía persa e india. Pero nunca es-
la afirmación de éste de que materia tableció contacto alguno con los sa-
y movimiento eran conceptos adecua- bios orientales que pudieran vivir
PLOTINO 312
allí, pues Gordiano fue asesinado y todas las cosas proceden, lo Uno
en Mesopotamia en el 244 y Plotino o el Bien, que al darles el ser les
escapó con cierta dificultad a Antío- daba también el impulso para volver.
quía, y de allí fue a Roma. No existe La consecución de esto requería una
ninguna evidencia de que adquiriera pureza moral perfecta y el mayor es-
conocimiento del pensamiento indio fuerzo intelectual. La unión mística,
en éste o en cualquier otro período para Plotino, requería una base ética
de su vida. Su base filosófica es com- muy sólida y un ejercicio prolongado
pletamente griega. de la inteligencia antes de que pudiera
Plotino pasó el resto de SU vida ser lograda, aunque en su consecución
en Roma enseñando filosofía, y des- el hombre sabio y bueno, el único
pues de haber vivido allí diez años, para quien es esto posible, trasciende
comenzó a escribir los tratados que incluso la suprema actividad intelec-
fueron recogidos por su discípulo y tual. A quienes crean que el misticis-
editor Porfirio en la edición que co- mo no tiene nada que ver con la vir-
nocemos como las Enéadas (compues- tud o con la inteligencia no se les
tas por seis conjuntos de nueve tra- recomienda leer las Enéadas.
tados cada uno). Porfirio también es- Después, y con el propósito de mos-
cribió la vida de su maestro (que va trar a los hombres el camino de vuel-
impresa en todas las ediciones de ta a su fin último, el Bien, expone Plo-
las Enéadas), la cual constituye nues- tino su opinión de la naturaleza y de
tra principal fuente de información la estructura de la realidad, que es
sobre Plotino. Da una imagen vívida a grandes rasgos como sigue. Lo Uno
y detallada del hombre y de su mé- o el Bien mismo (aunque los términos
todo de trabajo en Roma. Parece que Uno y Bien en griego son neutros Plo-
fue una persona de gran encanto, no- tino siempre tiende a pasarse al pro-
bleza y carácter, y con una gentileza nombre masculino cuando habla de su
práctica efusiva y mundana de un tipo Primer Principio), la fuente o primer
que quizá no es muy común entre principio del ser, está más allá de
los filósofos. Su método de enseñan- toda determinación o limitación y,
za era informal y se basaba en la por tanto, más allá de toda descrip-
lectura de Platón y de ARISTÓTELES ción o definición. El lenguaje sólo
y de sus comentadores, e incluía muy puede señalar el camino hacia él sin
abundante discusión libre y apasiona- alcanzarlo. Incluso los nombres de Uno
da sobre las dificultades suscitadas por o Bien no son descripciones adecua-
los miembros de su auditorio. En los das suyas. Pero aunque está más
tratados publicados se pueden encon- allá del alcance del lenguaje, no
trar rastros de estas discusiones. es de ningún modo para Plotino una
Plotino murió a los sesenta y seis mera negación o abstracción. Porque
años después de una enfermedad lar- es más, y no menos, que cualquier
ga y dolorosa (probablemente una for- concepción que podamos formar de
ma de lepra), que sobrellevó con co- él: tal es la razón de que esté más allá
raje y dignidad. del pensamiento y del lenguaje. Ni
Aunque la filosofía de Plotino ha- tampoco es verdaderamente remoto.
ce profesión de ser una exposición Está presente ante todo hombre según
del pensamiento verdadero de Platón su capacidad para recibirlo, aunque en
y debe mucho no sólo a la lectura opinión de Plotino pocos son capaces
de los Diálogos de Platón, sino al de la tremenda disciplina intelectual
estudio crítico y detallado de Aris- y moral necesaria para esa recepción
tóteles y de los escritores filosóficos, adecuada.
platónicos, pitagóricos y aristotélicos, A partir de lo Uno y del Bien
del siglo anterior a su época, es en la realidad procede en una serie de
muchos sentidos completamente ori- estadios de paulatinamente creciente
ginal. La intención primaria de su multiplicidad, limitación y separación.
enseñanza era llevar a los hombres (a Su generación a partir de lo Uno es
los pocos que fueran capaces de ello) a la vez libre, en el sentido de ser
otra vez a la consciencia y a la unión perfectamente espontánea y no cons-
eventual con la fuente de la que ellos treñida, y necesaria en el sentido de
313 PLOTINO

que no es concebible que no ocurra. tas en la capacidad productiva. Ploti-


El Bien no puede ser más que autodi- no, en aquellos escritos en que consi-
fusor o autocomunicativo. Ésta es la dera la cuestión con más cuidado,
significación de la metáfora de la introduce una importante separación
emanación o radiación (como la de de Platón al admitir Formas indivi-
la luz del sol) que Plotino utiliza con duales, al igual que universales, una
frecuencia, con la plena conciencia de Forma de Sócrates, así como una For-
que es una metáfora. Todo el proceso ma de Hombre, suposición que él re-
de producción o generación es atem- concilia con la doctrina tradicional de
poral, y todos los estadios de la rea- que las Formas son de número finito
lidad son eternos. Incluso el último y al adoptar la idea rsrórcx de perío-
más bajo, el universo físico, es eterno dos del mundo cíclicos, que se re-
como totalidad, aunque en el mundo piten sin fin con todo detalle.
sublunar sus partes individuales estén Del Intelecto procede el Alma, el
pereciendo continuamente y siendo principio activo que forma y ordena
reemplazadas por otras. Pero en el el universo visible. Su actividad inte-
proceso atemporal de la generación, lectual característica es el pensamien-
en cada estadio, se pueden distinguir to discursivo, que no posee simple-
con el pensamiento dos elementos, uno mente su contenido en sí mismo, si-
en el que el producto procede del no que necesita razonar para ello. El
productor como una potencialidad no tiempo es la vida del alma en esta mo-
formada, el otro en el que vuelve a ción discursiva. Pero el Alma tiene
su fuente en la contemplación, y, por un rango muy amplio en Plotino. En
tanto, es formado y actualizado por el grado superior está completamente
ella, ganando a su vez (a excepción del iluminada y formada por el Intelecto
último y más bajo estadio) el poder y es ascendida a su nivel; y en su
de producir. Este ritmo doble de ida fase inferior (que Plotino suele lla-
y vuelta recorre todo el universo de mar Naturaleza) es el principio de
Plotino. animación inmanente del universo ma-
Lo Uno no es el ser, sino que está terial y de todos los animales y plan-
más allá de éste y es la fuente del tas que en él viven (y también de la
ser. En el lenguaje platónico de Plo- vida que Plotino reconoce en las co-
tino el «ser» no puede ser usado por sas que nosotros consideraríamos in-
sí mismo, excepto para denotar la orgánicas). De la naturaleza proceden
suma o totalidad de los seres, y no las formas de los cuerpos, la más débil
existe una cosa tal como el ser inde- y baja de las realidades, tan débil que
terminado o ilimitado. El ser verda- no tienen capacidad de producción ul-
dero para Plotino es el primer nivel terior. Todos los niveles del alma del
de la realidad que procede de 10 Uno, más bajo al más alto están presentes
el Intelecto Divino que también es permanentemente en nosotros, y tene-
la totalidad de las Formas o Ideas mos que elegir en qué nivel viviremos,
platónicas. En este Intelecto Divino tanto si nos quedamos en el nivel del
el pensamiento y su contenido son alma inferior inmersa en las preocu-
uno, y las ideas son inteligencias vi- paciones del cuerpo, como si desper-
vas, de tal modo que puede ser con- tamos a la consciencia de las realida-
siderado como una unidad en la di- des más elevadas presentes en nos-
versidad de las Formas o una unidad otros y bajo el impulso e iluminación
en la diversidad de las mentes, cada del Bien y del Intelecto nos purifica-
una de las cuales piensa y así es el mos moral e intelectualmente y vivi-
todo. En términos de nuestra cons- mos, por tanto, al nivel del Intelecto
ciencia el Intelecto es el nivel de pen- y logramos al fin la unión con el
samiento intuitivo que es idéntico a Bien que sólo es posible allí.
su objeto y que no lo considera ex- El universo material para Plotino
terno a éste en ningún sentido. Las es un todo orgánico y viviente, liga-
Formas del Intelecto son, como en do por esa simpatía universal en la
Platón, los arquetipos de las cuasi- que creían sus contemporáneos, igual
realidades del mundo de los sentidos. los filósofos que los magos. El mismo
Son finitas en número, aunque infini- Plotino creía en la realidad de 10 má-
POPPER 314

gico, aunque, al no poder afectar a la ciencia. Aunque nunca se adhirió a


vida superior del alma, ello carecía de las primeras tendencias fenomenalis-
importancia para él. La materia misma, tas del CÍRCULO DE VIENA, ni a la
aunque procede como casi todas las interpretación instrumentalista de la
otras cosas del Bien, es el principio teoría científica profesada por algunos
del mal porque es el límite absoluto, adherentes del empirismo lógico, la
la negación y la deficiencia totales orientación general de su pensamien-
del ser que marca el fin del descen- to es similar a la que va asociada a
so desde el Bien a través de los nive- este movimiento filosófico.
les sucesivos de realidad. Pero el uni- En su primer libro (Die Logik der
verso material, para Plotino, aunque Forschung, 1934, traducido al inglés en
está afectado (al menos en las regio- 1959 como The Logie 01 Discouery),
nes que hay debajo de la luna; pues Popper definía a los enunciados cien-
para Plotino la materia celeste no es tíficos como aquellos que niegan
mala) por el mal de su materialidad, es que algo que es lógicamente concebi-
bueno y bello en manto que estruc- ble se realiza efectivamente. De
tura viva de las formas y es la mejor acuerdo con esto, para que un enun-
obra posible del alma, y la actitud ciado sea considerado científico no
de Plotino hacia éste de ningún modo basta con que pueda haber evidencia
es meramente negativa o pesimista, observacional confirmatoria de él; es
como 10 era la de los gnósticos, a esencial que tal enunciado sea capaz
quienes detestó y atacó vigorosamente. de ser refutado por algún evento es-
La influencia directa de los pensa- pacio-temporalmente localizado conce-
mientos de Plotino sobre los teólogos bible que, si ocurriera, ejemplificaría
cristianos del siglo IV y siguientes fue una posibilidad que el enunciado ex-
considerable, como 10 fue su influen- cluye. Es este rasgo de los enuncia-
cia posterior en la filosofía del Islam. dos lo que Popper cree que demarca
La influencia indirecta en el pensa- la ciencia de la metafísica. Propone,
miento cristiano continuó a 10 largo por tanto, una versión enmendada de
de la Edad Media en Occidente; y la la noción de PROBABILIDAD de frecuen-
publicación de la traducción latina por cia relativa, con el fin de hacer refu-
Ficino de las Enéadas en 1492, y de tables tales enunciados de probabili-
la edición príncipe del texto griego dad y, con ello, hacerlos científicos;
en 1580 propiciaron una importante pero también esboza una concepción
influencia del neoplatonismo sobre el de probabilidad lógica que, a diferen-
pensamiento del Renacimiento. Los cia de la noción de frecuencia, cree
cambios filosóficos del siglo XVII lle- que es relevante para la tarea de va-
varon a un descenso de la influencia lorar la evidencia de una hipótesis
de Plotino; el último grupo de filó- (véase CARNAP). Además, el libro con-
sofos ingleses que estuvieron profun- tiene una crítica vigorosa de la visión
damente influidos por su pensa- baconiana del procedimiento científi-
miento fueron los PLATÓNICOS DE co (que él llama «induccionismo»), y
CAMBRIDGE; desde entonces la in- argumenta que es el uso del método
fluencia filosófica de Plotino se ha hipotético-deductivo lo que es distin-
confinado a los relativamente po- tivo de la ciencia moderna.
cos individuos que han realizado el Popper es quizás mejor conocido
esfuerzo considerable requerido para como autor de La sociedad abierta y
estudiarle seriamente. sus enemigos (1944, 2.a ed. 1950).
(A. H. A.) Aunque contiene muchas reflexiones
sobre la lógica de la ciencia, el libro
POPPER, Sir Karl R. (1902- ), na- es principalmente una crítica cabal de
cido y educado en Viena, profesor las filosofías sociales (en particular
de filosofía en la Universidad de las de PLATÓN, HEGEL y MARX) que
Nueva Zelanda desde 1937 a 1945, y minimizan la eficacia del esfuerzo hu-
posteriormente catedrático de Lógica mano individual y se adhieren a una
y Método científico en la London creencia en las leyes del desarrollo
School of Economics. Su mayor con- histórico inevitable. En oposición a
tribución ha sido a la lógica de la tales filosofías, Popper defiende la in-
315 POSITIVISMO
geniería social por parcelas como el cuentra, y no se la debe juzgar con
enfoque científico básico de los pro- ninguna concepción previa». Es inade-
blemas sociales. cuado, dice, «exigir o imaginar una
(E. N.) causa cuando llegamos a la fuerza úl-
tima y a la ley positiva de la natura-
POSITIVISMO es el nombre dado: leza... Pues nada ha corrompido tan-
(a) a la doctrina y movimiento funda- to la filosofía como esta búsqueda de
dos en el siglo XIX por el filósofo fran- los padres de Cupido; esto es, que
cés Auguste COMTE (1798-1857), y los filósofos no han tomado los prin-
(b) a la visión filosófica general de la cipio, de las cosas tal como se en-
que el positivismo de Comte es sólo cuentran en la naturaleza, aceptándo-
una instancia. El positivismo en el sen- los como una doctrina positiva que
tido más amplio (al que en adelante descansa en la fe en las experiencias;
nos referiremos en este artículo escri- sino que más bien las han deducido
biéndolo con p minúscula) es la con- de las leyes de la disputa, de las con-
cepción de que como todo conocimien- clusiones insignificantes de la lógica
to genuino se basa en la experiencia y de la matemática, de las nociones
sensible y sólo puede progresar me- comunes, y otros extravíos de la
diante la observación y el experimento, mente más allá de los límites de la
los intentos metafísicos o especulativos naturaleza».
de obtener conocimiento por la razón Bacon da expresión aquí a una se-
no comprobada por la experiencia de- rie de aspectos importantes de la doc-
ben ser abandonados en favor de los trina positivista, rechaza la idea de
métodos de las ciencias especiales. To- «deducir» los hechos últimos de la na-
dos los positivistas mantienen que la turaleza. Cree que los filósofos no de-
tarea de la filosofía es entender los ben intentar extraviarse más allá de
métodos que garantizan el avance de «los límites de la naturaleza». Cree
las ciencias, pero no buscar ningún co- que hay hechos últimos que deben ser
nocimiento independiente del mundo. abordados sin ninguna «concepción
Suelen argumentar que en cuanto se previa». Previene en contra de una
han encontrado los medios para avan- búsqueda demasiado entusiasta de cau-
zar en el conocimiento de una mate- sas. Dice que hay hechos últimos que
ria, ésta deja de pertenecer a la filoso- deben ser aceptados «por la fe en la
fía y se convierte en una ciencia se- experiencia». Cuando aplica el adje-
parada o en parte de una. tivo «positivo» a estos hechos «inex-
Francis BACON, que se consideraba plicables» y a las doctrinas basadas en
el «heraldo» de las nuevas cien- ellos, no está utilizando la palabra en
cias que se estaban desligando de la el sentido en que es opuesta a «nega-
filosofía ~!l los siglos XVI y XVII, pue- tivo», sino en el sentido en el que la
de ser considerado como la fuente religión positiva (que consiste en las
tanto del positivismo como del nom- doctrinas reveladas, aceptadas por la
bre que se dio a éste en el siglo XIX. fe y no probables por la razón) se
En su obra Sobre los principios y los opone a la religión natural (cuyas doc-
orígenes (1623-24) hace referencia a trinas son establecidas por pruebas
una antigua leyenda según la cual Cu- racionales), o en el que la ley positi-
pido fue el más viejo de los dioses y va (establecida por autoridades especí-
en el principio de las cosas sólo exis- ficas para poblaciones particulares) se
tían él y Caos. Según este mito opone a la ley natural (de la que se
Cupido no tuvo padres, y Caos no sostiene que es aprehendida racional-
tuvo principio. Bacon interpreta que mente y que es independiente de la vo-
la ausencia de padres significa la au- luntad del legislador). Probablemen-
sencia de cualquier causa, y suponía te como resultado de este uso de Ba-
que por «Caos» se significaba la ma- con -Bacon fue muy admirado por
teria última de la que están formadas los filósofos empiristas del siglo XVIII
todas las cosas materiales. Esta ma- tanto de Inglaterra como de Francia-
teria última, escribe él, «es una cosa el adjetivo «positivo» vino a ser apli-
positiva e inexplicable y deber ser to- cado a los métodos de las ciencias
mada absolutamente tal como se la en- naturales porque dependían de la ob-
POSITIVISMO 316

servación y el uso del experimento. bIes de los fenómenos. Comte opina-


Saint-Simon, a quien Comte serviría ba que todas las ciencias pasan por
más tarde como secretario, en su Ensa- estos estadios, como, por ejemplo, la
yo sobre las ciencias del hombre (1813) astronomía en su desarrollo desde la
aplica la palabra «positivo» a las cien- adoración del sol y la astrología,
cias que se basan en «los hechos que y la química en su desarrollo desde
han sido observados y analizados». la alquimia. Como Bacon, Comte en-
A las ciencias que no están basadas de fatizaba el aumento de poder sobre
este modo las llama Saint-Simon «con- la naturaleza que trae consigo el avan-
jeturales». El mismo Comte usa la pa- ce de la ciencia.
labra en este sentido en un artículo ti- Sin embargo, el Positivismo de
tulado «Plan de las obras científicas Comte fue mucho más que una filo-
necesario para la reorganización de sofía de la ciencia y una teoría del
la sociedad», que fue publicado bajo desarrollo intelectual. Comte man-
los auspicios de Saint-Simon en 1822. tenía que llegaría un momento en que
Posteriormente le dio un papel prota- la sociedad humana misma sería es-
gonista en el título de su obra princi- tudiada por los métodos positivos.
pal, Curso de filosofía positiva (1830- Llamó «sociología» a esta ciencia po-
42). Comte explica aquí que utilizó la sitiva e intentó sentar sus fundamen-
palabra «positivo» para enfatizar su vi- tos en el Curso de filosofía positioa
sión de que la función de las teorías y en escritos posteriores. Opinaba
es coordinar los hechos observados que a cada uno de los tres estadio>
más que explicar en términos de cau- de desarrollo intelectual, el teológico,
sas. Es la «filosofía positiva» de el metafísico y el positivo, correspon-
Comte lo que posteriormente vendría dían sendas formas de sociedad y pers-
a ser llamado «Positivismo», un nom- pectiva social. Hay una perspectiva so-
bre al que Comte dio la bienvenida, cial teológica en la que se respeta la
pero que él no había inventado. tradición y la autoridad defendidas
Como mejor puede entenderse el por la enseñanza sacerdotal. La crítica
Positivismo de Comte, es en términos metafísica de las doctrinas tradicio-
de su famosa Ley de los Tres Estadios, nales trae consigo una era de crítica
según la cual la mente humana avanza social en la que prevalecen doctrinas
desde un estadio teológico, pasando inverificables tales como la creencia en
por un estadio metafísico, hasta el es- los derechos naturales y en la sobe-
tadio positivo final. En el estadio teo- ranía del pueblo. En Europa ésta fue
lógico se hace un intento de penetrar la época de la Reforma y de la Re-
en la naturaleza interna de las cosas y volución francesa. Con el avance de
de explicar su comportamiento en tér- la ciencia social positiva la disputa
minos de seres sobrenaturales. En el negativa y estéril de la época revo-
estadio metafísico, que en realidad só- lucionaria sería reemplazada por una
lo es una modificación sofisticada del sociedad estable en la que se estable-
anterior, las explicaciones son dadas ciera el acuerdo sobre la base del
en términos de abstracciones, esencias conocimiento social incontrovertible.
o fuerzas, que, en opinión de Comte Una nueva forma de autoridad residi-
no son nada más que deidades des- ría entonces en un nuevo poder es-
personalizadas. Como ejemplos de es- piritual, consistente en hombres de
te modo de pensamiento Cornte cita ciencia cuyo conocimiento permitiría
la doctrina física del éter, la doctrina que la humanidad alcanzara una uni-
química de las afinidades y la doctrina dad pacífica de pensamiento y de ac-
biológica de los espíritus vitales. En ción. En sus últimos años Comte ela-
el último estadio, el positivo, el in- boró esta parte de su doctrina en una
tento de penetrar en la naturaleza in- Religión de la Humanidad, de la que
terna de las cosas y descubrir el ori- se da más información en el artículo
gen y destino del universo es abando- sobre Comte. Algunos de los más emi-
nado. En su lugar, el pensador positi- nentes de sus primeros defensores,
vo intenta establecer mediante razo- tales como Littré en Francia y Geor-
namientos basados en observaciones, ge Eliot y J. S. MILL en Inglaterra
las coexistencias y secuencias invaria- se negaron a seguirle en este aspecto.
317 POSITIVISMO
No obstante en diversas partes del miento es cierto. Tiene el carácter de
mundo se establecieron sociedades po- no poder ser pensado de otro modo,
sitivistas sobre el modelo que el mis- rasgo al que los filósofos llaman «nece-
mo Comte había fundado en 1848. sidad». Pero ninguna cantidad de razo-
En éstas la Humanidad era objeto de namiento lógico o matemático puede,
adoración ceremonial, y la sociología por sí misma, decirnos nada acerca
venía a constituir la garantía de la de la naturaleza del mundo. En ese
sociolatría. El movimiento fue parti- sentido sus conclusiones son, como
cularmente intenso en Latino América, Bacon dijera, «nimias». Por otro la-
pero floreció durante muchos años en do, el conocimiento de las cuestio-
Inglaterra, principalmente en Londres nes de hecho es conocimiento acerca
y en Liverpool. Aquí los líderes del de lo que hay en el mundo. En esa
movimiento fueron Richard Contrave, medida no es «nimio». Pero tal co-
que renunció a su beca en el Colegio nocimiento nunca puede tener la cer-
Wadham de Oxford en 1855 para de- teza y necesidad de la lógica y la
dicarse a las tareas de promoción, y matemática. Siempre podemos conce-
Frederick Harrison, otro becario de ese bir que los hechos del mundo son
colegio. The Positivist Review, que distintos de lo que realmente son, y
posteriormente recibiría el nombre de no hay ningún medio de probar que
Humanity, fue publicada de 1893 has- el mundo tiene que haber sido como
ta 1925. Hubo un intento de resucitar es. Pero esto es exactamente lo que
el Positivismo en Inglaterra después han intentado probar los filósofos me-
de la segunda guerra mundial. Los al- tafísicos. Han afirmado suministrar
tares todavía están expuestos, aunque conocimientos del mundo que poseen
no son muy frecuentados en París y toda la necesidad de la matemática.
en Río. Pero es aquí donde existe confusión.
Tanto el aspecto teórico del Positi- Por un lado está el conocimiento de
vismo de Comte como el positivismo las cuestiones de hecho -de cómo
en el sentido más general son pro- son las cosas y de qué cosas acompa-
ductos naturales de la época de ñan a otras. Y por el otro lado están
avance científico. Ya hemos sugerido la lógica y la matemática que no
que Bacon puede ser considerado co- tratan del mundo en absoluto. Todo
mo el primer positivista. Y puede ser libro que no caiga en ninguna de
incluso considerado predecesor del po- estas categorías no puede contener
sitivismo ceremonial de Comte, pues- nada más que «sofismas e ilusión»,
to que en La Nueva Atlántida escri- Este punto de vista fue comúnmente
be con cierto detalle acerca del culto adoptado en el siglo XIX, en especial
a los grandes hombres. El positivis- por parte de los hombres de cien-
mo ha formado parte de la tradición cia. Sin embargo, no estuvo fuerte-
empirista de la filosofía. Hay huellas mente representada en las universida-
de él en LOCKE, que mantuvo que la des, donde prevalecían diversas for-
«verdadera esencia» o la «constitu- mas de la metafísica idealista. Pero
ción interna» de las cosas (lo que en los años 20 de nuestro siglo los
Comte llamaba la «naturaleza ínter- argumentos positivistas de Hume fue-
na») era incognoscible. Cuando Locke ron revividos y fortalecidos. Ahora se
dijo que no era posible ninguna argüía que una forma de palabras
«Ciencia» de la naturaleza, estaba que no expresara ni una cuestión de
marcándole un límite a la esfera de hecho verificable ni una verdad de la
la explicación racional a la manera lógica o de la matemática era un
como lo hicieran Bacon antes que él y sinsentido. El campo de lo que tiene
Comte después. Sin embargo, fue sentido contiene solamente lo que es
HUME quien dio a esta concepción su verificable en principio o lo que es
expresión más convincente. Argüía que una mera cuestión de lógica. Este cri-
todo conocimiento humano genuino se terio excluye la mayoría de cuanto se
refiere o bien a cuestiones de hecho dice en los libros de metafísica, que
o bien a la lógica y la matemática no es por esto algo falso, sino sin sen-
-lo que Hume llamaba «relaciones de tido. Esta concepción es conocida como
ideas». Este último tipo de conoci- POSITIVISMO LÓGICO.
POSITIVISMO 318

El positivismo obtiene gran parte CARNAP, Otto Neurath, Friedrich


de su fuerza del contraste entre el \Y!AISMANN, Philipp Frank, Hans
progreso continuo y concorde que Hahn, Herbert Feigl, Victor Kraft,
se ha logrado en las ciencias natura- Felix Kaufmann y Kurt Godel. Otros
les desde los tiempos de Galileo, asociados, más o menos remotos en
y la situación de parálisis y desacuer- la distancia, en el tiempo o en la opi-
do que en todo tiempo se ha obteni- nión, fueron Hans Reichenbach, Carl
do en la filosofía metafísica. Esto Hempel, Karl Menger, Richard von
parece sugerir que se ha empleado un MISES, Karl POPPER, ]oergen joer-
método fructífero en las ciencias es- gensen, Charles \Y!. MORRIS y A. J.
peciales, mientras que los filósofos AYER. Muchos componentes del círcu-
metafísicos se han perdido en un im- lo original no eran filósofos, sino
passe intelectual. Comte y los prime- matemáticos, físicos y científicos so-
ros positivistas argumentaban que la ciales, que compartían un interés co-
resolución de los problemas metafísi- mún por la filosofía de ls, ciencia y
cos quedaba más allá de la capacidad un disgusto común por la metafísica
del hombre. Los positivistas lógicos académica que entonces prevalecía en
de nuestros días han argumentado Alemania y en Europa Central. Histó-
que cuando se adopta la verificabili- ricamente, su lógica fue la lógica de
dad como un criterio de significado, FREGE y de RUSSELL, mientras que
se ve que los problemas de la meta- su «positivismo» debía menos a
física son meros pseudoproblemas que COMTE que al «neopositivismo» de
se quedan sin resolver porque no tie- MAC H y de Poincaré, a la relatividad
nen sentido y no porque sean difíci- general de Einstein, y a través de és-
les. La debilidad de todos los tipos tos a Karl Pearson, john Stuart MILL,
de positivismo es el supuesto de que los escritores de la Ilustración y los
hay hechos, cada uno distinto de to- primeros empiristas ingleses (más par-
dos los demás, que la observación y ticularmente a HUME). Sin embargo,
el experimento pueden revelar y co- la influencia inmediata más fuerte fue
rrelacionar. Cuando intentan explicar la de \Y!ITTGENSTEIN, quien no era
qué son esos hechos, los positivistas miembro del círculo, pero mantenía re-
dan respuestas tan ampliamente dis- laciones con alguno de sus miembros.
tintas como los metafísicos. Las «na- Su Tractatus Logico-Philosophicus
turalezas simples» de Bacon, las «im- (1921) suministró la base para mu-
presiones» de Hume y los «hechos chas de las discusiones del círculo,
atómicos» de los positivistas del si- como también ocurrió con Allgemeine
glo xx suscitan problemas teóricos Erkenntnislehre (1918-1925) de Sch1ick
que son tan elusivos como los de y Logische Aufbau der Welt (1928)
aquellos que se confiesan metafísicos. de Carnap.
(H. B. A.) Después de algunos años de exis-
tencia relativamente privada y no
POSITIVISMO L6GICO es el nombre consciente de sí, el grupo se constitu-
dado (por Blumberg y Feigl en 1931) yó formalmente en 1929 como el
al movimiento filosófico que emanó CÍRCULO DE VIENA, siendo elegido es-
del CÍRCULO DE VIENA. Aunque es te nombre -debido a Neurath- por
aplicado frecuentemente con un vago sus agradables asociaciones con bos-
tono de oprobio a la filosofía analí- ques, valses y otras amenidades loca-
tica en general, es mejor confinarlo les. Se editó un manifiesto con biblio-
a su propósito original, uso en el grafía (Wissenschaftliche Weltauffas-
cual es en gran parte sinónimo del sung: Der Wiener Kreis) bajo los
empirismo llamado «lógico», «cientí- auspicios de una sociedad afín, la
fico» o «consistente». «Verein Ernst Mach»; se celebró un
El CÍRCULO DE VIENA se originó a congreso en Praga; y la revista An-
comienzos de los años veinte como un nalen der Pbilosopbie, aparecida en
grupo de discusión informal en la Uni- 1930, vuelta a bautizar con el nom-
versidad de Viena, presidido por Mo- bre de Erkenntnis, y dirigida por Car-
ritz Sc H LICK. Entre los miembros nap y Reichenbach, permitió que el
más prominentes se contaban Rudolf círculo estableciera y mantuviera con-
319 POSITIVISMO
tacto con un cuerpo de simpatizantes peto posiblemente exagerado hacia los
que iba en aumento en Inglaterra, logros y capacidades de la ciencia
los Estados Unidos y el norte de Eu- moderna; un rechazo igualmente total
ropa. Se celebraron más congresos, en de la metafísica, sobre bases lógicas,
el nombre de la «unidad de la cien- como algo no meramente falso o futil,
cia», en Kónigsberg (1930), Praga sino sin sentido; en definitiva una
(1934), París (1935 y 1957), Copen- restricción de la filosofía a la tarea
hage (1936), Cambridge, Inglaterra de eliminar sus propios problemas,
(1938) y Cambridge, Mass. (1939). clarificando el lenguaje que se emplea
Otras empresas incluían la publica- en la estructuración de ésos; y el pro-
ción de diversas series de libros y pósito más constructivo de analizar y
monografías, siendo la más ambiciosa unificar la terminología de las cien-
de éstas el proyecto de Neurath toda- cias, mediante la reducción a un de-
vía incompleto de una «Enciclopedia nominador común en el lenguaje de
Internacional de la Ciencia Unificada». la física.
Este ensanchamiento de las activi- El EMPIRISMO es la doctrina de
dades se vio acompañado por cierta que todo el conocimiento se deriva
pérdida de identidad, y hacia la mi- en última instancia de la experiencia.
tad de los años 30 el positivismo ló- Tal como fue establecido por Hume,
gico era ya algo difuso dentro del implica la tesis psicológica de que
más amplio y más vago movimiento todas las ideas son copias directas o
del empirismo lógico. Las reuniones indirectas de las impresiones sensibles,
del CÍRCULO DE VIENA propiamente de donde se saca la conclusión de que
dicho terminan abruptamente en 1936, el conocimiento lo es o bien acerca de
con el asesinato de Schlick; y su di- las relaciones internas entre ideas
solución se completó pronto por la (como en matemática), o bien ha-
presión de los acontecimientos en Eu- ce referencia, en última instancia, al
ropa, viéndose la mayoría de sus contenido de las impresiones sensi-
miembros llevados al exilio a Inglate- bles (<<cuestiones de hecho y existen-
rra o a los Estados Unidos. Muchos cia»): siendo todo lo demás condena-
se han quedado allí, mientras otros do a las llamas como «sofismas e
han muerto; entre los sobrevivientes ilusión». Siguiendo a \1Q'ittgenstein, el
se cuentan figuras activas y distin- positivismo lógico comenzó a adoptar
guidas tales como Carnap y Feigl, pe- una versión del mismo puno de vista
ro ya no forman un grupo definido. orientada más lógicamente. La expe-
La influencia residual del movimiento riencia (se mantenía) puede ser resuel-
probablemente sea más fuerte en los ta en sus constituyentes últimos, a sa-
Estados Unidos, donde continua ha- ber las observaciones sensibles inme-
biendo un Instituto para la Unidad diatas e incorregibles en las que consis-
de la Ciencia. En otros lugares las te el mundo del observador. La estruc-
tesis explícitas del movimiento han tura presentada de este modo es refle-
dejado de excitar gran controversia jada en el lenguaje; más precisamente,
aunque muchos de sus ideales siguen se puede mostrar por análisis lógico
siendo operativos en la filosofía ana- que las proposiciones en las que se
lítica del momento presente. expresa el conocimiento son reduci-
Los positivistas lógicos predicaban bles de un modo similar a proposi-
un acuerdo cuasicientífico entre los ciones elementales que se correspon-
filósofos, y en principio estuvieron den uno-a-uno con los items reales
sorprendentemente cerca de pracricar- o posibles de la experiencia sensible.
10 al menos entre ellos mismos. Apar- La relación entre proposiciones com-
te de ciertas diferencias técnicas, es plejas y elementales es una «fun
posible, por tanto, aunque azaroso, ción de verdad», en la medida en que
concederles el crédito de un punto de la verdad de una proposición comple-
vista colectivo. Los principales rasgos ja depende únicamente de la verdad
de éste ya han sido indicados breve- o falsedad de sus componentes sim-
mente: un empirismo total, apoyado ples. No es cuestión de añadir nada
en los recursos de la lógica moderna más, sino solamente de un grado
y templado únicamente por un res- mayor de complejidad lógica. No se
POSITIVISMO 320
añade nada, porque las proposrciones que la evidencia emprrrca no podría
de la lógica y de la matemática sólo servir para confirmar o desacreditar
se interesan por regular las relaciones sus conclusiones. Como sus enuncia-
formales entre símbolos. En sí mismas dos no pueden ser probados por la
no dicen nada sobre el mundo, y no experiencia, no son más fácticos que
tienen contenido; su función es esta- formales, y, por tanto, deben ser cla-
blecer equivalencias y relaciones de sificados (técnicamente hablando) co-
derivación entre otras proposiciones, mo «sin sentido» o «sin significado».
y aunque sean necesariamente verda- En un sentido estricto, no son pro-
deras, si es que lo son, esto es por- posiciones en absoluto. Lo mismo
que son «tautológicas», verdaderas por se aplica a las «pseudoproposiciones»
definición o, utilizando una termino- de la EPISTEMOLOGÍA y de la ÉTICA,
logía más antigua, «analíticas». De esto en la medida en que se refieren a las
se sigue directamente, como Hume «cosas-en-sí» o «valores «subsistentes»,
vio, que no puede haber ninguna es- y no son reducibles, por un lado, a
peranza de una metafísica deductiva; enunciados fácticos sobre la psicolo-
pues si la lógica es vacía, no se gía, etc., del juicio perceptivo o mo-
puede esperar que la manipulación de ral, ni, por otro, al análisis lógico
datos empíricos lleve más allá de la del lenguaje en el que son formu-
experiencia. Queda por mostrar que lados estos juicios. Un resultado de
las proposiciones de la metafísica li- tal análisis ha sido 1a afirmación
teralmente no tienen significado. de que los juicios éticos no establecen
Según el punto de vista arriba indi- hechos éticos, sino que expresan las
cado, la verdad es o formal o fáctica, y emociones del que habla, y quizás in-
consiste, en el último caso, bien sea en citan a otros a compartirlas. También
la correspondencia directa entre pro- se puede decir de los pronunciamien-
posición elemental y dato sensible, o tos metafísicos que hacen esto, y que,
también a un nivel más complejo, por tanto comportan emoción poética
en una correspondencia (implícita) de o una posible «actitud ante la vida».
estructura más la ocurrencia de expe- La objeción a ellos es que hacen tal
riencias sensibles apropiadas. Una pro- bajo la errónea apariencia de impartir
posición sólo tiene significado si, en información sobre hechos supras en-
principio, puede ser verdadera o falsa. sibles.
De ahí la clase de proposiciones sig- Si todas las proposiciones formales
nificativas: que es exhaustivamente di- pertenecen a la lógica, y todas las
visible en aquellas cuya verdad o false- proposiciones fácticas, en un sentido
dad puede ser establecida con arreglo amplio, a las ciencias empíricas, no
a bases formales (por ejemplo, la lógi- es fácil encon trar asilo para las pro-
ca y la matemática), y aquellas en la posiciones de la filosofía, incluido,
que es, o podría ser, confirmada fác- desde luego, el principio de verifica-
ticamente por verificación (o falsifi- ción mismo. Wittgenstein, al enfren-
cación) a través de la experiencia tarse con esta dificultad, estaba dis-
sensible. El principio que esto envuel- puesto a denunciar incluso que sus
ve es toscamente establecido en el es- propios argumentos para este fin ernn
logan de que «el significado de una «sin sentido», aunque tenían un ca-
proposición es el método de su verifi- rácter importante y aclaratorio. No
cación». Una formulación más juicio- queriendo aceptar tal paradoja, el posi-
sa, aunque menos incisiva, sería que tivismo lógico estaba dispuesto a garan-
una proposición tiene significado si la tizar la legitimidad del análisis, que
experiencia sensible basta para decidir se convierte así en el deber total de
su verdad. los filósofos. La filosofía no es una
Las «proposiciones» de la metafísi- teoría, sino una actividad -la clarifi-
ca y la teología, claramente, son no cación lógica de los conceptos, propo-
formales, puesto que pretenden infor- siciones y teorías propias de la cien-
mar sobre cuestiones que trascienden cia empírica. El principio de verifica-
la experiencia ordinaria. Con todo, los ción era interpretado de manera si-
metafísicos no discuten sobre he- milar como una definición, receta o
chos ordinarios, por lo que parece criterio del significado, y no como
321 POSITIVISMO
una afirmación que pudiera ser ver- ción de una afirmación particular, que
dadera o falsa. al menos un X es Y, exigiría una
La simple identificación del signi- enumeración exhaustiva como en el
ficado y e! método de verificación caso antes mencionado.)
tiene muchas consecuencias curiosas e Con e! fin de evitar estas compli-
improbables. La literatura del posi- caciones, algunos escritores (particu-
tivismo lógico se preocupa mucho por larmente Ayer) propusieron distin-
este problema, y los intentos de tra- guir formas «fuertes» y «débiles» de!
tarlo han sido responsables en gran principio de verificación. Según este
parte de divergencias posteriores den- último punto de vista, una proposición
tro de la escuela, Brevemente, las no tiene que ser verificable de manera
dificultades son que el principio pa- concluyente, siendo lo suficientemen-
rece deformar o negar e! significado te garantizada su significatividad si hay
de muchas proposiciones aceptables observaciones sensibles que sean «re-
para la ciencia y para la vida coti- levantes» para su verdad o falsedad.
diana; y que su concepción de! sig- La intención de esta fórmula era ne-
nificado en cualquier caso es priva- gar significado a las proposiciones
da, incomunicable y variable de un metafísicas, al mismo tiempo que se
observador a otro. lo concedía a los asertos empíri-
Las proposiciones históricas, por cos del tipo mencionado más arriba.
ejemplo, no son directamente verifi- Sin embargo, como se ha reconocido
cables en términos de eventos, y tie- desde entonces, es completamente in-
nen que ser interpretadas como pre- dulgente en este sentido, puesto que
dicciones acerca de qué se encontra- ningún metafísico siente escrúpulos
ría en una inspección futura de re- en declarar que las observaciones sen-
gistros, etc. El contenido de tales sibles son relevantes en cierto grado
proposiciones es identificado así con para sus especulaciones. Formulacio-
la evidencia indirecta de su verdad. nes posteriores del principio han in-
Ni tampoco hay ningún medio de dis- tentado remediar este defecto, sola-
tinguir un enunciado futuro por la mente para caer en otras dificul-
observación de uno presente, ya que tades más técnicas; con complejidad
su método de verificación es el mis- cada vez mayor ha adoptado cada vez
mo. Las proposiciones generales, ta- más la apariencia de un mecanismo
les como las leyes naturales, etc., son ad hoc para la exclusión de una clase
de nuevo inverificables en principio, de enunciados que estaba proscrita
ya que ninguna serie finita de obser- de antemano, más que ser en sí mis-
vaciones bas taría para garantizar su ma una razón para excluirla.
verdad. Dificultades similares perte- Del super-importante pape! concedi-
necen a los enunciados sobre los ob- do a la experiencia sensible en e! pro-
jetos materiales, cuya verificación en ceso de verificación surgen más proble-
términos de observaciones sensibles in- mas. Como tal experiencia es necesa-
mediatas exigiría igualmente una serie riamente privada para e! observador,
infini ta de tales experiencias que la podría parecer que las proposiciones
completaran. Antes de descartarlas co- sólo pueden tener significado para él
mo faltas de significado, se declaró que si pueden ser puestas en términos de
las proposiciones de este tipo realmen- 10 que en principio sería accesible a su
te no eran proposiciones en absoluto, experiencia inmediata. La Logísche
sino direcciones para hacer observacio- Auibau der Welt de Carnap es un
nes. Alternativamente, eran hipótesis, intento elaborado de realizar esta re-
capaces de ser confirmadas (o, como construcción de! discurso empírico y
algunos decían, falsadas) por la expe- científico dentro de los confines de
riencia, y en esa medida legítimas pa- una terminología «egocéntrica». El
ra los propósitos de la ciencia. (Las SOLIPSISMO implicado sólo es «meto-
generalizaciones pueden ser desde dológico», puesto que e! propósito es
luego [alsadas de manera concluyente efectuar una reducción teórica de los
mediante una sola observación, y por conceptos y las proposiciones sola-
virtud de esa prueba clasificarse como mente, y no de los hechos. Pero que-
proposiciones genuinas; pero la refuta- da la duda de cómo partiendo de es-
21
POSITIVISMO 322

tos supuestos es posible la comuni- expresados en el lenguaje de la física.


cación, o cómo son verificables irrter- Las ciencias particulares pueden tener
subjetivamente los datos de las cien- leyes propias -esto es una cuestión
cias. El positivismo lógico estuvo muy empírica; pero todos los conceptos
dividido en esta cuestión. La opinión empleados pueden ser definidos en
más ortodoxa, expuesta principalmen- términos físicos, que forman así una
te por Schlick, fue que la «estructu- lingua franca de la ciencia. Este fue
ra» de la experiencia individual podía el fundamento teórico de la enérgica
ser comunicada y comparada con la de campaña de Neurath en favor de la
los demás, aunque su «contenido» «unidad de la ciencia».
ha de permanecer inefable, incluso El apartamiento fisicalista del em-
para el mismo observador. La facción pirismo llegó a dar todavía un paso
más radical, encabezada por Neurath más, durante un tiempo, con Carnap
y Carnap, no tendría ninguno de es- y Neurath, al proponer que se pres-
tos lapsus «metafísicos», y prefería cindiese de la teoría de la VERDAD co-
asegurar la objetividad de la ciencia mo correspondencia. El paralelismo en-
aun a costa de abandonar su base su- tre lenguaje y hecho es un rasgo esen-
puestamente sensible. Las hipótesis cial, aunque sospechosamente metafísi-
científicas, argumentaban, son contras- co, de la teoría del significado de
tadas haciéndolas referirse a hechos pú- Wittgenstein, puesto que, según él mis-
blicamente observables y no a las sen- mo mostró, la relación extralingüís-
saciones privadas e inverificables del tica que envuelve es inexpresable den-
observador. La vida mental del ob- tro de los recursos del lenguaje. La
servador no tiene interés para la cien- prosecución por Schlick de los pro-
cia y las alusiones a ella son estric- tocolos «incorregibles» e inmediata-
tamente algo sin significado. Sus ac- mente verificables acaba igualmente
tos de reportaje, los estados corpo- en lo insostenible. Con todo, el pro-
rales y la conducta general corpórea, blema es fácil de resolver. Se in-
son otra cuestión, sin embargo, ya que sistía en que los enunciados sólo
pueden ser comprobados y registra- son comparables con otros enuncia-
dos públicamente; y son éstos, o más dos, y no con hechos externos; y
bien los registros de ellos lo que cons- de acuerdo con ello el conocimiento
tituye los «protocolos» o datos ele- debe ser representado como un sistema
mentales de la teoría científica. Esta de enunciados que se apoyan mutua-
tesis, del «fisicalismo», tiene un estre- mente, en el que los recién llegados
cho parecido con el conductismo, pero son admitidos como verdaderos si se
difiere en que no niega explícitamente encuentra que son consistentes con
los hechos de la vida mental ni los re- los gue ya han sido aceptados. La
duce a hechos de la conducta corpo- creencia en un conjunto de propo-
ral. Su afirmación es más bien que siciones «básicas» que subyacen al
los enunciados en el lenguaje de la conocimiento se vuelve, por tanto,
psicología introspectiva son formal- ociosa; los «protocolos» exigidos son
mente reemplazables por enunciados simplemente una selección relevante
en el lenguaje de la física; y que de proposiciones sacadas del sistema
sólo en este último formato tienen al- establecido; y la coherencia se convier-
guna utilidad para la ciencia. Como te en la prueba de verdad. La dificul-
tal, la tesis es sin duda alguna cuestio- tad consiste, por supuesto, en saber
nable, pero no es refutada por los ar- qué sistema es el correcto; pues son
gumentos tradicionales en favor del muchos los posibles y algunos al me-
dualismo. nos deben ser falsos ya que su consis-
Una postulación de este tipo q~e tencia interna no les impide ser con-
tiene mayor alcance, y que va aSOCIa- sistentes entre sí. La declaración de
da principalmente a Neurath, es la de confianza de Carnap en el sistema
que todas las ciencias dependen, en respaldado por los protocolos de los
última instancia, de protocolos expre- científicos acreditados fue, comprensi-
sados en términos de objetos y proce- blernente, considerada como un ami-
sos físicos, y que, por tanto, todos climax, si no una confesión de derrota
los enunciados empíricos pueden ser -impresión que pronto fue confir-
323 POSITIVISMO
mada por su abandono de esta teoría el IDEALISMO Y el MATERIALISMO, re-
y su retorno a la admisión de la tesis sultan ser cuando se las traduce al
de que las sentencias podían ser «con- modo formal, disputas en torno a
frontadas» con los hechos. una elección convencional entre «len-
Estos cambios de frente son menos guajes» alternativos, más que asuntos
radicales de lo que parecen, particu- de un carácter o importancia trascen-
larmente cuando se tienen en cuenta dental.
otras perspectivas de Carnap. Gran De ahí el fácil e incluso indife-
parte de su energía como lógico ha rente paso que da el positivismo ló-
estado dedicada a «formalizar» la gico de la fraseología de un sensa-
estructura interna (o «sintaxis») del cionalismo cuasi idealista a un física-
lenguaje, al igual que Hilbert y sus lismo cuasi materialista; siendo la de-
seguidores han formalizado la mate- cisión entre ambos una cuestión de
mática, tratando sus proposiciones conveniencia metodológica, no un cam-
como marcas en el papel sin signifi- bio sustancial de creencia. De ahí
cado y discutiendo las reglas de su también la exigencia de eliminar el ele-
combinación (en un «metalenguaje»). mento «semántico», que hace referen-
La «sintaxis lógica» de Carnap abarca cia a los hechos externos, de las no-
las reglas gramaticales o de formación ciones de verdad y significado, y po-
del lenguaje, que permiten formar sen- ner todo el ámbito del lenguaje bajo
tencias con el vocabulario de éste, y una bóveda sintáctica. El colapso de
las reglas lógicas o de transformación, esta posición ha llevado a Carnap a
que permiten derivar formalmente volver su atención hacia el campo
unas sentencias de otras. Se conce- semántico mismo, pero sus contribu-
de mucha importancia a una clasifi- ciones a tal tema difícilmente perte-
cación triple de estas sentencias: las necen a la literatura del positivismo
sentencias sintácticas, que hacen refe- lógico.
rencia a palabras o a otras sentencias, Si el positivismo lógico ha dejado
y que se dice que están en el «modo de figurar como una filosofía de
formal del habla»; las sentencias em- moda, la razón es en gran parte por-
píricas o sentencias-de-objeto que son que su enfoque del lenguaje parece
aquellas que tratan de cosas y esta- ahora innecesariamente rígido y doc-
dos de cosas; y una tercera clase, de trinario. Sus supuestos han resultado
«pseudo-sentencias de objeto», que pa- ser demasiado simples, y sus métodos
recen referirse a las cosas (como cuan- demasiado elaborados, para tratar con
do se dice que una mesa es una cosa), éxito la informalidad de los lenguajes
cuando de hecho verdaderamente son, «naturales», y su restricción al aná-
o pueden ser traducidas a enunciados lisis de los lenguajes-modelo artificia-
sobre palabras (a saber, que «mesa» les también ha restringido el interés
es una palabra de cosa). De ellas se de los resultados. Aparte de algunas
dice que están en el «modo material contribuciones notables en los campos
del habla». El objetivo principal de relativamente técnicos de la INDUC-
estas distinciones, en el contexto pre- CIÓN, la PROBABILIDAD y la metodolo-
sente, es que permiten argumentar que gía de la ciencia, el principal legado
la mayoría, si no todas las proposicio- de la escuela ha sido concentrar la
nes metafísicas a las que les resta al- atención en el problema del signifi-
guna esperanza en filosofía, y que pa- cado, y establecer criterios de rigor
recen estar aludiendo, por ejemplo, a lógico y de expresión clara y no retó-
la existencia o estatus de entidades rica, que desde entonces han sido
abstractas, tales como los universales, emulados de un modo general. El
realmente son afirmaciones sintácticas ataque a la metafísica, aunque no
acerca de palabras, erróneamente for- totalmente convincente, sí se puede
muladas en el modo material del ha- decir que ha reducido el ardor, ha co-
bla. La filosofía es identificada por rregido el estilo y ha mejorado el en-
ello con la sintaxis lógica, el nivel tendimiento de sus residuales devotos.
más elevado de discusión del lengua- No está en modo alguno concluida
je, y las inacabables controversias fi- la influencia de la controversia; la
losóficas, tales como las habidas entre ética y la epistemología han tenido
PRAGMATISMO 324
algo que aprender de ella; y sus re- posición filosófica completa; dada su
percusiones siguen siendo plenamen- gran pericia, en acuñar términos téc-
te audibles en la reciente teología nicos, hubiera preferido sin duda pro-
filosófica. poner «sinequismo» y «falibilismo» en
(P. 1. H) lugar de «pragmatismo». Sobre to-
do, Peirce sin duda no consideraba
PRAGMATISMO. La palabra «pragma- que su máxima pragmática fuera de
tismo» fue muy poco usada en lengua ningún modo una teoría de la verdad,
inglesa, y en absoluto en los contex- sino del significado; le parecía evi-
tos filosóficos, hasta ser introduci- dente que la verdad consistía en la
cida por el filósofo americano C. S. correspondencia entre enunciado y
PEIRCE en 1878 como el nombre de hecho.
una máxima lógica para determinar Pero la palabra «pragmatismo» fue
el significado de las palabras que ha- adoptada muy pronto por otros filóso-
bía formulado. En sus propias pala- fos que le dieron significados nuevos
bras, Peirce ofreció la regla «Consi- y más vagos; tanto fue así que Peirce
deremos qué efectos concebimos que escribió que «para servir la intención
tienen e! objeto de nuestra concepción precisa de expresar la definición ori-
que concebiblemente pudieran tener ginal, se sugiere anunciar e! naci-
relevancia práctica. Entonces nuestra miento de la palabra «pragmatismo»,
concepción de estos efectos es el todo que es lo suficientemente fea como
de nuestra concepción del objeto»; para estar a salvo de los ladrones».
alternativamente Peirce dijo que e! Los primeros filósofos que adoptaron
pragmatismo era «la teoría de que y distorsionaron el concepto de prag-
una concepción, esto es, el propósito matismo fueron William TAMES,
racional de una palabra u otra expre- F. C. S. SCHILLER y Tohn DEWEY;
sión, reside exclusivamente en su re- lo que los tres tienen de común es
lación concebible con la conducta de primero y sobre todo una teoría so-
la vida; de tal modo que, como ob- bre la verdad que desde entonces ha
viamente nada que no pudiera resul- sido considerada la esencia de! prag-
tar de la experiencia puede tener nin- matismo. James decía en su Pragma-
guna relación directa con la conducta, tismo que «las ideas resultan verda-
si uno puede definir con exactitud deras en la medida en que nos ayu-
todos los fenómenos experimentales dan a entrar en relaciones satisfacto-
concebibles que pueda implicar la rias con otras partes de nuestra ex-
afirmación o negación de un concep- periencia» y que «la verdad es el
to, tendrá con eso una definición com- nombre de todo aquello que resulte
pleta de! concepto, y no hay absolu- ser bueno en el camino de la creen-
tamente nada más en éste». Así, si cia». Si se desea encontrar el nexo
deseamos determinar el significado de de esta concepción con la de Peirce,
la palabra «duro» consideraremos los tal vez sea útil compulsar la si-
fenómenos experimentales que se im- guiente cita: «el pragmatismo... hace
plicarían al decir que algo es duro, su pregunta habitual. Concedido que
tales como que rompería muchas co- una idea o creencia sea verdadera»,
sas y pocas lo romperían -que es, dice, «¿qué diferencia concreta su-
por tanto, parte del significado de pondrá que sea verdadera para la vida
«duro». Indudablemente esta doctri- real de uno? ¿Cómo nos daremos
na tiene, y esa era la intención de cuenta de la verdad? ¿Qué experien-
Peirce, consecuencias importantes ta- cias serán distin tas de las que se ob-
les como que «casi todas las propo- tendrían si la creencia fuera falsa?
siciones de la metafísica ontológica o En suma, ¿cuál es el valor-en-caja
bien son galimatías sin significado ... , de verdad en términos experiencia-
o bien absurdos manifiestos». Pero les?» Aquí la similitud superficial
es importante darse cuenta de que con las palabras de Peirce es obvia,
Peirce tomó el «pragmatismo» como pero la posición es totalmente distin-
e! nombre para una máxima especial ta; la doctrina de que el significado
para obtener claridad sobre los signi- de una hipótesis puede determinarse
ficados de las palabras y no para una considerando sus consecuencias expe-
325 PRESOCRATICOS

rimen tales es amalgamada con la doc- PREDESTINACION, véase Libertad de


trina de que la verdad es lo bueno la Voluntad, Determinismo.
en el camino de la creencia para lle-
gar a la conclusión de que la verdad PRESOCRÁTICOS. El término «preso-
es lo que tiene buenas consecuencias cráticos» es usado para referirse a
experimentales. una docena más o menos de los pri-
La noción de pragmatismo ha llega- meros pensadores griegos, temporal-
do a estar particularmente conectada mente anteriores a SÓCRATES, que in-
con esta doctrina de la verdad, en tentaron definir la constitución del
parte debido a las controversias en- mundo y la naturaleza de la realidad.
tre James, Dewey y Schiller, por un Se distribuyen desde TALES, cuya acti-
lado, y RUSSELL, por el otro. El ner- vidad se produjo a principios del si-
vio del ataque de Russell está en que glo VI a. c., hasta DEMÓCRITO de
los pragmatistas han confundido el finales del siglo v. Los primeros pre-
significado de «verdad» con los crite- socráticos procedían de Jonia, área
rios que podemos usar para decidir si de colonización griega del centro de
una creencia es verdadera y por tan- la costa oeste del Asia menor. Los
to, se han entregado a una posición estados-ciudades como Mileto eran ma-
irracionalista; dos de sus artículos terialmente prósperos en la primera
más importantes son «Pragmatismo» mitad del siglo VI a. c., y mantenían
y «La Concepción de la Verdad de estrechos contactos a través del co-
James» que están editados en Ensa- mercio con las culturas foráneas de
yos filosóficos. En gran parte como Egipto y Lidia (y también con Babi-
resultado de los ataques de Russell, lonia), así como con las colonias grie-
Dewey abandonó simplemente el uso gas del Mar Negro y Oriente. Ade-
de la palabra «verdad» y afirmó que más, Jonia era heredera de una vieja
podía ser reemplazada adecuadamen- cultura literaria que setlemontaba
te por una noción de «asertibilidad más allá de Homero. Éstas eran con-
garantizada». diciones que estimularon, aunque no
Por debajo de esta concepción de la explican por completo su surgimien-
verdad late la convicción de James y to, el pensamiento especulativo en
Schiller de que todo debe entenderse Mileto, Efeso, Colofón y Sarnas. El
a la luz de la intención humana, in- interés por la filosofía pronto se ex-
cluido el pensamiento; los pensamien- tendió en Ultramar: PITÁGORAS emi-
tos no son más que instrumentos por gró de Samas a una de las colonias
griegas del sur de Italia, mientras que
los que los seres humanos intentan
JENÓFANES erró por todo el mundo
lograr ciertos fines y deben ser juz- griego. PARMÉNIDES y ZENÓN eran na-
gados por su eficiencia en servir a turales de Elea en el suroeste de Ita-
estos fines; así, las creencias son ins- lia; EMPÉnocLEs pertenecía a Agri-
trumentos para tratar la experiencia gento, Sicilia. De este modo, la ma-
y deben ser juzgadas como tales. A yoría de los presocráticos pertenecían
partir de aquí, el pragmatismo ha ve- al este o el oeste del mundo griego, y
nido a ser el nombre para cualquier Atenas sólo se vio implicada cuando
posición que ponga énfasis en los re- ANAXÁGORAS se trasladó allí desde Jo-
sultados como una prueba de satisfac- nia en los años 70 del siglo V a. C.
toriedad. Aunque todavía quedan mu- A pesar de las diferencias mutuas,
chos filósofos que reconozcan una gran los presocráticos forman una catego-
deuda para con Peirce, James y De- ría lógica y no meramente cronológi-
wey, pocos considerarán que el «prag- ca. Sócrates hizo girar al pensamiento
matismo» sigue siendo el nombre de especulativo griego en una dirección to-
una posición filosófica viva. Cierta- talmente nueva, rechazando la física y
mente, el sentido que Peirce, su in- concentrándose cn cuestiones éticas.
ventor, dio a la palabra «pragmatis- A excepción de los SOFISTAS, a cuya
mo» ahora es obsoleto, excepto en la tradición perteneció Sócrates en este
discusión histórica de Peirce. respecto, los primeros philosophoi o
«amantes de la sabiduría» subordina-
(J. O. U.) ron los problemas humanos a la valo-
PRESOCRÁTICOS 326
ración de la realidad física externa. descriptivos y el rechazo de la perso-
Así, aquellos a quienes llamamos pre- nificaci6n lo que dio a Tales y a sus
socráticos fueron llamados por ARIS- sucesores, para los griegos posteriores
TÓTELES «investigadores de la natura- como para nosotros, e! título de «fi-
leza», physiologoi: pues estudiaron la lósofo».
pbysis, la naturaleza o constituci6n de Aunque abandonaron gran parte del
las cosas como un todo. Muchos de lenguaje mitológico, los presocráticos
ellos también tuvieron intereses físicos siguieron estando afectados, en ciertos
más especializados; y desde luego al- puntos, por supuestos prefilosúficos
guno de los primeros, como los mi- heredados. Al declarar que todas las
lesios Tales y ANAXIMANDRO, fueron cosas procedían de! agua, Tales esta-
hombres de una inteligencia po1ifacé- ba dando probablemente una expre-
tica que ganaron fama entre sus con- sión racionalista a una idea egipcia,
temporáneos no por sus explicaciones en parte mítica, paralela también en
teóricas de la realidad, que en algu- Babilonia, de que e! mundo había
nos casos puede que sólo tuvieran una surgido de Nun, la diosa de las aguas
importancia incidental incluso para primitivas; aunque esto era de suyo
sus autores, sino por su habilidad pa- una reflexión inspirada por la reapari-
ra resolver problemas prácticos tales ción anual de la tierra cuando e! Nilo
como la medida de la distancia de retrocede. En e! presupuesto central
una nave en e! mar, e! transporte de de que el mundo es coherente e inteli-
un ejército sobre un río, o la deli- gible aparece una deuda más impor-
mitaci6n exacta de las estaciones. To- tante para con el mito; e! mundo es
dos los presocráticos intentaron des- de algún modo una unidad a pesar
cribir la naturaleza de los cuerpos de la diversidad de sus apariencias.
celestes; algunos, más conspícuamen- Este presupuesto estaba formulado en
te Tales y Pitágoras, tuvieron intere- las tendencias genéticas antropomór-
ses matemáticos especiales aparte de ficas de la mitología tradicional. Así,
la astronomía; Empédocles, Anaxágo- en la Teogonía hesiódica, poema es-
ras y Di6genes de Apolonia se intere- crito quizás a comienzos del siglo VII
saron por la medicina y la embriolo- antes de Cristo se rastrea e! origen de
gía; y la mayoría parecen haber ata- la familia de los dioses hasta el mismo
cado problemas' naturales notables ta- comienzo del mundo, en que Gea, la
les como las causas del arco iris, de tierra madre, junto con distintas par-
los terremotos, del magnetismo y del tes del submundo, aparece como la
descubrimiento del Nilo. Es impor- primera entidad cosmológica distinta
tante no pasar por alto este marcado emergiendo de un golfo originario lla-
interés práctico, combinado, como sor- mado Caos (que no significa confu-
prendentemente lo estaba, con un sión, sino simplemente «vacío»). Al
dogmatismo bien poco empírico, cuan- mismo tiempo Eros, o el amor sexual,
do vino a ocuparse de los más gran- motivo antropomórfico de una dife-
des problemas de la naturaleza de! renciación ulterior, entra en escena.
mundo. Lo que dio a estos hombres el Gea da nacimiento al dios del cielo
derecho a ser considerados filósofos, a masculino, Urano, y también a las
diferencia de los demás astr6nomos, montañas y a los mares internos; en-
geógrafos y doctores que habían flo- tonces, el dios del cielo y la diosa tie-
recido especialmente en la última mi- rra se unen para producir el río circu-
tad del período, fue su común supo- lar que los conecta, Océano. Más gene-
sición de que e! mundo poseía algún ración tiene lugar de estos mismos
tipo de unidad integral y de determi- padres; según otras descripciones, la
nabilidad que podía ser entendido y lluvia es la semilla del cielo que fer-
explicado a otros en términos racio- tiliza la tierra para producir plantas y
nales. cosechas. Esta cosmogonía cuasi rni-
La primera parte de este supuesto tológica es complicada por la confu-
puede advertirse en las primeras cos- sión producida por la síntesis en la
mogonías y teogonías cuasi-mitológi- Teogonía de muchas versiones distin-
cas; pero fue e! tratamiento de estos tas. Un relato más crudo y más com-
problemas en términos directamente pletamente mítico, que ocurre des-
327 PRESOCRAricos
pués en el poema y según el cual sexual de Hesíodo encontró su con-
Urano se acuesta continuamente con trapartida en la idea de retribución
Gea y se niega a permitirle tener legal de Anaximandro, de la guerra
más descendientes hasta que es muti- o la lucha en Heráclito, del amor y
lado por Cronos, representa probable- la lucha en Empédocles. Ciertamente,
mente una versión más primitiva por pensadores menos primitivos tuvieron
la que el Caos o vado original era que caer aquí en la metáfora; por
producido por la separación inicial de ejemplo, Aristóteles usó a Eros para
la tierra y el cielo. En todo caso, explicar cómo el Primer Motor pue-
la idea mitológica de que los diferen- de mover sin ser movido. Otros
tes componentes del mundo están co- dos puntos en los q~e los presocráti-
nectados con deidades que tienen una cos fueron influidos por supuestos
ascendencia rastreable, como la tie- prefilosóficos heredados residen en
nen los seres humanos, llevó a la con- sus concepciones de la divinidad y
cepción de que el mundo como un del alma. En mayor medida habían
todo puede ser derivado de un só- abandonado el panteón olímpico tra-
lo antepasado o un par de antepa- dicional. Con todo, conservaron la
sados -por ejemplo, la tierra, o la idea de que 10 que era completamen-
tierra y el cielo. Este supuesto de te poderoso e indestructible era 10
una unidad genética en el mundo, de- divino; así los milesios parecen haber
terminable por la descripción de una aplicado esta descripción a sus tipos
posible descendencia lineal de consti- primarios de materia. Con respecto al
tuyentes plurales del mundo a partir alma, su constitución fue ignorada en
de un sólo agente cosmogónico, afec- gran parte por los primeros presocrá-
tó profundamente a los primeros pre- ticos; pero para los pitagóricos, He-
socráticos, que sustituyeron a la Gea ráclito y Empédocles sirvió como un
o al Caos de Hesíodo por un mate- vínculo físico entre el hombre y el
rial originario singular como el agua mundo externo. Estos pensadores es-
de Tales o el aire de ANAXÍMENES. taban reinterpretando la idea popular
Incluso cuando se rechazaba la cos- de que el alma está relacionada con el
mogonía --como, por ejemplo, con éter, el material del aire puro más
HERÁCLITO, que declaraba que este superior, y de las estrellas. Al mismo
orden del mundo no estaba hecho por tiempo se produjo confusión en la
dioses ni por hombres, sino que siem- psicología presocrática al no lograr
pre había existido-e- se conservaba el distinguir la percepción y la inteli-
supuesto de una esencial unidad y gencia o mente; aquí los efectos son
determinabilidad en el mundo. Este evidentes en el tratamiento influyen-
importante presupuesto general, cuyas te, pero inconsistente del alma que
razones no fueron discutidas por los hace Homero, donde la psique sig-
mismos griegos, presumiblemente tam- nificaba en ocasiones materia de vida,
bién se debió en parte a la observa- en ocasiones materia de la conscien-
ción de las regularidades naturales, cia y en ocasiones inteligencia.
del sol, de las estaciones y demás, que Antes de resumir los principales
alentaba la cómoda creencia de que desarrollos del pensamiento presocrá-
el mundo funcionaba de acuerdo con tico debemos observar que el conoci-
leyes que no eran totalmente distin- miento que tenemos de estos pensa-
tas de las que ordenaban las socie- dores es muy incompleto. No posee-
dades humanas. La visión más estre- mos nada que se asemeje a las obras
cha de los principales constituyentes intactas de ningún presocrático. Lo
naturales como personas divinas con que nos ha llegado tiene la forma de
un sólo antepasado remoto fue una breves fragmentos aislados, cuya me-
manifestación más especializada de dida varía de una palabra a unas po-
este enfoque antropomórfico. cas frases y que han sobrevivido al
La supervivencia del antropoformis- ser citados por los autores posterio-
mo puede verse también en los arti- res de la antigüedad. De los milesios
ficios usados por algunos presocrá- apenas queda nada -una frase o una
ticos para explicar la fuente última sentencia de cada uno; de Pitágoras
del cambio físico. Eros o el amor no queda nada; de Heráclito solamen-
PRESOCRÁTICOS 328
te unos cien aforismos genuinos, en su su propia filosofía. Al mismo tiempo,
mayoría muy cortos (el más largo la información y los juicios de Aris-
consta de 55 palabras). Quedan unas tóteles son siempre valiosos y a me-
ciento cincuenta líneas en hexámetro nudo de una corrección indudable; y
de Parménides; unas trescientas cua- sólo pueden ser rechazados con segu-
renta de Empédocles; lo cual, aunque ridad en aquellos casos en que posee-
es poco, puede que formara un tercio mos una evidencia contraria fiable,
de las obras originales, que probable- que en su mayor parte sólo puede
mente fueron muy breves. De Anaxá- ser proporcionada por fragmentos ori-
goras poseemos alrededor de una vein- ginales relevantes, y donde además
tena de fragmentos que suman aproxi- se puedan detectar sus motivos de
madamente mil palabras en total; es distorsión.
probable que esto forme no menos La valoración correcta de los juicios
que la octava parte y no más que la de Aristóteles es particularmente im-
mitad de su libro original. De De- portante porque prácticamente todas
mócrito, que se sabe que fue un es- las descripciones antiguas subsiguien-
critor extremadamente prolífico, sólo tes de los presocráticos estuvieron
sobreviven entre doscientos y tres- fuertemente influenciadas por él. La
cientos fragmentos, en su mayoría de principal fuente de información de
carácter ético y enormemente irrele- los escritores posteriores fue el libro
vantes para sus teorías físicas me- Las opiniones de los físicos, historia
nos usuales. Los extractos de las obras compilada por el colega de Aristóte-
originales son, desde luego, solamen- les, Teofrasto, como parte de la gran
te una fuente de información de las enciclopedia peripatética del conoci-
ideas de un pensador muerto, y para miento. Pero el mismo Teofrasto, aun-
conocer a los presocráticos nos basa- que en muchos puntos parece haber
mos en los resúmenes y comentarios comprobado fuentes originales, estuvo
que hicieron los historiadores de la también fuertemente influido por las
antigüedad. Así, el mismo PLATÓN opiniones de Aristóteles, que en oca-
formuló breves juicios incidentales, siones son reproducidas con palabras
muchos de ellos de tipo humorístico o que parecen haber sido tomadas de
irónico, sobre algunos de sus predece- la Física y la Metafísica de aqué!. En
sores -en particular sobre Heráclito, muchos casos parece haber sido inca-
Parménides y Anaxágoras. Platón pa- paz de determinar puntos en disputa,
rece haber tomado en serio el pitago- sin duda en parte porque no todos los
rismo, pero hacía de casi todos los presocráticos seguían estando dispo-
demás presocráticos símbolos de los nibles en sus propias palabras. De he-
diversos tipos de obstinación. Por cho, aunque los mismos griegos supo-
otro lado, Aristóteles ensayó la valo- nían que cada presocrático (aunque
ración sistemática de sus predeceso- no Pitágoras) escribieron al menos un
res. Los físicos presocráticos ofrecían libro, al que usualmente asignaron el
un interés especial porque, a pesar título común «Sobre la Naturaleza»,
de graves incomprensiones respecto a es dudoso que alguno de los primeros
la causalidad, le parecía que habían produjera escritos que lograran gran
estado haciendo 10 que él llamaba difusión incluso en su propio tiempo.
intentos «balbuceantes», aunque no Quizás se basaron más en la propaga-
carentes de valor, de expresar las ción oral, y en particular los extrac-
verdades que él reveló. Entre los tos de Heráclito, están construidos
críticos del siglo xx se ha discutido primariamente como apotegmas ora-
el valor de las detalladas opiniones les. Incluso en los casos en que se
de Aristóteles sobre sus predecesores. disponía de libros presocráticos, su
Ciertamente se ha demostrado su pre- lenguaje a menudo metafísico y poé-
disposición en muchas ocasiones a tico no siempre encontró una inter-
distorsionar seriamente las opiniones pretación simpática por parte del cien-
de éstos, no intencionalmente, sino por tífico Teofrasto. Por 10 que su his-
una falta de objetividad histórica y toria, aún si hubiera sobrevivido en-
porque miraba a los presocráticos des- tera, hubiera requerido mucha inter-
de el punto de partida confesado de pretación y modificación, e incluso
329 PRESOCRAtreos

entonces no nos hubiera llevado más otros; suponía que el período de su-
allá de Aristóteles; pero, excepto una ma actividad de cada pensador se pro-
sección sobre la sensación, también ducía a los cuarenta años, que hacía
existe solamente en fragmentos. Afor- coincidir con la más serena de una
tunadamente un estoico desconocido serie de épocas o acontecimientos his-
del siglo II a. C. hizo un resumen de tóricos fechados. Además, regularrnen-
ésta; fue vuelta a copiar y extendida te se calculaba que un alumno era
por un tal Aecio tres o cuatro siglos cuarenta años más joven que su maes-
después, y su obra ha sido recons- tro putativo. Afortunadamente cono-
truida a partir de extractos de dos cemos unas pocas fechas objetivas
escritores existentes ligeramente pos- con las que comprobar 10 que Apelo-
teriores. Se debe mencionar una fuen- doro dice: por ejemplo, el eclipse
te más: el neoplatónico Simplicio tie- predecido por Tales debe haber sido
ne gran importancia porque, aunque el del año 585 a. c., y Melisa, el se-
vivió mil años después de los preso- guidor de Parménides, fue almirante
cráticos, encontró deseable para el samiano contra Atenas en el 441 a. C.
propósito de sus comentarios a dos En general, la datación apolodoriana,
tratados de Aristóteles, exponer las aunque demasiado esquemática, pare-
opiniones de algunos de los predece- ce bastante digna de confianza.
sores de Aristóteles con sus propias La distinción antigua entre las es-
palabras; pues en aquel momento mu- cuelas griegas de Oriente y Occiden-
chos de los escritos presocráticos, e te es útil hasta cierto punto. Los oc-
incluso resúmenes posteriores de ellos, cidentales fueron menos puramente
eran extremadamente raros. A él le materialistas en su búsqueda de la
debemos entonces en particular una unidad, de hecho los eleáticos recha-
gran proporción de 10 que poseemos zaron el mundo sensible por comple-
de las palabras originales de Parmé- to. En Pitágoras y en Empédocles
nides, Empédecles, Anaxágoras y Dió- había una tendencia mística o religio-
genes de Apolonia. sa que no hubiera sido tolerada en la
También estamos informados im- atmósfera, más material aunque no
perfectamente de la cronología y bio- menos dogmática, del pensamiento
grafía de los presocráticos. Durante jónico del Este. Pero hay muchas ex-
los cien años cruciales que median cepciones: Pitágoras era jónico de na-
entre el auge del movimiento sofista cimiento aunque se trasladó al sur de
y la fundación del Liceo no interesa- Italia; el jónico Heráclito descubrió
ron mucho a la mayoría de los grie- la unidad en la estructura más que en
gos. Aristóteles estaba interesado por la materia; Melisa, aunque fue segui-
sus ideas, no por sus vidas persona- dor de Parménides, era jónico de Sa-
les; por 10 que se dejó a los menda- mas. Aparte del siciliano Empédocles,
ces biógrafos alejandrinos del siglo III los pluralistas posteIeáticos procedían
al 1 a. C. la producción de historias en su mayoría del extremo oriental
tan dudosas como que Heráclito se del mundo griego (por ejemplo, Ana-
enterró en estiércol o que Empédo- xágoras y los atomistas Leucipo y De-
eles se arrojó al Etna. Han sobrevi- mócrito) y tenían la tendencia a vol-
vido unos pocos hechos más sencillos ver a las explicaciones jónicas tradicio-
que dependen de fuentes más repu- nales de los fenómenos cosmológicos
tables. La mayor parte de la informa- detallados.
ción cronológica se remonta también Tales y sus dos sucesores, Anaxí-
a un lado más respetable aunque to- mandro y Anaxímenes, suelen ser
davía enormemente especulativo, de agrupados como «los milesios». Con-
las enseñanzas alejandrinas. Soción sideraban que la unidad que suponían
clasificaba a los presocráticos en la existir en el mundo se debía encono
escuela oriental y occidental y, si- trar en la materia de la que el mun-
guiendo a Teofrasto, las ponía en una do estaba hecho o de la que se ha-
relación de maestro y alumno. Des- bía originado. Tales pensó que esta
pués, el cronógrafo Apolodoro dejó materia era el agua. Aristóteles, que
una descripción estan dar en verso de desgraciadamente fue muy vago en
las fechas y opiniones de filósofos y este punto, escribió lo siguiente: «Ta-
PRESOCRATICOS 330
les... díce que éste [a saber el ele- agua de Tales, entonces los otros
mento y primer principio de las cosas componentes, por ejemplo, el fuego,
existentes] es el agua -y, por tanto, que en muchos sentidos es opuesto
declaraba que la tierra está sobre el al agua, no podrían afirmar su iden-
agua- adoptando quizás este supues- tidad. Anaximandro aceptó la idea de
to al ver que la nutrición de todas la materia originaria simple, divina y
las cosas era húmeda... » Ahora bien, envolvente, pero la llamó «lo Inde-
puede que Tales quedase impresionado finido» -implícando que era a la
por esta y otras observaciones simila- vez de extensión ilimitada y no idén-
res, pero su estímulo primario para la tíca a ningún constituyente nombra-
elección del agua fue probablemente ble del mundo. La cosmogonía tuvo
la historia del Cercano Oriente de que lugar cuando un núcleo que producía
el mundo emergió de un gran flujo cir- fuego y una niebla oscura se separa-
cundante. Indudablemente estaba in- ron de lo Indefinido. Esta niebla se
teresado por Egipto y también tuvo solidificó en su centro formando la
oportunidades, a través de los sardos, tierra y fue circundada por una bola
de contactar con los archivos babiló- de fuego que arde para formar los
nícos de los que debió depender su cuerpos celestes. Éstos eran ruedas de
hazaña más famosa, la predícción de llamas encerradas en niebla v brilla-
un eclipse en un año partícular. Des- ban a través de una sola apertura. La
graciadamen te es difícil decir hasta tierra, un cilindro amplio y achatado
dónde llevó Tales las teorías que en- en su parte superior, permanece en
contró en el empirismo del Cercano su lugar porque es equidistante de
Oriente. ¿Se basaba simplemente la todo lo demás -un brillante avance
unidad del mundo en un origen dis- sobre la idea de Tales o de Anaxíme-
tante de un sólo progenitor, según la nes de que la tierra flota en el agua
vieja manera genétíca? ¿O está hecho o en el aire. Dentro del mundo, las
aún el mundo de algún modo por cosas están divididas en sustancias
agua? Aristóteles supone naturalmente mutuamente opuestas como el calor
10 último, puesto que se adecúa a su y el frío, el invierno y el verano, el
propia idea de un sustrato material per- día y la noche, cuyas interacciones
sistente. Probablemente Tales no dis- son a la vez motivadas y reguladas
tinguió claramente entre las alternati- por una metáfora sociológíca: prime-
vas; si las cosas proceden del agua, ro se atropellan y después «pagan el
deben seguir siendo acuosas de algún castigo y la retribución a cada una
modo -después de todo siguen sien- por su injusticia según la valoración
do sostenidas y circundadas por una del Tiempo». (Aquí el antropomorfis-
masa acuosa indefinida. Y probable- mo puede residir en parte en el len-
mente tampoco especificó de manera guaje; pero el uso del lenguaje poé-
precisa cómo asume el mundo su di- tico tradicional y la ausencia de un
versidad presente. Según Aristóteles, vocabulario abstracto fue un freno
declaró que todas las cosas están constan te para el desarrollo filosófico
llenas de dioses, y que el imán debe de ese período.) La regularidad cos-
poseer alma porque puede mover el mológíca era derivada de la misma sus-
hierro. Entonces, si las cosas aparen- tancia Infinita divina, que de este
temente inanimadas como las piedras modo transmitía su unidad al mundo
poseen alma y, por tanto, vida, po- desarrollado.
dría parecer que el mundo, como un En la siguiente generación, Anaxí-
todo, está interpenetrado de alma o menes volvió al concepto de una sus-
vida, que debe ser divina por su in- tancia cosmogóníca específica: aire/
menso poder y alcance y que, por niebla (aer en griego) o aliento. La
tanto, podría causar el desarrollo de objeción que probablemente híciera
la pluralidad presente. Anaximandro fue superada por la im-
Anaximandro fue algo más joven portante idea de que la materia ori-
que Tales, a quien debió conocer. ginaria puede adoptar otras formas,
Parece que mantuvo que si la materia convirtiéndose así en las otras mate-
originaria fuera idéntica a un compo- rias de este mundo, por condensación
nente del mundo presente, como el y rarefacción -por variación de su
331 PRESOCRATrCOS
cantidad en cualquier lugar. Esta ex- supone ser la marca de la existen-
plicación del cambio físico, que era cia) a los puntos que, como unida-
confirmada, aunque erróneamente, por des, forman los números y delimitan
la observación de que la temperatura los planos, las líneas y los volúme-
del aliento exhalado varía según la nes; de tal modo que los objetos físi-
compresión de la boca, logró facilitar cos, compuestos como estaban por
lógicamente el monismo material por formas geométricas determinables, pu-
primera vez. La cosmogonía y cosmo- dieran ser resueltos en sumas de pun-
logía consecuentes no fueron demasia- tos de unidades concretas. Además,
do implausibles; pues la niebla, como el mundo podía ser analizado en diez
puede haber observado Tales en el pares de opuestos, de los cuales el
agua, parece impregnar muchos cam- arquetipo eran el límite y lo ilimita-
bios de la naturaleza -rarificada se tado. Éstos eran también los elemen-
convierte en fuego (pues el relámpago tos del número: los números impa-
sale candente de la nube), condensada res son limitados, y los números pares
se convierte en tierra mediante el (porque pueden ser divididos hasta
agua, que parece retornar a la tierra, el infinito) son ilimitados. El mundo
par ejemplo, cuando baja la marea. comenzó a ser cuando la unidad en
Pero la elección por Anaxímenes de la tanto que límite tocó con 10 ilimi-
sustancia básica no fue enteramente tado y lo sometió a diversas determi-
científica; pues el material cósmico, naciones. Muchas de estas ideas pro-
también llamado «aliento», fue vincu- bablemente fueron posteriores a Pitá-
lado por él al alma humana, que solía goras; pero el maestro había adscrito
asociarse al aliento, y que tenía, por una importancia especial a la década,
tanto, un poder vital, cinético, direc- y no hay ninguna razón para sustraer-
tivo en el mundo. Así el motivo del le el famoso teorema asociado con su
cambio seguía siendo antropomórfico nombre. Puede que fuera un segui-
en gran parte. dor, no obstante, quien sacó toda la
En la madurez de Anaxímenes, so- implicación perjudicial de la conse-
bre el 353 a. c., Pitágoras emigró de cuente irracionalidad de la diagonal:
Samas a Italia estableciendo allí una que algunas longitudes naturales, to-
exclusiva sociedad semirreligiosa, se- das las cuales debían estar compues-
mifilosófica. No escribió nada, y su va- tas por unidades punto, no podían
loración resulta muy problemática. En- ser en absoluto expresadas en térmi-
señó que el alma transmigra a través nos de números enteros.
de cuerpos y especies; en consecuen- Jenófanes, que fue coetáneo de Pi-
cia, todos los seres vivos eran se- tágoras y tuvo una larga vida, y que
mejantes, y se tenía que observar la era asimismo emigrante de la Jonia,
abstinencia de carne, así como otros dedicó gran parte de su poesía a ata-
tabúes. En común con los que son co- car la descripción homérica tradicio-
nocidos como órficos creía que el alma nal de los dioses -tanto su inmorta-
debía conservarse pura. Un importan- lidad como la base misma de su
te medio de purificación era la mú- antropomorfismo: pues según esta
sica. Aquí se entrelazan las tenden- concepción cada especie consideraría
cias mística y científica; pues Pitágo- a los dioses según su propia forma,
ras descubrió, por el experimento de lo que parecía absurdo. En su lugar
parar una sola cuerda, que la escala J enófanes propuso un dios simple e in-
musical es numérica -que los inter- móvil que «conmueve todas las cosas
valos armónicos principales pueden con su pensamiento». Puede que esta
expresarse en razones de números en- idea de una fuente divina e intelec-
teros. Si la música, que está relacio- tual del cambio afectara a Empédo-
nada con el alma, es numérica, enton- eles y a Anaxágoras; su racionalismo
ces el mundo, como un todo, también destructivo tuvo, probablemente, una
debe ser numérico de algún modo; los influencia más general. Aparte de
seguidores de Pitágoras, desarrollan- atacar el antropomorfismo parece que
do esta inducción típicamente audaz parodió la exageración y el dogma-
en demasía, parecen haber asignado tismo de las teorías físicas jónicas
un volumen concreto (que todavía se con sugerencias tales como que el
PRESOCRATICOS 332
sol continúa cada día en una línea El desarrollo de estas fructíferas
recta. Aunque no estaba primariamen- ideas fue interrumpido por una explo-
te interesado por la física, y siendo sión filosófica en la otra parte del
un escéptico declarado con respecto mundo griego. Parménides escribió un
a la adquisición de conocimiento poema afirmando que sólo podemos
cierto, ]enófanes no deja de tener decir con significado de algo que «es».
importancia científica, ya que usó e! El predicado <<110 es» es literalmente
testimonio de los fósiles marinos que sinsentido: el no ser es imposible,
se encuentran en la tierra para mos- inexpresable e inconcebible. Como el
trar que la tierra debió haber sido no ser era igualado en aquel momen-
fango en alguna ocasión -un raro to al espacio vado, no podía haber
uso en este período de la inferencia movimiento; pero Parménides rechazó
racional a partir de una observación el cambio sobre bases metafísicas más
bien testificada y correctamente va- que sobre bases físicas, puesto que
lorada. todo cambio implicaba para su su-
Modificaciones ulteriores del enfo- jeto el no-ser lo que era antes. Esta
que milesio fueron debidas a Herácli- confusión entre e! «es» existencial y el
to, que floreció en Efeso probablemen- predicativo no fue clarificada hasta
te alrededor del 510-480 a. C. Indi- Platón. De la simple premisa «es»
vidualista extremado desde e! punto Parménides procedía a la conclusión
de vista filosófico, así como del so- de que la realidad o «ser» es horno-
cial, socavó la concepción genética genea, inmóvil, sólida e indivisible.
abandonando la cosmogonía y estable- «Puesto que existe un límite extremo,
ciendo que la unidad de las cosas se éste (a saber, e! Ser) está limitado
debía encontrar en su estructura o desde todos los lados, como la masa
disposición esencial más que en la de una esfera bien redondeada»; to-
material. Esta estructura común o La- davía se vio obligado a usar el len-
gos, que no era superficialmente apa- guaje materialista, y si se le hubiera
rente, era encarnada principalmente presionado sin duda hubiera dicho
por una materia cinética simple, el que su realidad era concreta. Sin em-
fuego. Era responsable tanto de la bargo, a partir de entonces tuvo lugar
regularidad de los cambios naturales e! desarrollo gradual de un lenguaje
como de la conexión esencial de los más abstracto que podía atribuir a los
opuestos -pues Heráclito adoptó este tipos de realidad filosófica nuevos y
análisis tradicional de la diferencia- peculiares un status diferente del de
ción- a través de la interacción so- los fenómenos. Parménides, ignorando
pesada. Para Heráclito la regularidad aquí a Heráclito, parece haber parti-
que subyace al cambio era la cosa prin- do del viejo problema de cómo una
cipal, pero al igual que los poetas unidad inicial puede tornarse en un
griegos también enfatizaba la ubicui- mundo plural. Su énfasis en e! «lími-
dad del cambio (yen consecuencia te» sugiere que estaba rechazando
quedaba sujeto a interpretaciones exa- deliberadamente el componente «ili-
geradas, véase CRATILO), al que él de- mitado» del DUALISMO pitagórico. Mu-
nominó lucha o guerra; pues sin chos piensan también que su segui-
la reacción entre los opuestos y las dor, Zenón de Elea, dirigió sus pa-
masas del mundo e! Lagos y e! radojas (que muestran que e! espa-
cosmos unificado dejarían de existir. cio es continuo y no está compues-
La filosofía no era un juego: e! co-
to de puntos discretos) contra la con-
nocimiento de la física era éticamen-
te esencial, pues e! hombre es parte cepción pitagórica de la materia. Un
de su entorno; su alma, que en su apéndice curioso y confesadamente
estado no adulterado es una especie «engañoso», en el que Parménides es-
de fuego, está conectada a través de boza una cosmología basada no en
las sensaciones y de! alien to con los una, sino en dos sustancias, refleja
ardientes constituyentes del Lagos del probablemente, así como cierta reac
mundo exterior. Y hay que distinguir ción contra el pitagorismo, sus dudas
este entendimiento capacitado de la acerca del rechazo del mundo de la
mera percepción. experiencia manifiesta. Ciertamente da
333 PRESOCRÁTICOS
un indicio de que el pluralismo es un eles escribió también un poema más
escape posible a este dilema. místico llamado «Purificaciones», se-
Para resolver este dilema Empédo- gún el cual el alma, originalmente di-
cles postuló no menos de cuatro «raí- vina, es contaminada por la Lucha y
ces» o tipos permanentes de materia: arrojada en el mundo de los opues-
fuego, agua, tierra (las masas del tos; tras sucesivas encarnaciones pue-
mundo de Heráclito) junto con el de purificarse y volver a ganar el
aire, cuya existencia concreta había reino del Amor.
confirmado ahora Empédocles median- Anaxágoras, que floreció, como Em-
te observaciones especiales. A éstos se pédocles, alrededor de la mitad del
añadían dos agentes cinéticos, el Amor siglo v a. c., mantuvo similarmen-
y la Lucha -motivos de atracción y te que el cambio físico, al ser me-
repulsión que, siendo obviamente an- ramente. la agregación y dispersión
tropomórficos, eran descritos concre- de tipos distintos de materia perma-
tamente como «iguales en longitud nentemente existente, no implicaba
y extensión» a las cuatro raíces. Las que «lo que es» pueda tornarse en el
sustancias distintas de la Naturale- vicioso «lo que no es». Pero para él
za, aparte de la tierra, el agua y estos tipos de materia no eran cuatro
demás componentes no mezclados, o seis, sino tantos cuantas sustancias
eran compuestos de las raíces uni- naturales distintas hubiera. Original-
das por la mezcla del Amor. Empé- mente éstos estaban mezclados en una
docles se vio obligado a proponer especie de Uno parmenídeo; enton-
un estadio uniforme de la existen- ces la sustancia motiva, ahora des-
cia -nQ un origen cosmogónico ver- crita como Mente, y como «el más
dadero, que pudiera implicar un sutil y el más puro de todos los ob-
«devenir» ilegítimo, sino un perío- jetos», comenzaba una rotación y así,
do recurrente en un cielo -en el por separación y re-agregación, una
que todas las cosas son mezcladas por cosmogonía. Los objetos del mundo
el Amor en una masa homogénea están compuestos por pedazos o par-
equivalente a la «esfera» del Ser de tículas llamados «semillas». Hay «una
Parménides. Sólo se excluye la Lu- porción de todo en todo» -una por-
cha, por llegar un tanto oscuramente ción, probablemente, de cada sustan-
a «las más bajas profundidades del cia natural (a excepción de la Mente,
vértice». Entonces, por la intrusión que sólo existe en algunas cosas) en
gradual de la Lucha, las raíces co- cada semilla. Cada semilla posee el
mienzan a separarse en combinacio- carácter aparente de la porción que
nes diferentes hasta que eventualmen- predomina. Así es preservada la uni-
te el Amor es excluido a su vez y la dad original en el mundo desarrollado,
Lucha ha separado las raíces en ma- y no obstante se pueden explicar las
sas aisladas. Sólo podía formarse un alteraciones evidentes por cambios
mundo en uno de los dos estadios en la proporción de las partes en-
intermedios que hay entre la domina- tre semillas diferentes. Anaxágoras
ción total del Amor o de la Lucha: argumentó tanto contra los pitagóri-
nuestro mundo pertenece al estadio cos como contra el eleático Zenón,
en que la Lucha está en aumento. que la materia es infinitamente divi-
Cada estadio cosmológico intermedio sible, pero evidentemente no observó
produce distintos estadios de evolu- la incompatibilidad de este principio
ción animal, causando monstruos y con «una porción de todo en todo».
criaturas bisexuales, así como las es- En todo caso su teoría, aunque com-
pecies más eficientes de nuestro mun- plicada y en ocasiones auto-contradic-
do presente. La sensación puede ser toria salvaba las apariencias sin contra-
válida, puesto que es causada por decir la premisa eleática; además evi-
efluvios materiales de los objetos que taba las dificultades del esquema cí-
entran por los poros en los órganos clico de Empédocles y la objeción de
sensibles: la tierra es percibida por que la formación de las sustancias na-
componentes terrestres en el cuerpo, turales a partir de las «raíces» empe-
el fuego por el fuego, como en la docleanas parecía implicar el llegar-a-
visión, y así sucesivamente. Empédo- ser de un tipo.
PRESOCRÁricos 334

Fue más o menos por esta época mas de los órganos sensibles y después
cuando se hicieron sentir los sofistas, con los de! alma. Se sigue que no
enseñantes profesionales de la sabidu- existen cualidades reales: las aparien-
ría. Creían que los sistemas físicos cias son secundarias (pero no por eso
corrientes y el rechazo eleático de! desdeñables; Demócrito tuvo una
mundo fenoménico eran demasiado ética desarrollada, dirigida al bien-
complicados o absurdos, o ambas co- estar moral), y en realidad sólo hay
sas, y que en cualquier caso eran irre- átomos y vacío. Así e! atomismo cum-
levantes para la vida práctica y esta- plimentó simultáneamente las condi-
ban apenas confirmados por la eviden- ciones de la lógica eleática y los ob-
cia. PROTÁGORAS y Gorgias, los más jetivos del monismo material milesio.
importantes de ellos, enseñaron que Siendo una construcción enteramente
e! conocimiento de la constitución de! a priori, no tiene casi nada en co-
mundo queda fuera de! alcance hu- mún con la teoría atómica contempo-
mano, que el hombre debía valorar ránea, aunque ésta misma ha surgido
las cosas .sobre la base de su propia del revival directo del atomismo de
experiencia individual. Con todo, apa- Demócrito realizado por Gassendi.
reció entonces una explicación física Otras teorías diversas de naturale-
mucho más simple de! mundo y de za ecléctica fueron propuestas de la
sus cambios: e! atomismo, sistema mitad del siglo v a. C. en adelante:
originado quizás alrededor del 440- por ejemplo, por Hippon y por Ar-
430 a. C. por LEUCIPO, de quien sa- quelao. Cratilo exageró e! heraclitis-
bemos muy poco, y elaborado por mo manteniendo que todas las co-
DEMÓCRITO. (Desde luego también sas están en flujo en todo momento,
fue adoptado posteriormente por EPI- mientras que Diógenes de Apolonia
CURO Y expuesto por LUCRECIO.) Los produjo un sistema monista de viejo
atomistas comenzaron negando la im- estilo inusualmente coherente en e!
plicación eleática de que e! espacio que e! aire es la sustancia básica,
vacuo, e! vacío, no puede existir. En siendo divino e inteligente e! aire ca-
este sentido, el no ser es. Además, liente, y dirigiendo todas las cosas pa-
existe la materia homogénea y só- ra lo mejor. Éste era el tipo de teleo-
lida, que no es continua (como e! logía que Sócrates quería; pero Só-
Ser de Parménides), sino que está crates rechazó la física y se concentró
contenida en un número infinito de en la ética y en e! alma -siendo e!
átomos indivisibles y también invisi- alma o mente el agente teleológico
bles. Entonces la realidad consiste en obvio en su concepción todavía antro-
átomos y el vacío. Los átomos es- pomórfica. En muchos sentidos la
tán constantemente en movimiento, reacción socrática, ayudada por los
a causa de sus colisiones y rebotes sofistas y por las ideas antropológi-
mutuos; no se necesitaba ninguna cau- cas, médicas y sociales de! momento,
sa metafórica del movimiento. Difie- llevó la especulación física a un
ren solamente en forma y posición; alto tristemente repentino, pero con
en ocasiones los átomos de formas di- su interés por las definiciones SÓCRA-
ferentes son atrapados entre sí para TES inició un estudio más profundo
formar complejos. Cuando acontece de la lógica sin el cual la filosofía no
que las colisiones y rebotes de un hubiera podido hacer un verdadero
grupo aislado de átomos dan lugar a progreso ulterior.
un vértice, surge un mundo, que hace Los presocráticos, que en su ma-
que los complejos pesados de átomos yor parte apenas apelaron a sus con-
vayan al centro y los ligeros a la cir- temporáneos profanos, tuvieron indu-
cunferencia. El hombre mismo es un dablemente una gran influencia sobre
complejo de átomos y su alma está he- sus sucesores filosóficos: negativamen-
cha de átomos esféricos móviles. Leu- te, en lo principal, sobre PLATÓN, pe-
cipo adaptó la teoría de la sensación ro positivamente sobre ARISTÓTELES,
de Empédocles: los objetos emiten en su resurgir de la física. Además, el
efluvios, «membranas» de átomos que, ATOMISMO sobrevivió durante siglos a
al ser distorsionados al pasar en ocasio- través de EPICURO, mientras que el es-
nes, toman contacto físico con los áto- toicismo tenía una deuda profunda ha-
335 PRICE

cia Heráclito. Los presocráticos tuvie- cidos, por tanto, únicamente por sus
ron ciertamente gran importancia his- efectos. Según su concepción, los da-
tórica en el desarrollo del pensamiento; tos sensibles no sólo pertenecen direc-
pero se puede preguntar legítimamen- tamente al objeto físico, sino que es-
te si su ciencia y filosofía fragmenta- tán relacionados íntimamente entre sí,
rias tienen otro valor que el de ser un formando una «familia», esto es, un
estadio primitivo necesario en el ca- conjunto de series cada una de las cua-
mino de la especulación seria. Las les converge en un miembro estándar;
deficiencias inevitables de estos pen- estos miembros estándar componen
sadores enérgicos son llamativas, pero el Sólido Estándar, que tiene la for-
instructivas: su amor por la inferen- ma ordinariamente llamada «la verda-
cia no confirmada, en su mayor par- dera forma de la cosa». El Sólido Es-
te, por la observación, y menos aún tándar no es idéntiico al objeto físico,
por el experimento; su retención de por lo que Price no es fenomenalista.
las explicaciones míticas y metafóricas Para Price una «cosa» es una familia
del cambio, sus inadecuadas fuentes de datos sensibles junto con el obje-
lingüísticas, que retrasaron o distor- to físico coincidente, pero él puede
sionaron la formación de conceptos decir tan poco sobre el objeto que se
abstractos; su reluctancia a examinar queda cerca del FENOMENALISMO.
lo que era implicado por el conoci- SU libro Thinking and Experience
miento, y su lógica rudimentaria. Y (Pensamiento y Experiencia), que es
con todo también tuvieron grandes posterior, rechaza las teorías que ha-
virtudes; y aparte de la admirable cen consistir por completo al pen-
cualidad del progreso intelectual rá- samiento en el uso de símbolos, o
pido y sistemático desde Tales hasta imágenes, o conceptos tratados como
Demócrito, o de la comprehensivi- objetos subsistentes, y afirma que es
dad de sistemas como el de Heráclito, básico el reconocimiento, siendo los
los presocráticos ilustran de una for- conceptos «capacidades recognosci-
ma particularmente clara los proble- tivas».
mas de la filosofía materialista y las (R. HALL)
limitaciones de algunas de sus solu-
ciones clásicas: problemas, por ejem- PRICE, Richard (1723-1791), teólogo
plo, de la presupuesta unidad y la inglés, ministro en Newington Green,
observada pluralidad; de los tipos no Londres, y doctor en Teología por
percibidos o estructurales de unidad; Glasgow. Escribió su obra filosófica
de la fuente física del cambio; de la más notable en la esfera de la ética.
evaluación de la percepción sensible Su Review 01 the Principal Questions
y la interrelación de la ética y la físi- in Morals, que fue publicada por pri-
ca. Es quizás en este sentido en el mera vez en 1758, es la primera teo-
que se puede decir que el pensamien- ría DEONTOLÓGICA clara y convincen-
to presocrático tiene valor filosófico, temente desarrollada -esto es, una
así como histórico. explicación de la moralidad que con-
(G. S. K.) vierte en conceptos fundamentales el
«derecho» y la «obligación». Price
PRICE, Henry Habberley (1899- ), considera que éstos son indefinibles,
filósofo inglés, catedrático Wykeham a priori y objetivos, por lo que está
de Lógica y miembro del New Co- en pugna con la escuela de HUT-
llege de Oxford, desde 1935 a 1959. CH ESON y HUME. No ataca simplemen-
Ha escrito principalmente sobre per- te los detalles de sus argumentos en
cepción y filosofía de la mente, aun- apoyo de una ética del «sentimiento»,
que también sobre los problemas fi- sino la base misma de su empirismo.
losóficos de la investigación psíquica. Cree que las nociones y conceptos
En su primer libro, Perception universales tales como sustancia, du-
(Percepción), rechazó las teorías ante- ración, infinito, no pueden explicar-
riores sobre la relación entre DATOS se desde un punto de vista empirista
SENSIBLES Y objetos materiales, espe- radical. Ni tampoco pueden serlo las
cialmente la teoría de que los últimos nociones básicas de la moral.
causan ~ los primeros, que son cono- Price siguió a BUTLER en su recha-
PRICHARD 336
zo del hedonismo psicológico, pero no obtiene leyendo el memorial de H. H.
compartió totalmente la confianza de PRICE en las Proceedings of the Bri-
Burler en que el deber y el interés tish Academy, vol. XXXIII. Sus rigu-
coinciden en esta vida en su mayor rosos argumentos sobre el significado
parte. Argüía que para dar sentido a de las palabras siguen influyendo in-
nuestra experiencia moral se debe dudablemente en la filosofía de Ox-
postular otra vida; pero, a diferencia ford.
de muchos que han usado argumen- (lO. U.)
tos similares, advirtió que no se puede
demostrar de este modo una vida ul- PROBABILIDAD es un concepto im-
terior infinitamente larga. portante que el filósofo estudia por
En la filosofía moral de Price muchas razones. Existe el problema
tiene un valor particular su serio re- de cómo, cuándo y por qué es aplica-
conocimiento del hecho del conflicto ble a la realidad la teoría matemáti-
moral y su terco rechazo a aceptar ca de la probabilidad; existe el pro-
los «principios supremos» demasiado blema de la relación de los datos es-
simplificadores, tales como los de los tadísticos con la probabilidad; y lo
egoístas y utilitaristas de sus días. más importante, la probabilidad es
(R. W. H.) un concepto clave en el entendimien-
to del método científico, de la rela-
PRICHARD, Harold Arthur (1871- ción de la evidencia con la ley y con
1947), catedrático de filosofía moral la teoría, de la racionalidad de la
de la Universidad de Oxford. Proba- creencia. Los filósofos siempre han
blemente fue el miembro más desta- prestado cierta atención a la probabi-
cado del movimiento realista de Ox- lidad; pero en el medio siglo pasado el
ford, del cual Cook WILSON fue ellí- tema ha ganado más y más interés, y
der oficialmente reconocido. Su única se han publicado muchos libros, algu-
publicación a gran escala sobre la teo- nos de ellos muy técnicos, en dicho
ría del conocimiento fue Kant's Tbeo- período, enteramente dedicados a este
ry o] Knowledge (La Teoría del Co- tópico.
nocimiento de Kant) (1909), obra po- Si nos concentramos en enunciados
lémica en la que opone su realismo tales como «la probabilidad de obte-
a KANT. En los años posteriores mo- ner cara cuando se echa una moneda
dificó bastante estas concepciones, es 1/2», la Teoría Frecuencial de la
manteniendo que sólo percibimos man- Probabilidad bien puede parecer la
chas coloreadas y no cuerpos, de los más plausible como una interpretación
que sólo podemos tener conocimiento del enunciado. Según la teoría de la
inferencial. En filosofía moral su en- frecuencia el enunciado anterior sig-
sayo Does Moral Philosophy rest on nifica aproximadamente que, a la lar-
a Mistake? (Descansa la Filosofía mo- ga, la frecuencia con la que una
ral en un error?) (1912), tuvo una de- moneda saldrá de cara al ser echada
cisiva influencia para el resurgir de la será una vez de cada dos. Los atrac-
ética intuicionista; Prichard afirmaba tivos especiales de esta teoría son
que aplicando simplemente nuestra que, en una versión bien conocida
atención podemos conocer que ciertos de ella, de la definición de probabi-
actos son deberes y que cualquier in- lidad se sigue que los axiomas de la
tento de producir una teoría general teoría matemática deben ser aplica-
de por qué son deberes tales actos bles y que esto vincula de manera
es un error. Sin embargo, en ética, manifiesta a la probabilidad con los
como en epistemología, se fue vol- datos estadísticos. Por otro lado, es
viendo escéptico en los años poste- ciertamente muy difícil dar una ver-
riores; en Duty and Ignorance of Fact sión satisfactoria de esta teoría cuan-
(Deber e Ignorancia de los Hechos) do se introducen, como es necesario,
(1932) admitía un elemento conside- expresiones más exactas que la de
rable de subjetivismo en nuestra va- «a la larga» para indicar qué fre-
loración de nuestros deberes. Su in- cuencia es relevante. La teoría de la
fluencia a través del contacto perso- frecuencia fue establecida por prime-
nal fue inmensa; cierta idea de ella se ra vez con detalle por VENN en su
337 PROTAGORAS
Logic 01 Chance (Lógica del Azar); ría, fue que la probabilidad de un
otros exponentes bien conocidos son evento era la razón de las posibilida-
MISES y Reichenbach. des f,a,:,orables a las totales; para los
Pero si volvemos nuestra atención propositos de la filosofía esto resulta
a enunciados tales como «probable- bien poco adecuado, pues parece que
mente haya vida en Marte», la teoría las referidas «posibilidades» son di-
de la frecuencia se vuelve especial- fícilmente distinguibles de las proba-
mente implausible; al tratar la pro- bilidades, y es difícil ver cómo añadir
babilidad de teorías, hipótesis y even- posibilidades favorables sin caer en
tos especiales es difícil ver cómo po- serias dificultades lógicas.
demos estar refiriéndonos a cualquier
(J. O. D.)
secuencia de eventos Q a cualquier
frecuencia dentro de tal serie, aun-
que algunos filósofos han intentado PROTAGORAS de Abdera, sofista grie-
mantener esa concepción. Al tratar go que floreció c. 450-440 a. C. Fue
esos ejemplos es mucho más plausible famoso como profesor de arete, exce-
considerar que la palabra «probable» lencia práctica o destreza política y
indica que el enunciado «existe vida retórica; ejerció su trabajo en diferen-
en Marte» debe ser aceptado con cier- tes ciudades y cobraba honorarios por
ta reserva; que se hace con la condi- su enseñanza. Se le atribuyen muchos
ción de una satisfactoriedad eviden- libros sobre lógica, los orígenes de la
cial a mitad de camino entre lo que po- cultura y la conducta humana. Protá-
dríamos indicar con expresiones tales goras atacó al dogmatismo tanto de la
como «sabemos que hay vida en Mar- religión como de la filosofía contempo-
te» y «no hay ninguna base para su- ráneas. De los dioses dijo: «Soy inca-
poner que haya vida en Marte». paz de saber si los dioses existen o no
Muchos filósofos están de acuerdo y qué forma tienen; pues hay mucha~
actualmente en que la noción de pro- cosas que impiden su conocimiento
babilidad se usa tanto en el sentido -tanto la oscuridad del asunto como
de frecuencia como en el de valora- la brevedad de la vida humana». Era
ción de la evidencia, y que debemos posible emitir enunciados contradicto-
entenderla según el contexto. Aunque rios sobre cualquier tema, y cada uno
no están de acuerdo en muchos pun- podía ser verdadero según las cir-
tos de relativo detalle, ésta es la cunstancias; no había ni una sola ver-
opinión de CARNAP, BRAITHWAITE y dad absoluta que el hombre tuvie-
RUSSELL. Cuando es posible en prin- ra que descubrir, puesto que la pro-
cipio un enunciado numérico de la pia naturaleza de cada hombre estaba
forma «la probabilidad de que X sea íntimamente implicada en cualquier
y es p», se ha dado cierta explica- juicio. A ello se refiere probablemen-
ción de un tipo de frecuencia; pero te el famoso dicho de Protágoras:
cuando un enunciado tiene la forma «El hombre es la medida de todas
«probablemente ocurra que tal y tal», las cosas, de la existencia de las cosas
donde no parece plausible ninguna que son y de la no existencia de las
valoración numérica, se supone que que no son». Esto parece estar diri-
la palabra «probablemente» es indica- gido particularmente contra el extre-
tiva de precaución y reserva al hacer mismo de la ontología ELEÁTICA, que
el enunciado. también estuvo sometida a examen
crítico por el contemporáneo de Pro-
Se debe añadir que la definición tágoras, Gorgias. Véase también los
clásica de probabilidad, que se en- PRESOCRÁTICOS.
cuentra en los grandes escritores ma-
temáticos franceses sobre esta mate- (G. S. K.)

22
Q

QUINE, Willard V. O. (1908- ), na- logia presupuesta en cualquier enun-


cido en Akron, Ohio, catedrático de ciado dado. Contrariamente a las con-
filosofía de la Universidad de Harvard, cepciones tradicionales, ha argüido
lógico matemático distinguido, activa- que la ontología (p. ej., los géneros
mente interesado también por la filo- de entidades cuya existencia se pre-
sofía general de la lógica y la teoría supone) no está determinada por los
del conocimiento. Su obra puramen- nombres propios que puedan ocurrir
te formal en lógica trata una gran en un enunciado, sino más bien por
variedad de problemas sumamente los tipos de variables que haya en él
técnicos. Probablemente su contribu- susceptibles de ser sustituidas. Quine
ción mejor conocida y más influyente ha condensado este criterio en la
a este área de la investigación sea su fórmula: ser es ser el valor de una
versión mejorada de la reducción de variable. Según este criterio, por
la matemática a la lógica que había ejemplo, cualquiera que acepte el
sido expuesta por WHITEHEAD y enunciado «algunos perros son blan-
RUSSELL en su libro Principia Mathe- cos» (o en la locución lógica corrien-
matica. La versión mejorada fue obte- te, «Existe un x tal que x es un perro
nida por Quine mediante la introduc- y es blanco») está comprometido a
ción de nuevos e importantes artifi- creer en la existencia de cosas que son
cios, con el fin de evitar, entre otras perros; pero por eso no está compro-
cosas, varios supuestos debatibles de metido a creer en la existencia de UNI-
los Principia. VERSALES platónicos tales como la ca-
Sin embargo, muchas de las contri- neidad. Las predilecciones filosóficas
buciones técnicas de Quine a la ló- de Quine le hacen reacio a aceptar la
existencia de universales. Sin embar-
gica matemática están motivadas por
go, aunque ha intentado reconstruir
amplias consideraciones filosóficas. A la matemática en conformidad con sus
diferencia de muchos estudiosos del preferencias NOMINALISTAS no parece
tema, no cree que la lógica formal sea haberlo logrado. Pero no se ha nega-
«ontológicamente» neutral, puesto que do a emplear supuestos lógicos plató-
según él el sistema de la lógica nos nicos cuando los encontraba indispen-
compromete a aceptar la existencia de sables para sus construcciones for-
algunos tipos característicos de entida- males.
des (por ejemplo, individuos concretos Quine también ha puesto en du-
tales como objetos físicos, o entidades da la distinción familiar entre enun-
abstractas tales como clases o atribu- ciados sintéticos (vale decir, contin-
tos). Por tanto, ha propuesto un cri- gentes o empíricos) y enunciados
terio para determinar cuál es la onto- ANALÍTICOS (o necesarios), sobre la
339 QUINE
base de que ninguno de los criterios ne que es sólo el sistema total de su-
de analiticidad propuestos esclarece puestos (incluidos los de la lógica),
esa distinción. Por tanto, según él, las en el que un enunciado dado es un
leyes aritméticas no difieren marcada- elemento, 10 puede ser sometido a una
mente respecto de su carácter «nece- prueba experimental. Por tanto, ha
sario» de las leyes físicas; y ambos criticado a los defensores de la teo-
tipos de enunciados podrían ser aban- ría de la verificabilidad del significa-
donados en la eventualidad de una do diciendo que están equivocados en
evidencia que aparentemente los des- sus intentos de fijar el significado de
confirmara, aunque los primeros con los enunciados aislados en términos
una reluctancia sin duda mayor que de su supuesta significación sensorial.
los últimos. Además, Quine mantie- (E. N.)
R

RACIONALISMO, en el uso de los fi- dan información sobre la naturaleza


lósofos, es la característica de una teo- del mundo. Así, hay una tendencia a
ría filosófica que afirma que median- considerar que el racionalista es aquél
te el razonamiento puro, sin recurrir que afirma tener conocimiento sinté-
a ninguna premisa empírica, podemos tico a priori, que afirma conocer,
llegar a un conocimiento sustancial completamente o en parte, que el
de la naturaleza del mundo. Existe mundo es tal por la razón pura. Pero
también un uso bien conocido de la Leibniz suele ser considerado el más
palabra que hace referencia a la con- extremo de los racionalistas porque
cepción de que la fe en lo sobrenatu- afirmó que en principio todas las ver-
ral es inadmisible y que las afirma- dades podían ser conocidas por el ra-
ciones religiosas deben ser comproba- zonamiento puro, no siendo la expe-
das por criterios racionales, pero en riencia más que un sustituto inferior
ausencia de una evidencia clara de lo de la razón; con todo, Leibniz man-
contrario, se supondrá que es el pri- tenía que todas las verdades de la ra-
mer sentido de la palabra el que se zón estaban garantizadas por el prin-
da en los textos de filosofía moderna. cipio de contradicción y que, por tan-
Es en este sentido en el que DESCAR- to, eran, con la terminología moder-
TES, LEIBNIZ y EsPINOSA son citados na, analíticas. Sin embargo, la afirma-
como ejemplos clásicos de raciona- ción de Leibniz de que lo que contra-
lismo. dice a toda proposición verdadera
El racionalismo se opone al EMPI- es autocontradictorio, es muy paradó-
RISMO, la doctrina de que la expe- jica, y podemos decir que el raciona-
riencia es la base necesaria de todo lista es aquél que defiende el conoci-
nuestro conocimiento; pero ninguno miento que no está basado en la ex-
de estos términos tiene un significado periencia sensible y que no puede ser
preciso. Así, podríamos esperar que considerado sin paradoja como algo
un empirista puro afirmara que todo puramente formal. Pero esto sigue
conocimiento requiere premisas empí- siendo poco preciso; KANT defendió el
ricas, y J. S. MILL en ocasiones sí conocimiento sintético a priori, pero
hizo esta afirmación; para él incluso afirmó que no era racionalista porque
las verdades matemáticas son genera- no se trataba del conocimiento dog-
lizaciones empíricas. Pero muchos em- mático sobre las cosas mismas, sino
piristas han admitido que las verda- sólo sobre los fenómenos; pensó que
des matemáticas son a priori; siguen una de las principales virtudes de su
siendo considerados empiristas si afir- sistema crítico era que evitaba ser ra-
man que las verdades matemáticas son cionalista o empirista. No debemos
analíticas, verdades formales que no buscar una precisión que no se pue-
341 REALISMO
de encontrar; por racionalismo los fi- en la medida en que se interesó por
lósofos significan posiciones pareci- los problemas específicos del realismo
das, o suficientemente parecidas, a y siguió siendo realista.
la de Descartes, que probó la existen- El IDEALISMO se ha apoyado en dos
cia de Dios y del mundo físico a par- tipos principales de argumento. El
tir de una premisa considerada racio- primero afirmaba mostrar que la exis-
nalmente indudable, «Pienso, luego tencia de objetos físicos independien-
existo». No existe ningún criterio de tes era inconcebible porque no podría-
qué sea lo que se parezca suficiente- mos separar el concepto de un obje-
mente a esto. to físico del concepto de una con-
La inmensa mayoría de los filósofos ciencia con relación a la cual éste exis-
niegan hoy en día la posibilidad de tía. Esta afirmación se basaba en la
deducir racionalmente las verdades creencia de que cualquier cualidad
que no estén implícitas en las premi- comúnmente adscrita a los objetos fí-
sas; es muy poco característico de la sicos implica una referencia a la sen-
filosofía moderna proceder mediante sación, y en argumentos generales que
supuestas pruebas de teoremas a tra- concluyen que sólo podemos conocer
vés de una estricta argumentación. La lo relativo a la mente. Moore redujo
principal tarea de los filósofos no em- la primera creencia a una confusión
piristas es, por tanto, ahora encon- entre «sensación», en tanto que sig-
trar un procedimiento de sustitución nificando el acto de sentir y «sensa-
de la prueba racionalista como mé- ción» en tanto que significando lo
todo de justificación de sus creencias. que es sentido; en un sentido debe
(J. O. U.) ser mental, en el otro no necesita ser-
lo. Contra el último los realistas ins-
taron que conocer, lejos de implicar
REAL, véase especialmente Metafísica, que el objeto conocido es esencialmen-
Realismo, Universales, Bradley. te relativo al conocimiento de él, im-
plica, por el contrario, que es inde-
REALISMO fue un término usado por pendiente de ser conocido. También
primera vez para representar la con- se atacó a la teoría «interna» de las
cepción de que los UNIVERSALES tie- relaciones, de la que se había dedu-
nen un ser real independientemente cido que no podían existir dos cosas
de ser pensados, o bien trascendiendo relacionadas si eran aparte de la rela-
los particulares, como mantenía PLA- ción, y se insistía en que algunas re-
TÓN o bien al menos en los particu- laciones y en particular la relación de
lar¡(s, como mantenía ARISTÓTELES. conocer no necesitaban guardar dife-
Pero actualmente el término se usa rencia interna para con sus términos.
más comúnmente para significar la La tendencia bastante fácil de los
creencia de que los objetos físicos exis- idealistas a descartar ciertos aspectos
ten independientemente de la expe- de la experiencia por irreales también
riencia, cuando esta doctrina es ex- fue criticada, dedicándose mucha aten-
puesta filosóficamente. Desde luego ción a los problemas de la infinitud
esta concepción fue siempre manteni- sobre cuya base el tiempo y el espa-
da extensamente, pero fue desarrolla- cio habían sido declarados meras apa-
da y defendida con detalle principal-
riencias. Aquí se podía utilizar el tra-
mente después del principio de este
siglo como reacción contra el «idea- bajo lógico de Russell en Principia
lismo». La escuela específicamente Mathematica, donde mostraba cómo
«realista» que se comprometió en esta se puede manejar el concepto de in-
empresa fue primariamente inglesa y finitud de manera autoconsistente e
americana. Sus miembros más impor- inteligible en las matemáticas. La teo-
tantes fueron RUSSELL, G. E. MOORE ría de la coherencia de la verdad
y C. D. BROAD. La escuela ha tenido también fue atacada en favor de una
numerosas ramificaciones bajo la in- concepción que encontraba la defini-
fluencia de sus investigaciones lógicas ción de verdad en correspondencia
y del pensamiento de WITTGENSTEIN, con una realidad independiente y que
pero aquí sólo podemos hablar de ella al discutir los criterios de verdad
REALISMO 342
concedía más peso a la experiencia gue siendo una posibilidad a conside-
que a la coherencia de un sistema. La rar el que las propiedades espaciales
concepción racionalista de! conoci- pudieran ser bien objetivas y no obs-
miento y de la realidad adoptada por tante relativas de algún modo al pun-
la mayoría de los idealistas fue recha- to desde el que son consideradas (com-
zada, y posteriormente la escuela se paremos «izquierda» y «derecha»), y
trasladó en su totalidad a la doctrina también, como sugirió asimismo, que
de que en el mundo real no hay co- aun cuando no sean percibidas direc-
nexiones lógicas y que todo razona- tamente, pueden consistir en grupos
miento a priori es esencialmente lin- de entidades como los datos sensibles
güístico. Sin embargo, se debe subra- que percibimos directamente. Sin em-
yar que estas concepciones no están bargo, e! concepto de datos sensibles
conectadas necesariamente con el rea- ha sido atacado muy ampliamente en
lismo sobre los objetos físicos más tiempos recientes sobre la base de que
que con e! idealismo. normalmente no experimentamos, por
El segundo tipo de argumentos en ejemplo, meras manchas de color, sino
favor de! idealismo fue e! negativo de que desde el principio experimenta-
que no podemos justificar la creencia mos objetos físicos, crítica ésta que
en las cosas físicas independientes ni había sido anticipada por muchos
aun suponiendo que esa creencia no idealistas. Una teoría popular de nues-
sea autocontradictoria. Se encontró que tros días es la de que la distinción
este objetivo era más difícil de cum- entre la teoría directa y la teoría re-
plir, y se adoptaron dos líneas de res- presentativa de la percepción es me-
puesta bastantes distintas. Algunos rea- ramente una distinción de lenguaje.
listas arguyeron que el idealismo es Se dice que ambas están de acuerdo
inevitable si partimos de la teoría «re- en los hechos empíricos cuando, por
presentativa» de la percepción, según ejemplo, percibimos un objeto redon-
la cual nunca percibimos los objetos do como si fuera elíptico, lo que po-
físicos directamente, sino que sólo demos expresar diciendo, o bien que
percibimos siempre algo mental o al percibimos datos sensibles elípticos
menos dependiente de la mente (<<da- producidos por un objeto redondo, o
tos sensibles»). En consecuencia, di- bien simplemente que el objeto es re-
vergiendo de casi todos los filósofos dondo, pero parece elíptico. En ese ca-
anteriores, intentaron mantener una so, la palabra «datos sensibles» no
teoría directa de la percepción. La representará las entidades existentes,
principal dificultad al respecto reside como ocurría con los anteriores pensa-
en la ocurrencia de la «ilusión». Para dores.
dar cuenta de ésta se abandonó e! Otros realistas conservaron la teoría
supuesto usual de la teoría represen- representativa, pero intentaron justifi-
tativa de que si percibimos algo direc- car la creencia en cosas físicas inde-
tamente debemos percibirlo como es, pendientes como lo que proporciona
y se utilizaron una serie de expedien- la mejor explicación causal de nues-
tes ingeniosos. Unos pocos realistas tra experiencia y es susceptible de una
adoptaron concepciones más paradóji- verificación adecuada por la cumpli-
cas afirmando que no era absurdo con- mentación constante de las prediccio-
siderar que estaban incluidos en e! nes hechas sobre e! supuesto de que
mundo externo real muchos de los fe- es verdadera.
nómenos que ordinariamente son estig- Una distinción que podría servir de
matizados como ilusiones. Russell, por arma de doble filo fue introducida,
ejemplo, en El conocimiento del mun- empero, por Moore en 1925, siendo
do externo sugirió que las cosas ampliamente adoptada en su país.
físicas no tienen, como se supone or- Mantenía que podemos conocer con
dinariamente, una sola forma, sino certeza que nuestras proposiciones de!
que comprenden todas las formas di- sentido común sobre los objetos fí-
ferentes que se pudieran ver desde to- sicos son verdaderas, pero que es una
dos los puntos de vista, y que todas cuestión filosófica difícil cómo puedan
existen objetivamente. No mantuvo ser analizadas, y mencionaba, entre
esta hipótesis mucho tiempo, pero si- los modos posibles de análisis, aquél
343 REID
según el cual los enunciados sobre gumentos metafísicos en favor del
objetos físicos son reducidos a enun- teísmo. La teoría del conocimiento que
ciados sobre los datos sensibles que acompaña al realismo de manera na-
percibimos en ciertas condiciones. Es- tural, dado que éste insiste en la in-
te análisis fue muy ampliamente adop- dependencia del objeto conocido, su-
tado por los filósofos que se hallaban giere una teoría objetiva de la ética,
bajo la influencia de la tradición de la cual fue Moore uno de los de-
Russell-Moore, pero esta concepción fensores más extremados, pero la ten-
ya no puede ser considerada realismo. dencia empirista de esta escuela se ha
Por otro lado, como evitaban la me- pronunciado en su totalidad contra
tafísica, estos filósofos no serían lla- tales concepciones, y todavía más con-
mados usualmente idealistas. Sin em- tra una teoría platónica de los uni-
bargo, aún más recientemente ha ha- versales como algo que subsiste inde-
bido una marcada reacción contra ta- pendientemente, por la que Russell,
les concepciones. En adición a las ob- por ejemplo se inclinó en su primer
jeciones contra la posibilidad de lle- período. La atmósfera de realismo ha
var a cabo el análisis propuesto en sido hostil a la formación de teorías
cualquier caso dado sin presuponer filosóficas generales sobre el cosmos.
algunas proposiciones de objetos físi- A menos que consideremos que WHI-
cos independientes, se le condena por TEH EAD qua metafísico es realista,
estar basado en el concepto supuesta- lo cual resulta dudoso, ALEXANDER
mente desacreditado de que los datos (1859-1938) proporciona la única ex-
sensibles son entidades últimas. Esto cepción de gran importancia.
va acompañado de la tendencia a in- (A. C. E.)
sistir en que debemos aceptar como
un hecho que tenemos cierto conoci- REID, Thomas (1710-1796), creador de
miento de las cosas físicas, aun cuan- la típica filosofía escocesa del sen-
do no podamos decir mucho sobre la tido común. Él mismo fue escocés,
cuestión de cómo tenemos el conoci- educado en Aberdeen y fue catedrá-
miento. Comúnmente ya no se cree tico primero en Aberdeen y después
que sea tarea del filósofo criticar aque- en G1asgow, donde sucedió a Adam
llas creencias que no podemos dejar de Smith. Como KANT, Reid se vio lle-
mantener en la vida práctica, sino más vado a su postura filosófica original
bien tratar este hecho como si él mis- por la lectura de las obras de HUME,
mo fuera una garantía de su verdad. que fue contemporáneo suyo y de
Tal perspectiva es apoyada por el ar- quien tuvo un conocimiento personal.
gumento de que las mismas palabras A Reid le parecía que las conclusio-
que utiliza el idealista o el escéptico nes escépticas que encontró en Hume
al criticar la noción de materia se de- eran las conclusiones correctas que
rivan de la experiencia de las mismas había que aceptar dadas las premisas
cosas criticadas y por una tendencia de las que Hume partía; este punto
a tratar la mente más que la materia de partida era la teoría de las IDEAS,
como el concepto que requiere más la teoría de que los objetos inmedia-
análisis y justificación. Se mantiene tos de la mente humana en el pensa-
que la tarea de la filosofía es inter- miento y en la percepción son enti-
pretar el lenguaje del sentido común dades mentales peculiares llamadas
y no reformarlo o sustituirlo. ideas. Reid consideraba que este pun-
Sin embargo, el realismo como tal to de partida era común a todos los
es compatible con una inmensa varie- filósofos modernos -DESCARTES, Loe-
dad de doctrinas. Por ejemplo, en él KE, BERKELEY Y HUME, por ejem-
no hay nada que excluya el teísmo, y p10-, aunque sólo Hume había sa-
la gran mayoría de los teístas de he- cado de esas premisas las conclusio-
cho también han sido realistas, aun- nes escépticas a las que éstas llevaban
que la escuela realista específica de la propiamente; sólo Hume había adop-
primera mitad del siglo xx que se ha tado la posición cabal de que si sólo
ocupado especialmente del problema tenemos acceso a ideas discretas e in-
de los objetos físicos no siente sim- conexas, no podemos tener un cono-
patía en ninguna medida hacia los ar- cimiento conexo que trascienda las
ROSS 344

ideas. Pero las conclusiones de Hume, sofos, tales como Hume, que declaran
de un escepticismo tan extremo, eran dudarlos no 10 hacen sincera y con-
insostenibles; nadie podía mantenerlas sistentemente. Reid conduce su ata-
consistentemente. Por tanto, las pre- que al escepticismo de manera muy
misas básicas, la teoría de las ideas, similar a la usada por los defensores
deben ser abandonadas, pues 10 que del sentido común en los tiempos re-
lleva por inferencia correcta a la false- cien tes; su obra crítica es en todo
dad debe ser falso. En su libro In- momento clara y aguda, aunque sus
quiry into the Human Mind (Inve,s- propias concepciones positivas no
tigación de la Mente Humana), Reid emergen tan claramente de sus escri-
atacaba, por tanto, la teoría de las tos como 10 hacen las inconsistencias
ideas por no ser intuitivamente evi- e implausibilidades de Locke y Ber-
dente ni ser una hipótesis que ayu- keley.
de con éxito a explicar aquello para
cuya explicación fue introducida.
(J. O. u:
Reid expuso su propia teoría del ROSS, Sir W. David (1877-1971), na-
conocimiento en Essays on the Inte- cido en Thurso, Caithness, Escocia,
llectual Powers oi Man (Ensayos so- primer rector del Oriel College de
bre la capacidad intelectual del hom- Oxford. Tiene fama internacional por
bre), su obra más famosa. Aquí ex- dos motivos distintos. Primero, es un
pone una explicación de la percep- erudito aristotélico de primer rango;
ción la memoria y la concepción, co- sus ediciones de la Metafísica, la Fí-
mo sustituto de la teoría de las ideas, sica y la Analítica de Aristóteles con
que es realista, pero d~ ningún m,?do comentarios y un aparato textual ela-
racionalista o especulativa, El sentido borado, se encuentran entre las obras
comúnes, dice, «aquel grado de jui- más importantes sobre Aristóteles
cio que es común a los hombres con del siglo xx. Y es el principal respon-
los que podemos conversar y contra- sable del restablecimiento de la ÉTI-
tar negocios». Pero, mantenía Reid, CA intuicionista del periodo moderno.
«todo conocimiento y toda ciencia de- PRIC H ARD fue el espíritu animador del
ben estar construidos sobre principios resurgir del intuicionismo -la doctri-
que sean autoevidentes, y de tales na de que aprendemos nuestros diver-
principios todo hombre que tenga sen- sos deberes como tales directamente
tido común es un juez competente y no los derivamos de ningún prin.c!-
cuando los concibe de manera distin- pio ulterior tal como el de la utili-
ta». Los primeros principios pueden dad-, pero Ross, primero en The
ser necesarios, como en las matemáti- Rigbt and the Good (Lo Correcto y
cas o contingentes. Reid da una lista lo Bueno) y después en sus Conferen-
de 'principios del sentido común en l~ cias Gifford Tbe Foundation oi Ethies
esfera de 10 contingente que son Si- (El Fundamento de la Ética), dio al
milares a la lista que G. E. MaaRE intuicionismo de Oxford de la prime-
dio en su «Defensa del Sentido Co- ra parte del siglo su enunciado más
mún»; incluyen: 1) «la existencia de completo y sistemático. Muchas de las
todas las cosas de las que soy cons- doctrinas características se derivan de
ciente»; 2) «que los pensamientos de Prichard, como la de que nuestro de-
los que soy consciente son los pensa- ber es ponernos a actuar más bien que
mientos de un ser al que yo llamo lograr ninguna realización real y que
yo mismo, mi mente, mi persona»; 3) es nuestro deber ponernos a hacer el
«que aquellas cosas que recuerdo de acto que subjetivamente nos parezca
manera distinta ocurrieron realmen- ser el acto que es objetivamente nues-
te»; 4) «nuestra propia identidad per- tro deber; pero el enunciado que ha-
sonal y existencia continua», y 5) «que ce de la posición es un modelo de
aquellas cosas que percibimos distin-
precisión, claridad y moderación.
tamente por nuestros sentidos exis-
ten realmente, y son 10 que percibi- (J. O. V.)
mos que son». Cualquiera que dude
de estos principios será incapaz de ROVSSEAV, jean-jacques (1712-1778),
intercambio racional y aquellos filó- escritor francés. Rousseau pasó su vi-
345 ROUSSEAU

da errando de país en país, de fe en cial y en las Consideraciones sobre el


fe, de trabajo en trabajo y de amante Gobierno de Polonia. Rousseau no
en amante, frecuentemente con mala fue un pensador sistemático, ni siquie-
salud y siendo siempre víctima de su ra coherente ni ordenado. Su escritu-
temperamento hipersensible y emo- ra es apasionada y retórica; vio la
cional. sociedad como Carlyle vio la historia
Sus primeros ensayos retratan al -por destellos de luz.
hombre natural como una criatura de En el Contrato Social Rousseau re-
buenos instintos y gustos simples que comienda que el gobierno sólo está
ha sido corrompida y privada de la justificado si la soberanía queda con
felicidad por la civilización, y parti- el pueblo. Toda ley debe ser sometida
cularmente por la vida urbana, las al voto directo de todos los ciudada-
distinciones de clase y la tiranía gu- nos. Se rechaza la democracia repre-
bernamental. Su novela La nueva sentativa. Advirtió que tal sistema
Eloisa glorificaba el sentimiento y la confiere un poder absoluto a la mayo-
emoción contra las afirmaciones con- ría y realizó diversos intentos poco
temporáneas de razón y autorrepresión. convincentes para explicar por qué de-
Su popularidad e influencia fueron ben asentir las minorías. Rechaza cual-
inmediatas e inmensas. Su novela si- quier limitación sobre la mayoría y
guiente, el Emilio, el más grande de cualquier noción de derechos indivi-
todos los escritos sobre educación, tu- duales. Se dio cuenta de que un sis-
vo un efecto todavía más amplio y tema así funcionaría solamente en es-
más duradero. Mantenía que la educa- tados muy pequeños (y aquí estaba
ción no debía doblegar o disciplinar las muy influido por los ejemplos de la
tendencias naturales del niño, sino ciudad estado griega y del cantón sui-
animarlas a crecer y a florecer. El zo). Para remediar la debilidad de
aprendizaje no debía proceder de los tales estados consideraba la federa-
libros y de la instrucción verbal, sino ción, pero nunca elaboró esta solu-
del ejemplo y la experiencia directa de ción.
las personas y las cosas. La familia La aplicación de leyes a casos par-
y no la escuela es su campo apropia- ticulares fue asignada a un cuerpo
do; y el amor y la simpatía, y no las que Rousseau llamó «el gobierno»,
reglas y los castigos, son los instru- cuya constitución variaba de acuerdo
mentos para esta tarea. La religión no con el tamaño del estado y otras con-
debía ser un asunto de credos y dog- diciones locales. Todas las asociacio-
mas, de textos y formalidades, sino la nes que se dan dentro del estado de-
infusión en el corazón de sentimientos bían ser eliminadas de tal modo que
de adoración y respeto, sentimientos el individuo no sintiera lealtades ri-
reveladores de un Dios que está más vales de su ciudadanía.
allá de nuestra razón. En las Confe- Aquí la influencia de Rousseau en
siones, obras que fue publicada pós- la historia y especialmente en la Re-
tumamente, Rousseau dio al mundo volución Francesa fue profunda. Su
la primera descripción completamen- libro sigue siendo la defensa clási-
te desinhibida, en todos sus colores, ca de la democracia.
al igual los brillantes que los oscuros, Sin embargo, Rousseau fue bien
de un alma humana. consciente de las objeciones que se
La obra de Rousseau tuvo una gran podían hacer a la democracia directa,
importancia histórica por cuanto cons- e intentó dar cuenta de ellas. Ésta es
tituyó el primer ataque del movimien- incapaz de una actividad legislativa
to romántico contra el baluarte del si- continua, y parece que a este respecto
glo XVIII del racionalismo clásico. Pe- él adujo la creencia de que las le-
ro las obras citadas arriba no son fi- yes podían ser pocas y generales y
losóficas en el sentido estricto, por que gran parte de lo que llamaríamos
lo que sus pretensiones de filósofo legislación podría dejarse a «el go-
han de apoyarse en sus teorías sobre bierno». La gente también puede es-
el gobierno. Éstas se encuentran tar mal informada, ser estrecha de
(aparte de sus primeros ensayos) miras e irracional. El remedio aquí es
en su mayor obra, el Contrato 50- un «Legislador», un individuo semi-
ROYCE 346
divino que redacte la legislación y de KANT y de HEGEL que identifica-
que persuada a la asamblea de que la ron el deber con la libertad, el esta-
promulgue. do con e! ideal moral y las leyes con
En el curso de la formulación de el derecho y la justicia. Esto llevó a
estos problemas se vio llevado a la la glorificación del estado como la
concepción clave de la «Voluntad expresión suprema de la moralidad.
General» y la «Voluntad de Todos». Rousseau nunca distinguió clara-
La primera es la voluntad de un cuer- mente ni reconcilió con éxito estas
po de seres humanos dirigida a sus tendencias distintas. Su obra es im-
propios intereses comunes, la última portante, por tanto, como una fuente
un mero agregado de voluntades egoís- de ideas, no como un sistema de ar-
tas individuales. Esta concepción gumentos.
tenía dos aspectos separados, cada (J. D. M.)
uno de los cuales ejerció una influencia
más sutil y a largo plazo que las impli- ROYCE, josiah (1855-1916), nacido en
caciones revolucionarias de la teoría de California, es el exponente más im-
la soberanía popular directa. portante del IDEALISMO en América
En primer lugar está la sugerencia en el período entre la guerra civil y
de que un estado es una persona y tie- la primera guerra mundial. Sus escri-
ne una voluntad propia distinta de las tos fueron abundantes y en un estilo
voluntades individuales de sus ciuda- que hizo que Santayana los describie-
danos y que va dirigida a restarles ra como una «corriente crecida»; pe-
valor. Esto anuncia las grandes dificul- ro incluso Santayana concedió que
tades y largos debates sobre la per- «Algunos principios claros y posibí-
sonalidad corporativa y la psicolo- bilidades últimas resultaban ... , pre-
gía de grupo y podría llevar obvia- sentando ahora una cara y ahora otra,
mente a un nacionalismo místico con como astillas arrastradas por una co-
pretensiones ilimitadas de lealtad in- rriente crecida». Nos limitaremos a
dividual. describir dos de estas «astillas».
En segundo lugar está la sugeren- La primera puede ser llamada el
cia de que la Voluntad General es Principio de la Universabilidad. Roy-
infalible. No podemos decir que nin- ce exigía constantemente de cual-
guna leyes expresión de ella a me- quier filosofía que fuera autoaplica-
nos que esa ley sea genuinamente en ble; es decir, que la concepción del
interés público. De este modo la Vo- mundo que exprese sea tal que ex-
luntad General se convierte en una plique consistentemente el mismo he-
concepción ideal a la que las leyes cho de ser expresada. Mediante esta
reales sólo pueden aproximarse. La de- arma intentó desacreditar virtualmen-
mocracia directa es justificada por e! te a todas las filosofías alternativas a
argumento de que si el pueblo mismo su propia versión del idealismo -más
hace las leyes con las que vive vigorosamente en el caso de! evolu-
no pierde la libertad. Pero la obe- cionismo y del PRAGMATISMO. Uno de
diencia a la Voluntad General queda sus argumentos más persistentes en
justificada por el argumento de que favor de su idealismo es que es el
ésta va dirigida al bien común que es único que satisface este principio de
mi bien (o al menos el bien al que autoaplicabilidad.
estoy moralmente obligado a tender). La segunda «astilla» es el Princi-
La ley no es una orden externa con pio del Idealismo mismo. Royce in-
la sanción de la fuerza, sino la voz sistía en que todas las cosas tienen a
de mi propio yo moral o superior o la vez un «que» y un «qué». Breve-
verdadero. Por 10 que la obligación mente, de cualquier cosa podemos de-
política puede ser (como e! servicio cir que es o qué es. Y la tesis de
de Dios) «libertad perfecta». Royce es que ninguna filosofía que
Ahora bien no era obvio por qué se vea forzada a afirmar «que» por
se necesitaba la democracia. Como su incapacidad de especificar «qué»
ESPINOSA ha dicho «Si las leyes son es satisfactoria. Ahora, el «qué» de
buenas, no importa quién las hace». cualquier cosa es simplemente su
Esta tendencia anunciaba las teorías «significado»; por 10 que se sigue,
347 RUSSELL

para Royce que el centro de una fi- zas de la religión cristlana en térmi-
losofía sólida es una descripción cla- nos de su filosofía y en términos de
ra del significado. Mantiene que hay su propio entendimiento de la signi-
dos tipos de significado el externo y ficación de la ciencia natural tuvieron
el interno. El significado externo de una influencia considerable en los
cualquier cosa consiste en las relacio- teólogos de su época.
nes que mantiene con todas las de- (J. W. S.)
más cosas. Royce expuso lo que se
conoce como la teoría de la internali- RUSSELL, Berrrand Arthur Wi11iam,
dad de las relaciones; pero esto no tercer conde Russell (1872-1970), filó-
debe confundirse con su afirmación sofo inglés. Su padre, el vizconde
de que las relaciones que mantiene AmberJey, fue el hijo mayor de lord
una cosa constituyen su significado John Russcll, el estadista liberal que
externo. Su tesis se muestra más cla- fue el primer conde Rnssel1, y su ma-
ramente cuando afirma que el signi- dre fue hija del segundo lord Stanley
ficado externo de una cosa depende de AlderJey. Fue su segundo hijo va-
enteramente de su significado interno; rón y su tercer hijo. Ionh Stuart MILL
esto es, que la relación que mantiene fue padrino suyo. Sus padres murie-
con otras cosas depende de lo que es. ron antes de que cumpliera los cuatro
¿Cuál es entonces el significado in- años y fue criado por su abuela, Lady
terno de cualquier cosa? La respues- Russel1. Después de haber sido edu-
ta de Royce es que esto consiste en cado en casa, ganó una beca de ma-
su peculiar «encarnación del propósi- temáticas en el Trinity College de
to». Dado todo este aparato, Roy- Cambridge en 1890. En 1803 fue
ce argumenta en profundidad que «la nombrado Seventh Wrangler, volvién-
encarnación del propósito» es pre- dose entonces de las matemáticas a la
cisamente la marca y el criterio de filosofía, y obteniendo honores de pri-
la «mentalidad», y que, por tanto, mera clase en la segunda parte del
la esencia interna de cualquier cosa Moral Sciences Tripes en 1894. Dos
es mental. Ésta es su versión del años después publicó una obra sobre
idealismo. la social democracia alemana, el pri-
Ahora, si todas las cosas (incluido mero de sus muchos libros. Fue
lo falso y lo ficticio) encarnan un miembro del Trinity Co1!ege de Cam-
propósito, ¿cuál es el criterio de ver- bridge de 1895 a 1901 v profesor de
dad o de realidad?, su respuesta es: filosofía de 1910 a 1916. Durante es-
la' prueba de la realidad es si cual- te período se ocupó principalmente
quier propósito dado se adecúa a la de su obra en lógica matemática, aun-
«comunidad ideal» de los propósitos que conservó su interés por la política,
de toda la humanidad -pasada, pre- yen 1907 luchó sin éxito por una elec-
sente y futura. Así, el «Absoluto» de ción en Wimbledon como candidato
Royce, su «Real último», es la co- de la National Union 01 Women's
munidad ideal de todos los propósi- Suffrage Societies. Pacifista militante
tos humanos. Consciente de que el durante la primera guerra mundial,
absolutismo en manos alemanas había fue expulsado del Trinity Co1!ege
l1evado al anti-individualismo político, en 1916, después de ser procesado
Royce dedicó mucho esfuerzo a de- y multado por escribir un panfle-
fender el individualismo democrático to sobre el caso de un objetor de
americano. Mantiene que esta defen- conciencia. En 1918 fue procesado de
sa exige la prueba de realidad de nuevo por escribir un artículo en el
tres cosas: Tiempo, Mal y Libertad. que decían que había difamado al
El hecho de que Royce tuviera una gobierno inglés y al ejército america-
mente lógica extremadamente aguda no, enviado a prisión por seis meses.
(sus contribuciones a la lógica mate- Mientras estaba encarcelado escribió
mática no fueron insignificantes) es su Introducción a la filosofía mate-
especialmente evidente en su manejo mática y comenzó a trabajar en el
de estas «pruebas». Análisis de la mente.
Se debe añadir que los esfuerzos En los años siguientes Russel1 vi-
de Royce por interpretar las enseñan- sitó Rusia y China. Fue desilusionado
RUSSELL 348

por los resultados de la revolución su carrera como matemático y cómo


rusa, a la que en un principio había declaró que se vio inducido a inte-
dado su aprobación, pero fue muy fa- resarse en la filosofía por su deseo
vorablemente impresionado por la de encontrar alguna razón para creer
vieja civilización de China. Aunque en la verdad de las matemáticas. Bajo
se le volvió a dar su puesto en el la influencia de las obras de F. H.
Trinity en 1919, renunció antes de BRADLEY se convirtió al idealismo he-
asumir sus deberes allí. Fue candida- geliano, aunque pronto fue reconver-
to laborista, sin éxito, por Che1sea en tido por G. E. MOORE a una forma
las Elecciones Generales de 1922 y extrema de REALISMO. Entre otras co-
1923, y en 1924 emprendió la prime- sas fue impresionado por el argumen-
ra de las muchas giras de conferen- to de que la doctrina idealista fun-
cias por los Estados Unidos. En 1927 damental de que lo conocido es con-
y en colaboración con S11 segunda es- dicionado por el conocimiento que de
posa fundó una escuela progresista ello se tiene, niega a las propiedades
en Beacon Hill, cerca de Petersfield, de las matemáticas cualquier validez
poniendo en práctica allí sus teoría s objetiva. Además, le parecía claro que
sobre la educación. En la década si- las proposiciones matemáticas son
guiente se comprometió extensamen- irreductiblemente relacionales, 10 que
te en el periodismo político y social. le llevó a rechazar tanto la tesis idea-
Continuó defendiendo el pacifismo, lista de que los juicios relacionales
pero renunció a él al estallar la se- son abstracciones viciosas como la
gunda guerra mundial. la mayor parte concepción, adscrita a ARISTÓTELES
de la cual la pasó en los Estados Uni- y a LEIBNIZ, de que todas las propo-
dos. Después de ocupar puestos de siciones tienen la forma sujeto-predi-
profesor en las universidades de Chi- cado. En su primer libro sobre Leib-
cago y de California, en 1940, como niz, Russell argüía que era la acep-
resultado de prejuicios sociales y re- tación de esta concepción 10 que su-
ligiosos, fue judicialmente declarado ministraba a Leibniz la clave para su
indigno de ser profesor del College metafísica. Por otro lado, aunque ad-
de la ciudad de Nueva York. Enton- miraba a John Stuart Mill, Russell
ces aceptó el empleo de dar clases en no estaba satisfecho con su teoría de
la Fundación Barnes de Filadelfia, de que las proposiciones de las matemá-
donde fue despedido en 1943 en cir- ticas puras son generalizaciones em-
cunstancias que le llevaron a empren- píricas. Pues no le parecía que esto
der una acción legal por despido in- proporcionara una garantía suficiente
correcto que tuvo éxito. En 1944 vol- de su verdad.
vió a Inglaterra al ser reelegido como Su propia solución fue reducir las
miembro del Trinity. Después de la matemáticas a la lógica. Esto impli-
guerra continuó escribiendo, dando caba primero el análisis de los térmi-
conferencias y charlas por la radio nos fundamentales de las matemáticas
sobre una variedad de temas, inclu- en conceptos puramente lógicos, y se-
vendo sus numerosos libros dos vo- gundo la elaboración de un sistema
lúmenes de cuentos cortos. Durante de 1>1 lógica que fuera adecuado para
un tiempo estuvo a favor de la bomba proveer las premisas de las que se
atómica como un elemento de persua- pudieran deducir las proposiciones de
sión para los rusos, pero posterior- las matemáticas. La primera parte de
mente fue protagonista de la campaña la empresa fue realizada en los Prin-
por el desarme nuclear. cipios de las Matemáticas, y la segun-
Russell sucedió a su hermano ma- da en los Principia Matbematica. Su
yor en la primogenitura en 1931. Se definición de número, en la que se
casó cuatro veces y tuvo tres hijos. le anticipó el matemático alemán
Fue elegido miembro de la Sociedad FREGE, hacía uso del concepto de re-
Real en 1908, y miembro honorario lación uno-a-uno; esto es, una rela-
de la Academia Británica en 1949, y ción tal que si x está relacionada
también en 1949 se le concedió la con y de ese modo, ningún otro tér-
Orden del Mérito. mino está relacionado así con y y x
Hemos visto que Russell comenzó no tiene la relación con ningún otro
.349 RUSSELL

término. Se dice que dos clases son trar contradicciones similares. Un


.similares si sus miembros pueden ser ejemplo notable es la paradoja de Epi-
correlacionados por una relación de ménides el cretense, que dijo que to-
uno a uno. Entonces, el número de dos los cretenses eran mentirosos.
una clase es identificado como la cla- Otro parte del punto de que algunas
se de todas aquellas clases que sean palabras son predicables de sí mis-
similares a él, y el número cardinal mas y otras no. Así la palabra «corto»
es definido como cualquier cosa que es corta, pero la palabra «largo» no
sea el número de alguna clase. En es larga. Llamemos a las que son pre-
aquel momento Russell creía en la dicables «antológicas» y las que no
existencia de las clases. Después llegó 10 son «heterológicas». Entonces, ¿la
a pensar que eran ficciones lógicas, palabra «heterológica» es predicable
por 10 que volvió a poner en cues- de sí misma? Si 10 es, no lo es, y si
tión el status de los números. Pero no lo es, lo es.
ésta fue una dificultad que no re- La solución de Russell a las para-
solvió. dojas fue clasificar los objetos en una
Los Principia Mathematica ocupan jerarquía de tipos, de tal modo que
una posición arquitectónica en el des- lo que podía ser verdadero o falso de
arrollo de la lógica simbólica. La rup- los objetos de un tipo no se podía
tura con la lógica aristotélica consis- decir significativamente de los de
tió no tanto en el uso de una dota- otro. En particular, si una clase dada
ción especial como en la mayor ge- es la extensión de un predicado dado,
neralidad del sistema de Russell y no tiene sentido aplicar ese predicado
WHITEHEAD y, sobre todo, en el in- a aquella clase. Por lo que no es fal-
tento de éstos de hacerla rigurosa- so, sino sinsentido, decir que la clase
mente formal. Lo lejos que llegaron de los hombres es humana: la cues-
en ello, o en su programa de derivar tión de si la palabra «heterológicox
las matemáticas de la lógica, es una es ella misma autológica o heteroló-
cuestión técnica sobre la que todavía gica es una cuestión sinsentido. In-
se discute. Desde entonces se han cluso cuando un predicado parece ca-
desarrollado otros sistemas de lógica racterizar objetos de diferentes tipos,
que pretenden tener mayor rigor, pero no tiene el mismo significado en cada
que en gran medida están construidos caso. Así un predicado como «ser
sobre la base de la obra de Russell contable» se convierte, tal como lo
y Whitehead. estableció Russell, en algo sistemática-
Quizás la contribución más original mente ambiguo.
de Russell a este campo fue su in- La teoría de los tipos, de la que
troducción de la teoría de los tipos. aquí sólo hicimos un esbozo, tiene un
Ésta surgió de su descubrimiento de cierto aire ad hoc a este respecto. No
una contradicción que hizo decir a todas las formas de autorreferencia son
FREGE, cuando se le comunicó la no- lógicamente viciosas: y parece que no
ticia, que había sido socavada toda la tenemos reglas adecuadas para esco-
fundamentación de las matemáticas. ger los casos en los que debe ser
Puede ser explicada fácilmente. Mu- prohibida. Pero la teoría ha tenido
chas clases no parecen ser miembros una fuerte influencia histórica. Al lla-
de sí mismas, por ejemplo no es ver- mar la atención sobre el hecho de
dad que la clase de los hombres sea que una sentencia pudiera estar bien
en sí misma un hombre. Pero algu- formada gramaticalmente y no obstan-
nas clases parecen ser miembros de te no lograra decir nada, preparó el
sí mismas. Por ejemplo, la clase de camino para el rechazo de la meta-
todas las cosas que pueden ser con- física por parte de los positivistas ló-
tadas parecería que es en sí misma gicos, con la declaración de que los
susceptible de ser contada. Ahora, con- enunciados típicamente hechos por
sideremos la clase de todas las clases los metafísicos ni siquiera eran falsos,
que no son miembros de sí misma. sino que eran literalmente sinsentido.
¿Es un miembro de sí misma o no? Russell siempre intentó integrar su
Si lo es, no 10 es, y si no 10 es, lo es. lógica con su teoría del conocimien-
En otros campos se pueden encon- to, y de acuerdo con esto identificó
RUSSELL 350

sus enunciados del tipo más bajo, los jetos físicos sólo eran conocidos por
enunciados que formaban la base de descripción. Eran postulados como las
su jerarquía semántica, con aquellos causas de los datos sensibles. Pero si-
que eran epistemológicamente primi- guiendo su principio «Sustituir, don-
tivos. En Los problemas de la filo- de sea posible, las inferencias de enti-
sofía marcó una distinción entre lo dades desconocidas por construcciones
que él llamaba conocimiento por des- a partir de entidades conocidas»,
cripción y conocimiento directo, to- un principio que él llamó la máxima
mando como proposiciones básicas, suprema de la filosofía científica,
como aquellas que suministran el fun- abandonó su concepción en favor de
damento de todo nuestro conocimien- la teoría de que los objetos físicos
to empírico, las proposiciones que se son construcciones lógicas a partir de
refieren solamente a las cosas de las datos sensibles reales y posibles. Esto
que uno tiene un conocimiento direc- lleva a afirmar que los enunciados so-
to. El significado que aquí dio a «di- bre objetos físicos pueden ser traduci-
recto» era tal que si uno tenía un dos fidedignamente a enunciados so-
conocimiento directo de un objeto bre datos sensibles. Esta teoría fue
se seguía que el objeto existía verda- desarrollada por Russell en Nuestro
deramente y que tenía verdaderamen- conocimiento del mundo externo y
te las propiedades que eran aprehen- en dos de los ensayos reimpresos en
didas. La existencia y las propiedades Misticismo y lógica. Toscamente ha-
de las cosas que sólo eran conocidas blando, su concepción era que en cual-
por descripción eran consideradas, de quier momento dado todo observa-
otra parte, problemáticas. dor perciba un mundo tridimensional
En aquella época Russell mantenía privado con su propio espacio o es-
que las cosas que se podían conocer pacios privados, ya que distingue el
directamente eran los datos sensibles espacio de la vista del espacio del
privados, las imágenes, los pensamien- tacto. Llamó a tales mundos privados
tos y sentimientos de uno, tanto del «perspectivas». Además de estas pers-
presente como del pasado, puesto que pectivas percibidas, existe también un
él concedía que la memoria era una número infinito de perspectivas no
forma de conocimiento directo, el pro- percibidas, a saber, todas aquellas que
pio yo de uno y los UNIVERSALES. serían percibidas si un observador es-
Subsiguientemente quitó de la lista tuviera en el estado y posición apro-
el yo, pues llegó a mantener que los piados. Éstas no contienen datos sen-
yoes no existen como entidades sepa- sibles, sino lo que Russell llamara
radas, esto es, como distintos de las «sensibilia», entidades que son gené-
experiencias que les eran atribuidas, ricamente similares a los datos sen-
aunque continuó manteniendo que co- sibles, pero que no son sentidas real-
nocemos directamente tanto los datos mente. No elaboró esta teoría por
sensibles como los universales. El re- completo, que encuentra dificultades
conocimiento de tales entidades abs- obvias aun cuando uno esté dispuesto
tractas se opone al «robusto senti- a suponer que los sensibilia y las pers-
miento de realidad» que siempre afir- pectivas no percibidas existen literal-
mó de su filosofía. Sin embargo, no mente.
vio cómo es posible prescindir de ellas. En los años posteriores, Russell
Admitía, puede que erróneamente, que volvió a una teoría causal de la per-
uno puede dar con éxito el paso no- cepción. Llegó a pensar que sólo ésta
minalista de reducirlas todas a la re- podía hacer justicia a la evidencia su-
lación simple de semejanza, que uno ministrada por la ciencia. Un rasgo
puede, por ejemplo, sustituir por la curioso de su teoría causal fue que
cualidad «blancura» la relación de se- localizó los datos sensibles en el cere-
mejanza al ser blanco, pero no pensó bro del percipiente. Con esto no que-
que se podía ganar mucho con esto, ría decir que cuando pensamos que
pues en su opinión la semejanza es estamos percibiendo el mundo que
a su vez un universal. nos rodea estemos, en ningún sentido
Cuando escribió Los problemas de literal, observando verdaderamente
la filosofía, Russell creía que los ob- sólo nuestros propios cerebros. Su ar-
351 RUSSELL

gumentación era más bien que la po- cipal razón para que la usara fue
sición de un evento en e! espacio y epistemológica: su creencia en que
e! tiempo es determinada por sus re- cuantas más entidades te permitas
laciones causales y que «las conexio- postular, mayor es el riesgo de que
nes causales y temporales de los per- estés equivocado. Hay también con-
ceptos con los eventos en los nervios sideraciones semánticas que son ex-
aferentes y eferentes da a los per- puestas en su famosa teoría de las
ceptos una posición en el cerebro descripciones definidas, teoría que él
de! observador». Se podría pensar que mismo consideró como una de sus
si se admitieran los perceptos como contribuciones más importantes a la
entidades sería mejor que uno man- filosofía. Esta teoría fue esbozada por
tuviera que no son la clase de cosas él en un ensayo sobre la denotación,
que pueden localizarse en el espacio que fue escrito en 1906 y vuelto a pu-
físico en absoluto. blicar en Lógica y conocimiento,
El reduccionismo de Russell fue lle- siendo formulado de manera más ri-
vado a su punto extremo en el Aná- gurosa en el primer volumen de los
lisis de la mente, donde adoptó una Principia Mathematica, y explicado
teoría que es semejante al monismo con más detalle en la Introducción a
neutral de William JAMES. Él mante- la filosofía matemática. El problema
nía allí que tanto la mente como la filosófico que la suscitó fue el de
materia son construcciones lógicas a mostrar cómo era posible hablar con
partir de elementos, primariamente sentido de objetos no existentes, ta-
datos sensibles, que en sí mismos no les como el presente rey de Francia,
son mentales ni físicos. Se distinguen o incluso de objetos que no podían
por e! hecho de que ciertos elemen- existir, tales como el cuadrado re-
tos, tales como imágenes y sentimien- dondo, en el enunciado «El cuadrado
tos, entran solamente en la constitu- redondo es una contradicción». Su so-
ción de las mentes, y por la opera- lución fue mostrar que las expresio-
ción de distintas leyes causales. Así, nes de la forma «esto y aquello», al
los mismos datos sensibles al ser menos en este uso nunca funcionan
correlacionados de acuerdo con las le- como nombres. Del hecho de que ten-
yes de la física constituyen objetos fí- gan sentido no se sigue que haya
SlCOS, y al ser correlacionados de un objeto al que se refieran. El mé-
acuerdo con las leyes de la psicología todo que usó para mostrar esto fue
ayudan a constituir las mentes. En dar una regla para traducir la senten-
su aspecto mental se comprometen, cia en la que se produce la frase des-
entre otras cosas, en lo que Russell criptiva definida, de tal modo que ya
llamara causación mnémica, un tipo no parezca que la frase es un nom-
de acción a distancia por la que las bre. Así, por tomar su ejemplo me-
experiencias producen las imágenes jor conocido, el enunciado «El autor
del recuerdo subsiguiente. Aunque de Waverley fue Scott» se convierte,
Russell abandonó la concepción re- según su traducción, en una conjun-
duccionista de la naturaleza de los ción de tres enunciados: «Al menos
una persona escribió Waverley»; «To-
objetos físicos, la conservó con res- do lo más una persona escribió Wa-
pecto a las mentes en el sentido en verley»; y «No es el caso que alguien
que rechazó la noción de consciencia escribiera W averley y no fuera idén-
o el yo como una entidad sustancial. tico a Scott». Por ponerlo simbólica-
Por otro lado, aunque coqueteó con mente, tal como Russell hubiera pre-
el conductismo, nunca negó la exis- ferido, éste mantuvo que decir que
tencia de los estados de consciencia la cosa que tiene ep tiene 1jI, cuan-
que no son definibles en términos fí- do ep es la propiedad oculta en la
sicos. descripción definida y ljI la propie-
La predilección de Russell por la dad atribuida a lo que ésta describe,
navaja de Ockham no se debió me- es decir, que existe un x tal que x
ramente a un amor por la economía tiene ep, y, para todo y, si y tiene ep,
intelectual en sí misma, aunque pue- y es idéntico a x, y x tiene 1jI. Así,
de que esto jugara su papel. La prin- cualquier descripción del sujeto pa-
RUSSELL 352

sa al predicado, y lo que Russell lla- datos sensibles están seguras de tener


mó un «particular desnudo» queda éxito en su referencia. Sin embargo,
corno el valor de la variable x. se puede pensar que la empresa toda
Esta teoría, que ha sido llamada estaba mal concebida, ya que no pa-
«un paradigma de la filosofía», fue rece haber ninguna buena razón para
sometida posteriormente a críticas so- suponer que para que un enunciado
bre la base de que hace falsos los referencial tenga significado es nece-
enunciados descriptivos definidos cuan- sario que su referencia esté garantiza-
do fallan en su referencia, mientras da lógicamente.
que estaría más de acuerdo con el En la Investigación sobre el signifi-
uso ordinario decir en ese caso que cado y la verdad Russell lio a su teo-
no eran verdaderos ni falsos. Una ob- ría un aspecto nuevo al identificar los
jeción más seria que no impugna di- particulares con las cualidades. Su
rectamente la verdad de la teoría, si- motivo era eliminar 10 que conside-
no que disminuye su importancia es raba la noción metafísica de sustan-
que Russell asumió por completo una cia. Por 10 que siguió a BERKELEY
visión defectuosa del significado, en al tratar a las cosas del sentido co-
e! sentido que identificaba el signifi- mún como colecciones de cualidades,
cado de los sustantivos con su deno- unidas por lo que él Ilamó la rela-
tación. La principal razón de que las ción de compresencia. Esta concepción
descripciones definidas, e incluso los es conservada en la última obra filo-
nombres propios ordinarios como «Ho- sófica importante de Russell, El co-
mero» y «Napoleón», sean convertí- nocimiento humano: su alcance y lí-
dos por él en predicados, es que no mites, que, por otra parte, tiene inte-
garantizan el éxito de su referencia. rés principalmente por su intento de
Siempre es lógicamente posible que tratar el problema de la inducción.
no denoten nada. Pero si los enun- Adoptó la perspectiva de que e! ra-
ciados en los que ocurren tienen que zonamiento inductivo tiene necesidad
tener significado, Russell pensó que de justificación y elaboró un con-
su análisis debe terminar en enuncia- junto de principios que pensó que
dos que contengan palabras sustanti- bastarían para este propósito. Sin
vas cuya denotación estuviera garan- embargo, no afirmó que se pudiera
tizada. Los valores últimos de sus va- conocer que alguno de estos princi-
riables existenciales son denotados pios es verdadero.
por lo que él llamó nombres lógica- Desde e! punto de vista puramente
mente propios. filosófico, la obra de Russell, en el
Ésta es la base de la doctrina de! campo de la ética y de la filosofía
Atomismo Lógico, que Russell, bajo social y política, no tuvo un interés
la influencia de su alumno WITT- comparable al de su obra sobre lógi-
GENSTEIN, propuso en los años siguien- ca y teoría del conocimiento. Se ha-
tes a la primera guerra mundial. La bía convencido de que los enuncia-
visión es que, en último análisis, e! dos éticos no tienen validez objetiva,
mundo consiste en hechos atómicos y conclusión que él confesaba que le
estos hechos están caracterizados por desagradaba por motivos emocionales;
corresponder de modo directo, por y, por tanto, se vio inclinado a man-
así decirlo fotográficamente, a propo- tener que las principales cuestiones
siciones elementales. Las proposicio- de la ética son psicológicas y socia-
nes elementales son aquellas que les; la cuestión de qué desea la gente
son expresadas al unir un predica. y cómo puede lograrlo. En la esfera
do del nivel más bajo con uno o de la educación y la política fue so-
más nombres lógicamente propios. bre todo un abogado de la libertad.
y uniendo una vez más su lógica a su Aunque fue más intensamente cons-
teoría de! conocimiento, Russell ten- ciente de los rasgos irracionales de la
dió a suponer que estos nombres ló- conducta humana, su postura política
gicamente propios representaban los en muchos sentidos mostraba fuertes
datos sensibles: pues es plausible ar- reminiscencias de la de John Stuart
gumentar que solamente las expresio- Mill.
nes demostrativas que representan los Se ha indicado que Russell cam-
353 RYLE
bió a menudo sus concepciones filo- conceptos que se usaban al establecer
sóficas, pero su enfoque de la filosofía estas verdades; la filosofía era, pues,
fue sumamente consistente. Su propó- esencialmente la disolución de proble-
sito fue siempre intentar encontrar ra- mas que surgen del entendimiento im-
zones para las creencias aceptadas, ya perfecto de nuestro propio aparato
fuese en el campo de las matemáticas, conceptual. Esta posición es semejan-
de la ciencia natural o del sentido co- te, aunque no idéntica, a la del últi-
mún. Fue un escéptico consistente, no mo WITTGENSTEIN.
en el sentido de que negara nuestras La obra más conocida de Ryle, El
pretensiones de conocimiento, sino en concepto de lo mental, ejemplifica
el de que las cuestionaba. También se esta teoría de la naturaleza de la fi-
adhirió a un sólo método: el método losofía. Ryle considera que los pro-
de partir de proposiciones que sean blemas de la naturaleza de la mente
lo menos susceptibles a la duda, e y de la relación de la mente con el
in ten tar recons truir el edificio del co- cuerpo surgen de una mala compren-
nocimiento sobre esta base, con los sión del concepto de mente y de los
menos supuestos posibles. El resul- conceptos de «estados» y «activida-
tado de esto fue que sus justificacio- des» mentales tales como los de que-
nes tomaron generalmente la forma rer, pensar, imaginar. Estamos incli-
de análisis: pero aun así no se inte- nados a interpretar el concepto de
resó por el análisis en sí, sino sólo mente como el de un objeto extra
como un método de prueba. En este que está situado en el cuerpo y que
sentido, así como por el poder y ele- lo controla mediante un conjunto de
gancia de su estilo literario, permane- actividades intestimoniables; esto es
ció en la mejor tradición del empiris- lo que él llama el dogma del fantas-
mo inglés, la tradición de Hobbes, ma (la mente) en la máquina (el cuer-
Locke, Berkeley, Hume y Mill. Fue po). Ryle considera que esta descrip-
su representante más destacado del ción es totalmente errónea y en una
siglo xx. serie de brillantes estudios intenta
(A. J. A.) desengañarnos de ella mostrando que
los conceptos mentales no se refieren
RYLE, Gilbert (1900- ), nacido en a actos fantasmagóricos, sino a dispo-
Brighton, Inglaterra, ha ejercido la siciones de comportarse de determi-
cátedra Waynflete de filosofía metafí- nadas maneras en circunstancias apro-
sica de la Universidad de Oxford; piadas, al estilo de las realizaciones
probablemente es el filósofo inglés testimoniables reales y de similares
más ampliamente influyente de su ge- cuestiones no problemáticas. Protesta
neración. vigorosamente que no está propo-
En un momento determinado estu- niendo una doctrina del conductismo,
vo muy influido por los primeros es- ni está negando de ningún modo la
critos de HUSSERL, pero ya a princi- realidad de la vida mental, sino que
pios de los años 30 estaba bosquejan- sólo intenta clarificar la naturaleza de
do una de las doctrinas características lo mental. Pero la obra ha sido ata-
del análisis lingüístico moderno cuan- cada con frecuencia por conductista,
do sugirió que la tarea de la filosofía sugiriéndose que en este estadio Ryle
era «detectar las fuentes en expre- no se ha liberado del todo de las
siones lingüísticas de malas concep- tendencias «rcductivasx de los mé-
ciones recurrentes y de teorías absur- todos analíticos de RUSSELL. En cual-
das». (Actas de la Sociedad Aristotéli- quier caso pocos disputarán que el
ca, 1931-32.) En sus Conferencias libro es uno de los más importantes
T arner Dílemmas desarrolló esta pos- que han aparecido en los últimos
tura, sugiriendo que los problemas veinte o treinta años.
filosóficos surgían de aparentes con- En su tratamiento de la mente y
flictos entre verdades generales que en otros lugares Ryle ha hecho mu-
no podíamos abandonar sinceramen- cho uso de la noción de «error ca-
te; la tarea de la filosofía era, por tegorial»: cometemos un error de ca-
tanto, resolver estos conflictos apa- tegoría cuando no comprendemos
rentes con una dilucidación de los bien cuál es el tipo de concepto que
23
RYLE 354
estamos usando o considerando, como turaleza de la filosofía y del concepto
si pensáramos que la Universidad de de 10 mental, la obra fundamental
Oxford fuera algo que pudiéramos vi- de Ryle, ha tratado la naturaleza del
sitar además de los Colleges. Pensar significado y la filosofía de la lógica;
que la mente es una sustancia oculta también ha hecho contribuciones a la
es un tal error categorial. erudición platónica.
Aparte de sus estudios sobre la na- (J. O. U.)
s
SANTAYANA, George (1863-1952), na- doxa, Santa yana intenta combinar el
cido en España. Marchó a los Estados REALISMO con el IDEALISMO.
Unidos en 1872 y fue educado en Otra extraña unión de su filosofía
Bastan y en Harvard. Aunque fue co- es la de un naturalismo duro con un
laborador del volumen colectivo, En- romanticismo estético profundamente
sayos de realismo crítico, la filosofía sensible. Aunque generalmente es cla-
de Santayana se resiste a ser referi- sificado como filósofo americano, su
da a una sola escuela. temperamento era español y medite-
Fue un ESCÉPTICO cabal y, no obs- rráneo y nunca se convirtió en ciuda-
tante, la base de su filosofía es una dano americano. Intentó ser «duro»
versión extrema de la doctrina plató- en cuanto que intelecto; pero emo-
nica de la esencia. Como escéptico, cionalmente f u e extremadamente
insiste en que nunca se puede probar «blando», Su tesis fundamental en
la existencia de ninguna cosa, y que estética, que la belleza es sentimiento
todas las creencias relativas a la exis- objetivado, le permitió expresar am-
tencia se basan en una «fe animal» bas tendencias. Pudo combinar la
irracional. Como realista platónico, sin descripción naturalista más severa de
embargo, insiste en que tenemos cierto lo que existe en el espacio y en el
conocimiento indudable y positivo de tiempo (la piedra de la escultura, el
un ámbito de los UNIVERSALES verda- lienzo de la pintura, las ondas sono-
deros a los que llama «esencias». Pro- ras de la música) con la apreciación
puso un puente entre estos dos as- más sensible de! contenido ideal de
pectos de su pensamiento que consis- la obra de arte. Su distinción meta-
te en la afirmación de que las esen- física entre la «realidad» de la mate-
cias (que son a la vez reales y no ria y la «idealidad» de la esencia le
reales) no existen. ayuda en esto. Fue también un poeta
El parágrafo anterior ha utilizado de considerable talento, y la calidad
la palabra «real» en e! sentido de literaria de su prosa es generalmente
PLATÓN; pero se debe añadir que muy alta.
Santayana generalmente no lo usa así. En religión Santayana proclamó re-
«Ser real» significa para él existir en petidamente su naturalismo y su ma-
e! espacio y en e! tiempo; e insiste terialismo, insistiendo en que la esen-
en que en este sentido toda la reali- cia de la religión es e! mito y la poe-
dad es material. En su esquema me- sía. Emocionalmente fue, sin embar-
tafísico el «ámbito de la materia» es go, incuestionablemente católico roma-
lo real básico. Según esta forma de no. Nunca ocultó su marcado desdén
hablar, las esencias son solamente hacia el protestantismo, y en sus úl-
ideales. ASÍ, de una forma no orto- timas obras (por ejemplo, en La idea
SARTRE 356
de Cristo en los Evangelios) muestra dian te la reflexión a liberarse del
que su catolicismo es algo más que efecto confuso y distrayente de ta-
superficial. Los últimos años de su les ilusiones. Aquí se puede discer-
vida los pasó en un retiro católico en nir cierto parentesco en el ethos con
Roma. la práctica psicoanalítica. Pero hay
(J. W. S.) otros lugares en los que Sartre pare-
ce considerar esta libertad como algo
SARTRE, Jean-Paul (1905- ), nove- casi terrorífico por la carga, que depo-
lista, dramaturgo y filósofo francés, sita sobre los hombres, de una de-
nacido en París el 21 de junio cisión que no puede encontrar nin-
de 1905; fundador del periódico guna vindicación desde fuera.
«Les Temps Modernes». En los modelos intelectuales por los
La principal obra filosófica de Sar- que Sartre oscila con la noción de li-
tre, El ser y la nada, fue publicada bertad, difícilmente se puede decir que
en 1943. Aunque es un libro muy lar- sigue un proyecto consistente. En oca-
go, su alcance fue definidamente li- siones la «libertad» es el nombre de
mitado por el autor. Una segunda un estado de estabilidad y transpa-
obra principal, El hombre, que en rencia de vida que siempre elude, aun-
efecto contiene la ética de su autor, que siempre atrae, al agente moral;
tiene su aparición anunciada des- en otros, momentos es, de hecho, el
de 1955, pero todavía no ha salido. ingrediente esencial de la existencia
Similarmente, el cuarto y último vo- característicamente humana, y es vir-
lumen de su novela más elaborada- tualmente identificable con la «libertad
mente concebida, Los caminos de la de posibilidades abiertas», cuya reali-
libertad, sólo está representada por dad e importancia ha sido defendida
fragmentos sustanciales que han apa- recientemente por moralistas ingleses
recido en «Les Temps Modernes». de mentalidad metafísica, tales como
Sus obras publicadas incluyen tam- A. E. TAYLOR, Y C. A. Campbell. En
bién estudios de la imaginación y de otros pasajes está cerca del nombre
la naturaleza de la literatura, así de una calidad de vida que se mani-
como obras de teatro y cuentos. fiesta necesariamente en cualquier so-
Como filósofo, Sartre es particular- ciedad en la que se escribe y se dis-
mente clasificado como «existencialis- fruta de una buena literatura. En otros
ta», y los comentaristas tienden a en- lugares (como queda implicado más
contrar sus antecedentes intelectuales arriba) la noción anuncia la apertura
en HEGEL y KIERKEGAARD. Sin em- metafísica del mundo, que no tiene
bargo, se puede argüir que está más creador y que, por tanto, sólo puede
cerca en espíritu de FIC H TE que de encontrar el proyecto que pueda asu-
todos los demás, y que trata la idea mir, a partir del esfuerzo humano;
de libertad humana de manera en oca- en el lenguaje de la metafísica tradi-
siones sorprendentemente semejante a cional, los hombres son causas prima-
aquellas en las que Fichte radicalizó rias no secundarias.
y liberó de toda clase de limitaciones Si la obra de Sartre pertenece en
la insistencia de KANT en la dignidad cierto sentido a la tradición de quie-
y el esta tus únicos de la acción li- nes han encontrado en la confusa y
bre. Para Sartre, que es ateo, los hom- confundente, pero también intoxicante
bres le dan al mundo la semejanza noción de «libertad» el punto de
de significado y orden que se puede partida de la construcción especu-
juzgar que posee. En algunos lugares lativa, ésta está marcada por la su-
parece encendido por una imagen del tileza persuasiva de los análisis intros-
hombre como Prometeo en un uni- pectivos de las situaciones humanas
verso en el que no hay ningún Zeus que realiza el autor. Si nunca discute
que le encadene a la roca, excepto a la manera de un filósofo crítico
en el nivel medio admitido de sus «nuestro conocimiento oe otras men-
propias fantasías. La tarea del filóso- tes», su obra manifiesta una sensibi-
fo (que aquí funciona de una forma lidad extraordinaria para las oscila-
muy semejante a la del verdadero no- ciones laberínticas de esa clase de
velista) es ayudar a los hombres me- consciencia humana. Su predisposición
357 SARTRE
es siempre solipsista; encuentra en ticularmente en la cuestión comunista
las formas de la comunión humana, tal como ha sido suscitada por los in-
tan sumamente estimadas por MAR- telectuales franceses. Las formas de
GEL, fuentes de amenaza para la inte- pensamiento existencialistas han sido
gridad personal, oportunidades para la agudamente criticadas por los pensa-
auto-decepción y la farsa. Una vena dores marxistas; no obstante, Sartre
de pesimismo invade sus discusiones mismo, a comienzos de la presente
de las relaciones humanas, tanto en década, adoptó el punto de vista del
las novelas como en los tratados. Pe- Partido, permaneciendo leal hasta
ro la minuciosidad de sus análisis en el XX Congreso del Partido, y la tra-
el mejor de los casos, ilustrará la gedia húngara de 1956. A este pe-
manera en que en ocasiones los pro- ríodo pertenece su separación de Ca-
blemas filosóficos críticos, tales como mus, y el posterior e interesante es-
el de <muestro conocimiento de otras tudio por éste de la revuelta como un
mentes», son resueltos de hecho me- fenómeno humano (El rebelde, 1951).
diante la descripción y redescripción Su actitud fue también agudamente cri-
exhaustiva y sustentada del campo del ticada por un asociado temprano y
problema en cuestión. estudiante consumado del marxismo,
Además, en cuanto se puede refe- M. Maurice Merleau Ponty, que prosi-
rir al tema de la «filosofía de la men- guió su excelente anatomización de
te», sus estudios de la imaginación y la ética estalinista, Humanismo y te-
la literatura ayudan al lector a apre- rror, 1948, con un ensayo sobre la
ciar la verdadera contribución hecha dialéctica, Las aventuras de la dia-
a estos problemas por escritores inde- léctica, 1955, que aunque iba dirigi-
pendientes de la tradición idealista, ta- do a Sartre explícitamente, tuvo un
les como R. G. COLLINGWOOD; el valor más que efímero como una
abanico de ejemplos que Sartre es ca- contribución al entendimiento del sen-
paz de aducir, permite entender mejor tido y el papel de la dialéctica en la
al lector qué sea esa «mente» so- teoría y la práctica marxistas.
bre la que él está filosofando. Para Para entender el pensamiento de
aquellos para quienes la obra de los Sartre es significativa la ambivalencia
«filósofos de la mente» es principal- de su actitud hacia el Partido Comu-
mente crítica, Sartre suministra un nista. Al confirmar sus causas, pensó
correctivo valioso contra la tendencia que se liberaba del auto-engaño, de
a disminuir la estatura de la persona la mala fe, que él creía endémica
cuyas disposiciones y operaciones in- en los juicios morales tradicionales.
telectuales, cuyas elecciones, reflexio- Además, aunque el marxismo-leninis-
nes y lamentaciones están intentando mo es determinista, Lenin, que había
clarificar, a la de un muñeco de paja. mostrado su animadversión, por ejem-
Los esfuerzos frecuentemente indisci- plo, acerca de la sustentabilidad de
plinados de los hombres por adaptar- una filosofía de la ciencia, y que
se a su existencia, que expresa su obra fue un campeón inflexible de la or-
y de los que ésta da testimonio, son todoxia marxista, también había reve-
un elemento de la escena humana que lado en el plano de la acción revo-
no puede ser descartado simplemente lucionaria en la segunda década del
por el filósofo analítico. Por tanto, la siglo, parte de las tremendas posibi-
publicación de su obra El hombre lidades de la acción libre, decisiva y
debe ser esperada con impaciencia. resueltamente planeada y ejecutada.
Como novelista, Sartre carece por La imagen de Prometheus Victor une
completo de la distinción lograda, por su fuerza atractiva a la ejercida por
ejemplo, por La peste, de Albert Ca- la otra imagen del proletariado do-
mus (aunque nada de 10 que él ha liente y extrañado.
escrito ha sondeado las profundidades Una valoración adecuada de las es-
del aburrimiento alcanzadas por Si- peculaciones de Sartre, con esa fu-
mane de Beauvoir en Los mandari- sión curiosa de lo radicalmente intros-
nes, 1954). Los caminos de la liber- pectivo con lo abiertamente utilita-
tad testimonia su profunda implica- rio, del énfasis en la vida interna del
ción en las cuestiones políticas, par- sujeto con una confianza casi filís-
SCHILLER 358
tea en las posibilidades de transfor- ta evaluación es la utilidad en la es-
mación del mundo por la iniciativa fera cognitiva.
humana, debe esperar la publicación Gran parte del esfuerzo de Schiller
de su obra de ética. fue dedicado a la aplicación de su
(D. M. M.) tesis «humanista» a esta lógica. En
su Formal Logic (Lógica formal)
(1912) y en su Logic for Use -An
SCHILLER, Ferdinand Canning Scott Introduction to the Voluntarist Tbeo-
(1864-1937), filósofo inglés, miembro ry o] Knowledge (Lógica del uso
del Corpus Christi College de Ox- -Una introducción a la teoría uo-
ford, y al final de su vida catedráti- luntarista del conocimiento) (1929)
co de Filosofía de la Universidad de Schiller mantenía que la concepción
Southern, California. Fue amigo per- (entonces) prevaleciente del razona-
sonal de William JAMES, por cuya fi- miento, tal como era exhibida en los
losofía pragmática sintió gran simpa- libros de lógica, estaba completamen-
tía, aunque afirmaba haber llegado a te equivocada; sus acusaciones prin-
los principios básicos del PRAGMATIS- cipales eran que la lógica formal ope-
MO antes de que él hubiera oído tal ra con abstracciones ilegítimas al ha-
nombre o hubiera leído otros escritos blar de proposiciones, puesto que el
pragmáticos. A diferencia de James significado y la verdad dependían del
fue un escritor muy polémico; estaba tiempo, del lugar y de las circunstan-
convencido de que las modas filosó- cias de comunicación, y en segundo
ficas que prevalecían en aquel mo- lugar que la validez como criterio del
mento en Oxford eran oscurantistas éxito del razonamiento no tenía uti-
y tenían bastante poco valor. Como lidad, puesto que ningún argumento
consecuencia de ello, una gran parte de concreto podía ser formalmente váli-
sus escritos está dedicada a los ata- do, y que los argumentos incuestiona-
ques, particularmente a F. H. BRAD- blemente buenos en todos los cam-
LEY Y a aquellos a quienes llamaba pos ni siquiera intentaban aproximar-
los «lógicos formales», frecuentemente se a tal ideal. En lugar de la lógica
expresados de una forma ad hominem formal ofreció una explicación del ra-
que en una época posterior resulta zonamiento que en su acentuación de
algo tediosa. Pero tuvo una mente po- la verificación, la hipótesis y la apro-
derosa y original y sus obras, que ximación anticipaba muchos rasgos de
ahora son poco leídas, contienen mu- las explicaciones posteriores del pen-
chas cosas que vale la pena leer. samiento científico.
Aunque se suscribió al pragmatis- La propia explicación resumida de
mo de la forma que James dio a és- las concepciones de Schiller se pue-
te, Schiller prefirió llamar a su posi- de encontrar en su artículo, «Why Hu-
ción humanismo, o posteriormente vo- manism?», (¿Por qué el humanismo?),
luntarismo. Su tesis básica era que en Contemporary British Pbilosopby,
todas las actividades humanas son volumen I (1924).
moldeadas por las intenciones huma- (J. O. U.)
nas y sólo son inteligibles por refe-
rencia a ellas. Mantuvo que esto es
verdadero con respecto al pensamiento SCHLICK, Friedrich Albert Moritz
y a la acción; los esquemas conceptua- (1822-1936), educado en Berlín, origi-
les que empleamos, los modos de razo- nalmente como físico. Después de dar
namiento que adoptamos y las creen- clases en Rostock y Kiel fue llamado
cias que mantenemos pueden tener su (1922) a la cátedra de Mach de Filo-
única justificación en su utilidad para sofía de las Ciencias Inductivas de
los propósitos humanos. Es muy cohe- Viena, donde posteriormente fundó el
rente aplicar esta doctrina a la ver- CÍRCULO DE VIENA (véase también
dad; formalmente, llamar verdadero POSITIVISMO LÓGICO). Fue profesor
a un enunciado es evaluarlo favora- visitante en los Estados Unidos en
blemente, del mismo modo que llamar 1929 y 1932. En 1936 Schlick fue ase-
buena a una acción es evaluarla fa- sinado en Viena por un estudiante
vorablemente; pero el criterio de es- demente. La disolución inminente del
359 SCHOPENHAUER

Círculo de Viena fue acelerada por comienzo, puesto que la cuestión mis-
su muerte. ma está estructurada de tal modo que
A pesar de su preparación cientí- no puede haber ninguna evidencia re-
fica, los primeros escritos de Schlick levante para decidirla. Las afirmacio-
son mayormente sobre cuestiones mo- nes metafísicas del IDEALISMO, del
rales y estéticas, exhibiendo una sen- MATERIALISMO, del REALISMO, etcéte-
sibilidad poética que no suele ser ra, son todas en este sentido sin sig-
destacada en su obra posterior. Sub- nificado, de tal modo que ninguna
siguientemente ganó renombre como combinación posible de experiencias
exponente de la teoría de la relativi- sensibles podría servir para verificar
dad (1917), y fue el autor de un tra- sus afirmaciones o ni siquiera para
tado sobre EPISTEMOLOGÍA (Teoría probar que son falsas.
general del conocimiento, 1918; se- Al basar la verificación (y el signi-
gunda edición, 1925), en el que se ficado) en la experiencia sensible in-
presentan muchas de sus doctrinas mediata, Schlick, como otros empiris-
más características de una forma pre- tas, estaba buscando un fundamento
liminar. Aquí, en oposición a KANT, del conocimiento que fuera incorregi-
se argumenta desde un punto de vis- ble. Pero el intento lleva a muchas
ta EMPIRISTA que las proposiciones de paradojas e incluso pone en peligro
la LÓGICA y de las MATEMÁTICAS no los fundamentos de la comunicación,
son sintéticas A PRIORI, sino verda- puesto que el significado definido en
deras por definición, ANALÍTICAS, es- términos de la experiencia privada es
tando, por tanto, vacías de contenido. completamente inaccesible a cualquier
Por otro lado, las teorías científicas otro. La explicación de Schlick de
son sistemas de conceptos a posterio- que la «estructura» de la experiencia
ri, cuya verdad depende de la corres- es comunicable, pero que su «conte-
pondencia, en la medida en que las nido está más allá de toda descrip-
consecuencias extraídas de ellas de- ción, no proporcionó una satisfacción
ben ser susceptibles de verificación general, y el problema de la formula-
por los hechos observados. Ni tampo- ción de las proposiciones «básicas» o
co son estos hechos meramente sen- incorregibles exigido por esta teoría
saciones, como lo fueron para MACH; fue una fuente de gran disensión
cualquier cosa que responda a un con- subsiguiente en el Círculo de Viena.
cepto cien tífico puede ser tomada le- (P. 1. H.)
gítimamente como real. Más típicas
que su aceptación temporal del rea- SCHOPENHAUER, Arthur (1788-1860),
lismo son las concepciones de Schlick metafísico alemán, bien conocido por
sobre el problema mente-cuerpo, al su obra capital El mundo como volun-
que considera espúreo, en el sentido tad y como representación, y por sus
en que el supuesto dualismo es me- corrosivos ensayos. Nació en Danzig.
ramente una dualidad en nuestras for- Su padre fue un hombre de negocios,
mas de describir los fenómenos. y su madre escritora. Pasó algún tiem-
Las opiniones posteriores de Schlick po en Inglaterra en relación con los
(Gesammelte Auisátze, 1926-36, 1938) negocios de su padre y leía el inglés
reflejan la influencia de WITTGENS- y el francés con facilidad. Tras la
TEIN Y CARNAP, y consisten, en efec- muerte de su padre se dedicó a la
to, en la extensión de la teoría men- filosofía por completo, al poder vivir
cionada últimamente a todos los pro- cómodamente de su herencia. No pu-
blemas tradicionales de la filosofía. do entenderse con su madre y tuvo
Tales problemas sólo «surgen de una algunas otras experiencias desafortu-
descripción inadecuada del mundo nadas con las mujeres, aireando un
mediante un lenguaje defectuoso», y resentimiento profundamente perso-
la tarea de la filosofía no es resol- nal en su ensayo ridículamente vehe-
verlos, sino meramente clarificar la mente Sobre las muieres, que proba-
cuestión que se discute. Entonces pa- blemente ha sido leído más amplia-
recerá que la respuesta o bien es dis- mente que cualquier otra cosa de las
cernible en principio por métodos que escribió.
científicos, o bien está vacía desde el Su diatriba «Sobre la Filosofía de
SCHOPENHAUER 360

la Universidad» también tiene una la atención, y que estuvo profunda-


base personal. Se presentó como pro- mente influenciado, por el budismo
fesor para la Universidad de Berlín, y los Upanishads. Insistió en la uni-
y fue aceptado por un comité en el versalidad del sufrimiento y probable-
que entre otros estaba HEGEL, deci- mente lo describió con mayor detalle
diéndose luego a dar sus clases a las que cualquier otro filósofo anterior a
mismas horas que Hegel. La afirma- él. Por esto es recordado frecuente-
ción que se encuentra en los textos, mente como pesimista. Afirmaba que
de que Schopenhauer se quedó sin el hombre sólo puede encontrar la
materia antes de que acabara el tri- salvación superando la voluntad cós-
mestre es completamente implausible, mica ciega. El suicidio total no sir-
pero que no logró quitarle estudian- ve porque es una afirmación de la vo-
tes a Hegel, que se hallaba entonces luntad. (Como Schopenhauer no acep-
en la cumbre de su fama, es un he- tó la doctrina india de la transmigra-
cho, por lo que su carrera universita- ción de las almas, este punto queda
ria acabó en el fracaso. Después de poco claro.) Hay principalmente tres
eso se excedió en vituperar a Hegel, ayudas para la salvación: el conoci-
Schelling, y FICH TE llamándoles char- miento filosófico, la contemplación de
latanes y parlanchines, aunque su pro- las obras de arte y la simpatía hacia
pia filosofía debía mucho a la con- los demás, que se basa en el recono-
cepción de la voluntad de Fichte, y cimiento de que sólo somos fenomé-
a que de estudiante había oído a nicamente distintos de los demás
éste. cuando en realidad no lo somos. Esta
Los dos filósofos a quienes más ad- ética de la simpatía contrasta marca-
miró fueron KANT y PLATÓN, y se damente con la ética con la que vivió
consideraba el heredero con derecho el mismo Schopenhauer: pocos filóso-
de Kant, mientras consideraba que fos han estado más faltos de simpatía
Fichte, Schelling y Hegel eran usur- hacia los demás. Además de las mu-
padores. Al igual que Fichte, encon- jeres y de los demás filósofos Scho-
tró que la doctrina de Kant de la penhauer abominaba de los judíos.
incognoscible cosa-en-sí era inacepta- Finalmente, el voluntarismo de
ble, y pensaba haber descubierto lo Schopenhauer inauguró el énfasis cre-
que es la realidad última: la volun- ciente sobre la voluntad y sobre lo
tad. Esta voluntad no tiene propósi- irracional de la filosofía moderna.
to ni intención y no es razonable ni Aunque KIERKEGAARD y NIETZSCHE,
racional; es una lucha ciega. En este Vaihinger y JAMES, BERGSON y Freud
punto, Schopenhauer puede que estu- claramente no estaban de acuerdo con
viera influenciado por la primera par- él, sus ideas sugieren que Schopen-
te del Fausto, de Goethe. Conoció per- hauer marca un importante punto de
sonalmente v admiró enormemente a partida en la historia del pensamien-
Goethe, y, ~omo Hegel, se puso del to. Su concepción del intelecto como
lado de la Doctrina de los Colores un instrumento de la voluntad es es-
de Goethe en contra de Newton. pecialmente digna de mención en co-
Los detalles de la metafísica y la nexión con esto.
ética de Schopenhauer han tenido po- Inicialmente, El mundo como vo-
ca influencia. Su importancia históri- luntad y como representación no atra-
ca es resumida convenientemente en jo atención en absoluto, incluso des-
tres puntos. Primero, fue el primer pués de que Schopenhauer añadiera
filósofo europeo importante que puso un segundo volumen al elaborar su
de relieve el ateísmo. HOBBES y Hu- metafísica. De los dos ensayos sobre
ME se desviaron de su camino por ética que envió a dos concursos a
disociarse del ateísmo, mientras que Escandinavia, uno ganó un premio y
van Holbach es recordado, si es que el otro no; por lo que los publicó
lo es, principalmente porque fue ateo. juntos especificando en el título «co-
La fama de Schopenhauer se basó en ronado por ... » y «no coronado por ...»
otras razones. -confiando en que de este modo in-
En segundo lugar, fue el primer fí- mortalizaría la infamia de la acade-
lósofo europeo importante que llamó mia que no le había hecho caso. Al
361 SÉNECA
final de su vida presenció y paladeó realidad o el ser, sin ninguna de las
su creciente fama. Puede que la des- determinaciones que la restrinjan a
ilusión extendida tras las revolucio- un modo (por ejemplo, el ser infinito
nes fracasadas de 1848 ayudaran a o Dios) más que a otro (por ejemplo,
hacer popular su pesimismo, como se el ser sensible), pero la mente huma-
ha afirmado a menudo. Ciertamente, na, en su intento de alcanzar la me-
sus ensayos publicados como Parerga tafísica, es perjudicada, al tener que
y Paralipomena, elegantemente escri- extraer su conocimiento de lo sensi-
tos, le ayudaron a encontrar un audi- ble, por 10 que la metafísica es una
torio. ciencia abstracta de las esencias rela-
Entre sus admiradores declarados tivas a un campo unívoco del ser que
y devotos se encuentran Richard Wag- es diferenciado en términos de distin-
ner, cuyo Tristan e Isolda intenta rea- ciones formales. Éstas no logran dar
lizar en música la voluntad ciega de cuenta de las diferencias reales, aun-
Schopenhauer; el joven Nietzsche, que que no son meramente el producto
posteriormente se curó de su tempra- de la actividad de la mente. La dis-
no encaprichamiento por Schopen- tinción real o la existencia física de
hauer y Thomas Mann. A éstos se po- la que tenemos conocimiento es ex-
drían añadir incontables personas aje- plicada finalmente por una forma de
nas a la filosofía, especialmente gente «estidad» o haeeeeitas.
joven, que volvieron a Schopenhauer No puede haber duda de que el
para solaz e inspiración. propio Scoto fue un pensador profun-
(W. K.) do y capaz, aunque posteriormente,
en manos de seguidores menos capa-
SCOTO, Iohn Duns (c. 1266-1308), na- ces, su Formalismo degenerara en una
cido en Escocia. Scoto entró en la verborrea sin fin que contribuyó enor-
Orden franciscana en 1281 y más tar- memente al colapso del pensamiento
de estudió y enseñó en Oxford y en escolástico.
París. Murió prematuramente en (J. G. D.)
el 1308.
Sus principales obras son dos co- SÉNECA, Lucius Annaeus (c. 5 a. c.-
mentarios a las Sentencias de Pedro 65 d. C.), originario de Córdoba, Es-
Lombardo llamadas, según el lugar paña, fue un ESTOICO romano. Osci-
en que fueron dadas, Opus Oxonien- ló desde ser una eminencia retórica y
se y Reportata Parisiensia. El entendi- filosófica peligrosa con Calígula al
miento del verdadero carácter de su destierro con Claudio; subió vertigi-
pensamiento fue perjudicado durante nosamente como tutor millonario y
mucho tiempo por la falsa atribución confidente de Nerón para sumergirse
del posterior Theoremata y Gramatiea en un prudente retiro y morir por
Speeulativa. suicidio forzoso. En 10 principal fue
Scoto combina la aceptación de la seguidor de CRISIPO, siendo también
teoría del conocimiento típicamente fuertemente influenciado por Panecio
aristotélica dirigida hacia la naturale- y Posidonio, aunque sus obras tienen
za de los objetos físicos y lograda un sabor latino tanto en el pensa-
mediante el poder de abstracción del miento como por la presentación; su
intelecto con la visión más típicamen- héroe fue Catón, la retórica romana
te franciscana del alma como una sus- fue su medio. Particularmente cambió
tancia por derecho propio, con capa- la doctrina de Jos estoicos injertando
cidad de intelección no confinada a a su intelectualismo el concepto ro-
la realidad sensible sino capaz de mano de voluntad, y alteró su direc-
aprehender el rango total del ser. La ción aplicando su filosofía individua-
mezcla sutil de estas dos tendencias lista al gobierno del Imperio Roma-
divergentes que le valieron el título no. Sus deficiencias como filósofo y
de Doctor Subtilis da cuenta de sus político se deben a tendencias contra-
posturas metafísicas más caracterís- dictorias inherentes hacia ambiciones
ticas. mundanas por un lado y hacia el idea-
Scoto argumenta que el objeto pro- lismo estoico sincero por el otro; la
pio de la especulación filosófica es la discrepancia resultante en acciones y
SIDGWICK 362

declaraciones puede ser mitigada por derar el bien de cualquier otro indi-
su honesta creencia en que estaba viduo tanto como el suyo propio».
obligado políticamente a justificar los Sidgwick reconoce que en la práctica
medios por el fin, y en que su ense- la gente es influida moralmente por
ñanza filosófica era resultado del au- reglas de conducta y no por princi-
to-examen de sus propias luchas mo- pios generales de hedonismo universa-
rales. Pero la debilidad de su carác- lista; él mismo está deseoso de acep-
ter dio forma a su estoicismo, en lu- tar estas reglas de conducta sobre la
gar de que su filosofía formara su base de que son un medio para el fin
carácter; así, la cuestión de la capa- utilitario. Sin embargo, esta posición
cidad de la Stoa como fuerza educa- se complica por el hecho de que
tiva en política quedó sin responder. Sidgwick se encuentra obligado a re-
(1. G. K.) conocer como auto-evidente el prin-
cipio de que «es irracional que yo
SER, véase Metafísica, Existencialismo, sacrifique mi felicidad por cualquier
Realismo, Idealismo, Monismo, Dua- otro fin», el principio del egoísmo
lismo. ético racional. Sidgwick es bien cons-
ciente de la aparente incompatibilidad
SIDGWICK, Henry (1828-1900), filóso- de este principio con el hedonismo
fo inglés, catedrático Knightbridge de universalista que es su otra afirma-
Filosofía Moral de la Universidad de ción importante; piensa que esta
Cambridge desde 1883 hasta su muer- incompatibilidad es el problema bá-
te. Durante toda su vida adulta fue sico de la ética, pero se considera a
un hombre de Cambridge, siendo un sí mismo simplemente incapaz de ne-
producto muy típico de ese lugar. gar honestamente, sea el principio de
Escribió sobre economía, así como so- egoísmo, sea el de benevolencia. Su
bre filosofía y fue miembro fundador solución al dilema es sugerir que el
de la Sociedad para la Investigación universo está dispuesto de tal modo
Psíquica, siendo su primer presidente. que el egoísmo y la benevolencia uni-
La obra por la que es recordado versal nunca entran en conflicto y que
Sidgwick es The Method 01 Ethics podemos seguir el principio de bene-
(El método de la ética), publicada volencia con la seguridad de que con
en 1874 y modificada y aumentada eso no violaremos el principio ra-
en ediciones subsiguientes. En ella cional de egoísmo. Así, Sidgwick, en
adoptaba una posición UTILITARIA he- su ansiedad por hacer justicia a to-
donista, pero con un reconocimiento das las facetas <je la moralidad, inten-
mucho más profesional de lo que es ta armonizar una serie de posiciones
común en los problemas que surgen que generalmente se consideran que
de su punto de vista. Habiendo ne- están opuestas esencialmente; es uti-
gado que los términos morales pue- litario y DEONTÓLOGO, egoísta y uni-
dan ser definidos en términos no versalista. Nadie ha sido capaz de
morales, Sidgwick pasa a afirmar que aceptar esta posición tal como Sidg-
la moralidad se fundamenta en una wick la estableciera, pero su agudo y
intuición moral a priori de que «de- cándido reconocimiento de los méri-
bemos tender al placen>, de que el tos de las opiniones opuestas es lo
placer es el único bien supremo. que le da al libro la mayor parte de
Cualquier otro conocimiento moral bá- su valor.
sico se refiere al modo en que el pla- (J. O. D.)
cer debe ser distribuido; así sabemos
que casos similares deben ser trata- SIGER DE BRABANTE (1235-40-
dos de manera similar y que «el bien 1281-84), filósofo francés que fue líder
de cualquier individuo aislado no es de los llamados AVERROíSTAS latinos
más importante, desde el punto de junto con Boecio de Dacia y Bernier de
vista del universo, que el bien seme- Nivelles. Estos hombres fueron miem-
jante de cualquier otro». Desde es- bros de la Facultad de Artes de la
tas posiciones básicas Sidgwick de- Universidad de París y afirmaban ser
duce el principio de benevolencia: filósofos puros, de la escuela de Aris-
«cada uno tiene el deber de consi- tóteles, y de ningún modo teólogos.
363 SóCRATES
Aceptaron la distinción entre verda- do con las otras tres y nada que
des de razón y verdades de fe que sea individual o inusual, sino que, por
había sido hecha por Averroes, pro- el contrario, parece ser exactamente
cediendo a elaborar implacablemente la idea popular de un sofista de la
su filosofía, que fue un aristotelismo época, doblando a «Sócrates» y presen-
coloreado por la interpretación de tando una máscara que se pare-
Averroes y AVICENA. Alguna de sus cía a los rasgos más pronunciados del
doctrinas, tales como la de la eterni- verdadero Sócrates.
dad del mundo, la unidad del inte- 2) El testimonio de [enojonte. Te-
lecto en todos los seres humanos y la nemos las Memorias de Sócrates de
determinación de los asuntos huma- jenofonte, obra de unas 180 páginas
nos por las influencias astrales, iban que consiste principalmente en peque-
dirigidas contra los dogmas cristianos ños diálogos divertidos entre Sócrates
de la creación, el alma individual y la y diversas personas, en alguno de los
providencia divina; éstas y otras doc- cuales Jenofonte dice que estuvo pre-
trinas que sustentaron fueron conde- sente; la Apología de Sócrates, breve
nadas en 1270 y de nuevo en 1277, informe del proceso al que sin em-
aunque sus autores mantuvieron que bargo Jenofonte no afirma haber asis-
estos principios filosóficos no entra- tido; el Oeconomicus en el que Só-
ban en conflicto con su fe en la ver- crates discute la administración de la
dad de la revelación. Se supone que casa, y el Symposium representando
Siger fue asesinado por su propio se- una fiesta en la que Sócrates está
cretario que se había vuelto loco. presente. Aunque en alguna de sus
o. O. D.) obras Jenofonte es un historiador se-
rio, es bastante claro que sus escritos
SIGNIFICADO, véase Ideas, Positivis- socráticos son ficciones que tienen
mo Lógico, Meinong, Wittgenstein. partes de verdad y que consiguen pa-
SINTÉTICO, 10 opuesto a ANALÍTICO. recer verdaderos por el mecanismo
Para «sintético a priori», véase del narrador al decir «yo estaba allí».
A priori. Sólo deben ser creídos en la medida
en que coincidan con Platón o Aris-
SóCRATES (469-399 a. C.), filósofo tóteles.
griego de Atenas. No sabemos nada 3) El testimonio de Aristóteles.
cierto acerca de Sócrates, exceptuan- Aristóteles, que una y otra vez preten-
do que algunos escritores nos han da- dió ser historiador de la filosofía, nos
do descripciones de él, y que estos es- da la descripción más verosímil que
critores están lejos de ser historiado- tenemos del pensamiento de Sócrates:
res minuciosamente conscientes como
Tucídides. No dejó escritos propios, Sócrates se «ocupó» de las exce-
y probablemente no escribiera nunca. lencias del carácter, y en conexión
Toda la información buena y mala con ellas se convirtió en el prime-
que de él tenemos procede de Aris- ro que suscitó el problema de la
tófanes, Jenofonte o PLATÓN, cu- definición universaL.. Era natural
yas vidas se cruzaron con la suya, o de que Sócrates buscara la esencia,
ARISTÓTELES, que probablemente na- pues estaba tratando de hacer si-
ció unos treinta años después del año logismos, y «qué es una cosa» es
en que, según Platón, Sócrates fue el punto de partida de los silogis-
procesado y condenado a muerte por mas ... Hay dos cosas que se le pue-
«corromper a la juventud y no creer den adscribir con justicia a Sócra-
en los dioses de la ciudad». tes, los argumentos inductivos y la
1) El testimonio de Aristájanes. definición universal, estando los dos
La única declaración común a estos relacionados con el punto de partida
cuatro escritores es que hubo un fi- de la ciencia; pero Sócrates no sos-
lósofo llamado Sócrates. Más allá de tuvo que 10 universal o las defini-
esto, la descripción de Sócrates en ciones existieran aparte. (Aristóte-
la farsa de Aristófanes Las Nubes les, Metafísica, M. 4.)
no se debe creer en absoluto, ya que Con lo cual atribuye las siguientes
no contiene nada que esté de acuer- tesis a Sócrates:
SóCRATES 364
1. Se ocupó de las excelencias del go, las cuestiones subsiguientes sí pi-
carácter. den la respuesta sí o no; y gene-
2. Fue el primero en suscitar el ralmente es obvio cuál de ellas pi-
problema de la definición. den. Habiendo obtenido una serie de
3. Buscó la esencia, o «qué es una respuestas aparentemente inconexas de
cosa». este modo, Sócrates «hace silogis-
4. Intentó hacer silogismos, esto mos» con ellas, tal como dice Aris-
es, encontrar pruebas demostrativas. tóteles, y muestra que refutan la res-
5. También usó los argumentos in- puesta del interlocutor a la primera
ductivos. cuestión. Entonces pide al interlocu-
6. No sostuvo que los universales tor que encuentre otra respuesta pa-
o las definiciones existieran aparte. ra la primera cuestión, y la trata del
La sexta, que es contradicha por Pla- mismo modo. El efecto es mostrar
tón será considerada hacia el final de que el que responde se contradice y
este artículo. Las otras cinco están no sabe Jo que pensaba que sabía.
bien sustentadas por Platón y no son Sin embargo, Sócrates no afirma en-
contradichas por jcnofonrc, por lo que tender del asunto. Por el contrario
serán mejor aceptadas por nosotros. niega todo conocimiento de él. Nieg~
4) El testimonio de Platón. El re- incluso que intentara convencer a su
trato que Platón hace de Sócrates es interlocutor de la ignorancia. «Nunca
con mucho el más rico y el más im- fui maestro de nadie.» Dice que sus
presionante. Sócrates es el principal cuestiones, por todo lo que sabía de
personaje a través de los diálogos pri- antemano, podrían haber llevado al
meros y medios de Platón. Allí su establecimiento en lugar de a la re-
conversación se refiere a la naturale- futación de la respuesta dada. Sin
za de la virtud y de las virtudes par- embargo, esta última negación es im-
ticulares, y tiende a la opinión de posible de creer. Por lo que sus víc-
que la virtud es conocimiento y el vi- timas tienden a llamarle «astuto»,
cio es ignorancia. Toma una virtud porque pretende conocer menos que
particular y pregunta qué es, inten- ellos cuando conoce más. El término
tando encontrar su esencia al dar una griego para astucia es «ironía», y és-
definición general de ella. Produce ar- te es el origen de la concepción de
gumentos silogísticos, esto es, argu- la ironía como la transmisión de un
mentos en los que cuando dos pre- enunciado con palabras que literal-
misas son puestas juntas necesitan una mente transmiten la contradición, y
proposición nueva, la conclusión. especialmente la comunicación de un
y frecuentemente recomienda una de enunciado afirmativo por el pronun-
las premisas mediante un argumento ciamiento de su negación literal.
inductivo a partir de casos similares. En este modelo de conversación hav
De este modo, la descripción de Pla- algo que repele, y Platón lo repre-
tón concuerda excelentemente con la senta incurriendo en la condena de al-
de Aristóteles. gunas personas. Representa la perso-
Sin embargo, la descripción de Pla- nalidad extraordinaria de Sócrates in-
tón tiene muchos más rasgos que los cluyendo algunos otros rasgos cues-
pocos que Aristóteles nos da; y Aris- tionables, a saber, las tendencias a
tóteles no nos prepara para el extra- hablar homosexualmente y a mante-
ño hecho de que el Sócrates platóni- ner doctrinas paradójicas en ética.
co use sus inducciones y silogismos Con todo, no hay duda de que logra
no en pro, sino siempre en contra de hacernos sentir que el carácter de
las definiciones propuestas de las vir- Sócrates era maravilloso y de un va-
tudes cuya esencia busca. Su conver- lor único. En el Symposium nos mues-
sación toma la forma de plantear tra a Sócrates primero como el pen-
cuestiones a un solo interlocutor, y sador profundo que se ha «sumergi-
en estas cuestiones aparece un mode- do» en la contemplación fuera de la
lo bien marcado. Siendo la primera puerta del anfitrión y que no pres-
cuestión una demanda de definición, ta atención al sirviente de éste, y
no admite las respuestas sí y no y luego como el pretendido amante
es materia de duda. Sin embar- que obtiene fácilmente los asien-
365 SÓCRATES

tos cerca de los muchachos más otro a la injusticia de la gente, en am-


atractivos, luego como un examina- bos casos con gran riesgo para sí mis-
dor benigno de su anfitrión, luego mo. También es muy probable que sea
como el sublimador filosófico del amor cierto que Sócrates declarara gozar de
terreno en una religión de la Belleza un «signo divino» misterioso, una es-
Misma y, por último, como el objeto pecie de voz interior que frecuente-
de un encomio atrevido y logrado por mente le prohibía hacer algo que es-
parte de Alcibíades. Alcibíades le lla- taba pensando hacer, y cuyo consejo
ma la fea estatua de Sileno que se creía que siempre era bueno. Sin em-
abre para mostrar las bellezas ocul- bargo, es dudoso que Sócrates pensa-
tas de su interior. Confiesa haber ten- ra realmente que había ~ido «ordena-
tado persistentemente a Sócrates y ha- do por el dios, tanto por los oráculos
ber experimentado de este modo su como por los sueños y por todos los
inquebrantable auto-control. Relata la medios por los que un destino divi~
calma formidable y la resistencia en no se imponía sobre un hombre», para
campaña de Sócrates, y afirma su ma- convencer a los hombres de su igno-
ravillosa diferencia de todos los de- rancia refutando sus opiniones en un
más seres humanos vivos o muertos. interrogatorio severo.
Todo esto debe creerse. Era fácil escapar de la prisión de
Como Jenofonte, Platón nos ofrece Atenas, y probablemente muchos de
una Apología de Sócrates, declaran- quienes votaron por su muerte supu-
do que contiene los tres discursos de sieron que Sócrates así lo haría. Pla-
Sócrates en su proceso. Ciertamente tón tiene un exquisito diálogo breve,
no son transcripciones. Como mucho, el Critán, en el que nos muestra a
muestran solamente un parecido remo- Critón, viejo amigo de Sócrates, supli-
to con lo que realmente se decía. Al- cándole que escapara y a Sócrates ne-
gunos piensan que Sócrates no hizo gándose a ello. La razón que da es
ninguna defensa en absoluto. Pero es que al decidir vivir su vida en la ciu-
probable que la acusación fuera ver- dad de Atenas, prometió con los he-
daderamente que «Sócrates corrompe chos, aunque no de palabra, obedecer
a los jóvenes, y no cree en los dioses las leyes de Atenas, y mantendrá su
de la ciudad y cree en divinidades promesa.
nuevas». Probablemente, si hubieran Finalmente, en el magnífico Fedán
votado lo contrario treinta jueces, Platón describe la última conversa-
en realidad hubiera sido absuelto. Pro- ción y la muerte de Sócrates, aunque
bablemente Sócrates propuso entonces nos hace saber que él mismo no es-
en realidad como castigo que debía taba allí. Podemos creer a Platón
ser alimentado a expensas públicas, y cuando nos dice que los hijos y la
en realidad cambió esto por una mul- esposa de Sócrates le visitaron en su
ta a demanda de Platón y de otros último día pero no estuvieron presen-
amigos del tribunal. Y, si creemos tes en su muerte; que sus amigos
que fue intransigente en su elección lloraron profundamente cuando bebió
de un «castigo» tras ser convicto, de- el veneno y que fueron reprendidos
bemos creer que la obra de Platón por ello por el inconmovible Sócra-
es probable que sea totalmente cierta tes; que sus últimas palabras fueron:
en el tono magníficamente orgulloso «Critón, le debemos un gallo a Es-
e inflexible que hace adoptar a Sócra- culapio; págalo y no lo descuides»;
tes ante los tribunales. que Critón respondió: «eso se hará;
Distinta de la cuestión de qué es piensa si hay algo más»; y que no se
lo que dijo Sócrates en realidad en produjo ninguna respuesta a esto. Las
su proceso, es la cuestión de cuáles últimas páginas del Fedán son de una
de las cosas que Platón le hace de- belleza y una grandeza extraordinarias.
cir son verdaderas de hecho, las dije- Sin embargo, sería mejor que no
se Sócrates en aquel momento o creyéramos que Sócrates defendió ver-
no. Es muy probable que Sócrates, daderamente las doctrinas que Platón
tal como Platón le hace decir, se le hace defender en su último día.
opusiera firmemente en un momento En el Fedán, Platón muestra a un
a la injusticia de los tiranos y en Sócrates convencido de que hay una
SOLIPSISMO 366
vida después de la muerte; es más SOLIPSISMO. En ocasiones suponemos
probable que sea fiel a la historia tontamente que el mundo todo es me-
en este punto en la Apología, donde ramente un sueño. El solipsismo es
hace que Sócrates lo trate como una una teoría bastante parecida a esta
cuestión abierta. En el Fedón, Platón quimera, pero basada en argumenta-
hace decir a Sócrates que en su ju- ciones. Si se me pregunta por qué
ventud pasó por un período de inte- creo en la existencia de estrellas, ár-
rés por las cuestiones físicas; puede boles y gente, tengo que contestar
que lo pasara, pero el pasaje del Fe- «mi vista, oído, tacto, en suma,
dón probablemente sólo es una for- mis percepciones me dicen esto. Cier-
ma dramática de establecer ciertos tamente mis percepciones son clasi-
puntos de vista que se hallan en opo- ficadas y complementadas por la me-
sición mutua. En el Fedán, Platón moria, la inferencia y la conjetura,
hace que Sócrates exponga y asuma pero sin las percepciones tal pensa-
la teoría de las Ideas, entrando así miento no tiene nada sobre lo que
en conflicto con la declaración de trabajar. Ahora bien, percibir es te-
que «Sócrates no sostuvo que existie- ner sensaciones. Pero tú no puedes
ran aparte los universales ni las defini- tener, por ejemplo, mis sensaciones
ciones». Es muy probable que Aristó- visuales o táctiles al igual que no pue-
teles esté en lo cierto, como man- des tener mis dolores de muelas.
tiene la tradición, al decir que la teo- Por tanto, tú no puedes percibir na-
ría de las Ideas fue invención de Pla- da de lo que yo percibo. El mundo
tón. Era un paso natural adelante a del que mis sentidos me proporcio-
partir de la definición socrática. Pla- nan conocimiento es privado. Incluso
tón la ha introducido en su Fedón el tú que veo y oigo no podría exis-
como una forma de dedicar a Sócra- tir sin que yo existiera, del mismo
tes los frutos de su enseñanza, y no modo que no podrían existir mis do-
como un registro de esa misma en- lores de muelas. Anhelo creer que
señanza. las cosas no percibidas que existen
El mayor valor del Sócrates de independientemente concuerdan con
Platón es su defensa soberbia del los contenidos percibidos de mi mun-
ideal de la razón y su elevada y cla- do privado, pero debo creer que sólo
ra concepción de lo que la razón exi- yo (solus ipse) existo por propio de-
ge. Nos impresiona más que ninguna recho, y que todas las demás cosas
otra figura de la literatura con la su- dependen de mí como ocurre con mis
prema importancia de pensar todo lo dolores de muelas». Ningún filósofo
bien que sea posible y de hacer que importante acepta esta conclusión re-
nuestras acciones se conformen a pelente. Pero muchos, al aceptar el
nuestros pensamientos. Para este fin argumento que lo defiende, tienen
predica el conocimiento de los pro- que postular razones no perceptivas
pios puntos de partida de uno, el para creer en las cosas y en las per-
mantenimiento hipotético de opinio- sonas que existen independientemen-
nes, la exploración de sus consecuen- te. En lugar de esto, nosotros recha-
cias y conexiones, la buena voluntad zaríamos el paso de la argumentación
para seguir el argumento allí donde que dice «percibir es tener sensa-
lleve, la confesión pública de los pen- ciones».
samientos de uno, la invitación a que (G. R.)
otros critiquen, la facilidad en la re-
consideración y, al mismo tiempo, la SOFISTAS. En la antigua Grecia la
acción firme de acuerdo con las pro- educación tradicional consistía en
pias creencias presentes. La Apología música (poesía, drama y, en general,
de Platón ha convertido de hecho a los temas que eran presididos por las
Sócrates en el principal mártir de la nueve musas) y gimnasia. En las con-
razón, del mismo modo que los Evan- diciones sociales más sofisticadas del
gelios han convertido a Jesús en el siglo v a. C. la necesidad de una
principal mártir de la fe. educación que fuera más allá, equi-
valente a nuestra enseñanza media y
(R. R.) superior, resultó evidente. Los sofis-
367 SPENCER

tas fueron hombres que ofrecían esta ficientemente claro y riguroso, alcan-
educación superior; eran profesores zó gran éxito e influencia entre mu-
universitarios itinerantes que erraban chos de aquellos que estaban impre-
de ciudad en ciudad dando clases sionados por la biología darwiniana y
principalmente de retórica y el arte por los programas ambiciosos de des-
de tener éxito, a cambio de honora- arrollo de las ciencias sociales.
rios de sus auditorios. Así, original- En First Principies (Primeros prin-
mente el término sofista no fue de cipios), Spencer mantenía que sólo
ningún modo un término de oprobio podemos tener conocimiento de los
-significaba algo parecido a «profe- fenómenos, pero que, no obstante, po-
sor»- y el sofista no se interesaba díamos inferir una Potencia Incom-
especialmente por la filosofía; cierta- prehensible, Incognoscible, que es la
mente, es bastante erróneo pensar que fuente de los fenómenos, el más im-
los sofistas formaron alguna escuela portante de los cuales es La Ley de
filosófica. Algunos de los sofistas, ta- Evolución que enunció oscuramente
les como PROTÁGORAS, fueron, sin du- como sigue: «una integración de mate-
da, filósofos muy brillantes e influ- ria y disipación concomitante del mo-
yentes, pero otros se limitaron casi vimiento, durante la que la materia
por completo a la retórica; el esta- pasa de una homogeneidad incoheren-
blecimiento de centros permanentes te indefinida a una heterogeneidad
de educación superior, tales como las coherente definida». En su ensayo «El
escuelas de PLATÓN, ARISTÓTELES e progreso, su ley y causa» definió tam-
Isócrates (todo los cuales fueron so- bién el progreso como un cambio des-
fistas para el público en general) lle- de la homogeneidad; así identificó típi-
vó a la desaparición de los sofistas camente evolución y progreso y pu-
a mediados del siglo IV a. C. do afirmar que «el progreso no es
El oprobio que ahora se vincula a un accidente, ni algo que esté den-
la palabra «sofista» se debe a la há- tro del control humano, sino una ne-
bil propaganda contra los sofistas que cesidad benéfica». Esta concepción ge-
realizaron sus rivales Platón y Aris- neral de la evolución antecede a la
tóteles. La acusación básica fue que publicación de la obra de Darwin y
los sofistas pretendían enseñar cono- se basa en la obra de los biólogos
cimientos cuando enseñaban el arte alemanes que afirmaban que el ras-
de tener éxito en el que se desaten- go que distingue las formas superio-
dían los valores supremos. Aunque, res de los organismos era la creciente
sin duda, hay cierta justicia en estos especialización de los órganos y fun-
ataques, la inspirada defensa de los ciones.
sofistas que hace Grote en la Histo- La vida fue definida por Spencer
ria de Grecia sigue siendo digna de como el continuo ajuste entre el in-
ser leída. terior y el entorno externo; vivir es
Entre los sofistas los nombres más ser el tipo de cosa que adapta con-
conocidos son Protágoras, Gorgias, tinuamente su propia naturaleza pa-
Prodico, Hippias, Antifon, Trasimaco, ra ser capaz de tratar mejor con el
Licafron e Isócrates. entorno. Este es el punto de vista fun-
(J. O. D.) damental de los Principies of Biolo-
gy (Principios de biología) y Princi-
SPENCER, Herbert (1820-1903), inglés. ples of Psychology (Principios de psi-
Ahora es leído raramente, pero a fi- cología) que siguieron a los Primeros
nales del siglo XIX alcanzó una repu- principios de la filosofía sintética. Con
tación popular enorme y extendida. secuentemente, afirmó en los Princi-
En su System o] Syntbetic Pbilosopby pios de la ética que los principios
(Sistema de filosofía sintética) exa- de la ética «tienen una base natu-
minó las ciencias biológica y social, ral», pues se siguen conclusiones mo-
con una noción filosófica generaliza- rales de la ley general de evolución.
da de la evolución como concepto uni- El hombre es capaz de un cambio
ficador; aunque ni los filósofos y indefinido por la adaptación a circuns-
científicos contemporáneos ni los pos- tancias, en particular al cambio de
teriores encontraron este examen su- una vida salvaje a otra establecida,
STEVENSON 368

civilizada; en esta adaptación el hom- mente la influencia de un período de


bre reprime viejos rasgos egoístas y estudio en Cambridge, Inglaterra,
desarrolla otros nuevos en virtud de cuando WITTGENSTEIN estaba ense-
un principio de simpatía. Los princi- ñando allí.
pios morales son reglas que ayudan a (J. O. U.)
la vida armoniosa y reajustada de la
civilización. Se puede reconocer legí- STRAWSON, Peter Frederick (1919- ),
timamente un elemento hedonista, ya es catedrático de Metafísica de la
que «el placer promueve la función» Universidad de Oxford y miembro
y la ley de evolución asegura que las del Magdalen College de Oxford. Su
acciones que encontramos placente- obra más notable es sobre la fi--
ras serán aquellas que tiendan a te- losofía de la lógica. En su Introduc-
ner un valor de supervivencia. El in- tion to Logic Theory (Introducción
tento de Spencer de extraer conclu- a la teoría lógica) (1952) examinó
siones éticas de principios evolutivos la naturaleza general de la LÓGICA
todavía encuentra imitadores en nues- formal, interesándose especialmente
tros días. por la relación de los sistemas for-
(J. O. U.) males con el discurso en lenguaje
«informal» ordinario; en general, este
SPINOZA, BENEDICT DE, véase Es- examen tendía a mostrar que el golfo
pinosa. que hay entre el discurso formal y
el informal es más amplio de lo que
STEVENSON, Charles Leslie (1908- ), tienden a sugerir las descripciones or-
filósofo americano, catedrático de la todoxas de la naturaleza de la lógica.
Universidad de Michigan. Es bien En dos importantes ensayos sobre la
conocido por su libro Ethics and Lan- «Verdad» criticó las teorías de la VER-
guag« (Ética y lenguaje) (1944); Ste- DAD semántica y la de corresponden-
venson da en su libro una enuncia- cia, y explicó la concepción de que la
ción elaborada de la teoría emotivis- frase «es verdadero» no tiene función
ta del significado de los términos éti- asertiva o descriptiva sino que es usa-
cos, concepción que había sido suge- da para realizar el acto de confirmar
rida por HUME y establecida suma- o aprobar un enunciado. En un en-
riamente por los POSITIVISTAS LÓGI- sayo llamado «Sobre la referencia» cri-
COS, pero que nunca había sido trata- ticó la teoría de las descripciones de
da tan cuidadosamente con anteriori- RUSSELL. Otra obra importante es
dad. La principal afirmación de Ste- Individuals: An Essay in Descriptiue
ven son es que decir que algo es bue- Meraphysics (Individuos: un ensayo
no es establecer que uno lo aprueba de metafísica descriptiva), 1959; en
e intentar evocar la misma actitud en ella estudia las formas en que distin-
quienes le escuchan. También mantie- guimos realmente las cosas individua-
ne que en el discurso moral podemos les de todos los tipos, y concluye
intentar persuadir a otros de que es- que la localización espacio-temporal de
tén de acuerdo con nosotros, pero que los cuerpos es fundamental para to-
el concepto de argumento válido no dos los modos que tenemos de lo-
es aplicable a tal discurso. El libro calizar todos los tipos de cosas. lla-
es, sin duda, la enunciación clásica de ma metafísica descriptiva a este es-
la posición ernotivista. Su ensayo Per- tudio en contras te con la metafísica
suasive Deiinitions (Definiciones per- especulativa que, en opinión de Straw-
suasivas), que apareció en Mind en son, se interesa mayormente por esta-
1938, también ha tenido enorme in- blecer nuevos sistemas conceptuales.
fluencia; aquí intenta mostrar que una (J. O. U.)
definición es con frecuencia un inten-
to disfrazado de establecer la cosa de- SUBJETIVISMO. Como muchos térmi-
finida a una luz favorable o desfavo- nos que acaban en «ismo», el térmi-
rable. Stevenson es también autor de no «subjetivisrno« es usado en filoso-
una serie de ensayos de estética. Aun- fía de manera muy vaga y aproxima-
que escribe siguiendo la tradición tiva; aproximadamente, se dice que
americana, Stevenson muestra clara- una concepción es subjetivista si rnan-
369 SUBJETIVISMO
tiene que la verdad de alguna clase cepcion de que lo que se percibe
de enunciados depende del estado existe sólo cuando y porque es per-
mental o de las reacciones de la per- cibido, expresada por BERKELEY con
sona que hace el enunciado. Así, en las palabras esse est percipi, tam-
ÉTICA y en ESTÉTICA un subjetivista bién es denominada subjetivismo o
mantendrá que decir que algo es bue- IDEALISMO subjetivo; tales subjetivis-
no o bello es decir algo sobre la re- tas creen, generalmente, sobre la base
acción de uno ante algo, quizá que del hecho de la ilusión perceptiva y
le da a uno un sentimiento de placer de las teorías de la ciencia física y
especial, y no decir nada acerca de fisiológica, que los colores, sonidos,
las características «objetivas» de la olores, etc., sólo existen «en la men-
cosa; es necesario distinguir tal con- te» y no en el mundo natural. No
cepción subjetivista de la teoría expre- todos los usos del término «subjeti-
siva (que se encuentra, por ejemplo, vo» son específicamente filosóficos;
en Lenguaje, verdad y lógica de así, en medicina puede ser llamado
AYER) que mantiene que cuando de- subjetivo un dolor si no tiene base
cimos que algo es bueno no hacemos física sino que es inducido en el pa-
un enunciado sobre nuestras reaccio- ciente imaginativamente por él mismo.
nes ante la cosa sino que más bien (J. O. U.)
estamos reaccionando con eso ante la
cosa con unas palabras en cierta for- SUSTANCIA, véase Aristóteles, Desear-
ma lógicamente análogas a aplaudir o tes, Espinosa, Leibniz, Locke, Dualis-
a tirar el sombrero al aire. La COl)- mo, Monismo.

24
T

TA YLOR, Alfred Edward (1869-1945), cumentos históricos esencialmente


filósofo inglés. Comenzó su carrera exactos que contienen informes de las
filosófica en Oxford donde adoptó una posiciones de SÓCRATES y de los PI-
posición similar a la de F. H. BRAD- TAGÓRICOS del siglo v a. C. Aunque
LEY, que era miembro de! mismo Co- esta posición nunca ganó una acepta-
llege, el Merton. Sus primeros escri- ción general, no obstante, afectó po-
tos filosóficos, The Problem oi Con- derosamente toda la erudición platóni-
duct (El problema de la conducta) ca subsiguiente. El libro Plato, the
y Elements of Metaphysics (Elemen- Man and his W ork (Platón, el hom-
tos de metafísica) son, pues, de ca- bre y su obra) de Taylor sigue siendo
rácter idealista. Dejó Oxford al prin- la visión sinóptica más importante pu-
cipio de su carrera y sus principales blicada hasta ahora de las obras de
años productivos los pasó como cate- Platón.
drático de Filosofía Moral, primero, (J. O. U.)
en Sto Andrews y, después, en Edim-
burgo. Lejos de Oxford, abandonó su TALES de Mileto -puerto griego del
postura bradleyana adoptando otra ba- Asia Menor- predijo un eclipse que
sada en PLATÓN Y en e! teísmo cris- ocurrió en el 585-4 a. C. Fue un
tiano. En sus Conferencias Gifford, sopbos o sabio con muchos intereses:
The Faith of a Moralist (La fe de entre otras cosas organizó la bifurca-
un moralista) (1930), argumentaba que ción de un río, e instó a que se fe-
nuestro conocimiento moral es tal que derasen los jonios. Sus descubrimien-
presupone necesariamente la existen- tos matemáticos y astronómicos, un
cia de un Dios que controle el uni- poco exagerados posteriormente, in-
verso con un propósito moral y la cluían métodos de medida, por ejem-
inmortalidad del alma humana. Pero plo, la altura de las pirámides, y la
Taylor es mejor conocido como eru- compilación de un catálogo de estre-
dito platónico de extraordinaria pre- llas para usos náuticos. Es probable
paración que como pensador original. que visitara Egipto, y por su esti-
Cuando estaba en Sto Andrews pro- mación del eclipse debió tener acceso
dujo la famosa «herejía de Burnet- también a los registros celestes babi-
Taylor» en colaboración con Burnet, lónicos. No sabemos lo destacada y
el profesor de griego de aquella Uni- lo precisamente formulada que fue su
versidad. Burnet y Taylor argumen- cosmología más teórica. Creía cierta-
taban que no se debía tratar a los men te que la tierra plana flotaba so-
diálogos platónicos como representa- bre e! agua, a partir de la cual se
ciones dramáticas de las propias con- había originado. Aquí estaba adop-
cepciones de Platón, sino como do- tando probablemente un lugar común
371 TEíSMO
de la mitología del cercano Oriente han aceptado los argumentos cosmo-
y especialmente de Egipto. Puede que lógico o teleológico.
también pensara, como afirma ARIS- Estos dos argumentos intentan de-
TÓTELES, que el mundo y sus partes rivar la conclusión de que Dios exis-
seguían siendo esencialmente acuosos. te de premisas acerca del mundo. El
Parece que dijo que «todas las cosas argumento cosmológico toma como
están llenas de dioses» refiriéndose a premisa la afirmación de que algo
que son permeadas por el alma o el existe, el teleológico la afirmación de
principio del movimiento o de vida, que el universo manifiesta rasgos de
que debido a su alcance y capacidad designio inteligente. El argumento
debe ser divino. Incluso el imán, que cosmológico procede, pues, de la
es aparentemente inanimado, causa afirmación de que la existencia de
el movimiento y, por tanto, está vi- cualquier cosa sólo puede ser expli-
vo. Al menos es claro que por aban- cada suponiendo que existe una Cau-
donar la personificación y por inten- sa Primera incausada. El argumento
tar explicar el mundo en su totalidad teleológico pasa de la afirmación del
racionalmente, Tales merece su títu- designio en la naturaleza a la afirma-
lo tradicional de origina dar de la fi- ción de un designador sobrenatural.
losofía griega. Véanse también los Ambos argumentos han sido pulveri-
PRESOCRÁTICOS. zados quizá con demasiada frecuencia,
(G. S. K.) por la acusación de que intentan rea-
lizar una inferencia causal del univer-
so a su hacedor, mientras que HUME
TEíSMO es la creencia de que hay Dios ha mostrado que solamente tiene sen-
y más específicamente la creencia de tido hablar de relaciones causales si
que Dios es omnipotente, omnisciente se mantienen entre estados de cosas
y benevolente, distinto del universo observables y, cualquier cosa que sea
que ha creado y en cuyos asuntos in- Dios, ciertamente no es un estado de
terviene. Ser teísta no es en sí man- cosas observable.
tener una teoría filosófica, sino estar El argumento cartesiano u ontoló-
comprometido con los problemas filo- gico, los argumentos cosmológico y
sóficos, tanto el de la verdad como teleológico se convirtieron en una tría-
el del significado. Siendo al mismo da estandard para los apologetas del
tiempo una creencia compartida por siglo XVIII. Sin embargo, el hábito de
AQUINO, DESCARTES y BERKELEY tie- leer los argumentos del teísmo me-
ne obviamente una cierta cualidad ca- dieval como versiones tempranas de
maleónica. éstos puede ser cuestionable. Clara-
Las bases sobre las que se ha afir- mente, la principal dificultad en el
mado la existencia del Dios del teís- avance de una prueba, o de un argu-
mo han sido muy variadas. Primero mento en pro de la existencia de
está la concepción cartesiana de que Dios no reside en las dificultades so-
«Dios existe», que es una verdad nece- bre conceptos, tales como los de cau-
saria; «recurriendo al examen de la salidad, sino en el punto lógico ele-
idea de un Ser Perfecto, encontré que mental de que en una prueba válida
la existencia del Ser estaba comprendi- no puede aparecer en la conclusión
da en la idea del mismo modo que nada que no estuviera contenido ya
la igualdad de sus tres ángulos con en las premisas. Una prueba válida
dos ángulos rectos está comprendida de la existencia de Dios podría, por
en la idea de triángulo ... y que, en tanto, no ser otra cosa que explicitar
consecuencia, es al menos tan cierto una creencia que estuviera implícita
que Dios, que es este Ser Perfecto, en las premisas. Quienes están dis-
es, o existe, como lo puede ser cual- puestos a negar, no sólo las premi-
quier demostración de la geometría». sas que establecen, sino también las
El error de Descartes, que Aquino que implican la existencia divina, de-
había identificado cuatro siglos antes, ben permanecer necesariamente inalte-
al pensar que cualquier afirmación de rados por los argumentos teístas. El
la existencia podría ser una verdad concepto de prueba teísta como pro-
necesaria, no es cometido por quienes cedimiento por inferencias incues-
TEíSMO 372
tionables a partir de premisas innega- al argumento racional, incluso sobre
bles no es excluido por ninguna difi- sus propios supuestos. Pues, si Dios
cultad especial en el teísmo, sino por se ha revelado a sí mismo, esto debe
los prerrequisitos de la prueba en ge- haber ocurrido en algún momento y
neral. Aquino, al menos, era muy cons- lugar y ante alguna persona específi-
ciente de los problemas centrales de ca, y el supuesto de que tal persona
esto (Summa Tbeologica, 1, 1, 8). To- existiera es una afirmación puramen-
do lo que se puede hacer en una te histórica que puede ser recusada
cuestión de primeros principios, tal sobre bases históricas. Así, la creen-
como la creencia teísta, es mostrar cia revelada del teísmo islámico de-
que la posición de tu oponente no pende de afirmaciones históricas so-
logra soluere rationes ipsius. bre Mahoma y la del teísmo cris-
Sin embargo, el fallo de la tríada tiano depende de afirmaciones sobre
del siglo XVIII no llevó a un reexa- Jesús. ¿Cómo puede ser garantizada
men de la noción de prueba, sino a en cualquier caso la afirmación de
una llamada a la experiencia religiosa que este o aquel evento es revelador
interior. Esta llamada se hizo carac- de lo divino? Condición necesaria es
terística de la filosofía protestante de presumiblemente que el evento en
la religión y llevó a la búsqueda de cuestión sea una ocurrencia milagro-
una experiencia que fuera a la vez sa o vaya acompañado de tales ocu-
plenamente identificable como la rrencias. Éste es el modo en que se
experiencia religiosa por aquellos que suscita el problema de los milagros
la disfrutaban y plenamente testimo- para el teísta, y como la afirmación
nial de la existencia de Dios. El de que Dios interviene milagrosamente
«sentimiento de dependencia absolu- es esencial al teísmo, en tanto que
ta» de Schleiermacher y lo «numino- contrastado con el DEÍSMO, una prue-
so» de atto son los candidatos más ba a priori de la imposibilidad de
notables de este campo. Este movi- los milagros sería una refutación del
miento en total tuvo consecuencias teísmo. Se ha afirmado a menudo que
fructíferas para el estudio fenomenoló- Hume suministra tal prueba. Hume
gico de la experiencia religiosa. Pero acepta la definición teológica del mi-
falla como intento de proporcionar las lagro como violación de una ley de
bases de la creencia teísta, pues o la naturaleza, y argumenta que cuan-
bien se convierte en otra versión de do hablamos de ley de la naturaleza
la inferencia causal familiar y no vá- queremos decir que se ha experimen-
lida, pasando en este caso de un es- tado que un determinado curso de
tado de cosas supuestamente sujeto a eventos ocurre uniformemente. Ahora
introspección a un autor no observado bien, cuando tal secuencia de even-
de este estado de cosas, o bien se con- tos haya sido experimentada unifor-
vierte en una simple afirmación irra- memente por la totalidad de la hu-
cionalista de que esto es así porque manidad hay un alto grado de im-
yo siento que es así. probabilidad de que tal secuencia sea
Esta última alternativa debe ser dis- interrumpida. Y cuando alguien tes-
tinguida de otra posición protestante tifica que tal secuencia ha sido inte-
que no hace descansar la creencia ni rrumpida, como los apóstoles testifi-
en el argumento ni en la experien- caron que Jesús caminó sobre las
cia. Para algunos protestantes toda la aguas, siempre es más probable que
base de la creencia es la fe en la re- el testimonio sea erróneo que haya
velación divina; la creencia de que sido contravenida la regularidad de
hay Dios no tiene fundamento sim- la naturaleza observada hasta ese mo-
plemente desde el punto de vista del mento. Se puede decir de ese argu-
argumento racional. Esto no es de- mento que es un argumento contra
cir que la creencia teísta carezca la aceptación de relatos de 10 mila-
de las bases que podría poseer, sino groso más que contra la creencia en
que se mantiene que el carácter ló- la posibilidad de los milagros; y tam-
gico de la creencia teísta es nece- bién ignora un rasgo esencial de las
sariamente carecer de bases. Sin em- afirmaciones sobre lo milagroso.
bargo, tal creencia no es invulnerable Lo que distingue a un evento míla-
373 TEOFRASTO
groso no es precisamente su aparente de un enunciado es el método de su
inexplicabilidad; sino también el he- verificación, y que no hay ningún
cho de que aparezca como una res- método de verificar los enunciados
puesta a una orden o necesidad hu- teístas. Pero se puede hacer tam-
manas. El concepto que exige escru- bién la misma acusación de un mo-
tinio no es el de «evento milagroso» do que destaca más fuertemente la na-
sino más bien el de «hacer un mi- turaleza de la creencia teística. Pues
lagro». hacer una afirmación es siempre ad-
Esta relación entre la intervención mitir que uno puede estar equivoca-
divina y la vida humana es caracte- do, que existe algún estado de cosas
rística del contenido religioso del teís- concebible que es incompatible con
mo, y no es, por tanto, sorprendente la afirmación de uno y que, si ocu-
que afecte a los problemas conceptua- rre, muestra que la afirmación de uno
les que el teísmo suscita. Emerge no- es falsa. Si uno no excluye nada al
tablemente de la dificultad planteada a emitir lo que parece ser una afir-
la creencia teísta por el mal físico y mación, entonces uno simplemen-
moral. Si Dios es todopoderoso debe te no ha logrado afirmar nada. Pero el
ser capaz de impedir el mal. Si Dios teísta no parece permitir que nada
es bueno debe desear impedir el mal. concebible pueda falsar su afirmación
Pero el mal ocurre, por lo que Dios de que hay un Dios bueno y todopo-
no puede ser ni todopoderoso ni bue- deroso. Cualquiera que sea el desas-
no. y afirmar que Él es estas dos co- tre que ocurra, afirma que esta ocu-
sas y permitir que ocurran los males es rrencia no es incompatible con el cui-
admitir que el teísmo implique la dado de un Dios todopoderoso y aman-
más fuerte contradicción. La respues- tísimo. Esto parece quitarle todo el
ta teísta a esta acusación suele ser significado a palabras como «aman-
que deseando .Dios algún fin bueno te» y «poderoso». A esto el teísta
tal como la libertad humana y la po- responderá que sus afirmaciones se-
sibilidad de la consecución moral hu- rán falsadas por la ocurrencia de ma-
mana, fue lógicamente necesario que les irredimibles y sin objeto, especial-
Dios creara un mundo con males po- mente a la luz de las posibilidades de
sibles o reales en Él. Entre las difi- la otra vida. De este modo, la afir-
cultades con que se encuentra esta mación teística se pone en conexión
respuesta está el hecho de que, por lógica con la afirmación de que los
ejemplo, el sufrimiento animal debe seres humanos no son mortales, co-
haber tenido lugar antes de que el nexión que ya está hecha en la ma-
hombre apareciera, por lo que debe yoría de las grandes religiones sobre
ser considerado irrelevante respecto bases teológicas.
de cualquier intención divina referida ¿Qué resulta de todo esto con re-
a la libertad humana. Sin embargo, lación al interés filosófico del teís-
los teístas están dispuestos normal- mo? Simplemente que no hay un pro-
mente a admitir que los hechos del blema o grupo de problemas que pue-
mal constituyen al menos una obje- da ser clasificado como «la cuestión
ción prima [acie al teísmo. El que lo teísta». La prueba, la introspección,
admitan quizá les ayude a encontrar las leyes de la naturaleza, la voluntad
otro tipo de problema. libre, la fa1sación ---casi todos los tó-
Los críticos de las pruebas teístas picos de la filosofía surgen en un con-
argumentan que no hay buenas razo- texto teísta. Así, los problemas con-
nes para creer que Dios existe; los ceptuales del filósofo teísta son en
exponentes del problema del mal es- su mayor parte los problemas con-
tán dispuestos a afirmar que hay ceptuales ordinarios de la filosofía
buenas razones para creer que Dios suscitados desde un punto de vista
no existe; ningún escepticismo llega particular.
tan lejos como aquel que dice que (A. MACI.)
tanto afirmar como negar la existen-
cia de Dios es un sinsentido. Esto TEOFRASTO (c. 370-e. 286 a. C.), na-
puede ser afirmado sobre la base po- cido en Lesbos, isla griega del Egeo,
sitivista general de que el significado fue el alumno más famoso de ARIS-
TOULMIN 374

TÓTELES. Le sucedió como cabeza del otro T homas Anglieus posiblemente


Liceo cuando Aristóteles dejó Ate- el dominico jorz, o Joyce. Se con-
nas en el 323. La mayoría de sus mu- virtió en un defensor resuelto de la
chos escritos se han perdido y es di- distinción entre esencia y existencia
fícil conseguir una descripción verda- en los seres finitos, aunque quizá en-
dera de sus contribuciones a la filo- dureoió la existencia convirtiéndola
sofía. Fue aristotélico en lo fundamen- en un «algo» aliquid reale, positivum
tal, aunque criticó a Aristóteles en et absolutum, al responder a Enrique
puntos particulares e hizo añadidos de Gante para quien ésta era un
útiles a la obra de éste, por ejemplo, respectus o relación con el creador.
en lógica. En algunos aspectos pavi- (T. G.)
mentó el camino para las enseñanzas
del estoicismo y del epicureísmo. TOMISMO, véase Aquino y Neoto-
Se pueden mencionar tres de sus mismo.
obras. a) El De Plantis (que lo te-
nemos) pone los fundamentos de la TOULMIN, Stephen Edelston (1922-),
botánica científica e introduce con- inglés, fue catedrático de Filosofía
ceptos botánicos importantes. b) La de la Universidad de Leeds. Su libro
Metafísica (que también existe) sus- Place of Reason in Ethies (El lugar
cita problemas sobre las doctrinas me- de la razón en la ética) (1950) fue
tafísicas de Aristóteles, especialmente el primer libro de ética en presentar
la doctrina del Primer Motor. e) Teo- el punto de vista del análisis lingüís-
frasto compiló una obra enorme que tico moderno. Mantiene en él que el
contiene las opiniones de los anterio- criterio de las razones buenas en la
res filósofos griegos sobre la natura- discusión ética puede ser dilucidado
leza, Dios, etc. Esto se convirtió en a partir de los usos de palabras, ta-
la fuente de numerosos historiadores les como «ética» y «ético»; que el
posteriores de la filosofía griega. No desacuerdo ético es esencialmente des-
es demasiado decir que hasta una épo- acuerdo sobre si hay o no hay bue-
ca comparativamente reciente los his- nas razones para alguna conclusión
toriadores de la filosofía presocrática ética; y que en ética procedemos de
estuvieron dominados por la influen- bases o razones que son puramente
cia de Teofrasto. Esto fue lamentable tácticas a conclusiones éticas normati-
porque Teofrasto veía a todos los fi- vas mediante un modo de argumento
lósofos anteriores corno meros pre- específicamente ético que no es de
cursores de Aristóteles y forzó sus carácter deductivo ni inductivo. En
'ideas para que se vieran dentro de un la Philosophy of Science: An Intro-
entramado aristotélico. duetion (Filosofía de la Ciencia: una
(J. L. A.) introducción) (1953), Toulmin, con la
vista puesta especialmente en la físi-
THOMAS DE SUTTON. Uno de los ca, da una explicación de la teoriza-
dominicos de Oxford que se reunie- ción científica como algo más seme-
ron en apoyo de Tomás de AQUINO jante a la construcción de mapas que
después de las ofensivas de Kilwardby permiten que uno encuentre su carni-
y durante las de Peckham desde Can- na que el proceso de generalización
terbury. Sus primeros escritos, que co- que es descrito en las teorías clásicas
menzaron alrededor del 1286, se cen- de la inducción; distingue entre leyes
traron en el alma como la forma sus- y principios, y muestra cómo es par-
tancial simple del cuerpo. Su libro te del entendimiento de una ley el
Contra Pluralitatem Formarum ha si- conocer su esfera de aplicación. Su
do incluido en muchas ediciones en- libro The Uses of Argument (Los
tre las obras de Tomás de Aquino. usos del argumento) (1958) es un
Sus últimos escritos, hasta aproxima- intento de redescribir la naturaleza
damente el año 1315, le encuentran y función de los argumentos en tér-
afrontando un nuevo ataque, venido minos más reveladores que los que se
del aristotelismo desarrollado de Seo- usan tradicionalmente en los libros
TO, aunque el Liber Propugnatorius, de texto de la lógica.
que se le ha adscrito, puede que sea de (J. O. U.)
u
UNIVERSALES, en primera instancia plos, los universales formales son más
son los objetos abstractos, tales como bien límites ideales a los que las co-
cualidades, relaciones y números, co- sas reales se aproximan más o me-
sas que no pueden ser directamente nos. La existencia de universales pre-
localizadas en el espacio ni en el tiem- dicativos (rojez, justicia, relación de
po. Son contrastados con los particu- estar en medio, etc.) es argumentada
lares y en ocasiones son definidos co- como condición necesaria del uso pre-
mo los objetos del pensamiento, mien- dicativo de los términos generales. No
tras que los particulares son los ob- podemos pensar ni hablar sin térmi-
jetos de la percepción o la sensa- nos generales, todo enunciado contie-
ción. En ocasiones, los particulares ne un término tal como «rojo» o
son identificados con los objetos con- «más pronto que», y nunca somos
cretos en el espacio y en el tiempo, conscientes de nada, que no sea algo
y en ocasiones con el elemento de un que tiene alguna propiedad o está
objeto concreto que lo individualiza, en una relación. En otras palabras,
esto es, lo distingue de cualquier otra las cosas individuales quedan dentro
cosa, aunque sea de carácter similar. de tipos, el mundo exhibe recurren-
Quizá sea preferible conservar el tér- cias y similitudes. Claramente hay tér-
mino «particular» para la última idea minos generales y tienen significados.
y llamar «individuos» a los objetos Pero, ¿se sigue que existen realmen-
concretos, por estar construidos por te cosas que son los significados de
un particular y por universales. Se- los términos generales? ¿No podría
gún esta opinión, un particular sería decir uno que hay un conjunto de
una posición espacio-temporal no ca- cosas, a saber, los objetos concretos,
racterizada, la posibilidad desnuda de con el que están relacionados de al-
un objeto. Alguna idea de este tipo gún modo los términos singulares (re-
es una de las raíces del concepto tra- presentando cada uno una cosa con-
dicional de sustancia. creta) y los términos generales rela-
Se pueden distinguir dos tipos de cionados de otro modo (aplicándose
universales principales: los universa- cada uno a muchos)? La dificultad
les predicativos, las propiedades y re- que presenta esta opinión (una for-
laciones que constituyen el significado ma de NOMINALISMO) es que pode-
de los términos generales o predica- mos usar correctamente los términos
dos, y los universales formales, las generales sin que se nos haya dicho
entidades abstractas de las MATEMÁ- por adelantado cuáles son todas las
TICAS. La diferencia es que mientras cosas a las que se aplican. Es decir,
los universales predicativos pueden hay conjuntos de cosas en los que
tener y generalmente tienen ejem- unos pocos miembros del conjunto
UNIVERSALES 376
son representativos del resto. Las teo- el REALISMO o, de manera menos con-
rías positivas de los universales son fusa, el realismo conceptual. Según
intentos de explicar este hecho pecu- esta opinión, podemos aplicar un tér-
liar e importante. Un universal pre- mino general a muchas cosas porque
dicativo es lo que tienen en común somos conscientes de la propiedad co-
los miembros de un conjunto natural mún que poseen. Esta propiedad co-
de este tipo. mún no puede estar en el espacio ni
La existencia de universales forma- en el tiempo, ya que, si lo hiciera,
les es argüida apelando a dos bases re- exhibiría la característica lógicamente
lacionadas: la referencia abstracta y la intolerable de estar en muchos lugares
verdad necesaria. Algunos enunciados distintos al mismo tiempo. Además,
verdaderos (<<2x2=4» y «la tubercu- habría muchas propiedades semejan-
losis está decreciendo») no se refie- tes en muchos lugares y al mismo
ren a cosas concretas sino a entidades tiempo. Esta teoría sugiere que los
que no están en el espacio ni en el universales son accesibles directamen-
tiempo. Pero aquello a 10 que se re- te a la mente de un modo que no
fiere un enunciado verdadero debe es fácil de aceptar. También tiene
existir. Además, hay algunas verdades un defecto formal que es común a
que tenemos por ciertas simplemente todas las teorías de los universales:
por el uso de la razón y sin ninguna parecer generar un regreso infinito.
observación del mundo espacio-tempo- Puedo decir que esta cosa particular
ral (tal como «axb = bxa» y «el rojo es dura porque soy consciente del
es un color»). Entonces se puede pen- universal abstracto Dureza y del he-
sar que los universales son el objeto cho de que el universal es inherente
del conocimiento necesario o A PRIO- a la cosa. Pero para discernir este
RI; usar uno la razón es examinar hecho de la inherencia debo ser cons-
y dilucidar sus cualidades y relacio- ciente del universal abstracto Inhe-
nes invariables. En el momento ac- rencia y así sucesivamente. Este de-
tual se enfatiza más el argumento de fecto del platonismo, formulado por
la predicación que el de la referencia primera vez en el propio Parménides
abstracta y el conocimiento necesario. de PLATÓN, llevó a ARISTÓTELES a
Pues se mantiene ampliamente que decir que los universales no eran abs-
toda referencia abstracta es aparente tractos ni estaban «separados» de las
y que el principio de referencia cosas a las que eran inherentes, sino
no se aplica a las verdades necesarias. que tenían que ser encontrados en el
Las proposiciones contingentes con mundo común del espacio y del tiem-
sujetos abstractos deben referirse a po junto con objetos particulares. Lo
cosas existentes si son verdaderas. Pe- que eso significa presumiblemente es
ro a lo que se refieren, y cuya que la Dureza es un vasto objeto frag-
existencia presuponen, es a las cosas mentario, que se reproduce aquí y allá
concretas ordinarias. «La tuberculosis en todo lugar. Si es así sería muy
está decreciendo» se refiere verdadera- poco adecuado a su cometido teórico,
mente a los que padecen la tuberculo- pues la gente que conoce el significado
sis, no a la enfermedad misma. Es una de la palabra duro perfectamente bien,
forma idiomática y potencialmente conoce solamente una porción dimi-
errónea de decir «pocas personas su- nuta de este objeto total. Sólo podrían
fren la tuberculosis hoy en día». Las llegar a saber de qué se compondría
proposiciones necesarias no se refieren el resto de éste si ya supieran el sig-
a nada, pues para su verdad no depen- nificado de la palabra. Además, los
den de la existencia de algo, sino del universales que no tienen ejemplos,
significado de las palabras usadas pa- tales como Fantasma y Papisa serían
ra expresarlas. «El marido de Mary uno y el mismo universal y los dos
está casado con Mary» es una verdad términos tendrían uno y el mismo
necesaria, sea Mary soltera o casada. significado, cosa que sencillamente no
La explicación más famosa de nues- hacen.
tra capacidad de aplicar términos ge- Las dos alternativas tradicionales al
nerales predicativos a cosas con las realismo son el conceptualismo, que
que no nos hemos cruzado antes es afirma que aplicamos términos gene-
377 UTILITARISMO

rales a cosas nuevas mediante el uso telligible W orld (El mundo inteligi-
de algún criterio mental, un concep- ble); Metapbysics and Value (Meta-
to o imagen, y el nominalismo, la con- física y valor (1929); Fundamentals
cepción de que las cosas a las que of Etbics (Fundamentos de la ética)
se aplica un término general no tie- (1930); Language and Reality (Len-
nen en común nada más que el he- guaje y realidad (1939), y Beyond
cho de que los hombres les apliquen Realism and Idealism (Más allá del
ese término general. En la práctica realismo y del idealismo (1949).
no se mantiene ninguna de estas teo- (J. W. S.)
rías con todo su rigor. Sin alguna
base en la naturaleza de las cosas UTILITARISMO. Es la teoría empíri-
en cuestión, la correspondencia gene- ca característica de la ética inglesa
ral entre los conceptos y las prácticas que mantiene:
lingüísticas de personas diferentes se- 1) La corrección de una acción
ría un milagro ininteligible. Así, con- debe ser juzgada por la contribución
ceptualistas, tales como ABELARDO y que hace al aumento de la felicidad
LocKE dicen que los conceptos se humana y a la disminución de la mi-
basan en las similitudes de las cosas; seria humana. La validez moral de
y nominalistas como HOBBES y mu- una ley o regla, el valor de una ins-
chos filósofos contemporáneos expli- titución, depende de las mismas con-
can la aplicación de términos gene- sideraciones. No importa nada más:
rales por la similitud de las cosas a por ejemplo, la conformidad a la re-
las que se aplican bien entre sí, bien velación, la autoridad, la tradición, in-
a alguna cosa o grupo de cosas es- cluso el «sentido moral» o la con-
tandard. Los realistas argumentan que ciencia: quizá incluso el contrato o la
como la similitud es un universal, es- historia. Una acción puede pasar cual-
tas modificaciones no son nada más quiera de estas pruebas, halagar la
que realismo disfrazado. conciencia del que la hace y, no
Aparte del nominalismo absoluta- obstante, acarrear mi seria y ruina de-
mente puro, todas las teorías de los liberadas. Lo que importa es la con-
universales están expuestas al argu- tribución a la felicidad.
mento del regreso. Pero esto no sig- 2) Se sigue que (por reflexión)
nifica que lo que dicen sea falso. Es el placer es la única cosa buena en
más bien que 10 que es realmente sí y el dolor es la única cosa mala
una repetición con otras palabras del en sí. La felicidad incluye el placer
hecho perplejo de la reaplicabilidad y la liberación del dolor: quizá tal
de los términos generales ha sido mal balance de placeres produce más pla-
interpretada como una explicación de cer. Por ejemplo, la formulación de
ésta. Decir que podemos reconocer BENT H AM en Los principios de la mo-
que las cosas duras son duras debido ral y la legislación, 1789, capítulo 1
a que tienen todas la propiedad co- (2) es: «Por el principio de utilidad
mún de ser duras o de caer bajo el se hace referencia a aquel principio
concepto de dureza es algo no infor- que aprueba o desaprueba toda ac-
mativo. Ser consciente de la propie- ción según la tendencia que parezca
dad común o poseer el concepto es tener a aumentar o disminuir la
simple y únicamente conocer cómo felicidad de la parte cuyos intereses
usar el término general, sobre todo están en cuestión... si esa parte fuera
en el reconocimiento y clasificación la comunidad en general, entonces
de las cosas. sería la felicidad de la comunidad.»
(A. Q.) Si la tendencia de una acción a au-
mentar la felicidad de la comunidad
URBAN, Wilbur Marshall (1873-1952), (en la medida en que se relaciona
filósofo americano, defensor del IDEA- con ella) es mayor que cualquier ten-
LISMO filosófico. Se interesó princi- dencia que tenga a disminuirla, en-
palmente por la teoría del valor y tonces es «conformable al principio
por la lingüística. Sus principales pu- de la utilidad». Entonces se puede de-
blicaciones fueron las siguientes: Va- cir que es una acción correcta (una
luation (Valoración) (1909); Tbe In- acción que se debe hacer): o al me-
UTILITARISMO 378

nos que no es una acción incorrecta. sensación, y suponer que es en nom-


La teoría tiene sus orígenes en el bre de esta sensación por lo que co-
pensamiento griego: en la etapa mo- memos, o descansamos, o ejercemos
derna se deriva de ciertas concepcio- la violencia, e igualmente también en
nes de HOBBES y de LOCKE y fue nombre de placeres remotos o en nom-
formulada por HUTCHESON en 1726. bre de evitar mayores dolores en el
Otra versión de la teoría fue elabora- futuro, trabajamos o nos salvamos o
da por HUME como una explicación sufrimos dolores. Es el placer (o li-
puramente descriptiva del modo en beración del dolor) que un objeto
que los hombres hacen los juicios mo- trae consigo lo que nos hace llamar-
rales: versiones directamente moralis- lo «bueno» -es el dolor o privación
tas fueron dadas por jospeh Priestley del placer esperado que un obje-
y William Paley; y las aplicaciones to trae consigo 10 que hace que
prácticas en JURISPRUDENCIA fueron le llamemos «malo». En efecto, Ben-
elaboradas por Helvecio en Francia tham considera que «bueno» y «ma-
y por Beccaria en Italia. Jeremy Ben- lo» son términos expresivos que apli-
tham se inspiró en todos estos pre- camos en determinados contextos a
decesores, estableciendo una teoría las cosas que traen consigo placer o
clara y sólida y haciendo el más am- dolor. Y se contenta con decir que
plio uso posible de ella en sus ata- un placer es mejor que otro sola-
ques a los problemas constitucionales, mente si es (en una o más dimen-
económicos, legales y sociales de sus siones) un placer mayor. Esta con-
días. La versión de James MILL es cepción ética (de que los placeres son
más simple y egoísta. La obra Uti- las únicas cosas buenas o deseables
litarismo (1863) de J. S. MILL, es en sí mismas) es debilitada por la
una filosofía más complicada y rein- asociación con la doctrina metafísica
troduce muchos factores que Bentham del H EDONISMü psicológico. Pues se-
había eliminado concienzudamente. gún esa visión todos los objetos a
Henry SIDGWICK y (con cierta dife- los que tienden los hombres «por sí
rencia) Herbert SPENCER están en mismos» o «como fines y no simple-
esta tradición; G. E. MOORE (Prin- mente como medios» deben ser «pla-
cipia Etbica, 1903) hizo una modifi- ceres». La doctrina ética es debilita-
cación fundamental. Aceptó la opinión da porque el alcance del placer es
de que la corrección de una acción ampliado para que incluya tantas co-
depende de las buenas o malas con- sas como se podría esperar que un
secuencias que se siguen de ella: pe- hedonista repudiase (por ejemplo, com-
ro mantenía que muchas clases de pletar con éxito un ayuno prolonga-
cosas (no los placeres y los dolores do). Mill recurre a esta doctrina me-
solamente, si es que éstos se incluían) tafísica con el fin de establecer la
son buenas en sí mismas o malas en concepción de que el hombre que
sí mismas. Demostró que la con- tiende al conocimiento o a la virtud
cepción de que sólo el placer es bue- por sí mismos también persigue el
no era una falacia y la rechazó. La «placer». Hay (dice) muchos objeti-
teoría de Moore no es la expresión vos que fueron perseguidos en una
del punto de vista utilitarista ori- ocasión sólo como medios para algún
ginal de que lo que importa es la fe- fin placentero, pero que (por asocia-
licidad o el placer humano. Lo que ción y por hábito) han llegado a ser
importa es lo que es bueno: y se de- perseguidos sin referencia al fin ori-
be aprender por la intuición cuáles ginal. Ahorrar dinero es uno de los
son los tipos de cosas que son ejemplos de Mill: atenerse a las re-
buenas. glas de la virtud a toda costa es
«El placer y sólo el placer es bue- otro. Por 10 que el «placer» incluye
no en sí.» Podemos imaginar a un ahora cosas que son deseadas sólo
hombre probando comida o dispo- por una confusión del pensamiento
niéndose a descansar: incluso al mal- y cosas que son proseguidas por el
hechor atacando a su víctima con mero hábito y sin deseo: ni tampoco
entusiasmo. Podemos pensar en estos hay ninguna distinción clara entre las
placeres como si fueran un tipo de cosas deseadas como medios y las co-
379 UTILITARISMO

sas deseadas por sí mismas. Habiendo rrecto es el que debe hacer un hom-
ampliado el «placer», MilI pasa a in- bre: y esto debe ser juzgado con re-
troducir una distinción entre placeres ferencia a las consecuencias probables
«inferiores» y «superiores». Los pla- tal como aparecen en el momento de
ceres superiores no son conocidos co- la decisión. Por 10 que podemos con-
mo «mayores» por los criterios de cluir que Moore estaba equivocado en
Bentham, pero lIO obstante, se les este punto. Moore también mantuvo
debe preferir. Según esta opinión es que al decidir si una acción dada es
un punto trivial el que sólo el placer o no es correcta, 10 que se debe to-
puede ser deseado en sí mismo: 10 mar en cuenta son las consecuencias
que importa realmente es que algu- (él hubiera dicho las consecuencias
nos de los objetos del deseo sean pla- probables) de esa acción considerada
ceres superiores. La posición de MilI aisladamente. (Y también Bentham.)
se encuentra a mitad del camino que Tales opiniones parecen ofender al
lleva a la teoría ideal o agatística de sentido común. Estamos acostumbra-
G. E. Moore. «El placer y sólo el dos a pensar que las acciones caen
placer es bueno en sí mismo» tiene dentro de ciertos tipos: algunos de
algún valor como grito de guerra: estos tipos nunca serán realizados; que
pero una doctrina tan hospitalaria se otros tipos 10 serán siempre que sur-
ve forzada a incluir los placeres más ja la oportunidad, y que hay muchos
raros y acaba por contar como «pla- otros tipos de acciones entre las que
cer» cualquier cosa que sea objeto se espera que elijamos considerando
del deseo. La justificación moral de las consecuencias. Por ejemplo, al ha-
ello difícilmente puede ser que todos cer elecciones respecto de la propia
estos placeres sean buenos: es más vida uno tiene que decidir a menudo
bien que es correcto o propio de simplemente por referencia a las con-
personas elegir por sí mismas. Esta secuencias probables. Pero uno no de-
doctrina (que es enteramente cogenial bería ni siquiera considerar que men-
a Bentham, así como a MilI) carece tir o timar son acciones posibles, por-
de los rasgos «científicos» caracte- que todas las acciones de esa clase son
rísticos que se suponía que introdu- siempre incorrectas. En este punto los
cía el cálculo de dolores y placeres. utilitaristas dirán: 1) sin duda, timar,
«Las acciones son correctas en la mentir y matar tienen mala reputa-
proporción en que tiende a producir ción porque casi siempre tienen con-
la felicidad, incorrectas en cuanto tien- secuencias muy malas. La regla mo-
den a producir el reverso de la fe- ral contra una acción de un tipo de-
licidad.» G. E. Moore, mantenía en terminado puede ser considerada como
su descripción del utilitarismo que una regla práctica que nos muestra
una acción es correcta si sus conse- que tales acciones deben ser evitadas
cuencias son de hecho mejores que en casi todas las ocasiones; 2) la vida
las de cualquier otra acción que pu- social sólo es posible si se siguen ca-
diera ser realizada en su lugar. Co- si siempre ciertas convenciones, co-
mo nunca podemos saber cuáles serán mo, por ejemplo, decir la verdad. En
las consecuencias de una acción (sino una ocasión dada, la consecuencia in-
que sólo podemos juzgar qué es pro- mediata de una mentira puede ser
bable que sean), se sigue que cuando buena: pero en casi todos los casos
un hombre se debate entre hacer la hay una consecuencia ulterior a con-
acción A o la acción B, nunca pue- siderar. Cualquier ruptura de la con-
de saber qué acción es la correcta. vención es probable que la debilite
Los primeros utilitaristas en ocasiones -especialmente por disminuir la con-
sugirieron esto: pero su verdadera fianza pública en ella. Y aunque es-
opinión parece haber sido que «co- ta consecuencia puede afectar a las par-
rrecto» e «incorrecto» deben ser atri- tes inmediatamente interesadas muy li-
buidos por referencia a las consecuen- geramente, no debe ser tomada ligera-
cias probables. (Compárese con Ben- mente, porque es una injuria a «la
tham: «la tendencia que parece tener felicidad general». Por esta razón, sin
a aumentar o disminuir la felicidad, duda, es generalmente incorrecto men-
etcétera».) Pensamos que el acto co- tir aun cuando las consecuencias más
UTILITARISMO 380

obvias sean buenas. Pero si hubiera de mantener un utilitarista que exis-


un caso en el que la consecuencia te una virtud en la prosecución de
de la mentira (incluido también el una regla por sí misma? La situa-
mal efecto que tiene para la confian- ción se complica en el caso de lo
za pública) no fuese tan mala como las que Hume llamó las «virtudes artifi-
consecuencias de no decir la mentira ciales» (justicia, cumplir las prome-
-entonces el utilitarista mantendría sas, decir la verdad, etc.). Tal como
que la mentira particular es correcta. mostró, estas virtudes sólo son posi-
En conexión con esto se ha argu- bles allí donde existen ciertas insti-
mentado que el utilitarismo expuesto tuciones, yeso significa, allí donde
en los ensayos de MilI no es la mis- se siguen de manera general ciertas
ma teoría que la de Bentham, Sid- reglas de conducta. Uno no puede
gwick y Moore. El utilitarismo de cumplir una promesa ni romperla si
MilI (según se dice) es restringido en la sociedad no tiene la institución de
un aspecto muy importante. Pues re- prometer, del mismo modo que uno
conoce que la prueba de la correc- no puede defraudar el legado testa-
ción o la incorrección de las accio- mentario en una sociedad que no tiene
nes individuales normalmente no es ley ni costumbre de hacer testamen-
la prueba de sus consecuencias: la to. En el caso de las virtudes artifi-
prueba reside en la aplicación de ciales es verdadero entonces decir
una regla moral -o (como Mill la que uno no podría exhibirlas si fuera
llama) un principio secundario. De guiado simplemente por el Primer
tal modo que un acto de hurto es Principio de hacer las acciones que
incorrecto porque hay una regla con- prometen las mejores consecuencias.
tra robar, y la moralidad consiste Las instituciones que pueden dar lu-
en «reglas y preceptos para la con- gar a la honestidad en la propiedad,
ducta humana». Pero estas reglas pue- a la buena fe en las promesas (y a lo
den ser comprobadas y resultar válidas contrario) presuponen que la mayo-
e inválidas. La prueba es una prueba ría de la gente está constreñida por las
utilitarista: una regla es válida si las reglas de la propiedad y de la buena
consecuencias de que sea observada fe y no intenta seguir el curso que
de manera general son mejores que parece tener las mejores consecuen-
las consecuencias de que no lo sea cias. Todo esto muestra que las vir-
-y mejores también que las conse- tudes artificiales son particularmente
cuencias de la observancia general de susceptibles de ser socavadas por la
cualquier regla alternativa sobre el conducta irregular, ya que la princi-
mismo tema. Según esta interpreta- pal razón que tenemos para observar-
ción Mill hubiera encontrado adecua- las es la expectativa de que todos los
do seguir la regla moral a menos que: demás harán siempre lo mismo. Ello
1) uno estuviera dispuesto a cuestio- no es así en el caso de la be-
nar la validez de la regla en general nevolencia, la generosidad, el salvar
sobre bases utilitaristas, o 2) hubiera la vida, etc. -las virtudes naturales
un conflicto de reglas -siendo re- de Hume que vale la pena practicar
querido el mismo curso de acción por tanto si todo el mundo las practica
una regla y prohibido por otra. En como si no-. El argumento no puede
el último caso, Mill dice claramente desde luego llegar tan lejos como pa-
que el procedimiento adecuado es de- ra mostrar que tales reglas nunca
jar de lado los «principios secunda- deben ser rotas. La cuestión es: ¿lo-
rios» y recurrir directamente a los gra explicar con principios utilitarios
«primeros principios» -por ej., a la por qué sentimos que las reglas so-
prueba de la bondad o maldad de las bre la justicia y el cumplir las pro-
consecuencias de hacer y no hacer la mesas son tan importantes?, ¿y por
acción en cuestión. qué es siempre una cuestión tan seria
Ciertamente, Mill concede gran im- el romperlas? Y se debe tener pre-
portancia a la prosecución de las re- sente que el argumento no se aplica
glas morales incluso a un costo muy a las «virtudes naturales», algunas de
elevado para uno mismo. ¿Pero pue- las cuales son tomadas al menos con
381 UTILITARISMO
la misma seriedad que cualquiera de y que sabemos esto sin tener la in-
las artificiales. Los antiutilitaristas ar- formación que sería necesaria pata
gumentan que sabemos que ciertas re- inferirlo sobre bases utili taristas.
glas son obligatorias; y que sabemos
qué reglas son las más obligatorias; (K. B.)
v
VENN, john (1834-1923), nacido en olvidada, aunque inmensamente frus-
Hull, Inglaterra. Tras estudiar mate- tífera de FREGE, Begriijsscbrijt, que
máticas en Cambridge, donde fue entonces se acababa de publicar. Es
meritorio, en 1857, fue elegido miem- verdaderamente sorprendente, a la
bro de! Gonville y Caius College vista de la familiaridad que Venn te-
y se ordenó sacerdote de la Iglesia de nía con la obra de Frege, Schroder
Inglaterra. (Más tarde renunció a su y PEIRCE, que no avanzara en el des-
status clerical.) Volvió a Cambridge arrollo de la lógica más allá de lo
en 1862 con un empleo de profesor que lo hizo. Los Principios de la ló-
de ciencia moral, pasando el resto de gica empírica o inductiva es un libro
su larga carrera enseñando y escri- menos importante que descansa en
biendo. De 1903 hasta su muerte fue gran medida, aunque no acríticamen-
presidente de ese College. Escribió te, en la obra de J. S. MILL. Curio-
tres libros influyentes en lógica: T he samente, las propias ideas de Venn
Logic 01 Chance (La lógica del sobre la probabilidad son poco usadas
azar) (1866), Symbolic Logic (Lógica allí.
simbólica) (1881) y Principies 01 Em- (D. J. ü'C.)
pirical or Inductive Logic (Los prin-
cipios de la lógica empírica o induc- VERDAD. Los filósofos se han intere-
tiva) (1889). El primero fue e! más sado principalmente por dos cuestio-
importante. Es un enunciado cuidado- nes respecto de la verdad: el primer
so de la teoría de la PROBABILIDAD que problema se refiere al significado de
fue expuesta en él por primera vez. la palabra «verdadero», el segundo al
Su obra es enormemente original, aun- criterio o criterios por los que pode-
que trabajó a partir de la sugerencia mos decidir la verdad o falsedad de
expuesta por el matemático R. L. los enunciados. Más comúnmente los
Ellis. La descripción que hace Venn filósofos no han logrado distinguir es-
de la probabilidad ha sido extensa- tas dos cuestiones y han ofrecido co-
mente desarrollada y criticada en e! mo respuesta a una de éstas lo que
presente siglo. podría considerarse una respuesta po-
Aunque contiene poco trabajo origi- sible de la otra. Pero es fácil ver que
nal importante, la Lógica simbó- existe tal distinción si consideramos
lica, es un examen de la obra ante- las opiniones de un filósofo que sí
rior en lógica simbólica cabal y digno que ve y hace esta distinción; así,
de leerse. Contiene una bibliografía F. C. S. Se H ILLER, mantenía que
extraordinariamente completa que lla- «verdadero», en su significado, era
ma la atención entre otros libros im- un término evaluativo, significando
portantes sobre la obra largo tiempo algo parecido a «bueno de creer»,
383 VITORIA
pero como PRAGMATISTA mantenía que ciado sin repetirlo. Estos puntos han
el criterio de verdad era la utilidad. llevado a que algunos filósofos, par-
Las dos teorías más famosas de la ticularmente STRAWSON, mantengan la
verdad, la teoría de la corresponden- opinión de que la palabra «verdade-
cia y la de la coherencia, generalmen- ro» es más bien una señal de asenti-
te han sido representadas como teo- miento, o de concesión, o de admi-
rías sobre el significado de «verda- sión, que funciona más como la pa-
dero»; así interpretada, la teoría de labra «sí», que como una palabra que
la correspondencia afirma que «ver- signifique una cualidad o relación. La
dadero» significa «que es coheren- opinión de Schiller, mencionada más
te con los hechos», y la teoría de arriba, de que «verdadero» es un tér-
la coherencia afirma que «verdadero» mino valorativo está estrechamente
significa «es coherente con el cuer- relacionada con esta opinión.
po de enunciados aceptados». La crí- Los pragmatistas poco cautos han
tica más obvia de la teoría de la hablado en ocasiones como si identi-
coherencia es que aunque tiene una ficaran el significado de «verdadero»
plausibilidad considerable como enun- con «úti! de creer», aunque los prag-
ciado de un criterio de verdad, matistas cautos como Schiller evitaran
difícilmente proporciona el signifi- esta trampa. Al exponer la utilidad
cado de «verdadero»; tratamos la como un criterio de verdad, los prag-
coherencia de un enunciado en el que matistas no deseaban decir que si fue-
ya creemos como una razón, aunque ra placentero que algo fuera verda-
no suficiente, para aceptarlo como dero, lo deberíamos tomar por ver-
verdadero, pero si la coherencia es dadero; más bien deseaban enfatizar
una prueba de la verdad, no puede que los sistemas de las' creencias hu-
ser la misma cosa que la verdad. La manas y de los conceptos empleados
crítica de la teoría de la correspon- en ellas eran interpretaciones del mun-
dencia es más difícil y compleja; desde do hechas por el hombre para per-
un punto de vista parece que decir mitirle tratar con él. Si pensamos que
que la verdad está en corresponden- los enunciados son interpretaciones, no
cia con el hecho es una mera perogru- podemos divorciar la cuestión de su
llada, pero nos encontramos con difi- satisfactoriedad de la cuestión de si
cultades cuando intentamos dar un hacen la tarea que se quiere que
significado claro a «correspondencia» hagan.
y «hecho». Sin duda es verdadero que Finalmente, se debe mencionar un
no existen los centauros, y podemos ensayo muy celebrado de Tarski, «El
decir que el enunciado de que no concepto de verdad en los lengua-
existen los centauros corresponde a jes formalizados». En este ensayo
los hechos; pero es difícil ver qué Tarski define la «verdad» como un
clase de status tiene el «hecho» de término en el cálculo de un modo que
que no haya centauros y qué clase le da una función en el cálculo aná-
de relación, llamada «corresponden- loga a la función de «verdadero» en
cia», puede entrar con un enunciado. el lenguaje ordinario. Es bastante cier-
Así, la teoría de la correspondencia es to que esta definición no puede apli-
susceptible de resolverse en una mera carse directamente a nuestra noción
metáfora. ordinaria de verdad; si tiene al-
Una dificultad muy observada en guna relevancia para el problema fi-
los años recientes es que la frase «es losófico de la verdad es una cuestión
verdadero que» parece no añadir nada sumamente técnica y discutible. Con-
al significado de las sentencias en las cepciones tale. como la de Tarski son
que ocurre; es difícil ver qué valor llamadas teorías semánticas de la
extra se añade si en lugar de decir verdad.
«el gato está en la esterilla», decimos (J. O. U.)
«es verdadero que el gato está en la
esterilla». El uso real de la palabra VITORIA, Francisco de, nacido en-
«verdadero» parece estar en expresio- tre 1483 y 1486 en Castilla la Vieja,
nes tales como «eso es verdadero», España. Maestro dominico en París,
donde nos permite confirmar un enun- Valladolid y Salamanca, aportó a la
VITORIA 384

enseñanza de la filosofía escolástica corno el Padre del Derecho Internacio-


una nueva dignidad y calor en sus nal. Desarrolló la jurisprudencia de
Relectiones, o conferencias publicadas. Tomás de AQUINO, extendiendo el
Es el fundador de la gran escuela jus gentium (derecho de las naciones)
del tomismo español y tuvo una im- de los textos legales romanos, convir-
portante participación en el movimien- tiéndolos en un instrumento orgánico
to universitario que promovía la jus- de concordia para toda la Respublica
ticia para los nativos de la América humana (comunidad del género huma-
española, que ganó la admiración no), que permite los pactos entre los
agradecida del doctor johnson. Criti- Estados, aunque también apela a una
có el NOMINALISMO prevaleciente en soberanía superior.
filosofía, pero es famoso sobre todo (T. G.)
w
WARD, James (1843-1925), inglés, ca- mantenía que siempre debe haber un
tedrático de Filosofía mental y Lógi- sujeto al que le ocurran estas presen-
ca de 1879 a 1925, miembro del Tri- taciones. Este sujeto psicológico, o
nity College de Cambridge desde 1875. «ego puro», no sólo es consciente de
Entró en el College en 1873, tras las presentaciones, sino que siente
dimitir del ministerio congregacional, placer y dolor en consecuencia, y tie-
para el que había sido educado en el ne la capacidad de distribuir, de ma-
Spring Hill College de Birmingham, nera diversa, la atención entre las
además de estudiar filosofía en Ber- presentaciones, que forman un conti-
lín y en Gottingen. Sus intereses fue- nuo en cualquier momento (un «cam-
ron extensos, clasificándose desde la po de la consciencia») y de un mo-
biología hasta su elaborada METAFÍ- mento a otro. Los cambios de este
SICA, Y quedaron expuestos en las dos continuo ocurren constantemente, pero
series de las Conferencias Gifford. La también mediante la atención selec-
primera serie es principalmente una tiva del sujeto; y es un continuo
crítica de SPENCER y de la «física precisamente porque un campo ente-
tratada como metafísica», prefiriendo ramente nuevo de la consciencia nun-
la historia como modelo de la reali- ca surge, sino solamente un cam-
dad; la segunda desarrolla, bajo la bio parcial dentro del campo pre-
influencia de LEIBNIZ y de Lotze, un cedente. W ard niega, desde luego,
sistema pluralista de las mentes (sien- que cualquier presentación sea «abso-
do compuesta la materia de mónadas lutamente nueva». El grueso del aro
semejantes a la mente que interac- tículo fue incorporado eventualmente
túan) que de algún modo tiene que a su libro Principios psicolágicos. Las
«dejarle el sitio» a un TEÍSMO unifi- concepciones de Ward en este campo
cante. son extremadamente difíciles de clasi-
Pero lo que le confiere una impor- ficar, porque parecen continuar la
tancia histórica es su trabajo como mezcla de la filosofía con la ciencia
psicólogo filosófico. El artículo de la empírica de la psicología, confusión
Enciclopedia Británica, «Psicología», de la que BRADLEY acusó a Ward en
escrito en 1876, provocó la caída de aquel momento, y que ahora es ge-
la psicología asociacionista en Inglate- neralmente un anatema para los filó-
rra, psicología que había intentado sofos y psicólogos por igual. Quizás
reducir la vida mental a un sistema sea ésta la razón de que Ward, a
de experiencias, o «presentaciones», pesar de cambiar la cara de la psi-
mecánicamente interrelacionadas por cología, apenas sea leído ahora, y de
leyes como las que relacionan los cuer- que no tenga una influencia durade-
pos en física. Particularmente, Ward ra; entre aquellos a quienes enseñó
25
WHEWELL 386
en Cambridge, RUSSELL y MOORE no prueba, o «proceso de análisis», pro-
deben nada a su filosofía, mientras cediendo a partir de premisas parti-
que Stout, que sí que le debe, ha culares y terminando usualmente en
encontrado pocos seguidores. una conclusión general.
(R. HALL) Las concepciones de Whewell so-
bre la inducción y el método cientí-
WHEWELL, William (1794-1866), filó- fico aparecieron en su libro Filosofía
sofo inglés, graduado en el Trinity de las ciencias inductivas. Se apoya-
College de Cambridge. Pasó el resto ban en la inmensa cantidad de in-
de su vida como miembro del Co- formación de su anterior Historia,
llege, llegando a ser Master en 1841. sin la que Mill, según él mismo con-
Fue elegido miembro de la Sociedad fiesa, hubiera sido incapaz de escri-
Real en 1820 y fue profesor de Mi- bir las partes de su Lógica que tra-
neralogía en 1828-32, y de Filosofía tan la inducción, y de comenzar el li-
bro posterior. Whewell también escri-
moral en 1838-55.
Whewell fue pionero del estudio bió sobre filosofía matemática y mo-
del método científico, acentuando la ral, en ambas como intuicionista, y am-
importancia que la inducción tiene en bas fueron seleccionadas por Mill para
éste; pero en línea con su aceptación sus ataques, acusándole de convertir
gcneral de la filosofía kantiana con- a la filosofía en un apoyo de «cual-
sideraba que el «misterioso paso» que quier opinión que estuviera estable-
va de la observación de los hechos cida». Whewell fue, desde luego, el
particulares al descubrimiento de los campeón del orden establecido en to-
principios generales relacionados con dos los campos.
éstos dependía de las ideas formadas Siendo probablemente el hombre
por el entendimiento. Esto es, para más leído de los comienzos de la
la producción de una teoría científica época victoriana, que fue cuando era
es inadecuada la mera acumulación famoso, las voluminosas obras de
de hechos; 10 que es necesario es Whewell son poco leídas ahora, pero
«una verdadera coligación de los he- como filósofo de la ciencia merece
chos mediante una concepción exacta más atención que Mill.
y apropiada». Aquí y en los demás (R. HALL)
lugares está describiendo, en efecto,
el método hipotético-deductivo: por WHITEHEAD, Alfred North (1861-
ejemplo, «el éxito parece consistir en 1947), nacido en Ramsgate en la isla
estructurar diversas hipótesis tentado- de Thanet en East Kent, Inglaterra,
ras y seleccionar la correcta». Este én- donde era vicario su padre. Su ado-
fasis en el valor de las hipótesis de lescencia, que pasó primero en
la ciencia es su contribución perma- Ramsgate y después en la parroquia
nente. Llevó directamente a una con- rural de Sto Peter's-in-Thanet, un lu-
troversia con J. S. MILL, porque Whe- gar campestre lleno de asociaciones
well mantenía que la formación de históricas, le proporcionaron un fuerte
una hipótesis explicativa era la in- sentido de la continuidad de la vida
ducción, y que como los hechos ex- de una sociedad a través de las gene-
plicados podían ser deducidos enton- raciones, y de la religión como algo
ces de las hipótesis, la INDUCCIÓN v íntimamente vinculado a una forma
la DEDUCCIÓN no eran tipos distintos de vida. Esta impresión fue fortaleci-
de razonamiento como pensaba Mill, da en sus días de alumno de Sherbor-
sino que cada una era el reverso de ne, antigua escuela pública de Dorset.
la otra: «la deducción justificaba, por Allí se le enseñó his toria y clásicas
el cálculo, 10 que la inducción había siguiendo la tradición tobig, que com-
adivinado felizmente». La disputa era portaba lecciones según los principios
irreal, pues Whewell estaba interesa- liberales, haciendo analogías con ins-
do, y sin duda estaba en 10 cierto, tituciones y eventos contemporáneos.
por el método del descubrimiento en Las reflexiones históricas que se en-
la ciencia, mientras que Mill se in- cuentran en los libros de Whitehead
teresaba principalmente por la lógica muestran que conservó este interés
de la inducción como un método de práctico por la historia como ilus-
387 WHITEHEAD
tración de las ideas generales que tido amplio de una interpretación del
también podían verse ejemplificadas mundo sugerida por las nociones ge-
en las formas de vida contemporá- nerales que subyacen a la ciencia fí-
neas. (Para una descripción de su sica), y e) su interés moral, religioso
adolescencia y su educación véanse y también estético por las relaciones
los artículos biográficos en los Ensa- humanas dentro de las sociedades.
yos de ciencia y de filosofía). Tam- (Sin embargo, el interés de White-
bién estudió profundamente las mate- head por la religión no fue meramen-
máticas y entró en el Trinity College te sociológico; 10 vio también como
de Cambridge como profesional de algo relativo a la relación del hom-
matemáticas en 1880, siendo elegido bre con Dios pensado como la base
subsiguientemente para un fellowship permanente del proceso del mundo.)
en esta materia. Allí comenzó la cola- En su primera obra lógica siguió la
boración con RUSSELL sobre los funda- sugerencia, que se había originado a
mentos lógicos de las matemáticas, partir de FREGE, de que se puede
colaboración que llevó a los tres vo- mostrar que las matemáticas se deri-
lúmenes de los Principia Mathemati- van de ciertas relaciones lógicas for-
ca. Este interés fue mostrado, por pri- males. Éstas hacen posible e! desarro-
mera vez, en e! Tratado de álgebra llo de sistemas deductivos que sumi-
universal (1903), Y en Los concep- nistran, como si dijéramos, cheques
tos matemáticos del mundo mate- en blanco de formas de relaciones po-
rial (1905). La continuidad de esta sibles, algunas de las cuales pueden
primera obra con los posteriores in- ser rellenadas por «valores» en apli-
tereses filosóficos de Whitehead ha caciones empíricas. En su interés por
sido mostrada por el doctor V. Lowe las ideas generales que subyacían a
en su contribución al volumen sobre la ciencia física de su época, fue im-
A. N. Whitehead en la Biblioteca de presionado principalmente por las teo-
filósofos vivos (Northwestern Univer- rías del campo de la física, y la no-
sity), y e! estrecho parecido entre la ción de energía tal como la aprendió
concepción de los esquemas de los de Sir J. J. Thompson, por quien
postulados matemáticos en Los con- ésta era presentada como una magni-
ceptos matemáticos del mundo ma- tud vector, un flujo mensurable que
terial y sus concepciones posteriores pasaba de un evento natural a otro.
sobre teorías metafísicas ha sido mos- Pensó que esta noción implicaba que
trado por e! Dr. W. Mays en La Fi- las cosas últimas físicas debían ser
losofía de Whitebead (1959). En 1910 concebidas como líneas de fuerza con
Whitehead se trasladó a Londres, don- una dirección, y no como partículas
de ocupó la cátedra de Matemáticas de materia que ocupan puntos del
aplicadas en e! Imperial College of espacio en instantes del tiempo. Esto
Science de South Kensington hasta le llevó, en fecha tan temprana como
1924, en que fue invitado a ir a la supone el ensayo de 1905 acerca de
Universidad de Harvard como cate- Los conceptos matemáticos del mun-
drático de Filosofía, permaneciendo do material, a un ataque a los con-
en Cambridge, Massaehussetts, hasta ceptos newtonianos clásicos. La no-
su muerte. Junto con su esposa (Eve- ción de líneas de fuerza que se tras-
lyn Willoughby, cuyo nombre de sol- lapan entre sí en «campos» era con-
tera era Wade), ganó la reputación de siderada análoga al mecanismo lógico-
ser muy amigo de la conversación, topológico de «Abstracción Extensi-
manteniendo su casa abierta a una su- va», método que había ideado, me-
cesión de alumnos, colegas y visitan- diante el cual elementos geométricos
tes. Le fue concedida la Orden de! tales como los puntos y las líneas no
Mérito en 1945. eran definidos como entidades reales
La filosofía de Whitehead muestra o ideales, sino relacionalmente en tér-
un intento de combinar: a) su inte- minos de los modos en que los volú-
rés lógico-matemático por los sistemas menes de diferentes tipos, tales como
relacionales abstractos; b) la «cosmo- círculos, rectángulos o elipses, pue-
logía» (no en e! sentido técnico usa- den extenderse o traslaparse sistemá-
do en la astrofísica, sino en el sen- ticamente unos sobre otros (véase La
WHITEHEAD 388
Anatomía de algunas ideas científi- poráneos, la mayoría de los cuales han
cas, vuelta a publicar en La organi- continuado trabajando con nociones
zación del pensamiento y Los propó- lógicas relacionadas con la forma ato-
sitos de la educación). mista de análisis.
Las nociones lógicas y epistemoló- En los libros del período medio
gicas conectadas con esta forma de Whitehead se interesó por dar una
considerar el mundo físico fueron des- descripción general de la «capacidad
arrolladas en los tres libros del pe- de relación de la naturaleza» en tér-
ríodo «medio» de Whitehead, Los minos de un esquema lógico basado
principios del conocimiento natu- en la noción de «conexión extensiva».
ral (1919), El concepto de natura- En los libros del último período (La
leza (1920) y El principio de relati- ciencia y el mundo moderno (1926),
vidad (1922). Aquí se interesaba por Proceso y realidad (1929) y Aventu-
un lado por la estructuración de los ras de las ideas (1933), volvió a la
sistemas deductivos de los conceptos construcción de un sistema metafísico
precisos y por otro, por la interpre- comprehensivo, basado en estas no-
tación de éstos en los datos de la ciones, pero centrándose en una des-
experiencia. Creía que la «experien- cripción especulativa de lo que debe
cia» nos viene en primera instancia ser una «entidad actual» en el proce-
bajo la forma de continua de sen- so de desarrollo dentro de la natura-
timientos vagamente interconectados, leza relacionada como tal. Aquí pre-
v no en la forma de datos sensibles senta una concepción con perspectiva
~laramente determinados. Esto le lle- de las estructuras que hay dentro del
vó a repudiar el análisis del dato sen- continua de los eventos naturales, ca-
sible humeano que partía de los con- da una unificada desde su propio cen-
tinua más vagos de la sensación or- tro, y siendo considerado este centro
gánica. Así consideró que sus nocio- como el lugar de un sujeto de expe-
nes lógicas básicas de las relaciones riencia activo, que se forma a partir
de «el todo y la parte», que se tras- de sus interrelaciones con la totalidad
lapan sistemáticamente, y la «cone- de su entorno; con la propia termi-
xión extensiva» congeniaban más que nología de Whitehead, es una «con-
las nociones atomistas del análisis de crescencia de prehensiones», La ana-
nuestra experiencia básica; creía que logía más cercana que se puede hacer
debemos partir, no de detalles clara- de entre las concepciones metafísicas
mente determinados, sino del sentido tradicionales serían las mónadas de
de algo que transcurre con una exten- LEIBNIZ; sin embargo, las «entidades
sión espacio-temporal. En ocasiones actuales» de Whitehead no carecen
Whitehead afirmó que se podía lle- de ventanas, esto es, experimentan un
gar a sus esquemas lógicos mediante desarrollo puramente interno, sino que
un proceso de idealización y abstrac- están en una activa interacción de
ción a partir de los datos crudos de unas con otras a través de la natura-
la experiencia. Esto parece subestimar leza. Whitehead consideraba que esto
hasta qué punto una noción tal como era una noción generalizada de inter-
la del Método de Abstracción Ex- conexión orgánica; describió de he-
tensiva es un mecanismo topológico cho su obra posterior como una «fi-
para definir puntos y líneas rectas, y losofía del organismo». El tratamien-
muy distinto de cualquier cosa que to que hace de esto en sus libros pos-
se pueda derivar de la experiencia teriores se complica por el uso de una
sensible. Pero al ver la necesidad de terminología no sólo sacada de la
idear nociones lógicas y topológicas biología, sino también de la psicolo-
que traten con las estructuras dentro gía introspectiva (por ejemplo, la no-
de un continuo indeterminado, estaba ción de «sentimientos» es usada en
fijándose en un problema genuino, un sentido sumamente general). Tam-
aun cuando su propia formulación de bién se complica por su intento de
éste no fuera desarrollada con la su- combinar las nociones lógicas, mate-
ficiente claridad como para atraer la máticas, físicas, biológicas, psicológi-
atención y el interés de sus contem- cas y desde luego estéticas y religio-
poráneos o sus inmediatos poscontem- sas, dentro del mismo esquema, con-
389 WILSON

siderando que todas ellas son descrip- terminología no usual. Excepto por
tivas de elementos de los procesos la gran influencia de la obra sobre
reales de la naturaleza, y también (es- lógica simbólica que realizó con Rus-
peraba él) todas ellas son contempla- sell en los Principia Mathematica, en
bIes finalmente como ejemplificaciones su totalidad ha quedado como una
de ciertos principios «metafísicos» forma de pensamiento que se con-
muy generales. Reconocía que el inten- tiene a sí misma y que tiene poco
to de alcanzar estos principios comple- efecto directo sobre la filosofía con-
tamente generales era improbable que temporánea. Las profecías de futuro
tuviera éxito al final, aunque espera- son un riesgo gratuito; aventurándo-
ba que se pudieran producir esque- nos, no obstante, sugerimos que in-
mas metafísicos que se les aproxima- cluso con una vuelta de los intereses
ran. Su creencia en la importancia de metafísicos, es improbable que su sis-
tender hacia un sistema comprehensi- tema como un todo sea estudiado
va le llevó a intentar y a producir como lo son los sistemas de, digamos,
tal esquema generalizando principios ESPINOSA o Leibniz, pero que algunas
derivados de fuentes variadas. Sin em- de sus ideas seminales pueden ser
bargo, éstos pueden pertenecer- a ni- adoptadas y desarrolladas quizás de
veles de abstracción diferentes o a ti- manera distinta y más rigurosa. Así
pos lógicos distintos, de tal modo que podría ocurrir con: a) su intento de
tal como Whitehead los presenta no relacionar la lógica simbólica con el
son fácilmente coherentes en un sólo estudio de los continua en lugar de
sistema. En su obra más temprana se elementos discretos; b) su creen-
había interesado por los mecanismos cia en la primacía de la sensación or-
lógicos, por los que los esquemas or- gánica sobre la visual para una teo-
denados de conceptos exactos se po- ría del conocimiento, y e) su intento
dían conectar con la experiencia sen- de defender una concepción «eficaz»,
sible, que es vaga y fragmentaria y como distinta de «regulan>, de la
también (creía él) cualitativa, emo- Causación, modelada según trans-
cionalmente coloreada y teleológica- acciones directamente experimentadas
mente dirigida. En su obra posterior de un agente senciente dentro de un
hay un gigantesco intento de salvar entorno. Algunos rasgos de esta con-
este vacío con la representación del cepción de la interconexión orgánica,
esquema de las nociones generales pensados en términos de campos de
mismas, como algo derivado por la relaciones que se traslapan, ya han
«generalización descriptiva» del tipo sido sacados en la teoría sociológica.
de estructura que él creía que encon- y algunos de sus libros, en particu-
tramos en nuestra experiencia real. De lar, La ciencia y el mundo moderno
este modo esperaba superar la «bi- y Aventuras de las ideas, es probable
furcación» entre hombre y naturale- que sean leídos no sólo por las no-
za, y también el vacío entre la teoría ciones teóricas que presentan sólo
general y la experiencia real. Pero al parcialmente, sino también por su ri-
hacer esto puede que subestimara la queza de observaciones humanas, y
naturaleza artificial de las teorías ge- en ocasiones ingeniosas y penetrantes,
nerales, y también su fenomenología sobre la historia de las ideas y de la
de la experiencia real puede que esté vida del hombre en la sociedad.
en ocasiones demasiado influida por
(D. M. E.)
sus esquemas teóricos.
La obra de Whitehead tiene mu-
chos aspectos, y tiene las faltas, ~sí WILSON, John Cook (1849-1915), filó-
como las virtudes de un vasto in- sofo inglés, catedrático de Lógica de
tento de construir un sistema com- Oxford. Publicó poco durante su vi-
prehensivo que «lo incluya todo». No da; su único libro, Statement and In-
puede ser resumido adecuadamente, y [erence (Enunciado e inferencia)
quienes deseen captarlo deben estar (1926), es una compilación de notas
dispuestos a realizar un esfuerzo pro- de clase de sus alumnos hecha tras
longado por entrar en una forma de su muerte. Pero su influencia perso-
pensar poco usual, expresada en una nal en Oxford fue inmensa; aunque
WISDOM 390
educado en la tradición idealista de de la perplejidad, y en cierto sentido
las postrimerías del siglo XIX fue con- es comparable al psicoanálisis.
siderado el líder de los realistas de (R. HALL)
Oxford, de los cuales PRICHARD y
Ross son otros ejemplos notables, en WITTGENSTEIN, Ludwig Josef Jo-
su oposición al movimiento idealista hann (1889-1951), austríaco de naci-
hasta entonces supremo representado miento y de ascendencia judía. Estu-
por F. H. BRADLEY. Efol I?articular i.n- dió ingeniería en Berlín y luego, des-
sistió en que el conocirmento consrs- de 1908, en Manchester, donde se
tía en la aprehensión indefinible y interesó especialmente por los aero-
simple de lo real en oposición a la planos y las hélices. El aspecto ma-
afirmación idealista de que 10 dado temático de su trabajo llevó a Witt-
era afectado inevitablemente por el genstein a desarrollar un interés por
pensamiento. Fue también un estu- las matemáticas puras y la filosofía
dioso aristotélico notable y estuvo de las matemáticas, entrando en co-
profundamente interesado por la filo- nocimiento de este modo con la obra
sofía de las MATEMÁTICAS en relación de RUSSELL y de FREGE sobre lógica
con la cual se opuso acerbamente a matemática. En consecuencia, se tras-
la teoría logística de RUSSELL. ladó a Cambridge, donde pasó la ma-
(J. O. U.) yor parte de 1912 a 1913 trabajando
con Russell, primero como alumno,
WISDOM, (Arthur) John Terence Dib- pero pronto como compañero. Witt-
ben (1904- ), filósofo inglés, pri- genstein sirvió en el ejército austría-
meramente catedrático de Filosofía de co en la primera guerra mundial, sien-
la Universidad de Cambridge, y miem- do capturado en Italia al final de
bro del Trinity College. Aunque su esta. En aquel momento ya había
obra toca una enorme variedad de completado su Tractatus Logico-Pbi-
tópicos, es notablemente consistente losopbicus, que fue publicado en Ale-
en su método, siguiendo el sistema mania en 1921 y en Londres en 1922.
de establecer casi toda afirmación En aquel momento Wittgenstein creía
filosófica diciendo precisamente 10 que su obra era la solución definitiva
contrario y viendo qué se produce. de los problemas de la filosofía; tam-
bién había experimentado una pro-
Incluso de una de sus principales
funda experiencia mística cuando es-
tesis, que los enunciados filosófi- taba en el frente oriental, durante la
cos son recomendaciones verbales, guerra, aparentemente como resulta?o
está bastante dispuesto a decir 10 con- de leer a Tolstoy. En consecuencia,
trario, ya que, de este mO?O ta~to tras su liberación después de la guerra,
las semejanzas como las diferencias regaló la considerable fortuna que
entre los enunciados de los filósofos había heredado y se fue a trabajar de
y los de los demás serán sacados a maestro de escuela a Austria; también
relucir; y así la filosofía muestra la en aquel momento comenzó a llevar
lógica de los distintos tipos de enun- el tipo de vida tan sencillo que nun-
ciados. Está profundamente endeuda- ca abandonaría. Sin embargo, en los
do con WITTGENSTEIN, sobre todo por años 20 comenzó a reestablecer con-
rechazar la metafísica tradicional con- tacto con la filosofía; bajo los auspi-
siderada como algo que trata con en- cios de J. M. Keynes volvió a visitar
tidades extrañas, pero encontrándola Cambridge en 1925, y más o menos
aún válida porque expresa su insa- al mismo tiempo estableció contac-
tisfacción con nuestro uso lingüístico to personal con SCHLICK y con Wais-
ordinario allí donde éste contiene con- mann, dos de los líderes del movi-
venciones conflictivas o nada en ab- miento positivista de Viena. En 1929
soluto. Son estos conflictos los ilu- volvió a Cambridge de manera per-
minadores, dice Wisdom, y los com- manente; se hizo súbdito británico en
para con las dudas obsesivas del neu- la época del Anschluss. En los tres
rótico, que también tienen algo que o cuatro años siguientes se vio lleva-
revelar; desde luego, la filosofía tie- do gradualmente, en gran parte por
ne un valor terapéutico al librarnos la autocrítica, a su nueva posición fi-
391 WITTGENSTEIN
losófica, tan influyente en e! reciente tado con demasiada frecuencia en
pensamiento anglosajón, que fue es- términos rusellianos, ya que Witt-
tablecida, por primera vez, en los Cua- genstein difería de Russell en puntos
dernos Azul y Marrón, que son notas importantes y adoptó un EMPIRISMO
de clase dictadas a los alumnos mucho más extremo y consistente.
en 1933-35, y publicadas póstuma- Wittgenstein establece primero una
mente en 1958. Fue nombrado cate- metafísica según la cual el mundo
drático de Filosofía de Cambridge, consiste enteramente en hechos sim-
sucediendo a G. E. MOORE, en 1939, ples, ninguno de los cuales depende
pero al declararse la guerra se fue a de ningún modo de cualquier otro,
trabajar de portero en un hospital de siendo estos hechos el objeto último
Londres. En 1947 renunció a su cá- de la ciencia empírica. A diferencia
tedra para dedicarse por completo a de Russell, Wittgenstein no da ejem-
la investigación; pero su salud se de- plos de lo que él consideraba hechos
terioró pronto y murió de cáncer simples o elementales; en último aná-
en 1951. lisis deben existir éstos, pero no está
Fue un hombre muy poco corrien- dispuesto a afirmar que haya identifi-
te; incluso oomo profesor siempre cado alguno. Sin embargo, presumi-
vistió una camisa sin corbata; su ha- blemente hubiera considerado que el
bitación de! Trinity College de Cam- que Tohn disparase a Iohann está más
bridge estaba amueblada con poco cerca de ser un hecho simple que e!
más que unas pocas tumbonas; nun- que Inglaterra esté en guerra con Ale-
ca comió en la Higb T able con los mania, y hubiera considerado que la
otros catedráticos; su candor era tan mayoría de los que son llamados
extremado que podía ser fácilmente usualmente hechos son en realidad
considerado rudeza; al mundo filosófi- meros ensamblajes de hechos elemen-
co en general le solía dar la impresión tales. En el Tractatus mantenía que
de ser e! sumo sacerdote de un culto el lenguaje, el vehículo del pensa-
secreto más que un compañero de miento, tiene como propósito el esta-
trabajo. blecimiento de hechos, cosa que hace
La obra de Wittgenstein como filó- figurando los hechos; al decir que
sofo se divide claramente en dos pe- el lenguaje figura los hechos, Witt-
ríodos. La descripción definitiva de genstein quería afirmar especialmen-
sus concepciones más tempranas está te que e! lenguaje debe tener una
contenida en el Tractatus Logico-Pbi- simiIitud estructural con lo que des-
losopbicus, escrito en 1914-1918; él cribe; un enunciado informativo será
mismo no publicó sus concepciones una figura de algún estado de co-
posteriores, pero tenemos una prime- sas posible, del mismo modo que e!
ra versión de ellas en los Cuadernos dibujo de un mapa puede figurar
Azul y Marrón, que datan de 1933-35, una batalla o la disposición de los
y una versión posterior en las Inves- muebles de una habitación. Esto es
tigaciones filosóficas, que contienen verdadero aun a pesar de que e! len-
sus pensamientos, constantemente re- guaje de las expresiones ordinarias
visados, desde mediados los años 30 está tan lleno de convenciones espe-
hasta su muerte. Observaciones sobre ciales y de reglas ad boc como para
los fundamentos de la matemática, ser difícilmente reconocible como una
que fue publicado póstumamente, con- figura -del mismo modo que e!
tiene sus concepciones más maduras mapa de Australia pudiera tener tan
sobre la filosofía de las matemáticas. extraña proyección que intuitivamen-
Es de esperar que todavía sigan apare- te no lo reconociéramos-; pero es
ciendo otras publicaciones póstumas. imaginable, y en principio es construi-
El Tractatus Logico-Pbilosopbicus ble un lenguaje perfecto, tal que, por
es, sin duda, un clásico moderno de ejemplo, las relaciones especiales de
la filosofía, pero es una obra muy los objetos sean figuradas con la su-
difícil, escrita con un estilo aforístico. ficiente claridad por la relación espa-
Presenta una posición en muchos as- cial de sus nombres. Así e! único uso
pectos similar al atomismo lógico de completamente significativo de! len-
Russell, pero quizás se ha interpre- guaje es describir los hechos; más allá
WITTGENSTEIN 392

de esto hay un uso derivativo, aun- La filosofía posterior de Wittgens-


que legítimo del lenguaje para esta- tein tuvo su enunciado más simple,
blecer tautologías, de las cuales sería general e inteligible, aunque no el
un ejemplo simple «Llueve o no llue- más maduro y complejo, en el Cua-
ve», aunque Wittgenstein mantenía derno Azul de 1933. Está dirigido, en
que incluían la totalidad de la lógica su mayor parte, aunque no explícita-
y de las matemáticas, que son vacua- mente, a mostrar, de manera precisa,
mente verdaderas y que no nos dicen por qué es equivocada toda la forma
nada. Más allá de la Figura comple- de pensar que se había adoptado en
tamente significativa del hecho y de el Tractatus, aunque también tiende a
la tautología legítima, pero vacía, destruir todos los enfoques tradicio-
no existe ningún uso legítimo del len- nales de la filosofía. La base del nue-
guaje, y cualquier intento de usarlo vo enfoque es una nueva concepción
de otro modo no tendrá sentido: en del lenguaje; la vieja concepción del
particular todos los enunciados éticos T raetatus de que en principio existe
o metafísicos no serán más que pseu- el único lenguaje científico perfecto
do-proposiciones, violaciones sin sen- con la sola tarea de describir el mun-
tido del uso adecuado del lenguaje, do es abandonada y el lenguaje es
puesto que no son empíricos ni tam- considerado como un conjunto inde-
poco son tautologías (aquí tenemos un finido de actividades sociales, que sir-
vislumbre claro de lo que los POSITI- ve cada una a un tipo diferente de
VISTAS LÓGICOS llamarían más tarde intención. Cada uno de estos modos
el principio de verificación como cri- distintos de usar el lenguaje es llama-
terio de significancia). Mediante una do por Wittgenstein un juego de len-
famosa paradoja, pero tal como lo guaje. Sin duda existe un uso del
exige la consistencia, Wittgenstein de- lenguaje para describir el mundo, y
nuncia su propia metafísica y su pro- puede que haya un modo de hacerlo
pia teoría del lenguaje del Traetatus que pueda ser llamado razonablemen-
como un sinsentido; pues decir, por te «figurar», como se hace en el
ejemplo, que el lenguaje describe los Tractatus, pero hay una serie de otros
hechos, es intentar dar una figura usos del lenguaje para dar órdenes,
de la relación figurativa que se preguntar, agradecer, blasfemar, feli-
mantiene entre enunciado y hecho, lo citar, orar. Wittgenstein da una lista
cual es absurdo; esta relación pictó- considerable de tales juegos de lengua-
rica se muestra a sí misma, y lo. que jes diferentes en el parágrafo 23 de
se muestra a sí mismo no puede ser las Investigaciones filosóficas y aca-
dicho. Wittgenstein consideraba que ba con esta objeción: «Es interesan-
su metafísica era un sinsentido útil o te comparar la multiplicidad de las
importante que ayudaba a que uno lo hejrarnientas del lenguaje y las mane-
reconociera y también a todos los ras en que son usadas, la multiplici-
demás sinsentidos como tales. Nues- dad de los tipos de palabras y sen-
tra tendencia a hablar sin senti- tencias con lo que los lógicos han
do, particularmente en filosofía, es dicho acerca de la estructura del len-
causada por el carácter complicado y guaje (incluido el autor del Tractatus
desmañado del lenguaje ordinario, Logico-Pbilosopbicus¡».
y Wittgenstein dedica mucha atención Aunque en opinión de Wittgenstein
al problema técnico de construir un aprendemos a jugar con todos estos
lenguaje ideal que nunca tiente a na- juegos del lenguaje correctamente, me-
die a hablar sin sentido. Finalmente, diante entrenamiento en la infancia
una vez que se ha entendido el Trae- más bien que mediante instrucción teó-
tatus no habrá ninguna tentación de rica, propendemos a impresionarnos
interesarse por la filosofía, que ni es demasiado por uno o dos de los modos
empírica como la ciencia ni tautoló- posibles de usar el lenguaje, dándo-
gica como las matemáticas; como Witt- nos a nosotros mismos una explica-
genstein hiciera en 1918, se abando- ción demasiado simplificada incluso
nará la filosofía que, tal como se la de esto (como su propia explicación
entiende tradicionalmente, está enrai- del lenguaje de la ciencia ha sido ex-
zada en la confusión. cesivamente simplificada). Así pensa-
393 WITTGENSTEIN

mas que una palabra es siempre el berlos estudiado (en los viajes en tren
nombre de algo que debe aprenderse la noción de tiempo no nos deja per-
mediante la definición ostensiva o se- plejos). Lo que necesitamos, por tan-
ñalando (<<Eso es un gato»), y que las to, son simples recordatorios de los
sentencias tipificadas por «El gato es- propósitos por los que hacemos uso
tá en la esterilla» o «Tom es gordo», de estos conceptos, de su empleo ade-
son explicaciones del modo en que cuado, ensamblados juiciosamente pa-
el mundo funciona. Ocurre así que ra que dejemos de estar ciegos para
cuando reflexionamos sobre los usos con lo que «ya está ante la vista».
de! lenguaje que son bastante dife- Una selección bien ordenada de tales
rentes de hecho y de los que somos recordatorios, para cuya producción
dueños cuando empleamos e! len- se requieren dotes filosóficas y no
guaje irreflexivamente en su contexto hay un procedimiento automático, nos
adecuado, intentamos forzarles a que hará ver cómo empleamos los con-
encajen en el mismo modelo. Podemos, ceptos en cuestión, la naturaleza ge-
por ejemplo, reflexionar sobre el jue- neral de! juego de lenguaje; habien-
go de lenguaje de desear o esperar do visto esto, dejaremos de ser víc-
e intentar forzarlo a ceñirse al modelo timas de la perplejidad filosófica.
tomándolo como «una descripción de Acabamos de observar que Witt-
mi estado mental presente»; podemos genstein encontró una fuente de per-
intentar entonces introspectivamente plejidad filosófica en nuestra tenden-
aislar e! evento mental especial de cia a intentar interpretar todos los
esperar o desear. Wittgenstein ve usos del lenguaje en términos de un
aquí la raíz principal de la perpleji- modelo supersimplificado, el intento
dad filosófica y de la paradoja meta- de asimilar lo diferente. Encontró
física; la perplejidad filosófica surge otra fuente importante de perplejidad
cuando comprendemos mal por com- en la búsqueda de! rasgo común de
pleto el funcionamiento de algunas de todas las cosas que son nombradas
nuestras herramientas conceptuales. por e! mismo nombre. Así, podemos
Podemos hablar como si nuestro pro- intentar encontrar e incluso inventar
blema fuera e! de definir de manera un rasgo común a todos los juegos,
precisa una esperanza o un deseo, en virtud del cual son llamados [ue-
como si lo conociéramos lo suficiente- gos, Pero Wittgenstein mantenía que
mente bien para los propósitos or- no era necesario tal rasgo; si llama-
dinarios, pero necesitáramos mayor mos tenis a un juego, es fácil encono
precisión en filosofía, mientras que, trar similitudes entre éste y e! bridge
según mantenía Wittgenstein, lo que y entre e! bridge y e! solitario, y esto
necesitamos filosóficamente es ver basta para explicar el nombre común
que estamos construyendo realmen- «juego», sin que busquemos algún
te mal el concepto de esperar si rasgo común del fútbol y del solita-
tomamos «esperar» como e! nombre rio y que sea poseído por todos los
de algún proceso psíquico. Por tanto, juegos y sólo por éstos. En tal si-
tener un problema filosófico es como tuación Wittgenstein hablaba de pa-
no ser capaz de encontrar e! camino recido de familia. Así, podemos ten-
por una ciudad por no entender e! der a buscar alguna ocurrencia física
plano de ésta, como ser una mosca que sea común a todos los casos de
que, dentro de una botella, choca esperar o de intentar, no sólo por-
contra la pared en lugar de salir vo- que pensemos que los verbos «espe-
lando por la parte de arriba; es un rar» e «intentar» deban nombrar al-
hechizamiento de la inteligencia. Lo gún proceso, sino porque pensamos
que se necesita en tal predicamento que debe haber un rasgo común a
no es una revelación de lo oculto, una todos los casos de éstos; Wittgens-
sutil teoría o explicación, un análi- tein nos sugerirá entonces que sólo
sis sutil y alambicado, pues esto puede haber un parecido de familia
no cura la mala comprensión radi- entre todos los casos de intentar.
cal. Los conceptos que nos dejan per- El grueso de la obra posterior de
plejos son aquéllos sobre los que te- Wittgenstein consiste en la aplicación
nemos un dominio completo por ha- de este método de filosofía a una am-
WITTGENSTEIN 394
plia variedad de problemas, y en el ha sido muy grande. Su Tractatus Lo-
rastreo de su interconexión. Tomará gico-Philosophicus también tuvo gran
un conjunto de conceptos, de las ma- importancia para el crecimiento del
temáticas o de la conversación ordi- positivismo lógico en los países con-
naria, separará las cosas paradójicas tinentales, particularmente en Austria;
que tenemos la tendencia a decir so- muchos de los empiristas lógicos mo-
bre éstas bajo la influencia de la per- dernos que han sido poco afectados
plejidad filosófica e intentará enton- por su obra posterior están, pues, en
ces desvanecer la perplejidad recor- deuda con sus opiniones anteriores. La
dándonos el uso normal de estos con- influencia directa de! Tractatus sobre
ceptos, inventando nuevos juegos de la filosofía anglosajona fue considera-
lenguaje que serán a la vez revelado- blemente disminuida en los primeros
ramente similares v reve!adoramente años por la tendencia a pensar que
diferentes, siempre' mediante la des- era simplemente una versión bastante
cripción de los usos reales y posibles extrema y paradójica de la filosofía
del lenguaje en diversos contextos, de Russell; también fue positivamen-
Dada esta concepción de la filoso- te mal interpretado a la luz del ato-
fía como caída en la perplejidad con- mismo lógico de Russell y a causa de
ceptual de la que uno es rescatado, una traducción que, además de ser
o se rescata a sí mismo, por el re- inexacta, hacía uso de! vocabulario
cuerdo de! uso de estos conceptos en técnico de Russell (por ejemplo, «he-
su contexto natural, Wittgenstein no cho atómico»).
podía encontrar ningún lugar para las La influencia de la obra posterior
teorías, doctrinas u opiniones filosó- de Wittgenstein ha sido, sin embar-
ficas. Concebía su tarea como la de go, muy grande en Gran Bretaña,
recordarnos qué es lo que queda en aunque sigue siendo poco conocida en
la superficie, no la de expresar opi- Europa y se ha llegado a conocer
niones u ofrecer explicaciones pro- con amplitud en América, en compa-
fundas. Según sus propias palabras ración, sólo recientemente. Es un error
(l nucstigaciones, 126 y 129): considerar que la filosofía inglesa ac-
«La filosofía simplemente coloca tual se modela enteramente según
todas las cosas ante nosotros, y ni Wittgenstein, pues esto es subestimar
explica ni deduce nada... Puesto que tristemente la importancia de Moore,
todo queda abierto ante la vista no Russell y RYLE en especial, y muy
hay nada que explicar... Los aspec- pocos filósofos analíticos actuales
tos de las cosas que son más impor- aceptarían la opinión de Wittgen-
tantes para nosotros están ocultos por stein de que todo el objeto de la fi-
su simplicidad y farniliaridad.» Esto losofía es desvanecer la perplejidad.
hace que e! contenido real de la obra Además, podemos encontrar otros fi-
posterior de Wittgenstein sea bastan- lósofos que se mueven de manera in-
te imposible de resumir; no hay doc- dependiente en la misma dirección
trina alguna y e! método de descrip- que Wittgenstein y al mismo tiempo;
ción de las cuestiones conceptuales con toda su gran originalidad, Witt-
que emplea no tiene reglas teóricas de genstein, como todo ser humano, era
procedimiento: uno debe describir sim- un hombre de su época. Pero pocos
plemente las cosas de tal manera que disputarán que entre los filósofos ana-
se acabe con e! encantamiento inte- líticos -entre los que no hay más
lectual de! perplejo. que un parecido de familia- Witt-
La influencia de Wittgenstein so- genstein resalta como un genio filo-
bre la filosofía moderna, particular- sófico grande y original.
mente en los países de habla inglesa, J. O. U.
z
ZENóN de Citium (c. 333-262 a. C), helénico en pensamiento y en espí-
filósofo griego, fundador del ESTOI- ritu.
CISMO, que fue llamado así por la (1. G. K.)
Stoa Pintada donde Zenón enseñó.
Vino a Atenas en el 312/11, asistió ZENóN de Elea, filósofo griego, segui-
a las clases de Polemo, cabeza de la dor de Parménides, que floreció en
academia, estudió dialéctica con Stil- Grecia c. 450 a. C Escribió un libro
po y Diodoro de la escuela megárica, defendiendo el Ser Inmóvil Simple
pero fue influido más fuertemente de Parménides, mostrando que la plu-
por Crates, el CÍNICO. La inmensa ralidad y el movimiento implicaban
producción literaria y autoridad de consecuencias lógicamente contradicto-
CRISIPO, la tercera cabeza de la es- rias. El fragmento 3 da un argumento
cuela, ha hecho difícil penetrar has- típico contra la pluralidad: «a) Si hay
ta Zenón. Pero ciertamente, las doc- muchos, debe haber exactamente los
trinas y el esbozo fundamental al me- mismos que hay y ni más ni menos.
nos de todo el sistema se deben al Pero si son tantos como son, deben
fundador. Su filosofía procedía de la estar limitados. b) Si hay muchos, las
base cínica de la auto-suficiencia de cosas existentes son infinitas, pues
la virtud, aunque incorporó muchas siempre hay otras cosas entre las co-
cosas de otras fuentes formando un sas que son, y también otras entre
sistema comprehensivo original que aquéllas. Y así las cosas que son son
cubría todos los departamentos de la infinitas.» Contra el movimiento había
filosofía; además de los maestros cuatro argumentos relacionados, el es-
mencionados, SÓCRATES (probablemen- tadio, Aquiles y la tortuga, la flecha
te a través de las obras de AN- voladora y la flecha en movimiento.
TÍSTENES) y el desarrollo peripatético En el primero, por ejemplo, Zenón
de la ética influyeron en su pensa- argumentaba que es imposible cruzar
miento con más probabilidad. Declinó el estadio, pues primero debes cruzar
la invitación de su admirador el rey la mitad del camino y antes de eso
una cuarta parte, y así ad infinitum.
Antígono Gonato, de ser su consejero
Así, la distancia es infinita. Estos
en Macedonia, aunque envió a su dis- argumentos contra el movimiento su-
cípulo Perseo. Las autoridades anti- ponían que el espacio podía dividir-
guas decían que era de origen fenicio, se en porciones que se podían corre-
y muchos de sus sucesores procedían lacionar con las porciones temporales.
de la periferia oriental del mundo Los pitagóricos creían que las cosas
griego, pero las influencias orientales se componían de unidades disconti-
son problemáticas. El estoicismo fue nuas, y muchos eruditos piensan que
ZENóN 396
Zenón atacaba en particular el tipo que Zenón ignoraba el hecho de que
de pluralidad de éstos. Sus argumen- la suma de una progresión geométri-
tos parecían ser válidos, no obstante, ca infinita es finita si la razón co-
en contra de otros sistemas p1uralis- mún es menos de 1. Véase también
tas en general. los ELEÁTICOS y los PRESOCRÁTICOS.
Muchos de ellos fueron falaces, por- (G. S. K.)
N ota sobre los colaboradores

j. L. ACKRILL, M.A.
Profesor de Historia de Filosofía, Universidad de Oxford. Sus publicaciones
incluyen contribuciones en Bulletin 01 the Institute [or Classical Studies 01 the
University 01 London, Mind y [ournal 01 Hellenic Studies.

H. B. ACTON, M.A., D.PHIL.


Profesor de Filosofía Moral, Universidad de Edimburgo. Director de Philosophy.
Sus publicaciones incluyen: The Illusion 01 the Epocb: Marxist-Leninism as a
Pbilosopbical Creed, London, 1955, Boston, Mass., 1957; y contribuciones en
Mind, Pbilosopby y Proceeding 01 the Aristotelian Society.

A. HILARY ARMSTRONG, M.A., F.B.A.


Profesor Gladstone de Griego en la Universidad de Liverpoo1. Sus publicacio-
nes incluyen: The Architecture 01 the Intelligible Universe in the Philosophy
01 Plotinus, Cambridge, 1940; An Introduction to Ancient Philosopby, Lon-
don, 1947, Westminster, Md, 1949; y Plotinus, London, 1953.

SIR ALFRED ]. AYER, M.A., F.B.A.


Profesor Wykeham de Lógica en la Universidad de Oxford, y Honorary Fellow
de Wadham Col1ege, Oxford. Anteriormente Profesor Grote de Filosofía de la
Mente, University Col1ege, London. Sus publicaciones incluyen. Language, Truth
and Logic, London, 1936; Tbe Foundations 01 Empirical Knowledge, Lon-
don, 1940; Thinking and Meaning (Conferencia inaugural), London, 1947; Tbe
Problem 01 Knoioledge, London, 1956; y An Anthology 01 Logical Positivism,
Glencoe, Ill., 1959.

ERROL BEDFORD, B.A.


Senior Lecturer de Moral Philosophy en la Universidad de Edinburgh. Sus pu-
blicaciones incluyen contribuciones en Proceedings 01 the Aristotelian Society
y Proceedings 01 the Xlth International Congress 01 Pbilosopby, Amster-
dam 1953.

SIR ISAIAH BERLIN, C.B.E., M.A.


Director del Wolfson Col1ege, Oxford. Sus publicaciones incluyen: Karl Marx,
Oxford, 1939; The Inevitability 01 History, London, 1954; Two Concepts 01
Liberty, Oxford, 1958; y contribuciones en Mind y Proceedings 01 the Arista-
telian Society.
COLABORADORES 398

KARL BRITTON, M.A., A.M.


Profesor de Filosofía, Universidad de Newcastle upon Tyne. Sus publicaciones
incluyen: Communication. A Philosophical Study 01 Language, London, 1939;
]. S. Mil!, London, 1953; y contribuciones en Journal 01 Pbilosopby, Proceedings
01 the Aristotelian Society y Cambridge Review.
JOSEPH G. DAWSON, B.A., PH.L.
Profesor de Filosofía, Memorial University, Newfoundland. Sus publicaciones in-
cluyen: Aquinas: Selected Political Writings (traducción), Oxford, 1948; y con-
tribuciones en The Springs 01 Morality, London, 1956, y The Scots Philosophical
Quarterly.

M. A. E. DUMMETT, M.A.
Fellow del All Souls College, Universidad de Oxford. Sus publicaciones incluyen
contribuciones en The Philosophical Review y Proceedings 01 the Aristotelian
Society.

DOROTHY M. EMMET, M.A.


Profesor Emeritus de Filosofía en la Universidad de Manchester. Sus publicacio-
nes incluyen: Whitehead's Philosophy 01 Organism, London, 1932; The Nature
01 Metaphysical Thinking, London, 1945; Function, Purpose and Poioers, Lon-
don, 1958; y contribuciones en Mind, Pbilosophy y Proceedings 01 the Aristo-
telian Society.

A. C. EWING, M.A., LITT.D., D.PHIL.


Anteriormente Lector de Filosofía en la Universidad de Cambridge y Direc-
tor de Estudios en Ciencias Morales, Trinity Hall, Cambridge. Sus publicaciones
incluyen: Idealism: a Critical Survey, London, 1934; The Individual, the State
and World Government, New York, 1947; The Fundamental Questions 01 Phi-
losopby, London, 1951; y contribuciones en Mind, Philosophy y Philosophy and
Phenomenological Researcb.

MARVIN FARBER, PH.D.


Catedrático del Departamento de Filosofía de la Universidad de Buffalo. Presi-
dente de la International Phenomenological Society. Editor del Quarterly Jour-
nal y Philosophy and Phenomenological Research. Sus publicaciones incluyen:
Phenomenology as a Method and as a Philosophical Discipline, Buijalo, 1928;
The Foundation 01 Phenomenology, Harvard, 1943; Husserl, Buenos Aires, 1956;
y Philosophy [or the Future (Editor), New York, 1949.

J. N. FINDLAY, M.A., PH.D., F.B.A.


Profesor Clark de Filosofía Moral y Metafísica, Universidad de Yale. Sus publica-
ciones incluyen: Meinong's Theory 01 Objects, Oxford, 1933; Hegel: a Re-exami-
nation, London, 1958; y contribuciones en Mind, Philosophy y Pbilosopby and
Phenomenological Research.

THOMAS GILBY, O.P., S.T.L., PH.D.


Sus publicaciones incluyen: Phoenix and Turtle. The Unity 01 Knowing and
Being, London, 1950; Between Community and Society, A Pbilosopby and Tbeo-
logy 01 the State, London, 1953; y Principality and Polity. Aquinas and the
Rise 01 State Theory in the West, London, 1958.

ROLAND HALL, B.A., B.PHIL.


Lector de Filosofía, Universidad de York. Sus publicaciones incluyen contribu-
ciones en The Philosophical Review y The Philosophical Quarterly.
399 COLABORADORES
R. M. HARE, M.A., F.B.A.
Profesor White de Filosofía Moral, Universidad de Oxford. Sus publicaciones
incluyen: The Language of Morals, Oxford, 1952; y contribuciones en Mind
y Proceedings of the Aristotelian Society.

R. HARRÉ, M.A., B.SC., B.PHIL.


Lector de Filosofía de la Universidad de Leicester. Sus publicaciones incluyen
contribuciones en The Philosophical Review, Pbilosopby y Analysis.

H. L. A. HART, M.A.
Director de Brasenose College, Oxford.

D. J. B. HAWKINS, D.D., PH .D.


SUS publicaciones incluyen: A Sketch o] Mediaeval Pbilosopby, London, 1946;
Essentials of Tbeism, London, 1949; Being and Becoming, London, 1954; y Cru-
cial Problems of Modern Pbilosopby, London, 1957.

P. L. HEATH, B. A.
Profesor de Filosofía, Universidad de Virginia. Sus publicaciones incluyen: The
Nature of Sympathy de Max Scheler (traducción), London and New York, 1954;
Dialectical Materialism de Gustav Wetter (traducción), London and New
York, 1958; y contribuciones en The Philosophical Quarterly y Proceedings of
the Aristotelian Society.

RONALD W. HEPBURN, M.A., PH.D.


Profesor de Filosofía, Universidad de Edinburgh. Sus publicaciones incluyen:
Metaphysical Beliefs (con Alasdair Macintyre y Stephen Toulmin), London, 1957;
Christianity and Paradox, London, 1958; y contribuciones en Proceedings of the
Aristotelian Societv, The Philosophical Quarterly y Philosophy.

EDMUND HILL, O.P., S.T.L., M.A.


Tutor de filosofía para estudiantes de la Orden Dominicana. Sus publicaciones
incluyen: Nine Sermons of Saint Augustine on The Psalms (traducción), Lon-
don, 1958; y contribuciones en Blackfriars y Li]e of The Spirit.

WALTER KAUFMANN, PH.D., M.A., B.A.


Profesor de Filosofía de la Universidad of Princeton. Sus publicaciones inclu-
yen: Nietzsche: Pbilosopber, Psycbologist, Anticbrist, Princeton, 1950; Existen-
tialism from Dostoevsky to Sartre (Editor), New York, 1956, London, 1957;
Critique of Religion and Pbilosopby, Philadelphia, 1958; Prom Shakespeare to
Existentialism: Between Poetry Religion, and Pbilosophy, Boston, 1959; y con-
tribuciones en Commentary, Journal of the History of Ideas y The Philosophical
Review.

1. G. KIDD, M.A., B.A.


Lector de Griego de la Universidad de St Andrews. Sus publicaciones incluyen
contribuciones en Classical Quarterly y Classical Review.

G. S. KIRK, M.A.
Profesor de Clásicas, Universidad de Bristol. Sus publicaciones incluyen: Hera-
clitus, the Cosmic Fragments, Cambridge, 1954; y The Presocratic Philosophers
(con J. E. Raven), Cambridge, 1957.
COLABORADORES 400

STEPHAN KORNER, JUR. DR., M.A., PH.D.


Profesor de Filosofía de la Universidad de Bristol. Sus publicaciones incluyen:
Kant, London, 1955; Conceptual Thinking, Cambridge, 1955, New York, 1958;
Observation and Interpretation (editor), London, 1957; y contribuciones en
Mind, Proceedings of the Aristotelian Society y The Philosopbical Review.

J. D. MABBüTT, C.M.G., B. LITT., M.A.


Anteriormente President of St john's College, Universidad de Oxford. Sus pu-
blicaciones incluyen: The State and the Citizen, London, 1948; y contribuciones
en Contemporary British Pbilosopby, London, 1956; Mind, Proceedings of the
Aristotelian Society y Pbilosopbv,

ALASDAIR MACINTYRE, B.A., M.A.


Profesor de Historia de las Ideas, Universidad de Brandeis. Sus publicaciones
incluyen: Marxism: An Tnterpretation, London, 1953; Metaphysical Beliefs (con
Ronald W. Hepburn y Stephen Toulmin), London, 1957; The Unconscious,
London, 1958; y contribuciones en Mind, Pbilosopby y The Pbilosopbical
Quarterly.

D. M. MACKINNüN, M. A.
Profesor Norris-Hulse de Divinity, Universidad de Cambridge. Lector Stanton de
Filosofía de la Religión en la Univesidad de Cambridge, 1956-9. Sus publicaciones
incluyen: Christian Faith and Communist Faith, London, 1953; A Study in
Ethical Tbeory, London, 1957; contribuciones en Contemporary Britisb Philoso-
pby, Proceedings of the Aristotelian Society y The Philosophical Quarterly.

D.G.C. MACNABB, M.A.


Anteriormente Felloui, Senior Tutor y Lector de Filosofía, Pembroke College,
Universidad de Oxford. Sus publicaciones incluyen: David Hume, His Tbeory of
Knotoledge, London, 1951; y contribuciones en Proceedings of the Aristotelian
Society y Revue Internationale de Philosophie.

PHILIP MERLAN, DR. IUR., DR.PHIL.


Anteriormente Profesor de Filosofía, Scripps College y Claremont Graduate
School, California. Sus publicaciones incluyen: From Platonism to Neoplatonism,
The Hague, 1953; y contribuciones en Journal of the History of Ideas, Trans-
actions oi the American Philological Association y Philosophy and Pbenomeno-
logical Research.

ERNEST NAGEL, B.S. IN s.s., M.A., P H .D.


Anteriormente Profesor john Dewey de Filosofía en la Universidad de Columbia
de la ciudad de New York, Presidente de la Association of Symbolic Logic y
de la American Philosophical Association. Sus publicaciones incluyen: Introduc-
tion to Logic and Scientific Method (con M. R. Cohen), New York, 1934; Princi-
ples of the Theory of Probability, Chicago, 1939; Sovereign Reason, Glencoe, 111.,
1954; y Logic without Metaphysics, Glencoe, Ill., 1957.

P. H. NüWELL-SMITH, A.M., M.A.


Profesor de Filosofía, Universidad de York, Toronto. Sus publicaciones incluyen:
Etbics, Oxford, 1957; y contribuciones en Mind y Proceedings of the Aristo-
telian Society.

JAMES ü'CüNNELL, M.A., PH. D.


Profesor de Gobierno, Ahmadu Bello University, Nigeria.
401 COLABORADORES

D. J. O'CONNOR, M.A., P H .D.


Profesor de Filosofía en la Universidad de Exeter. Sus publicaciones incluyen:
[obn Loclee, London, 1952; Introduction to Symbolic Logic, 1953; Introduction
to the Philosophy 01 Education, London, 1957; y contribuciones en Mind y
Philosophy.

R. S. PETERS, B.A., PH.D.


Profesor de Filosofía de la Educación, Universidad de Londres. Sus publicacio-
nes incluyen: Hobbes, London, 1956; Tbe Concept 01 Motivation, London, 1958;
y contribuciones en Mind, Philosophy y Analysis.

ANT H ONY QUINTON, M.A.


Fellow y Tutor de New College, y Lecturer in Philosophy en la Universidad
de Oxford. Sus publicaciones incluyen contribuciones en Philosopby, Politics
and Society, Oxford, 1956; Tbc Nature 01 Metaphysics, London, 1957; Mind,
Proceeding 01 the Aristotelian Societ , ,. Victorian Studies.

RICHARD ROBINSON, B. LITT., M.A., PH.D.


Anteriormente Fellow de Orie1 College, Universidad de Oxford. Sus publicacio-
nes incluyen: The Province of Logic, London, 1931; Plato's Earlier Dialectic,
New York, 1941, Oxford, 1953; Dciinition, Oxford, 1950.

ERWIN 1. J. ROSENT H AL, LITT. D. P H 11.. M.A.


Lector de Estudios Orientales en la Universidad de Cambridge. Sus publicacio-
nes incluyen: Averroes' Commentary on Plato's «Republic», Cambridge, 1956;
y contribuciones en Islamic Culture y Tbe Listener.

GILBERT RYLE, M.A.


Anteriormente Profesor Waynflete de Filosofía Metafísica en la Universidad de
Oxford, y Director de Mind. Sus publicaciones incluyen: Tbe Concept 01 Mind,
London, 1949; y Dilemmas, Cambridge, 1954.

RUTH LYDIA SAW, B.A., PH.D.


Profesor Emeritus de Estética, Universidad de Londres. Sus publicaciones in-
cluyen: The Vindications 01 Metaphysics. London, 1951; Leibniz, London, 1954;
y contribuciones en Proceedings 01 the Aristotelian Society y Literary Cuide.

P. F. STRAWSON, M.A.
Profesor Waynflete de Filosofía Metafísica en la Universidad de Oxford. Sus
publicaciones incluyen: Introduction to Logical Tbeory, London, 1952; Indivi-
duals, London, 1959; y contribuciones en The Revolution in Pbilosopby, Lon-
don, 1956; Tbe Nature 01 Metaphysics, London, 1957; Philosophy, Mind y
The Philosophical Review.

F. A. TAYLOR, M.A., CHEVALIER DE LA LÉGION D'HONNEUR.


Anteriormente bibliotecario, Christ Church, Universidad de Oxford. Sus publi-
caciones incluyen: Voltaire's Lettres Pbilosopbiques, Oxford, 1943.

IVO THOMAS, M.A., S.T.M.


Profesor Visitante de Lógica en la Universidad de Notre Dame, Indiana. Sus
publicaciones incluyen: Aristotle's «De Anima» and the «Commentary» 01 St Tbo-
mas Aquinas (traducción), Yale, 1951; A History 01 Formal Logic por I. M. Bo-
chenski (traducción), Indiana, 1959; y contribuciones en Mind, Blackjriars y Do-
minican Studies.
26
COLABORADORES 402

J. O. URMSON, M.A.
Fellow del Corpus Christi College, Universidad de Oxford. Anteriormente Pro-
fesor de Filosofía en la Universidad de Sto Andrews, y Profesor Asociado Visi-
tante en la Universidad de Princeton. Sus publicaciones incluyen: Philosophical
Analysis, Oxford, 1956; y contribuciones en Logic and Language, Oxford, 1953;
Essays in Conceptual Analysis, London, 1956; y Essays in Moral Pbilosopby,
Seattle, 1958.

JAMES WARD SMITH, PH.D.


Profesor de Filosofía en la Universidad de Princeton. Sus publicaciones inclu-
yen: Tbeme [or Reason, Princeton, 1957; y contribuciones en Mind, Jornal 01
the History 01 Ideas y Journal 01 Pbilosopby.

G. J. WARNOCK, M.A.
Director de Hertford College, Universidad de Oxford. Sus publicaciones inclu-
yen: Berkeley, London, 1953; Englisb Philosophy since 1900, London, 1958; y
contribuciones en Logic and Language, Oxford, 1953; Essays in Conceptual
Analysis, London, 1956; y The Nature 01 Metaphysics, London, 1957.

ALAN R. WHITE, B.A.


Profesor de Filosofía en la Universidad de Hull. Sus publicaciones incluyen:
G. E. Moore, Oxford, 1958; y contribuciones en Proceedings 01 the Aristotelian
Society y Pbilosopby and Phenomenological Research.

B. A. O. WILLIAMS, M.A.
Profesor Knightbridge de Filosofía, Universidad de Cambridge. Sus publicacio-
nes incluyen contribuciones en The Nature 01 Metaphysics, London, 1957; Pro-
ceedings 01 the Aristotelian Society, Mind y Pbilosopby.
Bibliografía complementaria

La siguiente relación de libros dista de ser suficiente. Por lo general, las obras
de un mayor nivel de dificultad han sido excluidas, salvo aquellas que tienen cier-
to valor clásico.

FILOSOF1A ANTIGUA

OBRAS DE CARÁCTER GENERAL


Early Greek Pbilosopby por J. BURNET. Black, London and Macmillan, New York,
4th ed. 1930.
Los filósofos presocráticos por G. S. KIRK Y J. E. RAvEN. Trad. JESÚS GARCÍA FER-
NÁNDEZ, Gredas, Madrid, 1969.
La teología de los primeros filósofos griegos por W. JAEGER. Trad. JosÉ GAOS,
Fondo de Cultura Económica, México, 1952.
The Pbysical World of the Greeks por S. SAMBURSKY, tr. M. DAGGUT. Routledge,
London, 1956.
Socrates and the Socratic Scbools por E. ZELLER, tr. O. J. REICHEL. Longmans,
London, 1885.
Stoics, Epicureans and Sceptics por E. ZELLER, tr. O. ]. REICHEL. Longmans,
London, 1892.
The Greek Thinkers por T. GOMPERZ, tr. L. MAGNUS y G. G. BERRY. Murray, Lon-
don, 1901-12; Humanities, New York.
Die Stoa por M. POHLENZ. Gottingen, 1948-9.
Stoics and Sceptics por E. BEVAN. O.D.P., Oxford, 1913.
History of Cynicism por D. R. DUDLEY. Methuen, London, 1937.
The Greek Cvnics por F. SAYRE, 1948.
The Greek Atomists and Epicurus por C. BAILEY. O.U.P., Oxford, 1928.
Roman Stoicism por E. V. ARNoLD. O.U.P., Oxford, 1911, reimpreso 1958.
Stoic and Epicurean por R. D. HICKS. Longmans, London and New York, 1910.

FILÓSOFOS INDIVIDUALES

ARISTÓTELES
The Works of Aristotle. O.U.P., Oxford and New York, 1928-52.
Aristotle por W. D. Ross. Methuen, London, 1923; Barnes & Noble, New
York, 1955.
BIBLIOGRAFíA 404
Selections [rom Medieval Pbilosopbers ed. R. McKEON. Scribner's, London, 1930-1
and New York, 1929.
Encyclopedia of Islam ed. J. H. KRAMERS y Sir H. A. R. GIBB. Luzac, Lon-
don, 1954-9.
A Library of Fathers ed. E. B. PUSEY y otros. O.U.P., Oxford, 1838-85.
Historia de la filosofía, Vols. 2 y 3, por F. e. COPLESTON. Ariel, Barcelona.

FILóSOFOS INDIVIDUALES

ABELARDO, PEDRO
Selections from Medieval Philosopby, Vol. 1, ed. R. McKEoN. Scribner's, Lon-
don 1930-1 y New York, 1926.
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AQUINO, TOMÁs DE
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La Filosofía de San Buenaventura, por E. GILSON. Trad. de ESTEBAN DE ZUGAIRE,
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Duns Scotus por S. R. S. HARRIS. O.U.P., Oxford, 1927; Humanities, New York.

ERIGENA
Selections [rom Medieval Pbilosopbers, Vol. 1, por Jo HANNES SCOTUS ERIGENA,
ed. R. McKEON. Scribner's, London, 1930-1 y New York, 1926.
]ohannes Scotus Erigena, a Study in Mediaeval Pbilosopby por H. BETT. C.U.P.,
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MAIMONIDES
The Guide o] the Perplexed por MAIMONIDES, tr. M. FRIEDLA.NDER. Routledge,
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The Eight Cbapters on Ethics por MAIMONIDES, tI'. J. 1. GORFINKLE. Columbia
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The Teachings of Maimonides por A. COHEN. Routledge, London, 1927.

PEDRO HISPANO
Petri Hispani Summulae Logicales, ed. 1. M. BOCHENSKI. Turin, 1947.

GUILLERMO DE OCCAM
Selections from Medieval Pbilosopbv, Vol. II, por WILLIAM OF OCCAM, ed. R. Me-
KEON. Scribncr's, London, 1930-1 and New York, 1926.
Philosophical Writings por WILLIAM OF OCCAM, tr. P. BOEHNER. Nelson, Edin-
burgh and New York, 1957.
The Logic of William o] Ockam por E. A. MOODY. Sheed & Ward, London, 1935.

Las obras de muchos de los primeros filósofos medievales no han sido traducidas;
se las puede encontrar en su texto original en las series Patrología Graeca y
Patrología Latina, ambas editadas por Migne, París.

FILOSOF1A MODERNA

(Algunas obras introductorias y clásicas sobre cuestiones principales)

HISTORIA DE LA FILOSOFíA

Historia de la Filosofía por F. C. COPLESTON. Ariel, Barcelona.


History o] Western Pbilosopby por H. HOFFDING, reimpreso 1956.
Historia de la filosofía occidental, por B. RUSSELL. Trad. de JULIO GÓMEZ DE LA
SERNA y A. DORTA. Buenos Aires, Espasa Calpe, 1947.
407 BIBLIOGRAFíA

History of Modern Pbilosophy por H. HOFFDING, tr. B. MEYER. Macmillan, Lon-


don, reimpreso 1956; Dover, New York, 1955.
A History of Philosophy por C. C. J. WEBB. O.U.P., Oxford and New York, 1915.
La Filosofía Actual, por 1. M. Boc H ENSKI. Trad. de EUGENIO IMAz, Fondo de
Cultura Económica, México.
English Pbilosopby since 1900 por G. J. WARNOCK. O.U.P., Oxford and New
York, 1958.

TEORíA DEL CONOCIMIENTO Y METAFíSICA

(i) Algunos clásicos de fácil lectura


Meditaciones Metafísicas por R. DESCARTES. Trad. de VIDAL PEÑA, Alfaguara, Ma-
drid, 1977.
Ensayo sobre el entendimiento humano por LocKE. Trad. de EDMuNDo O'GORMAN,
Fondo de Cultura Económica, México, 1956.
Dialogues between Hylas and Philonous por G. BERKELEY. Collier (Harvard Clas-
sics, Vol. 37), New York, 1910.
Principles of Human Knoioledge por G. BERKELEY, ed. C. SIMON. Routledge, Lon-
don, 1907.
Inquiry concerning the Human Understanding por D. HUME, ed. 1. SELBy-BIGGE.
O.U.P., Oxford, 1902; Collier (Harvard Classics, Vol. 37), New York, 1910.
Essay on the Intellectual Powers of Man por T. REID, ed. A. WOOZLEY. Macmi-
llan, London, 1941.
Prolégomenos a toda metafísica del futuro por 1. KANT.

(ii) Algunas obras contemporáneas útiles


Los problemas de la filosofía por B. W. A. RUSSELL. Trad. de JOAQUÍN XIRAU.
Labor, Barcelona, 1928; 1970.
La Revolución en Filosofía por A. J. AYER, D. PEARS Y otros. Revista de Occiden-
te, Madrid.
The Foundation oi Phenomenology por M. FARBER. Harvard Ll.P¿ Cambridge,
Mass., 1943.
Logic and Language (first and second series) ed. A. G. N. FLEw. Blackweli, Ox-
ford, 1951-3.
New Essays in Philosophical Theology ed. A. G. N. FLEw and A. MAcINTYRE,
S.C.M., London, 1955; Macmillan, New York, 1956.
Readings in Philosophical Analysis ed. H. FEIGL y W. SELLARS. Appleton-Century-
Crofts, New York, 1949.
Theory of Knowledge por A. WOOZLEY. Hutchinson, London, 1949.

(iii) Lógica y método científico


Readings in the Pbilosopbv o] Science ed. H. FEIGL y BRODRICK. Appleron-Century-
Crofts, New York, 1953.
Introduction to the Philosophy o] Science por S. TOULMIN. Hutchinson, London,
1953; Rinehart, New York.
Fundamentals of Symbolic Logic por A. AMBROSE y M. LAZEROVITZ. Rinehart,
New York, 1948.
Introduction to Svmbolic Logic por A. H. BASSON and D. J. O'CONNOR. University
Tutorial Press, London, 3rd ed. 1959.
A Handbook o] Logic por BRENNAN. New York, 1957.
Introducción a la lógica y al método científico por M. R. COHEN y E. NAGEL.
Traducción de NÉSTOR MÍGUEZ AMORRORTU, Buenos Aires, 1968.
Scientific Method and Probability por P. H. NIDDITCH. London, 1958.
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Probability and Induction por W. KNEALE. O.U.P., Oxford and New York, 1949.
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rey. ed. 1957.
Véase también: BooLE, FREGE, ]EVONS, RUSSELL, POPPER, QUINE Y VENN, más
abajo.

EST~TICA

Philosophies of Beauty (selecciones) por E. F. CARRITT. O.U.P., Oxford and New


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Beauty and other Forms o] Value por. S. ALExANDER. MacmilIan, London, 1933.
Breviario di Estetica por B. CROCE, Bari, 1913.
Estética, por B. CROCE. Trad. de ÁNGEL VEGUE. Francisco Beltrán, Madrid, 1926.
Feeling and Form por S. LANGER. Routledge, London, 1953.
Crítica del juicio por 1. KANT. Trad. de MANUEL G. MORENTE. El Ateneo, Buenos
Aires, 1957.
Principles o] Art por R. G. COLLING\\700D. O.U.P., Oxford, 1938.
The History of Aesthetic por B. BOSANQUET. Allen & Unwin, London, 1892; Mac-
millan, New York.
Essays in Aesthetics and Language ed. W. ELTON y otros. Blackwell, Oxford, 1954.

~TICA

(i) Introducciones Generales


Ethics por P. H. NOWELL-SMITH. Blackwell, Oxford, 1957.
Ethics por G. E. MooRE. O.U.P., Oxford and New York, 1947.
The Language of Morals por R. lIARE. O.U.P., Oxford, 1952.
The Logic of Moral Discourse por P. EDWARDS. Free Press, Glencoe, 111., 1955.
A Modern Introduction to Moral Pbilosopby por A. MONTEFIORE. Routledge, Lon-
don, 1958.

(ii) Algunas obras clásicas


La República por PLATÓN.
Ética a Nicomaco por ARISTÓTELES.
Ética por B. DE ESPINOSA. Trad. de OSCAR COHAN, Fondo de Cultura Económi-
ca, México, 1958, 1977.
Inquiry concerning the Principies o] Morals por D. HUME. O.U.P., Oxford, 1902;
Liberal Arts Press, New York, 1955.
Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres por 1. KANT. Trad. de MA-
NUEL GARCÍA MORENTE, El Ateneo, Buenos Aires, 1931.
Review of the Principal Questions in Morals por R. PRICE, ed. D. D. RAPHAEL.
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Véase también: BENTHAM, BRAlTH\\7AITE, BROAD, BUTLER, CLARKE, DEWEY,
EDwARDs, GROTIUS, GREEN, HARTMANN, HOBBEs, HUTcHEsoN, MARX, NIETZ-
SCHE, PRICHARD, Ross, ROUSSEAU, SCHLICK, SIDGWICK, SPENCER, STEVENSON,
TAYLOR y TouLMIN, más abajo.
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La Enciclopedia de Urmson consht uye a la Vel: un
ma nua l. Im pa rCIal y d ocumen tad o , de f¡I08Olla ' lSte -
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Colección TEOREMA
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