DESISTIMIENTO

Dentro de las muchas figuras procesales que resultan en una finalización anormal del

proceso, bien sea transacción, conciliación, etc., existe una de carácter netamente volitivo;

este es el desistimiento, que como veremos más adelante puede ser de dos tipos, y cuyos

efectos son en esencia diferenciados de otras formas como la transacción o la renuncia de la

acción.

El desistimiento es, propiamente dicho, un acto procesal, en el que las partes de un litigio

renuncian a lo pretendido en este, sujetándose a las posibles consecuencias que ello acarrea.

Su definición se encuentra en el artículo 314 del Código General del proceso, en el que se

establece que:

“El demandante podrá desistir de las pretensiones mientras no se haya

pronunciado sentencia que ponga fin al proceso. Cuando el desistimiento se presente

ante el superior, por haberse interpuesto por el demandante apelación de la sentencia

o Casación, se entenderá que comprende el del recurso”

Ahora bien, cabe preguntarse, ¿Qué puede desistirse?

En consonancia al ya citado CGP, es susceptible de desistimiento:

- Desistimiento de pruebas (Art. 175): Cuando no han sido practicadas.

- Desistimiento de las pretensiones (Art-314): Antes de pronunciarse sentencia.

- Desistimiento de ciertos actos procesales (Art. 316): De los recursos, incidentes,

excepciones.

Es importante señalar que, según la forma en que se presente, el desistimiento puede ser

expreso o tácito. El primero será cuando la parte así lo manifieste mediante escrito o en
audiencia oral, y el segundo mediante conducta concluyente, abandonando el proceso a su

suerte.

Muchos suelen confundir esta figura con la transacción, pero aunque ambas persiguen la
terminación del proceso, sus diferencias son muchas. En la sentencia del magistrado Dr
Carlos Ignacio Jaramillo Jaramillo, en referencia al Expediente Nº 7778, de la Corte Suprema
de Justicia, Sala de casación Civil y agraria, se explica a mayor detalle sus disparidades.

Podemos decir de la transacción, a grandes rasgos, que:

 Se trata de un contrato o convención, con el que las partes ponen fin al litigio.
 Producirá efectos de terminación definitiva de un litigio existente (Impide el
surgimiento de una nueva controversia judicial)
 Hay concesiones recíprocas.

En tanto, como se aclara en el documento, el desistimiento:

 Es un acto procesal, en cuanto que la parte que hace uso de él está renunciando a un
pronunciamiento judicial de fondo.
 No existe disposición de derecho sustancial alguno, tan solo se renuncia a un futuro
pronunciamiento judicial.
 El demandante abandona o desiste del proceso, pero no abandona ni desiste del
ejercicio de los derechos que puedan corresponderle.

En la providencia señalada, la discusión principal gira en torno al estado civil, y si es este

renunciable o no. Tras un análisis profundo, se explica que ninguna persona permanece sin un
determinado estado civil, como en el caso de la demandante, señora Liliam Amparo Soto, cuyo
estado civil es el de hija de la señora Carmen Rosa Soto Peñaranda. Respecto a su padre, señor
Carlos Daniel Picón, se encuentra que su estado civil está en estado latente, es decir, acontecidos
los hechos generados para adquirir dicho estado, pero sin haberse declarado.

Bajo esta premisa, se establece que la renuncia realizada por la demandante no es un abandono a
su estado de hija del señor Picón, sino que se desiste a la pretensión de que así sea declarado en
la sentencia.