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Universidad El Bosque

Artes plásticas: Semiótica

Pre-entrega

Presentado por: María José Pulido

Presentado a: Mariana Vásquez


Maurits Cornelis Escher (Leeuwarden, Países Bajos, 17 de junio de 1898-
Hilversum, Países Bajos, 27 de marzo de 1972), más conocido como M. C.
Escher, fue un artista neerlandés conocido por sus grabadosxilográficos,
sus grabados al mezzotinto y sus dibujos, que consisten en figuras
imposibles, teselados y mundos imaginarios.
Escher No fue un estudiante brillante, El odiaba el colegio excepto por las clases
de dibujo. En 1919 y bajo presión paterna, empieza los estudios de arquitectura en
la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, estudios que
abandonó poco después para pasar como discípulo de un profesor de artes
gráficas, Jesserum de Mezquita. La Arquitectura nunca significo nada para él y
entonces su padre acepto a regañadientes.
Adquirió unos buenos conocimientos básicos de dibujo, y destacó sobremanera en
la técnica de grabado en madera, la cual llegó a dominar con gran maestría.

En su habitación de Haarlem dibuja días en todos los estilos imaginables, los


trabajos que le mandan sus profesores se mezclan con sus propias ideas lo que a
menudo le lleva a la desesperación “tengo la cabeza llena de tonterías, anota
mientras combate de nuevo con un dibujo” (diario de Escher)

En Roma 1935, vuelve uno de los viejos temas de Haarlem, Escher y su ambiente
reflejados en una bola de cristal. Se trata de un autorretrato en un espejo esférico.
Vemos la mano del propio pintor que sujeta una esfera de cristal (que en realidad
es el culo de una botella) sobre la que se refleja la habitación que le rodea con
todo lujo de detalles, en realidad no muestra a Escher dibujando, porque su mano
izquierda está apartada. Tal vez Escher está sugiriendo sutilmente que la realidad
no es tal y como parece percibirse, y que el mundo que nos rodea está a veces
entre lo imaginado y lo real; cuando vemos esa mano en el plano real y en el plano
reflejado; es el elemento de unión entre la realidad y lo reflejado.
Autorretrato en espejo esférico- Hand with Reflecting Sphere

M. C. Escher
1935
Lithograph
31.8 cm × 21.3 cm (12.5 in × 8.4)

En 1959 escribe sobre esta litografía y sobre sí mismo:

“Las propiedades de los espejos esféricos hacen que el punto medio entre los ojos
quede siempre situado en el centro del círculo. Se puede desplazar la esfera, se
moverá la imagen reflejada, pero los ojos y la imagen del observador no pueden
escapar nunca. Mi cabeza, o de forma más exacta, el punto entre mis ojos
permanece en el centro absoluto. Todas las direcciones pasan por este centro. El
ego es el núcleo inalterable de este mundo. No se puede salir de ese punto
central".

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