You are on page 1of 8

INSTITUCIONES

JURÍDICAS ARGENTINAS
CONTEMPORANEAS

Carrera: Abogacía
Alumno: Dino Senigagliesi
Comisión: Turno tarde
¿Cuáles fueron las principales figuras políticas e intelectuales de la Constitución de
1853? ¿Por qué? Justifique esa elección. Detalle las fuentes de donde toma
la información.

Contexto histórico, situación política y social


Juan Manuel De Rosas asume como Gobernador de Bs. As (segundo gobierno) con la suma
del poder público: poder ejecutivo, legislativo y judicial de la provincia de Bs. As por todo
el tiempo que el gobernador lo considere necesario. Solo tenía dos limitaciones: la defensa
de la causa de la federación y la protección y defensa de la religión católica apostólica
romana. Y en relación al resto de las provincias, se le otorga el manejo de las relaciones
exteriores y la comandancia de las tropas de la confederación.
Hacia 1850 el poder de Rosas parecía inquebrantable, todas las rebeliones internas habían
sido aniquiladas, se había logrado la paz con Gran Bretaña y Francia que habían aceptado
todos nuestros reclamos y se había puesto fin al bloqueo que causaba graves inconvenientes
económicos a la Confederación. La situación económica estaba próspera ya que al
levantarse el bloqueo, se normalizó el puerto de Bs. As, y en 1851 las exportaciones y las
importaciones llegaron a cifras récord, la represión a los opositores había disminuido.
Entre las críticas que se les pueden hacer a Rosas:
-Retardó la sanción de la constitución
-Con relación a sus enemigos fue intolerante y cruel con ellos.
-Se lo critica también por la homogeneización ideológica: dispuso el uso obligatorio del
cintillo punzó, símbolo del federalismo, existía una de la sociedad que se manifestaban a
través de determinados símbolos como el color rojo predominante en la vestimenta.
El artífice de la caída de Rosas fue Urquiza. ¿Quién era Urquiza? Había nacido en 1801
cerca de Concepción del Uruguay. Sobresalió como importante propietario de la zona del
río Uruguay y llego a tener hasta un millón de cabezas de ganado, y 1.400.000 mil
hectáreas, y amasó una de las fortunas más importantes del país. En 1841 accedió a la
gobernación de Entre Ríos. Su labor de gobierno no sólo se limitó a defender del
federalismo y a luchar contra los opositores al régimen, Rápidamente consolidó una sólida
base de poder y prestigio que lo llevaría a encabezar el levantamiento contra Rosas e
impulsar la organización nacional, principal objetivo del entrerriano.
El pronunciamiento de Urquiza sobre Rosas, yo lo interpreto de la corriente más liberal, es
decir, lo tomo como un acto desinteresado de patriotismo por parte de Urquiza para derribar
a Rosas y así librar al país de la dictadura vitalicia para poder sancionar la constitución.
Algunas causas de esto pronunciamiento fueron:
Económicas: la habilitación de los puertos interiores y la libre navegación de los ríos
interiores, a lo cual Rosas se oponía. Sostenía que contribuía a la disgregación nacional
porque los lazos entre las provincias no eran firmes
Políticas: Urquiza quería la organización nacional, sinónimo de Constitución, a lo que
Rosas se oponía.
El 1 de Mayo de 1851 en la plaza central de Concepción del Uruguay fue públicamente
leído el “Pronunciamiento” de Urquiza. El Pronunciamiento puede ser conceptualizado
como aquél documento por el cual el gobernador de Entre Ríos, en uso de las atribuciones
ordinarias y extraordinarias delegadas por la legislatura provincial, acepta la renuncia de
Juan Manuel de Rosas al encargo del manejo de las relaciones exteriores y asuntos de paz y
guerra de la Confederación Argentina, por lo que la provincia de Entre Ríos reasume su
“territorial soberanía” pudiendo a partir de ese momento entenderse directamente con todos
los gobiernos del mundo. En los considerandos del Pronunciamiento se hace referencia al
estado declinante de la salud psicofísica del gobernador de Bs As, lo que no le permitiría
seguir por más tiempo al frente de los negocios públicos de la Confederación. La provincia
de Entre Ríos, por decisión de su gobernador aceptaba la renuncia presentada por Rosas al
manejo de las relaciones exteriores de la Confederación y en consecuencia, la provincia
reasumía “el ejercicio de las facultades inherentes a su territorial soberanía” (reasumía la
plena ejercitación de su soberanía exterior).
El 25 de mayo de 1851 Urquiza dirigió una Proclama a todas las provincias de la
Confederación en la que se expresaba la firme voluntad de organizar constitucionalmente al
país, voluntad que se reitera en la Proclama de misma fecha dirigida al pueblo y a las tropas
de Entre Ríos.
Repercusiones del Pronunciamiento. Una sola provincia dio respuesta positiva a la Circular
del 5 de abril de Urquiza, el gobernador de la provincia de Corrientes (Benjamín Virasoro)
procedía a aceptar la renuncia de Juan Manuel de Rosas a la “magistratura nacional” de
“Encargado delas Relaciones Exteriores y Asuntos de Paz y Guerra de la Confederación
Argentina”.El resto de las provincias optaron por un claro y terminante apoyo a Rosas. La
legislatura de Catamarca, a instancias del gobernador sancionó una ley por la que se
investía a Rosas con el título de “Jefe Supremo de la Confederación” con la suma del poder
público, dejando a su exclusivo arbitrio la convocatoria del congreso general constituyente
“en la oportunidad, tiempo y circunstancias que él mismo estime convenientes...”.
La política de Rosas apuntando a la recreación territorial del virreinato del Río de la Plata
que implicaba reintegrar al Paraguay y a comarcas en poder del Brasil a la Confederación,
así como la clausura de los ríos Paraná y Uruguay al comercio y navegación internacionales
con la consecuente sujeción al puerto y aduana de Bs de las provincias del litoral fluvial,
fueron los elementos que encaminaron al entendimiento entre Urquiza y el gobierno de Río
de Janeiro, para desembarazar la escena política rioplatense de la figura de Rosas, su
régimen y lo que ambos significaban y dieron origen a los Tratados de mayo y noviembre
de 1851. Tratado de mayo de 1851, suscripto entre el gobierno Colorado de Montevideo, la
provincia de Entre Ríos y el Imperio de Brasil tenía por objeto “mantener la independencia
y pacificar el territorio del Uruguay”. En noviembre de 1851 se suscribe un segundo
Tratado (cuyas cláusulas debían mantenerse secretas) entre las provincias de Entre Ríos y
Corrientes, el Imperio del Brasil y ahora el único gobierno del Uruguay (Colorado). Se
estipulaba que la guerra no estaba dirigida contra la Confederación Argentina, ya que el
único y exclusivo objeto era “liberar al Pueblo Argentino de la opresión que sufre bajo la
dirección tiránica del Gobernador Juan Manuel de Rosas”.
La batalla de Monte Caseros (el enfrentamiento armado más importante hasta entonces en
América del Sur) concretó la caída de Rosas y su anquilosado régimen. El dictador de Bs
As (y de la Confederación) partió al exilio en un buque británico rumbo a Inglaterra, la
misma tarde del 3 de febrero de 1852 luego de enviar su renuncia apresuradamente escrita a
lápiz a una legislatura que jamás llegaría a reunirse para darle tratamiento. Se abría una
nueva etapa en la vida política nacional y desde ya puede afirmarse que comienza la
historia de la Argentina moderna.
El pensamiento del vencedor de Caseros era un plan tendiente a estructurar la organización
jurídica del país. La primera medida inexcusable, ante la renuncia y exilio de Rosas y la
disolución de hecho de la Sala de Representantes de Bs As no podía ser otra que poner fin a
aquél estado de acefalía; Urquiza procedió a designar un gobernador provisorio, Vicente
López y Planes.
Las relaciones entre los grupos porteños (antiguos emigrados y ex-partidarios de Rosas) y
el general Urquiza comenzaron a deteriorarse temprana y progresivamente. Urquiza debió
afrontar también una segunda cuestión que estaba relacionada con las relaciones a mantener
con los gobernadores provinciales (aquéllos se habían manifestado en bloque a favor de
Rosas al ser invitados por Urquiza a aceptar la renuncia de aquél al manejo de las
relaciones exteriores). Urquiza comisionó ante los gobernadores provinciales a un joven
abogado que hasta Caseros se había desempeñado como secretario personal de Rosas, el
Dr.Bernardo Irigoyen. El mensaje de Urquiza era transparente: mantenimiento de la paz y
olvido de todo lo pasado y pasar a ejecutar los pasos necesarios para la organización
nacional. La nueva situación política fue aceptada rápida y unánimemente y sin ningún tipo
de cuestionamiento por parte de los ejecutivos provinciales.
Protocolo de Palermo. En abril de 1852 Urquiza procedió a reunir en San Benito de
Palermo al todavía gobernador provisorio de Bs As (Vicente López y Planes), al
gobernador de Corrientes (Benjamín Virasoro) y al representante de Santa Fe (Manuel
Leyva). La caída de Rosas (Encargado de las Relaciones Exteriores y Asuntos de Pas y
Guerra de la Confederación Argentina) tradujo que el país en su conjunto careciese de una
representación formal ante las demás naciones del mundo. En la reunión se procedió a
corporizar las 3 determinaciones de la conferencia:
1) Se autorizaba a Justo José Urquiza (gobernador del interior) a dirigir las relaciones
exteriores de la República hasta la reunión del congreso constituyente; 2) Se
convocaba a la reunión de los diputados de la Comisión Representativa
contemplada en el art. 15 del Pacto Federal, para que ejerciese las atribuciones de
convocar al Congreso General Federativo , 3) Se pondría en conocimiento de los
demás gobiernos confederados las anteriores determinaciones para que procediesen
a dar su aprobación. Ese mismo día Urquiza, procedía a designar al Dr. Luis José
Peña en el carácter de ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación
Argentina. Ya no sería el gobernador de Bs As el encargado de manejar y dirigir las
relaciones exteriores del país, sino un gobernador-caudillo del interior. Desde ese
preciso momento los políticos de Bs As se dieron a la tarea (sin distingos de
políticas o ideologías) de recuperar su anterior preeminencia.
El acuerdo de San Nicolás de los Arroyos El 29 de mayo de 1852 comenzaron en
la histórica “Casa del Acuerdo” de San Nicolás las deliberaciones; estaban
representadas 11 provincias (Urquiza representaba la propia y a Catamarca). Los
gobernadores de Córdoba, Salta y Jujuy si bien no asistieron, adhirieron
prontamente al Acuerdo en julio de 1852.
El 31 de mayo de 1852 los gobernadores provinciales suscribieron el Acuerdo,
caracterizado hoy como una preconstitución, ya que organiza tanto el poder
provisorio hasta la reunión del Congreso a dictarse, como fundamenta los
lineamientos generales de la Constitución a dictarse, sus temas principales,
bases y motivaciones y determina con precisión de qué manera y cómo deberá
organizarse el Congreso.
Postura de Buenos Aires ante el Acuerdo. El 15 de junio el gobernador Vicente
López y Planes, de regreso de San Nicolás de los Arroyos, envió a la legislatura las
bases del Acuerdo, que tenían un
carácter provisorio pero que apuntaban a estructurar las vías acordes para organizar
el país.
El 21 de junio de 1852 se iniciaron en aquélla Sala de Representantes los
debates en torno a lo acordado por los gobernadores en San Nicolás de los Arroyos
(“jornadas de junio”, el Acuerdo ya estaba rechazado de antemano).
Luego de unas reyertas, la sesión se levantó par no reanudarse más, la legislatura
de Bs As rechazaba el Acuerdo de San Nicolás.
Los hechos ocurridos en la Sala de Representantes de Bs As tuvieron repercusiones
inmediatas: los ministros del poder ejecutivo provincial renunciaron a sus cargos y
el propio Vicente López y Planes, solidario con sus secretarios de Estado
y ante la evidente imposibilidad de ejercer el gobierno consecuencia de la feroz
oposición desatada elevó su renuncia a la legislatura, la que fue aceptada sin
mayores trámites.
El poder legislativo de la provincia procedió a designar en carácter de gobernador
interino a sus propio presidente, el general Manuel G. Pinto. Pero el “partido
provincialista” no midió adecuadamente ni la relación de fuerzas existentes ni la
reacción de Urquiza, quien acampado con su ejército en Palermo tomó cartas en
el asunto de forma inmediata y drástica.
A fin de salvar la patria de la “demagogia”, como antes la había salvado de la
“tiranía”, invocando el art. 14 del Acuerdo de San Nicolás el Director Provisorio de
la Confederación decretó la intervención a la provincia de Bs As, disolvió la
legislatura, clausuró periódicos opositores y mandó a prisión o deportó a
Montevideo a algunos de sus ya notables enemigos políticos como Alsina, Mitre y
Vélez Sarsfield. Ante la imposibilidad manifiesta de reponer a López y Planes,
asumió personal y provisoriamente la gobernación porteña.

Golpe de Estado El 8 de septiembre de 1852 Urquiza se embarcó rumbo a la ciudad


de Santa Fe a los fines de dejar instalado el Congreso Constituyente.
La partida del Director Provisorio de la Confederación Argentina fue el santo y seña
esperado por los conspiradores: 3 días después, el 11 de septiembre, el porteñismo
consumaba el golpe de Estado y se hacía del poder en la ciudad de Bs As
prácticamente sin resistencia alguna. En pocas horas fue reinstalada la Sala
de Representantes disuelta por Urquiza, la que procedió a designar en calidad de
gobernador provisorio al general Manuel G. Pinto quien ubica a Valentín Alsina
en el ministerio de Gobierno.
Urquiza al tomar conocimiento de estos hechos resuelve volver sobre sus pasos
pero al llegar a San Nicolás y aprehender la totalidad de la situación y la magnitud
el movimiento, comprende que está materialmente imposibilitado de dominar a
lprovincialismo porteño y preocupado en lo inmediato por fortalecer el bloque que
componían el resto de las provincias para lo que debía asegurar las labores del
congreso constituyente de Santa Fe, optó por retirarse a Entre Ríos.

En Bs As se tomaron una serie de medidas que modificaron en los años porvenir sus
relaciones con el resto del país: se procedió a negar la calidad de autoridad
nacional al Congreso Constituyente y en consecuencia, ningún acto emanado del
mismo sería reconocido; se ordenaba el retiro de los diputados elegidos en el mes
de agosto para que representasen a la provincia en el Congreso y se revocaban sus
poderes y, se revocaba la delegación hecha en la persona de Urquiza del manejo de
las relaciones exteriores (la secesión de Bs As de la Confederación Argentina).
Los “septembrinos” se avocaron a la inmediata tarea de “nacionalizar” su
movimiento. Se comisionó al veterano general Paz en misión al interior al fin de
explicar en el resto de las provincias los alcances de la política porteña. La
misión fue un entero fracaso.
En diciembre de 1852 dio comienzo el movimiento liderado por el coronel Hilario
Lagos quien sublevó a la campaña bonaerense en nombre de la organización
nacional contra el gobierno y políticas de Alsina.
La ciudad de Bs As quedó sitiada por las tropas de Lagos. La renuncia de Alsina.
Interviene Urquiza directamente en el conflicto en apoyo de Lagos, la escuadra de la
Confederación Argentina completaba el sitio de la ciudad bloqueando el puerto de
Bs As.
De esta forma, el movimiento del coronel Lagos terminó el 13 de julio de 1853, día
en que Urquiza abandonó la ciudad de Bs As escoltado por representantes
diplomáticos extranjeros, enmarcando el nuevo proceso político una extraña
singularidad: la existencia de 2 países dentro de un mismo país.
El Congreso Constituyente reunido en Santa Fe el 1o de mayo de 1853 había
sancionado la Constitución de la Confederación Argentina, la que presentada al
Director Provisorio de la Confederación por una comisión designada por el propio
congreso fue promulgada el 25 de mayo de 1853, siendo jurada por 13 de las
provincias argentinas el 9 de julio de aquél año.
El Congreso Constituyente De todos los países de América Latina, la República
Argentina llegaba tardíamente al dictado de su Ley Fundamental, comparativamente
hablando, con respecto de las naciones del área.
Este retraso se advierte en las “Bases” de Juan Bautista Alberdi, donde el autor
analiza las constituciones ya sancionadas y de alguna manera experimentadas de
Chile, Perú, Méjico, Uruguay, California, etc. Mediante decreto de fecha 8 de
noviembre de 1852 firmado en Paraná, Justo José Urquiza ordenó que el Congreso
se instalase el día 20 de noviembre de ese año.
Pero los graves sucesos desencadenados en Bs As a partir del 11 de septiembre de
1852 impidieron que el Director Provisorio de la Confederación Argentina instalase
personalmente el Congreso, por lo que mediante nuevo decreto de fecha 18 de
noviembre dispuso que el gobernador de Santa Fe por delegación procediese a
dicha instalación. El 20 de noviembre de 1852 se apersonó ante los diputados
constituyentes el gobernador de la provincia de Santa Fe, Domingo Crespo, y
solicitó permiso para que el ministro de Relaciones Exteriores de la Confederación
Argentina, Luis de la Peña, diese lectura al Mensaje Inaugural
preparado por Urquiza.
Comisión de Negocios Constitucionales trabajó durante el verano de 1853. El
general Urquiza dejó en plena libertad de acción a los diputados, sin concurrir ni
una sola vez a sus deliberaciones. Con estricta justicia, el Congreso daría a Urquiza
el calificativo de “coautor” de la Constitución, por todos los esfuerzos que
permitieron ese logro. El 18 de abril de 1853, la Comisión presentó el proyecto de
constitución al Congreso.
El proyecto de constitución, contenía un capítulo especial de libertades, derechos
y garantías de orden individual, y establecía la existencia de los 3 poderes del
gobierno federal (legislativo, ejecutivo y judicial). Se acompañaban, un proyecto de
ley sobre la capitalización de la ciudad de Bs As y otro proyecto de residencia de
lasautoridades nacionales. Se hace una especial consideración al tema del tesoro
nacional.
El pensamiento de Juan Bautista Alberdi y de la mayoría de los integrantes de la
Generación del 1837 relativo a la inmigración es ampliamente receptado.
Gorostiaga y Gutiérrez fueron los encargados de defender el proyecto
sosteniendo la discusión en los plenarios que celebrase el Congreso.
CONCLUSION
Teniendo en cuenta la pregunta y todo lo expuesto anteriormente creo que las
principales figuras políticas e intelectuales de la constitución de 1853, fueron,
principalmente en cuanto a lo político, por su lucha, por derrocar el gobierno de
Rosas que entorpecía la creación de la constitución y la unión del país, fue Justo
José de Urquiza. Incluso, con estricta justicia, el Congreso daría a Urquiza el
calificativo de “coautor” de la Constitución, por todos los esfuerzos que permitieron
la creación de la misma.

Ideologicamente hablando, Juan Bautista Alberdi a lo mejor de la intelectualidad y


lo más representativo de la política argentina de la época. Son las bases de Alberdi,
quien toma de punto departida para la organización argentina el ingreso de
inmigrantes al país, en especial los anglosajones, quienes conocían el trabajo y la
libertad. Alberdi, miembro de la generación del 37, decía que había que mezclar a
estos extranjero con los nativos y darles los mismos derechos; además proponía la
libre navegación de los ríos interiores por parte de los buques extranjeros, propiedad
privada de carácter absoluto, libertad de trabajo y libertad de industria;
características propias de un Estado liberal.
Ideológicamente liberal-conservador, propone un gobierno mixto, federativo-
unitario, y su esquema es, en términos generales, el adoptado por la actual
Constitución.

Cabe mencionar, también, a Gorostiaga y Gutiérrez quienes fueron los encargados


de defender el proyecto sosteniendo la discusión en los plenarios que celebrase el
Congreso.
Juan María Gutierrez fue quien refutó los conceptos de Zuviría, quien pedia que se
postergue la constitución hasta que se aclare la situación de Buenos Aires.

You might also like