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Etiología
Detección
Las alteraciones de la vista pueden detectarse antes del ingreso escolar, lo cual facilita la tarea
de prevención, focalizando especial atención en las actividades de lectoescritura en los niños
que padecen dicha alteración, o bien detectarse en el aula a través del comportamiento del
niño y sus tareas.
Por lo general, el niño con alteraciones visuales tiene dificultades en la lectura y la escritura. Es
un niño que debe acercarse demasiado al pizarrón para poder ver y copiar su tarea, desde su
asiento mueve la cabeza exageradamente para ver; acerca la cabeza al libro o al cuaderno o al
libro de lectura y, en los casos más severos, puede aparecer torpeza motora, producto de la
mala coordinación ocular.
Los niños de primer grado que inician el aprendizaje de la lectoescritura y que comienza a
tener problemas de aprendizaje, ingresan con estrabismo o defectos de convergencia, y hasta
con pequeños movimientos oscilatorios de los globos oculares.
Todos estos son casos de alumnos que ingresan en la escuela primaria con esas deficiencias de
la motricidad ocular y de ninguna manera pueden pretextarse que se trata de consecuencias
de un aprendizaje defectuoso.
Diagnóstico
El diagnóstico dentro del aula es precario; el docente puede realizarlo en los niños de quienes
sospecha alguna alteración visual para luego enviarlo al oftalmólogo.
Tratamiento
En los trastornos de la vista no se aplica tratamiento dentro del aula; sólo se rehabilitarán las
funciones alteradas (lectura- escritura). Y se pueden colaborar atacando las sugerencias del
especialista, o controlando el uso correcto de anteojos o de cualquier otro elemento de
corrección visual.
Para alguno de estos niños, como aquéllos con “ojos perezosos”, el descubrimiento y
tratamiento precoz, antes de la edad escolar, es de gran importancia.