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Dialogo Entre Masones

A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados
Año 5 - N° 60

Diciembre 2018
Herbert Oré Belsuzarri

Mario López Rico


Vicente Alcoseri
Julio Villarreal III

- Explicando la numerología.……………………………….3
- La cábala, la biblia, los números y la masonería..13
- Simbolismo esotérico de los nímeros…………………..17
- Entre la consulta y la revelación iniciática…………26
- Lo que no sabemos del rito escoces antiguo y
aceptado y sus altos grados……………………………….44
- Pitágoras y la tradición mistérica……………………..85
-Los abakuá y la masonería cubana…………………. 94

La revista agradece la difusión de los artículos


publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Diciembre 2018

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EXPLICANDO LA NUMEROLOGIA
Mario Lopez

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Explicando la numerologia
Mario Lopez

¿Qué es la numerología?. Todos podemos responder a esta


pregunta en menor o mayor grado. Todos tenemos una idea de
lo que hace o trata de hacer; pero poco más.

En el mundo real, las técnicas de adivinación a través de los


números se denomina Numerología; digo mundo real, porque
muchos habrán tenido conocimiento de esta milenaria técnica a
través del mundo ficticio de las películas de hadas y magos. Los
numerologistas creen que todo lo que sucede en el mundo de-
pende de unas propiedades místicas inherentes a los números,
propiedades que ellos denominan Vibración

En base a la teoría de la vibración, se afirma que cada número


posee una vibración única y exclusiva que le otorga ciertas pro-
piedades. El estudio numerología de una persona puede deter-
minar su forma de ser, la compatibilidad con su pareja, su dia de
la suerte y un largo etc. Con el estudio de los números se puede
determinar porqué un suceso ocurre en el mundo, que evento
es importante para una persona… En resumen, la mayoría de
los numerologistas creen que nada sucede por accidente…su-
cede a causa de los números.

A lo largo de la historia se han creado y utilizado varios siste-


mas de adivinación por medio de los números. Podríamos decir
que se han generado varias escuelas numerologistas. De todas
ellas sólo cuatro han destacado y podemos decir que siguen a
ser empleadas en nuestros tiempos:

• La cabalística, cuya base está en la cábala.


• La caldea, de origen babilónico.
• La china que da a los números significados muy diferentes a
las del resto de escuelas.
• La Pitagórica, que se guía por los postulados de Pitágoras.
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La mayoría de los numerologistas creen que fue Pitágoras
quien merece el honor de ser considerado el que fundamentó y
puso los pilares más sólidos de la numerología. Pitágoras fue un
importante filósofo y creo una escuela donde enseñaba desde
mitología hasta matemática, nació en Grecia hacia el 569 antes
de Jesucristo y su importancia fue tal que incluso en plena Edad
Media y después, muchas de sus teorías se seguían consideran-
do como ciertas.

Pitágoras y sus seguidores, como he dicho, estudiaban mate-


mática, música y filosofía. Pero quizás, Pitágoras, es mucho más
conocido por su famoso teorema y otros descubrimientos inte-
resantes.

El teorema de Pitágoras establece que en todo triangulo rec-


tángulo, el cuadrado de la longitud del lado más largo (hipote-
nusa) es igual a la suma del cuadrado del largo de los otros dos
lados.

La proporción matemática en las armonías musicales.

Descubrió el primer número irracional como consecuencia de


la raíz cuadrada de dos.

Resumiendo. Pitágoras y sus seguidores (los pitagóricos) tra-


bajaron mucho con los números y las matemáticas; descubrie-
ron muchas teorías interesantes que incluso hoy en día nos son
útiles pero, además, creían en las propiedades místicas de los
números. Una de ellas era que si empezabas una serie de núme-
ros impares y los sumabas, se generaban los cuadrados.

1+3 = 4 ( cuadrado de 2)
1+3+5=9 (cuadrado de 3)
1+3+5+7=16 (cuadrado de 4)
1+3+5+7+9=25 (cuadrado de 5)

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Y así podríamos seguir. Fue todo esto, estas propiedades cu-
riosas, lo que llevó a Pitágoras y sus seguidores a creer en el
misticismo numérico y que todo en el mundo no es más que
números.

De acuerdo con una de sus interpretaciones las personas pue-


den medir y describir todo lo existente en el mundo por medio
de números y sus proporciones. La idea no deja de ser razona-
ble y su influencia en la ciencia y la matemática fue muy gran-
de. Pero al mismo tiempo, esta afirmación implica que el mundo
esta fabricado con números y todo puede ser reducido a un va-
lor numérico.

Esta última afirmación es una de las bases de la numerolo-


gia ya que se precisa reducir todo a una serie de números que
marcan lo importante de la vida para esa persona…entre otras
cosas.

Vamos a explicar un poco sobre las propiedades de los núme-


ros, pero aplicando esto a la numerología. Existen otras muchas
propiedades como la conmutativa, asociativa… Pero que ahora
no nos interesan.

En su estudio matemático, Pitágoras ordena los números en va-


rias categorías: triangulares, cuadrados y poligonales, aunque,
los más importantes eran los dos tipos primeros.Básicamente
los números triangulares son números impares y los cuadrados
son siempre pares.

Para haceros una idea del concepto podéis observar la figura


que he colocado aquí al lado

Por otro lado, al impar Pitágoras le atribuía características fe-


meninas y a los pares, masculinas. El 3 era el primer impar (para
Pitágoras el 1 no era un número ya que entendía que la idea de
número implicaba diversidad) y a la vez era el número de la ar-
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monía, porque 3 = 1 + 2 está compuesto por la unidad y la diver-
sidad. El cinco era el número del matrimonio porque sumaba el
masculino número 2 con el femenino número 3.

Muchas de las clasificaciones que hoy usamos para los núme-


ros enteros se deben a Pitágoras y sus discípulos.

Siguiendo con las teorías numéricas Pitagóricas, el 10 era un


número sagrado pues estaba formado por los cuatro primeros
números:

1+2+3+4=10

Y no olvidemos que estes cuatro primeros números represen-


taban también los cuatro elementos que conformaban el mun-
do: Tierra, Aire, Agua y Fuego.

El número 9 es curioso porque es un número triangular, pero


también puede representarse de manera cuadrada por medio
de un cuadrado de lado 3 puntos. Sin embargo, si te fijas en el
gráfico del lateral, puedes ver que en la disposición cuadrada
podemos agrupar los puntos en grupos de impares, lo cual da
como resultado que sea un impar porque obtenemos tres gru-
pos.

La suma de dos números impares da siempre un número par


(Cuadrado), como es el caso de 1+3 =4 o de 5 + 7= 12; pero la
suma de tres impares da siempre otro impar. La explicación es
simple, cualquier par al que sumes un impar se vuelve impar,
por lo tanto:

impar + impar + impar = (impar + impar) + impar = par +


impar = impar

Asi pues, aplicando todo lo dicho y a pesar de que el nueve


puede representarse gráficamente como triangular y cuadrado,
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el número es realmente un triangular, impar o femenino.

Por otro lado, el 1 y el 0 que forman el 10 dan lugar a posibles


opuestos como:

• Limitado e ilimitado

Todo y nada
Masculino y Femenino
Luz y Oscuridad
Dios y Diablo….

Tras la muerte de Pitágoras, el interés en la mística matemática


se diluyó hasta que el Neo-Pitagorismo. Ya en 1800, Mrs L. Dow
Balliet publica varios libros sobre la vibración de los números,
música y colores. Otros autores publicaron libros antes de Ba-
lliet, pero fue ella la que incorporó los principios Pitagóricos y
añadió conceptos usados en la numerología actual.

Según las teorías de Balliett y de los numerologistas actuales,


cada número posee una vibración propia. La gente, la comida,
objectos y colores también vibran. Para tener una vida produc-
tiva y armoniosa, por lo tanto, las personas deben rodearse de
vibraciones que armonicen con su propia vibración.

Algunos numerologista asocian esta vibración con la Musica


de las Esferas, es decir, el sonido que según Pitágoras produ-
cían los planetas y el Sol al orbitar sobre la Tierra.

En resumen, el mundo es número y el número lo es todo.

Los numerologistas actuales aplican los números a las perso-


nas para descubrir, adivinar, prever o lo que ustedes prefieran.
Los números básicos del 1 al 9 poseen unas características es-
peciales que podemos resumir en este pequeño esquema:

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1. El Padre interno. La voluntad y el poder divino. La unidad.
2. La madre divina. El amor divino. Favorable para la ciencia
oculta
3. Producción material y espiritual. El Espíritu Santo.
4. El íntimo. El real ser. Mando. Progreso, éxito, misericordia.
5. La ley divina. El karma. Marte, guerra.
6. El alma humana. Victoria. Buena suerte. La indecisión.
7. El triunfo con guerras y luchas, dolor y amarguras.
8. La justicia. Pruebas, sufrimientos y dolor. El número de Job. La
paciencia.
9. Soledad y sufrimientos. La novena esfera. El sexo. Alquimia ó
Transmutación sexual.

Algunos sistemas emplean los números maestros, se trata de


números cuyo número se repite y que poseen los atributos de
los dos números, el que lo forma y la suma de estos. Por ejem-
plo:

11 posee las características del 1 y de 1+1=2


22 posee las características del 2 y de 2+2=4
33 posee las características del 3 y de 3+3=6
44 posee las características del 4 y de 4+4=8

Queridos amigos/as, vamos a entrar en lo importante. La nu-


merología precisa, evidentemente, trabajar con números, pero
¿de dónde salen eses números?

Sería muy largo trata de explicar todo el proceso por el cual


los numerologistas eligen este nombre, esta fecha o determina-
do suceso para obtener sus cifras o números de trabajo. Parti-
mos de la base de que no estamos escribiendo un manual para
que os hagáis expertos, sino unas indicaciones para despertar
vuestra curiosidad.

Lo más usual es el empleo de fechas claves como la de naci-


miento reduciendo el número o fecha a un solo valor. La fecha
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de nacimiento también se conoce como número de la vida o
número del destino, veamos un ejemplo:

11 de mayo de 2008 = 11-05-2008 = 11+05+2008=2024

2+0+2+4=8

Por lo tanto, el número buscado sería el 8 y aquí buscaríamos


el significado de ese valor, tal y como ya explicamos en la parte
2 de esta serie.

El problema viene cuando tratamos de convertir un nombre en


número. ¿Cómo hacerlo? Bien, existen varios métodos según se
aplique una numerologia u otra. Una de las más empleadas usa
la tabla que puedes ver aquí al lado.

En cuanto al nombre, muchos numerologistas emplean el nom-


bre de bautismo o nacimiento. Ellos creen que el recién nacido
elige su nombre y se lo comunica a sus padres. Por dicho mo-
tivo, el nombre natalicio es el más importante así que nombres
de matrimonio (en los países donde la mujer cambia el apellido
por el del marido), apodos u otros nombres son mucho menos
importantes.

Por otro lado, debemos tomar (en algunos países) el nombre


completo de la persona, incluidos sus apellidos. Veamos ahora
un ejemplo:

Nombre: Jose Luis Perez Perez, de acuerdo con la tabla supe-


rior tendríamos:

Jose= 1 + 6+1+5 Luis=3+3+9+1 Perez=7+5+9+5+8 Pe-


rez=7+5+9+5+8

Sumando todos los números obtendremos el número 97, que


reducido quedaría en 9+7=16 = 1+6=7
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Pero tú, lector, eres muy listo y te estarás preguntando. ¿Y si ten-
go una letra Ñ? Bien, en estos casos se suele seguir estas reglas:

• La Ñ toma el mismo valor que la letra N


• La CH se considera letra doble, su valor es la suma de C + H
• La LL también es letra doble, su valor es la suma de L+L

Otra duda que tendrás es por qué he puesto en algunos países


al hablar del nombre a usar, se debe a que lo normal es usar lo
típico de cada país; con esto me refiero a que en algunos luga-
res lo normal es indicar el nombre y los dos apellidos.

En otros países, aunque se tengan apellidos paternos y mater-


nos (evidentemente), solo se suele usar el nombre y el primer
apellido. Por todo esto es muy importante conocer en que país
vive la persona a analizar para decidir lo que hacer. El sentido
común indica emplear lo que es costumbre en el lugar de ori-
gen del individuo.

Estamos terminando la entrada. Si, ya sé que os parece cor-


ta, pero como ya dije, se trataba sólo de mostrar básicamente
como funciona esto no de dar un curso de numerología.

Hemos visto algo sobre la numerología, como se usa y nos


queda un último tema: La relación entre religión y numerología.
La numerología no es una religión, eso es claro, pues carece de
Dioses, ángeles y demás que son típicos de las religiones. Sería
algo similar a pretender que el tarot la lectura de la mano o las
runas son una religión.

Lo que si podemos deducir es que todas esas ciencias son un


modo que tienen los DIOSES (en su más amplio sentido de la
palabra) de comunicarse con los hombres. Según la tradición,
los Dioses se comunican con los hombres desde siempre, sin
embargo no lo hacen de manera clara sino a través de indicios:
la posición de las runas, la forma de las líneas de la mano o el
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valor numérico del nombre significan algo. Los dioses nos co-
munican algo. El problema está en saber interpretar, en saber
leer los indicios.

Recuerden que los numerologistas creen que el alma del re-


cién nacido comunica a sus padres el nombre que desee tener
y, de ahí, que ellos consideren como muy importante el valor
numérico de dicho nombre.

Pero sigamos, las religiones, sobre toda la católica, ha ido en


contra de todas estas creencias tildándolas de aberraciones,
de paganas o directamente de herejías. Discutir el motivo sería
largo y tendido y no es lo que buscamos. No obstante, esa per-
secución no tiene lógica ninguna porque la numerología está
implícita en todas las religiones; veamos sólo unos datos:

• La Biblia dice que el número de la Bestia es el 666:


“Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento, cuente el nú-
mero de la bestia, pues es número de un hombre. Y su número
es seiscientos sesenta y seis” (Apocalipsis 13: 18).
• También establece el siete como número sagrado.
• La cábala hace un amplio uso de la numerología. De acuerdo
con la sabiduría ancestral de la cábala, los números son mucho
más que meros signos matemáticos y las letras mucho más que
códigos que sirven para formar palabras y nombrar objetos y
personas. Cada número esconde tras de sí un mundo entero y
cada letra hace referencia a maravillas y perlas de sabiduría.
Sin comprender lo que los números y las letras enseñan, deam-
bulamos por un mundo mudo que no tiene nada para decirnos
y que no despierta nuestro verdadero interés.

Resumiendo, y para terminar, todas las religiones hacen uso


de la numerología en mayor o menor medida, a vosotros queda
decidir si debemos tomara como ciertas todas las ideas de los
numerologistas o sólo aquellas que las diferentes religiones to-
man de ella.
12
La Cábala, la Biblia, los Números y la
Masonería
Vicente Alcoseri

Es oportuno mencionar el hecho de que para muchas nocio-


nes accesibles a nuestra razón no tenemos ni palabras ni expre-
siones, y de ahí partimos en este análisis.

13
Sólo el lenguaje de los números hoy puede servir para un
término exacto del pensamiento y el conocimiento , pero el len-
guaje de los números sólo se aplica para designar y comparar
cantidades. Pero las cosas no sólo difieren en tamaño y su de-
finición desde el punto de vista de la cantidad no es suficiente
para un conocimiento y análisis exacto de la realidad.

No sabemos cómo a aplicar el lenguaje de los números a los


atributos de muchas de las cosas humanas , como las emocio-
nes, las necesidades espirituales, o la simple vida cotidiana. Si
supiéramos cómo hacerlo ya podríamos designar todas las cua-
lidades de las cosas por números en relación con una serie in-
mutable, esto sería un lenguaje humano exacto. La Santa Biblia
o Libro de la Ley como la llamamos los masones sabemos quié-
nes la escribieron usaron números, que se pueden intercambiar
con letras, palabras y frases, y estas palabras daban con ideas
humanas, emociones , ideas espirituales; pero este es un saber
que se olvidó , y la santa cábala judía da cuenta de todo esto que
les menciono ahora. Los masones siempre estamos abocados al
estudio bíblico , y ahora , gracias a las tecnologías al menos yo
puedo intercambiar ideas con selectos masones diariamente ,
que nos intercambiamos datos sobre el Biblia , o Torá o Libro de
la Ley. Como les he comentado en anteriores post , hoy se usan
poderosos ordenadores o computadoras para descifrar esos
datos numéricos y mensajes ocultos en la Biblia , usando prin-
cipalmente el idioma arameo, y debemos aceptar que luego de
años apenas y comenzamos a levantar el velo que se oculta en
la biblia.

La gematría en Cábala considera el valor numérico de la pa-


labra o palabras del texto, cuyo sentido se indaga, y que será
el de otra palabra extraña cuyas letras sumen el mismo valor
numérico

En la técnica temurá, el nuevo sentido de una palabra sale


transponiendo las letras de que se compone, o separándolas de
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manera que formen diferentes palabras; es decir, un procedi-
miento anagramático. Se ha hablado mucho de la numerología
relacionada con la cábala. Cada letra como elemento creador
tiene asignado un número, lo que confiere significados aún más
crípticos a textos como la Torá o, en realidad, a cualquier otro.

La temurá en Cábala consiste en la permutación de letras al


modo de un anagrama. Ya que en el arameo escrito no hay vo-
cales, de la lectura de una palabra como YHWH se sigue WHYH,
HWYH, cada una con un posible significado simbólico concreto.
La gematria como dije es la disciplina cabalística de interpreta-
ción que consiste en cálculos numéricos obtenidos a partir de
las letras del alefato arameo .

La enseñanza de los principios que presentamos aquí tiene


como una de sus tareas para llevar nuestros pensamientos cerca
de una designación de las matemáticas exactas de las cosas y
de los acontecimientos y dar a los masones la oportunidad de
entenderse a sí mismos y entre sí, y con ello llegar al consenso.
Si toma alguna de las palabras más utilizadas y tratar de ver
qué variedad de significado que tiene la palabra en función de
quién utiliza es y en qué contexto, entendemos por qué los hom-
bres no tienen poder para expresar sus pensamientos exacta-
mente y por qué todo lo que el hombre dice y piensa que es tan
inestable y contradictoria.

Ahí llegamos a la historia Bíblica de la Torre de Babel , donde


de pronto y a nadie ni se comprendía a su mismo , ni compren-
día a los demás, el secreto del entenderse se había perdido,
pero en Masonería notamos que todos los masones al menos los
adecuados nos entendemos a la perfección, hemos revertido el
maleficio de la torre de Babel , es de notarse que dentro de ma-
sonería todos los masones tenemos los mismos ideales sociales,
político, religiosos, esotéricos, culturales, académicos etc. y de
eso va la masonería a final de cuentas , de tener un lenguaje en
donde todos nos comprendamos y nos entendamos inclusive a
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nosotros mismos.

Es verdad de la variedad de significados que cada palabra


puede tener esta confusión y la contradicción está causado por
el hecho de que los hombres en el mundo profano nunca se dan
por vencidos en la cuenta de que el sentido de que ellos toman
esta o aquella palabra y simplemente a preguntar por qué otros
no lo hacen entender o no la logran entender, si es tan claro
para sí mismos.

Por ejemplo, si decimos la frase “mundo profano” en frente


de diez oyentes no masones, cada uno entiende la palabra de
su propio concepto . Si los hombres supieran cómo capturar y
registrar sus pensamientos , verían que no tenían las ideas rela-
cionadas con la frase “mundo profano”, en cambio si esta frase
“mundo profano” se dice entre masones, todo mundo entenderá
el contexto.

El Masón no es parte de este Mundo Profano, ya lo dijo el


Maestro Jesús el Cristo

Juan capítulo 15

19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no


sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece
el mundo.

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SIMBOLISMO ESOTÉRICO DE LOS NÚMEROS

Sabemos que todo conocimiento espiritual en la historia de la hu-


manidad ha tenido dos vías para darse a conocer; una de ellas es
la exotérica, que es aquella que se conoce, que se entrega abier-
tamente a la comunidad, y otra, la esotérica, que es reservada a al-
gunos pocos y que se trasmite de maestro a discípulo. De esta úl-
tima, se conservan hoy algunos elementos que, de alguna manera,
están en nuestro inconsciente colectivo y que pueden ayudarnos
en nuestro trabajo personal. A continuación entregamos algunos
significados esotéricos que las tradiciones ocultistas dieron a los
números.

CERO
(El Punto Muerto)

El concepto del cero fue descubierto por los mayas más de mil
años antes que los europeos. Representado por una concha cerra-
da, recordando la posición del feto en el útero, el cero representa
la desintegración del grano de maíz que precede a la aparición
de la semilla y simboliza la regeneración cíclica, pues representa
el paso de una vida a otra... el punto muerto... de donde parten los
números ascendentes, como el comienzo del desarrollo de toda

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nueva vida.

Contorno gráfico de la esfera, el cero se aproxima al simbolismo


de la copa, del vaso o del cofre de los cuentos donde se encierra a
una princesa o a un héroe, imagen del vaso filosófico de la inicia-
ción hermética. Se convierte entonces en un símbolo matriarcal,
emblema de la mujer fecundada.

UNO
(La Base)

El mejor símbolo de la Unidad es el punto matemático impercep-


tible, arbitrariamente situado en la intersección de dos líneas o
en el centro del círculo, el que engendra la línea que se desplaza
en el espacio y crea la superficie, dando la idea de la tercera di-
mensión. El punto es el Uno en vías de engendrar todas las cosas.

Los antiguos compararon la Totalidad con el centro de una rue-


da: la realidad en sí sería como un motor inmóvil; las realidades
sensibles, como los rayos y la circunferencia de la rueda. Estas
realidades están en constante interdependencia, pues según los
filósofos, el Uno domina el tiempo y el espacio, mientras que los
seres múltiples se sumergen en el flujo del devenir.

Numerosas civilizaciones (mesoamericanas, caldea, asiría, egip-


cia) eligieron representar la unidad por una rueda halada.

DOS
(La Dualidad)

Símbolo de la polaridad, de la oposición, de la división de la uni-


dad en masculino-femenino (Yin/Yang), el dos es también el sím-
bolo de la sexualidad.

Representa también el doble poder divino de creación y de des-


trucción (Shiva).
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Sin embargo, el dos es, sobre todo, la ambivalencia, la dualidad,
simbolizada por el andrógino, mezcla de caracteres masculinos y
femeninos con el órgano macho de la procreación, o por un ani-
mal, como la babosa, que lleva los dos órganos.

TRES
(Receptáculo de la Totalidad)

Primer número impar (el uno era considerado par e impar a la


vez, macho y hembra), activo, símbolo del cielo, del espíritu, el
tres es un número perfecto, la imagen sensible de la divinidad,
igualmente representado por tres círculos enlazados, tres velas,
tres cruces, tres soles, tres colores: blanco (Padre), azul (Hijo) y
rojo (Espíritu Santo), y por el trébol.

Esta Trinidad Padre-Hijo-Espíritu Santo, Mithra el dios triple, etc.,


simboliza la triple energía divina que prodiga a la tierra por tres
veces sus beneficios. Se le aparece a Ezequiel bajo la forma mix-
ta del águila, del toro y del león, emblemas del espíritu etéreo y
de los poderes destructores y creadores que se unen en el Dios
verdadero.

El mismo principio está representado en todas las tríadas divi-


nas: la Trimurti hindú (Brahma, el creador -Vishnu, el conservador
-Shiva, el destructor), las Tríadas egipcias de Menfis (Ptah - Sekh-
met - Nefertum). de Osiris (Osiris - Isis- Horus), de Tebas (Amon
- Mut -Khonsu), persa (Ormuz, el Sabio genio - Vahu Mano, el buen
pensamiento - Asha Vahista, la perfecta justicia).

CUATRO
(La Totalidad)

Cuatro es el número de la organización. Simple proyección de la


unidad, el cuatro era el número del ritmo perfecto. Es el número
de Júpiter, ley viviente, maestro de la protección y de la justicia,
organizador de todo lo que ha sido creado.
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Es el número del orden (las cuatro direcciones del espacio fueron
el primer medio de orientación conocido por los hombres, tanto
en la tierra como en el mar), que fue introducido en la simbología
por los cultos solares. En el origen, representaba los solsticios y
los equinoccios, las estaciones, los elementos, los puntos cardina-
les, las fases de la Luna, los vientos del cielo y los ríos del paraíso.

Muchos estados tenían antiguamente cuatro provincias y las ciu-


dades, divididas en barrios, se abrían mediante cuatro puertas
correspondientes a las direcciones del espacio (en China, en Mé-
xico, en Sudán...).

Estos significados se extendieron a títulos reales: Señor de los


cuatro soles. Maestro de los cuatro mares, Señor de las cuatro par-
tes del mundo, eran términos que designaban a los reyes y a los
jefes, frecuentes en el sánscrito, la antigua Babilonia, los chinos,
los peruanos.

CINCO
(El Equilibrio, La Perfección Humana)

El cinco era considerado por los etruscos y los romanos como un


número nupcial (las 5 antorchas que acompañaban el ritual de
matrimonio) porque es el primer número resultante de la suma
del primer número femenino número masculino.

Es el número visto como el mediador entre Dios y el universo. Así,


la figura humana se inscribe en el pentagrama, pues la cabeza
domina los cuatro miembros como el espíritu comanda los cuatro
elementos.

SEIS
(La Belleza)

Seis es el número de la perfección, de la belleza: la sexta Sephira


de la cabala, Tiphereth, significa belleza y ornamento (represen-
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tada por el planeta Venus); los seis colores (tres primarios: azul,
amarillo, rojo; y los tres derivados: verde, naranja y violeta). El
sexto arcano mayor del tarot. Los Enamorados, está asociado a
Venus-Ishtar, estrella de la mañana guerrera, y enamorada, como
astro del ocaso.

SIETE
(La Armonía)

Desde la Antigüedad, el número siete apareció como una mani-


festación del Orden y de la Organización cósmicos.

Número solar, figura en los monumentos ancestrales con la coro-


na de los siete rayos en relación numérica con los siete cielos de
Zoroastro, los siete bueyes que tiran el carro del sol en las leyen-
das nórdicas y sobre todo con los siete planetas divinizados por
los babilonios que formaron los días de la semana a partir de sus
nombres.

OCHO
(El Equilibrio Final)

Número par, femenino y pasivo, primer número cúbico (2 x 2 x 2


= 8), el ocho representa a la Tierra, no en su superficie sino en su
volumen.

Los pitagóricos, que lo llamaron la Gran Tetraktis, lo convirtieron


en símbolo del amor y de la amistad, de la prudencia y de la re-
flexión.

En Babilonia, en Egipto y en Arabia, era el número de la redupli-


cación consagrada al sol: 2 x 2 x 2: de donde proviene la imagen
del disco solar adornado por una cruz de ocho brazos.

NUEVE
(La Jerarquía)
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Número impar, macho y activo, el nueve es el primer cuadrado
entre los impares. Los antiguos lo consideraron como la Tierra +
los 7 planetas + la esfera de las estrellas, es decir, 9 esferas con-
céntricas.

Es el número de la jerarquía: Hesíodo contaba 9 Musas (divinida-


des de la inspiración poética y de las artes). Reencontramos esta
jerarquía espiritual en los 9 coros de ángeles (correspondientes a
las 9 esferas celestes de los gnósticos).
Número de la armonía, el nueve representa la perfección de las
ideas.

DIEZ
(El Matrimonio)

Número compuesto, el diez reúne los significados del 2 (partición,


razón) y del 5 (Eros, fuerza de la naturaleza). Es, entonces, el Eros
racionalizado, legalizado, el matrimonio. En la misma línea, repre-
senta a la primera pareja: 1 = el hombre, 0 el huevo fecundado
por el 1.

Es también el número de la totalidad (hay diez dígitos), del uni-


verso, de los Sephiroth de la Cabala. Hay diez dedos, diez nombres
divinos, diez predicados escolásticos (sustancia, cualidad, canti-
dad, posición, lugar, tiempo, relación, hábitos, acción, pasión).

ONCE
(Lo Desconocido de un Nuevo Ciclo)

El once es, para los árabes, el número del conocimiento de Dios,


lo que sucede en 11 etapas:

La voluntad correspondiente al desarrollo de sí mismo,

La abstinencia y la música que llevan a la purificación,

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El tiempo, etapa de extravío entre la conciencia de sí y Dios,

La imagen de Dios reflejada en todas las criaturas,

El fin de la inquietud,

La tranquilidad perfecta y el éxtasis permanente,

El arrebato fuera de sí,

La posibilidad de elevarse hasta Dios,

La pérdida de la voluntad,

La ida y vuelta con Dios,


La contemplación permanente que da el poder de hacer milagros.

DOCE
(El Orden)

Síntesis del sistema duodecimal y del sistema circular, el doce


rige el espacio y el tiempo y simboliza el orden y el bien.

Según los persas, todo el bien proviene del movimiento regular


de los 12 signos del zodíaco, creación de Ahura-Mazda, mientras
que el movimiento irregular de los 7 planetas provocaría el mal.

TRECE
(El Comienzo de un Nuevo Ciclo)

En la Antigüedad, incluso antes del cristianismo, siendo el doce un


número completo y perfecto, el trece indicaba el comienzo de un
nuevo ciclo, de una nueva vida y, de ahí, se convirtió en el emble-
ma de la muerte. Muerte a la cual se agrega la idea de renovación
(fin de un ciclo y comienzo de otro).
23
Es, probablemente, en recuerdo de la Última Cena (13 personas
a la mesa: 12 apóstoles y Cristo, la traición de Judas, causa de la
muerte de uno de los participantes) que el número trece ha con-
servado su aspecto nefasto. La misma idea preside el simbolismo
del arcano XIII del tarot, La Muerte (fatalidad ineludible, fracaso
inevitable, cese de algo para recomenzar de un modo diametral-
mente opuesto), que es la decimotercera Vía de la Sabiduría de
los cabalistas (principio sustentador y devorador de las formas
provisorias, transmutaciones, cambios) correspondiente al sueño,
a la crisálida y a la noche.

DIECISÉIS
(La Realización)

El dieciséis, cuadrado de cuatro, indica la realización del poder


material.

Es también la suma de los cuatro primeros números impares: 1 +


3 + 5 + 7 = 16, lo que, por adición teosófica da 1+6 = 7, número
sagrado.

Ciertas rosas de algunas catedrales (como, por ejemplo, la de Es-


trasburgo) tienen dieciséis rayos.

Tomado de:
http://masoneriapcbo.blogspot.com/2012/11/simbolismo-eso-
terico-de-los-numeros.html

24
LIBROS DE
HERBERT ORE
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25
ENTRE LA CONSULT
INICIA
26 Mario Agudo
TA Y LA REVELACION
ATICA
o Villanueva 27
entre la consulta y la revelación
iniciática
Mario Agudo Villanueva

“Por supuesto que volverá a la superficie; no le preguntéis qué


es lo que busca allá abajo; él mismo os lo dirá cuando vuelva a ser
hombre ese Trofonio, ese sujeto de aspecto subterráneo” (NIET-
ZSCHE, F. (1886): Aurora, prólogo, 1).

Friedrich Nietzsche se presenta a sí mismo como Trofonio en


el prólogo de su Aurora. Se trata de una figura enigmática que el
pensador alemán utiliza como recurso metafórico desde el que
se parapeta con el fin de socavar la confianza del ser humano en
la moral, para lo cual hace hincapié en su carácter subterráneo.
Una referencia filosófica que nos permite calibrar el impacto
que este personaje legendario, al cual Antonio Salieri consa-
gró una ópera[1], adquirió en buena parte de Occidente tras la
Antigüedad, donde su lúgubre antro sirvió de fuente de inspira-
ción artística desde que Aristófanes se refiriese a él como lugar
terrorífico: “Pon primero en mis manos una torta de miel, que me
da miedo entrar, como si descendiera a la cueva de Trofonio” (Las
Nubes, 500).

Dos siglos antes de la referencia nietzscheana, nos encontra-


mos a este personaje en un contexto diferente, pero más vincu-
lado con su función oracular primigenia. Se trata del Tractatus
Posthumus. De Divinatione & magicis praestigiis[2], escrito por
Jean-Jacques Boissarden en 1616. Allí aparece junto a medio
centenar de personajes míticos e históricos relacionados con
la magia y la adivinación, entre los que también se describe a
Apolo Pitio, Hermes Trimegisto, Proteo, Nicóstrata, Tiresias, An-
fiarao, Casandra, Laocoonte, las sibilas o el mismo Pitágoras. En
el grabado que introduce al personaje, elaborado por Johann
Theodor de Bry, se le representa sosteniendo un panal de abe-
jas en su mano izquierda, mientras con la derecha agarra un
extremo de su capa, única prenda que viste, junto con las san-
28
dalias. Completan la imagen un escenario repleto de vegeta-
ción y un ave que porta una rama que parece entregar al propio
Trofonio. Aunque estamos ante una imagen tardía, los atributos
representados coinciden en gran medida con los asignados por
las fuentes antiguas, por lo que un análisis detallado de cada
uno de ellos puede iluminar, aunque solo sea difusamente, el
oscuro antro de este reconocido oráculo.

Grabado de Trofonio en el Tractatus Posthumus. De Divinatione & magicis


praestigiis. Johann Theodor de Bry. 1616.

29
Trofonio y sus atributos: entre lo ctónico y lo fi-
losófico

Las abejas y la miel son una constante en los testimonios anti-


guos sobre el enclave. Un enjambre de las primeras condujo a
un tal Saón hasta la grieta donde se encontraba el oráculo, ante
la imposibilidad de los beocios de localizar su paradero, tal y
como nos relata Pausanias (IX, 40-2). Las abejas están vinculadas
también con los poderes ctónicos, no en vano se relacionan con
divinidades como Deméter[3], de la que nos dice nuestro geó-
grafo que fue nodriza de Trofonio (IX, 39-5). Por otro lado, todos
los que pretendieran consultar el oráculo debían llevar, según
el mismo autor, dos panes de cebada amasados con miel (IX, 39-
9). Filóstrato testimonia que las tortas de este suculento manjar
servían para aplacar a los reptiles que acometían a los que des-
cendían (Vida de Apolonio, VIII-19), creencia antigua extendida
por el Ática y Beocia según la cual, una Gran Serpiente habitaba
el subsuelo y debía ser mantenida con ofrendas ubicadas en las
puertas de las grutas. Pero tratándose de un oráculo, nos gusta-
ría proponer otra lectura más coherente con su función. Hesíodo
nos dice que a los reyes que son vástagos de Zeus, las musas les
derraman una gota de miel para que fluyan suaves palabras de
su boca, de manera que resuelvan las disputas con sabiduría y
rapidez (Teogonía, 81-88). Podríamos estar, por tanto, ante un
oráculo especial, al que se acudía no solo para conocer sus va-
ticinios, sino también para obtener algún tipo de conocimiento,
pues las musas saben y cuentan “todo lo que ha sido, todo lo que
es y todo lo que será” (Teogonía, 38-39).

A continuación mostramos tres imágenes del oráculo.

EL LUGAR DEL ORÁCULO: Cueva de Trofonio en Lebadea. Edward Daniel


Clarke. Travels in various countries of Europe, Asia and Africa. Partthesecond:
Greece, Egypt and the Holy Land: Section th ethird. 1816. / Vista general del
acceso al oráculo. William Haygarth. 1810. Colecciones de 120 bocetos de
paisajes griegos. / Posible acceso al antro de Trofonio en la actualidad, con
el río Hercina a sus pies. Foto: http://oneiropeioio.blogspot.com.es.

30
31
Volvemos al testimonio de Filóstrato sobre la visita de Apo-
lonio de Tiana al oráculo para encontrar sentido a otro de los
elementos de la imagen que nos sirve de guía. Nos cuenta nues-
tra fuente que el legendario personaje, ante la negativa de los
sacerdotes a dejarle pasar por considerarle un brujo: “arrancó
cuatro barrotes y se introdujo con el manto del filósofo, por lo
que obró de forma grata al dios Trofonio” (Vida de Apolonio, VIII,
19). Después de que el oráculo se apareciera a los sacerdotes
para reprenderles su actitud ante el visitante, les encomendó
a que fueran a Áulide porque allí le haría emerger de una for-
ma maravillosa. Así fue, Apolonio apareció siete días después
con un libro que contenía doctrinas de Pitágoras, que Trofonio
le había entregado ante la pregunta sobre cuál era la filosofía
más perfecta y pura (Vida de Apolonio, VIII, 20). Tenemos aquí,
por tanto, otra relación de sumo interés: el manto del filósofo, un
símbolo que podría hacer referencia a una distinción especial,
como maestro de algún saber que se transmite dentro de un
determinado círculo, un papel que se vería reforzado por las
sandalias que porta nuestro personaje.

Nos queda un último elemento, el ave portadora de la rama,


que, dado el contexto que nos ocupa, podría tratarse de una
manifestación de esa mítica “rama dorada” de la que Virgilio
cuenta que la sibila de Cumas recomendó cortar a Eneas para
descender al Hades: “Pero si ansia tan grande anida en tu pecho,
si tanto deseo de surcar dos veces los lagos estigios, de dos veces
ver la negrura del Tártaro y te place emprender una fatiga insana,
escucha primero lo que has de hacer. En un árbol espeso se es-
conde la rama de oro en las hojas y el tallo flexible, según se dice
consagrada a Juno infernal; todo el bosque la oculta y la encierran
las sombras en valles oscuros. Mas no se permite penetrar en los
secretos de la tierra sino a quien ha cortado primero los retoños
del árbol de dorados cabellos. La hermosa Proserpina determinó
que se le llevara de presente” (Eneida, VI, 133-142).

32
El origen de Trofonio: ¿dios, mito o historia?

La descripción y el análisis de los atributos de Trofonio nos ha


permitido aproximarnos de una manera superficial a su figura,
pero para conocer con más profundidad la verdadera natura-
leza de este oráculo, es necesario que consultemos lo que las
fuentes nos dicen sobre su origen. Pausanias nos cuenta que era
semejante a los dioses (IX, 11-2), constructor de palacios para el
hombre, como la casa de Anfitrión, o de santuarios para la divi-
nidad, como el templo de Apolo en Delfos (IX, 37, 5-6). Esta ver-
sión es ratificada por el Himno homérico a Apolo, que da cuenta
de que Trofonio y Agamedes, caros a los dioses inmortales, pu-
sieron un umbral de piedra sobre los cimientos levantados por
Febo Apolo en el gran santuario panhelénico (295). Pero no es la
única obra arquitectónica que se le atribuye, diferentes testimo-
nios lo vinculan con el tesoro de Augías, en Élide; el de Hirieo,
en Hiria o el de Poseidón, en Mantinea[4].

Sobre su muerte hay diferentes versiones. Algunas fuentes,


como Pausanias, apuntan a que trató de urdir una treta para que-
darse con el tesoro de Hirieo junto a su hermano. Cuando este
fue descubierto, Trofonio le cortó la cabeza para que no le de-
latase y, en su huida, fue tragado por la tierra en el bosque sa-
grado de Lebadea (IX, 37, 6-7). Otras, como Plutarco, aseguran
que al pedirle a Apolo una recompensa por haber construido su
templo, el dios les premió con el mejor fin al que puede aspirar
un hombre, morir sin sufrimiento (Moralia, 109a).

Sea como fuere, disponemos de un dato muy revelador en


relación con la institución del oráculo en Lebadea. Nos cuenta
Pausanias que los habitantes de Beocia, ante la ausencia de llu-
vias, acudieron a la Pitia, quien les remitió a Trofonio para que
hiciera llover (IX, 40-1). Esta figura del artesano que puede con-
trolar los fenómenos meteorológicos no es nueva. Nos recuerda
a otros personajes de la mitología griega como los Telquinos,
Kabiros, Curetes o Dáctilos, quienes constituían cofradías secre-
33
tas en relación con misterios e iniciaciones de hermandades de
trabajadores de los metales que tenían contacto con disciplinas
tan variadas como la magia o la danza[5]. Según Diodoro, los
Telquinos, por ejemplo, podían producir tormentas, granizo y
nieve (V, 55-3).

Conviene detenerse en este punto, puesto que resulta de gran


interés para acercarnos a una posible interpretación del sen-
tido del oráculo de Trofonio. El hombre de las sociedades ar-
caicas podía insertarse en lo sagrado mediante su propio tra-
bajo, que adquiría un valor litúrgico[6]. Vernant ha llamado la
atención sobre cómo, en Homero, el término tecné se aplica al
saber hacer de los demiurgoi, como metalúrgicos o carpinteros,
pero también a las capacidades mágicas de Hefaistos o los sor-
tilegios de Proteo. No hay una separación entre logro técnico y
éxito mágico. Los secretos del oficio se incluyen en la misma es-
fera que el arte del adivino o las argucias del hechicero, ya que
todos están en el marco de la praxis. Los artesanos intervienen
de manera decisiva en la ordenación del mundo. En tiempos
míticos son seres que viven al margen, recorriendo montes y
bosques[7].

Este perfil encaja a la perfección con la trayectoria de Trofo-


nio, un constructor errante que tiene la capacidad de controlar
la naturaleza y que, una vez muerto, preside un oráculo desde
el que transmite su saber. Pero esta capacidad de controlar los
fenómenos atmosféricos no es exclusividad de los artesanos, es
pertinente recuperar un pasaje muy revelador, el fragmento III
de la colección Diels, que dice así: “De cuantos remedios hay
para los males y resguardo para la vejez te informarás, porque
para ti solo realizaré yo todo esto. Apaciguarás la furia de los infa-
tigables vientos que sobre la tierra se agitan y destruyen con sus
soplos los campos cultivados.Y aun, si quieres, dirigirás sus soplos
en sentido favorable; y colocarás después de la lluvia sombría una
sequía oportuna para los hombres, y después de la sequía estival
dispondrás las corrientes que nutren a los árboles y que irrigan el
34
éter, y retornarás del Hades el vigor de un hombre muerto”.

Significativas palabras que sitúan a Empédocles, en opinión


de Peter Kingsley, como un mago depositario de un saber no so-
lamente orientado a conocer los poderes de la naturaleza, sino
también a controlarlos. Se trata, en efecto, de un conocimiento
de la cosmología y de la naturaleza de aplicaciones prácticas[8].
Un saber inserto en una tradición ancestral, heredera de tiem-
pos míticos, que algunos grupos, como los pitagóricos, trataron
de mantener como partes y portavoces de ese conocimiento. Es
hora de abordar el ritual que seguían los consultantes del orá-
culo para tratar de comprender su sentido más profundo.

El ritual: entre los sueños y la revelación

Según ha identificado David Hernández de la Fuente, el esque-


ma de la consulta al oráculo de Trofonio se corresponde con los
ritos de paso de diversas culturas. Tiene tres fases: segregación
del grupo y del mundo, que se obtiene mediante el aislamien-
to y la purificación; fase de liminalidad o descenso al infierno,
katábasis, al estilo de los héroes que descienden al Hades para
conocer el futuro y recuerdo de la experiencia como sueño re-
velador[9]. El modo en el que se desarrolla cada una de estas
fases de acuerdo con el testimonio de las fuentes arroja más luz
sobre esta cuestión.

Pausanias relata que el consultante era aislado en el edifi-


cio del Buen Demon y la Buena Tique, donde se realizaban las
purificaciones. Durante su estancia, tomaba baños de agua fría
en el río Hercina, que separaba la antigua Lebadea del bosque
sagrado donde se encontraba el antro de Trofonio, y realizaba
sacrificios tanto en honor al oráculo como a otras divinidades.
La noche del descenso se sacrificaba un carnero en presencia
de un adivino, quien al examen de las entrañas de la víctima
determinaría si era un momento propicio para el descenso. Si
así era, el individuo era lavado de nuevo en el río por unos mu-
35
chachos llamados Hermas, ungido en aceite y conducido por
los sacerdotes hasta las fuentes de Leteo (olvido) y Mnemósine
(memoria). Acto seguido se le presenta ante la estatua de Trofo-
nio, atribuida al mítico Dédalo, y es conducido a la cueva vesti-
do con una túnica de lino, atado con cintas y calzado con zapatos
del país (IX, 39, 5-14).

La descripción del oráculo que realiza Filóstrato es muy seme-


jante a la de Pausanias, aunque sitúa la entrada a la cueva más
allá del bosque (Vida de Apolonio, VIII, 19). Sea como fuere, lo
que nos interesa es el rito en sí, muy parecido en ambos casos.
Otro de los descensos cuyo testimonio conservamos es narra-
do por Plutarco, en Sobre el genio de Sócrates, donde describe
cómo Timarco acude al oráculo para conocer el poder del dai-
mon del filósofo ateniense (590a). Cuenta el relato que Timarco
bajó a la cueva tras realizar los ritos pertinentes y oró. Estaba
aturdido, se había herido la cabeza de un golpe producido en el
descenso y por las suturas abiertas se le salía el alma, “que se
mezcló gozosa con el aire radiante y puro” (590c). Una vez que su
alma estaba fuera de su cuerpo, fue reclamada su atención por
un susurro. Al mirar al cielo vio unas islas iluminadas por un sua-
ve fuego que se movían en círculo, mientras el éter susurraba
una música. Entre las islas corría un mar (590d) y ríos de fuego
penetraban por dos bocas. Hacia abajo, una gran sima redonda
era el origen de terribles aullidos, gemidos y lamentos (590e).

Estamos ante descripciones sumamente interesantes, de cla-


ra reminiscencia pitagórica, cuya lectura detallada puede pro-
porcionarnos algunas claves para interpretar el sentido de este
oráculo. El ritual preliminar, con la reclusión en el edificio del
Buen Demon, los baños purificadores en el río Hercina y los sa-
crificios forman parte de una muerte ritual que se culmina con
la ingesta de las aguas de la fuente de Leteo. Cabe recordar
que en el mundo griego, la muerte es el dominio del olvido[10],
por lo que el consultante, al borrar su memoria del pasado, está
en disposición de iniciarse en una nueva existencia[11]. Acto
36
seguido, al beber de la fuente de Mnemósine, la memoria, el
sujeto estará en disposición de recordar lo que el oráculo le ha
transmitido.

Grupo de pitagóricos celebrando la salida del sol. Himno al sol naciente.


Fyodor Bronnikov (1827-1902).

No es este un procedimiento de consulta habitual, pues los


oráculos no solían exigir que el consultante se olvidase de toda
su existencia anterior. Pero no es el único rasgo excepcional,
hay otro muy revelador. Mientras en Delfos o en Dodona, la pi-
tia o los sacerdotes del roble sagrado hacían de intérpretes del
mensaje divino, aquí es el propio consultante el que recibe la
revelación, pero no lo hace en un estado de consciencia, sino en
sueños o aturdido. La mayoría de testimonios que conservamos
nos dicen que el visitante del antro vivía una experiencia ate-
rradora, hasta el punto de que tardaban un tiempo en recuperar
la risa[12]. El relato de Plutarco sobre la visita de Timarco nos
proporciona otro dato fundamental: por las suturas abiertas en
la cabeza del consultante salía su alma y se mezclaba con el aire
para recibir el mensaje de Trofonio.

Este trance en el que el alma se separa del cuerpo para via-


37
jar a otro mundo, como el relatado por Plutarco, recuerda a las
experiencias chamánicas. El chamán logra comunicarse con el
mundo de los muertos sin convertirse en un instrumento, pero
para ello debe iniciar una nueva vida con una separación del
mundo y tras haber recibido una doble instrucción: de orden
extático –sueños, trances- y de orden tradicional –técnicas, fun-
ciones, genealogía-[13]. Si bien el chamanismo es un fenómeno
siberiano y central-asiático en stricto sensu, no es ajeno en ab-
soluto el mundo griego. Dodds estudió la transferencia de este
tipo de experiencias por el contacto que los escitas y los tracios
tuvieron con el universo heleno. Estos pueblos sí habían tenido
relaciones con el chamanismo, no en vano, algunos personajes
míticos griegos como Abaris, Aristeas, Epiménides u Orfeo, de
origen septentrional, ponen de manifiesto la presencia de esta-
dos de disociación mental semejantes. Más allá de referencias
míticas, señala Dodds que ciertos personajes históricos, como
Empédocles o Pitágoras, combinaban funciones de mago y na-
turalista, poeta y filósofo, predicador, curandero y consejero pú-
blico. Esta acumulación de saberes supranormales les confería
una gran relevancia social[14].

No parece casualidad, por tanto, que en el relato de Filós-


trato, Trofonio manifestase simpatía por la filosofía pitagórica,
y que las características descritas por las fuentes coincidieran,
de forma extensa, con el fragmento III de la colección Diels so-
bre los poderes de Empédocles, al que aludíamos líneas arriba.
El propio Pausanias nos dice que en el templo de Hercina, en
Lebadea, había una estatua con una serpiente enroscada en un
bastón y que podría estar consagrada al propio Trofonio, pues
se identifica con Asclepio (IX, 39-3), lo que añade más semejan-
zas a ambas figuras.

Misterios, orfismo y pitagóricos

Vernant aseguró que el oráculo de Trofonio estaba a mitad de


camino entre la consulta y la revelación[15]. La muerte ritual
38
sirve, como decíamos, para iniciar una nueva vida, pero para
un griego, morir y volver a nacer significaba hacerlo en la in-
mortalidad o divinidad[16]. En este sentido, un espacio como
este antro, que permite acceder a la vez a las profundidades del
cosmos y a las alturas del cielo, a través del que se ha llegado
mediante un descenso iniciático, es el escenario ideal para reci-
bir la enseñanza que permita convertir la muerte en una expe-
riencia apoteósica[17].

Mnemósine dispensa a sus elegidos con una sabiduría primi-


genia, no es una memoria genérica, es una omnisciencia de tipo
adivinatorio que tiene que ver con esa habilidad de las musas
para revelar lo que ha sido, lo que es y lo que será. Solo per-
sonajes dotados de tal sabiduría, como Tiresias o Anfiarao, son
capaces de mantener la lucidez en el mundo de las sombras
del Hades, solo ellos, como Trofonio, disponen de una memoria
que les sirve de puente entre el mundo de los vivos y el Más
Allá. Por eso en este oráculo la consulta no se presenta como
una adivinación, sino como revelación del destino de las almas
después de la muerte[18].

Orfeo y Eurídice. Edward John Poynter (1839-1919).

39
Este anhelo del hombre por la inmortalidad tiene como uno
de sus modelos primigenios a Orfeo, capaz de dominar a las
fuerzas del Hades con su música. Su experiencia se convirtió en
símbolo de esta búsqueda para los que profesaban el mensaje
de la salvación del alma a través de una sabiduría teológica y
de una praxis espiritual de purificación que se plasma en los
misterios órficos, donde solo podían participar iniciados[19].
Van surgiendo así textos sagrados, himnos y poemas cuyo con-
tenido nos recuerda, en gran medida, a la experiencia iniciática
de los consultantes de Trofonio.

Observamos, sin embargo, un matiz destacable. Hemos pasa-


do del plano de la cosmología, del principio de las cosas, al pla-
no de la escatología, ligado a la historia individual. Un proceso
que, en palabras de Vernant, altera el equilibrio existente entre
olvido y memoria en el mito tradicional[20]. El Hades, región
desolada, morada helada, reino de las sombras y el olvido pasa
a ser ahora la existencia corporal, que es la prisión del alma.
Dado que la materia es corruptible, solo el alma puede aspirar
a vivir eternamente, pero para alcanzar su plenitud debe purifi-
carse. La memoria proporciona una transmutación de la existen-
cia temporal, es el instrumento mediante el cual el alma trata de
salir para siempre del tiempo. A través de la anamnesis se trata
de reintegrar el tiempo humano en la periodicidad cósmica y
en el seno de la eternidad divina[21].

Esta concepción del alma, presente en el orfismo, en las doctri-


nas pitagóricas y en la filosofía de Platón[22] es la que observa-
mos en este fragmento de las reflexiones de Timarco en el antro
de Trofonio que nos relata Plutarco: “El alma está sumergida en
el cuerpo. Lo que queda libre de la corrupción la gente lo llama
entendimiento” (“Sobre el genio de Sócrates”, 592a). Implica la
existencia de un alma o yo separable, anterior al cuerpo, que le
sobrevivirá. Reconocer a través de la multiplicidad de las en-
carnaciones del alma la unidad y continuidad de una historia in-
dividual, una psique cuyas circunstancias constituyen para cada
40
hombre su propio destino individual, se presenta bajo la forma
de un daimon, un ser sobrenatural que lleva en nosotros una
existencia independiente. La reminiscencia de las encarnacio-
nes que ha conocido en otro tiempo el daimon de nuestra alma
tiende un puente entre el yo y el universo, en último término, da
sentido a nuestra existencia pasada, presente y futura[23].

No estamos ante una evolución del tipo de consulta que se


podía realizar en el oráculo de Trofonio, sino ante un mismo
acontecimiento interpretado por diferentes sensibilidades. En
este lugar, como señala acertadamente David Hernández de la
Fuente, se ponen en relación los viejos cultos mistéricos grie-
gos con las escuelas filosóficas[24]. La revelación de Lebadea
parece situarse entre la doctrina órfica y la teoría socrática del
alma, sobre una base enraizada en los albores del mundo grie-
go.

NOTAS

[1] La grotta di Trofonio, compuesta por Antonio Salieri sobre


un libreto de Giovanni BattistaCasti. Su primera representación
tuvo lugar en Viena (Austria), en el Burgtheater, el 12 de octubre
de 1785.
[2] Biblioteca Nacional de España, Madrid. ER/3964. [28], 358
[i.e. 348], [12] p., [1] h. de grab.
[3] GIMBUTAS, M. (1974:2007): “Diosas y dioses de la Vieja Eu-
ropa (7000-3500 a.C.)”, Siruela, Madrid, pp. 226-235.
[4] GRIMAL, P. (1965:2010): “Diccionario de mitología griega y
romana”, Paidós, Barcelona, p. 525; HARD, R. (2008): “El gran li-
bro de la mitología griega”, La Esfera de los Libros, Barcelona,
p. 717.
[5] ELIADE, M. (1956:1983): “Herreros y alquimistas”, Alianza
Editorial, Madrid, p. 47-48.
[6] Íbidem
[7] VERNANT, J.P. (1965:2013): “Mito y pensamiento en la Grecia
Antigua”, Ariel, Barcelona, p 280-281.
41
[8] KINGSLEY, P. (2008): “Filosofía antigua, misterios y magia”,
Atalanta, Girona, pp. 292-301.
[9] HERNÁNDEZ DE LA FUENTE, D. (2008): “Oráculos griegos”,
Alianza Editorial, Madrid, p. 233.
[10] En Aristófanes: “Caronte: ¿Quién ha puesto fin a sus males
y negocios? ¿Quién llega a la llanura del Leteo, a Peinaburros, a
los Cerberios, a los cuervos, junto al cabo Ténaro?” (Las Ranas,
186).
[11] “Se muere para volver a nacer; se desciende a las profun-
didades para ascender”, en KINGSLEY, P. (2008): “Filosofía anti-
gua, misterios y magia”, Atalanta, Girona, p. 335
[12] Por ejemplo en Pausanias (IX, 39-4).
[13] ELIADE, M. (1951:2009): “El chamanismo y las técnicas ar-
caicas del éxtasis”, Fondo de Cultura Económica, México, p. 22-
29.
[14] DODDS, E.R. (1960:1997): “Los griegos y lo irracional”,
Alianza Universidad, Madrid, pp. 138-143.
[15] VERNANT, J.P. (1965:2013): “Mito y pensamiento en la Gre-
cia Antigua”, Ariel, Barcelona, p. 97.
[16] KINGSLEY, P. (2008): “Filosofía antigua, misterios y magia”,
Atalanta, Girona, pp. 335.
[17] Íbidem.
[18] VERNANT, J.P. (1965:2013): “Mito y pensamiento en la Gre-
cia Antigua”, Ariel, Barcelona, pp. 96-99.
[19] GARCÍA GUAL, C. y HERNÁNDEZ DE LA FUENTE, D. (2015):
“El mito de Orfeo. Estudios y tradición poética”, Fondo de Cul-
tura Económica de España, Madrid, pp. 40-43.
[20] VERNANT, J.P. (1965:2013): “Mito y pensamiento en la Gre-
cia Antigua”, Ariel, Barcelona, p. 99.
[21] Íbidem. Pp. 106-112.
[22] DODDS, E.R. (1960:1997): “Los griegos y lo irracional”,
Alianza Universidad, Madrid, pp. 146-150.
[23] VERNANT, J.P. (1965:2013): “Mito y pensamiento en la Gre-
cia Antigua”, Ariel, Barcelona, p. 111-114.
[24] HERNÁNDEZ DE LA FUENTE, D. (2008): “Oráculos griegos”,
Alianza Editorial, Madrid, p. 234.
42
43
LO QUE NO SABEMOS DEL
RITO ESCOCES ANTIGUO
Y ACEPTADO Y SUS ALTOS
GRADOS

44
Marino de Armas Benitez 33°

45
Lo que no sabemos del Rito Escocés
Antiguo y Aceptado y sus Altos
Grados
Marino de Armas Benítez 33º

INTRODUCCIÓN

Queridos Hermanos/as según rango y distinción:

En ocasiones las personas por no hacer daño a los demás o a


uno mismo, le faltan a la verdad; masónicamente decimos que
buscamos la verdad, pero cuando esta se dice y afecta la parce-
la de alguno posee un precio elevado. La actitud de un hombre
libre y de buenas costumbres es ser sincero, decir la verdad,
presentar pruebas irrefutables y aceptar las consecuencias que
la verdad traiga consigo… Por ello esgrimo la pluma cual es-
pada y uso la verdad como escudo. Porque la masonería es un
Reino de Conciencia y solo nuestros actos nos definen…

Cuando tengo el privilegio de participar en la aplomación de


un profano, le digo una máxima personal: …La masonería como
institución es perfecta, pero ninguno de los que formamos parte
de ella lo somos. Si fuésemos perfectos, que piedra tendríamos
que pulir… este personal axioma resume la verdad histórica y
cronológica del origen, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y
sus altos grados; que algunos desconocen yquienes lo conocen
prefieren callar por temor al qué dirán.

El filósofo Jean-Jacques Rousseau dijo:…El hombre es bueno


por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe... Al nacer toda
persona posee una tendencia inherente a la sinceridad, pero
desde los primeros años de vida existen mecanismos de con-
trol, censura y limitación, que hacen que aprendamos a gestio-
nar la intimidad y los deseos; en virtud de contextos y paráme-
tros culturales.

46
Existe una gran diferencia entre manifestar lo contrario de lo
que se sabe, cree o se piensa (Mentir) y abstenerse aposta de
expresar alguna idea, pasando por alto un hecho o guardar si-
lencio sobre algo (Omitir). Sin embargo si al omitir información
masónica, estás dando a entender que el origen de un rito fue
regular, justo y perfecto estás mintiendo; si con tu omisión no
reconoces, que existieron errores en el pasado los cuales fue-
ron mejorados a lo largo del tiempo, estas mintiendo histórica-
mente. Si la francmasonería es la escuela del ciudadano; si la
libertad de expresión y cátedra es un derecho de todo ciudada-
no; si la historia se compone por los acontecimientos y hechos
vividos por una persona o grupo social; entonces queridos her-
manos/as omitir es mentir.

Cuando estudiamos historia se encuentran luces y sombras,


aciertos y desaciertos. El ser humano se desarrolla a lo largo de
su vida, dentro de un contexto que termina moldeando nuestra
personalidad y como percibimos el resto del mundo. Cuando
tomamos conciencia de los hechos ocurridos en el pasado y las
circunstancias que los motivaron; encontramos respuesta sobre
cuanto debemos mejorar nuestro presente, para no convertir-
nos en el sombrío pasado de las futuras generaciones de maso-
nes.

Cuando buscamos información referente a los grados filosófi-


cos del 4º al 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, surge el
término Grados Inefables (que no se puede explicar con pala-
bras, según la RAE). ¿Será por la enseñanza que se brinda en los
citados grados?; ¿Por la palabra transmitida en grados capitula-
res y filosóficos? o ¿Por lo complicado que fueron sus orígenes?
A esta última interrogante me referiré no con terceras intencio-
nes pues soy escocista honrándome de ello; pero es hora de
decir y explicar los hechos sin temor.

Descorriendo el velo de la cronología masónica que no permi-


te ver con claridad, cuánto daño creó la hipocresía, la ambición
47
y la ignorancia en la fundación de un rito; debido a la arrogancia
de algunos masones. Sirva esta para aprender cuanto debemos
de pulir nuestra personal piedra bruta evitando repetir errores
del pasado; cuanto y como en nuestro presente, debemos actuar
y construir en beneficio de nuestra augusta institución, para se-
guir siendo la escuela formadora de Hombres Libres con bue-
nas costumbres.

DESARROLLO

CASO 1: En la actualidad cuando le preguntas a un apren-


diz, compañero o maestro ¿Qué rito prácticas?

Seguramente afirmara Escocés unos, Emulación otros, York al-


gunos, etc. Ese es el fruto de no haber enseñado que los tres
primeros grados denominados: Masonería Simbólica, Masone-
ría de San Juan o Masonería Primitiva son comunes para todos
los ritos; la división ritualistica surge en posteriores grados.
Para que sea comprendido, un maestro masón escocista solicita
baja en su logia y se afilia a otra que practica rito de emulación;
sigue siendo maestro masón, pues tiene y sabe lo mismo que
los maestros de la nueva logia, solo cambia la praxis ritualistica.

Basándonos en la cronología masónica:

• El Rito Escocés en todas sus formas y tipos posibles, es espe-


culativo no operativo surge posterior a 1717, y al surgimiento de
la actual Gran Logia Unida de Inglaterra. Deba señalarse que
en Inglaterra solo existían los grados de aprendiz y compañero,
llamándose maestro a quien presidia la logia; hasta 1723-1725
en que se crea el grado de maestro.
• El Rito de York en cambio es operativo no especulativo, surge
con el Rey Athelstan (895 – 939 ev:.) y las Constituciones de York
escritas en el año 926 ev:. (Era Vulgaris). Este por su populari-
dad en América debido a la colonización, se suele llamar Rito
Americano.
48
La tradición masónica y la cronología demuestran que tras
1092 años, en que fueron escritas las Constituciones de York
nada ha cambiado en laOrden de Athelstan (origen de las Cor-
tes de Justicia Masónica), la Orden de la Marca (origen de las
Marcas de Canteros), la Masonería Primitiva o de San Juan (ori-
gen de las logias de Azules o Simbólicas) todas estas órdenes
forman parte del Rito de York igual que las órdenes de caballe-
ría del Temple, Malta, etc.

Quedando cronológicamente demostradas nuestras afirma-


ciones sobre: la Leyenda de Hiram Abiff y el grado de maestro
masón …la Masonería Operativa era Noaquita hasta 1730 y la Ma-
sonería Especulativa es Hiramita a partir de 1730… negar esta
verdad seria un despropósito.

Algunos estudiosos para justificar una pureza ritualistica e ini-


cio de los Altos Grados del Rito Escoses, citan el discurso del
1737 del Barón de Ramsay y afirman que el Primer Supremo
Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del
33º surge en 1801 en Charleston. Queridos Hermanos/as estos
son los dos puntos de partida, de una cadena de irregularida-
des y despropósitos sin parangón que establecieron el surgi-
miento de los actuales Altos Grados del Rito Escoses Antiguo y
Aceptado.

Andrés Miguel Ramsay o Barón Ramsay, nace Escocia el 1686


y muere en Saint-Germain-en-Laye, Francia en 1743; fue pre-
ceptor de la casa Estuardo; defensor de Jacobo III y en 1709
se convierte al Catolicismo siendo su gran defensor. Cuando
analizamos su discurso de 1737 encontramos aspectos de inte-
rés que ponen al descubierto la personalidad del Barón Ramsay
veámoslo:

• Apoya la exclusión de la mujer de la francmasonería, cuando


dice:…Admitir personas de uno y otro sexo en las asambleas fue
la causa de todas las infamias. Es para prevenir semejantes abu-
49
sos, que las mujeres están excluidas de nuestra Orden. No somos
injustos por considerar el sexo como incapaz de mantener un se-
creto, sino que su presencia podría alterar ligeramente la pureza
de nuestras máximas y de nuestras costumbres…
• Defiende a la Iglesia Católica, justifica las cruzadas y la masa-
cre de Tierra Santa cuando dice:…Nuestros ancestros los Cruza-
dos, procedentes de todos los lugares de la cristiandad y reunidos
en Tierra Santa, quisieron de esta forma agrupar a los súbditos de
todas las naciones en una sola confraternidad… Desde la época
de las guerras santas en Palestina, muchos príncipes, señores y
ciudadanos se unieron, hicieron voto de restablecer los templos
de los cristianos en Tierra Santa…Adaptaron de común acuerdo
varios antiguos signos, palabras simbólicas tomadas del fondo de
la religión, para diferenciarse de los infieles y reconocerse con
respecto a los Sarracenos…

No queda lugar a dudas, el Barón de Ramsay en su discurso


discrimino a los judíos, musulmanes, mujeres y justifico la ma-
tanza realizada por los cruzados en Tierra Santa para implantar
el Catolicismo. Entonces ¿Como comprender que el Supremo
Consejo Escocés de Charleston en 1801, fuese fundado en su
mayoría por judíos? Cabe señalar que dos años después de
discurso del Barón de Ramsay, en Londres 1739 se funda el pri-
mer rito masónico, con denominación Rito Escocés Antiguo y
Aceptado de 33 Grados. ¿Para qué inventar otro en 1801? Veis
porque no somos perfectos y cuanto daño hace la arrogancia,
enemiga de la francmasonería.

El punto que no tuvo en consideración Ramsay, es que al año


siguiente de su discurso la Iglesia Católica que tanto defendió;
promulgaría la Primera Bula Papal contra la Masonería: In Emi-
nenti Apostolatus Specula o In Eminenti – 1738. Quedando de-
mostrado como la Iglesia Católica, manipula y usa a sus fieles
para sus intereses. Olvido Ramsay que el 13-10-1307 los Caba-
lleros Templarios fueron capturados, llevados ante la Santa In-
quisición y quemados…Siembra y Recogerás…
50
Pero ¿Cuál era el objetivo de Ramsay en su discurso del 1737,
en logia Saint Thomas Nº 1 en Francia?

Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,


pag. 971, 972; tomo 2 dice:…Ramsay instigado é imbuido por los
jesuitas echa los primeros cimientos del plan que meditaba: do-
tar á la Masonería con varios grados caballerescos, de los que
esperaba obtener los mejores resultados en favor del partido y
de la religión en que militaba…Nada mejor para conseguirlo que
ir atrayendo prudentemente a sus conspiraciones a todos los her-
manos recién iniciados, y así lo puso en práctica dándoles el título
de Maestros Elegidos. Tal fue el punto de partida que motivó la
introducción de los altos grados en la Masonería, que hasta en-
tonces solo se había compuesto de los tres grados primitivos del
simbolismo…

Ahora usted sacara sus propias conclusiones, yo me limito a


analizar y exponer los hechos.

CASO 2: Cuando le preguntas a un masón escocés grado 4º


¿Qué rito prácticas?

Dirá mecánicamente escocés. Lo que desconocen algunos, es


que dentro de la denominación Rito Escocés existe una amplia
variedad:

Anterior a las llamadas Grandes Constituciones, de Federico


II de Prusia en 1786:

• Rito Escocés Primitivo de 25º, fundado en 1758, en Paris; en el


Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente
• Rito Escocés Primitivo de 33º, fundado en 1770, en Bélgica, en
logia Buena Amistad de Namur
• Rito Escocés Primitivo de 10º, fundado en 1780, en Francia, en
logia Filadelfos de Narbona
• Rito Escocés Reformado o Rito Martinista de 7º, fundado en
51
1743, Prusia y Alemania, fundado por Márquez de San Matin
• Rito Escocés Filosófico de 18º, fundado en 1750, en Francia, en
logia Madre Escocesa de Marsella
• Rito Escocés Antiguo y Aceptado de 33º, fundado en 1739 en
Londres
• Rito Escocés Filosófico de 15º, fundado en 1776, en logia Con-
trato Social, en Paris, fundado por Boilean

Posterior a las llamadas Grandes Constituciones, de Federico II


de Prusia en 1786:

• Primer Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspec-


tores Generales del 33º, fundado el 31-05-1801, en Charleston
– Carolina del Sur- Estados Unidos de América. Este el tema
central, de nuestra disertación.

¿Cuándo surge el verdadero y primer Rito Escocés Antiguo y


Aceptado con 33º, Universal?

• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,


pag. 267, tomo 1, explica: …Con el surgimiento del Rito Escocés
en Londres en 1739 surge un cisma, pues el Rito Escocés introdujo
innovaciones a los rituales, creo logias bajo su rito, nombro di-
putados con poderes masónicos; todo ello en jurisdicciones que
dependían del Rito de York…muchos francmasones descontentos
con ese proceder abandonaron las logias escocista uniéndose
nuevamente a las del Rito de York, surgiendo la Logia del Régimen
Escocés Antiguo. Tras esas innovaciones las logias de Escocia e Ir-
landa les declararon huérfanos, surgiendo la denominación Acep-
tado…Tal es el resumen genuino y verdadero del origen del título
Rito Escocés Antiguo y Aceptado…

Las evidencias no dejan lugar a dudas, el verdadero y primer


Rito Escocés Antiguo y Aceptado con sus 33 grados tal como lo
conocemos hoy, surge en Inglaterra en 1739; el origen del título
Rito Escocés Antiguo y Aceptado surge también en Inglaterra,
52
debido a las formas poco ortodoxas de su fundación.

CASO 3: Cuando preguntas a un masón escocista grado 4º


¿Cuándo surgen Altos Grados del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado?

Unos afirman el 01-05-1786 con las Grandes Constituciones de


Federico II de Prusia; otros certifican el 31-05-1801 en Charles-
ton – Carolina del Sur, con el Primer Supremo Consejo de los
Soberanos Grandes Inspectores Generales del 33º.

Queridos hermanos ambas respuestas forman parte de una


gigantesca paradoja tejida y vendida durante largo tiempo, sin
que algunos lo sepan. En derecho, el principio clásico sostiene
que quien afirma algo debe probarlo y ello realizare.

EVIDENCIA PRIMERA: Sobre las Grandes Constituciones


de Federico II de Prusia (01-05-1786).

• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,


pag. 268, tomo 1, dice:…Está probado que el rey Federico II,des-
de el año 1774 hasta su muerte no se ocupó de nada que tuviese
relación con la francmasonería, y en la fecha 1786 asignada al
establecimiento del Rito Escocés, este Príncipe se encontraba mo-
ribundo y absolutamente incapaz de tomar sobre sí ninguna clase
de trabajo. Siendo por otra parte enemigo declarado de los al-
tos grados, los que consideraba como funestos a la Masonería, no
existiendo pruebas en Prusia del surgimiento de ningún Supremo
Consejo del grado 33.° En Prusia anteriormente al año 1786, sola-
mente existió el Rito de Perfección…
• A fecha de hoy no existe indicio documental de la asamblea
de 01-05-1786, ni de firma legitimada Federico de Prusia en las
Grandes Constituciones.
• La última vez que Federico II de Prusia estuvo en Berlín fue el
10-09-1785, y muere en Palacio de Sanssouci el 17-08-1786.

53
El Diccionario Enciclopédico de la Masonería (1891) de Frau
Abrines, Historia de la Masonería desde tiempos remotos (1889)
de Danton G.; son dos textos que demuestran las incongruen-
cias históricas que los escritores masónicos contemporáneos
no escriben y masones de altos grados no enseñan. ¿Omisión
u Ocultación? La realidad se falsea, cuando no es suficiente con
ocultar la verdad y se necesita que una persona no llegue a la
conclusión de que se le oculta algo.

EVIDENCIA SEGUNDA: Sobre Étienne Morin y el Rito Esco-


cés Primitivo o de Perfección en América.

En 1754 en la Nouvelle - Francia surge un rito denominado


Capitulo de Clermont, fundado por Bonneville; el cual estaba
compuesto por tres grados: Caballero del Águila o Maestro Ele-
gido, Caballero Ilustre o Templario y Sublime Caballero Ilustre.
Sobre estas bases en 1758, se funda el Consejo de Emperadores
de Oriente y Occidente; y el Rito Escocés Primitivo o de Perfec-
ción, con 25º.

• Etienne Morin nombrado Inspector General del Rito de Per-


fección en 1761, por el Consejo de Emperadores de Oriente y
Occidente. Para extender la masonería de 25º (Rito de Perfec-
ción) más allá del Atlántico.
• Leblanc de Marconay en Estado de la Masonería en Santo Do-
mingo, y Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abri-
nes, pag. 751, Suplemento dicen: …El Rito Escocés de Perfección
que supuestamente había salido de Francia en 1761 por conducto
de Étienne Morin, no ha existido nunca en Santo Domingo, ni nun-
ca ha sido tampoco allí conocido… Por lo anteriormente expues-
to, queda demostrado que la actividad masónica de Morin se
centro en Jamaica y Haití exclusivamente.
• El 27-03-1762 navegaba de Burdeos a Santo Domingo, siendo
capturado en el mar por los británicos y conducido a Londres.
• Morin llega a las Antillas en enero de 1763 Jamaica.
• En 1766 el Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente,
54
le revoca a Morin las cartas patentes otorgadas.

IRREGULARIDADES MASÓNICAS COMETIDAS POR


ÉTIENNE MORIN

No es nuestro objetivo formular juicios de valores pero re-


flexionen, el término revocación significa dejar sin efecto una
resolución o mandato.¿Con que autoridad legal y masónica
contaba Morin, posterior a 1766? Ninguna.

HECHOS:

• Étienne Morin ignora decreto fechado 1766 de Gran Logia de


Maestros de París. Continúa entregando nombramientos sin au-
torización (Irregular).
• En 1767 otorga a Henry Andrew Francken, poder de fundar
logias de Altos Grados.
• El 30-04-1770 Morin fundó el Gran Capitulo de Príncipes del
Real Secreto en Jamaica.

CONSECUENCIAS:

• Durante su estancia en América del Norte Francken, fundó el


20-12-1767 Logia de Perfección en Albany (Nueva York).
• En 1768 Henry Francken nombro Inspectores Adjuntos a
Samuel Stringer y Jeremías van Renssaeler; apoyándose en la
autorización a él otorgado por Morin en 1767.
• Morin muere en 1771 muere en Kingston – Jamaica.

CAUSA:

• Si Étienne Morin hubiese cumplido con su revocación de su


mandato en 1766; y los Antiguos Usos y Costumbres de la franc-
masonería. El Primer Supremo Consejo de los Soberanos Gran-
des Inspectores Generales del 33º en Charleston, NUNCA ha-
bría existido.
55
Profundizando en anterior información, vemos que jamás
Étienne Morin fundó una logia masónica ni llevo el Rito de Per-
fección a Santo Domingo. Geográficamente hablando, Republi-
ca Dominicana y Haití son dos países en una sola isla del Caribe
llamada La Española. Étienne Morin el 26-10-1764 instala la Lo-
gia Parfaite Harmonie del Rito Escocés de Perfección en Puerto
Príncipe – Haití.

Tras el Tratado de Basilea del 22-07-1795, Santo Domingo que-


da bajo el poder de Francia; en esa época en Republica Domi-
nicana no existían logias organizadas. En 1803 el general fran-
cés Louis Ferrand gobernador de Santo Domingo; organiza la
primera logia La Fraternite, en la ciudad de Santo Domingo. En
1809 el brigadier Juan Sánchez Ramírez toma posesión del terri-
torio de Santo Domingo, el cual vuelve al dominio español; los
masones son perseguidos y obligados a suspender sus trabajos
y la masonería se desorganiza. La Gran Logia de la República
Dominicana de Antiguos Libres y Aceptados Masones, fue fun-
dada el 24-10-1858.

¿Cuántos Morin encontramos a fecha de hoy, en algunas Gran-


des Logias? Como dijese el IPH. José Martí: …El arma es para
herir, la palabra para curar las heridas…

56
EVIDENCIA TERCERA: Sobre el Primer Supremo Consejo de
los Soberanos Grandes Inspectores Generales del 33º (31-05-
1801).

No se puede hablar del Supremo Consejo de Charleston sin


tener en consideración aspectos sociales, que influyeron en el
modo de pensar y actuar de los habitantes de esa ciudad. En el
1663 el Rey Carlos II de Inglaterra otorgó a ocho miembros de
la nobleza (Señores propietarios o Lords Proprietor) carta para
establecer la colonia de Carolina; fundándose en 1670 y tras-
ladada a su actual localización en 1680; en 1712 la división de
Carolina en Norte y Sur se completó; en 1800 Charleston era la
quinta ciudad más grande de Norteamérica.

La iglesia de San Miguel es la más antigua y conocida de las


iglesias episcopales (Anglicana), construida en 1752. Charles-
ton era hogar de una mezcla de grupos étnicos y religiosos;
ingleses (colonizadores), franceses, escoceses, irlandeses y
alemanes emigraron a la ciudad, todos traían sus diversas reli-
giones protestantes, católicos y judíos. Los judíos sefardíes emi-
graron a la ciudad en tal número, que hasta 1830 Charleston era
la mayor comunidad judía de Norteamérica.

Los primeros esclavos llegaron a Charleston en 1670, el mismo


año que se fundó la colonia de Carolina. El puerto de Charles-
ton recibió hasta el 40% de los esclavos, que llegaron a Estados
Unidos procedentes de África desde los siglos XVII al siglo IX.
Los esclavos y los negros en 1797 establecieron la Iglesia Me-
todista Unida de Bethel Old y Iglesia Metodista Bethel. Tengan
en consideración que desde 1803 a 1807, fueron traídos por el
puerto de Charleston 70 000 africanos esclavizados; cuando la
población era solo de 20 000 habitantes.

Veamos masónicamente hablando como surge y quienes fun-


dan el Primer Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Ins-
pectores Generales del 33º, en 1801 en Charleston.
57
¿Cuándo surge la francmasonería en Estados Unidos de
América y en Carolina del Sur?

• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,


pag. 292, tomo 1, dice: …El 5-06-1730 el Gran Maestro de Ingla-
terra Thomas Howard, III duque de Norfolk; autoriza a Daniel Coxe
ha extender la masonería en América. Este no uso título otorga-
do…El 30-04-1733 el Lord Viscount de Montague, Gran Maestro
de Inglaterra dio a Henry Prince facultades para nombrar á su Di-
putado y otros oficiales necesarios para formar una Gran Logia…
fundándose la Gran Logia de San Juan en Boston el 30-06-1733 la
primera en Estados Unidos de América…
• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,
pag. 168, tomo 1, dice:…La Gran Logia del Rito de York de Caro-
lina del Sur fue fundada en 1754…
• Hasta 1762 en los Estados Unidos de América, solamente se
conocían los tres grados de la masonería de San Juan o masone-
ría primitiva (Masonería Simbólica).

¿Quiénes fundaron el Primer Supremo Consejo del 33º en


Charleston?

• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,


pag. 267, tomo 1, dice:…hacia el año 1802, cinco judíos: Juan Mit-
chel, Frederick Dalcho, Emilio de la Motta, Abraham Alexander e
Isaac Auld después de añadir ocho grados al Rito de Perfección
importado por Morin, dieron á luz un nuevo régimen bajo el título
de Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 33º con miras puramente
mercantiles; se adjudicaron los altos cargos que ponían en sus
manos toda la administración y gobierno del mismo, y procedie-
ron seguidamente á la fundación del Supremo Consejo de Char-
leston…

¿Quién era Frederick Dalcho?

• Frederick Dalcho, es quien redacta el 4-12-1802 la Circular de


58
los Dos Hemisferios o Circular de Dalcho, citando a las Grandes
Constituciones de Federico II en 1786; como la ley de su exis-
tencia y fuente de poder del Supremo Consejo creado en Char-
leston. Incoherentemente Frederick Dalcho de origen judío, era
el reverendo de la Iglesia Anglicana de San Miguel- Charleston;
por cuanto es un judío converso al anglicanismo.

¿Qué Grandes Logias reconocieron regularmente al Primer


Supremo Consejo del 33º de Charleston?

• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,


pag. 268, tomo 1, dice:…La Gran Logia de Inglaterra legítima po-
seedora del verdadero Rito Escocés Antiguo y Aceptado desde
1739, se negó reconocer el nuevo Rito Escocés de América. La
Gran Logia de Edimburgo en 1803, al contestar á la citada circu-
lar de Dalcho, declaró: Semejante número de grados, solo podía
inspirar el más profundo desprecio hacia la Masonería Escocesa;
que no los reconoce y que siempre conservará su Rito, con toda
su primitiva sencillez…
• En Historia General de la Masonería, 1889, de Danton G.•.,
tomo II, pag. 1084 dice:…Esta mentida masonería que tantos per-
juicios a causado a la orden filantrópica que estudiamos, se fue
extendiendo poco a poco y puede decirse sin incurrir en error
59
y sin que parezca exageración; que gano en menos tiempo más
terreno que la que bebemos tener por verdadera masonería…

Esta evidencia aportada por Frau Abrines y Danton G., no deja


lugar a dudas el Primer Supremo Consejo de los Soberanos
Grandes Inspectores Generales del 33º creado en Charleston;
no estaba regularmente reconocido. Por cuanto los Supremos
Consejos fundados con su carta patente como en el caso de Eu-
ropa eran irregulares, pues carecen de regularidad de origen.
Téngase en consideración que es masón regular, quien ha sido
iniciado en una logia regular. Potencia Masónica Regular se le
llama a todo Gran Oriente, Capítulo independiente o Supremo
Consejo con autoridad reconocida universalmente.

La masonería es un ejemplo de humanismo, no permite de-


bates políticos o religiosos y menos acepta la esclavitud; sin
embargo en el Estado de Carolina del Sur, algunos ilustres
miembros del Supremo Consejo del 33º de Charleston fueron
defensores de la esclavitud africana, llegando a ser uno de los
Estados Confederados.

José Martí dijo sobre la esclavitud: …El vil no es el esclavo ni


quien lo ha sido; sino el que vio ese crimen y no jura que luchara,
hasta sacar del mundo la esclavitud y sus huellas…

60

EVIDENCIA CUARTA: Sobre los Supremos Consejos fundados


en Europa, tras Charleston.

Algunos autores vinculan a Morin con la fundación del Supre-


mo de Charleston, la logia básica indica que es impensable tal
61
hipótesis. Los derechos masónicos de Étienne Morin fueron re-
vocados en 1766, treinta y cinco años después surge el Supremo
de Charleston (1801); Morin solo difundió legalmente el Rito de
Perfección (de 25º) durante cinco años (1761-1766).

En ocasiones encontramos que algunos relacionan a Étienne


Morin con el Conde Grasse- Tilly, ese planteamiento es un ca-
tegórico desatino; Morin muere en 1771 cuando Grasse- Tilly
tenía seis años de edad. Este error es debido al no tener en con-
sideración geográficamente que Haití y Republica Dominicana
son dos países en una sola isla llamada La Española. Si agrega-
mos que Saint Domingue era el nombre dado por los franceses
a Haití, y la capital de Republica Dominicana se llama Santo Do-
mingo; queda demostrado como un error geográfico de algu-
nos escritores, es motivo de errata en textos masónicos.

¿Qué dicen los historiadores masónicos de la época, respecto


al Conde Grasse- Tilly?

• Leblanc de Marconay, Estado de la Masonería en Santo Domin-


go y Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,
pag. 751, Suplemento dicen:…está bien demostrado que el her-
mano de Grasse-Tilly después de haber salido de Saint Domin-
gue, fue recibido Gran Inspector General en 1802 por el Supremo
Consejo de Charleston y jamás volvió á pisar el suelo dominica-
no…
• El Diccionario Enciclopédico de la Masonería, Frau Abrines,
pag. 344, tomo 1, se refiere en este tono al Conde Grasse Tilly:…
Se le acusa de haber importado á Europa desde el Nuevo Mundo,
los delirios escoceses del célebre Morin; pero lo cierto es que el
Conde de Grasse Tilly no hizo más que volver á París en 1804 tal
como había salido, pues sus grados se le confirieron en Charles-
ton. He aquí la verdadera injerencia y complicidad de Grasse Tilly,
en la importación á Europa de las conspiraciones escocesas, entre
las cuales llevó también á París los Reglamentos de 1762, hechos
por los masones del Rito de los Orientes de París y Burdeos…
62
• En Historia General de la Masonería, Danton G.•., tomo II, pag.
665 dice:…Este mal llamado hermano Grasse Tilly fue quien en
1804, impuso en Paris la malhadada reforma de los 33º del Rito
Escocés…

Ampliando la información constatamos que en 1799 las logias


subsistentes de la primera Gran Logia de Francia fundada en
1728 por el Duque de Wharton; se integran en la naciente Gran
Logia de Francia y dentro de ellas se encontraba la Logia Con-
trato Social fundada en 1766; que en 1821 pasó a llamarse Gran
Logia Central.

Profundizando en la vida masónica de Alexandre François Au-


guste, Conde de Grasse y marqués de Tilly (1765-1845); fue ini-
ciado en 1783 en Logia Contrato Social (Francia), tras la muerte
de su padre en 1789, Grasse- Tilly se traslada a Haití (Saint Do-
mingue) entonces colonia francesa para tomar posesión de una
plantación heredada donde permanece hasta 1793. Llegados a
este punto debemos reflexionar, la independencia de Haití se
comienza a gestar en 1790 llevando a la a la Revolución de Haití
(1791-1804) liderada por François Dominique Toussaint Louver-
ture donde los esclavos alcanzan su libertad; Thomas Madiou,
en Histoire d´Haïti, vol 3, pag 159-179 dice:…El temor a la masa-
cre había ido creciendo entre los franceses que se habían queda-
do en la isla. Además se prohibió emigrar a los blancos antes de
la declaración de independencia, lo que debe haber aumentado
su pánico. Las masacres más sangrientas duraron hasta finales de
abril o principios de mayo de 1792… ¿Qué tipo de actividad ma-
sónica podían realizar los franceses en la Isla de la Española
entre 1790 – 1793, en medio de una guerra y masacre? Ningu-
na, por cuanto masónicamente Grasse- Tilly abandona Haití en
igual condición que en 1783 iniciado (aprendiz).

Grasse- Tilly sale de Haití en 1793 rumbo a Carolina del Sur


permaneciendo hasta 1804; donde conoce al abogado, Cónsul
de Santo Domingo, masón y futuro suegro Jean Baptiste Delaho-
63
gue. En su estancia en Estados Unidos Grasse- Tilly en 1799 se
convierte en ciudadano norteamericano y se le otorga una sub-
vención de 130 acres de tierra ¿Qué mano de obra uso en sus
tierras? Esclavos, la esclavitud era permitida en Carolina del
Sur. El 24-07-1796 Grasse- Tilly funda con ayuda de su suegro
la logia La Candeur en Charleston; y el 21-02-1802 Grasse- Tilly
es nombrado Gran Inspector General y Gran Comendador de
las Antillas francesas por el recién creado Supremo Consejo de
Charleston. ¿Cómo comprender el salto de Aprendiz (1783) a
Gran Inspector General (1802), de Grasse Tilly? Los hechos ha-
blan por sí solo, gracias a su suegro Jean Baptiste Delahogue.

Cuánta razón tienen las citas que sobre Grasse- Tilly dieron
Leblanc de Marconay, Frau Abrines y Danton G… el Conde de
Grasse Tilly no hizo más que volver á París en 1804 tal como había
salido, pues sus grados se le confirieron en Charleston…

Ante las evidencias referentes a la irregularidad de los grados


masónicos conferidos en Estados Unidos a Grasse- Tilly ¿Quién
fundo los Supremos de Francia (1804), de Italia (1805) y España
(1811) tras Charleston? Un aprendiz con titulo de Gran Inspec-
tor General, es una cruda realidad. Grasse-Tilly dedico su vida
a buscar honores y apoyo financiero; fue abandonado por su es-
posa e hija, murió en 1845 en estado de indigencia su cuerpo
fue enterrado en una Trinchera Libre (la fosa común del cemen-
terio de Montparnasse).

Queda demostrado, que la fundación del Primer Supremo


Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del
33º en Charleston 1801; ha sido la mayor irregularidad realiza-
da, aceptada y difundida en la historia de la Masonería Espe-
culativa. Estas contundentes evidencias, demuestran cuanto de-
bemos luchar contra la Hipocresía, la Ambición y la Ignorancia;
para evitar que errores del pasado se repitan.

En el caso de la Masonería Española y el Supremo Consejo


64
Grado 33º para España, tras Charleston (1801) ¿Cómo se desa-
rrollan los acontecimientos?

Tal como se ha citado anteriormente, el 4-07-1811 se funda el


Supremo Consejo Grado 33º de España al igual que varios en
Europa, con la patente concedida por el Supremo Consejo de
Charleston en 1802 al Conde Alexander François Auguste de
Grasse-Tilly. El primer Soberano Gran Comendador del Supre-
mo Consejo Grado 33º de España (1811-1813) fue Miguel José
de Azanza.

Cabe señalar que en el periodo de 1800-1900 existía diver-


sidad ritualistica en la masonería española, y no se puede afir-
mar que en el siglo XIX solamente existían logias masónicas
con sentido único; debido a las incidencias políticas, religiosas,
ideológicas y prácticas. En España debido a las persecuciones y
prohibiciones, la masonería trabajaba clandestinamente o aus-
piciada bajo obediencias extranjeras como el Grande Oriente
Lusitano, hasta 1868 en que comienza la tolerancia política. En
1887 la Ley de Asociaciones, ofrece a los españoles las herra-
mientas necesarias para la legalización de la masonería.

José Antonio Ferrer Benimeli, en Vías de penetración de la ma-


65
sonería en el Caribe, pag. 30 dice:…las diversas obediencias es-
pañolas, implantaron logias en Cuba y Puerto Rico, las dos únicas
colonias que junto a Filipinas, seguían en poder de España. Sola-
mente en Cuba, entre 1874 y 1898 se constituyeron no menos de
doscientas logias dependientes de las diversas masonerías que
coexistieron en España. El Grande Oriente de España 87 logias, el
Grande Oriente de España de Pérez 18 logias, el Grande Oriente
Nacional de España 41 logias, el Gran Oriente Nacional de Ros 5
logias, el Gran Oriente Español fundado en 1889 42 logias, la Gran
Logia Simbólica Española del Rito de Memphis y Mizraim tuvo 17
logias. La Gran Logia de Colon e Isla de Cuba tenía 77 logias…

Al comparar 200 logias españolas con las 77 cubanas consta-


tamos otra injerencia de España en Cuba, violando la soberanía
de la masonería cubana; téngase en consideración que en Con-
vento de Lausana (1875) fue otorgada la Soberanía Masónica a
Cuba y Puerto Rico. Algo similar a ocurrido desde 2010 hasta
2018 en elecciones de la Gran Logia de España, donde el voto
de los residentes ingleses se impone sobre los españoles ¿Po-
drá un español votar en la Gran Logia Unida de Inglaterra, sin
tener nacionalidad inglesa?…Donde las dan, las toman…

Por cuanto el fenómeno de la regularidad e irregularidad no


es de hoy como algunos consideran, siempre existió. Ejemplo
de ello es el tema que tratamos, pues el Supremo de Charleston
redacto y envió la Circular de Dalcho o Circular de los Dos He-
misferios; unos hicieron oídos sordos y otros como Inglaterra y
Escocia, no reconocieron masónicamente a ese Supremo dejan-
do constancia escrita.

En ocasiones vemos a fecha de hoy como siguen faltándole a


la verdad histórica, al citar:…la Gran Logia de España es depo-
sitaria del legado histórico del Grande Oriente Español, que tras
su regreso del exilio quedó fusionado con la obediencia actual…
¿Cuándo dejaran de publicar información falaz, de esta enver-
gadura? En la Gran Logia de España.
66
El candente y recurrente tema, llamado Regularidad Masóni-
ca utilizado para justificar una antigua observancia respecto a
otros países y obediencias nacionales; es una constante dentro
de la Gran Logia de España. ¿Será que algunos no desean recor-
dar que también fueron irregulares? otros en cambio pretenden
pasar de puntillas sobre este tema.

La división de la masonería española en este siglo XXI es el


mismo panorama que existió en el siglo XIX, pues en territorio
nacional hay diversas obediencias tales como: Gran Logia de
España, Derecho Humano, Gran Logia Simbólica Española, Gran
Logia Femenina de España, etc. Ahora descorramos el velo y
comprobemos a la luz de documentos masónicos ¿Por qué la
masonería que llega a América procedente de España, anterior
al 1889 era irregular? Y hasta qué punto la política invadía los
grandes orientes existentes en esa época.

• PRIMERO: Se niega participación de la masonería española


en Convento de Lausana en 1875. Revista de Estudios Históri-
cos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña (REHMLAC),
volumen I, Nº 1 (Mayo-Noviembre 2009), pag. 251 dice:…No se
admite la participación de España en el convento de Lausana, por
considerarse una masonería insuficientemente organizada…
• SEGUNDO: Diversos países de la Antillas Españolas, no reco-
nocen como regulares a masones españoles; antes de 1889. El
primer Boletín Oficial del Gran Oriente Español, Nº 12, 15-12-
1889, pag. 6 relata hecho acaecido con J. N. Montero Casal el
cual no fue aceptado en su condición de Garante de Amistad de
la Masonería Española en Santo Domingo – Republica Domini-
cana exponiéndose como motivo:…la masonería española esta
desorganizada y no se reconocen como regulares, ni tampoco su
autoridad; tampoco reconocemos ninguno de los cuerpos masó-
nicos españoles…
• TERCERO: Antes del Convento de Lausana 1875, España tenía
una masonería dividida en varios Grandes Orientes. Masonería
Escuela de Formación del Ciudadano, Pedro A. Lázaro, pag. 129:
67
…En 1875 España tenía 4 Grandes Orientes: GONE- Gran Oriente
Nacional de España (1868-1875) Gran Maestro y Soberano Gran
Comendador Ramón Mª Calatrava; GOLU- Gran Oriente Lusitano
Unido (1869-1893); GODE- Gran Oriente de España (1874-1875)
Gran Maestro y Soberano Gran Comendador Juan de la Somera;
GODEP- Gran Oriente de España Pérez (1875-1881) Gran Maes-
tro Juan Antonio Pérez y Soberano Gran Comendador Manuel A.
Ricord…

A lo anteriormente expuesto citamos un punto que los defen-


sores de la regularidad masónica española no quieren tocar,
pues les rompe todos sus esquemas. Les hablo del Derecho In-
alienable a la Independencia de los Pueblos, Logias y Grandes
Logias. Sabía usted que dentro de los diversos grandes orientes
que existieron en España en el siglo XIX, algunos estaban a fa-
vor de las barbaries que el gobierno español realizaba en Cuba
llegando a acusar a la Gran Logia de Colon e Isla de Cuba de
separatistas.

La historia de la francmasonería recoge varios genocidios en


masa de masones cubanos, realizado por el gobierno español.
El 7-08-1868 en el camino de Monte Alto hasta la villa Los Ma-
rañones – Jaguaní provincia Granma, Cuba fueron asesinados
21 masones cubanos a manos del Teniente Coronel Carlos Gon-
zález Boet del ejército español. Posteriormente el 13-02-1870
en el ingenio San Juan de Wilson- la Villa del Cobre, Cuba; sin
juicio alguno fueron fusilados 13 masones cubanos a manos del
el Comandante jefe del El Cobre Carlos González Boet; entre
los fusilados se encontraba el Pasado Gran Maestro José Andrés
Puentes Badell, de la Gran Logia de Colon.

Valoren cuan dividida y desorganizada estaba la masonería


española en aquella época, como lo demuestran historiadores
de la talla de José Antonio Ferrer Benimeli, en La Masonería
Española y la Crisis Colonial del 98, pag. 159 cuando dice:…Si
bien la implantación y organización de la masonería en España es
68
tardía respecto al resto de Europa, pues se remonta a la revolu-
ción de 1868 y subsiguiente Constitución del 69 que reconocía la
libertad de reunión y asociación, al mismo tiempo derivó en una
gran multiplicidad de obediencias masónicas enfrentadas entre
sí, en flagrante incumplimiento de la fraternidad masónica procla-
mada en estatutos y reglamentos…En el terreno político-social, la
masonería española también albergaba sus propias contradiccio-
nes internas y externas…

Débase agregarse que el 9-04-1895 el Capitán General de la


isla de Cuba (1895-1896) Arsenio Martínez Campos, ordena la
clausura de las logias existentes en territorio cubano e inicia la
época más oscura de Cuba; seguido por su sucesor el Capitán
General de la isla de Cuba (1896-1897) Valeriano Weyler y Ni-
colau quien el 25-10-1896 inicia la Reconcentración de Weyler,
donde murieron más de 400 000 cubanos reconcentrados sin
contar los que fueron fusilados por incumplir la orden.

¿Qué actitud asumió la masonería española ante estos hechos


contrarios a los Derechos Humanos? Muy claro lo deja el Boletín
Oficial del Gran Oriente Español, Nº 114, 10-11-1900 dice:…El
Gran Oriente Español, que tanto trabajó masónica y profanamen-
te en favor de la integridad de la Patria y especialmente contra
toda tendencia separatista, cada día lamenta más la pérdida de
nuestras antiguas posesiones de América y Oceanía…
69
También resulta interesante lo que al respecto dice José An-
tonio Ferrer Benimeli, en La Masonería Española y la Crisis Co-
lonial del 98, pag. 166:…Miguel Morayta en su calidad de Gran
Maestre del Gran Oriente Español, describiendo a Cuba como
provincia española y último resto de nuestra común grandeza, ra-
zón por la que España debía quererla como se quiere. Por esta
razón y frente a la Gran Logia de Colón, que quería una masonería
exclusivamente cubana y desligada de toda relación peninsular,
para Morayta era indispensable en Cuba una masonería que sea
neta y resueltamente española…Estas evidencias demuestran
falta de amor fraternal, nunca hubo una palabra en defensa de
los derechos humanos y masónicos en aquella época; por parte
de la masonería española a la cubana.

En otro orden de cosas y según Boletín Oficial del Gran Orien-


te Español (GOE) (Nº 66, 1-02-1993)...el GOE había firmado tra-
tados de amistad y reconocimiento con Italia, Bélgica, Suecia, Ale-
mania, México, Brasil, Francia, Egipto, Nueva Zelanda y Grecia; y
en 1893 con el Grande Oriente Lusitano Unido... esto demuestra
masónicamente hablando la Regularidad de Origen del Gran-
de Oriente Español fundado en Septiembre de 1889 por Miguel
Morayta Sagrario.

La actual Gran Logia de España se funda el 6-11-1982, bajo los


auspicios de la Gran Logia Nacional de Francia. Sépase que fue
el 31-03-2001 en Madrid, cuando el Gran Maestro (1994-2001)
Miguel Ángel de Fururia y Franco, cede la regularidad y los re-
conocimientos universales del Gran Oriente Español a la Gran
Logia de España en la persona del Gran Maestro (2001-2004)
Tomás Sarobe Piñero. Esto demuestra que la Gran Logia de
España, estuvo en irregularidad masónica durante diecinueve
años(1982-2001). Con estas evidencias ¿A quién pretenden en-
gañar? decir la verdad no cuesta trabajo, a fecha de hoy la Gran
Logia de España posee solamente 17 años como Gran Logia Re-
gular.

70
71
Queridos hermanos/as la Mitomanía, es una psicopatología
trágicamente aceptada y empleada en la actualidad…La verda-
dera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho
de negarse a adquirirlos…

Que explicar cuando oímos a masones de altos grados pro-


nunciar discursos faltos de evidencias históricas, afirmando:…
el Supremo Consejo del Grado 33 y último del Rito Escocés Anti-
guo y Aceptado para España, es una de las instituciones masóni-
cas más antiguas del mundo…las evidencias históricas: Boletín
Oficial del Gran Oriente Español, Lorenzo Frau Abrines (1883),
Danton G. (1889), Andrés Cassar (1861), etc. demuestran lo con-
trario.

El 4-07-1811 surge el Supremo Consejo de España, con Carta


Patente Irregular demostrado ha quedado. En 1814 fue suprimi-
do por el Rey Fernando VII; resurge en 1818, suprimido entre
1824-1829 y 1845-1869; además de perseguido por el General
Franco causa de su exilio en México 1939-1978. En Boletín Ofi-
cial del Gran Oriente de España, nº 152, 21-12-1904, pag. 209 di-
ce:…A causa de la resolución de Lausana, la masonería española
se vivió aislada y marginada de las organizaciones internaciona-
les más importantes hasta 1904; en que el Gran Oriente Español
fue admitido en la Federación de Supremos Consejos de Grado
33º… ¿Cuáles son las evidencias documentales que avalan la
expresión…es una de las instituciones masónicas más antiguas
del mundo…?

Sabían que la masonería cubana, a pesar de las atrocidades


sufridas por la colonización española; demostró con hechos su
amor fraternal a la masonería española. Siendo la Gran Logia de
Colon e Isla de Cuba la primera que apoyo al Supremo Consejo
de España, para que este alcanzara el reconocimiento masónico
de la Federación de Supremos fundada en Lausana; firmándose
el 20-12-1876 tratado de reconocimiento mutuo.

72
Queridos hermanos/as desde los primeros días de la franc-
masonería ha habido desviaciones, fraudes e imposturas sur-
giendo la necesidad de establecer normas de Reconocimiento
Mutuo entre Potencias Masónicas, Logias y Masones. Veamos si
usted no identifica que a una persona es conocida, ¿Le permi-
tiría pasar a su casa?; igual ocurre en la masonería. La manipu-
lación propagandística, es un arma que siempre ha existido; y
muchos la utilizan en la masonería española actual; para justi-
ficar una regularidad masónica antigua que nunca existió. Se
llama Principio de la Transposición u Ocultación, creado por Jo-
seph Goebbels…Si no puedes negar las malas noticias, inventa
otras que distraigan a las masas…
73
Frau Abrines y muchos otros historiadores demostraron que
el genuino y verdadero Rito Escocés Antiguo y Aceptado surge
en Inglaterra en 1739; confirmado ha quedado la irregularidad
y no reconocimiento masónico del Supremo Consejo de Char-
leston (1801); explicado a sido como surge con Carta Patente
irregular el Supremo Consejo del Grado 33 y último del Rito
Escocés Antiguo y Aceptado para España (1811) y el Boletín
Oficial del Gran Oriente de España confirmo que en 1904 fue
reconocida la masonería española como regular.

Cuando se funda se establece, constituye y fundamenta una


cosa; ¿Sobre cuales bases se fundamento el surgimiento en
1811 del Supremo Consejo de España? Irregularidad y después
de noventa y tres años después fueron reconocidos. Por cuan-
to debieran cambiar la frase y decir:… el Supremo Consejo del
Grado 33 y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para Espa-
ña, es una de las instituciones masónicas regularizadas en el siglo
XX…Será que olvidaron que vuestra entrada en la Federación
de Supremos Consejos, ocurre veintinueve años después del
Convento de Lausana (1875).

En el caso de la masonería cubana y Supremo Consejo Gra-


do 33º de Cuba, ¿Cómo se desarrollan los acontecimientos? Y
¿Cómo Cuba y Puerto Rico alcanzan la independencia masóni-
ca, antes que la política de España?

• PRIMERO: El 29-05-1874 el Supremo Consejo de Colón es in-


vitado a participar en el Convento de Lausana (1875) por el Su-
premo Consejo de Francia, en carta recibida se expresa: …Ese
país y masones han sido asilo de las libertades civiles, políti-
cas, religiosas y vuestra hospitalidad fraternal es conocida… Son
seleccionados como representantes del Supremo Consejo de
Colon los IPH. Benjamín Odio Medero (representando a Cuba)
y David Elías Pierre (representando a Puerto Rico y Saint Tho-
mas, cuerpos subordinados del Supremo Consejo de Colón).
• SEGUNDO: El Convento de Lausana nombra tres comisiones:
74
Para Verificación de Poderes: Integrada por Bélgica, Escocia
y Suiza

Para Modificaciones a las Constituciones: Formada por Ingla-


terra, Francia, Bélgica, Italia y Suiza

Para Revisión de las Constituciones: Compuesta por Inglate-


rra, Francia y Cuba.

• TERCERO: Gracias al Convento de Lausana la masonería cuba-


na y portorriqueña alcanzan su independencia masónica de Es-
paña. Según consta en Grandes Constituciones y Estatutos Ge-
nerales de la Masonería Rito Escocés Antiguo y Aceptado, con
las Reformas del Convento de Lausana 1875, Barcelona 1889,
pag. 1737 dice:…en detrimento de los derechos masónicos es-
pañoles en las Antillas, se le otorga la independencia y soberanía
masónica a Cuba y Puerto Rico; siendo inamovible ni aun por la
constitución de un Supremo Consejo regular en España…
• CUARTO: ¿Cómo evoluciona la masonería cubana tras su inde-
pendencia y soberanía otorgada en 1875?

El 5-12-1859 se funda la Gran Logia de Colón y el 24-12-1859


el Supremo Consejo del Grado 33º para Cuba y las Antillas Es-
pañolas (Colón).

El 1-08-1876 se crea la Gran Logia de la Isla de Cuba, conti-


nuadora del GOCA de Vicente Antonio de Castro.

El 28-01-1880 dieciocho logias de la Gran Logia de Isla de


Cuba y veintiocho de la Gran Logia de Colón se fusionaron, sur-
giendo la Gran Logia de Colón e Isla de Cuba. Esta Gran Logia
fue reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra y el resto
de grandes logias con las que ambas sostenían relaciones de
reconocimiento mutuo; el primer Gran Maestro (1880-1891) fue
MRH. Antonio Govín Torres.

75
El 15-06-1891 las logias cubanas dependientes de los Gran-
des Orientes españoles, se afiliaron a la Gran Logia de Colón e
Isla de Cuba; tras este paso el nuevo cuerpo masónico cubano
adoptaría el nombre de Gran Logia de la Isla de Cuba, con el
cual es conocido a fecha de hoy.

76

CASO 4: Entonces IPH. Marino ¿Cuando alcanzan regularidad y


legitimidad demostrable, los actuales Supremos Consejos del
Grado 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado?

Durante setenta y cuatro largos años (1801-1875) los enemigos


de la francmasonería (la Ignorancia, Hipocresía y Ambición)
reinaron y crearon los Altos Grados del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado. Comprobándose porque a lo largo de la historia de
la masonería universal, han existido los cismas masónicos.

Si buscásemos una frase capaz de resumir, los hechos acaeci-


dos en el periodo de tiempo entre el surgimiento del Supremo
de Charleston (1801) y la celebración del Convento de Lausa-
na (1875); estaríamos ante el principio más conocido de Joseph
Goebbels…Una mentira repetida mil veces, se convierte en ver-
dad…

Como habrán podido constatar, nuestro análisis referente a la


fundación de los Altos Grados del Rito Escocés Antiguo y Acep-
tado, se ha realizado tomando como base documentos y citas
que nos han permitido ver la historia desde otro punto de vista.
77
Por la importancia que reviste y para no dejar lugar a dudas in-
fundadas, este punto será demostrado empleando documento
original que reza en mi poder; del Tratado firmado en Lausana
el 1-12-1875, en idioma francés.

PRIMERO: Se dice que el Convento de Lausana se firma el 22-


09-1875. Queridos hermanos/as es un error, se inician las sec-
ciones el 6-09-1875 y se firma el 1-12-1875.

SEGUNDO: El Convento de Lausana trajo Orden al Caos reinan-


te, provocado por las irregularidades y falta de reconocimiento
masónico del Supremo Consejo de Charleston (1801); el cual
arrastro consigo al resto de otros Supremos Consejos. Por cuan-
to podemos afirmar que los Supremos Consejos Universales
existentes en esa época quedaron legitimados y reconocidos
el 1-12-1875.

Según consta en pag. 16 del Convento de Lausana, el Supremo


Consejo de España solicito su admisión pero fue negada su so-
78
licitud por no ser reconocidos; en VIII Sesión del Convento de
Lausana celebrada el 17-09-1875, pag. 44 el Supremo Consejo
de España queda excluido de los Supremos Consejos Regula-
res. Veintinueve años después en 1904, España es admitida en la
Federación de Supremos Consejos y regularmente reconocida.

79
TERCERO: El caso de nuestro objeto de estudio el Supremo
Consejo fundado en Carolina del Sur (Charleston 1801), alcan-
za su Regularidad Masónica y Reconocimiento Universal en VIII
Sesión del Convento de Lausana celebrada el 17-09-1875, pag.
44, correspondiéndole la Jurisdicción Sur de Estados Unidos de
América. En el caso de la Jurisdicción Norte de Estados Unidos
de América, le correspondió a Boston.

CUARTO: ¿Cuál era el concepto de Regularidad Masónica en


aquella época? Frau Abrines en Tomo II, pag. 1002 dice:…una
potencia es regular cuando es reconocida universalmente como
tal, se corresponde e intercambia sus representantes con los de
las demás potencias regulares del globo. La regularidad es in-
dispensable para el ejercicio de les derechos y prerrogativas que
otorga la Masonería…El Convento de Lausana marco un antes y
un después, para el Rito Escocés Antiguo y Aceptado; pues se
legaliza lo ilegalizado.

QUINTO: Sobre la Regularidad Masónica de Cuba y Puerto Rico:


Queda demostrado documentalmente la Regularidad Masónica
de la Masonería Cubana y el Reconocimiento Universal del Su-
premo Consejo Grado 33º de Colon, desde el 7-09-1875 en que
fue aprobado.

En sesión II, 7-09-1875, pag. 10-11…Se verifican de los pode-


res del delegado del Supremo Consejo de Colon examinados
los títulos depositados; los IPH. Hamilton (Inglaterra), Le Batteux
(Francia), Guiffrey (Francia) y Pappaert (Bélgica) declaran estar
convencidos de la legitimidad del Supremo Consejo de Colon,
declarando que es reconocido como regular…La Comisión de
Verificación de Poderes aprueba por unanimidad y el Gran Can-
ciller del Rito Jules Duchesne 33º (Suiza) proclama: El reconoci-
miento del Supremo Consejo de Colon, como Supremo Consejo
Regular…

80
SEXTO: Sobre la Soberanía Masónica de Cuba: En Apéndice,
pag 43-44 dice:…Los delegados presentes en el Convento de
Lausana han establecido y reconocido las jurisdicciones terri-
toriales de los Supremos reconocidos hasta hoy…En detrimen-
to de los derechos masónicos en las Indias Occidentales, se pro-
clama como derecho imprescriptible la soberanía del Supremo
Consejo de Colon de Cuba; este derecho garantizado por Acta de
Confederación, será inamovible ni aun por la constitución de un
Supremo Consejo regular en España…
SEPTIMO: Un logro de talla universal fue la promulgación y fir-
ma, del Código Moral Masónico documento que deben cumplir
todos los masones; sin importar rito, grado y distinción. Demos-
trado ha quedado que en Prusia solamente existió el Rito de
Perfección antes del 1786; y que desde 1739 ya existía un Rito
Escocés Antiguo y Aceptado en Inglaterra con 33 grados.

81
OCTAVO: Un punto relevante del Convento de Lausana fue apro-
bar el Tratado de Unión, Alianza y Confederación de Supremos
Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. En VII sección,
16-09-1875, Pag 32 se encontraba la Declaración de Principios,
que dice:

1. La masonería proclama, como proclamó desde sus orígenes


la existencia de un principio creativo, bajo el nombre de Gran
Arquitecto del Universo.
2. No impone límites a la búsqueda libre de la verdad, para ga-
rantizar esta libertad se exige tolerancia de todos.
3. La masonería está abierta a hombres de todas las nacionali-
dades, razas y credos.
82
4. Se prohíbe en los talleres cualquier discusión política o re-
ligiosa; se da la bienvenida a cualquier profano sin considerar
sus opiniones en política y religión; siempre que sea libre y con
buena moral.
5. La masonería tiene que luchar contra la ignorancia en todas
sus formas. Es una escuela mutua cuyo programa es el siguien-
te: obedecer las leyes de su país; vivir de acuerdo con el honor;
practicar la justicia; amar al prójimo; trabajar incansablemen-
te por la felicidad de la humanidad, mediante su emancipación
gradual y pacífica.
6. Cualquier masón del Rito Escocés Antiguo y Aceptado debe
observar fielmente las leyes fundamentales de la orden y las
decisiones del Supremo Consejo de su obediencia.

Hoy tras 143 años de esa magna reunión, constatamos que mu-
chos de los puntos citados en esta declaración de principios
no se cumplen en algunas logias masónicas; ¿Será que no han
aprendido de este documento…vivir de acuerdo con el ho-
nor…?

CONCLUSION:

• La Logia es un lugar de iluminación, donde los hermanos es-


peran encontrar libre expresión de ideas e intercambio de opi-
niones; pues están ávidos de conocimiento.
• Si venimos a la francmasonería a lucir gigantescos mandiles
cual pavo real, ostentar rangos y ejercer un poder efímero; ol-
vidándonos de promover la verdad histórica a través de la li-
bertad de expresión y cátedra, cual hombres libres. Entonces
la masonería estaría perdiendo su brillo, convirtiéndose en un
club; se convertiría en un teatro de vanidades muy lejano de
la búsqueda de la verdad que tanto promulgamos, cayéndose
en el tedio y monotonía motivo del abandono de la orden por
algunos hermanos.
• No se debe ni puede, tener miedo al decir la verdad cuando
disponemos de evidencias irrefutables. Si otros no la aceptan
83
será respetable, demostrara ¿A que vienen a la francmasonería
y que buscan en ella?
• Si la masonería educa a sus miembros, para hacer mejores
personas; ¿Por qué no enseñar esta verdad histórica, masónica
y cronológica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado? Explicando
a cada masón que esos errores del pasado, no son dignos de
verdadero un masón.

Muchas las incongruencias históricas hoy demostradas; nu-


merosos los desatinos realizados hoy desvelados; incontables e
irrefutables las evidencias aquí presentadas. Al decir la verdad
aceptamos los errores del pasado y evitamos que se repitan el
futuro, ese el modo de actuar un masón digno. La francmasone-
ría es un reino de conciencia, donde el Amor Fraternal, el Soco-
rro y la Verdad dirigen nuestros actos.

El IPH. José Julián Martí Pérez, dijo:…Al venir a la tierra todo


hombre, tiene derecho a que se le eduque y después, en pago el
deber de contribuir a la educación de los demás… El maestro
tiene que ir a aquellos que no pueden ir al maestro…Educar es
preparar al hombre para la vida…

Por ello eduquemos a nuestros hermanos/as con la verdad y


sin terceras intenciones, para que las futuras generaciones de
masones universales sean mejores que nosotros. Solo de ese
modo, habremos alcanzado la pureza ritualistica.

Es cuanto se ha de decir.

84
Pitágoras y la tradición mistérica
Emmanuel d’Hooghvorst
Fotografías Raimon Arola y Luisa Vert.

Se han atribuido muchas cosas a Pitágoras. Hay que reconocer


que a menudo se le ha interpretado, y ello en el peor sentido del
término. Algunos, a causa de sus trabajos matemáticos, lo han
considerado un sorprendente precursor de la ciencia moderna;
otros lo han convertido en un apóstol de lo que los teósofos lla-
man la transmigración de las almas, o se han sentido impresio-
nados por su amabilidad hacia los animales y su régimen. Otros
más, (lo conocen) por las leyes sobre la armonía, ya sea esta
moral, cósmica o arquitectónica…

Y yo me pregunto, señoras y señores, si muchos entre ustedes


no se habrán sentido atraídos por el pitagorismo simplemente
por su silencio. Existe un proverbio que dice que “el silencio
es oro”, y deberán admitir que las verdades más profundas de
la filosofía se ocultan a menudo de los lugares comunes y las
conversaciones corrientes. Y así llegamos al núcleo del asunto
del que deseaba hablarles, pues saben que el esoterismo, es

85
decir, “el interior” del misterio de vida se expresa siempre por
el silencio…

Pues, ¿quién no recuerda a los acusmáticos pitagóricos, la es-


cuela de silencio a la que cada discípulo debía someterse du-
rante años, cinco según Jámblico, antes de que se le autorizara a
hablar? Y en relación al orden que fundó en Crotona, Pitágoras
estableció la siguiente regla (seguramente una regla de oro):
“No se debe hablar de los asuntos pitagóricos sin luz” Este acus-
ma resulta sorprendente que si se reflexiona sobre su significa-
do. Pronto volveremos a él…

Pero ¿quién era este Pitágoras del que nos ocupamos? Un


nombre muy extraño para ser el hijo de Mnesarco, el herrero de
Samos, un nombre tan extraño que incluso nos preguntamos si
no fue un nombre prestado, tanta es la semejanza con el rol que
este personaje parece haber interpretado. Pitágoras en realidad
quiere decir “el que emite el verbo pitio”, o “el verbo de Apolo”
y, de aquí, “el profeta apolíneo”. ¡Un nombre extremadamente
curioso, en efecto, para un herrero!, que seguramente no sim-
plificará las ideas que tenemos sobre su personalidad mortal y
temporal de este mundo.

Además, el pitagorismo parece haber estado en estrecha rela-


ción con Delfos, que cumplía la función profética para la nación
griega. Se acordarán del pasaje del catecismo de los acusmáti-
cos que cuenta Jámblico (Vida de Pitágoras 18, 82): “¿Qué es el
oráculo de Delfos? Respuesta: Es la Tetraktys, que es la armonía
en la que viven las sirenas.” Es allí, pues, donde se debe situar el
pitagorismo, presentado a partir de su simbolismo más conoci-
do, la Tetraktys. En lo que podríamos denominar el culto o la re-
ligión oficial de Grecia, el gran centro del Mediterráneo orien-
tal, el oráculo de Delfos. De este modo hemos establecido uno
de los hechos más importantes: la escuela pitagórica estaba en
relación con el culto de Apolo, el profeta pítico de Delfos…

86
Con el oráculo de Delfos, y especialmente con Apolo, nos situa-
mos en el corazón de la mitología griega, misteriosa impene-
trable, y siempre traicionada por los comentadores modernos.
Toda clase de explicaciones se han dado respecto a ella: una
supuesta ficción poética, inventada para un público infantil, lle-
na de imaginación y fantasía para explicar los cambios de las
estaciones, la salida y la puesta del sol, el crecimiento y el de-
crecimiento de la luna, la germinación del trigo y de la viña. Un
pueblo infantil, quizá, posiblemente poético y ciertamente ima-
ginativo, pero en cualquier caso, ¡mucho menos estúpido que
los mitólogos modernos con sus explicaciones!…

Lo que parece cierto es que la mitología se refiere a una se-


rie de realidades extrañas al hombre moderno, completamente
apartadas de su cerebro y de las que incluso ha perdido todo
recuerdo. Esto significa que la mitología habla del mysterium
magnum, de la regeneración física de la naturaleza. Debemos
fijarnos en que los mitólogos oficiales han rehusado siempre,
de modo sistemático y obstinado, tomar en consideración las
explicaciones de los que, en Europa, hasta finales del siglo XVI-
II, se han reivindicado, si bien discretamente, como los conti-
nuadores y los herederos de los sabios de la Antigüedad. Me
refiero a los filósofos herméticos cristianos tales como Maïer,
Fabre, Pernety, etc.

Y, ¿qué dice la mitología respecto a Apolo? Vamos a recordarlo


rápidamente. Leto era la hija de Cronos, Zeus se enamoró y tuvo
relaciones con ella. Hera, su esposa celosa, envió a la serpiente
Pitón contra Leto, quien, a fin de escapar de su picadura mortal,
huyó y durante mucho tiempo erró por tierras y mares. Por fin
desembarcó en la isla de Delos, que aún no había sido fijada.
Poseidón, que hasta aquel momento había jugado con ella, la
fijó en medio de las corrientes y Leto alumbró primero a Arte-
misa que después hizo de partera para con su madre y la ayudó
a dar a luz a Apolo, su hermano gemelo. Cuando hubieron cre-
cido, Apolo mató a Pitón con sus flechas, de donde proviene el
87
nombre de “Pitio”. La etimología nos enseña que Leto, en grie-
go, evoca algo oscuro, oculto, nocturno, negro. Leto es, en cierto
modo, oscura y está oculta sobre la tierra. Es también virgen y
podría decirse que es una hija del tiempo pues Zeus, según su
raíz Dieus (origen de la palabra “Dios”), quiere decir cielo bri-
llante y día.

El matrimonio de Zeus y Leto es, en cierto sentido, el matri-


monio del cielo y la tierra. Después de la boda, Leto erra por
todas partes, por tierras y mares, hasta que llega a Delos, que
Neptuno fija para ella (este detalle no es de poca importancia).
Delos proviene del griego “deloo” (‘mostrar’); Artemisa y Apolo
nacen en Delos, es decir en la manifestación de las cosas ocul-
tas. Artemisa, nacida en primer lugar, a menudo fue denomina-
da por los griegos como “Hemerasia” que significa ‘luz-del-día’,
o, en otras palabras, la luz nueva nacida de la mañana. Ella es la
que ayuda a su madre a dar a luz a Apolo, el sol divino.

Todo ello nos permite avanzar una plausible suposición para


explicar el acusma al que nos hemos referido antes:“No se debe
hablar de los asuntos pitagóricos o píticos sin luz”. Hay que abs-
tenerse de hablar del verbo profético o de cosas parecidas, en
tanto que la oscuridad no se haya clarificado, en tanto que la luz
virgen de Artemisa no haya sido proyectada en aquellos en los
que poco antes todo era oscuro…

A partir de este momento, vamos a tratar de esta luz nueva que


en las antiguas culturas tradicionales recibió el nombre genéri-
co de sabiduría. Para ello, empiezo examinando su sentido en
el antiguo Egipto y en los libros sapienciales del pueble judío,
para finalizar descubriéndola en la mitología griega, personifi-
cada en la figura de la diosa Atenea:

Sólo existe un punto en el que todos los filósofos e historiado-


res de la Antigüedad están de acuerdo: todos sitúan el origen
de su iniciación sagrada y de su sabiduría en la sagrada tierra
88
de Egipto, llamada también la tierra de los dioses, proyección
del cielo sobre la tierra.

Les recuerdo que en todo lo que conocemos que nos ha llega-


do desde la Antigüedad parece existir siempre un doble senti-
do, una expresión clara y vulgar que oculta y vela un significado
secreto, relacionado con una serie de realidades tangibles pero
cuya naturaleza nos es desconocida en la actualidad.

Plutarco en su Isis y Osiris nos dice que la tierra de Egipto


es negra y se denomina Kemia (origen de la palabra alquimia),
y que (simbólicamente) es Osiris. Esta tierra está irrigada, cu-
bierta y fertilizada por el Nilo celeste, llamado Isis, y que de su
unión se engendra Horus, el de la mirada estable. Esta triada,
Osiris-Isis-Horus se parece mucho a la triada Zeus-Latona- Arte-
misa/Apolo. Lo que dicen los griegos de que su sabiduría viene
de la tierra de Egipto podría tener un sentido oculto, como si
89
cada uno ellos se hubieran llevado una porción de dicha tierra,
si esto fuera posible…

Existe, no obstante, otra tradición que tiene su origen en Egipto


y que dejó numerosos testimonios escritos a los que podemos
recurrir en busca de información. Es la tradición hebrea: Moisés
venía de Egipto y fue iniciado en sus templos, con la diferencia
de que los judíos dejaron Egipto como unos hijos ingratos, que
despojan a sus padres (antes de marchar). Si hacemos una bre-
ve incursión en los libros sapienciales del Antiguo Testamento
veremos si podemos encontrar algo que arroje luz sobre nues-
tro asunto. Para empezar encontramos una figura de la sabidu-
ría cuya grandeza domina toda la Biblia: se trata de Salomón…
célebre, además, por su amor a la Sulamita, cuyo sentido no es
otro que el femenino de Salomón. Podemos llamar pues a la Su-
lamita, su alma gemela, exactamente lo que Isis era para Osiris.
Y la Sulamita también era negra; “Soy negra pero bella, no miréis
tez oscura, es el sol que me ha quemado”.

Un gran número de libros sapienciales se atribuyeron ya fuera


acertada o erróneamente a Salomón, a excepción del Eclesias-
90
tés, porque en éste, mucho más que en cualquier otro, se refiere
a la sabiduría y a los medios para adquirirla. Y, al leer estos li-
bros, nos acordamos del modo en el que Salomón, en una céle-
bre plegaria, se gira hacia Dios y le implora su sabiduría.

He aquí el fragmento del Libro de la Sabiduría: “Dios de los pa-


dres y Señor de misericordia, que con tu palabra hiciste todas las
cosas, y en tu sabiduría formaste al hombre para que dominase
sobre tus criaturas, y para regir el mundo con santidad y justicia,
y para administrar justicia con rectitud de corazón. Dame la sabi-
duría que se asienta junto a tu trono y no me excluyas del número
de tus siervos, porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva, hombre
débil y de pocos años, demasiado pequeño para conocer el juicio
y las leyes. Pues, aunque uno sea perfecto entre los hijos de los
hombres, sin la sabiduría, que procede de ti, será estimado en
nada… Contigo está la sabiduría, conocedora de tus obras, que
te asistió cuando hacías el mundo, y que sabe lo que es grato a
tus ojos y lo que es recto según tus preceptos. Mándala desde tus
santos cielos, y de tu trono de gloria envíala, para que me asista
en mis trabajos y venga yo a saber lo que te es grato. Porque ella
conoce y entiende todas las cosas, y me guiará prudentemente en
mis obras, y me guardará en su esplendor”. (Sb 9,1-6-9-11).

Dame la sabiduría que se asienta junto a tu trono. Según la


doctrina cabalística, se puede buscar el trono de Dios, cerca del
cual se encontrará también a la sabiduría, sobre el firmamento,
en los cielos empíreos llamados Shamaim. Es una región que
brilla y refulge de un fuego puro y supraesencial. De Shamaim
procede Hokmael, el espíritu de la sabiduría divina, que ilumi-
na a los hombres piadosos que lo invocan.

La sabiduría está descrita como el medio para realizar todas


las cosas, como el pensamiento mismo de Dios, que a veces
desciende a la tierra para iluminar a los hombres piadosos, para
guiarlos en sus acciones y asistirlos con su consejo. Se dice tam-
bién que sin ella el hombre no puede hacer nada para resultar
91
agradable a Dios.

Volvamos ahora al helenismo y al pitagorismo, encontramos


en ellos dos símbolos mitológicos que arrojarán luz sobre nues-
tro asunto. En su Tratado sobre los ídolos, Pofirio nos dice, entre
otras cosas, que Hefaistos era hijo de Zeus y que habitaba con
él en el Olimpo (de lampao, “brillar”). Pero un día su padre se
encolerizó y lo precipitó a la tierra. Desde entonces Hefaistos
necesita de un soporte para arder, necesita de la leña, es decir,
de la materia; cojea, se volvió feo, pero es el herrero universal.
En secreto, en las profundidades del Hades (lo contrario de la
isla de Delos), forja todo aquello que con el tiempo se materiali-
zará. Hay mucho que decir respecto a eso, en particular sobre la
historia de Pitágoras, que justamente fue iniciado en una forja, y
formado su oído bajo las leyes de la armonía. Una célebre sen-
tencia pitagórica dice: “Escuchad la voz del fuego”.

“Es imposible separar a Ulises de Palas Atenea, la consejera,


la tutora, la divina protectora, que al final le asegura el completo
triunfo sobre sus tribulaciones”. Palas representa a la sabiduría
pitagórica y D’Hooghvorst se explica lo que sigue respecto a
esta diosa:

92
¿Quién era Palas? Se acodarán de que nace armada del cerebro
de un Zeus parturiente. Ella es pues el pensamiento mágico de
Dios. Estaba con él antes del nacimiento del mundo. Homero
(que siempre ha sido estudiado por la belleza de su poesía y
nunca por su sabiduría), a veces la hace descender del Olimpo
para instruir y aconsejar a los mortales por los que siente afec-
to. Palas parece derivar de palakis que sin ninguna intención
peyorativa significa “concubina”, así como también “sacerdoti-
sa” y “virgen”. La sabiduría, como sucede con Salomón, consiste
en ganar su amor, en recibirla de Dios, su Padre, y unirse a ella
en un casamiento virginal. Palas es fiel en sus afectos. Muestra
a sus escogidos las realizaciones de Dios, su Padre, el modo en
que el mundo fue hecho. Les guía en sus acciones para que no
estén abandonados en la tierra, y los vuelve inmortales.

A ella aluden las siguientes rimas doradas: “Son de raza divi-


na, estos hombres mortales/a los que la naturaleza sagrada revela
todas las cosas.” Si Palas os es propicia, dice Khunrath en su An-
fiteatro de la eterna Sabiduría, entonces: “Como Ulises entraréis
en la caverna de los Cíclopes, y si descendéis al Hades, saldréis
de allí sanos y salvos. Si os acercáis a los Lotófagos y a Sirtes, vol-
veréis de allí con toda seguridad. Si bebéis de la copa de Circe
no os cambiará. Si navegáis cerca de Escila no os engullirá. Si oís
a las sirenas, no os dormiréis, al contrario, seréis los jueces de to-
dos”. Únicamente este hombre, me parece, puede calificarse en
el sentido pitagórico del término como un verdadero filósofo.

Y para concluir, les invito a meditar sobre esta inscripción que,


según Plutarco, se podía leer en el frontón del templo de Palas
en Sais: “Soy todo lo que fue, todo lo que será, mi velo jamás ha
sido levantado por ningún mortal. El fruto de mi seno fue el sol.”

93
LOS ABAKUA Y LA M
94
Herbert Oré B
MASONERIA CUBANA 95
Belsuzarri 33°
LOS ABAKUA Y LA MASONERIA CUBANA.
Herbert Oré Belsuzarri 33°

Es común oír en palabra de los profanos, que la masonería


tiene como origen a Inglaterra en 1717, aspecto que también es
compartido por muchos iniciados, sin embargo, ello no es cier-
to, ya que la masonería tiene una antigüedad mayor a la fecha
referida y una localización distinta a la enunciada. Dentro de
esta afirmación podemos ubicar lo que manifiesta EC Ballard
(Hedge Mason), especialista en folklore y etnógrafo especia-
lizado en tradiciones afro caribeñas de origen centroafricano,
fraternalismo, estudios celtas y etnomusicología, que recibió su
Ph.D. en Folklore y Folklife de la Universidad de Pennsylvania,
ha sido, en diversas ocasiones, creador de instrumentos musica-
les, librero, profesor universitario, decano académico e investi-
gador independiente. También es Maestro Masón, Orador de la
Logia Intrepid y GM de GLMRNAC, afiliado a UMURM y, él nos
dice. “Los Abakuá, cuyos grupos legítimos operan fuera de Cuba,
aunque las Sociedades Ekpe de las cuales evolucionaron los Aba-
cuá o ñañigo aún existen en África, a menudo son referidos como
la orden masónica afrocubana del Caribali, originada en las So-
ciedades Leopardo fraternales de la costa de Calibar en el oes-
te de África. Aunque en realidad son su propia orden, porque no
deben sus orígenes a la francmasonería europea, ya que la tradi-
ción se desarrolló y creció en Cuba, posterior a la independencia;
muchos abacuá son también francmasones hoy en día, ya que son
miembros de varias de las tradiciones religiosas afrocubanas”
(Abakuá - Los ‘Masones’ del Caribe de Cuba, EC Ballard).

Por otra parte Ballard nos aclara que el “Hedge Mason”, al


igual que “Hedge Master”, “Hedge Lodge” y la más ampliamen-
te reconocida “Hedge School”, son términos de Hiberno-Inglés.
El último de estos términos, como muchos irlandeses sabrán,
se refiere a las escuelas ilícitas dedicadas al mantenimiento de
la cultura y el idioma irlandeses, junto con los clásicos de la fi-
losofía europea, incluidos los estudios griegos y latinos. Estas
96
instituciones se fundaron en toda la Irlanda rural durante la era
penal, cuando la cultura gaélica irlandesa estaba siendo ataca-
da por el ocupante inglés. Durante este tiempo también, el tér-
mino Hedge se agregó a los términos masónicos para referirse
a cualquier individuo o institución masónica no aprobada por el
mundo anglófono. Estos a menudo eran logias y masones que
trabajaban para promover la causa de la independencia irlan-
desa. Por otra parte Hedge en castellano se traduce como cerco
vivo hecho con plantas que crecen espesas con el que todo pro-
pietario podrá cerrar o cercar sus heredades.

Ballard nos dice que los “Abakuá” son la orden masónica afro-
cubana, cuyos orígenes se remontan a las “Sociedades Fraterna-
les Leopardo” de la costa de Calibar en el oeste de África, que
nos ha motivado a investigar qué hay de ello.

Los Abakuá dicen que el “hombre es aquel que refleja la más


pura dignidad del ser humano como laborioso, fraterno, alegre,
rebelde ante la injusticia, cumplidor del código moral estableci-
do por los antepasados formadores del Abakuá; es aquél que es
buen padre, buen hijo, buen hermano y buen amigo”.

El masón encuentra en estas palabras una definición similar a


la que se tiene en la orden. Continuando con lo que dice Ballard,
este manifiesta: “En Cuba, los esclavos capturados de la región
del río Cross de lo que hoy son las provincias orientales de Nige-
ria, eran generalmente conocidos como Calabari, independiente-
mente de su etnia, que generalmente era Efik o Efor. Esto fue sim-
plemente porque Calabar fue donde partieron los barcos de los
que fueron traídos en África. Esto más tarde fue modificado por
los cubanos a Carabali. Los esclavos Carabali y los negros libres
trabajaban en los muelles, y los cabildos de Carabali o las socie-
dades de ayuda mutua se fundaron por primera vez en La Habana
ya en el año 1750. Estos cabildos o sociedades reconocieron el
poder político que Ekpe proporcionó para oponerse a la opresión
española, y estos grupos eventualmente admitieron a sus hijos
97
criollos nacidos en Cuba. La primera logia de Abakuá fue creada
en 1836 para los iniciados criollos y carabalíes. Abacuá fue exito-
so porque protegió y trabajó para liberar a todos los africanos en
Cuba. La creación de la logia original y la consiguiente formación
de otros está documentada en muchos cánticos de Abakuá.

Después del éxito de la primera logia, se establecieron otras lo-


gias. Se identificaron con mayor frecuencia con los barrios urba-
nos de La Habana y Matanzas. Estas logias se convirtieron en “un
club social de prestigio para los hombres, una escuela informal
para historiadores, músicos y bailarines, un vehículo para organi-
zar el trabajo, así como un lugar para celebrar funerales”, según
Ivor Miller. Abakuá también realizó una función en la organización
de grupos de carnaval que representaban la identidad del barrio.
Además proporcionó un código de conducta moral crucial para
su propio mantenimiento como institución.

A pesar de las objeciones iniciales de algunos africanos, se fun-


dó una logia de hombres blancos y criollos en la década de 1850.
La aceptación de los blancos en la organización tuvo un impacto
significativo; “El rechazo de las jerarquías raciales por parte de
los abakuá se convirtió en una importante herramienta psicoló-
gica para combatir el racismo, la propagación de Abakuá y de
la sociedad en general”. En particular, un líder abakuá, Andrés
Petit, quien también fundó una religión congo llamada Quimbisa,
instrumental para romper barreras culturales y establecer reglas
y ritos que aún se practican. En poco tiempo, las logias incluyeron
miembros de descendencia africana, europea y asiática, convir-
tiendo a Abakuá en “una institución fundamental en la isla”, en el
sentido de que reflejaba la composición racial y étnica de la so-
ciedad medio siglo antes de que se inaugurara el estado-nación”
(Abakuá - Los ‘Masones’ del Caribe de Cuba, EC Ballard).

Como se sabe, la Guerra de “Independencia de Cuba”, contra


el dominio de los españoles, es una de las últimas guerras ame-
ricanas contra España. “Si colegimos las fechas encontraremos
98
que los Abacúa ya se habían establecido en Cuba desde hacía
más de 60 años antes de la Independencia de Cuba, sobre la base
de antiguas tradiciones que practicaban en el África”.

LA SOCIEDAD SECRETA ABAKUA.

La Sociedad Secreta Abakuá está formada por un conjunto de


grupos denominados “potencias”, “juegos”, “naciones”, “tie-
rras”, que tienen como objetivo el culto a una fuerza misteriosa,
para asegurar la liberación e inmortalidad del espíritu, la bús-
queda de la solidaridad y el socorro mutuo en caso de enfer-
medad o necesidad. La Sociedad Secreta Abakuá, o Ñañiguis-
mo, como se conoce popularmente en Cuba, es una sociedad
secreta masculina, la única de su tipo existente en el continente
americano. Ñáñigo es el nombre que reciben sus miembros.

La sociedad abakuá cubana es heredera y depositaria de las


tradiciones asociativas masculinas del Calabar, en los actuales
territorios de Nigeria sudoriental y Camerún sudoccidental. Su
presencia en Cuba es resultado de la trata trasatlántica de afri-
canos esclavizados durante la época colonial y fue reconstruida
en diversas zonas portuarias de Cuba como La Habana, Matan-
zas y Cárdenas. Su organización tiene como base una leyenda
africana que narra la historia de la violación de un secreto por
una mujer: la princesa Sikán que encuentra al pez sagrado Tan-
ze y reproduce su bramido en el tambor sagrado Eku.

Sus miembros, tanto africanos, como criollos y cubanos, fueron


perseguidos y acosados, debido al desconocimiento histórico
de las autoridades coloniales y neocoloniales sobre el papel
que desempeñan las diversas formas asociativas según la per-
tenencia de género y, como vehículo de control social y trans-
misión de valores culturales entre sus miembros, resaltando la
cosmovisión religiosa, las artes, las ceremonias, los espacios y
recintos para los ritos, la pintura corporal y de otros objetos y
sitios identificados como sagrados.
99
Consideran que la asociación surgió en las primeras déca-
das del s. XIX, cuando la hostilidad hacia el esclavo y el negro
eran muy grandes, y ellos ante tal acoso, sólo hallaron un medio
apropiado para evadir la represión: “una agrupación mutualista
bajo la expresión más desarrollada de su conciencia social: la re-
ligión”.

La primera sociedad de blancos se fundó a principios del pre-


sente siglo y llevó el nombre de Akanarán Efó Muñón Ekobio
Mucarán. Su creador fue Andrés Facundo de los Dolores Petit
(1829-1878), célebre por sus aportes a la Regla de Palo, con la
elaboración del cuerpo conceptual y ritual de la variante Kim-
bisa, e influyó en la diseminación de esta asociación entre otras
personas nacidas en Cuba y poseedoras de los más disímiles
oficios, ocupaciones y creencias religiosas. En este sentido, por
su condición inclusiva, la sociedad abakuá es un ejemplo del
ejercicio del antirracismo y la inclusión social.
100
El Ñañiguismo no se desvinculo de las creencias africanas,
entre las que destaca la influencia que ejercen los antepasa-
dos (espíritus), por eso en todas sus ceremonias religiosas, se
les convocan para garantizar el acto ritual, que tiene rigurosas
normas litúrgicas, de cumplimiento obligatorio, que es tutelado
desde el más alla por el espiritu de los antepasados.

LOS ORIGENES Y DESARROLLO DE LAS SOCIEDADES


ABAKUA.

“En los anales que se guardan en el Archivo Nacional (Cuba) se


hace mención a la existencia desde 1568 de facto, aunque no de
jure, de cabildos negros en Cuba, llamados «Cabildos de Nación»,
especie de organizaciones de negros esclavos agrupados por sus
etnias de origen. Estos cabildos tienen una repercusión transcen-
dental en las instituciones sociales y religiosas de los negros. Las
actividades principales de estas organizaciones se enmarcaban
en la organización de sus bailes, músicas e instrumentos tradi-
cionales, que constituían la actividad principal, pero además ad-
quirieron también un carácter de asociaciones de auxilio y bene-
ficencia social entre sus integrantes que, en ocasiones, llegaban
incluso a comprar la libertad de alguna negra esclava. Aunque
los cabildos estaban siempre bajo la protección de una virgen de
la Iglesia católica, en realidad fueron un factor principal, durante
los muchos años en que se autorizó legalmente su existencia, que
contribuyó a mantener y desarrollar una religión propia de los
negros. A su vez, la Iglesia católica, durante el período de auge
de la plantación esclavista en el siglo XIX, descuidó en exceso su
labor de evangelización y catequesis entre los negros esclavos,
quienes laboraban en las plantaciones de café y de caña de azú-
car lejos de las villas y ciudades.

Los cabildos sólo podían estar integrados por negros nacidos en


África, estaba prohibido su ingreso a los hijos de éstos nacidos en
Cuba, lo que contribuía también a mantener la tradición religiosa
africana.
101
Otra corriente importante va a estar constituida por los negros
libertos y mestizos que vivían en los barrios extramuros de la ciu-
dad de La Habana. Este sector social desarrollaría hábitos de vida
y manifestaciones culturales distintas, no sólo de las de la oligar-
quía esclavista blanca sino también de las de los negros africanos
de los cabildos y de las plantaciones. En este sector se originaría
la creación de los «Abakuá», una de las tres corrientes religiosas
afrocubanas, la cual enfatizaba, a la par que los aspectos religio-
sos, su carácter de institución secreta y su inclinación de apoyo,
lealtad y cooperación entre sus miembros” (Natalia Bolívar, El le-
gado africano en Cuba, págs. 156 y 157).

Los cabildos, desde su inicio, dejaron su legado para futuras


generaciones. En una primera etapa, las creencias religiosas de
más de 200 etnias africanas introducidas en Cuba conservarían
su fidelidad en la liturgia a la usanza de su país de origen, con-
servando la lengua, los toques y las danzas, con las característi-
cas propias y sin influencia del mundo ajeno que las rodeaba.

El cabildo, como institución civil a propuesta del poder polí-


tico y eclesiástico, se constituyó en espacio privado, excluido y

102
separado, y sirvió para que los africanos atesoraran sus culturas,
las recrearan y las transmitieran a sus descendientes. Pero en
el momento inicial de la Sociedad Abakuá en Cuba, el cabildo
dejaba de ser funcional para los criollos, pues las leyes de la co-
lonia impedían en esos recintos la presencia de esclavos y des-
cendientes no nacidos en África, así como los africanos también
eran muy recelosos con la nueva generación. “Los cabildos de
nación tenían funciones muy específicas, que la Sociedad Abakuá
necesitaba superar”. Por ello, la hermandad surgió como un nue-
vo mecanismo para la sobrevivencia, “un medio para reproducir
en otro contexto prácticas culturales heredadas de los ancestros
carabalíes”, como la mutua protección, pero en un espacio ur-
bano, que es diferente al de la nostálgica África tribal-rural.

Originalmente Abakuás, era las sociedades secretas exclusi-


vas para hombres de probado origen carabalí, que son un con-
junto de pueblos que habitaban la actual provincia del sureste
de Nigeria, donde estaban asentadas las etnias Efik, Ibo, Ibibio,
entre otras. Este es pues el complejo de asociaciones Abakuá o
Ñáñigas, que se diferencias del resto de los grupos culturales
sincréticos cubanos de la “santería” y “palo monte”.

En las sociedades secretas masculinas Abakúa solo son ad-


mitidos hombres. Al indagar entre sus integrantes cual es el
concepto de Hombre, dicen: “Hombre no es solo aquel que no
es homosexual, sino el que refleja la más pura dignidad del ser
humano como laborioso, fraterno, alegre, rebelde ante la injusti-
cia, cumplidor del código moral establecido por los antepasados
formadores del Abakúa; es aquel que es buen padre, buen hijo,
buen hermano y buen amigo”.

Santeros, paleros, babalaos, espiritistas, y demás que englo-


ban la sincrética religión afrocubana, coinciden en su respeto y
temor hacia los abakuás, un culto más temido que el vudú, más
rígido que el Palo Mayombe, más sangriento que el Candom-
blé, más estricto que la Santería.
103
Los abakuá son muy estrictos, y dicen que no tenían reparos
en matar a quien los ofendia. “Los abakua son hombres muy
hombres, y a veces tenían que demostrar su hombría matando.
Además no les gustan los blancos, y menos españoles”.

Solían decir: “Yo soy abakuá, y sé que si alguien me ofende o me


hiere tendré que matarlo. Sólo así los abakuá limpiamos nuestro
honor”.

De todos los cultos y credos de origen africano que convi-


ven en el Caribe: Santería, Vudú, Candomblé, Regla de Ocha,
Palo Monte, etc., ninguno permanece tan secreto e inescruta-
ble como la Sociedad Secreta Abakuá o Ñañiguismo. Y ningún
hechicero, brujo o chamán es tan temido y respetado como el
abakuá o ñáñigo.

Natalia Bolívar, autora cubana del estudio “Los Orishas en


Cuba” dice: “No pocos etnólogos y folkloristas cubanos y de otras
latitudes han sentido alguna vez la compulsión de adentrarse en
las prácticas y concepciones sacromágicas de la hermética y ex-
cluyente Sociedad Secreta Abakuá, atípica respecto a otros expo-
nentes de la religiosidad popular afrocubana en más de un sen-
tido”. Y dice bien, ya que son muchas las diferencias entre el
enigmático ñañiguismo y las demás religiones afro caribeñas.
Diferencias que se remontan al mismo origen histórico de los
abakuás.

Sus antecedentes, en cuanto a su caracterización como aso-


ciación exclusiva para hombres, se encuentran en sociedades
similares estructuradas en África, cuyo fin fundamental era el
fortalecimiento de la jefatura tribal en manos de los hombres,
contra los peligros de desintegración interna y ante el peligro
de enemigos territoriales y coloniales.

Hacia 1501 Portugal se convirtió en el primer importador de


esclavos negros arrancados de sus países de origen en África, y
104
vendidos como animales en el Nuevo Continente. Hombres, mu-
jeres y niños de Nigeria, Costa de Marfil, la Cuenca del Congo,
Senegal, Guinea Francesa, Dahomey, etc., fueron capturados y
conducidos a países como Cuba, para ser vendidos como mano
de obra a los civilizados hombres blancos.

Individuos de tribus tan diferentes como los ashanti, fanti,


mina, mondongo, bangueda, mucaya, bisongo, motembo, ma-
yombe, mani, kono, bámbara o mandinga, entre otras muchas,
eran entremezclados y desnacionalizados, pasando a convertir-
se simplemente en “negros”, sin importar su rango social, tribu
o nación de origen en África. Lacayos bámbara, guerreros con-
gos, princesas lucumís… todos “disfrutaban” de un “socialismo
atípico” que los igualaba como individuos con las mismas obli-
gaciones, pero sin ningún derecho.

Sin embargo todas esas tribus trajeron consigo sus cultos y re-
ligiones ancestrales en las bodegas de los barcos negreros. Una
vez llegados a su nuevo y triste destino, los esclavos se vieron
obligados a sincretizar los dioses de sus panteones africanos
con los personajes del santoral católico, para así, disfrazando
a los orishas con identidades cristianas poder adorarlos. Así,
Changó se sincretizó con Santa Bárbara, Yemanya con la Virgen
de Regla, Ochun con la Virgen de la Caridad, Aggayú Solá con
San Cristóbal, Eleggua con el Niño de Atocha, etc.Y poco a poco
el sincretismo católico fue fagocitando las originales tradicio-
nes africanas.

Sin embargo los esclavos, provenientes de la región de Cala-


bar (entre Camerún y el margen oriental del río Níger), espe-
cialmente indómitos y valerosos, portaban una religión espe-
cialmente estricta y radical; el ñañiguismo. Un ejemplo bastante
elocuente de la crudeza de sus ritos iniciáticos en África era
la costumbre de afilarse y partirse los dientes usando limas,
martillos y cinceles. El rito de afilarse los incisivos en forma de
V, usando limas triangulares o simplemente a golpe de marti-
105
llo, producía un dolor insufrible, soportado por los guerreros
abakuás sin un solo lamento.

Lo mismo ocurría con los “rayamientos” –heridas que se hacen


durante la iniciación en distintas partes del cuerpo– así como
la mutilación de otras partes, como seña de identidad tribal. El
historiador cubano Enrique Sosa dice: “estas costumbres –cica-
trización y mutilación– no supervivieron en Cuba, y otras, como la
antropofagia practicada por algunos grupos étnicos, sólo se con-
servaron bajo la custodia del recuerdo”. Los sacrificios humanos,
y la antropofagia ritual, practicada en muchas tribus africanas
incluidas tribus carabalíes, influyeron sin duda en el terror y
respeto que han inspirado e inspiran las sociedades abakuá en
Cuba.

Por su dureza y fiereza, no es de extrañar que los guerreros


abakuá capturados como esclavos y vendidos en Cuba, con fre-
cuencia escapasen de las plantaciones, huyendo a los montes
para vivir como en las selvas de África, asesinando a veces a
sus amos blancos. Estos eran los cimarrones, negros, rebeldes
ocultos en las selvas y montes cubanos, que mantuvieron intac-
tos los ritos y mitos ñáñigos traídos desde las tierras africanas,
sin intoxicación católica.

Sin embargo muchos abakuá, continuaron esclavos, pero no


renunciaron a su milenaria religión, estructurando así las bases
de la sociedad secreta ñáñiga, que mantendrán en el más sepul-
cral secreto y oculta al hombre blanco.

Al ser trasladados los esclavos a Cuba, retomaron algunos


rasgos de su sociedad africana, donde estaban consolidados y
reorientan sus funciones y sus objetivos, que propiciaron su sur-
gimiento.

El primer factor histórico que acelera el surgimiento de estas


asociaciones fue el desarrollo comercial por el auge azucarero
106
del siglo XVIII. Esto generó una necesidad de aumentar la mano
de obra, la cual fue cubierta en parte por esclavos negros que
fueron desviados de las plantaciones hacia los puertos.

El odio, la frustración y la rabia contenidos entre los grille-


tes de esclavo, canalizaban la energía de los negros abakuá en
pruebas iniciáticas de gran crueldad y dureza, que dio pie para
que los cronistas de la época atribuyesen a los ñáñigos, todo
tipo de crímenes y pruebas sangrientas, así en una noticia pu-
blicada el 10 de marzo de 1812 en el periódico “El Popular”, se
afirmaba que la iniciación ñáñiga consistía en demostrar el va-
lor matando a un semejante. Se suponía que ese asesinato tenía
más valor si era el de un blanco, y mejor si era un español por-
que eran copartícipe de la esclavitud en Cuba. En otro artículo
de prensa, esta vez publicado en 1898 en “El Figaro”, se asegu-
raba que ningún negro o mulato podía ingresar en el ñañiguis-
mo sin prestar el juramento de odio a la raza blanca. Y si algún
blanco intentaba ingresar en Abakuá, antes debería renegar de
su raza jurando odiarla a muerte.

A la mano de obra esclava, se le sumó en el siglo XIX, un nú-


mero creciente de obreros libres –negros libertos o esclavos de
alquiler– quienes mostraron una preferencia por este tipo de
trabajo, por dos razones fundamentales:

107
No requerir conocimiento de un oficio ni calificación alguna
ya que solo dependerá de la fuerza y la resistencia física.

El trato que recibían de parte del contratista, siempre era me-


nos despótico que el recibido por el mayoral en las plantacio-
nes.

Esta concentración de hombres negros, con mayores liberta-


des y necesidades de protección ante la actividad laboral y los
jefes, es la primera causa del origen de estas sociedades y jus-
tifica a la vez la regla de la exclusión femenina de las mismas. Su
objetivo ya no responde a un interés de fortalecer la autoridad
tribal ni defenderse contra otros grupos, la intención de los ñá-
ñigos no era desarrollarse para actuar en contra de la sociedad
colonial que los oprimía, sino cumplir con todas las reglas ema-
nadas de su asociación para garantizar el orden interno de su
grupo. Constituían especies de gremios que auto amparaban
al negro en determinada actividad laboral, exigiendo una gran
conexión entre sus miembros.

A pesar de que en su adaptación al nuevo mundo se variaron


diversas características de las originarias asociaciones africa-
nas, se mantuvieron los siguientes rasgos: el valor de la herman-
dad y la solidaridad incondicional a éste (ekobio), el culto a la
hombría que en África estaba vinculado al tránsito del matriar-
cado al patriarcado, y a la propia evolución de la estructura tri-
bal. Estos y otros aspectos son llevados a su extremo, llegando a
ser la esencia de las asociaciones abakuá:

- La supervaloración del macho y culto a la hombría


- No ser amanerado.
- No ser delator,
- No retractarse.
- Ser buen hijo.
- Buen padre.
- Buen amigo.
108
- No enamorar a la mujer de un ekobio.
- No ser el pasivo en una relación homosexual.
La violación de cualquiera de estas reglas supone una sanción,
la cual puede ser desde una simple amonestación, hasta casti-
gos radicales de sangre.

Si bien las primeras sociedades abakuá se gestaron y asen-


taron en las ciudades y barrios cercanos a los puertos (Regla,
Guanabacoa, Cárdenas), a lo largo del siglo XIX y durante la Re-
pública se extendieron a otros centros urbanos (Marianao, Be-
lén, Cayo Hueso, Cerro) y laborales (mataderos, transportistas,
etc.).

En la segunda mitad del siglo XIX se produce lo que ha queda-


do en la historia como la “Reforma Abakuá” y que fuera iniciada
por Andrés Facundo Cristo de los Dolores Petit, “caballero de
color”, conocido por el nombre de Andrés Petit en La Habana.
Él era un alto dignatario de la potencia ñáñiga habanera Bacocó
Efó, un personaje que ejemplifica el curioso y peculiar sincre-
tismo criollo: temido mayombero (congo-palero) de la orden
católica de San Francisco y creador de la Regla del Santo Cristo
del Buen Viaje del Palo Monte.

Gracias a la gestión de Petit, de quien aseguran era congo, lu-


cumí, espiritista, ñáñigo y católico; se fundara en 1863 la pri-
mera asociación de ñáñigos, integrada exclusivamente por
blancos, hecho que marcó el inicio de la “Reforma Protestante el
Ñáñiguismo”.

Ante este suceso, los integrantes de las viejas potencias de


ñañigos negros, manifestaron sus enérgicas protestas, junto a su
negativa de reconocer como “hermanos” a los hombres blancos
jurados como abakuá por Petit. Luego de numerosas reyertas
y enfrentamientos, en 1872 se pacta la paz, acordando la posi-
bilidad de que se ambas sectas puedan continuar con su inde-
pendencia y separadas. La de los blancos y de las de miembros
109
negros, situación que aún persiste.

Los cabildos y los abakuá.

A pesar de que la esclavitud no se abolió oficialmente en Cuba


hasta la vergonzosamente fecha de 1880, hacia 1812 y siguien-
do una práctica de uso en Sevilla el gobierno español autorizó
la creación de una original institución en Cuba; el cabildo negro
o cabildo de nación.

Los cabildos de negros, aunque fue una forma de sociabilidad


construida bajo el amparo del poder político para segregar y
controlar a los negros, y también para eximir a la administración
colonial de posibles cargas económicas o sociales que decre-
cían a partir de soluciones aportadas por estas agrupaciones.
De esta manera se convirtieron en los cohesionadores de los
elementos esenciales, de sus identidades culturales, preservan-
do y difundiendo creencias, costumbres, ritos, ritmos musicales,
lenguas de las etnias africanas, etc. Al amparo de esas asocia-
ciones y “sindicatos” de negros se crearon también Órdenes y
sociedades secretas, como los Abakuá.

Posteriormente, como consecuencia de la abolición de la es-


clavitud se crea una gran masa de desposeídos que sólo de-
pendían de su fuerza física para sobrevivir, la existencia de este
incipiente proletariado de gran heterogeneidad racial propicia
que, poco a poco, se fuera excluyendo el racismo dentro de las
sociedades abakuá. A partir de ese momento y hasta la actua-
lidad, el ñáñiguismo, que hasta entonces era “cosa de negros”
pasaría a ser lo que desde entonces es: “cosa de cubanos”.

Los símbolos abakuá

A partir de 1830 comenzaron a instituirse en la legalidad los


primeros cabildos y sociedades Abakuá, que se ocupaban de
luchar contra la esclavitud recaudando fondos para liberar a los
110
hermanos aún esclavizados, protegiendo a las familias y viudas
de los compañeros, ayudando a los enfermos, etc. Matanzas y
La Habana fueron los primeros lugares donde se asentaron los
templos abakuá legales. El número de “potencias” (asociacio-
nes abakuá) creció rápidamente. Entre 1830 y 1836 se constitu-
yeron 40 “potencias”, que en 1881 ya llegaron a 83.

Lo que había nacido como una hermandad mística de negros


esclavos fue socializándose y abriéndose poco a poco. En 1855
se constituía la primera hermandad abakuá de blancos. En su
inmensa mayoría los componentes de estas potencias eran de
las clases sociales más humildes que, sin embargo, demostra-
ban el valor y la audacia más temerarios para poder ingresar en
esta restringida hermandad.

Los colonos, temeroso del potencial de rebeldía de los abakuá,


persiguieron a los miembros de esta sociedad en la seudo repú-
blica, en cuyo contexto fueron aún más vilipendiados y perse-
111
guidos que en la época colonial. A medida que crecía el poder
de esta hermandad secreta, todo tipo de feroces crítica caían
sobre ella, acusando a los abakuá de realizar sacrificios huma-
nos, practicar la antropofagia, y beber sangre de cristiano en
sus rituales, etc.

En un escalofriante Oficio del Gobernador General de Cuba,


redactado por el Jefe de la Policía –D. Manuel Asensio– redacta-
do en 1876 se afirmaba, entre otras cosas: “El ñáñigo al presen-
tarse en el lugar del sacrificio jura vendado beber la sangre del
que no sea su hermano, siempre que se lo ordene su jefe, y para
probar su valor ese día tienen que asestar por la espalda una o
dos heridas al primer blanco que encuentre descuidado…”.

A mediados del siglo XIX, por el temor que los antiesclavistas


abakuá despertaban en el gobierno español de Cuba, se prohi-
bió oficialmente este culto a través de leyes como la del 14 de
noviembre de 1842, la del 2 de agosto de 1872, o la del 8 de ene-
ro de 1877, sin embargo la asociación, más secreta que nunca,
continuó existiendo en la clandestinidad. Pese a que fueron de-
tenidos y procesados cientos de ñáñigos, los templos abakuás
profanados por la policía, sus objetos rituales confiscados, el
culto abakuá continuó y continúa perviviendo.

Por su lucha contra la esclavitud, enfocando su ayuda a los


hermanos abakua y sus familias, realizó alguna tímida incursión
en el terreno político, siempre en el más sepulcral secreto. Pero
la extraordinaria dureza de sus ritos iniciáticos, limitaba el ac-
ceso a los abakua, que solo permitía el ingreso de una élite de
varones, especialmente duros, inflexibles e intolerantes.

Para los ñáñigos, la hermandad estaba por encima de todo.


Sus secretos jamás fueron revelados, porque la traición a ese
pacto de silencio podía pagarse con la vida. Los ñáñigos ho-
nestos buscaban en abakuá una realización personal que la so-
ciedad les negaba, sin embargo el secretismo que rodeaba a
112
la orden, atrajo hacia el ñañiguismo a numerosos delincuentes
que encontraban en la radical discreción abakuá, cobijo a sus
huidas de la justicia.

“Las mujeres jóvenes, apreciaban ser la novia de un abakuá,


porque todo el mundo la respetaríá y nadie se atrevería a faltarle
el respeto. Nadie se mete con la mujer de un abakuá, porque eso
podría costarle la vida…”

EL SECRETO ABAKUA Y EL MITO DE LA SIKAN.

Hay por lo menos tres versiones sobre el surgimiento de los


abakuá. La más común, la Efor, plantea que los adivinos de las
tribus Efor y Efik, separadas por el río sagrado Oddán, habían
predicho que la prosperidad sería dada por la “Voz de un Pez”
en la que moraba el espíritu de un antiguo rey de los Ekoi Tan-
ze. Esa Voz de Tanze, era el Secreto, la Fuerza, la bendición de
Abasí, el dios supremo.

Sikán, una mujer de la tribu Efor, al regresar del río con una
tinaja en la que llevaba agua, sintió una voz que dijo “Ekué”, y
supo que provenía de un pez que había en su tinaja. El padre
de Sikán comunicó la nueva a Nasakó, el gran mago de la tribu,
quien reconoció al pez como Tanze, pero el pez murió.

Nasakó vaticinó que Sikán debía morir al pie de una ceiba,


según otra versión, al pie de una palma real, y que su sacrificio
reanimaría y fortalecería en adelante la Voz de Tanze.

Nasakó quiso inmortalizar la Voz de Tanze por un tambor, pero


no lo logró ni con el cuero de un pez, ni con la piel de Sikán. Con
su magia sustituyó a Sikán por un chivo, con cuyo cuero hizo el
tambor. Con la ceiba, fabricó la caja del tambor. La Voz Sagrada
se produce al “fragayar” con un güin sobre el cuero. Además de
este tambor, Nasakó preparó los otros cuatro tambores sagra-
dos: Sése, Mpegó, Ekueñón y Nkríkamo.
113
El origen del credo ñáñigo hay que buscarlo en la leyenda mís-
tica que originó el misterio más celosamente guardado por los
abakuás, llamada Sikanekue. La Sikanekue relata la historia de
la bella princesa Sikán, hija del rey del pueblo Efor, quien cierto
día se acercó al río para buscar agua en su calabacín. Cuando
lo llenaba, accidentalmente atrapó y dio muerte al pez sagrado
Tanze, voz de Abasí (la Deidad Suprema), y portador del Gran
Misterio. Como castigo por su profanación, Sikán fue sacrificada
ritualmente, y con su piel se cubrió el primer tambor sagrado
(Ekwé), que solo podían ver unos pocos escogidos. A través del
toque del sagrado Ekwé, habla el mismísimo Abasí para tras-
mitir a los iniciados Abakua el Gran Misterio. Desde entonces
el Ekwé debía de ser periódicamente “alimentado”, regándolo
con sangre humana –generalmente de guerreros congos– sa-
crificados por los temibles y legendarios “hombres-leopardo”
114
africanos en sus escalofriantes ritos abakuá.

Otra versión del mito de la Sikan cuenta que: “Tras la muerte


del Rey Obón Tanze, su reino que se encontraban en las riberas
del río Calabar, queda dividido en cuatro territorios que luchan
unos contra otros: Efik, Efó, Orú y Efori. Un ser sobrenatural con
forma de pez que representaba al difunto rey Obón Tanze enviado
por Abasí (Dios). Este cansado de guerras y disputas le comuni-
ca a Nasakó a través de su prenda que enviaría un poder sobre-
natural que serviría para establecer la paz entre los hombres de
aquellas tierras. El bramido del enviado por el Dios se escuchaba
en todo el territorio. Pero las peleas continuaban, hasta que una
mañana, Sikán, hija del rey Iyamba de la nación de Efó, fue al río a
buscar agua para realizar los quehaceres de la casa y al regreso
con su recipiente sobre la cabeza escucha un fuerte bramido que
se escapa de la tinaja, asustada la deja caer y corre hacia la aldea.
Le comenta a su padre el extraño suceso, Iyamba comprende que
lo que asustó de esa manera a su hija no podía ser otra cosa que
el ser sobrenatural que había vaticinado Nasakó, este se dirige a
recoger el recipiente donde le había indicado su hija y nota que
dentro hay un pez, de esta manera se presenta frente al respetable
brujo Nasakó.

Por medio de su prenda, el brujo comprobó que, efectivamente,


el descubrimiento de la princesa era el Ser vaticinado por Abasí
y recomendó a Iyamba, en presencia de su hija, que guardará el
más absoluto secreto acerca del hallazgo porque, lo mismo que
podría traer paz, podría provocar un recrudecimiento de la gue-
rra. En presencia de Sikán, Nasakó, e Iyamba juraron no divulgar
el hallazgo. Sikán fue la primera mujer en jurar Abakuá, según esta
afirmación. Pero Sikán no guardó el secreto; ella era la esposa de
Mokongo príncipe de los Efik, que a pesar de estar en guerra con
el territorio de su padre le reveló el secreto; en pocas palabras,
esta acción le costó la vida: la apresaron y condenaron a muerte
por no haber guardado el secreto, pues violó una de las leyes más
estrictas que rigen a los Abakuás, su juramento”.
115
La celebración de ritos y cultos en las sociedades abakuá,
están relacionadas con el mito africano de la Sikan, referido al
porqué del pacto entre las tribus Efik y Efok.

“Una mujer virgen, Sikan, de la tribu Efok, descubre, por acci-


dente al pasar por un río, el secreto de Tanze, un pez sobrenatural
que era la reencarnación de Abasí (Dios Supremo) y al cometer
una indiscreción revela su descubrimiento a la tribu rival de los
Efik, esto provocó grandes calamidades a su pueblo, por lo que
Sikan fue sacrificada como castigo y se acuerda celebrar un pacto
entre ambos pueblos”.

Este mito refleja la subvaloración y destrucción del poder fe-


menino, la exaltación del pacto entre sociedades de hombres y
refleja la adoración a ciertos animales, considerados como so-
brenaturales.

LOS RITOS Y LA INICIACION ABAKUA.

El ritual, entre los humanos es creado y aprendido. A través


de ellos, la sociedad selecciona y fija mediante acuerdos co-
lectivos los significados que la regulan. Los rituales humanos se
extienden desde el significado espiritual de la adoración hasta
el comportamiento más superficial asociado a las maneras. En
la mayor parte de los casos, los rituales se basan firmemente
en indicaciones, gestos y convenciones visuales, aprendidos en
un contexto social o genéticamente determinado, como es en el
caso del abakuá, donde son ejercitados de forma automática,
el significado simbólico implícito del ritual, que debe ser reco-
nocido y atendido para ser efectivo. En la Sociedad Abakuá, el
argumento ritual tiene su inició, con la decisión del aspirante
a ingresar al colectivo; por tanto, el candidato ha de acercarse
a un iniciado del juego de su preferencia y solicitar su interés
por integrarse a la asociación, en la cual permanecerá durante
algún tiempo sometido a la más rigurosa investigación antes de
convertirse a ekue. En esa etapa se le conoce como endísime, y
116
se trata de un rito transitivo de neófito a obonekue.

Al rito de iniciación como obonekue se le llama plante, aun-


que existe también el ascenso a plaza (jerarquía), un ritual en
escala superior. Ambos devienen en fiesta, concepto que ha
estado sujeto a muchas interpretaciones y definiciones. Así “la
fiesta es un fenómeno social comunicativo, una serie de acciones
y significados de un grupo, expresados por medio de costumbres,
tradiciones, ritos y ceremonias, como parte no cotidiana de la
interacción, especialmente a nivel interpersonal, caracterizados
por un alto nivel de participación”. De igual manera, para otros
“la fiesta es un sistema de signos, un fenómeno de comunicación
donde se transmiten significados de diversos tipos (históricos, po-
líticos, sociales, valores cotidianos, religiosos, etc.) que le dan un
carácter único o variado, y en los que la práctica festiva, de goce e
incluso orgía, se entremezclan con la práctica religiosa o mágica,
cumpliendo determinadas finalidades culturales básicas para el
grupo”.

Al centrar el análisis en las formas y rituales, hacemos una alu-


sión a elementos que constituyen una consagración de la tradi-
ción.

En el lado opuesto, sitúan los obonekues el llanto o angoró,


ceremonia mortuoria con el fin de “despedir” a un difunto, cuya
alma no debe ir vagando por el aire sin un “asiento” determi-
nado. “Para los abakuá, la muerte real no es hasta que se olvida
a la persona”; los rezos y cantos de alabanza a los ancestros y a
todos los muertos constituyen una manera de hacer historia, de
conservar, de fijar, y tiene un carácter muy personal que discri-
mina y selecciona lo que se quiere o no decir.

En el rito “todos participan por igual, puesto que todos habrán


de beneficiarse, también por igual, con el cumplimiento del fin
mágico que se persigue”. Por eso la presencia de personas aje-
nas es siempre molesta y, por lo general, no está permitida.
117
“Los principales ritos Abakuá son el de iniciación o plante y el
funerario o nlloró celebrados en el isaroko, patio o espacio pú-
blico y en el fambá o templo sagrado, lugar privado no accesible
para los no iniciados, rituales realizados por las distintas logias,
juegos o potencias ñáñigas (grupos) integradas por los miembros
o ekobios con una jerarquía de cargos llamados grados o plazas”
(Isabela de Aranzadi, Presencia de la sociedad abakuá en Fer-
nando Poo a finales del siglo XIX, pág. 43).

En su relación del abakuá con otras expresiones religiosas y


asociaciones fraternales, abakuá se caracteriza por su condición
interactiva. “Mientras el aspirante o miembro cumpla las normas
que rigen el ñañiguismo, no tendrá impedimento para pertenecer
a cualquier otra de las religiones, organizaciones y fraternidades
que comparten el mismo espacio en la Isla”. Sin embargo, a la
inversa, no siempre ha existido igual correspondencia.

Parece que, en el terreno místico, abakuá ha tenido que suplir,


valerse o apoyarse de otras religiones para “fortalecerse” espi-
ritualmente. Se sabe de paleros famosos que han prestigiado
al ñañiguismo gracias a sus conocimientos, “amarres”, “limpie-
zas”, adivinaciones y predicciones inspiradas por su enganga,
que se sincretizaron con la religión católica que les fue impues-
to por la iglesia y los amos blancos.

Los “Hombres de hierro y, moral de acero” tienen su rito de ini-


ciación. Los escasos conocimientos que se tiene sobre el culto
abakua ha disparado la imaginación de muchos autores en todo
el mundo. No es de extrañar que tan extraordinarios persona-
jes desaten la imaginación popular, ya que quien supera una
iniciación ñáñiga es una especie de superhombre respetado y
admirado por toda la comunidad.

La iniciación abakua de un nuevo ndisime (ndisi significa arre-


bato y me significa ser paciente; ndisime significa ser paciente
en el arrebato o soportar pacientemente los duros castigos de
118
la iniciación), es un proceso donde “hay que ser hombre muy
hombre para ser abakuá”. El iniciado debe soportar seis, ocho,
diez horas de rodillas sin moverse, debe “rayarse” infringién-
dose heridas sangrantes en el cuerpo, debe beber la pócima
ritual, y todo ello sin mostrar el más mínimo temor.

Su juramento de fidelidad a la sociedad secreta es de por vida.


En caso de traición el castigo podría ser la muerte en vida, por-
que la comunidad lo ignorara, o podría sucumbir ante los efecti-
vos venenos preparados por los hechicero. Uno de estos crueles
y, afortunadamente apenas utilizado veneno, tiene como su in-
grediente fundamental la semilla del árbol framboyan (Delonix
Regia), que produce un auténtico destrozo del intestino. Al igual
que los hungan y bokor del vodú o los chamanes soviéticos, los
hechiceros de los “hombres-leopardo” africanos eran grandes
conocedores de los venenos y secretos de las plantas.

Los secretos de la sociedad jamás debe de ser revelado al pro-


fano, y menos si es blanco según la regla primigenia. “Los secre-
tos no se dicen ni a la madre de uno”. La “extraña jerga tomada
del dialecto africano carabalí”, que utilizan en su ritual para que
nadie les entienda, poco tiene que ver con el dialecto yoruba
119
utilizado en las demás religiones afrocubanas.

El extraño código de grafismos, firmas y señales con que se


marcan los templos, rituales o nombres de espíritus (similar a
los ve-ves vodú) o sobretodo el Gran Secreto de Ekwé, los tam-
bores sagrados a través de los que se comunica el divino Abasí,
jamás deben ser profanados por los no iniciados.

Otra cosa diferente son las procesiones públicas que, en fe-


chas señaladas, las cofradías abakua de Cárdenas, Matanzas,
Guanabacoa, La Habana, etc., celebran. En Guanabacoa, prin-
cipal enclave de la magia cubana, el templo de la “potencia”
abakua de Gamaroró Efo, protagoniza espectaculares procesio-
nes encabezadas por su “Diablo” o Ireme, recorriendo calles y
plazas al ritmo de los tambores hasta llegar a la costa, donde se
sacrifican carneros, pollos y palomas.

Sin embargo, bajo ningún concepto los tambores secretos, y


los símbolos sagrados serán mostrados al profano. Los impo-
nentes tambores rituales, los gráficos y firmas escritos en las
alfombrillas del templo, o la cabeza de un macho cabrío negro
entronada en una vitrina, y flanqueada por sendos muñecos de
hechicería y un pequeño Irime o Diablito, permanecen en se-
creto.

El Gran Misterio de Ekwé continúa siendo el secreto mejor


guardado de los ñáñigos. El secreto de la comunicación de Dios
(Abasí) con los hombres a través del tambor sagrado. Un tam-
bor que al principio de la historia fue cubierto con la piel de la
princesa Sikán, sacrificada por haber dado muerte al sagrado
Tanze, el enviado de la Divinidad.

La esencia del secretismo abakua para con esos grandes mis-


terios reza: “Lo que usted vea aquí / lo que usted haga aquí / lo
que usted oiga aquí / cuando usted se vaya de aquí / déjelo que
se quede aquí“.
120
En todos los ritos se utilizan trazos o grafías llamados Ekeniyó,
que constituyen un sistema ideográfico de señales para inmovi-
lizar y fijar las representaciones de hechos globales. Tales sím-
bolos se trazan con yeso amarillo y blanco y comprenden tres
categorías, los Gandos, las Firmas o Anaforuanas y los Sellos.

Los Gandos representan situaciones complejas del ceremo-


nial, se trazan en el suelo y sobre ellos se colocan diferentes
objetos del culto y se sitúan los dirigentes religiosos (Plazas).

Las Firmas o Anaforuanas representan a cada una de las jerar-


quías que integran la estructura de los abakuá y cumplen una
función consagratoria cuando se trazan sobre determinados
elementos del ritual.

Los sellos son la representación o identificación de cada juego


o potencia abakuá, de los que existen 123 en toda Cuba.

121
En la actualidad, los abakuá poseen órganos de coordinación
municipal en los municipios de Cárdenas, Matanzas, Guanaba-
coa, Regla, Marianao y San Miguel del Padrón, y dos a nivel pro-
vincial en Ciudad de La Habana y Matanzas, encargados todos
de controlar la obediencia a los reglamentos y principios de la
sociedad.

Dentro del ñañiguismo se reconocen varias jerarquías:

- El Indisime es el aspirante a entrar en una potencia.


- El Obonekué es un hombre ya iniciado.
- Plaza es una jerarquía vitalicia que ocupa un puesto relevante
dentro del juego y está encargado de preservar y hacer cumplir
las normas y principios rituales y sociales.
- Títulos de Plazas son Iyamba, Mokongo, Ekueñón, Nkrikamo,
Nasako y otros.

En las ceremonias abakuá se evidencia la fuerte influencia de


la liturgia católica. No se puede iniciar si no está bautizado; el
uso del altar como lugar para la adoración y colocación de ob-
jetos sagrados; el uso del agua bendita y del incienso; la posi-
ción de rodillas para ser iniciado conforme indica el ritual; el
uso de las velas; las celebración de ritos funerarios, etc.

El culto a los muertos y el respeto a los ancianos son dos ca-


racterísticas de las creencias abakuá, lo cual da lugar al perso-
naje del íreme, conocido popularmente como diablito.

Cada cofradía de abakuá posee “plazas” con responsabilida-


des fijas que deben de ser cumplidas por quienes las ocupen.
Estas plazas están relacionadas con la leyenda que les dio ori-
gen y mantienen su denominación inicial. Las más importantes
son:

- Iyamba: Cumple una función de gran importancia en las so-


ciedades abakuá, responsable del ekue, el tambor sagrado que
122
significa leopardo en la lengua efik. Iyamba, se ocupa del con-
trol financiero de la logia.
- Iksue: Ordena los pases y entradas en las ceremonias.
- Mokongo: A su cargo está la ejecución de la voluntad del ekue.
- Empegó: es quien toma el juramento del iniciado.
- Ekueñón: especie de secretario.
- Morúa o Morúa yansa: Levanta los cantos (cantor).
123
- Iksumekue: Comparte las funciones de Ekueñón.

Los tambores de carácter simbólico.

Poseen diversas funciones y una fuerte significación simbóli-


ca, los más utilizados:

- Empegó: brinda la señal de alerta.


- Ekueñón: anuncia y preside la ceremonia de sacrificio.
- Engríkamo: llama y controla a los íremes; ante él se identifica a
los jefes de otras cofradías que asisten a una iniciación.
- Ceceribó: representa a Sikan, dirije a las procesiones en mar-
cha.

Estos tambores son visibles en las ceremonias, no así el ekue,


que se coloca en una esquina del cuarto sagrado, detrás de unas
cortinas.

Los tambores de carácter musical.

Conjuntos de tambores llamados biankomeko, acompañan los


cantos y bailes de los íremes. Se distinguen dos tipos de toques:
uno más rápido que otro (Efik o Efok) los de mayor uso son:

- Bonkoenchemillá
- Brankomé
- Obi-Apá
- Kuchi-YenemáLos textos narran, relatan y comentan las histo-
rias y las leyendas. Una serie de recitadoras dirigen cada paso
de un acto ritual, alternando el solista con el coro.

Además de los tambores, rezos y cantos junto con bailes de


personajes representativos, los abakuá también tienen sus co-
midas rituales en lugares adaptados exclusivamente para tales
fines.

124
Las plantas utilizadas en los ritos abakua.

Víctor Fuentes Fiallo, sobre esta materia nos dice: Al igual que
ocurre en otras religiones afrocubanas, las plantas poseen una
amplia utilización en todos los ritos de la Sociedad Abakuá. Ha
sido posible identificar 23 especies, que se agrupan en igual
número de géneros de 15 familias. 10 especies, no pudieron ser
identificadas por no contarse con los ejemplares.

Como el omiero en la santería, y el amasí en la Regla Arará,


también en los ritos abakuás existe un agua lustral que se em-
plea en las ceremonias de iniciación (para purificar y dar vigor
a los ndísimes (los que se inician en la Sociedad) y para consa-
grar los objetos del culto. La wembán, como se le conoce, está
compuesta del sumo de siete hierbas.

Sobre la identidad de las mismas parece no existir un criterio


unánime. Cuatro de ellas: Camerurú (Ocimum basilicum L.), ifán
tereré (Parthenium hysterophorus L.), incienso de costa (Malla-
tonia gnaphalodes Britt.), y anamú (Petiveria alliacea L.), apare-
cen en todas las fuentes de información consultadas.

Las tres restantes, pueden estar representadas por mendi-


bá (especie no identificada, que en español se conoce como
abrojo), lino de río (especie no identificada, probablemente un
alga), pimienta de costa (especie no identificada), ukano mam-
bré (Ceiba pentandra (L.) Gaertn.), romero de costa (especie
no identificada) y guao (Metopium sp. o Comocladia sp.).

La inclusión de esta última especie en la wembán parece du-


dosa, debido a que en los ritos debe ingerirse la wenbán, y
como se conoce, las especies de guao son altamente tóxicas.
Según algunos, en la wembán se incluyen siete maderas sagra-
das y otros vegetales.

Para otros, las siete hierbas rituales inmersas en agua bendita


125
según la Iglesia Católica se denomina anamabó.

Algunas especies vegetales como moto (Zingiber officinale


Roscoe), endochá (Arachis hypogaea L.), embiá gamé (Diosco-
rea alata L.), y emboco (Saccharum officinarum L.), que son em-
pleadas en una comida ritual, junto a aguardiente de palma, sal,
las especies utilizadas en la wembán, y un pequeño haz de leña,
forman parte de las ofrendas que el ndísime o iniciado debe
ofrecer para la ceremonia de iniciación.

Otras especies, que no se han podido conocer, son empleadas


en la preparación del ngómo (yeso) que comunica la virtud a
los hombres y a los objetos sagrados.

Las especies más sagradas y utilizadas son:

Arundo donax L.- Poaceae Yin. Con el güin de esta especie


se “fragaya” el tambor Ekwé para obtener la Voz. Este güin se
guarda en el itón (cetro) Mosóngo, junto con otros objetos muy
valiosos, y la relación de los iniciados.

Otros güines sagrados que le sustituirán son guardados den-


tro del itón Masongo, que está hecho de caña brava (Bambusa
vulgaris Schrad ex Wendl).

Con yin se hacen las tres patas del Bakri Ñampre, tambor for-
mado por un cráneo humano cortado en la parte superior y cu-
bierto con un cuero de chivo que se utiliza en los nlloro (cere-
monia de llanto) por la muerte de un jefe.

Ceiba pentadra (L.) Gaertn.- Bombacaceae Ukano benkosi.


Árbol sagrado para los abakuás, al igual que para los practican-
tes de la Santería y de la Regla Congo. La ceiba, a la que llaman
Ukano benkosi es representación material de Abasí (Dios Su-
premo).

126
Al pie de una ceiba que hundía la mitad de sus raíces en el río
sagrado Oddán, fue sacrificada Sikán; de la madera de esa cei-
ba fabricó Nasakó el primer tambor Ekwé, portador de la Voz.

En todo baroko o casa templo abakuá debe existir una ceiba.


Sin rendirle tributo a este árbol, no se realiza ningún rito. Bajo
su sombra se preparan los iniciados. Antes de la iniciación la
ceiba es incensada y rayada. Al fundarse una nueva potencia,
se planta una ceiba y se le hacen ofrendas mientras se dice: “Si
prospera, prospera nuestra nación, si se seca, nuestra nación será
destruida”.

Ocimum basilicum L.- Lamiaceae Camerurú. Constituye


una especie de muy amplia utilización en los ritos abakuá, par-
ticularmente en los ritos de iniciación. Es la planta purificadora
por excelencia. Sus ramas, a modo de hisopo, son empleadas
por los íremes para purificarse, y para evitar que nadie le toque
en la espalda y sobre todo para que un rival no le haga una raya
con yeso blanco, signo de muerte, ya que dejaría de ser abakuá.

Parthenium hysterophorus L. Asteraceae.- Ifán tereré. Con


un atado de esta especie, el íreme “da rama”, es decir, azota al
neófito con la finalidad de purificarlo. Ifán tereré es uno de las
siete hierbas que participan de la wembán.

Roystonea regia (Humb, Bonpl et Kunt) O. F. Cook. Ukano mam-


bre. Árbol muy sagrado. Según una vieja leyenda, bajo una pal-
ma se organizó la primera potencia, porque bajo una palma fue
sepultada Sikán. Con una hoja de ukano mambre, se cubren los
restos del mbóri sacrificado, antes de darle sepultura. A falta
de una ceiba (ukano benkosi), las ceremonias abakuás pueden
realizarse bajo una palma (ukano mambre).

Zea mays L.- Poaceae Moto. Antes de sacrificar el mbóri, se le


da a comer tres granos de moto. Con la paja de moto se amarran
las cuatro esquinas del fambá antes de la ceremonia de inicia-
127
ción, para asegurar el plante contra todo accidente posible.

Al parecer, no todas las plantas rituales poseen nombres en


jerga abakuá, pues muchas de ellas son conocidas por el nom-
bre vulgar en español, o como en el caso del anamú (Petiveria
alliacea L.) pueden coincidir con la denominación popular.

El empleo de nombres abakuá para las plantas se encuentra


restringido a un pequeño número de miembros de la Sociedad.
En realidad, pocos son los que dominan la jerga abakuá, y no
resulta difícil reconocer que existen diferentes variantes para
un mismo nombre. Así la albahaca (Ocimum basilicum L.) es
conocida como acamaruru, camemerú, y camerurú, la caña de
Castilla (Arundo donax L.) como yin y sáecue y el ñame (Dios-
corea alata L.) como aberiñón (el ñame) o embia (la planta).
128
Entre los miembros de las “plazas”, el más capacitado en el
conocimiento de las plantas y de su utilización en los ritos es el
Ekuembre, que es el botánico y farmacéutico de la “Potencia”, y
ayudante de Nasakó, que tiene entre otras funciones lo mágico,
el encargado de preparar la wembán o agua lustral. En ocasio-
nes una especie puede recibir dos nombres, en dependencia
del órgano de que se trate. El plátano (Musax paradisiaca L.),
al igual que el abrojo, recibe el ‘nombre de mendibá cuando
se refiere a las hojas, y es conocido como atereñón cuando se
habla del fruto verde.

Probablemente, algunas plantas de las que se citan como par-


te de los ritos, no se encuentren en Cuba. Besoto, especie no
vista ni identificada, es, según viejas tradiciones, la madera que
se empleó para fabricar el cetro del Iyamba de Efó.

Víctor Fuentes Fiallo finalmente concluye: “Las especies em-


pleadas no son estrictamente cubanas y/o africanas, sino que po-
seen variados orígenes. En su casi totalidad, son especies amplia-
mente cultivadas que poseen diversos fines útiles”.

LA REPRESENTACIÓN SIMBÓLICA DEL IREME O


DIABLITO.

El íreme es uno de los personajes más divulgados del folklore


cubano. Representa el espíritu de los muertos de las generacio-
nes pasadas que regresa a supervisar y participar en los ritos.
Se considera que los íremes (que son varios, cada uno de ellos
con sus propias atribuciones) purifican por donde pasan y sólo
pueden comunicarse con los hombres por sus movimientos, ya
que ni ven, ni hablan.

El íreme es dirigido por morúa, quien actúa a modo de corifeo,


quien lleva en sus manos el erikundi (cruz de madera con mara-
cas en sus extremos) y un tambor sagrado llamado encrícamo.

129
La ceremonía de mayor importancia en la cual interviene el
íreme se produce en los ritos de iniciación de un nuevo ekobio
en la sociedad y consiste en la representación de la leyenda de
Sikan.

La ceremonia comienza a las dos de la madrugada y consta de


cinco actos. En ella participan: sacerdotes, hechiceros, músicos
e íremes, los cuales pueden ser: el Eribangandó, el Enkoboró,
el Abanekue y otros diablitos más. El lenguaje utilizado es una
mezcla de varios dialectos de origen carabalí. Se da inicio a la
consagración con el sacrificio de un chivo (en sustitución de la
muerte de Sikan) por lo que el procedimiento es similar al del
ser humano, se prepara la sangre del chivo y se le da a beber a
todos los presentes. En el cuarto acto se celebra la cena, en la
cual se consume la carne del animal y concluye la ceremonia
con una procesión final.
130
LOS ABAKUA Y LA CULTURA CUBANA.

“El primer juego o logia abakuá se funda en Regla en 1836. So-


ciedad de iniciación masculina con un objetivo social de ayuda
económica y de protección espiritual, se desarrolla en los puer-
tos de La Habana, Regla y Matanzas, viviendo mucha población
abakuá junto a los muelles y controlando la contratación en los
puertos, el gremio de los tabaqueros y en los mataderos y mer-
cados públicos” (Isabela de Aranzadi, Presencia de la sociedad
abakuá en Fernando Poo a finales del siglo XIX pág. 41).

Los abakuá eran rebeldes. Lo cual queda patentizada en distin-


tas publicaciones como el que menciona Aranzadi: “La sociedad
Abakuá desde su fundación en 1836, no admitía a blancos como
miembros o ekobios, pero fue incorporando progresivamente
hasta final de siglo, a negros bozales y negros criollos, a criollos
blancos y criollos chinos, a cubanos y peninsulares, a pobres y
ricos, aglutinando sectores diversos de la sociedad (que forjarían
la nación cubana). Se incrementó su influencia y la urgencia de su
disolución. Uno de los prejuicios en contra de la sociedad Abakuá
en esta época es el de su enemistad en contra de la patria. En 1880
se lee en El Gallego, un periódico de Buenos Aires:

“actualmente los ñáñigos son aliados naturales de los que de-


liran por la independencia antillana [...] la sociedad de ñáñigos
fue descubierta en tiempos del general Concha, y […] fueron de-
tenidos más de dos mil, muchos de los cuales fueron llevados en
cadena y distribuidos entre las islas de Fernando Poo y Annobón”
(Isabela de Aranzadi, Presencia de la sociedad abakuá en Fer-
nando Poo a finales del siglo XIX pág. 46).

El elevado número de cubanos deportados en Fernando Poo,


supone una gran proporción en la población de esta ciudad que
cuenta con unos mil habitantes casi hasta final de siglo, ya que
fueron cientos los ñáñigos cubanos deportados. Esta elevada
proporción de miembros de la sociedad Abakuá nos permite
131
intuir su legado. En 1897 hay tal cantidad de miembros Abakuá
en la isla que se decide no enviar a los anarquistas “para no
aumentar allí el número de gentes peligrosas”. El nombre de ñá-
ñigos se les daba a los miembros de la sociedad Abakuá, te-
nía una connotación de criminalidad, la cual era reflejada en la
prensa de la época.

En ese tiempo surge como figura social e histórica, Román


Quirino Valdés, el tercer personaje célebre de los abakuá por su
influencia en Akanarán Efó (primer juego de ñáñigos blancos,
donde se juramentó), su contribución en la creación de Ekori
Efó No. 1, Enyegueyé y Eforitongó, además de convertirse en
Abasonga de Abakuá Efó durante el baroko de fundamento de
esta última tierra. Quirino, se lanzó a la manigua redentora du-

132
rante la Guerra Necesaria (1895-1898), de la cual regresó con el
grado de capitán del Ejército Libertador. También a la contien-
da organizada por Martí se sumó como teniente del Ejército Li-
bertador el matancero Felipe Espínola, quien ocupara el cargo
de Isué de Oddán Efí y, capturado por el enemigo, fue fusilado
en la explanada del Castillo de San Severino, por negarse a des-
cubrir a sus compañeros de lucha. Según la leyenda popular, el
gobierno español le concedió a la madre de Espínola la posi-
bilidad de visitarlo para que contribuyera en la delación, pero
el hijo solo pidió que le trajera una camisa blanca y pantalón
azul, de modo que con su sangre, formaran el color de la ban-
dera cubana. Quirino y Espínola representan para los abakuás,
el espíritu rebelde y el ideal de lucha; la alegoría del simbolis-
mo, trasciende el examen puramente formal e interpretativo, en
cuanto explica lo que representa, para entrar en el análisis de
determinadas formas de ser, de comportarse, de identificarse,
así como de su evolución e integración cultural, en un momento
y sector determinado.

En los documentos oficiales y en la prensa, existe una asocia-


ción repetida entre ñáñigos cuatreros y anarquistas, por lo que
delincuencia y anti-patriotismo solía asociarse igualmente. Por
ello el indulto llego muy lento. Finalmente, en enero de 1899
cuando todavía quedaban numerosos ñáñigos en la península
y en Fernando Poo, por R. O. del 5 de enero de 1899 se decreta
que: “En vista de que todavía se encuentran en la Península y en
Fernando Póo los individuos deportados […], no comprendidos
en anteriores indultos por su condición de ñáñigos, cuatreros o
anarquistas, [...] S.M. el rey se ha servido autorizar el regreso a la
isla de Cuba [...] siendo por cuenta del Estado el pasaje de regre-
so en tercera clase [...] Madrid, 4 de enero de 1899.” (Isabela de
Aranzadi, Presencia de la sociedad abakuá en Fernando Poo a
finales del siglo XIX, pág. 48).

Los miembros del Abakuá han participado en diversos hechos


históricos relacionados con el origen y formación de la nación
133
cubana como la protección al General Antonio Maceo en el ba-
rrio de San Isidro durante su presencia clandestina en La Ha-
bana; el intento de rescatar a los ocho estudiantes de medicina
en 1871 antes que se cometiera uno de los crímenes políticos
más horrendos en la historia de Cuba; el apoyo financiero a José
Martí durante sus campañas de organización en Tampa y Cayo
Hueso para lo que el propio Héroe Nacional de Cuba denominó
La guerra necesaria de 1895 y, consecuentemente, en la parti-
cipación en la contienda independentista, entre otros aconteci-
mientos.

Sus expresiones musicales y danzas han influido fuertemente


en diversas manifestaciones de la rumba, la conga, el danzón y
el son cubanos, que pueden sintetizarse en muy destacados cul-
tores y compositores, miembros de la sociedad abakuá, como
Chano Pozo, Santos Ramírez, Miguel Faílde e Ignacio Piñeiro,
respectivamente; de igual manera, sus expresiones lingüísticas
relacionadas con el efik, también han influido en el habla popu-
lar urbana de la zona occidental de la Isla y han trascendido a
la literatura en obras de Alejo Carpentier y Manuel Cofiño, por
ejemplo, o la muy estimada figura de Jesús Orta Ruiz, el Indio
Naborí, hermano abakuá que con su poesía llenó un amplio es-
pacio de la décima cubana.

Diversos estudiosos de la cultura cubana como Fernando Or-


tiz, Lydia Cabrera y Argeliers León –por solo aludir a tres muy
destacados– han resaltado los diversos valores que representa
un sostenido legado patrimonial de la nación.

Las actividades de culto que se realizaban todas en templos,


de los cuales existían 40 entre las provincias de Ciudad de La
Habana y Matanzas, distribuidos en los municipios de Guana-
bacoa (14), Marianao (11), Regla (6), San Miguel del Padrón (4),
Cárdenas (4) y Ciudad de Matanzas (1), en la actualidad tienen
un número mayor distribuidos en toda la Isla de Cuba.

134
LOS ABAKUÁ Y LA MASONERIA.

Entre los colonizadores españoles, los ocupantes ingleses y


los emigrantes franceses hubo diferencias destinadas a tener
consecuencias en Cuba. Unos 30.000 Franco haitianos, escapa-
dos precipitadamente de la oleada revolucionaria que agitaba
la vecina isla a fines del siglo XVIII e inicios del XIX, en poco
tiempo poblaron parte de la región oriental de Cuba con in-
genios, algodonales y cafetales. Allí mezclaron lengua y prácti-
cas sociales y religiosas dentro del ámbito local para inaugurar
una zona de intercambio cultural Franco haitiano todavía por
estudiar. Los ingleses, de comparativamente efímera estancia,
si bien marcaron el ámbito económico durante el año que duró
su dominación, se limitaron –en lo religioso– a dejar algunos
elementos del protestantismo que no se fortalecerían, sino en
la etapa de la república neocolonial. Los españoles, cuya im-
plantación constituyó, junto con la africana, la otra fuente mayor
entre los componentes de la nacionalidad cubana, no le dieron
importancia a la evangelización de sus esclavos ni las prácticas
religiosas de éstos, consecuentes con sus intereses económicos,
políticos y sociales.

La preocupación de los terratenientes esclavistas para man-


tener la idiosincrasia de las distintas tribus, estaba dirigida a
preservar las diferencias, las oposiciones y hasta las rivalidades
con el objetivo de obstaculizar su posible unidad en la lucha
contra sus dueños. El poco y casi nulo adoctrinamiento religio-
so a que eran sometidos los esclavos se correspondía, por otra
parte, con la necesidad de los amos de darles una lengua fran-
ca, el español, y una religión, la católica, que vinculara a los es-
clavos no entre sí sino a sus poseedores.

Ese relajamiento ofreció un inapreciable espacio a los escla-


vos que aprovecharon lo permisivo de la actitud de sus amos,
ignorantes de que sus fiestas, su música y sus diversiones eran
las formas tradicionales de convocar a las deidades ancestra-
135
les y, en realidad, lo que celebraban era una elaborada liturgia
religiosa sincretizada de lo africano con lo católico. Se resistie-
ron así a la opresión del blanco, empeñados en arrancarlos de
sus culturas nativas para imponerles la suya. Sobre todo en las
poblaciones –más que en los campos– donde de noche podían
volver a encontrarse y tomar sus costumbres de sus comunida-
des primitivas; esta rebeldía fue sin duda el testimonio de una
voluntad de escapar, primeramente, de la explotación econó-
mica de la que eran objeto por un régimen de trabajo odioso,
y de su lucha contra la dominación de una cultura que les era
extraña. No es, pues, asombroso, que encontremos en nuestra
América civilizaciones africanas o, al menos, trozos enteros de
esas civilizaciones.

Las murallas destinadas a proteger la ciudad de ataques de pi-


ratas y corsarios y que separaban la población –blancos aden-
tro, negros afuera– no pudieron impedir que La Habana, fuera
mulata.

En el período transcurrido entre el siglo XVIII y el XIX, la so-


ciedad cubana crea todos los instrumentos jurídicos, sociales y
económicos, para mantener a los negros sometidos a un sistema
de esclavitud, en los barracones y en los campos de caña, lle-
vándolo a un aislamiento social y cultural, donde les imponen
un idioma: el idioma español del amo. En las ciudades el régi-
men esclavista era más benignas, matizadas por las relaciones
amo-esclavos. Los cabildos se mantenían bajo la observación
y el resquemor de las autoridades y de la sociedad, ya que en
toda la isla se sucedían levantamientos de esclavos y libertos,
como la famosa conspiración de la Escalera.

El legado africano.

En los años 1880, en la finca situada en Marianao, llamada “El


Palenque”, vivían numerosos yorubas, precursores de lo que
sería la Regla de Ocha o santería. Todos eran ahijados de dos
136
santeros jimaguas muy populares y celebraban todos los años
las festividades de Oggún, Ochaoko y los Ibeyis. Ellos eran, ori-
shas dueños y patrones, del hierro y los metales, las labranzas
y los niños, respectivamente. La santería, nombre popular con
que bautizo el pueblo a lo que se llama “Regla de Ocha”, que
significa Ochá-orisha, “santo” o “deidad”; desde su aparición en
Cuba, con los primeros esclavos, estaba unido al temor implan-
tado por deidades católicas que infundían el pánico a sus men-
tes ingenuas, fue un culto individual, familiar, de hondas raíces
étnicas. El esclavo vivió asombrado ante el cambio de su esta-
dio apacible que tenía en su querida tierra África, por un régi-
men explotador que no podía entender, tras cruzar un océano
lleno de peligros, encadenado y despojado de los hábitos de
su vida diaria. Algunos de ellos, eran de estirpes reales, proce-
dentes de tribus con sensibilidades artísticas y estéticas. Ellos
trasladaron esos conocimientos a sus descendientes y contem-
poráneos, que sirven hoy, a las nuevas generaciones de cuba-
nos, como fuente de inspiración inagotable.

En las postrimerías de la primera mitad del siglo XVIII, los es-


clavos practicaban el culto a determinada deidad que imperaba
en el seno de la tribu de la que procedían. Por ejemplo: los de
Oyó a Changó, los de Egba a Yemayá, los de Ekiti y Ondo a Og-
gún, los de Iyesá e Ijebu a Ochún. Cada una de esas deidades
tenía elementos propios que las hacían diferentes de las demás
y, sin embargo, poseían dos denominadores comunes: la piedra
y el caracol. Además, coincidían en los cantos –lamentaciones
por su tierra pérdida– y en los toques o llamados secretos a sus
adorados orishas.

A principios del siglo XIX, el alza del contrabando negrero


apareja una evolución activa y una reafirmación en las creen-
cias religiosas, tanto de los que ya estaban en Cuba como de
los que arribaban, ya que renovaron elementos rituales quizás
ya perdidos o en vías de extinción por la inclemencia y el trato
inhumano de los terratenientes cubanos. Este intercambio pro-
137
duce un salto cualitativo y les permite dar un paso más firme ha-
cia su futura identidad. A mitad de este siglo surgen tres figuras
casi simultáneamente en el tiempo: Andrés Facundo Cristo de
los Dolores Petit (más conocido por Andrés Kimbisa en la Regla
Kimbisa que él fundara y en la Sociedad Secreta Abakuá, con la
plaza de Isué de Bakokó Efor, Lorenzo (o Ciriaco) Samá y la ne-
gra Adyai Latuán, de nación yoruba, quienes dejaron sus sellos
imperecederos en las manifestaciones religiosas afrocubanas.

Los procesos políticos para la construcción de la Nación Cu-


bana, se dan en el siglo XIX. Paralelo a ello se desarrollaban los
procesos internos de las sociedades Abakuás y de las Obedien-
cias Masónicas de la isla de Cuba. De la misma forma que nace
Cuba como Nación, nace la identidad cubana de ambas asocia-
ciones, que son propias e independientes de sus casas de ori-
gen en África y España, respectivamente. Eso permite entender,
porque criollos blancos, mestizos, negros, Abakuás y miembros
de las logias masónicas, se unirán a la lucha independentista,
ayudando a la creación de una identidad cubana y a la cons-
trucción de la futura nación, cuando la Guerra de los 10 años se
dio en 1868 y repercutió en las colonias españolas en América.

Las transformaciones y adaptación a su nuevo entorno de las


sociedades Abakuás y de la masonería, son el resultado de ex-
perimentar períodos de evolución y desarrollo interno, cuando
la creciente hostilidad del entorno hacia las mismas, hizo que se
radicalizaran los hábitos discretos de ambas hacia la clandesti-
nidad o el secretismo más absoluto.

Ambas sociedades por sus características específicas y co-


munes, compartieron protagonismo sus miembros, en los es-
cenarios históricos cubanos, durante los intensos treinta años
de proceso independentista cubano, sin perder sus respectivas
historias como instituciones de la isla. No es casualidad, y sí
causalidad, que ambas sociedades se mantienen activas hasta
nuestros días en Cuba, creando y adaptando sus necesidades
138
vitales de supervivencia social a dinámicos modelos internos
en un escenario de convulsión nacional compartido en época
y espacio. Las semejantes entre Sociedad Secreta Abakuá y las
Logias Masónicas Cubanas se pondrán de manifiesto con la res-
pectiva flexibilidad ante imprevistos, la adaptación al medio y
en especial, el surgimiento de ambas como entidades cubanas,
con evidente origen en África y España, pero al mismo tiempo
con una ruptura hacia las mismas.

En los inicios, logias masónicas y sociedades abakuás se si-


túan en extremos opuestos del espectro social cubano, donde
raza y clase social eran condiciones de acceso a membresía,
quedando claros y por escrito, en el caso de los requisitos de
las Logias Masónicas de la isla. Los Abakuás surgen como una
cofradía de esclavos negros bozales para su ayuda y soporte
mutuo: desde la compra de libertad de sus miembros, a la ges-
tión de trabajos para las cuadrillas asalariadas. Aunque la pu-
reza de etnia primero y raza después no duró mucho dentro de
los Abakuás.

La forma de manutención era similar para ambas asociacio-


nes, funcionaban con el pago de la cuota de sus miembros. En el
caso de los masones, tenían como requisito de entrada, el haber
nacido como hombre libre, pero pronto no les fue suficiente con
este requerimiento ni con las altas cuotas a pagar para mante-
ner fuera de sus talleres a miembros de una comunidad afro
descendiente en crecimiento, como eran los negros, mulatos o
pardos libres.

Esta población libre de origen africano, a los que sus derechos


legales adquiridos por su condición de libres –pero no ciudada-
nos– entraban en contradicción social con su raza y/o pertenen-
cia étnica. Aunque hubo negros y mulatos libres de nacimiento
y con posibilidad de pagar las cuotas de los talleres masónicos,
la clara legislación de no negros, dejaba fuera cualquier tipo
de admisión. Otro caso que se daba es que un esclavo o un ex
139
esclavo que se hallara en posesión de su recién obtenida Carta
de Libertad, tampoco podían ingresar a las Logias Masónicas
de la isla por el hecho de no haber nacido libre. Fuera de estas
dos excepciones estaban la gran mayoría que aún permanecía
esclava y buscaba la forma de acceder a su Carta de Libertad,
ya sea por la compra de la misma, legada en herencia tras la
muerte del amo o, huyendo a los palenques para convertirse en
cimarrón.

En el discurso de discriminación al negro en Cuba de esa épo-


ca, “el negro pasó de ser un color, a un concepto que incorporaba
un tipo de comportamiento social determinado”, con frecuencia
asociado a la delincuencia, la barbarie, la violencia, la precarie-
dad, la incultura y la maldad. Mientras se consolidaba el ingenio
y la plantación como modo de producción, aumentaba el nú-
mero de esclavos llegados a Cuba por la “Trata” como mano de
obra. Por ello, se articulaban los mecanismos de sometimiento
físico e ideológico. Para apoyar la segregación e invisibilidad
del afro descendiente. Al mismo tiempo se activaban formas

140
de resistencia, dando surgimiento a las identidades étnicas y
raciales de las minorías sometidas: desde el cimarronaje hasta
el nacimiento de la Sociedad Secreta Abakuá, por mencionar
algunos ejemplos dentro de la sociedad cubana.

La prohibición de la Trata Negrera de 1886 no afectó a la isla


porque la economía de ingenio-plantación, llevaba décadas de
explotación de grandes dotaciones de esclavos, en todos sus
ciclos de cultivo, en especial para la recogida o corte de la caña
de azúcar. Por ello, continuará ilegalmente el tráfico y la venta
de esclavos en el Caribe. La zona se convertirá en uno de los
últimos territorios en abandonar estos viejos y malos hábitos a
pesar de la legislada ilegalidad.

Los esclavos africanos llegados a Cuba, constituirán la Socie-


dad Secreta Abakuá, una sociedad de hombres solos, formada
en sus inicios por esclavos traídos del Calabar, que forman la
Sociedad Secreta, masculina, esotérica y hermética, trasplan-
tando a Cuba, elementos rituales, liturgias, cantos, instrumen-
tos, música y el propósito de defensa social y ayuda mutua, de
organizaciones nativas africanas. La sociedad se funda sobre la
segunda mitad de 1830 en el Municipio de Regla. Otros sitúan el
surgimiento Abakuá en 1836, mientras los historiadores, acotan
la fecha, dándole día y mes a su creación: el 6 de enero de 1836,
que se recoge oficialmente como el nacimiento de Efik-Buton,
la primera potencia en el barrio de Regla y origen del Abakuá
en Cuba, formada por negros libres y esclavos del cabildo Ca-
rabalí Appapá del habanero barrio de Belén. Nada de extrañar,
considerando que el 6 de Enero es el día en que se les permitía
a los negros integrantes o no de los Cabildos, esclavos o libres,
poder vestir y representar sus tradiciones de origen étnico –con
frecuencia sincretizadas con la religión oficial católica– en pro-
cesión por las calles de La Habana.

El sociólogo español, Rafael Salillas, dice en su informe sobre


los ñáñigos: “el ñañiguismo impresionó a las gentes como una
141
mascarada de los negros que exhibían su ceremonial en las ca-
lles, como antes lo habían exhibido más localizadamente. Impre-
sionó también en virtud de algunos episodios criminales. Se en-
lazó el ñañiguismo como algo puramente festivo y siniestramente
peligroso” (Cabrera, Lydia. La sociedad secreta abakuá narrada
por algunos de sus adeptos).

Gracias a su secretismo, los Abakuá guardaron hermetismo


sobre su simbología, rituales y parte de la liturgia que tenía ele-
mentos católicos. Esta actitud de adopción fue necesaria para la
supervivencia de las Trata y la persecución religiosa. La influen-
cia católica permanecerá en las prácticas regulares de los afro
descendientes de la isla, desde la adopción del crucifijo como
uso habitual, hasta llevarlo encabezando las procesiones junto a
estandartes o representaciones autóctonas africanas.

Es significativo que la mayoría de las deidades ancestrales,


cultos y espíritus que llegan a la isla de Cuba, están estrecha-
mente relacionados con la protección física del individuo, con
la defensa, el ataque y actos de violencia. A Cuba arribaría un
sistema de pensamiento y cosmogonía que fue sesgado por la
Trata Negrera, llegando a las costas americanas casi con total
exclusividad deidades, ancestros, espíritus y cultos guerreros.
No practicaran en las costas cubanas, culto a ningún ancestro de
la Fertilidad ni de la tierra, tampoco el culto a la feminidad, o al
menos no hay muestra de ello. Exclusivamente era una cosmo-
gonía masculina de protección y defensa.

Hacia 1812 en La Habana, el gobierno español logra parar una


conspiración antiesclavista del negro libre José Antonio Apon-
te. Entre los papeles sustraídos se confisca documentación con
contraseñas de origen abakuá usadas por los conspiradores.
La relación se establece según el informe policial, que acusa a
Aponte, líder de la conspiración independentista, de ser miem-
bro de la cofradía. En 1812 miembros abakuás, libres y esclavos,
ya eran partícipes de conspiraciones contra la metrópolis, esto
142
implica no sólo la consolidación administrativa y la jerarquiza-
ción dentro de la instituciones abakuás, sino que ellas ya eran
conscientes de su labor política en la dinámica interna de la
propia fraternidad y del compromiso para con la sociedad cu-
bana.

La materialización de dicho compromiso, así como la interven-


ción en una causa política, hace que para la primera mitad del
siglo XIX los abakuá fuesen más que una sociedad secreta, con-
virtiéndose en una fuerza política de un grupo social. Entonces,
¿las primeras fechas de visibilidad pública están relacionadas
con la fundación de la cofradía, en 1830? Nos parece una contra-
dicción entre los documentos requisados por la policía durante
el fracasado intento de la Conspiración de Aponte y la fecha
consensuada en la historiografía para la fundación de la cofra-
día.

1836 es una fecha tardía para la materialización de un asocia-


cionismo que ya existía en África. Aunque la sociedad Abakuá
es de nacimiento eminentemente cubano, su esencia esotérica
es africana, que llego con los esclavos de la Trata a Cuba.

Los Abakuás surgieron en Cuba, con los esclavos negros afri-


canos del Calabar que llegaron en el siglo XVI; como una resis-
tencia frente a la esclavitud de la época, reproduciendo en el
territorio de Cuba, el mismo tipo de asociación de su original
tierras en el África, una inevitable adaptación al nuevo espacio
físico, y contexto social y político. El carácter secreto de la So-
ciedad Abakuá, impidió una visibilidad temprana en la socie-
dad cubana.

En la Conspiración de 1812, convergían negros libres, como


Aponte, que pertenecían a los Batallones de Pardos y Morenos,
y esclavos; esto demuestra diversidad y mestizaje dentro de los
Abakuás. Así, los posteriores acontecimientos de Andrés Petit,
que inicia blancos abakuás no deben sorprender tanto, parece
143
ser una evolución lógica del proceso de maduración etnico-so-
cial de la cofradía y en la futura nación cubana.

La exclusiva masculinidad de los abakuás es otra de las carac-


terísticas de estas sociedades en Cuba. En África existen tam-
bién sociedades secretas femeninas, con características simi-
lares a las de los hombres: culto a los antepasados, rituales de
posesión de los cuerpos por espíritus de Iremes u otros seres
sobrenaturales.

La Sociedad Secreta Abakuá, era una cofradía con fuertes re-


glas internas y castigos para miembros que las incumplan. La
opinión pública del siglo XIX, continuo alimentando la leyenda
negra de los Abakuás, extendiendo el rumor que los abakuás,
tendrían controvertidos métodos de iniciación al neófito, que
podían ir desde el asesinato de un cristiano, hasta cometer ac-
tos de vandalismo, profanación de tumbas o la antropofagia.
Estos rumores exageraban; las normas internas de la cofradía
abakuá recalcan el compromiso de ser buen hijo, buen amigo,
buen padre, solidaridad entre sus miembros, discreción, res-
peto a los mayores, ser trabajador y valiente. Todo ello como
un código ético-moral, que consideran ha sido legado por sus
antepasados ancestrales Ekpe. Otras normas más controverti-
das, como la de ser hombre –“hombre se nace, abakuá se hace”–
están estrechamente relacionadas con la opción estrictamente
heterosexual de sus futuros miembros, sin dejar de lado el resto
del decálogo.

El cambio de algunas reglas.

La controvertida figura de Andrés Facundo Petit es el detonan-


te integrador dentro de la hermética Sociedad Secreta Abakuá.
¿Traidor a los Abakuá o visionario integrador de razas y cultu-
ra? Eso es la diyuntiva y la diatriba que redime y culpabiliza
simultáneamente la figura de Petit, acusado de entregar el Se-
creto Abakuá a los blancos. Lo cierto es que gracias a su “indis-
144
creción” se abre la Sociedad Secreta Abakuá a todo el espectro
etnico-racial que habitaba Cuba. Todos, desde blancos a chinos,
fueron partícipes y miembros de los Juegos y Plazas Abakuás a
lo largo del Occidente isleño.

Petit (Isué de Bakokó Efor, de Belén), fue un mulato de ascen-


dencia haitiana, que era abakuá, masón y terciario franciscano.
Creador de la Regla Kimbisa, basada en un sincretismo entre
los misterios de varias religiones, como lukumí, catolicismo, re-
glas de Palo Monte, espiritismo, masonería y sociedades secre-
tas masculinas Abakúa.

En 1857, Petit es acusado de traidor, que vendió por ochenta


onzas de moneda, el secreto Abakuá a los blancos. No deja de
ser curioso la similitud con el pasaje bíblico, donde Jesucristo es
traicionado por Judas a cambio de monedas. Las alegorías bíbli-
cas dentro de la historia abakuá son reiteradas, confirmando el
inevitable proceso de sincretismo religioso que se dio en Cuba
y del cual Petit, puede considerarse un actor social, cuando en
el año 1863, Andrés Petit, fundó la primera potencia abakuá de
hombres blancos, Ekobio Efó Mukarará, rompiendo así la pro-
145
hibición estricta que existía. Dicha potencia tuvo su sede en la
Calle Ancha del Norte No. 115, actual San Lázaro, entre Galiano
y San Nicolás, en la ciudad de La Habana.

Los puristas dentro de la Sociedad Abakuá, continúan acusán-


dolo de traidor, sus defensores responden que la intención de
Petit, era crear una nueva hermandad con el legado de la an-
tigua y, afirman que la “venta del secreto”, fue para una buena
acción: comprar la libertad de sus hermanos abakuás aún escla-
vos. De esta forma Petit, es presentado como un revolucionario
que elimina la discriminación racial dentro de la hermandad, en
una isla que tenía al mestizaje como hecho inevitable y nece-
sario. Él, un mulato, representa el vivo ejemplo de la amalgama
de etnias, culturas y credos existentes. Lamentablemente, las
buenas intenciones no siempre son bien recibidas. Los miem-
bros abakuás más antiguos y la sociedad cubana, temían que
la estirpe abakuá, se extendiera, cual enfermedad contagiosa a
los blancos. Con el tiempo la fraternidad juraría a blanco, negro,
mulato, chino y mestizo, que fuese considerado hombre, pero en
la idiosincrasia cubana, continuaría cultivándose el recelo para
con los abakuás, considerados como salvajes y barbaros.

Por otra parte en la Regla Kimbisa fundada por Andrés Petit, se


mezcla lo social, político y religioso, e integra al hombre blanco
en los cultos de los esclavos negros y afro descendientes.

De las creencias de origen bantú, tomaron las concepciones


relacionadas con la Nganga: la naturaleza y la influencia de es-
píritus y antepasados. De la Regla de Ocha (Santería) encontra-
mos sus orichas sincretizados con otros nombres (Eleggua se
convierte en Lucero Mundo; Yemaya en Tiembla Tierra; Oya en
Centella), así como la asimilación del coco en la adivinación y la
creencia de “alimentar” y “fortalecer” la prenda mediante sacri-
ficios de sangre animal. Del espiritismo asimila la comunicación
directa con las espíritus, sobre la base de que cuanto ocurre en
la tierra está regido por fuerzas del más allá. La influencia del
146
catolicismo se manifiesta a través de la adoración del Espíritu
Santo y la utilización del crucifijo y oraciones del ritual católico.
Adoptan a San Luis Beltrán como guía espiritual. Por último, el
elemento abakúa se verifica en el método de selección de sus
aspirantes, quienes deben cumplir con determinado comporta-
miento ético-social.

Andrés Petit hará un periplo a Roma, visitará al Papa y a algu-


nos cardenales, así como algunos lugares de la sagrada anti-
güedad, como Jerusalén. Sin embargo, el que un mulato cubano
del siglo XIX se presente ante Pío IX en busca de la aprobación
de la Regla Kimbisa o Santo Cristo del Buen Viaje, como orden
católica, debió dejar tras de sí alguna documentación o registro
en Roma. Lamentablemente, las pruebas documentales del pe-
147
riplo de Andres Petit por Europa, aún no han sido historio gra-
fiadas, pero sí se recogieron, testimonios orales de los cofrades
abakuás. El que Petit perteneciera a diversas cofradías, socie-
dades, y credos explica la creación de la Regla Kimbisa como
sistema de creencias que aglutina símbolos del cristianismo,
como el crucifijo; abakuás, como signos y firmas; masónicos,
como las dos columnas de la entrada del Templo de Salomón.
En ocasiones, hasta el propio Templo fue representado, aunque
adaptado a la nueva cosmogonía kimbisa.

La fundación de la primera potencia abakuá de hombres blan-


cos, Ekobio Efó Mukarará, por Andrés Petit en 1863, dio pie a
la creación de otras cofradías abakuás de blancos y se incen-
tivaron que los apadrinaran. Blancos, mestizos, chinos, mulatos
y negros; “…todo mezclado”, tenían cabida en lo Abakuá, pero
permaneció el recelo y odio visceral hacia la raza blanca, en la
misma medida en que las tierras de blancos e integradas, iban
en aumento donde tenían esclavos negros. Ambos procesos
fueron paralelos llegando a surgir conflictos irreconciliables,
enfrentamientos y peleas entre diferentes cofradías por esta ra-
zón. La guerra de razas oponía a tierras abakuás de blancos y
de negros, siendo estas últimas las que se erigían como estan-
darte de la esencia abakuá y quienes duramente criticaban y
atacaban a Petit por semejante traición.

Sin embargo, ni la jura de blancos abakuá, ni su incorporación


a la cofradía con la aceptación respectiva de ritos y liturgias;
tampoco las reyertas entre tierras de abakuás blancos y de ne-
gros, como un problema de raza o de legitimidad, por la perte-
nencia del Secreto, hicieron que la sociedad cubana del siglo
XIX, modificara la arraigada idea de que lo Abakuá era cosa de
negros.

De esta manera se perpetuaba y consolidaba la cosmovisión


racista y clasista de las élites dominantes y sus respectivos jui-
cios de valor. Una vez más “… el miedo a la subversión del orden,
148
el temor a la africanización de la isla y los intereses económicos
de la élite condicionaron en el siglo XIX el régimen político per-
petuando el sistema colonial y conformaron unas mentalidades
que, obsesionadas en blanquear la isla, llevaron a cabo una polí-
tica de blanqueamiento y colonización de diferente alcance” (Na-
ranjo Orovio, Consuelo. De la esclavitud a la criminalización de
un grupo: la población de color en Cuba).

A pesar de las disputas y diferencias tras la jura de blancos


por Petit, lo Abakuá pasaría a convertirse en una característica
cultural, que deja atrás el origen étnico de sus miembros (ne-
gros esclavos), para identificarse con algo superior, que prac-
tican como concepción ética los masones, que es el respeto a
todas las razas. Los Abakuás y los masones consideran que el
neófito una vez jurado o iniciado, abandona por propia volun-
tad, al hombre mundano para dar paso al Hombre Nuevo. La
aceptación de esto, va más allá de un mero enunciado, es la in-
corporación a una nueva forma de vida.

La estricta jerarquía de la hermandad, la organización y diná-


mica interna con la cual funcionaron desde su creación, salva-
guardó sus secretos. Esta organización facilitó mucho para que
los abakuá, ante la necesidad de trabajadores fuertes y bien
organizados, para empleos que necesitaba mano de obra asa-
lariada, los abakuás fuese la fuerza de trabajo perfecta. Dichos
contingentes abakuás llegaron a organizarse y dividir el trabajo
por barrios en la ciudad de La Habana y monopolizaban faenas
como los de los puertos y astilleros de La Habana, Cárdena o
Matanzas, y cuya manera de funcionar podría ser análoga a los
gremios medievales o sindicatos de la época contemporánea.
Para la contratación los empleadores sólo tenían que negociar
con el Capataz, quien solía tener un puesto relevante dentro de
la sociedad abakuá y así, tener acceso a los cofrades como con-
tingentes de trabajadores. De esta forma se trasladaba el orden
interno establecido dentro de la sociedad a la calle. Consecuen-
temente, la incorporación de sus miembros abakuás al mercado
149
laboral asalariado, garantizaba la puesta al día en cotizaciones
para el mantenimiento de la sociedad y la auto compra de liber-
tad, para los que aún continuaban siendo esclavos.

Las fraternidades abakuás continuaron siendo secretas y muy


discretas, a pesar de la visibilidad social que toman en esta
época. Sin embargo, reyertas y persecuciones por la policía hi-
cieron que los abakuás quedasen en ocasiones al descubierto
provocando un interés o ensañamiento casi exclusivo por las
fuerzas del orden. El 21 de agosto 1876 sale publicado el De-
creto General por el que se prohíbe las Reuniones de Ñáñigos.
Nuevamente, el 22 de diciembre de 1884 se ratificó la ilegali-
dad de la sociedad secreta abakuá. El 8 de enero de 1877 se le
otorga al ñañiguismo la categoría de delito con independencia
de los delitos que hubiesen realizado sus miembros. En 1881,
Carlos Urrutia escribe el primer informe sobre los ñáñigos en
Cuba. Los periódicos de la época como “Correspondencia de
Cuba” del 12 de julio de 1881, “La Voz de Cuba” del 15 de julio
de 1881, harán eco de las detenciones policiales de abakuás,
que irrumpían en medio de ceremonias, para hacer público el
nombre de ecobios o miembros participantes en dicha ceremo-
nias.

Masones operativos y especulativos en Cuba.

Si bien el territorio cubano no se caracteriza por restos patri-


moniales de construcciones donde hallar los símbolos o marcas
de los masones operativos, Eduardo Torres Cuevas en su “His-
toria de la masonería cubana: seis ensayos” anuncia que el his-
toriador de la Ciudad de La Habana, Esebio Leal Spengler está
investigando el reciente hallazgo de marcas y símbolos masó-
nicos en el Convento de San Francisco de Paula de La Habana.
Dichas marcas en relieve serían semejantes a las recogidas por
los catálogos de marcas de masón o a las que están a simple vis-
ta en castillos medievales de toda Europa. Este hecho evidencia
la presencia de masones operativos europeos en tierras cuba-
150
nas en el siglo XVI y XVII, o la importación a Cuba de piedras
cortadas por dichos masones en Europa para la construcción
del citado convento en la ciudad de La Habana. Los masones
especulativos llegaran a Cuba después de 1760.

Las Logias Militares Inglesas, itinerantes o pro-


visionales.

El proceso de instalación de Logias y Talleres Masónicos en la


isla de Cuba se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII con
la Toma de La Habana por flotas militares inglesas, y cuya ocu-
pación fue de 1762 a 1763. En esta época, la referencia que se
tiene no es de talleres adscritos al territorio cubano sino de lo-
gias del cuerpo de infantería de las tropas inglesas en la isla. Se
encontró un acta de iniciación masónica a nombre de Alexander
Cockburn. El manuscrito se publicó en la Revista Ars Quatour
Coronaturum y dice que dicha iniciación se realizó en la Logia
218 del Regimiento de Irlanda perteneciente al Destacamen-

151
to de Infantería Nº 48. No hay documentación que pruebe que
tras la partida de las tropas inglesas se continuasen los trabajos
masónicos en la isla relacionados con dichas logias. Los talleres
masónicos de militares ingleses, continuaron sus trabajos con
sus miembros con independencia de su misión o destino militar.

Estas logias no son consideradas como antecedentes de la
masonería cubana, porque no realizaron ni captaciones ni in-
teracciones con la sociedad cubana. Tampoco hay prueba do-
cumental sobre la participación de ciudadanos de la isla en sus
trabajos ni de que se establecieran en ella, pudiendo perder su
estatus de logias militares itinerantes.

Desde la salida de las flotas inglesas hasta 1790 solo aparecerá


un documento relacionado con la masonería, el 7 de diciembre
de 1769, documento por el cual el gobernador de Cuba pide
la excarcelación del ciudadano inglés John Fitz, que había sido
mandado a la cárcel de Cádiz por comprobarse su pertenencia
a la francmasonería. Esta referencia se halla en los “Documentos
inéditos sobre la toma de la Habana por los ingleses en 1762”
que se encuentran en la Biblioteca Nacional José Martí. Depar-
152
tamento Colección Cubana.

La llegada de masones franceses y las primeras


Logias en la Habana y Santiago de Cuba.

Gaspar de Arredondo y Pichardo, redacto el manuscrito “His-


toria de mi salida de la isla de Santo Domingo el 28 de abril de
1805”, donde narra la situación de violencia que vivía Saint Do-
mingue desde 1801, que origino la migración de miles de per-
sonas a Cuba y otros territorios. En el Capítulo V, Gaspar narra:
“En el tránsito de un gobierno a otro, sufrimos los naturales toda
clase de insultos, salvando los peligros que teníamos encima, de
una gente que ya abatida por los blancos, no economizaban la
bayoneta o el sable, donde quiera que fijaba la vista, mientras le
quedaba el momento de hacer el mal, y tomar venganza, a pesar
de la vigilancia con que se les observaba, que durante su gobier-
no fuimos vejados de todos modos y niveles con nuestros mismos
esclavos en el servicio de las armas, y en todos los actos públicos”
(Gaspar de Arredondo y Pichardo, Historia de mi salida de la
isla de Santo Domingo el 28 de abril de 1805).

Durante y después de la declaración de independencia de


Saint Dominge (Haití) en 1804, se retiraron los terrateniente
franceses llevando consigo la idea de considerar barbaros y su
represión como “necesaria”, de los esclavos negros y del resto
de la población de origen afro descendiente libre o esclava, na-
cida o no en lo que fuera llamado el Nuevo Mundo; es la época
cuando llegaron a Cuba, terratenientes franceses que huían de
los acontecimientos violentos de la vecina isla, desde los inicios
de la revuelta en 1798. Entre ellos llegaron algunos masones
franceses, trayendo consigo sus Logias Masónicas que se esta-
blecieron en Cuba y dependían del Gran Oriente de Francia.

A diferencia de las logias militares itinerantes inglesas, los ta-


lleres masónicos franceses que llegaron, tenían como objetivo
establecerse en la isla a pesar de que las actas de fundación
153
continúan siendo originalmente para Saint Domingue. Ellos
mantendrán sus tenidas y liturgias en francés, y su dependen-
cia al Gran Oriente de Francia. Los masones franceses huidos
de Saint Domingue, establecen en Cuba Logias o Talleres Ma-
sónicos para continuar sus trabajos en el nuevo territorio. Es-
tos masones franceses que llegaron a Cuba a partir de 1798,
pertenecían a la minoría blanca terrateniente que huían de las
revueltas de los negros en Saint Domingue, y escogieron para
establecerse, una isla cercana, con similares características so-
ciales y políticas que Haití antes de las revueltas, para mantener
su estatus de terratenientes y dueños de esclavos. Cuba ofrecía
esas condiciones favorables para su establecimiento económi-
co y social. Puestos en alerta, sobre los acontecimientos haitia-
nos, la sociedad cubana hizo que se adoptaran mecanismo de
opresión para evitar revueltas como las de Saint Domingue.

En este entorno favorable para los terratenientes franceses,


con rapidez, tras su instalación en tierras cubanas, comenzaron
a establecer los primeros talleres masónicos llegados de Saint

154
Domingue. A ellos se incorporaron tanto peninsulares como
criollos nacidos en la isla que tenían una clara vocación conser-
vadora.

Talleres como La Perseverance y La Concorde se trasladaron


a Santiago de Cuba. En La Habana se establecieron L´Amité y
La Benefic Concorde, todas ellas tenían permisos de apertura
emitidos para Saint Domingue, pero no hubo problemas para
que dichos talleres, fundados en 1798, se trasladaran a la isla de
Cuba tras los acontecimientos, estableciéndose como los pri-
meros talleres de masonería especulativa radicados en tierras
cubanas regidos por el Gran Oriente Francés.

Aunque el taller Le Temple des Vertus Théologales N° 103 ve-


nía funcionando desde 1802, el 17 de diciembre de 1804, a di-
ferencia del resto de las primeras logias o talleres establecidos
en Cuba, se le otorga una carta de constitución expedida por la
Gran Logia de Pensilvania, que tenía entre sus miembros impor-
tantes a Albert Pike.

Hasta ese momento, las logias establecidas en Cuba no res-


pondían a la autoridad de ningún órgano o cuerpo masónico
superior español, sólo al Oriente francés. Aunque las tenidas
continuaban realizándose en francés, los talleres ya contaban
con afiliación de miembros españoles y criollos cubanos. Dos
acontecimientos producidos en España, provocaron un profun-
do sentimiento anti galo: por un lado, la ocupación francesa de
1808 con la posterior Guerra de Independencia Española, y por
otro lado, la Declaración Constitucional de 1812. Incidentes que
obligan a los franceses radicados en Cuba a que abandonen
la isla y se refugien en Louissiana, New Orleans y Philadelphia
llevándose consigo las logias que habían traído de Saint Domin-
gue. Todas marcharon menos Le Temple des Vertus Théologa-
les N° 103, que cambiaría su nombre al castellano –Las Virtudes
Teogales– y se mantendría activa hasta que en 1814 se creara
el delito de pertenencia a la francmasonería para territorios
155
españoles peninsulares y de ultramar, que están relacionados
con bulas papales, muy a pesar de la Real Cédula del 19 de
enero del mismo año emitida por el Consejo de Regencia. Sin
embargo, la autorizada persecución no impidió que aumenta-
ra el número de instituciones, miembros y talleres masónicos
amparados en el secretismo y en especial, la discreción que la
francmasonería suscribe. La pertenencia masónica ya iba en
contra de la prohibición en un Real Decreto en el que fue crea-
do el delito de la Francmasonería, y por ende constituía un claro
posicionamiento político en desacuerdo con la península.

“En 1815 se fundó en La Habana, bajo la obediencia de la Gran


Logia de Luisiana, “Unión Fraternal” y en 1818 se erigieron “La
Rectitud” y “Divina Pastora”, ésta en Matanzas. El 27 de marzo tres
logias crean en la capital de la isla la Gran Logia Española del Rito
de York. Por último, durante el trienio liberal, la masonería cubana
–como la del resto de España– entra en un periodo de expansión
creándose en diciembre de 1821 el Gran Oriente Simbólico Es-
pañol Americano de la isla de Cuba, sometido al Gran Oriente
Nacional de España. Por divergencias surgidas entre los mismos
el 7 de septiembre de 1822 el cubano accedió a la independencia
con el título de Gran Oriente Territorial Español Americano de
la isla de Cuba, el cual se fusionó con la Gran Logia del Rito de
York, adoptando el nuevo cuerpo esta última denominación. Con
la caída del último gobierno liberal del Trienio la represión sobre
los masones cubanos no tarda en llegar y, con ella, la decadencia
de la Orden del Gran Arquitecto” (Manuel de Paz Sánchez, La
masonería y la perdida de las colonias, pág. 19).

“Fue en 1859 cuando dos logias de Santiago de Cuba: Frater-


nidad Nº 1 y Prudencia Nº 2 pidieron ser incorporadas a la Gran
Logia de Carolina del Sur (EE.UU.), la cual optó por aconsejarles
que en vez de ello fundaran un nuevo taller para de esta forma
constituir un cuerpo masónico independiente. En consecuencia,
los masones cubanos establecieron el 17 de noviembre la logia
San Andrés, Nº 3 y el 5 de diciembre crearon la Gran Logia de Co-
156
lón, cuya jurisdicción masónica se extendía a Cuba y a las Indias
Occidentales españolas” (Manuel de Paz Sánchez, La masonería
y la perdida de las colonias, pág. 42).

Conflicto entre criollos cubanos y peninsulares,


y la extensión hacia la masonería.

El aumento del número de logias hacia 1814 serviría para afi-


liar a los criollos de la isla que eran expresión de las diferentes
corrientes políticas a favor o en contra de la península: liberal
constitucionalista o independentistas, y cuyas afiliaciones a las
nuevas logias estaban separadas por las respectivas tendencias
políticas.

Sin embargo, los desacuerdos entre independentistas y libe-


rales constitucionalistas criollos variaban en sus tendencias po-
líticas y en el grado de desacuerdo para con la península por su
condición de masones.

Con el triunfo del liberal Rafael de Riego en España, se institu-


cionalizan en Cuba oficialmente la Gran Logia de Masones Anti-
guos y Aceptados de York –llamados yorkinos– y el Gran Orien-
te Territorial Español Americano del Rito Escocés –escocistas.

La Gran Logia de Masones Antiguos y Aceptados de York te-


nía como fuente de expansión los Estados Unidos, en especial
Pennsilvania, con una liturgia liberal y protestante, que critica-
ba el catolicismo y su concepción ética y ya dejaba entrever el
interés norteamericano por el territorio cubano como área de
extensión territorial. Mientras que el Gran Oriente Territorial
Español Americano del Rito Escocés, el cual obtuvo la autoriza-
ción del Gran Oriente de Francia, es de constitución anterior a
los yorkinos, de clara influencia francesa en las liturgias y con
una constitución social de oficiales, comerciantes españoles y
criollos pro-españoles por lo cual se le conoció como “partido
de los peninsulares”. Ambas instituciones eran liberales y reali-
157
zaron debates públicos en los que se ponían de manifiesto sus
intereses políticos.

Hacia 1822 se imponen los criollos dentro de los escocistas y


los nuevos miembros serán parte del naciente pensamiento cu-
bano de la época relacionándose con colaboradores como Félix
Varela o el Obispo Espada, del que se ha escrito mucho sobre
su pertenencia o no a la francmasonería. La masonería cubana,
ya pensaba en una independencia de los cuerpos masónicos
y de las obediencias de la península dentro de los escocistas,
posiblemente por la caótica situación de la masonería española
de la época, por su evidente lejanía geográfica y o por el claro
desencuentro entre comerciantes criollos y peninsulares. Los
primeros tenían la suficiente independencia económica como
para revalorizar sus productos en la península, mientras que
para los segundos, Cuba seguía siendo una colonia de explo-
tación y como tal era valorada. De otra parte, la polaridad entre
las logias de Oriente en Santiago de Cuba y las Occidentales en
La Habana, ya iban dibujando, sus intereses masónicos, econó-
micos, políticos y su especial atención por la composición social
de sus talleres. La Habana se convertía en el centro neurálgico
de la actividad comercial y los nuevos miembros de logias oc-
cidentales, se caracterizarían por ser criollos y estar integrados
al sector comercial.

Hacia 1823, yorkinos y escocistas intentan unificarse, pero nin-


guno de los intentos llega a buen puerto; en gran medida debi-
do a la vuelta española al absolutismo monárquico, que también
trajo consigo una nueva prohibición de la masonería en la Real
Cédula del 1º de agosto de 1824.

Gran Logia de Colón (GLC).

No sería hasta finales de 1857, tras años irregulares y entradas


en sueños de las logias establecidas en la isla, que se fundan
las Logias Fraternidad Nº 1 y Prudencia Nº 2 que dependerían
158
del Gran Oriente Hespérico Reformado con sede en la ciudad
de Barcelona. Ambas tenían una constitución social peninsular
y conservadora y, ante la desorganización de la masonería es-
pañola, ambas fueron disueltas y buscaron en la masonería nor-
teamericana una nueva obediencia superior que los acogiera.

Andrés Cassard, masón nacido en Santiago de Cuba, extremo


oriental de Cuba, de padre francés y madre italiana, se esta-
blecieron en Cuba por los acontecimientos violentos de Saint
Domingue; es nombrado por el Supremo Consejo de Charles-
ton para crear en la isla una obediencia dependiente de dicho
consejo en el Rito Escocés. Cassard había sido condenado por
razones políticas en Cuba y obligado a exiliarse a los Estados
Unidos en 1852. Ya en suelo americano, fundó la Logia San An-
drés Nº 3, que junto a las ya existentes Fraternidad Nº 1 y Pru-
dencia Nº 2, conformarían las tres logias necesarias para formar
una Gran Logia. Así, el 15 de noviembre de 1859 se crea la Gran
Logia de Colón (GLC). El 27 de diciembre del mismo año se
fundaría el Supremo Consejo de Colón para Cuba y demás islas
de las Indias Occidentales.

Hasta 1868 la GLC se extendería por toda la isla con 22 lo-


gias y su actividad sería regular durante los primeros meses,
pero tras la férrea vigilancia de las autoridades coloniales, las
reuniones pasaron a ser más limitadas y secretas. A pesar de
la vinculación a España, la liturgia de la GLC estaba más cerca
del conservadurismo del sur de los Estados Unidos debido a su
constitución social, comerciantes españoles relacionados con la
economía de Ingenio y plantación.

En 1865 se decreta por escrito dentro de esta obediencia el


reglamento sobre la no admisión de negros:

“Encontrándonos en un país donde no es posible que la gente


de color alterne con la clase blanca, hasta el caso de estar muy
cerca la línea que las divide en la sociedad, donde no son ad-
159
mitidos con absoluta libertad, se diga a la M.R.G.L (Muy Respe-
table Gran Logia) que no es dable recibir a ninguno que no sea
considerado como blanco, aunque sea del estado llano, para evi-
tar de esta suerte los disgustos que podría proporcionarse y el
conflicto en que todos se encontrarían de admitir a un sin núme-
ro de pardos y morenos a quienes conocemos revestidos de las
mejores cualidades” (Miranda y Álvarez, Historia documentada
de la masonería en Cuba. La Habana. Molina. Pág. 147. Soucy,
Dominique. Masonería y nación. Redes masónicas y políticas en
la construcción identitaria cubana (1811-1902), Santa Cruz de
Tenerife, ediciones Idea, 2006. Pág. 114).

Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA).

Vicente A. de Castro, cubano deportado por razones políticas


e involucradas en la Conspiración de Ramón Pintó, se instalaba
en New Orleans en 1857. Allí es acogido por la Gran Logia de
Loussiana con clara influencia del Gran Oriente de Francia y de
los valores de igualdad, libertad y fraternidad de la Revolución
Francesa. Castro, a pesar de las diferencias entre las logias de
Loussiana y la conservadora de Carolina del Sur, dirigida esta
por el influyente Albert Pike, consigue que este último recono-
ciera sus grados. Castro es nombrado Inspector General del Su-
premo Consejo de Charleston y será el encargado de regulari-
zar la obediencia del Consejo de Colón en Cuba. Castro logra
volver a Cuba tras una amnistía y se convertía el 28 de marzo de
1862 en comendador del Supremo Consejo y en Gran Maestro
del Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA).

El GOCA se convertiría, de la mano de Vicente A. de Castro,


en una obediencia de clara tendencia independentista, agluti-
nando en su seno a gran parte de los futuros líderes mambises
de la guerra de independencia. Paulatinamente, la simbología
masónica se haría visible en la construcción de la nueva nación
cubana y en el proyecto unificador del mismo. Los símbolos
ayudarían a la creación de esa unidad nacional y fueron inde-
160
pendentistas masones en su mayoría los encargados de dotar a
la naciente nación cubana de una estructura simbólica y alegó-
rica que fortaleciera este proceso iniciático del Estado-Nación
cubano. Narciso López realizó la primera versión de la bandera
cubana que más tarde sería replanteada con tres franjas azules,
las cuales representan las tres regiones militares en que se ha-
llaba dividido el país: Oriente, Occidente y Centro. El número
3 alude a la belleza y a la armonía, los tres lados iguales del
triángulo equilátero representan la grandeza del Gran Arqui-
tecto del Universo y la divisa masónica de libertad, igualdad y
fraternidad en justa división de lo democrático. Cinco son en
total las franjas de la bandera y cinco es el número de la perfec-
ción, cinco puntas tiene la estrella solitaria que en su perfección
el maestro masón ha de hacer gala de su fuerza, belleza, sabi-
duría, virtud y caridad; y que junto al triángulo equilátero rojo
y las cinco franjas: dos blancas –de la pureza– y tres azules del
cielo suman siete elementos, siendo considerado este el núme-
ro divino.

La Raza en la Masonería Cubana y la clase social.

Las nuevas obediencias masónicas cubanas de mitad del siglo


XIX darán cabida a afro descendientes en su seno. En especial
las llamadas “Logias de Manigua”. Estas eran talleres itineran-
tes cuyos miembros eran mambises cubanos y cuyas tenidas
o reuniones eran realizadas en el lugar en que se asentaba el
batallón del Ejército Libertador al que pertenecían. Las “Logias
de Manigua”, hacían sus reuniones masónicas en pleno monte o
manigua cubana, en el campamento o en el asentamiento itine-
rante del Ejército Libertador. En este caso, la Logia no se refiere
al edificio del templo en sí mismo, sino a la estructura que for-
man sus símbolos y sus miembros masones. Para los mambises,
la logia era una construcción alegórica allí donde estaban sus
miembros y la manigua cubana su templo. Las Logias Masónicas
de Campaña del Ejército Libertador convivieron con las prác-
ticas de origen africano de los mambises afro descendientes.
161
Dichas prácticas ancestrales nunca fueron abandonadas por los
afro descendientes, quienes en frecuentes ocasiones eran re-
queridos para formar parte del destacamento armado por sus
conocimientos de hierbas medicinales y curaciones, con el fin
de que se ocuparan de sanar o aliviar heridas de guerra.

Conocidos son los líderes de la guerras de independencia cu-


banas que tuvieron afiliación en la masonería: Carlos Manuel
de Céspedes, los hermanos Maceo y Grajales –Antonio y José–,
José Martí, Flor Crombet, Tomás Estrada Palma, Máximo Gómez,
los hermanos Masó Márquez –Bartolomé, Isaías y Rafael–, Ma-
nuel de Jesús Calvar, Rafael Tornes, Francisco Javier de Céspe-
des, Salvador Cisneros Betancourt, Quintín Bandera y Francisco
Vicente Aguilera.

Carlos Manuel de Céspedes, terrateniente criollo, era el Ve-


nerable Maestro de la Respetable Logia Buena Fe de Manzani-
llo, cuyas tenidas continuaron realizándose allí donde el des-
tacamento mambí de Céspedes paraba a pasar la noche. El 10
de octubre de 1868, Céspedes da la libertad a los esclavos que
poseía, dándoles la opción de incorporarse al ejército liberta-
dor mambí y así participar en la lucha por la nueva nación e
independencia de Cuba en la que, como había promovido la
masonería, la raza ni la clase social serían impedimento para
demostrar su valía. Otros jefes del ejército libertador también
eran dueños de esclavos, pero ni todos dieron la libertad a sus
esclavos ni todas las libertades otorgadas a éstos fueron com-
pletas. Líderes como Francisco Vicente Aguilera, años antes de
1868, ya había iniciado en la masonería a esclavos de su familia
y les había otorgado la llamada libertad limitada.

El mismo 10 de Octubre de 1868 en que la nación se levanta


en armas se decide disolver el GOCA por la represión hacia
todas las obediencias en general debido a que la francmaso-
nería había sido considerada delito y en particular, por las per-
secuciones a los miembros del GOCA por su discurso contra
162
la esclavitud y la igualdad de razas y clases. Ser masón era un
hecho subversivo, así que los grupos de voluntarios españoles,
que actuaban con igual potestad que las fuerzas del orden pe-
ninsulares, se encargaron de reprimir a cualquier precio toda
manifestación o asociación masónica con independencia de la
ideología tras su liturgia. Sin embargo, con la disolución de la
obediencia, en cuyas filas estaban los líderes de la inminente
guerra de independencia, se decide transformar el legado litúr-
gico de Vicente A. de Castro, desarrollado como trabajo inter-
no filosófico y filantrópico del GOCA, en un compromiso ideo-
lógico y pensamiento socio-político para aplicarlo a la nueva
sociedad cubana que se quería construir por las armas. Castro
moriría unos años antes no pudiendo participar en la contienda
independentista, cuya gestación ideológica se le atribuye.

A diferencia de otras obediencias, el GOCA iniciaría a gran


número de afro descendientes. El mayor general Antonio Ma-
ceo, mulato, fue iniciado en 1862 en dicha obediencia. Su her-
mano José también fue iniciado en la masonería. El resto de her-
manos Maceo y Grajales también participaron activamente de
la Guerra de Independencia en sus dos etapas (1868-1878) y
(1895-1898). La familia Maceo es uno de los casos en los que
por casualidad o causalidad los caminos de lo Abakuá y de la
masonería se entrecruzan. El corneta del Ejército Libertador a
las órdenes de Antonio Maceo y creador de la pieza musical
“El ñáñigo”, Enrique Peña era abakuá. Cuando el mayor general
Antonio Maceo de vuelta a la isla tras su exilio fue traicionado y
delatado en la Habana, miembros de la potencia en el barrio de
Belén lo protegieron y escoltaron hacia la manigua hasta encon-
trarse con su tropa; Lino D’ou el edecán abakuá de su hermano
José, era miembro de esta potencia. A pesar de que no hay tes-
timonio escrito sobre la pertenencia de José a los Abakuás, se
sabe que José tenía un edecán abakuá, Lino D’ou, miembro de
los Bakoko-Efo. Tampoco sabemos si Rafael Maceo fue inicia-
do en la masonería como sus hermanos; pero sí sabemos que,
como cientos de independentistas y masones cubanos, gran nú-
163
mero de abakuás fueron deportados a las cárceles españolas y
norteafricanas fletados en barcos hacia las prisiones de Ceuta,
Figueras, Canarias o Fernando Poo, entre otras. Hacia finales del
XIX aumentaron las deportaciones de insurgentes mambises y
de cualquiera que fuese considerado enemigo de la península
española. Tanto José Maceo como Rafael Maceo fueron depor-
tados a la prisión de Ceuta. Y es en 1899, cuando se recogen
fotos de representaciones abakuás en dicha prisión por el in-
vestigador Rafael Salillas. Las pruebas documentales que nos
dejó Salillas sobre las prácticas abakuás en las prisiones euro-
peas y norteafricanas están recogidas en la Revista general de
Legislación y Jurisprudencia en su artículo de 1901, Los ñáñigos
en Ceuta; pruebas documentales de las que también se hace
eco Ivor Miller en Voice of the Leopard: African Secret Societies
and Cuba, dibujando un rastro de la sociedad Abakuá a finales
del siglo XIX desde Cuba hacia Europa. Muchos independen-
tistas y ñáñigos murieron en prisión en el exilio, otros pudieron
ser excarcelados y seguir camino hacia Estados Unidos esta-
bleciéndose allí o buscando la manera de regresar a la isla para
continuar la lucha independentista.

Sin embargo, para los abakuás cubanos, los hermanos cofra-


des abakuás deportados a las prisiones europeas y norteafri-
canas no pudieron llevarse con ellos lo sagrado abakuá, con
independencia de la jerarquía que pudieran tener dentro de la
sociedad. Lo sagrado abakuá está relacionado con el territorio
cubano –como lo Ekpe pertenece a tierras africanas–, no puede
existir fuera de éste ni cruzar el océano que rodea la isla. Así
podríamos decir que si los miembros abakuás eran conscientes
que lo sacramental de su sistema de creencia no puede aban-
donar la isla de Cuba, las prácticas ancestrales de las que se
hiciera eco Salillas no eran más que meras representaciones de
lo sagrado legitimadas por la pertenencia, la añoranza y la me-
moria, ya que si lo sagrado no puede salir de Cuba, Abakuá no
puede existir en el exilio.

164
Detrás de todas estas deportaciones hubo algo más que un
claro fin político y social que pretendía extraer o amputar de la
sociedad cubana los elementos discordantes en cuanto a etnia,
diversidad cultural e independencia política contra la penínsu-
la española. Hubo un turbio asunto económico, que perseguía
la expropiación de bienes de aquellos asociados a dichos ele-
mentos discordantes, cuestión que ha sido poco aclarada y aún
menos documentada.

Es cierto que tanto en 1868-1878 como en 1895-1898 son nu-


merosas las logias cubanas que conspiran en favor de la insu-
rrección así como las Sociedades Abakuás, y no menos abun-
dantes las individualidades que encuentran en los talleres un
foco de apoyo para la rebelión, porque como dirían los abakuás
y los masones cubanos: “Las logias masónicas eran realmente
cátedras desde las cuales enseñan, explican y ejercitan en el fun-
damento en que se basa la ciencia de gobernar a los pueblos, y
cómo se ha de aplicar para su mejor éxito. Esa ciencia política
que en los talleres de la Fraternidad se aprende, tiene como fun-
damento la adquisición del conocimiento, la practica real de la
divisa: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, trípode sobre el cual
descansa los principios de un buen gobierno”.

Los líderes independentistas masones, personalidades que


supieron conjugar sus creencias ideológicas y su formación
teórica con la práctica en los campos de la revolución liberta-
ria, así como la masonería en general, sufrió persecución del
gobierno colonial, siendo clausuradas las logias existentes por
decreto del capitán general de fecha 4 de abril de 1895. Por
consiguiente, en este estado de cosas, solo se puede pensarse
en una actividad centrada en la conspiración o en una labor in-
dividual de los más comprometidos, como ocurrió en las gue-
rras de independencia de los Estados Unidos o los países de
América del Sur.

En Cuba, personalidades como A. Maceo, Máximo Gómez o


165
el propio Martí, acompañado por una serie de individualidades
engrosaron las filas del Ejército Libertador o apoyaron la ges-
tión de los círculos emancipadores. Así, por ejemplo, tenemos
al que llegaría a ser Gran Maestre de la Gran Logia Oriental de
Cuba en 1928, Fernando García Grave de Peralta. Nacido en el
ingenio de San Rafael en Quivicán (prov. Habana) el 5 de junio
de 1876, hijo de un empleado de los ferrocarriles; conspiró des-
de muy joven, por lo que se vio obligado a emigrar a Tampa con
su familia. En dicha ciudad y en la logia Consejo de Martí, Nº 1
fue iniciado en 1896, ocupando poco después la secretaría de
la misma. Al año siguiente formó parte de un cuerpo expedi-
cionario desembarcando en Mosquitos (Pinar del Río) junto al
coronel Federico Pérez Carbó y el comandante Rafael de Armas
Montenegro. Cuando terminó la campaña revolucionaria, don-
de había luchado a las órdenes del mayor general José Manuel
Capote Sosa; Grave de Peralta tenía el grado de capitán y era
jefe del servicio de comunicaciones revolucionarios. Caso simi-
lar es el de Eligio Bravo Correoso, notable masón oriental. Tam-
bién hubo personajes destacados en las filas insurrectas, que
tardaran en incorporarse a la Orden del Gran Arquitecto, como
sucedió con el mayor general José M. Capote Sosa, que entró a
formar parte de la logia José Antonio Saco de Bayamo (Oriente)
fundada en 1921.

Finalmente se debe decir.

Las fraternidades Abakuás y las Logias Masónicas admitieron


a ciudadanos blancos y afro descendientes respectivamente.
Pero son dos lecturas diferentes que conviven juntas y, no son
contradictorias entre sí. Ambas se adaptan al contexto social,
político y cultural de Cuba del siglo XIX.

Esto no significa que la asimilación étnica o racial de dichas


fraternidades haya sido determinante ni general para las mis-
mas. La entrada de blancos en los Abakuás no hizo que mejora-
ra la aceptación social de la fraternidad ni las relaciones entre
166
los cofrades blancos y negros. Por su parte, la entrada de afro
descendientes en la masonería cubana no logró abrir las puer-
tas a una aceptación general de los mismos en relación con los
hermanos blancos, ni les facilitó la obtención de altos cargos
dentro de las obediencias masónicas, como tampoco tuvo gran-
des repercusiones en los estamentos sociales de la isla. Sin em-
bargo, todo esto sí significaba que la construcción de la Nación
Cubana como institución comenzaba a admitir miembros de di-
ferentes etnias y culturas, aunque ni las instituciones coloniales
de antaño ni las de la futura República de Cuba fueron repre-
sentativas del sentir del pueblo llano, ni de su diversidad étnica
y mucho menos, de su pluralidad ideológico-cultural.

Aunque la masonería no se relaciona con la religión y cual-


quier discusión sobre credo o política se prohíbe en las tenidas,
es en este contexto donde se reúnen los líderes del Ejército In-
dependentista Cubano como Carlos Manuel de Céspedes, José
Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez, representantes de la
diversidad étnica y pluralidad ideológica de la que la fraterni-
dad masónica cubana GOCA, que quería hacer gala para acer-
carse al prototipo de nación a construir. Sólo la discreción (y el
obligado secretismo en algunas ocasiones) de las tenidas les
dio el entorno necesario para –contrario a los preceptos masó-
nicos– hablar, discutir, planificar, organizar y establecer la polí-
tica y estrategia a seguir en las guerras de independencia. Pero
esto no significa ni que todos los líderes independentistas eran
masones ni que la independencia de Cuba fue gestada por la
masonería de la isla.

La pertenencia de algunos líderes de las guerras de indepen-


dencia de Cuba a la masonería era posible, porque la orden y
dichos líderes compartían el imaginario ideológico de “igual-
dad, libertad y fraternidad” de todos los hombres libres, siendo
la lucha por la independencia de Cuba el medio para lograr esta
ansiada libertad. De igual manera, la Sociedad Secreta Abakuá
desde su hermético secretismo sería partícipe de numerosos
167
levantamientos y conspiraciones de afro descendientes en pos
de esa ansiada igualdad.

Aun existiendo dificultades en ambas sociedades –abakuá y


masonería–, ellas dieron cabida a esa igualdad etnica-cultural y
de clases sociales en su seno, y consideraban que era cuestión
de aplicar esta enseñanza cívica a gran escala en la naciente
nación cubana. Esta tolerancia interna, a pesar de las reyertas
individuales, pudo darse porque ambas sociedades tenían o
compartían un enemigo común que era la institución oficial pe-
ninsular-colonial. Por otra parte, las relaciones de los cubanos
para con las naciones del exterior era determinante y de impe-
rativa resolución, con el fin de independizarse de la metrópo-
lis española y paralelamente evitar una posible anexión a los
EEUU. Por ello los grupos sociales, esclavos, libres y ciudadanos
de diferente clase, raza y credo lucharon en las guerras de in-
dependencia muy a pesar de tener sin resolver las diferencias
entre ellos mismos.

Los procesos integradores de cultura, etnia e ideología, don-


de participaron las sociedades secretas –sociedades abakuás
y masonería cubana– son actuaciones puntuales en la sociedad
de ambas fraternidades, formando la esencia misma de la so-
ciedad cubana del siglo XIX y su extensión al siglo XXI.

Es poca presencia social de negros en espacios de blancos


y viceversa, de blancos en espacios de negros, lo que hizo del
gueto un lugar o territorio físico para la segregación, que se
extendió a lo social y lo ideológico. Las sociedades de abakuás
y masones, han desarrollado el camino de ser una expresión y
extensión de la diversidad cubana, con todas sus razas, credos
e ideología.

Las sociedades abakuás tienen ‘tierras’, ‘potencias’, ‘juegos’,


‘naciones’ y ‘partidos’, un espacio donde actúan, salido de él,
su posición o jerarquía, no significa nada en otro territorio. As-
168
pecto diferente es lo que ocurre con el masón, cuya jerarquía y
grado masónico es reconocido universalmente, por sus toques,
señas, gripa y la palabra secreta del grado.

Para el abakuá: “La ley de la Potencia es una, y la del Juez, de


la república, otra…”, para el masón la ley del país donde se en-
cuentra la logia, se respeta y se rige por ella.

Es innegable que los “Abakuá son los masones del África, y los
cubanos, sus descendientes”.

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