You are on page 1of 12

El Perú en la actualidad es un país en el que se habla muchas lenguas, además de

tener variedad de culturas, pero que lamentablemente muchas lenguas, entre ellas el
jacaru se encuentran al borde de la extinción, esto debido a que se encuentra asediada
por el quechua y desplazada poco a poco por el castellano.

Es en el distrito de Tupe donde se habla esta maravillosa lengua, pero


lastimosamente su habla se da solamente entre las personas mayores, debido a que
existe un desfase cultural y lingüístico por parte de los demás pobladores.

El 1 de abril del 2002, el distrito de Tupe y sus anexos Aiza y Colca fue
Declarado “PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACION” con la Resolución Directoral
Nacional Nº 259 – INC. por el Instituto Nacional de Cultura, por lo que cualquier ejecución
de proyecto de construcción, tiene que pedir previamente permiso al Ministerio de
Cultura.

El 11 de agosto del 2010, mediante Resolución Directoral Nº 0628-2010 – ED, se


resolvió aprobar el ALFABETO DE LA LENGUA JAQARU DE TUPE, con 37 consonantes
y 3 vocales. Después de haber realizado el Primer Congreso Distrital de
Normalización De Alfabeto Jaqaru realizado los días 4 y 5 de junio del 2010. En la que
se nombró a 22 profesores de educación inicial, primaria y segundaria, activo y cesantes
del distrito de Tupe y Cachuy, como miembros del Comité de Coordinación, dirigido por
el Prof. PABLO CASAS VILCA, encargado de la producción de materiales educativos
intercultural bilingüe en lengua Jaqaru, en estrecha coordinación con la Dirección
General de Educación Intercultural Bilingüe y Rural (DGEIBR) del Ministerio De
Educación.

Una razón básica para haber mantenido su cultura es que sus habitantes todavía hablan
en su propia lengua materna: el Jaqaru. Y en el anexo de Cachuy tienen otra lengua
original conocida como Kawki. Según la lingüista y antropóloga norteamericana
Martha J. Hardman, el aymara altiplánico, el jaqaru y el kawki son tres lenguas vivas
de una misma familia a la que ella denomina jaqi.

La población adulta de Tupe (en lengua Jaqaru “Txupi” significa juntos, pegados) es en
su mayoría analfabeta, pero curiosamente la nueva generación habla español, inglés, y
algo de su propia lengua. Por ello, Hardman y la tupiña Nelly Belleza, con apoyo del
Ministerio de Educación, han logrado que el jaqaru tenga gramática y los niños puedan
escribir en su lengua materna. Así, esta lengua, que sobrevivió por cientos de años
de manera oral, se resiste a ser una lengua muerta.

En tupe la educación solo es inicial y primaria, no hay secundaria. donde todos los niños
cantan por las mañanas el himno nacional del peru cuando formam y pasan lista. Además
los niños llevan obligatoriamente dos horas de su lengua materna a la semana. Se esta
implementando con siete libros de matemáticas y comunicación en jaqaru, vemos que
poco a poco también se trata de implementar la lengua jaqaru en los niños a través de
textos y problemas matemáticos. Gracias a la ayuda del gobierno del peru.
La llegada de ¿una tupina?:
La Dra. Martha James Hardman llegó a la comunidad de Tupe en el año de 1959 para
hacer investigación lingüística-de lo que no había casi nada-y, específicamente, para
formar un Alfabeto para la gente. Ya había logrado mucho el campo de la lingüística.
Entre otras cosas, había introducido la lingüística a la universidad de San Marcos y
fundado la Institución Nacional de Estudios Lingüísticos en Bolivia. Un profesor en la
universidad le había pedido ir a Tupe para crear un Alfabeto, porque no había nadie más
para hacerlo. Ella aceptó. Alguna gente le avisó que los tupinos eran taciturno y que no
le hablarían, pero cuando llegó, ella encontró con una realidad totalmente diferente.
Durante los siguientes años de investigación, ella convivió con la gente tupina, y ellos le
recibían con “brazos abiertos,” formando relaciones íntimas durante su estancia
prolongada en Tupe. De hecho, preguntando a otra tía sobre la Dra.

Hardman, ella me respondió, diciendo “Ella se convivió. Tiene su casa,” mientras


señalando hasta una casa más arriba. Ella afirmó la amistad que tenía con Hardman,
relatando que a veces cuando llegó y no tenía su casa, ellos compartieron una cama,
conversando, y riendo sobre el hecho de que la cama no alcanzó para la altura relativa
de Hardman. Su entusiasmo para vivir con la gente y compartir con ellos la vida diaria
hizo que la gente le aceptaron “como si fuese de Tupe;” lo que también facilitó su trabajo
con la lengua.

Inicios de un Alfabeto:

En los años y siglos anteriores a la llegada de Martha Hardman, el Jaqaru había existido
solamente en forma oral. Es decir, que no tenía una sistema de escritura. Para casi tres
décadas, un tupino, el Dr. Dimas Bautista Iturrizaga, estaba buscando a alguien para
ayudarle formar un Alfabeto para su comunidad. Cuando él encontró con la Dra.
Hardman, sus deseos para el trabajo con la lengua coincidieron. Así que muy pronto,
ellos empezaron trabajar juntos para crear un Alfabeto. Para Hardman, era indispensable
tener la ayuda de un nativo hablante en el proceso de formación. Ella afirma esto en un
artículo de la revista Tupinachaka, comentando que el Alfabeto “es mayormente del Dr.
Dimas. Tenía que ser así. El alfabeto práctico es para el uso de quienes hablan la lengua;
como lingüistas podemos usarlo, pero no es la meta.” De esta perspectiva, la Dra.
Hardman incluyó al Dr. Dimas Bautista en el trabajo por razones éticos. Los tupinos,
como los recipientes y usuarios futuros, tenían el derecho de participar en la formación
de su propio Alfabeto; el Dr. Bautista podía servir como el representante de la gente
Jaqaru hablante durante este proceso.

Sin embargo, también había razones prácticos para incluir al Dr. Bautista en la formación
del Alfabeto. Su perspicacia y intuición sobre la lengua ayudó mucho en el escogimiento
del grafema. Él hizo muchas de las decisiones sobre esta grafema, como
la decisión de usar la nh en vez del ng para la fonema nasal velar (el sonido que en
inglés, termina palabras presente progresivas como ‘running’ y ‘sleeping’). Aun con la
ayuda del Dr. Bautista, había muchas dificultades en la formación del Alfabeto. Querían
tomar especial precaución para representar con fealdad el Jaqaru oral y para evitar
castellanizaciones de la lengua-cosa que ha pasado y dañado a muchas lenguas como
el Quechua y el Ese Eja. Esto, junto con la complejidad del mismo Jaqaru, resultó en
retos como la representación de unos consonantes que no se encuentra en las lenguas
europeos. En este caso, decidieron usar el tz, el tx, y el cx, así indicando que

“lo que representa no es nada del castellano” y que tampoco interfiere con otros sonidos
del Jaqaru. Así avanzaron, poco a poco, formando un Alfabeto para la lengua Jaqaru.

¡Que bonito tener un Alfabeto creado específicamente para apoyar y facilitar el


aprendizaje y la preservación del Jaqaru! Pero, ¿qué efecto va a tener un Alfabeto sobre
la preservación del Jaqaru si no se pueda implementarlo? La meta no era simplemente
tener un Alfabeto, sino también hacerlo accesible y útil para la gente

Jaqaru hablante. Sin embargo el gobierno muchas veces no ve las cosas con la misma
urgencia o interés, y cuando Hardman fue con su trabajo “Jaqaru” (publicado en 1983) al
Ministerio de Educación, pidiendo permiso para el inicio de la educación bilingüe con el
Alfabeto nuevo en Tupe, recibió rechazo.

A pesar de la respuesta negativa, el trabajo de preservación continuaba en Tupe. La Dra.


Hardman empezó a usar el Alfabeto en sus publicaciones académicos. También, en
colaboración con otros tupinos, inició la producción de materiales educativas en Jaqaru
para las escuelas de la región. Cuando yo entré por primera vez a la biblioteca de Tupe
(lo cual es situada muy prominentemente en la Plaza de Armas), ví una estantería
reservada especialmente para materiales sobre el Jaqaru; allá tienen todavía muchos de
los materiales producidos en esta época por la Dra. y sus colaboradores. Mayormente,
toman la forma de libritos de colores brillantes llenados de cuentos, adivinanzas, y otros
relatos que han sido transcrito usando el Alfabeto creado por Hardman y Iturrizaga.
Queda muy obvio que eran producido con cariño y respecto para la sociedad tupina.

Con todo este apoyo de los pobladores tupinos, Martha Hardman comenzó a dictar clases
nocturnas de lecto-escritura para la gente en el año 1983. Estas clases atraían a
personas de todas edades y eran recibidos con entusiasmo. Unos años después, en
1988, la Dra. Hardman era invitado enseñar la misma tema a un clase de tercer y cuarto
grado. Aquí otra vez era recibida con emoción su enseñanza. Era bien importante su
buena relación y confianza con la gente para que los niños se sentaran cómodos con
ella. De hecho, sentaban tan cómodos con ella, y ella se había hecho tan querida por
todos, “que no querían que les enseñe el curso otras personas, ni el mismo ayudante de
la profesora, quien era Jaqaru hablante.” Incluso los niños trajeron

regalos de productos agrícolas regionales para mostrar su agradecimiento e interés. Los


estudiantes en esta primera clase mostraban un gozo para poder aprender su lengua;
participaban con gusto y sin huellas de vergüenza.
Participando en, y apoyando a los esfuerzos de la preservación, la gente tupina, niños
tanto como adultos, mostró con claridad el significado inmenso que llevaba el Jaqaru en
sus identidades personales. No eran los esfuerzos de una extraña para la preservación
de la lengua, sino los esfuerzos de una mujer que vivió “como si fuese tupina,”
acompañada por las iniciativas y el interés de la misma gente.

Animados por la recepción positiva, y llevando la visión de una educación bilingüe,


Hardman y otros tupinos querían continuar el trabajo través de la preparación de
profesores bilingües. Por lo tanto, llevaron su propuesta al Ministerio de Educación. El
Ministerio aprobó un curso oficial de un mes para la instrucción de profesores, pero
después no dieron presupuesto para el cumplimiento de la conferencia. Intentaron otra
vez y recibieron permiso, pero lastimosamente, la finalización de este curso fue
interrumpida por la llegada del terrorismo el 18 de noviembre de 1989.

Las luchas incansable:

El retiro de los textos era un triunfo para los tupinos, pero sin embargo, todavía tenían
que luchar sin cansar para lograr la oficialización del Alfabeto de la Dra. Hardman y su
implementación en las escuelas.

En este momento de la historia entra la mujer y lingüista Yolanda Nieves Payano


Iturrizaga. En los años anteriores, Martha Hardman había trabajado con esta mujer
tupina, animándole para estudiar la lingüística. De hecho, Nieves recuerda todavía que

Hardman le dijo una vez en la primaria, “Sería bonito si estudiabas la lingüística.”

Eventualmente, Nieves iba para estudiar la lingüística en Bolivia. Al regresar a su país y


a su comunidad Jaqaru hablante de Aiza, le dio pena ver la condición “bien atrasada” de
su lengua natal. Percibiendo que había mucho por hacer para lograr un futuro mejor para
el Jaqaru, entraba con gusto en los esfuerzos de preservación.

El año 2006 en el mes de julio, con la enseñanza de la Profesora Nieves, la Dra.


Hardman, y el Dr. Dimas Bautista, transcurrió el primer taller de instrucción sobre la
educación bilingüe para los profesores. También en este año, la Profesora Nieves dictó
cursos de Jaqaru en la región de Tupe. Siguiendo estos esfuerzos, en 2007 la gente y
los profesores organizaron una reunión de Congreso con el Ministerio de Educación para
argumentar contra el Alfabeto de Nelly Belleza Castro y a favor de lo de la Dra. Hardman.
El Alfabeto de Hardman era sustentado por la Profesora Nieves, mientras que el Alfabeto
de Castro era sustentado por el Ministerio y aun por el alcalde de la región de Tupe (que
era esposo de Castro). A pesar de que la oposición tenía el poder político, la posición de
la Profesora Nieves obviamente ganó el debate con su argumentación superior y su
exposición de datos. Por fin, pareció que estaba llegando el triunfo para la normalización
del alfabeto.

Ministerio de Cultura y Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social trabajan en la


revitalización de la lengua Jaqaru

Lunes, 27 Octubre 2014

El pueblo jaqaru ha desplegado esfuerzos para fortalecer su lengua ancestral, con el


apoyo de distintas instituciones del Estado.

El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección de Lenguas Indígenas; y el Ministerio


de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), mediante el programa Pensión 65; organizaron
un taller participativo con miembros de las comunidades de Aiza, Tupe y Colca, lugares
donde todavía se habla la lengua jaqaru.

En el encuentro, realizado el pasado 14 de octubre, se presentó el trabajo conjunto que


se desarrolla a través de la Estrategia Saberes Productivos del MIDIS y el proyecto piloto
Voces Vivas del Ministerio de Cultura, con el propósito de prestar apoyo estatal para el
proceso de revitalización cultural y lingüística del pueblo jaqaru.

Al taller asistieron representantes técnicos de ambos sectores así como autoridades,


padres de familia, docentes, adultos mayores, jóvenes y niños, quienes compartieron
ideas sobre la situación de su lengua y cultura.

Por su parte, los funcionarios señalaron que el jaqaru es una lengua que sufre de un
problema de transmisión intergeneracional debido a que los padres no se la enseñan a
sus hijos, por lo que es importante revertir esta situación con la participación y ayuda de
todos.

Asimismo, se presentaron los resultados del diagnóstico realizado en las localidades de


Aiza, Tupe y Colca durante el mes de junio, en el que se explica que el jaqaru ha pasado
de ser la lengua mayoritaria a ser hablada solo por una minoría de lugareños. Por ello,
las personas de la tercera edad sufren problemas de comunicación con sus nietos, pues
estos niños ya no hablan la lengua y solo comprenden ciertas frases sencillas.

Agustín Panizo, especialista de la Dirección de Lenguas Indígenas, señaló que son


muchas las razones que explican el desplazamiento de la lengua por parte del castellano.
“Por un lado, está la discriminación lingüística de la que son objeto todos los hablantes
de las 47 lenguas indígenas del Perú; y por otro, está el efecto devastador de la escuela
pública, pues ha intentado una castellanización forzosa que felizmente se está
corrigiendo”, expuso.

Al finalizar el taller, los representantes de la municipalidad y autoridades locales se


comprometieron a respaldar los procesos de revitalización que se emprendan en el
marco de la intervención Saberes Productivos del MIDIS, en conjunto con el programa
Voces Vivas para el Fortalecimiento y Recuperación de las Lenguas Indígenas del Perú.
En tanto, los adultos mayores y los padres de familia se comprometieron a enseñar la
lengua a los niños. Estos compromisos serán nuevamente discutidos y reafirmados por
los propios comuneros en sus espacios tradicionales, como la asamblea de la
comunidad.

El Proyecto Piloto Voces Vivas del Ministerio de Cultura se viene implementando con la
lengua kukama kukamiria, en Loreto; y con la lengua uro, en Puno. Para el año 2015,
se ampliará la atención a las lenguas shiwilu, ikitu, capanahua y ocaina, las cuales
también atraviesan un grave peligro.

El jaqaru, la lengua ancestral de Lima,


está a punto de desaparecer| VIDEO
Solo 650 pobladores lo hablan en Yauyos. Los adultos mayores y maestros han
emprendido una lucha para incentivar a los niños y jóvenes a preservar esta
lengua. Textos escolares del Minedu, en jaqaru, recién llegarán desde el
próximo año.
En las montañas de la sierra de Lima, a casi 3.000 m.s.n.m, se esconde
un pueblo donde la modernidad todavía no ha llegado. Hablan un
idioma diferente al español, mantienen costumbres precolombinas y
usan una vestimenta similar a las faldas escosesas, predominando el rojo
y negro.
Tupe es un distrito altoandino de la provincia limeña de Yauyos al sur de
la ciudad. Se encuentra enclavado en la cima del cerro Tupinachaca
donde se ubican variadas pinturas rupestres. El acceso solo es a pie, no
hay carretera que conecte directamente a este pueblo, solo una trocha
extensa, empinada y pedregosa. La caminata dura casi dos horas.

Sus habitantes hablan el jaqaru, una lengua andina que pertenece a la


familia lingüística Aru. Algunos investigadores asocian esta lengua con la
cultura Wari que tuvo su expansión entre los años 600 y 700, época en la
que llegarían los primeros pobladores a la quebrada de Yauyos, lugar
donde la mayor parte del pueblo vive actualmente.

Sin embargo, esta lengua corre el riesgo de desaparecer. El jaqaru es


hablado solo por 650 habitantes de las comunidades Tupe, Aiza y Colca.
¿Qué es lo que viene sucediendo? Los más jóvenes prefieren hablar el
español y dejar de lado su lengua materna para emigrar a las ciudades
en busca de mejores oportunidades.
"Si desaparece nuestro idioma, muere nuestra identidad. Es importante
revitablizar nuestra lengua con los más jóvenes", manifiesta preocupado
el profesor de primaria José Martínez.

Por eso los 17 docentes del colegio San Bartolomé (el único que existe
en Tupe) están tratando de rescatar su lengua nativa a través de la
lengua oral. Las clases vienen acompañadas de exposiciones en jaqaru y
también en escritura jaqaru. La gran dificultad que tienen los niños de
Tupe es que los textos escolares que manda el Ministerio de Educación
están en español. Todavía en el 2016 llegarán los libros en jaqaru. El
profesor Galdino Robinson explica que los niños son bilingües porque los
padres les enseñan español desde muy pequeños. Según un diagnóstico
socio-lingüístico el 56% de los niños hablan jaqaru en casa, mientras que
sus padres el 100%. En las calles los niños hablan español.
Al rescate de la lengua
El futuro del jaqaru solo dependerá de los más jóvenes. En esta tarea
los adultos mayores son los mejores aliados para que esta lengua se
mantenga viva. Por ejemplo, Zelbia Manrique (93) enseña a su nieto
Jefferson (4) a contar los números en Jaqaru. Con la ayuda de sus dedos
el pequeño cuenta del uno al diez: 'maya', 'paja', 'kimsa', 'pushi', 'pichqa',
'sujta', 'qancxisi'. El pequeño se resiste al principio llegar hasta el número
10, pero accede por la presión de la abuela.
Desde julio del 2014, los adultos mayores de Tupe forman parte del
programa ‘Saberes Productivos’ del Ministerio de Desarrollo e Inclusión
Social (Midis). Dicho programa es un esfuerzo para que la lengua y
cultura de los pueblos no llegue a desaparecer.

Son 40 usuarios de Pensión 65 que se reúnen una vez por semana para
enseñar a los más jóvenes la lengua jaqaru y también las prácticas
ancestrales como el tejido de la manta jaqaru, fajas y el anako, un
atuendo negro que distingue a las mujeres de Tupe mayores de 50.

En el Perú, 37 lenguas ya han desaparecido por efecto de la


castellanización. Según Agustín Panizo, de la Dirección de Lenguas
Indígenas del Ministerio de Cultura, cuando una lengua deja de existir el
pueblo desaparece porque se rompen los lazos sociales y culturales. La
lengua es el elemento cohesionador de un pueblo.

“Los pueblos que hablaban esas lenguas (37 ) ya no existen. La gente


sigue viviendo, pero perdió el elemento que los conhesionaba porque la
lengua es el centro de la cultura”, indicó Panizo.

El Midis y el Ministerio de Cultura se han unido para que las lenguas de


nuestro país no desaparezcan. En el caso de Tupe, ambos sectores
colocaron señaléticas, en la lengua jaqaru, en la municipalidad, colegio e
iglesia con ayuda de la comunidad. El futuro del jaqaru está en manos
del Estado y de los más jóvenes.
37 lenguas originarias se han extinguido
El Perú tiene a la fecha 47 lenguas, 43 son amazónicas y 4 andinas.
Lamentablemente en los últimos años 37 lenguas han desaparecido por
efecto de la castellanización.

Lima no solo habla el español. El jaqaru, el cauqui y el quechua son lenguas


que se hablan ancestralmente en nuestra región.
La lengua jaqaru cuenta con su propio alfabeto desde el 2010, mediante la
Resolución Directoral N° 0628-2010-ED. Tres años después, el Congreso
declaró de interés nacional y necesidad pública la protección, investigación y
promoción de la cultura e idioma jaqaru.

En el 2013, el Gobierno Regional de Lima, a través de la Dirección Regional


de Educación, dispuso incluir el aprendizaje del idioma jaqaru en la currícula
escolar como forma de protección y revalorización de la lengua en peligro de
extinción. Además, el idioma es considerado Patrimonio Cultural Regional de
Lima.

You might also like