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Monólogo

del Desarrollo Inhumano


Yo te conozco...
Si... te conozco así como conozco al resto de tu especie, tal vez no
sabés quien soy yo pero eso se resuelve fácil, es cosa de
palabras, ese invento que nació para comunicar ideas y que ahora
sirve para contar mentiras...
De palabras está echa mi identidad, palabras que fueron tejiendo
muchas generaciones de hombres ambiciosos y mujeres que
perdieron su dignidad a la sombra de esos mismos hombres
brutos.
De palabras está echa la larga capa que me cubre, algunas las
llaman progreso, otros modernidad, y claro en estos días todos le
dicen Desarrollo...
Pero en realidad soy
el sistema, tu
sistema, nuestro
sistema. Un
complejo, elaborado
y oscuro conjunto
de variables,
conceptos,
funciones e
instituciones que
comenzaron a rodar
con el primer
hombre que mató a
otro por un territorio,
el primer Caín en
realidad fue un
terrateniente y Abel
no era más que un
pobre pendejo sin
tierra.
Evolucioné junto con ustedes.
Cuando vivían en clanes y
tribus solo les importaba
reproducirse, subsistir y
proteger sus familias, como
cazadores y recolectores
estaban obligados a vivir el
día a día y colaborar o morir,
pero la agricultura les
permitió estabilizarse, por
primera vez tuvieron comida
de más, la empezaron a
almacenar y se multiplicaron
como conejos, la tribu se
convirtió en ciudad, y en la
ciudad inventaron el control
social, los gobiernos y las
religiones estructuradas, me
inventaron a mí.
Crecí con la ambición, muchas
coronas en las cabezas de
hombres que creían ser mejores
que los demás y los demás que
agachaban sus cabezas. Crecí
con la codicia de aquellos sin
corona que dejaron de producir
con la tierra y se dedicaron a
comerciar lo que otros
producían. Para un grupo de tu
especie el amor de la familia ya
no le fue suficiente, se
inventaron la necesidad del
Poder y se convirtió en una
obsesión tan grande el
sobresalir sobre los demás que
dejaron de verse como especie
y nació el YO por encima del
NOSOTROS.
Ya sin poder ni querer reconocerse en el otro y la otra, se exterminaron
unos a otros, por tierras, por ideas, por religiones, por poder, el que lo tiene
y quiere más, el que no lo tiene y lo desea.
Ese exterminio se llamó guerra, que también la practican los primates por
las mismas razones de poder y jerarquía, pero a diferencia de sus primos
que usan dientes, brazos, piedras y ramas, ustedes convirtieron las
guerras en un arte mortal usando la ciencia y tecnología que sus
cerebros les ha permitido desarrollar. Siempre se puede confiar en su
capacidad para matar.
Convirtieron la guerra en instrumento de conquista y fue así como
atravesé mares en los barcos coloniales e invadí todas las costas, no
hubo rincón donde no llegase, arrasando con idiomas, creencias,
filosofías y religiones.
Terminé de robustecerme
con la maquinaria industrial,
las horas laborales y las
escuelas para educar a los
futuros obreros.
Durante muchos años han
afinado los mecanismos de
asimilación al sistema, educando
a su cría en mis maneras, mis
normas y valores. La primera
estrategia siempre ha sido el
ACONDICIONAMIENTO, la
deformación mental a través del
premio y el castigo, notas de
conducta, respeto y disciplina. La
segunda estrategia es la de la
ADAPTACIÓN, la conducta
guiada, presión social, éxito,
ciudadanía, profesionalismo,
moral, religión. La tercera es la de
la COMODIDAD, imágenes de
placer, sexo como tranquilizante,
adicciones.
Ahora, si no se acondiciona, si no se adapta, si no se acomoda al
Sistema, a mí, no sirve, y como todo objeto de producción masiva
ustedes también están sujetos al control de calidad. Al final ningún
humano es imprescindible.
Soy el primer virus de laboratorio, fabricado por vos y tu gente. Mi vector,
mi vehículo magnífico es la corporación, un monstruo sin rostro ni
fronteras, que puede moverse a través de la tierra, del mar y del aire. Su
grito atraviesa continentes en tiempo real, su oído satelital todo lo
escucha y sus miles de cámaras todo lo ven. su hambre es tan grande
que puede devorar países, pone y quita presidentes, vende armas,
agroquímicos y transgénicos y compra silencio y exoneraciones .
Ahí donde no me pudieron llevar
los ejércitos coloniales, me
llevaron las hermosas
trasnacionales. Mi nombre es
Coca Cola, Mac Donalds, soy
cable por televisión, E-
Entertainment y Sony Channel.
Soy la llamada cultura
hegemónica, yo todo lo
homogenizo, lo igualo y lo
convierto en ganancias para
unos cuantos bolsillos en
perjuicio de la mayoría de
cerebros subdesarrollados. Las
mayores ganancias con el
mínimo esfuerzo para los que se
lucran y el máximo costo para las
grandes mayorías que se
tranquilizan con la dosis diaria de
telenovelas o el consumo
idiotizante del licor.
El Miedo siempre ha sido mi
mejor aliado, entre mis cimientos
más profundos está el miedo
infundido a la autoridad, el miedo
a los padres, a los reyes, a los
sacerdotes, a los funcionarios
públicos, a los profesores, a los
policías, a los militares, a los
patrones; el miedo a no ser
amado, el miedo a la soledad, el
miedo a ser castigado, el miedo
a ser excluido, el miedo a no ser
alguien a los ojos de los demás,
el miedo a la muerte. Son tantos
que hasta yo perdí la cuenta,
pero al final todos temen, todas
temen y se atan a esos temores,
son las muletas que no les
permiten correr libremente.
Y si alguna vez llegan a vencer sus miedos entonces tengo muchas
maneras de desanimarlos, tengo gobiernos que hablan de cambio y
democracia, otra palabra dorada de mi capa, mientras formulan leyes
que aseguran la inequidad, tengo a mis corporaciones que venden y
compran dignidades, y sobre todo tengo la televisión que todos los días
les dice que sólo hay una manera de vivir, una manera de ser, la mía.
También me llaman
mercado, una idea que le
vendieron a los explotados
y explotadas, la idea de
que quien trabaja duro y
por mucho tiempo todo lo
puede comprar, la idea de
que muchas empresas
vendiendo lo mismo
acaban por vender barato
y mejor, y la masa humana
se lo creyó, como si no
supiera que el único fin
que yo persigo y para el
cual fuí creado fue el de la
explotación, por poder o
por dinero, al final el
mismo cuento.
¿Sabes lo que hace la mano invisible del mercado? Una gran guatuza!
No la latina con el dedo gordo apretadito, la gringa, la del dedo medio
largo, larguísimo y flaco como las dos torres que derribaron en la sede de
mi imperio, otra fuente de ganancias y beneficios para mi gente de Wall
Street.
Si, la guerra es el mejor de mis negocios, ayer fueron los comerciantes
venecianos destruyendo su competencia y expandiendo sus territorios
de compra y venta con las armas de los cruzados, hoy son las grandes
corporaciones a la caza de petróleo en los mismos países que antes
invadieron con la bandera de la Santa Iglesia. Hoy solo necesitan usar
dos de las palabras que cubren mi capa: democracia y terrorismo. Si
estás conmigo sos un demócrata defensor de la libertad, pero si estás en
mi contra sos un terrorista amante de dictaduras.
Y me da tanta risa cuando
algunos de los tuyos se ubican
al otro lado de la calle y creen
que me han descubierto
llamándome neoliberalismo,
colocándome a la derecha como
si yo no lo abarcara todo, arriba
y abajo, derecha e izquierda por
igual, mientras más creen que
están fuera más dentro están.
Es admirable su capacidad de
hipocresía y autoengaño, no se
dan cuenta que igual aman el
poder, solo que revestido con
otras palabras que les suenan
nuevas y revolucionarias:
compañeros, compañeras,
camaradas, hermanos,
hermanas, pueblo y
participación.
Como si las palabras pudieran
materializar los cambios
sociales que ellos afirman
representar, la misma mierda en
distinto hoyo.
Y por ahí andan también la mayoría de
las organizaciones llamadas pro
desarrollo social, las no
gubernamentales, esas me ayudan
mucho más que las corporaciones, sin
ellas la presión social talvez sería tan
grande por la miseria, el hambre y la
desesperación que finalmente acabaría
por explotar, pero gracias al aguante de
las masas y los ONG que mantienen
engordando a sus clientelas
miserables, la verdadera revolución se
vuelve apenas un sueño de opio,
dormido entre canciones nostálgicas y
reuniones de la izquierda intelectual,
todos muy cómodos en sus oficinas
climatizadas y con Internet, mientras
chupan la teta de gobiernos ajenos, con
impuestos ajenos, sobras que tiran
unos países a otros, para que todo siga
exactamente igual.
Porque como dice uno de los tuyos,
la caridad sustituyó la justicia.
La verdad es que ya nadie sabe lo que hace ni porque lo hace. Ustedes
ya no poseen sus propiedades, ellas las poseen a ustedes, ustedes no
consumen televisión, ella los consume, ustedes no controlan al sistema,
yo los controlo.
Y estoy tan seguro de esto que puedo decirte todas estas cosas con total
libertad, porque sé que no veras la verdad delante de tu nariz, no
respiraras la mierda de tu propia vida, no te darás cuenta de tus hábitos
de consumo, no enfrentarás tus miedos, no renunciarás a tus
comodidades…
Yo te conozco, porque sos parte de mí, y si no actuás ahora sólo serás
uno más, una más, de una larga cadena de producción de seres
humanos que solo sirven para nutrir a un sistema que creen conocer pero
que no entienden en verdad...
...El sistema del Desarrollo Inhumano.
Monólogo
del Desarrollo Inhumano
Imágenes:

•Editorial Nueva Sociedad (Eneko, Ajubel, Ortipozo, etc.)


•Fotos de Managua “Ciudad de las Máscaras” de Gabriela Montiel
•Foto de Antigua Guatemala Alberto Sánchez
•Grabados de Posada
•“Los fusilamientos” de Goya
•Grabados de Doré
•Dibujos de Tenniel
•Encarta y varias fuentes de Internet
Monólogo
del Desarrollo Inhumano

Alberto Sánchez Argüello


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