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Ascaris

lumbricoides
Morfología
La hembra adulta, alargada,
cilíndrica, de color cremoso,
mide en promedio 30 cm de
longitud y 5 mm de diámetro,
con aparato reproductor que
se abre en la vulva, ventral,
con ano independiente.

El macho mide unos 15 - 20


cm, y presenta un extremo
posterior enroscado, en el
que se encuentran el
reproductor con cloaca (unión
del vaso deferente y recto) y
espículas utilizadas en la
cópula.
• Los gusanos adultos no tienen órganos de
fijación y su aparato digestivo está formado
por:
- Una boca con tres labios prominentes
- Un esófago corto
- Intestino, que desemboca en el ano, situado
cerca del extremo posterior.

• La cabeza está provista por 3 labios bien


diferenciados, los cuales están finamente
denticulados. Cada labio tiene en sus
márgenes laterales papilas pequeñas gemelas
y localizada en el centro se encuentra una
pequeña cavidad bucal de forma triangular.
Anatomía interna de un
nematodo hembra
• Los genitales consisten en vulva de
localización medioventral, vagina
crónica, que se bifurca para formar
un par de tubos genitales que se
diferencian en útero, receptáculo
seminal, oviducto y ovario.
• Pueden contener hasta 27
millones de huevos y se estima
que su oviposición es de 200 mil
huevos diarios.
Anatomía interna de un nematodo macho
Los genitales están diferenciados en
testículos, conducto deferente,
vesícula seminal, conducto
eyaculador y cloaca, de localización
subterminal junto con el recto y las
espículas copulatrices.
Los huevos eliminados por hembra, unos 200 000/día, pueden
ser fértiles o infértiles.

Huevos fértiles: Provienen de las hembras


fecundadas, tienen forma oval o redondeada,
con un tamaño de 45 a 75 µm de largo por 35 a
50 µm de diámetro. Presentan una gruesa
cubierta protectora formada por 3 capas: Una
membrana vitelina interna, una capa media
transparente y gruesa y finalmente una capa
externa mamelonada, albuminoide, teñida de
café por los pigmentos biliares. En su interior
presentan una masa granular que
posteriormente dará origen a la larva.
Huevos infértiles: Provienen de hembras no
fecundadas, son irregulares y alargados 90 X 70 µm y
no presentan membrana vitelina. Su estructura
interna consiste en una masa de gránulos
desorganizados, refringentes y de varios tamaños.

Huevos decorticados: Se denominan así a los huevos


tanto fértiles como infértiles que carecen de la capa
mamelonada externa
Ciclo de vida
Patogenia
La larva migra a través del torrente
sanguíneo al hígado y corazón.
Luego migran a los pulmones y
penetran en los alvéolos causando
síntomas de neumonitis. Las larvas
se desplazan hasta la tráquea, son
digeridas y maduran en el intestino
delgado. Las reacciones
inmunológicas del huésped hacen
que los efectos del Ascaris
lumbricoides sean diversos.
También la nutrición que presenta
el huésped es fundamental para la
determinación de su soporte ante
los efectos que se puedan producir.
• En el Período Larvario (larvas):
Atraviesan las membranas de los alvéolos pulmonares y llegan al parénquima
pulmonar produciendo lesiones mecánicas con procesos congestivos e
inflamatorios fugaces, con eosinofilia local y sanguínea acompañados de
fiebre elevada, disnea y, a menudo, de tipo asmático y tos. A este cuadro
clínico se le conoce con el nombre de Síndrome de Löeffler (neumonía
eosinofílica) y dura alrededor de una semana.

• En el Período de Estadio (adulto):


Producen distintas reacciones patógenas en el hombre, como: mecánica,
tóxica, inflamatoria, traumática o irritativa. El Ascaris lumbricoides Adulto
produce pequeñas equimosis de la mucosa en los sitios de su implantación,
con infección bacteriana asociada y desarrollo de abscesos. Cuando el
huésped tiene sensibilización o parasitosis masiva tiene una acción irritativa
de la mucosa intestinal que se manifiesta por Síndrome diarreico, anorexia,
palidez, pérdida de peso y malestar general.
Cuadro Clínico
• Durante la fase de migración pulmonar, los signos y síntomas dependen de
la intensidad de la infección, la exposición previa y los alergenos larvarios.
Las larvas ocasionan la ruptura de capilares y paredes alveolares, lo que da
lugar a hemorragias y un proceso inflamatorio diseminado, eosinofilia local
y sanguínea. Dicha fase puede pasar inadvertida, ofrecer un cuadro
semejante al de la gripe común o producir un cuadro transitorio de
neumonitis eosinofílica (sín. síndrome de Loeffler), pocas veces febril, que
puede asociarse a: espasmos de tos, expectoración ocasionalmente
hemoptoica, sibilancias, estertores de burbuja fina y signos de
consolidación pulmonar, broncoespasmo y eosinofilia periférica de
intensidad variable.
• Pueden presentarse erupciones cutáneas y episodios asmatiformes.
• A nivel intestinal, los parásitos no se fijan a la mucosa, dependen de
su poderosa musculatura para evitar ser arrastrados por los
movimientos peristálticos. En infecciones con pocos nematodos, los
signos y síntomas son vagos o no los hay. Se han reportado dolor
abdominal, diarrea, anorexia.
• Cuando la carga parasitaria es alta, la parasitosis se asocia a dolor y
distensión abdominales, náusea, vómito, movimientos peristálticos
disminuidos. En estos casos, es frecuente observar a los niños con
abdomen prominente.
• Las complicaciones son obstrucción intestinal,
volvulus, intusucepción, apendicitis,
obstrucción de conductos biliares (colecistitis,
colangitis), de conducto pancreático
(pancreatitis), invasión de parénquima
hepático (absceso hepático) y perforaciones
intestinales, asociadas a otras patologías que
producen úlceras intestinales (tifoidea,
tuberculosis, amibiasis) o debidas a la presión
sobre la pared intestinal de un gran bolo de
nematodos, con necrosis y gangrena. Cuando
los parásitos se encuentran en cavidad
peritoneal se desarrolla peritonitis o la
formación de granulomas dispersos.
• En menores de edad, el déficit en crecimiento
y cognitivo pueden llegar a ser irreversibles.
• La gran movilidad del
nematodo también
puede dar lugar a: salida
de gusanos por ano,
boca, nariz, migración a
tráquea, con sofocación
o daño pulmonar, a
trompas de Eustaquio y
oído medio.
Diagnóstico
• Depende de la identificación de los nematodos adultos eliminados por el recto u otros
orificios corporales.

• El hallazgo de huevos en exámenes fecales (principalmente mediante técnicas de


concentración).

• La radiología abdominal, es útil para observar los gusanos en intestino y vías biliares.

• Los estudios serológicos son de mucho valor, sobre todo en la etapa de migración
larvaria, para efectuar el diagnóstico diferencial contra problemas pulmonares.
• En la obstrucción intestinal, es posible palpar la(s) masa(s) de parásitos.
• El hallazgo de larvas en esputo o contenido gástrico es fortuito.
• Cuando existe migración errática de adultos hepato-biliar o pancreática, se requieren
pruebas funcionales, estudios radiológicos.
• La eosinofilia es un dato muy importante en la fase extraintestinal.

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