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IGLESIA “LA BIBLIA ABIERTA”

DEPARTAMENTO DE DISCIPULADO
SIGUEME NIVEL III

LA ARMADURA
DE DIOS
LECCIÓN Nº 4
Efesios 6:10-11
4.- LA ARMADURA DE DIOS
Efesios 6:10-11. “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos
en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11.- Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo.”

Objetivos:
1.- Conocer toda la armadura de Dios.
2.- Entender su propósito y diseño Bíblico.
3.- Entender y conocer su aplicación
espiritual a la vida cotidiana.
El texto indica claramente que el conflicto con
Satanás es espiritual, y por lo tanto ninguna
arma material puede ser empleada con
efectividad contra él y sus demonios.
No se nos da una lista de tácticas específicas
que él usará.
Sin embargo, el pasaje es muy claro en que
cuando seguimos fielmente todas las
instrucciones, podremos permanecer firmes y
obtendremos la victoria, a pesar de sus
ofensivas.
La vida cristiana es una constante batalla
contra las huestes del mal. Es la batalla de la fe.
El enfrentamiento contra un enemigo que no se
rinde y que siempre está atacando.
Los soldados de Cristo debemos estar alerta y
hacerle resistencia para hacerlo huir.

Santiago. 4:7.
Someteos, pues, a Dios; resistid al
Diablo y de vosotros huirá
Dios, nos ha provisto una armadura
con el fin de protegernos en la batalla.
Nuestro deber es usarla, debemos
tomar toda la armadura de Dios,
cubrirnos con ella para poder estar
firmes y no caer en la batalla.
Descripción de la Armadura de Dios:
Efesios 6:13-17
13.- Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo, y habiendo
acabado todo, estar firmes.
14.- Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos
con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
15.- y calzados los pies con el apresto del evangelio
de la paz.
16.- Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que
podáis apagar todos los dardos de fuego del
maligno.
17.- Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada
del Espíritu, que es la palabra de Dios.”
PROPÓSITO DE LA ARMADURA
Efesios 6:11 Y 13
11.- Vestidos de toda la armadura de Dios, para que
podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo
13.- Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo, y habiendo
acabado todo, estar firmes.

1.- Estar firmes contra las asechanzas del diablo


2.- Resistir en el día malo.
3.- Habiendo acabado todo, estar firmes.
1.- EL CINTO DE LA VERDAD. (6:14).
El cinto es la parte de la armadura romana
que ayuda a sostener el peso de la coraza. Al
frente era como un delantal, hecho de tiras de
cuero adornadas con medallones
y pedazos de metal. Tenía un doble propósito
militar: a.- Proteger el área genital y
b.-Producir ruido mientras los
soldados marchaban en el campo de batalla.
Tenía efecto psicológico que impartía temor
sobre el enemigo.
Aplicación Espiritual de la Verdad:
Esta palabra tiene dos implicaciones muy
importantes que debemos considerar:
a) Significado objetivo que expresa la
realidad que se encuentra en la base de la
apariencia; la esencia manifiesta y veraz de
algo.
b) Significado subjetivo que señala
veracidad, verdad, no solo verbal, sino
sinceridad e integridad
de carácter.
La verdad es el cinto que debe ceñir la
vida y la conducta de los cristianos.
Somos producto de la verdad que es
Jesucristo, hijos de verdad, vivimos en la
verdad y estamos en la verdad.
El cinto de la verdad, debe ceñir
nuestra razón, nuestra esencia y nuestra
conducta. Somos receptores de la verdad
que Cristo ha implantado en nosotros
para ser transmisores de esa verdad que
apunta y señala a Cristo.
2.- LA CORAZA DE JUSTICIA. (6:14).
La coraza tenía dos partes, una cubría la
espalda y la otra el pecho, eran a la medida del
usuario. Un órgano vital que protegía la coraza
era el corazón.
Aplicación Espiritual de la Justicia:
Justicia significa carácter o una cualidad recta.
Justicia divina, habla de juicio y condenación, en
el caso de los creyentes habla de exoneración. Es
un atributo divino que señala que Dios es fiel a su
naturaleza y a sus promesas.
Romanos 3:24-26.
El sacrificio de Cristo satisfizo las demandas
justas de Dios, y trajo al creyente una justa
relación
con Dios.
Romanos 5:1
La justicia divina debe cercar el corazón del
cristiano de las obras humanas y de la justicia
propia. Jesucristo es nuestra justicia, cuando
Dios ve nuestras imperfecciones, cuando nos ve
rodeados de errores, con fallas y tropezando en
la vida, por encima de todas esas cosas, ve la
justicia de Jesucristo.
3.- Calzados. Las Sandalias del Evangelio.
(6:15). Las sandalias usadas por los soldados
romanos se llamaban cáliga, en griego es
“etomasis” y se traduce “apresto”.
Se amarraban con tiras de cueros que eran
partes de las mismas, alrededor de la pierna.
La suela era pulgada y media y tenía puntas
de hierro para la tracción y daba protección a
los pies de las púas afiladas que arrojaban los
enemigos en el suelo.
Aplicación Espiritual del Evangelio:
La palabra evangelio viene del griego
“evaggelión”, significa acción de traer,
proclamar y anunciar la buena noticia de Cristo.
Las sandalias del soldado romano se
amarraban al pie con tiras de cuero, nosotros
los creyentes debemos amarrarnos las sandalias
del evangelio con las tiras de la disposición de ir
al campo de batalla, con las tiras del
compromiso cristiano y con las tiras de pasión
por las almas perdidas.
La proclamación del evangelio, es un
anuncio de alegría de paz, de bien, de
salvación, buenas noticias y de exaltación de
Dios. Isaías 52:7 – Rom. 10: 15

Rom. 10: 15
Y como predicaran si no fueren
enviados? Como está escrito: ¡Cuán
hermosos son os pies
de los que anuncian la paz,
de los que anuncian
buenas nuevas.
4.- EL ESCUDO DE LA FE. (6:16).
El escudo de los romanos era
rectangular y oblicuo, medía cuatro pies
de largo por dos y medio de ancho. Su
base era de hierro o de madera, cubierto
de capaz de cuero.
Antes de la batalla el cuero se remojaba
en agua para hacerlo impermeable contra
las flechas incendiadas, haciéndolas
resbalar sobre la cubierta.
Los escudos eran ungidos como parte de
un ritual ceremonial del soldado romano. Los
israelitas también tenían una ceremonia para
ungir los escudos con aceite para la batalla.
2 Samuel 1:21.
Los soldados romanos se ponían en
formación cuadrada, y con la ayuda de sus
escudos hacían coraza que los protegía por
los cuatro lados.
Esta formación militar hizo famosa las
legiones romanas es sus batallas.
Aplicación Espiritual A La Palabra Fe:
La palabra fe, implica una firme persuasión,
una convicción basada en lo oído.
El diablo ataca al creyente con dardos de
dudas y muchas cosas más… el cristianismo se
defiende moviendo el escudo de la fe.
La fe debe estar fundamentada en la
palabra… En lo que Dios es y en lo que Dios dice.
La fe no depende de revelaciones extra bíblicas,
ni de sensacionalismo religioso, depende de la
revelación divina. La fe, es fe cuando está
basada en la palabra de Dios.
Los soldados romanos mojaban varias veces
en agua el cuero que cubría sus escudos hasta
hacerlos resistentes a las saetas incendiadas.
Nosotros como soldados de Cristo debemos
mojar continuamente el escudo de la fe en el
agua de la Palabra, y en el río del Espíritu Santo.
Toda flecha incendiada del enemigo por las
dudas, el desánimo, y la falta de confianza se
resbalará y se apagará si usamos bien el escudo
de la fe. Ante el ataque del enemigo, no levantes
el escudo de los sentidos, no levantes el escudo
del intelecto, levanta el escudo de la FE.
5.- El Yelmo de la Salvación. (6:17).
El yelmo era una pieza de metal,
protegía la frente, la cabeza, la parte
trasera del cuello y la parte superior de los
hombros, en su parte interior era
acojinado y con tiras de cuero se sujetaba
al cuello y a la quijada. Era obligatorio
usarlo en la batalla.
Esta palabra viene del
griego “perikephalaian”,
Peri = Alrededor;
Kephale = Cabeza.
Aplicación Espiritual De La
Salvación:
La palabra salvación, es liberación,
preservación, salvación, tanto en lo
material como en lo espiritual. El yelmo
del soldado romano daba protección a
una de las áreas más vitales que era la
cabeza. El yelmo de la salvación protege
la mente, la visión y el oído…
El diablo desea y procura herir al creyente
en lo que piensa, en lo que ve, y
en lo que oye; quiere que dudemos de la
salvación como obra de gracia, como un
beneficio presente, y como una posición
actualizada.
No necesitamos hacer ni pagar nada por
nuestra salvación Cristo lo hizo todo y pago
el alto precio en la cruz del calvario.
6.- LA ESPADA DEL ESPÍRITU. (6: 17).
Uno de los serios problemas en
numerosos púlpitos modernos es la
ausencia de la Palabra en muchas
predicaciones. Se pone tanto énfasis en el
rhema de la Palabra, que se termina con el
rhema, pero sin la Palabra.
El contenido de la predicación debe ser
la Palabra, no ideas teológicas sin sentido,
no revelaciones imaginarias, ni
aplicaciones superficiales y emotivas.
La espada se emplea para el combate
cuerpo a cuerpo. Era resistente y
equilibrada. Es la única parte de la
armadura con la cual el soldado agredía
y se movía a la ofensiva. Para el soldado
romano, la espada era símbolo de su
honor y respeto. Era el objeto más
valioso para él, y la conservaba con
mucho cuidado.
Aplicación Espiritual de la Palabra
de Dios:
El griego “estin rhema theou”, implica no solo
lo que Dios dice en su Palabra, sino lo que su
Palabra me dice a mí y a usted. Señala la
Palabra escrita como la Palabra revelada.
La vida cristiana es influenciada por el poder
de la Palabra. Sin la Palabra el cristianismo es
religión vacía, hueca, agujerada. Pero cuando
está la palabra hay vida, poder,
transformación, cambios.
Nuestra fe debe estar anclada sobre la
dura arena de la Palabra, hay muchos
creyentes enclenques, enfermos,
anémicos, porque no se alimentan de la
Palabra en su hogar ni en la clínica de la
congregación..
Orar en el Espíritu (esto es con la mente
de Cristo, con Su corazón y Sus
prioridades), como en el vs. 18, es la
culminación de lo que involucra armarnos
a nosotros mismos, vistiendo toda la
mencionada armadura de Dios
Es significativo que este pasaje de la
Escritura es esencial en las prioridades
del ministerio, remarcado a través de las
epístolas de Pablo; él sostiene que la
oración es el elemento más esencial para
alcanzar la victoria y madurez espiritual.
Cuán sinceramente la solicita también
para él mismo (vs. 19-20).

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