El documento resume las perspectivas del psicoanálisis y la pedagogía sobre la infancia. Desde el psicoanálisis, el niño no es una tabla rasa sino que llega al mundo con experiencias previas y su subjetividad se construye a través de la relación con los padres. La pedagogía también considera a la infancia como fundamento y se ha generado diversos discursos sobre ella, especialmente en el contexto escolar donde se describen normalidades y patologías.
El documento resume las perspectivas del psicoanálisis y la pedagogía sobre la infancia. Desde el psicoanálisis, el niño no es una tabla rasa sino que llega al mundo con experiencias previas y su subjetividad se construye a través de la relación con los padres. La pedagogía también considera a la infancia como fundamento y se ha generado diversos discursos sobre ella, especialmente en el contexto escolar donde se describen normalidades y patologías.
El documento resume las perspectivas del psicoanálisis y la pedagogía sobre la infancia. Desde el psicoanálisis, el niño no es una tabla rasa sino que llega al mundo con experiencias previas y su subjetividad se construye a través de la relación con los padres. La pedagogía también considera a la infancia como fundamento y se ha generado diversos discursos sobre ella, especialmente en el contexto escolar donde se describen normalidades y patologías.
LA INFANCIA DESDE LA PERSPECTIVA DEL PSICOANÁLISIS Y LA
PEDAGOGÍA EL PSICOANÁLISIS Y SU RELACIÓN CON LA HISTORIA DE LA INFANCIA
El concepto de infancia tal como lo entendemos
hoy, es decir en tanto valorizado período inicial de la vida de una persona, es de Adquisición tardía en la historia de la humanidad. Si bien es difícil hacer generalizaciones sobre un tema tan amplio, es notorio que el niño en tanto tal, durante largos períodos Históricos, no fue reconocido y fue víctima de toda una variedad de formas de rechazo, partiendo de la no aceptación de su enormidad y de sus mínimas necesidades afectivas, hasta los tratos más brutales, incluyendo el infanticidio, fuera consiente o no. En los distintos períodos históricos Crearan lazos afectivos entre los padres y el fue común dar a los niños a nodrizas niño, e incluso que este adquiriera para ser criados separados de la individualidad, un lugar, un reconocimiento por madre. Por ejemplo, en la Italia derecho propio. urbana del Renacimiento, el niño a lo largo de su infancia sufría los siguientes desplazamientos: al nacer del hogar de origen era dado en crianza a una nodriza (balia), que vivía en el campo. A los dos años se reintegraba al hogar y a los ocho o diez se alejaba nuevamente para aprender un oficio. Se intentaba activamente eliminar la posibilidad de que se Freud hace una distinción entre niño y adulto precisa, y acentúa en la constitución del aparato psíquico el desarrollo de un ser que se realiza siguiendo el orden de maduración del cuerpo, no sólo distingue al niño del adulto en torno a la pubertad biológica realizada, sino que también, en relación a ella define los estados del sujeto (infancia, latencia, pubertad, adolescencia, madurez), que son referidos de todos modos a los momentos cruciales del movimiento de la estructura edípica que se incorpora según la diacronía del desfiladero edípico. LA INFANCIA DESDE LA Para el psicoanálisis, no se trata de un niño que PERSPECTIVA DEL está determinado por etapas evolutivas, sino PSICOANÁLISIS todo lo contrario, el niño, ya antes de nacer, porta los emblemas paternos; esto marcará al nacido, que irá produciendo su subjetividad en los intentos de relación con el Otro (la referencia al Otro, es a quién está ligado el niño a partir de su crianza: padres, maestros, tutores).
Como bien pareciere cabe citar a Freud quien
plantea al niño como un sujeto en vía de construcción. En la teoría psicoanalítica se nota que la madre desde hace mucho antes que el niño advenga lo ha instalado en su subjetividad, hay una localización de este hijo, como objeto de deseo, se trata del deseo de ese Otro primordial, es a través del deseo del Otro que el bebé tendrá la posibilidad de ser.
El niño que está por llegar, está presente en el
imaginario de la mujer es objeto de ensoñaciones, de proyectos, fuente de angustia. Presente en el imaginario, tiene sobre todo esa presencia real en el cuerpo, quizás tanto más real por el hecho de que actualmente es posible verlo e identificar su sexo antes de que nazca. Son los primeros instantes después del nacimiento un período sensible para la creación de la relación madre- hijo. En el momento del nacimiento el niño ingresa a un espacio no accesible directamente al sentido común, este espacio es también espacio de los otros, el lugar en que intervienen los sonidos, la mirada, el tacto. Para la teoría psicoanalítica El niño llega al mundo con una experiencia vivida, no es una arcilla amorfa, ciega, sorda, animada únicamente por una vida vegetativa, desde el sexto mes de gestación escucha los sonidos, distingue sonidos del lenguaje de los no lingüísticos, percibe la voz de la madre paralelamente a los ruidos internos como respiración, gorgoteos intestinales.
Desde los primeros días de su vida, el niño
se lanza a la exploración de su cuerpo y de su entorno, parte hacia el descubrimiento de sí mismo y del mundo que le rodea para asegurarse su dominio. LA INFANCIA DESDE LA PERSPECTIVA PEDAGÓGICA
La infancia representa el punto de partida y el punto de llegada de la pedagogía. La
infancia es motivo y fuente de muchas o de casi todas sus preocupaciones. Si la pedagogía se concibe como discurso, sus instrumentos deben reconocer a la infancia como su elemento fundamental. La infancia ha generado una diversidad de Sin embargo, la infancia generalmente remite a discursos que le ubican en ciertos contextos, la su representación, en tanto infancia explican científicamente, la justifican éticamente, culturalmente normal, en el marco de la y que nos anticipan lo que se puede esperar de actividad escolar, actividad que da pie para ella de acuerdo a los cánones preestablecidos legitimar una amplia gama de prácticas y sobre su esencia y sus características. discursos que la especifican o acotan, la explican, la nombran y la recortan: los de la psicología del niño escolarmente normal; la psicología educacional; la pedagogía o educación infantil; la psicopedagogía; la didáctica. Todas ellas contribuyen con sus reflexiones minuciosas y pormenorizadas del desarrollo de la actividad infantil en situaciones escolares a representar la infancia en la “escuela”. Más allá de sus diferencias teóricas, de enfoque y de intervención, todas las corrientes incluidas en las disciplinas antes enumeradas guardan una característica que les es común: enuncian normalidades y patologías; progresos y regresiones; beneficios y perjuicios que se derivan en primer término, de las acciones emprendidas por los educadores o profesores -adultos especializados- en las instituciones escolares y, en segundo término, de las respuestas dadas por los niños a esas acciones. Así, la pedagogía elabora una especie de analítica de la infancia en situación escolar. Pero, el considerar la infancia como condición o supuesto fundacional de la pedagogía, implica avanzar unas diferenciaciones conceptuales decisivas: ¿existe una infancia no escolar, el niño; y una infancia escolar, el alumno en la construcción del objeto infancia?
Este supuesto o aspecto de “necesariedad” de la
infancia para la pedagogía, se complementa o “relativiza” con el trabajo de Philippe Ariés, porque Es importante anotar que en el proceso histórico de “constitución” de la infancia como sujeto social diferenciado y autónomo, los productos y desarrollos de la pedagogía van a ocupar un lugar destacado y decisivo. BIBLIOGRAFÍA http://bibliotecadigital.usb.edu.co:8080/bitstream/10819/1312/1/Mirada_Infancia_P edagogica_Alzate_2012.pdf https://www.definicionabc.com/social/infancia.php