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INGENIERIA INDUSTRIAL
TEMA:
Capitulo 5 “confort sonoro”
DOCENTE:
Mg. Horviet Pinto Santos de Vela
PRESENTADO POR:
Condori Huanca , Juan Carlos
Cornejo Zegarra, Astrid
Huamani Ccacya, Jhakelinne Rocio
Merma Renso, Andres
Patiño Torres, Yosimar
Paredes Villanueva, Dante
Quispe Quispe, Leticia
Zambrano Ali, Tatiana
AREQUIPA PERU 2018
CAPÍTULO 5 “CONFORT SONORO”
La exposición al ruido no sólo puede llegar a producir una
disminución de la capacidad auditiva de las personas expuestas, sino
que además puede provocar alteraciones fisiológicas e incluso
psicológicas en órganos y sistemas diferentes al de la audición y, en
consecuencia, producir una serie de molestias o perjuicios que
generalmente se denominan efectos no auditivos del ruido.
La batalla contra el ruido
Los empresarios reconocieron que el ruido era un problema incluso
antes de que ellos fueran capaces de combatirlo.
Estudiando el impacto del ruido
Como propósito de investigación, el ruido generalmente se define
como un sonido no deseado y/o que afecta a la salud.
Ruido e insatisfacción
Hay abundante literatura sobre las reacciones al ruido en la oficina.
Las evidencias de la investigación incluyen estudios sobre la
extremada existencia de ruido en las oficinas, sus causas y su
correlación con la insatisfacción con el ambiente y el propio trabajo.
Estudios Cambios depués Fuentes de ruido
de la intervención
Antes y después del estudio
Boyce (1974) No cambia Teléfono (67%), gente hablando (55%);
aire acondicionado (34%); mecanogra
Fiando (28%)
Brookes (1972a) No cambia Conversaciones (43%)
Hanson (1978) Incrementa Auditorio
Riland y Falk (1972) Reduce
Sundstrom, Herbert y Brown (1982) No cambia
Retrospectivas
Boje (1969) Incrementa Visitantes; conversación; teléfono
Hundert y Greenfield (1969) Incrementa Ruido de personas
Kraemer, Sieverts y Partners (1977) Incrementa Conversación (46%); Teléfono (40%);
Mecanografiando (25%)
Nemecek y Grand jean (1973) (79% molestia) Conversación (46%); máquinas de
Oficina (25%); teléfono (19%)
Sloan No cambia
Ruido y rendimiento
La relación entre ruido y rendimiento representa uno de los campos más estudiados con respecto al
entorno físico y psicológico. Sin embargo, la mayoría de los estudios se realizaron en laboratorios.
Ruido predecible
El ruido predecible incluye sonidos continuos, tales como los que provienen de los sistemas de
ventilación o motores, y repetitivos o sonidos regulares, tales como los de máquinas de estampación,
prensas u otro tipo de instalación. Si tales ruidos afectan al desarrollo de la tarea, las influencias
probablemente provienen de uno de estos dos procesos: excitación o enmascaramiento.
Tareas mentales
Siete de diez experimentos no encontraron ningún tipo de efecto o consecuencia provocada por el
ruido en sesiones de cuatro horas o más. Estos experimentos incorporaron simples tareas que tan
sólo eran ligeramente más exigentes que las tareas de oficina.
Tareas intelectuales
Este tipo de tareas exigentes implican “una especial atención a señales concretas que son difíciles de
identificar”. La ejecución de la tarea puede sufrir desde la más ligera distracción y puede comenzar
a deteriorarse después de menos de una hora estando por debajo de las mejores condiciones.
Tareas simultáneas
Estudios que se aplicaron a tareas simultáneas a menudo examinaron la idea de que la excitación
del ruido continuo produce “una limitación en la atención” (narrowing of attention). Los
investigadores razonaron que si el ruido predecible limitaba la atención, el individuo que estaba
desempeñando dos tareas simultáneamente aplicaría toda su concentración en una de ellas en
detrimento de la otra.
Descubrimientos sobre el ruido predecible. Los estudios realizados descubrieron que el
ruido continuo o regular conllevaba un descenso de la precisión o del rendimiento bajo
cuatro condiciones:
En las tareas de oficina, cuando el ruido era cambiante.
En las tareas de alta exigencia motora.
En las tareas intelectuales ( de especial atención) cuando el ruido estaba por encima de los 100 dB.
En tareas simultáneas cuando el ruido superaba los 100 dB.
En contraste, el ruido continuo o regular ocasionalmente lleva a una mejora en la
velocidad o en la precisión bajo otras determinadas condiciones:
En tareas simples de oficina, cuando el ruido está relacionado con la tarea.
En simples tareas mentales, durante una breve sesión de trabajo.
En tareas motoras simples, repetitivas.
Tareas motoras en las que el ruido es de baja frecuencia.
Conclusiones
Se debe considerar siempre la posibilidad de introducir música en una oficina por diversas razones: estimular la producción
a través del estímulo del rendimiento personal, estimular la moral a través del aumento de la satisfacción, o proporcionar un
adecuado “ruido” de fondo. La evidencia es escasa, pero puede verse como consistente en la aplicación de música para
cualquiera de estos tres aspectos.
La introducción de la música como estimulante parece ser pues, un aspecto positivo, aunque para tareas de cierta
complejidad puede ser contraproducente en un período más o menos largo de tiempo. Crea satisfacción en el empleado, y
ésta en la gran mayoría de los casos implica un compromiso con la tarea que se desarrolla.
Los principales motivos para la implantación de la música durante el trabajo son:
Reducir o compensar la baja estimulación sensorial de las tareas monótonas.
Enmascarar el ambiente ruidoso; si el nivel de la música se mantiene por debajo de 35 dB, respecto al ruido puede ser
inteligible sin aumentar la dosis total de ruido soportado.
Crear barreras de intimidad, produciendo enmascaramiento de conversaciones en ambientes tranquilos.
Recomendaciones
La naturaleza de la tarea
Las tareas minuciosas y absorbentes admiten períodos breves y músicas neutras.
Las tareas monótonas y manuales admiten emisiones rítmicas y más largas.
El programa
Variado, para que de satisfacción a los diversos gustos de los trabajadores.
Dulce al oído y fácil de seguir, pero sin que llegue a arrastrar o distraer.
La duración:
Se recomienda que no supere las dos horas durante el día, ni tres durante la noche.
Los momentos de emisión:
Ésta no tiene por qué ser continua.
Algunos autores recomiendan la emisión de intermedios musicales cada hora, con duraciones inferiores a los quince
minutos, de esta manera se evita su monotonía a la vez que estimulan al trabajador.