CAMINANDO CON JESUS 1

INTRODUCCION

En muchas personas que han recibido a Jesús como su Señor y Salvador,

después de haber experimentado el perdón de sus pecados, y el nuevo
nacimiento, surge la pregunta: ¿y ahora qué debo hacer?, esta pregunta es
constante en nuestra vida cristiana, hay muchas personas tienen un concepto
errado del cristianismo y del perdón de sus pecados y no saben que hacer
cuando pecan o fallan, muchos creen que después de entregarse a Jesús
nunca más van a cometer errores o pecados, y eso es completamente falso,
porque si bien es cierto somos salvos, no es por merito propio, sino por la
gracia de Dios, es decir que nuestra salvación es un regalo de Dios, pero en el
camino vamos a encontrar piedras de tropiezo que nos van a impedir vivir una
vida de libertad y bendición, como las tentaciones, el pecado, las tribulaciones
y dificultades, entonces debemos tener en claro que con solo entregarle
nuestra vida al Señor Jesús no es suficiente, hay que vivir en comunión con El
día a día, porque nuestro adversario el diablo siempre nos va a atacar para
hacernos caer en tentación.

Dios es fiel y El nos ha llamado con un propósito especial, pero para que este
propósito se cumpla es necesario total entrega y confianza en El, por ese
motivo Dios envió al Espíritu Santo que nos va a capacitar para servir a Dios.

Las luchas, tribulaciones y/o pruebas solo harán que nos afirmemos en la
presencia de Dios, que nos fortalezcamos en su Espíritu Santo, que nos
perfeccionemos en madurez, y que finalmente nos establezcamos en el plan
de Dios, de tal manera que otros encuentren en nosotros un testimonio vivo de
la existencia de Dios.

CAPITULO 1
JORGE AGUILAR 1
 JESUS ME SALVO

La salvación es una de las características principales de las obras de nuestro

Dios, no solo en la parte espiritual, sino también en todos los aspectos de
nuestra vida, David dijo lo siguiente: “Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi
libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, el fuerte de
mi salvación, mi alto refugio; salvador mío; de violencia me libraste.”
2 Samuel 22. 2,3
Entonces Dios es nuestro salvador, El salvó a Israel de Egipto y del mar rojo,
salvó a David de Goliat, a Sadrac, Mesac y Abid-nego del Horno de fuego, a
Daniel de los leones, a Pablo lo salvó de la muerte muchas veces, a muchos
otros siervos salvó muchas veces, entonces la salvación de Dios no es solo
espiritual, sino también física, familiar, económica, etc.
Dios siempre salvó a su pueblo, para mostrar su poder y misericordia, aun
cuando su pueblo siempre fue rebelde contra El, “pecamos nosotros, como
nuestros padres; hicimos iniquidad, hicimos impiedad. Nuestros padres
en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la
muchedumbre de tus misericordias, sino que se revelaron junto al mar, el
mar rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su
poder. Reprendió al Mar Rojo y lo secó, y los hizo ir por el abismo como
en un desierto. Los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del
adversario”. Salmo 106. 6,10
Israel aunque fue rebelde contra Dios muchas veces, el Señor siempre les
mostró su salvación, porque la salvación de Dios no esta sujeta a nuestro total
entendimiento, sino mas bien a su grandeza; hay muchas personas que creen
que Dios puede ayudarnos en unos problemas, pero en otros no, pero Dios no
es así, el es misericordioso, y en toda circunstancia en que lo invoquemos El
nos salvará.
1.1 La salvación de Cristo. Nuestro Señor Jesucristo aun antes de
nacer fue presentado como el Salvador cuando se le aparece el ángel a José
y le dice: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.” Y no solo a su pueblo, sino también a
toda la humanidad, por lo que no hay salvación sino solamente a través de
Cristo: “y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo
el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos.” Mateo 1:21
No fue Maria, ni Juan, ni Pablo, ni Buda, ni Mahoma, ni el padrecito de la
iglesia, ni nadie que haya recibido la autoridad para perdonar pecados, sino
solo Jesucristo, y a El sea la gloria, la honra y el honor.
La Biblia dice que Dios envió a su Hijo a la tierra, no para reinar, ni para
enseñar, ni siquiera para sanar, sino sobre todas las cosas para salvar. “Y
nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el
salvador del mundo” 1 Juan 4. 14
Jesús no vino para morir por placer, sino más bien, para cumplir un propósito
que nació en el corazón del Padre, LA SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD,
“y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para
todos los que le obedecen.” Hebreos 5.8
“Porque no envío Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3.17

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“Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he
venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.” Juan 12.47
Entonces Jesús no vino ni a Juzgar, ni a condenar, El vino a salvar lo que se
había perdido, Lucas 19.10.
Entonces la salvación es un regalo de Dios a todos aquellos que creen en El,
“porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna” Juan 3.16
“El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no
cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio
que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio; que Dios nos
ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene
la vida; el que no tiene al Hijo no tiene la vida.” 1 Juan 5:10,12
La salvación no depende de obras, ofrendas, de nuestros sacrificios, o de lo
buenos que somos, la salvación es por fe y no por obras, si no creemos eso
simplemente viviremos haciendo muchas cosas pensando que por eso Dios
nos va a salvar, y el problema es cuando cometamos pecados o le fallemos a
Dios, vamos a pensar que ya no somos salvos, “Y él os dio vida a nosotros,
cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales
anduvisteis en otro tiempo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Entre los cuales
también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de la carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó; aún estando nosotros
muertos en nuestros pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por su
gracia sois salvos), y juntamente con El nos resucitó, y asimismo nos
hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en
los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad
para con nosotros en Cristo Jesús, porque por Su gracia sois salvos por
medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras
para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.” Efesios 2:1,10
Entonces la salvación es un don de Dios, que proviene de El y es para su gloria
exclusiva, es recibida por la fe en Jesucristo y en su obra redentora. Ahora es
importante leer lo que dice la Biblia acerca de la fe: “Hermanos míos, ¿de
qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la
fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen
necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice:
ID en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son
necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no
tiene obras, es muerta en si misma”. Santiago 2:14,17
Entonces cuando analizamos esta palabra nos damos cuenta que hay muchos
“cristianos”, que dicen haber recibido a Jesús como salvador, pero viven en la
práctica de: fornicaciones, mentiras, falsas doctrinas, etc. Ellos no son salvos,
porque fe sin obras es muerta.
Hay otros que empezaron a caminar con el Señor, y han permanecido fieles
durante muchos años, pero los afanes de este mundo, las persecuciones y
críticas han dañado sus corazones y los han apartado de Dios, volviéndose

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atrás, para estos la Biblia dice: “cuando Yo dijere al justo: de cierto vivirás,
y el confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán
recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo.” Ezequiel 33.13
Cristo también habló acerca de los que se vuelven atrás: “Ninguno que
poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para entrar en el
reino de Dios.” Lucas 6.62
En estos dos pasajes Dios nos habla del peligro de apartarse de Dios; yo creo
que una persona abandona a Dios porque nunca fue de El, porque si usted a
nacido de nuevo y ha sido sellado con el Espíritu Santo, usted es un hijo de
Dios, y aunque los hijos también fallamos, siempre volvemos a los brazos de
nuestro Padre.
Seguir a Jesús es un viaje sin retorno, Dios es muy bueno, pero justo al mismo
tiempo, y si El no perdonó a los ángeles cuando pecaron, cuanto más a
aquellos que se revelan contra El.
En el libro de Hebreos 10:26,31, dice así: “Porque si pecaremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad,
ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda
expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o tres
testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que
merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre
del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, Yo daré el pago, dice el
Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer
en las manos del Dios vivo!”
En este pasaje Dios no está hablándole al mundo, le está hablando a su
pueblo, a cada uno de nosotros.
Hay quienes dicen que alguien que a recibido a Jesús no puede apartarse de
El, pero yo le digo, que si el diablo que estuvo en el Monte Santo del Señor,
que era el principal en el ejercito de los ángeles y que no conoció pecado, con
todo se reveló contra Dios y cayó, cuanto más nosotros, que estamos aquí en
la tierra, entonces debemos saber que Dios perdona nuestros pecados y que
somos salvos por gracia, es decir que no tenemos que vivir culpables porque
delante de Dios estamos limpios, pero también es importante saber que no
debemos jamás abandonar a Dios y volvernos atrás de su palabra, hay una
gran condenación si lo hacemos.
En este tiempo más que nunca la iglesia de Cristo debe reaccionar, porque hay
muchos que se dicen “cristianos”, pero hace mucho tiempo que ya no tienen
nada de Cristo, la Biblia dice que Jesús tenia doce discípulos cercanos a El con
quienes comía, y andaba por todos los lugares, pero uno de ellos era “diablo”,
quien después lo traicionó y se mató, ese era Judas.
“El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su
nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y
delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3.5
Esta carta fue escrita a la iglesia en Sardis a quienes también les dijo: “Yo
conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.
Apocalipsis 3.1
Dios nuevamente le habla a su pueblo, pues esta es la condición de muchas
personas en la actualidad, alaban a Dios, pero solo de labios, porque sus obras
contradicen lo que hablan, hay gente que cree que con congregarse

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simplemente ya es suficiente, y no se acuerdan que la salvación no es por
obras sino por fe, que es la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo
que no se ve (Hebreos 11.1).
A veces la rutina de orar, ayunar y hasta leer la Biblia, termina volviéndonos
religiosos, y tibios en la fe, por eso Dios siempre nos llama a su obra, y a
buscar no tener solo una religión, sino más bien una relación personal con
Dios.

1.2 Para recibir a Jesús como Señor y Salvador.

“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres con tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación. Pues la escritura dice: todo aquel que en El creyere, no será
avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el
mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
porque todo el que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Romanos
10:9,13
A muchas personas también se les hace difícil alcanzar su salvación, porque
creen que es algo muy difícil de alcanzar y sienten que no son dignos de entrar
a la presencia de Dios, otros piensan que hay que pagar algo, hacer
penitencias, prender velas, hacer sacrificios o algún tipo de rezo, otros creen
que porque se bautizaron cuando eran niños ya son salvos, pero déjeme
decirle que la salvación está al alcance de todos los que humildemente
confiesan sus pecados, y aceptan a Jesús como Señor y salvador.

CAPITULO 2

JORGE AGUILAR 5
 EL PECADO

Básicamente pecado es la trasgresión de la ley de Dios, es también apartarse

de Dios. Existe el pecado que heredamos todos de Adán y los pecados que
todos cometemos, ahora es importante saber que en la Biblia se usan
diferentes palabras para expresar pecados como: iniquidad, transgresión,
delito, etc., la Biblia también dice que todo lo que no proviene de fe es pecado.
Ahora como hemos tratado en las líneas anteriores, los cristianos hemos sido
lavados de nuestros pecados por la sangre de Cristo, no estamos sujetos a la
ley del pecado, sino a la ley de Cristo que es por fe para salvación de nuestras
almas, “porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por
la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a
causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de
la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne
sino conforme al Espíritu. Romanos 8:3,4
Pero con todo esto muchas veces en nuestra vida pecamos, por eso es
importante saber que después de recibir a Cristo en nuestro corazón, aun
vamos a pecar, pero no con el placer y libertad que lo hacíamos, cada vez que
pecamos contra Dios, el Espíritu Santo nos va mostrar que le fallamos y vamos
a sentir tristeza de haber pecado contra Dios.

En nuestros días hay dos problemas graves que se dan en el pueblo de Dios
en relación al pecado:
2.1 Fanatismo religioso: “a unos que confiaban en sí mismos como
justos, y menospreciaban a los otros, dijo: también esta parábola: dos
hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos,
adúlteros, ni aun como este publicano: ayuno dos veces a la semana, doy
diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería
ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo:
Dios se propicio a mi pecador. Os digo que este descendió a su casa
justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que se humilla será enaltecido.” Lucas 18:9,14
El fariseo es el pecador religioso, el más difícil de llegar a los pies de Cristo,
porque este tipo de personas piensan que son demasiado buenas, santas y
humildes, este tipo de gente creen que por la multitud de sus obras están más
cerca de Dios, ellos no son justificados porque a si mismos se justifican, estos
son los que vendieron al Señor, y quienes lo llevaron a la cruz; siempre están
buscando errores en los demás, y se olvidan de los suyos propios, si usted está
en esta situación, la raíz de su problema es el orgullo, y tal vez por eso le están
pasando todas cosas que le pasan, porque Dios quiere que su corazón se
quebrante y usted sea humilde delante de Dios.

2.2 Los que toleran el pecado: Estos son todo lo contrario a los
fanáticos religiosos, porque estos reconocen que son pecadores, y que Jesús

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murió por sus pecados, saben también que Dios perdona nuestras
trasgresiones, pero piensan que por ese motivo tienen licencia para pecar
voluntaria y libremente, perdiendo el temor al Señor y terminan no entendiendo
la diferencia entre lo bueno y lo malo.
Estas personas aunque están en las iglesias nunca llegan a madurar, siempre
quedan niños en la fe, porque el pecado los domina y por consecuencia están
bajo la opresión del diablo (quien es el padre de todos los que viven en pecado)
“Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
2 Pedro 2:19.
Si nos hemos entregado a Dios de corazón somos salvos, y por el Espíritu
Santo hemos nacido de nuevo, sentimos paz, amor, y ganas de decirle al
mundo que somos de Cristo, pero aun tenemos los mismos sentimientos,
recuerdos, frustraciones, dudas y demás, que los vamos a ir dominando y
venciendo poco a poco conforme afirmamos nuestra fe en Dios, “porque todo
el que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo nuestra fe.” 1 Juan 5:4, es decir, debemos tener comunión
con Dios y no con el pecado.
“¿Qué, pues diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado,
¿Cómo viviremos aun en el? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido
bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente con El para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en nueva vida. Porque si somos
plantados juntamente por El con la semejanza de su muerte, así también
lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado juntamente con El, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, porque el que ha
muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos
que también viviremos con El; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado
de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de El.
Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en
cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al
pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine,
pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en
sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al
pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros
mismos a Dios como vivos entre los muertos, y vuestros miembros a
Dios como instrumentos de justicia. Porque el pecado no se enseñoreará
de vosotros; pues no estáis bajo ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:1,14
El pecado trae muerte, “porque la paga del pecado es muerte, mas la
dadiva de Dios vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”, y esa muerte
es primeramente espiritual. Dios no justifica al pecado y si al pecador a través
de nuestro Señor Jesús, el problema de muchos cristianos vivir en pecado, es
no presentar fe con obras, “se salvan”, y ahí no más, no tienen compromiso con
Dios, y tampoco buscan tenerlo, ocupan su tiempo en alimentar su carne como:
ver televisión, fiestas, trabajo, dinero, alcohol, fornicaciones y adulterios,
Internet, amistades mundanas, etc., todas estas cosas llenan nuestros ojos de
maldad, y cuando viene la tentación caemos rendidos porque nuestra carne

JORGE AGUILAR 7
está más dispuesta que el espíritu porque la hemos alimentado a través de
nuestros ojos
Dios ya nos dio la respuesta en su palabra, El dijo que presentemos nuestros
cuerpos como instrumentos de justicia para Dios, ocupándonos con mayor
intensidad en las cosas de Dios, y eso depende de cada uno de nosotros.

2.3 Las tentaciones: Vienen por el deseo de satisfacer los pasiones de

la carne, estos deseos casi siempre van en contra de la voluntad de Dios, por
lo que terminan convirtiéndose en pecados.
Lo más duro de las tentaciones es que muchas veces salen de nosotros
mismos, no provienen de Dios, por lo tanto todas las tentaciones son producto
de nuestra relación con el mundo y de todo lo que le damos a nuestra carne
para alimentarla.
“bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya
resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios prometió a los
que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte
de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni el tienta a nadie;
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la
muerte. Amados hermanos míos no erréis. Toda buena dadiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación. El de su voluntad, nos hizo nacer por la
palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.”
Santiago 1:12,18
Entonces somos tentados por las pasiones carnales que están en nosotros
mismos, si la tentación entonces es carnal y la queremos vencer debemos
principalmente no alimentar nuestros ojos con cosas malas y nuestros
pensamientos sujetarlos a través de la oración constante y de la palabra de
Dios.

CAPITULO 3

JORGE AGUILAR 8
 LA TRIBULACION

Es el momento difícil por el que todos los cristianos pasamos, acontece por
causa de los escogidos de Dios, este momento es el que hace la diferencia
entre los que son y los que no son de Dios, muchas veces la tribulación se
presenta como: humillación, desprecio, maltrato, injusticia, vergüenza,
menosprecio, nuestros amigos se vuelven enemigos, y nuestro hogar se
convierte en un campo de batalla donde nosotros somos el enemigo, pero en
este momento Dios se presenta a nosotros fortaleciéndonos y mostrándonos su
amor en medio de la circunstancia. Jesucristo nos preparó de antemano para
este momento cuando dijo: “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad yo
he vencido al mundo.” Juan 17:33
Yo creo que la tribulación es el camino por el cual aprendemos a vivir como
Jesús vivió, nos ayuda también a madurar nuestro carácter como discípulos.
En este momento Dios nos habla y aprendemos a perdonar, y oramos con
más frecuencia, en este momento la palabra de Dios se vuelve como un
alimento a nuestra alma, y si somos fieles podremos pasar por la tribulación
recibiendo las bendiciones que Dios tiene preparado para nosotros.
Es allí donde recurrimos a la fe, como arma de ataque y defensa contra las
fuerzas del mal, todos tenemos fe, pero es especialmente en el momento difícil
donde ella es manifestada.
“Por tanto no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior
se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
Porque esta leve tribulación momentánea produce en vosotros un cada
vez más excelente y eterno peso de gloria. No mirado las cosas que se
ven; sino las que no se ven; pues las que se ven son temporales, pero las
que no se ven son eternas. Romanos 4.17
Si bien es cierto, la tribulación no es divertida, ni nos causa gozo, pero es
necesaria, el Señor nos alienta a no desanimar ante las dificultades. Una gran
conquista exige un gran sacrificio, y solo sacrifica y lucha quien está seguro
que irá a cosechar, es para esto la tribulación, y es ahí donde aprendemos a
depender de Dios, que aunque no lo vemos físicamente, sabemos que El está
con nosotros.

3.1 El mundo os aborrecerá: “Si el mundo os aborrece, sabed que a

mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el
mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí
del mundo, por eso el mundo os aborrece.”
Juan 15:18,19
El mundo no es el planeta tierra, ni los animales, ni la naturaleza, cuando la
palabra de Dios habla del mundo se refiere a las costumbres, filosofías,
tradiciones, religiosidad, etc. porque todas estas cosas contradicen
directamente a la palabra de Dios, las cosas que para el mundo no son malas
muchas veces para nosotros si lo son, por ejemplo: en el mundo “tomarse una
cervecita o fumarse un cigarro no es malo mientras uno no le haga daño a
“nadie”, en el mundo las personas son juzgadas por “lo que tienen”, es decir
“cuanto tienes cuanto vales”, lastimosamente en nuestras sociedades los
valores morales están por los suelos, al punto que si una persona por ejemplo

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mata un delfín va preso tres años, pero aquellos que practican millones de
abortos al año hoy están libres gozando de dinero y nadie dice nada, entonces
cuando se levanta un verdadero hijo de Dios que no comparte las ideas, y
filosofías, y injusticias de este mundo confrontando al pecado como pecado es
aborrecido y odiado hasta por sus seres queridos.
“Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsaran
de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate,
pensara que rinde culto a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre
ni a Mí. Más os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os
acordéis que yo os lo había dicho. Juan 16:1,4
Entonces hay que estar preparados, porque si a Jesús lo mataron, ¿porqué no
lo harían con nosotros?, que aunque estamos en el mundo no somos del
mundo, todos los días vamos a encontrar personas, que solo por el hecho de
decirles que somos cristianos, nos van a detestar, y gracias a Dios por eso,
porque si no es así entonces simplemente no somos de Dios.
Estamos en medio de una gran tormenta remando contra la corriente, pero
Jesús es el capitán de nuestro barco y aunque a veces parece que nos
hundimos el Señor siempre nos extiende Su mano y nos dice “no temas porque
Yo estoy contigo”.

CAPITULO 4

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 CONSAGRANDONOS A DIOS

Es el acto por el cual una persona o un objeto son separados para el servicio y
culto del Señor.
La palabra consagración se aplica también para santificación, santo o santidad.
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable.
Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois pueblo de
Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora
habéis alcanzado misericordia.” 1 Pedro 2:9,10
Si nosotros como pueblo escogido por Dios somos consagrados para servir al
Señor lo mismo acontece con nuestros diezmos y primicias: “Y el diezmo de
la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de
Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.” “Y todo diezmo de vacas o de
ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a
Jehová.” Levítico 27:30,32
Las ofrendas también son santas o consagradas al Señor, todo lo que se
dedica a Dios siendo consagrado no se puede vender, ni traer de regreso
“Pero no se venderá ni se rescatará ninguna cosa consagrada, que
alguno hubiere dedicado a Jehová; de todo lo que tuvieres, de hombres y
animales, y de las tierras de su posesión, todo lo consagrado será cosa
santísima a Jehová. Levítico 27:28
Todo creyente debe ser santo o consagrado a Jehová, los sacerdotes Levitas
eran consagrados con una unción de aceite, y sus hábitos eran también
consagrados mediante sacrificios de sangre y de expiación. Éxodo 29:1,7
Nosotros hemos sido santificados o consagrados a través de la unción del
Espíritu Santo, por lo que es necesario separarnos moralmente del mundo y de
sus contaminaciones, “no os unáis en yugo desigual con los incrédulos;
porque que compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordancia Cristo con
Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay
entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del
Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su
Dios, y ellos me serán por pueblo. Por lo cual salid de en medio de ellos,
y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré
para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el
Todopoderoso. Así que amados, puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” 2 Corintios 6:14,18; 7:1
Entonces santificarse no es una opción para el cristiano, es mas bien una
necesidad, porque sin santidad “nadie verá a Dios”, lastimosamente el diablo
se ha metido dentro de muchas iglesias, haciendo pensar a muchos que no es
necesaria la santidad, que eso es legalismo, y en las iglesias es permitido todo
tipo de música, vestidos indecorosos, enamoramientos y cosas que están
llevando a las almas camino a una apostasía terrible, ¡hermanos ya basta! Dios
es Santo y esa es su cualidad fundamental.

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4.1 Humillándonos delante del altísimo: “humillaos, pues bajo la
poderosa mano de Dios, para que El os exalte cuando fuere el tiempo,
echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de
vosotros. Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” 1 Pedro 5:6,8
Solo se humillan los humildes, y el humilde es aquel que reconoce su lugar
como criatura de Dios, es aquel que no busca el dominio sobre sus
semejantes, si no que aprende a darles valor por encima de si mismo.
“Cuando fueren abatidos, dirás tú: enaltecimiento habrá; y Dios salvará al
humilde de ojos. Job 22:29
“El deseo de los humildes oíste, OH Jehová; tu dispones su corazón, y
haces atento tu oído. Salmos 10:17
“Ciertamente el escarnecerá a los escarnecedores, y a los humildes dará
gracia.” Proverbios 3:34
“La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la
honra.” Proverbios 29:23
Humildad entonces es un atributo que debemos cultivar los cristianos,
sometiéndonos a Dios, siempre que actuamos con soberbia y altivez
rechazamos a Dios, pero cuando somos humildes, atento El está a nuestra
oración.
“Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo
nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el
quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Isaías 57:15
Entonces la morada de Dios está en las alturas y en el corazón de los
humildes, que maravilloso es saber eso, que Dios puede morar en nosotros, a
través de su espíritu, cuando somos humildes, es decir cuando nos humillamos
bajo su presencia, cuando ponemos toda nuestra confianza, nuestras fuerzas y
nuestra esperanza sobre El, cuando reconocemos nuestra dependencia de
Dios, y nos mostramos agradecidos, no solo con lo bueno que nos da si no en
todo lo que El hace con nosotros y en nosotros.

4.2 Formación de carácter: “Humillaos, pues bajo la poderosa mano de

Dios, para que El os exalte cuando fuere el tiempo, echando toda vuestra
ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios y
velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe;
sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en nuestros
hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia que nos llamó a
su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido por un poco
de tiempo, el mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.”
1 Pedro 5:6,10
Usted sabia que en este momento hay siervos del Señor pasando por
problemas más grandes que el suyo, que están luchando con Dios en oración,
ayunos y suplicas, para salir de esa situación, los apóstoles por ejemplo
murieron por amor al Señor, otros perdieron sus vidas solo por testificar su fe
como cristianos, miles murieron por cargar la Biblia, y gracias a Dios nosotros
estamos vivos, y ya no hay la persecución que había en aquel entonces,
gracias a Dios aquellos que dieron su vida por el Señor hoy están en lugar de
honor y gloria en los cielos.

JORGE AGUILAR 12
Los padecimientos en nosotros como cristianos según Pedro hablando por el
Espíritu, son necesarios porque en el padecimiento se cumplen cuatro cosas:
“después que hayáis padecido por un poco de tiempo, el mismo os
perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”, y a continuación vamos a
hablar de cada uno de ellos:

4.3 Perfeccionamiento: Esta palabra aparece muchas veces en la Biblia

mostrándose como unos de los atributos del Señor, pero también siendo una
exigencia de Dios para su pueblo.
La palabra perfecto es traducida en el Nuevo Testamento como “teleioo”,
“teleios”, cuyo significado es pleno, completo, perfecto.
El Señor Jesús fue siempre perfecto, sin embargo en las escrituras se nos dice
que El fue perfeccionado, por ejemplo: como autor de la salvación, “porque
convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas
las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.”
Hebreos 2:10
La perfección en el cristiano se refiere a lo completo y maduro, es decir, el
estado espiritual de madurez, en el que nos volvemos a la imagen de nuestro
Señor Jesucristo.
Jesús hablando de la importancia del perdonar a los demás, dijo: “Oísteis que
fue dicho: Amarás a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen, orad por los que os ultrajan y os
persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,
que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre
justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa
tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publícanos? Y si saludáis a
vuestros hermanos solamente, ¿Qué hacéis demás? ¿No hacen también
así los gentiles?
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es perfecto.” San Mateo 5:43,49
Vemos aquí que las actitudes de perdón, y de amor hacia nuestros enemigos
muestran nuestro grado de perfección o madures, entonces no es tonto aquel
que perdona, o aquel que ayuda a sus enemigos, es más bien alguien que a
alcanzado madurez espiritual, porque para nosotros es muy difícil hacer eso. Si
queremos ser perfectos debemos imitar las obras de nuestro Señor Jesucristo,
y empezar a hacer las cosas como para el Señor, y no para los hombres.
Entonces uno de los motivos por el que somos muchas veces odiados, y
aborrecidos, es porque Dios busca perfeccionarnos o madurarnos, sabiendo
esto debemos ser pacientes con nuestros semejantes y no pagar a nadie mal
por mal.
4.4 Afirmación: significa mantenernos firmes, o inamovibles en el Señor, es
decir, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda, que nada ni nadie nos
puede mover o cambiar nuestro modo de pensar, y esto es difícil para muchos
cristianos, pero no imposible, las pruebas cumplen este propósito, porque es
ahí donde aprendemos a amar a Dios y a confiar en él.
4.5 Fortaleza: Es un muro levantado estratégicamente en una ciudad, que
cumple la función de proteger a las personas que habitan dentro. El poder de
una fortaleza radica en algo o alguien que lo hace aparentemente fuerte o
impenetrable, como la ciudad de Jericó, cuya “fortaleza” era su gran muralla, y

JORGE AGUILAR 13
en muchos de sus ciudadanos que eran gigantes, pero aun con todo, el ejercito
de Israel logró derrumbarlo con un solo grito, porque la fortaleza de Israel era el
Señor.
Ser fortalecidos por el Señor es renunciar a nuestras fuerzas para pelear con
las armas y fuerzas del Señor.
A nuestro enemigo el diablo no lo podemos vencer con golpes o gritos, porque
él ataca nuestra mente, intelecto, conciencia y básicamente nuestro corazón,
por eso el Señor nos dijo: “porque no tenemos lucha contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes.” Efesios 6.12
Entonces en esta guerra espiritual a nuestro enemigo solo lo vencemos
fortaleciéndonos en el Señor, a traves del poder de su Espíritu Santo, y de su
palabra. “Por lo cual hermanos míos, Fortaleceos en el Señor, y en el
poder de su fuerza. Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo”. Efesios 6:10,11
En mi vida cristiana he descubierto que cuando estoy pasando por un problema
y lucho por mis fuerzas llego a cansarme, me frustro rápidamente y mi carácter
cambia, pero cuando lucho con las fuerzas del Señor, vivo tranquilo y en paz
sabiendo que la victoria con El es segura.
4.5 Establecimiento: Creo que este es el punto más alto en la vida cristiana y
voy a poner como ejemplo una enseñanza de nuestro Señor Jesucristo:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a
un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia,
y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no
cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye
estas palabras y nos las hace, le compararé a un hombre insensato, que
edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando
terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Mateo 7:24,29
En estos dos ejemplos el Señor nos compara con dos casas, la primera es
aquella que se hizo sobre la roca, y la segunda sobre la arena. En la primera
casa dice también en Lucas 7:48, que el hombre que la construyo cavó y
ahondó, y puso el fundamento, es decir, que esa casa le tomó más tiempo para
construirse, invirtió más esfuerzo, más dinero, y requirió de la ayuda de más
personas, en comparación a la que fue levantada sobre la arena, seguro que
también necesitó gente preparada que le ayude en este gran trabajo, pero lo
importante es que a pesar del tiempo y esfuerzo invertido en el tiempo de la
inundación la casa no se cayó, igualmente en el tiempo de la tormenta,
simplemente porque la casa estaba fundamentada sobre la roca.
Si esa casa soy yo y usted, es importante entender que nuestro fundamento es
la palabra de Dios y nuestra roca es Cristo, si tenemos este fundamento bien
puesto en nuestra vida nada ni nadie nos va a derrumbar, porque una cosa es
segura, la tribulación va a llegar en cualquier momento y va a soplar contra
nuestras vidas, “porque nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo” 1 Corintios 3:11
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres,
más para Dios escogida y preciosa, vosotros también como piedras

JORGE AGUILAR 14
vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo. Por lo cual también contiene la escritura: He aquí,
pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que
creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis,
él es precioso; pero para los que no creen, la piedra que los edificadores
desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo; y piedra de tropiezo, y
roca que hace caer, porque tropezarán en la palabra, siendo
desobedientes; a lo cual fueron también destinados.” 1 Pedro 2:4,8
Entonces nosotros somos la casa espiritual, morada de Dios, llamados no para
tropezar, sino para ser piedras vivas, es decir, que debemos ser el reflejo de
nuestro Señor aquí en la tierra.
Cuando una persona logra vivir en esta condición, podemos decir, que es una
persona con su vida establecida, porque su roca es el Señor.
La otra casa fue construida sobre la arena, yo creo que en esta casa la mayor
preocupación fue el acabado, talvez se invirtió el mismo tiempo, y
aparentemente la casa pudo quedar más bonita que la otra, pero eso mientras
no venia la tempestad, en esta casa no se requirió la ayuda de muchas
personas, y él esfuerzo físico fue menor, no porque no se pudiera sino, mas
bien porque simplemente no se quiso, pero cuando vino la tempestad la casa
cayó y fue grande su ruina.
Es por eso que mucha gente que empieza a caminar en el Señor después de
un tiempo desisten y caen, porque nunca se entregan de verdad, van a las
iglesias solamente a vivir de apariencias, están más preocupados por su vida y
“el que dirán”, que por hacer la voluntad de Dios”, es necesario que usted hoy
se analice y vea sobre qué o quién está edificada su casa. Y si su roca aun no
es Cristo, vuelva al inicio de este libro y lea sobre como y porque debe
entregarle su vida a Jesús, y viva un cristianismo en espíritu y en verdad.

CAPITULO 5

JORGE AGUILAR 15
 CUIDA TU CORAZON

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la

vida.” Proverbios 4:23
El corazón, no se refiere al músculo humano que tenemos en el pecho, este
corazón del que la palabra de Dios nos habla en muchas ocasiones, se refiere
al alma de la persona, es decir, es ahí donde guardamos nuestros sueños,
sentimientos, ideas, y donde se decide nuestro destino final, y también es el
lugar donde Dios nos habla.
Vamos a estudiar 3 pasos para guardar nuestro corazón:
5.1.-“aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la perversidad de
los labios.” Proverbios 4:24
Este es un tema muy importante que nunca debemos dejar de lado porque la
Biblia dice: “Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se
saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en el poder
de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:20,21
El corazón del sabio hace prudente su boca. Y añade gracia a sus labios.
Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para
los huesos. Proverbios 16:23,24
Los labios del necio traen contienda; y su boca los azotes llama. La boca
del necio quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma.”
Nuestra salvación, vida o muerte, están en el poder de nuestras palabras, es
decir, que somos el resultado de lo que declaramos con nuestra boca, sino lo
quiere creer mire su vida y analice como habla de si mismo, y verá porque le
va tan mal o tan bien, nuestras palabras son tan importantes porque es de ellas
que desatamos bendiciones o maldiciones, no se olvide que somos a la imagen
y semejanza de Dios, y que Dios creó al mundo con sus palabras, también Dios
nos dio potestad de darle nombre a su creación, y nos dio potestad de
señorearla y sujetarla con nuestra palabra, pero lastimosamente el hombre le
cedió voluntariamente su autoridad al diablo al someterse a él, pero gracias a
Dios por Cristo que nos ha devuelto nuestra identidad como hijos de Dios,
entonces empiece a declararlo y usted verá que su vida va a cambiar.
“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en
palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Santiago 3:2
5.2.- “Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus parpados hacia lo que tienes
adelante.” Proverbios 4:25
Si lo que hablamos es importante, cuanto más lo que vemos, si usted se da
cuenta todos los días somos bombardeados, a través de los medios de
comunicación en nuestros ojos para pecar contra Dios, a través de revistas con
contenidos pornográficos, periódicos llenos de muertes y chismes, el Internet
donde muchas personas pasan horas viendo y disfrutando cosas que no
agradan a Dios, es decir, nuestros ojos están siendo atacados en todo el
tiempo, porque el pecado entra por los ojos.
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu
cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo
estará en tinieblas. Así que, si la luz que hay en ti es tinieblas, ¿cuántas
no serán las mismas tinieblas?” Mateo 6:22,23

JORGE AGUILAR 16
Por eso que muchas veces dentro de las iglesias tenemos personas
maliciosas, porque sus ojos son malos, es decir para ellos todo está mal,
buscan encontrar defectos en todos y no se ven a si propios, y es por eso que
no son felices, no hay iglesia perfecta, como tampoco hay personas perfectas,
porque todos estamos sujetos a cometer errores, entonces mire lo bueno de
cada persona y trate de comprender y tener paciencia con sus semejantes y
cuando usted necesite de ayuda seguro que siempre se la van a dar.
5.3.- Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos. No te
desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
Proverbios 4:26,27
Muchas veces nos hemos metido en problemas por estar en el lugar incorrecto,
y en el momento incorrecto, al pecado no hay que enfrentarlo, hay que huir de
el, los que creemos en Cristo de corazón no andamos en tinieblas, ni estamos
perdidos, sabemos hacia donde vamos, nuestra meta es llegar a la presencia
de Cristo a quien físicamente no lo vemos, pero espiritualmente si, cada día
que caminamos con él podemos verlo más claramente, “puestos los ojos en
Jesús, El autor y consumador de la fe, El cual por el gozo puesto delante
de El sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del
trono de Dios” Hebreos 12:2
No podemos desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda, debemos caminar
siempre hacia delante, a veces rápido, a veces lento y a veces parar, pero
nunca hacia atrás, porque Dios no se agrada de los que retroceden, no somos
cobardes para volver atrás.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.
El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa
a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de
siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de
hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio
un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se
doble toda rodilla de los que están el los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra; y toda lengua confiese que JESUCRISTO ES EL SEÑOR, PARA
GLORIA DE DIOS PADRE.” Filipenses 2:5,11

Que Dios le bendiga abundantemente.

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