"¡Papi, Quiero Ser Un Menudo!"

Ay tantas personas a quien me gustaría dedicarle este libro, que sin duda alguna no habrían suficientes páginas para enumerarlas todas en esta publicación. Por tal razón he optado por dedicarlo, primeramente, a todos aquellos jóvenes que en algún momento de los pasados 20 años pertenecieron y/o pertenecen al grupo artístico Puertorriqueño MENUDO (que en el presente 2012 se llama MDO). Muchas historias se pueden escribir de cada uno de estos integrantes. Historias de alegría y éxitos pero también de tristeza y pesares. Historias de fracasos y de grandes triunfos. Fernando Sallaberry es un ejemplo que a pesar de una condición del celebro con una prognosis de dos meses de vida, se entrega en las manos de Dios y comienza una sanidad milagrosa. Ricky Martin que en sus comienzos en Menudo solo cantó la misma canción por un año y que pacientemente y sin quejarse la cantaba con alegría y conformidad. Ahora vemos que Ricky ha conquistado el mundo artísticamente. Su paciencia y disciplina le ha pagado con creces. Pero al igual que Fernando le da reconocimiento a que su éxito viene de un plano espiritual mayor y que sus gracias siempre están dirigidas a lo alto. Esta historia que voy a narrar puede muy bien ser la historia individual de cada uno de estos pasados integrantes. Solo cambian los nombres y algunas circunstancias pero la esencia de sus experiencias en Menudo son prácticamente iguales.

Dedico también este libro a mi familia, por todo lo que vivimos, gozamos y sufrimos juntos, pero más que nada por todo lo que amamos juntos. Unidos hemos de soportar las consecuencias de nuestras decisiones. Decisiones que afectaron a toda la familia de una forma u otra y que dejaron recuerdos inolvidables pero también cicatrices imborrables. Me viene a la mente un pasaje Bíblico que describe la importancia de la verdad. Esta verdad por más dolorosa debe contarse para que otros beneficien de nuestro testimonio. Dios me ha brindado increíbles bendiciones especialmente con una familia extraordinaria. Pero a veces por ese mismo amor hacia nuestros familiares que nos invade, especialmente para nuestros hijos, nos impulsa a tomar decisiones que no necesariamente fueron las más correctas. Mi Esposa y yo tomamos un rumbo con nuestro hijo Raymond y Menudo que fue influenciado mayormente por el inmenso amor hacia él pero no con todo el juicio que la situación demandaba.

"Y esta es la condenación: Que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, Porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras sean reprendidas. Más el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios." Juan 2: 1921 He aquí nuestra verdad

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Introducción

El diccionario define LEYENDA como Eventos gloriosos que se trasmiten por tradición. Me es curioso ver cómo nacen algunas leyendas y más aun como se trasmiten y finalmente se convierten en eventos de dimensiones desproporcionadas. Se van convirtiendo, poco a poco, en parte de la cultura de un pueblo y finalmente se graban firmemente en las mentes de sus habitantes y vista por cada cual en magnitudes de diversas proporciones. Pronto comienzan las exageraciones, llegando la leyenda rápidamente a convertirse en un evento glorificado, muchas veces inalcanzable para nuestras mentes limitadas. Igual curioso es el hecho de que muchas leyendas se les suele despojar de toda maldad o por el contrario se le atribuye toda clase de propiedades maléficas. Vemos entonces como los individuos al expresarse sobre algún tema legendario hablan de éste o maravillosamente bien o increíblemente mal. Si revisamos nuestra historia mundial encontramos que los libros de texto están repletos de estos personajes y eventos legendarios. Muchos de estos llegan a convertirse en mitos y epopeyas.

Un verdadero y clásico ejemplo legendario de nuestros tiempos y tema de este libro, es el afamado grupo Puertorriqueño e internacional, MENUDO. Una leyenda muchas veces inexplicable y que ha desafiado toda lógica. Muchos expertos y eruditos en la materia del espectáculo no han podido llegar a un acuerdo en el porqué de esta leyenda y como pudo mantener una increíble fama por prácticamente más de 20 años. Menudo, con su fórmula única en el mundo de cambiar sus integrantes a los 15 o 16 años de edad conquistaron artísticamente millones de jóvenes alrededor, de nuestro planeta. Una leyenda con atributos grandiosos despojada de todo mal y convertido en el ejemplo para nuestros hijos. El solo pensamiento de poder pertenecer a Menudo, fue suficiente para excitar el corazón de cualquier joven en el mundo y llenar de orgullo a cualquier padre...

Tuve mi primar encuentro con esta leyenda cuando mi hijo de 11 años de edad, se me acercó en el verano de 1983, montado en su bicicleta, y me dijo: ¡PAPI, QUIERO SER UN MENUDO! Muy asombrado le respondí:

¿Que tú quieres ser qué?

¡Papi, un Menudo, quiero convertirme en uno de los integrantes del grupo Menudo! De hecho, yo llamé a Padosa, para ver cuándo van a tener audiciones para el grupo pues leí en el periódico que Ricky Meléndez se retiraba pronto. .Me respondió con sus ojos bien abiertos y expresando toda su excitación.

¡Espérate un momento hijo, que no sé de qué rayos me estás hablando! Le respondí un poco confundido.

Mi mente, por lo menos en esos momentos, no podía tan siquiera concebir a Menudo y a mi hijo en un mismo plano. Sin que refleje menosprecio para mi hijo y/o sus habilidades, en mi mente Menudo era indicativo de lo inalcanzable, un diez en la escala del uno al diez, era lo imposible, simplemente la leyenda más grande que Puerto Rico había dado. Así que pueden imaginarse cuán fue mi sorpresa al oír a mi hijo pretender pertenecer o pensar que pudiera ser escogido para un grupo como lo era Menudo. Yo, como muchos puertorriqueños, había elevado a la agrupación a un nivel inalcanzable y en mi mente mi hijo era un simple mortal.

Por una casualidad, de esas que ocurren una sola vez en la vida, platicaba con un abogado amigo mío de años y cliente de mi negocio, (un centro de cuidado diurno y escuela pre escolar), el Licenciado José (Papo) Agosto Vélez, en los precisos momentos en que mi hijo me expresó su petición sobre Menudo. El Licenciado me contaba en unos momentos atrás de su recién nombramiento como abogado de la compañía Padosa América, quienes por casualidad eran precisamente los manejadores del grupo Menudo.

"Mira Rey, le voy a traer unos blancos de audición a tu hijo para que solicite". Me indicó mi amigo al oír las palabras de Jamoncito, como cariñosamente llamábamos a mi hijo: Ahora mismo no hay audiciones pero queda en turno para cuando haya en una futura ocasión.

Esto sí que era demasiado para mí. Mi hijo queriendo ser un imposible y mi amigo dándole ánimo. Ya con un poco de impaciencia y con muy poca psicología le dije a mi hijo:

"¡Ramoncito! ¿De dónde sacaste eso de Menudo, si tu ni siquiera cantas o bailas?"

"Papi, no pienses tan poquito de mi. Lo que pasa es que tú nunca me has oído cantar." Me contestó con mirada fija y profunda.

La verdad era que nunca le había escuchado cantar y con toda sinceridad le conceptuaba muy tímido y callado para hacerlo y mucho menos ante un público. Mi mente no podía tan siquiera considerar una remota posibilidad de una audición con Menudo y mucho menos pertenecer a él. La realidad es que nosotros los padres, muchas veces, nos envolvemos en nuestros negocios y vidas de tal forma que no nos damos cuenta que nuestros hijos tienen también una vida propia. Pasamos por alto que éstos tienen sus propias ilusiones y metas y queremos imponerles las nuestras y pensamos que las nuestras son sus ilusiones. Nuestra sobreprotección conduce a la imposición, muchas veces más allá de lo debido, para evitarles tropiezos y desilusiones en la vida.

Llegada la noche, Ramoncito se me acercó y con brillo en sus ojos me preguntó.

"Papi, ¿quieres oírme cantar?"

Mi esposa que en esos momentos lavaba los platos de la cena, me miró con ojos tristes, me hizo un gesto de aprobación y a la misma vez de hay bendito, famoso dicho puertorriqueño. Me di cuenta que no había tocado el tema de Menudo en todo el día con él y le respondí echándole el brazo:

"¡Por supuesto que sí! Déjame conectarte un micrófono al equipo estereofónico para que podamos oírte mejor."

Siendo un aficionado a los equipos de sonido, tenía toda una gama de artefactos electrónicos y rápidamente le preparé el micrófono con su pedestal. Observé su cara alumbrarse de emoción pues ésta iba a ser su primera presentación como cantante ante un público. Rápidamente seleccionó un disco de Menudo y colocó la aguja en la selección Chiquitita. Esta era una melodía original de la agrupación Europea ABBA y que a mi entender Menudo interpretaba muy bien. Magaly y yo nos sentamos cómodamente frente a él. Ramoncito se acomodó frente al micrófono y con la música comenzó a cantar. Debido al micrófono su voz se oía sobre la de Miguel Cancel, cantante del grupo Menudo que interpretaba la melodía. Mi esposa, Magaly, me miró con cara de asombro, ¡Nuestro hijo verdaderamente cantaba! Su voz armonizaba tan bien con la de Menudo que parecía parte de él. Era una voz angelical, suave y bien melodiosa. Me sentí desconcertado pues a pesar de conocer bien a mi hijo ignoraba ésta cualidad

Nuestro hijo gozó de un hogar unido y a nuestro parecer de una niñez muy feliz. Creció en un hogar libre de esas peleas que caracteriza el temperamento latino. Partiendo de la premisa de respeto mutuo, dejo a un lado el machismo característico de nuestro pueblo y me dedico a una sola mujer, mi esposa. Esto inevitablemente despoja el hogar del ambiente de celos y argumentos infructuosos y da paso a un matrimonio altamente estable que al día de hoy (2012) goza de 43 años de existencia. Le dimos a nuestro hijo unas bases de armonía y unión, condición que se refleja luego en su carácter como individuo. Sin embargo no fue un niño mimado ni persona caprichosa, al contrario, se desarrolló como persona humilde y muy segura de sí mismo. No fue hasta ocho años después de su nacimiento que tratamos para un segundo hijo. Nació nuestra muñeca Glorily Magaly. Su nombre se deriva de tres nombres: Glori del nombre de su abuela materna Gloria, Ly del nombre de su abuela paterna Lydia y Magaly de su madre, Sonia Magaly.

La alegría que envolvía a nuestro hogar se reflejó especialmente en nuestro hijo. Desde el nacimiento de Glorily y hasta el día de hoy es compañero inseparable de su hermanita. Todo lo comparten y aunque tienen sus cuartos apartes siempre se las buscan para terminar durmiendo en una misma habitación.

Al llegar nuestra hija, Ramoncito gozaba de una gran madurez para su edad, cosa que aun lo caracteriza. Sus calificaciones escolares, (Colegio Zaenid de la urbanización Riverview en Bayamón, Puerto Rico) eran excelentes y gozaba de una reputación de buen estudiante y deportista capaz. Sus gustos al igual que sus diversiones, siempre han sido, y son aún de orientación familiar.

Luego de percatarnos que nuestro hijo tenía talento, reflexionamos en el pasado y nos vino a la mente que sí, él había dado indicios de inclinación artística anteriormente; sólo que jamás le dimos una verdadera consideración. Cuando bebé, sólo se dormía era con música y había que dejarle el radio prendido. Mientras jugaba en su corral, también tenía que estar escuchando música. Era muy gracioso ver cuando tomaba uno de sus juguetes y lo utilizaba como micrófono y hacía gestos de cantar y bailar. Todo esto lo despachamos como curioso y gracioso y nada más.

Luego durante su experiencia Preescolar y en Kindergarten, Ramoncito tenía una gran disposición para las canciones de su salón y hasta había que mandarlo a callar pues sólo quería estar cantando y solamente las canciones que él deseaba. Durante los actos de graduación de Kindergarten, en un drama hecho para la ocasión, hizo el papel del "Chapulín Colorado, personaje del comediante Mexicano Chespirito, Su madre, que por cierto también era su maestra, hizo el drama por consideración a él pues el Chapulín Colorado" era el héroe indiscutible de Ramoncito y lo imitaba a perfección.

Magaly y yo quedamos realmente impresionados con la interpretación de Chiquitina que hizo Ramoncito. Como padres tenemos la idea de creer que nuestros hijos son los mejores en todo. Mi esposa y yo, estamos consientes de esto, pues fuimos dueños de una escuela de niños por razón de 20 años. Los creemos los más inteligentes, los más lindos, los más hábiles y en fin una maravilla humana. Tomando este factor en cuenta, ya que queríamos ser lo más objetivos que nuestra condición de padres nos permitiese, decidimos hablar con un amigo cantante y cliente de nuestra escuelita, el cantautor Jhenzen. Este, de procedencia dominicana, era manejado artísticamente por su entonces esposa Zaida Morales, que luego fue manejadora del primer rapero puertorriqueño Rubén DJ. A nuestro entender, eran las personas más indicadas para emitirnos una opinión objetiva sobre el asunto de las cualidades artísticas de nuestro hijo. Al otro día me comuniqué con mi amigo y llegamos a un acuerdo de que esa misma noche ellos nos harían la visita para escuchar a Ramoncito cantar. A la misma vez le hice hincapié, en el factor, de que queríamos una opinión objetiva y honesta y que por nuestra amistad no me tratara de agradar diciéndome lo contrario a la realidad.

Temprano esa noche Jhenzen y su esposa Zaida llegaron a nuestra casa y luego de una corta conversación se sentaron para escuchar cantar a nuestro hijo. Rápidamente les interpretó Cuando Pasará del LP. Menudo, Por Amor y Tú Te Imaginas del LP. Una Aventura Llamada Menudo. Al terminar sus interpretaciones, Jhenzen le pidió que cantara a capela (sin música) lo cual hizo sin vacilar. Luego de pensar unos instantes Jhenzen me miro, con ojos de asombro y alegría y me dijo.

"¡Óyeme Acevedo, ese hijo tuyo se las trae! Con un poco de práctica va a ser un cantante tremendo. Pues mira, Acevedo, ¡yo sí lo veo en Menudo!; y te diré algo más, si ellos no lo quieren firmar, yo mismo le voy a grabar su primer LP."Zaida, que estaba callada pero con tremenda sonrisa, añadió:

"Acevedo, yo creo que debes prepararlo primero para que cuando audicione con Menudo, tenga alguna soltura, especialmente en el baile."

"¡Pero ven acá! ¿Ustedes creen de verdad que el nene pueda tener una real oportunidad con Menudo?": Les pregunté atónito y a la vez incrédulo.

"Por supuesto que sí y si no lo firman es porque son unos locos pues este niño es un cantante natural, bien parecido y con gran disposición. ¿Que más quiere Menudo de sus integrantes?"

Así que dicho por otro y un experto en la materia, confirmó lo que, yo como padre, con todos mis prejuicios, había ya determinado la noche anterior al oírlo cantar por primera vez. Fue en estos instantes que por primera vez me impactó la idea de que mi hijo realmente podía convertirse en parte de esta leyenda. Me subió una corriente por la espalda erizándome todos los cabellos, sintiendo una mezcla de orgullo y miedo a la misma vez.

Mi esposa Magaly y yo acostumbramos a hablar de diversos asuntos cuando nos acostamos. Estamos a veces una o dos horas en esta plática. Esta ha sido una práctica altamente saludable para nuestro matrimonio puesto que se discuten asuntos importantes del día y asuntos que vamos a atender al otro en toda privacidad. Esa noche el tema era por supuesto nuestro hijo y Menudo. Hablamos de lo mucho que se complicaban las cosas de un momento a otro y sin realmente uno buscarlo. Yo me fije en que a Magaly se le notaba un poco de negativismo a pesar de no haberlo expresado. Note una preocupación profunda. Finalmente dijo:

"No creo que debiéramos darle mucho color a este asunto de Menudo, creo como tú, que eso de Menudo se ve muy lejos y muy improbable. Pienso que si se entusiasma demasiado va a sufrir una gran desilusión. ¿Tú crees que el nene realmente pueda llegar a audicionar con ese grupo?" Me dijo con ojos aguados:

No sé mi amor, realmente, no sé, pero eso sí, que realmente canta lindo.": le contesté pero todavía en profundo pensamiento.

Magaly se sentó en la cama y me miró firmemente y dijo con voz fuerte:

"¡Sí! Canta lindo y más, pero yo te voy a decir una cosa, yo no creo que pueda soportar la ausencia de mi hijo de esta casa. Tú te imaginas si realmente llegara a ser aceptado en Menudo, yo creo que me muero tanto de orgullo como te tristeza. Me preocupan los rumores de que existen personas homosexuales de reputación dudosa alrededor de ellos y más aún, dentro de la organización que los administra."

"Bueno negra, eso no lo sabemos, el ambiente artístico en Puerto Rico y donde quiera está plagado de estos rumores de homosexuales, pedófilos y drogas. Yo no descarto el hecho pero no solo por rumores le vamos a tronchar una ilusión a nuestro hijo. Yo conozco algunos homosexuales que son personas muy decentes y amigables. La mayoría mantienen sus preferencias muy privadas.

"Te dejo el asunto en tus manos, pero sabes que no estoy muy de acuerdo. Estoy muy poco contenta con todo éste asunto, aunque no quiero que Ramoncito lo sepa."

"Magaly tú sabes que Ramoncito es un niño muy obstinado y cuando él se propone hacer una cosa u otra no descansa hasta lograrlo. Si él está determinado a convertirse en un Menudo, me temo que lo va a lograr."

Continuamos hablando sobre el tema alrededor de dos horas más. Poco sabíamos en esos momentos que un año y medio después todo lo que hablamos, se convertiría en realidad. Este punto marcó un gran cambio en nuestras vidas, un cambio realmente drástico. Comenzó una vida llena de ilusiones y emociones a granel. Nuestras vidas se llenaron de un inmenso orgullo por nuestro hijo y por Menudo. Descubrimos el mundo del espectáculo con toda sus emociones y aventuras. Desgraciadamente todo culminó en grandes desilusiones y decepciones jamás esperadas. Vivimos momentos de incertidumbre sobre la seguridad personal y moral de nuestro hijo, hasta culminar en la desesperación. Terminamos luchando en contra de aquello que tanto llegamos a amar y que todavía, a pesar de todo, amamos profundamente, ¡MENUDO! En el momento de mi hijo abandonar a Menudo (1988) hicimos unas advertencias, tanto a la prensa como a los otros padres de los integrantes del grupo, sobre el aspecto moral y administrativo observado, de las personas que manejaban el grupo, especialmente de sus amistades y colaboradores. Pero la leyenda despojada del mal, particularmente por la prensa, siempre ha logrado hacer caso omiso de las advertencias y comentarios de los integrantes salientes. Los eventos ocurridos en el aeropuerto de Miami el viernes 23 de noviembre de 1990 donde dos Menudos fueron sorprendidos con drogas dio un claro cuadro de la realidad detrás de todas esas advertencias. Más adelante en abril de 1991, la renuncia en masa de 4 de los cinco integrantes con denuncias de abusos físicos y sexuales. Poco tiempo después El señor Bolívar Arellano, reportero y fotógrafo, de la sudad de Nueva York y que más adelante conocerán, hace serias acusaciones en contra de Edgardo Días, Antonio Jiménez, y el Licenciado Orlando López de haber tenido relaciones sexuales y abusado de más de nueve niños de Menudo. Los diarios locales en Puerto Rico mantuvieron relativo silencio pero internacionalmente todo se convirtió en un escándalo de inmensas proporciones. Sólo la intervención de la distinguida investigadora periodística Carmen Jovet comienza una serie de programas investigativos que informan la verdad. Carmen comienza una avalancha que genera otros programas televisados en diversos canales sobre el tema pero que a diferencia de la Señora Jovet buscaban sólo unos puntos para las encuestas y no la verdad. La reportera Miriam Solainne de la entonces existente revista TV y Novela de Puerto Rico lanzó una serie de artículos relacionados con la verdad de Menudo, aunque claramente la revista demostraba una parcialidad favorable a la causa de Edgardo Díaz, director y dueño de Menudo. Muchos años después Edgardo pierde el nombre y derechos de Menudo a consecuencia de una demanda legal dando lugar a un nuevo grupo llamado MDO.

En este libro describo nuestras experiencias como familia y como individuos dentro de la leyenda de Menudo. Su escenario es el mundo, sus personajes reales y su historia verídica. En él, hablo, sobre todo lo bueno que nos encontramos en esa aventura. Hubo muchísimas experiencias maravillosas, especialmente aquellas vividas con los cinco niños integrantes del grupo y sus padres. Las emociones de los conciertos, los viajes y personas que conocimos en ese camino. Describo aún como yo, un adulto en aquel momento de 45 años de edad, me embriague con la magia de este increíble quinteto.

Desgraciadamente me toca también hablar de las actuaciones maliciosas, injustas e inmorales dentro de la organización manejadora del grupo sus colaboradores y especialmente sus amistades. Hablo sin reservas y especialmente sin miedo, pues a la verdad no se le teme. Sólo temen a la verdad aquellos que no quieren que ésta se dé a conocer. Hablo sobre el gran escudo que produjo la leyenda de Menudo para que así algunas personas se aprovechasen y se sintieran libres para cometer sus fechorías inmorales, ya que Menudo era una leyenda despojada de todo mal y su nombre por si sólo producía ese gran escudo.

Hablo como padre y tengo la firme convicción de que es mi responsabilidad contar toda nuestra historia, para cuando un niño le diga a su padre ¡Papi Quiero Ser Un Artista!, éste pueda tener unos elementos de juicio al respecto. Yo no tuve esa información y me dejé llevar por los deseos sinceros de complacer a mi hijo y cegado por la leyenda, produciendo en mi lo que se ha conocido como la Menuditis. No con esto quiero decir que tomé del todo las decisiones equívocas, pero si hubiese tenido la información aquí contenida las cosas no hubiesen culminado de la forma que finalizaron. Sólo el instinto de padre y mi presencia insistente y constante en los asuntos de Raymond salvó a nuestro hijo de consecuencias y desenlaces desastrosos. Hoy día (2012) y a la edad de 40 años Raymond aún sufre de un trauma increíble con todo lo que tiene que ver con Menudo, especialmente con Edgardo Díaz; impidiendo así que tomase ventaja del hecho de que estuvo en el grupo y que sus puertas artísticas quedaron abiertas.

Dedico mi libro a todos los Menudos que al momento de escribir el final de este libro contaban veinticinco en veinte años que existió la agrupación. Mi hijo fue el vigésimo quinto (15) integrante. También dedico este libro a todos los padres de estos integrantes, especialmente a aquellos que vivieron la misma experiencia. Ellos saben que todo lo que escribo es como es. Esos padres no relataron o niegan su experiencia por alguna razón u otra. Si la dijeron, nadie les escuchó o les creyó. Así que yo la digo por ellos y aunque la nieguen, ellos saben que es una historia repetida una y otra vez y que la historia contenida en este libro, muy fácilmente se puede multiplicar por cada uno de los integrantes en la historia de Menudo. A los padres que no pasaron por la misma experiencia, les felicito pues vuestro es un privilegio de pocos. LES DOY LA BIENVENIDA A UNA AVENTURA LLAMADA MENUDO

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Menudo, Comienza La Historia

Capitulo 1

Para poder comprender las complejidades de la vida dentro de esta famosa agrupación hay que compenetrarse dentro de su historia. ¿Qué fórmula maravillosa posee este grupo que ha causado una revolución mundial entre la juventud por los últimos catorce años? Esta pregunta, indudablemente hecha por centenares de personas, a pesar de aparentar ser simple, es en realidad una pregunta muy difícil de contestar. Existen tantos factores y en muchas ocasiones, factores conflictivos que desafían toda lógica. Puede que no exista una respuesta que logre describir en su totalidad el porqué de este fenómeno o que las respuestas que puedan explicarlo sean muy complejas para nuestro entendimiento.

El periódico El San Juan Star, uno de los más respetados de Puerto Rico, clasificó a Menudo, en un artículo escrito para una edición Dominical, como un Pseudo Evento. Explicó el artículo que un pseudoevento, era uno creado por la prensa y que no necesariamente tenía que ser real y muy probablemente altamente exagerado. En otras palabras clasificaba a Menudo como un fenómeno creado prácticamente por la prensa internacional. Otros, por el contrario, responsabilizan la creación y desarrollo a los alegados dotes geniales de Eduardo Díaz Meléndez, joven empresario puertorriqueño quien le da comienzos al grupo. Existe un tercer grupo de personas que piensan que no fue la genialidad de Edgardo Díaz si no la de sus colaboradores que se movieron y consiguieron la colocación del grupo en diversos actos artísticos que le dieron su comienzo. Edgardo Díaz siempre ha expresado que Menudo es y será una manifestación de su persona. "Yo Soy Menudo es lo que se le oyó decir, especialmente cuando se le iba un integrarte, pues él clasifica a éstos sólo como figuras incidentales dentro de la agrupación no componentes importantes de su éxito. En realidad, para mí, no existe una verdadera y satisfactoria explicación Son múltiples los eventos que han llevado a la creación de esta leyenda. Veamos pues, un poco del trasfondo histórico de ésta leyenda que Puerto Rico vio nacer y considero sus hijos predilectos, MENUDO. Luego de un relativo éxito con la agrupación La Pandilla" con integrantes procedentes de España, el joven Edgardo Díaz Meléndez se vio envuelto en varios problemas con los padres y socios de la agrupación. Se rumoró mucho sobre cuáles fueron estos problemas pero jamás se ha sabido por cierto, porque súbitamente Edgardo abandona el grupo La Pandilla, dejando a éste en las manos de Alfredo D. Herger, un joven productor, y hoy Psicólogo que maneja el grupo por corto tiempo. Luego éste se desbanda por completo. Pasado un corto tiempo y basándose en las experiencias adquiridas con La Pandilla, Edgardo se decide a formar un nuevo grupo de jovencitos. En varias ocasiones Edgardo me contó que en aquellos tiempos él se percató de que en Puerto Rico y Latinoamérica existía un hueco artístico o como diríamos en psicología del niño, una laguna entre las canciones de niños y las canciones de audiencia más adulta. La Pandilla le había probado la existencia de este hueco y el alto potencial comercial que éste prometía. La idea de la nueva agrupación dejó de ser sólo una idea y comenzaba a convertirse en una obsesión. Hay que admitir que Edgardo es una persona que planifica muy cuidadosamente los eventos en su vida y con gran paciencia va forjando y moldeando las cosas para que estos eventos sean tal y como él los pensó en el momento que decida o le sean útiles. Entre 1970 y 1975 Edgardo estudió producción y dirección de cine en España en la Universidad Complutense de Madrid. Eran muchas las inquietudes de este joven que hasta se convirtió en locutor de radio durante su estadía en España. Este trabajo de locutor le trae por consecuencia la dirección de la agrupación, La Pandilla.

Para el 1977 se celebraron las bodas de oro de sus abuelos en donde oyó cantar a sus primos, los hermanos Meléndez, Carlos, Oscar y el pequeño y gracioso Ricardo. Al terminar la fiesta Edgardo abordó a sus primos y les manifestó la idea de la creación de un grupo. Los que conocen a Edgardo saben que éste tiene un poder persuasivo de increíbles proporciones. Se dice que si alguien le puede vender una nevera a un esquimal, he aquí la persona. Este poder de persuasión se manifiesta claramente con la prensa internacional, pues a pesar de todos los problemas que Edgardo ha tenido en diversos momentos con integrantes de la agrupación siempre logra persuadir a la prensa de que su versión es la verdadera explicación al asunto en cuestión. Logra lo que muchos políticos darían cualquier cosa por tener, la total credibilidad de la prensa internacional. Jamás, en los años de experiencia que tuve con Menudo, vi la prensa desafiar o tan siquiera cuestionar a Edgardo en los asuntos expuestos por los integrantes que en un momento u otro expusieron sus quejas y puntos de vista

Primeramente Edgardo les propuso a los hermanos Meléndez, la participación en un comercial que él iba a producir y posteriormente la formación del nuevo grupo, idea que entusiasmó grandemente a éstos. Carlos, Oscar y Ricky, como cariñosamente se les llamaba, conocían a unos hermanos que también habían manifestado talento artístico. Estos, los hermanos Nefty y Fernando Sallaberry, fueron reclutados rápidamente por Edgardo para completar su planificado grupo. Así que con estos cinco chicos, Ricky de nueve años, Oscar, Carlos y Fernando de once y Nefty de doce años de edad, formó Edgardo el esqueleto de su nuevo grupo.

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Muchos se han preguntado cómo surgió el nombre MENUDO. Hay varias versiones. Una se dice que surge de la idea de Edgardo formar un grupo de gente Menuda o sea pequeña. Otros, hasta han dicho que fue una manifestación espiritual, pues decían que Edgardo estaba dotado de poderes psíquicos. De hecho, llegó el momento en que él mismo se creyó tener dichos poderes, según sus propias palabras. La versión manifestada por el propio Edgardo fue que, estando un día los cinco chicos y él reunidos en la casa de los Meléndez, la madre de éstos al no poder pasar por entre los chicos tirados en el piso, dijo: "Bueno, se me salen del medio, que parecen un montón de Menudo tirados en el piso."(Refiriéndose a unas monedas)

A Edgardo parece que le estuvo curioso y adoptó el nombre Menudo como el