BEN JOTROWE
Los origenes humildes de Ben Jonroweno trascenden para su historia, pero se sabe que
asd su infancia en Arkangel al severo cuidado de su padre. No es que éste fuera un
‘borracho maltratador, si no un militar retirado del ejército. La severidad de la educacién
que su padre le procuré se explica por el hecho de ser el ini co hijo varén de los cuatro
que tuvo. Pretendia, con una rigida instuccién, hacer de él un militar bien formado,
Fue enviado a temprana edad a trabajar en las bamracas, en las que
as condiciones de vida ean muy mejorables. La comida, garbanzos
fundamentalmente, era excasa y poco nutritiva dado el gran niimero
de alistados. Los entrenamientos eran duos y no dejaban lugar para
as horas de sueiio. Asi mismo, a convivencia era mediocre,
probablemente debido al animo que este régimen provocaba en
ellos, ylastrifulcaseran tan frecuentes como los subsiguientes castigos. Curtido, salié
de alli ocho afios desmésentrenado como soldado. Trabgjé un tiempo como mercenario
y guardaespaldas antes de enrolarse al ejército del Sacro Santo Imperio de Abel.
Durante la segunda campatia de invierno,, su equipo y él estaban mediandown asedio a
una fortaleza moderadamente defendida. La nieve cubria el campo de batalla y 1a
distancia entre ellos y el castillo era salvable. Su compaiiia formaba en fila recibiendo
las tltimas ordenes antesde atacar. y el comandante paseaba de lado a lado de dla
-Liegaréis hasta fa primera tome y aseguraréis el paso a las siguientes compaiiias. No 03
tenéis que detener en el camino, las flechas caeran del cielo como si de Lluvia se tratara:
¥ no tenéis que retroceder por motivo alguno. j{Entendido?!
~{Si, sefior! -Respondieron al unisono.
El clarin al retumbar seiialé el momento dela embestida, y, escudo en mano, el pelotén
avanzé por el llano nevado con velocidad. Las flechas que no fueron esquivadas
impactaron contra los escudosalzados, y a media distanda dela primera torre, 1a liuvia
se deuvo.
Un escuadrén de hombres armados salié 2 su encuentro con ballestas y espadas.
Abandonaron {a escala y emprendieron combate, pero durante el transcurso de éste un
quarto de los componentes del grupo de Ben cay6 herido o muerto. El mismo Llevaba en
su espalda una saeta, que, perdida, no pudo prever. Al mitar a su alrededor, aprecié
horrorizado la suerte que su escuadrén habia suftido. Pero en este vistazo encontré
‘moribundo a su capitan con una saeta en el pecho, Pudo ver que si nolo alejaba del
campo de batalla morisia, y cuando vio un saliente de roca que formaba una buena
proteccion contra los proyectiles, resolvié arrastrarlo hacia alli. El movimiento era
doloroso, cada esfirerzo le clavaba la saeta de su espalda mas profiundamente en la
carne. Una vez a salvo ambos, detuvw la hemorragia y vendé a su capitén, que estabaa