DAVID J. SUSSMANN
Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Acupuntura
Ex Jefe de Servicio de Clinica O.R.L. (Buenos Aires)
ACUPUNTURA
TEORIA Y PRACTICA
LA ANTIGUA TERAPEUTICA CHINA
AL ALCANCE DEL MEDICO PRACTICO
OCTAVA EDICION
EDITORIAL KIER, S.A.
Av. Santa Fe 1260
1059 - Buenos AiresNOTA EDITORIAL
Muchas veces es preciso internarse en extensas divagaciones hasta Ile-
gar al hombre. En este caso, por fortuna, esa suerte de digresién inicial
(no por conocida menos repetida) podra abreviarse con sobradas razones.
Y ello, porque el autor de este tratado sobre Acupuntura tiene el respaldo
de sus antecedentes cientificos, de su “integridad magistral y cientifica”.
@Podrfa acaso hallarse menos calificado en su quehacer de escritor? Segura-
mente, no. Pues para el doctor David J. Sussmann el panorama médica
es algo total, cabal, plenamente humano. Y como tal lo refleja con hondura
y calidez en todas estas paginas. Fl hien sahe que en nombre de Hipsera-
tes se suele traicionar a Hipécrates. Que el médico est4 para dar alivio,
no para negar. Por eso se brinda totalmente. Que sea una droga diluida
a la décima, un remedio alopatico o unas indoloras y pequefias agujas, no
es lo mds importante. Interesa la juventud mental de entender que el hom-
bre es una estructura. Que el que Je pone mayiisculas al nombre propio
de los érganos slo para segregarlos, destruye al hombre total, engafia, se
equivoca, no cura a nadie...
El doctor Sussmann, como maestro, convirtié en lema vital estas pre-
misas. Conquisté prestigio por mérito, por dedicacién, por entrega. Y por
sobre todo, por ensefianza fecunda que genera cotidianamente nuevos cul-
tores de esta practica milenaria. Por lo demas, como figura seficra en su
especialidad, no sélo en la Republica Argentina sino también en el mundo
entero, queda aqui definido a través de este conjunto de hitos rectores
de los que él mismo se priva de hablar por humildad pero que es preciso
consignar para que la verdad quede plenamente patente:
EI doctor David J. Sussmann cursé estudios universitarios en la Facul-
tad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y egresé en 1928 con
el titulo de Doctor en Medicina.
Carrera médica hospitalaria desde 1928. En 1929 inicia su practica
otorrinolaringolégica con el doctor Gordillo (Hospital Durand).
En 1931 es nombrado Médico Agregado del Hospital Vélez Sarsfield,
encargado del Consultorio de Otorrinolaringologia.
En 1934 recibe el nombramiento de Jefe de Servicio de Clinica Otorri-
nolaringolégica del Hospital Vélez Sarsfield, cargo que ocupa hasta 1950.10 David J. Sussmann
En 1935-1936, viaje de estudios a Europa, donde permanece un afio.
Concurre como Asistente Extranjero a la Clinica Otolégica del profe-
sor Neumann (Viena) y a la Clinica Laringoldgica del profesor Hajek
(Viena). En Ja misma ciudad tomé cursos con los siguientes docentes:
Fremel, Wessely, Eisinger, Haslinger, Heindl y Vermes, recibiendo final-
mente el Diploma de la Universidad de Viena.
En Paris: Estada de perfeccionamiento en el Servicio del profesor Le-
maitre; cursos de la Semana Otorrinolaringolégica de los Hospitales de
Paris; cirugia plastica y reparadora con cl doctor Claoué.
En 1952: Curso de Radiotcrapia con el doctor Baclesse, en el Instituto
Curie, Paris. Técnicas ultrasonoterdpicas de la Escuela de Viena, con el
doctor Vyslonsyl.
En 1985: Viaje a los Estados Unidos, donde se interesa especialmente
por los problemas ligados al enfoque psicosomético. Asiste, con ese objeto,
al seminario del grupo médico ligado al doctor Wilhelm Reich.
En el mismo aio, viaje a Paris, donde sigue un curso de Acupuntura
con el doctor Roger de La Fuye, Presidente de la Sociedad Internacional
de Acupuntura, y asiste a las consultas diarias de su instituto privado.
En noviembre de 1955 interviene como cofundador de la Sociedad
Argentina de Acupuntura, de la que es designado Vicepresidente. Desde
1960 y hasta encro de 1971 ocupa la Presidencia de la misma. Posterior-
mente es designado Presidente Honorario.
Desde 1959 dicta todos los afios un Curso de Iniciacién a la Acupun-
tura para graduados de ciencias médicas y, desde 1963, ha realizado algu-
nos cursos acelerados para médicos del interior del pats.
Fue Vicepresidente del XII Congreso Internacional de Acupuntura
realizadv en Paris en 1963, del cual fue también couferencista y al que
concurrié Mevando la representacién de la Sociedad Argentina de Acu-
puntura.
Asistié en 1965 al Congreso Mundial de Acupuntura realizado en To-
kio, del cual fue conferencista. Tomé también parte en Jos Congresos de
Acupuntura realizados en el interior del Japén y pronuncié conferencias
en Osaka y Kobe. Sobre Acupuntura, diserté en el Auditorio Asahi Shim-
bun, de Tokio.
A su regreso del Congreso Mundial de Tokio, visité durante cuatro
semanas (noviembre de 1965) a la Republica Popular China, como hués-
ped e invitado especial de la Asociacién Médica China, con el objeto de
conocer las Escuelas de Acupuntura, los Hospitales y los Servicios Médicos
dedicados exclusivamente a la Acupuntura y estudiar el funcionamiento
de la “Nueva Medicina Nacional”, sintesis de la Medicina Tradicional Chi-
na y de la Medicina Occidental. Las notas de esta visita fueron publica-
das en la Revista Argentina de Acupuntura (n® 9, 1966) y en la Nouvelle
Revue Internationale d Acupuncture (n° 1, 1966).Nota editorial 11
Concurrié en Junio de 1969 al Segundo Congreso Mundial de Acu-
puntura realizado en Paris, presidiendo la delegacién argentina al mismo.
Fue conferencista del Congreso y designado para presidir una de las sesio-
nes cientificas.
Ha publicado trabajos sobre Otorrinolaringologia, sobre la Teorfa de
Reich, sobre la Teoria de Speransky y sobre Acupuntura, siendo este ulti-
mo tema donde concentra toda su atencién en los ultimos 20 aiios.
Es fundador de la Revista Argentina de Acupuntura, érgano de la
Sociedad Argentina de Acupuntura, que aparece desde 1964 y que ha pu-
blicado 29 némeros hasta fines de 1972. Fue su primer Director hasta
enero de 1971, fecha de su renuncia.
ACUPUNTURA, TEORIA Y PRACTICA, editado en 1967, es el pri-
mer libro sobre el tema que ve Ia luz en espaiiol.
Titulos _
Doctor en Medicina, Facultad de Medicina de Buenos Aires, 1928.
Jefe de Servicio de Clinica Otorrinolaringologica.
Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Otorrinolaringologsa.
Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Bronco-Fsofagologia.
Miembro Titular de la Sociedad Cientifica Argentina.
Miembro Fundador de la Sociedad Argentina de Oto-Neuro-Oftal-
mologia.
Presidente Honorario de la Sociedad Argentina de Acupuntura.
Miembro Fundador de la Sociedad Argentina de Acupuntura.
Fundador de la Revista Argentina de Acupuntura.
Miembro Honorario de la Sociedad Japonesa de Acupuntura y de
Moxibustién.
Consultor Honorario de la Asociacién China de Acupuntura (Hong
Kong).
Miembro Honorario de Ja Asociacién China de Acupuntura (Hong
Kong).
Miembro Permanente del Comité Internacional para el Estudio de los
Meridianos y Puntos Chinos (Tokio).
Miembro de la Sociedad Internacional de Acupuntura (Paris).
Miembro del Instituto para el Control del Dolor (Kyoto).
Consultor de la Sociedad de Acupuntura Constitucional (Seul, Corea).
Se retiré de la Sociedad Argentina de Acupuntura en noviembre de
1972 por discrepar con la direccién y el nivel de ensefianza que se
impartia.12 David J. Sussmann
Realizé su segundo viaje a la Republica Popular China, invitado por
la Asociacién Médica China, para estudiar Electro-Acupuntura y Aneste-
sia Acupuntural, en octubre de 1973.
Concurrié al Simposio Internacional de Acupuntura de Paris, noviem-
bre de 1973.
Ante la elocuencia incontrastable de estos datos biograficos plena-
mente vigentes, la EDITORIAL KIER S. A. se complace en publicar esta
obra erudita, en momentos en que la Acupuntura gana en nuestro medio
hispanohablante cada dia mds destacados adeptos.
Los EprroresPREFACIO
Este libro ha surgido de una necesidad. Cuando la Sociedad Argen-
tina de Acupuntura comenzé a dictar los cursos de iniciacién para gradua-
dos, se hizo sentir la falta de un texto en espafiol. Ademas de las difi-
cultades idiométicas que los textos extranjeros creaban en la mayoria de los
médicos, la excesiva extensién de algunos tratades o el cxiguo material
de ciertos compendios eran otros tantos problemas que los médicos tenian
que sortear para fijar o refrescar conocimientos apresuradamente adquiri-
dus eu uu curso relativamente breve. No se puede aprender un sistema
médico con un libro solamente, a menos de poseer una extraordinaria
capacidad autodidactica. Este libro fue pensado como complemento de
un curso teérico-prictico, pero durante su elaboracién fueron surgiendo
problemas de exposicién que Hevaron Ja extensién del libro més all de
lo planeado. Sin ser un tratado exhaustivo, creo que lena el principal
objetivo que me propuse: informar ampliamente sobre el método, tratan-
do de aclarar el sentido oculto del lenguaje arcaico que se reproduce a
menudo, y guiar los primeros pasos del médico que se aventura en la ex-
ploracién terapéutica de una ticrra tan increiblemente desconocida como
manoseada: la piel.
La Acupuntura se ha venido desarrollando y difundiendo en Occidente
aun ritmo cada vez mayor, desde hace casi medio siglo. gPor qué? Cree
que caben dos respuestas: 1) la gran eficacia del procedimiento en ia ma-
yorfa de las afecciones funcionales y en algunas lesionales (véasc indica
ciones), A esto hay que agregar su inocuidad; ausencia de efectos secun-
darios nocivos; 2) la pobreza terapéutica de la medicina oficial frente a los
cuadros funcionales (no Jesionales), que representan mas de la mitad de
los pacientes ambulatorios, pobreza que ha sido rciteradamente confesada
por eminentes representantes de Ja misma escuela. Poquedad terapéutica
no significa, desgraciadamente, escasez medicamentosa; al contrario. Asi,
las enfermedades iatrogénicas, que tan frecuentes se han hecho, y cuyas
consecuencias hun sido divulgadas por la literatura médica, son una nueva
azn para el florecimiento de la Acupuntura.
Antiquisima como es, la Acupuntura sigue siendo una terapéutica
viviente. Vive en el arte de casi un millén de médicos tradicionales que14 ~~ David J. Sussmann
la practican sobre una poblacién que representa mds de un cuarto de Ja
poblacién total del globo. En esto difiere de la Medicina Tradicional occi-
dental, que sélo se ensefia como un proceso histérico divorciado del que-
hacer médico. La actitud oficial es conocida; se confunde tradicional con
obsoleto. B. Aschner criticaba esta posicién y propugnaba “el conocimiento
pragmdtico de la historia de la medicina, en particular de la terapéutica”
como medio para “comprender todos los métodos terapéuticos no oficia-
les”, agregando que “el desprecio por la tradicién ha conducido ya al acha-
tamiento, a la rigidez dogmiatica y a la estrechez de la doctrina médica”.
La Acupuntura no pretende desplazar a la Medicina oficial. Eso seria
absurdo porque Ja historia no se mueve hacia atrés. Pero la Acupuntura
se basa, entre otras cosas, en un hecho casi desconocido y totalmente des-
aprovechado por la escuela oficial: a utilizacién terapéutica del reflejo
viscero-cuténeo; un reflejo que se expresa con elocuencia en los puntos
sensibles de la piel. Lo que pretende la Acupuntura es enriquecer el arse-
nal terapéutico del médico practico con un método eficaz e inofensivo,
e infundirle al mismo tiempo todo el contenido humanistico de la vieja y
siempre actual dialéctica china. Por la menos, incitarlo a frecuentar los
textos filosdficos, hoy tanto mAs necesarios cuando la medicina corre el
riesgo de transformarse en una tecnologia sin alma.
Muchos médicos sienten aversién por lo empirico y se niegan incluso
a examinar las posibilidades terapéuticas de un método “no cientifico”.
Esta actitud es, paraddjicamente, anticientffica.
La medicina cientifica es hija de la medicina experimental, cuyos pos-
tulados se nos han hecho familiares por la célebre Introduccién al estudio
de la Medicina Experimental, de Claudio Bernard. En ninguna parte dice
el maestro que haya que rechazar una hipétesis razonable; el vinico Iimite
a la verificacién experimental esta dado por las posibilidades materiales
de la época. Si en una hipétesis no se invocan fuerzas sobrenaturales, si
el planteo sigue esquemas vilidos para una gran parte de médicos y de
experimentadores, entonces no cabe més que una actitud: aceptar la con-
frontacién de Jos hechos con la teoria.
Cuando la infusién de las hojas de digital, que usaban los campesinos
de los Vosges para curar la hidropesfa, fue sometida al andlisis quimico
y a la verificacion clinica, se confirms que 1a hoja de digital producia
realmente el efecto que los campesinos habfan descubierto por azar. Lo
empirico, el hecho terapéutico, no fue descubierto en este caso por el labo-
ratorio, que se limité a su funcidn especifica: buscar los principios activos,
purificarlos, dosarlos, etc.; tarea importantisima que nos permite utilizar
hoy los glucésidos de Ia digital con gran soltura y seguridad. Pero, gqué
hubiera ocurrido si el hombre de ciencia hubiese rechazado con repug-
nancia un hecho empirico tan crudo como “la hidropesia curada con una
infusién”?Prefacio 15
La Acupuntura confronta al médico con una terapéutica empirica no
tan cruda y quizd tan eficaz. Desde que la medicina cientifica entré en
Oriente, los médicos acupuntores japoneses intentaron con éxito la veri-
ficacién de la accién de las agujas y moxas, con cl sencillo expediente del
recuento de los hematies antes y después de la estimulacién de algunos
puntos. El punto 38V (Kao-Roang) goza asi de merecida fama en el
tratamiento de las anemias hipocrémicas, estados adindmicos, adelgaza:
miento, etc., desde que los japoneses, y después gran munero de occiden-
tales, comprobaron, recuento en mano, que la estimulacién de la hemato-
poyesis no era un mito.
Sin embargo, la Acupuntura presenta aun un ropaje un tanto anti-
cuado: terminologia hermética, concepcién cosmolégica del hombre, una
fisiopatologia arbitraria, etc. Quiz& todo esto deba ser desechado total-
mente, pero si nos atenemos al resultado de los trabajos experimentales
que los acupuntores de todo el mundo est4n realizando actualmente, una
nueva luz ilumina las viejas imagenes y lo que parecia arcaico de pronto
se hace claro y actual. Es la imagen del hombre, que siempre est en
primer plano y que nunca ha perdido perennidad.
1:1 plan de este libro ha mantenido los viejos esquemas, a los que se
Jes ha infundido la nueva savia de los descubrimientos actuales. No esta-
mos avin en condiciones de rechazar todo lo heredado sin antes construir
una nueva morada. Pero nos hemos ocupado también de los nuevos es-
quemas, las teorias y los trabajos experimentales que est4n haciendo de
la Acupuntura una rama de la Medicina Cientifica.
Para escribir la parte teérica del libro, he tenido que recurrir a las
bibliograffas francesa, alemana e inglesa, estindome vedadas, por razones
idiomaticas, las fuentes originales. La barrera del lenguaje ha sido para
Ja Acupuntura uno de los principales obstéculos para su difusin precoz
en Occidente. Atin hoy, a pesar de las excclentes traducciones de Soulié
de Morant y de [Chan nfraulty objetadas por algunos sindlogos, no contamos
en idioma accesible, con todo el material existente, antiguo y moderno.
Traducir del lenguaje ideografico chino es interpretar; no hay dos traduc-
ciones iguales. Hay que manejarse en un ciimulo de interpretaciones, Por
eso nos hemos limitado a lo estrictamente indispensable en la presentacion
teérica, sin omitir en cambio lo que pudiese ser util en la practica. Los
médicos interesados en ampliar sus conocimientos, encontrarin en la Bi-
bliografia una lista casi completa del material disponible en Occidente.
La fonética de los nombres chinos no responde a un criterio unifor-
me. Los nombres de los puntos estan tomados de Soulié de Morant y es
la fonética que signe la mayoria de los acupuntores enropeos. Otros nom-
bres han sido reproducidos segin la fonética espafiola. Uniformar toda
la fonética en espafiol exigiria conocimientos de escritura china; es una
tarea que dejo a algan sindlogo espafiol o latinoamericano. Mucho tengoPrefacio 15
La Acupuntura confronta al médico con una terapéutica empirica no
tan cruda y quiz4 tan eficaz, Desde que la medicina cientilica entré en
Oriente, los médicos acupuntores japoneses intentaron con éxito la veri-
ficacién de la accién de las agujas y moxas, con el sencillo expediente del
recuento de los hematies antes y después de la estimulacién de algunos
puntos. El punto 38V (Kao-Roang) goza asi de mcrccida fama en cl
tratamiento de las anemias hipocrémicas, estados adindmicos, adelgaza-
miento, etc., desde que los japoneses, y después gran numero de occiden-
tales, comprobaron, recuento en mano, que la estimulacién de la hemato-
poyesis no era un mito.
Sin embargo, la Acupuntura presenta atin un ropaje un tanto anti-
cuado: terminologia hermética, concepcién cosmolégica del hombre, una
fisiopatologia arbitraria, etc. Quizd todo esto deba ser desechado total-
mente, pero si nos atenemos al resultado de los trabajos experimentales
que Jos acupuntores de todo el mundo estan realizando actualmente, una
nueva luz ilumina las viejas imagenes y lo que parecia arcaico de pronto
se hace claro y actual. Es la imagen del hombre, que siempre esta en
primer plano y que nunca ha perdido perennidad.
Fl plan de este libro ha mantenido los viejos esquemas, a los que se
les ha infundido Ja nueva savia de los descubrimientos actuales. No esta-
mos atin en condiciones de rechazar todo lo heredado sin antes construir
una nueva morada. Pero nos hemos ocupado también de los nuevos es-
quemas, las teorias y los trabajos experimentales que estan haciendo de
la Acupuntura una rama de la Medicina Cientifica.
Para escribir la parte tedrica del libro, he tenido que recurrir a las
bibliografias francesa, alemana e inglesa, estdndome vedadas, por razones
idiomaticas, Jas fuentes originales. La barrera del lenguaje ha sido para
la Acupuntura uno de os principales obstaculos para su difusién precoz
en Occidente. Atin hoy, a pesar de las excelentes traducciones de Soulié
de Morant y de [Gyemirautty objetadas por algunos sindlogos, no contamos
en idioma accesible, con todo el material existente, antiguo y moderno.
Traducir del lenguaje ideogréfico chino es interpretar; no hay dos traduc-
ciones iguales. Hay que manejarse en un camulo de interpretaciones. Por
eso nos hemos limitado a lo estrictamente indispensable en la presentacién
tedérica, sin omitir en cambio lo que pudiese ser util en la practica. Los
médicos interesados en ampliar sus conocimientos, encontraran en la Bi-
bliografia una lista casi completa del material disponible en Occidente.
La fonética de los nombres chinos no responde a un criterio unifor-
me. Los nombres de los puntos estén tomados de Soulié de Morant y es
Ja fonética que sigue la mayoria de los acupuntores europeos. Otros nom-
bres han sido reproducidos segin la fonética espaiola. Uniformar toda
la fonética en espafiol exigiria conocimientos de escritura china; es una
tarea que dejo a algun sindlogo espajfiol o latinoamericano. Mucho tengo