UN HOMENAJE A DESTIEMPO Rubn Herrera El 19 de marzo de 2013 se cumplieron 46 aos del vil asesinato, a manos del gobierno de turno,

de las plumas de Quetzal, de Pavo Real, de Tucn ms vivas y tan actuales de nuestro tiempo: OTTO RENE CASTILLO. Releer, perderme en las honduras de sus signos y tiempos de un joven que vivi diciendo y haciendo, hay tantas formas de dar la vida, por la vida, pero lo importante es: darla como se tiene que dar. Como miles de jvenes de este pas, que como hormigas han extendido sus dominios, muestra de estas fronteras impuestas, vivi exilios, pero confirm siempre que la voz debe ser la espada inquebrantable, que no se quiebre, que no se doble, que no se manche. Tambin la crcel nunca fue pequea, el gran amor por su pueblo, por su pas desbord las paredes con las que pretendieron secar su garganta. Una vida acelerada que retumbaba en sus venas, de acelerados fermentos, de amores sensitivos que recorrieron todo su cuerpo. Para los pueblos de este pas. Su palabra no tiene tiempo, porque hoy ms que ayer, los mismos de siempre siguen orinando sus paredes, pretendiendo detener la palabra que se desborda. Lo que Otto Ren recorri y sinti en su cuerpo de territorios diversos, de cuerpos lejanos y arcanos siempre estuvieron cerca de la tierra de mujeres y hombres morenos de aliento largo y extenso. En estas pequeas formas de ternura y de clera y de vida yo te escribo y te confirmo que la extensin de tus palabras llega a nuestras vidas y nuestros das, frescas y con vitalidad para seguir el camino donde jvenes, mujeres y hombres, los pueblos de nuestro pas te cobijan y refrescan cada da con el roco de montaas. Desde una de las crceles de este pas en donde como ayer, pretenden hacernos callar. Pero como T decas: no callo, ni muero, vivo y lucho. Otto Ren Castillo, la lucha sigue y los que luchan por la Vida no morirn jams. Rubn Herrera Huehuetenango, marzo 2013