Oscar Favre Espectros, 2013 (para rosarioindie.

com) Ya en el segundo comps nuestro cuerpo se dispone a recibir una revelacin: un abrazo, una verdad espantosa, una salvacin. No podra estar claro. En el piano, una meloda solemne y melanclica se estira repetida; vuelve, como el mar, como las rimas, para que la grave voz de Oscar atraviese, como un fantasma, una indestructible pared de sonidos que, a veces, evocan espacio exterior y, otras, insectos. Para que no olvidemos que hay que ir y venir entre el cosmos y nuestros pies. Los espectros aprendimos que la utopa mnima no es huida ni un lugar de maravillas ni fuga a lo fantstico. Es asumir la plasticidad del mundo junto a sus rugosidades, su crepitar, su impiadoso prescindir de nosotros. Espectros suena y se ve como un homenaje a las luces y la Luz, es decir, al electromagnetismo que no permite que la oscuridad sea absoluta. Pero hay, tambin, un amor por las sombras, por las presencias de las ausencias, por la vista del matiz que festeja su reverso, la inmensidad sin bordes. Videntes escuchando sin sol. Como una noche de campo, hay aire fresco entre las palabras y las cosas, hay una tica del tiempo. Nada del futuro parece encandilar a ese hombre y su pala, o a ese otro que pasa, bordeando la casa. Los atrapa una atencin en la que el presente, el pasado y el futuro pierden sus figuras: la vida se vuelve un asunto de duraciones heterogneas. sa es la utopa mnima, donde el radiante advenir deja paso a los espectros -vidas sin cuerpos completamente determinados- y no se confunde nunca a los humanos con sus formas maniquiles -cuerpos sin vida-. Entonces no se trata slo de mirar sino de pensar cmo y por qu miramos lo que miramos. Hay ah una poltica: la felicidad social definitiva y el Apocalipsis pierden eficacia. El futuro es posfigurativo, magma de temporalidades, estereotipos jams fijados que, apenas revelan su forma, ya se estn disolviendo. Espectros, utopa mnima, Oscar, parecen decirnos que un plano fijo es siempre un travelling. Ezequiel Gatto julio 2013