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ANATOLI KARPOV MIJAIL PODGAETS La Defensa __ Variante del Avance y Sistema de Gambito ANATOLI KARPOV MrgaIL PopGaets La Defensa CARO-KANN Volumen 1 Variante del Avance y Sistema de Gambito | sroroR, Editor: Jestis Domingo Coordinaci6n editorial: Paloma Gonzélez ‘Traduccién: Antonio Gude No esté permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni tampoco su tratamiento informético, ni la transmisi6n dde ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrénico, mecénico, por folocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los ttulares del Copyright. ‘Titulo original: Caro-Kann Defense. Advance Variation and Gambit System Publicado por primera vez en Rusia en 2006 por Russian Chess House Esta edicién se ha traducido de la edicién en inglés publicada en 2006 © 2006 by Russian Chess House 2006 by Anatoli Karpov, Mijail Podgaets © 2008 by Ediciones Tutor, S.A. Marqués de Urquijo, 34. 28008 Madrid Tel.: 91 559 98 32. Fax: 91 541 02 35 E-mail: info@edicionestutor.com ‘www edicionestutor.com Socio fundador de la World Sports Publishers’ Association (WSPA) Maquetacién: Juan Moraiio ISBN: 13: 978-84-7902-689-9 ISBN: 10: 84-7902-689-8 Depésito legal: M-51. 724-2007 Impreso en Gréficas Cofés. Impreso en Espafia ~ Printed in Spain Sumario Introducei6m .....0....0 2... cceeeeeeeeeeeeeeeeeseeeeeerenees jraepecee 5 Capitulo 1. 7 Sistema de Gambit d Indice del capitulo 1 31 Capitulo 2... 32 Variante del Avance: 1 e4 06 2 d4 d5 3 e5 32 Jugadas varias, menos 3 ... £5 32 fndice del capitulo 2.0.2.0... .6e cece eee c cece eee eeeeeeet eee nee 64 Capitulo 3... eee ee cee eeee eee eee 65 Variante del Avance: 1 e4 c6 2. d4.d53 eS @£5 65S Jugadas varias, menos 4 ®c3 y 4 Df3 a 5 Indice del capitulo 3..............05 . 109 Capitulo 4 ui Variante del Avance: 4 @c3. ui Indice del capitulo 4.... Capitulo 5... 205 Variante del Avan «208 fndice del capitulo 5 . 254 Partidas ilustrativas .......... ee Indice de las partidas 6... 02.0... e eee eee ec ee cree cece eeete este neta -. M2 ignos convencionales + + t =234-90 = 2 & ween Lp HH ene & Jaque Jaque mate Enroque corto Enroque largo Buena jugada Mala jugada Jugada interesante Jugada dudosa Jugada extraordinaria Grave error Ligera ventaja de las blancas Ligera ventaja de las negras Ventaja de las blancas Ventaja de las negras Ventaja decisiva de las blancas Ventaja decisiva de las negras Posicién igualada Posici6n complicada, dificil de evaluar Posicién complicada tendente a la igualdad Enciclopedia de Aperturas de Informator Introduccién Se diria que el llamado “Sistema Cerrado” de la Defensa Caro-Kann se empefia en desau- torizar a su propio nombre. Las jugadas iniciales (1 e4 c6 2 d4 d5 3 e5) sirven de introduc- ci6n a uno de los sistemas de desarrollo mas dindmicos (jy, desde luego, abierto!) de la teorfa contemporénea de aperturas, en cuyas variantes las ideas cldsicas y modernas estén estrechamente interconectadas, formando una madeja intrincada y, al mismo tiempo, atrac- tiva, Desenredar esa madeja es el propésito de esta monografia. El libro esté estructurado de la siguiente forma: el capitulo 2 se caracteriza porque las negras descartan la linea principal, 3 ... 2£5, optando, en su lugar, por 3... Da6 6 3... c5, siendo esta tiltima tan valiosa que bien puede retirdrsele la etiqueta de linea marginal con que en su dia fue calificada. En el capitulo 3 las blancas (tras 1 e4 06 2 d4 d5 3 e5 &£5) se desvian ya de las princi- pales recomendaciones tedricas. Hay varias posibilidades de desvio, desde la arcaica 4 @d3 hasta la “ultramoderna” 4 3. Por otra parte, existen las tentadoras alternativas 4 g4,4h4 y4ct.. Se considera, sin embargo, y con razén, que las continuaciones principales son 4 @c3 y 4 @3, que se estudian, respectivamente, en los capitulos 4 y 5. El cuarto capitulo, que re- presenta al imaginativo juego posmoderno, se estrella contra la realidad y no es otra cosa que un intento muy vivaz y agresivo, mientras que el quinto capitulo puede verse como una apreciacién mas estricta del juego clasico. El capitulo 1 sirve de original prolegomeno a toda la monografia, pues en el mismo en- contraré el lector un detallado anilisis del Sistema de Gambito', 1 e4 c6 2 d4 d5 3 £3. Al fi- nal del libro hay una seleccién de 15 partidas (tres por cada capitulo), jugadas por grandes maestros de elite en el afio 2004. Los comentarios a estas partidas tratan, por asi decir, de ser especificos para la presente obra y, por otro lado, muestran una perspectiva que, como es légico, el lector deberd ampliar més alld de estas paginas. ‘Conocido por la teoria tradicional como Variante Tartakower y en la reciente bibliografia anglosajona como ““Variante Fantasia”. NT. Capitulo 1 Sistema de Gambito: 1e4 c6 2 d4 d5 3 £3 1e4.c62d4d5363 1 El llamado Sistema de Gambito. En esta variante la lucha tiene un cardcter extremadamente agudo, con frecuencia acompafiado de sacrificios (de donde procede su nombre de gambito). El in- conveniente de la posicién blanca es la cuestionable situacién del peén de £3, que entorpece el desarrollo de sus propias piezas. Aunque hace mucho tiempo que se ju- 6 por primera vez 3 £3, las posiciones de- rivadas se habjan estudiado muy poco hasta ahora. Para no perder, las negras de- ben actuar con mucha prudencia y cuidar la precisi6n en el orden de jugadas. Centraremos nuestra investigacién en estas cuatro continuaciones: (I) 3 ...de 4 fe €5; (II) 3 ...e5; (IIL) g6; (IV) 3 ... 6. 1 3 de 4 fe 55 O13 Las negras pueden elegir ahora entre (A) 5 ..ed, (B) 5... Rg4y (C) 5... Reb. A 5 ed? (lo més flojo) 6 #4! Las blan- cas sacrifican un peén, pero no es facil re- chazar las amenazas directas que van a ctear sobre la casilla £7. Por ejemplo: 1) 6 wm Bb4+ 7 3 de 8 Qxf7+! her. Después de 8 ... doxf7? 9 Wxd8 cb+ 10 de2 baW, a cambio de la dama perdida, las ne- gras obtienen otra nueva... jpero a costa de recibir mate!:11 Dg5+ dg6 12 We8+ bh6 13 Debs g5 14 Qxg5++ (Skurski-Gasic, Polonia 2000). 9 Wb3 ch+ 10 Wxb4+ dxf LL &xb2 We7 12 We3 D6 13 0-0 Dab 14 a3 c5 15 Wb3+ de8 16 2c3. El ataque blanco compensa sobradamente el ligero déficit material. 8 LA DEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 2) 6... eS (las esperanzas basadas en un jaque descubierto no estén justificadas) 7 0-0 26. La restringida 7 ... {6 neutraliza el sacrificio de alfil en £7 pero, como ya de- mostr6 la partida Levitsky-Izbinsky, San Petersburgo 1905, no quita hierro alguno al ataque: 8 DeS!! fe 9 WhS+ dd7 10 Wxes 2d6 11 Wxg7+ De7 12 Bg5 &c7 13 MAT Bes 14.€5 Be5 15 Bd? h6 16 Bh4 d3+ 17 Hh de 18 @b3 S&b4 19 a3 bS 20 ab be 21 eS Wal+ 22 Hfl Wed 23 WE7 Wxh4 24 Wxe8, con ventaja decisiva. Después de 7 ... @f6, las blancas pue- den elegir entre dos formas de atacar la ca- silla f7: 8 Dg5 0-0 9 Dxf7! Bxf7 (9... d3+10 hl Wad 11 Qd2! Bxi7 12 Qxf7+ Hxf7 13 Qb3 Wxed 14 DxcS de 15 Wd8) 10 QxfT+ bxf7 11 eS Wa 12 ef gf (mas te- naz es 12... g6) 13 Wd3 WhS 14 Dd? 2d6 15 b3 Dab 16 Des LeS 17 Lf4 De5 18 @xcS Qxf4 19 Hxf4 WxcS 20 Wxh7+, y las negras se rindieron (Raudive-Zelezny, Decin 1995). Es posible que atin sea més fuerte 8 BDeS 2e6 9 Axi! Hxk7 (9 ... Qxi7 10 Sxf7+ dxf7 11 WhS+ dg8 12 Wxc5) 10 WhS+ bf8 11 @xe6 We7 125 Dab 13 Bxf6+ Wxf6 14 ef 26 15 Wh6+ de8 16 Wg7 43+ 17 bhi a2 18 Wa7+, y las ne- gras de nuevo deben asumir la derrota (Hromadka-Dobias, Pilsen 1911). 3) 6. Re6 7 Bxe6 fe 80-0 Be7. Afe- rrarse al peon extra, con 8 ... £¢5, supone un gran riesgo. Por ejemplo: 9 Ags d3+ 10 hl de 11 Wxc2 Od7 12 eS We7 13 D7 Wxf7 14 Bixf7 bxf7 15 d2 HEB 16 Ded Re7 17 Bg5 h6 18 Hills eB 19 Da6+ Bd8 20 Hxf8+ Dxf8.21 DI7+ y casi todas las piezas negras serén engullidas (Skrip- chenko-Ziganova, Elisté 1998). 9 Dxd4 WaT 10 WhS+ dB 11 Be3 c5 12 Hdl! ed 13 Bxd4 2d6 14 eS. La in- version se recupera con un 100% de bene- ficio. Las negras se rindieron poco después (Tartakower-Przepiorka, Budapest 1929). 4) 6. Be7 7 0-0 D6. Parece que al apartar e] rey de su peligrosa posicién, las negras podrén respirar facilmente. Pero las cosas distan de ser asi: 8 Dgs! 0-0 9 DxfN Dxf7 10 &xfT+ hxf7 11 5 Se8 V2 ef &xf6 13 Dd2, con insuficiente com- pensacién por la calidad. 13... @e6 (o bien 13... Wd5 14 We2 Reb 15 Ded, Yurkov- Burliev, Mosc 1958) 14 De4 2e7 15 WhS DAd7 16 2g5 Was. Atin es peor 16 ... RAS 17 Bael &xps 18 Dxgs h6 19 D7 D6 20 Dxh6+ @h7 21 Hxf6, y las negras se rin- dieron (Mitkov-Gohan, Santiago 1990). 17 Wh4, y las blancas tienen una indiscutible ventaja (Teichmann-Mieses, Berlin 1910). o Bogvecms|, Una interesante jugada, pero que obli- gaa las negras a sacrificar material. Como vera, después de que las blancas desarro- llen su alfil por c4 y la dama por b3, sera imposible defender al mismo tiempo los peones de £7 y b7.A cambio, las negras ob- tendran un rapido desarrollo y amenazas sobre el flanco de rey enemigo. 6 Bet DAT 70-0 Dgl6 8 c3 Bd6!? 9 Wb3. Las blancas ganan asi un pedn, pe: ro se retrasan en desarrollo. ,Qué es més importante? 9. 0-0 10 Wxb7 ed 11 ed Db6 12 Qb3. La alternativa es 12 243, pero tras 12 ... &xf3 estd claro que las blancas no han tenido en cuenta 13 gf Qh5 14 Qc3 @xh2+!, con jaque perpetuo, o bien 13 Exf3 b8 14 d5 cd 15 ed Ded,con un ataque muy amenazador. 12... Qxe4 13 Wxc6. Esto parece un error evidente, pues las blancas descuidan su desarrollo y la de- fensa de su flanco de rey slo para capturar un pe6n. Pero incluso la aparentemente SISTEMA DE GAMBITO: 1 04 c62d4d5313 9 més natural 13 4c3 conduce por fuerza a una posicién en la que todo el mundo pre- feriria jugar con negras: 13 .. Qxf3 14 Exf3 Wh 15 g3 Dxg3! 16 hg Bxg3 17 Bxf7 PhS, y las amenazas al rey blanco dificilmente pueden ser rechazadas. 13 ... Qxf3 14 Bxf3. 14 pf no es satis- factorio, en vista de 14 .. Wh4 15 Wc2 Bac8 16 We2 (0 bien 16 Ac3 Axc3 17 be xc3 18 WE Wh5), y ahora hay dos gol- pes combinativos que aseguran la victoria de las negras: 16... Hxcl! 17 Bxcl &xh2+! 18 Wxh2 We5+, etc. 14 .. Wh4!? Esta jugada no estropea nada, pero es posible que sea més clara 14 +. HB!? 15 Wxed Excl+ 16 £2 @xh2 17 He2 Ach 18 Bxcd Bxct 19 dd3 Hel 20 Hh3h621 Hxh2 Wh8. 15 23 Wed 16 DA. Las blancas entienden que no pueden pa- rar el ataque por medios normales (por ejemplo: si 16 He3, entonces 16 2xg3! 17 ‘We2 Wxdd 18 hg Hae8 es concluyente), y ensayan un sacrificio de calidad para faci- litar su situaci6n. 16 .. Qxf4 17 Wxed Bac8 18 Qxf7+ (18 Wxi4 Hel+ 19 bg2 We2+ 20 Hh3 Bhi 21 g4 Hel) 18... PhS 19 Qxe8 (0 bien 19 Wxfd Bel+ 20 bg? We2+ 21 h3 Hhi 22 g4 Bfl). 10___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 2 728 @ ao a \W oe AR @ @ & Boe 2 S|. 19... £2.e3+! El alfil no puede ser captu- rado, debido al mate en tres, y de otro mo- do pierden la dama, asi que las blancas se rindieron (Peregudov-Savon, San Peters- burgo 1994). Aunque 5 ... &g4!? no es ninguna pa- nacea contra el Sistema de Gambito, la clave para combatir esta jugada atin no se ha resuelto. fcoee ee ; Una jugada que recomendé en su tiem- po Nimzovich y que parece la mas prome- tedora en esta posicisn. 6 c3 (tomar en e5 de caballo no es, ob- viamente, posible, debido al jaque en hd) 6 .~ @f6, También parece esperanzador 6 .. B47; por ejemplo: 7 £43 16 8 We? 246 9 0-0 We7 10 bd? (en un rodeo, las blan- cas llevan con su caballo a e3, aunque serfa més l6gico jugar, sencillamente, 10 2e3) 0... Dh6 11 Ded DE7 12 De3 Db6 13 Ds57! Bxf5 14 ef 0-0-0, y las posibilidades de las negras como minimo no son peores (Flueckiger-Tisdall, Berna 1994). 7 a3. En la partida Adams-Seirawan (Bermudas 1999), las blancas,a la manera de la Defen- sa Petrov, cambiaron peones en la co- lumna e: 7 Dxe5!? Axed 8 DB 2e7 (Seirawan recomienda 8 ... h6!? 9 243 Dg5 10 0-0 2d6) 9 Sd3 Des 10 Dbd2 @d7 11 0-0 0-0, pero esto no reporta una ventaja tangible: 12 Wc2 h6 13 dhl Dxf3 14 Dxf3 db 15 a2 Was (15 ... Me8!? Seirawan) 16 Wel Wh5 17 @f4 @xt4 18 Wxf4 Hae8 19 c4, y las blancas apenas tienen una ligera presion. 7 = Dba7 8 0-0 2d6. Las blancas fue- ron demolidas en la partida Peptan-Chi- burdanidze (Bled 2002) tras 8 .. We7 9 DgS Qd6 10 h3 0-0-0 11 Be3 h6 12 Dxeb6 fe 13 Qd2 ed 14 cd. Nada parece augurar el desastre pero... Lo cierto es que vale la pena observar el contrajuego generado so- bre casillas negras. 14... @h2+!? 15 dhl g5!? 16 Bcd es! 17 d5 Qf4 18 Qxf4 ef 19 Kol #b8 20 de Wec6 21 @d5 Wa6 22 c4 Wb6 23 We2 De5 24 Od5 Axd5 25 ed Bxd5, y més tar- de Chiburdanidze convirtié en victoria su peon extra. Después de 8 ... £2.46, las blancas dispo- nen de las siguientes posibilidades: x0 @e F 47a iaha a Bi BORWAaS |, 1) 9 DgS DEB. No estd excluido que 9 .». Wb6!? no sea més fuerte. El final al que se llega con 10 Dxe6 fe 11 Wb3 Wxb3 12 ab ed 13 cd e5! es, obviamente, favorable a las negras, e incluso en caso de 10 @c2 &g4, su posicién parece preferible. 10 Re3 We7 11 Axes Dxe6 12 Dd2 Has 13 WB 2c7 14 Db3 Qb6 15 Hadi ed 16 cd Dxd4 17 Dxd4 &xd4 (es digno de consi- derar el sacrificio de calidad 17 ... Bxd4!? 18 Qxd4 Qxd4+ 19 dhl 0-0) 18 Qxda Bxdd 19 5 Dd5 20 e6 Hf4 21 ef+ Bxf7 22 whs. (Ver diagrama 10.) Asi es cémo se jugé en la partida Sma- gin-Summerscale (Nimes 1991). El juga- dor inglés no encontré una buena defensa, sigui6 con 22 ... @£4? y permitid a su opo- nente ejecutar una bonita combinacién: 23 Bxf4! We3+ 24 hi Wxid 25 El We7 SISTEMA DE GAMBITO: 1 e4c62d4d53139 11 BAe Bugees |, 26 Sg6! hg 27 Wxh8+ de7 28 Wh4+ dis 29 Wh8+ de7 30 Hel+ bf6 31 Wh4+ 25 32 Wed g4 33 We6+ dps 34 Hes+ bid 35 Hed+ dogs 36 Hxg4+, y una jugada an- tes del mate, las negras se rindieron. Existfa, sin embargo, una defensa: 22 We3+ 23 dhl Dl6 24 Wh4 0-0 25 Bcd Dd5 26 Bxf7 Hxf7 27 Qxd5 cd 28 Wd8+ 1B 29 Wxd5+ 27 30 Ef We7, y el jue- go se encamina hacia unas tablas. 2) 9 We2 We7!? Un plan clasico con enroque largo, aunque también es perfec- tamente posible 9 ... 0-0 10 Abd2 Wé 11 dhl Bae8 12 b3 We7!? (12 ... Wd8!?) 13 Des Qxcd 14 be 057! (14... b6!2) 15 dS (Mitkov-Douven, Groninga 1991). La po- sicin esté bien definida. Las blancas tie- nen un plan claro para asumir la iniciativa, mientras que las negras carecen de contra- juego. Todo esto, sin embargo, no es mas que la consecuencia de la poco convincen- te actividad de las negras entre las jugadas 12 y 14. 10 Dbd2 0-0-0 11 Mel Dhes 12 DE Qc7 13 bhi Dgd 14 2p5 16 15 Be3 Dxe3 16 Dxe3 ed 17 cd HBS Qed AS 19 2xe6 Wxes 20 O15 Hd7 21 WR g6, y las negras deberian estar satisfechas con el resultado de la apertura. No hay debilida- des en su posici6n, mientras que el centro de peones blancos es vulnerable y requie- 12___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 re proteccién (Kasparian-Jolmov, Tbilisi 1949). 3) 9 dhl We7 10 2e3 5! Gracias ala téctica es posible esta inmediata ruptura central: 11 d5 @xd5! 12 ed e4 13 Qxed @xe4, con posibilidades equivalentes. 11 Dba? ed 12 ed ed 13 Hel 13 ... Wb8. Merece la pena considerar aqui el sacrificio de dama, 13 ... de!? 14 Uxc7 @xc7, pues las variantes nos con- vencen de que las negras tienen plena compensacién a cambio: 15 Qed @c5 16 Dxe3 0-0-0 17 Del Dixed 18 We2 Dxd3 19 Dxd3 db8 20 Dls Bxf4 21 Hxf4 £51, etc. 14 Dxdd Mp4 IS Re? Rxe2 16 Wxe2 0-017 DES He8 18 WE e519 Ded Hes! 20 @d4. Las blancas, por su parte, tie- nen una peligrosa iniciativa, pero los re- cursos defensivos de las negras parecen suficientes para mantener la igualdad. Lo més sencillo ahora es 20.... @xd4!? 21 &xd4 Hxe4, y aunque en la partida Movsesian-Stohl (Austria 2001), las ne- gras entraron en innecesarias complica- ciones, 20... He8 21 Hed1 2xh2, la lucha, de todos modos, finaliz6 en ta- blas. Podemos afiadir que, en lugar de 20 2d4, no es mejor 20 Dxe5 Dxe5 21 We3 WEB 22 Dh6+ Hh8 23 2d4 Baed, pues el ataque y la defensa se equilibran. Por ejemplo: 24 Heel gh 25 Bxfé Mxf6 26 QxeS We7 27 Hdl Wxe3 28 2xf6+ We7 29 eS bp8, o bien 24 Wb3 gh 25 @xeS Exe5 26 Hxf6 Hxe4, en ambos casos con absoluta igualdad. Conclusién: en la variante 3 ... de 4 fe €5, las blancas dificilmente pueden plan- tear serios problemas a su rival, siempre y cuando las negras no se dejen tentar por la captura en dé (5 ... ed?) y sepan defender su posicién con un répido desarrollo, a ba- sede 5... @g4!7 65... 2e6!? x@ 8 el | a a _-: 8 ER Las negras tratan de coger de inmedia- to el toro por los cuernos, con énimo de castigar a su oponente por el debilitamien- to de su flanco de rey. Ahora son posibles varias continuaciones, que pueden desem- bocar en posiciones muy irracionales. 4 de. Es més floja, como sefialé Seira- wan, la otra captura, 4 ed?! ed! 5 Wxd4 cd 6 Dc3 Di6 7 gS We7 8 0-0-0 Dc6, con juego cémodo para las negras. 4 .. 2c5. No est claro que tenga mucho sentido 4... Wb6 5 2.43 de (5... &c5 conduce a una in- version de jugadas) 6 2xe4 WaS+ 7 D3 WxeS, y parece que las blancas ganan tiempo, combinando el desarrollo de sus piezas menores con presién sobre la dama. Sin embargo, en la partida S. Ivanov-Gal- kin (San Petersburgo 1993), las negras re- solvieron los problemas con su dama, simplemente jsacrificindola!: 8 Dge2 Df6 9 14 Was 100-0 Be7 11 Wel 0-012 Bd5 WeS+ 13 Be3 cd!? 14 Qxh7+ dbxh7 15 Qxc5 &xc5+ 16 whl Dc6, con suficiente compensacién. Ahora se ponen de manifiesto los in- convenientes de la jugada 3 £3. Las blancas deben tomar medidas inmediatas para de- fender a su rey de las amenazas sobre las diagonales g1-a7 y el-b4. SISTEMA DE GAMBITO: te4c62d4d5913 13. A 5 ed?! Demasiado complaciente y, por Wb6 6 Dh3 Qxh3 7 gh @f2+ (también da resultado 7 Wb4+) 8 de2 2d4. Creemos que nadie puede defender una posicién asi para las blancas. B 5 4e2?! Esté claro que las negras ame- nazaban tanto ... &xgl como ...Wh4+, pe- ro esta forma en que las blancas deciden contrarrestar el ataque enemigo dificil- mente merece aprobacién. § .. Dd7 6 ec3. Las blancas perderfan la dama en caso de 6 ed Dxe5 7 de? Qf2+! También es flojo 6 Rf4 de 7 fe De7.6... Dxe5 7 ed. Es probable que el mal menor lo haya se- fialado Seirawan, 7 Of4 Dg6 8 223 Dfo, con ligera ventaja de las negras. 7... Wh4+ 8 g3 We7 9 De4 Of6. Las negras tienen ra- z6n al no querer forzar los acontecimien- tos, pues tanto 9 ... £52! 10 Dxc5 Ad3+ 11 bd2 Dxc5 12 We2, como 9 ... cd 10 QbS+ B18 11 Wxd5 Qxf3+ dejarian a las blan- cas con muchas posibilidades de defender- se con éxito. 10 Dbe3. Las siguientes lineas demuestran que la posicién blanca es ya muy dificil: 10 d6? @xf3+ 11 Wxf3 Wrest, 10 de Axf3+ 11 Wxf3 Dxed, 10 Dxc5 Oxf3+ 11 HL Wxc5+. 10 .. DxdS 11 DxdS Dxf3+! 12 Wxf3 cd 13 AbS+ HB 14 2d3 de 15 Wxed Qh3 16 Wxe7+ bxe7 17 Sd2 Whd8 18 Del+ £8 19 a3 Eac8. (Ver diagrama 15.) Las negras han conducido el ataque de manera modélica y tienen una indudable ventaja en el final. A partir de aqui, siguie- ron jugando con precisién y se anotaron una merecida victoria (Smagin-Meduna, Praga 1992) 14__LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 Wise @ 7 hal Dsahe OOF © a Oo na A Ooo Re Bae Te a 6 oY i, c 5 943!? Una jugada responsable. Re- sulta que 5 ... &xgl 6 Hxgl Wh4+ no es realmente tan terrible, pues 7 df Wxh2 8 ed Wxe5 9 Ac3 conduce a una posicién en la que las blancas no resienten la pérdi- da del enroque tanto como se podria supo- ner. Pero si esto no es efectivo, {cual es la forma adecuada en que las negras pueden incrementar su iniciativa? 1) 5. DAT?! 6 £4 de 7 Bxed Dh6 8 We20-09 Df He8 10 Dc3 Whé 11 BA @f8 12 243 (Sandkamp-Meduna, Alema- nia 1989), y 12.... @£5 se para con 13 Hed, con lo que el peén de ventaja de las blan- cas pronto se hard sentir. 2) 5 ude 6 Rxe4 We7 7 £4 16 8 Dc3 Da7 9 WhS+ $18 10 DB Dh6 11 2d2 DET 12 0-0-0 g6 13 Wh4 fe 14 Wxe7+ xe7 15 fe DcS 16 QF4 Sg7 17 Hhel He8 18 h3 g5 19 Be3 g4 (Ver diagrama 16.) 20 4! Las blancas de nuevo han logra- do neutralizar la iniciativa de su rival y se disponen a imponer su ventaja material (Smagin-Berg, Copenhague 1992). 3) 5. Wb6 6 Ze2 Dd7 744 de 8 Lxed @Db6. El gran maestro eslovaco Igor Stohl considera que las negras tienen suficiente Py contrajuego, pero en realidad le resultaria dificil demostrar que esa valoraci6n es co» rrecta. 9 h3! (9 Aec3!? también es una tentativa interesante) 9. £24 10 spf Qc 11 Da2 eb 12 bA!? Incitando a las negras a realizar un nuevo sacrificio. Por otra parte, 12 g4!? (como se jugé en la partida Dimov-Badev, Bulgaria 1996) es, por decirlo suavemente, dudosa, debido a 12... 0-0-0! 12... Da6 13 £5 Qh4!? Tam- bién es posible entregar material de otra forma: 13 ... Dxf5 14 Qxf5 Qxf5 15 Dot Bd8 16 &d2 Ws 17 Ddé+ Bxd6 18 ed 26 19 a4 Wed 20 <3 0-0 21 a5 248 22 2 Qh4+ 23 g3 £6, igualmente con peligro- sa iniciativa. 14 g3 Qxf5 15 &xfS 2 xf5 16 gh 0-0-0. SISTEMA DE GAMBITO: 1 e4c6.2d4d5313 15, El andlisis ha desembocado en una po- sicidn en la que sdlo el juego practico po- dré aportar un dictamen ajustado. Por el momento nos abstendremos de pronun- ciar un veredicto en cuanto a si debe pre- valecer el material o la iniciativa. D 5 Qc3, La mejor répiica, en esta linea 3 1 €5!74 de @c5. Como en la variante pre- cedente, las blancas no deben temer 5 ... xgl 6 Hxgl Wh4+. 5... Wb6. Vale la pe- na echar un vistazo a 5... e7!? 6 2d3 0-0 7 4 Dab 8 WE Wb6 9 Dge2 Ab4 10 g4 Be6 11 bf Dxd3 12 ed (Mitkov-Kallai, Francia 1994) y aqui, en nuestra opinién, merece consideracion 12 ... Wa6!?, con compensacién adecuada por el pedn. 6 Dad WaS+ 7 3 Qxgl. Que las negras re- nunciasen a emprender un activo contra- juego en la partida Gallagher-Tukmakov (Ginebra 1994) parece inexplicable: 7 ... 28 8 b4 Wc7. No es de sorprender, por tanto, que tras 9 ed Wxe5+ 10 We2 Wxe2+ 11 @xe2 Df6 12 de Dxc6 13 bS Da5 14 Dd DAS 15 DI Dd 16 Db2 ®Dxb3 17 ab Re6 18 Be3 Dd5 19 Add b6 20 @c4, no tuviesen el menor rastro de iniciativa por el peén sacrificado en la apertura. cv oho & Las blaneas tienen aqui una doble op- cién: bien tomar el alfil de inmediato, bien tratar de conseguir una ventaja adicional con ayuda de la jugada intermedia 8 b4. 1) 8 bal? We7 9 Rxgl WxeS. O bien 9 «. De7 10 ed Wxe5+ 11 $f2 0-0 (Mitkov- Izeta, San Sebastian 1993), y en esta posi- cién las blancas pueden forzar una simplificacién favorable con 12 de Dbxc6 13 dS Ed8 14 We2. 10 Wad Wxdd. Las da- mas pueden cambiarse de otra forma: 10 ... Da7 11 WxeS+ DxeS, pero después de 12 ed cd 13 @f4 £6 14 0-0-0 e7, las blancas, en la partida Smagin-Berg (Copenhague 1993), se las arreglaron para neutralizar f4- cilmente la actividad de su rival: 15 @xe5 fe 16 Hel Dg6 17 2d3 dE7 18 &xg6+ hg 19 HxeS Bxh2 20 Hxd5 2e6 21 Ha5,etc. LU ed de 12 fe 2f6 13 243 0-0 14 &f2. Esta posicién se produjo en la partida Bundgen-Grund (Leverkusen 1997), en la que las negras debfan haber jugado ahora 14... Bd8, y después de 15 &b2 Da6 16 a3 cl, ambos bandos tienen posibilidades. Las blancas cuentan con la pareja de alfi- les y ventaja de espacio, mientras que las negras tienen un juego claro contra el cen- tro de peones enemigo, no muy bien forti- ficado. 16 __ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 2)8 Exgl ded Q£4 De7 10 b4. Dificil- mente puede prescindirse de esta jugada. Si 10 fe c5!?, se llega a una posicién en la que las negras pueden ocupar la casilla cla- ve e5: 11 &c4 0-0 12 &d5 Abc 13 &2 Dg6 14 Be3 Dcxes 15 Mxcd Ded+ 16 bel Be8, con juego confuso (Santo Ro- man-Oshar, Chambéry 1994). 10... WaS 11 We2 2g6 12 fe Web 13 g3 Dxe5 14 D5 We7 15 WhS 2g6 16 0-0-0 b6 17 Db3 a5 18 ba 2e6 19 c4. 20 A esta posicién se llegé en la partida Murey-Kadimova (Cappelle-la-Grande 1996). El ulterior curso de los aconteci- mientos demostré la notoria confusién de Ja conductora de las piezas negras: 19... Dd7 20 B46 WEG 21 WE3 WeS+ 22 Bd2 h5 23 g3 Mh6 24 We3 Dges 25 ab Hxa2 26 h4, y la rendicién es obligada. Sin embargo, no debemos asumir que la posicién del diagrama 20 es un competo fiasco. Por ejemplo: 19 ... Wa3+ 20 bi @a7 21 Be2 Wad!? 22 WEB (22 Qd6 bS) 22... 0-0 23 We3 Hfe8, con juego muy de- cente para las negras En conjunto, la variante 3 ... eS!? 4 de &c5 constituye un sector muy inexplorado de la teoria de aperturas. Jar Este movimiento parece indicar que las negras quieren buscar un juego sdlido, sin la menor intencién de refutar la jugada 3 £3, sino que apuestan por un desarrollo libre y armonioso de sus piezas Sin embar- 20, y como pronto veremos, eso no es pre- cisamente lo que sucede. A 4 Se3 2g7 5 Dc3. Una alternativa bastante anodina para las blancas es 5 e2, pues tras el cambio de peones en el centro el caballo podria desarrollarse por {3. En la partida Conquest-Delemarre (Groninga 1997) el juego siguié ast: 5 ...de 6 fe Di6 7 Dbe3 Zed 8 Rgl e5 9.d5 0-0 10 h3 D6 11 Wa? bS 12 a3 2b7 13 0-0-0 od 14 ed Wa5 15 dhb1 b4 16 ab Wxb4 17 Del @Dbd7, con juego confuso. 5. Wb6!? (Ver diagrama 22.) Esto significa un repentino cambio de ritmo. Las negras apuntan a los peones de d4 y b2. Por otra parte, el cambio 5 ... de?! 6 fe Df6 es dudoso, ya que solo ayuda a las blancas, 7 £3, y ahora: 1) 7... Abd7 8 Bc4 4b6 9 2b3 0-0 100-0 2g4 11 h3 Qxf3 12 Wxf3 Wd7 13 ad Bad8 14 a5 a8 15 Dad b6 16 ab ab 17 Qc3 Qe7 18 Ba7 HaB 19 Dxa8 Axa8 20 eS, con ventaja decisiva (Adorjan-Er- menkov, match Budapest-Sofia 1969) 2) 7... Dg4 8 Bgl e5 9 d5 0-0 10 Bcd WaS 11 Qb3 Dab 12 Dd2 Qh6 13 Aes W6d8 14 de Wh4+ 15 g3 Wh3. En la partida Dutreeuw-Magem (Mondariz 2000) se lle- g6 a esta posicién. Aqui, con 16 cb &xb7 17 WE3, las blancas pueden incrementar su ventaja. 6 Wd2. Es posible defender indirecta- mente el pedn, con 6 a3!? (6 .. Wxb2? 7 a4). Cierto que en la partida Vorotni- kov-Kristiansky (Leningrado 1965), las blancas cometieron un error en la jugada siguiente, 6 ...e6 7 Mh3?, con lo que permi- tieron a su oponente apoderarse de la ini- ciativa: 7 ...e5! 8 ed ed 9 @f2 @xb3 10 gh cd 11 2b5+ Hf8 12 0-0 He7 13 Hel Dbco 14 We? 216 15 Bad1 B48, etc. De modo que el valor de la idea 6 a3!? sigue en tela de juicio. 6... Wxb2 7 Hb1 Wa3 8 ed Df6 9 de be 10 @d3. Qué debe hacerse en esta Posicin es cuestién de gusto y tempera- mento. En la partida Shabalov-Magem (Nueva York 1998), los acontecimientos tomaron un giro inesperado: 10 2c4 2a6 11 Bb3 WaS 12 &xa6 Wxa6 13 @h6 0-0 SISTEMA DE GAMBITO: 1 e406 2d4d5319 17 14 h4!? @bd7 15 hS e5!? 16 &xg7 &xg7 17 Dge2 ed 18 Dxd4 Hfe8+ 19 Hf2 Had8 20 Wf4 WaS 21 hg fg 22 dg3. Silas negras juegan aqui 22... g5!?,ten- drian todos los motivos para hacerse con la iniciativa. Por ejemplo: 23 WIS HeS 24 ‘Wh3 We7 25 Wh6+ dg8 26 d£2 (atin es peor 26 @h3 cS 27 Hb4 Hd6) 26... Wd6 27 @Qde2 Hde8 28 Mb7 Wd2 29 Bel Ded+ 30 fe W8e6 31 Wh3 216+, ganando. 10... Abd7 11 Dge2 0-0 12 0-0 2a6! 13 Mb3 WaS 14 2xa6 Wxa6 15 Hel Bfes 16 Wel Db6 17 QE Dfds 18 Ded Dc4 19 Wl e5 20 de Rxe5 21 c3 Deb6. A di- ferencia de Shabalov, en la partida Adams- Lék6 (Tilburg 1996), las blancas dieron al juego un cardcter puramente posicional, y tampoco consiguieron gran cosa. Las ne- gras tienen, como minimo, posibilidades equivalentes. B 43 &g7 5 G3. Si las blancas tratan de impedir el avance liberador ...e7-5, con ayuda de 5 £4, las negras no ceden terreno: 5 ... Qd7!? 6 €5 6 7 ef Dgxt6 8 243 0-09 Be? e5! (Mitkov-Ebert, Can- nes 1995). La ruptura se ha realizado y, por tanto, 5 @f4 no es muy buena. 5... e5!? 18 LADEFENSACARO-KANN. Volumen 1 Bomueice : Si ya en la sexta jugada las negras do- minan el centro (se hace sentir la falta de un caballo blanco en £3), eso significa que sus problemas de apertura han quedado resueltos. 6 de &xe5 7 Dd2 Df6..Seirawan se permitié demasiadas libertades en su par- tida contra Adams (Bermudas 1999): 7 ... Be7!? 8 We2 0-09 0-0-0 aS 10h4! bS 11 hS @d7 12 hg hg 13 De2 b4 14 Bd4 c5 1S &xe5 DxeS 16 Df4, y como conse- cuencia de ello, las blancas obtuvieron po- sibilidades de ataque sobre la abierta columna h. 8 We2 Re6 9 De2 de 10 Dd4 We7 11 Dxe6 Wxe6 12 Bcd. La partida Mitkov-Dizdarevic (Pula 2000) lleg6 a es- ta posicién. Lo més preciso aqui era 12 ... 45!?, enfatizando en el terreno central conquistado. Puede afirmarse que el desarrollo del alfil rey negro por la gran diagonal (3 ... g6 y 4... &g7), en conjuncién con la idea Wad8-b6!? y ..e7-e5!?, parece un arma muy efectiva en la lucha contra el Sistema de Gambito. Vv 3 e6. La continuacién basica. Las blancas deben parar la amenaza 4 ... de 5 fe Wh4+ (para lo cual existen las jugadas 4 243 y 4 @c3), o bien no prestarle aten- cién (4 £e3). Comenzaremos por esta ul- tima. 4 &e3. {Deben las negras tomar o no en e4? Veamos algunas alternativas: 1) 4 ... Bf6 5 e5, con el subsiguiente avance del peén f (por parte de las blan- cas) y del peén ¢ (por parte de las negras), lo que leva la estructura de peones a una posicion caracteristica de la Defensa Fran- cesa (C11). 2) 4... f5 es demasiado artificial pa- ra ser correcta, Por ejemplo: 5 Bd2 @16 6 Dh3 de 7 fe fe 8 Dgs Ado 9 Dgxed Dxed 10 Dxes Wh4+ 11 D2 0-0 12 g3 We7 13 Wd2 e514 0-0-0 2e6 15 4e4,y la posicion blanca es preferi- ble (Averbaj-Zita, Szczawno Zdroj 1950). 3) 4 ... 5 no se ha visto atin en la préc- tica,a pesar de que parece muy l6gica: 5 de Deb 6 3 Df6, etc. Con todo, la principal objeci6n a4 £e3 es que sillas negras quieren ganar un peon, deben hacerlo de inmediato (4 ... de), y si no, entonces vale la pena ensayar 4 .. we!? 1 4..de 5 Daz Las blancas acceden a sacrificar un pedn, no en e4 (5 fe? Wh4+), sino en f3.La semiabierta columna f y una gran ventaja en desarrollo crean las premisas para un fulgurante ataque. a) Después de 5... ef 6 Dgx£3 Dl6, los acontecimientos pueden desarrollarse de esta forma:7 243 b6 8 We2 246? (Seira- wan indica que es més fuerte 8... 2e7) 9 0-0 Dbd7 10 Des Lc7 1 Dees Bb7 12 Dxfl! Hxf7 13 Des+ He7 xy @ oe Rit eae ba an Aa, & nS Y Be a ABATE by ER Et) 14 Dxe6! (el sacrificio del segundo caballo es decisivo) 14 .. dxe6 15 Qct+ de7 16 2fd+, y las blancas ganan (Tartakower- Weenink, Lieja 1930). 7 Rcd We7 8 0-0 Dbd7 9 Des D6 SISTEMA DE GAMBITO: 104 c62d4d5313_ 19 10 WE3 2d6 11 h3 c5?! Abrir el centro con el propio rey atin sin enrocar debe conside- Tarse una empresa arriesgada. Mas fiable e511... h6!? 12 Aged Dxed 13 Wxed DdS, incorporando el caballo a la defensa del flanco de rey. 12 Hael!? Un sacrificio de pieza més intuitivo que calculado en vir- tud de las posibles defensas contrarias. 12 ow 0d 13 Qxd4d Dxed 14 Axed Wed (14 ... Bc5 15 WR Bxd4 16 Wxd4 0-017 Bxf6! gf 18 Ded, con ataque decisive) 15 2xf6 ef 16 Wxf6 268 17 DAxh7 Qe7 18 We7 ‘Wc5+? Bastante mas fuerte es 18 .. We7!? 19 @h1 b6 20 Hdl @a6 21 BA Act, y puede decirse que las blancas no tienen nada mejor que el jaque perpetuo tras 22 Wxf8+!7 @xf8 23 Di6+ he7 24 Dgs+. 19 hl Wh5? Las negras no han visto la ré- plica de su oponente. Debian haber opta- do por 19 ... £5 20 @xf8 Qxf8 21 We6+ a8, seguramente con posibilidades de ofrecer una dura resistencia. 20 WxfB+!, y las negras se rindieron. Zalkind-Kudrin, Chicago 1989. 7 ®ed, La continuacién favorita de Vassili Smyslov quien de esa forma (ocu- pando la casilla central e5 con el caballo) consiguié dos efectivas victorias: Tm DbAT 8 Zd3 DS 9 Ves We7 20___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 10 0-0 h6 11 2d? Be7 12 Dces DSK 13 Wel DxeS 14 Dxe5 2d7 15 We3 g5 16 Wh3 HB 17 Dxf7! Bxf7 18 Ves Wa6 19 Gh etc. (Smyslov-Kan, Sverdlovsk 1943). 7 D458 Rd2 Le79 Gd3 Vh4+ 10 93 2f6 11 We2 a5 12 a3 0-0 13 hd Be7 14 DeS D6 15 DeS bS 16 BE h6 a» 17 X xf6! gf 18 WhS! fg 19 Wxh6 £5 20 Wg6+ Ph8 21 hg &xa3 22 de2 Was 23 3, y ante la amenaza de un claro ma- te, las negras se rindieron (Smyslov-Gere- ben, Budapest 1949). Como puede verse, en respuesta a 7 @c4, las negras deben jugar con especial precision en sus siguientes jugadas y lo més apropiado parece ser 7 ... Re7 8 2d3 Dbd7 9 0-0 0-0 10 c3 b6 11 Aces 2b7. En conjunto, no es posible decir que el ataque blanco 5 ... ef 6 Dgxf3 Df6 sea mortifero. En el andlisis pueden apreciarse buenas posibilidades de las negras, cuyo peén extra es un buen refuerzo para la de- fensa. Pero desde el punto de vista practi- co, sera més prudente abstenerse de aceptar el sacrificio. b) 5... Df6!? 6 fe eS! Explotando el he- cho de que 7 de Dg4 8 We2 DxeS 9 Agf3 ‘Re4 (Spielmann-Tartakower, Viena 1913) no es bueno, las negras juegan con ambi- cién para hacerse con la iniciativa. @ 2g ABSA Ban OwSownu 7 @ef3 ed. Aqui es més flojo 7... Nes, dado que el bloqueo de la casilla e5 impli- ca una gran pérdida de tiempo. Por ejem- plo: 8 2gl ed 9 Bxd4 c5 10 Bgl Dc6 11h3 @ge5 12 DxeS AxeS 13 WhS Rd6 14 0-0-0 0-0 15 Dc4 @xc4 16 Rxcd We7 17 Bxd6! Wxd6 18 &xcS Wi4+ 19 bl Ze6 (Reichel-Oms, Groninga 1998), con 20 Bf! las blancas pueden subrayar su ventaja.8 2xd4 2p49 23 Abd7 10 Sct 5?! (es mas sdlido 10 ... 2d6!?, con igualdad) 11 &xc5 @xcS 12 Qxf7+!? Las blancas inician una operacién forzada que, sin embargo, no reporta especiales divi- dendos. Pero si las blancas no asestan este golpe en £7, las cosas podrian ser peores para sus intereses, de modo que es posible afirmar que 12 &xf7+!? es, virtualmente, una combinacién para hacer tablas. 12 &xf7 13 Ded+ hgB 14 Dxgt Dfxe4 15 Dxed Dxe4 16 We2 (16 0-0!?) 16 ... WaS+ 17 c3 Be8 18 We4+ Wd5 19 Wxd5+ cd 20 0-0 h5 21 Df2 Hh6 (No- vikov-Jenkin, Koszalin 1997), y aqui, con 22 Hael,es posible que las blancas conta- sen con una ventaja microsc6pica. 2) 4... Wb6!? Quizé més fuerte que 4 ... 30 de. La dama amenaza el pedn de 62 y pre- para la ruptura ...c6-c5.5 @d2 5 .. Wxb2!? Es posible postergar la captura en b2, por ejemplo: 5 ... Qd7 6 2d3 05.703. c4 8 Bc2 Wxb29 De2 Wa3 10 0-0 Qb6 11 ed ed 12 Hel Od7 (Smyslov-Makogonov, URSS 1944), 0 in- cluso descartarla por completo: 5 ... Of6!? 6 Bd3 657 de Bxc5 8 Bxc5 WxeS 9 De2 Bc6 10 3 0-0 1 ed Dxd5 12 Des Wo6 13 We2 HB 14 0-0-0 Be3 (Maiorov-Sho- bumoy, Briansk 1995). Pero el andlisis no revela ningun inconveniente en tomar el peén de inmediato. 6 243.6 Db3!? Wa 7.3 @f6 suele conducir a una transposicién de jugadas, con 8 2d3, etc. Pero en este ca- so vale la pena considerar 7 ... b6, sin deci- dir por el momento la posicién del caballo de rey, que posiblemente resulte util por la casilla e7. 6 ... Wa3. También aqui es modi- ficable el plan de las negras, segdn por donde piensen desarrollar su caballo rey. Asi, en la partida Gdanski-Jenkin (Kosza- lin 1998) siguis 6 ... {67 De2 Wa3 8 Db3 61? (una jugada programada, que prepa- ra el cambio de alfiles de casillas blancas) 90-0 226 10 Sci We7 11 Dg3 Wb7 12 &gS Dbd7 13 We2 @xd3 14 cd h6 15 Qxf6 Dxf6 16 £4 0-0-0 17 Habl Wa6 SISTEMA DE GAMBITO: 1e4 6240531921 18 e5 De8 19 5 Hd7 20 We2 Wad, con un jue- go de doble filo. 7 4e2 b6 8 0-0 226 9 Db3 xd3 10 Wxd3 Wa6 11 Wd2 223 12 D3 @d7 13 Del De7 14 Hd3 0-0 15 Bhs. La fuente de esta importante posicién para la variante es la partida Mitkov-Jen- kin (Bolzano 1999), en la que se jugé 15... 26 16 DeS Axes 17 D+ deh8 18 de 1fd8 19 £25, con juego complicado. Pero lo cierto es que, tras 15 ... g6?!, las blancas podrian desplegar un fuerte ata- que sobre casillas negras, con 16 @2h6!, y ahora ni 16 ... gh 17 QeS! £6 18 @xd7 27 19 €5 £5 20 @f6+ Hh8 21 Dxh5, ni 16 ... Bfd8 17 Wé4 £5 (17... gh 18 Des Dxe5 19 Wxe5) 18 De5S Rd6 19 Wes xe 20 de f7 21 Af6 ofrecen a las negras ningtin motivo para estar tranquilas. Una importante mejora, en relacién con la partida Mitkov-Jenkin, se debe a Alexei Dreev: 15 ... Wed!? La clave de es- ta jugada radica en el hecho de que, en pri- mer lugar, no permite 2h6, y en segundo lugar, no hay forma de tocar al peén g, lo que hace que la posicién del rey puede re- forzarse, con ...{7-f6, .. {8-£7. En la parti- da Mitkov-Dreev (Naum 2000), el GM macedonio no encontré una réplica ade- cuada contra su prestigioso rival. El juego 22 LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 siguié con 16 ¢3 £6 17 Habl Qg6 18 2g3 Had8 19 Hfdi Hfe8 20 22 eS, y la ven- taja negra (material y posicional) pronto fue transformada en victoria. Hoy dia, la jugada 4 £3 se considera insuficiente para las blancas, incluso para lograr un juego igualado. B 4 243. Las blancas defienden un pe6n, pero... ja renglén seguido sacrificarén otro! Conviene recordar que, por algo, los grandes maestros del pasado se abstuvie- ron de aceptar el regalo: 1) 4 €51? 5 c3 De6 6 De2 Wh6 7 22 M6 8 0-0 cd 9 cd eS 10 Dbc3 ed 11 Dad We7 Bwyas 12 e5! HA7. Obviamente, tomar en e5 no es posible: 12 .. Wxe5 13 &f4 WhS 14 ®xd4, y las blancas también logran una clara ventaja tras 12 ... g8 13 b3 Wxes 14 Bel ded8 (14 ... Dge7 15 Dec3) 15 Dec3 WhS 16 DbS d7 17 Bf4!? BB 18 Ado ®b4 19 Qb1 D6 20 LxfB BxfB 21 Dxa7 Bc7 22 Wxd4.13 @f4 De5 14 e6! Was 15 ef+ Sxf7 16 DxcS QxcS 17 Hh Be 18 23 Wb6 19 b4 Qe7 20 Whi dg8 21 bs ®DaS 22 BeS, con ventaja (Spielmann- Nimzovich, San Sebastién 1912). 2) 4. D6 5 Qe3 5 6 e3 cd 7 cd de 8 fe Dred! 9 DB (9 Qxe4 Wh4+)9_. Qb4e 10 Abd? xd? 11 Dxd2 (Tartakower-Sul- tan Khan, Semmering 1931). Si Sultan Khan hubiese jugado ahora sencillamente 11 ... Deb, las blancas dificilmente hubie- sen podido obtener compensacion por el pedn sacrificado, Asi pues, no hay razén para abstenerse de la captura inmediata. 3) 4m de! 5 fe Wxd4, Bogws xl, Una situacién clésica: el sacrificio de un pe6n a cambio de un rapidisimo de- sarrollo. Pero hay dos factores que compli- can la biisqueda de la iniciativa por parte de las blancas: en primer lugar, deben in- vertir tiempo para ocultar a su rey (;pues la diagonal gl-a7 esté expuesta al fuego enemigo!) y en segundo lugar, las piezas negras entran en juego con sorprendente rapidez. 6 23 Wb6. En la partida Alekhi- ne-Weiss (simulténeas, 1930) el juego ne- gro fue tierno: 6 ... Wd87 Re3 Dd7 8 Dc3 2c5 9 We2 Qxe3 10 Wxe3 h6 11 0-0-0 Deis 12 g4 Wb6 13 We2 Dxed 14 Hhel DQ 15 Dad Was 16 Wxf2 Wad 17 Dxg7 1018 18 deb1 Wb4 19 Wh4. Las blancas es- tén a punto de acosar al rey enemigo, lo que obliga a su oponente a entrar en un fi- SISTEMA DE GAMBITO: 1e4c62d4d5313 23. nal extremadamente desfavorable: 19 ... We7 20 Wxh6 Wie 21 Wxi6 @xf6 22 eS, etcétera. Tad cS 8 a5 We7 9 Dbd2 Da7 10 Db3 Ld6 11 0-0 Dgf6 12 h3 a6 13 2e3 0-0, y esta claro ya que las blancas no han con- seguido nada y que su pedn de menos pronto influird sobre el juego. La partida Ortega-A. Zaitsev (Berlin 1968) prosiguié asi: 14 c4 £415 £2 c5 16 eS Axes LT Qxc5 Dxd3 18 Wxd3 We8 19 QH6 Wb8, y no hay la menor duda de que las negras estén mejor. c 4 @c3. Una jugada natural y razonable para defender el pedn de e4. Las negras no tienen problemas en caso de 4 4)d2, debi- doa4...de 5 Dxe4 Di6 6 &g5 Dbd7 7 Wa2 Be7 8 Dxf6+ 2x16 9 &xf6 Wxf6, con juego igualado (Jiménez-Barcza, La Habana 1963). 3s Aqui las negras disponen de muchas posibilidades: 1) 4 Wb67! 5 Dge2 D6 6 Wd3 Dab 7 a3 58 e5 Dd7 9 (465 10 g3 Be7 11 Lg? 0-0 12 0-0 ed 13 Dxd4 DdeS 14 We3 Ded 15 Dxed de 16 b4 247 17 WE DcT 18 4 Was 19 bS Wad 20 231, y la dama negra se ha extraviado, aunque la partida no ha finalizado (Smyslov-Flohr, Moscii 1949). 2) 405215 ed ed 6 de D6 7 Qe3 Be7 8 QbS+ 2d7 9 Wd3 0-0 10 Dge2 26 11 0-0, y las blancas tienen un sano peén de ventaja (Smagin-Danielsen, Copenha- gue 1991). 3) 4 = Df6. Si lo desean, las blancas pueden trasponer a la Variante C11 de la Defensa Francesa (5 e5 Dfd7 6 £4 c5). Por consiguiente, slo 5 g5 tiene aqui una significacin independiente. En la partida Smyslov-Botvinnik (Mosci 1958), los acontecimientos se desarrollaron de la si- guiente forma: 5... h6! 6 2h4 Wb6 (con la posicién del alfil en h4, esta maniobra ga- na en fuerza) 7 a3 ¢5, Un grave error hu- biera sido 7 ... Wxb2??, debido a8 Dad. 8 Dge2 De6 9 de x5 10 Dad Was+ Ll Dec3 2e7 12 x16 2xf6 13 ed K78Ze7 @ mae 13... D4! 14 Qd3. Era muy arriesgado 14 de 2xe6, con un fuerte ataque. 14 ... ed 15 0-0 0-0. Con su juego subsiguiente, las negras obtuvieron una amplia ventaja po- sicional. 4) 4 ... b6. Un plan especialmente de- fensivo. Las negras quieren provocar un cambio de alfiles de casillas blancas, con ..&8-a6, pero no contentas con ello, pro- 24 __LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 pondrdn nuevos cambios que acercarén la partida hacia las tablas. 5 @£4 (o bien 5 3 2266 Qxab Oxa67 Wd3 Dc7 8 0-0-0 Wc8 9 Age? Wab 10 Af4 Df6 11 Wra6 Qxa6 12 e5 Dd7 13 Dee? e7 14c3 Be7 15 g4 0-0 16 DhS, tablas, McSha- ne-Speelman, Malmo 2003) 5 466 Dh3 Rxf4 7 Dxf4 Dib 8 Wa? de 9 Axed 0-0 10 0-0-0 2a6 11 g4 @xfl 12 Bhxfl Dbd7 13 Dd3 We7 14 De3 WfdB 15 gs Des 16 h4 68 17 WA2 Dd6 18 £4 DES 19 De5, con ventaja minima de las blancas (McSha- ne-Speelman, Alemania 2003). 5) 4m DATS Re3 Bhd 6 De2 de 7 fe e5 8 a3 QaS 9 Dg3 Ago 10 Be2 0-0 11 Wa2 2b6 12 d5 Qxe3 13 Wxe3 W6 14 Wxb6 Axb6 15 0-0-0 2d7 16 Bhfl Had8 17b3 a5 18 a4 Hc8 19 bb2 Mids 20 h3 £8. De forma imperceptible, las blancas han sido superadas y ahora debe- rian luchar por las tablas (Shulman-Kar- pov, Lindsborg 2003). 6) 4. &b4, Sencillamente, lo mejor. Al clavar el caballo, las negras renuevan la amenaza sobre el peén de e4 (5... de 6 fe Wh4+). Una abrumadora mayoria de las partidas jugadas con este sistema de gam- bito recorren este camino. Todo depende para las blancas de si quieren seguir 0 no la lucha con material igualado. 5 @e3 y 5 @d2 suponen el sacri- ficio (a veces temporal) de un pedn.5 @e2 y 5 @f4 son tranquilas jugadas de desa- rrollo. (Ver diagrama 37.) a) Después de 5 2e3 de 6 a3 &xc3+ 7 be WaS, la forma en que las blancas reac- cionen dictaré e] grado de agresién. 8 2.42 (el camino de la pacificaci6n) 8 .. 216 9 c4 We7 10 fe @xe4 (vale la pena considerar 10 ... e5!? 11 @f3 &p4, con contrajuego) 11 243 Qxd2 12 Wxd2 0-0 13 DB cS a7 14 c3 De6 15 0-0 ed 16 ed €5 17 dS Dad 18 Dxd4 WeS 19 WE Wxdd 20 Wedd ed 21 ¢5, Las blancas han conseguido lo que querian: una ligera ventaja_posicional (Tartakower-Flohr, Kemeri 1937). Por otra parte, 8 fe dificilmente puede ser correcto, aunque s{ es extraordinaria- mente agresivo: 8 ... Wxc3+ 9 @d2 Wxd4 10 @d3 e511 Df3 Wes 12 We2 Rea 13 Bb4 WHE 14 Ac4 Dd? 15 0-0-0 Def xo Cel ew BaZa xB ae @.z a a 8 2 8 “Som Ams A meme m xm mz, 16 Qxf74!? dxf7 17 Mxd7+!? Dxd7 18 DpS+ de8 19 Wxg4 c5 20 &c3 Wee 21 Hdl Bd8 22 We6+ Wxe6 23 Dxe6 sbe7, y el juego combinativo en que las blancas se han embarcado ha hecho que sus posibilidades de tablas... no sean real- mente grandes (Gallagher-Conquest, In- glaterra 1987). b) 5 @d2. Esta jugada no es buena, puesto que, si lo desean, las negras pueden abruptamente llevar la posicién a punto muerto. 5 .. 2xe3. Sin embargo, si las ne- gras se encuentran, como su oponente, de talante combativo, entonces la posicién tiene mucho que ofrecer. Por ejemplo: 5 ... De7 6 We2 0-0 7 0-0-0 bS 8 h4 aS G Dh3 Ba6 10 WE Ld6 11 bS Dd7 12 e5 QcT 13 h6 g6 14 gS b4 15 De? c5 16 Wh4 He8 (David-Magem, Francia 1999). 5 ...b6 6 Dge2 Lab 7 g3 De7 8 &e2 cS 9 a3 xc3 10 &xc3 0-0 11 0-0 de 12 Hel ef 13 Bxf3 Dbeb 14 de be 15 Dit We7 16 Bed eS 17 2d37! (17 WhS Dg6 18 Das Wd6 19 De3) 17... Had8 18 WB Wo6 (Kamsky-Dreev, Borshomi 1988), en am- bos casos con increfbles complicaciones. 6 &xc3 de 7 d5. La ultima posibilidad de inducir al rival a una lucha complicada pasaba por 7 We2!? 7. Df6 8 de Wxd1+ 9 Hxdl 2 xe6 10 O xf6 gf 11 fe Da7 12 De2 eS. En una posicién como ésta, tan ca- Tente de perspectivas, no se puede jugar seriamente a ganar. ©) 5 Qe2 de. En conjuncién con la si- guiente jugada negra, lo més fundado. Sin embargo, éste parece uno de esos casos en los que deberia prescindirse de los princi- pios. Por supuesto, es tentador llevar la da- ma a h4 a fin de hostigar de inmediato al rey blanco... Pero lo cierto es que las ne- gras pueden lograr un juego cémodo de modo mis fiable, y sin embarcarse en una prematura actividad: 5 .. De7 6 a3 BaS 7 Mg5 0-0 8 Wa2 Bd7 9 Dcl de 10 b4 Rc7 11 Dxed a5 12 Ebl ab 13 ab {6 14 @e3 Dds 15 Act D706 16 &b3 Dxe3 17 Wxe3 Dds 18 WI f4 (Morozevich-Jaritonov, Alushta 1994), o bien SISTEMA DE GAMBITO: 1 e4 c62d4d5 31325 5... Ad7 6 a3 @a5 7 Be3 De7 8 93 0-0 9 f4 de 10 Axed Ad5 11 2a? Rb6 12 WE Qxd4 13 0-0-0 {5 14 Dds We7 15 Dxd5 ed 16 DS Bxb2+ 17 dxb2 cb 18 Wxd5+ BET 19 &xbS Ab6, tablas (Kekelidze-Galkin, Batumi 2002). 6 fe Wh4+ 7 Dg3 OI6 3 A simple vista, se dirfa que esto parece mejor para las negras que las posiciones derivadas de 5 ... @e7 6 5 ... Md7. Sin em- bargo, hasta ahora la practica no ha confir- mado esta impresiOn. 8 WE. Es flojo 8 Wa3 e5!, como se ju- g6 en la partida Taylor-Benjamin (Filadel- fia 1986). 8 ... Dbd7 (8 ...0-09 Rf4 Dbd7 100-0-0 He8 11 e5 &xc3 12 ef e513 Re3, y en esta escalofriante posicién, ambos contendientes acordaron tablas, Sax- Chandler, Vrsac 1981) 9 a3 @aS 10 2d2 e5 11 d5 cd 12 ed Qxc3 13 Qxc3 0-0 14 0-0-0 Db6 15 QxeS Dbxd5 16 Qxf6. Las blancas eluden una trampa nada sofis- ticada: 16 Hxd5? Axd5 17 Wxd5 We5+ 18 Sbl Res. 16 ... Axf6 17 Sb1 WeS 18 h3 Re6 19 Qd3 Bae8. La posicion esta com- pletamente igualada y pronto se acorda- ron tablas en la partida Dubinsky-Galkin, Moscu 1998. 26 LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 d) 5 &f4. Las negras disponen de dos respuestas: 5 ... Af6 y 5... De7. dl) 5 .. £6. En los ultimos tiempos, esta jugada natural ha cedido en populari- dad ante 5 ... e7, aunque sigue teniendo un buen numero de incondicionales. A pweontl, 6 Wa3 b6. La linea principal. Con in- dependencia de por donde desarrollen su caballo rey, las negras deben resolver, antes que nada, el problema de su alfil de c8. En estas posiciones, la continuacién que merece ser considerada en primer tér- mino es 6 ... c5!? Las negras han dejado claras sus intenciones prioritarias y hay que reconocer que, hasta ahora, las blan- cas no han esgrimido un argumento efecti- vo que las contradiga: 7 a3 WaS 8 Qxb8 Bxb8 9 e5 Dd7 10 Hb1 &xc3+ 11 Wxc3 Wb6 12 de Axc5 13 Wd4 247 14 £4 BB 15 Wb4 We7 16 AB 0-0 17 c3 a4 18 Hel bS 19 Bd? £6, con una posicién virtualmente ganadora (Va- Uejo-Garcia Padron, Ampuriabrava 1997). 7 de Dab 8 0-0-0 &xc3 9 Wxc3 d4 10 Wd2 e511 25 h6 12 Qxf6 Wxf6 13 Bb5 0-014 De2 We7 15 Bxob be 16 c3 Wrc5 17 bbl de 18 Wxc3 WS 19 cl (Tichy-Smej- kal, Marianske Lazne 1978), y si las negras tuviesen que encontrar ahora la jugada 19 .. &te6, entonces tendrian mayor justifica- ci6n que su rival para jugar a ganar. 7 ®e2 2a6. Es extraiio que, habiendo jugado ...b7-b6, las negras se abstengan de buscar el cambio de alfiles de casillas cla- Fas, pero eso, precisamente, fue lo que su- cedié en la partida J. Polgar-Asrian (Ohrid 2001): 7 ... 0-0 8 0-0-0 c5 9 a3 c4? 10 We3 e711 g4 Qb7 12 Ag3 de 13 g5. Cuestion de gustos. En nuestra opinién, era preferi- ble 13 fe!? Dxg4 14 WE Df6 15 Bxc4, con una gran ventaja espacial. 13 ... @d5 14 Dxd5 Ja 14 ... Wxd5?! Esta jugada es, cuando me- nos, cuestionable. Es mas tenaz 14 ...ed 15 E51? (15 fe Me8 16 O92 dS) 15... c3! 16 Wxc3 Qxgs 17 We3 Qxf4 18 Wid 26 (18 ... ef? 19 Qxg7! dxg7 20 Bgl+ dhs 21 Wh6 Hg8 22 2d3) 19 Dd6 We7 20 fe de 21 &c4. La compensacién de las blan- cas por e! material sacrificado es mas que suficiente, pero sigue habiendo mucha lu- cha por delante. 15 fe WbS 16 d5! 7 17 Wc3, y las blancas materializaron su ventaja. Con todo, el principal error de esta par- tida lo cometieron las negras, no en la ju- gada 14, jsino en Ja 9.*! Cerraron el centro, después de lo cual, las biancas, con un po- deroso centro, comenzaron el ataque en el flanco de rey sin el menor obstaculo. De- bfan haber vuelto a su plan inicial, 9 ... a6! 10 We3 cd 11 Axd4 Bxc3 12 Wxc3 &xfl 13 Bhxfl We8, etc. 8 We3 0-0. Sobre el tema 8 ... xc3+ 9 @xc3 &xfl 10 Hxfl se jugaron dos parti- das contra el GM suizo Joe Gallagher. En la primera, su oponente répidamente lo- gr6 hacerse con la iniciativa: 10 ... 0-0 11 0-0-0 De8 12 e5 We7 13 bbl cS 14 De2 Dcbl? 15 de Ba5!? (Ga- lagher-Groszpeter, Lenk 1992). El andlisis nos ha convencido de que el sacrificio de las negras era correcto. Por ejemplo: 16 cb ab 17 D4 Bcd 18 Wb3 Wb7 19 Bd? c7 20 Qb4 Bic8 21 f4 Da6 22 Mel Wd7,y Gallagher perdié la partida. Sin embargo, en su siguiente encuentro en esta linea logré tener éxito: 10 ... Wd7 11 0-0-0 0-0 12 g4 Bc8 13 Bgs De8 14 £4 de 15 £5 £6 ja 16 Qxe4! Obviamente, ia pieza es intoca- ble: 16... fg 17 fe! (s6lo asi, pues de otro mo- do las negras lograrian defenderse: 17 {6 gf 18 Hxf6 We7 19 Wxg5+ Dg7 20 Wh6 Dd7- 21 BB BPS) 17... We7 18 Hdel h6 19 BET Wb4 20 Hef, con amenazas decisivas. SISTEMA DE GAMBITO: 1 e4c62d4d5313 27 Las negras declinan el sacrificio de al- fil, pero no por eso logran salvarse: 16 ... ef 17 Bxf5 Qa6 18 @xf6 Dxf6 (18 ... gf 19 Bxi6!) 19 Hx{6! He8, ete, Gallagher-Ke- lecevic, Bad Ragaz 1994, Actualmente no disponemos de in- formacién que permita clarificar la va- riante 8 ... Sxc3+9 Dxc3 &xfl 10 Bxfl, pero como alimento para la reflexién te- nemos la partida Richards-S. Kasparov (Gausdal 2002), en la que las negras, de forma muy diferente a las dos partidas anteriores, no quieren prescindir de su al- fil de casillas oscuras: 8 ... bd79 a3 @e7 10.0-0-0 c4 11 Dg3 Sxfl 12 dxf bs 13 hd bd 14 ab @xb4 15 e5 De8 16 DhS 6 17 Dg3 hS 18 Dge2 Db6 19 b3 a5. Quiza las perspectivas de las negras en esta posiciGn incluso sean mejores. Js Este es el esquema de la variante 5... f6. Es muy dificil detectar una posibilidad concreta que nos permita guiamnos en esta posicion. La variante sigue estando en fase de desarrollo y no puede tomarse una deci- sidn final en cuanto a qué idea tiene futuro y cual no, Las negras pueden simplificar la posicién con ayuda de cambios, y también pueden mantener la tensin. Pueden avan- 28 LADEFENSACARO-KANN. Volumen 1 zar el peén ¢, asi como lanzar su peén b co- mo ariete contra el enroque enemigo. Por su parte, las blancas pueden poner en mar- cha un inmediato ataque a la bayoneta en el flanco de rey, aunque el plan de juego en el centro también parece l6gico, Veamos si podemos desentrafiar los posibles acontecimientos: 9 .. Dba7 10 b3 He8 11 a3 Qxc3 12 Dxc3 Qxfl 13 Whxfl bs 14 46 eB 15 5 @b6 16 b3 Dfd7 17 £4 Ha8 18 De2 a5 19 Wc3 We8 20 £5 ef 21 WES! Af 22 g4. Las negras tienen una formacién de peones muy deficiente y les espera un merecido castigo (Murey-Saidy, Nueva York 1989). 9 = bS 10 dbl Be7 11 Aci b4 12 @3e2 QbS 13 h4 a5 14 RgeS Da6 15 eS Dad7 16 f4 Be8 17 g4 cS 18 £5 ef 19 ef Gxe2 20 Zxe2 ed 21 Axd4. Con jugadas muy sencillas, las blancas han logrado una posicién abrumadora (Mitkov-Lokator, Groninga 1991). 9 » 051? 10 a3 cd 11 Dxdd Bxc3 12 Wexc3 Qxfl 13 Hhxfl We8 (Conquest-Ra- vi, Madrés 1994). Por inversion de jugadas, la partida ha pasado a las lineas sugeridas por nosotros en Jos comentarios a la nove- na jugada de la partida J. Polgér-Asrian. 9. Re7,y ahora: 10 dbl b5 11 Aci b4 12 H3e2 Abd7 13 h4 cS 14 Bgs Hc8 15 e5 De8 16 f4 h6 17 Bxe7 Wxe7 18 g4 Dc7 19 de Bxe2 20 ®xe2 Db5 21 Ddé (las blancas pueden prolongar la lucha con 21 g5 Wxc5 22 WxcS Dxc5 23 Dcl,con final ligeramente superior) 21 ... Qxd4 22 Wxd4 WxcS 23 WxcS Dxc5 24 Hd4 a5 25 Bg? Hc7 26 &f3, tablas (Gallagher-Kumaran, Has- tings 1994). 10 g4 bS (10... c5 11 ed Dxd5 12 Dxd5, tablas, McShane-Dreev, Esbjerg 2003) 11 Dg3 b4 12 Dee2 Let 13 b3 MbS 14 gS 2fd7 15 h4 a5 16 hS a4 17 @h3 ab 18 ab cS 19 ed cd 20 Dxd4 e5 21 Ages cs 2 Sixes Hes. qa @14em De aBe 5 Me@agoana @ Y a () Bow x. Si en la partida Wall-Hodgson (Eas- tbourne 1990), las blancas hubiesen juga- do aqui 23 c7!, habrian ganado sin la menor duda: 23 ... We8 24 Wi4 Wa6 25 <2, y todo ha terminado. Pero Wall se desorienté y jugé 23 Wf4?, y la partida dio un giro de 180 grados: 23 ... dxe5 24 @xb5 Wa5 25 Dh6+ gh 26 gh Dg6, y las blancas se rindieron. No obstante, no creemos que estas con- sideraciones particulares deban influir so- bre nuestra evaluaci6n de desplazar el alfil para facilitar el avance ...b7-b5-b4. A la ho- ra actual, todo est4 muy confuso. Hay algo, sin embargo, que no ofrece dudas: el caballo de £6 seré atacado en al- gin momento, bien por el avance e5, bien por gS. Por consiguiente, parece que la va- riante 5... Of6 perderd popularidad por s/ sola. 2) 5. De7 (Ver diagrama 45.) Una posicién muy moderna y pro- blematica en el Sistema de Gambito. Obviamente, las blancas concedern pre- ferencia al enroque largo, pero {cual de- SISTEMA DE GAMBITO: 1 e4 6 2.d4d5319 29 as BRT AT ASMkew zl, be ser su siguiente jugada? Hasta este momento, se han ensayado tres: 6 Qe2, 6 Wa2 y 6 Wa3. d21) 6 Qe2. Las blancas difieren el de- sarrollo de su dama, pero no es una idea muy afortunada. 6... Ad7 7 a3 £a5 8 Wd3 Dg6 9 Be3 de 10 £3 0-0 11 0-0-0 eS 12 ds Qb6 13 d6 Bxe3+ 14 Wxe3 DG 15 Dg3 WO6 16 Wel Qg4 17 Dad Wd8 18 Be2 Bxe2 19 Wxe2 Was 20 Bc3 dS. En una lu- cha entre dos fuertes programas (Shred- der-Setchess, Londres 2000), como en un espejo deformante, ambos contrincantes recurrieron a toda idea concebible en la variante. Muchos jugadores se someten a veces a esta misma tortura, cuando no tie- nen idea de cémo interpretar la posicién del diagrama 45. 6...0-07 a3 2a5 8 Wd3 Dd7 9 0-0-0 bs 10 hd b4 11 ab Qxb4 12 Da? c5 13 wl Wb6 14 de Dxc5 15 We3 a5 165 Vb7 17 Bg3 £6 18 eS. (Ver diagrama 46.) Estd claro que las negras han superado a su rival en el despliegue de la iniciativa, pero ,quién podria decir hasta qué punto? 18 ...d4!.19 Bxd4 Dd5 20 Bxd5 Qxd5 21 h6 g5 22 Qxgs fe 23 Wxe5+ HET y, estrictamente hablando, las siguientes jugadas no deberian haberse producido (Beshukov-Adianto, Biel 2003), 6. Dg6!? 7 2g3 de 8 fe e5! A pesar del éxito de las negras en la partida anterior, es- te orden de jugadas es el més preciso en respuesta a 6 @e2. Al ejecutar una ruptura en el centro, tipica del Sistema de Gambito, las negras igualan de inmediato. 9 Wd3 Regd 10 a3 QaS 11 de Dd7 12 h3 Qxe2 13 Bxe2 DgxeS 14 We3 Wh6 15 Wxb6 2xb6 16 0-0-0 f6 17 hel 0-0-0 18 bi Hhes. Solo una predisposicién excesivamente pa- cifica impidié a las blancas jugar a ganar es- te final (Mitkov-Magem, San Sebastién 1993). Pero la posicién lo justificaba. 22) 6 Wa2. Esto se acerca a la verdad, pero no es la verdad. 6... 0-07 Dge2 Dd7 8.a3 2a59e5.9 293 bS 10 Acl 2b6 11 b4 a5 12 @b3 ab 13 ab Hxal+ 14 @xal de 15 @xe4 D5 16 Ob3 €5 17 R£2 ed condujo a tablas en la partida Art. Minasian-Asrian (Erevan 2001). Las blancas jugaron de for- ma pretenciosa y claramente imprecisa en la partida Richards-Nataf (Estocolmo 2004): 9 h4 bS 10 Sci?! cS! 11 de d4! (Adianto habria estado contento) 12 Wxd4 5. Slo se ha realizado una docena de jugadas y las negras tienen ya una pieza extra. 9... c5 10 de Qc7 11 Ad4 Qxe5 12 Bxe5 Dxe5 13 {4 Dd7 14 b4 b6 15 c6 D8 30___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 16 bS a6 17 a2 ab 18 2b4 £6! Un impor- tante recurso. Las negras efectian el avan- ce ..e6-e5 y luego se ocupardn del pedn de 6.19 &xbS e5 20 Db3 WAS. Las posibili- dades estén equilibradas (Gallagher-Jen- kin, Ginebra 1995). 23) 6 Wa3!? A pesar de que apenas existe experien- cia prdctica con esta jugada, podemos arriesgarnos a aventurar un diagnéstico: en el futuro proximo el Sistema de Gambito estaré vinculado precisamente a 6 Wd3. 6 ~-b6. No creemos que el juego de ambos oponentes en la siguiente partida sea un modelo a imitar: 6 .. D47 7 0-0-0 0-0 8 Dge2 Dd6 9 a3 Qd6 10 eS Vc7 11 Ves Dad7 12 £4 dS 13 Dg3 £6 14 ef Dxfo 15 Dee aS 16 WE3 We8 17 h4 b4 18 a4 c5 19 dc Wxa4 20 dbl 5 (McShane-Art. Mina- sian, Estambul 2003). 7 De2 £a6 8 We3 0-0 9 0-0-0 c5 10 a3 &xc3 11 Wxe3 Qxe2 12 Qxe2 c4 13 hd Dbeb 14 b5 b5. (Ver diagrama 48.) Ni las blancas ni las negras pueden evi- tar la avalancha de peones rival, pero {cual seré mas peligrosa? Suponemos que las blancas tienen mejores opciones, aun- que en la partida Nataf-Motylev (Estam- Mx). bul 2003), el primer jugador no nos dio la razon: 15 h6 g6 16 g4 2c8 17 We3 Db6 18 &g5 £619 2h4 Wa7. Tras casi una vein- tena de jugadas, la posicién no muestra signo alguno de clarificacién. Las posibili- dades de ambos bandos son casi ilimitadas, de modo que el que mejor la juegue resul- tard vencedor. En el Sistema de Gambito todo el mundo tiene un enorme campo de ac- ci6n. Las blancas, teniendo en cuenta la nebulosa de caminos ya conocidos ¢ in- cluso otros atin inexplorados, pueden es- perar que un anélisis minucioso les permita descubrir una idea inspirada, 0 tal vez una nueva senda que sea (al me- nos por un breve periodo) inaccesible pa- ra su oponente. Las negras, por su parte, esperan acertar con un orden correcto de jugadas y rechazar el ataque hostil a la bayoneta, no para obtener un juego igua- lado, sino incluso para aspirar a més. El éxito de la variante con 3 £3 por par- te de algiin jugador actual de elite provo- card inevitablemente un interés en este sistema poco estudiado. Por otra parte, cualquier revés de uno de los mejores grandes maestros puede relegar el sistema al olvido, donde, por cierto, ha permaneci- do durante muchos afios. indice al capitulo 1 Pag. Pag. Led c6 2d4 d5 33 7 DL. 3... g6 16 A.4 B03 16 1.3 ...de 4 fe eS 7 B.4c3 7 5 OS Z 5 ..ed 6 Qc4 7 3.06 18 1) 6... Rb4+ Z A.4 263 18 8 1)4...de5 Qd2 18 3) 6... 2e6 8 a) 5..ef 19 4) 6... Re7 8 b) 5... D6 20 B.S... 2g4 9 2) 4... Wb6 20 C5... Re6 10 B.4 @d3 2 63 Df6 7 d3 Dbd7 1)4..05 2 80-0 2d6 10 294... O16 2 1)9 Des ul 3)4..de 2 2) 9 We2 u C443 23 3)9@h1 12 1) 4... Wb6 23 24.65 23 I.3...e5 12 34... D6 23 4de BS 3 23 A.Sed 1B 24 B.S De2 B 24 C5 2d3 14 24 1)5... Bd7 14 25 2) 5... de 14 25 3) 5... WOE 4 a) 5 fd 26 D.S Dc3 15 dl) 5... Df6 26 5... Wb6 6 Dad Was+ d2) 5... De7 28 703 Qxgl 15 21) 6 De2 29 1) 8 b4 45 422) 6 Wd2 29 2)8 Exgl 16 23) 6 Wad3 30 32 Capitulo 2 Variante del Avance: 1 e4 c6 2 d4 d53 e5 Jugadas varias, menos 3 ... 2.5 1e4c62d4d53e5 En este capitulo examinaremos las desvia- ciones de las negras de la continuacién principal, 3 ... £5. Si las negras quieren evitar las varian- tes basicas que se derivan de 3 ... £5, pue- den elegir entre dos continuaciones: 3 ... Bab y 3... 5. 3... Da6!? Esta original jugada fue introducida en la practica de torneo por Vladimir Sima- gin. La idea es correcta: en cualquier caso. las negras quieren desembarazarse de su “mal” alfil de casillas blancas, pero con el peligro de que, con su desaparicién, puede seguir la molesta ruptura e5-e6. El caballo dama, en consecuencia, se trasladar4 a c7 para controlar la casilla e6. Sin embargo, pese a su fundamento po- sicional, este plan es lento y las blancas conseguiran ventaja con sencillas jugadas de desarrollo. 403. Es flojo 4 2xa6?!, debido a 4 ... ‘Wa5+, pero otras jugadas son perfecta- mente posibles: 4h4h5 5c3 Ac7 6 Bd3 g67 Ad2 Dh6 8 Afl Deb 9 Df3 Dg7 10 Rxh6 Wxh6 11 Be3 W6 12 Hb1 Deb 13 Wa4 Of4 14 &c2 Sp4 15 DgS 2d7, con igualdad (andlisis de Mijail Tseitlin). 4 Bc3 b6 5 Df3 Dc7 6 Rd3 Res 73 RbS 8 gs Wd7 9 Wd2 Qxf3 10 gf eb 11 0-0-0 2e7 12 h4 hS 13 Be2 0-0-0 14 2e3 }b7. Al enfrentarse por primera vez al plan ...4)b8-a6-c7 y ...2c8-g4xf3, las blancas no fueron capaces de plantear serios problemas al autor de Ja idea, y la posicién negra ya es, en este momento, li- geramente mejor (Lepeshkin-Simagin, Tallinn 1965). 4. eT. Actualmente, las blancas no permiten que el alfil legue a g4. Las ne- gras esperan que se les presente esa opor- tunidad. Por otra parte, la impaciente 4 ... £5 conduce a una posicién dificil: 5 Dd2 Wo6 6 Def3 c5 7 Re? cd B Dxd4 Qd7 9 0-0 e6 10 a4 He7 11 B23 Be6 12 QbS (Lau-Kalinichey, Colonia 1992), 0 bien 5 De2 6 6 D4 De7 7 Dd? Dc7 8 ed 226 9 h4 £6 10 Dxg6 hg 11 D3 Wd7 12 Bgl 0-0-0 13 &d3 c5 14 Qf4 cd 15 cd D6 16 Qxg6 Vb4+ 17 wl RdfB 18 hs (Nunn-Nikolac, Alemania 1985), en am- bos casos con ventaja blanca. 5 2d3 g6 6 De2. Esté claro que las blancas deben abstenerse de desarrollar el caballo rey por £3, donde quedaria clavado. Es interesante la siguiente partida, en la que las negras consiguen eludir habil- mente las dificultades: 6 Ad2 hS 7 fl @Dh6!? 8 De3 Dga!? 9 D3 DAxe3 10 fe RIS 11 Dg5 e6 12 e4 de 13 Bxed Me7 14 h4 @d5 15 We2 Wb6 16 0-0 2d8 17 bh1 Hd7 18 &xf5 gf 19 Bf Wa6 20 WE2 cS, tablas (van der Wiel-Kavalek, Wijk aan Zee 1982). Seirawan considera que, en la décima jugada, las blancas deberian reto- mar en €3 de alfil, y no de peén, y cree que ésa es la tinica forma de mejorar el juego de van der Wiel. 6 ... hS. Si el razonamiento anterior nos induce a pensar que en la variante 3 ... a6 no existe un orden correcto de juga- das, cometeriamos un error. Asi, por ejem- plo, el caballo slo deberia salir por h6 bajo la cobertura del pedn de hS (como hace Kavalek). Pero aqui, en la partida Bologan-Campanile (Oslo 1994), las ne- gras ignoraron esta importante regla al jugar 6 ... 2)h6?!, por lo que fueron severa- mente castigadas. VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 06 2d4d53e5 33 Th4! 6 8 h5! Las negras tienen ya una posicién muy dificil. La continuacién fue: 8... Wd7 9 Of4 gh 10 HxhS D5 11 We2 Qg7 12 Exh? Bxeh7 13 Qxh7 DES 14 Qd2 0-0-0 15 0-0-0 @h6 16 gé!, y las blancas se impusieron. También es dudoso 6 ... @e6, aunque s6lo sea porque las negras privan de pers- pectivas a su alfil dama. En la partida Su- mets-Potachnikov (Yalta 1996), las negras prosiguieron con una intrincada manio- bra: 7 0-0 hS 8 Qd2 Dh6 9 D3 D7 10 Qg3 DhfS 11 @g5 Web 12 bs Wd7 13 De2 D6 14 Wa2 Des 15 bs We7 16 bebe 17 Habl y,como podemos ver, sin éxito. 7 @d2!? Las blancas tampoco debe- rian jugar de forma descuidada. En la partida Utashi-Groszpeter (Budapest 1984) decidieron demasiado pronto la posicién de su alfil de casillas negras: 7 2957! Después de 7... Dh6 8 Dg3 Red 9 Wb3 We8 10 Dd2 Deb 11 hd HES 12 Def. las negras, con 12 ... £62!, dejaron escapar una interesante posibilidad tac- tica. (Ver diagrama 51.) 12 ... Qxh4! Puesto que no es posible 13 @xh4 (por 13 ... Af4!), las negras, sen- 34___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 cillamente, han ganado un pedn: 13 Hxh4 Axgs 14 De3 Mp7, etc. 7 a Db6 8 DEL b6. Tampoco 8 ... £57! ofrece perspectivas, en vista de 9 @xh6! Rxh6 10 Mxf5 gf 11 Dfg3 {4 12 DES Deb 13 Qxh6 Hxh6 14 Wa2 Hg6 15 g3. Las negras no tienen compensacién por sus debilidades en el flanco de rey (Zhang Pengxiang-Dittmar, Gyula 2000). 9 De3 RgT10 We2 206 11 DE Wa7 12.24 0-0 13 b3t 52 Aunque las negras tienen atacada cua- tro veces la casilla g4, la ruptura se produ- cir precisamente en este punto, con lo que se abrira la columna h y el ataque blanco pronto tendré un cardcter decisivo. 13... 05 14 pa! hg 15 hg Zxg4 16 £3 Dxe3 17 Qxe3 QE5 18 Wh2 g5 19 @ xf5 Wxts 20 @bS. Después de algunas jugadas més, las negras detuvieron los relojes (Degrae- ve-Pingitzer, Charleville 2000). Hay que decir que las blancas pueden refutar muy facilmente la idea de Simagin. Para ello, basta con asegurarse de que el alfil contrario no Hegue a g4, pues las pie- zas negras estén amontonadas en su pro- pio campo. Actualmente, la variante 3 ... Dab solo se juega en ocasiones, y sdlo a efectos experimentales. 3.05 aguaine ie En la pasada década, esta jugada ha sa- lido del ostracismo y ahora rivaliza muy dignamente con la continuaci6n principal, 3... 215. Examinaremos a continuacién tres res- puestas de las blancas: (I) 4 ¢3, (II) 4 OB y (I) 4 de. I 403% No es una idea muy feliz. La estructura de peones resultante nos recuerda ala De- fensa Francesa, pero con una importante reserva: la ausencia de un peén en e6 per- mite a las negras resolver su principal pro- blema: el alfil “malo” de casillas blancas. Después de 4 ... Dc6, las negras no debe- rian tener dificultades, como demuestran las variantes que a continuacién se resefian: 5 a3 cd 6 cd BE 7 2d3 Qxd3 8 Wxd3 €6 9 De2 Rb4+ 10 Rd2 Dge7 110-0 0-0 12 Dc2 Bxd2 13 Wxd2 cB 14 De3 Was 15 Dc3 Wh4 16 Bfdl Ba5 17 acl Ho6 18 Det Wxd2 19 Dxd2 Bfc8 20 Bxc6 Daxc6, con presién minima para las negras (Xie Jun-Karpov, Ménaco 1996). 5 Re3 Dhé 6 h3 O57 DB {6 8 Abs W6 9 We2 Dxe3 10 fe Rd7 11 a3 e6 12 0-0 &e7 13 Babi 0-0 14 Bh £5 15 2d3 4 16 &c2 WaS, y las negras han logrado su- perioridad en ambos flancos (Legahn-Jen- kin, Amberes 1995). SDB Qe4 6 Be3 e6 7 Qe2 Wb 8 Wd2 Dh6 9 0-0 DFS 10 de BxcS 11 QxcS WexcS 12 Wit xf 13 Qxf3 WE. Las blancas no han jugado bien la apertura y ahora se encuentran ante una eleccién po- co agradable, a saber, entre debilitar su es- tructura de peones en el flanco de dama (con 14 b3), después de lo cual la debilidad de los peones de eS y c3 asegura una ven- taja estable para las negras,o bien olvidar- se de las precauciones y lanzarse (con 14 &xd5). Pero esta tiltima opci6n resulta ser incorrecta: 14 @xd5? ed 15 Wxf5 Wxb2 16 €6 0-0 17 Wxd5 Wxal 18 Wa2 fe 19 a3 Bad8 20 We2 @d4! La dama escapa y con ella toda la intriga de la partida. Las blan- cas deben rendirse (Vorotnikov-Guliev, Moscti 1996). 5 Re? 2F5.No hay necesidad de com- plicar artificialmente la partida, como hicieron las negras en la partida Anders- sen-Magem (Sitges 1997): 5 ... Dh6 6 Qxh6 gh 7 QhS WE 8 De2 Wxb2 9 Dd2 25.10 Hel cd 11 0-0de 12 Bxc3 87 13 @b3 QxeS 14 Wxd5. Aun aqui, con 14 ... &g6!? (en la partida se jugs 14 ...e6?!) po- VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c62d4d53e5 35 dia Magem haber conseguido ventaja de- cisiva. Con todo, 5 ... £5 parece bastante mas natural que 5 ... Dh6 6 &xh6 gh. 6 Df3 e6 7 0-0 &g4 8 Dbd2 cd 9 cd @ge7 10 h3 Qxf3 11 Dxf3 DES 12 g4 Dad 13 Del x Gee & 4 13 ... h5! Una ruptura tipica en esta posi- cién, con idea de abrir la columna h. Si 14 gh, entonces las negras sitiian el caballo en la excelente casilla (5. 14 @e3 hg 15 hg DES! 16 Dg2 (el caballo es, obviamente, tabi, en vista de la amenaza de mate por la columna h) 16 ... 2\xe3 17 fe 2e7 18 Wb3 WA7 19 Back 8 20 Dfd 2g5. Las posi- bilidades negras, como puede apreciarse, son claramente mejores (Bancod-Jenkin, Veilburg 1996). La variante con 4 c3! no ofrece a las blancas esperanzas de obtener ventaja de apertura. D 4 OB Deb Las partidas de esta linea a menudo re- vierten a la de 4 dc y, en este caso, un tem- prano desarrollo del caballo por £3 restringe las posibilidades de las blancas. Por ejemplo: 36___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 5 de e6 6 Be3 Dge77 BbS DES 8 Add Was+ 9 Dc3 Dfxdd 10 Oxd4 We7 11 b4 d7 12 Qxc6b WxeS+ 13 Dce2 be 14 £4 We3 15 Wd2 Wxd2+ 16 dxd2 16 ... g5!? Para poder movilizar a sus peo- nes centrales, las negras no reparan en el sacrificio de este pedn. 17 fg e5 18 DS &g7 19 Hael 0-0 20 Hg3 e4 21 Hh4, y aqui la jugada 21 ... £5! sellé ventaja en la partida Klimova-Kachiani (Pula 1997). Después de 4 £3 cb, s6lo hay dos jugadas que tengan significado tedrico in- dependiente: 5 c4 y 5 @bS. A 5 c4!? Un conflicto central de peones tan temprano es infrecuente y augura una in- teresante lucha. Sin embargo, la posicion pronto quedaré definida. (Ver diagrama 56.) 5... e6. Las negras podrian provocar in- mediatos cambios, con 5 ... ed, y ahora’ 6 cd Wxd5 7 @c3 Wd8 8 DbS p49 Dbxd4 2 xf3 10 Dxf3 Wxdl+ 1] wxdl 6 12 BbS Qc5 13 de2 He7 14 Begs 0-0 15 Hhd1. Aunque las blancas tienen la ven- taja del par de alfiles, esa ventaja dificil- mente podré ponerse de manifiesto en una posicién como ésta (Ricardi-Garbarino, Villa Martelli 2001). 6 Dxd4 e6 7 Dc3 Bc5 8 Dxc6 be 9 &d3 de 10 &xc4 # xf2+?! (esta combi- nacién para ganar un pedn es excesiva- mente arriesgada para las negras) 11 bxf2 Wh4+ 12 23 Wxe4 13 Wd6 £6 14 Bl df7 15 Wadd Wab 16 We7+ De7 17 ef gf 18 Ded. La compensacién de las blancas excede con mucho al ligero défi- cit material (Jordachescu-Arkell, Port Erin 2003). 6 cd ed 7 &bS 247 8 0-0 cd 9 Dxd4 Rc5 10 Db3 Lb6 11 4c3. Las blancas descartan, con buen criterio, la ganancia inmediata de un pen. Después de 11 Wrd5 Dge7 12 Wed 0-013 gS Wes 14 D3 Dg6 15 Wiel Dexes 16 Bxd7 Wxd7 17 Bad] Weé, las negras recuperan mate- rial, logrando una plena igualdad. 11 Qe6 12 a4 a5 13 De2 De7 14 gS 0-0 15 &xc6 be 16 Hel HB 17 De5h6 18 Lhd g5 19 Qg3 DES 20 Ddd We7 21 DxfS axis. (Ver diagrama 57.) A pesar de un juego coherente, las blancas no pueden inclinar la partida a su favor (Lastin-Zhang Zhong, Mosct 2001). VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4c62d4d5305 37 38 ow 5 @bS. Ahora las negras deben decidir- se entre tomar en d4 (5... cd) 0 permitir a su oponente la posibilidad de capturar en 5 (5... &g4), pero en tal caso deberian es- tar preparadas para jugar con peén menos durante un tiempo. Como podré ver el lec- tor, las negras no estan en condiciones de retomar en c5 de inmediato, ni tampoco a corto plazo. 1) 5... 2g4 6 de. {Por qué dejar para mafana lo que puede hacerse hoy? En la partida Minasian-Asrian (Erevan 2003), las blancas postergaron, erréneamente, la captura en cS y, como consecuencia de ello, las negras se apoderaron de la inicia- tiva: 6 32! €6 7 de x13 8 Wx63 2x5 90-0 De7 10 24 Dg6 11 Be3 Wes 12 c4 0-0 13 cd Dd4 14 Wad DxeS 15 Mxe5 Wxed 16 Ac3 cd, etc. 6 m €6. (Ver diagrama 58.) {Como defender c5? Por extrafio que parezca, hasta ahora la practica magistral no ha respaldado el avance 7 b4!? Sin em- bargo, las variantes analiticas permiten confirmar esta continuacién como valida. Veamos: 7... a5 8 c3 Qe 9 Dbd2 ab 10 cb Dg6 11 h3 Qxf3 12 Dxf3 We7 13 0-0 DxeS 14 @b2, y aunque las negras han recupe- rado el pe6n, su posicién no inspira mucha confianza (Klovans-Pilen, Gelsenkirchen 2000). 7... We7 8 &b2 (mejor que 8 0-0 &xf3 9 Wxf3 Wxe5, 0 bien 8 Abd? bé) 8 ... b6 9 cd!,y no hay duda de que las blancas han salido de la apertura con una gran ventaja. 7... eT 8 &b2 b6!? (las negras, asu- miendo el hecho de que el peén no puede recuperarse, se concentran en lograr con- trajuego) 9 c4! a6 10 &xc6+ Dxc6 11 Wad %c8, con alguna compensacién, El gremio de grandes maestros descon- fia de 7 b4!?, algo tanto més extrafio cuan- to que las negras comienzan a tomar medidas contra la habitual 7 2e3. Los acontecimientos se desarrollan aqui de forma casi forzada: 7 @e3 Dge7 8 c3. Es preciso asegurar un punto fuerte al alfil en d4, En la partida Orso-Csonka (Budapest 2000), las blancas actuaron de forma negli- gente y las negras no tuvieron problemas para igualar: 8 0-07! Qf5 9 We2 Qxe3 10 Wxe3 2 xf3 11 Wxf3 @xc5 12 a20-0 (Ver diagrama 59.) 8 ... a6. Antes de mover su caballo de e7, las negras deben quitar a la dama ene- miga la casilla a4: 38___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen + 8... DES? 9 Qxo6 be 10 Wad! 8 ... 2g6? puede replicarse con 9 Wad! Beliavsky, en una partida contra Timofeev (San Petersburgo 2001), no vio este recur- so y la lucha tomé un rumbo peculiar: 9 £d4? Be7 10 Dbd?2 0-0 11 Lxo6 be 120-0 gS 13 Wad Qxd2 14 Dxd2 Hs 15 b3 Be2 16 Biel 2b5 17 Wa3 Did, etc. 9... RxB 10 Qxcb+ be 11 Wxcb+ ge7 12 2g5+ 16 13 eft gf 14 W7+, y las blancas ganan. 9 224, Tal y como lo vemos, las blancas jugaron con sensacién de impotencia,en la partida Krat-Dumitrache (Creon 2000): 9 Rxc6+ Axc6 10 Sd4 Qe7 11 Dbd2 0-0 12 Wb3 Hb8 13 0-0 Wa7 14 We2 Hfc8 15 b4 6 16 @b3 a5 17 a3 a4 18 Dcl be 19 be ®a5. Es posible que 9 &a4 no conduzca a ventaja blanca, jpero al menos crea pro- blemas a su oponente! 9... We7 10 Qa4 De6 11 Dbd2 (Ver diagrama 60.) 11... £61? 12 ef eS! Las negras en- cuentran un medio efectivo de poner en evidencia la posicién inestable de la es- tructura blanca en el centro. El hecho de que el alfil de d4 esté expuesto al ataque nos fuerza, una y otra vez, a volver a7 b4!2, pues como puede ver, en esas varian- 60 tes el alfil no estd expuesto en b2. 13 fg Qxg7 14 2e3 Dh4 15 Bgl. Es compren- sible que las blancas no quieran jugar 15 0-0, Pues en tal caso las negras no tendrian problemas para romper la cobertura de peones del rey rival enrocado: 15 ... 0-0 16 @b3 Wd7 173 Dxf3+ 18 DxB 2xf3 19 gf Wxh3. Aunque no hay un mate inme- diato a la vista, la iniciativa de las negras trabajaré los nervios de su oponente: 20 WedS+ dh8 21 Web Hf5!? 22 Bfdi Bas 23 Hd7 Wh4, etc. 15 ... e4 16 h3? El tinico momento en que puede mejorarse el jue- g0 de las blancas que, obviamente, no vie- Ton que con 16 @xo6+!? be (16 ... Wxo6 17 @da!) 17 Wad!, la partida podria darse por perdida, Entretanto, después de 16 Qxc6+!? be 17 Wa4!, la lucha esté en ple- no apogeo: 17... Df5 18 Axed! Sxf3 19 ef de 20 Wxe4+ We5 21 Wrxo6+ df7 22 0-0-0, © bien 17 ... ef 18 Wxg4 Qxg2+ 19 ddl Rxe3+ 20 fe 0-0 21 Dxf3 Hae8 22 Dd4 1f6. 16... ef 17 hg Dxg2+ 18 dfl Dxe3+ 19 fe 0-0. (Ver diagrama 61.) Ni siquiera un milagro podria salvar al rey blanco en fl. Después de que su opo- nente trasladase al flanco de rey sus ulti- mas reservas, las blancas tuvieron que rendirse (Belushkov-Turov, Moscui 2002). Quizé no deberiamos olvidamos que no es del gusto de todos jugar con un peén menos en el sexto turno, de modo que no es sorprendente que las negras buscasen un sustitutivo para 5 ... &g4 6 de, y lo en- contrasen en la variante que sigue: 2)5..ed 6 Axd4 2d77 Dxc6 2xc6 8 Qxc6+ be 9 0-0 6 10 4 De7 11 Wad Wa7 12 Qd2 bs 13 b3 DcB 14 Ndi Dds 15 WaS de 16 £2! (un sacrificio de peén casi obligado, pero prometedor) 16 ... eb 17 ab dS 18 Ded Le7 19 2d3!? (Su- tovsky-Speelman, Esbjerg 2001). En esta posicién, el GM inglés Jona- than Spelman cometié un desliz al jugar VARIANTE DELAVANCE: 1 e4c62d4d53¢5 39, 19... Hb4? (después de lo cual, las blancas, con 20 @d6+! abrieron favorablemente la diagonal). Tenfa que haber jugado 19 .. 0-0, y entonces las blancas podrian sacrificar pieza, 20 2)f6+!? gf 21 Wa2, con unas va- riantes de gran interés. Es insatisfactorio, por ejemplo, 21 ... ¢h8?, pues las blancas abren la diagonal para su alfil, 22 ef, y ga- nan de una forma u otra: 22 ... &d6 23 Wh6 Hg8 24 Eh3 Kxg2+ 25 dxg? D+ 26 hl, 0 bien 22... 5 23 fe Wxe7 24 223 Dyb4 25 Hd7 Wes 26 Wes. Por otra parte, vale la pena considerar 21 ...f5!2,con idea de no permitir que el al- fil de b2 participe en el ataque: 22 Wh6 Hibs 23 Bh3 (no es posible 23 Rad Hxad 24 ba @h8 25 Hh3, debido a 25 ... Df! 26 £3 Wal+ 27 dg2 WdS+ 28 gl £4, etc.) 23 w Bhd 24 Hxh4 Qxh4 25 Wxhd 2b8. El fuerte caballo de d5 es la clave de la posi- cién negra. Por tiltimo, queda por aclarar las posi- bilidades de ambos bandos en caso de 21 a fe 22 Wh6 (es més flojo 22 Rg3+ wh8 23 Wh6 Qp5! 24 Hxgs £6 25 BxeS We, con una ligera ventaja de las negras). 63 22m» hd! Un sacrificio de alfil cuya idea es despejar la séptima fila para su da- ma, un leitmotiv de toda la defensa negra. 40 LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 Debe hacerse de inmediato, pues de no ser asi habria que entregar demasiado mate- rial: 22... h8?! 23 Bh3 @h4 24 Sxe5+ £6 25 Qxb8 Qxf2+ 26 dxf2,y las blancas ga- nan, 23 Qxe5 f6 24 Gxb8 Bes 25 Hes Hxb8 26 h4 DfA! (es peor 26 ... Hxb3 27 hg Hxg3 28 fg, con superioridad de las blancas) 27 Ha2! En caso de 27 Wxf6 De2+ 28 bh2 Dxg3 29 Wxgs+ We7 30 Wxg7+ dxg7 31 Hxa7+ bg6 32 bxg3 Hxb3+ 33 3 11b2 surge un final igualado de torres, Pero Jas blancas no han agotado en modo alguno todas Jas posibilidades de jugar a ganar. 27 a Bxb3 28 hg De2+! (s6lo esta pre- cisa jugada hace reales las posibilidades de tablas de Jas negras) 29 Hxe2 Wdl+ 30 h2 Bxg3 31 Wb2. Aunque hubiesen vis- to la combinacién que sigue, las blancas es- tan obligadas a asumirla, pues ni 31 Bixe6?! Hxg2+ 32 dxg2 Wd5+, ni 31 WhS Bxg5 32 We8+ oe7 33 We7+ de6 34 We8+ les ofrecen mas que la igualdad. mo ell & “owe ©. Bixg2+ 32 doxp? Wed+ 33 dhl WE3+, y se acabé el suspense. Tablas. De modo que, a la hora actual, la préctica no ha logrado demostrar la su- perioridad de 4 @f3 sobre la recomenda- da 4 de. BOWS LAg|, Es precisamente de esta forma como las blancas cuestionan la jugada 3 ... cS. Las negras deben decidir ahora cémo piensan atacar los peones de c5 y e5. Es posible jugar 4 ... @c6 (A), dejando una Iinea segura para el alfil de casillas blan- cas (que con mucha mayor frecuencia se desarrolla por g4, desde donde clava el caballo de f3 y tomaré parte indirecta en la lucha por el pedn de 5). Por otra parte, las negras pueden, con ...4d7, or- ganizar un ataque doble a los peones blancos, pero en tal caso deberén preve- nir antes el avance e5-e6, y 4...e6 (B), privando de perspectivas a su alfil te6ri- camente malo. No hay que decir que en muchas parti- das las negras recurren a la idea ...06 y 6, con lo que se produce una simple in- version de jugadas. A Deb. Esta jugada es més popular que 4 ... €6, y sin embargo es més floja. En Ja mayorfa de las variantes vinculadas con 4... Qc6, las negras deberdn afrontar la perspectiva de resolver problemas muy di- ficiles para iguaiar. Las blancas tienen tres posibilidades de defender el pedn 5: 5 DPB, 5 Bit y 5 dS. 1) 5 23?! no puede ser correcto, pues- to que potencia la idea fundamental de las negras, el desarrollo del alfil dama por g4 5 Qed 6 Bhs WaS+ 7 Dc3 e6 8 Le3 De7. Las negras pueden permitirse inver- tir tiempo con 8 ... a6!?, a fin de aclarar la situacién en el centro: 9 &xc6+ be, y ahora: 10 0-0 @xc5 11 @xcS WxcS 12 Wdd ‘Wxd4 13 Qxd4 (Smits-Heltzel, Limburg 2000). Ahora, 13... 5 14 Qb3 Hc8 impide el bloqueo de los peones en el flanco de dama. 10 h3 es, sencillamente, flojo: 10 ... Sxf3 11 Wxf3 Qxc5 12 QxcS WxcS 13 0-0-0 De7 14 hel Was 15 Wd3 5, y las negras ya estén mejor (Vallejo-Sprag- gett, Andorra 1996). 10.23 Qxf3 11 Wxf3 &xc5 120-0 Rxe3 13 Wxe3 De7 14 b4 We7 15 Had (tampo- co la mas ambiciosa 15 f4 permite reparar el bloqueo: 15 ...0-0 16 We5 M8 17 De2 DS, y a las blancas les falta un tiempo) 15 a5 16 @c5 0-0. Una vez més, las negras no experimentan la menor dificultad para conseguir la igualdad (Kirov-Arkell, Le- ningrado 1989). ees ¥ /JARIANTE DEL AVANCE: 104 06 2d4d53e5 41 9 a3!? Al crear la cadena de peones a3- b4-c5, las blancas no pueden aspirar a mu- cho, pero al menos se blindan contra los problemas que les amenazan en las varian- tes que siguen: 9 2d2 We7 10 Le2 a6 11 0-0 Dg6 12 Dat Qxf3 13 Qxf3 Acxes 14 D6 Hd8 15 b4 Dxf3+ 16 Wxf3 2d6!?, con la inicia- tiva (Spassky-Kotov, Moscti 1955). 90-0 a6 10 Re2 DFS 11 Bd2 We7 12 Bad Hd8 13 Mel Re7 14 Aft Qxf3 15 Qxf3 g5 16 g4 Dh4 17 Bg3 Was! Na- turalmente, las blancas no estan obligadas a perder de inmediato, como sucedié en la partida Hennings-Mohring (Leipzig 1984): 18 b3? Wxel+! Pero también en caso de 18 Qxh4 gh 19 c3 We7, el pedn de eS pronto se perder y con él las esperanzas blancas. Después de 9 a3, las negras deberfan observar, como es de rigor, una minima precision, pues de otro modo, y como de- mostré la partida Kalugin-Bets (Jarkov 2000), podrfan quedar con un peén menos y sin compensacién: 9 ... £5?! 10 b4 Dxe3 11 fe We7 120-0 @e7 13 edt de (es posible que las negras contasen con la variante 13 04 14 Qd5!) 14 Dxe4 0-0 15 Bxc6 Wxc6 16 Qd6 £6 17 Dd4! Qxd1 18 Dxc6 Rxd6 19 ed e220 Bfel,con una posicion prac- ticamente ganada. Las blancas, sin embargo, no plantean grandes problemas en esta variante. El GM croata Robert Zelcic igual el jue- g0, por medios diferentes, en dos ocasio- nes: 9 0-0-0 10 b4 & xf3! Un matiz tdctico: al oponente se le priva de retomar en 3 de dama, puesto que el peén de b4 esta col- gando. Se jugé més flojo en la partida Pytel-Donev (Biel 1995): 10... We7 11 2f4 &xf3 12 Wxf3 (jpor supuesto!) 12 ... DxeS 13 We2 D7g6 14 g3 hS 15 h3 a6 16 Bd3 42___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 h4, y ahora, con 17 @xeS DxeS 18 Dad, las blancas tienen todos los motivos para conseguir ventaja. 11 gf We7 12 2xc6 Dxc6 13 Qd4 a6 14 £4 Jor 14... £61? Un motivo conocido, que per- mite demoler la estructura blanca so- bre las casillas c5-d4-e5. 15 h4 (atin es peor 15 ef Qxd4 16 Wxd4 gf 17 Hgl 2g7 18 Dad Hb8) 15... Re7 16 Wa3 fe 17 fe Dxe5 18 Wh3 db8 19 0-0-0 Hhes. Resulta extraiio que las blancas hayan podido ganar esta partida (Galdunts- Zelcic, Graz 2001), a pesar de que, obje- tivamente, la posicion sugiere el resulta- do opuesto. 9...a6 10 &e?. Una trampa, idéntica a Ia que vimos en la partida Kalugin-Bets, pero con la inclusion de las jugadas 9... a6 10 @a4, se produjo en la partida Klovans- Schroeder (Sender 1999): 10 ... £5?! 11 b4 @xe3 12 fe We7 13 0-0 @e7 14 e4 d4 15 @d5! ed 16 ed, etc. Pero, por supuesto, Jas negras debian haber jugado 10 ... 0-0-0 11 b4 We7. 10... DFS 11 b4 Qxe3 12 fe We7 13 0-0 x3 14 @xf3 Wxe5 15 Wa3 e716 e4 d4.17 Dad Bd8 18 Db6 We7 19 QhS 0-0 20 Des Wh8 21 Le2 2F6 22 Hadi Se5 (Asrian-Zelcic, Estambul 2003). A partir de la novena jugada, las blan- cas han exhibido un juego de gran catego- ria... jy, sin embargo, no tienen ventaja alguna! De aqui se sigue que 5 43?! no es la continuaci6n més fuerte. 2) 5 &f4. Mejor que 5 Df3, pero tam- bién insuficiente para obtener ventaja. jE] alfil est4 mejor situado en €3! 5... e6 6 Qd2 Dge7. Esto parece més preciso que 6 .. &xc5, porque en tal caso, tras 7 Ab3 26, las blancas pueden plantear serios problemas a su rival con 8 We4. Pero la prueba de esta hipétesis, en dos partidas del GM moldavo Viorel Bologan, japorté una respuesta negativa! 8 .. #18 9 DEB £5 10 We3 Dge7 11 b4 Dg6 12 nS Dxf4 13 Wrf4 Qc7 14 Dodd Wi6 15 Dxc6 be 16 g3 We7 17 0-0-0 Hb8 18 c3 de8, y la posicién negra merece preferencia (Bologan-Umgaev, Groninga 1997). 8... g69 h4 hS 10 We3 a5! 11 0-0-0 a4 12 Qd2 a3 13 b3 Bd7 14 wb1 Dh 15 2.43 We7 16 c3 De7 17 De2 DefS 18 WH 206 19 Hcl Wd7 20 Dg3 Agd 21 Dxi5 gf 22 Hhfl dé, Las blancas no jugaron 23 We3 e incluso perdieron (Bologan-Con- quest, Alemania 1997), pero en cualquier caso no tenian ventaja alguna. Las blancas tampoco consiguen nada VARIANTE DEL AVANCE: {e406 2d4d53e5 49 con 6... &xc5 7 Hb3 Lb6 8 2d3 (en lugar de 8 Wg4) 8... Dge7 9 DF Dg6 10 &g3 16 11 We2 Dgxes 12 DxeS fe 13 Wh5+ $B 14 BxeS DxeS 15 Wxes WEE 16 Wde+ B17 17 0-0 Wxb2 18 c4 de 19 Bxcd Bd8 (Petrov-Jakobets, Aarhus 2003). Todas es- tas variantes nos recuerdan los bien cono- cidos ejemplos de bloqueo de Nimzovich, pero con una diferencia: que en las parti- das que hemos visto el bloqueo no les re- porté nada positivo a las blancas. De modo que permanece abierta la cuestién de si tiene sentido la maniobra ..2)g8-e7-g6, antes de capturar 6 ... @xc5. TDgf3 Dg68 23 Bxc59 Bd3 Wen? En su tiempo hubo una gran publicidad en torno a la partida Fedorov-Morozevich (Samara 1998), en la que las blancas logra- ron una ventaja decisiva por medios nada triviales: 9 ... £67! 10 ef Wxf6 11 0-0 2b6 12 Qxg6+ hg (més prudente era 12.... Wxg6). BAA SE B were |. 13 c4! (renunciando al bloqueo y op tando, en cambio, por la ruptura) 13 ... HhS 14 Mb1! E715 b4 a6 16 ad a5 (pare- ce que las blancas pueden romper en cual- quier caso: 16... &d7 175 2a7 18b5 Db4 19 c6, etc.) 17 c5 @a7 18 bS Db4 19 We2! e5 (las negras rebusan aceptar el sacrificio de pedn pero, en cualquier caso, su posi- cién estd perdida: 19 .. Qxc5 20 Bbcl QD6 21 Qc? Bxc7 22 Bxc7+ be8 23 Bicl &d8 24 We3 e5 25 Wc5) 20 Dxe5+, y las negras pronto se rindieron. Influidas por ésta y otras partidas pos- teriores, las negras cambiaron de tactica, sufriendo algunas dificultades relaciona- das con el bloqueo del centro sobre casi- las negras, pero a cambio de ganar tiempo para un cémodo desarrollo. 10 Db3 Le7 11 We2 Db4 12 0-0 2d7 13 Dfd4 0-0 14 £4 Wb6 15 Shi Qxd3 16 Wxd3 £6! ko Be ee exe, Las blancas vuelven a la clésica forma- cidn de bloqueo, pero... jsu posicién no tie- ne nada de impresionante! La partida Bologan-Chela (Elista 1998) siguié ast: 17 ef Qxf6 18 £5 ef 19 Dxé5 Qxb2 20 Zabl WS! 21 De3 HB xfl+ 22 Dxfl Wxd3 23 ed eS, y s6lo una diferencia de clase negati- va impidié a las negras ganar este final. 3) 5 Qbst (Ver diagrama 71.) Precisamente asi: el alfil de casillas blancas defiende el pedn de e, y el de ca- sillas negras (desde la casilla 3) el peon de c5. Todo esto estd apoyado por un ma- tiz, percibido hace mucho tiempo por el 44___ LADEFENSACARO-KANN. Volumen 1 gran analista Isaak Boleslavsky. Como puede verse, parece que es posible que las negras recuperen el pedn de inmediato, con 5... Wa5+ 6 Dc3 €67 e3 2d78 DL3 ®xe5. Es posible, pero... ja costa de perder la partida! 9 Dxe5 @xbS 10 WhS g6 11 Dxg6! Df6 (si 11... fg, sigue 12 We5) 12 Wh4, etc. 5 ... €6. Ahora pasaremos revista a 6 b4, 6 Wet y 6 Be3. a) La idea de crear una cadena de peones con b2-b4, que antes hemos reco- mendado activamente, no es muy apro- piada en esta posicién: 6 b4 a5 (pero no 6... Wh4!? 7c3 We4+ 8 De2 Wxg2 9 @p3 Wh3 10 Bg5 £5 11 £3, como se ju- g6 en la partida Art. Minasian-Jenkin, URSS 1990, pues el riesgo de perder la dama es demasiado grande; aunque Sei- rawan, por ejemplo, considera que es po- sible lograr compensacién suficiente en Ja variante 11... h6!? 12 @f1 hg 13 @xh3 Bxh3) 7 3 &d7 (después de 7... ab 8 cb, en opinion de Igor Jenkin, de nuevo care- ce de sentido 8 ... Wh4, en vista de 9 Wb3! Wed+ 10 De2 Wxe5 11 2b2 We7 12 0-0, y las blancas superan claramente a su contrario en desarrollo) 8 &xc6 2x6 9 DE ab 10 cb b6 11 0-0 be 12 be Sixe5S 13 We2 W6. Las negras han salido de la apertura con una posicién aceptable, y ahora un to- que téctico tras la negligente 14 @bd2? les permitié hacerse con un material extra: 14 Abs 15 Hb1 We7! (San Segundo-Jen- kin, Zaragoza 1995). b) Pero los infortunios que acechan a las blancas en la linea 6 b4 no significan que la natural 6 e3 no sea una alterna- tiva. La jugada 6 We4!? parece muy de- sagradable para las negras, pues el alfil de {8 est4 fuera de juego durante algin tiempo y la desventaja del pe6n se suma a los problemas del desarrollo. En el momento actual, la préctica atin no ha aportado una respuesta contundente a 6 Wes > Howes ke ui VARIANTE DELAVANCE: 1 e4 c62d4d53e5 45 Nos detendremos en cuatro continua- ciones: bl) 6... Wa5+ 7 De3 hS 8 Qxc6+! En conjuncién con la siguiente jugada, esto asegura ventaja a las blancas. Por otra par- te, 8 Wf4 concede libertad al alfil de {8:8 ... Qxc5 9 DB Dge7 10 0-0 Dg6 11 Wes Qd7 12 Bd3 Be7 13 We3 dd 14 Dxdd Dexes 15 Led Wh6 16 Dce2 {5 17 243 216 18 c3 Dgd 19 Wh3 De7 20 £4 0-0-021 bhl Dc6 22 Se3 (Mark Tscitlin-Jenkin, Israel 1996). Las negras slo estan un poco mejor, pero su ventaja podria incremen- tarse con la simple 22.... xe3 23 Wxe3 h4. 8... be 9 Wad! We7 (obviamente, el final después de 9 .. WxcS 10 2e3 Wed 11 Wxc4 de no seduce a las negras) 10 2e3 b8 11 0-0-0 Dh6 12 £4 DES 13 QI aS 14 Qge2 Hb4 15 Wa3. Las negras no han conseguido recuperar el pedn y el alfil de {8 sigue sin entrar en juego. Todo esto, des- de luego, no es fatal (la dinamica de las piezas negras puede apreciarse a simple vista), pero es desagradable (Smirin-Jen- kin, Ischia 1996). b2) 6 .» 5 (si todo pudiese resolverse con tal facilidad...) 7 2xc6+ be 8 Wad We7 9 Be3 De7 10 f4 DES 11 V2. Un cuadro bien conocido: el alfil de {8 de nuevo est fuera de juego. Se requieren medidas ur- gentes, pues de otro modo la posicién ne- gra quedard colapsada. 11 ... a5!? 12 a3 g5!? 13 DFS gf 14 Dc3 BH g8 150-0 Nbs 16 Hfd1 @a6. Las negras no se deciden por 16 ... Hxb2!?, que era lo apropiado. Las complicaciones, en tal caso, no permi- ten un cdlculo preciso. He aqui sdlo algu- nas variantes de muestra: 17 Habl Exbl 18 Bxbl 2g7 19 De2 BxeS 20 Axes Wxes 21 Wxc6+ dbe7 22 Hel 2d7 23 Wb7 Wed 24 Dg3 fg 25 Hxed gf+ 26 dxf2 de 27 c6 e3+ 28 fl E.d8, 0 bien 17 Bxd5!? De3 18 Bxe3 fe 19 Ba3 Axc5 20 Ded Qe7 21 Dd6+ Sxd6 22 ed Wo6 23 Wh4 Wa7 24 Hel Bbs. Como puede verse, todo serfa muy confuso, mientras que en la partida la iniciativa blanca rapidamente se hace decisiva. eek 17 HxdS! QbS 18 DxbS ch 19 Wed ed 20 WefS @ xc5 21 e6! Un “martillazo” tras otro... Las negras se rindieron (Cioara-Slo- vineanu, Bucarest 2001). b3) 6 .. De7 7 DEB DES 8 2d3. El ca- ballo de £5 libera al alfil de la defensa de g7, pero a costa de convertirse en un pro- blema para su bando. En la partida Psajis- L. B. Hansen (Estambul 2000), las negras no pudieron resolver las dificultades plan- teadas: 8 ... £62! 9 &xf5 ef 10 We3 fe 11 Dxe5 We7 12 0-0 WxeS (seria peligroso aceptar el sacrificio de pieza, con 12 ... @xe5, en vista de 13 Dc3 Deb 14 Dxd5 @d4 15 Phi De2 16 WA, con un ataque muy fuerte) 13 Wxe5+ DxeS 14 Hel Qxc5 15 Hxe5+ HET 16 Be3 Qxe3 17 Zxe3, y aunque la ventaja blanca no es muy grande, si es duradera. Hasta el fin de la partida, las negras estén condenadas a una penosa defensa. b4) 6... @d7!? Finalmente queda cla- ro que la situacién en que las negras se 48___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 ven obligadas a retomar de peén en c6 (como en el caso de 6 ... Wa5+ 7 @c3 h5, 0 de 6 ... hS) es desfavorable para sus in- tereses, por lo que la jugada 6 ... 2d7!? tiene muchas posibilidades de convertirse en la respuesta estindar a 6 Wg4!? 7 Bxc6 &xe6 8 DF3 h5! Un preciso orden de jugadas, pues se impide el ataque a g7 y el pedn de c5 quedaré desprotegido. En la partida Nataf-Meduna (Pardubice 2002), las blancas pusieron mucho empe- fio en defender el peén: 9 Wd4 We7 10 Dc3 De7 11 Wh4 a5 12 Wid DES 13 Be3 ®xe3 14 Wxe3, pero al ver el inevitable deterioro de su posicin, ofrecieron ta- blas. ;Justo a tiempo! De no ser asi (tras una jugada del alfil de casillas blancas y captura en 5), las negras tendrian serios fundamentos para jugar a ganar. 9 Wf4 &xcd. En la partida Yudasin-Spraggett (Cal- gary 1996) las blancas se limitaron a enro- car corto, pero el andlisis dej6 claro que era algo més preciso 10 @e3 W611 @xc5 Wxc5 12 4c3, con subsiguiente bloqueo en la casilla d4 (Yudasin). Sin embargo, las negras no tienen por qué dejarse levar por su oponente y vale la pena considerar 10... &xe3 11 Wxe3 De7 12 Hbd2 DFS 13 Wa3 d4!?, con buenas posibilidades de igualar. Quizé s6lo el orden de jugadas 6 ... RA7!7 7 Bxc6 x6 8 AE h5! permita a Jas negras sentirse més o menos tranquilas, en respuesta a 6 We4!?, pero aun asf no puede concluirse que esta salida de la da- ma en la sexta jugada haya agotado su po- tencial. ¢) 6 #3 (Ja continuacién més popu- lar) 6 .» Dge7 7 3. Ocasionalmente se ha jugado 7 £3 al més alto nivel, pero sin éxito. 7 .. R478 0-0! DxeS 9 DxeS Qxb5 10 c4!? Bc6 11 @c3 de 12 Wg4 DES 13 Madi Wh4 14 Wxh4 Dxh4 15 Dxc6 be 16 Bd4 @e7 17 Bxc4 0-0 18 b4 a6 19 a4 g6. Esta forma de jugar de las blancas desembocé en un final igualado (Shirov- Karpov, Montecarlo 1996). 7. DES 8 b4 2479 Lxcb Bxc6 10 3 a5 11 0-0 ab 12 cb b6 13 Dd4 Dxd4 14 Qxd4 be 15 be Had 16 Wd2 @e7 17 ‘We3. La lucha “por” y “contra” el pedn de 5 s6lo condujo a cambios y Jas consi- guientes tablas (Svidler-Jalifman, San Pe- tersburgo 1996). 7 &A7. Es posible impedir que las blancas refuercen el pedn de e5 con £2-f4, mediante 7 ... Df5, pero después de 8 d4 2d7 9 Bxc6 Bxc6 10 DB Axd4 11 Wxd4, estd claro que las negras no logran recuperar el material sacrificado en la ter- cera jugada. Por supuesto, la compensa- cién parece vilida, pero jes realmente suficiente? Los acontecimientos pueden evolucionar asi: 11 ... WaS (la actividad de las negras resulté incomprensible en la partida Palac-Sulava, Kastel Stary 1997, y acabé en desastre: 11 ... a5 12 b4 ab 13 cb b6 14 cb Had 15 a3 Wa8 16 0-0 &xb4 17 Qc3 Bxa3 18 BS Bxb5 19 b7!) 12 b4 Wa6. A pesar de que no puedan enrocar, la posicion de las blancas es sélida gracias, sobre todo, a las trincheras de sus peones de casillas oscuras. Pero tan pronto como las blancas se aparten de esta tdctica de- fensiva y se embarquen en operaciones ac- tivas, la desagradable situacién de su rey entorpeceré esas operaciones y le simpedi- 14 que materialicen su peon de ventaja. He aqui dos ejemplos caracteristicos: 13 a4 b6 14 cb ab 15 a5 Be7 16 Abd2 (16 a3!) 16 ...0-0 17 Db3 @d8 18 dd2 ‘W719 Wd3 ba 20 Dxa5 @xa5 21 ba dS 22 Whb1 Bibs, y la lucha terminé en ta- blas (Kotronias-Turov, Corinto 2000). VARIANTE DEL AVANCE: | e4 c62d4d53e5 47 13 We3 b6 14 cb ab 15 Dd4 Qb5 16 f4 Re7 17 Hf2 0-0 18 Bd2 Ad7 19 Hhel Hfc8 20 a3 Hc7 21 Bgl We8 22 Hecl Eca7 23 Dbl {6 24 ef Qxf6 25 a2 Hc7 26 Bel Bcd 27 Bae2. Las blancas de nue- vo se concentran en la defensa de su plus material, y no en su realizacién (Kapinsis- Svetushkin, Ikar 2003). 8 &xc6 Axe6. Por supuesto, es posible retomar en c6 de caballo, cuando es conve- niente hacerlo. 8 ... &xc6!? conduce a po- siciones similares a las del comentario anterior: 9 DO AS 10 &d4 a5 11 0-0 @xd4 12 Wxd4. Cierto que en la partida Blehm-Svetushkin (Erevan 2000), las ne- gras lograron desenmarafiar su posici6n: 12 ...a4 13 Dbd2 Bas 14 b4 ab 15 Dxb3 ad 16 Wd2 We7 17 Dfdd Wres 18 f4 WI6 19 Hael 2e7 20 We2 Sd7 21 DEB Hha8, etc., pero la jugada 8 ... &xc6?! no ha rebasado los limites experimentales. 9 £4, Las blancas también han prescindido de este avance de doble filo. Pero lo segu- ro no es necesariamente bueno: 9 Af3 We7 10 Qd4 Dxd4 11 cd bG! 12 cb Wxb6 13 Wb3 (13 0-0 Wxb2 14 Dbd2 a3 15 Bibl Wxa2 16 Hb7 Be7 17 Wel Be8, ta- blas, Almasi-Magem, Pamplona 1997) 13 .. Wa6!? 14 Dc3 Be7. Después de que ambos bandos hayan completado su de- sarrollo, los dos alfiles, junto con el control de las columnas abiertas en el flanco de dama, representaran un excelente argu- mento para las negras en sus negociacio- nes de paz (Kaminski-Timoshenko, Erevan 1996). ‘También pueden abandonar por com- pleto al peén de e5, a fin de recuperar la iniciativa: 9 £3 We7 10 0-0!” (en lugar de 10 Qd4) 10... DxeS 11 DxeS WreS 12 dd WES 13 We2 [6 14 Ha3 e7 15 f4 0-016 Bael Hfe8 17 ght (17 DbS!?) 17 a6 18 Wd2 dB 19 Kgl Bc7 20 Dc? 48___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 Had8 21 h3 dh8. Como puede verse, las negras se han tragado el peén, pero la po- sicién no esté perdida (Krakops-Jalifman, Ubeda 1997). 9... g5!? Ey Mee & Rage yaye Daa 7 GO Asank &@& oA @ 2 hs a Las blancas necesitan un respiro para iniciar el avance de sus fuerzas, y no s6lo sus peones, pero las negras, por supuesto, jno quieren darles ese respiro! 10 fg. Es posible declinar la captura en g5 con 10 13, pero la practica ha demostrado que en tal caso atin serfa més facil para las ne- gras organizar una ofensiva al rey enemi- go: 10... gf 11 @xfé (las blancas de forma extravagante, aunque no exactamente mal, en la partida Peng Xiaomin-Arkell, Londres 1997: 11 @d4!? Qxd4 12 cd b6 13 cb Wxb6 14 Dbd2 Wxb2 15 0-0, y aqui las negras deberian proseguir con 15 ... Wa3, con contrajuego) 11 ... @xcS 12 Dbd2 Wb6 13 Db3 W2+ 14 de? Das 15 Dxas RdS+ 16 dd2 (Ver diagrama 79.) La primera aparicion en escena de esta posicién tuvo lugar en la partida Glek-Jen- kin (Werfen 1990), en la que las negras no se lo pensaron dos veces en cuanto a to- mar el caballo, y fueron gradualmente su- peradas: 16 ... Wxa5? 17 a4 @d7 18 Bf 2519 Des Hg8 20 WH d4 21 Dxf7! de+ 22 be 06 23 Wh3 Hxg2+ 24 bel bd7 25 Dg5 He8 26 Rd? Wd8 27 Dxe6 Hxe6 28 Hdl Sd5 29 Wxg2!,etc. E] gran maestro Igor Jenkin se tomé una cumplida revancha seis afios después: 16 ... d4! 17 b4 de+ 18 gc2 Hd8 19 Wel Qad+ 20 Db3 Wxb4 21 WH Bxb3+ 22 ab Weds 23 bxc3 Mo8+ 24 bb2 y, sin espe- rar al mate, las blancas se rindieron (Da- vid-Jenkin, Ginebra 1996). 10... DxeS 11 DIB Dxf3+. Las negras han sembrado vientos y, por tanto, se obligan a un juego impecable en la se- cuencia inmediata, si no quieren recoger tempestades. Asi, la natural 11 ... £877! 12 BxeS QxeS es mala, debido a 13 .d2!? (el ataque blanco no tuvo éxito en la partida Lautier-Magem, Francia 1997: 13 WhS &g7 14 0-0 0-0 15 Qd2 2bS 16 Bfel e517 Df3 Wes 18 Had! Was 19 Dh4 dd 20 DES!? de 21 Hxe3 Mads 22 Hxd8 Wxd8 23 Hh3 df8) 13 ... We7 14 Of3 2e7 15 0-0 0-0-0 16 Bel h6, y ahora con 17 g6! £6 18 £2 Hhe8 19 b4 £5 20 Wh3 e5 21 4, las blancas se asegura- ron ventaja decisiva en el encuentro Kor- neev-Arkell (Metz 1998). 12 Wxf3 We7. Las negras quieren, sencillamente, resta- blecer el equilibrio material, o bien se- guir cruzando espadas, en caso de 13 0-0 0-0-0!? Pero puesto que la casilla {3 es in- accesible para el rey blanco, la jugada 12 . &g7 resulta perfectamente tolerable (las blancas no pueden situar su alfil en d4, en vista de ...e6-e5) 13 0-0 0-0 14 &d2 2S, y ahora: B O2e |. 15 Bf2 eS 16 We3 d4 17 cd ed 18 @f4 WS, con apreciable compensacién por el peén menos (Lutz-Kacheishvili, Pula 1997). 15 Bfd1 &c6 16 Wh3 e5 17 Df3 We8 18 Wxc8 Baxc8 19 @£2 Hd 20 23 Bfe8 21 Bel d4! 22 RxeS Qxf3 23 &xg7 dxg7 24 gf de 25 be Bxel+ 26 Hxel Bd5. Ambos bandos estén ju- gando a ganar, pero ninguno de ellos pue- de conseguirlo (Nisipeanu-Svetushkin, Bucarest 1998). 15 Bfel!? e5 16 c4 e4 17 WES Bc6 18 Bad Wc8 19 Wi2 We6 20 Db3 de 21 Dd4 &xd4 22 Hxd4, Naturalmente, es més agradable para las blancas jugar esta PosiciGn, pero las negras tienen muchas posibilidades de hacer tablas (Kotronias- Pert, Port Erin 2003). 13 Dd2 Bxe5 14 Qxc5 Wxe5 15 0-0-0 0-0-0 16 h4 24 17 Rdel d418 Rh3 Md7 19 cd, VARIANTE DEL AVANCE: 104 c6.2d4d5305 49 La ventaja esta del lado blanco y la cuestiOn sdlo es cual es la dimensién de esa ventaja (Savon-Bets, Jarkov 2000). Las negras tienen mas posibilidades de defen- der su campo si, en lugar de 19 ... d3, son pacientes y contintian con tactica de trin- cheras: 19 ... @c6 20 Wf6 Ke8 21 Bes Wb6 22 Bb3 Wc7. Para finalizar el debate sobre 4... ®c6, podemos extraer las siguientes conclusio- nes: después de 5 &bS! las blancas sdlo conseguiran conservar una ligera ventaja material o transformarla en ventaja posi- cional. La tarea de las negras consiste no en luchar por la igualdad material a toda costa, sino, por el contrario, en tratar de obtener una compensacién posicional o ataque al rey, a cambio del peon. B 4m €6 (Ver diagrama 82.) Aunque, en general, esto se juega sdlo la mitad de veces que 4 ... &c6, el porcen- taje de grandes maestros que prefieren es- te avance de pe6n es notablemente mayor. Las blancas pueden elegir entre seis continuaciones de fuerza desigual: 5 c4, 5 Dc3,5 D13,5 Wf4,5 Wed y 5 Be3.Las dos 50___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 BOBWSOAx|, primeras no son buenas, las dos siguientes més 0 menos neutras, y las dos tiltimas son peligrosas para las negras. 1) La jugada § c4!? no es afortunada. No parece débil, pero lo cierto es que las blancas no han conseguido nada convin- cente hasta la fecha. Por ejemplo: 5 ... De6 Geded7 Re3d48 Ri4 Qxc59 DB Dge7 10 Qd3 Dgo 11 Vg3 Qed 12 0-0 0-0 13 Hel Be8 14 Qxg6 hg 15 Dbd2 2b4 16 Hed £5 17 Df4 Wa5. Las negras han logrado ventaja sin hacer nada especial (Cicak-Speelman, Alemania 2001). 2) 5 @c3 lo jugé Tal en su match-revan- cha por el Campeonato Mundial de 1961, pero Botvinnik igual facilmente: 5... De6 6 £4 Dge7 7 D3 Dg6 8 Be3 Dgxes 9 BxeS DxeS 10 WhS “eb 11 0-0-0 2e7 12 £4.96 13 Wh6 218 14 Wes Wxg5 15 fg ho 16 Dad (16 DbS He7) 16... RAT (Tal-Bot- vinnik, Moscii 1961). Hasta el dia de hoy, la reputacién de la jugada 5 4c3 no ha mejo- rado. Hay otro intento de Tal en el mismo match, 5 Wg4!?, que no resulté més afor- tunado, y que comentamos més adelante. 3) 5 @f3. Las blancas hacen una apues- ta por un desarrollo libre (en el espiritu de Nimzovich, en la variante similar de la De- fensa Francesa, 1 e4 6 2 d4 d5 3 €5 c5 4 dc), como si no aspirasen a conseguir ventaja de apertura. Pero, como antes he- mos visto, esto no es del todo asi, y la lucha en esta linea asume a veces un cardcter muy concreto. 5 @xc5 6 2d3 Dec6. Puesto que las blancas no se encuentran en dispo- sicién de atacar, las negras pueden explo- tar su libertad de accion y diferir el desarrollo del caballo dama. Sélo que no deberfan tratar de cambiar su alfil “malo” por la casilla a6, ya que ese plan no es rea- lizable: 6 ... b6?! 7 a3 a5 8 Ha3!? Qxad 9 Wad+ Dd7 10 Wxa3 Dc5 11 QbS+! (11 Me2 Bab!) 11... 2d7 12 Re2 He7 130-0 0-0 14 Dd4 Hob 15 Dxc6 Qxc6 16 Le3,y las blancas conservan una minima ventaja (Lék6-Anastasian, Mosc 2001), Pero aqui es perfectamente posible 6 ... Be! 7 0-0 (el sacrificio de peén de la partida Prasad-Prakash, Guntur 2000, 7 ‘2147! Wb6!, parece mas bien un error) 7 - DRO 8 a3 Dc6 9 b4 2b6 10 Hel f6!? (en la partida Mitkov-Zviagintsev, Poikovsky 2001, las negras siguieron dentro de las li- neas clasicas, 10... a5 11 2xg6 fg!, y logra- ron una buena posicin) 11 ef Wxf6 12 Ma2 Dh4 13 Abd2 0-0 14 Rb2 5 15 bs. Esta posicién se produjo en la partida Beshukov-Evseev (San Petersburgo 2001). Alentadas por su abrumadora superiori- dad central, las negras se embarcaron en una combinacién, 15... &xf2+!, pero el mate no llegé a producirse y la rueda de la partida pronto giré en sentido adverso. Lo cierto es que, sencillamente, con 15 ... Das! 16 HxeS Qdxf3+ 17 Dxf3 Wed, las negras pueden incrementar la presién so- bre la columna f, sin necesidad de recurrir a medidas drdsticas. 70-0. No puede excluirse que sea més fuerte 7 We2 @ge7 8 c3 y, al abstenerse del enroque corto, las blancas pueden prepa- rar una marcha triunfal del peén h: 8... 2d7 9 hd h6 10 hS Wb 11 HWh3 We7 12 Hg3 £8 13 Qa3 £5 14 Dbs5, con presién en ambos flancos (Perunovich- Svetushkin, Belgrado 2002), bien 8 ... Dg6 9 b4 Me7 10 bS Das 11 h4 DIB 12 BEd a6 13 Ddd ab 14 Wed 26 15 Qd2 BAd7 16 BxbS hS 17 We3 Bxbs 18 &xb5+ Dd7 19 c4 d4, con un juego muy complicado (Smirov-Zviagintsev, Ohrid 2001). Después de 7 0-0, las negras pueden continuar con un tranquilo desarrollo (7 ... 2ge7) o bien impedir primero la llegada del alfil blanco a f4 (con 7... £6). a) 7 = DgeT 8 24. En los ultimos tiempos, las blancas, desencantadas de las formaciones clésicas, han ensayado algo distinto: 8 Dbd2 Dg69 Db3 e710 We? We7 11 Hel Db4 12 Dbdd xc3 13 Wxd3 0-0 14 g3 Be8 15 b4 Of8 16 hS h6 17 Qf4 a6 18 g4 Dh719 Wa2 Wd8 20 wh2 2d7 21 Be2 Me8 22 c3 Hes 23 Hel (Zhang Pengxiang- Yu Shaoteng, China 2003). 83. a6 9 We2 Dg6 10 g3 We7 11 Bel 0-0 12 e3 Be7 13 @d4 Ba7 14 Add2 Bfec8 15 Db3 DB 16 We3 Dxd4 17 Dbxd4 Wd8 18 hd Hc7 19 dhe? (Berg- Speelman, Malmé 2003). En los ejemplos anteriores, en general la iniciativa corria a VARIANTE DELAVANCE: 1 e4c62d4d53e5 5! cargo de las blancas, pero la formacién ne- g7a posee una gran consistencia. 8 ... Dg6 (las negras maniobraron de forma favorable en la partida Istratescu- Oshar, Cappelle-la-Grande 1998: 8 ... a6 9 Dbd2 b5 10 Db3I Vb6 11 c3 Dg6 12 Bg3 Qd7 13 We2 HB 14 23 0-0 15 b4 h6 16 bS Dge7 17 We2 DES 18 Wh? £6, y consiguie- ron, al menos, un juego igualado) 9 £g3 0-0. Incluso aqui son posibles los experi- mentos: 9 ... Wb6 10 b3 Qd7 11 c3 a5 12 Dbd2 0-0 13 a3 Bfc8 14 h4 WEB (Nijboer- Nep, Amsterdam 2000), 0 bien 9... £6 10 ef Wef6 11 c4! de 12 &xc4 0-0 13 Dc3 Md8 14 We2 (Nijboer-Jens, Bélgica 2003). Por otra parte, {por qué experimentar? Después de 9 ... 0-0 surge una posicion critica. BaAgwAnS |. Parece que la lucha gira en torno a las casillas negras centrales. Las blancas, al crear un semibloqueo sobre las casillas d4 y 5, tienen derecho a contar una pequefia ventaja, mientras que las negras, con el mi- nado del centro, pueden esperar alcanzar un gradual equilibrio de posibilidades. He aqui algunos ejemplos: 10 c4!? de 11 Qxe4 b6 12 We2 2b7 13 Hdl We7 14 Dc3 Had8 15 DbS (Kin- dermann-Yermolinsky, Groninga 1997). 52___ LADEFENSACARO-KANN. Volumen 1 Laesencia de la ventaja blanca radica en su ligera superioridad espacial, ademas de la amenaza de invasion de su caballo de dé. 10 4c3?! a6 11 a3 £5 12 ef pf 13 Wd2 £5 14 b4 2e7 15 Hael £6 (Ledger-Speel- man, Telford 2003). Por otra parte, en esta partida el juego blanco fue descuidado y permitieron que su oponente lograse con- trolar las casillas d4 y e5. 10 a3 Qd7 11 Dc3 Hhs! 12 Wa2 Ddat ‘Un conocido motivo posicional, que tiene por objeto eliminar o dejar fuera de juego el caballo de £3, y que en la partida Lutz- Speelman (Katrineholm 1999) condujo a unas répidas tablas: 13 Dxd4 @xd4 14 Qxg6 Qxc3 15 Wxe3 fg!, etc. A juzgar por los andlisis de Speelman, no tenia sentido que las blancas rehusasen las tablas, dado que en la variante 13 2g5 f5 14 ef Wxf6 15 Dge4!? de 16 Zxed, las negras tienen su- ficientes recursos para conservar el mate- rial extra. Por ejemplo: 16 ... We7! 17 @xc5 WxcS 18 Qxg6 hg 19 Mfdl (19 Hadi dS) 19 ... DES 20 Wxd7 Dxg3 21 hg Wei2+ 22 @h2 BES. 10 Dbd2 £5 11 ef Wxf6 12 2xg6 Wxg6 13 eft (el motivo de la partida Fedorov- Morozevich, pero con menos éxito) 13 ... Re7 14 Wh3 WIT 15 Hack 2f6 16 Biel a5 17 Qd6 Bd8 18 223 h6 19 Dfl dd 20 g3 e5 21 Wd3 24 22 Ned] e7,y las negras pudieron respirar tranquila- mente (Nijboer-Zelcic, Plovdiv 2003). b) 7» £62? (Ver diagrama 85.) Una idea de Igor Jenkin, que explota el hecho de que 8 &f4 no es bueno, en vista de 8 ... g519 &3 g4! (en la partida Korten- busch-Jenkin, Senden 2001, siguio 10 @fa2 fe 11 Wxg4 Qf6 12 We7 He8 13 Who e4 14 &e2 Hg6 15 @hS Zxh5 16 Wxhs Wes 17 Wxh7 Hh6 18 We7 e5 19 @xe4 de 20 es %c3 Qd6, y las blancas, ante la amenaza de perder la dama, se rindieron), y las ne- gras comienzan a minar el centro, aun sin haber completado el desarrollo. Si, en tilti- ma instancia, se confirma que no hay refu- taci6n de 7 ... £612, esta jugada desbancar4, por supuesto, a la antigua 7 ... Dge7. 8 We2 fe 9 DxeS DxeS 10 Wxe5. Los primeros frutos de la idea 7 ... £6 son visi- bles: la dama, no el alfil, se ha visto obliga- da a ocupar la casilla eS, y expulsar a la dama blanca de esta casilla no ser4 dificil. 10 .. Df6 11 4)d2. En la partida Shirov- Agdestein (Bergen 2001), las blancas se recompusieron justo a tiempo: 11 c4!? 0-0 12 @c3 y, al abstenerse del cldsico bloqueo sobre casillas negras, lograron un esbozo de ventaja: 12 ... @d7 13 od Wb6 14 2e3 Bxe3 15 fe Des 16 Wd Bxfl+ 17 Oxf Dxe3 18 Wxb6 ab 19 de!? 11 ...0-012 DB Qd6 13 We2 We7. ;Sdlo asi! 13 ... We8?! carece de una base concreta, después de 14 Bel Wh5 15 h3, con ventaja blanca, y es demasiado pronto para sacrificar el pen e:13 ...e5!7 14 DxeS We8 15 £4 (15 RFA? Ded!) 15 ... Ded 16 c3 (16 WE &xeS 17 fe 2xe5) 16 ... Wh4 17 g3 Wh3 18 We2, etc. No, primero es necesario desviar a la torre de fl. 14 Hel. Sélo cuando la variante se hace independiente prefieren las negras VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c6.2d4d53e5 53 tomar una ruta més tranquila: 14 ... &d7 15, Rg Hae8, pero después de 16 DeS las blancas obtienen posiciones ideales para sus piezas. Por ejemplo: 16 ... &c8 17 c3 h6 18 Qh4 Qd7 19 &g3 (Grischuk-Bauer, Cannes 2001). Toda tentativa por cambiar la posicién por medios técticos no reporta nada bue- no: 16 ... Ded (en lugar de 16 ... &c8) 17 &xe4 (aqui, en la partida Magem-Jenkin, Francia 2001, se acordaron tablas, pero en el andlisis posterior quedé claro que, des- de el punto de vista de las blancas, la deci- sién fue prematura) 17 ... de (0 bien 17... Bxe5 18 Qxh7+ Sxh7 19 Wxes Wxc2 20 e3 a6 21 Bd4 H£7 22 Bacl WES 23 M7 QbS 24 Hf? Wet7 25 Hel He7 26 We5) 18 Dxd7 Qxh2+ 19 Phi HES 20 Wet Ad6 21 Df6+ ef 22 Qxf6+ SEB 23 hd Wxc2 24 Hadi. Ya sea por los alfiles de distinto color o por la iniciativa, las blancas tienen muy buen juego. La evaluacién de la posicién ha cam- biado radicalmente desde la publicacién de los descubrimientos del gran maestro de San Petersburgo Denis Evseev: 14... eS! 15 DxeS HeB 16 £4. A 16 QE4 las negras no responderian 16 ... gd? (que es flojo, debido a la contracombina- cién 17 &xh7+! &xh7 18 Wd3+ des 19 @xe4 Bxel+ 20 Bxel &xf4 21 Df6+!), sino 16 ... @g4!, que les reporta ventaja en todas las variantes: 17 &xh7+ xh7 18 Wd3+ Hh8 19 Dxgd Bxf4 20 Dxf6 gf: 17 £3 DhS 18 g3 Qh3; 17 We3 He7! 18 223 Bae8. 16... Og4 17 Hel. Ahora, en la par- tida Yagupov-Evseev (San Petersburgo 2002), las negras recuperaron el peén con 17... AxeS 18 fe BxeS 19 WE3 Be6 20 Qf4 £8 21 We3 Mxf4 22 Mxfd Bhs 23 Hafl Qxf4 24 Wed Wf 25 Bxf4 Hes 26 Ha4 y defendieron el final inferior, aunque no sin dificultades. El modo més facil de igualar era 17 ... &xe5! 18 fe WxeS 19 Wxe5 Dxe5 20 QbS 27. Quizd en la variante 5 £3, el plan con enroque corto y un clésico juego de blo- queo en el centro se ha hecho viejo, por lo que las blancas deberian fijar su atencién en el plan con 6 243 y 7 We2, seguido de h2-h4-hS. En este caso, al menos, las negras tendrian que resolver problemas hasta aqui desconocidos, mientras que después de 7 0-0 consiguen una cémoda igualdad, dentro de las lineas conocidas. 4) 5 @f4. Una jugada notable, sobre todo porque Shirov se la planted a Kramnik en Wijk aan Zee 2001. § «. &xc5 6 2d3. Cuando el alfil ha legado a 5, pero las piezas menores blancas atin no estén desarrolladas, la idea 6 We4 pa- rece muy sospechosa, y lo més probable, en tal caso, es que el pedn de g7 pueda ig- norarse, por ejemplo con 6 ... De7! (pero no 6 ... Wb6? 7 Wxg7 Wxb2 8 Wxh8 Wxal 9 Wxg8+ 218, debido a la simple 10 26) 7 Wxg7 gS 8 Wxh7 W6, con excelente contrajuego. 6 ... @c6. Es posi- ble que la base de la preparacin de Shi- Tov se orientase hacia el gambito 6 ... Wb6 7 223 Wxb2 8 Dd2 De7 9 Def3, pero Kramnik no le dio la ocasién de 54___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 plantearlo, optando por operaciones acti- vas. 7 @)f3 £61? Una vez més, las negras, como en la va- riante 5 D3 Bxc5 6 Ld3 Acé 7 0-0 £6!?, proceden a romper en el centro, sin espe- rar a que todas sus piezas estén moviliza- das. ;Y de nuevo esa téctica tiene éxito! 8 ®Dba2 (no, obviamente, 8 We2 ni 8 0-0, a causa de 8 ... g5!7, avance que ya conoce- mos) 8 ... fe. También aqui merece conside- raciOn 8 ... g5, que conduce a inmensas complicaciones: 9 4xg5!? fg 10 Wh5+ d7 11 &xg5. Al enfrentarse a Shirov es més prudente evitar tales situaciones. 9 Sxe5 (9 Dxe5? Wi6) 9 .. DF6 10 We2 (10 0-0) 10 ... 0-0 11 0-0-0?! También ahora pa- rece més oportuno limitarse a la més res- tringida 11 0-0, pero las blancas parece que no pudieron asimilar el hecho de que bus- car una ventaja de apertura no equivale exactamente al éxito. 11 ... a5! 12 Qb3? Una nueva muestra de actividad. Era posi- ble ofrecer una tenaz resistencia con 12 a3. 12... Bd6 13 wb1 xe5 14 DxeS a4 15 ®cl (ain es peor 15 Hd2? a3 16 b3, ya que permite jugar al mate: 16 ... @xe5 17 ‘WxeS Dg4 18 WhS Wi6!) 15 ... a3 16 b3 WaS! 17 c4 de 18 Dxcd We7 19 Hhel?! 2a5 2 Wa2 Dcb4. La victoria sigue es- tando lejos, pero las posibilidades estén del lado de las negras. En la jugada 53 Kramnik materializ6 su ventaja. 5) 5 We4!? En comparacién con las ideas ya elaboradas, esto puede conside- rarse como lo més peligroso para las ne- gras. El lector conoce ya el andlisis de estas posiciones, no sélo con inclusién de las ju- gadas 4... @c6 5 &bS. Ahora la situaci6n es diferente, pero el tema basico es el mis- mo: al mantener el peén de g7 atacado, las blancas dificultan a su rival el desarrollo de su flanco de rey. En la 8." partida del match-revancha por el titulo mundial, Botvinnik no pudo resolver los problemas que se le planteaban: 5 ... 206 6 D3 We7 7 BdS 2d78 Rxch Wxc6 9 Re3 Dh6 10 &xh6 gh 11 Dbd2 Wxc5 12 c4 0-0-0 13 0-0 &b8 14 Bidi Wb6 15 Wh4 a5 16 acl Bg8 17 b3 a4 18 c5. Las blan- cas tienen la iniciativa, ademés de ventaja posicional (Tal-Botvinnik, Mosc 1961). Botvinnik tuvo mas éxito dos partidas antes, en el mismo match: 5... )d7!? 6 D3 De77 Bes h6 8 Qxe7 Wxe7 9 Dc3 WxcS 10 0-0-0 a6 11 &b1 Db6 12 Dd4 Qd7 13 b4.0-0-0 14 Hh3 db8 15 f4 Bc816h5 Hes 17 Db3 We7 18 &d3 De4,con un juego de doble filo. Pero casi 40 afios después, se confirmé el tltimo retoque al juego negro: 6 ... We7 (en lugar de 6 .. De7) 7 2f4 @xc5 8 Dc3 a6 9 0-0-0 De7 10 bl 2d7 11 2d3 Hc8 12 Dhei bs 13 Dd4 b4 14 Qe? De6 15 g3 Dxd3 16 cd hS 17 Wes h4 18 £4 (Grischuk-La Rota, Nueva ‘York 2000). Con 18 ... &e7 19 We4 0-0, las negras obtuvieron una posicién muy pro- metedora. La respuesta 5 ... @d7 parece muy ade- cuada contra 5 Wg4. No obstante, en los ltimos afios, es sobre todo la verificacién practica de 5 ... bS lo que se ha buscado. El juego ulterior puede dividirse en tres va- Tiantes: a) Con 6 &b5+ las blancas tratan (por inversién de jugadas) de entrar en la no desfavorable variante 1 e4 c6 2 d4 d5 3 eS 4 de Dc 5 QbS e6 6 Wes, antes analiza- da, pero las negras, por supuesto, a volver aver la misma pelicula. 6 . Qd7!7 Qxd7+ ®xd7 (la captura mas habitual, si bien; en opinién del GM Rustem Dautov, no es peor 7... Wxd7, por ejemplo: 8 We2 2xcS 9 BEB Deb 100-0 Dge7 11 Dbd2 DES, con iguadad) 8 We2 2xc59 DB 29 9 ... e7. Una jugada normal, pero la idea més sorprendente de las negras en esta VARIANTE DEL AVANCE: fe4c62d4d530e5 55 posicin serfa entrar en un final favora- ble, sin preocuparse porque su estructura de peones quede dafiada: 9 ... Wa5+! 10 3 Wa6! 11 Wxa6 ba 12 Dbd2 De7 13 @Db3 26, o bien 10 Dbd2 He8 11 0-0 Wa6! 12 Wdl De7 13 Db3 2d6. 10 0-0 We7 11 c3 a6 12 Hel He8 13 2e5 Des 14 Dba? 0-0, Pragmatismo de nuevo. La torre puede operar también en la colum- na h, pero entonces las negras tendrfan que renunciar al derecho a enrocar: 14 ... Re7!? 15 Bxe7 bxe7 16 We3 WE 17 We5+ SFB 18 Db3 WA8 19 We3 h4! 15 Db3 La7 16 Re3 Sxe3 17 Wxe3 Was 18 Dbd4 We7 19 g3 hd. La posicisn ya es- taba cerca de la igualdad, pero ahora es perceptible que ambos contrincantes de- sean estrecharse la mano y firmar unas tablas (Kindermann-Dautov, Bad Hom- burg 1997). b) Las blancas pueden presionar con un ataque sobre el pen de g7:6 Wg3. La- mentablemente para sus intereses, siem- pre hay medios de expulsar a la molesta dama: 6 .. hd 7 Wed (es inocuo 7 Wid Rxc5 8 2d3 WDE, y puesto que no es po- sible 9 13, no esta claro, desde el punto de vista de las blancas, si el peén h esta mejor situado en h4 6 en hS) 7. D6 8 Qxh6 Hxh6 9 Df3. También se ha ensa- yado 9 2d3 2c6 10 @E3, pero tras la sor- prendente 10 ... £5!7 11 ef Wxf6 12 2c3 Qxc5 13 0-0-0 @d7 14 Bb5 0-0-0, todas las piezas negras estan donde deben es- tar: 15 Bhel 2g6 16 Wxh4 Bxg2 17 &xc6 be 18 Wh3 Exf2, con superioridad decisiva (Carton-Renet, Francia 2001). 9 a» DAT 10 QS Hg6 11 Wh3 a6 12 243 Bho. (Ver diagrama 90.) La posicién no es tan aguda como ex- trafia, No obstante, no creemos que las ne- 56___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 ot gras deban experimentar serias dificulta- des, pues tienen la pareja de alfiles, mien- tras que su rey, aunque retrasado en el centro, por el momento no est4 amenaza- do. Por otro lado, en la partida Jalifman- Kachiani (Bad Wiessee 1997) siguié 13 0-0 @xc5 14 Dbd2 LAT 15 Db3 Axd3 16 ed. Ahora, con 16 ... &e7 17 Hacl Wbé6, las negras igualan el juego. c) 6 Wf4!? Esta jugada parece insipi- da, y lo curioso es precisamente que ahora se hace interesante la lucha. 6 .. &xe5 7 2d3 Wh6 8 c3!? (impidiendo el jaque en b4, con cambio de damas) 8 ... 247. Aqui podrian comenzar las aventuras: 8 ... g5!? 9 Wxg5 &xf2+ 10 di. La posicién pa- rece peligrosa para ambos bandos, aun- que el andlisis demuestra que son las negras quienes corren mayores riesgos. He aqui una variante de muestra: 10 ... Dh6 11 WE6 Mye8 12 Sxh6 Qxgi 13 gS Dc 14 dc2 Wd8 15 Wxd8+ Dxd8 16 Bxgi Bxg5 17 Qd2! @d7 (17 ... Hxe5? 18 £3, y la torre cae) 18 Df3 Hg4 19 g3. El final es favorable a las blancas. 9 b4 2e7 10 Be3 g5 11 We3 h4 12 Wh3 We7 13 £4 Dc6 14 DES gf 15 Axf4 £5 16 0-0 Dh6 17 bs Bc5+ 18 Hh1 De7 19 Wxh4 0-0-0 20 Qxh6 DgS 21 Qf4 Bxh4 22 Axh4 De7. No hace falta buscar informacién al res- pecto para identificar el nombre del juga- dor con blancas. Basta con observar su “caligrafia”, su forma de jugar. Se trata, por supuesto, de Shirov (en su partida contra Vallejo, Ayamonte 2002). Las blancas tie- nen compensacién més que suficiente por Ja dama, aunque las cosas no estn claras. 6) 5 @e3. La continuacién més habi- tual. Teniendo en cuenta que los pluses de su posici6n son claramente insuficientes para aspirar a una seria ventaja, las blan- cas se aferran al peén extra con todas sus fuerzas, La respuesta negra es evidente: 5 . a7, apartandose directamente de toda Ja idea de la variante 4 ... e6. Sin temer el avance e5-e6, ejecutan un doble ataque al pe6n blanco y se disponen a restablecer comodamente la igualdad material. Pero después de 6 2bS!?, estd claro que no se- 14 fcil restablecer el equilibrio material. He aqui cémo puede seguir la lucha: 6 .. We7 (0 bien 6 ... He7 7 Hf3 We7 8 0-0 @g6 9 b4 a5 10 c3 Qe7 11 Vd4 0-0, Kur- nosov-Kornev, Kazdn 2001, y aqui parece muy fuerte 12 Hel!?) 7 b4!? (Ver diagrama 92.) La cufta de peones b4+c5 es extrema- damente peligrosa para las negras. El peén VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4c62d4d53e5 57 BOnwWS Wx, mecca, de e5 obstaculiza el desarrollo de las pie- zas contrarias, mientras que romper la cu- fia del ala de dama es muy complicado. Si 7 ... a5, sigue 8 c3, y aunque recuperen el peén, las negras perderén un tiempo pre- cioso, sin resolver los problemas de su de- sarrollo. 7 .. Wxe5 8 c3 We7 9 Df3 26 10 Qa4 Df6 11 Waa! Una jugada progra- mada. Las blancas impiden el avance libe- ador ...e6-e5 y, de paso, planean restringir atin més la posicién enemiga con 2e3-F4. 11 ... Ded 12 Dbd2 bS 13 ch Wxc3 14 0-0 Wedd 15 Qxdd Dxd2 16 Axd2 Has 17 Qb3 &xb4 18 a3. A la retirada del alfil sigue 19 aS, y si 18 ... e5, es posible 19 &xe5!, con evidente ventaja (Belikov- Bets, Alushta 2001). En consecuencia, no es sorprendente que las negras hayan buscado una alterna- tiva a 5 ... Qd7, y encontrado la inespera- da... Dh6!? (Ver diagrama 93.) Las negras no tienen especial interés en dirigir el caballo contra eS y concentran sus fuerzas en la lucha contra el peén de 5, para lo cual evan su caballo a f5. Si las blancas no encuentran una réplica adecua- da, pronto caeran en un desagradable po- sicién. Por ejemplo: 6 £47! Ad7 7 b5 Wa5S+ 803.269 @xd7+ @xd7 10 De2 DES 11 QE AxcS 120-0 cB 13 Wa3 0-0 14 gd BDe7 15 Dd4 Dg6 16 Ace2 Qxd4 17 Rxd4 2b5 18 Wdl Wad (Nimtz-Jenkin, Bad Wiessee 2000). La practica se ha centrado, sobre todo, en dos continuaciones: 6 @f3 y 6 3. a) 6 @f3. Una jugada eléstica. Las blan- cas posponen para més tarde la cuestin de si deben avanzar el peén e una 0 dos ca- sillas, segiin lo que hagan las negras. La textual solo tiene un defecto, a saber, jque posiblemente 6 c3 sea, sencillamente, me- jor! Las negras deberian decidirse por una muta para sus caballos. Hay tres caminos: 6 ». D15,6 ... De6 y 6... Dd7. 6 = DES 7 Qg5 Was+ (la partida Pra- sad-Prakash, Mumbai 2000, se desarrollé de forma muy aburrida para las negras: 7 ~- We7 8 243 h6 9 Qd2 Qxc5 10 0-0 Ac6 11 Bc3 g6 12 DbS Wd8 13 g4 Hh4 14 @xh4 Wxh4, y la torre desaparecerd del tablero, 15 @c7+ de7 16 Dxa8) 8 c3 Wxc5 9 2d3 h6, y todo parece indicar que sera una larga partida de maniobras, con una ligera ventaja blanca. 6 .. De6 7 c3! DLS 8 Qd4! Las blancas crean el fundamento de toda la variante, orientada hacia la defensa del peén de c5. 58__ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 Mucho més flojo es 8 2147! Qxc5 9 43 @Db4 10 @xh4 (un espantoso e incompren- sible error se cometié en la partida Lutz- Dautov, Bad Homburg 1997: 10 @bd2?? @xg2+, y las blancas tuvieron que rendir- se en el acto; pero incluso después de la aparentemente mejor 10 0-0, las negras, en opinién del GM Dautoy, desplegarian un violento ataque, con 10 ... Qxf3+ 11 Wx g5!? 12 @g3 hS 13 h3 g4! 14 hg We5, etc.) 10... Wxhd 11 223 Wh6!? 12 2d? 0-0 130-025 14 @B 2d7 15 Hel dh8. Aqui,en Ja partida Glek-Dautov (Porto San Gior- gio 1997) se acordaron unas tablas, quiz desde una posicién de fuerza de las negras. 8 ... &d7!? (Glek indica que la precipitada 8 ... Dfxd4?! 9 cd b6 rebota, por 10 b4!). Hemos examinado antes esta posicién, con este orden de jugadas: 6 c3 O57 244 2478 DB Dcé. 6 .. Q47!? Obviamente, lo més fuerte. Las negras renuevan la amenaza sobre el peén de c5. Es muy importante que ahora 7b4! no da resultado, debido a7 ...a5 8 3. ab 9 cb b6, En la partida Cabrera-Jenkin (Cali 2000), las blancas, ante tal desorden, quisieron forzar tablas de inmediato: 10 RDS de 11 0-0 cb 12 Bd4 26 13 Dxe6!? fe 14 &xa6 Bxa6 15 &xh6 (esperando 15 ~- gh 16 Wh5+ de7 17 Wh4+). Es posible que, objetivamente, ese fuese el desenlace correcto, pero su situacién concreta oblig6 a Jenkin a jugar a ganar: 15 ... Dxe5 16 We2 De4 17 @d2. Aqui, en lugar de pro- seguir como en la partida, tomando en h6, las negras pueden conservar mejores posi- bilidades con 17 ... Hc6!? 18 Dxed de 19 WhS+ g6 20 WeS 198. Las blancas tampoco tienen una vida fécil con 7 &d3 Dea! (no debe sorprender que omitan una jugada asi, pues estamos habituados a que el caballo sélo vaya a £5) 8 Badd xc. Pero puesto que las blancas ya se han retrasado en la construcci6n alfil en d4 + peones en c3, 5 y e5, no les queda otra cosa que el avance c2-c4. Sdlo tienen que decidir si lo harén de inmediato o tras un cambio en h6. TA Bomvacme : al) 7 ¢4 @£5. Una posicién muy com- plicada e incierta. La teoria oscila a un la- do y a otro en tres continuaciones: 8 Qp5!? Be7 9 Lxe7 Dxe7 10 Dc3 (10 b4 a5 11 Wad 0-0 12 Dc3 de 13 Bxc4 Dc) 10... Dxe5 11 ed (11 b4 Dd7 12 od ed 13 Dxd5 Dxe5!) 11. Dxd5 12 DxdS Wexd5 13 Wxd5 ed 14 el b6 15 Dd4, con un final algo mejor para las blancas. 8b4 xe3 9 fe a5 10 Wad Re7 11 cd ed 2 Bc3 0-0 13 Re2 (Acs-Seger, Pardubice 2002), y aqui las negras no vieron el senci- Uo golpe 13 ... @xe5! 14 Dxe5 #£6, con ventaja. Bcd Dxe3 9 fe &xc5 10 de fe,y de nue- vo hay eleccién para las blancas: 11 &c4 0-0 120-0 (obviamente, el peén de 6 es como el trocito de queso de la trampa para ratones: 12 Qxe6+ db8 13 Qxd7 &xd7 14 Dc3 Bxe3 15 Wd3 W6!) 12... Db6! 13 Qb3 DAS 14 QxdS Bxe3+ 15 @h1 ed 16 Wb3 Wb6 17 Wxb6 (Kin- dermann-Dautov, Alemania 1999). Aqui, Rustem Dautov, confiando en su propio criterio, no eligié 17 ... ab,sino 17 ... &xb6!, que condujo a ventaja tras 18 @c3 2e6 19 Ags Wxfl+ 20 xfl Be 21 Axe6 Bxe6 22 Dxd5 Qd4! 11 Dbd2 0-0 12 Wh3 Wh 13 Oct Qxe3 14 Qxe6+ Hh8 15 Wxb6 ab 16 2h3 He8 17 Ded (0 bien 17 xd7 Qxd7 18 Dc4 cS) 17 .. Dxe5 18 DfeS Bxh3 19 gh @f4 (Charbonneau-Asrian, Bled 2002). El tablero, como el lugar en que se ha pro- ducido una dura batalla, es virtualmente una tierra baldia y pronto se acordaron ta- blas. En Ja hora actual hay una cosa cierta: la variante 7 c4 Of5 es terreno pantanoso para las blancas, y aunque conserven su pedn extra, pueden quedar atadas mds f4- cilmente que su adversario. En cuanto a las negras, el punto de referencia estd cla- ro: el rey contrario, mientras que el juego blanco es muy brumoso. a2) 7 &xh6 gh 8 04. | ys Giese, Asi pues, las blancas se han protegido contra un salto hostil del caballo enemi- g0. Cierto que el camino de la liberacién para el alfil de {8 sobre la gran diagonal Ofrece a las negras nuevas posibilidades de contrajuego. 8... de9 Sxe4 (9 Dbd2!? Dautov) 9... @xe5, En esta variante, si las VARIANTE DEL AVANCE: 1e4c62d4d53e5 59 negras buscan, antes que nada, una sélida igualdad, deberian imitar el juego de Jen- kin en su partida contra Rabiega (Alema- nia 2000):9 ... @g7!? 10 We2 We7 11 @bS 0-0 12 &xd7 2 xd7 13 0-0 Wxc5 14 Hc3 c6 15 Ded Wh4 16 Biel Qxe4, y ta- blas. Pero si aqui las negras tienen espiritu aventurero, entonces, por supuesto, debe- rian ensayar 9 ... @xc5. Cierto que han de. bilitado la casilla {6, pero tampoco hay caballo que pueda ser amenazado por el pen de €5... Lo cierto es que la idea es in- teresante! 10 We2 a6!? Las negras barajaron va- rias ideas en una misma partida, Marko- vic-Svetushkin (Herceg Novi 2001): 10 ... &g7!7 11 0-0 0-0 12 Dc3 We7 13 Ded bs. Las blancas han conseguido una abruma- dora ventaja,y no puede decirse que como consecuencia de una sola jugada contraria: 14 QxbS Dxed 15 Wxed 2b7 16 Bc6 Qxc6 17 Wxc6 Wb4 18 b3 Bfc8 19 Wa6 1c3 20 Bact, etc. Pero aqui, la partida Su- tovsky-Dautov (Essen 2000) demostré ser un ejemplo no menos interesante: 11 b4?! (110-01? bS 12 Hdl We7 13 @d3 Qxd3 14 Bxd3 @b7 15 Dc3 7 16 Det Bxet 17 Wxe4 0-0 18 21d6, con ventaja; aqui y més adelante, utilizaremos las notas de Dau- tov) 11... Dd7 12 a3 (12 0-017 @xb4 13 @®bd2) 12 ... a5 (las negras subestiman el peligro que tiene no ocuparse del propio rey; era més prudente 12 ... 2g7!? 13 0-0 bS 14 Bd3 2b7 15 Red Bxed 16 Wxed 0-017 @c3 Bc8, con igualdad) 13 c3! ab (13 ... &g7! 140-0 ab 15 ab Rxal 16 Bxal We7) 14 Des Dxa3 15 Hdl 2e7 16 0-0 0-0 17 2b5 We7. (Ver diagrama 96.) La posici6n es tan complicada que has- ta grandes maestros tan fuertes como Su- 60___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 omwmans : tovsky 0 Dautov no encontraron la mejor continuacién. El resultado final depende no de quien cometa el mayor error, sino de quien cometa el ultimo. Asf, en esta posici6n, a Sutovsky se le escap6 la combinaci6n 18 @xd7 &xd7 19 @i6+ &x16 20 ef wh 21 Des He8 22 H1d7! (aunque 22 ... WaS dejaria a las ne- gras con algunas posibilidades defensivas) En esta posicin, las blancas jugaron 18 Bel? y después de 18... Wb8 19 Dg3 De5 (19 ... h8!) 20 Hfel? (20 Wed!?) 20 .. a8 (20 ... deh8!) 21 Wed, y Dautov des- perdicié aqui, de una vez por todas, la po- sibilidad de sofocar la actividad de las piezas blancas, con 21 ... £d7, y como con- secuencia, el tiltimo error lo cometieron las negras... b) 6 c3!? La continuacién mas fuerte. Las blancas, sin més, quieren consolidar a su alfil en la casilla d4, y si se cambia por el caballo, retomar con el peén de c3. Las negras, asumiendo el hecho de que el pen de c5 no serd recuperado, deben buscar el contrajuego siguiente: cambiar el alfil de d4, minar el pe6n de 5 con ...b7-b6, y luego distribuir sus pie- zas de forma tal que unas ataquen el pedn de d4 y otras el peén de b2. 6 DS 7 gad 7 @A7!? Esta, por decirlo con fran- queza, no es la més natural de las juga- das y, sin embargo, se ha convertido hoy en la respuesta basica. ;Por qué es as{? Esté claro que 7 ... 4c6?! es flojo, debi- do a 8 &b5!, que nos devuelve a las variantes antes analizadas. Tampoco pueden sentirse satisfechas las negras con 7... We7?! 8 Bd3 Rxc5 9 BxcS Wxc5 10 @xf5 ef 11 Df3 cb 12 0-0 0-0 13 @bd2 (andlisis de Boleslavsky). Més dificil es comprender por qué las negras descartan una inmediata ruptura en el flanco de dama, con 7 ... @xd4 8 cd b6. Existe el interesante jaque 9 @b5+!? En la partida Nisipeanu-Kachiani (Bad Wiessee 1997), las negras no lograron un contrajuego visible por el peén sacrifica- do: 9... 2d7 10 &xd7+ Wxd7 11 cb ab 12 De2! Bb4+ 13 Dbc3 Deb 14 0-0 0-0 15 Wd3 £6 16 f4, etc. No obstante, la réplica més efectiva es 9 b4!? a5 10 Rb5+ Md7 11 Wa4. Después de 11... @xb5 12 Wxb5+ W47, las blan- cas, en la partida Arajamia-Kachiani (Groninga 1997) no se arriesgaron a en- trar en complicaciones, y se decidieron por 13 Wxd7+ dxd7 14 Be? ab, incluso a costa de obtener un juego ligeramente in- ferior. VARIANTE DELAVANCE: 1 e4c62d4d53e5 61 Pero aqui, en el encuentro Peng Xiaomin-Jenkin (Ginebra 1997), las blancas si corrieron riesgos: 13 Wxb6!? Dc6 14 dS Axd4 15 c6 WaT 16 Wxa7 Bxa7 17 a4 Qc2+, pero... jno hasta el fin! Siguid 18 &d2?! Oxal 19 bc3 g5 20 DEB g4 21 Dd4 &c5, y los rivales acorda- ron tablas. Sin embargo, el anélisis demostré que el final, aunque tras 18 de2!? @xal 19 b6 &cS 20 ba &xa7 parece virtualmente igualado, es, en realidad, mucho mejor pa- ra las blancas. He aqui un ejemplo aproxi- mado: 21 a3 Qb3 22 Of ge7 23 Abi cS 24 Dd4 Qb8 25 f4 HB 26 Dabs @xa4 27 Bal Db6 28 Bxa5 £6 29 Has fe 30 fe De4 31 Ha8, con una posicién gana- dora. Por el proceso de eliminacién, hemos descartado todas las jugadas sélidas, al margen de 7 ... £d7!? De esta forma, las hegras se preparan para desarrollar su ca- ballo por c6. 8 DB Dcé 9 a3! A su vez, las blancas juegan muy bien, demostrando que, al amenazar 10 b4, provocan a las negras el debilitamiento 9 ... a5. De ningtin modo es bueno 9 2d3?!, pues entonces las negras realizarfan su idea con claridad meridiana: 9 ... ®fxd4 10 cd b6!, y las blancas se ve- rian obligadas a situarse a la defensiva: 11 0-0 be 12 de S&xc5 13 Dbd2 Ab6 14 a3 0-0 15 Bel £6 (Apicella-Fontaine, Francia 1998). Un juego més complicado se produce con 9 Wa2 f6!, y las blancas deberdn hacer un buen esfuerzo por recuperar el control de ta partida: 10 243?! Afxd4 11 cd fe 12 DxeS Dxe5 13 de Qxc5 140-0 Whd!, y las ne- gras asumen la iniciativa (Brizgalin-Pri- zant, Neftekamsk 2000). 10 b4 aS! 11 ef gf 12 bS Dexd4 13 cd e5!, y las blancas, en la partida Nijboer- Glek (Groninga 1997),se vieron obligadas a permitir el ulterior avance del pedn e, puesto que era insatisfactorio 14 de Sxc5 15 Dc3 (15 Wxd5 Wb6) 15 ...d4 16 Bd5 fe 17 We2 @e6 18 WxcS HB! 19 De7! Wxc7 20 Wxc7 Exc? 21 Dxe5 HS. La iniciati- va, como antes, est4 en manos de las ne- gras. 10 ef gf 11 Be3!? (11 QS We7 120-0 €5 13 Hel 0-0-0 14 ba Wg7 15 @e3 dd! 16 cd e4,y las blancas tienen pieza de menos, Smimov-Prizant, Neftekamsk 2000) 11 ... He8 12 a3 a6 13 Dc2 Dxe3 14 Wxe3 We7 15 b4 e5 16 0-0-0 Hg6 17 dbl Bh6 18 We2 2e6 19 Dh4 Hg5 20 g3. Las blan- cas finalmente estabilizaron la situacién (lordachescu-Prakash, Calcuta 2000), pero las negras disponfan de una mejora: 12 ... Dxe3!? (en lugar de 12... a6) 13 Wxe3 b6! 14 cb &xa3 15 ba ab, de nuevo con ventaja. 9 ..a5 10 £2. Por el debate preceden- te,ha quedado claro por qué las blancas 10 pueden jugar 10 @.43? Por supuesto, debi- do a 10... fxd4 11 ed b6! Pero qué deben jugar ahora las ne- gras? 62___LADEFENSACARO-KANN. Volumen 1 2O Geet & OsF2O2e Examinaremos cuatro continuaciones, por este orden: 10 ... Dfxd4 11 cd b6, 10... 26,10... fy 10... a4. bl) 10 ... Dfxd4 11 ed b6. En la presen- te situaci6n, la idea de la ruptura no da re- sultado. 12 cb Wxb6 13 De3! Wxb2 14 DS LB 15 0-0, y las negras tienen todos los nimeros para que su dama no pueda Tegresar a casa. 2) 10... g6 11.0-0 £297. Una continua- cién experimental: las negras se quedan, sencillamente, con un peén menos y s6lo pueden poner sus esperanzas en la poco arménica disposicién de las piezas blancas. En la partida Herrera-Zviagintsev (Lina- res 2001) siguié: 12 a4! 0-0 13 2b5. No es menos l6gico el traslado del caballo a b5, aunque en opinién del GM Zviagintsev, en tal caso las negras tendrian mayores posi- bilidades de hacer tablas: 13 a3 b6 14 cb @fxd4 15 cd Wxb6 16 DS Da7! 13 .. Dfxd4 14 ed b6 15 cb Wxb6 16 Dba (16 @®c3!? Wfd8 17 a3 parece més enérgico) 16 ... 8?! Una jugada natural, si bien, y como sefialé Vadim Zviagintsev, en reali- dad es una pérdida de tiempo. Las negras debfan haber jugado 16 ... &e8! 17 Db3 Da7 18 &xe8 Wixe8. 17 Bel Bar? (de nuevo es preferible 17 ... @e8! 18 Db3 a7) 18 Db3 De7 19 &xd7 Bxd7 20 DeS 2.a7 21 b3. El errdtico juego de las negras ha permitido a las blancas coordinar per- fectamente sus piezas y prepararse para materializar su pe6n de ventaja. 3) 10... f6!? A diferencia de la varian- te precedente, ésta es una interesante idea concreta. Su defecto podria ser el hecho de que abrir el centro no resuelve la inmovili- dad del alfil y con ello, de todo el flanco de rey negro. En consecuencia, las negras de- berfan prepararse para el hecho de que abrir el juego puede ser un bumerén, 11 0-0 Dfikd4 12 cd fe 13 QDS! ed 14 &xc6 be 15 Wxd4 WI6 16 We3 Wh6 17 We3 WG 18 We2 2e7 19 Zc3 0-0 (era deseable, por supuesto, 19...e5 20 fel e4, pero zcémo evaluar la posiciGn tras el sacrificio de pie- za 21 Dxe4! de 22 Wxed 215 23 Wes!?) 20 Hael 2821 DeS Hb8 22 Dad, el jue- go de las negras es digno de alabanza, pe- ro a pesar de todo atin no han conseguido la plena igualdad (Kotronias-Fontein, Cappelle-la-Grande 2002). 4) 10 ... ad!? Lo més l6gico. Al inter- ceptar los peones blancos en el flanco de ama, las negras crean una debilidad en b2 a su oponente. Sélo les queda preparar la ruptura ...b7-b6, con lo que posiblemente tengan un futuro libre de preocupaciones. 110-0 e7 12 243. Una forma tipica de jugar esta variante es 12 bd2 b6! 13 b4 ab 14 @xb3 0-0 15 Wd3 Ba5 16 ZxaS Bxa5 17 cb, tablas (Nunn-Speelman, Bir- mingham 2001). 12 ... Dfxd4 13 ed b6 14 Ded be 15 de. (Ver diagrama 100.) Una posicién critica. En la partida Kovchan-Belikov (Alus- hta 2001), las negras actuaron de forma clasica: 15... Wa5 16 Hcl 0-017 &c2 Dds, pero después de 18 h4! comenzaron a sen- tirse incémodas jy el crénicamente débil ON We Ay s weer pedn de cS sigue vivo! No puede tomarse nicon el alfil (a causa de la amenaza sobre 7) ni con la dama (pues en tal caso que- daria atacado el pen de a4). Esta y alguna otra consideracién in- fluyeron en la eleccién del gran maestro Spelman, ya que entreg6 de inmediato su peén de ad: 15 wu. Rxe5!? 16 Dxad Qa7 17 2c20-0 18 b4 £6!? El contrajuego de las negras es agradable a la vista. Las blancas considera- ron correcto simplificar la posicién, y des- pués de 19 Wad3 g6 20 ef Wxi6 21 eS &xc5 22 be HaS, las posibilidades de am- 100 VARIANTE DEL AVANCE: 104 c62d4d53e5 63 bos bandos estén completamente iguala. das (Kotronias-Speelman, Catalan Bay 2003). Pese a llevar mas de una década de jue- go practico en la alta competicién, la va- riante 1 e4 06 2 d4 dS 3 e5 c5!? sigue siendo extraordinariamente joven. De cuando en cuando las ramificaciones se entrelazan unas con otras, se refinan los érdenes de jugadas, que a veces resultan muy sutiles, mientras que otras desembocan en un ti- nel forzoso, posibilidades todas ellas que, hace diez afios, nadie habia contemplado. El creciente interés en 3 ... c5!? quizd no esté directamente relacionado con la fuerza intrinseca de la jugada, sino que probablemente refleja la situacién de la variante 3 ... @£5. Asi, cuando las blancas descubrieron nuevas ideas demoledoras contra 3... @f5, las negras subitamente volvieron su atenci6n sobre 3 ...c5 y, cuan- do, por otra parte, la variante 3 ... @f5 te- nia el beneplacito de la teorfa, y las negras se sentian cémodas en ella, entonces el in- terés en 3 ... c5 se desvanecia, aunque ob- jetivamente no hubiese motivos fundados para ello, Indice al capitulo 2 Pag. Pag. 1e4 06 2.4 d53.e5 32 06 49 D5c4 50 3... Dab 32 2)5 @c3 50 3508 50 3...c5 34 5... RxcS 6 Ld3 D6K70-0 50 L403 34 a) 7... Dge7 51 1.448 35 b) 7... £6 52 4... D6 35 4)5 Bf4 53 ASc4 36 5)5 Wed 54 B.5 Qb5 31 5..b5 55 15... Rp4 37 a) 6 BbS+ 55 2)5..0d 39 b) 6 We3 55 TIL. 4 de 40 ©) 6 Wis 56 A.4.. Deb 40 6)5 Re3 56 1548 4 5... Dh6 37 2)5 ofa 42 2) 6 D3 37 3) 5 QbS 43 6... Bd7 58 5.6 44 al) 704 58 a) 6 b4 44 a2) 7 &xh6 gh 8 c4 59 b) 6 Wed 44 b) 6.3 60 bl) 6... Wa5+ 45 6... D157 &d4 2d78 DB 2) 6...hS 45 Db 60 b3) 6 .. De7 45 903.510 Ber 61 bd) 6. @d7 45 bl) 10... Dixd4 11 cd b6 62 ©) 6 Be3 46 b2) 10... g6 62 b3) 10... £6 62 b4) 10... a4 62 65 Capitulo 3 Variante del Avance: 1 e4 c6 2 d4 d5 3 e5 2£5 Jugadas varias, menos 4 4\c3 y 4 D3 1e4.c62d4d53e5 2f5 APLAR FLA PY Bagwe is), Estas jugadas caracterizan al Uamado Sistema Cerrado. Nuestro estudio dei ma- terial se divide en tres partes. El capitulo 3 se ocupa de analizar las jugadas (I) 4 @d3, (Il) 4 Be2, (IM) 4 Hd2, (IV) 4 #e3,(V) 4.03, (VI) 4.04, (VII) 4 g4,y (VII) 4 b4. En el capitulo 4 estudiaremos las variantes agudas asociadas con 4 @c3. Por ultimo, en el capitulo 5 nos ocuparemos de anali- zar4 OB. 4243 Histéricamente, la jugada 4 @43 fue la primera en ensayarse en la practica. Sin embargo, las investigaciones de Nimzovich permitieron descubrir un plan de juego fiable para las negras, relacionado con el traslado de la dama a a6 (...Wd8-a5-a6 6 ..Wd8-b6-a6) con futuro control de las ca- sillas blancas. Se ha demostrado que las blancas no pueden contrarrestar este plan y que, en la mayor parte de los casos, inclu- so son las negras quienes se apoderan de la iniciativa, Muchos recordaran las victorias de Nimzovich, Capablanca y Tartakower, y, de modo especial, la partida Nimzovich- Capablanca (Nueva York 1927), que hasta el presente ha servido de modelo posicio- nal para las negras. Actualmente, sin em- bargo, la jugada 4 243 no est de moda. Qxd3 5 Wxd3 6. Las blancas dis- ponen aqui de eleccién, aunque no muy prometedora. A 6 £42! es muy dudoso, en vista de 6 a WaS+ 7 3 Was! (si 7 242, seguiria lo mis- mo) 8 Wal (la transicién al final seria fa- vorable a las negras) 8 ... 59 De2 Deb 66___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 4 10 Re3 cd 11 cd Dge7 120-0 AS 13 22 hS 14 Dbe3 Qe7, con excelente posicion (Wachweger-Schmitzer, Bergen 1997). B 6 D3 WaS+ (lo més fundado, pero también es plenamente factible 6 ... c5!7, ya que tras 7 de 4712, las blancas no lo- grarén mantener su pedn extra: 8 b4 a5 9 c3 ab 10 cb b6) 7.¢3 Wa6! 8 Wxa6 Dxa6 9 Se3 De7 10 Dbd2 DES 11 0-0 hs! 12 Ses eT 13 b4 £6! 14 24 bET 1S Hel Dds! (el caballo se traslada para la defensa del pe6n de e6) 16 He2 Od7 17 Hael Df 18 h3 aS (apoderandose de la columna a) 19 a3 ab 20 ab 2.23. Las negras tienen una indudable ventaja en este final (Sanyar- Podgaets, Bali 2000). 202 Esta jugada (como 6 e2) permite a Jas blancas evitar un cambio de damas:6 ... Wb6 7 Dpe2 Wa6 8 Wh3! Por consiguien- te,el contrajuego negro, como en los ejem- plos precedentes, se basa en buena medida en la ruptura ...c6-c5. Lo mas sencillo es 6 ... ¢5!? 7 de @c6 8 Dee? (obien 8 DB @xc5 90-026 10 2f4 \ee7 11 Had! 0-0 12 a3 Bc8, con plenay cémoda igualdad, Degraeve-Izeta, Cappe- le-la-Grande 1998) 8... &xc5 90-0 DxeS 10 WbS+ 2d7 11 Wxb7 Wc8 12 WbS @gfé 13 a3 0-0 14 Wd3 2d6. {Si se pu- diese lograr siempre una posici6n asf en la apertura! (Basman-Podgaets, Dresde 1969). Sin embargo, si las negras se encuen- tran de humor para un juego ms compli- cado, tienen derecho a dejar para més adelante la ruptura ...c6-c5, pero en tal ca- so deben andarse con cuidado, pues de no ser asi las blancas pueden adquirir una ventaja considerable. Asi, en la partida clésica Nimzovich- Capablanca (Nueva York 1927) se jug6 6 wn WO6 7 Dge2 c5 8 de Lxc5 9 0-0 (a los grandes maestros actuales dificilmente se les hubiera escapado la ocasién de “bus- carle las vueltas” a la posicién, con 9 We3!? De7 10 Wxg7 Qxf2+ 11 bl Me8 12 Wxh7, aunque las complicaciones po- drian resultar favorable a las negras: 12 ... Rd4 13 Dxd4 Wxd4 14 Wh5 DE5 15 We2 Hh8 16 WE 2d7) 9 ... De7 10 Dad Web 11 Dxc5 WxcS 12 Qe3 We7 13 £4 DE. wR Det aa Jen @ Mam @ama 6 @s8 @ manag Todo el mundo sabe lo que sucedié: Nimzovich eligié la pasiva 14 c3 y fue su- VARIANTE OEL AVANCE: 164 c62d4d53e5 215 67 perado en brillante estilo por Capablanca. Por otra parte (y como sefialé en su mo- mento Alekhine), jla posicién es favorable a las blancas! Sélo que se requiere jugar més activamente: 14 Bacl Dc6 15 &£2 hS 16 c4! de 17 Wxc4 0-0 18 Bfd1, y quién sa- be cémo terminarfa la lucha... El tratamiento de Vassili Ivanchuk va- le la pena de tenerse en cuenta: 6 ... e7 7 @ge2 Dd7 80-0 a6!? 9 Ddi 5 103 He8 11 De3 b5 12 Bd2 g6 13 h3 WH6 14 b3 Bc6 15 Hacl cd 16 cd WS! 17 Wxbs ab. También aqui las negras efectuaron el avance ...c6-c5 y cambiaron damas. He- Uers-Ivanchuk, Biel 1989. Sin embargo, curiosamente el orden de jugadas més frecuente de nuestro tiempo es el que sigue: 6 .. Wb6 7 Dge2 De7 8 0-0 Dd7 9 adt? Es muy interesante también la posibilidad 9 b4!2, descubierta por el btingaro Peter ‘Acs. Cierto que esta jugada no ha ganado popularidad: 9... h5 10 Hbl DFS 11 2g5 eT 12 Bxe7 dxe7 13 bS Hhe8 14 Adi ch 15 De3 26 16 DxiS+ gf 17 Hxbs Wa6, y las negras no estén peor (Acs-Sargissian, Atenas 2001). Pero antes nadie habia tra- tado de suprimir radicalmente la ruptura -nC6-€5.9 a. €5!? 10 a5 (es més flojo 10 de Dxc5 11 Wh3 Deb 12 Hel Dd7 13 We3 6 14 a5 Wa6 15 @g5 27, Kapnisis-Iz0- ria, Atenas 2001) 10... Wa6 11 Wh3 2c6 W2 Re3 cd 13 Dxd4 Dxdd 14 Qxdd Web 15 We3 g6 16 We3 a6 17 Da4 Se7. (Ver diagrama 104.) La posicién negra es muy s6lida, pero no més que eso (Berg-Sargissian, Atenas 2001). La conclusién es clara: cuanto més sencilla sea la linea que elijan las negras contra 6 4c3, jtanto mejor para sus inte- reses! 6 2e2!? Una pequefia astucia: las blan- cas preparan el enroque y cierran a tiempo la diagonal a6-fl a la dama negra. Tal vez las negras, en general, debieran abstenerse de la maniobra ...Wd8-a5-a6, Muy acepta- ble, por ejemplo, es 6 ...c5!? 7 c3 @c6 8 0-0 hS9 Dd2 Dh6 10 13 DES 11 Dg3 Dh4 12 @xh4 Weh4 13 £4 26 14 Wo We7 (Raud- sepp-Podgaets, Riga 1968). 6. WaS+ 7 @Dbe3! Wa6 8 Wh3! La superioridad de la posicién blanca no debe sobrestimarse. Pronto su ventaja tendr un cardcter psico- légico: previenen el plan enemigo (...Wd8- a5-a6) y lo hacen inocuo. Las negras deberfan simplemente reorganizar sus fuerzas, pues su posici6n no es muy mala. 8 «= 247. En la partida Holmsten-Dreev (Ubeda 1999), las negras enseguida despa- charon al molesto guardian de las piezas y peones blancos con 8 ... @e7 9 @e3 d7 10 £4 g6 11 g47! hS! 12 Dg3 c5 13 £5 cd 14 Rxd4 Bh6 15 fg fg 16 fg 0-0-01, etc. 9 0-0 5% Jugando con fuego. En presencia de damas y con un desarrollo incompleto, abrir la posicin puede resultar peligroso. A veces puede dar resultado y a veces, no. (Ver diagrama 105.) 10 Re3!? He7 11 de Dc6 12 a3! (ya 68___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 & B ous |. nos hemos encontrado con este método y volveremos a encontrarnos con él ocasio- nalmente; las blancas refuerzan el peén de c5, prefiriendo entregar el de e5) 12... DexeS 13 b4 Wed 14 £4 Dc6 15 Hadl @f6 16 £5 e5 17 Qg5 d4 18 Qxf6! de 19 2xg7! &xg7 20 £6 &xf6 (més tenaz, aun- que insuficiente para salvarse es 20 ... Qh6 21 Wd7+ Sf8 22 Wxb7 Hes 23 Hfel @e3+ 24 whl Dd4 25 Axd4 ed 26 c6, y una vez que el peén llegue a la séptima fila, el golpe Ixd4! ser4 decisivo) 21 &xf6, ganando (Sax-Arlandi, Baden 1999), 10 ad!? (con idea de asegurar un pues- to avanzado en bS para el caballo, si se presenta la ocasi6n) 10... We6 11 2e3 a6 12 de Qxc5 13 Wg3 De7 (las negras sacri- fican un peon, para tratar de obtener con- trajuego sobre las columnas abiertas g y h) 14 QxcS WxeS 15 Wxg7? Bg8 16 Wxh7 Dxe5 17 WhS D7g6 18 2g3 0-0-0 19 Wes ‘Eh8 20 Hael. Parece que las cosas se han asentado (Kotronias-S. B. Hansen, Gaus- dal 1990). Después de 20 ... 47, las ne- gras tienen evidente compensacién por el peon sacrificado, Queremos concluir nuestro debate de la linea 6 2e2 WaS+ 7 2bc3, con la parti- da van der Werf-Jalifman (Wijk aan Zee 1995), en la que las negras, considerando que la jugada 7 ... Wa6 sdlo servia para em- pujar a la dama blanca a una mejor casilla (en h3), descartaron este plan: 7 ... Qe7 8 0-0 Dd7!? 9 a4! c5 10 Sa? 108 10 ... WAB!? 11 pS a6 12 £4 g6 13 Dg3 We7 14 £5 cd 15 fe fe 16 Wxd4 WeS!, y la recompensa de Jalifman fue un mejor final. Una cosa es clara: si es posible conse- guir algin tipo de ventaja perdiendo dos tiempos (...Wd8-a5-d8), entonces es mejor no jugar directamente 6 ... 5!? VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c62d4d5305 215 69 No es una continuacisn tan inofensiva como pudiera parecer a primera vista, no en vano la han jugado con éxito campeo- nes mundiales como Tal y Spassky, y el as- pirante al titulo Bronstein. Incluso hoy dia sigue viéndose 4 @e2 en partidas de fuer- tes grandes maestros. 4 ... e6. Ahora el jue- go se bifurca, en funcién de cémo decidan las blancas perseguir al alfil enemigo: 5 f4 (con la amenaza 6 g4 2e47 3 26 8 h4) o bien S Dg3 96 6 hd. A 5 f4. Durante mucho tiempo, las ne- gras respondian automaticamente a esta jugada con 5 ... ¢5 y, tras superar algtin in- conveniente derivado de la persecucién a su alfil, normalmente lograban una buena posicion. 6 g4!? Es posible, por supuesto, abstenerse de esta aventura, con 6 de &xc5, pero entonces la maniobra Dgl-e2- fa carece de sentido. 6... 2e4 7 £3 Wh4+ 8 he2 296 9 3 Dc6 10 2e3 Was 11 HR @Dge7 12 QbS (12 Qd3 Wh6!?) 12... Wh6 13 Wb3 c4, La posicién se va definiendo lentamente a favor de las negras (Kobese- Karpov, Cap-d’Agde 1998). Pero en los iiltimos tiempos, ha salido a la luz otra idea, cuya vitalidad ha quedado patente: 5 ... De7!? 6 g4 (6 h4 h6) 6... Red 7 £3 296 8 h4 b5 9 c4 de 10 Ac3 hg 11 fg h7 12 Qxc4 DA7 13 Qe3 Dd6 14 2b3 Ded5 15 Wi3 Wa7, y todo esta en orden para las negras (Chepukaitis-Deviatkin, San Petersburgo 2003). 5 ~h6!? Esto no es, desde luego, tan ac- tivo como S ... 5, pero es una jugada soli- day fiable.6 243 De7!? 7 0-0 Dd78 Dad Qxd3 9 Wxd3 DES 10 3 Qxa3 11 ba hs! Asegurando un punto fuerte en £5 para el caballo. Es menos atractivo 11 ... We7 12 ELb1 bS 13 WES 6 14 Dd3 Db6 15 Ac5 a6 16 a4 £8 17 Wal dg8 18 Rel dh7 19 g3 Bhb8 20 Wa3, y de todos modos las ne- gras deben debilitar su flanco de rey, con 20 ... hS (Rabiega-Bareey, Francfort 2000). 12 Ebl (Morozevich-Lék6, Francfort 1999). 108 Enesta posici6n, y como sefialé acerta- damente el GM Lukacs, merece conside- racién 12 ... bS!? 13 a4 a6 14 Ba6 Db6 15 ab cb, con buen juego de las negras. Parece que a 5 @f4 hay, como minimo, tres respuestas jugables: 5... 05,5... De7!? y5 6, B 5 Dg3. La respuesta basica es 5. 286. En raras ocasiones se ha jugado la idea del GM hiingaro Barcza, 5 ... @e7, pero no es muy fiable: 6 Qd3 Qxd3 7 Wxd3 WaS+! (la ma- niobra ....Wd8-a5-a6 de nuevo da resultado sin impedimento alguno) 8 c3 Wa6! 9 Wra6 @xa6 10 @e3 DES 11 Dxf5 ef, con un final, como minimo, igualado (Simagin- Gufeld, Mosci 1961). 6h4h6 7 c3 Od7 8 Re} Gh79 BAB Qxd3 10 cd hS! 11 Ace2. Asi es como se jugé en una de las partidas del match Tal- Botvinnik, por el Campeonato Mundial (Moscii 1961). En esta posicién, en lugar 70 ___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 de la logica 11 ... g6,el gran maestro Pach- man sugiri6 11 ... g6!?, como una forma més activa de proseguir la lucha. Pero vol- viendo a 5...226... 6h4, La continuacion principal. No se logra ventaja con 6 c4 Qe7 7 Dc3 de 8 Rxct DESI DxéS &xf5 10 0-0, debido a 10... &g6! Las negras mueven a tiempo su alfil, evitando el ataque de peén en el flanco de rey. Si las blancas tratan de eje- cutar este plan con 11 £4, las negras logran frenar el avance de los peo- nes blancos: 11... h5! 12 @e3 Qd7 13 WE Db6 14 @b3 Wa7 15 Hadi 265 16 h3 hé! (Gergens-Kreizkamp, Alemania 1994). E] juego ulterior se desarrolla con- forme a la confianza que las negras ten- gan en sus propias fuerzas. Podrian salvar el alfil de g6 con la fiable (pero un tanto pasiva) 6 ... h6. Pero también po- drian intentar el contrajuego inmediato con 6 ... h5!? 1) 6... h6. El defecto de esta jugada ra- dica en el hecho de que permite fijar los peones negros en el flanco de rey. Como consecuencia, esto podria conducir a un fi- nal dificil para las negras. 7h5 @h78 243 Sxd3 9 ed!? Esta captura se produjo, por primera vez, en la partida van den Bosch-Opo- censky (Praga 1931). El plan de las blancas queda claro si su rival mina el centro con ..06-c5. Entonces, con el cambio de peo- nes, las blancas de nuevo consolidan su bastion central de peones, con d3-d4, 9 Wxd3 no se considera peligroso, si bien, y como demuestran los andlisis, in- cluso en este caso deben jugar las negras con precisién, pues de otro modo se arries- gan a quedar en una posicién inferior. Es posible recomendar la siguiente variante: 9 = 05! 10 ¢3 (10 de @d7) 10 ... Wb6 11 0-0 cb 12 Hdl (si 12 de, deberfan conceder prioridad a la intermedia 12 ... Wc7! 13 f4 Qxc5+, con igualdad, segin andlisis de Pachman) 12 ... 0-0-0!? (no es tan fécil igualar el juego tras 12... Hc8 13 Da3 ed 14 cd 2xa3 15 Wxa3!, y todo porque 15... @xd4 conduce a un final inferior tras 16 23 De2 17 Qxd6 Dxa3 18 Lxa7!? Dos 19 @d4 De7 20 Macl od7 21 b3) 13 shi? (més fuerte, por supuesto, es 13 b3 HbE 14 Le3 HB, con posibilidades reci- procas) 13 ... Dge7 14 b3 g6 15 Ra3 DES, y las negras han resuelto todos sus proble- mas (Sobolevsky-Vladimirov, Barnaul 1988). 9... Wb6!? La respuesta més fundada, VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c6 2.405305 215 71 después de la cual las blancas deberan sa- crificar un pen para desplegar la iniciati- va. De otro modo, y como ha demostrado la préctica, las negras quedarian con un juego satisfactorio. Alterativas: 9... DeT 10 Dc3 Hab 11 0-0 Wa7 12 @ce2 @£5 (Matulovic-Pachman, Sarajevo 1961). Por otro lado, a fin de luchar por la ventaja, Pachman sugirié que las blancas volviesen su atencién sobre la curiosa ju- gada 13 Db1!?, con esta variante de mues- tra: 13 ...c5 14 de Qxc5 15 dd Qb6 16 4 De7 17 Dhg3 0-0-0 18 £4 £6. Al evitar cam- bios, ambos bandos se preparan nerviosa- mente para una lucha cuerpo a cuerpo. 9... DAT 10 De3 c5!? 11 de @xes 12 44 D6 13 b4 Di6 (13 ... Dxb4?! es precipita- da, en vista de 14 Rb1 Wa5 15 @d2 Qd3+ 16 £1 Wa6 17 QbS, con una gran venta- ja de las blancas) 14 b5 Da5 150-0 @e7 16 Wa3 0-0 17 Bd1 a6 18 ba Bxa6 19 Zbl Wd7 20 @c3 Zed, En la lucha que sigue, las posibilidades de las negras tal vez sean un poco mejores (Matanovic-Donner, Bled 1961) Bogws Ox, 10 2e31? Este interesante, aunque du- doso sactificio de peda, lo jugé por prime- ra vez Zeshkovsky, en una partida con uno de los autores del libro. Es inferior 10 Wes, debido a la fuerte réplica 10 ... WbS! 110-0 Wxd3 12 2e3 Dd7 13 Bc3 Be? 14 Hadi Wh7 15 f4 g6!, con gran ventaja (Loanzon-Adianto, Manila 1995). 10 Wxb2! La respuesta més coherente. Sin embargo, es perfectamente posible esperar un poco, antes de capturar el pedn de b2: 10 ... Da7!? 11 0-0 De7 12 D3 Wxb2 13 Hel ‘Wa3 14 Wg4 Wa6 15 bl b6 16 Bb3 228 17 Hcl (Zeshkovsky-Podgaets, Lvov 1973). Después de la légica 17 ... g6!?, no estd claro cémo deben continuar las blan- cas el ataque. 11 Qd2 We3!? 12 Zb1 Wexd3 13 2 xb7 Wa6 14 Bb3 Od7 15 Wed Bb8 16 E xb8+ Dxb8 17 De2 De7 18 0-0 Dd7 19 Dg3 5. xe i. Las negras han salido airosas de la pri- mera oleada de complicaciones. Si consi- guen superar la segunda con la misma seguridad, entonces quedarén con un salu- dable pedn de ventaja (Kotan-Stajcic, To- polchanki 1994). 2) 6... hS!? Objetivamente, la jugada més fuerte (en relaci6n con 6 ... h6). En ninguna de las variantes principales han podido las blancas justificar su pretension a.una ventaja ni siquiera minima. a) 7 Be2 5 8 c3, Otras jugadas blancas no plantean el menor peligro. Por otra par- 72___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 te,a menudo son las negras quienes logran hacerse con la iniciativa: 8 Qxh5?! QxhS 9 DxhS g6 10 eS Be7 11 Qxe7 Wxe7 12 Dg3 Bxh4 (Brzoszka-Veresov, Polanica Zdroj 1958). 8 Dxh5?! BxhS 9 Qxh5 g6 10 213 Exh4 11 Bxh4 Wxh4 12 c4 Qe6 13 od Wh1+ 14 de2 Dxd4+ (Hecht-Hort, Kecs- kemet 1964). 8 dc?! Axc5 9 Dd2 Wh6!? (también es aceptable 9... Dc6 10 Db3 Qb6 11 &xhS Dxe5 12 Lxgs Dxgs 13 Ags Wd6 14 We2 We5 15 WxeS Dxe5, Bronstein-Bot- vinnik, URSS 1966) 10 0-0 @c6 11 £3 Dh6 12 xh6 Wxh6 13 Qd3 0-0-0 14 xg6 Hxg6 15 DxhS Wh4! (Malada- Eperjesi, Budapest 2000). 8 2g57! Be7 9 Rxe7 Dxe7 103 Wb6 11 QxhS? Wxb2 12 Qxg6 Dxg6 13 hS Weal 14 Wb3 De7 15 0-0 cd 16 Wxb7 de (Kovaley-Adams, Tilburg 1992) 8... De6 9 Be3, Idea del gran maestro checo Filip. En respuesta a 9 @xh5, las ne- gras pueden elegir entre 9 .. cd y 9... Bxh5!2:9... cd 10 cd Qxb1!? 11 Bxbl g6 12 D4 Hxh4 130-0 Age7 14 94 Vh6 15 Be3 Wb6 16 Dg? &xe3! 17 fe (es muy peligro- so aceptar el sacrificio de calidad: 17 xh4 Axd4 18 DB Qxe5 19 AxeS Dxe5, etc.) 17... Bh7 18 b4 0-0-0 19 We2 gb8 20 WeS Dc8 (Ricardi-Bologan, Buenos Aires 2000); 9 ... &xhS!? 10 RxhS g6 11 V3 Bxhd 12 Bxhd Weh4 13 g4 0-0-0 14 14 Qh6 15 We? £6 16 ef x4 17 Ws Dxf6 18 de eS (Espig-Vadasz, Tmava 1979). En ambos casos, el juego negro es claramente preferible. 9... Wb6! 10 de. Todo guarda relacion con el hecho de que en el futuro las blan- cas no podrén conservar el centro: 10 Wd2?? cd 11 cd xb1 12 Hxb1 £b4. Pe- To después de 10 Wb3 c4! 11 Wxb6 ab, las negras consiguen, con ventaja, desembara- zarse de los peones doblados: 12 4d2 b5 13 {4 Dh6 14 Sf2 b4 (Mieles Palau-More- no, Quito 1999). 10 ... Wxb2 11 0-0 0-0-0 12 Wb3 Wxb3 13 ab a6. Js ‘Aqui se acordaron tablas en la partida Spassky-Djindjihashvili, Tiburg 1978 aun- que las negras no arriesgarfan mucho si deciden seguir jugando a ganar. b) 7 243!? Como en la variante 6 ... hS!?, ésta es Ja respuesta més frecuente de las blancas, aunque sin particular éxi- 10. 7 an &xd3 8 cd (a 8 Wxd3 sigue la es- tandar 8 ... WaS+ 9 c3 Wa6) 8... WD6. Vale la pena prestar alguna atencién a 8 .~. g6!? En esta variante, el gran maestro huingaro Barcza merece las palabras més elogiosas. He aqui cémo superé, en una lucha posicional, a un oponente menos diestro: 9 2d2 @b4! No es una decisin obvia. Se diria que una vez que las negras han debilitado las casillas de su color, es desfavorable para su causa cambiar el al- fil. Sin embargo, tienen muy en cuenta que las blancas quedarén atadas a la de- fensa de su peén de d4, 10 a3 &xd2+ 11 Bxd2 W612 23 a5 13 b3 Qd7 14 Hel Dh6 15 Hh3 DES! 16 Ae2. Por supuesto, cambiar es desfavorable para las blancas. Después de 16 @xf5 gf, las negras trasla- VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c6 2.4 d53e5 215 73 dan el caballo a e6 y obtienen una posi- cidn estratégicamente ganada. 16 ... &f8 17 fl bg? 18 kgl Wd 19 g3 b6, y las negras tienen mejores perspectivas (Siko- ra-Barcza, Decin 1977). 9 De2 De7 10 Da2 DES 1 DEB 5 12 de Hxc5 13 dd e714 Vg5. 6 En esta posicién, las negras, en la parti- da Spassky-Adams (Cannes 1989), prefi- rieron no modificar la estructura de peones y dieron jaque en b4. Por otro lado, con 14 ... (61? 15 ef gf 16 @d2 De6 17 3 $2.46, no tendrian ms que una simple y s6- lida igualdad. m 4002 Esta continuacién fue introducida en la prdctica por el maestro moscovita Vasil- chuk, en una partida contra Shatkes (Mos- ii 1961). (Ver diagrama 115.) Las blancas trasladaron el caballo a b3 para impedir ...c6-c5. Todo esto esté muy bien, pero ;qué hace el caballo en b3, si las negras renuncian a esa ruptura? Practica- mente, nada. Por consiguiente, las negras deberfan mostrar flexibilidad en la varian- te 4 Qd2, y las dificultades pasaran de largo. 4 = e6. Al més alto nivel, se ha ensaya- do 4... h6 5 Qb3 e6, y luego: 63 Qd77 Be3 He7 8 (4 b59 DES hd 10 @e2 gs 110-0 DfS 12 2M Se7 13 Dbd2 c5 14 h3 MhS 15 2d} &g6, con igualdad (Anand-Karpov, Bastia 2002). 6 DB Qd77 Le2 Se7 80-0 &h7 9 c3 HB 10 Bd? Dg6 11 Be3 Be7 12 Del 5 13 4 0-0 14 DB c4 15 Del bs 16 Wa2 a5 17 Bd1 £5 18 e2 b4 19 b3 Hb8 20 g4 (Kasparov-Vallejo, Linares 2003). Es im- posible predecir qué ataque progresard més rapidamente, si el blanco en el ala de rey o el negro en el de dama. 5 Db3 DAT 6 DEB. En ocasiones las blancas han tomado excesivas medidas contra ...c6-c5, con 6 2e3, sin particular éxito. Las negras ejecutarén el avance .c6-c5 de una u otra forma, mientras que las piezas blancas no pueden conse- guir una armoniosa coordinacién entre ellas: 6 ...a6 7 £4 Hc8 8 DEB c5 9 de Dxc5 10 3 Bad 11 Wa2 Be7 12 Re2 Db6 13 Das We7 14 0-0 gd 15 Dd4 Bxe2 16 Wxe2 Ded 17 Dxcd Wxcd 18 WH Wa3 (Short-, Dreev, Hyderabad 2002), 0 bien 6... D6 7 DB Ded 8 Hbl Sbs+ 9 74___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 Dbd2 De7 10 Wd3 0-0 11 0-0 Dxe3 12 fe €5 13 Qxf5 Dxf5 14 We2 cd 15 ed Be7 (Short-Macieja, Bled 2002). Hasta un juga- dor tan fuerte como el gran maestro Short no pudo lograr ventaja con 6 £e3,en com- paracién con 6 £3. Después de 6 @f3, las negras podrian elegir, segiin su gusto, entre las siguientes continuaciones, de un valor més 0 menos equivalente: 116 6. De7 7 Be2. Ahora es prematuro 7 2, por 8 @xc5 Axc5 9 de Zeb, Des- pués de 10 £3 S24 110-0 @xi3 12 2xf3 @xe5 13 &d4 Dc6, las blancas disponen del fuerte recurso 14 c4! (Fries Nielsen- Rasmussen, Dinamarca 2001). Se abre el centro y el alfil de casillas blancas comien- za a ejercer una desagradable presién so- bre el flanco de dama enemigo. Merece, en cambio, considerarse una nueva idea en este tipo de posicién, conce- bida por el gran maestro eslovaco Stohl: 7 ~ {6!? Las negras comienzan la lucha no contra el pedn de d4, como normaimente sucede, sino contra el peén de e5. En la partida Groszpeter-Stohl (Austria 2000), Jas blancas no lograron refutar este origi- nal plan: 8 ef gf9 £4 @g6 10 263 Be7 11 Bh4 @xh4 12 Gxhd We7 13 293 246 14 2d3 &xd3 15 Wxd3 0-0-0 16 0-0-0, y tablas, Por tltimo, también es digna de tener en cuenta la recomendacién de Dautov, 7 w» Dg6!? 8 0-0 h5 que, hasta donde sabe- mos, atin no ha sido planteada en la préc- tica magistral. Las negras introdujeron un esquema muy interesante en la partida que sigue: 6 we RET? 7 Re? hS!? 8 b3 Dh6 9 Qe3 hd 10 Wd2 2g6 11 0-0 AFS 12 24 hs. juz Con cierta connivencia por parte del oponente, todas las piezas menores negras han logrado buenas posiciones y estan lis- tas para tomar parte activa en la lucha (Medved-A. Vajda, Budapest 2001). 6 ...a6. De esta forma, las negras, al im- pedir un jaque en bS, preparan el avance liberador ...c6-c5. 7 2e2 5 8 de De7 90-0 Deb 10 Dbad (Zviagintsev-Sargissian, ‘Ubeda 2000) y aqui, en opinién del GM P. Lukécs, e! modo més preciso de igualar era 10... ed. 6 ... 2 96. La continuacién menos apre- miante y menos popular. Con esta retirada se evacua la casilla £5 para el caballo, reser- vandose para el alfil el cambio en el mo- mento oportuno. 7 £2e2 Dh6. Entretanto, Jos maestros que han jugado esta posicién VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c6 2 d4 d53 e5 25 fe) con negras no han llegado a una opinion undnime en cuanto a qué ruta debe seguir el caballo para llegar a £5. Asi, 7... De7 también tiene sus derechos civicos. 8 0-0 2e79 Del DES 10 DA3 0-0 11 c3 We 12 Qf4 Back 13 g4 Dh4 14 2 g3 Qxd3 15 Qxd3 5 16 de Dxe5 17 DxeS Hxc5. 3 Las posibilidades de las negras no pa- recen peores que las de las blancas. Los oponentes, en cualquier caso, decidieron no tentar a la suerte y firmaron unas tablas (Zhigalko-Galkin, Rethymnon 2003). Iv 4 Re3!? Esto es andlogo a 4 Dd? (en cuanto a que el alfil de e3 pretende impedir el mi- nado del centro con ...c6-c5), pero mucho més modemno. (Ver diagrama 119.) Por haber sido adoptada por los mejo- tes grandes maestros del mundo (Kaspa- tov, Anand, Svidler, Shirov, Gelfand y otros), la jugada 4 @€3!? se ha convertido, hasta cierto punto, en el centro de la mo- da. Sin embargo, por ahora es demasiado pronto para hablar de su verdadero valor, pues en la mayorfa de las partidas las ne- us gras han conseguido resolver sus proble- mas de apertura. Estudiaremos las dos posibilidades principales, 4 ... Wb6 y 4 ...€6. A 4... Wb6?! Francamente hablando, esta jugada parece dudosa. 5 Wel Dh6. No hay que decir que las negras asumen que, tras esta jugada, el caballo podria quedar fuera de juego, pero ,qué puede sugerirse en su lugar? La tentativa de regresar a los cana- les del juego “normal”, con 5 ... e6, se refu- ta con 6 c4! La mala posicién de la dama negra permite a las blancas ganar espacio, primero en el flanco de dama, y luego in- crementar la expansin sobre todo el ta- blero. Sélo hay algunos ejemplos sobre este tema: 6... @xb1 7 Hxbl &b4+ 8 bdl!? (mas enérgico que 8 &d2 Qxd2+ 9 Wxd2 de 10 Sxc4 c5 11 d5 ed 12 WxdS Wh4+ 13 be2 Dh6, como se jugé en la partida Gelfand- Dreev, Moscti 2002) 8 ... de 9 Q£3 Qd7 10 a3 @e7 11 Rxcd We7 12 he2 Dd 13 Bd3 dS 14 Qd2 hS 15 b4 Dh6 16 Bel Bc8 17 bf (Kasparov-Jobava, Rethym- non 2003), 0 bien 6... De7 7.5 We7 (si 7... WaS+ 8 2d2 We7 9 @c3 Od7, es muy fuerte 10 Be2! 76___LADEFENSACARO-KANN. Volumen 1 6 11 b4 g5 12 pd! 2g6 13 h4, con gran ventaja, Kasparov-Shirov, Moscti 2002) 8 Dc3 Dd7 9 Re? £6 10 f4 Bed 11 ef Dxf6 12 DB D5 130-0 Ded 14 Rd? y las pie- zas negras pronto seran expulsadas (Shi- rov-Genovy, Plovdiv 2003). La ventaja espacial de las blancas tras 5 ..€6 6 c4! no ofrece dudas. Pero tampoco con el caballo en h6 pueden las negras es- perar una vida facil. 6 £3. La incomprensible indecision que las blancas mostraron, en la partida Smirin-Bareev (Moscii 2002), les cost6 la iniciativa: 6 h3 e6 7 @f3 O96 8 c3?! (una jugada indolente, cuando las blancas dis- ponfan de la alternativa 8 g4!?, restringien- do al caballo de h6) 8 ... Af5 9 Qf4 c5 10 84 Be7 11 de Wxc5 12 Dbd2 hi, etc. 6... 6 7 bd2. También aqui se sugiere por si sola 7 c4!? En la partida Anand-Jenkin (Stuttgart 2002), el juego prosiguid asi: 7... de 8 Abd2 2d3 9 Bxd3 cd 10 @xh6 gh 11 0-0 4d7 12 Hdl Wa6 13 He4 Hes 14 Bel 0-0-0.15 @xd3. Esta posicién no es dificil de evaluar: las blancas tienen una acusada ventaja. 7 ... ¢5 8 Db3 Da7 9 de @xc5 10 Dfdd ga 11 QbS+ Ha8 12 0-0 Dxe3 13 Wxe3 2g6 14 Hfdl dc7 15 c4! x7 7 @ 120 La iniciativa de las blancas amenaza con resultar insoportable (Svidler- Shirov, Plovdiv 2003). B 4 = e6. Al no haber experimentado emociones positivas con 4 ... Wb6?!, las ne- gras regresan a la rutina habitual. 5 Qd2. Otras posibilidades son: 1) 5 .. Wb6?! También aquf suscita dudas Ja temprana salida de la dama. Antes o después, las blancas juegan c2- c4 y, como mfnimo, sus posibilidades en el flanco de dama serén preferibles. 6 @b3 Oa7. En la partida Sax-Kacheis- hvili (Rethymnon 2003), las negras Heva- ron el juego por senderos escarpados, pero sin iniciativa: 6 ... a5 7 a4 Qd7 8 De2 h5 9 Dl4 h4 10 Re2 Vb4+ 11 c3 Re7 120-0 Dh6 13 Dd3 Lg6. Pero gtal vez esto slo fue accidental? 7 @f3. La alternativa es 7 Be? a5 8.4 De7 9 DG 226, y ahora: 10 @b4!? DxeS 11 de Wh4+ 12 2dr Wxh4 13 0-0 (Shabalov-Izoria, Las Vegas 2003), y aqui la intriga continus con 13 ... Weal? 100-0 AES 11 c4 Dxe3 12 fe Be7 13 ed ed 14 cl (Gelfand-Kacheishvili, Rethym- non 2003). En esta posicién, la continua- cin més légica parece 14 ... 0-0 15 Qd3 ed 16 D2 £51? 7 = h6 (una defensa contra Oh4) 8 Re2 De7 90-0. (Ver diagrama 121.) 9 ... g5!? Una decision crucial, que de- bilita el flanco de rey, pero a las negras no les resulta facil desarrollar sus piezas. Si 9 .. We7 (a fin de preparar c2-c4), sigue la molesta Oh4 y f2-£4, mientras que si 9 ... ‘2h7 (con idea de desarrollar sus piezas con 10... £5, 11 ... 2e7, etc.), entonces las blancas restringen a su oponente en el VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 06 2045305 215 77 21 flanco de dama, con 10 a4 y 11 a5. 10 ca! &g6. En la partida Zviagintsev-Sargis- sian (Mosci 2002), las negras resolvieron sus problemas defensivos de otra forma: 10... a5 11 a4 &g6 (en caso de 11 ... de, es desagradable 12 @fd2!, y si 12 ... cb?, en- tonces 13 Qcé4!) 12 h3 (més légico es 12 5!2 Wd8 13 @d2 b6 14 cb Wxb6 15 &c3 &g7 16 Del 0-0 17 Hd3, con ventaja) 12 . We7 13 cd Dxd5 14 Bd3 Be7 15 Whi (tampoco es facil recuperar la iniciativa perdida con 15 &xp6 fg 16 We2 wi7 17 Bfd2 Sg7 18 Ac4 Hhf8 19 Vd2 b6 20 Hacl Hac8 21 We4 Ab8) 15 ... Bg8 16 @fd2. Aqui las negras dejaron escapar la oportunidad de complicar la posicion al limite: 16 ...h5!? 17 @c4 g4 18 hg hg. 11 Hel @g7 12 cd cd 13 2d3 0-0 14 Wad2 &xd3 15 Wxd3 Efc8 16 b3 a6 17 Wd2 DES 18 g4 Dxe3 19 fe Heb 20 Dad (0 bien 20 Hxc6 be 21 Hcl a5) 20... Axel 21 Exel £6. La posicién se ha simplifica- do inesperadamente, a favor de las blan- cas (Kurnosov-Juzman, Estambul 2003), pero seria ingenuo pensar que esta parti- da representar4, durante mucho tiempo, el modelo a seguir en la variante 5 .. wer! 2) 5. Qd7!? Actualmente, esto parece ser lo mas fuerte. 22 6 {4 hS. Una reacciGn estdndar (y no s6- Jo en la Caro-Kann) a la construccién d4- e5-f4. Las negras disponen un bloqueo sobre casillas claras. Pero siempre hay lu- gar para experimentos: 6... 57 Des Wo6 8 Weil Be7 9 Ler Deb 10 3 cd 1 Dxdd Dxd4 12 Bxd4 Qc 13 D3 Axdd 14 Dxd4 0-0 15 0-0 @c5 16 phi, tablas (Kasimdzhanov- ‘Anand, Hyderabad 2002). 6... Wb6 7 Db3 Dh6 8 DEB f6 9 h3 eT 10 We? fe 11 fe DET 12 Wd2 0-0-0 (Papa-Zontakh, Zurich 2003). Como pue- de verse, esto no es malo en absoluto, lo que significa que los problemas de las ne- gras no son tan grandes. 7 pf3. En la partida Nisipeanu-Jenkin (Andorra 2003), las blancas trataron de rom- perel bloqueo:7 Se? Wb6 8 Wel Dh6 9 Ages (9 Bxb5?! Bed!) 9... Be7 10 h3. Pero de es- tono resulta nada bueno: 10...n4 11 262 Wd8 12.0.0 &g6, y se acordaron unas tablas, pero en modo alguno desde una “posicién de fuer- za” de las blancas 7Dh68 e2 G79 Db3 HB 10 Wa2 Bed 11. 0-0-0 b6 12 bi <5 13 de be 14 Dg5 Dxg5 15 fg Ded 16 Abs 0-0. (Ver diagrama 123.) Asi es cOmo se desarrollé la partida Golubev-Grischuk (Alemania 2003). Es 78__LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 123 evidente que los problemas de apertura de las negras han quedado atras, y que estan pensando seriamente en aspirar a algo més importante. En el agudo juego subsiguien- te, Grischuk sobresalié y pudo hacerse con una merecida victoria: 17 &xd7 Wxd7 18 DxcS Wh5 19 Axed de 20 Qd4 Has 21 Wf4 e3! 22 Hdfl 2723 2xe3 Xxc2! La variante 4 &e3!? se encuentra ac- *tualmente en pafiales. Pero sus pioneros tienen ideas muy valiosas. Vv 4031? e6 5 2e3 Suprimiendo la actividad de las negras emprender operaciones activas en el flan- co de rey. Esta disposicién de piezas fue empleada por primera vez, a comienzos de los ochenta, por el gran maestro georgiano Bujuti Gurgenidze. El sistema contiene una buena dosis de veneno y no es facil pa- ra las negras encontrar un plan de juego acertado. La primera vez que se vio tal despliegue de piezas, hasta jugadores tan experimentados como Tigran Petrosian y Vladimir Bagirov fueron incapaces de romper el cerco ¢ igualar. Desde entonces, la variante ha gozado de popularidad y hoy en dia sigue jugdndose con frecuencia. Antes de investigar las respuestas bési- cas de las negras (como 5 ... Wb6 y 5 .. d7), conviene recordar la posibilidad de iniciar inmediatas complicaciones con 5 ~ f6!? En la partida que utilizamos como re- ferencia, los acontecimientos se desarro- laron de forma impetuosa: 6 f4 Wb6 7 Wh3 g5! 8 fg?! (la variante 8 Q£3 Dd7 9 @bd2 se examinaré bajo otro orden de jugadas: 5 ... Wb6 6 Wb3 2d7 7 @d2 f6 8 £4 959 Dgf3) 8... fe 9 Wxb6 ab 10 de cS! 2s Tras el cambio de alfiles de casillas ne- gras, emerge un poderoso esqueleto de peones en la posicién negra, que compen- ea en déficit material. 11 @xe5 be 12 Dd2 VARIANTE DEL AVANCE: 1 24 c62.d4d530e5.Q15 79 Qa7 13 Dgf3 h6! (jcomo en el Gambito Volga!) 14 2e2. Era mejor 14 gl, pero incluso en este caso, las negras no tendrian problemas: 14 ... hg 15 g4 @g6 16 h3 de7 17 @xgs Dxed, etc. 14 .. hg 15 Dxgs Dxe5 16 0-0 he7 17 Rael Db6 18 a3 Eag8 19 h4 Dhf7, con una gran ventaja (Socko-Sargissian, Mosc 2002). Volvamos a la continuacién basica. A 5». WH6!? 6 Wb3 4d7. Las jugadas al- ternativas son més flojas: 6... De7 7 Dd2 £96 8 4 Dd7 9 Def3 a5 10 Wxb6 2)xbé 11 a4 DES 12 BI2 bs 13 g3 Dd7 14 Be2 £6 15 0-0 fe 16 fe 2e7 17h. Ha surgido un final tfpico que debe- ria evaluarse como favorable a las blancas, que controlan un mayor espacio (Shirov- Anand, Montecarlo 2000). Tampoco 6 ... h5?! garantiza una fécil igualdad: 7 Qd2 Dh6 8 He2! hd (8... O96 9 Dh3!) 9 h3 Me7 10 Dgh3 Dd7 110-0 .g6 12 gS DLS 13 Bxe7 Dxe7 14 Was! (Shirov-Bareey, Sarajevo 2000). 1Oa 126 En esta posicién hay un mar de posibi- lidades para las negras. Sin embargo, la idea de una ruptura central, con ...£7-£6, pa- rece la mds acorde con el espiritu de la po- sicién. Sin embargo, no nos adelantemos y detengdmonos, por orden, en todas las ju- gadas posibles: 1) No podemos recomendar el esque- ma puesto a prueba por el GM Bareev: 7 ww DET? 8 £4 HeB 9 Dgf3 05 10 de DxeS 11 Wxb6 ab (Aseev-Bareev, Rusia 1998). Las blancas tienen una clara ventaja, que podrian consolidar con 12 Qh4!? 2c2 13 Bel @a4 14 Be2. 2) Es pasivo 7m 2968 {459 Def DhG 10 g3 Ve7 11 b3 0-0-0 12 Wxbs ab 13 a4 £5 14 Dg5, con una gran ventaja de las blancas (Yudasin-Ponomariov, Buda- pest 1999). 3) Perfectamente posible es 7... 1 c8!? 8 4 05.9 Wxb6 Dxb6!? 10 de Bxe5 LL RxcS Exe5 12 Def3. Un momento im- portante, en el que es peligroso ganar un pen: 12 Db3 Hc8 13 dd De7 14 DS 0-0 15 @xa7, ya que tras 15... $8.16 DbS Dg6 17 De2 Dad 18 b4 Vd} 19 Dbas @Bb2 20 g3 Ha3, las negras, obviamente, tienen compensacién por el mismo. 12 a6 13 Ddd De7. La posicidn estd igualada (Golod-Burmakin, Ubeda 2001). 4) Después de 7 ... ¢5, no es facil conse- guir un juego aceptable en el final que se produce tras 8 Wxb6 ab 9 QbS c4 10 De2!? (es més flojo 10 a4 De7 11 Def3 Bc6 12 b3 cb 13 Axbd3 Le7 14 0-0 0-0 15 @fd2 Héd8 16 Bick Bac8, con igual- dad, Magem-Asrian, Estambul 2000) 10 .. De7 11 0-0 Deb 12 b3! (Ver diagrama 127.) {Qué deben hacer ahora las negras? Si 12 ... @a3, entonces, después de 13 be 22, vale la pena considerar el sacrificio de calidad 14 cd!? ed 15 @f4!? @xal 16 Exal Se6 17 c4! De7 18 a4. Las blancas tienen una amenazadora iniciativa, que se 78___LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 23 evidente que los problemas de apertura de las negras han quedado atrds, y que estan pensando seriamente en aspirar a algo més importante. En el agudo juego subsiguien- te, Grischuk sobresalié y pudo hacerse con una merecida victoria: 17 &xd7 Wxd7 18 Dxc5 Wh 19 Axed de 20 Qd4 Hfas 21 Wi4 e3! 22 Mdfl Md7 23 Qxe3 Bxc2! La variante 4 @e3!? se encuentra ac- tualmente en pafiales. Pero sus pioneros * tienen ideas muy valiosas. a 4c3!? e6 5 Be3 Suprimiendo la actividad de las negras en el flanco de dama, las blancas quieren emprender operaciones activas en el flan- co de rey. Esta disposicién de piezas fue empleada por primera vez, a comienzos de los ochenta, por el gran maestro georgiano Bujuti Gurgenidze. El sistema contiene una buena dosis de veneno y no es fécil pa- ra las negras encontrar un plan de juego acertado, La primera vez que se vio tal despliegue de piezas, hasta jugadores tan experimentados como Tigran Petrosian y Vladimir Bagirov fueron incapaces de romper el cerco e igualar. Desde entonces, la variante ha gozado de popularidad y hoy en dfa sigue jugandose con frecuencia. ‘Antes de investigar las respuestas basi- cas de las negras (como 5 ... WD6 y 5... @d7), conviene recordar la posibilidad de iniciar inmediatas complicaciones con 5 f6!? En la partida que utilizamos como re- ferencia, los acontecimientos se desarro- Haron de forma impetuosa: 6 £4 Wh6 7 Wb3 g5! 8 fg?! (la variante 8 {3 Dd7 9 ®bd2 se examinaré bajo otro orden de jugadas:5 ... Wb6 6 Wb3 2d7 7 Dd? f6 8 £4 25.9 gf) 8... fe 9 Wxb6 ab 10 de 25! es Tras el cambio de alfiles de casillas ne- gras, emerge un poderoso esqueleto de peones en la posicién negra, que compen- sa su déficit material. 11 &xe5 be 12 Qd2 VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c62d4d53e5 215 79 Qd7 13 Dgf3 h6! (jcomo en el Gambito Volga!) 14 2e2. Era mejor 14 Bgl, pero incluso en este caso, las negras no tendrian problemas: 14 ... hg 15 g4 26 16 h3 e7 17 Qxgs Dxes, etc. 14 .. hg 15 Dxgs Dxe5 16 0-0 be7 17 Rael Db6 18 a3 Bag8 19 h4 Dhf7, con una gran ventaja (Socko-Sargissian, Moscti 2002). Volvamos a la continuacién bésica. A 5... Wb6!? 6 Wb3 DAT. Las jugadas al- ternativas son més flojas: 6... De7 7 Dd2 Rg6 8 £4 DA7 9 Del3 a5 10 Wxb6 @xb6 11 a4 DES 12 @F2 hs 13 g3 Qd7 14 Be? £6 15 0-0 fe 16 fe Be7 17 3. Ha surgido un final tipico que debe- ria evaluarse como favorable a las blancas, que controlan un mayor espacio (Shirov- Anand, Montecarlo 2000). Tampoco 6 ... h5?! garantiza una facil igualdad: 7 Ad2 Qh6 8 Be?! hd (8 ... Be6 9 Db3!) 9 h3 Be7 10 Dgé3 Od7 11.0-0 Sg6 12 gS DES 13 Qxe7 Dxe7 14 Wa3! (Shirov-Bareev, Sarajevo 2000). 7Ba2 En esta posicin hay un mar de posibi- lidades para las negras. Sin embargo, la idea de una ruptura central, con ...f7-£6, pa- rece la més acorde con el espiritu de la po- sicién. Sin embargo, no nos adelantemos y detengémonos, por orden, en todas las ju- gadas posibles: 1) No podemos recomendar el esque- ma puesto a prueba por el GM Bareev: 7 on DTN 8 £4 eB 9 Def3 5 10 de AxcS 11 Wxb6 ab (Aseev-Bareev, Rusia 1998). Las blancas tienen una clara ventaja, que podrian consolidar con 12 Mh4!? 2c2 13 Bel @a4 14 Se2. 2) Es pasivo 7... 296 8 f4hS 9 Def3 Dh 10 g3 Be7 11 h3 0-0-0 12 Wxb6 ab 13 a4 f5 14 DgS, con una gran ventaja de las blancas (Yudasin-Ponomariov, Buda- pest 1999). 3) Perfectamente posible es 7... Hc8!? 8 £4 5 9 Wxb6 Dxb6!? 10 de Qxc5 U1 Rxc5 Bxc5 12 Dgf3. Un momento im- portante, en el que es peligroso ganar un pedn: 12 \b3 Hc8 13 Add He7 14 DbS 0-0 15 @xa7, ya que tras 15... Ba8 16 DbS Dgo 17 De2 Dad 18 b4 Wd3 19 Dds @Db2 20 g3 Ha3, las negras, obviamente, tienen compensacién por el mismo. 12 .. a6 13 Qd4 De7. La posicién esta igualada (Golod-Burmakin, Ubeda 2001). 4) Después de 7 ... ¢5,no es facil conse- guir un juego aceptable en el final que se produce tras 8 Wxb6 ab 9 QbS c4 10 De2!? (es mas flojo 10 a4 De7 11 Dgf3 Dc6 12 b3 cb 13 Axb3 e7 14 0-0 0-0 15 Dfd2 Hfd8 16 Bfcl Bac8, con igual- dad, Magem-Asrian, Estambul 2000) 10 ... De 11 0-0 Dcé 12 b3! (Ver diagrama 127.) {Qué deben hacer ahora las negras? Si 12 ... &a3, entonces, después de 13 be &b2, vale la pena considerar el sacrificio de calidad 14 cd!? ed 15 Df4!? @xal 16 Bxal Qe6 17 c4! De7 18 a4. Las blancas tienen una amenazadora iniciativa, que se 80 __ LADEFENSA CARO-KANN, Volumen 1 127 pone de relieve en la siguiente linea de muestra: 18 ... Bc8 19 Qxe6 fe 20 ed Dxd5 21 Des Wc7 22 Dd6+ Sf8 23 Hel Abs 24 @xb7 h6 25 Dd6 de? 26 £41, con pers- pectivas claramente mejores. Si, no obstante, 12 ... 243, entonces in- cluso aqui son superiores las posibilidades de las blancas, con un juego preciso (si bien las negras también disponen de algu- nas interesantes posibilidades): 13 Mfel Sixe2 14 Hxe2 ch 15 Dxb3 223 16 Hb1 Da7 17 2d3 0-0 (17 ... De6!? 18 Dd2 Re7 19 @f3 0-0 20 Hc2 Hfc8) 18 Dd2 De6 19 QbS Hfd8 (19 ... Be7!? 20 a4 HdB 21 4 D4) 20 c4 Ddb8 21 fl! (Grischuk-Sar- gissian, Estambul 2000). 5) 7 a5 8 Wxb6 Dxb6 9 a4. Surge as{ un final que es importante para la evaluacién del sistema 4 c3. Como ha demostrado la préctica, las negras tie- nen contrajuego suficiente. Lo principal que debe dominarse al entrar en un final de este tipo es un activo método de defen- sa pues de otro modo, las blancas, que dis- ponen de ventaja espacial en el flanco de Tey, antes o después jugarén £4-f5. 9. @e7. Digno de un estudio detenido es 9...hS 10 &e2!? e7 11 h3 dB 12 g3 BDe7 13 £4 &c2 14 b3 DES 15 BA (Shirov- Antonio, Estambul 2000), y ahora no 15... g5, como jugé el GM filipino, sino 15 ... h4!? Es posible iniciar un juego de doble filo, en el que las posibilidades de las ne- gras quiz no sean inferiores Por ejemplo: 16 g4 Dg3 17 Qxg3 hg 18 Dgf3 (las negras amenazaban mate: 18 ...g2 19 Hh2 24!) 18 ... g2 19 Bgl Mxh3 20 G2 e7 21 xg? Hh8 22 Bhi 0-0-0, etc. 10 £4 h5!? Es inferior 10... @g6 11 Dgf3 DES 12 WA2 5 13 g3 Be7 14 @e2 a7 15 0-0 Hc7 16 h3 2Dd7 17 bg2 Dh6 18 Del c5 19 ct, con ventaja (Gelfand-Karpov, Montecarlo 2000). 11 @gf3 h4! Las negras no igualan con 11 ... £6 12 @e2 Qd7 13 g3 Rh3 14 Bhd DES 15 DxfS QxfS 16 b3 Ke7 17 Gf2 bf7 18 be2 Be6 19 Whfl Back 20 @g1. La evidente ventaja de espacio de Jas blancas comienza a notarse (Gurgenid- ze-Petrosian, Moscti 1983). 12 h3. Parece més fiable 12 Hg] @g4 13 3 O65 14 22 Ge7 15 h3 Bxf3 16 x13 (Gofstein-Kriz- sany, Berna 1999). Sin embargo, también en este caso la minima ventaja blanca po- dria haberse evaporado, de haber descu- bierto las negras la maniobra 16 ... d7!, con la que el caballo, via £8, se dirige a g6, defendiendo su nica debilidad de h4. 12. 22! 13 b3 DES 14 VE e715 Be? Por inversion de jugadas, se legé a esta posi- cién en Ja partida Moreno-Polak (Estam- VARIANTE DELAVANCE: 1 e4c62d4d5305 215 81 bul 2000). Tal vez asustadas de su propia audacia, las negras dejaron de intentarlo sin raz6n. Después de 15 ... Dg3! 16 2 xg3 hg 17 Ha2!? ed 18 Dxed de 19 Hd2, las complicaciones les hubieran resultado fa- vorables. Lo principal es fracturar el esqueleto central de peones blancos, con lo que se abrirén todas las esclusas para las piezas negras: 19 ... £5! 20 ef gf 21 Dxed {5! 22 DgS DAS 23 Dxe6 HE! 24 DeS RxcS 25 de Hae8! 26 0-0 Dxc3 27 Sc4+ S6 28 Bad2 a8. A pesar del peén menos, la posicién negra es preferible. El fuerte pen de g3 crea muchas posibilidades de inco- modar al rey blanco, la columna abierta d esté a punto de caer en manos del segun- do jugador. Por otra parte, la debilidad del pe6n de c5 ata a las piezas blancas. 6) 7 = £61? 8 £4 g5! Pese a otras intere- santes posibilidades, seguimos ateniéndo- nos a la idea de un minado a gran escala del centro blanco. (Ver diagrama 130.) 9 Dgf3. Forzado, ya que a9 ef sigue 9... 84!, y a las blancas les resultard dificil el desarrollo de su flanco de rey. A modo de ejemplo, en la partida Haba-Dautov (Ale- 120 mania 2003) las negras consiguieron facil- mente ventaja después de 10 £7+ &xf7 11 De2 Delo 12 Hg3 Wxb3 13 ab 26 14 @xf5 ef 15 Bd3 deg6 16 £2 a6 17 hd @Dh5 18 g3 Hhe8, etc. 9 .. gf 10 axf4 @h6!? 11 &xh6. Es interesante (pero no més que eso) 11 293! fe 12 AxeS Def6 13 Dd£3, como jugs el joven gran maestro serbio Nikolai Sedlak. Las negras resuel- ven con éxito sus problemas de apertura, tanto con 13... AxeS 14 &xe5!? 0-0 15 h3 2Dd7 (Sedlak-Ostojic, Stara Pazova 2001), como mediante cambios: 13 ... 0-0 14 @e2 @xe5S 15 DxeS Wxb3 16 ab (Sedlak-Zen- klusen, Atenas 2001). No deberfan temer la pérdida de un pedn tras 16 ... Ded 17 Bh4 Qd2+ 18 ddl Bf4 19 Da7 BET 20 Db6 Haf8 21 B xa7, ya que su compen- sacién (con 21 ... eS) es evidente. 11 ... @xh6 12 ef Dxf6 13 Be?. Echemos un vistazo a otras continuaciones: 13 Dhat? 0-0 14 Dxf5 DxES 15 Wxb6 (de otro modo, las negras podrian reconsi- derar el cambio de damas) 15...ab 16 243 e3 17 Hel (en respuesta a 17 Be2 es molesto 17 ... Afg4! 18 DB Dxg2 19 22 €5!, desembarazandose, ademés, del peén débil: 20 de DxeS 21 DxeS Hae8 22 afl Bxe5+ 23 dd2 Rxfl 24 Mxfl De3) 17... 5! (también aqui es importante esta juga- 82___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 da) 18 de @fg4 19 Df3 Mae8 20 ba2 ®xe5, con igualdad. 13 Wxb6 ab 14 h3 Ded 15 g4 Be6 16 Bg? D7 17 a3 0-0 18 HF €5!? 19 Dxe5 @xe5 20 Rxed Dd3+! 21 Bxd3 Bxd3, con suficiente compensacién por el peén sacrificado. Por wltimo, 13 DeS Bg8 14 Daf Dhes 15 Dxgs xpd 16 h3 DL6 17 Wxb6 ab 18 DeS h5 19 a3 de? 20 0-0-0 Bg3, con ventaja negra (Smirin-Dreev, Mosc 2002). Como vemos, no se ha encontrado has- ta el momento una alternativa razonable a 13 @e2. Pero esta jugada tampoco debe dejar insatisfechas a las negras con el re- sultado de la apertura: 13 ... Bg8 14 Wxb6 ab 150-0 Ded 16 Dxe4 Qxed. ar Esta posicién se produjo en la partida Grischuk-Lék6 (Linares 2001). Siguié: 17 Del DES (es més prometedor 17 ... be7!? 18 g3 5, con una posicién algo mas satis- factoria para las negras), y después de unas cuantas jugadas, ambos contendien- tes acordaron tablas. Es probable que las blancas pudiesen buscar ventaja con 17 23!?, aunque la posicién negra inspira un prudente optimismo. Por ejemplo: 17 ... $e7 18 a3 c5 19 Bael Af 20 Dd? cd 21 cd (0 bien 21 Qxe4 de 22 cd Dad8 23 Bcd Hxd4 24 HS Hxc4) 21 ...e3,con igualdad. B Dan? Sin renunciar a la salida de dama por 6, las negras la difieren por el momento, enmascarando sus intenciones. oamumans 7 El juego adquiere un cardcter muy complicado y concreto. En una serie de va- riantes las complicaciones t4cticas oscure- cen a las maniobras estratégicas. Antes de analizar las continuaciones principales, 6 @d2 y 6 Wb3, podemos de- cir que la idea 6 f4 en esta posicion parece demasiado directa. Asi,en la partida Row- son-Adianto (Estambul 2000) el gran maestro indonesio adopt6, con negras, un interesante plan: 6 ... Dh6!? 7 D3 Le7 & Dbd2 0-0 9 Le2 (6 10 Wb3 Ded 11 el fe 12 fe b5 13 h3 Sh4+ 14 fl Dh6 y lo- gr6 una posicién muy prometedora, que atin podia haberlo sido més si, tras 15 a4, Adianto hubiese incoporado su dama al ataque: 15 .. @g5!? 16 @f2 Qxd2 17 Dxd2 We5 18 DL We6 19 ab 2d3!, y no puede envidiarse la situacién del rey blanco, VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 6 2 d4 d5 3 e5 S215 83 1) 6 D2. Las blancas incorporan tam- bién sus reservas, con idea de elaborar un plan mas habitual, segtin el flanco en que se produzca la agresién de su oponente: si en el de dama (...c6-c5) 0 en el de rey (..f7-£6). Por cierto que, ademés de 6 ... 5 y 6 .. £6, 1as negras podrian no mostrar sus cartas por un tiempo, y en tal sentido hay dos ju- gadas posibles: 6... De7 y 6... Wb6. 274 Sg6! La mejor juga- da. Las negras no consiguen la igualdad tras 7 ... 168 Dgf3 fe. Cierto que si 9 Dxe5 @xe5 10 fe Dg6, no tienen nada que te- mer, pues siempre pueden obtener un jue- go comodo. Por ejemplo: 11 WhS Wb6 12 b4 @e7 13 ddl 0-0 14 g4 Als! 15 xt 2g6 16 Wh3 Bxf4 (Zaichik-Tal, Tbilisi 1986). Con 9 fe! c5 10 de @c6 11 b4! llega la claridad. Es importante reforzar al pen de c5. En muchas posiciones de la varian- te cerrada, es precisamente la cufia de peones c3-b4-c5 lo que garantiza la venta- ja blanca, 11 ... Adxe5 12 DxeS DxeS 13 RbS+ Dc6 140-0 He7 15 WhS+! (quitan- do Ia casilla g6 al alfil) 15 ... g6 16 We2 (ahora, el alfil negro de casillas claras no estd cOmodo) 16 ... 0-0 17 &xc6 be 18 gd Se4 19 d4, con ventaja decisiva (Aseev- Evseev, Nizhny Novgorod 1998). 8 Def ¢5!? 9 a3. A una lucha complicada condu- ce 9 Wb3 cd 10 Bxd4 (si 10 Dxd4, enton- ces 10 ... a6, con idea de responder a 11 Wxb7 con 11 ... Dc5 12 Wb4 Af5!) 10 ... We7 11 c4!? La posicién de las negras no parece fécil, pero es posible que puedan jugar 11 ... c8!2, incrementando la pre- sién sobre la columna ¢. Después de 12 Re2 de 13 Dxcd Dds 14 Dd6+ Bxd6 15 ed Wxd6 16 &xg7 e817 BeS Wh4+, la posicién es favorable a las negras. También merece consideracién 11 ... @c6!? (en lu- gar de 11... Bc8) 12 cd Qb4! 13 Qct ed 14 Bxd5 De5 15 Qxc5 Wxc5, asimismo con buen juego para las negras. 9 ... cd 10 Dxd4 eG 1 D2bI Re7 12 Le2 0-0 130-0 Db6 14 BR Ded. Ahora, apenas finalizada la apertura, tenemos una lucha tenaz y muy complica- da, que no ha hecho més que comenzar (Ivanchuk-Bareev, Francfort 2000). b) 6 ... Wh6 7 b4!? El lector recordard que 7 Wb3 ya la hemos analizado antes, en el orden de jugadas 5... Wb6 6 Wb3 Dd7 7 @d2. Después de 7 b4, hay un poco ma- terial prdctico para decidir qué continua- cién tiene méritos suficientes y cul no. Dejamos este problema a la discrecién y juicio del lector. @4___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 7 £6 8 Db3!? (no es posible 8 £4? fe 9 fe, debido a 9 ... Dxe5!, y en caso de 8 ef, Dgxt6 9 Age We7 10h3 Bd6 11 Be? 0-0 12 0-0 e5 13 de Axes 14 DxeS Mxe5, las negras comienzan a hacerse con la iniciati- va, Rytschagov-Juzman, Estambul 2003) 8 w. fe 9 de Wc7 10 f4 Dh6 11 DF3 Be7 12 Be2 0-0 13 0-0 b6 14 Hbd4!, con una pe- quefia, pero tangible ventaja (Zviagintsev- Dautov, Essen 2002). 7 w a5!? 8 Wad!? (8 a3 £6) 8... Wa7 (8 -» We7!? 9 dS Db6) 9 bS Db6 10 Wal a4 11 be be 12 Dgf3 h6 13 a3 WaS 14 Wel De7 15 Be2 Dec8 16 0-0 Le7 17 c4 de 18 Axc4 Dxc4 19 Wxc4 Red 20 Hd2 @Db6 21 Wel Bd5 22 Sd3 Hc8 23 Abi &a2, tablas (Najer-Bologan, Mosct 2003). Resumiendo: tenemos la impresién de que no es bueno para las negras dife- tir la agresiOn al centro, porque les con- viene, como suele decirse, “poner toda la carne en el asador”. Pasamos, por tanto, a investigar las activas jugadas de peén 6 wn SY 6. £6. c) 6... 5!? 7 Dgf3 Sg! Las negras apartan a tiempo el alfil, de forma que, tras un cambio en d4 (en caso de captu- ra de caballo) no quede atacado. 8 Me2. Es interesante 8 h4!? Las blan- cas ganan espacio en el flanco de rey, pero tras 8 ...h6 9S @h7 10 de Rxc5 11 Dds @De7 12 Wes Qxd4! 13 Qxd4 (13 cd?! f5) 13 ... AE5 (en opinion del gran maes- tro Macieja, atin es més fuerte 13 ... 0-0! 14 f4 @E5 15 @£2 £6) 14 @d3 0-0, con po- sibilidades para ambos bandos (Kovalev- Macieja, Preshov 2000). 8 ... ed 9 ed Ze7 10 Db4 Ze8. Tampoco es malo 10 ... Wb6 11 Wb3 Dob 12 Bxg6 hg 13 Wxb6 Dxb6 (Jenni-Dettling, Avilés 2000). 11 Dxg6 hg 12 Wb3 Wb6 13 0-0 Ac6 14 Hacl Be7 15 £40-0. 13s Aunque ambos contrincantes hayan buscado esta posicién y la hayan alcanza- do, eso no significa que su evaluacién deba cambiar: las negras no tienen la menor di- ficultad (Socko-Macieja, Varsovia 2001). d) 6. £612 7 £4 g5!? 8 Dgf3. Es muy in- teresante 8 4h3!? gf 9 @xf4 fe 10 WhS+ e7 11 de DxeS 12 Rd4 Qg7 13 Det (Golubev-Jenkin, Alemania 2002). A con- tinuacién, las blancas lograron una bonita y convincente victoria. Pero aqui habfa al- go que seguramente no habfan visto, si las negras hubiesen tomado la pieza ofrecida: 3... de!? Por ejemplo: 14 2cS+ df6 15 Rd4 (15 BI Qe6 16 Qh4+ H{7 17 Dxgs hg) 15 ... $e7 (es peligroso 15 ... Wa5, en vista de 16 @xc4 Hd8 17 b4 We7 18 0-0) 16 Bc5+ ef6, con repeticién de jugadas. 8 = Bf 9 Qxf4 Qh6 10 23 Wh6 11 Wb3 DeT 12 Qe2 0-0 13 h3 Qg6! (liberando la casilla £5 para el caballo) 14 2h? Df5. (Ver diagrama 136.) Las negras, sin la menor reserva, tienen una excelente posicién (Belotti-Jenkin, Bratto 2002) Hoy, contra 6 @d2, es posible reco- mendar encarecidamente tanto 6 ... c5 co- mo 6 ... f6, como un medio de lograr un juego con plena igualdad. VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 c62d4d5305 215 85 136 2) 6 Wb3. Invitando al oponente a re- gresar a las variantes antes analizadas, des- pués de 6 ... Wb6. Pero a las blancas les aguarda una desagradable sorpresa... 6 We7!? Un amago. Las negras planean en- rocar largo, y seguir luego con ...f7-£6 (en respuesta a {2-£4, sigue, por supuesto, ...27- 5), iniciando un ataque directo al rey. 7 42. El experimentando gran maestro Yudasin jugé la apertura de forma negli- gente contra Furdzik (Nueva York 2000):7 f4 He7 8 Df3 269 Re2 D5 10 2 bS 11 g3 &e7 120-0 c5 13 c4 de 14 Wxc4 0-0 15 Hcl Wb6 16 dc (tampoco reporta nada 16 WS, pues tras 16 ... fd8 17 de WxbS 18 2xb5, las negras disponen del contra- golpe 18 ... Axc5! 19 HxcS Rxc5 20 Bxc5 Bac8, o bien 19 &xc5 Bac8 20 b4 b6, en ambos casos con una gran ventaja) 16 ... xc5 17 Qxc5 DxeS 18 WS (18 Wxc5? Hfc8). (Ver diagrama 137.) Suicidio. De pronto, 18 ... b3+! y las blancas pueden rendirse en el acto. 7 £6 8 £4 0-0-0 9 Dgf3 g5!? 10 Ber @Dh6! 1 fg Ags 12 Wel fe. Una posicién critica de la variante. En la partida origina- ria sigui6 13 h3 e4 14 hg ef 15 gf5 (en caso de 15 gf3 £96 16 cd 2d6 17 Be3 Hhis XU 0 Bel hay 78 @ 01257 Duh Aaya 0 0 A DG LJ Qa AR 020 4 Hos 0 & i. 18 £2 db8 19 Hacl de 20 &xcd e5, las negras tienen suficiente contrajuego) 15 ... fe 16 fe Qb6 17 We2 We3+. Las posibilida- des de las negras parecen ya preferibles (Spraggett-Campora, Moscti 1994). El gran maestro israelf Ilia Smirin plantes a las negras problemas més com- plicados: 13 Dh4!? El oponente de Smirin no pudo resol- ver sus problemas y cayé répidamente en una posicién dificil: 13 ... ed?! 14 cd &d6 15 0-0-0 @xh2 16 Dxf5 ef 17 We2, ete. (Smirin-Macieja, Saint Vincent 2000). La posicién pertenece a la categoria de aquellas en las que ya no hay nada que te- mer. En consecuencia, 13 .. e4!?, amena- 86___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 zando un oportuno ...e4-€3, pero lo princi- pal es que las negras restringen al alfil de gl y abren la diagonal b8-h2 para sus pie- zas oblicuas. E inconveniente de la jugada es que, a partir de ahora, el caballo de g4 se encontraré en una situacién critica. ;Qué pesaré més en la balanza? 14 e4!? Amena- za atacar el caballo de g4 con el pe6n h (lo que no es posible ahora, a causa del jaque en g3) y también la apertura de la colum- nae. Echemos un vistazo a otras continua- ciones: 14 @f1!? (defiende la casilla g3 y ame- naza h2-h3) 14 ... @d6 15 Wl (con idea de privar de contrajuego a las negras, en relacin con la ruptura ...h7-h6) 15 ...h5 16 Wad db8 17 Dxf5 ef 18 h3 &g3+ 19 bd? Did 20 Dxgd Wiss 21 de2 Dxh1 22 @xhl Wxg5 23 Qh2+ f4. Las negras se han defendido. 14 0-0-0 Wf4 (asegurando la casilla €3 para el caballo) 15 Wa4 De3 16 Del db8 17 Dxf5 Dxf5 18 h4 Dg3 19 Wh3 Dxe2+ 20 Hxe2 Wed. y de nuevo las negras salen indemnes. 14... &e7!? Atacando el peén de g5.La alternativa es 14 ...3!7 15 @xe3 Wc?! 16 We3 Dxe3 17 Wxe3 2d6. Ahora, si 18 @)hf3, es bueno 18 ... Hhe8!?, con idea de realizar el avance ...e6-e5. Por ejemplo: 19 Hcl &g6 200-0 e5 21 cd ed 22 WI2 d3 23 de be 24 Qd1 Sf4 25 Mel Mxel+ 26 Weel Ze8 27 Wh4 Wb6+ 28 fl (pierde 28 @hl? Bxd2 29 Dxd2 We3 30 213 Wxd2 31 Hxc6+ dd8) 28 ... 18 29 Ded Wa6 30 Bc3 Wxa2 31 g3 Qc7, con gran ventaja de las negras. Pero después de 18 We (en lugar de 18 Qhf3) 18 ... @ed!? 19 DhB eS 20 de Dxe5 21 0-0-0 (21 5 @®xf3+ 22 ef ReS 23 Wa3 Rc2) 21 ©xf3, las negras han resuelto, una vez, to- dos sus problemas. 15 ed (15 h3 4h6!) 15 — Qxg5 16 Dxf5 ef 17 Bel. Aunque abran Ja columna ¢, con 17 de Wxo6 18 2xp4 fg 19 e3 &xe3 20 Wxe3, las blancas no lo- grarn explotarla, puesto que las negras impiden el enroque y no permiten, por tanto, que su oponente conecte las torres. 20... Hhfs! 17... @b8! La mejor jugada, con la que las negras tratan de paliar la insuficiente cobertura de peones de su rey. 18 de @xc6 19 DeS Qxd2+ 20 dxd2 e3+ 21 dl Bxd4 22 2xe3 Hed! Es esencial eliminar cuanto antes al alfil enemigo de casillas blancas, 23 Qxg4 fg. Las escalofriantes complicaciones han dado paso a una cal- ma total. Las posibilidades de ambos ban- dos estén completamente igualadas. No hay que decir que el andlisis antes mencionado requiere una minuciosa veri- ficacién prdctica, pero intuimos que la idea 6 ... We7!? puede gustar a los jugadores de estilo agresivo. vi 4cAt? (Ver diagrama 140.) Una enérgica jugada, introducida en la Practica competitiva en 1945 por el juga- VARIANTE DEL AVANCE: 1 e4 6 2 d4 d5 3 e5 215 87 10 dor yugoslavo Boris Kostic. 4 .» ¢6 (volve- remos a la captura en c4 en la jugada si- guiente) 5 @c3. Las negras deben elegir entre desarrollar sus piezas (5 .. d7,5 .. BDe7, 5... Sb4) y buscar la ocupaci6n de la casilla d5, por medio de 5 ... de, Examine- mos las cuatro posibilidades. A 5 de. Esta aparentemente légica ju- gada, después de la cual las negras se ha- cen con el punto fuerte dS, ha sido cuestionada por el GM Alexander Moro- zevich. 6 Qxc4 2d7 7 Dge2!? Después de 7 DB Db6 8 &b3 De7, la partida, por re- gla general, evoluciona como una larga lu- cha posicional. Las negras dominan la casilla d5, mientras que las blancas reali- zan operaciones en el centro y flanco de rey. He aqu{ algunos ejemplos caracteris- ticos: 90-0 h6 10 We2 Aed5 11 Ded Re7 12 Qd2 a5 13 a3 Ad7 14 Hadi (Kotov-Flohr, Mosc 1955). En esta posicién, 14 .. Wb6!? se sugiere por sf sola, y en respues- ta a cualquier retirada de alfil, las negras capturan en b2. No vemos cémo pueden las blancas demostrar la correcci6n del sa- crificio. 9 Dh4!? h6!? (es inferior 9... &g6 10 2g5 Wd7 110-0 DES 12 Axf5 Bxf5 13 g4 2.6 14 £4 Qb4 15 £5 ef 16 e6! fe 17 Axes}, con una gran ventaja de las blancas, Du- mont-Ferndndez, Rio de Janeiro 1999) 10 0-0 @h7 11 WhS Wd7 12 f4 DES 13 Dxts Rxf5 14 Be3 0-0-0 15 Mick &bs 16 a4 @d5 17 @xd5 cd 18 aS @b4 19 2a4 We7 20 a6 Hc8. El juego esta mas o menos igualado (Zhang Zhong-Lék6, Erevan 1996). {Cual es la diferencia entre 7 D3 y 7 ®ge2? jEl hecho de que el caballo puede Megar a f4! 7m Db6 8 Qb3 De7 9 0-017 £0 @ee 2 10 9 .. Wd7. Otras continuaciones tam- bién son insuficientes para igualar. Por ejemplo: 9 ... @g6 10 Did! Wd7 11 23 ®ed5 12 Dcxd5 Dxd5 13 @xd5 ed 14 f4 ES 15 Wd2 2e7 16 Bd hS 17 bd, y las blancas tienen la iniciativa en ambos flancos (Morozevich-Korchnoi, Londres 1994), 10 @)f4! Esta jugada es precisamen- te la clave de todo el esquema de Moroze- vich. 10... h6 11 2e3 2h7 12 Hel Ded 13 DexdS Dxd5 14 Dxd5 ed. Se ha liqui- dado el punto fuerte (45) para una pieza y puesto que la posicién negra no tiene otras ventajas, la superioridad de las blancas se hace duradera. 15 2d2!? 2e7 16 Ec3t @8__ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 (amenazando con trasladar la torre a g3) 16 . 2£5 17 Bc2 hS 18 QxfS WxiS 19 Wb3 Wed7 20 f4. Las blancas continuaron jugando de forma muy coherente y gana- ron la partida, Morozevich-Sasikiran (Mos- ci 2001). B Para entender cudles son los proble- mas que esperan a las negras con 5 ... de, vale la pena detenerse en la jugada 5 .. Qb4!? El plan de las negras es éste: prime- ro, cambiar uno de los caballos blancos, y luego ocupar la casilla d5. Sin el caballo de 3, no sera facil para las blancas contra- rrestar este plan. 6 Wb3 a5 7 23 de 8 2x4 Rxc3+ 9 Wxe3 (en caso de 9 be, las negras logran crear un bloqueo sobre casillas blancas, mediante 9 ... b5 10 @e? a4 11 Wb2 Dd7 12 43 e7 13 0-0 Dd6) 9... Da7 10 De2 Db6 1 La2 De7 12 0-0 Dbas 13 WE 0-0. 14 g4?! Dado que con un juego “nor- mal” no pueden romper la posicién con- traria, las blancas se deciden por un ataque a la bayoneta. Sin embargo, nada importante resultaré de ese ataque, co- mo no sea el hecho de que su propio rey quedaré seriamente comprometido. 14 .. Qc2! 15 h4 f5 16 ef B xf6 17 We3 Wis 18 f4 hS! (aseguréndose la casilla £5) 19 gS Uf? 20 Qd2 g6! Preparando asi la casi- Ila g7 para la dama, y el juego negro ya es preferible. Smagin-Savon, Norilsk 1987. c 5... 47. Las negras prosiguen con el desarrollo, sin resolver por el momento la tension de peones c4-d5. 6 a3!? La clave de esta jugada es ganar espacio en el flan- co de dama, a base de c5, b4, etc. En la practica se ha ensayado también 6 Dge2 y 6 cd. A 6 Dge2, la respuesta més cohe- rente es 6 ... de!?, a lo que sigue 7 @f4!? Las blancas piensan ocuparse luego del peén de c4, amenazando con un ataque esténdar de peones en el flanco de rey. Ante esto, el alfil de £5 se encuentra muy incémodo: 7 ... Db6 8 g4 &g69h4 Qb4 10 2 h5 (hay que jugar de esta forma, porque en caso de 10 ... dS, las blancas logran ventaja con 11 @xd5 ed 12 bS Bed 13 £3 g5 14 fe gf 15 ed Wxd5 16 0-0) 11 Qxg6 fg 12 Red De7 13 Bes Wd7 14.3 Bxc3+ 15 be DbdS 16 Wh3 HB 17 gh gh 18 We2 bS. Las blancas tienen com- pensacién, pero no est4 claro cémo po- drdn acercarse al rey enemigo. Las negras, sin embargo, ejecutan un plan, reforzan- do la posicién de su rey, a base de ...g6, 5, etc. (Zude-van der Sterren, Mu- nich 1992). Después de 6 cd cd, es digna de consi- deraci6n 7 h4!?, con idea de ganar espacio en el flanco de rey, una idea que se ve fa- vorecida por la mala posicién del caballo end7. Volviendo a 6 a3!?, después de 6 .. e7!?, las blancas avanzan su pe6n ¢, im- plementando asi su idea principal: presion en el flanco de dama. Por consiguiente, pa- VARIANTE DEL AVANCE: 1 e406 2d4d53e5 @IS 89 rece que las negras deberian jugar 6 ... de (mientras no es demasiado tarde), pero lo cierto es que este cambio no les ha dado mucha satisfacci6a: 7 &xcd De7 8 Dge2 @b6 9 23 Bed5 (al ocupar d5, las negras pierden el control de la casilla £5) 10 Dg3 g6 11 0-0 Re7 12 4 Wd7 13 Aced 0-0 14 &c2 (amenazando f4-f5) 14... &£5 15 Oxf5 ef 16 Dg3 g6 17 Dxf5!, con una gran ventaja de las blancas (Zhang Zhong- Echeverria, Medellin 1996). 7 eS! (jnatu- ralmente!) 7 ... £6 8 {4 fe 9 fe b6!? Por supuesto, la tinica posibilidad de las negras radica en minar la formacién contraria de peones. 10 b4 a5!? 1a A esta posicién se leg6 en la partida Zhang Zhong-Ponomariov (Zagan 1997). Después de 11 e3, las negras se entretu- vieron con 11 ... 2g6 y, durante mucho tiempo, cayeron bajo la presién posicional de las blancas. La posicién requiere un tratamiento més agresivo: 11 ... ab! 12 ab xal 13 Wxal be 14 be Axe5! 15 de d4 16 DbS @Dd5 17 Wxd4 Qxe3 18 Wxd8+ dxd8 19 Bd6 dd7 20 DL Le7, con un juego totalmente satisfactorio. En lugar de 11 @e3, pueden ensayar otro desarrollo del aifil, pero en cada caso las negras disponen de contrajuego con- creto. Por ejemplo: 11 25 h6 12 Sh4 g5 13 @2 Mg7 14 Be? 0-0, 0 bien 11 Bd? Dg6 12 DB ab (12 ... Dh4 13 bs) 13 ab Bxal 14 Wxal Db4. D 5... Ne7!? De cuatro posibles jugadas, ésta es la més precisa. 6 Dge2. 6 a3!? Qd7 nos leva de nuevo a la partida Zhang Zhong-Ponomarioy, y seria mejor para las negras atenerse a esta partida, pues tam- poco aqui aporta alivio 6 ... de?!:7 @xc4 DdS 8 Dge2 Dd7 9 0-0 h5 10 Dg3 g6 11 Re2 h4 12 Dxé5 gf 13 13 Qe7 14 We2 @7b6 15 De2 Wd7 16 2d2 0-0-0 17 b4, con ventaja (Morozevich-Meduna, Lub- nevice 1994). 6 .. Qd7 7 Dg3 de!? Es in- ferior 7 ... &g6, en vista de 8 h4!? hS 9 2g5! Wb6 10 Wd2 de 11 &xc4 Hd5 12 0-0 £6 13 ef gf 14 Hfel!, con una gran ven- taja blanca (Orlov-Asrian, San Peters- burgo 1999). 8 &xc4 Db6 9 Rb3 gs 10 0-0 Wd7!? Es prematuro 10 ... 4£5?!, en vista del avance tematico de peones en el flanco de rey: 11 Dxf5 Qxf5 12 g4 2g6 13 £4 Wh4 14 f5 ef 15 gf 2hS 16 Wd3 (He- llers-Rowley, Filadelfia 1990), También es insuficiente para igualar 10 ... Ded5 11 Bce4 Re7 12 h4! hS 13 WE3 We7 14 @g5 (van der Wiel-van der Sterren, Lyon 1990). 11 2e3 Dbd5 12 We2. Las negras estén experimentando evidentes problemas con el desarrollo (hay dos ca- ballos candidatos a la misma casilla d5). Por esta razén es completamente inapro- piado 12 @)xd5?! @xd5 (Kinsiz-Tajirov, Bakt 1999), ya que deja las manos libres a las negras. Sin embargo, después de 12 We2 pare- ce que no es facil para las negras salir del atolladero... jpero lo cierto es que sdlo es aparente! 90 ___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 2. hS! 13 gS hd 14 Dges DES 15 Hadl 2e7. Esta vez, al menos, las ne- gras lograron nivelar el juego (Benja- min-Christiansen, Jacksonville 1990). Sin embargo, hay razones fundadas para pen- sar que en la variante 4 c4!? hay zonas in- exploradas... 14s Esta vieja continuacién del gran maes- tro Richard Réti se introdujo en la précti- ca de torneo nada menos que en 1913. Comienza el juego agudo, en el que el pre- cio de cada jugada es extremadamente elevado para ambos bandos. Las negras disponen de tres posibles respuestas: 4 ... Rd7,4... Qe6y 4... Red. Las examinaremos por tummo. A La s6lida 4... @7 conduce a una cons- truccién francesa. Después de esta jugada, la principal idea de las negras es la lucha por la ocupacién de la casilla £5. En la ma- yorfa de los casos esto lo consiguen me- diante el avance ..h7-h5. 1) 5 Qe3hS! 6 gh QF 7 De2 Ves 8 Tigi &xh5 9 e6! (en una partida estéti- ca, las posibilidades de las negras son cla- ramente preferibles) 9. WA6 10 eft 2 xf7 11 Da2 Da7 12 LFA Wb4 13 c3 Wxb2 14 Hbl Wxa2 15 BX xb7 Dgf6, con una lu- cha compleja y aguda (Zhang Pengxiang- Seirawan, Pekin 2003). 2) § c3 cS. En la presente situaci6n, es muy dudoso 5 ... h5?!, porque las blancas consiguen llevar el caballo a f4:6 gh 257 Dh3! €6 8 Df4 c5 9 W3 We7 10 Re3 Be4 11 Hgl &xh5 12 H1g3!,y no es fécil lidiar con la amenaza de clavar el alfil, 13 1h3.6 Re3 €6 7 de We7 8 DB Bxc5 9 xc5 WeeS 10 Wad We7 11 a3 a6. La partida est4 igualada (Balinas-Filip, Lugano 1968). 3) 5 &p2 no ofrece ventaja,en vista del hecho de que las negras ejecutan el plan estdndar de minar el peén de g4. 5 ... e6 6 263.A 6 DE 66 De? es muy fuerte 6 ... hS! A las negras les resulta muy titil acla- rar la situaciOn respecto al pedn de g4, an- tes de minar el centro con ...6-c5. En esencia, las negras obligan a su adversario a tomar una decisién entre si entregar la casilla f5 (lo que en sf constituye una con- cesi6n posicional) o responder h2-h3. Pero en este caso, las negras pueden jugar ...c6- 5, ya que es peligroso para las blancas en- rocar corto, debido a la apertura de la columna h. 6 ... De7!? 7 D3 hS! 8 gS? Es VARIANTE DEL AVANCE: 1 e406 2d4d53e5 215 91 mejor 8 h3, pero incluso en tal caso, des- pués de 8 ... 2g6, las negras tienen buen juego. 8. E59 Del? cS 10 h4 Deb LU de ‘Rxe5 12 De3 Wb6 13 Wd2 (13 0-0 Dcd4) 13... Ded4 14 Dxd4 Mxd4 15 £4 Dg3! 16 Lh3 Qxc3 17 be Wel+. Las blancas se rin- dieron (Sandapan-Podgaets, Bali 2000). 4) Después de 5 ¢4, una vez més pare- ce légico 5 ...5!?, con idea de regresar con el alfil a la casilla £5. 16 La pérdida de un peén no es terrible para las negras, pues tarde o temprano las blancas tendran que devolverlo 0 no po- drén completar el desarrollo de su flanco de rey. También es posible jugar 5 ... e6. Slo que después de 6 4c3 no pueden mezclar- se ideas, como sucedié en la partida Moro- zevich-Zontakh (Tallinn 2003): 6 ...b5 7 g5 De7 8 DB de9 Rxct Dg67! 10 2d3 We7 11 Bxg6 fg 12 @h4. El pedn de g6 cae, y con él toda la posicién negra. Después de 5 ...€6 6 @c3, lo mas razonable es concen- trarse en el desarrollo del flanco de dama: 6... Ne7 7 DEB Dab 8 h4 c59 Le3 Wc6 10 Bh3 de 11 &xc4 Db4 12 W3 Ded5 13 a3 Dxc3 14 fe Dd5 15 Bxd5 ed 16 0-0-0,con posibilidades reciprocas (Lastin-Burma- kin, Estambul 2003). 6 gh 2£5 7 Dc3 e6 8 Dge2 Ved 9 Wb3 Wb6 10 2e3 Qxh5 11 cd cd 12 Dfs De7 13 Wxb6 ab 14 Dxb5 BxhS 15 Db5 hd7 16 Dd6 £6. Las ne- gras han rechazado todas las tentativas de ataque y ahora pueden pensar en ju- gar a ganar (Bronstein-Magem, Oviedo 1992). 1) Es inocuo para las negras 5 He2 e6 6 @f4 2e7!? Impidiendo h2-h4. Es mas flojo 6 ... @e4 7 £3 Wh4+ 8 de2 226 9 @e3 Da7 10 c3 Wd8 11 hd! BxbL 12 Bxbl c5 13 df2 cd 14 cd Be7 15 Wb3, y las blancas consiguen més que su opo- nente (Morozevich-Topalov, Montecarlo 2003). 7 @e3 (7 Dd2!?) 7. Re5 8 Dxg6 hg 9 4 @h4+ 10 dd? c5. En cualquier ca- so, en esta partida no seran las negras quienes tengan que igualar (Velimirovic- Hort, Vinkovci 1970). 2) Tan agresiva como inocua es 5 hd hS 6 €6 Wd6 (6... hg!?) 7 ef+ Qxf7 8 g5 eS 9 de Wxe5+ 10 4e2 (Blumberg-Hemudi, Biel 1995). Con 10. 2c5 11 Rg? De7, las negras consiguen mejor juego. 3) Si las blancas pretenden realmente 92___ LADEFENSA CARO-KANN. Volumen 1 Iuchar mano a mano, tienen que empezar por 5 e6!? Si las negras aceptan el pedn, 5....fe, tendrén que soportar una desagra- dable presién en el flanco de dama: 6 h4 (6 Qh3!? Seirawan) 6 ... Wd6 7 hS 278 £4. jNo es posible sobrevivir a una asfixia posicional asi! 5 ... Wd6!? 6 ef+ &xf7 7 @f3 Qa7 8 243 (Haimi-Nurkinen, Fin- landia 2001). En esta partida las negras querfan enrocar largo, perdiendo asi el impetu del contraataque. Debian haber jugado 8... Dgf6, y en respuesta a9 Hgl (9 g5 e4), romper inmediatamente en el centro: 9... e5!? 10 de DxeS 11 We2 a7 12 @al!? Con esta aguda jugada, las blancas amenazan con explotar de inme- diato algunas clavadas, con 13 @f4 (12 $214? no servia, por 12 ... Wb4+). Ademis, el rey elude asf los jaques en d3 y 3, y sin embargo... 12 ... 0-0-0!? 13 2f4 Dxf3! Este sacrificio es précticamente forzado, pero las negras obtienen plena compen- sacién por la dama. 14 &xd6 Qxgi 15 Wel 2xd6 16 Wxgl DeS. La correc- ci6n de este sacrificio deberia ser confir- mada (0 refutada) por la practica. A la hora actual,no hay més que anilisis pro- visionales. c 4. &e4 fue recomendado por Alekhi- ne. Las negras provocan £2-£3, privando asi de Ja casilla 8 al caballo. Al mismo tiempo, esperan poder explotar en el futuro el de- bilitamiento de la casilla g3.5 £3 296 64. ‘Tampoco en esta posicién da resultado 6 e6, debido a la maniobra que ya conoce- mos, 6 ... Wd6!? 7 ef+ x17 8 £43 h5! Lo principal es impedir que las blancas jue- guen 13-14 (pues con ayuda de este avance del pe6n f, las blancas privan a su oponen- te del contrajuego asociado con ...e7-e5). Después de 8 ... hS!, el juego se torna favo- rable a las negras: 9 g5 e5 10 We2 Qd7 11 @140-0-0 12 @xe5 Dxe5 13 de W4+ 14.3 Wid, etc. 6 » hS BaAgwS2Ak|,, 7 e6!? En este tipico sacrificio de peén, que entorpece el desarrollo de las piezas enemigas, radica la idea blanca. Es insipi- do7 £43 Sxd3 8 Wxd3 e6 9 5 De7 (and- lisis de Filip), mientras que en caso de 7 De2 06 8 Dfd hg 9 Dxg6 fg 10 Wd3, las complicaciones resultan favorables a las negras en todas las variantes: 10 ... ¢2d7! 11 Wxg6 ef 12 @h3 Wxh4+ 13 fl Wxh3+! 14 Bxh3 Bxh3 15 Wi7+ @e7 16 Wxg8 a6! 17 Wxg7 (0 bien 17 Wxa8 &h4 18 bel 12+ 19 dg? Bh2+ 20 xh? 1W

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