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PODER Y SOCIEDAD Parece ser que la Izquierda Unida fue un suefio no interpretado. De derecha a izquierda: Javier Diez Canseco, Enrique Bernales, Henry Pease, Jorge del Prado, Alfonso Barrantes, Carlos Tapia, Genaro Ledesma, Angel Castro y Jorge Hurtado, (Foto de Carlos Dominguez) Izquierda peruana: una crisis persistente Antonio Zapata’ 30 desco einte afos atras, en el Perti se encontraba tanto una mortifera guerrilla comolatinicaizquierda legal de América Latina con posibilidades de llegar al gobierno. Pasado un lapso, ambas desaparecieron sin dejar rastro ni dar muestra alguna de recuperacién. {Quéhaocurrido? ;Cémo se derrumbaron las izquierdas en el pais? zTienen alguna posibilidad de volver a la vida? Tres fueron las causas de este penoso resultado. En primerlugar,izquierda legal yguerrillaeranincompatibles, yambasse anularon. A continuacién, la incapacidad crénica para formar un partido viable y la perpetua fragmentacién en grupos tivales. También encontramos una ter- cera causa menos visible: la cuestién del asistencialismo. Lasizquierdasfueronambiguas frente ala violencia armada. Habiaun parentes- co ideol6gico con los grupos insurrectos que impedia ver claro. Al comienzo no queriamos creer en los horrores. De acuerdo con nuestra forma de concebir las cosas, las tinicas criminales eran las fuer- zas del orden. Un grupo revolucionario no podia ser asesino. Parecia un contra- sentido. Asi, por ejemplo, las izquierdas atribuimos los muertos de Uchuracchay a militares infiltrados. En nuestra idea, nirevolucionarios ni campesinos podian matarse entre si. Pensdbamos que el res- ponsable debia ser una fuerza externa. Por su parte, Sendero Luminoso (SL) fue particularmente duro y era explicito su desprecio por la Izquierda Unida (IU). Recién comenzando su aventura sanguinaria, asesinarona varios alcaldes * Historiador. Conductordel programa televisivo “Sucedié en el Perit”. Colaborador del diario La Repiiblica. QUEHACER IU en el interior rural. Luego mataron a muchos dirigentes y espantaron a los demas. Si la estructura de cuadros de IU se quebr6, en buena medida se debi6 a la accion criminal de Sendero. Por ejemplo, el asesinato de Maria Elena Moyano en Villa El Salvador eliminé a la principal lideresa izquierdista en barriadasde Lima yademés dispersé al nticleo de militantes izquierdistas del cono sur de la capital. Sendero logré batir los espacios locales y desmantelar las redes izquierdistas. Pero la diferenciacién de IU con el MRTA no fue tan clara. Para empezar, su guerra empez6 después, cuandoel paisse estaba militarizando en forma acelerada. En ese contexto, algunos dirigentes de izquierda aspiraban a una fuerza militar propia, aunque sea como defensa del grupo politico. Asi, el MRTA fue visto como una guerrilla amiga, en oposicion a SL, que liquidaba izquierdistas con regularidad. Tiempo después, acabé evidenciando- se que el MRTA secuestraba civiles y los mantenia en carceles inhumanas. Tam- bién que extorsionaba y cobraba cupos. Incluso llegaron a matarse entre ellos. Su acci6n aceler6 la espiral de la violencia y la rueda los trag6. En este sentido, el MRTA acabé violando los derechos humanos del mismo modo que Sende- ro. Quizd en menor medida, pero con idéntico sentido politico. Para el comin de los peruanos, ambos grupos fueron culpables de desatar una guerra civil que la poblacién resintié particularmente. Al quedar atrapada entre dos fuegos, la gente rechaz6 el terror y la ideologia que lo habia sustentado. El marxismo acabé como el gran culpable del sufrimiento. El segundo punto es el partido. A diferencia del Apra, las izquierdas no 31 hemos construido un vehiculo politico capaz de tomar el poder sino, mas bien, mostrado por décadas una decidida acti- tud divisionista. Nunca nos hemos unido, menos atin aceptado un liderazgo. Los apetitos personales han hecho su parte, pero lo esencial ha sido la incapacidad para entender la necesidad de actuar en politica con un instrumento que sea suficientemente fuerte. Se ha preferido la pureza doctrinal a la eficacia politica Hoy en dia no se supera realmente el problema. Hay al menos dos gruposcom- pitiendo por conducir el campo popular. En primer lugar tenemos la candidatura del comandante Ollanta Humala, que es- casamente entusiasma por su naturaleza autoritaria y poco flexible. A continuacién se halla el padre Marco Arana, quien intenta construir un perfil presidencial sobre la plataforma medioambientalista. Pero entre militares y sacerdotes el sentimiento izquierdista no se halla del todo. Pareciera que hemos retrocedido a comienzos de los afios sesenta y estamos entre el cura Bolo y el general Pando. Sin embargo, a estas alturas sabemos que militares y sacerdotes progresistas son necesarios como aliados, sin ellos no Hegaremos lejos, pero no pueden repre- sentarnos exitosamente. El socialismo re- quiere de autonomfa para desarrollarse y dificilmente podréimplantarse sin lideres propios. Mejor serfa un candidato joven y radical que exprese el socialismo de hoy con un lenguaje moderno y bien nutrido por la tradicién izquierdista. Ademis, no se supera realmente el punto de la unidad. Si el electorado izquierdista castiga toda divisién, como pueden tener viabilidad dos proyectos 32 competitivos. Peor atin, los indigenis- tas estan llamando a la candidatura de Miguel Palacfn. Entonces, tenemos una tercera opcién presidencial del campo popular. Tomando en cuenta que atin faltaafio y medio para las préximas elec- ciones, miapreciaciénes que habra varios pretendientes extras y que el espacio del centro a la izquierda estar leno. Con sus persistentes divisiones, las izquierdas envian un mensaje negativo a sus potenciales electores. Estos son racio- nales y saben que solo unida la oposicién popular puede tener opcidn. Dividida no irdlejosy el electoradoizquierdistalosabe. Porello, encondiciones de fragmentacion, abandonalasfilasy explora otras opciones. Tampoco hay nuevas propuestas politicas claras que permitan encarar la complejidad de los tiempos actuales. En ese terreno se encuentra la cuestién del asistencialismo. Durante losafios ochenta, las izquierdas dejaron de pensar en tér- minos de clases sociales y el concepto se diluy6 en la nueva nocién de la pobreza. Desaparecieron campesinos, obreros e intelectuales. Solo quedaron los pobre: Yano hubo intereses querepresentar sino asistencia humanitaria que repartir. La izquierda disputé a la Iglesia el papel de gran benefactor. En la carrera por liderar el asistencialismo se perdié mucho. Fue un cambio de actitud que conllevé el debilitamiento politico. Al pensar en clases sociales, un parti- do politico esta obligado a posicionarse regularmente frente a temas trascenden- tales. La pregunta escémo representar los intereses hist6ricos de un grupo humano. A la vez, cémo formar coaliciones para que estos intereses de clase se realicen. desco

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