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SOCIEDAD CIVIL Y POLITICA: LA DIFICIL TAREA DE LA PARTICIPACION EN DEMOCRACIA or Luis Guillermo Solis Rivera Coordinador Regional de Investigacién y Cooperacién Internacional Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) ‘Secretaria General INTRODUCCION: A PROPOSITO DE LA“SOCIEDAD CIVIL” Tal y como fo sefala Norberto Bobbio, la sociedad civil puede ser definide como...) a estara, de las relaciones sociales que no esla regulada por el Estado, entendido restictvemente: ¥y casi siempre polémicamente, como el conjunto de los aparatos que en un sistema social ‘organizado ejercen ol poder coactivo™. Ahora bien, tal definicién es a todas luces it pero también deja al descublerto otras aristas del debate conceptual debido de manera prince, a {que las fronteras entre el Estado y la sociedad no siempre estan claros. Tanto asi, que en la Grecia clésica no habia diferencia entre una y otra. No fue sino Hegel, quien intedyjo la idea, dde que el Estado representaba un orden “superior” a la scciedad misma pues as en él dénde sta se unifica y se reconoce, mientras que la “sociedad cvi" es vista come un espacio en el {que predominan le interesos privados. A partr de entonoss y haste la hora, el debate en torno 2 esta idea de la “sociedad cli" ha madurade hasta convertse, después de décadas de configurar parte esencial delas varebles 4e la sociolagia marssta (en particular gramsciana), an un término mucha més abarcador ue clasista, que se utliza para caliicar el conjunto formado por todas aquellas ascciaciones ¥ movimientes no gubernamentales, més © menos esponténeos segin los c8S0S, GUE Se Criginan alrededor de problemas que aparecen en la esfera privada, pero que son procesedos ytrasiados a la esfera pica con un propésito de resolucion (Habermas), Vamos a utlizar, para todos los propésites de este ensayo, esta Utima acepcién, Es deci, se presupondré que la ‘sociedad civ" es ante todo un conjunto de entidaces organczadas que ~aiterentes 3 las propias del Estado incluyendo a los partidos polltcos entre éstas~ atienden ‘asuntos que conciemnen a la sociedad e inciden, al hacerlo, en los pracesos de toma de ecisiones en el émbite publico Ahora bien, esté claro que alin definida en ese sent, ‘quedan por fuera de este entendimiento un conjunto de valores y principios que orlentan & Inspiren a dichas organizaciones y que deben reconocerse esenciales en la aticulacién de éstas. En ese sentido, es pertinente el sefalamiento de Sales para quien la sociedad cull es: 1) un lugar de sociacién e integracién social donde acurren les mediaciones entre los individues y los grupes, los grupos y las insttuciones sociales, y entre estas y las instituclones polticas y econémicss: 2) un espacio donde se fornan las identidades sociales y jos nuevos 107, ‘estos de vida; 3) una instancia cuya caracteristice interna es la diversidad y la divisién; 4) tun ugar donde se forma la opinién publica y los confctos que se derivan de ese proceso: 5) Luna realidad primordiaimente ligada al Estado nacional, pero también al sistema econémice transnacional; 6) y un espacio ligado at sistema democratico como condicién ineludibie para sv existencia y desarrol. & of podria agrogarse una conclusién: puesta en ese perspectiva la “sociedad civ es entonces mAs un “process’ que un actor, o una pluralidad de actores, socioiégicos. LA SOCIEDAD CIVIL EN CENTROAMERICA Desde finales de la década de 1980 el uso del concepte ‘sociedad civil se generalizé en Cenizoamérica. Ello devino de dos procesos simulténeos: por una parte el advenimiento de negociaciones que pusieron fin a mas de una década de enfrentamientos armados intarnas fen vari de los paises del drea; en segundo lugar, con el finde la Guerra Fra, el inicio de un debate mucho mas complejo en torno a la idea democritica, a la gobernabilidad, y en ctimo ‘érmino al papel de le ciudadan‘a organizada an los procesos de toma de decisiones al intemo de cata Estado del isto, La circunstancia histérica, la pluralidad de actores sociales con roles protagénicos en ella, ash ‘como las fuerzas desstadas por os imperativos de la negaciacién de paz, hicieron que las Visiones sobre la “sociedad civil" ~y consecuentemente las adscripciones a éste- fuesen en extreme diversas. Por un lado, el uso del concepto relejéintenciones de exclusion 0 auto- cexclusién manifesta de algunos de esos actores, como fos empresarios a las iglesias por ejemplo. Por or, en siguna occasion el términa se empled con una connatacién igualitaria que suger, 2 contrapelo de ie realidad, que le sociedad civil existia gracias a les espacios nueves de cooperacién y ‘usencia” de conficta disponibles en la region. Finalmente, también Presupuso una cierta condicionalidad organizativa en las entidades que componian su imaginario, no tomando en cuenta con suticiente tino la ceblidad de muchas de elas, en especial una vez que se introdujo an el Sistema de Integracién Centroamericana (SICA) la Idea de crear un Comité Consuttivo integrado por antidades ce la “sociedad civil regionalmente ‘organizada’, nocién construida a contrapelo de la experiencia reciente det drea. En cualquier caso, la aparicién del concepto como término de uso cortiente entre mavimientos sociales y entidades gubernementales centroamericanas por igual a lo largo de la década {do 1990 y mas ali, rele fa existencia de una suerte de “concioncia’ o “inteligencia comin” en la regién que confnié valor poltico a un conjunto de organizaciones, valores, instancias, pletaformas o inclusc imaginarios colectivos que durante décadas estuviercn sometidos les atbitreriedades de los regimenas autoritaries del Isto. En un sentido mas ganeral, es importante resaitar el hecho que la "idee" de la sociedad civil en Centroamérice, tal y como ya se mencioné previamenta, aparece muy igada 3 la ‘existencia de regimenes demceraticos (a sécas) y también, si hemos de atender la opinién el maestro Ecelberto Torres-Rivas, a la existencie de las economias de mercado (1992) ‘Aunque esto ditime pueda resultar polémico, lo es menos el hecho que resulleria absurdo Piantearse la scivencia de un movimiento social aticulado de buene calidad, fuera del marco 108 de un Estada respetuoso de las condiciones generalmente ascciadas con la gobernabilid=4 democratica y sus instituciones. A este respecto, resulta evidente que en el corazén del debate ‘pareceria un conjunto de factores sin los cusles seria imposible hablar de “sociedad civil", 2 saber: la partcipacion; los derechos de libre asociacién y movimiento; el respeto @ la libre ‘expresién y la libertad de prensa; la posibilidad de elegr y ser electo; la igualdad ante la ley, la no discriminacién por ningun motivo; @ incluso ciertas condiciones minimas de naturalsze ‘estructural, puss resultaria en el mejor do los casos paraddjico, pensar en le existencla de “sociedades civles" exitosas y de buene calidad, en regimenes marcados por profundes fractures socic-ambientales 0 extremadamente desiguaies, aun si en estos prevalecen, a _menos de manera formal, condiciones “democraticas" minimes. “SOCIEDAD CIVIL" Y PARTICIPACION POLITICA, a historia politica de Centroamérica se caracterizé hasta facha reciente, en el piano de le artculacién de fuerzas sociales, por la Invisibilidad de fos llamados ‘sectores populares" como actores decisivos en fos procesos de toma de cecisiones. Victimas de las Estades y sus insttuciones en especial de fas Fuerzas Armadas~ y sujelos a los abusos ce les aitae politicas y econémicas de la regién, estos grupos, por lo general indigenas, campesinos sir tierra, obreros y sectores urbanos marginales, subempleados y en una buena proporcién ‘mujeres, han sido exciuidos de manera deliberada y ecurrente por regimenes tradicionalmente propensos al autoritarism, de cuestionada legitimided democratica y muy vinculados @ ‘condicionamiento exiemo. Es Innegable que esta situacién no reflsja los valioses sportes de esos y otros sectoree sociales al acerva paltico de la regién. Sin embargo, ni siquera en los paises del éree donde la presencia de los grupos populares han tenido une clerta expresién electoral o han side ‘cooptados por el sistema politico por medio de mecanisrnos clentlistas y cues! corporatvistes, 8 posible hablar de un actvisma popular vinculado alos grandes temas de la agenda nacional por medio da mecanismos permanentes, islitucionalizecos y legitimos, Habria que reconocer que esta discriminacion formé parte de una realidad regional que entré fn crisis en fa década de les afios 1970 y ya no existe més, al menos en lo que toca a sus ranifestaciones més extremas y extendidas. Oe hecho, en palses como Nicaragua, més ds diez afios de revolucién sandinista introdjo gicas Ge Incorporacién social que ri siquera se vioron revertidas en los sucesives gobiernos opositores entre 1991 y el regreso del FSLN al poder en el aio 2006. En ese sentido, cabria sefaler que la aparicion en escena de lo Gue podria lamarse -por muy impreciso que ello sea "sociedad civil regionsimente crganizads’, 1 $e predujo an todos los paises al mismo tiempo ni con iguales caracteristicas, ni prasupone ta existencia de un madelo ragional claro, idealégicamenta coherante o concertace, Por lo tanto, puesto ei andiisis en perspectiva histerics, no s extrafio que se perciba las ‘sociedades chiles" centroamericanas lnvisibles primero, cesconladas después frente = los actores oficiales, y por iitime resignadas pero no necesariamente ccnvencides con las conciciones resultantes de los acuerdos de paz. Unos acverdos que, capaces como fueron de ponee fn ale guerra, no eran —por sl solos~ capaces de rastablecar la naz. Ese sagunde 108

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