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OTRAS OBRAS DEL AUTOR Conversacién y critica filossfica, La Critica de Kant. La catharsis catholique dans les Exereices d'Tgnace de Loyole (tesis). Agotado, Reforma de la enseftanza. Agotado. La ensefianza nacional (en colaboracién). Agotado. Enciclopedia escolar, 1. Agotado, La gloria de Tomés de Aquino (adaptacién). Suma Teoldgica de Santo Tomds (traduceién y notas; cinco tomos primeros). Critica literaria. Agotado. - Ung santa maestrita. EN Prensa: Bichos y persotias (Camperas). Cuarta edicién Cristo gouelve 0 no vuelve? El Libro de las Oraciones (poemas). Poemas de Chesterton (traduccién de “Our Lady of the Seven Swords") LEONARDO CASTELLANI, Ph. D. Dictor ee Fil fa pot lx Cniyersidal Gergoriana dle Roma » ilesofin por la SorFin le: Pats ELEMENTOS DE METAFISICA De acuerdo con los programas de sexto aio de las Escuelas de Magisterio Dae Tears CPRALLOS 475, RUENDS aTRES rost Prohibida la reproduecién total o parcial Copyright Castellani, Ley 11.723 -BEBSE/ DON CION Pose. tec mee. Gon las dobidas licencias. at JEW. baye PRINTED IN ARGENTINA — IMPRESO FN LA ARGENTINA, PROGRAMA ANALITICO FILOSOF{A Sexto Afto de Magisterio METAFISICA Y ETICA 1. —La Metafisica: su objeto y valor. — Divisién, — Origen del concepto de set. ~ La abstraccién. — Los primeros prineipios. — El Ser, el Devenir, la Causa. — Critica del objeto de a Metafisica. IL — La Causa, — Las cuatro causalidades: su andlisis. — Con- cepto de causa: axiomas referentes a la causa; su explicacién, — Ana- logia de Jas causas y su dependencia mutua, — Critica del concepto de causa. ILI. — Causa, condicién, ocasién. — La causa eficiente. — La ac- cién y la pasién. — Clases de agentes. — Axiomas de la causa efi- ciente. — Aplicaciones. — La causalidad instrumental. IV. — Causa Material y Formal. — Anélisis de su concepto. — Depuracién del concepto: Ia forma sustancial. — Definicién de la materia, — Axiomas de las causas intrinsecas. — (El problema de la causalidad reciproca: ejemplos.) V. — Causa final: anélisis de su concepto. — Axiomas referentes al fin. — La causa “ejempla”: su reduceiéu, — Causalidad de le “idea”. — Definicién exacta de la causa final. — (Critiea moderna de 1h teleologia.) 8 LEONARDO CASTELLANL, PUL De VI. — Aplicaciones de la metafisica de las eausas: los problemas del Azar, del Destino y del Mal. VIL. — El Devenir, — Concepto del movimiento metafisico. — El acto y Ia potencia, — Axiomas del devenit. — Relaciones del acto y la potencia. — (Los posibles.) VIII. ~ Ei Ser. — Sustancia y accidente. — Esencia y existencia ~ Los axiomas del ser. — Analogia del ser. IX. = Propiedades del Ser. ~ La actividad. — La Verdad, el Bien, la Belleza. — La Perfeccién. — La Natura. — Los seis Trascen- dentales. — E! Conocimiento, — El Amor X. — Breve sintesis de la Historia de la Metofisiea. ~ Formacién de la Metafisica: Heréclito y Parménides. — Organizacién de la Me- tafisica: Platén y Aristételes. — Decadencia. — Reorganizacién; la escolistica, las escuelas. - La metafisica moderna: Descartes, Kant, Hegel. — (La filosofia perenne). — "(El existencialismo.) XI. ~ Teologia natural. — El Ser Supremo. — La existencia de Dios y su demostracién. — Las vias tradicionales. — El argumento ontolégico. — (La critica de Kant.) — (Sintesis de la demostracién.) XII. — Etica. — Fundamentos de la ética: el tiltimo fin, la obli- gacién, la ley moral. — Eticn endemonista y utilitarista, — La &tica auténoma, XIE. — El acto moral. — Cualidades del acto moral. — Moral personal y moral social. — Los hibitos virtuosos, — Las virtudes car- Ainales. — La sancién moral. — (Critica de Ja moral de la sancién.) ADVERTENCIAS PARA EL PROFESOR Este Manual desarrolla el programa sintético propuesto pot al Ministerio de Educacién para el Curso de Filosofia del sexto aio de Magisterio (1950), al incluirse en la formacién de los maestros (hom. rosumente para ellos) Ta Metafisiea y Etiea, después de In Légica y In Psicologia, aunque sea en forma de mera nstRomvcci6N. El pro- grama del Ministerio es bueno. Nos avergonzamos de decitlo, siende contreras como somos; pero es bueno. El problema de proporcionar (sin abaratar) la més alta y abs- trusa de las diseiplinas intelectuales a las eseuelas medias, puede resolverse de varias maneras, Esta sohucién que ofrecemos a nuestros estimados colegas, a base de Ia ontologin clisies, Ia més compren. siva, educativa y clara (y la més argentina, descle luego) de las onto. logias, no es, pues, tinica ni exchsiva, ni pretende hallarse a salvo de correcciones y eriticas, Hemos hecho preceder Ja ontologia de una indicacién sumaria sobre la solucién del problema critico, como liminar evidente de la Metafisica, que el ahimno debe conocer ya por ia Légica Mayor: y I hemos hecho seguir de la sinopsis de Ja Historia de la Meta- Fisica, a modo de resumen y ampliaciéu necesaria, ya més compren- sible y agradable, una vez notos los términos y los problemas. Ade- ands, existe hoy dia una moda muy diseutibie de ensefiar Filosofia limitindose a ensefiar la storta de los sistemas, de Ia cual dice el filésofo empirista Wilfredo Pareto: “Hay un modo de ensefiar las cuestiones especulativas limitin- dose a ensefiar la historia de las opiniones de los hombres acerca. de ellas; lo cual es més fécil, evidentemente; pero a las veces no sitve 10 ERONARDO CASTELLANI, PHL DL para jada, aunque Weve el nombre pomposo de stone cx rico” (Tratado de sociologia, tomo Tl). Ya San Agustin decia a propésito de ese modo: “Non quid hé- mines censerint, sed quid véritas rei sit: No me intetesa To que los hombres hayan opinado, sino cual es la verdad de la cosa”; es decir, Ja solucién del problema, 0 al menos la comprensién de él. Es ficil, no obstante, al profesor, anteponer el Capitulo X, si asi le acomodare: Aristételes lo hizo (Metaph, caps. I y I), sin ir mis lejos. Hemos reducido 1a Teodicea a la cuestién de la existencia de Dios, ya bastante dificil, omitiendo la més espinosa deduceién de Jos atributos divinos; asi como hemos limitado la Etica a su funda- mentacién metafisica, omitiendo la Moral Particular, que debe darse ton las clases de Religign y Moral, conforme a las indicaciones y el espiritu del plan de estudios. Hemos afiadido al final de Ja sinopsis una brevisima seleccién de textos filoséficos féciles, que pueden servir para lectura, anilisis © ampliacién: intercalando dos de dichas lecturas en el texto, con fa indicacién de cémo puede hacerse uso de ellas para ejercici. ‘En realidad, todo el Manual deberia considerarse como un Eyencrtaronto: ya que, segin la conocida advertencia de Kant: “No se puede ensefiar LA FILOSOFIA (en el sentido que se ensefia LA HISTORIA); se puede ensefiar a filosofar”; meta un poco dificil, cierto, pero deseable, de estos breves cursos. Que Dios prospere Ia educaeién intelectual de la juventud de Ja Patria Ex. Avror. Salta, verano de 1950. CAPITULO PRIMERO La Metafisica vontl7 Dtlog amass mun, omy sdb et in hoe ms Hadron, Sdn Atalay,‘ ei, Tot do Aquino, ngs Keg que pti nto albra cuyo orgen sinscrito significa, segin dicen, “madres”, ;Pensar oh fab fr ool aha seta no pls «ese “urate eae * Tesuer doo es ty gue sic mh vero mas gue “ae No Dee mbes fan ta, aos han tao ye general han sido pobres* Fero las yentes no ban ecabedo do hablar de el dscaten Lo que dgron dicho y clan es plas. Estos hombres son wos aT tise hon sod hao ges ene ci ga iu py an cs ai gy ue gia St Cont coe o's gw male seo “Rema cstésobrepuesto al Cac La ntfs ey «Ta ver tipenor¥ spa de as clencias, que pueden servitlo de wampolin, pero no de eealera 2. — La Merarisica® se ama asi : asi a partir de Andrénico d Rods por una casualidad; Aristételes la Hamaba Filosofia Primera % cies Filosofia ae porque su objeto es el ser, el primero tos; Teologi: que su ulti j ic a musts concep: Tels, pore Ultimo objeto es Dios, Hoy dia se llama caprichosamente metafisiea a cualquier cosa; fegel y otros, que fueron pudientes, ° on oman © “Las expresiones notadas con asteriseo, 4 ca oe Egg Ua co, serio, as halla alumnae en 2 LEONARDO. CASTELLAS!. PHL v. por ejemplo, al ocultisimo, o a las novelas de Sartre, o a las poesias de Neruda. Metafisica es la ciencia del ser en cuanto ser; que estudia las iiltimas causas * y los primeros principios,* 0 sea las razones abs. tractisimas de las cosas; cuyo objeto material es el Mundo, el Alma y Dios. Grandes metafisicos ha habido en el mundo menos que los dedos de las manos, 3. — Aristételes alaba Ja Metafisica de ser la ciencia més inttil (vertiendo quizé en alabanza un vituperio vulgar), porque no sirce: Jas otras ciencias la sirven a ella. En el capitulo II del libro I de su Metafisica la lama “sabiduria”, y dice de ella: “Todos son contestes en opinar que el sabio debe suberlo todo en cierto modo, y especialmente las cosas mis dificiles; y que es cl que est& en condicién de ensefiar a los otros; que su ciencia tiene valor por si misma y es superior a toda ciencia préctica; y debe man- dar a las otras. A eso Il4mase sabio. Ahora bien; la sabiduria, enten- dida como la ciencia de los principios y de las causas, ena justa- mente estas condiciones. “Bla sola es Ja ciencia libre, porque tiene un fin en si misma y no apunta a ningtin efecto exterior: su origen es Ia “admiraci6n”, que es el orien de la filosofia; porque nos admiramos de las cosas ingdlitas o sublimes; es decir, de aquellas cuya causa no sabemos © no abarcamos. “Se podria sospechar justamente si la poses no es una cosa més que humana... ya que los hombres son cautivos en tantas cosas por natura, y “Sdla Dios puede tener ese privilegio”, ice el posta Siménides.. Todas las otras ciencias serén para los hombres més necesarias que éstas pero superior a ésta, ninguna...” 1 de esta ciencia — La Metafisiea se divide vulgarmente en Ontologia,® que trata del ser en general, y en Teologia Natural, que trata del ser diving. Una -divisién més oxacta y moderna (puesto que hoy ha surgide y se ha agigantado Ta Metafisica ‘del Conocimiento 0 Cri- tica) seria In siguiente + ELEMENTOS DE METAFsIcA 8 ( Del ser inmaterial en general (Ontologia); Merarisica GENERAL i Del ser inmaterial intencional (Teoria del co- nocimiento). Del ser inmaterial creado (Categoremética® ), Merarisica especiat) Del ser inmaterial increado (Teologia natu. ral). .,_ Por tiltimo, algunos afiaden a la Metafisica la Cosmologfa, 1a Psicologia y la Teodicea, estudiadas en sus razones mas profundas: serian como METAFISICA APLICADA. Véase, por ejemplo, la “metafisica del amor” en Shopenhauer o en Leén Hebreo; Ia “me- tafisica del suicidio”, un libro de Camila Schuwer — temas psico- légicos ahondados. 5.— OnIceN pet. concerto * pe sie, ~ Este-concepto, que penetra todos los otros, y bajo el cual consideramos todas las cosas, no lo adquirimos ciertamente por discurso o raciocinio, que es conocer algo por algo. Esta alli, en todos nuestros conocimientos; y cuando empezé y de dénde, no podemos decirlo. . EI intelecto* con respecto al ser esti siempre en acto. El ser es el objeto formal del intelecto — dicen Ios aristetélicos. Es evidente que este concepto es inmediato; de manera que se puede hablar de ‘tuna “intuicidn intelectual” * en,el hombre, como hablan algunos modemos. No en el sentido de que sea tuna “idea in- nata”,* © que esté en la mente antes del conocer sensible (pues “nada hay ew el intelecto sin pasar por los sentidos”), sino como una percepcidn intelectual necesaria, trascendente y simulténea a la per- cepeidn del “qué” * de las cosas sensibles; que es el objeto propio del intelecto humano. ‘De modo que podriamos decir que a la manera del ojo, que ve ol “espa- cio" al ver ls casas al paisaje y el cielo, nuesto intelecto profundo (que se ‘Mama exactamente “inieligencia”,> de “intus lege") perebe Ta nota Je SER * Cualquiera sea Ia solu mn psicolégica que se dé al problema de hy “pereepeiin ‘del espacio” cece eee 4 LEONARDO CASTELLANI, PH. D. esto existe, esto es algo”) en todas los conceptos que forma de tas cosas con- cretas; y esto, no por tn acto o un proceso posterior o “reflexivo",* sino en modo simultdneo; aun en cierto modo anterior. “Nuestro intelecto conoce lo general primero que Io particular” (Toms de Aquino). Después de esto, se puede preguntar ulteriormente si esta intui- cién es por primero una percepcién del ser objetivo * de las cosas, 0 bien del propio YO; o de otro modo dicho, si conocemos primero el mundo externo o nuestra propia alma; y la respuesta parece ser que ambos a la vez, en el desdoblarse primero del conocer en sujeto- objeto: propiedad del conocer intelectual. {El doctor Benjamin Aybar, entre nosotros, defiende, no sin peso, una tuicién spre-intelectual del propio Yo antes de este mismo desdoblarse, camo neceserio para resolver los grandes problemas de la Metafisica del conosimiento y del amor. Finalmente, cabe inquirir de esta intuicién del ser (sea en el mundo, sea en el alma) hasta dénde Mega: si llega de inmediato (0 casi) al ser puro y necesario, es decir, a Dios: opinién de muchos filésofos, Hamada ontologismo.* La cual rechazamos, por impro- bada e imposible. Por razén del “ontologismo”, es peligroso hablar de una intui- cién del Ser, sea en las cosas, sea en el propio Yo; por lo cual Santo Tomas, siguiendo a Aristételes, prefiere poner al principio del cono- cimiento humano una “inteligencia de los primeros principios”, que a su vez supone un “intelecto del ser” en las primeras abstracciones 6 “simples aprehensiones”. El intelecto humano ¢s una mente unida una sensibilidad y como aprisionada en ella. “Nada hay en el int ecto que no thaya estado en el sentido, excepto el mismo intelecto”. De modo que més bien que “intuicién”, la lamariamos primera abs- traccién. 6. — Ansrnacciéw. — El Ser es el concepto abstracto por exce- Iencia. Tiene Ia maxima oxtensién (pues abarca incluso los posibles * y los entes-de-razén®) y la mfnima comprensiéa, pues tiene una sola nota; aunque esa nota pueda mirarse desde dos polos 0 focos: esencia y existencia. ELEMENTOS DE METAFisICA 15 Abstraer significa retirar, separar, prescindir. La abstraccién es Ja cualidad de nuestro intelecto por la cual asume algo como objeto, dejando otra cosa que en la natura le esté unida; sin negaria, sin embargo; “prescindir no es mentir”. Por la abstraccién “directa” sepa- ramos las especies de los individuos; por la abstraccién “refleja” (0 universal * de segundo grado) abstraemos los géneros de las espe- cies. En todas estas abstracciones, el concepto de “Ser” esti presente, aunque sea en forma implicita. Por lo cual dicen Jos fildsofos que “la verdad esté formalmente en el juicio”; pues cuando formamos con- ceptos (“simples aprehensiones”, “ideas”, asi como “hombre”, “ca- ballo”, “sol”) hay en ellas como un juicio implicito, que afirma ES “ESTO ES”. Al conocer las cosas, las ponemos en el mundo exterior, en el No-Yo: las “objetivamos”. De ahi que cuando hacemos cualquier juiclo, Ia cépula ES tiene dos fun- ciones, a saber: unir el sujeto st predicado y ponerlos ambos fuera de la ‘mente, en la realidad de las cosas, en el mundo extemno o en el No-Yo: es decir, identificar dos esencias y poner una existencia.° Estas dos funciones Iimanse de ‘avercién y de objetioacién, Se pueden distinguir en la abstraccién tres grados: fisico, mate- mético y metafisico, que Maritain lama los tres Grados del Saber — o Reinos del Conocimiento. En la abstraceiin fisica se abstrae de las notas individuantes; ° y nacen las ciencias naturales. En la matemitica, de todo, menos de la cantidad. En la metafisica, de todo, menos del ser. 7. — Los primeros principios. — Toda ciencia se apoya en prin- cipios. Principio es lo que esté antes, en el ser, el hacer 0 el conocer. Ciencia es conocimiento general, sistemitico y demostrable. Demos- trar es mostrar una cosa desconocida de por wna cosa ya conocida. De donde es preciso Hegar a una cosa que no se puede mostrar por otra, sino qe es conocida por si misma; y eso es el principio ( Aris- tételes). El objeto de la ciencia es necesario; es universal; es “apodictico”, o sea btenido por deduccién; de donde se sigue que toda verdadera cfenca se origina we LEONARDO CASTELEANI. PHL“. en prineipios que sou Sandeviores y mis noturias” (Anists Ultimas anoliticas, 1, cap. 1). ni Los prineipios no se pueden demostrar: se conocen por la mera explicacién de los términos o se “leen dentro” de un ejemplo (intus- légere). La facultad que conoce los principios se Hama. inteligencia, Por eso en las escuelas antiguas se decia: “Eso hay que venir sa- biéndolo; y de eso no se debe preguntar” (Opdrtet de his scientes percenire; nec opdrtet quaerero de his — Sust. Taot.); y se.relata que Plato expulsaba de su escuela al que preguntaba “Por qué?” cuando le alegaban un asioma. EJEMPLOS OF PRINCIPIOS METAFISiCos Lo que es, ES. El ser rechaza al no ser. ee EI ser prima al no ser. Nada esta a la vex en potencia® y en.acto.* Nada pasa de:potencia en acto sino por un ser en acto. El acto prima la potencia. Lo que empieza a ser es por otro. Lo que puede ser y no ser, tiene causa, La causa prima el efecto, - 8, — Encontramos en estos ejemplos los principales conceptos metafisicos, el Ser, el Devenir, la Causa, En ellos se cifra el objeto de la metafisica, jEse objeto es real, o es una mera ficcién de Ia mente? Ese es el problema liminar de Ia metafisica; problema con- tinuamente vigente en la historia de la filosoffa, aunque con diversos nombres y planteos: el problema de lo Uno y lo Miltiple; de los Universales; de la Ideotogia 0 Ideogenia; el Problema Critico... y ac- tualmente el “problema fenomenologico” Ea nuestros dias Hota aiin en el amblente In objecién “empitste” de Hume y la solucién “eonceptualiste” de Kant contra la “realidad” del objeto de 1 Metafisicn... Velmoslas brevemente: in de Hume puede proponerse de este modo: TLEMENTOS DE MeTaFisicA Ww “Bl concepto de causa és un embeleco de la mente humana; luego, la Mex tafisica es una ciencia initil: no es clenci, “En efecto, nunca percibimos la causa; percibimes una sucesiin de fené= menos: * el fenémeno A sigue at fendmeno B con una cierta constancia; e30 vemos y nada mis. Se forma una asoeiacién de ideas, nuestra mente se acor. ‘tambra, formulamos una ley; y después nos fingimos esa fantasia que lame ““Muéstrenme an sola ser que infunda su ser en otto (Io eusl 6s-eontradic- torio), y ereeré en la metafisica” Esta objecién es repetida de diferentes modos por Hiimilton, Stuait Mill, Spencer y los empirstas ingleses; v a través de lot nominalistas snedievales se remonts hasta los pirténicos romanos y los sofistas griegos. Es una dndu del adr copstiv de nesta mente a solucién del problema critica por Kant hace a los conceptos sbstractos formes subjetvs de nuestro concimiht, que lama “cere En didmetro con las soluciones empirstas, existen las soluciones dogmi- Leas 0 ultrarreaistas; como la de los platnicos, que hacen al dbjeto de nuestras ‘ideas existente y subsistente, y mis teat que las cosas materiales, las cuales lo Susan solamente o depron a memoria en nooks (ers de I “amin La solucién del “realismo crftico” seria una sintesis de las me- dias verdades contenidas en las otras dos: verdad de la objetividad del conocer, verdad de su servidumbre a lo sensible. PROBLEMA DE LOS UNIVERSALES LO QUE NossrRAs inzas nepnese TAN ‘BAJO UNA FOUMA UNIVERSAL No existe fuera de la mente en esta forma uni- versal Si existe fuera de la men- te en forma individuada, (Realismo eritico) (Nominalismo) Ultrarrealtsmo Lo Que NuRSTRAS DEAS. No existe en la sealidad: Exists en los nombres (Oceam); Exists en los conceptos (Kent) Lo QUE NUESTRAS IDEAS. Sf mstsre tal oual en Je realidad: en las “Ideas” eternas (Platén); fen la Mente Divina (San Agustin) 18 LEONARDO CASTELLANI, PH. D. 9, — En suma: es un hecho que tenemos conocimiento de lo uni- versal; que de ese conocimiento estin hechas las ciencias; y que las ciencias concuerdan con Ja realidad, que nuestros sentidos nos suministran, Es un hecho también que todo lo que existe es necesariamente particular; que los sentidos no nos dan més que individuos, y que poner una cosa universal existente en s{ misma es impensable, De estos hechos se deduce el poder abstractivo de nuestra mente, a fundamentacién real de los universales y su iltima ratz en las ideas divinas y el ser de Dios. ‘S6lo esta solucién explica la universalidad y necesidad de nues- tio conocimientos y al mismo tiempo su precariedad, limitacién y fa- libilidad. Aprehendemos lo eterno, Jo necesario y Io uno en el flujo de To temporal, Jo contingente ® y lo méiltiple qué los sentidos nos refieren, en virtud de un poder especial de nuestro entendimiento; del cual s6lo podemos saber que existe, y exclamar con Herdclito: “El alma esté hecha de tal manera que esto puede pasar en ella”. APENDICE AL CAPITULO PRIMERO* Ejercicio de vocabulario filosdfico Metafisica: mas all de lo fisico. Teologia, ciencia de Dios. Causa: principio que influye el ser en otro. Principio: lo que esta primero en el ser, el hacer o el conocer. Ontologia: ciencia del ser. Categoremética: ciencia de las categorias del ser. Inteligencia: facultad de las “simples aprehensiones”, que forma los conceptos y percibe los “primeros principios”. Reflexién: poder de la mente de volver sobre sus propios actos. Concepto: lo mismo que “idea” o “simple aprehensién”, la primera percepeién intelectual o nocién racional que nos hacemos de las, cosas, Intelecto: sinénimo de “inteligencia”, en sentido propio; sindnimo de “facultad intelectual de conocer”, en sentido lato; es decir, enten- dimiento. Idea innata: la no adquirida por experiencia, sino existente en el hombre desde el principio. Intuicién: conocimiento sin medio, como el de la vista: Intueri = ver. El qué de las cosas = su “quid”, su lo-que-ellas-son: “esencia’ Objetivo: lo que no se refiere al sujeto pereipiente, sino a las cosas percibidas. + Bake Manval eté exit ,on Informa mis senile que sda ose no obstant, no se pede entender st a0 te comprenden con exactitud los t= iy tenia 08 gh reco vl ‘esse pet fe aqui la lita de lor que aparecen en el primer capitulo; que el profesor anpliarh eon toda faelldad, ® 20 LEONARDO CASTELLANL, PH. D, Ontologismo: “ciencia del ser” — opinién gnoseolégica de Malebran- che, Rosmini... definida en el texto. Posibles: las cosas en su mera posibilidad, esencias. Entes-de-raz6n: que no tienen realidad fuera de la mente. Notas individuantes: “este hombre calvo, pequefo y fildsofo se Tama ‘Sécrates”: los rasgos que definen al individuo como tal. En potencia: las cosas en su mera posibilidad. En acto: las cosas en su ser real y efectivo, las cosas “hechas”, lo que aparece. lo que puede ser y no ser. CAPITULO SEGUNDO La Causa 1. —Comenzaremos estos rudimentos de Metafisica por el estu- dio de la Causa (y no del Ser), por una razén didactica: es el concepto mas conereto de los tres fundamentales; y por tanto, mas Facil. ‘Tropezamos cou ln eausalidad en la vida diatia, y desde nifos preguntames el “porque” de las cosas: ¥ ya desde aios no queremos admit el “porguo-s ‘Cansa os el por qué; y por extensibu, también el part qué, el de qué y el en qué. Para adqairir las primeras nociones sobre la causa, tomemos a Aristételes un ejemplo sencillo, que se ha vuelto clisico: la estatua. Después habremos de pulir los conceptos con ejemplos més sutiles “Fidias esculpe en mérmol un hermoso Jipiter que le dard fama". , por las solas fuerzas y ejercicios humanos (mieticismo intelectual), que tiende fun aniquilamiento de la personalidad, que seria el principio de la dicha eterna. Esta tendencia contra la accién y hacia la pasividad, la quietud, la dulzura, que exageré el suois\o (fundado por el buddha Gautama, llamado también 36 LEONARDO CASTELLANI, PH. D. Sakya-Muni, hacia 477 a. C.), la veremos resueltada y modemizada en nuestros dias en el resmiasno alemén, encabezado por el gran escritor romlntico y no- table pensador Arturo Schopenhauer 13, — El brahmanismo parece haber nacido en el seno de le primitive religién védica (de los Veoas, los antiquisimes libros sagrados hindies), que, segtin parece, fué un politelsmo vagamente pantefsta, cuando él apareci® inca iz de satisfacer a las exigencies de la razén adalta y las exigencias sociales y politcas, complicadas por conquistas, anexiones y extatizaciéns de donde sur. 86 el dogma y la prictica de las casas, tereiblemente rigido en la India, Muevas especulaciones filosbficas, surgidas, segin se cree, de los sacri ficlos y de los ttos seculares, en vez de tomar el camino laico y racional de Jn Grecia, se apoderan del dnimo de lor eacerdotes y empiezan a convertse en ‘una doctrina esotérica de la poderosa casta sacerdotsl (Ia primera de las cinco castas), que, pars mantener su oficio, continian los gestos de la religion primi- tiva, dirigiéndolos a las fuereas indeterminadas del universo y no a los dioses de machos brazos 0 de cabeza de bestia, 1d, ~ Qué ensefia esta metaisica relgioss? Brevemente, que el Principio del Mundo, Brahma o Atman, es la ‘inica realidad intima de todo lo que es; es inmutable, integral e inmévi, al modo del SER de Parménides; pero no puede ser conocido ni siquiera por el concepto universalisimo de SER, de donde no puede nombrarse, a no ser con la particula NO 0 NADA; no teniendo en sf mismo ni personalidad, ni conocimiento, ni atributo alguno de los que nosotros colgemas # Dios, sacindolos de Jos seres ereados: — (sentimiento profindo y exagerado de una gran verdad, que han pre- dieado los grandes misticos erstianos). De modo que todo lo que nosotros conocemes y pereibimas, incluso mues- tros actos —todo aquello que Platén llama Lo Miitple—, no existe en realidad de verdad y constituye la Mata (1a Natura), una enone ilusién y Decepoién, Esa Deoepetén sla fuente del Dolor: es pura y simplemente wn mal, es el Mal Contra ell, hay que luchar. Los que huchan con las armas de Ia Sabiduria (ne- gacién del deseo, ascetismo, ejercicios intelectuales y dsicos, yoguismo), serin Hbrados a su muerte del yugo de la existencia individual y sumergidos en el Athma Superpersonal (error posterior de Averroes); en tanto que los insen- satos y malvados siguen soportando las innimeras miserias de la vida individual, por si trasmigracién a otros cuerpos, de animales y plantas inclusive: doctrina vvalgar de la metempsicasi, que es quiz envoltura grosera y concreciin exoté- vioa de otra verdad mbs dolicade, como sostienen algunos sabiuy urleutalistas, (CE Guinow: Introduction générale d Pétude des doctrines hindoues.) Esta es una idea somerisima de lo que entiende el Occidente del brama- nismo 0 hinduismo; mas los brahmenes ¢ hindies se rien de ella cuando la leen; y sfirman que nuestras concepciones occidentales son incomprensivas y excesi- ELEMENTOS DE sretarisica a7 ‘vamente simples. Una cosa que distingue 2 Ia metafisca india y la separa neta- mente de inipecolatnn sel principio de la "ao-duaidad” (advett-odda), {gue no tiene denominaciém en la filosfia occidental, Los orientales no distinguen ntre “materia” y “espiritu”, sino que parten de una realidad indiferenciade, {que estaria mis adentro de ambos, que no es sino el Athma; ast como no quieren distinguir tampoco entre sustancia y accidente, acto y potencia, ni siquiera SER y NO-SER; supuesto que al Athma laman NO y le rehusen toda denominaciéa Tien o conceptual. No se ve de ese modo emo pueda ser construible une metafisica, que no caiga en el mero ieracionalismo 0 en la logomequia, 15, — Solamente en Grecia la filosofia hall6 wna existencia auténoma. Le Hélade es el sinico punto del mundo antiguo en que una sabidurie humana, consciente de sus fuerzas y sus limites, hallo su via; y después de pertinaces bisquedas, audaces intentos y un lento esfuerzo de corecciéa y maduracién, se constituyé en doctrina de lo Primero y de lo Sumo independiente de la religién: fendmeno que forma parte de lo que puede lamarse el Milagro Helé- nico, instante de plenitud de I razin que no tiene segundo en la historia humana, de modo que San Agustin lo hace pareja de la Revelacién dada al pasblo hebreo y lo considera como una preperacién providencial de la Revela- cién definitive, 16, — Desde los genios filosficos del sigio de Pericles, la historia de la netaisien gocidntal cone a ls mane de un fomenso ro) a veoes subter neo, sia embargo; pero de modo que las mas audaces innovaciones no han con~ seguido desprenderse de las bases que establecieron eleatas, pitagdricos y hera- clitianos; y Platén y Axistételes, “los dos focos eternos del pensamieato.hu- mano” (Menéndez y Pelayo). CAPITULO SEPTIMG El Devenir J.—Para entender la infinita variedad y variaciones del Uni- verso, ha sido necesario arrojar la “dualidad” en el seno de la Unidad: y.asi han salido esas nociones de Materia y Forma, Acto y Potencia. Esencia y Existencia. Anaxiigoras, el més grande de los presocriticos. es loado de Aristételes, por haber formulado la dualidad el primero de todos, al poner que: “Todas las cosas se componen de Materia y Mente”. 2.—Vamos a considerar ahora el Acto y Ia Potencia, que son Jos dos extremos del Devenir ~ 0 Movimiento. El movimiento es una cosa patente, incluso a los sentidos; puesto que todo cambio en el universo visible inchtye movimiento local. De ahi que los antiguos llamasen movinstento, en metafisica (motus), a cualquier cambio de cualquier clase, incluso la generacién y la muerte, Modernamente se prefiere el término “even”. 8.—Devenir es el paso del ser de la potencia al acto. Potencia ¥ acto son dos estados del ser. Se dice que un ser esté en potencia cuando puede llegar a ser algo; y que esta en acto, cuando ha legado: “Este bebe es un me- temético en potencia, Pascal es un matemético de hecho”. Potencia es, pues, poder ser, y acto es simplemente ser. 4.—Pero hay que distinguir la potencia pasiva, que es un nudo poder ser, y Ia potencia activa, que es un poder hacer, y es ya en parte acto. Las lineas siguientes 0 LEONARDO CASTELLANI, PH. D. que yo puedo escribir en este papel, si quiero, son mera potencia pasiva, 0 posibilidad; mi saber escribir es una potencia activa, 0 facultad. La potencia activa se llama también acto primero, reser vandose el nombre de acto segundo al acto ya emitido, o sea al ser simplemente. EI entendimiento es una potencia activa; pero es simplemente cuando estd en el acto de entender, que es su acto segundo. La potencia es al ser como el suefio a la vida, star en potencia es algo o es nada pura? Bergson sostiene que ser posible es un mero concepto. Pero ser posible es diferente de ser imposible; por tanto, es algo, en cierto plano.* 5.—Las nociones de devenir, potencia y acto (Kinesis, dynamis y energueia) son la clave de la filosofia griega, que proporcionaron 4 Arist6teles la complecién del platonismo y la superacién del antago- nismo aparentemente insoluble de Parménides y Herdclito, Basta considerar esas nociones, para entender los axiomas siguientes, de uso continuo en la metafisica: 1° La potencia no puede existir en estado puro, puesto que en si misma nada es, sino “por referencia al acto”. “Ser en acto es sim- plemente ser”. De donde “la potencia lama al acto” y “es por el acto”, al cual supone siempre; y por ende, “nada pasa de potencia en acto sino por tin ser en acto”. 2° La potencia y el acto estén en la misma linea (sea de sus. tancia, sea de accidente, sea de natura o de sobrenatura, intelectual, volitivo, ete.), puesto que son el mismo ser en dos estados diferentes, como si dijéramos en estado de vacio y de leno: por ejemplo, si el acto de entender es un accidente, 1a potencia que él ackia es también accidental, y por tanto el intelecto humano es diverso de la sustancia del alma, es una facultad, como ensefia la psicologia. 2 La proposicién de Bergson puede, sin embargo, ser salvada, en cierto sentido, ELEMENTOS DE METAFISICA 61 De donde también se deduce que: La potencia pasiva se reduce a ta activa. La potencia activa esté en el agente; la pasiva, en el paciente, La potencia y el acto son separables: puesto que de otro modo xno podria existir lo que Ilamamos potencia aativa. 8° Bl acto es antes que la potencia, puesto que “nada pasa de potencia en acto sino por un ser en acto”, axioma que no es sino a expresién del principio de cansalidad o una consecuencia del de contradiecion, BI acto es antes que Ja potencia en natura y en tiempo, como nota Avicena; de modo que: El acto es ms noble que la potencia; El acto es mejor que la potencia; El acto es primero que la potencia; El acto prima la potencia. 6. — Esta primacia del acto sobre In potencia salva a la vez la realidad dei movimiento y Ja realidad del ser, y pone una distincién clara e imborrable ‘entre Dios (acto puro) y la Creaciin — compuesta de potencia y acto * Enfrente a esta posiciin existen flosofias que niegan o escurecen una de les dos nociones: flosofias del Devenir absoluto (Heraclito, Plotino, Bergson, Hegel), 0 del Ser Absoluto (Parménides, Giordano Bruno, Spinoza, Schelling) Las primeras rechazan la distincién entre potencia y acto, porque la idea del Ser les parece slusoria: de ese modo se ven obligedos a hallar la realidad zeal en el fluir continuo de las cosas sin diferenciacién posible, de donde han de negar el concepto de sustoncia y sun tal vez el principio de contradiccién Las opuestas filosofias, del Ser Absoluto, que se pueden amar ultrarza- cionalistas, desconfian de la hea de potencia, que les parece oscura, como lo es, sn dud; y no pudiendo ver el SER sino en acto completo, se ven obligados ‘2 negar el movimiento (Pannénides, Zendn de Elea), 0 bien a identificar os contraries (Hegel), 0 a reducir todas las cosas al ser divino (Spinoza, pante ‘no inmanentista). —Frosorias net. pevewn, — Ustin de moda desde Hegel. Su precursor foé Herdclito, Hericlito: “Todo corre”; “Nadie se baiia dos veces en el mismo ri". Algunos llegan por este camino a negar la realidad del ser. El fondo real de todo seria un puro decent, 62 LEONARDO CASTELLANL, PH. B. Pero el devenir es un trinsite, y, como tal, un ser incompleto, una eealidad aminorada. Por tanto, todo devenit supone un algo que deviene, un ser plens dicho atribuide « Bergson de que hoy mds en ef devenir que en el ser 25. pe mente hablando, un contrasentido, Todo ser ereado consta de potencis y acto: y ésta es la razin de todo devenir. Porgue es un acto, existe; y porque tiene potencia, puede cambiar y Hogar a ser otra cosa. Sélo Dios es Acto puro, y por tanto inmmutable, Atrs- yyendo como Fin iltimo a todas ls cosas, las hace devenir, Los seres cambian, porque son atraidos por Dios, como Causa Final tlk Quieren Uegar a ser todo lo que pueden ser, Tegor a la plenitud del propio set. En el fondo del ser hay como tna intranquilidad ante su limitaciny yd «ll procede el movimiento ‘No hay que confundir el devenie con Ia actividad: la actividad es una coa- Secuencia metafsion de la actualidad del ser, Dios, plenitud del ser es tambisa plenitud de actividad; y Dios no deviene, sino que es Los que confunden el Devenir y el Ser, tienen que legat Tigicameste 4 negar el principio de contradiceiin y el de Identidad 8, — Los postaes. — gQué es ser posible? Guando dos notas son conciliables entre si, como hombre y mii- sico, decimos que eso es posible; cuando son contradictorias. com> circulo y cuadrado, decimos imposible. Posible evidentemente es algo; porque se diferencia de impa- sible. Pero posible puro es nada; porque, como mero posible, todavia no existe. ‘La solucién de esta antinomia est en estos axiomas: Una posibilidad depende de una potencia activa; La postbilidad total depende de la potencia de Dios; La potencta divina depende del intelecto divino; el cual depends de la divina esencia; Los posibles existen en Dios, Esta proposicidn reconciia a Platén y Avstisles, y hace ver Ie profunds Intuiion que existe en la doctrina de las Ideas de Platén, doctrina sparenter absurda; poro contiene une gran verdad teoligica y metafisiea: al findament9 de Ie posibilidad “Es un hombre de posibles”, dicen en Espaia de un hombre con dinsra 5 decir, pudiente: y de los muy rieos dicen que eatin nadendo. en posible ELEMENTOS DE weraristea es deade el reoio realise espaial fi © espaiol alma sensatemente Ja residad y el fu mento de la rosipnapan, que Bergson mieze args SQEEM rosmanen, gv Bergson mega (Ecoictin cade, pt § 9. — Comprendidas estas nociones, se aclar: mente dificil (no reducible a imégenes) de “materia prima | materia” (en general) que hemos visto antes, La materia rine de los euexpos no es mis que wna eapacidad de ser, una pura potencis reducible a ser esto 0 lo otro por algo activo y esencia, que ee la forma. La materia es actiada por Ia forma; de donde el atioms de gue “dos seres en acto no pueden dar unidad real” (unum per so) Sino artificial (unum per decidens). ‘Todo ser sustancisimente ony. 9 es simple, 0 consta de materia y forma : CAPITULO OCTAVO El Ser 1. — Hemos legado al concepto central de la Metafisica: el més general cl mas abstracto y el mis dificil; y, sin embargo, el primero de todos en nuestro conocimiento, Todo lo que conocemos, lo conocemos bajo la razén de Ser: co- nocer es simplemente ver que algo es. Y tanto la palabra algo como Ja palabra es, son sindnimos de ser. 2, — El ser se divide en ser-en-sf y ser-en-otro, sustancia y acci- dente. Hombre blanco: la blancura existe en el hombre; el hombre simplemente existe. El ser del accidente es un estar. Los antiguos decfan es un ser-en (accidentis esse est inesse). Lo que simplemente existe es Ja sustancia; lo cual no significa que el accidente no sea algo: es algo en otro y de otro, La sustaneia se manifiesta y obra por los accidentes; pero los accidentes reciben su ser de la sustancia, y forman con ella una unidad metafisica. 3. — Aristételes dividié los accidentes en nueve clases, que. junto con la sustancia, forman las Categorias del Ser.’ Todo lo qne es, pertenece a una de estas Diez Categorias: + Kant ha propecsto ot tabla diferente, de dove Categorias: pero se divisiin tone in Sendo diferente de I de Arttees ” 3. — Blomentos... TTT Ta 66 LEONARDO CASTELLAN, PH.D, Cualidad; | Relacion: ‘Aceibn; Pasion Lugar; ‘Tiempos Posicién o Sitio; Habitad. 4. ~ Examinemos estas categorias ic habeslos reunido en un ejemplon ”“eementon, Sécrates* es un hombre* petiso, us ansehia la flosofia* perseguito por los sofstas en tena, * bajo ‘cricles,* de pie," en medio de estudiantes y de abriboccs después de Sustancia es simplemente lo que percibimos, to que existe: lo que lamamos esencta con respecto sla inteligenng (el quid, ln definicién) y lamamos natura con respecte ala cao: & eso mismo amamos sustancia con respecto a la enistencin Ty sustanecia es la cosa: primer objeto de nuestro entend:mniente, ave vo se puede negar sin destruir la inteligencia, 7 Jo que conocemos. ser fildésofo, estar triste, retrse, son accider i , , rehrse, 5 tes; aquién no ve que dependen dindmicamente de Ja sastancia? ag ne weg 6. ~ Cuando Maine de Birén (siglo xvmt) nie, istenci: - lo niega la existencia de | sustancia, o Fichte (siglo xrx) se alza contra “la sustancia muerte de * Sustancia primers; ® sustancia segunda; % ke inte Primers; * sustancia segunda; * eantidad; + evalidad; $ rela- BLEMENTOS DE METAFISICA 67 Jos latinos", oponiéndole “el dinamismo y el devenir germénico’, son vietimas de esta confusién, originada quiz4 en la Escoléstica de- cadente, que sustantificé los accidentes y multiplicé los “modos sus- tanciales”: lo mismo que Balmes, cuando se irrita contra las “facul- tades del alma”, oponiendo que “el alma es simple”. Las negaciones de la sustancia apuntan a una falsa idea de sustancia: el intelecto humano no puede negarla sin destruirse, ni negar los accidentes sin destruirla, Descartes (siglo xvm) neg la realidad de los accidents y di5 una definicién ambigua de sustancia que coovenia solamente a las sustancias simples (0 qul- is a solo Dios), idenifcando a In sustancia corporal con Ia extension y a Ta sustaneia espirtual con el pensamiento: con lo cual puso a ss florotia en un camino que la levaba de suyo al pantefemo, téemino al eval de hecho Ia evs Spinoza (pues solamente en Dios la sustancia es su propia acciéa), o bien sla negecidn de la susrancia, adonde la evaron los senstalistas y asociaconistas ingleses, afirmando con razén que lo que perciimos nosotros son los actos, cemociones, ides, figuras y colores ~ y no aingin mtileo misterioeo, indivisible e invisible Para ini del panteismo de Spinoza, Lelbnitz se vid obligado « suplantar su “Sustancia Unica” con una polvareda infioita de sustenzielas sobrepuestas ‘y mal unidas, que lamé “ménadas”. Kant sustituy6 a la divisin natural y-obvia de sastancia y aceidente (Ja cosa'y lo de la cosa) Ta divisién de “nomenon” yy "fendmenon”, dos mundos diferentes (Ja realidad y Jas apayiencias), uso de ios euales no es inaccesble, y sin embargo sabemos que existe. En cuanto a los tres grandes postkantianos, Fichte, Schelling y Hegel, empefiados en construit tuna meiaisicn “erica”, recaen después de abstrasas y dificles Iucubraciones en le Sustancia Unica, Sea le inmévil de Spinozs, sea la continuamente mévil de Hericito. — Estos ejemplos bastan para hacer ver c6mo la nocién sus- tancia-accidente (bien entendida) es insalvable, necesaria y primera. Los “fenomenistas", que niegan la sustancia, en el fondo, si bien se mira. niegan el accidente; porque todos sus “fenémenos”, imagenes. actos, ete,, se convierten ipso facto en pequefias sustancias fagaces. disminufdas y vergonzantes... Mas, negado el “accidente”, se niega el cambio y la realidad del movimiento, el cual se trasforma en ilu- + “Lo que para existir no necesita de ninguna otra cosa”. 6S LEONARDO CASTELLANI, PH. D. sorio; de donde los fenomenistas (que son psieélogos) se ven obliga- dos a apoyarse, en Metafisica, en algtin sistema panteista, 5, — Una sustancia individual de naturaleza racional es una “persone” Hoy dia se cultiva mucho la “flosofia de la persona"; pero principal- mente en su aspecto ético, 0 sea, referida a los derechos del ser amano y a sw calidad cuasi-sacra, atropellada hoy dia y amenaaada por los monsirucsos abusos de la estatolatria o el colectivismo, asi como por la tiranfa y la erueldad, tan inerementadas en nuestra era. ero ese aspecto ético de la persona se basa en un fundamento metafisico, La metafisica de la persona ha sido investigada profondamente por la teologia eatélica, instigada por el problema de la personalidad de Cristo, 9, — Los nueve accidentes propiamente no pueden definirse, sino a lo mas explicarse. Cantidad es el accidente de lo extenso; cualidad, Jo que da el ser tal; relacién, lo que refiere wn ser a otro. TLos demés accidentes son todos relaciones especiales." La accion y la pasién se refieren a la causalidad; el lugar y el tiempo, a la ex- tensidn y el movimiento. “Tiempo es la medida de los movimientos segin el antes y después”, decian los escolésticos. La posicidn es Ia relacién en un cuerpo de las partes con el todo o de las partes entre si. En cuanto a la categoria habitud, es la relacién de la sustancia eon su contorno, como el estar cerca o lejos. solo o acompatiado, vestido o desnudo. 10, — No hay que confundir le “habitud” (Raberse de tal o eual manera) con al hbito, que €3 una de las cuatro maneras de la tercera categoria, In cevalidad. ‘La cantidad mira Ia materia, la cualidad radiea en la forma, dicen Ios ‘ilésofos: cuaidad es, pues, el modo camo un sujeto puede ser afectado ace.den- talmente respecto de su perfeccién: forma y figura; potencia e impotencias pasibilidad o receptivided: hibito 0 disposicién + Por Jo enal, el filésofo Hamilton pretende reducir todas las categorias 4 as exatso primers ELEMENTOS DE MErAFisica 6 Hibitos son la ciencia, el arte, Ia virtud: el estudio de los habitos es ‘importantisimo en psicologia’y ética, “Habito es evalidad permanente por la cual un sujeto esti dispuesto asi 9 asi con respecto a um objeto dado”. Las matemétioas nos disponen bien con respecto al objeto de esa clencia; Ia natacién nos dispone bien con respecto al no hundirse, La avaricia nos dispone mal con respecto al uso. del dinero, LL. — En el ser se puede considerar Ja esencia y la existencia, Todo lo que existe, es, y ademés es tal cosa. El ser esto constituye su esencia. En las obras del hombre se pueden distinguir fécilmente la esen- cia y la existencia: el plano completo de una casa, por ejemplo, y la casa ya hech Existir significa ser puesto fuera de su causa, en la realidad de las cosas. Esencia significa lo cognoscible. Existencia significa lo realizado. “Cien téleres de oro pensados son menos que cien tleres rea- les?” (Kant). En el plano de Ja esencia no son menos; pero en el plano de lo existente son infinitamente menos. 12, — La esencia y la existencia se distinguen ficilmente en nuestros con- ceptos. ;Se distinguen también en la realidad? En mf, por ejemplo, persona evistente, gexisten dos reatidades que se completan y abrazan mutuamente, se agarren y se funden, o bien soy una exis- tencia, y a esencia no es mis que una mera abstraceién de mi mente, un concepto? La escuela aristotélica-lomista pone que en mi existen reslmente dos principios diferentes, unidos ¢ inseparables del ser. No son dos cosas, sino dos como raiees (principios) de todas las cosas creadas. La esencia limita al. ser: el ser actualiza Ia esencia, Sélo en Dios se identfican realmente la esencia y le existencia, La esencia de Dios es exist, Existir por esencia signifiea puro Enxistir, exstir necesariamente Este problema es el de “la distincién real de ta esencia y In existencia”, quiza el mis importante y decisivo de la metafisic. Es muy diffe, y su discusion pertenece a clases superiores. De 1 depen- en otros muchos, v en realidad, Ia forma misma de los diversos sistemas meta- fisicos (monismoxpluralismo, delsmo-panteismo, filosofias del ser y del Devenir, existencialismo, esencialismo, ete.). 70 LEONARDO CASTELLANT, PH.D. 18, — Axioms Det sen. — Son Jos primeros principios de la Lé- gica, de la Metafisica...y del Sentido Comiin, Depende de la simple aprehensién del Ser. Lo que es, es; Io que no es, no es. Nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido, El no ser no pasa a ser sino por el ser. Entre ser y no ser no hay medio, EI ser prima al no ser. 14, — “La nada, en tonto que nada, en cuanto es idéntica a si misma, es justamente 1a misma cosa que el ser”, dice Hegel. Los que ponen esta afirmacién, sea que sigan a Heréclito 0 a Hegel, no deben recular ante ningin absurdo; y su camino los Mevard. Iégicamente al Panteismo, al solipsismo y al escepticisino. (Todas las cosas son uno y lo mismo; Dios es el hombre; el mundo externo no existe; no se puede saber ninguna verdad. ¥, maldita sea ani alma, yo no existo,) 15. — ANatocta pet sen. ~ El ser es un concepto analdgico y no univoco; pertenece a todo lo que es, pero se aplica diversamente a cada cosa Palabras andlogas son las que con un mismo sonido tienen un sentido parte igual y parte diverso: Hombre sano; color sano; clima sano. Ser divino; artista divino; paisaje divino. EI primer ejemplo se lama analogia de atribucién; el segundo. analogia de proporeién. El modo de pensar analégico es propio de nuestro entendi- aniento; por lo mismo que aquello que conoce él primero, por todo ¥ en todo, es el ser. De esto vienen lo que llaman los ret6ricos tropos: metéfora, sinéedoque y metonimia. Por ejemplo, “primavera de Ja vida”, “fruta sana”, “cabezas de ganado”. Asi, pues, cuando decimos que Dios es y el hombre ¢s, la sus- tancia es y el accidente es, hacemos analogia de atribucién; y ouan 0 hablamos de lo que haria o dirla Don Quijote, Je prestamos tn ser imaginario (pero verdadero}, con analogia de proporcién. En toda analogia hay un analogado primero o principe, en ef BLEMENTOS DE METAFIsICA 7 cual se verifica con plenitud el sentido de la palabra andloga, y del cual dependen los otros. 16. — A causa de la analogia del Ser, conocemes a Dios por este camino; ‘primero le atribuimas todas las perfeceiones que vemos en To creado (bueno, ‘poderoso, sabio); después negamos en El todas las imperfecciones y privaciones Uinmor, mutable, imple, y por sino aliens ete eonepto «ume altura suprema (Infinito, Acto Puro, Ser Supremo). , : De este modo podemos decir entonces que Dios no es ni bueno, ni pode- xoso, ni sabio, mi siquiera “ser” a Te manera de Tos hombres; y por eso dicen Jos mistiens que ven a Dios en una pura tiniebla luminosa, en un amasiio de contradicciones, en un vacfo y muerte del entendimiento, un abismo en el eusl ‘= Pte una sroche osc”, cam dice Sun Juande Ia Cruz Es Ta noche de la analogia del Ser. CAPITULO NOVENO Propiedades del ser 1. Ser, algo, cosa, uno, vero y bueno, son un mismo concept con diferentes matices; se convierten entre si, es decir, son reciprocos. Los antiguos Jos lamaron los Seis Trascendentales, o las propiedades del Ser. Todo ser, en cuanto es, es Uno. Todo ser, en cuanto es, es Verdad. Todo ser, en cuanto es, es Bien, Bien, Verdad y Unidad son reciprocos de Ser. Verdad y Bien no son sino el ser, en cuanto dice referencia al sintelecto y a la voluntad: verdad es el ser en cuanto conocido; bien es el ser en cuanto querido. 2, — Esto tiene algona dificultad: adviértase, pues, que cuando Tamamos sl Ser “uno, vero y bueno”, nos referimos a Unidad, Verdad y Bondad oxtot6- taca, y de ningin modo a fa unidad matemitica, verdad logica y bondad moral (que al alumna ya conoce), que son dependientes de los trascendentales nom Drados. ‘Unidad matematica es Ia medidabisica de la eantidad; verdad légica, Ix ‘conformidad del intelecto y la cosa, y n0 Ja cosa misma; bondad moral, la ‘conformidad de las acciones con el recto arden de Jos fines, y no los fines 3, — gTodo ser es bueno? Ontologicamente; por st selacién con el rs, el ceaal es siempre un bien, Santo Tomis explica ast esta nocion un poco dificil: ‘Todo ser es el término de una operacion; — el termino posible, porque puede ser querido; y el termino efectivo de la operacién ereadors, porque de hecho fué queride, El término de una operacién es el fin de ella Fin y bien se identifiean: todo agente ‘obra en vista de un bien. No se puede querer el mal, a no ser bajo especie de bien. Decimos que los perversos LEONARDO CASTELLANI, PH. . quieren “el mal por el mal mismo; pero no es exacto, Metafisicamente, es im posible: como si dijéramos que hay una operacién que termina, en la NADA. 4. — Simo, pues, decimos, y con verdad, que hay cosas malas? Un vex eno, a ‘vbor, lor mlerblo, oa obra de’ afte impor, un alvado? Son Gafinos 0 pemiciosor para nosttox; son malay moralmente, porque datan; pero es por haber sido torcdos de su fn. Un venono es bueno se usa para s0 fin corno meicioa, un hombre malvado es malo para los ots y parm siisoo, por Iaberse desviado de stn fi; desviaiin que, consderada metaisicamerte, no et algo-ensimismo (mistenia}, sino unt priacion (er deci una reac yrrim assenia del ser debi}. 5. — g¥fo hay, pues, cosas malas? Con respecto a algiin otro ser o persons, si; pero no en si:mismo y en absolute. El mal no es sino privacién de ser: de donde un Mal Absoluto ¢s contradictorio que exista; seria. un No-Ser existiendo, Caanto mas unidad tiene algo, es mis ser; el hombre es més ser que e! animal, ef vegetal y el mineral, y es més uno que ellos, Dios es la suprema uni- dad de todas las penfecciones Perfeccién es plenitud de ser: lamamos perfectas a las cosas complet, “que no tes falta nada”, es dees, a as que realizan su formula (0 esencia) con plenitod. 6.—La Belleza es una manifestacién de la plenitud del ser. Hay belleza alli donde se ve mucho en Io poco; es decir, mucho estrechamente unido. Por eso Platén define la belleza literaria: “Ta unidad en la variedad"; y Aristételes: “Ia fuerza y el orden” y “el esplendor de una form: La Belleza dice relacién a las facultades cognoscitivas, por Jo cual tiene estrecho parentesco con la Verdad; y también a las facul- ‘tades apetitivas, por lo cual tiene afinidad con el Bien. Es el imperio soberano del ser sobre la privacién. La Estética, ciencia que estudia la belleza artistica, es, pues. una dependencia de la Metafisica. La belleza percibida produce el Amor; que es Ia atraccién del Bien; pero para atraer necesita ser percibido, y por tanto expresarse © manifestarse, 0 al menos estar prasento. 7, — “El Amor es hijo de Poros y Penis” (Platén). Supone a fe vez una pplenitud y una eseasez, por lo menos én las criaturas. Aristoteles dijo que Dios ELEMENTOS DE xEraFistca br st amor tone una sola raiz, la Riquesa, : 4 In unin, Es el ser que busea su perfeccién en la linea ve lor 2 ee Seas wt ote SB vont inst ev ener nce cane CPL tn nei” (So At) EI amor ontoligico es Ia presencia sentida del ser en di mina f so a En esta vida, mejor es amar a Dios que conocerlo, ‘Todo amor supone un conociniento: no hay amor de lo ignorado; por ‘menos en el orden psieolégico, . a 8.—La Actividad es una manifestacién del ser, es decir, del Acto, Todo ser es active. Todo ser tiene su propia operaciin, La operacién propia de cada ser revela su natura (“por e! fruto se conoce el axbol”), porque su actividad es su acto, es decir, su ser, Natura no es sino el ser en evanto es principio de operacién, Por tanto, lo que hemos llamado causa no es sino una nettira en accin, ve Be = Casa Primera, Ice log sre, loser al mismo tempo casas (concausa); es dect,semejanter a Ella misma, dotados de attvicay prope, aumue pips y do semtine depenient El movie tn ches nor revels In exstencin de nn cadena de casas, que fomosiments soporen wna Causa Prima, " eS Un ser que no tuviera actividad propia ninguna es inconcebible: “Minguna cosa care do propia aperacién’, dite Santo Tamis (De'Eate ct Eines cap 1. “Todo eagipo natural tiene propio motes de Aull (De Gove «€ Mundo, Wl, eap.V). Exo se puede ose del soo siguiente, Es inconcbible una cosn que exit sin algo en ela que etd en Act vo puede existir una pure poteneia Ese ato tiene que ser Motor 0 Movidndose (pogue silo son postles tees eiades del sr respecto a ln moc: o Motor, o Mosiendose, © Movie) yen ambos caso oper Una corn que foe pa inereia”, es absurda, como wna cosa que fuera 76 LEONARDO CASTELLANL. PH. D. ‘pura materia, Una cosa que no taviera operacién, no tendria Fin, y por tanto tamnpoco Causa agente, ni por ende Causa formal. Eso es pura Nada, 10. —La venrzcai6w del sex esté en Ia operacién, pues entonces esté todo ser del todo en acto; de donde la operacién es llamada “acto segundo”, como Ja potencia activa, “acto primero”. La felicidad del hombre tiene que estar en su perfeccién: por tanto, en alguna operacién plena que emplee y actie toda su natu- raleza: operacién plena que requerira un objeto excelente y sumo: a el acto”, LL. — Aristteles ensefié, con la retahila irrompible de sus diseépulos, que en ia “contemplacién” estaba Ie felicidad del hombre. gQué cosa entendié por “contemplacibn” no es fil de decir, ni de entender, en dos palabras (Etica Ni- comaguea, Ir. X, eap. VU). Llama contemplacién (theoria) al acto humano més perfecto acerea del objeto mis perfecto del modo més perfecto. La fuerza més noble que hay en el hombre es e? intelecto; y el objeto mas perfecto del intelecto es Dios. El modo mAs perfecto de conocer es el inme- ‘ato o intutivo, De donde la felicidad del hombre seria conocer intuitiva o casi intuitivamente lo divino; si eso esti al aloance de la natura humana, CAPITULO DECIMO Historia de la Metafisica 1.—Una historia de la Metafisica no se puede dar en una lec cién (ni en diez), si no fuere a modo de esquema sumamente so- mero, que aclare y corrobore las nociones ontolégicas adqniridas en las Jecciones precedentes. La historia de la Metafisica se confunde y no se confunde con la historia de la Filosofia; porque hay épocas de apogeo metafisico y épocas en que la Metafisica decae y corre como subterrénea, Hloreciendo, en cambio, la filosoffa aplicada y subordinada: mora- listas, mateméticos, fisicos, socidlogos, poetas. Sélo en Ia Grecia del siglo v a. C, hallamos el milagro de una eclosin extraordinaria de arte, letras, ciencia, filosoffa particular, politica, metafisica: una especie de apogeo de la razén humana. 2, —Los primeros sabios de Grecia no fueron metafisicos, sino” moralistas y naturalistas: Aristdteles los lamé “tedlogos" y “fisicos”: su pensamiento permanecia circunscripto en el primer grado de abstraccién, al mismo tiempo que solicitado fuertemente por los problemas fundamentales. Los “fisicos” 0 “j6nicos” 0 “presocraticos” buseaban el fondo y origen de todas las cosas en un solo principio: el agua para Thales (624), lo indeterminado 0 el Caos para Anaxi- ‘mandro (610), el aire para Anaximenes (585) el fuego para He- rdclito el Oscuro. También surge entonces la hipétesis o el simbolo de la Discordia (Herfelito) y del Amor (Parménides), como agen- tes de anificacién metafisica. El pensamiento permanece atin con- fuso y mitico, y se expresa en simbolos. Pero en Herdclito existe ya wna idea netamente metafisica, el Devenir; y en el extremo opuesto de su “fluir total” surge otra abstraccién del tercer grado 78 LEONARDO CASTELLANL, PH. D. en Parménides (450), que niega al devenir toda realidad (sofismas de Zenén de Elea) y se inmoviliza en la idea de Ser. Finalmente, con Anaxagoras (500), casi contemporineo de Sécrates, aquel “que habl6 como sobrio en medio de ebrios", aparece el principio de la dualidad en el ser: “el ser es compuesto de Mente y Materia”. Entonces aflora por vez primera en la filosofia griega el presenti- miento, sino la clara conciencia, de lo espiritual por un lade y de Ja composicién de las cosas por otro, 8, ~Sécrates aleanz6 a oir a Parménides, como vemos en el didlogo epbnimo de Platén; y aunque moralista mas que metatisico, trasmitié a su discipulo Platén Ia herencia cledtica: la intuicion de 1a primacta del ser sobre el Devenir; y el realismo del conocimiento intelectual. “El Ser es, el no-ser no es... El entender se identifica con el ser”. La metafisica se organiza a partir de esta base con Platn y Aristételes; este dltimo la dispone en sistema completo y Ia lama “ilosofia primera” y “teologia”; — pues el nombre de Metafisica es posterior y se debe a una casualidad. 4.—Platén (428), genio de tipo postico y religioso, funde las ideas metafisicas anteriores, Ser, devenir, dualidad, con una serie de descubrimientos fundamentales; como el de la importancia de Ja causa final y ejemplar, Ja unién de la inteligencia y el ser, Ia disminucién 0 aminoramfento esencial de todo devenic. Estas tres intuiciones pueden Hamarse el esqueleto de la doctrina platénica de las “Ideas” o “formas”. Contra el materialismo mecanicista de Demécrito, que reducfa todo a los “Stomos” (pura cantidad y movi- miento), Platén afirma la originalidad y la excelencia de la “forma”; 2 decir, de elementos racionales que no sélo son ireductibles a le materia, mas la dominan y le imprimen sello: asi, la especie, que permanece mientras pasan los individnos; y el organismo viviente, que se conserva mudéndose sin cesar su “materia”. Las “Ideas” son para Platén inmutables y eternas; tienen més realidad que las cosas individuales, que no son sino una especie de participacién de ellas ‘por parte de la materia; y son los objetos innatos de nuestro intelecto FLEMENTOS DE MEraFisica 73 (teorfa de la reminiscencia) y la causa de la ciencia y de la moral, como de toda elevacién humana. 5.—Aristételes (384), médico y bidlogo, poseedor de toda la ciencia de su tiempo, refundié y concret6 el sistema de Platén, corrigiendo sus exageraciones y vaguedades, como el ultrarrealismo, 1a oposicién de cuerpo y alma, el desprecio de los sentidos como fuente de conocimiento; o sea io que podriamos llamar hoy “idea- liso". Cada vez que Aristételes refuta a su antiguo maestro, es para superatlo y perfeccionarlo. “Aristételes y Platén son los dos polos eternos del entendimiento humano” (Menéndez y Pelayo). 6.—El sistema metafisico de Aristételes es el que hemos estu- diado ya rudimentariamente, retocado por sus grandes discfpulos ¥ sus grandes adversarios. De ese sistema como de raiz surgen las grandes ramas de la filosofia aristotélica: la Légica mas completa que se haya escrito; la Psicologia, con las soluciones de la unién sustancial de alma y cuerpo, Ja simplicidad e inmortalidad de Ta mente, la distincién de las facultades del alma y su clasificacién ajustada y estricta; la Cosmologia, con la teorfa del hilemorfismo, Gel principio vital, del instinto animal, del movimiento, del espacio y el tiempo; la Etica, con la doctrina del iiltimo fin, de la felicidad, de Ia libertad, de las virtudes y de la contemplacién; la Politica, con las teorias sobre las formas de gobierno, los Factores econémicos de la sociedad, las causas de la anarquia, la critica de la demagogia, etcétera, 7. = Después de Aristételes, no aparece ningiin gran metatisico hasta Plotino (200 p. C.). La metafisica entra en decadencia durante el perfodo llamado helenistico romano. Pero surgen dos grandes sis- temas morales: el estoicismo (de Stéa, pértico) y el epicureismo; los cuales fundamentan la moral, el uno, en la Virtud (de origen mas bien platénico); el otro, en el Placer 0 Gozo (de tradiciin mas aristotélica); al mismo tiempo que las dos escuelas epigonales de los Maestros declinan en el pirronismo y el eclectismo, 80 LEONARDO CASTELLANI, PH. D. 8, — Plotino resucité el idealismo platénico, uniéndolo a un sistema religioso ascético y mistico, y estructurandolo en un pan- teismo emanatista. El sistema de Plotino, que formé a San Agustin joven, se lama neoplatonismo. Fué el més temible ataque intelectual contra el cristianismo naciente 9. — Los Santos Padres (200-1000 p. C.) crearon la dogmatica catélica, en Ia cual Ja metafisica esté como latente, apoyados sobre todo en el platonismo. San Agustin (354), aunque tedlogo mas que filésofo, recoge en sus obras le tradicién metafisica helénica, con pre~ dominio platénico y uaa marcada inclinacién a centrar todo su pen- samiento sobre la doctrina del amor: en la cual integra el Africanc todos los grandes temas metafisicos, sobre todo los que rozan la Etica, como la teoria de Ja Felicidad, y Ja fundamentacion de la Moral y del Conocimiento. Su metafisica es de tipo intnitivo, afec- tivo y poético mis bien que racional; es una de las mis profundas que existen; y no ha cesado hasta ahora de pesar en el pensamiento accidental, al cual formé en el largo periodo del Medioevo, hasta el siglo xa, principalmente. 10. — En la Edad Media resucitan poco a poco todos los proble- mas metafisicos, comenzando por el de los Universales, y se produce tuna fermentacién parecida a Ia de los presocriticos. Boecio tras- mite a la edad siguiente la Légica de Aristételes y el problema limi- nar de la Metafisica; y las doctrinas y libros de Aristételes penetran en Europa lentamente por medio de los arabes, mientras culmina Ja “Universitas” de Paris con Juan Escoto (847) y Abelardo (1079). Se llama Escolastica la filosofia que se enseiiaba en las Universida- des (Escuelas), en la que predomind el agustinismo hasta el surgi- miento de Alberto Magno y Tomés de Aquino, que hicieron triunfar a Aristoteles, redivivo y completado. Toms de Aquino (1225) apheo la metafisiea de Aristételes a la dogmatica cristiana, creando la teologia escoléstica. Sus obras principales son los Comentarios a los libros de Aristételes y la Suma Teoldgica. BLEMENTOS DE METAFISICA sl LL. — Con la muerte de Santo Tomas, decae la metafisica esco- istica, sobre todo por a accién de poderosos talentos, como Duns Escoto y Occam, que fundan sobre el tomismo sistemas disidentes y representan el retorno ofensivo de la tradicién agustiniana; en tanto que el averroismo mantiene una tradicién heterodoxa, que estalla en el Renacimiento. Una reviviscencia del tomismo puede considerarse la escolistica espaviola del siglo xv1, cuyo representante principal es Francisco Sudrez (Disputas Metafisicas), el cual cons- traye la metatisica escoldstica en un sistema ecléctico sobre algunas bases tomistas con injertos escotistas y occamistas. No es un gran metafisico, sino un buen tedlogo. No detuvo Ia decadencia. La esco- istice se ensefia en todas partes, pero se vuelve rigida, palabrera vy vacia, Hendndose de sutilezas y discusiones de palabras; hasta que se produce la gian crisis de la filosofia moderna con Descartes, el cual da forma a una tendencia revolucionaria bosquejada ya desde el Renacimiento (Campanella) 12, — Renato Descartes (1596), gran matematico, planted de nuevo, en el Discurso del Método y en las Meditaciones Metafisicas, ¢] problema preliminar de In Filosofia, es decir, el valor y 1a funda- mentacién de nuestros conocimientos, llamado sucesivamente en la historia el problema de lo Uno y Io Miiltiple, de las Ideas, de los Universales, de la Tdeogenia — y finalmente “problema critico”. Para llegar a la certidumbre, Descartes comienza por dudar de todo (“duda metédica”); — encuentra en la conciencia un hecho insoluble a la duda, el “Pienso”, sobre el cual fundar con seguridad toda ciencia; de ahi deduce la esistencia de Dios y luego la existencia del ‘mundo externo; y ademés, Jo que se buseaba: un método para legar fa Ja verdad trascendente con plena garantia de certidumbre... El método de Descartes, su criterio de las “ideas claras y distintas” vy su ideal de matematizar la filosofla, se imprimieron profundamente y revolucionaron Ia filosofia desde aquel tiempo. 15, — El sistema cartesiano se desintegré Inego en direcciones diferentes; y el método cartesiano o su espiritu originé un haz de sistemas opuestos: el “empirismo" de Locke, Hume, Stuart Mill; el 2 LEONARDO CASTELLAMI, PH. p. “ocasionalismo” y “ontologismo” de Malebranche; el “idealismo” ex- tremo de Berkeley; el “pantefsmo” de Spinoza; la “monadologia” y el “dinamismo” de Leibnitz. En medio de esta proliferacién de retofios cartesianos, que tienen como nota comin el “racionalismo”. se distingue en Francia un pensador profundo, original y modesto: el gascén Maine de Birén; el cual corrige el “Cégito, ergo sum” de Descartes, volviéndolo més sélido, y se dedica predominantemente a la psicologia. Maine de Birin ha tenido en nuestros dfas un con- tinuador brillante en Bergson. 14, — Cuando este pulular de noveleria filoséfica y esta desin- tegracién de la Metafisica parecfan conducir al escepticismo (Hu- me), un talento vigoroso, Manuel Kant (1724), replanted el. pro- biema critico, lo hizo el objeto de toda su espectlacién, e imprimié su solucién “conceptualista” en un perfode entero de la filosofia modema, haciendo la “critica de la razén pura”, es decir, el examen éenico riguroso del valor de nuestra razén.... Nuestros conceptos racionales serian producto de los “Categorias” del intelecto forma’ impresas en los datos reportados por los sentidos (materia). Las Categorias son formas innatas de la mente, especie de moldes ideales que producen el conocimiento: de ellas depende lo universal y Io necesatio, la “ciencia”. La metafisica es imposible, por lo menos por el camino de los conceptos: no podemos conocer el “novimenon” (Ia cosa en si), puesto que todo nuestro acervo mental es de fendmenos: no existe en el hombre ninguna intuicién intelectual. Se salva el valor de la ciencia fisico-matemética, y se intenta salvar el valor de la Etica, introduciendo, en la “Critica de la Razén Prictica”, la existencia de Dios, la inmortalidad del alma y la libertad del albe- drfo o titulo de “Postilados"; que no se pueden probar, pero son a manera de necesidades de la accién. 15, — EI kantismo tuvo gran boga; y aunque repudiaba la metafisica, llegé a ser lo que era: una introducciéu # nuevas meta- fisicas. De él surgen no menos de cuatro nuevos sistemas: los tres pantefsmos de Fichte, Schelling y Hegel, y el voluntarismo pesimista de Schopenhauer, amén de otros menores. Al mismo tiempo, una ELEMENTOS DE METAFISIEA 83 filosofia de tipo empirista, el “positivismo”, recogia la idea kantiana de la imposibilidad y ficticiedad de la metafisica, y la hacia piedra angular de un sistema cientista y reformista que dur6 un siglo. 16. — Hegel (1770) es el més grande de los metafisicos poskan- tianos. Su sistema es una “Filosofia del devenis”, como en Herklito v Plotino; y su término, un pantefsmo sutil y una apoteosis de la yaz6n humana devenida un “quid divinum”. Todo lo racional es real, y lo real es racional... Hegel concluye la sintesis de los pan- teismos del Sujeto y del Objeto (Fichte y Schelling) en una unidad superior, la Idea; en cuyo culmen esti el Espiritu Absoluto, con- crecién no indiferente, sino sintética de lo real y lo ideal. La Tdea se desenvuelve en un movimiento triddico, es decir, en tres momen- tos Hamados Thesis, Anti-thesis y Sinthesis, desde las eateorias de Ja Logica hasta las alturas del Espiritu Divino (que Hegel no distin- gue del humano), en el cual “el sujeto universal adquiere concien- tia de si, y todo el devenir césmico se hace claro y trasparente’ Espiritu Absoluto que pricticamente se realiza en el Estado. 17. — Hegel dejé una huella profunda en el pensamiento con- temporineo, sobre todo en In Estétion y la Historiografia, El Hege- lismo fué combatido acremente en el siglo pasado por Schopenhauer, y luego por un espiritu mistico y poético, atormentado y sutil, el anés Soeren Kierkegaard. contemporineo de Bonaparte, que es designado en nuestros dias, junto con Pascal y Nietzsche, como el padre de In metafisica de moda, Hamada el “existencialismo” El existencialismo es una metafisica lastrada de teologia: pre- tende considerar el hombre en su realidad conereia y realizar el primado de la existencia sobre la esencia, Siendo una metafisica teologica, han surgido existencialismos catélicos (que se prohijan en Pascal y Agustin) y existencialismos ateos, como el de Heideg- ger, violentamente antirreligiosos, como el del novelista Sartre. sees y eranbes 1a fing won Metin perenne? Tas cmon enn! 3 de sonar oy Sonvadcsonsdvergencis y hobs cn soe aparsten fa: en Ga rideco homens y ee “toda de Se LEONARDO CASTELLAN!, PH. D. J razén” que tanto impresioné a Kant, Pero, por en medio, por debajo y por encima de los sistemas, a veces violentamente contrapuestos, existe una” gran corriente ininterrumpida de pensamiento filos6fico profundo, que se va ensan- chando y renovande con nuevos aportes a través de Ia historia, venciendo diques ¥ pantanos, y manteniéndose fiel a si misma en sus diversos avatares, Esta ‘Corriente tiene sus fuentes en el sentilo comiin, se nutre de Ia mas alta abstraccién, se apoya en la Légica, no rehusa disciplina alguna, se acomoda a todas las flexiones de 4o real, rechaza todo vano particularismo, respeta Ia tradicién, co- rona las ciencias y'sirve a la teologia sin confundirse con ella. No se esclaviza al espinitu de sistema, ni siguiera a los dos capitales, que son su base; y hace de todos los demas sm campo de cosecha o de hicha, ‘Esto es lo que Hamé Leibnitz “Filosofia Perenne”, aspiraciéa eterna del espiritu humano, que no es una pura aspiracién solamente; aunque su realiza- ion completa es mas un ideal que un suceso: supuesto que ya Aristteles se preguntaba si la metafisioa era del todo o no cosa del hombre, Lecrona EXISTENCIALISMOS Parece conveniente decir algo acerca del “existencialismo” ac- tual, que es la metafisica (y pseudo metafisica) con gue los alumnos tropezarin a su salida de la escuela. “Existencialismos”, en plural, es mejor; porque este vasto movi- miento filos6fico moderno se ha diversifiado de tal manera, que seria equivoco hablar de 61 como de una unidad sistemstica 0 con- ceptual; — supuesto que nada tiene de comin, fuera del nombre, 1a Hteratura atea y proterva de un J. P. Sartre, por ejemplo, con el drama mistico, excéntrico y desgarrador de un Kierkegaard; y auto- res como Pascal y Nietzsche sélo tienen de coincidente la nota de angustia personal trasportada a la filosofia. A la Filosofia debemos réducimos; porque hay que saber que en torno de la palabra “filosofia existencial” se ha formado una especie de franja afiloséfica espuria, muy caracteristica, por cierto, de nuestra época de anarquia intelectual y moral: “aloguismo”, irra~ cionalismo, rebeldia o resentimiento social, amoralidad fundamental, “esnobismo” y “frivolidad” (fendmenos que designamos con pala- ‘bras no castellanas, pero que son hoy cosmopolitas), delienescencia ELEMENTOS DE wEraristca 85 intelectual y ética, y a veces incluso verdadera protervia y sata~ nismo... Esta franja es la que llega més fécil al piblico, por el vehiculo del arte, el especticulo y el periodismo ilustrado o ligero. Hay quienes hoy dicen: “Soy existencialista”, como se decia en el siglo xrx: “Soy librepensador”, y en el siglo xv: “Soy libertin © mejor dicho: “filésofo” — sin més filosofia, tal vez, que Ia de otor- garse un pasaporte para hacer ostentosamente rarezas o liviandade: Mas no podemos despreciar a este movimiento en su niicleo filosofico, puesto que por algo ha nacido en nuestros tiempos y atrae tan universalmente la atencién, no solamente de los desorbitados 0 descartiados: figuras como Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard, Heidegger, Jaspers, Unamuno, Ortega, Gabriel Marcel, Lavelle... ¥ en nuestro pais (proporcjones guardadas), Astrada, Hernén Beni- tez, Waismann, Vasallo, Rafael Virasoro y otros... Una necesidad hha de yacer en el fondo de esa poderosa propensidn a “filosofar en Jo conereto”; y ella ha de consistir, sin duda, en un tirén y Tamado a Ja realidad actual por encima de escolasticismos resecos, por una parte; y por otra, en la constante exigencia de todo pensamiento ‘genaino a “revitalizar la filosofia” y ponerla en nuevo contacto con Ja realidad del hombre, hoy particularmente trégica y angustiosa, y con las urgencias de Jos avatares de Ia historia, La filosofia aca~ démiea andaba desde Hegel demasiado por las nubes de lo abstracto y de lo no-humano, Aristételes y Santo Tomas comienzan a filosofar desde la Natura, no desde ln Conciencia, La filosofia moderna, desde Descartes, es mAs bien “antropocéntrica”, Todos los “existencialistas” dignos de mencién se caracterizan por ser Jos filésofos 0 moralistas del drama del Homibre, a través de} propio drama personal asumido en funcién metafisica: el “abis- mo” de Pascal, el “Hado” de Nietesche, el austero “mensaje” de Schopenhauer, la “agonia” de Unamuno y esa cavilosa “misién” del danés Kierkegaard, “clegidu culse todos los hombres” (sogrin sentia fen su conciencia) — a quien se podria aplicar mejor que a Benavente los versos de nuestro poeta: x LEONARDO CASTELLANI, PH. p, «+. "Y porque tras Ia burla de su mostacho enhiesto el abismo insondable de Pascal lo acompatia”..2 de donde una propensién comin de todas estos filbsofos a expre- sarse por medios literarios y poéticos, singularmente el teatro, Los @ramas de Gabriel Marcel, por ejemplo, contienen lo mis claro Y sélido de su filosofia. Kierkegaard usa con frecuencia el didlogo ¥ una cantidad de “pseudénimos”. que son verdaderas impersoni- ciones draméticas, La ténica dramatica de las obras aforisticas de Nietzsche es conocida, pudiéndose decir que su obra es un vasto drama intelectual informe, “Existencialista” se podria llamar al ta. gico teatro de Eugenio O'Neill y al teatro didéctico y polémico de Bemard Shaw: “Areades ambo”, quiero decit, heréticos por lo menos en potencia No es nada casual este encuentro (o contaminacién, si se quiere) de Ia filosofia con la poesia: la poesia versa sobre lo conereto, lo mismo que la teologia. Santo Tomés not6 al principio de la Sunima que la teologie como la poesia es aficionada al sfmbolo (1, euest. 1 art. 9: “De si esta ciencia debe hacer uso de metaforas”). La filo- sofia propiamente tal sera siempre forzosamente abstracta, es decit, “esencialista”. La primera nota, pues, de esta tendencia es una “convergencia de disciplinas", no siempre laudable, pot cierto — pues a veces es mera confusion de métodos, grata al sofista: asl, por ejemplo, El ser y Ta nada, de Sartre, en nuestra opinién no es mas que un pas- tiche sofistico y deliberadamente fuliginoso de la filosofia de Heideg- ger, hecha por un litersto habilisimo que tiene no poco de “fumista’ En sus dramas v novelas es sincero; y tiene verdadero talento, aun- que perverso Esta convergencia de diseiplinas, que postula una “vacacién” del método filoséfico, es inevitable si se quiere filosofar sobre la -exis- tencia humana, comenzando por mi propia existencia: mi existencia Homscio Caunter-Bors: Retvato de Benavent, ELEMENTOS DE METAFIsica 87 es historia y no mateméticas, aunque ciertamente es historia que contiene no solamente temporalidad; puesto que Tan grande es ta pequefiex del hombre, que ipuede contener a Dios en cada flor una gota de rocio y en cada gota de rocio un sol. Esta nocién puede explicarse asi, refiriéndonos en particular a Schopenhauer . .“Las dos fallas de Schopenhauer son: Primera, que fué el primer filésofo existencial de nuestros tiempos, sin ser tedlogo: y eso no puede ser. Querfa filosofar sobre jos hechos y a partir de la vida en el seno de la conciencia; y la filosofia sola no alcanza los hechos particulares, sino las esencias: es necesariamente abstracta. La filosofia no puede saber por sf sola, y por medio de sus andlisis y sus trucos, si Felipe II maltraté 0 no ‘maltraté hasta la muerte a su hijo Carlos; eso es historia, hay que probarlo con grandes montones de documentos, fechas y fichas. ‘Tampoco puede, pues, saber por si misma si Adén I maltraté 0 no ‘maltrato hasta la muerte a toda su descendencia (pudo no); eso es revelacién, Si pretendo resolver el enigma de la vida humana, empe- zando por mi vida tal como ella existe ahora (que es lo que me interesa) no puedo resolverlo con silogismos y con axiomas: tengo que auxiliarme de la Historia, sea profana, sea Sagrada. Mi realidad conereta ¢s literalmente un Misterio: yo no me he hecho a mi mismo; — toda realidad conereta es en el fondo un misterio; y mis si se relaciona con el que la hizo. Mas los misterios pertenecen a le Teologia... a No se puede fuera de Ja Teologia ser existencialista, como la misma historia dei actual “existencialismo” lo muestra. Pero a Scho- penhauer el racionalismo protestante de Kant io habia destetado desde nifio de toda teologia; v a Kierkegaard, padre del actual exis- + Rarast Ostscano, 88 LEONARDO CASTELLANI, PH. D. tencialismo, que se amamanté de ella, ven ustedes mismos como ella le estallé adentro”...* La figura mas noble, peregrina y consistente de la filosofia exis- tencial es el danés Soeren Kierkegaard (pr. Suren Kirkegér, nombre que significa Jardin de la Iglesia 0 Cementerio), nacido en 1813 y muerto a los cuarenta y dos atios; que fué pastor protestante protes- tador del protestantismo; filésofo antihegeliano y anti-toda-filosofia; poeta de lo religioso y de lo abstracto; y en el fondo quizé un mis- tico en noche oscura y una personalidad atormentada, excéntrica y casi indescifrable; pero de innegable pureza y grandeza. Querer resumir en algunas Vineas su doctrina y su drama (que son solidariamente uno) seria risible.. Libros enteros no han bastado hasta ahora. “Dios me ha dado la misién y la fuerza de vivir como un enigma...” (Drasio, 1848). “Y he aqui por qué, no solamente mis escritos, sino también mi vida, ta intimidad estrafataria de toda la ma quineria, serdn objeto de innumerables estudios..” (santo, 1847). “Lo que a mi me preocupa no tiene relacién solamente con el individuo; sino siempre al mismo tiempo con un prin- cipio y una idea, La mayoria de los hombres piensan en la muchacha que han de desposar; yo fui Uevado a pensar sobre el matrimonio; y asi de todo to demés” (Dranto, 1849). Sus obras son muy dificiles; y su largo Dranto (su produecion mis genial) es un laberinto. “Qué complicado es Kierkegaard! — En efecto, lo mismo que Ia existencia — ditia él qué oscuro es, y sin embargo luminoso! — En efecto, como la “noche oscura” de los grandes misticos..”* 2 L. Casrenzant: Schopenhauer. Revista de la Universidad de Buenos Aires, N° 14, 1951, 2 L, Casrextawn: Esistencialiemo, en preparactén, ELEMENTOS DE oreTaristca 89 Para briijula de su Drarto (actualmente traducido a todos los idiomas, menos al espafiol, asi como su nombre esta en todas las enciclopedias, menos la Espasa), puede servir el siguiente esquema, 2 manera de “puntos cardinales para orientar los textos”: KIERKEGAARD NORTE camé en sa vida el sent Imiento de In Awsencia de Dies, sin Hegae nunca a Ja | reroluciin de su Noche | Oscura | iu pos fae] casalo oth vas | ee ee ee ee footie metatfeten: fy ATURA | Pitelégicotealégicn. ia Ts un pastor pro | tesante goe eben tn de protestant | soy no pede 5 tise de OESTE 5 & > ITINERARIUM MENTIS mania de atormentarse a si mismo, un “Seautontimo- rofimenos”, como Baude- hair. | Bs un newrético con la ' \ eae SUR 90 LEONARDO CASTELLANI, PH.D. Cualquiera de esas cuatro determinaciones eruzadas (que co- mresponden dos a dos al Itinerarium mentis ad Deum y a la Litera- ‘tura) y que de hecho se le han formulado, es verdadera en si misma; y es falsa, si se toma exclusivamente; mas el conjunto de las cuatro da una idea somera, y (creemos) exacta, de ese hombre en cruz. Los sucesos capitales de su vida son: uma extrafia relacién con su padre, mezcla de amor y horror; — una supersticién acerca de la “maldicién” de su familia (quiza mas metéfora o simbolo que otra cosa); — su compromiso con Regina Olsten, que rompié inexplica- blemente, para cavilar después toda la vida sobre la ruptura; — su disidencia con la Iglesia Oficial Luterana, a la que quiso reformar © vitalizar por medio de “cantos y bisturf”: sermones alambicados ¥ aceradas criticas, que terminé por excomulgario; — su odio a Hegel y con él a toda la filosofia, que en Hegel cifraba; — su repen- tina y suicida carga contra el pasquin humoristico El Corsario y toda la prensa plebeya de su patria, la cual cubrié al jorobador jorobadillo de Copenhague de oprobios y de ridiculo; y por fin su igualmente suicida ataque violentisimo al ya difunto obispo Mynster, antigo amigo, como representante de la corrupeién de Ja Iglesia “acomo- dada” ~ con su muerte subsiguiente prematura, no desprovista de serenidad y grandeza; con su conviccién infrangible de que estaba haciendo una obra providencial. La obra literaria de Kierkegaard se podria denominar una espe- cie de teologia romantica del Pecado Original, y una mistica dura y casi desesperante del camino de Ia mente hacia Dios. Es imposible de resumir, estando como esté elaborada con una terminologia pro- pia, pintoresca y sibilina, alrededor de los “temas” (o de das temas) siguientes: 5 La Existencia, La Angustia La Inguictud, El Pecado, El Aguijén, La Desesperacién, ELEMENTOS DE MeTarisica aL Lo Demonfaco, Lo Inénico, Lo Erético, Lo Parddico. Lo Estético, La Etica, La Religion, La Repeticién 0 Compensacin. EI Salto en el Vacio, El Redoble 0 Desquite, La Eternidad, El Instante, La Libertad, E] Absurdo... ete; palabras todas a las que él da un sentido esotérico, no muy definible, mas simbélico que légico. En realidad, a cada palabra correspond un “estado de alma” més bien que un eoncepto, estado psicoldgico © “vivencia”, que a su vez es simbolo de una realidad metafisica © teologica Su punto de partida es Ia “Angustia” o “Desesperacién” (que en el fondo es ef sentimiento exacerbado de Ja religiosidad: la “indi- gencia metafisica” de Santo Tomds;* — y su término es el Amor de Dios. sobre el cual escribié egregia aunque extrafiamente en Vida y reino del amor, el mas completo y accesible de sus libros, que es un comentario a perfcopas del Evangelio de San Juan. E] fermento de Lutero permanecia (junto con el “aguijén” de Pascal) en este nérdico sublevado contra el Tuteranismo: en su inracionalismo teolégico, y en su exageracién de “la angustia” en las raices de lo religioso. Sin embargo, 61 no anulé una evidente aunque informe vocacién a la santidad (“el Caballero de la Fe”) Se ey de naam pret de lp spars 3 on donde spunea ca Sek ug au oo mi sl pape egies Har ace fs cme sr 92 LEONARDO CASTELLANI, PED. ya la contemplacién infusa. Todas las sefiales de la “Noche Oscura” que San Juan de la Cruz sefiala, nos parecen vislumbrarse turbia- mente en él: desaparicién de la devocién sensible, y por ende de la me- ditacién; violento tirén del alma hacia su centro; impresién dolorosa de haber perdido lu fe; estado de solicitud y angustia hacia lo religioso; efusiones repentinas de amor puro de Dios y del projimo; dolor de ausencia y soledad; incomprensién de los hombres y extrafieza del mundo; hastio de todo lo sensible; abismaticas tentaciones contra la fe y la esperanza, vértigo...; impulsién de hacer cosas grandes por Dios, con sensacién de impotencia, inmensas tristezas calzadas de un gozo opaco; ete. En fin, este protestante parece inmensamente catdlico de deseo. Y¥ es un psicélogo y moralista profundo, y el mas grande tedlogo del tiempo del Romanticismo, en el sentido de la profundidad, no de la claridad y Ia didaxis; pues no fué llamado para ser Guia, sino Aguijén, none El existencialismo actual nace de él y en él se prototipia; no el existencialismo ateo y anarquico (recientemente condenado por la Iglesia Catélica), sino el existencialismo filos6fico 0 metafisico: metafisica que, empindndose sobre la psicologia profunda, intenta aleanzar con las dos manos la teologia; més augustiniana y roméntica que tomista, diga lo que quiera Maritain. Para terminar esta brevisima e incompleta noticia, reproducire- mos la bibliografia razanada de varios libros corrientes sobre evis- tencialismo: * 2 De la revista Humanidades, Salta, N? 7, 1950. ELEMENTOS DE METAFIsICA 98, Libros sobre “Existencialismo” Hay un pulular inaudito de libros sobre el “existencialismo”, Carlini se felicia de que el existencialismo haya puesto de moda el filosofar... segin sea 1k clase del filosofar. Daremos cuenta breve aqui de lee dittmos que han Wegado a muestra mesa, 1. Canuint, Anstanpo: Sentido y aspectos del existencialismo. “Hist nivm”, noviembre de 1947, Es un corto ensayo periodistico, pero escrito por un filésofo. Dice todo Jo que es posible en ocho paginas, sin mengua de le claridad y la exactited. No cae en el ertor de hablar del “existencialismo” en general, sino que presenta 1a Kierkegaard, Nietzsche, Heidegger y Jaspers, que, en efecto, son irveductibles: ppero haciéndolos preceder de un pequefio marco que Jos tenga juntos. Las semblanaas en miniatura dicen Jo més y mejor que es posible dentro de la breveded del espacio, y son comparables a un buen articalo de Enciclopedia. Carlini es familiar con los autores que relata El micleo del pensamiento de Kierkegaard, por ejemplo, esti dado asf “EI hombre, pues, resulta una paradoja viviente, una contradiceién palpi tante que ninguna dialgetica puede explicar sin suprimir, suprimiendo por el ‘mismo hecho la personalidad humana, colocada entre lo temporal y lo eterno, fentze el mundo y Dios. Esta es la paradoja del Cristianismo, Mejor dicho, es Ia pparadoja de Cristo, Hombre y Dios.” +E] motivo inicial de In complicadisima sinfonia del mistico danés esti indi- cado con certeridad en este parrafo, tanto su posicién de “no ha Iugae” contra Hegel, como el objeto positivo de su pensamiento, Gon todo, ef articulo brevisimo no puede proporcionar sino wn aperitive del agunto, un estimulo a enterarse més. 2, Taustin or Auavne: El exlstencialismo, filosofia de nuestro tempo. Emeoé Editores, traduccion del francés. Buenos Aires, 1949, El ensayista brasilefo ha escrito en francés un opisculo de setenta pigt- tas, que aspira a dar, no ya una euriosidad, sino una idea de la Hamada “filoso- fia de nuestro tiempo”, Siguiendo a Maritain en su conocido libro Corto tratado sobre la existencia y el existente, se propone exponer el fondo del problema y Ia ‘posiciin existencialista en forma dialéctica, marcadamente critics. La exposicidn es clara y correcta, annque somera. El haber englobado en tuno los diversos “existencialismos”, Ip fuerza a permanecer en una cierta vague- dad. Encuentra que el existencialismo en general coincide con tres notas de nuestra Spoca: esprit de uniformidad, sentida de la inguietud y culo de 1x vida, Pero ests tres notas no son univocas, sino a To mas apenas “anéloges (quizk equivocas), en Kierkegaard y Heidegger, por ejemplo. Por Jo demis, Ja ateneién del autor esti mis bien fija en Sartre. No se nota un estudio de primera mano, sina wn ensayo original sobre exposiciones técnicas. El pense on LEONARDO CASTELLANT, PH. D. miento anece en la inconcrecién, y abundan las observaciones incidentales, Thana, por lo general. Es cn ejemplo de los ensayos “En tomo de caro ot Fences Ta esposcin se dearolla en doce plrrfos en tomo a lo que Yama el “Dodecilogo eistencialta" "Primaca dea eitonc arbre Ta esenale, de Io conereto tbre lo abstacto, de lo particular sabre lo genera” Come vais de exis oposcloneteoincldeny we sdbeponen, el autor cae en muchas Fepet cione y expone el mismo pensaniento en ot forms; que no indica, empero,

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