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Espacios

VIENE DE LA PGINA 13

Es el fin de las estatuas; delicadamente nos estn pidiendo que nos vayamos.

Otros das, Fabin es un marino sobre su barco. Abajo, otros personajes de La Rambla.

Para rematar la situacin, los carteristas se aprovecharon de la aglomeracin de gente alrededor de las estatuas para desvalijar a los espectadores. El hurto de billeteras, cmaras y joyas aumentaba conforme se agudizaba el desempleo en el pas. En 2011, La Rambla estaba tan sobrepoblada que a muchos catalanes les empezaron a estorbar las estatuas. Ya no las vean como artistas sino como mendigos disfrazados, okupas del espacio pblico, vagabundos que obstaculizaban el paso de los peatones. El gobierno local decidi entonces hacer un casting para elegir los 30 mejores personajes y darles slo a ellos el permiso de actuar. Fabin, su esposa y otros artistas, entre ellos tambin algunos colombianos, ganaron sin problema el concurso de mritos y obtuvieron su licencia a cambio de pagar un impuesto anual. Pero justamente ahora cuando la prosperidad pareca estar de regreso, las autoridades decretaron el traslado de las estatuas desde el corazn de La Rambla hacia el tramo ms degradado y lejano del bulevar llamado rambla Santa Mnica, al lado del mar, de frente al ventarrn, sin sombra porque casi no hay rboles y con muy pocos turistas. Es el fin de las estatuas; delicadamente nos estn pidiendo que nos vayamos, dice Fabin mientras se quita esas pesadas alas de grgola que dejaran a cualquiera con dolor de espalda. Despus de toda una jornada bajo los rayos del esto, en su tarro no se ven billetes; slo centavos que sumados no llegan a 20 euros. Muchos colegas se han ido ya a buscar mejores esquinas en Europa. Fabin prefiere actuar por las noches en una discoteca para completar sus ingresos, porque tiene una familia que mantener y un oficio al que no quiere renunciar. Ser estatua es un arte que no tiene precio, no se subasta, no se mete al museo, pero satisface la mirada y estimula la imaginacin. Un arte que se compensa apenas con el estrpito que provoca la moneda al golpear el tarro de la colecta. Lo inslito es que en la vorgine de la crisis hasta el suelto se amarra y las monedas se atesoran como si fueran doblones de oro del rancio reino espaol I

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Domingo, 28 de julio de 2013

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