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FABULA SOCIAL El umbral de color IGNACIO CASTILLO S. A mi madrina de puerta, Micaela Silva ‘En esta cuestidn hemos de mirar los colores sin calificarlos ni darles entre si pre- ferencia, porque ésta serd siempre incierta, hija de la voluntad y no de la razén, al ‘modo que cada cual prefiere el lenguaje materno, en que se crié, al extranjero, que no entiende, o se le hace duro aungue lo sepa. Fl amor natural es ciego e incapaz de voto desepasionado en negocio propi Por otra parte, es cierto que la hermosura no consiste sélo en el color blanco. De este color hay caras muy feas, y del color negro les hubo muy hermosas; y en lo literal consta que la esposa que se arrebaté la corona y los cariios del Rey fue negra, y muy hermosa, y atin El Mantuano, instruyendo a un joven mal informado en este punto de apreciar colores les puso la vista cudnto més apreciamos las violetas, en contraposicién de otras muchas flores blancas; de modo que en esta materia el aprecio nace, no del color ni de la ‘cosa o persona que lo tiene, sino del afecto con que se mira, por lo cual dijo el adagio: Quisquis amat ranam, ranam putat ese Dianam.” Desde muy nifios aprendemos que en Venezuela no existe diseriminacion racial y, sin embargo, desde antes ain se nos ens, en un maravlloso lengua. je mudo, de acuerdo al medio social de crigen yal genotipa familiar —entre otros factores. cuiles son nucstras aspiraciones posibles y cémo debemos relacionarnos con las personas de. los diverios grupos y medios étnico-racales de muestra sociedad. La consigna here- dada de una sociedad de castas que hemos sido - “Cada quien debe saberse dar su pucsto"— sungue parcceria ser superada por una atmésfera cultura democratico igualitaria(y supuestamen- te antiracnta ya desde mucho antes de ta experiencia democratica) sigue mante niiendo su vigencia latent (no confesa- da)_y" operativa en cl conjunto de nuestro articulado conglomerado social, Sintesis,egin se ve y nos dicen, de to dos los continentesy razas, so de que cada quien debe saber se dar su puesto, dicho mala y pobre mente, se refiere a que. el. aparente blanco! debe ‘mantener el llevar la vere taja siempre y ter por lo general bond dloso con “los otros” a no ser quc lor otros”’. mestizos manifiestos, negros, indigenas~ resulten altancros y preten. ciotos, cosa que también sucle siceder, Y qué lor otros deben ser apaciblemente agradecidos, caleulando suficientemente ¥ sin necesidad de raciocinio las posi lidades de altaneria, arribismo y pare- jeria (ifigirese usted!, ihabrise vist!). Por rupuesto que desde el punto de vista juridico formal no hay mayoret problemas: todos somos ciudadanos tin distincion de. raza, credo, color; ‘con igualdad de derechos y deberes segin Algunos 1a Constitucién. atavismos, Ta Ley de.Inmigracién y Colonizacién, que impedia el ingreso al pais como inmigrantes a “las personas que no 56 ‘José Gumille $.1. (Circa 1741) sean de raza blanca”, fueron suprimi dos con la promulgacién de la nueva Ley de 1966. Otros resabios permane- cen, tal el ordinal 9° del articulo 32 de la Ley de Extranjeros de 1937, en el que se.prohibe Ia entrada al territorio de Venezuela “a los extranjeros consi- derados por las autoridades de inmi- sgraci6n de la Repiblica como individuos manifiestamente sindicados de posecr caracteres y condiciones desventajosas para la inmigracién venezolana™: aqui cabe malinterpretar. El asunto de las relaciones étnico- raciales en nuestra sociedad no es en primer lugar un problema de discrimi nacién legal. Es ante todo un problema de hecho, un problema cultural, es decir, tun problema que se pone de manifiesto en el trabajo, el consumo, la distribu cién del poder, ta hegemonia en el saber, el valorar y el fantasear. PREJUICIOS Y RAZAS En la medida en la que en una sociedad se dan sentimientos, juicios y actitudes individuales (compartidas por {grupos} que favorecen, provocan 0 jus tifican la discriminacién (separacion, segregacion "y explotacién) de otros grupos externos 0 internos podemos hhablar_de prejuicios. Para hacer el iscurso. tolerable, se puede afirmar que pricticamente en todo individuo Y grupo se forman prejuicios que llevan a discriminaciones; diversos segin la tradicion y circunstancias propias. Pre- Juicios basados en el sexo, la religion 0 las conviceiones, Ia pertenencia a una clase oa un estamento, la profesin, el origen éinico, el “aspecto racial” Para darle caricter ético al discurso, digamos que la relativa omnipresencia de. diseriminaciones y_prejuicios “no borra los dramiticos grados de anti- humanidad y_antivida a los que han levado y llevan los prejuicios y discri- minaciones (baste por ejemplo hacer tuna revision de las guerras de este siglo). Entre las metas ideales de pro- yecto colective y de realizacién per sonal deberia estar la superacion de todo tipo de prejuicios y_discrimina- ciones. tr creando condiciones hist ricas en las gue puedan ir desapare iendo... © écdmo preferir sin preterir? porque no se trata de propuestas cultu- rales estoicas o atardxicas ‘Algunos antropélogos como °R. Bastide (1) distinguen entre prejuicio de raza (Estados Unidos, Sur Africa), prejuicio de color (Brasil), prejuicio de clase en una sociedad multiracial (Peni, México, Guatemala), prejuicio de superioridad étnica (Francia hacia los eXtranjeros), El prejuicio de color indicaria criterios mis Iaxos y’ no institucionales que el prejuicio racial. El prejuicio de clase en una sociedad multirracial se daria donde la divisién de clases corres in étnico-racial, mien: tras que el prejuicio de superioridad Ginica implicaria ef desprecio de toda persona proveniente de mbitos cultu: rales. diferentes al propio, que serian considerados siempre como inferiores. Este tipe de clasificaciones puede ser Stil para contrastar sociedades, pero no resulta tan provechoso en el andlisis de tuna sociedad en concreto en la que los matices de la diferenciacién quedan sutilmente imbricados. Por otra parte ¢s dificil hablar de razas en sentido téenico. Las clasifica- ciones raciales tradicionales (basadas en el fenotipo —apariencia externa - mis ‘que en el genotipo ~estructura genética y el concepto de raza subyacente (esta- tico-fixista) no son sostenibles hoy, ya que lo que acostumbramos lamar razas no son grupos genéticamente homogé- 1ne0s y aislados sino poblaciones variables zoolégicamente abiertas, con distintas frecuencias de ciertos genes y estructuras, eromosimicas; con 10 que los criterios taxonomicos se complican. Ademés, las diferencias raciales fenotipicas son fruto ¥y manifestacion de la adaptacién cons- tante de la especie a los diversos medios ambientes, decantada genéticamente: y fen la especie humana los procesos de adaptacion suelen estar intimamente ligados a la creacién cultural. Aqui quizds esti la rai de esa perenne confusién entre raza y_etnia. Quiaés conviene también recordar que rasgos raciales, lingiisticos, culturales y nacio. rales no guardan entre si una conexién de necesidad ni biologica, ni psiquica. QUE FS EL UMBRAL DE COLOR? EI modo como se realizan las relaciones interétnico-raciales en nues tra Venezuela actual puede expresarse a través de un concepto metafdrico que ce una perogrullada: entre nosotros existe el umbral de color, Umbral indica la entrada, el lugar de’ transicién, de cambio de una situacién a otra, El primer sentido es cl umbral de una casa, en su puerta. También ge habla en la fisica éptica de umbral minimo y maximo para la percepcién del color Los rayos’ihfrarrojos y_ultravioletas, por ser su longitud de onda demasiado Bequefia 0 grande, no pueden ser vsios ppor el ojo hismano. Las diversas longitu- fes “de onda comprendidar entre los timbrales minimo y méximo las vernos como colores diversos del rojo al mora do, El blanco es la sintess de todos los colores (de las respectivas longitudes de onda) y el negro la ausencia de luz, Ta oscuridad. Aqui ya vamos legando la madre del cordero (blanco, inmacu- lado, sin mancha). Paradéjicamente al hablar de color de piel se dice gente de color para hacerle perifrasis al negro, que en fisica seria ausencia de luz Visi Ble y por lo tanto, de color. EL umbral de color es un punto a pattir del cual se hace précticamente imposible el Uamado ascenso social. Ese punto esté constituido por un conjunto de factores somiticas (color de la piel, “calidad” del pelo, facciones, etc.) y culturales (expresividad corporal, modo de pronunciar y hablar, modo de ves tirse y tratar, ete). facilmente captables que en diversa proporcién sirven de fun- damento dificilmente removible a las primeras impresiones. Es a partir de este punto que se juzga (que hay que apren- der a juzgar) sobre. las posiblidades sociales de cada quien, El umbral de color entre nosotros no es un tinico punto fijo y determina- ble. Varia, por ejemplo, segin regiones seogrifico-culturales, de tal modo que se hace mas cerrado o estrecho o “bajo” en la region andina (dificil le resultaria retener la autoridad alld a cualquier persona triguefia) y mis laxo, amplio, abierto 0 “alto” para los rasgos negros € indigenas en el Norte-Occidente (Zulia, Faleén) yen el Oriente. Esto podria deberse & la reconocida plurdidad del Iestizaje en las ltimas regiones; en los ‘Andes, en cambio, 10 indigena habria Sido asimilado a lo europeo. En la regién central, y sobre todo en Caracas, tierras que fueron de muchos esclavos neg el umbral se acercaria al de Los And ya que es por estos lares centrales donde tradicionalmente se ha decidido el poder para todo el pais. Una recomendacién resignadamente practico-utlitarista ser suger a las familias de nuevos profesio- rales que no legan a superar el umbral #Seguimos siendo una sociedad de castas? de coloren el centro, que traten de echar palante en el interior, pero no en Los Andes. Les seria més facil. en Ciudad Guayana, por ejemplo. Se suele afirmar que la ganaderia extensiva propicia un mestizaje mucho més fluido; quizés esto valga para los Llanos (2). En los Territo- rios y Bolivar (prescindiendo det enclave de la confluencia Caroni-Orinoco) se combina una amplitud de umbral (los criollos son en gran medida descendi tes de indigenas y mestizos) con el em- petio de éstos en alzar la empalizada y correrla hacia las comunidades indigenas: hhay mayor tensién inter-étnica directs. EI umbral de color varia también segiin los Ambitos de trabajo y realiza- cion personal. Casi se podria decir que | para cada oficio hay un umbral. Adin el mismo Simon Rodriguez, en 1794, siendo mozo, admitia que pardos y morenos {los que debian oir misa en Altagracia) debian dedicarse a los off- ios y artes mecénicas, no menos im- portantes que los empleos politicos, militares y eclesidsticos de los blancos: “mejor vistos estarfan y menos quejas habria de su conducta si se cuidase de eduearlos a una con los blancos aunque separadamente” (3). Una politica social tal, que fuera de su tiempo y contexto nos aparece aberrante, es la que de h cho ha seguido operando en el pai bre, Las cispides de los diferentes Ambitos de nuestras diversas jerarquias sociales son puestos para gente decente (de apariencia suficientemente blanca, de “buenos modales y costumbres”, y ricos 0 que por blancos y decentes pueden aspirar a serlo). Las profesiones Hiberalesy los puestos intermedios también Io han venido siendo, aunque aqui, con dificultad, las aguas han co: menzado a moverse en las dos tiltimas décadas, La presencia de umbral varia. ble se pone de manifiesto en las Fuerzas Armadas Nacionales no s6lo por el hhecho de que las jerarquias “altas” son més blancas; en la misma oficialidad podriamos establecer que el umbral es rms laxo para la Guardia Nacional y mas estrecho en la Marina, Para los blancos, €l trabajo intelectual; para los mestizos y Blancos de orilla, l tabajo artesanal ¥ Jos empleos medios; para los mestizos, negros ¢ indios cl trabajo rudo de campo. y ciudad y la servidumbre doméstica: el lumbral varfa, Una investigacién en curso sobre la agricultura, la industria y comercio en Cojedes nos revela que los créditos otorgados durante Ja adminis- ttacién pasada fueron concedidos casi y exclusivamente a productores y nego ciantes blanees (muchos de ellos extran jeros) a pesar de ser éstos nhinoria entre todos los de la region. En esta invest. gacién se incluyé la variable “raza” en contra de la tradicidn establecida de no incluir ni estadisticas ni observaciones sobre el asunto raza para no hacer dis criminacién (4). Este empefo, en defini tiva, refuerza las situaciones' de discr rinacién, al esconderlas. En fos émbito nuestra vida social, dmbitos simultinea Y paradéjicamente’sacralizados por el culto personalista (como la politica, pero la politica sf es seria), se observa tuna ampliacion grande del umbral, La matsica desde el bel canto a los tambores de Curiepe, salsa de por medio; el depor te, desde su direceion burocritica hasta Jos ex-boxeadores; el teatro y el cine; la danza, la pintura y otras manifestaco. nes “Culturales”, sobre todo en la medi- da en que son cualificadas como “‘popu- lares”” 0 naif, son actividades en las que Ja gente no-blanca puede llegar hasta a cispide. También ‘en los vedettismos octurnos. Con mis esfucrz0, pero pueden, La misma Esclava Isaura, tan ‘queria aqui, esclava entre negros, tavo que ser blanca para ser protagonista. En un absurdo simplista se podria 87 gencralmente de casta “superior” a la hhembra— se modifica con la llamada modernizacién industrial hacia formas de relacién de tipo competitive —carac terizadas éstas por la contradiccién entre los prejuicios y Ia idcologia de a -modernidad, prejuicios eargados de ‘odio racial; inestabilidad y violencia crénica; reprobacién (€ incluso: probi- n legal) y sadomasoquismo en los intercambios sexuales inter-étnico-racia Ies con prescindencia del predominio del varén de “casta superior" que tiene que ver con la competencia en el mercado de, trabajo. En ese sentido, puede ser que tampoco falten quienes afioren un verdadero odio racial mani: fiesto, “sefal del progreso de a histo- pero eso es raro, El padrinazgo es una de las institu- ciones que manifiestan la vigencia del régimen_paternalista. E1 Padrino (o la Madrina) blancos prominentes de hijos de familias(mestizas y negras con las que se dan relaciones de trabajo o cierta cereanfa, no se ha anulado con la tran- sicién campo-ciudad. Todavia las fami- lias “que se precian”* tienen ahijados y protegidos de “otras castas” con cuyas familias intercambian trabajo doméstico y ocasional de confianza por apoyos de diversa indole (pucstos de trabajo: educacién; ayudas y préstamos; vivien- da etc.); y este tipo de relacion se amplia de los paterfamiliae a los lideres politicos. Estas relaciones inter-raciales personales suelen ser muy amistosas y hasta afectuosas, pero dentro de_un clima de dominio-subordinacién, Los términos Don, Doctor, Doiia, Misia; y el tuteo, el mijo y el mijita (el “compa- fierito” en el Ambito politico) en la otra dircecién son lo propio Pero esto es demasiado reducido € insuficiente para dar razén de la conti- nuidad de patrones inter-

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