Me piden que escriba unas líneas explicando la génesis del libro-
disco “Bularretik Mintzora”; Kantak, poemak, ipuinak. Comienzo por traducir el título para poder compartir desde un comienzo, algunas señales de su contenido y compartir su significado. “Del pecho a la palabra”, puede ser una primera aproximación; “bularra” significa el pecho que acoge al bebé, lo alimenta y da cabida al arrullo y a la palabra. También está próximo al corazón del bebé y de sus padres que se funden en un solo latido. El ritmo del corazón fue quizás la primera intuición que me llevó a concebir el trabajo.
“Bularretik Mintzora” acompaña a un proyecto de fomento de la
lectura, dirigido a padres y profesores de niños comprendidos entre 0 y 6 años, elaborado por Galtzagorri Elkartea, sección vasca de OEPLI- IBBY. Este proyecto toma su nombre de un ensayo escrito por Juan Cruz Igerabide sobre la importancia de la poesía popular en la construcción del lenguaje emotivo, asociado a las emociones, a los sentimientos, al humor y al amor. Este es uno de los puntos de partida que me lleva a reflexionar sobre la forma de presentar la poesía popular para facilitar su aprendizaje y difusión por parte de los padres jóvenes y de los profesores.
La selección de poemas, canciones y cuentos está hecha siguiendo un
orden de evolución de los niños y también teniendo en cuenta ciertos criterios de recuperación lingüística y cultural. Parto de que en una generación se ha perdido la memoria de la utilización de estas canciones, juegos y cuentos y con el proyecto de fomento de la lectura al que damos comienzo, se nos ofrece la oportunidad de difundir este material que desde hace cincuenta años se esconde en muchos libros de recopiladores de folklore popular de comienzos del siglo XX.
Algunas de estas canciones se han utilizado en estos años, pero tengo
que decir que en la mayoría de los casos se han hecho adaptaciones con ritmos extraños que desvirtúan la cadencia de la lengua, la entonación y, sobre todo, el sistema de acentuación de la misma. Por un afán absurdo de “modernización” se han hecho versiones “Pop” de canciones populares que las han despojado de su ritmo original y de alguno de los rasgos importantes que tienen a la hora de ser asimiladas por los más pequeños; me refiero a aspectos fonéticos que diferencian los idiomas. Esto es especialmente importante cuando se ofrece un material a los padres y profesores; éstos necesitan modelos buenos para enseñarles el idioma a los niños pequeños. En muchas ocasiones, con muy buena voluntad pero un conocimiento escaso de la lengua, el euskara, pero también me podría referir a cualquier otra lengua, se han utilizado este tipo de canciones alejándolas de su función primaria. En realidad, las canciones populares infantiles se adaptan a las características del idioma que se trate y. Al mismo tiempo, a las necesidades y formas de conocimiento de los bebés. Me explico: el ritmo binario, con definición silábica de cada compás, facilitan la repetición, la anticipación vocálica que anuncia la rima repetida y todos estos factores facilitan el aprendizaje de la estructura literaria que se proponga. También se podría hablar de las melodías diferenciadas frente a salmodias sin demasiadas variedades de tonos y notas…
Poco a poco nos acercamos al quid de la cuestión y es que había que
optar por la selección de poemas y canciones había que acompañarla de un fondo musical que diera soporte a la audición de veinte minutos que podría resultar arduo para el oído acostumbrado a un hilo musical permanente. La elección del tipo de música y la grabación y producción de la misma fue el trabajo más delicado en la elaboración del libro. La sencillez tenía que prevalecer ante cualquier otra consideración. Yo había elegido los poemas, en una forma de evolución ascendente. Al comienzo, canciones de cuna, pequeños juegos de manos; para continuar, jueguitos para el regazo, combinados con el mismo mantra que da unidad a todo el CD y algún cuento recitado; en la tercera parte, se encuentra los juegos de trote, canciones, algún trabalenguas imposible y cuentos de acumulación y termina el CD cuando el bebé habla, puede contar historias, ha compuesto una sintaxis complicada con los componentes esenciales de la lengua.
Me incliné por un compositor de música contemporánea, Aurélio
Edler, brasileño que podía mirar nuestras canciones desde un lugar lejano a muchos prejuicios que condicionan a veces las elecciones haciéndolas coincidir con lo que deben ser las cosas y no con lo que son. Elegimos una dicción natural y un ambiente sonoro, elaborado a base de percusión. La percusión se va adaptando a cada estructura poética, utilizando diversos instrumentos y formas diferentes de producir sonidos; por ejemplo, se roza la piel de un tambor o se frota la cuerda de un arpa, además usamos juguetes, campanitas, sonajeros y un largísimo etcétera.
Pero falta un motivo que identifique el CD conecte con el significado
simbólico de todo el trabajo. La conexión se establece a través de la simbología más primitiva: los latidos del corazón. Todo el proyecto de fomento de la lectura se basa en la certeza de que el primer sentido que se desarrolla es el sentido del oído; desde el cuarto mes de gestación, el feto oye los sonidos que pasan a través del cuerpo de su madre. El bebé está pues inmerso en un ritmo incesante y acompañado de unos sonidos que le hacen reconocer su mundo y establecer diferencias entre éste y el mundo externo, a partir del nacimiento; desde ese momento progresivamente reconoce a las personas y los objetos y diferenciándolos de su propio ser. En medio de todas las elecciones, se sobrepone la contundencia de la nana- mantra que se repite continuamente en la grabación.
“Ttun kurrun kuttun
kuttun kuttuna, loo, loo” Es una onomatopeya rítmica; evoca el sonido de la cuna de madera haciendo crujir la madera del suelo, cuando se mece la cuna: “Kurrun runkurrun…” “Loo – loo”. (Duerme –duerme). También repite, mediante un juego de palabras, “Kuttuna” (Querido…) “Duerme, querido, al ritmo de la cuna. Duerme, duerme”. La música compuesta para arpa y txalaparta quiere continuar con esta simbología onomatopéyica y primaria de los latidos del corazón y el sonido de la madera. A partir de aquí se puede entender todo el trabajo; éste consiste es una muestra de poesía y música popular. Las canciones de cuna utilizan motivos parecidos en todo el mundo. Repiten su ritmo binario, el ritmo del corazón, susurran sonidos monocordes, para que el bebé se calme y se duerma.
Los juegos infantiles populares recrean los mismos esquemas de
aprendizaje. Acompañan el desarrollo psicomotriz del bebé ayudándoles en su maduración a través del juego. Por ejemplo, mecer la mano sobre el rostro del bebé para que éste fije la mirada en la mano que se mueve al ritmo de la canción, sobre (Maro – marotxu.); Jueguitos de palabras para contar los dedos; en castellano “Cinco lobitos tiene la loba…”, en euskara “Honek txotxak bildu…” También hay varias canciones que requieren las palmadas de los niños, que ayuda a la coordinación manual y otros juegos para trotar, saltar y desarrollar otros aspectos del movimiento que acompañan al crecimiento.
Con respecto al aprendizaje y desarrollo de la lengua, las canciones
populares también enseñan a los más pequeños los elementos esenciales para que los más se entrenen en el su aprendizaje y uso: la repetición de letras y sílabas, las entonaciones diversas que llenan de expresividad sus vocalizaciones. Más tarde pueden compartir los cuentos con contenido acumulativo y repetición rítmica que les apoya en su dominio de la sintaxis, en cuanto a que les ayuda a establecer secuencias temporales.
Pero también hay una coincidencia de temas en el folklore de todo el
mundo. Todas las civilizaciones han utilizado estas estructuras literarias para calmar a sus bebés, acercándoles ritmos primitivos que quedan grabados en el subconsciente. También se han utilizado todas estas piezas para jugar y gozar cada vez más del movimiento de su cuerpo; juegos de trote, de balanceo, juegos de palabras, de números… Pero también hay otros conceptos que están ligados a estas canciones que tienen relación con otros aprendizajes más vitales. Les advierten de los peligros de la vida : …” ez egin lorik basoan, azeritxoak jango zaitu, bildotza zarelakoan…” (No duermas en el bosque, un zorrito podría comerte, si te confunde con un cordero). La seguridad de la casa, de lo conocido se opone al peligro externo.
En las canciones de cuna populares, aparece también el miedo a la
muerte. El mito de Orfeo se repite cada vez que cerramos los ojos, el miedo a no ser, a desaparecer cuando nos rindamos al sueño y nos asalten los monstruos de la inexistencia. Cada uno de nosotros viaja con Orfeo cada noche, con la esperanza de rescatar a Eurídice de su muerte, para salvarnos a nosotros mismos, acunados por la música. Pero en la canción castellana, la madre le dice al niño: ”Cierra, cierra, bien mío, tus ojos bellos aunque tu madre muera sin verse en ellos…” La nana que introducimos en nuestro libro dice:
Lo- lo Zuk orain eta nik gero. Biok batera lo egiteko Etxean inor ez dago”
Duerme, duerme, Ahora duerme tú, Luego dormiré yo. No podemos dormir al mismo tiempo, Pues en casa no hay nadie más. Duerme, duerme.
Por último queremos destacar el trabajo de ilustración de Elena
Odriozola. Creo que en este libro nos presenta unas figuras sensuales que acompañan a todo el significado de estas piezas musicales que ayudan en el camino de la comunicación y el desarrollo sensorial y afectivo. Elena también es la responsable de todo el diseño gráfico de la campaña.
La acogida que está teniendo el libro y su disco se debe en gran
medida al hecho de haberlo despojado de artificios presentándolo como más accesible a los padres y profesores. En el proyecto recomendamos que el disco se utilice para que los adultos aprendan las canciones y juegos. Todos los textos están reproducidos y cada juego se explica. Pero los niños que me rodean y a los que tengo acceso eligen cuál es su canción favorita y ponen el disco cuando están solos… 2. Extraños en el laberinto: a la lectura por los sentidos El modelo de experiencia que presento, surge de una necesidad de adaptar salones del libro y exposiciones temáticas de Literatura Infantil, ofreciendo alternativas diferentes que apoyen y hagan deseable el hecho literario. Se trata de adaptar el formato de una visita guiada o una exposición de libros y convertirla en un juego de contenido literario. El resultado es un “happening” en el que los niños y niñas se convierten en protagonistas de su propia experiencia. He creado varios salones de este tipo hay que decir que cada uno de ellos tiene su estética propia y objetivos diferentes. Aunque, naturalmente lleven el mismo camino creativo.
En primer lugar siempre me planteo el tema que se va a
tratar. Cada vez decido un género o un subgénero literario. El primer ejemplo que vamos a analizar es un Salón dedicado a la poesía. En este salón se utiliza la poesía como un juguete. Se utilizan una serie de poemas con los que se realizan juegos diferentes. Algunas de las poesías son populares y otras son de autor. Según el tipo de poema se realizan juegos de observación y discriminación, juegos para contar y pequeñas representaciones; juegos de movimientos en corro y juegos de habilidad lingüística, rapidez, pronunciación, sílabas...
En primer lugar imaginé el espacio en donde debía
transcurrir el salón. La primera intuición fue construir un bosque en un espacio muy irreal y hermoso que acogiera al juego y a la poesía. Empezamos a trabajar en equipo con dos ilustradoras que realizaron los árboles, para lo que tuvieron que sortear muchos obstáculos. El primero es la verticalidad de los árboles y cómo realizar un soporte estable. La sujeción se solucionó simplemente investigando en la base de sombrillas llenas de agua, para darle estabilidad a cada árbol.
Cada árbol acoge un tipo de poemas o canciones y
elegimos materiales diferentes para confeccionar cada uno de ellos. Desde telas metalizadas a rafia natural pintada, desde papeles naturales de colores a frutas de plástico pegadas en un balón gigantesco. El quinto árbol está compuesta por hijas de libros donde hay una selección de libros, poemas e ilustraciones. Al final del juego, miran los libros de poemas y buscan un poema que les guste, también tenemos un rincón para escribir lo que quieran y un gran papel para pintar, escribir y reproducir poemas que les gusten.
En el espacio hay otros dos elementos que lo definen: un
techo hecho de red, de la que colgamos diversos objetos y un suelo que limita toda la acción.. El suelo tiene mucha importancia para nuestras propuestas; la mayor parte de las veces, montamos el Salón de Poesía en Bibliotecas públicas y el suelo marca el espacio del juego.
Una vez establecido el sistema de construcción y acción,
vino el proceso de elección y grabación de poemas. La grabación se hizo siguiendo un estilo naturalista de recitado. Se hizo un énfasis especial en el ritmo la pronunciación y los acentos de cada frase; por último se eligió un fondo musical compuesto con fragmentos de músicos contemporáneos vascos que acoge sin mediatizar todo el texto hablado.
El siguiente ejemplo se trata de un salón sobre el miedo.
Elegí el tema por ser uno de los temas recurrentes y más utilizados en la literatura universal, tanto infantil como en la literatura para adultos. El objetivo del salón consiste en realizar un proceso por el que se les lleva a los participantes a reconocer algunas situaciones en las que tienen esa sensación. Para ello se les presenta un cuento: “Jonás y el Frigorífico miedoso”, cuento de Juan Cruz Igerabide, publicado en Everest. En este cuento se explica la reacción de Jonás la primera vez que se queda sólo en su casa. Cuando se hace consciente empieza a sentir los latidos del corazón, cada vez más fuerte. También observa que sus manos tiemblan, pero no sólo sus manos tiemblan, también tiembla el frigorífico. Por qué? El razonamiento de Jonás lo lleva a pensar que un lobo quiere comerse la comida del frigorífico y después se lo comerá a él.
La presentación de este cuento la realizamos a través de un
DVD que realizamos con la colaboración de una compositora: Zuriñe Fernández de Gerenabarrrena y de la ilustradora Aitziber Alonso, colaboradora principal de todos los Salones literarios que he realizado. La línea de la ilustración la decidimos entre las tres, nos convenía que recordara a la decoración de los años treinta. La música decidimos que tuviera dos partes diferenciadas; la presentación y desenlace que recordara a las operetas berlinesas de esa misma época, y en la parte hablada que fuera una partitura realizada con música electroacústica que jugara y reforzara con la sensación de miedo que se traslada en todo el cuento.
El espacio se realizó buscando los electrodomésticos en
desguace, se les extrajo el motor, lijó y pintó. Después se seccionó cada electrodoméstico longitudinalmente y se adaptó para que pudiera contener una pequeña selección de libros. También se realizó un suelo igual que el dibujado en el DVD. La intención es repetir el ambiente que se presenta en el cuento animado. Esta cocina se coloca en cualquier biblioteca y ell juego se reealiza dentro del suelo que creamos para ello.
La dinámica del juego comienza con la visión del DVD; los
asistentes tienen que observar cómo evoluciona el miedo de Jonás y reflexionar en cuáles son sus miedos. A continuación pasan a la cocina de Jonás, en cualquier lugar se puede sentir miedo. Se les ofrece un “mantel” en el que se representan los electrodomésticos que hay en la cocina. En cada uno deben enfrentarse a una experiencia relacionada con los sentidos. En el frigorífico deben elegir el “alimento” que no elegirían nunca. Cada uno de ellos tendrá una etiqueta que se repite en uno de los libros escondidos en la parte de atrás. La lavadora esconde dos reproductores de “mp3” donde están grabados una serie de sonidos, deben elegir uno que les suscite un lugar donde no quisieran estar. En el fregadero, se encuentran con imágenes que les recuerdan a apersonas que no quieran ver. En el horno encontrarán unos largos guantes llenos de objetos cuyo tacto les produce sensaciones raras. Deben elegir un objeto, leer el texto que les proponemos y contestar a las preguntas que les dirigimos. Al final del recorrido cada uno renueva sus sensaciones y cuenta cuáles han sido sus mayores sensaciones de miedo. Como final se les entrega un librito con una bibliografía de libros sobre el miedo.
Por último presento el último salón que hemos realizado,
“Extraños en el laberinto”. El pretexto que me llevó a la creación de este Salón fue un Congreso que la sección española de IBBY, OEPLI, realizó en mi ciudad, San Sebastián. Yo co-presidía ese Congreso y ofrecí la posibilidad de crear un juego literario en una de las salas de arte regida por La Diputación de Guipúzcoa. Aceptaron nuestra propuesta: Un laberinto en el que se representa el viaje de una persona a través de mundos extraños y enfrentándose con los desconocido. La idea se unía al lema que representaba nuestro Congreso: “Leo diferente: la multiculturalidad en el libro infantil y juvenil”.
A este salón unimos un DVD en el que participaron muchos
escritores, ilustradores de literatura infantil y juvenil vascos, la propuesta pasaba por dar una visión de cómo vemos los vascos el mundo cómo pensamos que nos ven los demás. Era ofrecer una visión de nosotros mismos, para ello elegimos diez textos que representaran paisajes nuestro y extraños y realizamos un guión con 200 ilustraciones extraídas de libros publicados. El DVD se montó sobre la banda sonora de Zuriñe Fernández Gerenabarrena, que utilizó, junto con música propia, música de grandes copositores vascos como Guridi, Arteta, Ravel, Bernaola o Juan de Pablos y música popular tratada.
El laberinto es el montaje más grande que hemos realizado,
la pieza fundamental fue la pieza que nos permite unir los paneles de chapa de madera para mantener la verticalidad. En su plano se observan varios espacios diferenciados; cada uno representa un elemento diferente que tiene unos materiales y tratamiento diferente. A través del recorrido los viajeros tienen varias áreas de descanso, donde se encuentran con libros de imágenes y con músicas extrañas. Ellos van calificando cada lugar con respecto a varios adjetivos que se refieren a sensaciones diversas, placenteras e inquietantes. Al final del recorrido ellos construyen su propio relato de viaje combinando los elementos y sensaciones que han ido encontrando. Algunos eligen el relato biográfico del niño africano que atravesó el océano para llegar a las ciudades extrañas…