LA OLIMPIADA DE LA VIDA

VEN ESPRITU SANTO LLENA LOS CORAZNES DE TUS FIELES Y ENCIENDE EN ELLOS EL FUEGO DE TU AMOR. ENVA, SEOR, TU ESPRITU Y TODAS LAS COSAS SERN CREADAS; Y RENOVARS LA FAZ DE LA TIERRA. AMN

Y todo lo hago por el Evangelio, porque quiero tener tambin mi parte de l. No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, pues, de tal modo que lo consigan. En cualquier competicin los atletas se someten a una preparacin muy rigurosa, y todo para lograr una corona que se marchita, mientras que la nuestra no se marchita. As que no quiero correr sin preparacin, ni boxear dando golpes al aire. Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que despus de predicar a otros yo me vea eliminado.
1Cor 9, 23-27

EL PARADIGMA DEL DEPORTE El tema central del paradigma atltico de San Pablo, es sin duda la egrateia, es decir, la templanza, o sea, el dominio de si mismo, eso que requiere entrenar el atleta para alcanzar la meta y recibir el premio.

JUAN PABLO II

La prctica del deporte en su sentido ms noble y autntico trae siempre a la memoria el ideal de virtudes humanas y cristianas que, no solamente contribuyen a la formacin fsica y psquica, sino que tambin inician y estimulan a la fuerza y a la grandeza moral y espiritual. El deporte, ustedes bien lo saben, es escuela de lealtad, de coraje, de tolerancia, de nimo, de solidaridad y espritu de equipo.

Todas estas virtudes naturales son, con frecuencia, como el soporte en que se asientan otras virtudes sobrenaturales.

El deporte, a la vez que favorece el vigor fsico y templa el carcter, no debe apartar jams de los deberes espirituales a cuantos lo practican y aprecian.
Segn palabras de san Pablo, sera como si uno corriera slo "por una corona que se marchita", olvidando que los cristianos nunca pueden perder de vista "la que no se

marchita" (cf. 1 Co 9, 25).

Voluntad

Espritu

Sacrificio

ORACIN DEL ESTUDIANTE

Seor Jess, bendice mis estudios y convirtelos en algo til y grande.

Quiero unir mi trabajo a todos los trabajos del mundo: A la ruda labor de mis hermanos, los obreros y campesinos, a las tareas profesionales, al clculo de los ingenieros, a las visitas de los mdicos.

Lo uno al trabajo incansable de todas las mams, a los esfuerzos apostlicos de los sacerdotes y misioneros. Sobre todo quiero sentirme unido a San Gaspar en su espritu misionero Que mi mesa de estudio sea como un altar, En el que aprenda a sacrificarme junto a ti. Seor Jess, para la gloria de Dios y bien de mi prjimo. AMN

LA OLIMPIADA DE LA VIDA