You are on page 1of 1

Por Alfredo Milano

Ella llegó junto con los demás hombres pálidos, en la ave plateada
que se mueve como la orquídea cuando cae espantada por el piapoco.
Apenas descendió, me le quedé mirando... Yo no sabía que existía mujer blanca,
porque blancos siempre venían sin mujer.
Nosotros en la tribu, brindábamos mujer por amistad, aunque algunos hombres
pálidos
sólo querían estar con los chiguires.
Mujer pálida tenía hermosos ojos de cielo, yo la agarre y ella, dócil como mujer
mía, me
siguió. Juntos, fuímos a la orilla del caño. Yo le hablaba de nuestros dioses. Por
cara de
ella, no entendía.
Reía, como la iguana. Entonces, me quitó el taparrabos y me besó.
Yo quedar contento.. y torcer los ojos por la cosquillita.
Luego, imponiendo mi hombría, hicimos amor indio...
Ella no se fue como las indias, a buscar yuca y hacer comida. Ella me agarró de
nuevo.
Me tiró en la tierra de nuestros ancestros e hicimos amor pálido:
..ella arriba...Me gustó.. y sonreí...
Ella, puso ojos de cielo hacia arriba, luego hacia el río, y después los puso
hacia la tierra. Yo.. un poco cansado...

Cuando ella quería de nuevo hacer amor como los indios,


yo corrí riendo. Le dije que esperara, que le traeria un presente.
Fui adonde estaban mujeres de la tribu,
y les dije lo que la mujer pálida me había hecho. Ellas rieron..
Me pintaron con onoto y polvo negro, adornaron mi pelo....
con las plumas del piapoco y del gallito de las rocas
Le llevé un collar de huesos y plumas.
Cuando yo llegar al sitio donde dejé a mujer pálida,
todos los hombres de la tribu hacían fila india.
Ella hacía con todos, lo mismo que había hecho conmigo.
No enojarme... y también hice la cola.
Cuando tocarme turno de nuevo, ella no me reconoció,
entonces yo le tiré el collar.
Ella lo agarró y seguirme.
Entonces la llevé al rio Orinoco, y nos bañamos juntos.
Desde entonces vive conmigo.
Mí aprendió lengua pálida, y ella aprendió lengua india.
Vivimos en choza. Tenemos hijos pálidos e indios.
De vez en cuando, hombres de la tribu salen corriendo
cuando me ven llegar a choza.
Ella sigue costumbre de mujeres pálidas
y eso me ha enojado varias veces.
Sin embargo, perdonarla,...
porque no podría vivir sin mujer de ojos de cielo.

You might also like