conquista del imperio mexica. Se ha dicho que entre las causas de tan sorprendente hazaña figuras los efectos de las armas de fuego, las armaduras de hierro, los caballos y los perros bravos que causaron en los guerreros indígenas; también se menciona la organización militar y las estrategias de guerra españolas y la actitud pesimista de algunos de los grupos indígenas. Pero, sin duda, lo que determinó el éxito de la empresa fue el apoyo brindado a Cortés por los pueblos sometidos a los mexicas, hartos de sus abusos y cargas tributarias, y deseosos de liberarse de ellos. Cortés supo aprovechar tales divisiones y logró que cempoaltecas, tlaxcaltecas, chalcas y otros grupos lo apoyaran con hombres, mujeres y bastimentos. Con la ayuda de la Malinche como intérprete, el conquistador pudo canalizar a su favor los descontentos. Después de tres meses de asedio, México-Tenochtitlán se rendía el 13 de agosto de 1521. En 1524 gran parte de los pueblos sedentarios del área central habían aceptado someterse a Cortés, continuas rebeliones indígenas mostraban lo precaria que era aún la dominación española. Para 1550, por medio de la intriga y la lucha armada, aunado a las enfermedades traídas por los europeos, se consolidó la conquista de estas altas civilizaciones, que trajo consigo la ruptura del orden prehispánico y la imposición de un nuevo orden político, económico- social y cultural. Para los españoles, la conquista y la explotación de los indios sólo se podían justificar si se planteaban como medios para llevar a cabo la conversión de éstos al cristianismo. La concepción de la guerra como cruzada, nacida durante la lucha contra el Islam, hacía necesario que a los guerreros siguieran los sacerdotes. Así, entre 1524 y 1560 llegaron a Mesoamérica cerca de 400 frailes franciscano, dominicos y agustinos que se distribuyeron en las zonas más ricas y pobladas. Los misioneros y los colonos, ayudados por los caciques indios, crearon pueblos y ciudades donde se hizo posible la sujeción y aculturación de los indígenas al mundo occidental; con ello se reforzó su sometimiento y se llevó a cabo una conquista más profunda y trascendente que la realizada con las armas.
Se construyeron conventos y colegios como
el de Tlatelolco, donde se educaban a la juventud indígena, elaborando diccionarios y gramáticas de lenguas nativas, para poder cristianizar a los nativos. Sobre las ruinas de los antiguos templos, se Virgen de Guadalupe, de Extremadura construyeron los nuevos, ahora cristianos.