AYALA, Francisco J. Darwin y El Diseño Inteligente PDF

You might also like

You are on page 1of 116
P\ 16,50 € Francisco J. AYALA y el Di no Inteligente Francisco J. Ayala, bidlogo y miembro de la Academia Nacio- nal de las Ciencias de Estados Unidos, oftece en este libro un camino para conciliar la religién y la ciencia con respecto a la evolucién. Segin Ayala, la ciencia y la fe religiosa no estén en contradiccién, ni pueden estarlo, puesto que tratan de asuntos diferentes que no se solapan. La ciencia busca descubrir y ex- plicar los procesos de la naturaleza. La religién trata del sig- nificado y propésito del universo y de la vida, la relacién entre Jos humanos y su Creador, y los valores morales que inspiran y ‘guian Ia vida humana. La seleccién natural explica la evolucién de las especies a través de millones de afios y Ia adaptacién de Jos organismos a su entorno, con ojos para ver, alas para vo~ Jr, y agallas para respirar en el agua. Pero el mundo de la vida esti lleno de imperfecciones, sufrimiento, crueldad, y sadismo, La espina dorsal esta mal disefiada, los depredadores devoran a sus presas, los pardsitos destruyen a sus huéspedes. La seleccién, natural da cuenta de estas calamidades, que, por ello, no ne~ cesitan ser atribuidas a mal disefio o perversidad del Creador. Segiin explica Ayala, la evolucién por seleccién natural esta mis de acuerdo con la fe religiosa en un Dios de amor, misericordia y-sabiduria, que el llamado «disefio inteligente> que atribuye al Creador las imperfeeciones del mundo de la vida. Darwin y el Diserio Inteligente proporciona la mejor introduccién a Darwin y a In biologia de la evolucién actualmente disponible. cote al | Mill serio Inteligente IONISMO, CRISTIANISMO Y EVOLUCION Avesores de del presidente Clinton yen la actualidad, es profesor del departamento de Ecologia y FRANCISCO J. AYALA Darwin y el Disefio Inteligente CREACIONISMO, CRISTIANISMO Y EVOLUCION Traduccién de: Miguel Angel Coll Traduccién revisada por el autor ALIANZA EDITORIAL, Reserados ds os ershos.E contenido des ara epi ora Ly, qu etabls ena dep yo mats, adem de ls conespodiemesindemnzacones por doe peruon, pats suns epoducen, agro, dibuyern 0 omunicrn pblcanen, en tk en pare une obra sera, aisec 0 seni, sr andommacin, mespeacsn o secon arti Hada co cult tipo de soporte 9 comniada ‘te decaakuie mai, precept stain, © Francisco Jost Ayala, 2007 © de la raduccidn: Miguel Angel Coll Rdrigucr, 2007 © Aliana Ediorial,S. A. Madrid, 2007 Calle Juan Ignacio Luce de Tena, 15; 28027 Madrid def, 91 393 88 88 woo alianaseditorial es ISBN: 978-84-206-4822-4 Depa lege M.19.234-2007 Fotacomposicine imprest FCA, S.A Parque fodustrial Las Monae: 28850 Torrejn de Ardoz (Madrid) Printed in Spain ‘ST QUIERE RECIBIR INFORMACION PERIODICA SOBRE LAS NOVEDADES DE ALIANZA EDITORIAL, ENVIE UN CORREO ELECTRONICO A LA DIRECCION alianzaedicorial@anaya.es INDICE LISTADO DE FIGURAS PROLOGO. INTRODUCCION. LA BIBLIA Y LA EVOLUCION Exposici6n del caso.. Un resumen del argumento. 1, DISENO INTELIGENTE. El argumento a partir del diseno William Paley . El ojo y el relescopio Argumento contra el 372 Relacién o complejidad irreducible Imperfecciones de la naturaleva Mas allé de la Biologia... 2. LA REVOLUCION DE DARWIN. Teorias evolutivas. Charles Darwin .. 19 19 23 31 31 33 34 35 36 37 40 43 4B a7 DARWIN ¥ EL DISENO INTELIGENTE El descubrimiento més importante de Darwin: diseho sin disefiador Dos revoluciones: Copémico y Darwin. La wteorfa» de Darwin Darwin y Wallace. : Las repercusiones darwinianas.... SELECCION NATURAL Bl concepto de seleceién natural EI monje de Darwin Mutaciones y ADN. on La seleccin natural como tin proceso creat Los monos mecandgrafos.. El origen de las especies El efecto Baldwin y la determiacin del sexo Oportunismo frente a disefio. El caldero evolutivo de Hawai Aaa y necesidad PRUEBAS DE LA EVOLUCION. El drbol universal de la vida, El registro fésil. Archaeopteryx y Tiktaalik. Similicudes anatémicas. Desarrollo embrionario y rudimentos Biogeografia EVOLUCION HUMANA. Evolucién hominida : “Antepasados y parientes colatrals... ‘Origen de los seres humanos moderns. Exnicidad y raza Latransformacign de simio a humano. El enigma del paso de cerebro a mente EVOLUCION MOLECULAR 1a unidad de la vida. Informacién genética De Mendel a Dolly. Macromoléculas informacionales Fvolucién del lingje y diversficacign de las especies Fl reloj molecular... 50 35 58 59 63 63 66 68 70 2 74 76 79 82 84 87, 87 89. 4 7 99 101 103 104 106 109 Mt 113, 118. 123, 125 127 128 132 134 139 INDI 7. EL CREACIONISMO ¥ SUS PROBLEMAS. El nuevo envase del diseho inteligent. La evolucidn es wsblow una teora La teoria de la evolucién .. 1a flaca de las explcacionesaleernacivs. La complejidad del ojo Hg bacterin, La coagulacin sanguine, el sistema inmmune y otras improbabil Imperfecciones y defectos e El regalo de Darwin ala teologia.. 8, CREACIONISMO Y FUNDAMENTALISMO EN ESTADOS UNIDOS. Preludio Creacién ex nibilo Creacionismo Fundamentalismo biblico. La sentencia de Dover Evolucién y religién 9. CIENCIA: PODER Y LIMITES La arrogancia de la exclusividad La ciencia como forma de conocimiento. La naturaleza dela ciencia. Induccién y empirismo El método cientific. Probar hipétesis... Ms alld dela ciencia... 10. DARWIN EN LA HISTORIA DE LAS IDEAS. Darwin y el empirismo La teoria dela genética de Mendel ‘A modo de conclusién NOTAS LECTURAS RECOMENDADAS INDICE ANALITICO, INDICE ONOMASTICO. 143, 143, 144 146 147 49 152 155 163, 163 164 166 167 169 i71 17 7 181 183 185 187 190 192 197 199 203 206 209 219 229 LISTADO DE FIGURAS Charles Darwin (1809-1882) hacia 1854 s.r. 46 El viaje del HMS Beagle (1831-1836)... 48-49 Las isla de los Galdpagos, con dibujos de tes tortugas halladas en di- verss islas 54 Pinzones de Darwin. Diez especies procedentes de ls islas de los Galé- pagos. Especies diferentes se nutren de alimentos diversos y sus picos han evolucionado adaprindose a sus habitos alimentatios..n0 Las isls del archipiélago de Hawai, formadas entre hace cinco millo- nes (Kauai) y medio millén de afios (Hawai), a cuatro mil kilémetros del continente americano, y st situacién en el océano Pactico 81 HH drbol universal de la vida, reconstruido con genes de ARN (écido ribonuceico) ribosomal. El Antepasado Comin Universal (ACU) esta abajo. Las ramas representan diversos grupos de organismos. Hay tres ‘grupos principales de organismos: bacterias, arqueas y eucariontes. La mayorta de los eucariontes son mictosc6picos. Las plantas, los anima- les y los hongos son ramas pluricelulares de los eucarionce: Evolucién del caballo. Fl antepasado mas primitive mostrado es el Hy- racotherium, que vivié hace cincuenta millones de afios y era pequetio, ‘mas 0 menos del tamafio de un perro. Las especies sucesivas se hicie- 7 88 12. DARWIN Y EL DISESO INTELIGENTE ron més grandes, tenian una denticién diferente y menos dedos en el pic, al adaptarse a distintas dietas y formas de vida = + Un fisil de Archacopter que mucstrarasgos intermedios enere los reptiles (dinosaurios)y las aves... : + Tikiaaik y otros fésiles intermedios entte los pecesy los ttrépodos.. + Esqueleto de los miembros superiores de cuatro vertebrados, mostrando hhuesos similares y dispuestos de forma parecida, aunque utilizados para funciones diferentes, en humanos, perro, ballena y péjaro. + Iequierda. Reconstruccidn del esquelero de Lucy en comparacién con elde un humano moderno... + Derecha. Esqueleto del Homo erectus quc vivid hace 1,6 millones de aos y tenia un cerebro de un tamafio intermedio entre Lucy y los hu- ‘manos moderos... + species de hominidos, empezando por el Sahelanshropnstcadensi, que vivi6 entre hace unos siete y seis millones de ais... + El Homo sapiens colonia los continentes del mundo. + Diagrama de la variacién genética en poblaciones humanas. La mayor parte (85 por ciento) de la variacién genética humana se puede encon- trar en una sola aldea. Poblaciones de otras aldeas del mismo continen- te aportan un 6 por cienco adicional, y las de continentes diferentes un 9 por ciento adicional dela variacién genética total de la humanidad .. * La doble hélice del ADN se compone de dos cadenas enroscadas entre si, Hay cuatro clases de componentes (nuclestidos), representados por A.C, Gy T, las letras del alfabeto genético. La informacién genética cesté incluida en la secuencia de letras: tres mil millones de ellas en cada genoma humano + Cadigo genético mostrando los aminodcidos (0 sefales de paro) espe- Gificados para cada uno de los 64 tripletes de nucleétidos (codones) del ARN mensajero. Cada serie de tres letras consecutivas («codén») en el ADN determina un aminodcido en la enzima o proteina corres- pondiente. Todos los organismos utilizan las mismas veinte clases de aminocidos, La ilustracién muestra los codones de ARN para cada aminodcido. (El ADN codifica el ARN, el cual codifica los aminosci- dos; el ARN utiliza U en vex de T, pero A. C y G, al igual que el ADN). Para cada aminodcido se muestran la abreviatura de tres letras ylla de una sola letra, en maytiscula _ : + Los 104 aminoécidos en el citocromo ede human, mono rhesus y x- ballo, La secuencia humana se muestra al completo (abreviaturas de tuna letra para cada uno de los 20 aminoscidos listados en la pagi- nna 126). En las secuencias del mono y el caballo, los aminoécidos idénticos al humano se representan por puntos. Los humanos difieren, de los monos por uno, de los caballos por doce aminoscidos; mono y caballo difieren por once aminoscidos. 91 93 96 98. 105 105 108 110 124 126 135 LISTADO DE FIGURAS Arbol evolutivo del ser humano, el mono rhesus, y el caballo, basado ‘en su citocromo ¢. La tinica diferencia entre el ser humano y el eaballo cen [a ilustracién previa (pagina 135) se debe a un cambio en el linaje hhamano (puesto que el mono y cl caballo tienen el mismo aminodcido Historia evoluiva de vine especies, basada en la secuencia de amino fcidos del citocromo ¢. El antepasado comiin (abajo) de la levadura y Jos humanos vivié hace més de mil millones de aftos Los nimeros en Jas ramas reflejan el mimero de aminodcidos reemplazados, de prome- dio, a lo largo de cada rama. (Estos nimeros pueden ser fracciones y ain negativos por razones de célculos estadisticos) El reloj molecular de la evolucién. Tres proteinas que evolucionan a tasas diferentes: fibrinopéptidos (evolucién répida), hemoglobinas (casa intermedia) y citocromo ¢ (evolucién lenta). Los organismos comparados se dan arriba y su época de divergencia (conocida por da- tos palcontol6gicos) se da en la escala horizontal abajo. Las rayitas ver ticales indican la variacién observada en cada tipo de comparacién. Las lineas que cruzan las rayitas indican la tasa de evolucidn de cada fe complejdad del ojo en moluscos vives. El ojo del pulpo (extremo derecha) es bastante complejo, con componentes parecidos a los del ojo humano, tales como la cérnea, el iris, la lente de refraccién y la retina, Otros moluscos poseen ojos més sencillos. El ms simple de todos se encuentra en las lapas (extremo izquierda), consistente en sélo unas pocas células pigmentadas, ligeramente modificadas a partir de tipicas cluls epiteiales (pel)... ae El paso del fero a través de los canales pélvicos de una chimpance (i2- quierda), australopiteco (centro) y humano modetno, La representa- cién del australopiteco es hipotética. Se sugiere que la posicién del feto australopiteco era transversal stn 1B 136 138 40 151 158 PROLOGO EL mensaje central de este libro es que no hay contradiccién necesaria entre la ciencia y las creencias religiosas. Muchos creyentes estin con- vencidos de lo contrarios piensan que la ciencia es materialista y, por lo tanto, nicga los valores espirituales y las creencias religiosas. Pero, propiamente entendidas, la ciencia y la fe religiosa no estén en con- tradiccién, ni pueden estarlo, puesto que tratan de asuntos diferentes que no se superponen. La ciencia busca descubrir y explicar los pro- cesos de la naturaleza: el movimiento de los planetas, la composicién de la materia y del espacio, el origen y funcién de los organismos. La religidn trata del significado y propésito del universo y de la vida, las relaciones apropiadas entre los humanos y su Creador, los valores morales que inspiran y guian la vida humana. La ciencia no tiene nada que decir sobre estas materias, ni es asunto de la religién proveer explicaciones cientificas para los fenémenos nacurales. Los conocimientos cientificos parecen contradecir la narrativa blica de la creacién del mundo y de los primeros humanos. La astro- nomia describe el origen de los planecas, las estrellas y las galaxias de 16 DARWIN Y FL. DISERO INTELIGENTE manera muy diferente a la natracién del origen del mundo que se en- cuentra en el primer capitulo del Génesis, La biologia nos ensefia que las especies, incluyendo la humana, han evolucionado de otras espe- cies, a través de periodos de tiempo muy amplios. Espero que los lec- tores encuentren satisfactoria la explicacién que doy a lo largo del li- bro de estas contradicciones aparentes. Por el momento, sirva citar al papa Juan Pablo Il, quien afirma que la «Biblia nos habla del origen del universo y su creacién, no para proporcionarnos un tratado cien- tifico, sino para establecer las correctas relaciones del hombre con Dios y con el universo» y es sélo con este propésito, afiade el Papa, que la Biblia se expresa «en los términos de la cosmologia conocida en los tiempos del escritor sagrado» Un movimiento reciente, iniciado en Estados Unidos, pero que se estd extendiendo répidamente a través del mundo, es el conocido como «Disefio Inteligente». Propone este movimiento que los orga- nismos son muy complejos y eso muestra que han sido «disefiados». De la misma manera que la complejidad de un reloj muestra haber sido disefiado por un relojero. Dicen sus proponentes que el azar y las leyes mecénicas no pueden dar una explicacién satisfactoria del ojo, claramente disefiado para ver, las alas, obviamente disefiadas para vo- lar, o las agallas, especificamente diseftadas para respirar en el agua. Sélo Dios, ef gran «Disefiador Inteligentes, puede dar cuenta de la organizacién funcional de los seres vivos. Creyentes de buena volun- tad aceptan estas ideas porque parecen ser prueba de la existencia de Dios y su accién creadora. Sin embargo, las implicaciones del disefio inteligente son radical- mente contrarias a lo que sus proponentes (que caracteristicamente no son ni cientificos ni tedlogos) arguyen, Sorprenderé a muchos de iis lectores, tanto creyentes como cientificos, que el tema central de este libro lleve a la conclusién de que la ciencia, y en particular la teo- tia de la evolucién, es compatible con la fe cristiana, mientras que el disefio inteligente no lo es. El mundo de la vida esté lleno de imper- fecciones, detectos, sufrimiento, crueldad, y aun sadismo. La espina dorsal esta mal disefiada, los depredadores devoran cruelmente sus presas, los pardsitos slo pueden vivir si destruyen a sus huéspedes, quinicncos millones de personas sufren de la malaria y un millén y medio de nifios mueren por su causa cada afio, No me parece apro- PROLoGO 17 piado atribuir los defectos, la miseria y la crueldad que predominan en el mundo viviente al disefio especifico del Creador. Consideremos un ejemplo. El veinte por ciento de todos los emba- razos abortan esponténeamente durante los dos primeros meses de la prefiez. El ntimero sube a veinte millones de abortos en el mundo cada afo. Me aterra pensar que hay creyentes que implicitamente atribuyen este desastre al disefio (incompetente) del Creador, con lo cual le convierten en un abortista de magnitud gigantesca. La teoria de la evolucién explica esta calamidad como consecuencia de la selec- cidn natural, proceso torpe y azaroso. El Dios de la revelacidn y la fe cristiana es un Dios de amor, misericordia y sabiduria. Por eso arguyo que la teoria de la evolucién es compatible con la fe, mientras que el io inteligente no lo es. INTRODUCCION LA BIBLIA Y LA EVOLUCION Exposicién del caso Santo Tomas de Aquino (1224-1274), siguiendo una larga tradicién cristiana que se remonta al menos hasta san Agustin (354-430), dis- tinguia dos fuentes de conocimiento: la razén y la Revelacién Divina. La Encarnacién y la Trinidad son verdades teoldgicas que slo se pue~ den conocer a través de la Revelacién. La inteligencia humana, por medio de la experiencia y el razonamiento légico, puede adquirir co- nocimiento vilido y construir una ciencia del mundo natural. Como es bien sabido, santo ‘Tomas argumentaba, en discusiones piblicas en la Universidad de Paris, que la verdad racional y la Revelacién no pueden ser incompatibles. Las contradicciones slo pueden set apa- rentes, debidas a una errénea interpretacién de las Escrituras 0 a un razonamiento equivocado. Segiin san Agustin, en su comentario sobre el libro del Génesis, los ctistianos no deben tratar de resolver cuestiones cientificas con las Sa- gradas Escrituras: 20. DARWIN Y EL DISESO INTELIGENTE “Tales temas no son de provecho para quienes buscan la beatitud... En el asunto referente a la forma del firmamento, los escritores sacros no desea- ban ensefiar a los hombres hechos que serian intitiles para su salvacién, San Agustin afiadia: Si sucede que la aucoridad de las Sagradas Escrituras parece oponerse a conocimientos obtenidos por un razonamiento claro y seguro, significa que la persona que interpreta las Eserituras no las comprende cortecta- mente Del mismo modo, el papa Juan Pablo I escribié: La Biblia nos habla del origen del universo y su cteacién, no para pro- porcionarnos un tratado cientifico sino para establecer las correctas rela- ciones del hombre con Dios y con el univers. El Papa afiad Las Sagradas Escrituras simplemente desean declarar que el mundo fui creado por Dios, y con el fin de ensefiar esta verdad se expresan em los tér- tminos de la cosmologia conocida en los tiempos del escritor sagrado (la cursi va es mia). La ciencia ha demostrado més alld de la duda razonable que los orga- nismos vives evolucionan y se diversifican a lo largo del tiempo, y que sus rasgos son fruto de un proceso, la seleccién natural, que ¢x- plica su «disco». Darwin y otros bidlogos del siglo x1x hallaron pruebas contundentes de la evolucién bioldgica en el estudio compa- rativo de los organismos vivos, en su distribucién geografica, y en los restos fésiles de organismos extintos. Desde la época de Darwin, la evidencia procedente de estas fuentes se ha vuelto mas sélida y mis amplia, mientras que las disciplinas biolégicas recientes —la genética, la bioquimica, la fisiologia, la ecologia, el comportamiento animal (ctologia), y especialmente la biologéa molecular— han aportado po- derosas pruebas adicionales y confirmacién detallada. ‘Algunas personas han considerado que la teorfa de la evolucién es incompatible con la fe cristiana porque, segiin ellas, no concuerda INTRODUCCION. LA BIBLIAY LA EVOLUCION 21 con el relato de la creacién que hace la Biblia. Los primeros capitulos del libro biblico del Génesis describen la creacién del mundo, las plantas, los animales y los seres humanos efectuada por Dios. Una in- terpretacién literal del Genesis parece incompatible con la evolucién gradual de los humanos y de otros organismos a través de procesos naturales. Con independencia de la narracién biblica, las creencias cristianas en la inmortalidad del alma y en que los seres humanos fueron «creados a imagen de Dios» han parecido a muchos contrarias a la conclusién cientifica de que los humanos evolucionaron a partir de animales no humanos. El mensaje que este libro pretende transmitir es, en primer lugar, el mismo de san Agustin, santo Tomas de Aquino y el papa Juan Pa- blo IL, que la ciencia y las creencias religiosas no tienen por qué estar en contradiccién, La condena de Galileo, a comienzos del siglo xvit, por sostener que la Tierra giraba alrededor del Sol, mientras que la Biblia dice que es el Sol el que se mueve y no la Tierra, es un triste suceso en la historia de la Iglesia. Los eruditos biblicos y los tedlogos hace tiempo que rechazaron una interpretacién literal de la Biblia, por las razones dadas por san Agustin y el papa Juan Pablo II de que ¢s un craso error confundir la Biblia con un libro de texto elemental de fisica, astronomia o biologfa. La Biblia no es un tratado cientifico sino una guia sobre el modo en que los seres humanos deben relacio- narse con Dios. Pero el mensaje de este libro va més all de negar la incompatibili- dad entre ciencia y religién. Haré afirmaciones que tal vez sorpren- dan a muchos lectores. Mi mensaje es que el «creacionismo» no es compatible con la creencia cristiana en un Dios omnipotente y bené- volo, en tanto que la teorfa de la evolucién si es compatible. He escri- to «creacionismo» entre comillas para referirme a las actuales teorias fundamentalistas que no solo afirman que Dios creé el mundo, sino también que lo creé en seis dias y tal como lo observamos ahora. Esta forma de creacionismo no deja espacio a la geologia o la astronomia, no deja espacio a la formacién gradual de las montafas o los planetas. Y, desde luego, no deja espacio a la evolucién biolégica. Una versién reciente del ereacionismo, llamada «Disefto Inteligente», argumenta que érganos tales como los ojos, las manos o las alas, no podfan ha- ber surgido a través de procesos naturales, porque obviamente estdn 22. DARWIN Y FI. DISENO INTELIGENTE «disefiados» para servir a ciertas funciones: el ojo para ver, la mano para asir, el ala para volar. E] «creacionismo», segtin se afirmé en el pérrafo anterior, es in- compatible con el cristianismo, como argumentaré més adelante, porque predica atributos del Creador que el cristianismo (al igual que otras religiones monotetstas, como el judaismo y el islam) encuentra inaceptables. El Dios de estos creacionistas comete graves errores, crea drganos que son imperfectos y disfuncionales, y es el autor de la crueldad y el sadismo que se extienden por el mundo de los seres vi- vos. La ciencia proporciona una explicacién racional de estas defi- ciencias: son resultados de procesos naturales. La teorfa de Darwin de la evolucién por seleccién natural complet el conocimiento del uni- verso que habia comenzado con los descubrimientos de la fisica y la astronomia en los siglos x1 y Xvi. Darwin proporcioné a los teélo- gos el weslabén perdido» en la explicacién del mal en el mundo o, en lenguaje teolégico, la evolucién resolvid el problema de la «teodicea». Una definicién de diccionario de la palabra teodicea es «la defensa de la bondad y la omnipotencia de Dios en vista de la existencia del mal». El problema del mal se ha planteado sucintamente en la tradi- cién cristiana como un dilema: «Si Dios no puede evitar el mal, no es omnipotente; si Dios puede evitar el mal pero no lo hace, no es bené- volo. Pero el mal existe, zcdmo es asi?» Si este razonamiento es vilido, se seguiria que o bien Dios no es omnipotente o no es benevolent. Laalternativa es buscar la explicacién del mal sin atribuirlo a su crea~ cién directa por Dios. La teologia tradicional distingue tres clases de mal: (1) mal moral © pecado, el mal originado por los seres humanos; (2) dolor y sul miento, tal como los experimentan los seres humanos; (3) mal fisico, como las inundaciones, los tornados, los terremotos y las imperfec- ciones de todas las criacuras. El pecado es una consecuencia del libre albedrio; la otra cara es la virtud. Sin libre albedrio, no existe virtud, Los teédlogos cristianos han expuesto que si el hombre desea entrar en una relacién genuina- mente personal con su creador, primero debe experimentar cierto grado de libertad y autonomia. Una vida vireuosa gana la eterna re- compensa del cielo. La teologia cristiana también proporciona una buena explicacién del dolor y el sufrimicnto humanos. En la medida INTRODUCCION. LA BIBLIA Y LA EVOLUCION 23 en que el dolor y el suftimiento son causados por la guerra, la injusti- cia, y otras formas de maldad humana, también son una consecuen- cia del libre albedrio, la otra cara de las buenas acciones. aY qué ocurre con los terremoros, las tormentas, las inundaciones, las sequfas y otras catdstrofes fisicas? Aqui entra la ciencia moderna en el razonamiento teolégico. Los sucesos fisicos estan insertos en la es- ructura del propio mundo. Desde el siglo xvul, los seres humanos han sabido que los procesos por los cuales cobran existencia las gala- xias, las estrellas y los planetas, y por los que se desplazan los conti- nentes, asi como las inundaciones, los tornados y los terremotos, son procesos naturales, no acontecimientos especificamente concebidos por Dios para castigar o premiar a los seres humanos, Pero es el caso que a mediados del siglo x1x la teodicea atin se topaba con una difi- cultad en apariencia insuperable. Si Dios es el disefiador de la vida, ide dénde viene la crueldad del leén, el veneno de la serpiente, y los parisitos que s6lo existen para destruir a sus huéspedes? La teorfa de la evolucién proporciona la solucién al componente restante del problema del mal. Como las inundaciones y las sequias son una consecuencia necesaria de la estructura del mundo fisico, los depredadores y los parasitos, las disfunciones y las enfermedades son consecuencia de la evolucién de la vida. No son el resultado de un di- sefio deficiente © malévolo: las caracteristicas de los organismos no han sido disentadas por el Creador. La evolucién por medio de la se~ leccién natural es la solucién al tltimo escollo del problema del mal. Un resumen del argumento El argumento més convincente escrito a favor del disefio inteligente es el libro Natural Theology (Teologia natural) (1802) de William Pa- ley, basado en conocimientos bioldgicos, tan amplios y precisos como ‘era posible en la época. Paley expone, por ejemplo, el argumento de que el ojo humano es un aparaco tan complejo como un reloj o un telescopio, con varias partes que deben ajustarse de forma precisa para lograr la visién. Presentaré los persuasivos argumentos de Paley en el capitulo 1. Paley explora la diversidad de érganos y miembros en toda clase de organismos, disefiados con precisién para desempe- 24 DARWIN Y EI DISENO INTELIGENTE, fiar sus funciones. Paley vefa que las relaciones entre machos y hem- bras de cada especie, las relaciones entre animales de diferentes espe- cies, y entre los organismos y sus entornos, daban prueba de haber sido diseftados de forma precisa por un Creador omnipotente. El ar- gumento a favor del disefio inteligente nunca se ha expuesto, ni antes ni después, de forma tan extensa o tan contundente como lo hiciera Paley. En la primera mitad del siglo x1x, otros cientificos explorarian la evidencia cientifica acerca del disefio inteligente, como por ejem- plo sir Charles Bell en The Hand, Its Mechanisms and Vital Endow- ‘ments as Evincing Design (La Mano, sus mecanismos y sus dotes vita- les como evidencia de disefio). Las prucbas de Paley y Bell a favor del disefio eran convincentes y, de hecho, definitivas sobre la base del conocimiento cientifico dispo- nible en la primera mitad del siglo x1x. No obstante, sus argumentos se derrumbaron tras el descubrimiento de la seleccién natural por parte de Charles Darwin y la publicacién de On the Origin of Species (El origen de las especies) en 1859. A Darwin se le reconoce con ra- z6n el haber acumulado pruebas convincentes procedentes de la pa- eontologia y la biologia que demuestran la evolucién de los organis- mos. En el capitulo 2 llamo la atencién acerca de que por importante que fuese dicha demostracién, no era el principal interés de Darwin. Su motivacién, ante todo, era mostrar que su descubrimiento de la seleccién natural proporcionaba una explicacién cientifica del diseio de los organismos. El relato que Darwin hacfa del disefio biolégico implicaba, como consecuencia necesaria, que los organismos habrian evolucionado a través del tiempo y se habrian diversificado en dife- rentes habitats. Darwin recogié pruebas sobre la evolucién biolégica porque dichas pruebas corroboran sti explicacién del disefio por me- dio de la seleccién natural. En el capitulo 2 sefialo que el descubri- miento de Darwin sobre la seleccién natural es uno de los aconteci- mientos mds importantes en la historia intelectual, porque completé la revolucién copernicana. Los avances cientificos de los siglos XVI y xvit habfan llevado los fendmenos de la materia inanimada —los mo- vimientos de los planetas en el cielo y de los objetos fisicos sobre la Tierra— al terreno de la ciencia: explicacién por medio de leyes na- turales. Del mismo modo la seleccién natural proporcionaba una ex- plicacién cientifica del diseito y la diversidad de los organismos, algo INTRODUCCION. LA BIBLIA Y LA EVOLUCION 25 que habia sido omitido por la revolucién copernicana. Con Darwin, todos los fendmenos naturales, inanimados o vivos, se convirticron en tema de investigacién cientifica, El capitulo 3 es un intento de explicar la seleccién natural de for- ma breve a los no bidlogos. Aporto una definicién sencilla, conscien- te de que una explicacién exacta del proceso requeriria un tratado ex- tenso. Esa definicién de trabajo me permite resaltar importantes caracteristicas del proceso de la seleccién natural: se basa en el cam- bio genético; depende de mutaciones espontaneas; es oportunista, la modulan la historia pasada de los organismos y las exigencias del me- dio ambiente; y es «ereativar, de modo que da lugar a auténticas no- vedades, organismos y sus caracteristicas, disefiados para formas de vida especificas pero que nunca habrian llegado a ser sin la seleccién natural. Pondré un ejemplo sencillo, utilizando las bacterias, para mostrar cémo sucesos de octirrencia extremadamente improbable —mutaciones adecuadas— se combinan y actiian sobre los organis- mos. La fauna y la flora de las islas del archipiélago de Hawai ilustran algunas caracteristicas dominantes de la seleccién natural: oportunis ‘mo; adaptacién; predominio de ciertas clases de organismos y ausen- cia de otros aun cuando serian perfectamente adecuados para los hi bitats hawaianos. La historia evolutiva se examina en los capitulos 4, 5 y 6. Presento Jas pruebas de la evolucién con una declaracién (acompafiada por una ilustracién de apoyo) que sin duda sorprenderd a la mayorfa de los lec- tores: ya no existen lagunas en la reconstruccién de la historia evolutiva de todos los organismos vivos hasta su tiltimo y mds remoo antepasa- do comin, La prueba procede de la reciente revolucién de la biologia molecular. El capitulo 4 esté dedicado en su mayor parte a la clase de evidencia que estaba al alcance de Darwin, aunque actualizada: el regis 110 fésil de los organismos que vivieron mucho antes del presente, tales como el caballo primitivo que vivié hace cincuenta millones de afios; la anatomia comparada, mostrando que los miembros anteriores de los seres humanos, los perros, las ballenas y las aves son modificaciones de miembros superiores ancestrales (reptiles); la embriologia comparada y los drganos rudimentarios, como el apéndice humano vermiforme y nuestra minicola; y la biogeografia, la peculiar distribucién de las plan- tas y los animales que nos dice tanto sobre la historia no sélo de los or- 26 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE ganismos sino también de los continentes y las islas. Encontrarin nom- bres desconocidos como Archaeopteryx: y Tiktaalik. Los fésiles del Ar- chacopteryx: poscen plumas y un esqueleto intermedio entre las aves y sus antepasados dinosaurios. Tiktaalik es el extrafio nombre para varios especimenes, descritos a comienzos de 2006, de un animal intermedio entre los peces y los tetrpodos (anfibios). Darwin amplié la teorfa de la evolucién a través de la seleccién na- tural alos humanos en The Descent of Man (La descendencia del hombre), que fue publicado en 1871, doce aftos después de El origen de las especies. Los fésiles intermedios entre humanos y simios atin es- taban por descubrir: los «eslabones perdidosy supuestos por los criti- cos de Darwin. Como se describe en el capitulo 5, los eslabones per- didos ya no lo estin. Miles de restos fésiles intermedios (conocidos ‘como «hominidos») han sido descubiertos desde la época de Darwin y el indice de descubrimientos se est acelerando. Los hominidos mas antiguos son de unos seis o siete millones de afios de antigiedad: Sahelanthropus del Chad, Orvorin de Kenia, y Ardipithecus de Etiopfa. Varios especimenes fésiles de Australopithecus afarensis han sido des- cubiertos en la regién de Afar en Btiopia; éstos probablemente sean antepasados nuestros que vivieron hace unos cuatro millones de afios, cran bipedos, pero tenfan cerebros pequefios, de unos 400 gramos, menos de un tercio del tamafio cerebral de los humanos modernos. Los Homo habilis, nuestros antepasados de hace dos millones de afios, tenfan cerebros de entre 600 y 800 gramos. Sus descendientes, los Homo erectus, que se extendieron desde Africa hacia Asia y Europa, tenfan cerebros de hasta algo més de un kilogramo de peso; ellos y sus parientes vivieron durante varios cientos de miles de afios. Nucs- tra especie, el Homo sapiens, evolucioné en Africa hace unos 150.000 afios y luego se dispers6 por los continentes del mundo. Quedan dos grandes enigmas en la evolucién humana, Un enigma es la base genética de la transformacién de simio a humano. El geno- ma humano y el del chimpancé han sido descifrados. Cada uno se compone de unos tres mil millones de letras: los nuclestidos lineal- mente dispuestos de cuatro clases que constituyen el ADN. Los ge- nomas humano y del chimpancé difieren en poco més de un uno por ciento de su ADN y sin embargo somos muy diferentes en importan- tes aspectos: un cerebro de mayor tamafio, el lenguaje, la tecnologia, INTRODUCCION. LA BIBLIA Y LA EVOLUCION 27 cl arte, la ética y la religién. El otro enigma es la transformacién de cerebro a mente. Sabemos que los treinta mil millones de neuronas de nuestros cerebros se comunican entre cllas y con otras células ner- viosas por medio de sefiales quimicas y eléctricas. Cémo se transfor- man estas sefiales en percepciones, sentimientos, ideas, argumentos criticos, emociones estéticas y valores éticos y religiosos? -Y cémo es posible que, a partir de esta diversidad de experiencias, surja una rea- lidad unitaria, la mente o el yo? El alma creada por Dios, podrfan us- tedes decir, explica ambas transformaciones: de simio a humano y de cerebro a mente. Esta respuesta religiosa quiza sea satisfactoria para los creyentes, pero no es cientificamente satisfactoria, Yo atin quiero saber cémo los rasgos anatémicos y de comportamiento que nos dife- rencian de los simios surgen de nuestras diferencias genéticas; y tam- bign quiero conocer las correlaciones biolégicas que explican las ex- perien La biologia molecular es una disciplina bioldgica reciente que sur- gid sélo cien aftos después de Darwin, tras el descubrimiento en 1953 de la estructura de doble hélice del ADN, ef material quimico de la herencia, La biologia molecular aporta la prueba més sélida de la evolucién biolégica y hace posible reconstruir la historia evolutiva con tanto detalle y precisién como cualquiera pueda desear (capi- tulo 6). Los componentes quimicos de la vida y sus proporciones, el ADN, el cédigo genético que transmite la informacién genética del niicleo a la eélula, los veinte aminodcidos componentes de las protei- nas y las enzimas: todos son los mismos en todos los organismos desde las bacterias y los protozoos a las plantas y los animales. Esta unifor dad tiene sentido tinicamente si se debe a un origen comin, Para construir la historia evolutiva es de la maxima importancia que la formacién genética esté contenida en la secuencia lineal de letras (nucledtidos) que consticuyen el ADN. Las secuencias de ADN proce- dentes de diversos organismos se pueden alinear. El ntimero de letras que son diferentes entre los organismos reflejan el tiempo transcurrido desde su tilkimo antepasado comiin. Una razén por la que la biologta molecular evolutiva es tan potente es que permite comparar las mis diversas clases de organismos, algo imposible para la anatomia com- parada o el registro fésil. Las secuencias de ADN de los humanos, las moscas, los drboles, y las bacterias se pueden alinear unas con otras y s mentales. 28 DARWIN ¥ EL, DISENO INTELIGENTE. con toda clase de organismos distintos para averiguar su historia evo- tutiva. Otra razén por la que la biologia molecular es tan potente es la multiplicidad. Existen miles de genes en cada organismo. Si los re- sultados de tn estudio no son tan precisos 0 tan detallados como se deseaba, el investigador puede estudiar genes adicionales hasta alcan- zat la precisién y el detalle deseados. Précticamente no hay limite. El capftulo 7 contempla versiones modernas del argumento a par- tir del diseiio, «Disefio inteligente» (DI) como se le llama de forma habitual. Se trata de una forma nueva de creacionismo, cuyos propo- nentes estén convencidos de que la teorfa de la evolucién es contraria a sus creencias religiosas y desearfan descubrir a Dios y la fe en la Ciencia. Yo mas bien veo que las creencias religiosas deberian buscar justificacién sobre las sdlidas rocas de la fe y la revelacién, no sobre el conocimiento cientifico: el cual por su misma naturaleza nunca es definitivo 0 valido para siempre (como expondré en el capitulo 9). Los defensores del DI dicen que la evolucién es «sélo» una teoria. Pero «tcorfa» es un término que los cientificos emplean para referirse a conocimientos bien establecidos, como la teoria molecular de la materia, la teoria heliocéntrica de las revoluciones planetarias, o la tcoria de la relatividad. Cada una de estas teorias cientificas, al igual que la teoria de la evolucién, no es una conjetura 0 una corazonada como podria ser el caso cuando la palabra «teorfay se utiliza en el len- guaje corriente. Los cientificos se refieren a las conjeturas como «hi potesis». El DI es mala ciencia © no es ciencia en absoluto. No esti apoyado por experimentos, observaciones o resultados publicados en revistas cientificas académicas. Ademds sostengo que el DI es mala re- ligién, mala tcologia, porque implica que el disefiador posee atributos indeseables que no queremos predicar de Dios. Espero que encuen- tien convincentes las observaciones que hago en este sentido en el ca- pitulo 7. Los defensores del DI arguyen que la teorfa de la evolucién es incompatible con las creencias religiosas. Curiosamente, compar- ten esta conviccién con los cientificos materialistas. Yo argumento que ambos, los defensores del DI asi como los materialistas, estén equivocados: ciencia y religién son compatibles porque se ocupan de mbitos de conocimiento diferentes El capitulo 8 es un resumen de la historia del creacionismo, una aberracién que es vigorosamente defendida sobre todo en Estados INTRODUCCION. LA BIBLIA YA EVOLUCION 29 Unidos. Observo que el movimiento creacionista se ha apropiado en- gafiosamente de la etiqueta de «creacionismo.» La creencia de que el mundo fue creado por Dios es compatible con la teorfa de la evolu- cidn, Sefialo las raices histéricas del fundamentalismo teligioso. La Iglesia catélica y otras iglesias cristianas de la corriente principal no ven que la ciencia entre en confficto con sus creencias religiosas. El tiltimo punto se desarrolla con més detenimiento en el capitu lo 9. La ciencia es una forma de conocimiento muy exitosa y de gran- des consecuencias pricticas, pero no es la tinica via de conocimiento. La experiencia comtin, la literatura imaginativa, el arte y la historia proporcionan conocimientos vilidos sobre el mundo. Yo hablo de la naturaleza de la ciencia y del conocimiento cientifico con objeto de explicar el poder de la ciencia asi como sus limites. El significado y el propésico del mundo y de la vida humana, as{ como los asuntos con- cernientes a los valores morales o religiosos, sobrepasan a la ciencia. Sin embargo estos asuntos son importantes; para la mayorfa de las personas son tan importantes 0 més que el conocimiento cientifico perse. El capitulo 10 trata una cuestién en la historia de las ideas. Yo ar- gumento, especialmente en el capitulo 2, que Darwin consideraba que su tcorfa era la seleccién natural, no la evolucién como tal. Asi mismo sostengo que la teoria de la seleccién natural, no la evidencia de la evolucién, es la contribucién més trascendente que Darwin hizo ala ciencia. La cuestidn que se plantea es por qué la historia ha reco- nocido a Darwin por la teoria de la evolucién, mds que por la teorla de la seleccién natural. Explico que este desliz histérico es un resulta- do del clima intelectual predominate en la época de Darwin, que consideraba al empirismo (0 la induccién a partir de observaciones) como el camino de la ciencia. Mendel, el fundador de la genética, ha suftido la misma atribucién errénea: se le reconoce el descubrimiento de las «leyes» de la herencia, consideradas como generalizaciones deri vadas de sus experimentos, en vez de ser reconocido por el descubri miento de los componentes fundamentales de la «teorfa» de la heren- cia biolégica, como se merece CAPITULO 1 DISENO INTELIGENTE. El argumento a partir del disefio El cristianismo, el judaismo, el islam, y otras religiones monoteistas cexplican el origen del universo, la Tierra, los humanos, y todos los se- res vivos como la obra de un Dios omnipotente y omnisciente. En los primeros siglos de la era eristiana, los Padres de la Iglesia argumenta- ron que el ordenado disefio del universo es una prueba de la existen- cia de Dios. San Agustin (354-430) afirma que El propio mundo, por el perfecto orden de sus cambios y movimientos y por la gran belleza de todas las cosas visibles, proclama... que ha sido creado, y asimismo que su creador no podria haber sido otro que un Dios inefable e invisible en grandeza, y... en belleza.! En la Suma Teolégica santo Toms de Aquino (1224-1274) formula Cinco argumentos o vias de demostrar la existencia de Dios. La equinta via» es un argumento a partir del disefio que se basa en la or- ganizacién y armonia del universo: 32. DARWIN Y BL. DISESO INTELIGENTE Vemos que cosas que carecen de inteligencia acttan para un fin, lo cual no es fortuito sino que resulta del disefo [...] dirigido por cierto ser do- tado de conocimiento ¢ inteligencia... Por consiguiente existe un ser in- teligente por el cual todas las cosas naturales son dirigidas a su fin; y a este ser Ilamamos Dios.” El argumento de santo Tomds se fundamenta en el universo y sus partes, en el armonioso ajuste de todas elas, lo cual da pruebas de un disefio, El argumento de santo Tomés seria repetido, con ligeras va- riantes, a lo largo de la Edad Media y en tiempos modernos y ha sido incorporado durante siglos en libros de texto de teologi a tcologia natural fue desaprobada por la Reforma. Martin Lutero y Juan Calvino negaron que la naturaleza humana, corrompida tras la Caida, tuviese el poder, sin la Revelacién, de adquirir conocimiento de Dios y sus atributos. La formulacién mas elaborada y contundente del argumento a partir del disefio, antes del siglo xvin, fue The Wisdom of God Mani- fested in the Works of Creation (La sabiduria de Dios manifiesta en las ‘obras de la Creacién) (1691) de John Ray (1627-1705), un clérigo y naturalista inglés. Ray consideraba una incontrovertible prueba de la Sabiduria de Dios que todos los componentes del universo —las es- trellas y los planetas as{ como todos los organismos— estén tan sabia- mente ideados desde el principio y sean perfectos en su funciona miento. Escribe Ray que el argumento més convincente de la Existencia de una Divinidad, es el Arte y la Sabiduria admirables que se manifiestan en la Forma, el Orden y la Disposicién, los Fines y usos de todas las partes y los miembros de este ‘majestuoso tejido que constituyen el Cielo y la Tierra." En el Continente, Voltaire (1694-1778), al igual que otros filésofos de la Tlustracién, acepté cl argumento a partir del disefio, Voltaire afirmaba que, del mismo modo que la existencia de un reloj demues- tra la existencia de un relojero, el disefto y propésito evidentes en la naturaleza demuestran que el universo fue creado por una Inteligen- cia Suprema.’ DISENO INTELIGENTE 33 William Paley En su Natural Theology (1802) el clérigo inglés William Paley (1743- 1805) formulé la defensa mis fuerte posible del disefio inteligente, basada en un amplio y preciso conocimiento biolégico, tan detallado y preciso como era posible en la época. Paley estaba intensamente comprometido con la abolicién del comercio de esclavos y se habi convertido en la década de 1780 en un muy solicitado orador publi- co contra la esclavitud. Asimismo fue un influyente autor de obras sobre filosofia cristiana, ética y teologta. The Principles of Moral and Political Philosophy (1785) y A View of the Evidence of Christianity (1794) le granjearon prestigio y considerables beneficios eclesidsticos, que le permitieron llevar una vida cémoda. En 1800 la enfermedad obligé a Paley a abandonar su carrera de orador puiblico, lo que le proporcions tiempo para estudiar ciencia, biologia en particular, y ¢s- cribir Natural Theology; or, Evidences of he Existence and Attributes of the Deity (Teologia Natural; 0 Prucbas de la Existencia y Atriburos de la Divinidad) (1802), el libro por el cual ha sido més conocido por la posteridad y que influirfa enormemente en Darwin. Con Na~ tral Theology, Paley pretendia actualizar The Wisdom of God Mani- {ested in the Works of the Creation de John Ray, aprovechando un siglo de conocimiento cientifico adicional. La declaracién clave de Paley es que No puede haber disefio sin disefiador; invencién sin inventor; orden, sin eleccidn; [...] medios apropiados para un fin, y que ejecutan su funcién en el cumplimiento de ese fin, sin que el fin haya sido jams contemplado.’ Natural Theology es un argumento sostenido que infiere la existencia de Dios a partir del obvio disefio de los seres humanos y sus rganos, asi como el disefio de toda clase de organismos, en si sus relaciones entre ellos y con su entorno. El argumento tiene dos partes: primero, que los organismos dan prueba de ser diseftados; se- gundo, que slo un Dios Omnipotente podria dar explicacién de la perfeccién, multicud y diversidad de los disefios. Hay capitulos dedicados al complejo disefio del ojo humanos al es- queleto humano, que exhibe un preciso orden meciinico de huesos, ismos, y en 34 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE cartilagos, y articulaciones; a la circulacién de la sangre y la disposi- cidn de los vasos sangufneos; a la anatomfa comparada de humanos y animales; al racto digestivo, rifiones, uretras y vejigas; a las alas de las aves y las aletas del pez; y mucho més. Durante 352 paginas, Natural Theology transmite la pericia de Paley: un amplio y preciso conoci- miento biolégico, tan detallado y preciso como era posible en el aio 1802, Tras detallar la exacta organizacidn y la exquisita funcionalidad de cada entidad, relacién © proceso biol6gico, Paley extrae una y otra vex la misma conclusién: que sélo una Divinidad Omnisciente y Omnipotente podria explicar estas maravillas de perfeccién mecéni- «a, sentido y funcionalidad, y la enorme diversidad de invenciones que acarrean, El ojo y el telescopio El primer ejemplo modelo de Paley es el ojo humano, en el capitu- lo III, «Aplicacién del Argumento», Lo citaré en extenso, pues no hay mejor forma para mostrar el conocimiento de Paley sobre la anato- mia del ojo 0 su habilidad argumentativa. Al comienzo del capitulo, Paley sefiala que el ojo y el telescopio «estén hechos sobre los mismos principios; estando ambos ajustados a las leyes por las cuales se regu- fan la transmisién y la refraccién de los rayos de luz».° Especificamen- te, existe una semejanza precisa entre las lentes de los telescopios y «los humores del ojo» en su forma, su posicién, y en hacer que los ra- yos de luz converjan a una distancia exacta de las lentes, es decir so- bre la retina, en el caso del ojo. Paley hace dos observaciones notables, que realzan el complejo y preciso discfio del ojo. La primera observacién es que los rayos de luz deben set refractados por una superficie mas convexa cuando se eansmiten a través del agua que cuando pasan desde el aire al ojo. Segiin lo cual sel ojo de un per, en esa parte suya llamada la lente ctistalina, es més redondeado que el ojo de los animales terrestres. 2Qué manifestacién mas evidente de disefio puede haber que esta diferencia? Qué més podrla haber hecho el fabricante de un ins- trumento matemético para mostrar su conocimiento de este princi- pio?s? DISESO INTELIGENTE 35 La segunda observacién notable que Paley hace en beneficio de su argumento es el tema de la distorsién didprrica: Los haces de luz, al pasar a través de lentes de cristal, se dividen en dife- rentes colores, con lo que tifien el objeto, especialmente los bordes de &te, como si se lo viera a través de un prisma. Corregie esta inconvenien- cia ha sido un viejo desideritum en el arte de la 6ptica, Al final se le oct- rid a un éptico sagaz inquirir de qué modo el ojo conseguia resolver este asunto, pues el ojo encuentra exactamente la misma dificultad que se planteaba en el telescopio. Sus observaciones le ensefiaron que en el ojo cl mal se remediaba combinando lentes compuestas de diferentes sustan. cias, es decir, de sustancias que posefan distintos poderes de refraccién.* En consecuencia, el fabricante del telescopio corrigié la éptica imitando, en cristales hechos de diferentes materiales, los efectos de los diversos humores a través de los cuales pasan los rayos de luz antes de Mle gar al fondo del ojo. ;Podria darse esto en un ojo sin propésito, el cual sugitié al éptico el vinico medio efectivo de lograr este objetivo?” Argumento contra el azar Paley resume su argumento estableciendo la compleja anatomia fun- cional del ojo: el ojo se compone, «primero, de una serie de lentes ransparentes, Muy diferentes, por cierto, incluso en su sustancia, de los materiales opacos de los que se compone el resto del cuerpo, al menos en general>."” En segundo lugar, el ojo tiene la retina, que se- giin sefiala Paley es la Gnica membrana del cuerpo que es negra, ex- tendida detris de las lentes, para recibir la imagen formada por los haces de luz que se transmite a uravés de ellas, y «situada a la precisa distancia geométrica en la cual, y sélo en la cual, podria formarse una imagen clara, a saber, en la confluencia de los rayos refractados».!" En tercer lugar, escribe, el ojo posee «un gran nervio que comunica entre esta membrana [la retina] y el cerebro; sin el cual, la accién de la luz sobre la membrana, ain modificada por el érgano, se perderfa a los propésitos de la sensacién»,!? 36 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE sPodria haberse producido el ojo sin un disefio 0 propésito pre~ concebido, como resultado del azar? Paley habia expuesto el argu- mento contra el azat, en el primer parrafo de Natural Theology, argu- mentando retéricamente por analogia: ‘Al cruzar un terreno baldio, supongamos que me golpease el pie contra tuna piedna, y me preguntasen cémo habfa ido a parar alli la piedra, yo posiblemente respondiese, que por todo lo que yo sabfa en sentido con- trario estaba allf desde siempre; tal vez rampoco fuese Ficil demostrar que cesta respuesta fuera absurda. Pero supongamos que yo hubiese encontra- do un reloj en el suelo, y se me preguntase cémo habla ido 2 parar el reloj ese lugar, dificilmente deberfa pensar en la respuesta que habfa dado antes, que por lo que yo sabia el reloj quiz habia estado siempre alt. Sin embargo, ;por qué esta respuesta no deberia valer para el reloj al igual que para la piedra? zPor qué no es tan admisible en el segundo caso como en el primero? Por esta raz6n, y por ninguna otra, a saber, que cuando nos ponemos a inspeccionar el reloj, percibimos —Io que no po- diamos descubri en la piedra— que sus diversas partes estén construidas y ensambladas con un objetivo, por ejemplo que han sido formadas y ajustadas asi para producir movimiento, y ese movimiento esté regulado de modo que indique la hora del dia; que si las diversas partes hubiesen sido formadas de otra manera a como estén, 0 puestas segtin otra disposi- cidn o en algin otro orden distinto a ese en el que estén colocadas, nin- giin movimiento se habria Ilevado a cabo en la méquina, o ninguno que respondiese al uso al que ahora sirve."* Relacién o complejidad irreducible La fuerza del argumento contra el azar se deriva, nos dice Paley, de lo que él llama «relacién», una nocidn afin alo que algunos autores con- temporineos han llamado «complejidad irreducible»."* Asi es como Paley formula el argumento: Cuando varias partes contribuyen a un efecto tinico 0, lo que es lo mis- mo, cuando un efecto es producido por la accién conjunta de diversos inscrumentos, el ajuste de dichas partes instrumentos entre s{ con el objetivo de producir, por su accién conjunta, dicho efecto, es lo que yo llamo relacién; y donde esto se observa en las obras de la naturaleza o del DISENO INTEL 37 hombre, me parece que conlleva una prueba decisiva de juicio, inten- cién, arte."® Los productos del azar no muestran relacién entre las partes 0, como podriamos decir, no muestran una complejidad organizada. El escri- be que «un lobanillo, una verruga, un lunar, un grano», podrian salir por azar, pero nunca un ojo; «un terrén, un guijarro, una gota de li- guido podria ser», pero nunca un reloj o un telescopio. Paley advierte que no sélo existe «relacién» entre las partes compo- nentes de un drgano, como el ojo, el rifién, o la vejiga; sino también entre las diferentes partes, miembros y érganos que colectivamente constituyen un animal y lo adapean a su distintiva forma de vida En el cime, la pata palmeada, la espacula, el cuello argo, el plumén espe- so, el estémago graminivoro, guardan todos relacidn entre si... Las patas del topo estén hechas para excavar; el cuello, el hocico, los ojos, los ofdos y la piel, estén peculiarmente adaprados 2 una vida subterrénea, [En una palabra} esto es lo que yo llamo relacién." ‘Me Ilena de asombro y respeto el amplio y profundo conocimiento biolégico de Paley. El habla de la vejiga natatoria del pez, el diente de las viboras, la garra de la garza, el estémago del camello, la lengua del péjaro carpintero, la probéscide del elefante, las ufias en las alas del murcidlago, la tela de la arafia, los ojos compuestos de los insectos, y sus metamorfosis, la luciérnaga, los moluscos univalvos y bivalvos, la dispersion de las semillas, y asi sucesivamente, con una precisién y detalle sélo al alcance de los mejores bidlogos de su tiempo. Paley concluye que la complejidad organizada y la funcién ttl evi- dencian, en cada caso, un disefiador inteligente; y la diversidad, la ri- queza y la universalidad de los disefios ponen de manifiesto que s6lo el Creador Omnipotente podria ser este Disefiador Inteligente. Imperfecciones de la naturaleza No obstante, la teologia natural de Paley encuentra dificultades cuan- do busca una explicacién de las imperfecciones, los defectos, el dolor 38 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE y la crueldad que sea coherente con su nocién del Creador. El capitu- lo XXIII de la Natural Theology se titula «Sobre la Personalidad de la Divinidad» y sorprenderfa a muchos por su bienintencionada, si no ingenua, arrogancia, pues Paley parece convencido de que él puede dererminar que Dios es una persona, la «personalidad» de Dios, y sus atributos. Paley quiere, primero, establecer que «ingenios» tales como el ojo o el rifién, no pueden ser resultado de principios o procesos natura- les, como las leyes de la mecinica de Newton que explican los movi- mientos de los planetas. Asi es como empieza el capitulo: EL ingenio, si se establece, en mi opinién demuestra... la personalidad {cursiva de Paley] de la Divinidad, puesto que se distingue de lo que a veces se llama naturaleza, otras veces se llama un principio... Ahora bien, eso que puede idear, que puede disefiar, debe de ser una persona. Estas capacidades constituyen una personalidad, pues implican conciencia y pensamiento... Los actos de una mente prueban la existencia de una ‘mente; y en cualquier ser donde resida una mente, hay una persona. La sede del intelecto es una persona. ‘A continuacién, Paley procede a sefialar «los atributos naturales de la Divinidad», a saber, omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, eternidad, autoexistencia, existencia necesaria, y espiritualidad: (Paley infiere todo esto a partir de la observacién de procesos naturales! Pero Paley es un escritor honesto que sabe que tiene que enfrentar- se a las dificiles cuestiones de (1) érganos o partes aparentemente in- necesarias o superfluas, y (2) érganos imperfectos y disfuncionales. Por lo que respecta a los drganos en apariencia superfluos, Paley considera dos posibles estados de cosas: «en algunos casos el funcio- namiento, en otros el uso, se desconoce»."* En algunos casos, ignora- mos la funcién del drgano, incluso aunque sepamos que es necesario para la supervivencia; en otros casos, ignoramos si el érgano es nece- sario en absoluto. Entre los ejemplos de la primera clase se hallan los pulmones de los animales, que Paley sabia necesatios para la supervi- vencia, aunque dl no tenia «conocimiento de la accién del aire sobre la sangre, 0 de qué manera la accién es comunicada por los pulmo- nes». Cita el sistema linfatico como segundo ejemplo de un érgano incluso aunque se desconoci que es necesario para la supervivencia, DISENO INTELIGENTE 39 cémo funciona. Los ejemplos «podrfan ser numerosos; pues serin ast en proporcién a nuestra ignorancia... Cada avance de conocimiento disminuye su ntimero».” Entre los ejemplos de drganos que podrfan ser innecesarios para la supervivencia de un animal se encuentra el bazo, que no parece nec: sario pues «le ha sido extraido a perros sin ningin perjuicio aprecia- ble en sus funciones vitales»..” Pero bien podria ser el caso que el 6r- gano sirva a alguna funcidn desconocida, incluso aunque no sea necesario para la supervivencia a corto plazo. Sobre las imperfecciones de la naturaleza, ésta cs la explicacién ge- neral de Paley: Las irregularidades y las imperfecciones son de poco 0 ninggin peso [. pero deben ser tomadas en conjuncién con las irrecusables evidenci que poseemos de habilidad, poder y benevolencia exhibidas en otros ejemplos.” Pero esta explicacién no es convincente. Si el disefio funcional mani- fiesta a un disefiador inceligente, zpor qué no deberian indicar las de- ficiencias que el disefiador es menos que omnisciente, 0 menos que omnipotente? Paley no puede nadar y guardar la ropa. Ademds, sabe- mos que algunas deficiencias no son slo imperfecciones, sino que son completamente disfuncionales, y ponen en peligro la funcién misma que el drgano o la parte se supone servir. En el ojo humano, el nervio dptico se forma dentro de la cavidad ocular y crea un punto ciego segiin cruza la retina. Este defecto no ocurre en el ojo de los ca- lamares, que por otra parte es tan complejo como el ojo humano. Ademds de las imperfecciones de disefio, las rarezas, las crueldades ¢ incluso el sadismo impregnan el disefio del mundo vivo. Los depre- dadores carnivoros tienen unos comportamientos que para los crite- rios humanos se considerarfan crueles; los pardsitos parecen concebi dos con un propésito sédico, puesto que su existencia perjudica a owzos organismos, Las interacciones de apareamiento entre el macho y la hembra en algunos insectos, arafias, y otros organismos se consi- derarian crucles ¢ incluso sidicas desde una perspectiva humana. Este es un asunto al que volveré en el capitulo 7. Paley es lo bas- tante honesto como para reconocer estas dificultades de las que tenia 40 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE conocimiento, pero su explicacién no es coherente con su argumento general. Incluso si las disfunciones, las crueldades y el sadismo del mundo vivo fuesen raras, lo que no son, ain tendrian que ser atribui- das al Disefiador si éste hubiese disefiado el mundo vivo. Mas alld de la biologia En Gran Bretafia, durante la primera mitad del siglo xrx, ademds de la Natural Theology de Paley varios cientificos publicaron libros que desarrollaban el argumento a partir del disefio sobre la base de dife- entes clases de prucbas cientificas. Pocos afios después de la publics cidn de la Natural Theology, el octavo conde de Bridgwater patrociné la publicacién de unos tratados que sentarfan «el Poder, la Sabiduria y la Bondad de Dios tal como se manifiestan en la Creacién», Ocho tratados se publicaron en 1833-1840, varios de los cuales incorporan de forma ingeniosa la mejor ciencia de la época y tuvieron considera- ble influencia en el piblico y entre los cientificos. William Auckland, profesor de geologia de la Universidad de Oxford, observa en Geology and Mineralogy (1836) la distribucién mundial de carbén y mineral de hierro y procede a sefialar que habfan sido depositados en partes remotas, aunque obviamente con la previsién de servir a las grandes poblaciones humanas que vendrian mucho mas tarde. Esta atribu- cin al Creador es particularmente notable porque Auckland en dos ratados anteriores, Vindiciae Geologicae (1820) y Reliquiae Diluvia- nae (1823), habia explicado la sedimentacién, los yacimientos fesiles y la formacién de rocas como procesos naturales, sin invocar la inter- vencién directa de Dios.”? Posteriormente, otro gedlogo, Hugh Miller en The Testimony of the Rocks (El testimonio de las rocas) (1858) formularia lo que llamaré cl sargumento a partir de la belleza». No es sélo la perfeccién del disefio. sino también la belleza de las estructuras naturales halladas en las for- maciones de rocas y en las montafas y los rios lo que manifiesta la in- tervencién del Creador. Uno de los Tratados de Bridgwater, The Hand, Its Mechanisms and Vital Endowments As Evincing Design, fue escrito pot sit Chatles Bell, un distinguido anaromista y cirujano, famoso por sus descubrimien- DISENO INTELIGENTE 41 tos neurolégicos, que fue nombrado en 1836 profesor de cirugia de la Universidad de Edimburgo. Bell sigue la manera de argumentar de Paley, examinando con notable detalle el maravillosamente til dise- fio de la mano humana, pero también la perfeccién del disefio de los miembros superiores utilizados para diversos propésitos en distintos animales, sirviendo en cada caso a las necesidades particulares y los habitos de su propietario: el brazo humano para sostener objetos, la pata del perro para correr, y el ala del pajaro para volar. Y concluyé: Debe ser ahora evidente, que nada menos que el Poder, que en un prin- cipio los creé, tiene capacidad para efectuar estos cambios sobre los ani males, los cuales deben adaptarlos a sus condiciones: que su organizacién std predeterminada, y no es consecutiva a las condiciones de la tierra 0 los elementos circundantes. Charles Darwin, mientras era un estudiante en la Universidad de Cambridge entre 1827 y 1831, leyé la Natural Theology de Paley, que fue parte del canon de la Universidad durante casi medio siglo tras la muerte de ésce. Darwin escribe en su Autobiagrafta sobre el wgran de- leiter y beneficio que extrajo de la lectura de Paley: «Para aprobar el examen de licenciado en letras, también era necesario estudiar las Evidences of Christianity de Paley, y su Moral Philosophy. ... La Wegica de [...] su Natural Theology me proporcioné tanto disfrute como lo hizo Euclides. (...] En aquella época no me preocupé por las premi- sas de Paley; y aceptindolas a ojos cerrados, estaba encantado y con- vencido por la larga linea de la argumentacién.»"* Més adelante, sin embargo, tras regresar de su viaje de cinco afios alrededor del mundo en el HMS Beagle, Darwin descubrirfa una ex- plicacidn cientifica del disefio de los organismos. La ciencia, por ello, dio un salto cualitativo. Este es el tema que trataré ahora, ras un bre- ve resumen histérico de las teorias evolutivas CAPITULO 2 LA REVOLUCION DE DARWIN Teortas evolutivas Todas las culturas humanas han aportado explicaciones del origen del mundo y de los seres humanos y otras criaturas. Bl judaismo y el cris- tianismo tradicionales explican el origen de los seres vivos y sus adap- taciones a la vida de sus entornos —alas, branquias, manos, flores— como la obra de un Dios omnisciente. Entre los primeros Padres de la Iglesia, san Gregorio de Nisa (335-394) y san Agustin (354-430) sostenfan que no toda la creacién, todas las especies de plantas y ani- males, fueron inicialmente creadas por Dios; més bien, algunas ha- bian evolucionado en tiempos histéricos a partir de las creaciones de Dios. Segiin san Gregorio de Nisa, el mundo césmico se ha originado en dos ctapas sucesivas. La primera etapa, el paso creativo, es instanté- nea; la segunda etapa, el paso formative, es gradual y se desarrolla a través del tiempo. Segiin san Agustin, muchas especies de plantas y animales no fueron creadas directamente por Dios, sino slo de for- 44° DARWIN Y EL, DISENO INTELIGENTE ‘ma indirecta, en su potencialidad (en sus rationes seminales), de modo que fuesen el resultado de procesos naturales, més adelante en la his- toria del mundo. La motivacién de san Gregorio y san Agustin no era cientifica sino teolégica. Por ejemplo, a san Agustin le preocupaba el hecho de que habria sido imposible reunir representantes de todas las especies animales en una sola embarcacién, como el Arca de Noé; al- gunas especies debieron de aparecer tinicamente después del Diluvio. La idea de que los organismos pudiesen cambiar por medio de procesos naturales no fue investigada como tema biolégico por los teélogos cristianos de la Edad Media, pero muchos la consideraban, normalmente de modo incidental, como una posibilidad, entee ellos san Alberto Magno (1200-1280) y su discfpulo santo Tomés de Aquino (1224-1274). Santo Tomés concluyé, tras detallada discu- sidn, que el origen de criaturas vivas, tales como gusanos y moscas, a partir de la materia inanimada, como la carne en descomposicién, no era incompatible con la fe 0 la filosofia cristianas. Pero dejé a otros (a los cientificos, en el lenguaje actual) determinar si esto sucedié real- mente. La cuestién de si los organismos vivos podrian surgir de forma es- pontdnea a partir de la materia muerta no fue planteada hasta cuatro los después por el italiano Francesco Redi (1626-1697), uno de los, primeros cientificos que Hlevé a cabo experimentos biolégicos con los controles apropiados. Redi colocé frascos con diversas preparaciones de carne fresca, algunos fueron sellados, otros cubiertos con gasa para que pudiera entrar el aire pero no las moscas, y otros los dejé desta- pados. La carne se pudrié en todos los recipientes, pero slo aparecie~ ron gusanos en los frascos descubiertos en los que las moscas habjan entrado libremente, Redi era poeta ademés de fisico, principalmente conocido por su Bacco in Toscana (1685). La causa de la putrefaccién seria descubierta dos siglos més tarde por un contemporanco de Darwin més joven que él, cl francés Louis Pasteur (1822-1895), uno de los mds grandes cientificos de todos los tiempos. Pasteur demosteé que la fermentacién y la putrefaccién las causaban unos organismos diminutos que podian ser destruidos por medio del calor. La comida se descompone cuando se la pone en con- tacto con gérmenes presentes en el aire, que no se generan de forma espontinea dentro del alimento. Debemos a Pasteur el proceso de la LA REVOLUCION DE DARWIN. 45 pasteurizacién, la destruccién de los microorganismos por medio del calor en la leche, el vino y Ia cerveza, que pueden de exe modo con- servarse si se mantienen fuera del contacto con los microorganismos del aire. Pasteur asimismo demostré que el célera y la rabia los causan microorganismos, ¢ inventé la vacuna, tratamiento con agentes infec- ciosos atenuados (0 muertos) que estimulan el sistema inmune de los animales y los seres humanos, protegiéndolos as{ contra la infeccién. La primera teoria general sobre la evolucién fue propuesta por el naturalista francés Jean-Baptiste de Monet, caballero de Lamarck (1774-1829). En su Philosophie zoologique (1809), Lamarck sostenia la opinién ilustrada, que compartian los intelectuales de su tiempo, de que los organismos vivos representan una progresién, con los hu- manos como la forma més elevada. La teorfa sobre la evolucién de Lamarck afirma que los organismos evolucionan a través de eones de tiempo desde formas inferiofes a superiores, un proceso todavia en curso, que siempre culmina en los seres humanos. Los antepasados remotos de los seres humanos fueron los gusanos y otras criaturas in- fetiores, las cuales evolucionaron de forma gradual en organismos mis y més avanzados, finalmente humanos. La cherencia de caracteres adquiridos» es la teorfa que con més fre- cuencia se asocia al nombre de Lamarck. Sin embargo esta teorfa fue, en realidad, una construceién subsidiaria de su teoria de la evolucién: que la evolucién es un proceso continuo y que los gusanos de hoy producirin humanos que sern sus remotos descendientes. Como los animales se adaptan a sus entornos a través de sus habitos, se produ cen modificaciones por «uso y desuso». El uso de un érgano 0 estruc- cura lo refuerza; el desuso conduce a la obliteracidn. Las caracteristi- cas adquiridas por uso y desuso, segtin Lamarck, serian heredadas. Este supuesto posteriormente seria llamado la sherencia de las carac- teristicas adquiridas» (0 lamarckismo). Fue refutado en el siglo XX. La teoria de Lamarck sobre la evolucién era més metafisica que cientifica. Lamarck postulaba que la vida posce la propiedad innata de mejorar con el paso del tiempo, de modo que la progresién desde los organismos inferiores a los superiores ocurriria de forma continua, y siempre siguiendo el mismo camino de transformacién desde orga- nismos inferiores hacia organismos cada ver. més elevados y més com- plejos. Una teoria de la evolucidn algo similar serfa formulada un si- 46 DARWIN Y EL DISESO INTELIGENTE (Charles Darwin (1809-1882) hacia 1854 LA REVOLUCION DE DARWIN. 47 glo después por otro francés, el filésofo Henri Bergson (1859-1940) en su [Evolution eréatrice (Evolucién creadora) (1907). Erasmus Darwin (1731-1802), médico y poeta, abuelo de Charles Darwin, propuso, en un lenguaje més poético que cientifico, una teoria de la transmutacién de las formas de vida a través de eones de tiempo (Zoonomia, or the Laws of Organic Life, 1794-1796). Mas im- portante para Charles Darwin fue la influencia de su contemporineo mayor que él y amigo, el eminente gedlogo sir Charles Lyell (1797- 1875). En sus Principles of Geology (1830-1833), Lyell proponia que las caracteristicas fisicas de la Tierra eran el resultado de grandes pro- ces0s geolégicos que actuaban a lo largo de inmensos periodos de tiempo, incomparablemente més grandes que el espacio de pocos mi- les de afios transcurrido desde la Creacién generalmente asumido en la época. Charles Darwin Charles Darwin (1809-1882) fue hijo y nieto de médicos. Se matri- culé como estudiante de medicina en fa Universidad de Edimburgo. Sin embargo, después de dos afios abandoné Edimburgo y se trasladé a la Universidad de Cambridge para proseguir sus estudios y prepa- rarse para ser clérigo. No fue un estudiante excepcional, pero estaba profundamente interesado en la historia natural. El 27 de diciembre de 1831, unos meses después de su graduacién en la Universidad de Cambridge, Darwin 2arpé, como naturalista, a bordo del HMS Bea- gle en un viaje alrededor del mundo que duré hasta octubre de 1836. Con frecuencia desembarcaba en las costas para realizar viajes prolon- gados al interior con el objeto de recoger especimenes de plantas y animales. El descubrimiento de huesos fésiles pertenecientes a gran- des mamiferos extinguidos en Argentina y la observa sas especies de pajaros pinzones en las islas de los Galpagos estuvie~ ron entre los acontecimientos que estimularon el interés de Darwin cn cémo se originan las especies. Las observaciones que efectué en las islas de los Galdpagos quiz hayan sido las que tuvieron mas influencia sobre ef pensamiento de Darwin. Las islas, en el ecuador a 900 kilémetros de la costa oeste idn de numero- 48 DARWIN Y E1 DISENO INTELIGENTE ockano El viaje del MS Beagle (1831-1836) ATLAN FICO " oceano INDICO ANTARTIDA A REVOLUCION DE DARWIN OCEANO pactFico OCEANIA| 49 50. DARWIN Y Fi, DISENO INTELIGENTE de Suramérica, haban sido llamadas Galipagos por los descubridores espafioles debido a la abundancia de cortugas gigantes, distintas en diversas islas y diferentes de las conocidas en cualquier otro lugar del mundo. Las tortugas se movian perezosamente con un ruido metdli- co, alimentindose de la vegetacién y buscando las escasas charcas de agua fresca existentes. Habrian sido vulnerables a los depredadores, pero éstos brillaban por su ausencia en las islas. En las Galépagos, Darwin encontré grandes lagartos, que a diferencia de otros ejempla- res de su especie se alimentaban de algas y sinsontes, bastante diferentes de los hallados en el continente suramericano. Es bien sabido que en- contré varias clases de pinzones, que variaban de una isla a otra en di- versas caracteristicas, notables sus picos distintivos, adaptados para habitos alimentarios dispares: cascar nueces, sondear en busca de in- sectos, atrapar gusanos. Ademés de El origen de las especies (1859), Darwin publicé muchos otros libros, en especial The Descent of Man and Selection in Relation to Sex (1871), que extiende la teoria de la seleccién natural a la evolu- cién humana El descubrimiento mds importante de Darwin: diseo sin disenador Darwin ocupa un lugar de honor en la historia del pensamiento occi- dental, siendo justamente reconocido como el autor original de la teoria de la evolucién. En El origen de las especies, publicado en 1859, acumulé pruebas que demostraban la evolucién de los organismos. Darwin no empleé el término «evolucién,» que no tenia su significa- do actual, sino que se refirié a la evolucién de los organismos con la frase «descendencia comin con modificacién» y expresiones simi- lares. Pero Darwin logré algo mucho més importante para la historia in- telectual que demostrar la evolucién, De hecho yo argumentaré que acumular pruebas de la descendencia comiin con diversificacisn fue un objetivo subsidiario de la obra maestra de Darwin. El punto prin- cipal sobre el que ahora quiero llamar la atencién es que EI origen de 4s especies de Darwin es, primero y ante todo, un esfuerzo sostenido por resolver el problema que representaba para Paley explicar de ma- LA REVOLUCION DE DARWIN. 51 nera cientifica el disefio de los organismos. Darwin trata de explicar el disefio de los organismos, su complejidad, diversidad y maravillo- 0s ingenios como resultado de procesos naturales. La evidencia de la evolucién surge porque la evolucién es una consecuencia necesaria de la teorfa del disefio de Darwin La Introduccién y los capitulos | a VIII del Origen explican de qué modo la seleccién nacural justifica las adaptaciones y los comporta- mientos de los organismos, su «disefio». El prolongado argumento comienza en el capitulo I, donde Darwin describe la exitosa seleccién de las plantas y los animales domésticos y, con considerable detalle, el éxito de los criadores de palomas que buscan «mutaciones» exdticas. El éxito de los criadores de plantas y animales manifiesta cudnta s leccién se puede llevar a cabo aprovechando las variaciones espon reas que ocurren en los organismos pero que casualmente cumplen los objetivos de los criadores. Una mutacién que aparece primero en un individuo se puede multiplicar por medio de la crianza selectiva, de modo que tras unas cuantas generaciones esa mutacién se vuelve fija en una variedad, o «raza». Las razas conocidas de perros, ganado, pollos, y plantas comestibles han sido obtenidas por este proceso de seleccién practicado por personas con objetivos particulares. Los siguientes capiculos (II-VIII) del Origen extienden el argu- mento a las variaciones propagadas por medio de la seleccién natural para beneticio de los propios organismos, mds que por seleccién arti- ficial de rasgos deseados por los humanos. A consecuencia de la selec: Gin natural, los organismos exhiben disefio, esto es, exhiben érganos y funciones adaptativas. Pero el diseiio de los organismos tal como és- tos existen en la naturaleza no es «disefio inteligente», impuesto por Dios como Supremo Ingeniero 0 por los humanos; mas bien, es el re- sultado de un proceso natural de seleccién, que fomenta la adapta- Gidn de los organismos a sus entornos. Asi es como funciona la selec- cién natural: los individuos que tienen variaciones beneficiosas, es decir, variaciones que mejoran su probabilidad de supervivencia y r produccién, dejan mas descendientes que los individuos de la misma ss beneficiosas. En consecuencia especie que tienen menos variacio1 las variaciones beneficiosas se incrementaran en frecuencia a lo largo de las generaciones; las variaciones menos beneficiosas o perjudiciales serin climinadas de la especie. Con el paso del tiempo, todos los in- 52. DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE dividuos de la especie poscerin las caracteristicas beneficiosas; nuevas caracteristicas continuarén acumulindose durante eones de tiempo. Los organismos exhiben un disefio complejo, pero no es una «complejidad irreducible», surgida toda de golpe en su claboracién actual. Segtin la teoria de la seleccién natural de Darwin, el disefio mas bien ha surgido de forma gradual y acumulativa, paso a paso, impulsado por el éxito reproductivo de los individuos con elaboracio- nes cada vez mds complejas. Si la explicacién de Darwin de la organizacién adaprativa de los seres vivos es correcta, la evolucién necesariamente es una consecuen- cia de que los organismos se adapten a diversos entornos en lugares y a las condiciones siempre cambiantes del entorno a lo largo del tiempo. La evolucién es consecuencia, también, de variaciones hereditarias que se hacen factibles en un determinado momento que mejoran las oportunidades de los organismos para sobrevivir y repro- ducirse. La evidencia de la evolucién biolégica del Origen es impor- tante para la explicacién que Darwin da del «diseiio», porque esta ex- plicacién implica que la evolucién biolégica ocurte, la cual por tanto Darwin trata de demostrar en la mayor parte del resto del libro (capi- culos IX-XIID). En el conclusivo capitulo XIV del Origen, Darwin regresa al tema dominante de la adapracién y el disefio. En un elocuente pirrafo fi- nal, afirma la «grandeza» de esta visién: intos Es interesante contemplar una enmarafiada ribera, cubierta de muchas plantas de numerosas clases, con pajaros que cantan en los arbustos, con diversos insectos que revolotean, y con gusanos que se arrastran entre la tierra htimeda, y reflexionar que estas formas cuidadosamente construidas, tan diferentes unas de otras, y que son interdependientes de una manena 1an compleja, han sido producidas por leyes que actian alrededor de no- sotros. (...] Asi la realidad mds elevada que somos capaces de concebir, ¢s decir la produccidn de los animales superiores, es una consecuencia di- recta de la guerra de la naturaleza, del hambre y la muerte. Hay grandeza en esta vision de que la vida, con sus diversos poderes, ha sido original- mente alentada en unas pocas formas 0 en una sola y que, mientras este planeta ha ido girando de acuerdo a la constante ley de la gravedad, a partir de un comienzo tan simple se han desarrollado y se estin desarto- Hlando wn sinfin de formas las mas bellas y mds maravillosas. LA REVOLUCION DE DARWIN. 53 El Origen de Darwin trata la misma cuestidn que Paley: emo ex- plicar la configuracién adaptativa de los organismos y sus partes, que estén tan obviamente «disefiados» para cumplir ciertas funciones. Darwin arguye que las variaciones adaptativas hereditarias («variacio- nes ttiles en cierto sentido a cada ser») aparecen de forma ocasional, y que es probable que éstas aumenten las oportunidades reproducti- vas de sus portadores. El éxico de los colombéfilos y los criadores de animales claramente evidencia la ocurrencia ocasional de variaciones hereditarias vtiles. En la naturaleza, a lo largo de generaciones, prosi- gue el argumento de Darwin, las variaciones favorables se conserva- ran, multiplicarin y uniran; las perjudiciales serdn eliminadas. En un lugar, Darwin afirma: «No puedo ver limites a este poder [seleccién nacural] para adaptar lenta y hermosamente cada forma a las relacio- nes de vida més complejas» En su autobiografia, Darwin escribié: El antiguo argumento del diseio en la naturaleza, tal como lo expone Paley, que antes me parecié tan concluyente, se viene abajo ahora que la ley de la seleccién natural ha sido descubierta. Ya no podemos argumen- tar que, por ejemplo, la hermosa charnela de una concha de bivalvo de- bis de ser disefiada por un ser inteligente, como la bisagra de una puerta construida por un hombre.? Darwin propuso la seleccién natural principalmente con el fin de ex- plicar la organizacién adaptativa, o «disefio», de los seres vivos; es un proceso que conserva y fomenta la adaptacidn. El cambio evolutivo a través del tiempo y la diversificacién evolutiva (la multiplicacién de las especies) ocurten como consecuencia de la seleccién natural que favorece la adaptacién de los organismos a su medio. Pero el cambio evolutivo no lo fomenta directamente la scleccién natural y, por tan- to, no es su consecuencia necesaria. De hecho, algunas especies pue- den permanecer sin cambios durante largos perfodos de tiempo, como los Nautilus, Lingula y otros lamados «fésiles vivos», organis- mos que han permanecido inalterados en su aspecto durante millones de afios, 54 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Las isle de los G [iabinason @ ‘ teen ee ete (Giver) 1gos, con dibujos de tes rortugashalladas en diversas iss LA REVOLUCION DE DARWIN. 55 Dos revoluciones: Copérnico y Darwin ste una versién de la historia de las ideas que establece un parale- lismo entre la revolucién copernicana y la darwiniana. Segtin esta ver- sién, la revolucién copernicana consistié en desplazar a la Tierra de su lugar anteriormente aceptado como centro del universo, situdndola en un lugar subordinado como un planeta més que gira alrededor del Sol. De manera congruente, se considera que la revolucién darwinia- na consiste en el desplazamiento de los humanos de su eminente po- sicién como centro de la vida sobre la Tierra, con todas las demds es- pecies creadas al servicio de la humanidad. Segtin esta versién de la historia intelectual, Copérnico habia Ilevado a cabo su revolucién con la teorfa heliocéntrica del sistema solar. El logro de Darwin surgié de su teoria de la evolucién orginica Esta versién de las dos revoluciones es inadecuada: lo que dice es cierto, pero pasa por alto lo que es més importante respecto a estas dos revoluciones intclectuales, es decir, que iniciaron el comienzo de jo moderno de la palabra. Estas dos revoluciones podrian verse conjuntamente como una tinica revolucién cientifica, con dos tapas, la copernicana y la darwiniana La revolucién copernicana dio comienzo con la publicacién en 1543, el aio de la muerte de Nicolés Copérnico, de su De revolutio- nibus orbium celestium (Sobre las revoluciones de las esferas celestia- les), y florecié con la publicacién en 1687 de la Philosophiae naturalis principia mathematica (Los principios matematicos de filosofia natu- ral) de Isaac Newton. Los descubrimientos de Copérnico, Kepler, Galileo, Newton, y otros, en los siglos xvt y Xvil, habjan anunciado gradualmente una concepcién del universo como materia en movi- miento gobernada por leyes naturales. Se demostré que la Tierra no es el centro del universo, sino un pequefo planeta que revoluciona alrededor de una estrella mediana; que el universo es inmenso en ¢s- pacio y en tiempo; y que los movimientos de los planetas en torno al Sol se pueden explicar por las mismas leyes sencillas que explican el movimiento de los objetos fisicos en nuestro planeca.? Estos y otros descubrimientos expandieron enormemente el cono- cimienco humano. La revolucién conceptual que trajeron consigo fue atin més fundamental: un compromiso con el postulado de que cl la ciencia en el sen 56 DARWIN Y El. DISENO INTELIGENTE universo obedece eyes inmanentes que explican los fenémenos natu- rales. Los fenémenos del universo fueron Ilevados al dominio de |a ciencia: explicacidn a través de leyes naturales. Los fendmenos fisi- cos podrian ser explicados cuando las causas se conociesen adecuada- mente. Los avanees de la ciencia fisica provocados por la revolucién coper- nicana habfan Ievado la concepcién que la humanidad tiene del uni- verso a un estado esquizofiénico, que persistié hasta bien mediado el siglo XIX. Las explicaciones cientificas, derivadas de las leyes natura- les, dominaban el mundo de la materia inanimada, asi en la Tietta como en el cielo. Las explicaciones sobrenaturales, tales como la ex- plicacién del diserio de Paley, que depende de las insondables accio- nes del Creador, explicaban el origen y la configuracién de las eriatu- ras vivas: las realidades més diversificadas, complejas ¢ interesantes del mundo. Fue el genio de Darwin el que resolvié esta esquizoftenia concep- tual. Darwin completé la revolucién copernicana al extender a la bio- logia la nocién de la naturaleza como un sistema de materia en movi- miento que la razén humana puede explicar sin recurrir a agentes extranaturales. El enigma enfrentado por Darwin dificilmente podria sobresti- marse. La fuerza del argumento a partir del disefio para demostrar el papel del Creador habfa sido formulada por Paley de forma contun- dente. Alli donde hay funcién 0 disefio, buscamos a su autor. El ma- yor logro de Darwin fue demostrar que la compleja organizacién y funcionalidad de los seres vivos se puede explicar como resultado de uun proceso natural, la seleccién natural, sin ninguna necesidad de re- currir a un Creador u otro agente externo. El origen y la adaptacién de los organismos en su profusién y su maravillosa diversidad fueron asi traidos al dominio de la ciencia. Darwin aceptaba que los organismos estén «disefiados» para iertos cometidos, es decir, estén organizados desde un punto de vista funcional. Los organismos estén adaptados a ciertas formas de vida y sus partes estén adaptadas para realizar ciertas funciones Los peces estin adaptados para vivir en el agua, los rifiones estan disefiados para regular la composicién de la sangre, la mano huma- nna esté hecha para asir. Pero Darwin pasé a proporcionar una ex- LA REVOLUCION DE DARWIN. 57 } Exctusvamente Sere todo ‘Sobre todo ‘comida animal comida vegetal onda animal Pinzones de Darwin. Diez especies procedentes de las islas de los Galipagos. Especes dife- rentes se mutren de alimentos diverss y sus picos han evolucionado adapeindose a sus hé- bitos alimentatios. plicacién natural del disefio. Los aspectos aparentemente disefiados de los seres vivos ahora se podian explicat, al igual que los fenéme- nos del mundo inanimado, por medio de los métodos de la cien- cia, como el resultado de leyes naturales manifestadas en los proce- sos naturales. 58 DARWIN Y EL DISERO INTELIGENTE La «teorta» de Darwin Que Darwin consideraba el descubrimiento de la seleccién natural (y no su demostracién de la evolucidn) su hallazgo mds importante, se desprende de la consideracién de su vida y sus obras. Darwin valora- ba la seleccién natural como su principal descubrimiento y la designé como «mi tcoriay, una designacién que nunca usaba cuando se referfa a la evolucién de los organismos. El descubrimiento de la seleccién natural; la conciencia de Darwin de que se trataba de un descubri- miento de enorme importancia porque era la respuesta de la ciencia al argumento a partir del disefio de Paley; y la designacién que Dar- win hacia de la seleccién natural como «ai teoria» se pueden rastreat en sus «Red and Transmutation Notebooks B to E», unos cuadernos comenzados en marzo de 1837, no mucho después de su regreso en octubre de 1836 de su viaje de cinco afios alrededor del mundo en el HMS Beagle, y completados a finales de 1839.* La evolucién de los organismos era algo comiinmente aceptado por los naturalistas en las décadas centrales del siglo xix. La distribu- cién de especies exéticas por Suramérica, en las islas de los Galdpa- gos, y en otras partes, y el descubrimiento de restos de animales ex- tinguidos hace mucho tiempo, confirmaron la realidad de la evolucién en la mente de Darwin, El desafio intelectual era descubrir la explicacién que daria cuenta del origen de las especies, cémo nuc- vos organismos habfan llegado a adaptarse a su medio ambiente, ese amisterio de misterio», como ha sido llamado por un contemporé- neo suyo de mas edad, el destacado cientifico y fildsofo sir John Herschel (1792-1871), Al comienzo de sus Notebooks de 1837 a 1839, Darwin registra su descubrimiento de la seleccidn natural y se reficre repetidamente a él como «mi teoria». A partir de entonces y hasta su muerte en 1882, su vida estarfa dedicada a sustanciar la n natural y sus postulados acompafiantes, principalmente la difusién de la variacién hereditaria y la enorme fertilidad de los organismos, que sobrepasan con mucho la capacidad de los recursos disponibles. La seleccién natural se con- virtié para Darwin en «una teoria por fa cual trabajar». De forma in- cesante prosiguié sus observaciones y realizé experimentos para poner a prueba la teoria y resolver posibles objeciones. ec LA REVOLUCION DE DARWIN. 59) Darwin y Wallace Es bien sabido que a Alfred Russell Wallace (1823-1913) se le atribu- ye el descubrimiento, junto con Darwin, de la seleccién natural como proceso que explica la evolucién de las especies. El 18 de junio de 1858, Darwin comunicé en una carta a Charles Lyell que habia recibido por correo un breve ensayo de Wallace tal que «si Wallace tuviese mi [manuscrito] esbozo escrito en [1844] no podria haber he- cho un resumen mejor». Darwin estaba aténito. Darwin y Wallace, que en ese momento estaba en ef archipidlago malayo recogiendo especimenes bioldgicos, habfan iniciado una co- rrespondencia ocasional a finales de 1855, en la que Darwin a veces oftecia simpatia y dnimo al ocasionalmente desalentado Wallace, por su efatigosa tareay. En 1858, Wallace habia concebido la idea de la se- leccién natural como explicacién del cambio evolutivo y queria cono- cer la opinién de Darwin sobre esta hipétesis, pues sabia, al igual que muchos otros, que Darwin habfa estado trabajando en el tema duran- te afios, habia compartido sus ideas con otros cientificos, y ellos le consideraban el experto eminente en cuestiones relativas a la evolu- cién bioldgica. “Tras recibit la cata de Wallace, Darwin vacilé sobre la forma de proceder. Queria reconocer el descubrimiento de la seleccién natural de Wallace, pero no queria al mismo tiempo abandonar su propio descubrimiento independiente y anterior. Finalmente, después de consultar entre varios cientificos que conocian las ideas de Darwin, se decidié que la carta de Wallace y dos escritos anteriores de Darwin se presentarfan en una rcunién de urgencia de la Sociedad Linneana de Londres. El 1 de julio de 1858, tres articulos fueron leidos por el sub- sectetario de la sociedad, George Busk, en el orden de su fecha de re daccidn: el abreviado resumen de Darwin de su ensayo de 230 pagi- nas de 1844; un «resumen de un resumen» que Darwin habia escrito al botdnico americano Asa Gray el 5 de septiembre de 18575 y el en- sayo de Wallace en la carta de 1858 a Darwin, «On the ‘Tendency of Varieties to Depart Indefinitely of Species; Instability of Varieties Supposed to Prove the Permanente Distinctness of Species».> A la reuni6n asistieron unas treinta personas, entre las cuales no se halla- ban Darwin ni Wallace, Los escricos generaron escasa respuesta y 60 DARWIN ¥ EL DISENO INTELIGENTE practicamente nada de discusién, al parecer ninguno de los allf pre- sentes tuvo conciencia de su importancia. EI independiente descubrimiento de la seleccién natural por parte de Wallace es notable. Pero el interés y la motivacién de Wallace no eran como explicar el disefio de los organismos sino cémo dar cuenta de la evolucién de las especies, segxin se indica en el titulo de su manuscrito: «Sobre la tendencia de las variedades para alejarse indefinidamente del modelo original», Wallace pensaba que la evolucién procede de forma indefinida y es progresiva.* Darwin, en cambio, no aceptaba que la evo- lucién representase necesariamente un progreso avance. Tampoco crefa que la evolucién siempre provocara un cambio morfoldgico con el paso del tiempo; més bien, sabia de la existencia de «fésiles vivos», organis- ‘mos que habian permanecido inalterados durante millones de afios. Por ejemplo, «algunos de los animales silurianos més antiguos, como los Nautilus, Lingula, ete, no difieren mucho de las especies vivas».” En 1858, Darwin estaba trabajando en un tratado de varios voli- menes, que pretendia titular «Sobre la seleccién natural». El articulo de Wallace estimulé a Darwin a escribir El origen de las especies, que seria publicado el afio siguiente y que él consideraba un ensayo abre- viado del libro mucho més largo que habfa plancado escribir. Como se dijo anteriormente, el interés de Darwin, en El origen como en otras partes, era la explicacién del disefio, con la evolucién jugando el papel subsidiario de proveer las pruebas, Las repercusiones darwinianas La publicacién de Al origen de las especies produjo una considerable agitacién publica. Cientificos, politicos, clétigos, y notables de todas clases leyeron y debatieron el libro, defendiendo o mofindose de las ideas de Darwin. E! actor més visible en las controversias inmediata- mente siguientes a la publicacién fue el bidlogo inglés T. H. Huxley, conocido como el «bulldog de Darwin», quien defendié la teoria de la evolucién con elocuentes y a veces mordaces palabras, tanto en acontecimientos pablicos como en numerosos escritos. Un inglés contempordneo de Darwin y mas joven que él, que tuvo erable influencia durante la tlkima parte del siglo XIX y co- LA REVOLUCION DE DARWIN. 6 mienzos del xx, fue Herbert Spencer. Filésofo mas que convirtié en un enérgico partidario de las ideas evolutivas, popularizé varias expresiones, como «supervivencia de los més aptos» (que fue incorporada por Darwin en posteriores ediciones del Origen), y se comprometié en especulaciones sociales y metafisicas. Sus ideas per- judicaron de forma considerable la comprensién adecuada y la acep- tacién de la teorfa de la evolucién por medio de la seleccién natural. Darwin escribié sobre las especulaciones de Spencer que «su manera deductiva de tratar cualquier tema es totalmente opuesta a mi forma de pensar... Sus generalizaciones fundamentales son de tal naturaleza que no me parecen de ninguna utilidad estrictamente cientificar. La idea més perniciosa fue la cruda extrapolacién que Spencer y otros hicieron del concepto de «lucha por la existencia» a la vida econémi- cay social, dando origen a lo que se conoce como darwinismo social. idlogo, se La teoria de la evolucién de Darwin fue enérgicamence debatida en la tltima parte del siglo xix y después. En las primeras tres déca- das del siglo xx, la controversia se centré en la importancia relativa de las mutaciones genéticas con respecto a la seleccién natural. A media- dos del siglo xX, los avances teéricos y la acumulacién de pruebas ex- perimentales Hevaron a la formulacién de la moderna teoria de la evolucién, que es generalmente aceptada por los bidlogos. El conoci- miento de los procesos evolutivos ha seguido avanzando, y a un rit- mo acelerado, hasta el presente, con frecuencia impulsado por descu- brimientos en otras disciplinas, como la biologéa molecular. CAPITULO 3 SELECCION NATURAL No puedo ver limites a este poder [seleccién natural] en adap tar lencay bellamente cada forma a las ms complejas rlacior nes de a vida, Charles Darwin, El orgen de las epeces El concepto de seleccién natural Darwin propuso la seleccién natural principalmente para explicar la organizacién adaptativa de los scres vivos; es un proceso que mantic- ne y promueve la adaptacidn. El cambio evolutivo a través del tiempo y la diversificacién evolutiva (la multiplicacién de las especies) no los provoca directamente la seleccidn natural, pero a menudo son conse- cuencias de ésta al fomentar la adaptacién a diversos entornos. Un resumen de la teoria de la seleccién natural de Darwin, en sus propias palabras, es el siguiente: e puede, entonces, considerar improbable, al ver que variaciones stiles al hombre han ocurrido indudablemente, que otras variaciones tities en cierto modo a cada ser en la gran y compleja baralla de la vida, debfan a vveces producirse en el curso de miles de generaciones? Si tal cosa sucede, epodemos dudar (recordando que nacen mis individuos de los que t ‘nen posibilidad de sobrevivir) que los individuos que poseen alguna ven- G4 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE taja sobre otros, por leve que sea, tendrian la mayor probabilidad de so- brevivir y procrear a los de su clase? Por otra parte, podriamos estar segu- ros de que cualquier variacién que fuese perjudicial en el menor grado serfa inflexiblemente destruida. A esta preservacién de las variaciones fa- vorables y al rechazo de las variaciones perjudiciales, yo lo llamo Selec- cién Natural! Darwin se enfrenta con la misma cuestién que Paley: cémo explicar la configuracién adaptativa de los organismos, el obvio «disco» de sus partes para cumplir ciertas funciones. El argumento de Darwin comienza con la existencia de variaciones adaptativas (avariaciones ities de algiin modo a cada ser»). La experiencia con la cria de gana- do y la erfa de plantas le habia demostrado a Darwin que se dan va- riaciones hereditarias que son «tiles al hombre», como vacas que dan més leche 0 trigo que produce més granos. De modo que, seguia su razonamiento, en la naturaleza deben producirse variaciones que sean favorables o tiles de algin modo al propio organismo en su lucha por la existencia. Las variaciones favorables son aquellas que incre- mentan las oportunidades de supervivencia y procreacién. Las varia- ciones ventajosas, pues, se conservan y multiplican de generacién en generacién a expensas de otras menos provechosas. Este es el proceso que se conoce como seleccidn natural. Bl resultado de este proceso es un organismo que esté bien adaptado a su medio ambiente, y la evo- lucién a menudo ocurre como consecuencia, La seleccién natural podria definirse de modo més sencillo como «la reproduccién diferencial de variaciones hereditarias», Se puede proporcionar informacién adicional ampliando la definicién de la siguiente manera: «La seleccién natural es la reproduccién diferen- cial de variaciones alternativas, determinada por el hecho de que al- ‘gunas variaciones son beneficiosas porque aumentan la probabilidad de que los organismos que las tienen sobrevivan mejor 0 sean més fértiles que los organismos que tienen variaciones alternativas». Po- driamos conseguir que la definicién fuese mas informativa todavia por medio de referitnos al resultado del proceso, afiadiendo a la definicién anterior: «A través de las generaciones, las variaciones be- néficas se conservarén, multiplicaran y unirdn; las variaciones perju- diciales o menos benéficas serin eliminadas». También podria refe- SELECCION NATURAL 65 ritme en la definicidn a las consecuencias del proceso a largo plazo: «A través de largos periodos de tiempo, la seleccién natural normal- mente tiene como resultado la evolucién morfoldgica y fisiolégica de los organismos y su diversificacién (esto es, multiplicacién de las especies)». Una observacién que desearfa hacer en relacién con el parrafo an- terior ¢s que una definicién simple puede ayudar a centrarnos en al- iin aspecto importante de la seleccién natural, pero dicha seleccién natutal —como cualquier otro proceso complejo o interesante del mundo— no se puede abarcar de forma satisfactoria en sélo unas po- cas palabras. Quizé uno quisiese defini la teorfa molecular de la ma- tetia diciendo que segiin ésta «toda entidad fisica, ya sea un sélido, un liquido o un gas, estd compuesta de moléculas»; y podriamos de nir la teorfa tecténica como «el movimiento de las placas continenta- les alrededor de la Tierrav, En ‘ambos casos, queda mucho més por saber sobre las dos teorfas de lo que se afirma en esas breves definicio- nes; el conocimiento adicional es transmitido en numerosos articulos y libros cientificos sobre la composicién molecular de la materia y so- bore las placas tecténicas. Del mismo modo que en estos casos, 0 incluso en mayor medida, hay muchos libros ¢ innumerables textos cientificos en los que se in- vestigan las complejidades del proceso de la seleccién natural: libros y articulos cientificos donde se desarrollan adecuados modelos y ecua- Ciones matemaéticas que explican el proceso de la seleccién natural; y otros articulos y libros cientificos que informan de experimentos de laboratotio o investigaciones acerca de la seleccién natural en la natu- raleza. Darwin dedic6 gran parte de El origen a demostrar y explicar Ia seleccién natural. Ademés, escribié varios otros libros que desarro- Hlaban més a fondo el modo en que funciona la seleccién naturals li- bros dedicados, por ejemplo, a la evolucién de las orquideas, los per- cebes, las lombrices, los primates y los humanos. El resto de este capitulo se centraté en algunas caracteristicas importantes del proceso de la seleccién natural pero, desde luego, sin ser exhaustivo, lo cual no ¢s posible. 66 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE El monje de Darwin La evolucién biolégica es el proceso de cambio y diversificacién de los entes vivos a lo largo del tiempo, y afecta a todos los aspectos de sus vidas: la morfologia (forma y estructura), la fisiologia (funcién), el comportamiento y la ecologia (interaccién con el ambiente). Sub- yacentes a estos cambios estén los que se producen en los materiales hereditarios. Por tanto, en términos genéticos la evolucién consiste en cambios en a consticucién hereditaria de los organismos. La evolucién se puede ver como un proceso en dos etapas. Prime- ro, aparece la variacién hereditaria; segundo, se hace la seleccién de las variantes genéticas que seran transmitidas de manera mis eficaz. a las generaciones siguientes. Las variantes que se producen por muta- cién esponténea no se transmiten del mismo modo de una genera- cin a otra. Algunas se multiplicarén mas eficazmente porque son fa- vorables al organismo en que tienen lugat. La dificultad mds seria al enfrentarse a la explicacidn del disefio de Darwin fue la falta de una teoria de la herencia adecuada que explica- se la conservacién a lo largo de generaciones de las variaciones sobre Jas cuales se supone que actiia la seleccién natural. Las teorfas con- temporineas de la «herencia por mezcla» proponian que la progenie simplemente hacia una media entre las caracteristicas de sus progeni- tores, exactamente igual que si nosotros mezclamos pintura liquida roja y blanca, obtendremos un color de tono intermedio. Pero, como Danwin sabia, la herencia por mezcla no podia explicar la conserva- ién de las variaciones, porque las diferencias entre la progenie va- riante se dividirfan por la mitad en cada generacién, reduciendo répi- damente la ventaja de cualquier mutacién al ser promediada una y otra vez a través de las generaciones, perdiendo de forma gradual su distincién y, por lo tanto, cualquier posible ventaja que en principio pudiera haber tenido sobre las caracteristicas preexistentes. El eslabén perdido en el argumento de Darwin lo proporcioné la genética mendeliana. Hacia la época en que se publicé El origen de las especies, el monje agustino Gregor Mendel habia iniciado una larga serie de experimentos con guisantes en el huerto de su monasterio en Briinn (Auscria-Hungria; ahora Brno, Repiiblica Checa), Estos expe- rimentos y el analisis de sus resultados son desde cualquier punto de SELECCION NATURAL 67 ista un ejemplo de método cientifico magistral, Mendel formulé los principios fundamentales de una teorfa de la herencia que todavia se considera valida. Esta teoria explica la herencia biolégica a través de factores indivisibles (ahora conocidos como «genes») heredados uno de cada progenitor, que no se mezclan 0 funden sino que se segregan en la formacidn de las eélulas sexuales, o gametos. Sin embargo, los descubrimientos de Mendel eran desconocidos para Darwin, y, de hecho, no Hegaron a un conocimiento general hasta 1900, cuando fueron simultaneamente redescubiertos por tres ientificos europeos. Las variaciones hereditarias, favorables 0 no a los organismos, se producen por un proceso conocido como mutacidn, Las mutaciones desfavorables son eliminadas por seleccién natural, porque sus porta- dores no dejan descendientes o dejan menos que los que portan mu- taciones favorables. Las mutaciones favorables se acumuulan a lo largo de las generaciones porque los organismos en los que tienen lugar de- jan un ndmero mayor de descendientes que los otros. El proceso de la seleccién natural contimia de manera indefinida porque los entor- nos en los que habitan los organismos estén en permanente cambio. Los entornos cambian fisicamente —en su clima, su configuracién, y as{ sucesivamente— pero también en el aspecto biolégico, porque los predadores, los parisitos, los competidores, y las fuentes de alimenta- Gidn con los cuales interactiia un organismo estén ellos mismos en evolucién. Diferentes mutaciones son favorecidas en diversos entor- ros (0 «habicats»); segiin cambien los entornos (0 cuando los organis- mos colonicen algunos nuevos), evolucionaran los organismos. La mutacidn es un proceso azaroso con respecto a la adapta Las mutaciones se producen sin tener en cuenta las consecuencias que pucdan tener en la capacidad de los organismos para sobrevivir y reproducirse, Si la mutacién fuese el tinico proceso de cambio evolu- tivo, la organizacién de los entes vivos se desintegraria gradualmente. Los efectos de la mutacién serfan andlogos a los de un mecinico que cambiase las partes del motor de un aucomévil al azar, sin tener en cuenta el papel de cada parte dentro del motor. La seleccién natural mantiene los efectos desorganizadores de la mutacién y otros proce- sos en examen porque multiplica las mutaciones benéficas y elimina las perjudiciales. n. 68 DARWIN Y FL DISENO INTELIGENTE La seleccién natural explica no sélo la conservacién y la mejora de la organizacién de los seres vivos sino también su diversidad. En luga- res diversos o en circunstancias distintas, la seleccién natural favorece diferentes caracteristicas, precisamente aquellas que permiten a los organismos adaptarse de forma satisfactoria a sus circunstancias y for- mas de vida particulares. Mutaciones y ADN La vida se originé hace unos tres mil quinientos millones de aiios. Los organismos primordiales eran muy pequefios y relativamente sen- cillos. Todos los entes vivos han evolucionado a partir de estos mo- destos comienzos. En la actualidad hay cerca de dos millones de espe- cies conocidas, que son muy diversas en tamafio, forma y modo de vida, Estas diferencias se basan en las moléculas de ADN (Acido deso- xirribonucleico). EI ADN es una molécula de doble hélice que porta informacién en la larga secuencia de sus cuatro componentes («nuclestidos»), re- presentados por las letras A, C, G y T. La informacién genética de un organismo est contenida en secuencias de estas letras, de manera anéloga al modo en que la informacién semantica se transmite por medio de secuencias de letras del alfabeto espafiol. La cantidad de in- formacién genética que hay en los organismos es inmensa, porque la longitud total de las moléculas de ADN de un organismo es enorme. Por ejemplo, el genoma humano, que es el ADN que cada ser huma- no hereda de cada progenitor, es de tres mil millones de letras de lon- gitud. Imprimir un genoma humano requeriréa mil libros, cada uno de mil paginas de extensién, con 3.000 letras (unas 500 palabras) por pagina. Los cientificos no imprimen genomas completos de seres hu- manos u otros organismos; mas bien, la informacién del ADN se al- macena electrénicamente en ordenadores. La informacién codificada en la secuencia de nucledtidos del ADN es, como norma, fielmente reproducida durante la replicacién, de modo que cada replicacién tiene como resultado dos moléculas de ADN que son idénticas entre sf y respect de la molécula progenito- ra, Pero la herencia no es un proceso perfectamente conservador. En SELECCION NATURAL 69 ocasiones se producen «errores» © mutaciones en la molécula de ADN durante la replicacién, de modo que las células hijas difieren de las células progenitoras en la secuencia o en la cantidad de ADN. Las mutaciones implican con frecuencia una sola letra (un nucles- tido), pero en ocasiones las mutaciones pueden abarcar varias 0 mu- chas letras. Una mutacién aparece primero en una sola célula de un organismo, pero se transmite a todas las células que descendieron de la primera, Se han medido tasas de mutacién en una gran variedad de organis- mos, en su mayor parte de mutantes que muestran efectos visibles. En los seres humanos y otros organismos pluricelulares, el indice nor- malmente oscila en torno a un 1 por 1.000.000 de células sexuales. ‘Aunque los indices de mutacidn son bajos, nuevos mutantes aparecen continuamente en la naturaleza, porque hay muchos individuos en todas las especies y muchos genes en cada individuo. La pobl: humana se compone de ms de seis mil millones de personas. mutacién dada ocurre una vez. por cada millén de personas, los hu- manos vivos portarian colectivamente seis mil copias de cada posible mutaci6n. El proceso de mutacién proporciona a cada generacién muchas va- riaciones genéticas nuevas. As{, no es de extrafiar que, cuando surgen nuevos desafios medioambientales, las especies sean capaces de adap- tarse a ellos. Mas de cien especies de insectos, por ejemplo, han desa- rrollado resistencia al pesticida DDT en aquellas partes del mundo donde la fumigacién ha sido intensa. Aunque estos animales nunca antes habfan estado expuestos a este compuesto sintético, se adapta ton a él por medio de mutaciones que les permitieron sobrevivir en su presencia y asi se multiplicaron répidamente por seleccién natural. La resistencia de las bacterias y los pardsitos que causan enferme- dades a los antibisticos y otros firmacos es una consecuencia del mis- mo proceso. Cuando un individuo recibe un antibiético que mata cespecificamente a las bacterias causantes de una enfermedad —diga- mos, la tuberculosis— la inmensa mayoria de las bacterias mueren, pero una entre varios millones sobreviviré y se multiplicard, y el anti- bidtico ya no curard la enfermedad. Esta es la razén por la que la me- dicina moderna trata las enfermedades bacterianas con edcteles de antibidticos. Si la incidencia de una mutacién que confiere resistencia 70 DARWIN Y EL. DISESO INTELIGENTE aun antibiético determinado es una entre un millén, la incidencia de una bacteria portadora de tres mutaciones, cada una confiriendo re- sistencia a uno de tres antibidticos, es una en un millén de millén de millones; no es probable, si es que no es del todo imposible, que di chas bacterias existan en ningtin individuo afectado. La seleccién natural como un proceso creative A veces se tiene la idea de que la seleccién natural es un proceso pura- mente negativo, la eliminacién de mutaciones perjudiciales, Pero la seleccién natural es mucho mas que eso, pues es capaz de generar no- vedad al incrementar la probabilidad de combinaciones genéticas que de otro modo serian extremadamente improbables. La seleccién na- tural es pues un proceso creativo. No «crea» las entidades componen- tes sobre las cuales opera (las mutaciones genéticas), pero produce combinaciones adaptativas que no podrian haber existido de otro modo. La combinacién de unidades genéticas que porta la informacién hereditaria responsable de la formacién del ojo de los vertebrados no se hubiera producido jams por un mero proceso aleatorio. Ni siquie- ra aunque tengamos en cuenta los algo mas de tres mil millones de afios durante los cuales ha existido la vida sobre la tierra. Este es el ar- gumento propuesto por los partidarios del Disefio Inteligente. Peto la evolucién no es un proceso gobernado por acontecimientos fortuitos La complicada anatomia del ojo, al igual que el exacto funcionamien- to del rifén, son el resultado de un proceso no azaroso: la seleccién natural, La manera en que la seleccién natural, un proceso puramente natural, puede generar novedad bajo la forma de informacién here- ditaria acumulada podria ilustrarla el siguiente ejemplo. mos un experimento hecho con Escherichia coli, unas bacterias que se encuentran en el colon de los humanos y otros mamiferos, Algu- nas cepas de £. coli, para poder reproducitse en un medio de culti- vo, requieren que cierta sustancia, el aminodcido histidina, sea su- ministrada al medio. Cuando se afiaden algunas de dichas bacterias 2 un pequefio tubo de ensayo que contiene un medio de cultivo li- Considere- SELECCION NATURAL 71 quido con histidina, se multiplican répidamente y producen entre veinte y treinta mil millones de bacterias en uno 0 dos dfas. Si al cultivo se le afiade una gota del antibidtico estreptomicina, la ma- yoria de las bacterias moriran, pero después de un dia o dos el cultivo volver a hormiguear con miles de millones de bacterias 3Cémo es eso? Espontineas mutaciones genéticas hacia la resistencia a la estrepto- micina se producen en normales (es decir, no resistentes) bacterias al azar, a indices del orden de una entre cien millones (1 x 10°) de célu las bacterianas. En un cultivo bacteriano con entre veinte y treinta mil millones de bactetias, cabe esperar que entre doscientas y tres- cientas bacterias sean resistentes a la estreptomicina debido a muta- cidn espontinea. Cuando el antibidtico se afade al cultivo, sélo sobreviven las células resistentes. Sin embargo, las doscientas 0 tres- cientas bacterias supervivientes empezarin a reproducirse, y teniendo en cuenta uno o dos dias para el niimero necesario de divisiones celu- lares, se producen unos veinte mil millones de bacterias, poco més menos, todas resistentes a la estreptomicina, Consideremos ahora un segundo paso en este experimento. Las cé- lulas resistentes a la estreptomicina son trasladadas a un cultivo con estreptomicina pero sin histidina (el aminodcido que requieren para crecer y reproducirse). La mayor‘a de las bacterias no lograrin repro- ducirse y morirén; sin embargo, tras uno 0 dos dias, el cultivo hormi gueard con miles de millones de bacterias. Esto es asi porque entre las células que requieren el aminoicido histidina como factor de creci- miento, mutantes esponténeas capaces de reproducirse en ausencia de la histidina surgen de forma espontinea a indices de unas cuatro en- tre cien millones (4x10*) de bacterias. Si cl cultivo tiene entre veinte y treinta mil millones de bacterias, alrededor de unas mil de ellas so- brevivirdn en ausencia de la histidina y comenzarin a reproducirse hasta que el medio disponible se sature. La seleccién natural ha producido, en dos etapas, células bacteri nas resistentes 2 la estreptomicina y que no requieren histidina para crecet. La probabilidad de que estas dos mutaciones tengan lugar en Ja misma bacteria es de unas cuatro entre diez mil millones de millo- nes (1X 108 X 4x 10* = 4 x 10") de células. Un acontecimiento de tan baja probabilidad es improbable que ocurra incluso en un gran 72 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE cultivo de laboratorio de células bacterianas. Con la seleccién natural, las células que poseen ambas propiedades son el resultado comin, Una «compleja» caracteristica constituida por dos componentes se ha producido a través de procesos naturales. Se puede comprender ficil- mente que el ejemplo se puede extender a tres, cuatro y mas pasos componentes. Al final del largo proceso de evolucién, tenemos orga- nismos que exhiben cada uno rasgos «disefiados» para su superviven- cia en el medio donde por casualidad existen, Los monos mecandgrafos Los criticos de la teorfa de la evolucién de Darwin a veces han utiliza- do ejemplos 0 argumentos para demostrar que los procesos aleatorios no pueden provocar resultados significativos, organizados. Se sefiala, por ejemplo, que los monos, incluso un gran ntimero de ellos, te- cleando al azar en una maquina de escribit, nunca escribirian El ori- gen de las especies, aunque dejasemos un margen de millones de afios y muchas generaciones de monos aporreando méquinas de escribir. Este argumento es convincente contra cualquier proceso que sea aza~ 100. Pero la seleccién natural no es un proceso azaroso. La seleccién natural es un proceso que fomenta la adaptacién al elegir combinaciones que «tienen sentido», es decir, que son titiles para los organismos. Consideremos la siguiente modificacién del gjemplo de los monos. Existe un proceso por el cual se escogen pala- bras significativas cuando aparecen en la méquina de escribir; pala- bras tales como «eb, «sol», «tambiény, «sale», etc. Estas simples com- binaciones de unas pocas letras surgirin de forma ocasional. Supongamos ademés que cualquier palabra que surja es trasladada a las teclas de otra maquina de escribir. Los aleatorios golpes de los mo- nos sobre las teclas de esta maquina de escribir de segundo nivel a ve- ces proporcionarén combinaciones de palabras, tales como «el sol también sale». Cualesquiera que sean las combinaciones significativas de palabras (es decir, oraciones), éstas son trasladadas a las teclas de tuna maquina de escribir de tercer nivel, en la que los pérrafos signifi- cativos que surjan son seleccionados ¢ incorporados a las teclas de una maquina de escribir de orden superior. Esté claro que con el SELECCION NATURAL 73 tiempo se produciran paginas e incluso capitulos «con sentido». Sin embargo, el resultado final no serd un texto «irreduciblemente com- plejo». En la naturaleza, el proceso de la seleccién natural es el que sescoge» las combinaciones que «tienen sentido», como en el ejemplo bacteriano, No necesito evar més lejos la analogia de los monos, puesto que estd lejos de ser satisfactoria. El punto que deseo subrayar, contra aquellos que argumentan que el disefio y la adaptacién al medio am- biente no pueden ocurrir por medio de procesos aleatorios, es que la evolucién no es el resultado de procesos aleatorios, sino que hay un proceso «sclectivo» que escoge combinaciones adaptativas porque és- tas se reproducen de manera mds eficaz y asi Ilegan a predominar en Jas poblaciones. Las simples combinaciones adaptativas constituyen, a su vez, nuevos niveles de organizacién sobre los cuales vuelven a ope- rar los procesos de mutacién (aleatoria) mas seleccién (no aleatoria, sino direccional). La complejidad de organizacién de los animales y las plantas ha surgido como consecuencia de la seleccién natural y su lento y progresivo avance, a lo largo de cones de tiempo. ‘Varios cientos de millones de generaciones separan a los animales modernos de los primeros animales del periodo geoldgico cimbrico (hace 542 millones de afios). El ntimero de mutaciones que se pue- den comprobar, y las finalmente seleccionadas, en millones de indivi duos animales a lo largo de millones de generaciones es dificil de comprender para una mente humana. Pero podemos entender ficil- mente que la acumulacién de millones de pequefios cambios funcio- nalmente ventajosos pudo producir drganos adaptativos de notable complejidad, como el ojo. Un punto critico es que la evolucién por seleccién natural es un proceso aumentativo, que actia a lo largo del tiempo y produce orga- nismos mas capaces de sobrevivir y reproducirse que otros, que de for- ma caracteristica difieren entre si en cualquier época sélo en pequefios aspectos; por cjemplo, la diferencia entre poscer 0 no una enzima ca- paz de sintetizar el aminodcido histidina. Quizé merezca la pena sefia~ lar que la mayor complejidad no es un resultado necesario de la selec- cién natural, aunque de cuando en cuando se produzcan incrementos de la complejidad en la evolucién, A lo largo de cones de tiempo, multitudes de organismos complejos han aparecido sobre la Tierra. 74 DARWIN Y EL DISENO INT IGENTE La complejidad aumentada no es una consecuencia necesaria de la seleccién natural, pero aparece de forma ocasional. Ocasionalmente, una mutacién que aumenta la complejidad seré favorecida por la se- leccién natural, por encima de las mutaciones que no incrementan la complejidad. Mutaciones que incrementan la complejidad se acumu- ‘on el paso del tiempo. Las clases de organismos més longevas que hay sobre la Tierra son las bacterias microscépicas que han exist do de forma continuada en nuestro planeta durante tres mil millones y medio de afios y sin embargo no muestran mayor complejidad que sus antiguos antepasados. Organismos més complejos aparecieron mucho después, sin la eliminacién de sus parientes més simples. Por cjemplo, los primates aparecieron sobre la tierra slo hace cincuenta millones de afios; nuestra especie, el Homo sapiens, aparecié hace me- nos de doscientos mil aftos. La seleccién natural produce combinaciones de genes que de lo contrario serfan muy improbables porque es un proceso que avanza por etapas, como ilustra el ejemplo bacteriano descrito anteriormen- te. El ojo humano no aparecié stibitamente en toda su perfeccién ac- tual, Su formacién requerfa la integracién apropiada de muchas uni- dades genéticas, y por tanto el ojo no podria haber resultado sélo de procesos aleatorios, ni surgié de pronto o en muy pocos pasos. Nues- ros antepasados tuvieron durante mds de quinientos millones de afios érganos sensibles a la luz. La percepcién de luz, y més tarde la visién, eran importantes para la supervivencia de estos organismos y su éxito reproductivo. En consecuencia, la seleccién natural favorecié los genes y las combinaciones genéticas que aumentaban la eficacia funcional del ojo. Dichas unidades genéticas se acumularon de forma gradual, conduciendo finalmente al ojo de los vertebrados, de alta complejidad y eficacia, La seleccién natural es un proceso creativo, aunque no crea los materiales actia, lan ast en bruto —Ios genes— sobre los cuales Elorigen de las especies El origen de las especies es el resultado de procesos que han sido ex- tensamente investigados por los cientificos.” Aunque la mutacin ge- SELECCION NATURAL 75 nética y la seleecién natural son fundamentales, no son més que el niicleo, por asi decirlo, del prédigo arbol que es toda la teorfa de la evolucién. a evolucién de las especies es en gran parte un proceso gradual. Sin embargo, la historia de la vida muestra que, a lo largo del tiempo, ‘ocurren grandes transiciones, en las que una clase de organismo répi- damente se converte en una clase muy diferente. Los primeros orga- nismos de la Tierra eran células de tipo bacteriano, microscépicas y unicelulares, cuyo material hereditario no se segrega en un niicleo (de aqui llamados «procariontes»: sin karyon, que es la palabra griega para nticleo). Los cucariontes (= que tienen un mticleo) poseen células que son més grandes y mds complejas que las células procariéticas. Las células eucariontes incluyen varias organelas, donde se llevan a cabo funciones especializadas, como las mitocondrias, en las que gran parte de la energia de la célula es procesada, y el micleo, que contiene la informacién hereditaria en forma de ADN organizado en cromo- somas, Los eucariontes tienen la capacidad de reproducirse sexual- mente, por fusién de dos diferentes células sexuales 0 gametos, y la mayorfa de ellos lo hacen, La mayor parte de los eucariontes son uni- celulares y microscépicos. Durante los primeros dos mil millones de afios de vida sobre la Tierra, sélo hubo procariontes. Los eucariontes unicelulares surgieron a través de la fusién de diferentes procariontes, algunos de los cuales se convirtieron en organclas con sus funciones subsidiarias. Final- mente, hace unos mil millones y medio de afios, aparecieron los orga nnismos pluricelulares eucariéticos, en los cuales hay una division de funciones entre las células: algunas se especializan en la reproduccién, otras se convierten en hojas, troncos y raices de plantas, o diferentes Siganos y tejidos como el miisculo, el nervio y el hueso en los anima- les.’ La organizacién social de los individuos en el seno de las especies ¢s otra forma de alcanzar una divisién funcional, que puede ser bas- tante fija, como en las hormigas y las abejas, 0 més flexible, como en las manadas de ganado o las colonias de primates. Debido al carécter gradual de la evolucién, los descendientes in- mediatos difieren poco, y luego sobre todo de forma cuantitativa, de sus antepasados. Pero una evolucién gradual podria llevar a grandes diferencias a lo largo del tiempo. A veces, la evolucién morfolégica 76 DARWIN Y Bl. DISERO INTELIGENTE gradual se asocia con cambios funcionales. Los miembros superiores de los mamiferos normalmente estin adaptados para caminar 0 co- rrer, pero en el caso de los topos y otros mamiferos que en su mayor parte viven bajo el suelo estén adaptados para escarbar la tierra; para scalar y agarrar en el caso de los monos y los simios arbéreos; para nadar én los delfines y las ballenas, y para volar en los murciélagos. Los miembros superiores de los reptiles se convirtieron en alas en sus descendientes las aves. Las plumas servian primero para regular la temperatura pero finalmente también fueron eficaces para volar y quedaron incorporadas a las alas. La forma en que los érganos complejos, como el ojo humano, po- dian surgir por etapas a través de drganos de complejidad intermedia es evidente en los moluscos vivos (calamares, almejas y caracoles), donde se puede encontrar una gradacién desde el ojo mas sencillo imaginable (s6lo una mancha ocular compuesta por unas pocas célu- las pigmentadas con fibras nerviosas ligadas a ellas, como se hallan en las lapas), a través de una cavidad pigmentada (ciertos moluscos de concha abierta), a una cavidad éptica con un pequefio agujero ha- ciendo el papel de lente (Nauilus, de océano abierto), a un ojo con lentes reftactivas primitivas protegidas por una capa de células de la piel que hacen de eérnea (caracoles marinos Murex), al ojo de los pul- pos y los calamares, tan complejo como el ojo humano, con cérnea, iris, lentes refractivas, retina, sustancia interna vitrea, nervio éptico y muisculo, Volveré a la evolucién del ojo en el capitulo 7. Elefecto Baldwin y la determinacién del sexo Hay una infinidad de variaciones en las cuales la seleccién natural puede proceder y producir resultados que quizd parezcan sorprenden- tes. Explicaré el efecto Baldwin como un ejemplo interesante. En 1896, el evolucionista James M. Baldwin formulé una hipétesis que después desarrollé en 1902 y més tarde serla conocida como el «Efecto Baldwin». La hipécesis afirma que las respuestas fisiologicas de los or- ¢ganismos a los entornos extremos podrian volverse genéticamente fijas si las condiciones persisten. Pensemos en la adapracién a elevadas altu- ras. Cuando una persona viaja desde un nivel cercano al mar a una SELECCION NATURAL 77 alta montafia, el cuerpo aumenta la produccién de glébulos rojos de la sangre, pues se necesita més cantidad para respirar allf donde el aire estd ratificado y la concentracién de oxigeno es baja. En aquellos que viajan de altitudes bajas a otras muy altas —por ejemplo, los turistas que visitan las ruinas de Machu Picchu en los Andes del Peri— esta adaptacién se produce de forma gradual y tarda varios dias en alcanzar una concentracién satisfactoria de glébulos rojos de la sangre. En cuanto a las personas que se han trasladado a una gran altitud para vi- vir en ella de modo permanente, la seleccién natural favoreceré las mutaciones genéticas que incrementen la produccién de glébulos ro- jos, que ahora ocurriré incluso sin el desafio medioambiental. Este es el caso de las poblaciones indigenas de Suramérica que viven en los al- tos Andes: bajo las mismas circunstancias, producen més glébulos ro- jos que las personas que habitualmente viven en altitudes inferiores. El mecanismo que explica el efecto Baldwin se conocié a mediados de la década de 1900, como un ejemplo de la construccién teérica conocida como la «norma de reaccién», que se refiere a la gama de configuraciones posibles que puede adoptar la constitucién genética de un organismo cuando es expuesto a medios ambientes diferentes. Se descubrié que diversas adaptaciones en varias clases de organismos se producen, primero, como expresiones de su norma de reaccién, pero mds tarde se vuelven fijas por seleccién natural fomentando las mutaciones genéticas que hacen permanente la adaptacién, si las con- icioncs medioambientales persisten. El efecto Baldwin ha sido confirmado en toda clase de organismos y se ha llegado a comprender en términos de cambios especificos que controlan los circuitos de genes. Un ejemplo que encuentro particu- larmente fascinante es el mecanismo cromosémico de la determina- cién sexual en los animales. En los humanos, al igual que en otros mamiferos, los machos poseen dos cromosomas sexuales diferentes, designados X e Y, mientras que las hembras poseen dos cromosomas sexuales idénticos, XX. Sin embargo, en algunos animales el sexo de un individu depende del entorno. En los lagartos y las rortugas el sexo lo determina la temperatura ambiente en la cual se desarrolla el ‘embridn. En algunas especies de lagartos, los huevos invariablemente producen hembras cuando se incuban hasta a 30 °C y machos cuan- do se incuban a 33 °C 0 mds, Al principio de la gestacién, los drga- 78 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE nos sexuales en desarrollo (génadas) son similares en todos los duos. Durante una semana critica dentro del perfodo de gestacién de nueve semanas, las génadas se diferencian en testiculos que producen espermatozoides (y en consecuencia se desarrollan los machos) 0 en un ovario con huevos (de modo que se desarrollan hembras), en fun- cién de la temperatura. A temperaturas de entre 30 °C y 32 °C, se producen proporciones intermedias de machos y hembras, no herma- froditas o individuos con caracteristicas intersexuales. El proceso est bajo control hormonal. Si los huevos de lagarto que se desarrollan a una temperatura productora de machos (por en- cima de 33 °C) son expuestos a la hormona estradiol, se desarrollan como hembras; del mismo modo, inhibir el estradiol produce ma- chos a partir de huevos que se desarrollan a la temperatura que deter- mina las hembras (por debajo de 30 °C). Este efecto se debe a un gen de control, SF-1. A altos niveles de la protefna SF-1, se producen timas que sintetizan testosterona, y aparecen machos, A niveles infe- riores de la proteina SF-1, se forma una enzima que convierte la tes- tosterona en estrégeno, y aparecen hembras En mamiferos y aves, el mecanismo que determina el sexo también esté bajo el control de factores como la proteina SF-1, pero la pro- duccién de dicha proteina esta genéticamente fijada, de forma dife- renciada en machos y hembras. Al evolucionar los linajes a partir de los reptiles, uno llevando a las aves y el otto a los mamiferos, los ge- nes que determinan el sexo se volvieron fijos en genes, de modo que el sexo ya no dependia de los caprichos del medio ambiente. Pero los caprichos del proceso evolutivo condujeron a dos resultados diferen- tes, uno en los mamiferos, el otro en las aves. En los mamiferos el cromosoma ¥ es una reliquia de un antiguo cromosoma X que empe- 26 a perder la mayor parte de sus genes hace millones de afios. El muy reducido cromosoma Y ha conservado a los genes que determi- nan a los machos, de modo que los individuos que heredan el cromo- soma Y se desarrollan invariablemente en machos. En la evolucién de las aves, el cromosoma que se volvié més pequefio conservé a los ge- nes que determinan a las hembras (en vez de genes que determinan a los machos). En las aves son las hembras las que poscen un par desi- gual de cromosomas que determinan el sexo (llamados ZW), mien- tras que los machos tienen dos cromosomas idénticos (ZZ). SELECCION NATURAL 79 El efecto Baldwin se ha comprobado en muchos otros casos intere- santes, entre ellos la determinacién de las castas en los insectos socia- les (hormigas, termitas y abejas) y la afinidad de la hemoglobina con el oxigeno. El efecto Baldwin a menudo esta implicito en el origen de las novedades evolutivas. Estas son reorganizaciones de fenotipos pre- cexistentes, que primero surgen en respuesta a retos medioambientales (los genotipos complejos tienen una enorme plasticidad), pero final- mente Ilegan a estar genéticamente decerminados si los retos medio- ambientales particulares persisten y la adaptacién contribuye de for- ma importante a la supervivencia y el éxito reproductivo.* Oportunismo frente a diseio Un ingeniero tiene una preconcepcién de lo que quiere disefiar y es- cogerd los materiales adecuados y modificard el disefio de modo que cumpla la funcién pretendida. Por el contratio, la seleccién natural no tiene previsién, ni opera de acuerdo a un plan preconcebido. Se tata de un proceso puramente natural que resulta de las propiedades interactivas de entidades fisicoquimicas y biolégicas. La seleccién na- tural es sencillamente una consecuencia del diferencial de superviven- cia y reproduccién de los seres vivos, como ya se dijo. Posee cierta apariencia de propésito porque estd condicionada por el entorno: qué ‘organismos sobreviven y se reproducen de forma més eficaz depende de qué variaciones posean que sean titiles 0 beneficiosas para ellos en el lugar y en el momento en que viven dichos organismos. Peto la seleccién natural no se anticipa a los medios ambientes del futuro; cambios medioambientales dristicos pueden a veces ser insu- perables para los organismos que anteriormente vivian en un ambien- te decerminado. La extincién de especies es un resultado habitual del proceso evolutivo. Las especies hoy existentes representan el eq) brio entre la aparicién de nuevas especies y su eventual extincidn. El inventario disponible de especies vivas ha descrito casi dos millones de especies, aunque se calcula que ahora hay en existencia al menos diez millones. Pero sabemos que més del noventa y nueve por ciento de todas las especies que alguna vez han vivido sobre la Tierra se han extinguido sin dejar descendencia. As{, desde ef comienzo de la vida 80 DARWIN ¥ EL DISENO INTELIGENTE sobre la Tierra hace més de tres mil quinientos millones de afios, el nuimero de especies diferentes que han vivido sobre nuestro planeta probablemente supere los mil millones. En la evolucién no hay ninguna entidad 0 persona que seleccione las combinaciones adaptativas. Estas se seleccionan a s{ mismas por- que los organismos que las poseen se reproducen de modo mas eficaz que los que tienen variaciones menos adaptativas. La seleccién natu- ral no consiste en un esfuerzo para producir organismos de una clase predeterminada, sino sélo aquellos que se adapten a sus entornos ac- tuales. Cudles caracteristicas serdn seleccionadas dependerd de las va- riaciones que estén casualmente presentes en un momento y en un lugar dados. Esto a su vez depende del aleatorio proceso de muta- cién, ast como de la historia previa de los organismos (es decir, de la constitucién genética que tengan como consecuencia de su evolucién anterior). La seleccién natural es un proceso woportunista», lo cual aumenta la «creatividad» del proceso de evolucién tal como se expresa en la multiplicidad y diversidad de las especies. Las variables que de- terminan en qué direccién procederd la seleccién natural son el me- dio ambiente, la constitucién preexistente de los organismos y las mutaciones que surjan azarosamente. Por tanto, la adaptacidn a un hébitat dado podria ocutrir en una diversidad de formas distintas. Un ejemplo podria coarse de las adaptaciones de la vida vegetal al clima del desierto. La adaptacién fundamental es a la condicién de sequedad, que implica el riesgo de desecacién. Durante una gran parte del afio, a veces durante vatios afios seguidos, no hay Iluvia. Las plantas han cumplido la urgente ne- cesidad de ahorrar agua de diversas manera. Los cactus han transfor- mado sus hojas en 3 sus troncos en depésitos para almacenar una reserva de agua; la fotosintesis se realiza en la st- perficie del tronco en ver de en las hojas. Otras plantas carecen de hojas durante la estacién seca, pero después de que llueva,estallan ‘en hojas y flores y répidamente producen semillas, Un tercet modo de adaptacidn es el de las plantas efimeras, que germinan a partir de semi- llas, crecen, florecen, y producen semillas: todo en el espacio de las pocas semanas en que disponen de agua de Iluvia; el resto del afio las semillas yacen inactivas en el suelo. OCEANO PACIFICO ISLAS HAWAL tami SELECCION NATURAL ar kilémetzos del Las ils dl archipidlago de Hawai, formadas entre hace cinco millones (Kauai) y met tuacién en el océano Pacific, 0 82. DARWIN Y FL DISENO INTELIGENTE El caldero evolutivo de Hawai El cardcter oportunista de la seleccién natural también lo pone en clara evidencia el fenémeno conocido como «radiacién adaptativan. Cada uno de los continentes del mundo posee su propia coleccién distintiva de animales y plantas. En Africa hay rinocerontes, hipo- pétamos, leones, hienas, jirafas, cebras, lémures, monos con estre- chas narices y colas no prensiles, chimpancés y gorilas. Suramérica, que se extiende sobre poco més o menos la misma latitud que Afri a, no tiene ninguno de estos animales; en su lugar posee pumas, ja- guares, tapires, llamas, mapaches, zarigiieyas, armadillos, y monos con narices anchas y grandes colas prensiles. En Australia, existe tuna gran diversidad de mamiferos marsupiales, que carecen de pla- centa, de modo que gran parte de la gestacién tiene lugar en una bolsa externa de la madre, en vez de dentro del titero de la madre, en [a placenta. Entre los marsupiales estin los canguros pero tam- bign ciertos tipos de topos, osos hormigueros y los lobos de Tasma- nia Los caprichos de la biogeografia no se deben tinicamente a la com- patibilidad con los diversos entornos. No hay razén para creer que los animales suramericanos no sean adecuados para vivir en Africa 0 los de Africa para vivir en Suramérica, Cuando los conejos fueron intro- ducidos en Australia, prosperaron y se convirtieron en una plaga agri- cola. Hawai carece de mamiferos terrestres autéctonos, pero cuando los cerdos salvajes y las cabras fueron introducidos en el siglo XIX para deportes de caza, se multiplicaron en gran ntimero y ahora estdn po- niendo en peligro a la vegetacién nativa. Los caprichos de la biogeografia evidencian el oportunismo de la seleccién natural, la cual depende de la historia pasada, tal como qué organismos habrian colonizado 0 no un territorio, y de la ocurtencia de mutaciones y otros acontecimientos casuales que abren ciertos ca- minos evolutivos y cierran otros. La radiacién adaprativa, a una escala menor que la continental, es evidente en islas distantes de las grandes masas de tierra. Darwin quedé asombrado por las corcugas, los lagar- tos gigantes, los sinsontes y los pinzones de las Galpagos, por lo di- ferences que eran de las especies del continente y asimismo diversos entre unas islas y otras. ae oa SELECCION NATURAL 83 Més remotas atin que las Galpagos estén las islas Hawai, a més de tres mil kilémetros del continente norteamericano, Hawai carece de muchas clases de plantas y animales, mientras que otras son endémi- «as (esto es, no se hallan en ningtin otro lugar de la tierra) ademas de extraordinariamente diversas. La siguiente tabla enumera grupos de organismos con numerosas y muy diversas especies nativas de Hawai. Miimero de especies __Porcentaje endémico Helechos 168 65% Plantas de flor 1.729 94 Caracoles 1.064 99 Moscas Drosophila 510 100 Otros insectos 3.750 99+ Mamiferos terrestres 0 0 Kohala, el volcin més antiguo de la gran isla de Hawai, tiene algo menos de un millén de afios; Mauna Kea y Mauna Loa son més re- ientes, y Kilauea atin esté activo. Kauai se formé hace unos cinco millones de afios; las otras islas son de edad intermedia, cada vez mds antiguas desde el sureste hasta el noroeste. La formacién gradual de las islas ha conducido a colonizaciones sucesivas de plantas y anima- les, y por tanto a una diversificacién de especies. Los genetistas expe- rimentales trabajan con las moscas Drosophila, porque se pueden cul- tivar en el laboratorio de forma fécil y barata, La ecologia, el comportamiento, y la genética de las moscas Drosophila hawaianas se han estudiado de forma intensa. Hay unas 1.500 especies conocidas de moscas Drosophila en el mundo; casi un tercio de ellas viven en Hawai y en ningun otro lugar, aunque la superficie total del archipig- ago es menos del cinco por ciento del rea de Espafta. Ademds, la di- versidad morfolégica y conductual de las Drosophila hawaianas supe- raala de las Drosophila del resto del mundo. Hay més de mil especies de caracoles en Hawai, todos los cuales han evolucionado en el arc pidlago. Existen 72 especies de pajaros y, salvo una, no se hallan en ningiin otto lugar. Por qué semejante evolucién «explosivay ha ocurrido en Hawai? La superabundancia de moscas de la fruta que hay alli contrasta con 84 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE la ausencia de muchos otros insectos, tales como los mosquitos y las cucarachas. Debido a su remoto aislamiento, a las islas hawaianas ra- ramente han llegado plantas y animales colonizadores. Aquellos que alcanzaron las islas hallaron habitats adecuados sin competidores 0 predadores. Los antepasados de las moscas de la fruta hawaianas lle- garon al archipiclago, transportados de forma pasiva por corrientes de aire o flotando sobre alguna rama o vegetacién, antes de que lo hicie- ran otros grupos de insectos, y alli encontraron una multitud de oportunidades de vida inexploradas. Evolucionaron y se diversifica- ron ripidamente explocando los recursos disponibles. Mas de 500 es pecies se han derivado de una sola especie colonizadora (como se sabe por estudios genéticos); se adapraron a la diversidad de oportunida- des disponibles en diversos nichos desarrollando adaptaciones ade- cuadas, que varfan ampliamente de una a otra especie. En Hawai, al- gunas especies de Drosophila se alimentan de hojas caidas en el suelo del bosque, otras se alimentan de flores, ain otras de hongos, y asi sucesivamente. La lejania geografica de las islas hawaianas es una explicacién més razonable de las explosiones de diversidad de algunas clases de orga- nismos como las moscas de la fruta, los caracoles y los péjaros que asumir una desmesurada preferencia por parte del Creador en pro- porcionar al archipiélago numerosas moscas de la fruta, 0 una pec liar aversi6n a crear alli mosquitos, cucarachas y algunos otros insec- tos. No hay ningiin mamifero terrestre nativo (endémico) en Hawai; no existia ningtin mamifero hasta que los introdujeron los humanos. Azar y necesidad EI proceso de la seleccién natural puede explicar el disefio de los or- ganismos, al igual que su diversidad y evolucién, como una conse- cuencia de su adaptacién a las miiltiples y siempre cambiantes condi- ciones de vida. El registro f6sil muestra que la vida ha evolucionado de una forma azarosa, Las radiaciones de algunos grupos de organis- mos; las expansiones numéricas y territoriales de otros grupos; los re- levos de una forma por otta; la ocasional pero irregular ocurrencia de tendencias hacia un incremento del tamafio u otras formas de cam- 85 bio; y las siempre presentes extinciones, se explican mejor por la se- leccién natural de los organismos sometidos a los caprichos de la mu- tacién genética, el desafio medioambiental y su historia pasada, El re- lato cientifico de estos acontecimientos no necesita recurrir a un plan predeterminado, ya sea impreso desde el principio o a través de suce- sivas intervenciones por un Disefiador omnisciente y todopoderoso. La evolucién biolégica difiere de una pintura o un artefacto en que no es el resultado de un disefio preconcebido. El disefio de los orga- nismos no cs inteligente, sino imperfecto y, a veces, completamente disfuncional, como veremos més tarde. La seleccién natural explica el «disefio» de los organismos, porque las variaciones adaprativas tienden a aumentar la probabilidad de su- pervivencia y reproduccién de sus portadores a expensas de las varia- ciones inadaptadas, © menos adaptativas. Los argumentos de los de- fensores del Disefio Inteligenté concra la increible improbabilidad de una explicacién aleatoria de las adaptaciones de los organismos son irrelevantes porque la evolucién no esta gobernada por mutaciones forcuitas. Mas bien hay un proceso natural (es decir, una seleccién natural) que no ¢s aleatorio, sino orientado y capaz de generar orden y «crear». Los rasgos que los organismos adquieren en sus historias, evolutivas no son fortuitos, sino que estan determinados por su utili- dad funcional para los organismos, disefiados, por asi decirlo, para servir a sus necesidades vitals Sin embargo, el azar es una parte integral del proceso evolutivo. Las mutaciones que producen las variaciones hereditarias disponibles, para la seleccién natural surgen al azar. Las mutaciones son aleatorias © acontecimientos casuales porque (1) son raras excepciones a la fide lidad del proceso de la replicacién de ADN, y (2) porque no hay for- ma de saber qué gen mutaré en una célula particular 0 en un indivi- duo particular, Pero el significado de «azaroso» que es més importante para comprender el proceso evolutivo es (3) que las mutaciones no es- tin orientadas con respecto a la adaptacién; ocurren de forma inde pendiente de si son beneficiosas 0 perjudiciales para los organismos. Algunas son benéficas, la mayoria no lo son, pero sdlo las benéficas se incorporan a los organismos a través de la seleccién natural. La aleatoriedad adaptativa del proceso de mutacién (asf como los caprichos de los otros procesos que intervienen en el gran teatro de la 86 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE vida) es contrapesada por la seleccién natural, que preserva lo que es ‘itl y elimina lo perjudicial. Sin mutaciones hereditarias, la evolucién no podria tener lugar, porque no habria variaciones que pudieran set transmitidas de manera diferenciada de una a otra generacién, Pero sin seleccién natural, el proceso de mutacién producitia desorganiza- cién y extincién porque la mayoria de las mutaciones son desventajo- sas, La mutacién y la seleccién han producido conjuntamente el ma- ravilloso proceso que empezando desde los organismos microscépicos ha producido orquideas, pajaros y humanos, Ahora ha llegado el momento de revisar las pruebas de la evolu- cién, comenzando en el capitulo 4 con la clase de pruebas que habia disponibles en tiempo de Darwin: el registro fésil, la anatomia com- parada, la embriologia comparada, y la biogcografia, la distribucién geogritfica de los organismos. CAPITULO 4 PRUEBAS DE LA EVOLUCION El drbol universal de la vida La siguiente afirmacién tal ver desconcierte a algunos lectores: ya no cexisten lagunas de conocimiento en la historia evolutiva de los orga- nismos vivos. Esta afirmacién serd una sorpresa para aquellos que ha- yan oido hablar una y otra vez de «eslabones perdidos», sobre la au- sencia de fésiles intermedios entre los reptiles y las aves 0 entre los peces y los tetripodos, y sobre la «explosién cimbrica». La explosion evolutiva que ha ocurrido en afios recientes se refiere al conocimiento, no al perfodo cémbrico: la biologla molecular ha hecho posible reconstruir cl «érbol universal de la vida», la continui- dad de sucesién desde las primeras formas de vida, ancestrales a todos los organismos vivos, a todas las especies que ahora viven en la Tierra, Las principales ramas del drbol de la vida han sido reconstruidas por entero y en muchos detalles. Cada mes se publican mas detalles sobre mas y mds ramas del Arbol universal de la vida en montones de arti- culos cientificos. La pricticamente ilimitada informacién evolutiva 88 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Eucariontes Arqueas Bacterias Animales Methanosarcina Metnobacterium Bacteas verses Hongos Bactonae rojas Planas Entamogbae Cliados ‘Tremoproteus Ganobacterias Fageados Pyrosictum Flavobacerias Tichoménadas ‘Trenmotogales Diplomnadas acu reconstruido con genes de ARN (écido ribonucleco) ribosomal. El iversos grupos de orga oseipicos. Las plan El dtbol universal de la vida, Las amas representa arquess, y cucariontes. La mayoria de lulares de los eu PRUEBAS DE LA EVOLUCION 89 codificada en la secuencia de ADN de los organismos vivos permite a los evolucionistas reconstruir todas las relaciones evolutivas que con- ducen a los organismos actuales, con tanto detalle como se desce. Si se invierten los recursos necesarios (tiempo y gastos de laboratorio) uno puede tener la respuesta a cualquier pregunta, con tanta preci sién como se quiera. Darwin y otros bidlogos del siglo xix hallaron pruebas convincen- tes de la evolucién biolégica en el estudio comparativo de los organis- ‘mos vivos, en su distribucién geogrifica, y en los restos fésiles de or- ganismos extinguidos. Desde la época de Darwin, la evidencia de estas fuentes se ha vuelto més fuerte y més completa, mientras las dis- ciplinas biolégicas que han surgido recientemente —Ia genética, la bioquimica, la ecologia, el comportamiento animal (la etologia), la neurobiologia y especialmente la biologia molecular— han propor- cionado potentes pruebas adicionales y confirmacién detallada, A los evolucionistas ya no les preocupa obtener pruebas que apo- yen el hecho de la evolucidn, sino que estén mas interesados en qué clases de conocimiento se pueden obtener a partir de diferentes disci- plinas biolégicas para desenredar los diferentes factores, medioam- bientales y organismicos, que determinan el cambio evolutivo en di- versos linajes y en diferentes épocas. En este capitulo examinaré brevemente la clase de conocimi de que disponian Darwin y sus contemporéneos aunque actualizaré Jas pruebas al tiempo presente.’ Entre la inmensidad de nuevas pruc- bas adquiridas desde la época de Darwin, sefialaré en particular los numerosos descubrimientos de fosiles intermedios entre los humanos modernos y nuestros antepasados simios, y los impresionantes avan- ces en embriologfa comparada, ahora llamada «evolucién y desarro- lo», mas conocida como evo-devo (por las palabras en inglés, evolu- tion and development). Las pruebas procedentes de la biologia molecular seran el tema del capitulo 6. nto El registro fosil Los palcontélogos han recuperado y estudiado los restos fésiles de muchos miles de organismos que vivieron en el pasado. Dicho regis- 90 DARWIN ¥ EL DISERO INTELIGENTE tro fésil muestra que muchas clases de organismos extintos posefan formas muy diferentes a las de cualquiera de los ahora vivos. El re tro fosil también muestra sucesiones de organismos que manifiestan a través del tiempo su transicién de una forma a otra. Cuando un organismo muere, normalmente lo destruyen las bac- terias y otros organismos y los procesos climaticos nes algunas partes del cuerpo —particularmente las duras, como los caparazones, los dientes y los huesos— se conservan al quedar ente- rradas en el lodo o protegidas de alguna otra forma de los predado- res, la descomposicién, y las inclemencias, y se pueden conservar de modo indefinido con las rocas en las cuales estén incrustadas, (El odo y ottos sedimentos con el paso del tiempo se pueden convertir en piedra caliza y en otras clases de rocas). Métodos como la data- cidn radiométrica —medir la cantidad de dtomos radiactivos natura- les que se conservan en ciertos minerales— hacen posible estimar el perfodo de tiempo en que se formaron las rocas y los fosiles asocia- dos a ellas. La datacién radiométrica indica que la Tierra se formé hace alrede- dor de cuatro mil quinientos millones de afios, Los fésiles mas primi- tivos se parecen a microorganismos como las bacterias; los més anti- guos de estos fosiles aparecen en rocas de tres mil quinientos millones de afios. Los fisiles animales mas antiguos que se conocen, de unos 700 millones de afios, proceden de la llamada fauna Ediacara, peque- fias criaturas con aspecto de gusanos con cuerpos blandos. Numero- s0s fsiles pertenecientes a muchos filos animales y que exhiben es- queletos mineralizados aparecen en rocas de unos 540 millones de afios de antigiiedad, durante el perfodo geolégico conocido como cdmbrico. (Un «filo» es un gran grupo de organismos, como los mo- luscos 0 los cordados). Estos organismos son diferentes de los orga- nismos que viven ahora y de los que vivian en tiempos intermedios. Algunos son can radicalmente diferentes que los paleontégos han creado nuevos filos para clasificarlos. Los primeros vertebrados ({ilo «cordados»), animales con espina dorsal, aparecieron hace unos 400 millones de aos; los primeros mamiferos, hace menos de 200 millo- nes de afios. La historia de la vida registrada por los fésiles presenta una fuerte evidencia de la evolucién, raras ocasio- PRUEBAS DE LA EVOLUCION 9 Evolucién del caballo — fogenia Seale pusssoge ° etme we caballus preewaiskii) Peistoceno caballo (Equus cobalt a Poco Hepaion 42 OC 1 7, Pitohippus s ° nang | \s 2 nhharen I 158 q } 5 = 3 Equus 2» — paeo Ancien gale | % 7h NN Sok AN OS sf Mesohippus Morycropus ~~ 35, nl e conopss Ry az A ‘ Duos hetos g aescala de daN ol 7 sBHE Hyrecotheckum- s 3 8 os "eon MO i Hyracernctum (cabalo) Evolucién de caballo, El antepasado més primitive mostrado es el Hyracotberium, que vie vid hace cincuenta millones de aos y era pequetio, mis © menos del tamao de wn perro, se hicieron mas grandes, enian una denticién diferente y menos de- Las especies sucesiv dos en el pic, al adaptarse a distncas dicta y formas de vida 92 DARWIN Y EL. DISENO INTELIGENTE El registro fésil es incompleto. De la pequefia proporcién de orga- nismos conservados como fosiles, sélo una diminuca fraccién ha sido recuperada y estudiada por los paleontdlogos. En algunos casos la su- cesién de formas a lo largo del tiempo ha sido reconstruida con mu- cho deralle, Un ejemplo es la evolucién del caballo, que puede re- montarse a un animal del tamafio de un perro con varios dedos en cada pie y dientes apropiados para ramonear (comer brotes tietnos, ramitas y hojas de drboles y arbustos); este animal, llamado el caballo del alba (nombre cientifico: Hyracotherium), vivid hace mas de 50 millones de afios. La forma mas reciente, el caballo moderno (Equs), es de un tamaiio mucho mayor, tiene un solo dedo en cada pata, y posce dientes apropiados para pastar (comer herbaje en cultivo). Las formas transitorias se conservan bien como fsiles, al igual que otras clases de caballos extintos que evolucionaron en diferentes direccio- nes y no dejaron descendientes vivos. Utilizando fésiles recuperados, los paleontélogos han reconstruido ejemplos de transiciones evolutivas radicales en forma y funcién. Por cjemplo, la mandibula inferior de los reptiles contiene varios huesos, pero la de los mamiferos es de una sola pieza. Los otros huesos de la mandibula de los reptiles evolucionaron hasta convertirse en los hue- sos que ahora se hallan en el ofdo de los mamiferos. Al principio, se- mejante transicién pareceria inverosimil: es dificil imaginar qué fun- cién podian haber tenido dichos huesos durante sus etapas intermedias. Sin embargo los paleontslogos han descubierto dos for- mas transitorias de reptiles con aspecto de mamifero, llamados terp- sidos, que tenfan una doble articulacién de la mandibula (es decis, dos ejes a cada lado), una articulacién compuesta por los huesos que persisten en la mandibula del mamifero y la otra compuesta por los huesos cuadrado y articular, que con el tiempo se convittieron en el martillo y el yunque del ofdo de los mamiferos. Examinaremos ahora ejemplos de organismos extintos que son intermedios entre organis- mos vivos diferentes, PRUEBAS DE LA EVOLUCION 93 Un fisil de Archacoptery: que muestra rasgos intermedios entre los reptiles (dinosaurios) y las aves 94 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Archaeopteryx y Tiktaalik A lo largo de los afios se han descubierto muchos fsiles intermedios entre diversos organismos. Dos ejemplos que han recibido reciente atencidn en los medios de comunicacién son el Archacopterix, inter- medio entre reptiles y aves, y el Tikzaalit, intermedio entre peces y tetrépodos (animales con cuatro miembros). El primer Archaeopteryx fue descubierto en Bavaria en 1861, dos afios después de la publicacién de El origen de Darwin, y recibié gran atencién porque arrojaba luz sobre el origen de las aves y apoyaba el postulado de Darwin sobre la existencia de eslabones perdidos. Otros especimenes de Archaeopteryx se han descubierto en los tiltimos cien afios. El més reciente, el décimo espécimen hasta ahora recuperado, se describié en diciembre de 2005.’ Es el Archaeopteryx mejor conser- vado aunque ahora esti alojado en un pequefio museo de propiedad particular en Thermopolis, Wyoming. El pez. Tiksaalik con forma de tetrépodo también es un hallazgo muy reciente, publicado nada me- nos que el pasado 6 de abril de 2006. El Archaeopteryx vivié durante cl perfodo jurisico tardio, hace unos sesenta millones de afios, y exhibja una mezcla de rasgos de ave y reptil. Todos los especimenes conocidos son pequefios, més o me- nos del tamafio de un cuervo, y comparten muchas caracteristicas anatémicas con algunos de los dinosaurios bipedos pequefios. El es- queleto del Archaeopteryx posee forma de reptil, pero el Archacopterys tenia plumas, claramente visibles en los fésiles, una calavera parecida a la de las aves y créneo expandido, grandes cuencas oculares, y un pronunciado pico. Sin embargo, a diferencia de las aves actuales el Archaeopteryx tenia dientes y una larga cola, similar en esteuctura a la de los dinosaurios més pequefios. Las patas traseras son semejantes a las de las aves, pero el bien conservado pie del espécimen més recien- te muestra un segundo dedo hiperextensible, parecido a la garra ascsi- na del dinosaurio Velocirraptor. Los miembros superiores conservaban caracteristicas reptilianas primitivas y no habjan completado atin su transformacién en alas. El Archaeopteryx quizé fuese capaz de volar, pero no era capaz de un vuelo sostenido. El espécimen més reciente indica que el Archaeopteryx vivié sobre todo en tierra, en vez de en los Arboles, PRUEBAS DE LA EVOLUCION 95 Los paleontélogos han sabido durante més de un siglo que los te- trépodos (animales de cuatro miembros: anfibios, reptiles, aves y ma- miferos) evolucionaron a partir de un grupo particular de peces,lla- mados crosopterigios. Hasta hace poco, el Panderichthys era cl pez f6sil conocido que se hallaba més préximo a los tetrépodos. El Pande- richehys tenia, de alguna manera, forma de cocodrilo, con un esquele- to con aleta pectoral y cintura escapular de una forma intermedia en- tre los de los tipicos peces crosopterigios y los de los tetrépodos. Pero este pez de transicién todavia tiene branquias cubiertas de liminas, que bombeaban agua sobre las branquias y la calavera estaba fundida a su cintura escapular. Parece que el Panderichehys era capaz.de «ami nar» en aguas poco profundas, pero probablemente no en tierra. EI Panderichthys fue descubierto en Letonia, donde vivié en torno al pe- iodo devénico medio, hace unos 385 millones de afios. Los fésiles de tetrépodos més primitivos y més prdximos al aspecto de pez hasta ahora conocidos también proceden del devénico, de unos 376 millones de afos de antigiiedad, de Escocia y Letonia, El Ichthyostega y el Acanthostega de Grocnlandia, que vivieron més re- cientemente, hace unos 365 millones de afios, son sin duda tetrépo- dos, con miembros provistos de dedos, aunque conservan de sus an- tepasados peces algunas caracteristicas como auténticas colas de pescado con bastoncillos cérneos. Asi, el vacio temporal entre el pez con mas aspecto de tetrépodo y los tetripodos con mds aspecto de peces era de casi diez millones de afios, entre hace unos 385 y 376 mi- llones de afios. El vacfo morfoldgico también era sustancial, porque ninguno de estos animales (todos entre 75 cm y 1,5 m de longitud) cra un verdadero paso intermedio entre los peces y los tettépodos. El recientemente descubierto Tikraalik esté muy préximo a cubrir este vacfos es el més cercano al paso intermedio entre los peces y los tetrpodos hasta ahora conocido. Se han hallado varios especimenes en sedimentos de rio del devénico tardio, fechados hace unos 380 millones de afios, en la isla Ellesmere en Nunavut, Canadé drtico. ‘Tiktaalik significa «gran pez de agua fresca» en idioma inuir. Entre los fesiles excavados hay tres calaveras, diez mandibulas y dos espect- menes con cabeza y tronco en una pieza. El Tiksaalik era un animal aplanado, superficialmente con aspecto de cocodrilo y una calavera de unos 20 centimetros de longitud. Las aletas pectorales son miem- 96 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Estnepteron Tikraaliy ot0s files intermedios ente los pecesy los wecrépodos. bros superiores incipientes, con robustos esqueletos internos, pero bordeados de bastoncillos cérneos en vez. de dedos. Los rasgos pisci- formes incluyen pequetias aletas pélvicas, los ya mencionados baston- cillos eérneos en sus apéndices pareados, y arcos branquiales muy de- sarrollados, que sugieren que permanecieron en su mayor parte en un medio acuitico. Pero la cubierta dsca de las branquias ha desapareci- do indicando un reducido flujo de agua a través de la cdmara bran- quial. El hocico alargado sugiere un cambio desde el succionar haci el agarrar presas, sobre todo en tierra. Las relativamente largas cost Ilas indican que el Tiktaalik podia sostener su cuerpo fuera del agu: Para los escépticos contemporineos de Darwin, el «eslabén perdi do» més importance era la ausencia de cualquier forma transitoria co- PRUEBAS DE LA EVOLUCION 97 nocida entre los simios y los seres humanos. Sin embargo, desde en- conces se han hallado no una sino muchas criaturas intermedias entre los simios vivos y los humanos. La creciente investigacién en la histo ria evolutiva humana ha llevado al descubrimiento de muchos hom! idos fésiles: esto es, primates pertenecientes al linaje humano des- pués de que éste se separara de los linajes que conducen a los simios Examinaré estos descubrimientos en el capitulo 5. Similitudes anatémicas Los esqueletos de las tortugas, los caballos, los seres humanos, los pé- jaros, las ballenas y los murcidlagos guardan una asombrosa semejan- za, a pesar de las diferentes formas de vida de estos animales y la di- versidad de sus entornos. La correspondencia, hueso a hueso, se puede ver ficilmente en las extremidades as{ como en otras partes del cuerpo. Desde un punto de vista meramente prictico, parece incom- prensible que una torcuga y una ballena puedan nadar, un caballo ga- lopar, una persona escribir, y un pijaro 0 murciélago volar con es- tructuras de miembros superiores hechas de los mismos huesos. Un ingeniero podria disefiar mejores miembros en cada caso. Pero si se acepta que todos estos animales heredaron sus estructuras éseas a par tir de un antepasado comiin y slo se modificaron al adaprarse a dife- rentes formas de vida, la similitud de sus estructuras tiene sentido. La anatomfa comparada investiga las homologfas, o similitudes he- redadas, entre los organismos en su estructura dsea y en otras partes del cuerpo. La correspondencia de estructuras es tipicamente muy proxima entre algunos organismos —las diversas variedades de paja- ros cantores, por ejemplo— pero no lo es tanto cuando los organis- mos que se comparan tienen un parentesco mds lejano dentro de su historia evolutiva. Las similicudes son menores entre los mamiferos y las aves que las que se dan entre especies de mamiferos, y son todavia menores entre los mamiferos y los peces. Las semejanzas en struct ra, por tanto, no sélo manifiestan evolucién sino que también ayu- dan a reconstruir la filogenia, o historia evolutiva, de los organismos. La anatomfa comparada asimismo revela por qué la mayorfa de las estructuras de los organismos no son perfectas. Al igual que los 98 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Ballena Esqueleco de los miembros superiores de cuatro verebrados, mostrando huesos similares y dlispucstos de forma parecida, aunque utilizades para Fanciones diferentes, en humanos, perto,ballen y par, PRUEBAS DE LA EVOLUCION 99 miembros superiores de las tortugas, los caballos, los seres humanos, los pajaros y los murciélagos, las partes del cuerpo de un organismo no estén ni mucho menos perfectamente adaptadas a su funcién por- que han sido modificadas a partir de una estructura heredada, en vez de estar disefiadas a partir de materiales completamente en bruto para un objetivo especifico. La anatomfa de los animales refleja que ha sido disefiada para adecuarse a sus estilos de vida. Pero es un dise- fio «imperfecto», logrado por seleccién natural, mas que un disefio «nteligentes, como lo serfa si fuese disefiado por un ingeniero. La imperfeccién de las estructuras es una prueba de la evolucién y con traria a los argumentos a favor del disefio inteligente. Desarrollo embrionario y rudimentos Darwin y sus seguidores hallaron apoyos a la evolucién en el estudio de la embriologia, la ciencia que investiga el desarrollo de los organis- mos desde el huevo fecundado al momento del nacimiento o salida del cascarén, Los vertebrados, desde los peces pasando por los lagar- tos hasta llegar a los humanos, se desarrollan de maneras que son no- tablemente parecidas durante las primeras etapas, pero se van diferen- ciando cada vez mas a medida que los embriones se acercan a la madurez. Las semejanzas persisten durante més tiempo entre los or ganismos que estin mis estrechamente emparentados (por ejemplo, Jos humanos y los monos) que entre aquellos que lo estan menos (los humanos y los tiburones) Los patrones de desarrollo comunes reflejan un parentesco evoluti- vo. Los lagartos y los humanos comparten un patrén de desarrollo heredado de su remoto antepasado comin; el patrén heredado de cada uno fue modificado gradualmente en direcciones distintas a me- dida que los linajes descendientes evolucionaban. Las etapas comunes embrionarias de las dos criaturas reflejan las restricciones impuestas por esta herencia comiin, que evita los cambios que no han sido re- queridos por sus medios ambientes y sus formas de vida divergences. Los embriones de los humanos y otros vertebrados no acudticos exhiben aberturas de branquias aunque ellos nunca respiran a través de branquias. Estas abercuras se encuentran en los embriones de to- 100 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE dos los vertebrados porque tienen como antepasados comunes a los peces en los cuales estas estructuras evolucionaron en primer lugar. Los embriones humanos también exhiben a la cuarta semana de ges- tacién una cola bien definida, que aleanza su maxima longitud a las seis semanas. Similares colas embrionarias se hallan en otros mamife- 10s, como los pertos, los caballos y los monos; en los humanos, sin embargo, la cola con el tiempo se acorta, persistiendo sélo como un rudimento en el céccix adulto, Los rudimentos embrionarios son contradictorios con las afirmaciones del disefio inteligente: spor qué disefar estructuras para que se formen durante la primera gestacién si desaparecerin antes del nacimiento? La evolucidn da sentido a los ru dimentos embrionarios Una estrecha relacién evolutiva entre organismos que parecen ra- dicalmente diferentes como adultos a veces puede reconocerse por sus homologias embrionarias. Los percebes, por ejemplo, son crustéceos sedentarios muy poco parecidos a los crustéceos que nadan libremen- te como las langostas, los camarones o los copépodos. Sin embargo, pasan por un estado larvario de natacién libre, el «nauplius», que es, sin lugar a dudas, muy semejante al de otras larvas de crustéceos. Los rudimentos embrionarios que nunca se desarrollan del todo, como las aberturas de branquias en los humanos, son comunes en toda clase de animales. Sin embargo, algunos persisten como rudi- mentos adultos, reflejando la ascendencia evolutiva. Un conocido ér- gano rudimentario en los humanos es el apéndice vermiforme. Esta estructura con forma de gusano se une a una pequefia seccién del in- testino llamada el intestino ciego, que esté localizado en el punto don- de se juntan el intestino grueso y el delgado. El apéndice humano ver- miforme es un rudimento sin funcién de un érgano totalmente desarrollado presente en otros mamiferos, como el conejo y otros her- bivoros, donde un gran intestino ciego y el apéndice almacenan celu- Josa vegetal para posibilicar su digestién con la ayuda de bacterias. Los rudimentos son ejemplos de imperfecciones —como las imper- fecciones que se ven en las estructuras anatémicas— que argumentan contra la creacién por disefio pero son completamente comprensibles como una consecuencia de la evolucién por seleccién natural. El descubrimiento de los genes, como los portadores de la herencia biolégica, y posteriormente del ADN como la sustancia quimica que 101 codifica la informacién genética, plantearon el desafio de la «decodi- ficacién ontogenética», o la «transformacién de huevo a adulto». Con estas frases me refiero al problema de cémo la informacién lineal contenida en la secuencia de letras del ADN se transforma cn un or- ganismo tridimensional que existe y cambia a través del tiempo. El conocimiento cientifico sobre este problema ha aumentado enorme- mente, sobre todo en las tres tiltimas décadas, lo cual ha sido posible por el rpido avance de la disciplina de la biologia molecular. Volve- Temos a tratar este conocimiento en el capitulo 6, dedicado a la bio- logfa molecular. Biogeografia Danwin vio una confirmacién de la evolucién en la distribucién geo- grafica de las plantas y los animales, y los descubrimientos posteriores han reforzado sus observaciones. Por ejemplo, como se dijo en el ca- pitulo 3, existen unas 1.500 especies conocidas de moscas de la fruta Drosophila en el mundo; casi un tercio de ellas viven exclusivamence en Hawai, Asimismo en Hawai hay mds de 1.000 especies de caraco- les y otros moluscos de tierra que no existen en ninguna otra parte. Esta diversidad inusual se explica ficilmente por la evolucién. Las is- las de Hawai estin extremadamente aisladas y han tenido pocos colo- nizadores: es decir, animales y plantas que llegaron allf procedentes de otro lugar y establecieron poblaciones. Estas especies que colonizaron las islas hallaron muchos nichos ecoldgicos no ocupados, entornos lo- cales adecuados para mantenerles y sin predadores que les impidieran multiplicarse. En respuesta, las especies colonizadoras se diversifica- ron répidamente; este proceso de diversificacién para ilenar nichos ecolégicos se llama radiacién adaprativa. En el capitulo 3, examinamos la notable diversificacién de la vida cn diversas partes del mundo que evidencia el oportunismo de la s leccién natural. Aunque cl clima y otras caracteristicas del medio am- biente puedan ser similares en latitudes similares, la flora y la fauna son distintas en diferentes continentes y en diferentes islas. Esto ocu- rre porque la seleccién natural depende de cambios previos, de modo que la diversificacién de un continente a otro, 0 entre continentes € 102 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE islas, 0 entre islas es acumulativa a lo largo del tiempo. El cambio evolutivo se produce en respuesta al medio ambiente pero estd condi- cionado por la historia: los mamiferos no evolucionan en peces, ni los insectos en moluscos. Las observaciones de Darwin sobre la flora y la fauna de Suraméri- «a, tan diferentes de las del Viejo Mundo, le convencieron de la reali- dad de la evolucién, La evidencia a partir de la biogeografia asimismo es evidente a una escala mucho menor que la continental: Darwin observé que diversas islas de los Galipagos tenfan diferentes clases de torcugas y distintas especies de pinzones, las cuales a su vez eran dife- rentes de las halladas en la Suramérica continental. El caso particular de la evolucién en Hawai, examinado en el capitulo 3, es un buen ejemplo de cémo la biogeografia evidencia la evolucién. La biogeo- grafia, la caprichosa distribuci6n de los organismos por todo el mun- do, se puede interpretar de forma razonable como un resultado de la evolucién, mas que como el antojo del Creador. Como Darwin, en- tusiasmado por la diversidad a pequefia escala de una ribera enmara- fiada, concluia en El origen, «Hay grandeza en esta visibn de la vida [...] se han desarrollado y siguen desarrolléndose un sinfin de formas las mas bellas y més maravillosas» En el préximo capitulo consideraré las pruebas fésiles de la evolu- cién humana. Durante la vida de Darwin no se conocié ningtin fésil intermedio entre los humanos y los simios, pero muchos han sido descubiertos desde entonces. La secuencia de ADN del genoma del chimpancé se ha publicado recientemente. Difiere poco del genoma humano. En el capitulo 5 plantearé la cuestién de cémo diferencias ‘genéticas relativamente pequetias explican las diferencias anatémicas y de comportamiento entre chimpancés y humanos. Asimismo plan- tearé otras cuestiones, a saber, cmo las sefales fisicoquimicas y elec- tricas uransmitidas por las neuronas se convierten en acontecimientos psicoldgicos: sentimientos, pensamientos, y la autoconciencia © per- cepcién del yo. CAPITULO 5 EVOLUCION HUMANA Pocos asuntos en Ia historia evolutiva tienen mayor importancia que la evolucién de la humanidad a partir de antepasados no humanos. Los contemporéneos de Darwin preguntaron: si los seres humanos han evolucionado a partir de antepasados no humanos, zdénde estd el weslabén perdido», la criatura intermedia entre los seres humanos y los simios? Este reto era razonable pues en tiempos de Darwin no se conocfa ningtin fsil que pudiera haber sido de nuestros antepasados después de que el linaje humano se separase de los simios, nuestros parientes mds préximos. El eslabén perdido ya ha sido encontrado. No uno, sino centena- res de restos fésiles pertenecientes a cientos de individuos hominidos se han descubierto desde la época de Darwin y se siguen descubrien- do a un ritmo acelerado, Los fésiles que pertenecen al linaje humano tras su separacidn de los linajes simios se llaman hominidos. Resumi- é brevemente lo que se sabe en la actualidad. 104 DARWIN Y FL DISENO INTELIGENTE Evolucién hominida Los fisiles de hominidos més antiguos que se conocen tienen entre 6 y 7 millones de afios de antigtiedad, proceden de Africa, y son conocidos como Sahelanthropus y Orrorin (0 Preanthropus). Estos antepasados eran predominantemente bipedos cuando estaban en tierra pero tenfan cetebros muy pequefios. El Ardipithecus vivié hace unos 4,4 millones de afios, también en Africa. Numerosos restos fésiles de diversos orfge- nes africanos se conocen del Australopithecus, un hominido que apare- i6 entre hace 3 millones y 4 millones de afios. El Australopithecus tenia tuna postura erguida humana pero una capacidad craneal de menos de 500 cc (centimettos etibicos), comparable a la del gorila o el chimpan- cé y de més o menos un tercio de la de los humanos modernos (500 cc son equivalentes a 500 gramos). La cabeza del Australopithecus exhibia tuna mezcla de caracteristicas simias y humanas: una frente baja y un largo rostro simiesco pero con dientes proporcionados como los de los humanos. Otros primeros hominidos parcialmente contemporéneos del Australopithecus incluyen al Kenyanthropus y el Paranthropus; am- bos posefan cerebros comparativamente pequefios, aunque algunas es- pecies de Paranthropus posefan cuerpos més grandes. El Paranthropus representa una rama lateral del linaje hominido que se extingui6. Junto con una capacidad craneal mayor, se han encontrado otras caracteristicas humanas en el Homo habilis, que vivié entre hace unos 2 millones y 1,5 millones de afios en Africa y tenia una capacidad craneal de algo més de 600 cc (0 600 gramos), y en Homo erectus, que evolucioné en Africa hace algo mas de 1,8 millones de afios y posefa tuna capacidad craneal de 800 a 1.100 cc (desde casi 900 gramos a casi un kilo doscientos gramos). EL Homo erectus es el primer emigrante intercontinental que hubo entre nuestros antepasados hominidos. Poco después de su aparicién en Africa, el Homo erectus se esparcié por Europa y Asia, hasta llegar incluso al archipiélago indonesio y China septentrional. Se han halla- do restos fésiles del Homo erectus en Africa, Indonesia (Java), China, Oriente Préximo y Europa. Los fésiles del Homo erectus procedentes de Java se han fechado en 1,81 y 1,66 millones de afios de antigiie- dad, y los de Georgia (en el Céucaso, entre Europa y Asia) hacia 1,6 y 1,8 millones de afios. EVOLUCION HUMANA 105 Iequierda. Reconsteuccién del esquelero de Lucy en comparacién con el de un humano moderna, Derecha. Esqueleco del Home erectus que vivid hace 1,6 millones de aos y tenfa un cere bro de un tamafo incermedio entre Lucy y los humanos mademnos. Varias especies de hominidos vivieron en Africa, Europa y Asia hace entre 1,8 millones y 500.000 afios, conocidos como Homo ergas- ter, Homo antecessor, y Homo heidelbergensis, con tamatios cerebrales aproximadamente idénticos a los del Homo erectus. Algunas de estas especies fueron en parte contempordneas, aunque vivieron en dife- rentes regiones del Viejo Mundo. Estas especies se incluyen a veces bajo el nombre de Homo erectus (en sentido lato). 106 DARWIN Y BL. DISERO INTELIGENTE La wansicién de Homo erectus a Homo sapiens podrta haber empe- zado hace unos 400.000 afios. Algunos fésiles de esa época parecen formas «arcaicas» del H. sapiens. Sin embargo, el H. erectus persistié hasta hace 250,000 afios en China y tal vez hasta hace 100.000 afios cen Java." La especie H. neanderthalensis aparecis en Europa hace més de 200.000 afios y persistid en Espafia hasta hace 30.000 afios. Se ha creido que los neandertales eran antepasados de humanos anatémica- mente modernos, pero ahora sabemos que los humanos modernos aparecieron hace mds de 100.000 afos, mucho antes de la desapari- cidn de los neandertales. Es interesante que, en cuevas de Oriente Préximo, fésiles de humanos anatémicamente modernos sean ante- riores y posteriores a los fésiles neandertales. Algunos humanos mo- dernos procedentes de estas cuevas estan fechados entre hace 120.000 y 100.000 afios, mientras que los neandertales estin fechados en 60.000 y 70.000 afios, seguidos de los humanos modernos fechados hhace 40,000 afios. No esta claro si los neandertales y los humanos modernos se reemplazaron los unos a los otros repetidamente por mi- gtacién a otras regiones, 0 si coexistieron, o de hecho si podian haber ‘ocurrido cruces (aunque las comparaciones del ADN de los fésiles neandertales con humanos vivos indican que ningdn, 0 muy escaso, cruce se produjo entre los neandercales y sus contemporineos huma- nos anatémicamente modernos). Antepasados y parientes colaterales Lucy es el caprichoso nombre dado a los restos fésiles de un antepasa- do hominido clasificado como Australopithecus afarensis, una especie de hominidos bipedos, de cerebro pequefio y en torno a un metro quince centimetros de altura. La fama de Lucy se debe a que alrede- dor de un cuarenta por ciento de todo el esqueleto de esta muchacha adolescente se hallé en un solo lugar cuando se descubrié hace treinea afios. En general los expertas estin de acuerdo en que el A. afarensis, que vivid entre hace 3 millones y 3,6 millones de afios, estd en la li- nea de descendencia de los seres humanos modernos, El Australopithecus africanus, que vivid més recientemente que el A. afarensis y es la primera especie de Australopithecus jamés descu- EVOLUCION HUMANA 107 bierta, cambign era de corta estatura y cerebro pequefo. Sin embargo, el A. afticanus no es nuestro antepasado, sino que se trata mds bien de un pariente colateral, el probable antepasado del Paranthropus ro- bustus y otros hominidos colaterales, que vivieron durante dos millo- nes de afios 0 mas tras su divergencia de nuestro linaje ancestral y, asi, coexistieron durante mucho tiempo en Africa con algunos de nues- tos antepasados (A. afarensis, H. habilis, y H. erectus). Algunos de es- tos parientes colaterales se volvieron algo mis altos y més robustos, pero sus cerebros permanecieron pequefios, alrededor de 500-600 cc (menos de setecientos gramos) en el mejor de los casos. El descubrimiento de fésiles hominidos ha aumentado a un ritmo acclerado durante las dos titimas décadas. En 1994, se descubrié el Ardipithecus ramidus de Eciopia, un hominido mas primitivo que el Australopithecus afarensis, pronto seguido del Australopithecus ana- mensis de Kenia (fechado hace aproximadamente entre 3,9 y 4,2 mi Hones de afios), asi como mas especimenes de Ardipithecus (aproxi- madamente entre 5,5 y 5,8 millones de afios de antigiiedad) y el ya mencionado Sabelanthropus (hacia 6-7 millones de afios de antigtie- dad procedente del Chad) y Orrorin (de unos 5,7-6,0 millones de afios de antigiiedad procedente de Kenia). La posicién de estos ho niidos fésiles, ya sea en la ascendencia directa del Homo 0 como pa- rientes colaterales, sigue siendo en gran parte un tema de debate. No obstante, se ha supuesto comtinmente que el A. anamensis, fechado hace aproximadamente entre 3,9 y 4,2 millones de afios, es la especie ancestral del A. afarensis, cuyo espécimen definitivo més temprano es de unos 3,6 millones de afios de antigiiedad. El anilisis y la publicacién, el 13 de abril de 2006, de 30 especi- menes hominidos adicionales, que representaban un minimo de ocho individuos, de Australopithecus anamensis procedentes de la re ‘Afar en Etiopia, fechados hacia 4,12 millones de afios, confirma esta interpretacién.? Los nuevos fésiles sugieren, ademés, que el Ardipithe- cus fue el antepasado més probable del A. anamensis y de todos los australopitecinos posteriores. Los fésiles sugieren una evolucién rela- tivamente rapida desde el Ardipithecus al Australopithecus en esta re- gién de Etiopfa. 108 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE EVOLUCION DE LOS HOMINIDOS. Home sapiens Home neanderthatensie Home meebergerss Home eects Hombre ae ava) Homo habits ‘Australopthoct sfarenss (Lucy) “"Gommana sue, eura 2040" ‘She sa tras del irond ‘ea hi ov wo de rats saree 7 “Peon nia ee eGR Ue Arapaci ote kabbe * \, Sahetanthropus tchodensi Tours) ‘Crate dara snr 9.64 chan Especies de hominides, emperando por el Sabelanthrepus tchadenss, que vivié entre hace unos sete y seis millones de aos. EVOLUCION HUMANA 109 Origen de los seres humanos modernos Algunos antropélogos han argumentado que la transicién desde el HH. erectus al H. sapiens arcaico, y més tarde a los humanos anatémi- camente modernos, se produjo de forma coincidente en varias par- tes del Mundo Antiguo (Africa, Asia, y tal vez Europa). No obstante, Ja mayoria de los cientificos sostienen que los seres humanos mo- dernos primero surgieron en Africa entre 150.000 y 200.000 aftos y se esparcieron desde alli por todo el mundo, reemplazando a las po- blaciones preexistentes de H. erectus y a otras especies de homini- dos, como el H. neanderthalensis. Algunos defensores de este mode- lo de reemplazo afticano sostienen ademés que la transicién del H. sapiens arcaico al moderno estuvo asociada a un cuello de botella muy estrecho, y que este cuello de botella se componia de un pe- quefio mimero de individuos que son los antepasados de todos los humanos modernos. Hace poco tiempo, diversos andlisis del ADN de humanos vivos confirmazon el origen afticano del moderno H. sapiens, que segiin estos andlisis vivié hace unos 156.000 anos en el Africa tropical. Poco después, los humanos modernos se diseminaron por Africa y desde alli por el resto del mundo. El sureste asidtico y la zona que ahora es China fueron colonizados hace sesenta mil afios. Poco des- pués, los humanos modernos Ilegaron a Australasia. Europa fue co- lonizada més recientemente, hace sdlo unos treinta y cinco mil afios, y América incluso hace menos tiempo, tal ver. s6lo hace quin- ce mil afios. La diferenciacién étnica entre las poblaciones de huma- hos modernos es por canto reciente desde el punto de vista evoluti- vo, un resultado de la evolucién divergente entre poblaciones geogréficamente separadas durante los tltimos 50.000 2 100.000 110 DARWIN Y EL. DISENO INTELIGENTE EL Homo sapien coloniaa los continentes del mundo. EVOLUCION HUMANA IIT Exmicidad y raza Cien mil afios abarcan a unas cinco mil generaciones de hominidos, lo que no es mucho tiempo a escala evolutiva. Asi pues, si la disper- sign de los humanos modernos desde Africa al resto del mundo co- menz6 hace cien mil afios, cabrfa esperar que la diferenciacién genéti- ca entre las poblaciones humanas no deberfa ser muy grande, incluso i excluimos las entremezclas entre poblaciones, lo cual se esté produ- ciendo a un ritmo creciente en los tiempos actuales. Los cientificos han descubierto que la mayor parte de la variacién ge- nética humana se distribuye entre codas las poblaciones humanas, de modo que sdlo una pequefia fraccién de la variacién genética, en toro a.un diez por ciento del total, difiere entre los pueblos de diferentes co tinentes del mundo,’ Esto en principio podria parecer sorprendente, porque somos conscientes de la manifiesta apariencia distinta de los hu- manos de diversas zonas del mundo (las razas humanas 0 grupos étni- cos), pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que la divergencia de las poblaciones humanas es de origen reciente, como se dijo en el parrafo anterior, que en el caso de los grupos mas divergentes se remonta a sélo cinco mil generaciones y a mucho menos entre otras poblaciones. El diagrama circular de la figura muestra que, de la variacién gené- tica toral presente en toda la humanidad, el ochenta y cinco por cien estd presente entre individuos de la misma poblacién, digamos, de la misma aldea o pueblo. (Esto sin tener en cuenta los cruces con emi grantes procedentes de otras poblaciones, lo que cleva el porcentaje por encima de ochenta y cinco). Aproximadamente, el seis por ciento adicional de la variacién se halla entre personas de diversos lugares dentro del mismo continente; y un adicional nueve por ciento de la variacidn se halla entre individuos de distintos continentes, Como he seftalado, cabria esperar estos resultados debido a la evo- lutivamente reciente dispersién de las poblaciones humanas, pero pa- recen contradecir la experiencia comiin. Sabemos que los habitantes del Africa tropical son bastante diferentes de los escandinavos y am- bos son muy diferentes de los japoneses. La explicacién de este e ma tiene dos componentes. La primera parte de la explicacién es que nuestros antepasados africanos ya eran genéticamente bastante varia- bles por la época en que empezaron a colonizar el resto del mundo. 112 DARWIN Y BL DISENO INTELIGENTE ~ Pa 1 De i misma poblacon Ente atrontes Ente pobiacones de continents un mse contnente Diagrama dela variacidn genética en poblaciones humanas. La mayor parce (85 por ciento) de la vatiacién genécica humana se puede encontrar en una sola aldea. Poblaciones de otras aldeas del mismo continente aportan un 6 por cinta adicional,y las de concinentes diferen- "es un 9 por cientoadicional de la vaiacin genética total de la humanidad, Funnre: Science, 286, 15 de octubre de 1999, Esto no es sorprendente porque tal es el caso en la mayorfa de las es- pecies animales: son muy variables desde el punto de vista genético. De hecho, los chimpancés son genéticamente més vatiables que los se- res humanos, aunque el toral de la poblacién mundial de chimpancés es mucho menor que los seis mil millones y medio de seres humanos. EVOLUCION HUMANA 113 La segunda parte de la explicacién es que las caracteristicas estereo- Lipicas que distinguen a los grupos étnicos, tales como el color de la piel, el color y la textura del pelo, y los rasgos faciales, implican relati- vamente pocos genes. Algunos de estos genes han evolucionado como adapraciones en respuesta a diversos climas, Consideremos, por ejem- plo, una de las diferencias més llamativas entre los grupos étnicos: la pigmentacidn de la piel. Los melanomas son graves ednceres causados por una exposicién sostenida a la radiacién ultravioleta procedente del sol. Ast pues, los pueblos que llevan viviendo durante generacio- nes en latitudes bajas poseen genes que producen mayores cantidades de cumelaninas (melanina marrén y negra) que filtean la mayor parte de la radiacién ultravioleta, protegiendo asi a la piel del dao. Por otra parte, es necesaria algo de radiacién ultravioleta para efectuar la sintesis de la vitamin D en las capas més profundas de la piel. Ast, la cantidad de eumelanina que es adaptativa en los trépicos ¢ menos que éptima en latitudes altas, donde la radiacidn ultravioleta es mu- cho menor. En latitudes altas, la seleccién nacural ha favorecido genes que dan como resultado una piel palida, de modo que los rayos ultra- violeta alcanzan las capas de la dermis donde se sintetiza la vitamina D. El mito de una gran diferenciacién genética entre «razas» es justo eso, un mito sin respaldo cientifico. La transformacién de simio a bumano La biologla humana se enfrenta en el siglo xx1 a dos grandes fronceras de investigacién: la transformacién de simio a humano y el enigma del paso de cerebro a mente. Por transformacién de simio a humano ime refieto al misterio de cémo un particular linaje de simios se con- virti6 en un linaje de hominidos, del cual surgieron, al cabo de slo unos pocos millones de afios, seres humanos capaces de pensar y amar, que han desarrollado sociedades complejas y mantienen valores &ticos, estéticos y religiosos. El genoma humano difiere poco del ge- noma del chimpancé, como veremos Por el enigma del paso de cerebro a mente me refiero a las cuestio- nes interdependientes de (1) cémo las sefiales fisicoquimicas que Hle- gan a nuestros érganos sensoriales se transforman en percepciones, 114, DARWIN Y EL DISESO INTELIGENTE sentimientos, ideas, arguments criticos, emociones estéticas, y valo- res éticos; y (2) cémo, a partir de esta diversidad de experiencias, sur- ge una realidad unitaria, la mente o el yo. El libre albedrio y el len- guaje, las instituciones sociales y politicas, la tecnologia y el arte son todos epifenémenos de la mente humana. A continuacidn exploraré estos dos enigmas en sucesién. La herencia biolégica se basa en la transmisién de informacién ge- nética de los padres a la progenie, en los seres humanos de forma muy similar a otros animales. El ADN de los humanos estd envasado en dos series de 23 cromosomas, una serie heredada de cada progeni- tor. E] ntimero total de letras del ADN (los cuatro nucledtidos repre- sentados por A, C, G, Ts véase capitulo 6) en cada serie de cromoso- mas es de unos tres mil millones. El Proyecto del Genoma Humano ha descifrado la secuencia de los tres mil millones de letras del geno- ‘ma humano (esto es, en una serie de cromosomas; la secuencia del genoma humano varia en torno a una letra entre mil entre genomas). Calculo que la Biblia contiene alrededor de tres millones de letras, signos de puntuacién, y espacios. Escribir la secuencia del ADN del genoma humano exigirfa mil volimenes del tamafo de la Biblia. Por supuesto, la secuencia del genoma humano no se imprime en libros, sino que se almacena de forma electrénica, en ordenadores donde la informacién puede ser recuperada por los investigadores. Pero si se deseara imprimir la informacidn, se necesitarfan mil voluimenes s6lo para un genoma humano. Los dos genomas (series de cromosomas) de cada individuo son diferentes entre si, y respecto de los genomas de cualquier otto set humano (con la insignificante excepcidn de los gemelos univitelinos, que comparten las mismas dos series de genes, pues los gemelos uni- vitelinos se desarrollan a partir de un solo évulo humano fecundado). Por lo tanto, imprimir toda la informacién del genoma sélo para un individuo exigiria dos mil voliimenes, mil por cada una de las dos se- ries de cromosomas. Ciertamente, de nuevo, hay formas mds econé- micas de presentar la informacién en la segunda serie que hacer la lis- ta de la secuencia completa de letras; por ejemplo, indicando la posicién de cada letra variante en la segunda serie relativa a la prime- ra serie. El ntimero de letras variantes entre dos series de un indivi- duo es de unos tres millones, alrededor de una entre mil EVOLUCION HUMANA 15 El Proyecto del Genoma Humano de los Estados Unidos se inicié en 1989, con fondos de dos organismos, el National Institutes of Health (NIH) y el Departmen of Energy (DOE). (Una empresa pri- vada, Celera Genomics, comenz6 en Estados Unidos algo después, pero se unié al proyecto patrocinado por el gobierno al lograr, en gran parte de manera independiente, resultados similares). El objeti- vo propuesto fue obtener la secuencia completa de un genoma huma- no en quince afios a un coste aproximado de tres mil millones de dé: lares, casualmente alrededor de un délar por cada letra de ADN. Un esbozo de la secuencia del genoma se completé antes de lo previsto en 2001. En 2003 el Proyecto del Genoma Humano estaba acabado. La secuencia se ha llegado a conocer con la precisién descada, Conocer la secuencia del ADN humano es un primer paso, pero nada més que un paso, hacia la comprensién de la constitucién gené- tica de un ser humano, Pensemos en los mil volimenes del tamafio de la Biblia. Ahora conocemos la secuencia ordenada de los tres mil millones de letras, pero esta secuencia no proporciona una compren- sién de los seres humanos mayor de lo que entenderiamos de los con- tenidos de mil volimenes del tamafio de la Biblia escritos en un idio- ma extraterrestre, del cual s6lo supiéramos el alfabeto, slo porque hubiésemos llegado a descifrar su secuencia de letras. Los seres humanos no son méquinas de genes. La expresién de los genes en los mamiferos tiene lugar en Ia interaccién con el medio ambiente, en pautas que son complejas y casi imposibles de predecit en detalle: y es en los detalles donde reside el yo. En los humanos, el «medio ambiente» adquiere una nueva dimensién, que se convierte en la dominante. Los humanos manipulan el entorno natural para que se ajuste a las necesidades de su constitucién biolégica; por ejem- plo, utilizando ropa y vivienda para vivir en climas frios. Por otra parte, los productos de la tecnologia humana, el arte, la ciencia, las instituciones politicas, y cosas por el estilo son los rasgos dominantes de los medios ambientes humanos, Dos caracteristicas manifiestas de la anatomia humana son la pos- tura erecta y un gran cerebro, En los mamiferos, el tamafio cerebral generalmente es proporcional al tamafio del cuerpo. En relacién con Ia masa corporal, los humanos poseen el mayor (y mas complejo) ce- rebro de todos los mamiferos. El cerebro del chimpancé pesa menos 116 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE de 400 gramos; el de un gorila ligeramente més, Nuestros antepasa- dos hominidos tenian, desde hace al menos cinco millones de afios, un andar bipedo, pero su cerebro era pequefio, de poco més de 400 gramos de peso, hasta hace casi dos millones de afios. El tamafio del cerebro comenzé a aumentar de forma notable con nuestros antepa- sados Homo habilis, quienes poseian un cerebro de algo mas de seis- cientos gramos, quienes se convirticron en fabricantes de herramien- tas (de aqui el nombre de habili), y que vivieron durante unos pocos cientos de miles de afios, empezando hace unos dos millones y medio de afios. Sus descendientes, los Homo erectus, tenfan cercbros adultos que llegaban a algo mds de un kilo de peso. Nuestra especie, el Homo sapiens, tiene un cerebro de més de un kilo y trescientos cincuenta gtamos de peso, tres veces el tamafio del de los primeros hominidos. Nuestro cerebro no sdlo es mucho mas grande que el de los chim- pancés 0 los gorilas, sino también mucho més complejo, El cértex ce- rebral, donde se procesan las funciones cognitivas, es en los humanos desproporcionadamente mucho mayor que el resto del cerebro cuan- do se compara con los simios. El sborrador» de la secuencia del ADN del genoma del chimpancé se publicé el 1 de septiembre de 2005. En las regiones del genoma que comparten los humanos y los chimpancés, las dos especies son tun 99 por ciento idénticas. Las diferencias pueden parecer muy pe- quefias o bastante grandes, dependiendo del modo en que uno elija mirarlas: un uno por ciento del total parece una fraccién pequefia, pero equivale a una diferencia de 30 millones de letras de ADN da- dos los tres mil millones de cada genoma, El 29 por ciento de las en- zimas y otras proteinas codificadas por los genes son idénticas en am- bas especies. De los cien a varios cientos de aminodcidos que constituyen cada proteina, el 71 por ciento de las proteinas no idénti- cas difieten entre los humanos y los chimpancés en s6lo dos aminod- . Estos son las proteinas «interruptor», que controlan la expresién de otros genes, es decir, ellas deter minan cudn- do otros genes se activan o desactivan, En conjunto, se han identifi- cado 585 genes que evolucionan a més velocidad en los humanos que en los chimpancés, entre ellos genes implicados en la resistencia a la malaria y la tuberculosis, (Podria mencionarse que la malaria es una enfermedad grave para los hunianos pero no para los chimpancés) Los genes localizados en el cromosoma Y (cl cromosoma que de- termina la masculinidad; las hembras poseen dos cromosomas X, los machos tienen un cromosoma X y uno Y, siendo el Y mucho mas pe- quefio que el X) han sido mucho mejor protegidos por seleccién na- tural en el linaje humano que en el del chimpancé, en el cual varios genes han incorporado mutaciones incapacitadoras que hacen que los genes no scan funcionales. Hay varias regiones del genoma humano gue parccen contener genes beneficiosos que han evolucionado répi- damente en los tiltimos 250.000 afios. Una regién contiene el gen FOXP2, implicado en la evolucién del lenguaje. ‘Todo este conoci- miento (y mucho mas que se obtendra en el futuro) es de enorme in- terés, pero lo que hasta ahora sabemos avanza muy poco nuestra comprensién acerca de qué cambios genéticos nos hacen distintiva- mente humanos.* No cabe duda de que comparaciones entre el genoma humano y el del chimpaneé y una exploracién experimental de las funciones aso ciadas a los genes significativos harin avanzar de forma considerable nuestro conocimiento, a lo largo de la proxima década y la siguiente, de lo que nos hace distintivamente humanos. Seguramente también, sélo Hlegaremos a tener una completa comprensién biolégica si asi- mismo resolvemos el segundo enigma, la transformacién de cerebro en mente, que mencioné antes, Los rasgos distintivos que nos hacen 118 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE humanos comienzan al principio de la gestacién, mucho antes del nacimiento, al empezar a expresarse de forma gradual la informacién lineal codificada en el genoma en un individuo cuatridimensional En un sentido importante, las caracteristicas humanas mds distintivas son las que se expresan en el cerebro, las que explican la mente y la identidad humanas. A medida que la comprensién biolégica avance, sin duda habré muchos elementos para la reflexidn filosdfica, ast como un gran niimero de cuestiones de gran significado teoldgico. El enigma del paso de cerebro a mente El cerebro es el Grgano humano mas complejo y més distintivo. Se compone de treinta mil millones de células nerviosas, 0 neuronas, cada una conectada a muchas otras a través de dos clases de extensio- nes celulares, conocidas como el axén y las dendritas. Desde el punto de vista evolutivo, el cerebro animal es una poderosa adaptacién bio- Logica; permite que un organismo obtenga y procese informacién so- bre las condiciones medioambientales y luego se adapte a ellas. Esta capacidad ha sido llevada al limite en los humanos, en los que la ex- travagante hipertrofia del cerebro hace posible el pensamiento abs- tracto, el lenguaje, y la tecnologia. Por estos medios, la humanidad ha entrado en un nuevo modo de adaptacién mucho mas potente que el biolégico: adaptacién por medio de la cultura (véase mas adelante). La capacidad més rudimentaria para reunit y procesar i n sobre el medio ambiente se encuentra en ciertos microorganismos unicelulares. El protozoo Paramecium nada, aparentemente al azar, ingiriendo las bacterias que halla a su paso, pero cuando se encuentra con una acidez o salinidad inapropiadas, examina su avance y co- mienza en una nueva direccién. El alga unicelular Euglena no sélo evita los ambientes inadecuados sino que busca los adecuados orien- tindose segiin la direccién de la luz, que percibe a través de un punto fotosensible en Ia célula. Las plantas no han progresado mucho més. Excepto las que tienen zarcillos que se enroscan a cualquier objeto s6- lido y las pocas plantas carnfvoras que reaccionan al tacto, la mayoria de ta plantas slo reaccionan a gradientes de luz, gravedad y hu- medad. forma EVOLUGION HUMANA 1/9 En los animales la capacidad de obtener y procesar informacién medioambiental reside en el sistema nervioso. Los sistemas nerviosos més sencillos se encuentran en los corales y las medusas; carecen de coordinacién entre las diferentes partes de sus cuerpos, de modo que cualquier parte sélo es capaz de reaccionar cuando es estimulada de forma directa, Los erizos y las estrellas de mar poscen un anillo ner- vvioso y cordones nerviosos radiales que coordinan los estimulos pro- cedentes de diversas partes; por lo tanto, responden con acciones di- rectas y unificadas de todo el cuerpo. Sin embargo, no tienen cerebro, y parecen incapaces de aprender de la experiencia. Los pla- telmintos planarios poseen el cerebro mas rudimentario que se cono- ce; su cerebro central y su sistema nervioso procesan y coordinan la informacién que recogen las células sensoriales. Estos animales son capaces de un aprendizaje sencillo y por tanto de respuestas variables a estimulos encontrados de forma repetida. Los insectos y sus parien- tes tienen cerebros més avanzados; obtienen precisas seftales quimi cas, actisticas, visuales y téctiles del entorno y las procesan, haciendo posibles comportamientos complejos, particularmente en busca de alimento, apareamiento sexual y organizacién social. Los vertebrados —animales con columna vertebral— son capaces de obtener y procesar sefiales mucho mas complicadas y responder al entorno de forma més variable que los insectos 0 cualquier otro in- vertebrado, El cerebro de los vertebrados contiene un enorme ntime- ro de neuronas asociativas dispuestas en disefios complejo. En los vertebrados la capacidad de reaccionar a la informacién medioam- biental esté relacionada con un aumento en el tamaiio relativo de los hemisferios cerebrales y del neopalio, un drgano que se ocupa de aso- ciar y coordinar las sefiales procedentes de todos los receptores y cen- tos del cerebro. En los mamiferos, el neopalio se ha expandido y se ha convertido en el cértex cerebral. Los humanos tienen un cerebro muy grande en relacién con el tamafio de su cuerpo, y un cértex ce- rebral que es desproporcionadamente grande y complejo incluso para el tamafio de su cerebro. El pensamiento abstracto, el lenguaje sim bélico, la compleja organizacién social, los valores, la ética y la reli gidn son manifestaciones de la maravillosa capacidad del cerebro hu- mano pata obtener informacién sobre el mundo externo e integrar dicha informacién y reaccionar de manera flexible a lo que percibe. 120 DARWIN Y BI. DISENO INTELIGENTE Con el avanzado desarrollo del cerebro humano, la evolucién bio- ldgica se ha superado a si misma, inaugurando un nuevo modo de evolucién: la adaptacién a través de la manipulacién tecnolégica del medio ambiente. Los organismos se adaptan al entorno por me- dio de la seleccién natural, cambiando su constitucién genética a lo largo de generaciones para ajustarse a las exigencias del entorno. Los humanos (y s6lo los humanos al menos en un grado importante) han desarrollado la capacidad de adaprarse a entornos hostiles modifican- do dichos entornos de acuerdo a las necesidades de sus genes. El des- cubrimiento del fuego y la fabricacién de ropa y refugio permitieron los humanos esparcirse desde las célidas zonas tropicales y subtropi- cales de Africa, a las cuales estamos biolégicamente adaptados, a casi toda la Tierra; no era necesario que los humanos errantes esperasen hasta que los genes evolucionasen para proporcionatles proteccién anatémica frente a las bajas temperaturas por medio de pelaje 0 pelo. Tampoco los humanos estén aguardando un momento futuro en es- pera de alas o branquias; hemos conquistado el aire y los mares con aparatos diseftados para volar y navegar, aviones y barcos. Es el cere- bro humano (la mente humana) lo que ha hecho que la humanidad sea la mds exitosa, segtin los parimetros mis significativos, de las es- pecies vivas, No hay suficientes bits de informacién en la secuencia completa del ADN de un genoma humano para especificar los nexiones existentes entre los treinta mil millones de neuronas del ce- rebro humano. En consecuencia, las instrucciones genéticas deben organizarse en circuitos de control que operan a distintos niveles je rirquicos, como se describié antes, de modo que una instruccién a un nivel es transportada a través de muchos canales a niveles inferio- res en la jerarquia de los circuitos de control. En las tiltimas dos décadas, la neurobiologia se ha convertido en una de las disciplinas que han avanzado més répidamente, Una inver- sién mayor de recursos econémicos y humanos ha provocado tn in- dice de descubrimientos sin precedentes. Se ha aprendido mucho so- bre cémo Ia luz, el sonido, la temperatura, la resistencia y las impresiones quimicas que reciben nuestros sentidos ponen en funcio- namiento transmisores quimicos y diferencias de potencial eléctrico que transmiten las sefales a través de los nervios al cerebro y a otras illones de co- EVOLUCION HUMANA 121 partes del cuerpo, Asimismo se ha aprendido mucho sobre cémo los canales neuronales encargados de la transmisién de informacién se refuerzan por el uso 0 pueden ser sustituidos tras sufrir algin dao; sobre qué neuronas o grupos de neuronas se encargan de procesat la informacién procedente de un érgano particular o de un lugar me- dioambiental; y sobre otros muchos asuntos. Pero, a pesar de todo este progreso, la neurobiologia sigue siendo una disciplina naciente, en una etapa de desarrollo redrico tal vex. comparable a la de la gené- tica a comienzos del siglo xx. Las cosas que mds cuentan siguen en- vvueltas en el misterio: de qué modo los fenémenos fisicos se convier- ten en experiencias mentales (los sentimientos y las sensaciones, lamadas «qualia» por los fildsofos, que aportan los elementos de la conciencia), y cémo a partir de la diversidad de estas experiencias apatece la mente, una realidad con propiedades unicarias, como el li- bre albedrio y la conciencia del yo que persisten a lo largo de la vida de un individuo.> No creo que estos misterios sean insondables; mas bien, son enig- ‘mas que la mente humana puede resolver con los métodos de la cien- cia e iluminar con andlisis filos6fico y reflexién. Y apuesco a que, a lo largo del préximo medio siglo mas 0 menos, muchos de estos enig- mas setan resueltos. Estaremos enconces en el camino para responder al imperativo biblico: «Conécete a ti mismo». En el préximo capitulo, completaremos nuestro examen de las pruebas a favor de la evolucién examinando la biologia molecular, una joven disciplina cientifica que proporciona a evidencia hasta ahora mds contundente de que la evolucién ha tenido lugar. La biolo- gfa molecular, ademés, hace posible reconstruir las relaciones evoluti- ‘vas entte los organismos vivos con tanta precisién como se desee. CAPITULO 6 EVOLUCION MOLECULAR El érbol universal de la vida abarca a todos los organismos vivos des- de su antepasado comin hasta el presente (véase capitulo 4, figura en p. 88). Las ramas del drbol representan grupos de organismos. Hay tues grandes conjuntos de ramas. Los eucariontes son todos los orga- rnismos con células complejas, que contienen varias organelas, una de los cuales, el nticleo, incluye el ADN que contiene la informacién ge- nética. Las bacterias y las arqueas son procariontes; el ADN de sus cé- Iulas no esté encerrado en un nticleo («procarionte» significa «sin nti- cleo»). Son organismos microseépicos. La mayoria de los organismos cucariontes también son microscdpicos, consistentes en una sola cé- lula. Los animales, las plantas y los hongos son organismos pluricelu- lares; estan representados como tres de las muchas ramas de los euca- riontes. Todos los organismos estén relacionados por descendencia comiin desde una sola forma de vida, representada por el «tronco» (la linea vertical en el fondo) del rbol. La biologia molecular, una disciplina que aparecié en la segunda mitad del siglo Xx, casi cien afios después de la publicacién de El ori- 124 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Sursa menor La doble helice del ADN se compone de dos cadenas enroscadas entre si, Hay cuatro clases de componentes (nucledrios),representads por A, C, G y T, las letras del alfabeto gené ‘ico, La informacin genética estdincluida en la sceuencia de letra: tres mil millones de clas en cada genoma humano. gen de las especies, ha proporcionado las pruebas més contundentes hasta ahora de la evolucién de los organismos, La biologéa molecular evidencia la evolucién de dos maneras. Primera, mostrando la unidad EVOLUCION MOLECULAR 125 de la vida en la naturaleza del ADN y el funcionamiento de los orga- nismos al nivel de las enzimas y otras moléculas proteinicas. Segundo y mds importante para los evolucionistas, la biologia molecular ha he- cho posible reconstruir relaciones evolutivas que antes se descono- cfan; y confirmar, refinar y calcular todas las relaciones evolutivas desde el antepasado comtin universal hasta todos los organismos vi- vos. La precisién con fa que se pueden reconstruir estos aconteci- mientos es una razén de por qué la evidencia de la biologia molecular es tan Gil y can convincente para los evolucionistas. La unidad de la vida Los componentes moleculares de los organismos poscen una notable uniformidad: tanto en su propia naturaleza como en las formas en las que se sintetizan y en las funciones que llevan a cabo. En todas las bacterias, arqueas, plantas, animales y humanos, las instrucciones que guian el desarrollo y funcionamiento de los organismos estén conte- nidas en el mismo material hereditario, el ADN, una larga molécula constituida por diferentes secuencias de los mismos cuatro nucledti- dos componentes (representados como A, C, G y T). Las miles de protefnas enormemente diversas que existen en los organismos son sintetizadas a partir de diferentes combinaciones en secuencias de los mismos 20 aminodcidos. Estos son los tinicos aminoacidos que for- man todas las proteinas; aunque existen otros varios cientos de ami- nodcidos. Ademés, el cédigo genético, por medio del cual la informa- cién contenida en el ADN del micleo de la célula se transmite a las proteinas, es précticamente el mismo en todos los organismos. Proce- sos metabilicos similares —secuencias de reacciones bioquimicas— son utilizados por los organismos més diversos para producir energia y constituir los componentes de las células. Muchos otros procesos son tedricamente posibles, pero sélo un ntimero limitado se utiliza en los organismos; Jos mismos procesos cn organismos con formas de vida extremadamente diferentes. La unidad de la vida revela la continuidad genética y la ascenden- cia comin de todos los organismos. No hay otra forma racional de explicar su uniformidad molecular, dado que numerosas estructuras 126 DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE Se letra fie] cdg eee ae uv c A G u Fe Ser Tie cs u Fe Ser Tir Cis c Lew Ser STOP. STOP A Lew Se STOP Tip G c Lau Pro His Ae u Lew Pro His Ag c Lew Peo Gls Ag A eu Pro Gin Ag G A Ue Tr Asn Ser u lis tr Asn Ser c Ie t is ae A Met Tr Lis ag G c Val Ala Ap Gi u Val Ala asp Gi 5 Val Ala Gia Gii A Val Ala Gia Gi G Aminocidos: cid aspirico (Asp.D), ido ghémico (Glu), alanin (AA) arin 1a (Argh), asparagin (Asn.N), cistefna (CS. fenlalanina (FeP),glicina (Cli) ha ‘amina (Gln,Q), histidina (His,H), isoleucina (Ile,I), leucina (Leu,L), lisina (Lis,K), me- tionina (MecM),prolina (Pr0,P), setina (Ser), trosina (TitT), reonina (UicT), tpt (Tap. y valina (Val) Cédigo genético mostrando los aminodcidos (o sefiales de paro) specificados para cada tuno de Jos 64 tripletes de nuclesridos (codones) del ARN mensajero. Cada serie de tes le- ‘ras consccutivas («codén») en el ADN determina un aminadcido en la enzima o proteina correspondiente. Todos los organismos uelizan las mvsmas veinte clases de aminodcidos [a ilustracidn muestra los codones de ARN para cada aminodcido, (EI ADN codifca el ARN, el cul codifica los aminodcdos: el ARN utiliza U en vez de T, pero A. C y G, al ‘gual que el ADN). Para cada aminodcido se mucstran la abrevitura de tres letras y la de tuna sola eta, en mayiscula alternativas y procesos fundamentales en principio son igualmente probables. El cédigo genético podria servir como ejemplo. Cada se- cuencia particular de tres nucledtidos (llamada «triplete» 0 «codén») en el ADN nuclear actiia como un oddigo para exactamente el mis- ‘mo aminodcido particular en todos los organismos, Por ejemplo, en EVOLUCION MOLECULAR 127 cualquier gen dado de cualquier organismo, el codén GCC deter- mina que el aminodcido alanina sea incorporado a la proteina espe- cificada por el gen; el codén GAC determina la incorporacién del aminodcido asparagina; y asf sucesivamente.? La correspondencia universal entre el lenguaje (codones) del ADN y el lenguaje (amino- Acidos) de la proteina no es mas necesaria de lo que lo es para dos idiomas hablados cualesquiera emplear la misma combinacién de le- tras para representar el mismo concepto u objeto particular. Si descu- brimos que ciertas secuencias de letras —planeta, arbol, mujer— se utilizan con significados idénticos en un ntimero de libros diferentes, podemos estar seguros de que los idiomas empleados en los libros son idénticos, esto es, no son idiomas con origen independiente, Informacién genética Los genes y las proteinas son moléculas grandes que contienen infor- macién en la secuencia de sus componentes, de forma parccida al modo como el significado de las oraciones en cualquier idioma esté expresado en las secuencias de letras y palabras. Las secuencias que constituyen los genes son transmitidas por los padres a la progenie y son idénticas de generacién en generacidn, salvo por lo que respecta a cambios ocasionales introducidos por mutaciones. Las especies estre- chamente emparentadas poseen secuencias de ADN muy similares; las escasas diferencias reflejan las mutaciones ocurridas desde su tlti- mo antepasado comin, Las especies que poscen un parentesco menos directo entre unas y otras exhiben més diferencias en su ADN que las mas directamente emparentadas, porque ha transcurrido més tiempo desde su tiltimo antepasado comiin. Esta es la nocién fundamental que hace posible la reconstruccién de la historia evolutiva, cuyos mé- todos y resultados examinaré més adelante, La nocién fundamental utilizada para reconstruir Ia historia evolu- tiva utilizando moléculas podria ilustrarse con la siguiente analogia. Supongamos que estamos comparando dos libros escritos en el mi mo idioma. Ambos libros tienen 200 paginas y contienen el mismo niimero de capitulos, Un examen mas detenido revela que los dos bros son idénticos pagina a pigina y palabra por palabra, excepto que 128. DARWIN Y EL DISENO INTELIGENTE una palabra ocasional —digamos, una entre cien— es diferente. Los dos libros no pueden haber sido escritos de forma independiente; 0 bien uno ha sido copiado del otro, 0 ambos han sido copiados, de forma directa o indirecta, del mismo libro original. En los seres vivos, si cada componente nuclestido de ADN se representa por una letra, Ja secuencia completa de nucledtidos en el ADN de un organismo superior requeriria varios cientos de libros, cada uno con cientos de piiginas, con varios miles de letras por cada pagina (véase capitulo 3). Cuando las «paginas» (0 secuencias de nuclestidos) de estos «libros» (genomas) se examinan una a una, la correspondencia en las «letras» (nucledtidos) da una evidencia inequivoca de origen comin. Pero po- demos ir un paso mas alld Como se seftalé antes, la biologia molecular ofrece dos clases de argumentos para la evolucién, basados en dos fundamentos diferen- tes. Utilizando la analogfa del alfabeto, el primer argumento dice que los idiomas que usan el mismo alfabeto —la misma molécula heredi- taria, el ADN constituido por los mismos cuatro nucledtidos, y los mismos 20 aminodcidos en sus proteinas— asi como el mismo dic- cionario —el mismo cédigo genético— no pueden ser de origen in- dependiente. El segundo argumento tiene que ver con el grado de se- mejanza en la secuencia de nucledtidos del ADN (y por tanto la secuencia de aminodcidos en las proteinas); dice que secuencias ho- miélogas de organismos diferentes serén mis semejantes cuanto més reciente sea su tiltimo antepasado comiin. El grado de semejanza en- tre las secuencias de ADN (y protefnas) es fo que hace posible recons- tuir la historia evolutiva. Regresaremos mas adelante a esta segunda clase de evidencia (véase «Macromoléculas informacionales») De Mendel a Dolly La teoria de la herencia biolégica fue formulada por el monje agusti- no Gregor Mendel en 1866, pero no llegé a ser generalmente conoci- da por los bidlogos hasta 1900: la informacién genética ests conteni- da en factores discretos, 0 genes, que existen cn pares, cada uno recibido de cada progenitor. El siguiente paso hacia la comprensién de la nacuraleza de los genes se completé durante el primer cuarto del EVOLUCION MOLECULAR 129 siglo XX. Se establecié que los genes son partes de los cromosomas, cuerpos filamentosos presentes en el nticleo de la célula (eucariota), y que estén linealmente dispuestos a lo largo de los cromosomas. Se tardé otro cuarto de siglo en determinar la composicién quimica de los genes: Acido desoxirribonucleico (ADN). El ADN se compone de cuatro clases de componentes quimicos (nucleétidos) organizados en largas estructuras de doble hélice. La informacién genética esta conte- nida en la secuencia lineal de los nucleétidos, de forma muy similar al modo en que la informacién semédntica de una frase en espafiol es transmitida por la secuencia concreta de las 28 letras del alfabeto es- pafiol. El primer paso importante hacia la comprensién de cémo se desci- fra la informacién genética se dio en 1941 cuando George W. Beadle y Edward L. Tatum demostraron que los genes determinan la sinte- sis de las enzimas; las enzimas son los catalizadores que controlan to- das las reacciones quimicas de los seres vivos. Mds tarde se supo que los aminoacidos (los componentes que constituyen las enzimas y otras proteinas) estén codificados cada uno por una serie de tres nucledtidos consecutivos (codones). Hay una correspondencia li neal precisa entre una secuencia particular de nucledtidos codifi- cadores y la secuencia de aminodcidos que constituyen la enzima codificada. Las reacciones quimicas de los organismos deben producirse de tuna forma ordenada; los organismos deben tener medios de activar y desactivar genes, puesto que diferentes conjuntos de genes estan acti- vos en diferentes células. El primer sistema de control genético fue descubierto en 1961 por Frangois Jacob y Jacques Monod respecto de un gen que codifica una enzima que digiere azicar en la bacteria Escherichia coli. El gen es activado y desactivado por un sistema de va- rios «interruptores» consistentes en cortas secuencias de ADN conti- guas a la parte codificadora del gen. (La secuencia codificadora de un gen es la parte que determina la secuencia de aminodcidos en la enzi- ma codificada). Pronto se descubrié una diversidad de mecanismos de control de los genes, en las bacterias y en otros microorganismos. Dos elementos estén tipicamente presentes: circuitos de retroalimen- tacién y cortas secuencias de ADN que actiian como interruptores. Los circuitos de retroalimentacién aseguran que la presencia de una

You might also like