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No hay camino para la paz, la paz es el camino.

Mahatma Gandhi

Septiembre de 1943 Mosc Rusia Iba camino a combate, en esos vehculos en donde ni el ms mnimo alfiler tena lugar. Nadie hablaba, slo se escuchaban murmullos de alguien que esbozaba una sorda voz. Fue un viaje agotador, solo tenamos algunas raciones de comida que alcanzaban para algunos pocos; tenamos que ser lo bastante meticulosos como para que uno no tuviera ms que el otro. Llegamos a destino, ese frio penetrante que nos traspasaba los huesos. Nuestros uniformes nos pesaban mucho, a causa de la lluvia que nos acompaaba en nuestra aventura. Uno de los objetivos que nos haban encomendado era entrar a un castillo en Mosc, tomado por el ejrcito nazi desde haca ya dos semanas. Tenamos todo lo necesario, armas, municiones, etc. Pero solo haba una cosa que no tenamos: comida. Nuestros estmagos crujan y nos dolan, el hambre era ya insoportable. Con esfuerzo y una gran cuota de orgullo, llegamos al castillo. Entramos de manera sigilosa, pero era inevitable hacer ruido con nuestras botas y hacer eco con nuestras voces. Recogimos el documento y nos fuimos rpidamente De pronto, escuchamos un grito, era mi compaero que haba recibido un disparo en una pierna por, segn l, un francotirador escondido en un rbol. Nuestro grupo respondi a ese ataque con una balacera desatada en las inmediaciones del edificio, en donde all se encontraba un batalln del ejrcito nazi. Fue un enfrentamiento atroz, los disparos venan de todos lados. Estbamos dbiles por el cansancio y el hambre, pero fue nuestro coraje y nuestro empeo que nos dio fuerzas para seguir luchando. El enfrentamiento dur varias horas. Cuando nuestro rival se dio cuenta que sus esfuerzos eran en vano, se replegaron y huyeron. Nosotros celebramos esa pequea batalla como si fuese un logro inmenso, una alegra de toda la nacin que luchaba contra un nico enemigo: la Alemania nazi. Esta guerra, para muchos de nosotros, no tena sentido, no encontrbamos respuesta a tanta saa y horror. Como la ambicin de un hombre, que con su ideologa y su nocin de raza aria ha empujado a los pueblos a luchar y defender lo que es nuestro. Y aqu me encuentro, recordando este viejo pedazo de papel que tengo entre mis manos, donde vaci mis sentimientos y pesares, mi sufrimiento y mi miedo.

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