No sera un personaje de Kafka si no fuera por mi condicin de mujer, de madre y
de sudamericana, en donde las realidades muerden ms la propia vida. Y en
donde una particular perspectiva se me fue incorporada a mi estilo y visin de vida hace unos cortos 50 aos en el centro de formacin superior ms antiguo de nuestro Per. La poltica no me ha sido ajena, menos los mltiples rostros y pretensiones del amor. Pero, ay!, el trabajo siempre me ha sido esquivo. El oficio de socilogo no es que no lo haya seguido, si a poco que ha sido ms de las veces ocupado por varones, sino que no de la misma manera como lo habra seguido un jovencito de buena posicin social y econmica que rpidamente ha coincidido en empezar a trabajar en una oficina, con horas establecidas, funciones y lmites regidos por la institucin en la que se ofreci pertenecer.