La muerte viaja a caballo Cuento de Ednodio Quintero
Al atardecer, sentado en la silla de cuero de becerro, el abuelo crey ver una extraa figura, oscura, frgil y alada volando en direccin al sol. Aquel presagio le hizo recordar su propia muerte. Se levant con calma y entr a la sala. Y con un gesto firme, en el que se adivinaba, sin embargo, cierta resignacin, descolg la escopeta. A horcajadas en un caballo negro, por el estrecho camino paralelo al ro, avanzaba la muerte en un frentico y casi ciego galopar. El abuelo, desde su mirador, reconoci la silueta del enemigo. Se atrincher detrs de la ventana, apront el arma y clav la mirada en el corazn de piedra del verdugo. Bestia y jinete cruzaron la lnea imaginaria del patio. Y el abuelo, que haba aguardado desde siempre este momento, dispar. El caballo se par en seco, y el jinete, con el pecho agujereado, abri los brazos, se dobl sobre s mismo y cay a tierra mordiendo el polvo acumulado en los ladrillos. La detonacin interrumpi nuestras tareas cotidianas, reson en el viento cubriendo de zozobra nuestros corazones. Salimos al patio y, como si hubiramos establecido un acuerdo previo, en semicrculo rodeamos al cado. Mi to se desprendi del grupo, se despoj del sombrero, e inclinado sobre el cuerpo an caliente de aquel desconocido, lo volte de cara al cielo. Entonces vimos, alumbrado por los reflejos ceniza del atardecer, el rostro sereno y sin vida del abuelo.
La lnea de la vida, Caracas, Fundarte, 1988, Pg. 11