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DECONSTRUYENDO UN POEMA Margarita Rigal Aragén José Caballero Conejero é Que es la deconstruccién®”: «La deconstrucci6n es una actividad del discurso para con el discurso y ‘como toda actividad s6lo su ejrcicio Ic s fil realmente... econstnir 0 er ‘entar los textos a sus contradiceiones internas y ala metaiisica radical de la ‘que parten, no es dest, sino leeros en sus implicaciones, presuposiciones, posibilidades no esperadas... La deconstruccién Gnicamente vive en tanto de- onsisuye textos y para los textos que analiza... Ineluso los tErmines clave como eseritura, diférance, huella, ec. son ajenos a u significacién ex el dic- cionario y no susceptibles de una definicién establen®, «La deconstruccin es una operacién que da cuenta de a autorefexin al simp de a deste ‘Deconstruction is an attempt of a transvaluation of traditional literary values>®, ‘eDeconstruir un mensaje equvate a mostrar eémo anvla Ia fosofia que ‘expresa o las oposiciones jerérquias sobre ls quest basan®. Para W. Booth la lectura deconstructiva «es simple y Hanemente parasitariar®, GBs posible la deconstrucci6n?: “Nadie ha dicho jamfs que la deonstruccin como tenia o Stoo fuera posible, pienga slo en el nivel de lo imposible y de lo que atin se evoea como Irmpensaes Estas dos preguntas junto con las cinco citas que las acompafian son s6lo un ejemplo de la dificultad que entrafia un estudio en el que el (1), Untizaremos ato largo de estas pins Is vor edeconsiuccdn» en lugae de detonstive: cin porque al jgual que Luis Cerades(raductor de Sobre la deconsrucién, Cal, 1984) ‘opinamos que: «Posblement la vecsién mis epropnda en estean de témino igs "de~ construceién fuse deconstuecin; pero hemos queridorespetr el compuesto inglés dado ‘que por su espeifiidad, al perder resonancias en eastellano, el neologisino gana 2a peci- ine pig. (2) Pomulo Yvancos, 1988, gs 139-135, (3) Gaché, ea decorstccign como erica» en Asensi e190, pg. 281. (4) Al-Basan y Yada, 1989, pig 4. (3) Caller, 1984, pig 80. (0) Miler, «creo como ann», en Asenst ed, 1990, pg. 157. (1) Dewi, 1989 1), pig, 80. 1B It «tema» (por asf decirlo) sea la deconstruccién, Pero vayamos incluso més lejos: ces la deconstruccién vinculable a la erttica literaria?, esto , es posible deconstruir un texto de cardeter literario?: Para Pozuelo Y vancos «es dudoso que una lectura semejante pueda Hevarse al campo de los textos literarios. Se tratarfa de una extrapola~ ciém®, En la misma linea de pensamiento estén las opiniones de Ro- dolphe Gasché y de Silvano Petrosio, para quienes serfa aplicable t camente a Ia filosoffa. Defienden, sin embargo su vinculacién Mauti- cio Ferraris y Garcia Berrio®. E incluso algunos, como Valery (cuyas opiniones recoge Culler), van més lejos al considerar que la filosofia ‘65 un lenguaje que pertenece a lo literario: «..si podemos librarnos de nuestras premisas habituales, nos daremos cuenta de que la filosofia, es objetivamente un género literario especial... que no debe ser situado lejos de la poesian"™, Si -segtin el padre de la deconstruccién— la deconstruccién no es una técnica ni un método, sino algo que esté en el nivel de lo imposible y lo impensable, ;cémo nos embarcaremos en un estudio deconstructi- Yista? Si muchos de los criticos literarios de nuestro tiempo opinan que la deconstruccién no es aplicable al Ienguaje literario sino sélo al fi- loséfico, zc6mo emprenderemos la deconstruccién de, digamos, un poema? Nuestro propésito aqui no es el de entrar en juicios de valor ni di- sertaciones acerca de la efectividad 0 no de esta «teorian. Bl objetivo que nos hemos marcado ha sido el de intentar aplicar el «deconstruc- cionismo» a un poema y a su versién traducida y el de analizar los obs- téculos con los que nos vayamos encontrando, indicando To afortunado, o desafortunado y del «méiodo». Pero, jes posible deconstruir un poema? Gasché en «La deconstruc- ci6n cémo erftica» recoge el pensamiento de Lyotard acerca de la poe- sfa y la deconstrucci6n; para él «la poesfa es el lenguaje deconstruido ar excellence» y lo es porque «es un lenguaje que al retrasar la comu- nicacién mediante procedimientos extralingtisticos y por exponer el laboratorio de las imAgenes desencadenando el poder seductor de la Poesfa,ajusta lo que dificulta su reflexién mediante una reflexin re- gresivas"”, Entonces, si el lenguaje poético es la tiltima fase de la deconstruc- cién, si es deconstruccién en si mismo, ;podremos deconstruir atin ‘mas un poema? ‘Tomemos como punto de partida un poema de ta escritora nortea- ‘mericana Emily Dickinson: (© Pomwelo Yvancos, 1988, ni, 130. (©) Asem, 1990, pigs. 13-14 (Go) Car, 194, pg 160, (1D sea, 1990, pgs. 272.273 «The Life we have is very great But when all Space has been beheld And all Dominion shawn ‘The smallest Human Heat's extent Reduces itt none”. Culler"? opina que para deconstruir una pieza de escritura el pri- mer paso a tener en cuenta es el de buscar el concepto clave del que parte el autor, a continuacién se debe proceder a la identificacién de las causas y efectos referidos en Ia pieza, y, por tiltimo, a Ia determina- cién del origen, Pero,’ jcudintas interpretaciones tiene un «escrito» 0 «escritura»?, evdntas lecturas diferentes? ... Una misma persona puede interpretarlo de muy distintas maneras, ni que decir tiene cusles pueden ser los re- sultados si consultamos a varios lectores. ‘Volvamos al poema que nos ocupa. Tras una primera lectura tuvi- ‘mos la impresién de que el concepto clave era la vida. {Qué t6pico!. La causa serfa la misma vida, el hecho de estar vivo, y su efecto, la muer- te, Aunque algo nos llevé a pensar: zy no serd al revés?: que la muerte sea la causa y Ia vida el efecto. ¥ el origen jcudl es el origen?, gla vida?, la muerte?: jel ser 0 el no ser? Lecturas subsiguientes nos hicieron plantearnos si la premisa o punto de pattida no seria otro, algo relacionado con la vida y la muerte, pero no éstas (ya tan gastadas como tema literario) en sf mismas, sino el tamafio, la longitu de la vida y la longitud de la muerte, Ooserva- mos que Dickinson comienza asf: y el verso «The Life that we shall see...», mostréndose asf una polaridad entre a vida y la muerte, entre el espacio conocido y el desconocido y produciéndose una curiosa inversién jerérquica, ‘Veamos cémo se efecttia esa transformacién: siguiendo a Paul de Man‘ comenzaremos el andlisis deconstructivo del poema partiendo de la dimensi6n figurativa del mismo. Comentaremos, por tanto, las fi- (14) Denia, 1989 (1), pi. 96. (15) Revogido en Deri, 1989 (1), p30

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