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SENAL QUE CABALGAMOS N°7 Ajo MoDesTA PROPOSICION PARA IMPEDIR QUE LOS NIK(OS DE LOS IRLANDESES POBRES SEAN UNA CARGA PARA SUS PROGENITORES © PARA SU PAIS Jonathan Swift ‘Trapuccion B. R. Hopenhaym Direcci6n EDITORIAL Luis Bernardo Lopez Comiré eorroRat Mario Bernardo Figueroa David Jiménez Luis Bernardo Lopez Lisimaco Parra ASISTENTE DE EDICION José Francisco Sanchez DiseXo ¥ ARMADA DIGITAL Isabel Sandoval Universtoa Nacionat De CoLomaia. Seoe Bocora FACULTAD & Ciencias HUMANAS Decana Luz Teresa Gémez de Mantilla Viceorcano Mario Bernardo Figueroa Texto de circulacién restringida y distribucién gratuita, editado exclusivamente con finalidad académica para uso en aulas de la Universidad Nacional de Colombia. Correo: senalquecabalgamos@yahoo.es Bogots, mayo 1 del afo 2c02 MOobESTA PROPOSICION PARA IMPEDIR QUE LOS NINOS DE LOS IRLANDESES POBRES SEAN UNA CARGA PARA SUS PROGENITORES O PARA SU PAIS JONATHAN SWIFT MOobesTA PROPOSICION PARA IMPEDIR QUE LOS NINOS DE LOS IRLANDESES POBRES SEAN UNA CARGA PARA SUS PROGENITORES 0 PARA SU PAIS. Esmotivo de tristeza para quienes andan por esta gran ciudad 0 viajan por el campo, el ver las calles, los cami- nos y las puertas de las chozas atestados de mendigas seguidas por tres, cuatro o seis nifios, todos en harapos, e importunando a todo viajero por una limosna. Estas madres, en vez de ser capaces de trabajar para su ho- nesta subsistencia, se ven forzadas a ocupar todo su tiempo en vagar en busca de alimentos para sus desva- lidos infantes, quienes, una vez crecidos, o se vuelven ladrones por falta de trabajo, o abandonan su querida tierra nativa para luchar por el Pretendiente en Espafia, © para venderse a los barbaros. Pienso que todos los partidos estan de acuerdo en que este prodigioso ntimero de hijos, en brazos, 0 a cues- tas, 0 en seguimiento de sus madres, y frecuentemente de sus padres, es, en la actual situacién deplorable del Reino, otra injusticia muy grande; y por ello, quienquie- ra que encontrare un método legitimo, barato y facil, de hacer de estos nifios miembros justos y iitiles de la co- munidad, mereceria que le erigieran una estatua como preservador de la Nacién y benefactor ptiblico. Pero muy lejos de mi la intencién de limitarme a proveer lo necesario para los hijos de mendigos profesos; lo que propongo es de alcance mucho mas amplio, y comprenderé a todos los nifios de cierta edad nacidos de padres que son realmente tan poco capaces de mantenerlos como los que apelan a nues- tra caridad en las calles. Eno quea mf toca, habiendo aplicado mi pensamien- to, durante muchos afios, a este importante asunto, y pesado maduramente los varios planes de otros proyectistas, siempre los he encontrado crasamente erra- dos en sus célculos. Es verdad que un nifio recién salido de su madre puede ser mantenido con la leche de ella, durante un afio solar, sin que haya mucha necesidad de otro alimento, que a lo sumo no valdra més de dos che- lines, que la madre puede sin duda conseguir, 0 su va- lor en mendrugos, mediante su licita ocupacién de mendigar; y es exactamente al afio de edad cuando yo propongo disponer de ellos de tal manera que, en vez de ser una carga para sus padres, o la parroquia, o que les falten comida y ropas para el resto de sus vidas, con- | tribuyan, por el contrario, a alimentar, y en parte a ves- | tir, a muchos miles. También mi plan presenta una gran ventaja, y es que impedira esos abortos voluntarios y esa horrible préctica de las mujeres que matan a sus hi- lijos 7 Jonatian Swit jos bastardos, iay!, demasiado frecuente entre nosotros; pues pienso que ese sacrificio de los pobres inocentes se hace més para evitar el gasto que la vergiienza, y que moveria a légrimas y piedad al coraz6n mas salvaje e inhumano. Suele calcularse en un millén y medio el ntimero de almas que habitan este Reino; de éstas puede haber unas doscientas mil parejas cuyas mujeres son parideras; de este ntimero resto treinta mil que pueden mantener a sus hijos, aunque temo que no haya tantas, bajo las pe- nurias presentes del Reino; pero concedido que las haya, quedardn ciento setenta mil parideras. Vuelvo a restar cincuenta mil, por las mujeres que abortan, 0 cuyos hi- jos mueren por accidentes 0 enfermedad antes del afio de nacidos. Asi, nacen anualmente ciento veinte mil hi- jos de padres pobres. El problema, por lo tanto, es el siguiente: dcémo se criard a estos nifios? Lo cual, como ya he dicho, segtin marchan las cosas en el presente es totalmente imposible mediante todos los métodos pro- puestos hasta ahora, porque no los podemos emplear ni en artesania ni en agricultura; ni construimos casas, ni cultivamos la tierra (me refiero a este pais). Muy rara vez. pueden, antes de los seis aftos de edad, robar para obtener alimentos, salvo cuando tienen las dotes nece- sarias, aunque confieso que aprenden los rudimentos mucho antes; sin embargo, durante ese tiempo pueden ser adecuadamente considerados como aprendices, y nada més; tal como me ha informado un caballero de nota en el condado de Cavan, quien me aseguré que en toda su vida no conocié a mas que uno 0 dos ejemplos MoDESTA PROPOSIGION PARA IMPEDIR. QUE, de menos de seis afios, aun en parte del Reino tan afa- mada por su prestisima pericia en ese arte. Nuestros comerciantes me aseguran que un mucha- cho 0 una muchacha menor de doce afos no es mer- cancia vendible, y aun cuando hayan llegado a esta edad no habrén de producir mas de tres libras, o tres libras y media corona a lo sumo, como mercancia de trueque; lo cual no puede ser provechoso para los padres ni para el Reino, pues la nutricién y Ios harapos han costado por lo menos cuatro veces mas. Voy a proponer ahora humildemente mis propias ideas, que espero no estarn expuestas a la menor ob- jecion. Un americano muy entendido, conocido mio de Lon- dres, me ha asegurado que un nifo sano y bien nutrido es, al afio de edad, manjar delicioso, nutritivo y com- pleto, ya se lo haga estofado, asado, al horno o hervido yno me cabe duda de que igualmente servird para fricasé © como guisado. Por ello, propongo humildemente a la consideracion publica que, de los ciento veinte mil nifios anteriormente computados, veinte mil se dejen para cria, de los cuales s6lo una cuarta parte han de ser varones; lo cual es mas de lo que permitimos a lanares, vacunos 0 porcinos, y mi raz6n es que estos nifios rara vez son frutos de ma- trimonio, circunstancia no muy considerada por los salvajes; por ello un varén bastara para servir cuatro mujeres. Que los cien mil restantes, al llegar al afio, se ofrezcan en venta a las personas de calidad y fortuna de todo 9

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