You are on page 1of 46
ANTROPOLOGIA, LA CIENCIA DEL HOMBRE MARGARET MEAD Ediciones elaleph.com MARGARET MEAD 6 LA FORMACION DEL CARACTER Y LA ‘TEORIA DIACRONICA Como antropélogos nosotros trtamos eon dos modos de anilisis, por una parte, el estudio de la estructura y funcionamicnta de los grupos sociales, cen los que, aunque observaciones detalladas pueden hacerse sobre Ia conducta individual, a psicologia del individuo no es examinada aqui, ¥, estudio de las relaciones entre la psicologia del indi viduo, la cultura dentro de la eual él vive, y la es ‘ructuta y funcionamiento de los grupos sociales de los que él es miembro, Radeliffe-Brown ha argu- mentado repetidamente que es posible dar un in. forme comple de una sociedad sin recurrit a m0 nningiin examen de la estructura psicologica de sus miembros individuales y sin invocar de ninguna manera las diferencias individuales entre ellos, ex- cepto en tanto estas diferencias son formalmente ejemplificadas. Asi el estudio de la cultura como una abstraccién basada sobre la conducta tradicional “observada de los miembros de un grupo dado en un periodo determinado de tiempo se ha manifestado como una aproximacién viable a un enunciado sin- cexdnico sobre muchas sociedades primitivas. Sin embargo, tan pronto como alguna nes se plantean Ia posicién entera es alterada. Si de~ bemos evitar afirmaciones de accién ante una cuestio- distancia temporal, tales como Ia lentitud de la re~ volucién industrial en Alemania fue una de las eau- sas principales de la primera guerra mundial 0. la frontera abierta provocé Ia fluidez del sistema nor- teamericano de clases , y reemplazarlas por descrip- iones cientificamente vilidas del proceso social- descripciones de cémo, en verdad, una condicién antecedente de la sociedad se convierte en alguna condicién subsiguiente- parece necesario incluir en nuestras investigaciones un estudio de los indivi- duos que se hallan involuerados en el cambio. De- hemos considerar tales individuos a la ver como reat MARGARET MEAD representantes de las regularidades culturales que cexperimentan cambios, y como personas especifica das que han podido actuar de maneras determinadas causa de las peculiaridades de las historias de sus propias vidas, Muchas de las transformaciones que son registradas en las langas expansiones temporales de la historia convencional (ales como la decaden- ia de la monarquia 0 el surgimiento del gobierno popular ) acontecen esporidicamente en la con- ducta de los individuos y silo de modo gradual se consolidan en cambios de modelo identificable Mientras esos eambios eontinian, ocurren innume- rables momentos de eleccién, y la aplicacién de la cleceién tomada puede a menudo residir en los factores peculiares de las vidas de individuos claves, Parece probable, sin embargo, que a medida que cenfrentamos cl estudio de las diacrénicas, en tanto realizamos los estudios contemporineos del cambio social, segin aeontece éte, antes de confiar en re- construcciones a partir de materiales azarosamente reservados y fragmentatios, seri necesatio desa- srollar métodos para teatar los aspectos apropiados de la psicologia individual de los pasticipantes ‘Cualquier intenco sistematico de inchs Ia estructura psicoligica de los individuos debe confiar, natural- mente, no s6lo en una adecuada teoria psicolbgica, sino también en las adecuadas teorias culturales te. ferentes al proceso de la generalizacién cultural de la conduct, Ia naturaleza de la Formacién del caricter, y la manera como Ia conducta idiosinerisiea debe set referida sistemsticamente a una base cultural y socictaria. Tal teoria adecuada dependeni de progre- sos teoréticos en un niimero de distintos ambitos (por ejemplo, las areas de sistematizaci6n nerviosa, a percepeidn, la Geta, la psicologia del desarrollo, 1h motivacién, el aprendizaje, el tipo constitucional, 1 anilisis formal de la interacci6n social, etc). Este estudio intentaed introducir un grado preliminar de orden dentro de un aspecto de este problema, tari de las clases de iregularidades que pueden ser dliscriminadas en las estructuras del cardeter de los individuos que estén sometidos a cambio segiin di- ferentes proporciones y con diferentes graclos de cultura de contacto, Los problemas de describir las corresponden: cias entre la estructura de una sociedad homogénea, lentamente cambiante, y la estructura del earieter de Jos individuos que represcntan la cultura de esa s0- ciedad comienzan a ser definidos. Nosotros hemos osquejado conceptualmente un amplio niimero de tales reas como, las relaciones entre las representa~ ciones de la estructura familiar y la estructura potiti- ca en Ia psicologia del individu, o Ia relacién a la vvex de la familia y Ia estructura politica frente @ la concepcién de lo sobrenatural; los modelos de las secuencias de iniciativa y respuesta caracteristica de las relaciones padre-hijo © nifio-nifio, segin ellas aparecen tambin en la interaccién entre amo y sir- viente, itigente y simpatizante, y las eorresponden- cias entre los tipos de saneiones empleadas en una sociedad y los tipos de estructura de conciencia ha- Ilados en los individuos. Tenemos ya una conside- rable cantidad de trabajos de observacién y anilisis sobre estos problemas y si bien el tema no ha sido. completamente explotado, por lo menos puede de cirse que algunos de esos econtornos han sido deli- reads. En este intento preliminar para introducir un grado de orden den-tro de los datos sobre el eambio cultural, los Gnicos rasgos de cada sociedad y las ideas especiales que deben ser derivadas de un estu- dio de sus instituciones particulares no deberan ser ya subray dirigida sobre aquellas regulasidades de la Formacién del carieter que resultan funciones de la homoge las. En cambio, la atencién deberi ser ncidad cultural. Aqui hemos de tratar con socieda- des bien descriptas sobre las cuales pueden expre- sarse juieios formales con amplia confianza, Por otra parte, todos los juicios de regularidades postu- Indos para las sociedades de contacto cultural cam- biante seria necesariamente aproximativos, y, en cierto grado, sugerentes mas que sistemsticos. Los términos homogéneos_y cambio lento serin usados como sindnimos, puesto que la pro- porcién del cambio en los contenidos en la cultura es menor que la proporcién en que los adultos pue- den asimilar los nuevos ingredientes. Las culturas a las que estos ta con aquellas que cambian ripidamente, La cultura que no cambia con rapider tiene real homogenei- ‘nos se aplican serin contrastadas dad, puesto que el eambio ripido provoea diferen- cias entre las generaciones comparables alas diferencias en cultura en que hay grupos de indivi- duos pertenecientes a distintas generaciones que encierran actitudes diseriminables diferentes. Como caracteristicas adecuadas det desarrollo de la personalidad en las sociedades homogéneas y lentamente cambiantes, podemos identifica: Ia con sistocia seoencal entre la experiencia de un nitio que rece en un periodo y en otto; la soma 0 total expre- ns sin de a escala de experiencia cultural en el com: portamiento de los miembros adultos de la socie- dad la prfguncin de la experiencia Futura en tanto, el niiio observa a otros inrumpir a través de secuen- cias por las que él discurtirs mas tarde; Ia console sin de la experiencia pasada segin el individuo que cece ve a los mas jovenes llegar a través de secuen- cias culturalmente idénticas a aquellas a través de las ‘cuales él ha pasado; y la antomarizcin reciente de la cconducta y la conseeuente seguridad ereciente que acompasia «a madurscién. Estas earacteristicas de erecimiento en una so- iedad homogénea necesitan poca elaboracién para los antropilogos que reconocerin en seguida que tuna infancia complaciente y una dura iniciaciin- o uuna infancia exigente y una muelle adoleseencia- pueden coexistir dentro de la pauta de aprendizaje dde una cultura dada, y que la experiencia de tales ccontrastes puede tener caherentes. implicaciones para la estructura del caricter. Ellos a menudo ba- brin documentado la estensién en que un solo ac- to- la entrega de un obsequio, el hecho de eludir a uun paricnte, el preparative para una ofrenda- con- tiene de su idioma ritual los mayores supuestos de i nosottos deseribimos los tipos re- tuna cultura, sultantes de personalidad en palabras que implican un juicio ético (por ejemplo, el atribuirles valor co- mo teniendo dignidad o denegindoles valor porque ellos earecen de la idea de progreso y el descontento divino nacido del agudo contacto cultural), 0, con el tiempo desarrollamos algunos términos. neutrales para este fin, no es pertinente tratarlo aqui. Los productos de la homogeneidad representan tipos evanescentes en la historia, pero a medida que ellos constituyen el grupo participante en la fase primaria del contacto cultural es esencial una apreciacién exacta de las regularidades en la formacién de su Por contacto de cultura primaria quiero signi- ficar aquellas situaciones en las que un individuo educado en un ambito cultural tiene que adaptarse, ya como inmigrante o como nativo dentro de cuyo grupo otros inmigran, a otro circulo de valores cul- turales, provenientes ambos conjuntos de valores de culturas homogéneas que cambian lentamente, Cada vez que una parte de esta selacién de contacto ya no debe ser referida a una cultura homogénea, sino mas bien a alguna etapa posterior del contacto de cultura, ciertas complejidades se afiaden al eonjunto. Si, por ejemplo, un segimiento de soldados, todos im de la misma remota regién rural de oecidente, legan a relaciones ditectas con un pueblo no occidental, la simuaciéa puede tener carieter de contacto cultural primasio, Si, por otra parte, el regimiento se com: pone de hombres exteaidos de la poblacién mista de una ciudad metropolitana, el contacto puede conte- er canto rasgos de contacto cultural secundarios como primatios. Un estado total de contacto cul: tural secundario acontece cuando ambos conjuntos de individuos en discusién han sido considerados fen grupos ya afectadas por contactos culcurales primasios o secundatios, y en el que los represen tantes de culturas homogéneas son relativamente ‘aros, aun aberrantes. Puesto que puede haber eual- quier miimeto de variedades de tal contacto cultural, no es posible establecer rigidas distinciones entre contactos culturales primarios y secundarios. Aun uuna distincin muy libre, parece, sin embargo, ser ltl, si bien, desde luego, las situaciones reales no serdn, en la mayoria de los casos, tan terminantes ‘como cualquier discusién sistemstica las hace apare- En el contacto cultural primario el impacto so- Ihre la formacidn del earicter diferisi sistemitica mente como entre los efectos del nueva medio 18 ambiente sobre las personalidades de los inmigean- tes y los efectos de tal inmigraciGn de los miembros de ovras culturas sobre las personalidades de los miembros nativos de la comunidad. Entre los inmi- grantes hallamos una variedad de adaptaciones, t0- das derivadas del hecho de que el inmigrante trae al nuevo medio ambiente una personalidad modelada en un ambiente previo y distinto. Il puede, en tanto vive y tabaja en la nueva cultura, continuar refi- riendo todo comportamiento a los valores de su cultura original, adaptindose s6lo a las realidades cconeretas de su nueva situacién- aprende los nom- bres propios, las rutas de los émnibus, como dar cambio- pero sigue interpretando estas actividades cen los vicjos términos. Hl puede entrar en Ia nueva cultura asi determinada para devenir parte de ella, sein logra realmente debilitar en su conciencia amplias secciones de su vida anterior y de los valo- res correspondientes, y hasta el empleo de su lengua matema puede entorpecerse 0 desaparecer cietta- ‘mente. Puede ejemplificar su relacién con la nueva cultura en términos de trabajo solamente, en tanto contintia viviendo en un enclave cultural en todos Jos demis respectos. Puede trabajar entre inmi- grantes desde su cultura original pero easarse con ‘mujer de la nueva cultura y canalizar las relacio- res de su contacto cultural a través de un modelo de hogar cambiante. Puede seguir preservando tini- camente ingredientes aislados de la vieja cultura, como leer un periddico de su anterior pais, mante- ner su condi jén de miembro de una organizacion nacional, 0 insistir en los viejos rituales familiares en las épocas festivas 0 para los rites de passage, etc., et Debemos considerar después la poblacién nat va dentro de cuya sociedad se insertan los inmi grantes. El contenido es aqui de otro orden, ya que los inmigrantes entran en selaciones supraordinadas, como tutores y profesores; coordinadas, como co- merciantes © viajantes, 0 en relaciones subordina~ das, como esclavos, trabajadores sin especializacién, © agentes de tarcas socialmente devaluadas. El estu- dio de esta especie de situacién de contacto puede acrecer nuestro entendimiento de las diferencias entre el contacto cultural y la quiebra de la gene- racién. El nativo permanece entre su propio pueblo, rodeado por un ambiente a cada uno de cuyos deta- Iles él ha aprendido a responder de una manera culturalmente coherente, Dentro de este medio am- biente se mezclan individuos que © bien toman el lugar de figuras familiares o introducen en su vida nuevos tipos de hechos frente a los cuales él no tie- ne ningin comportamiento tradicional. Sus res- puestas habituales son interrumpidas distorsionadas, aun cuando él mismo intenta perse- guir un curso igual en un mundo familiar. Cuando realiza un designio ineficaz después de otro para evocar respuestas inteligibles del inmigrante- quien permanece en un lugar familiar y est a menudo vestido del mismo modo que el nativo, pero cuya posicin y gestos son claves para un énfasis dife- rente- el resultado no es un sentimiento de que él debe revisar su propio caricter, sino el sentimiento de que el mundo ha sido fragmentado. Ein el prin-

You might also like