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1 EL MULTIGULTURALISMO ANTIPLURALISTA Phuratismo y multiculturatismo no son en si tnismas nociones antitéticas, nociones ener 450. Sicl multiculturalismo se entiende como tua sta de hecho, como una expresion que simplemente registra la existencia de una multiplicidad de culturas (con una multipl- idael de signifieados a precisar),en tal caso ‘un multiculturalismo no pkantea problemas una concepeidn plurista del mundo. En ese caso, el multiculturalismo es s6lo una de kas posibles config ' hist6ricas del plurae lismo, Pero si el multicultun bio, se considera como un valor, y un valor prioritario, entonces el discurso cambia y sur ge el problema. Porque en este caso phuralis: mo y multiculturalisino de pronto entran ext colisisin, Mientras tanto, no esti nadia caro que més multiculturalismo equivalgaa mas plural Sina determinada sociedad es culturalmente heterogénea, el pluralismo la incorpora como tal, Pero si una sociedad no loes, el plural no se siente obligado a multiculturizarla pluralismo aprecia Ia diversidad y la considera fecunda, Pero: que la diversilad te ga que muliplicarse, y tampace sostiene, por cierto, que ef mejor de Los nundos posibles sea un mundo diversificado en una diversifi cacién eternamente creciente. El pluralismo —no se olvide— nace en un mismo parto con atolerancia (supra, 121.6) y la tolerancia no censalza tanto al otro ya la alteridad: los acep- ta, Lo que equivale a decir que el pluralismo defiende, pero también frens la diversidad, Como escribe Zanfarino (1985, p. 175), “el pluralismo implica por definieién distincio- ines y separaciones, pero no ¢s abandono pas- dad ni renuncia a tende} Y, por consiguiente, el smo asegura ese grado de asimilacién cias comunitarias’ ph que ¢s necesario para crear integraciOn. Para el pluralismo, la homogeneizacién es un mal y Ja asimilacion es un bien, Adenss, el plurals ‘mo, como es tolerante, no es agresivo, no es Delicoso, Pero, aunque sea de manera pacifi- a, combate la desintegracién. E] que et pluralismo no se reconozeaen un diversificacién creciente esti confirmado en los hechos por el pli mno de pactidas, Un S partido tinico es “malo” pero dos partidos ya son buenos’, y tanto la teoria como la praxis del multipartidismo condenan la fragmen tacién de partidos y reeomiendan sistemas que no sobrepasen los cinco o seis partidos, Porque en el pluralismo de partidos se deben cequilibrar dos exigencias distintas, la repre- sentatividad y la gobernabilidad; y si multi plicar los partidos aumenta su capacidad de representar las diversidades de los elector: dos gobernabilidad, de la eficiencia de los yobier~ nos. ¥, por tanto, el phiralismo se reconoce ‘en una diversidad contenida. la ‘ica se aplica, mutatis mutandis, ala sociedad también debe compensar y ‘equilibrar multiplicidad con cohesin, im: pulsos desgarradores con mantenimiento del conjunto, Del multicultuealismo, pues, se pueden dar dos versiones, La diseziacka mis auris es, en re- multiplicacidn va en menoscabo de la sumidas que esta sometido a los eriterios del plu ‘mo. Pero hoy la version dominante del mu cculturalismo es una versiGn antipluralista, ‘efecto, sus origenes intelectuales son marxis tas, Antes de llega ricanizarse, el multiculturalismno arranea de neomarxistas ingleses, a su ver fuertemente ‘a Estados Unidos y de ame- influenciactos por Foucault y se afirma en tos alleges, en las universicades, con la introduce cién de “estudios culturales” cuyo enfaque se Centra en lat hegemonia y en la “dominacion” de tina cultura sobre ouas, También en Amé= os del multiculeuratisime smplia formacion marxis- do, por una lucha cultural an’ que les vuelve a galvanizar. Y.como en Est dos Unidos es mis dificil ignorar el plura mo que en la tradicién marxista europea, re- sulla asi que los marxistas americanos legan a ‘un multiculturalismo que niega el pluralismo ce todlos los terrenos: tanto por si intoleran- cia, como porque rechaza el reconoc reciproco y hace prevalecer la separacion so- bre la integracion Si este multiculraralismo hu los siglos en los que se estaba formando la ‘nacién na", The First New Nation (Lip- set, 1968) no hubiera nacido nunca, y Estados Unidos serfa hoy con toda probabilidiad tn sociedad de tipo balednico. E pluribus wnim (de muchos uno) resume el proceder del phi- ralismo, F pluribus disinncto (de muchos el des- meibramiento) puede @ podria compendiar, en cambio, los fi tos del multiculturalismo, Lapresentacién que de él hacen sus sin duca muy atractiva, El multiculturalismo re= fleja —se nos dice— “un deseo extendido de autenticidad y de reconocimiento que atr vies la subjetividad moderna” (Champetier, 1998, p. 7). Dicho asi, suena bien. Pero kas buenas intenciones no hastan, y de buenas i tenciones mal realizadas est empedrado el infierno, Arth los afios Schlesinger observaba al inicio de joventa que “An 10 compuesta de grupos que estin ms © menos arraigados en sus caracteres én cos" (1992, p. 16). A lo que se ha opuesto que entra esla cess es eierta en el debate cu tural, “en realidad no ha penetrad... en as actitudes, preocupaciones € las personas de la calle” (Smelser y Alexander, 1999, p.5)- rgo, esta con- adeduecion smu «lente mio- pia. Toque ocurre en las élites y su trasvase alas ma sas, Por tanto, es extraiio que a Smelser y Ale- xander se les escape como una polarizacion que se apodera primero de la Universidad, después de los medios de comunicacién, des- pués de la escuela media, acaba inevitable mente por penetrar, algunos decenios des. pués, en toda la sociedad. Es extraito también mnpre existe un desfase temporal ent porque a Smelserya Alexander nose les esc pa en cambio que el multiculturalismo es re- ciente. Como ellos mismos seitalan, tito en a crisis de 1929-1990 (la Gran Depresion), como en la revolucién estudiantil de Tos sesenta, como en el transcurso de toda la mae 108 1920, en todlas esas coyunturas “la existencia y a legit midad de una cultura nacional dominante y “hegeménica’ se daba por supuesta por toclas las partes. L tia” (1994, p. 41). Hay que sefialar también que cuando Selle singer denu cl tribalismo Ia palabra clave era roots, raices, y, por tanto, ‘que el eslogan seguia siendo el de redescu birir sus propios origenes. Pero hoy el cesto se hmaampliado, yla bandera del multiculturalis: ‘mo (en especial cuando esti emputiada por las feministas) se hace, precisamente, multi cultural, AI mismo tiempo que Schlesinger, Iris Marion Young (1990) propugnaba ya et ideal de un sistema de grupos “ais: igual poder, que no son solidarios entre st y que se reconocen uno a otro el derecho a y seguir “diversos” fines y estilos de vida. Hoy predomina, pues, un multiculturalismo que aunque sigue estando anclado en Ia etnia, sin ‘embargo, es de cufio “cultural”. ¥ por ello he- naericana no se disere yciabat una caida c e mos de partir, en nuestro aniliss, de lo que se debe entender por cultura en el multicuttu- ralismo!, Lo qe debe entender por cleus ne plaralan te preside sje 2 CULTURA, ETNIA Y EL OTRO. ¢En qué sentido e1 muticutturalismo signifi Sieuluira yenltura? Empocemos por precisa Jo que noesla cultara de los multicaltural Noes, se comprende, la “cultura cuba” la tura en la acepeidn docta de fa palabra, Tam- poco erculturaen elsignificado antropolbxeo del término, seg el cual todo ser humano sive en el mbito de una cura, dado que es un animal partante (aguas y, por tanto, “animal simbtico” (Cassier, 1948), caracter- zado por vivir on mandos simbalicos. Ni a pocoes cultura como conjuto de modelos de comportamient, es decir en un sentido beh sorta (conductista)-Y, por tino, tampoco es cultura en la acepaidn en la que los polis Jogos habtan de “cultura politica” (wéase AP ‘mond, 1970, pp. 35:57, 4547 y passin). Estas exchislones todavia no son suficientes, Pero tampoco es fil restringir mis —co ceptualmente hablando— precisamente po del multiculturalissno que el prefijo “mult no silo dice que las culturas son muchas, i también supone que son variudas, de distinto tipo, En el cesto de los multicutturalista, “cuk tra” paiede ser una identidad linghistica (por Gjemplo, Ia lengua que nos constituye como cin), una identidad religiosa, una identi- dad étnica, y para las feministas una identidad sextal sin mas, adders le “adic ir cen los significados habituales de este érmiino (por ejemplo, ka tradicién hebraica, la trad cidn occidental, la tradicién iskimica, 0 bie las costumbres de unos determinados pue bios). Este condensadisimo elenco nos hace ca que es no puede inducira enga- comprender enseguida lo hetero; la cesta y también fio, Bajo la expresién “cultura” no todo es cu tara, ¥ debe quedar claro que una diversidad ina diversidad Gtniex: son dos cultural no es cosas distinta Pera el aspecto mas singular de nuestro agregaudo esti en el combina juntos etnia y fe minismo, Se reivindica una identidad, por re- igla general, siesta amenazada; y suele estar amenazada porque se refiere a {que se considera oprimida por una mayoria. En Estados Unidos los blancos son también luna etnia; pero al ser mayoria no tienen moti= a “identidad blanca” vo para reivindlica a Pero también las mujeres son en todas pat tuna mayoria (respecto i los hombres); embargo, se declaran oprimidas. Con que t+ {ulo? Einico no, porque ls feinistas son en primerisimo lugar blanca (aunque arrastren ‘mujeres negras). Walker cuenta la victles cel ming fot como “unt ‘contin sltenaness de ardor prin de desprtar et (0. El prinero expreanel dence de veforarlactrmunided, ricano, F incluso su integracién esti en retro: cces0, Hasta est en retroceso la de los inmigra- dos “latinos” de Suramérica. Su caso deberia ser similar al de los inmigrados italians el par sado, Pero mientras que estos iltimos se inte- jgraron it la perfeecidn, la sorpresa es que hoy los latinos se resisten y que donde se concen: tran votan y eligen a los suyos: a los de su mis- ima sangre. Hoy los datinos constituyen y se en en compactas clientelas que vindlieas tangibilida lingsiist Y si las cosas suceden asi en Tos casos files —telativamente faciles— imaginemos los S06 diffciles. Los neyras que desembarcan en Italia y en Francia por lo general no son cris Ldanos, mientras que silo son todos los negros entre ous coxis— su propia salt americanos; su lengua miaterna no ¢s, como ten el caso de los negros americanos, la misma del “pais blanco”; ya diferencia Gunicocultaral csinfinitamente mayor para el negro que llega de Afiica que para una poblacicin negra que vive en América desde hace doscientos afios. segundo el de reatiemae ta ferenca” 1992, p. 4), EL Sun xl pt hitrcamene no se ha doe on {ta alternate Nal priser ma fase de ai ‘an (Ge eniende que con excepcones, ll tea) sega dade hace poo pad ave aie Aiferencias, Part una valoracion de conjuto de ‘ino noasinilacion americana, eave Lacan (197), Asi que, si el melting pot cada ver funeio peor en sus condiciones éprimas, emo pise- de funcionar en Europa? De hecho no funcio- tna. En Europa, el pais tipico de la "cudadana ficil” es Francia, Esta facilidad na ha produc. do, hasta ahora, consecuencias devastadoras porque a los magrebies se les probibe desde sus paises de origen aeeptar la doble ciudada- nia. Por tanto, el porcentaje de norteafricanos que se hace francés es eekativamente bajos y ‘esa es li cireunstancia (afortunaida) que man= tiene el voto xe lerubles (alrededor del 15 por ciento)®. In saterra es un caso distinto. porque la“puerta abierta” viene de la Commonwealth, Para ta paresa via de agua Inglaterra se enewentra en Ia situacisn paraddjica de probibir el acceso ala madre patria a sus cindadanos, digamos, ccoloniales, Inglaterra ha puesto mayores fre- nos (en 1981) ala britanizacin permitiéndola silo alos descendientes coloniales de los nacio nales (de quien era inglés ex ante en origen) Légicamente, es absurd; pero si no, Inglate- rea corria el peligro real de perder st pro idlentidad, En enanto a Italia, nuestro pats es ffobo de Le Pen a niveles to- © Hay que seralar que exe wo we ve redid por el site tna electoral desde momento que abe meta deja en tin epresenien en el Barlamento, Com an Site: Proporcionalyel yo xenGlobo pia sub sobre todo el caso ms estipido, Nuestra pol fica de inmigg condicionada n por los principios de la Revolucion Frances por una pesada herencia colonial. Esté ¢on- dicionada sobre todo, ademis de por la inefi- ciencia, por un falso tercermundismo® en que confluyen, reforziindolo de modo anormal, la izquierda y el populismo catdlico. Los casos ms graves, o potencialmente mis graves, son, pues, los casos de Francia y de Tt Tia, En los dos paises entra una inn mus dificil que la de los paises de la Common wealth que presionan sobre Inglate experiencia es que el inmigrado extracomu- nitario se integra prioritartamente en redes Gtnieas y cerradas (para ellos y sus hijos) de ‘mutua asistencia y defensa. ¥ después, en cuan: to una comunid ‘masa critica, la perspectiva es que comience a reivindicar —multiculturalismo éuoante, con ‘ayuda— los derechos de su propia identi- dad culturabeligiosa y que acabe por pasar al asalto de sus presuntos opresores (Ios nativos). La experiencia dice, pues, que “conceder ciudadania no equivale a integrar. No existe tercermundista alcanza su “1 Yéanye tn acest crite de Panebianco, que die que las "cnes dl tercermniano” son un “espienel eet plo decencin social maa que exp x buen (1588, pas) nhingtin automatismo entre ambas cosas; y el caso mus probable para nosotros es que la concesiin de ciudadania dé fuerza y peso a agrupaciones de contracindadanos, Un aleale de italiano del sur cuya elecci Gionada por el voto malioso es casi inevita- ble, aunque finjamos no saberlo, que ceda y conceda ante la mafia. Sera previsiblemente lo mismo respecto a las comunidades extraco. imunitarias, en especial si son ishimieas, si se concede a sus miembros el derecho de voto. Fse voto serviri, con toda probabilidad, para hacerles intocables en las aceras, para impo: ner sus fiestas religiosas (el viernes) e, incluso. (son problemas en ebullicién en Francia), el chadora las mujeres, La poligamia y la ablacién del clitoris. Habiendo discutido yo hace algiin tiempo nuestra politica de inmigracién y la filosofi ‘que la inspira con algunos de los argumentos sefalados antes, Li nisua de La Solidaridad Social de todos los gobiernos de centro-izquierda, me contest cen defensa de su proyecto de ley sobre Ia in ia Turco, inoxidable mi Annabels Galea (1998) comtrayescaen pode ote peck ‘ha El dl haar cx i co il de vee fr Por sic Calo ae ists bef ab ‘in dl ors osobee a poligania praca actaleate fn Part por cerca de diselente fais nan? migracién, que “la experiencia de les otros paises nos demuestra que son la diserimin: Gin y la segregaeién politica las que alimen- tan las tensiones sociales y as revueltas™. Pero este argumento evidentemente confunde en- we extranjeros que son residentes legales y ex trunjeros ilegales. Los primeros no alimentan cortocireuitos de “segregacién-revuelta”. Silos alm: imbio, los segundos; y es asi porque los sans papier (sin papeles) estin ah pero (legalmente y para el Estado de dere- cho) no deberian estar. ¥ éste es el problema, Por tanto, el discurso correcto —que corrige Jos errores del diseurso de Turco— es que las tensiones sociales y fas revueltas casi nunca se ‘originan por quien entra en un pats filtrado legalmente, sino que son originadas o exacer- bbadas por los que entran ilegalmente, Alo qu Day que aftadir que la entrada ilegal no se st nea, en el fondo, por sucesivas legalizaciones fen masa. Porque incluso asf el defecto de or gen permanece vivo. Ysigue siendo cierto que luna inmigracién incontrolada y que escapa a los criterios y controles de entrada es a la fuer- za una “ma ‘én" (lo que no quiere decir, se entiende, que esté compuesta por per- ss malas) Vane Sartor (197), pp. 70; Tuco (1997, p66 La ministra Livia Turco pasa despues a ase- gurar que “el valor simbélico del voto como prevencisn de actitudes racistas me parece in discutible. A no ser que queramos prefigurar tuna demoeracia donde una cuora de poblaci residente de modestas condiciones econémi- cas... sevea privada de los fundamentales dere- chos de ciudadania y expuesta, por tanto, a toda forma de desprecio social”. Iudiscuti- ble? Yo dirfa, por el contrario, que todas esas afirmaciones constituyen, sequitt cle consecuencias que no se derivan de sus premisas; y que kas premisasson,a st ve7, 0 confusas o falsas, Fl voto “previene” actitudles racistas? Siacaso, es lo contrario. El nowiudae dano esta expuesto al desprecio social porque cs pobre? En realidad no. Siasifitese, entonces también los asiaticos deberian estar expues- tos al desprecio social porque casi todos llega ron may pobres. En cambio, no es ast. ¥ pon- ‘gamos, por ejemplo, que el no-ciudadano sea despreciado (silo es y cuando lo es) por otras ravones. En ese caso, 2cmo vamos a curar ese desprecio con la ciudadania? ;Por favor! Hasta ahora no lo he subrayado, pero es ev dente que el problema del extrano no se plan seeuela de non a argumento de Livi Turco implictamente encuentra spovoren esa tse Giovanna Zncone’ qe “conse tea sélo por Ia distancia cultural (en el sentido ‘omnicomprensivo de [a palabra) que media entre lapoblacién que acoge y la poblacién de entrada, sino que es también un problema de tamatio, del cuanto de emigracién, Una po- blacién fo ‘antidad que se puede acoger; del 20 por cien- to, probablemente no; y si fuera del 30 por ciento es casi seguro que habria una fuerte resistencia frente ella. :Resistirla seria mo"? Admitido (pero no concedido) que Io sea, pero entonces la culpa de este de} quelo ha creado, émonos en el easo de Talia, que es un istas originarios” donde nunca bit nea del 10 por ciento resulta uma han, tun grave aejamiento de oe princpion democritco lhe Cite que personae que taba, produces bon, oe de cragestacion no participa” at de acuerdo ign ia cada so que ps ference mann mato gm bee Baa que wer ELetrajero qu, pee fn Botalon Uniden diiota de eaerete ‘ou dia, protein juicy polca,seguros (oso ‘Ge “hemes public’) sue son ton gastos nortenmerc thos Poresos servic ca ui haba ee pagar nl ‘elonitibuye? Por tanta consol pesto no pa fn lacudadaniatampaco company nos tl para Shuenert, rot sido el grupo hebreo Diispora, En Tt mo ymuere con porque los italianos sean racistas, sino porque lun racisme ajeno genera siempre, y legaclo momento, reacciones de contrarracismo. Ten- ‘yams cuidado: el verdadero racismo es el de quien provoca el racis vis integrado de toda la elracismo nace con el fascis: 8 CONCLUSIONES, E% piuratismo no ha sido nunca umn *proyee- to", Hasurgido a trompicones de un nebuloso Y suftido proceso histrico. ¥ aunque ss una visiGn del mundo que valora positivamente la diversidad, no os una Eibrica de diversidad, 0 fvun “creador de diversidades’, una diversity nnachine, El mukiculturalisino, en cambio, es tin proyecto en el sentido exacto del término, dlado que propone una nueva sociedad fia su puesta en prictica, Yesal misino un creador de diversidades que, pr. te, fabrica a diversidad, porque se dedica nae cer vsibles las diferencias ya intensificaslas, yrde ese modo lege incluso a mukiplicaras. Poctanto,el multicultiraismo no ¢—come he subrayado en’muchas ocisiones— una ¢ tinwacién y extensién det pluralismo sino que cs na inversin, un vuelco que lo nega. So- bre todoen dos aspectos. El primero se refiere al nexo entre pluralismo, asociaciones volun-

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