a
El Café
(Coffea arabica)
Existen muchas leyendas y mitos rela-
cionados con el descubrimiento del café.
Una de ellas es “La leyenda de Kaldi y sus
cabras bailarinas”. Seguin cuenta la histo-
ria, un pastor de cabras llamado Kaldi fue
el descubridor del efecto estimulante del
caféen Abisinia. Sus cabras habian estado
pastandoymordisqueandolasbayasrojas
y las hojas de un extrafo arbusto, como
consecuencia, se comportaron muy acti-
vas durante la tarde, a diferencia de otras
veces que solian estar calmadas y tranqui-
las. Al dia siguiente, Kaldi probé las extra-
fiasbayas rojas, descubriendoasielefecto
estimulante de los granos de café. Sintio
miedo por el espabilo experimentado al
creer que pudiera tratarse de una obra
del demonio, asi que decidio visitar a un
monje de su aldea natal para pedirle opi-
nin sobre las bayas. El monje arrojo las
bayas al fuego, sorprendiéndoles la nube
de aroma tan seductor que emané hacia
ellos. Desde entonces se tuestan los gra-
nos de café.
Otro mito cuenta que, encontrandose
enfermo el profeta Mahoma, el arcangel
Gabriel le ofrecié café como regalo. Be-
biendodichocafécomenzdasentirsemas
vital y fuerte, tanto es asi que se cuenta
que tuvo energia para derribaracuarenta
hombresy complaceracuarenta mujeres.
Otra leyenda diferente sostiene que la
bayas de café salvaron la vida de un disci-
pulo del maestro Omar mientras estuvo
perdido en el desierto, se trata del funda-
dor de la orden sufi Shadhiliyya (maestro
Abual-Hasanal-Shadili). El maestro Omar
fue famoso por las sanaciones realizadas
con el poder de la oraci6n. Tras la mara-
villosa escapada del desierto regres6 a
Moka (Yemen), donde mas tarde llegaria
a ser respetado como santo.
No existen documentos sobre cuando
secomenzéausarel café comoingredien-
te principal en las bebidas estimulantes,
ni tampoco cuando fueron descubiertas
las diferentes formas que disponian para
tostarlo, molerlo y prepararlo. Lo que
sabemos seguro es que ese café arabica
ha sido cultivado en Arabia desde el siglo
VI. También existe un escrito, relacionado
con Jabir Geber (Abu Musa Jabir Ibn Hai-
yan), el naturalista Arab, el cual se refiere
aesta planta como una hierba medicinal.
Ademas de esto, un autor Persa, Rhazes
(Muhammad Ibn Zakariya al-Razi) descri-
be los efectos positivos del café (Poci6n
Quawa) en sus trabajos durante el siglo
IX. En un trabajo de Avicenna (Abu ‘Ali
al-Husayn Ibn ‘Abd Allah Ibn Sina) del si-
glo XI, llamado El catalogo de la Medicina,
se refiere al café incluso como curativo.