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Arveola, IS, (2008). Congabulanio defwitive. Cadedea: Mads. Confabulario micniras alguien torae 4 mi me ‘Cantos Pesce Parturient montes seatcetar ridiculus mas ‘Honacio, Ad Pitones, 139, Entre amigos y enemigos se difundié Ia noticia de que yo sabia una nueva versiGa del parca de los montes. En to- das partes me han pedido que 1a reficra, dando muestras de una expectacién que rebasa con mucho el interés de se- mejante historia, Con toda honestidad, una y otra ver re- miti la curiosidad del pablico a los textos clisicos y a las ediciones de moda. Pero nadie se quedé content querian oirla de mis labios. De la insistencia cordi: ban, segin su temperamento, a la amenaza, a la coaccién y.al soborno, Algunos flemsticos séto fingieron indifecen- Gia para herir mi amor propio en lo mis vivo. La accién directa vendrfa que Megat tarde o temprano, Ayer fui asaltudo en plena calle por un grupo de resen- tidos. Cereindame el paso en todas direcciones, me pidie- ton a gritas el principio del cucnto, Muchas gentes que pa- saban distraidas también se detuvieron, sia saber que iban 2 tomar parte en un ctimen, Conquistadas sin duda por mi aspecto de charlatin compromerido, prestaron de buena gana su concurso, Pronto me hallé radeado por la masa compacta, Abrumado y sin salida, haciendo un total acopio de ener- gla, me propuse acabar con mi prestigio de narrador. ¥ he aqui cl resultado, Con una vaz falseada por la emoeidn, tre pado en un banquillo de agente de trdnsito que alguien me puso debajo de los pies, comienzo a declamar las palabras 65 dc siempre, con los ademanes de costumbre: «En medio de terremotos y explosiones, con grandiosas seitales de dolor, desarraigando los icboles y deseajando las tocas, se apro- xima un gigante advenimienco, ;4¥a a nacer un volcin? ¢Un tio de fuego? ¢Se alzari en el horiconte una nueva y sue mergida estrella? Seforas y sefiores: jLas montaflas estin de parto!» El estupor y la vergiienza ahogan mis palabras. Durante varios segundos prosiga el discurso a base de pura panto mima, como un director frente a la orquesta enmudecida El fracaso es tan real y evidente, que algunas personas se conmueven. «{Bravo!s, oigo que gritan por alli, animindo- mea llenar la laguna. Instincivamente me llevo las manos a la cabeza y Ia apricto con todas mis fuereas, queriendo apresurar el fin del relato, Los espectadores han adivinado que se trata del ratén legendario, pero simulan una ansie- dad enfermiza. En torno a mi siento palpitar un solo co- razén, Yo.conozco las reglas del juego, y en el fondo no me gus- ta defraudar a nadie con una salida de prestidigitador, Brus- camente me olvido de toda. De Io que aprendi en Ia escue= lay de lo que he leido en los libros. Mi mente esti en blan- co. De buena fe y a mano limpia, me pongo a perseguit al ratén. Por primera vez se produce un silencio respetuoso. Apenas si algunos asistentes participan en vaz baja a los recién Iegados, cicrtos antecedentes del drama. Yo estoy realmente en trance y me busco por codas partes del de- senlace, como un hombre que ha perdido la tazin. Recorro mis balsillos uno por uno y los dejo volteados, ala vista del publica. Me quito el sombrero y lo arrojo in: mediatamente, desechande la idea de sacar un conejo. Des- hago el nudo de mi-corbara y sigo adelante, profundizanda en la camisa, hasta que mis manos se detienen con horror en los primeros botones del pancalén. A punto de caer desmayado, me salva el rostto de una mujer que de pronto se enciende con esperanzado rubor, Afirmado-en el pedestal, pongo ea ella todas mis ilusiones ¥ Ia elevo a Ia categaria de musa, olvidanda que las muje- tes tienen especial debilidad por’las temas escabrosos, La 66 LS tensidn Mega en este momento a su maximo. :Quién fue sl alma caritativa que al darse cuenta de mi estado avis6 or teléfono? La sirena de la ambulancia preludia en el ho quzonte una amenaza definitiva, En el Gltimo instante, mi sonrisa de alivio detiene a los que sin duda pensaban en lincharie. Aqui, baja el brazo izquierdo, cn el hueco de la axila, hay un leve calor de nido. Algo aqui se anima y se remueve... Suavemente, dejo cacr el brazo a Io largo del cuerpo, con Ja mano encogida como una cuchara. Y el milagro se produce, Par el vinel de la manga desciende una ticena migaja de vida. Levanto el bra- zo y extiendo la palma triunfal. Suspiro, y la multitud suspira conmigo. Sin darme cuen- ta, yo mismo doy Ia seal del aplauso y la ovacién no se hace esperar, Ripidamente se organiza un desfile asombra- so ante el racén recién nacido, Los entendidos se acerean y fo miran por todos lados, se cercioran de que tespira y se mueve, nunca han visto nada igual y me felicitan de todo corazdn. Apenas se alejan unas pasos y ya comienzan las vobjeciones. Dudan, se alzan de hombros y menean la cabe za, Hubo trampa? {Es un ratén de verdsd? Para tranqui- lizaeme, algunos cntusiastas proyeccan un paseo en hom- bros, pero no pasan de alli, El pablico en general va dis. persindose poco a poco. Extenuade por el esfuerzo y a pun. to de quedarme solo, estoy dispuesco a ceder Ia criatura al primero que me la pida. Las mujeres remen casi siempre a esta clase de roedores. Pero aquella cuyo rostro resplandecié entre todos, se apto. xima y reclama con timidez el entrafiable fruta de fantasia, Halagado a mis no poder, yo se lo dedico inmediatamence, ¥ mi confusiém no tiene Hmites cuando se lo guarda amo- Tosa en el seno, Al despedirse y darme las gracias, explica como puede su actitud, para que no haya malas interpretaciones, Viens dola tan turbada, la escucho con embeleso. Tiene un gato, me dice, y vive con su marido en un deparcamento de lujo, Sencillamente, se propone darles una pequetia sorpresa Nadie sabe alli lo que significa un ratéa. 67 En verdad os digo Todas las personas interesadas en que el camello pase por el ojo de la aguja, deben inseribir su nombre en la lista de patrocinadores del experimenta Niklaus. Desprendido de un grupo de sabios mortiferos, de esos que manipulan el uranio, el cobalto y el hidrégeno, Arpad Niklaus deriva sus investigaciones actuales a un fin carita- tivo y radicalmente humanitario: Ia salvaci6n del alma de los ricos. Propone un plan cientifico para desintegrar un camello y hacerlo que pase en chorra de electrones por el ojo de una aguja. Un aparate reveptor (muy semejante en princt pio a la pantalla de television) organizari los clectrones en itomos, los itomos en moléculas y las moléculas en célu- las, reconstruyendo inmediatamente el camello seqin su es- quema primitivo, Niklaus ya loged cambiar de sitio, sin carla, una gota de agua pesada, También ha podido eva- juar, ‘hasta donde lo permite la discrecién de la materia, 1a energia cuintica que dispsra una pezuita de camello. Nos parece iniitil abramar aqui al lector-con esa cifra astro- ndémica. La iinica dificulead seeia en que tropicza el profesor Nib laus es Ja carencia de una planta acémica propia. Tales ins+ talaciones, extensas como ciudades, son incceiblemente ca- ras, Pero un comité especial se ocupa ya en solventar el pro- blema econémico mediante una colecta universal. Las pri- meras aportaciones, todavia um poco timidas, sirven para costear Ia edicidn de millaces de folletos, bonos y prospec: 68 tos explicativos, asi como para asegurar al profesor Nike faus el modesto salario que le permite proseguit sus calcu: los © investigaciones redricas, en tanta se edifican los in. menses laboratarios, En la hora presente, el comité sélo cuenta eon el came- Ilo y la aguja. Como las sociedades provectoras de animales aprueban ¢] proyecta, que ¢s inofensiva y hasta saludable para cualquier camello (Niklaus habla de una probable re- generacidn de cadas las células), los parques 200ldgicos del pais han ofrecido una verdadera caravana. Nueva York no ha vacilado en exponer su famosisima dromedario blanco, Por lo que toca a ta aguja, Arpad Niklaus se muestra muy oxgulloso, y la considera piedra angular de la expe- riencia, Noes una aguja cualquiera, sino un maravilloso ob- jeto dado a luz por su laborioso taleata, A primera vista podria ser confundida con una aguja comin y corriente. La sefiora Niklaus, dando muestra de fino humor, se compla- ce en aurcir con ella 1a ropa de su marido, Pero su valor es infinito. Estd hecha de un portentoso metal todavia ao clasificado, cuyo simbolo quimico, apenas insinuado por Niklaus, parece dar a entender que se trata de un cuerpo compuesto exclusivamente de isétopes de niquel. Esta sus- tancia misteriosa ha dado mucho que pensas a los hombres de ciencia. No ha faltado quien sostenga la hipdtesis risi- ble de un osinio sintética o de un molibdcno aberrante, 0 quien se atreva a proclamar pablicamente las palabras de un profesor envidioso que asegurd haber reconocida el me- tal de Niklaus bajo la forma de pequeflisimos grumas cris talinos enquistados en densas masas de sidcrita, Lo que se sabe a ciencia cierta es que la aguja de Niklaus puede re- sistir la friecidn de un chorto de electrones a velocidad ul- tracdsmica, En una de esas explicaciones ean gratas a los abstrusos matemiticos, el profesor Niklaus compara el camello en su teinsito con un hilo de araiia, Nos dice que si aproves chamos ese hilo para tejer una tela, nos haria falta todo el espacio sideral para extenderla, y que las estrellas visibles € Invisibles quedarian alli prendidas como briznas de rocio. 69 La madeja en cuestién mide millones de afios Juz, y Nik aus ofrece devanarla em unos tres quintas de segundo. “Como puede verse, el proyecto es del todo viable y hasta Giriamos que peca de cientitico, Cuenta ya con la simpatia y el apoyo moral (todavia no confirmado oficialmente) de {1 Liga Interplaneraria que preside en Londres el eminence (lat Stapledon.' . : En vista de la natural expectacidn y ansiedad que ha pro- vocado en todas partes Ia oferta de Niklaus, el comité ma- nifiesta un especial interés Hamando la atencién de todos fos poderosas de Ia tierra, a fin de que no se dejen sor- ener por los charlatanes que estin pasando camellos muertos a través de sutiles orificios, Estos individuos, que titubean al llamarse hombres de ciencia, son simples es- rafadores a caza de esperanzados incautos. Proceden de un modo sumamente vulgar, disolviendo el camello en sohu- Gones cada vex mis ligeras de icido sulftirico. Luego des. tian el liquide por el ajo de la aguja, mediante una clep. sidra de vapor, y creen haber realizado el milagco. Coma ede verse, cl experimento es inutil y de nada sitve fi- nunciatlo. El camello debe estar vivo antes y después del imposible traslado, ; : En vez de derretir toneladas de cirias y de gastar cl di- ro en indescifrables obras de caridad, las personas inte- resaas en It vida eteeea que posean un capital estorboxo, debea patrocinar Ia desintegracién del camello, que es cien- tifa, vistosa y en dltimo término lucrativa, Hablar de ge- nerasidad em un caso semejance resulta del todo innecesa- rio. Hay que cerrar los ojos y abrir la bolsa con amplitud, sy sabiendas de que todos los gastos serdin cubicrtos a pro raat El premio seri igual para codos los contribuyentes: Jo gue UFBe €S aproximar lo mis que sea posible I2 fecha de entFega. . Elmonco del capital necesario no pod uel iemptevisible final, y el profesor N ‘ser conocido has- laus, con toda ho- 1950), Autor Ue A medera (1980); Laue Men i Loaton »), Ob Stapledon: utopiata inglés (18% Ethics (1915); dost and Fret Me tar Maker (1937), Phifovophy and Livang (19 nestidad, se niega a trabajar con un presupuesto que no sea fundamentalmente elistico, Los susctiptores deben cubri con paciencia y durante aftos sus cuotas de inversion. Hay necesidad de comtratar millares de eécnicos, gerentes y obre- t08, Deben fundarse subcomités tegionales y nacionales ¥ cl estatuto de un colegia de sucesores del prafesor Nik. laus, no.tan sélo debe ser prevista, sino presupuesto en de- talle, ya que la tentativa puede extenderse razonablemente durante varias generaciones. A este respecta noestié por de- mds sefialar Ia edad provecta del sabio Niklaus Como todas los propdsitos humanos, el experimento Niklaus ofrece dos probables resultados: el fracaso y el éxi- to. Ademis de simplificar el problema de la salvacién per- sonal el éxito de Niklaus convertied a los empresarios de fan mistica experiencia en accioniseas de una fabulosa com- pafia de transportes, Seré muy facil desarrollar la desinte- gtacién de los seres humanos de un modo pedctico y eco- admico, Los hombres del maiiana viajarin a través de gran. des discancias, en un instante y sin peligro, disueltos en ri- fagas electrdnicas Pero 1a posibilidad de un fracaso es todavia mds halaga- dora. Si Arpad Niklaus es un fabricante de quimeras } su muerte le sigue toda una estirpe de impostores, su obra humanitaria no hard sino aumentar en grandeza, como una Progresién gcometrica, o como el tejido de pollo cultivado Por Cartel?. Nada impedird que pase a la historia como-el glorioso fundador de la desintegraciGn universal de capita: les, Y los ricos, empobrecidas en serie por las agotadoras inversiones, entearan ficilmente al reino de tos cielos por |i puerta estrecha (el ojo de la aguja), aunque el camello 0 pase. ¥ ctrujana feances, En 9t3 Nobel de Medicina. Reali) imposcentes inno. vaciones en cl tatarmienta de las hericlay infectadas. 7 La migala La migala® discurre libremente por fa casa, pero mi ca- pacidad de horror no disminuye. El dia en que Beatriz y yo entramos en aquella bareaca inmunds de a feria

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