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'0 SOCIAL CRISTIANO Y MEDIEVAT. Ademis, esta filosoffa implica también un desentenderse de los des- Linos del Imperio Romano. A pesar de las invasiones bérbaras, cada vez més graves, muchos crefan en la eternidad del Imperio. No asi san Agustin, Todas las cosas humans, clones politicas que han visto los hombres en Occidente, tocarian su fin, Con ello san Agustin justificaba Ia separacidn entre Iglesia y Estado, y la existencia, en realidad, de dos organizaciones supremas. dentro ‘de cada soci jles consecuencias, tanto tedricas como pri icas, de esta teorfa” 10. Para tas dos secclones precedents, , lo Brocehiei, La poten el. cisianestin, Cartroro IIT EL MEDIOEVO § 1. PROBLEMAS DE DEFINICION. ORIGENES DE LA POCA MEDIEVAL. —Des- le el Renacimiento suele designarse con el nombre de Edad Media longado periodo de tiempo que va desde la liquidacién final del Im- io Romano hasta la caida de Constantinopla en poder del Turco (1453), jen del descubrimiento de América por los castellanos (1498). Estas arbitrarias sino que el concepto mismo dentro de ella caben varias épocas, ° fechas no s6lo son perfectamé le Edad Media no es muy que tampoco pueden ser encuadradas por la divisién tradicional en Alta y Baja Edad Media. A nosotros estos problemas nos afectan relativa- poco, pero hay que consignar que existen, De Ia lectura de las 8 que siguen se deducira que hubo una larga edad de varios siglos ie, a pesar de sus muchas diferencias, posey6 un cierto tono comtin, que desprende de la estructura social predominante —Ilamada feudal muchos casos—, ma de creencias —indiscutiblemente cristia- del reparto del poder supremo —entre el Emperador y el Papa—, de 0 lientes. is germénicas en el interior del perio Romano ya desde el siglo 11, pero abiertamente a lo largo Iv prepara su desmoronamiento definitivo, cuya fecha suele fijarse 475 con la deposicién del emperador Rémulo Augistulo por Odoacro. , de hecho, para esa época toda Ia zona occidental del Imperio eoncepciones de la vida, del poder y de la religion. ‘el mundo romanizado habfan de salir nuevas organizaciones socia- | que comenzaron a tomar cuerpo hacia finales de Ia Epoca Oscura. La © Siglos Oscuros es el periodo que va del siglo 1v o Vv al vit u Vitt; de atraso y confusién, en que Ja contienda constante y el iodo tanto por el cardcter poco bri- ’8 como por la ignorancia en que esta- 1 acaecidos. importantes del periodo son el visigodo -aproximadamente, lo que son EL PENSAMIENTO SOCIAL. CIISTIANO ¥ MEDLEVAL Espafia y Francia. Los visigodos, después de establecerse defini- mente en la Peninsula Ibé: ismo (589) lograron fundirse con la pobla nizar un Estado firme, con la capital en Toledo. En esta ciudad se reunian periddicamente los Concilios, que aunaban a obispos, nobles, reyes ¥ Tas cuales dictaminaban la politica y la doctrina religiosa a seguir. La ‘gran cultura de la Espaia romana, en combinacién con el hecho de ser los visigodos mas refinados que otros pueblos barbaros, crearon ciertas condiciones favorables para el desarrollo de una filosofia en la Peninsula Tbérica. Entre los Padres de la Iglesia ya habia descollado el hispano Pablo Orosio con su obra polémica Hisiorie adversus paganos; era Orosio hombre conscente de la romania cultural, ya que no eae eta icaf ses eoetaraytoentes alana obra (417-418). Pero Orosio no era atin un medieval san Isidoro de Sevilla (570-636), y precisamente por y Sentencias atrajeron grandemente a su post dentro de la historia del pensamiento social e: ‘una serie de tradiciones hispanorromana y orga- tras escribia stt parece ya serlo sus Etimologias pa pasé a ser una zona de vida estrictamente agricola, Por mucho que deba Europa a la cultura que transmitieron los drabes, el hecho es que durante largo tiempo, éstos no sembraron més que destruccién, no s6lo en Espaiia, sino a lo largo de todas las antes présperas ciudades de las riberas mediterréneas. Estos hechos coadyuvaron también a los atrasos econémicos que se produj La €poca carolingia mejor fortuna que el gobernado por Ia el norte de Francia y al este de Alemania después de derrotar al iltimo gobernador romano de la Galia, en 486, bajo el mando de Clodoveo. Como quiera que éste se convirtiera al Cristianismo, sin haber pasado por ianismo de los visigodos, su dinastfa empez6 a gozar simpatias de Ia Iglesia; éstas se vieron plasmadas en el acto de la coronacién del rey franco Carlos el Grande, 0 Carloma; como Emperador, por el papa Leén III (800). A pesar de estos esfuc més brillante del reino franco, que tuvo co. El pueblo france, de origen germénico, ‘merovingia, se establecio definitivamente en “t ds Salvador enavarria pp. 32, EL MEDIOEVO 125 fos por restaurar las viejas tradiciones romanas, Ia situacién habia ymbiado mucho, y la llamada restauracién carolingia no Io fue més jue de nombre. Carlomagno se esforz6 por consolidar la administracion dinastia anterior a la suya, distribuyendo cargos a los comites ies en el gobierno de las pro 1a de poder que ha venido a llamarse feudalismo y que pronto mos en qué consistia. Después de esta época, el Imperio sufrié las lurisimas incursiones normandas que, en el norte, destruyeron los pos- {eros vestigios del pa oeniaes Papa se habia constituido en monarca tem- icacién ideolégica se apoyé en un docu- lamada Donacién de Constantino. En este emperador un niimero muy considerable rerrogativas de orden temporal. La coronacién de Carlomagno re ambos soberanos que se hal , ya en aquella época, Ia ct ica. Destaquemos la de La Iglesia reconoce sgtin se desprende de la Jehova como soberano. Por otra pai incmar, la jerarquia eclesidstica debe caer fuera del p nomia completa de la I tado germénico de el rey hiciera una professio de mar de Reims es un exponente de Ios mi zados por los medievales por plasmar en la reali funda de que, como dice el profesor Garcia Pelay nes sagradas. les esfuerzos reali- su creencia pro- imagenes y representaciones polit endencia hacia la sac acién de Ia imagen 196 [EL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO Y MEDIEVAL EL MEDIOEVO 17 los textos medievales” Cada cu: por debajo de él, y a ellos se del § 2. EL FEUDALISMo.— Montesquieu fue el primero, en el siglo xvitr, que utilizé la palabra feudalismo para designar con ella a un sistema EI término feudo, en cambio, es de origen perfectamente medie- ‘on la palabra feudalismo no sélo a la en la Edad Media sino a cualquier fhomenaje» que proviene, precisamente de la idea de ser hombre uien. De la ceremonia del homenaje s6lo poseemos di ismo cuando un pueblo o grupo social armado ocupa izaciOn agricola y no muy desarrollada; si los dominado- Fes son pocos y su técnica y cultura menguadas, tienen que distribuirs sobre la faz del pats y establecer relaciones personales de dependenc: con el pueblo, de modo que una centralizacién estricta del poder es Se crea asi una casta de sefiores, con dominio personal, referido al poder central —el monarca— y otra de vasallos.’ En ismo pas6 por un largo perfodo de gestacién, y aleanzé sus formas mas definidas tan s6lo durante los siglos x a xr, Es impo- 108 tiempos de Bajo Imperio mn feudal, y, por otra pai Francesa tuvo que acabar con’ algunas inst ciones que provenfan de esta época. Atin hoy, pervive, en forma absol tamente residual, una nobleza cuyos origenes supuestos serfan los feuda- Jes, y algunos latifundios creados en aquellos remotos tiempos. Nosotros no fos ocuparemos del periodo de gestacién del feudalismo, aunque si, en capitulos futuros, de su liquidacién. Concretémonos en lo que se ha llamado feudalismo clésico, y expliquemos sus instituciones princi pales. Dejemos constancia, empero, de que ni siquiera en este caso puede decirse que el feudalismo fuera un sistema que abrazara a toda Europa, rai tampoco en forma homogénea. Por ejemplo, como afirma Sanchez Al. bornoz, sabemos que —con excepcién del estado feudal catalin— los Pueblos de la Peninsula Ibérica no conocieron wn feudalismo en el sen- tido estricto! ‘manos dentro de Ias de ra de recepcidn. Todo el iene, naturalmente, cardcter sacrament lecerse firmemente la lealtad. bre todo cuando los hombres libres se constituyen en vas jervos de las capas mas mfseras esca- jaban a estos ceremoniales por ser considerades tan bajos que no posefan capacidad de ofrecer nada en cambio durante el pacto de homenaje. EI homenaje tiene Europa el feud inte del periodo medieval, el jable como imaginarse bien, este sefior podia jamente. Toda Europa se const iy6 en una marafia de feudos en los cuales podia darse el caso de qi in rey fuera vasallo de otro en determinados territorios, 0 que lo fuera Papa. A medida que pasa el wereditarias. Dentro de este marco in: Ja mentalidad de los hombres. Los feudos no podian vivir més que en flicto constante entre si. Europa vivid una nueva époc jente, volvicron a surgir las epopeyas que hal fueron los héroes sobre los que el pueblo fue construyendo leyendas y el espejo sobre el cual el noble, cuyo tinico camino era la fa mirarse. Pasando el tiempo, el torneo y la vida de corte ir, respectivamente, a Ia lucha abierta y a Ia vida Pero durante un largo periodo de tiempo, la proeza hazafia parecfan ser la tinica posibilidad vital de los sefiores feuda- i se salvé Ia cultura en cierto modo, se debié al éxito que tuvo duccién en Europa, desde el Oriente, del monasticismo. La frase jecha de que los conventos medievales eirradiaban cultura» es parcial- en realidad, en muchos casos fue al revés, la cultura se por largo tiempo de entre los demas feudalismo es una relacién de dependencia personal que . En Jos albores de la era feudal el vasallaje surgié un contrato entre el guerrero que podia prote- 10 débil a cambio de que éste le prestara servicio eco- némico, Dada Ia inseguridad de las circunstancias, este contrato se celebraba con solemnidad y establecia un vinculo de dependencia que duraba mientras vivi mos sino a su des- cendencia. De esta manera, cada sefior llegé a encontrarse con un grupo humano que, hereditariamente, le era vasallo, Estos eran sus hombres, una palabra que, como sefiala Marc Bloch aparece constantemente en Main, 1962, «Fouts ‘en Espatas en F. L, Ganshot (Quest. Formosa. Avil, Bereiona, 19 p 198 [EL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO Y MEDIEVAL Jo que se ha dado en llamar el sistema feudal. Sin embargo, y, paradéjica mente, si alguien desea buscar sus albores en la sociedad europea, tendra que volver sus ojos precisamente a aquella época, § 3. Los «Usarces» ¥ LA Carta MaGNa.—Desde la perturbacién defi is democritica desaparece la libertad politica. En el mundo romano del Imperio sus ventajas son sustituidas por las de una eficiente administracién. Después, es cierto que la clase social que de ia ley fue la burguesia, en un esfuerzo constante, que va desde el Renacimiento hasta la Revolucién Francesa, lo es también que ya en la Alta Edad Media hallamos sus primeras simientes, Son simientes nada més, pero hay que constatarlas. Tomemos los dos ejemplos més im- portantes, los Usatges del pueblo catalén y la Carta Magna del inglés. Ramén Berenguer I, lamado el Viejo (1035-1076) y su esposa Almo- dis, después de un concilio en Gerona, promulgé en Barcelona, en 1068, 1 eddigo de los Usatges que habia redactado una junta de nobles y jueces. Fueron estos tiltimos los que tuvieron la ltima palabra en su redacci6 ija por escrito las normas feu ales, asf como las obligaciones vasallaticas. Pero su intencién estribaba en sustituir con él el Fuero Juzgo, que regia para todos los cristianos de la peninsula, y dar a Catalufia algo asi como una constitucién? Desde el punto de vista de la libertad, los Usatges son relevantes porque con- ignan los derechos y las obligaciones del principe, mientras que aclaran alcance de la potestad judicial y de la Usatges son el primer monumento ju europeo que establece itaciones, da garantias y combate Ia arbitrariedad hay que exagerar, como han hecho algunos roman los Usatges como texto garantizador de imordialment podemos ver los, en pleno siglo x1, cémo las relaciones de dependencia personal inspiradas en el derecho germénico y consagradas por el feudalismo, en cuanto que se establecen como orden juridico, comienzan a producit um sistema de legalidad. Por otra parte, los Usatges, como su nombre » Pueden ser considerados como ela carta descriptiva de las cos imbres catalanas primigenias» que «definieron una realidad que ya contaba, por Io menos, un siglo de existencias." Esta realidad, como afirmaba el profesor Vicens, estaba basada en la idea del pacto, que en Catalufia Ieg6 casi a ser una ideologia; el sentido profundo de la sociedad medieval de ese pais —y en menor medida, el de otras europeas de la época— estriba en el pactismo, o sea, la concepcién de que el pacto y la sobera- nfa ha de regular toda la ‘ordenacién humana y politica de la colectividad, 4% Actnio Ramoe Oli, Historia de Boat, MU 10. F. Valls Taber historia juridioa i. ii de Cait Marston ie EL. MEDIOEVO Este hecho tiene una insoslayable ascendencia feu nuino que unfa personas a personas, no éstas a I personas se unjan para ofrecerse, resp. , © bien tierras y cultivo, cada una querfa saber hasta qué punto legaba protecelén 6 su retribucidn, Al principio solo era menester Ia palabra rercambiada, la ceremonia magica que a tales actos acompaftaba. Luego inieron Jos notarios con su tintero y pluma. Personajes importan- tes, estos notarios, parte viva de Catalufia durante siglos y siglos. No lo y medio después de los Usatges aparece un documento de lar importancia. Se trata de la Magna charta, que la nobleza inglesa te. Desde cierto punto de reforzamiento del poder real varantias personales. Segtin ella el rey no podia inmiscuirse en los dere: chos de la Iglesia, ni aumentar los tributos que no fueran prescritos por Y que podian imponerse a los sefiotes, ni conseguir ertad fue las cortapisas que puso su articulo 39 a las detenciones ilegales; dice as{ el texto famoso: dieron sus fundadores medieval § 4, Inenrto = Iouesia.—Quienquiera que eche un vistazo al mapa politico de Europa en cualquier momento de Ia Edad Media vendi subdividido en inndmeros sefiorios. Sin embat 2 sm, Bi Ae Be 13 TEL PENSAMIENTO SOCIAL GRISITANO Y MEDIEVAL tituciones y su ética econémicas, Sin conocerlas no nos sera dable entender los rasgos més sobresalientes de la filosofia social me: dieval. § 5. IDEAS, ECONGMICAS MEDIEVALES.—Las ideas econémicas medieva- Jes ‘son las de un mundo esencialmente agricola, La destruccién del comercio terrestre, y luego del maritimo, entraiié un apego considerable ala tierra como tinica fuente de riqueza. Sélo los bienes inmuebles con- taron a partir de cierto momento. La inseguridad de las condiciones hizo que todo Io que no estuviera asenta que avanzan los tiempos s¢ reconstruye el comercio, en espec y crecen las ciudades, los mercados y hasta la industria. Pero la inmen- ‘sa mayoria de la poblacién siguié siempre ligada al campo, y por muy i jue fuera la burguesfa en la Baja Edad Media, ia doctrina 's circunstancias de un entendi- de la vida y de unas fuentes de produccién fundamental- esclavitud y la de los hacer salvedades importantes. Los «siervos de la gleba» no eran consi- derados esclavos en el sentido romano de Ia palabra. Tampoco habia mereados de esclavos como en Ia Antigtiedad, quizA porque tampoco habfa comer in embargo, los siervos medievales estaban atados all terreno en que trabajar varios dias de la semana para su sefior, de quien recibi jon a veces hipotética, y al que estaban someti itos, ya que su propio amo que administraba justicia. La teoria moral no se oponia a estas prdcticas. Los Padres de la Iglesia occidental no habfan negado la esclas vitud. Algunos, como san Ambrosio, la habfan justificado sin ambages que esclavo lo es sélo del cuerpo, y que el amo no puede dominar vo tenia, pues, mala suerte, pero obedeciendo y sirviendo con paciencia, alcan~ una funcién que jugar en este mundo, y que hay que cumpl humildad y espftiiu de servicio, desde el rey hasta el humilde De este modo se justificaba plenamente el vante, Hay que afladir, ademds, que Ia esclavitud era co tuna de las consecuencias del pecado original, con lo cual aumentaba el fatalismo con que era aceptada por todos los grupos y clases sociales, EI otro gran factor econémico eran los latifundios. Estos eran ya corrientes en el Bajo Imperio, pero la conquista barbara y los repartos entre Ios conquistadores Jos afianzaron. Si la esclavitud en su forma medieval fue desapareciendo lentamente de la faz de Europa, los lati fundios permanecieron durante muchisimo tiempo, y fueron una piédra de toque en gran parte de la actividad mr al sh ne EL MEDIOEVO 133, xv. Espafia, por ejemplo, posee notables restos atin de estos re «os do tierras, Prenne calcula que el promedio de la extension de los ilundios era de unos 300 mansi, que vienen a ser 4,000 hectéreas," fue no tenfan que estar concentrados. Los terrenos podian —y solfan— @star dispersos, con lo que se creaba una intrincada red ‘en complejidad a la de las relaciones feudales y vasalléticas. 1a desigualdad econémica y de rango social que imperaba en toda la traduce en la creencia de que a cada persona le corresponde, en justicia, ¥y beneficios. Esta conformidad o, a cada uno le ha tocado en virtud de su ni sas de la repugnaneia con que el hombre medieval miraba el afén liicro, Pocos temas son tratados con mayor desdén y en forma més Santo Tomas de Aquino 1o consi 19s mas viles pecados, y con ello no hace xpresar una actitud general no es mala, pero cuyo limite no existe fs algo desmesu- \do y desordenado por naturaleza. La ganancia procedente fin de Iucro puede tener por base un trabajo, el cual no e: pero es, en este caso, una act abajo es sélo un servicio al p: simplemente com: para el propio bienestar. Lo importante es el bien. n. Pero de esto hablaremos en su lugar. del precio justo y el salario y han dado origen a especulac \pos recientes, Mas hay que consignar que padecen —en ‘medieval— de un grado considerable de ambigliedad. Estas tativa frente a la explotacién del humilde, 5 mediante los cuales puedi ja, No son un criterio objetivo, sino un ci id de desdén frente al lucro entrafiaba una desatencién as cuestiones de la ana por estos aspectos de o acerea de ‘ en sino era pro Boia terra producia, Por lo tanto wenfa de una ganancia indebida, en otras palabras, de yparados. como estaban de fos demds a. causa fc tradicionalmente se dedicaron al comer- hay nada inherente a los hebreos con ; for erstlanos leyaron a. asociarles en sus mentes ren puridad, fue ia misma sociedad cratana la que les Suns, inna eto 134 EL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO Y MEDIEVAL relegé a esta actividad. Sin embargo, Ia cup rarse de grandes sectores de esa misma sociedad. Durante Ia Edad Me- dia no era otro el motivo que empujaba a venecianos, catalanes, geno- veses por todas las sendas mediterréneas; pero no conviene tratar de ello cuando Ia verdadera eclosién de esta nueva concepcién de Ia activi- dad econémica —por mucho que ya comenzara en la Edad Media— pertenece a una época y a un espiritu que ya no son medievales. fas lucri habia de apode- Cariroto 1V EL ESCOLASTICISMO. § 1. La vipa monistica, —La vida mondstica es una in: en sus orfgenes. El Cristianismo —oriental también en su nacit estaba refiido con ella, Como vimos, los esenios practicaban unas plinas y vivian en unas comunidades que se parecen en mucho a las monacales. Pasada la primera época de predicacién y apostolado —y aun cuando grandes zonas rurales quedaban por completo ajenas a la doctrina cristiana— comenz6 a extenderse cl monaquismo, La orden mas antigua de la Cristiandad es la de san Benito, establecida segtin la IRegia de dicho santo! Los monasterios benedictinos se asentaban en medio del campo, y eran presididos por un abad, cuyos poderes eran imitados, tanto frente a los monjes como frente al obispo lo iiante el de los tres votos que haci Esta venerable orden nunca ha tenido una organiza- cada monasterio posefa —y posee— un alto grado principios ya del siglo x, se hi forma de Cluny intent volver a poner en vigor la rej Benito. Andando el tiempo se produjo un proceso sem: de los monasterios cluniacienses, y vino otra refori ‘en el siglo xi, por san Bernardo de Claraval. Otra importante fue de san Francisco de Asis (1182-1226), fundador de la orden que leva nombre oficial es de los Frailes Menores. San Franci: un practicante del evangelio, y en ello resi tejerce su personalidad en el seno del Medioevo. A la concepci6n ‘a de Ia pobreza y de Ia humildad que queda expresada en 1s de san Mateo, san Francisco afiadié un gran amor por la n: ja en Europa una tenden- i6n del mundo natural que joséfica muy. culminaré, como

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