You are on page 1of 14
1. Conceptos. }0cos términos han sido utilizados de maneras tan distintas como el de cultura. un uso muy exten dido del concepto es el que se refiere al cimulo de conocimientos y aptitudes intelectuales que posee una persona, como resultado de su educacién o su experien- cia. Asi, se habla de personas “cultas” 0 “cultivadas”, Jas que “tienen” y “poseen” cultura y se les contrasta con aquellas otras que no la tienen o no la poseen y que por Jo tanto son calificadas de “incultas”. De aceptarse este enfoque, es fécil conluir que una politica cultural debe ser aquélla que tenga por objetivo el que un mayor ni- mero de personas “adquieran” més 0 mejor cultura. Es- tose lograria a través del sistema educativo formal o me- diante medidas especificas tales como publicar mas li- bros y revistas, incrementar el nimero de especticulos, programas de radio y televisin, etc. En la misma linea puede afirmarse que existen gru- pos sociales, pueblos 0 naciones enteras a los cuales se les atribuye la posesién de “mas” cultura que a otros y * Investigador del Colegio de México. La cultura popular y la creacién intelectual Rodolfo Stavenhagen* rnuevamente, con base en esta linea de pensamiento, se puede concluir que un objetivo de politica cultural de- be ser el de “elevar el nivel cultural” de tal 0 cual colec- tividad o grupo social. Este ha sido, efectivamente, el objetivo de la politica cultural de muchos gobiernos y entidades vinculadas a lacultura, El problema de este enfoque consiste, por su- puesto, en cémo los diferentes actores —gobiernos, gru- pos, individuos— valoran las distintas manifestaciones cculturales. gules son los eriterios para determinar qué manifestaciones culturales se consideran como superio- res 0 mejores que otras? ¢Cusles han de promoverse y cules no? La historia demuestra que estas preguntas res- ponden con frecuencia a planteamientos econémicos y politicos més que netamente culturales, sobre todo en Ia situacién colonial y en las relaciones entre paises in- dustrializados y el Tercer Mundo. Pero frente a una vision etnocéntrica de la cultura, las ciencias sociales manejan un concepto més amplio de la misma y sobre todo la antropologja ha desarrollado 1 enfoque del “relativismo cultural”. En esta perspec- tiva, cultura es el conjunto de actividades y productos ma. teriales y espirituales que distinguen a una sociedad de- terminada de otra, Si esta definicién es amplia y ambi: ua, recordemos que en la literatura sociol6gica y an- tropolégica podemos encontrar mas de doscientas defi- niciones distintas de cultura. Lo importante de esta perspectiva es que no plantea aprioristicamente 1a superioridad 0 inferioridad de cualquier manifestaciOn cultural sino que acepta, por principio, que todo elemento cultural es el resultado de tuna dinamica social especifica y responde a necesidades colectivas. La cultura, entendida de esta manera, es la respuesta de un grupo social al reto que faccién de las necesidades basicas que tiene toda colec- tividad humana. En esta perspectiva vale la pena subra- var varios elementos: a) La cultura como proceso colectivo de creacién y b) La cultura como herencia acumulada de genera- ciones anteriores; 6) La cultura como conjunto de elementos dinémi- ‘cos que pueden ser transferidos de grupo a grupo y en su caso aceptados, reinterpretados 0 recha- ‘zados, por grupos sociales diversos, Esta vision antropologica de la cultura, vale la pena re- petirlo, no es ampliamente aceptada por gobernantes, funcionarios, pedagogos, intelectuales y pueblo en ge- neral, Sigue prevaleciendo en el estudio y el manejo de la cultura un conjunto de prejuicios més o menos arrai- stados de acuerdo con las circunstancias, que afectan en ‘mayor o menor grado la politica cultural de las naciones. Existen diversos problemas no resueltos en el anilisis, de la cultura desde el punto de vista de las eiencias so- ciales. Uno de ellos se refiere a la escala y los limites de Jo que seria “una” cultura con rasgos distintivos propios y una cierta congruencia interna, es decir, que mani- fiesta un “patron” identificable. Asi, hoy en dia se oye hablar con frecuencia de la di fusién de una cultura global o universal, en la que la hhumanidad entera participa de manera ereciente en un conjunto de valores culturales. No cabe duda que este proceso de universalizacién cultural tiene lugar pero es dudoso y, en todo caso, a mi juicio, indeseable, que al- sin dia una supuesta cultura universal legue a Sustituir 6 totalmente a las culturas regionales y nacionales. En todo caso, muchos elementos de esta cultura universal en ges- tacién son difundidos y transmitidos por los medios de comunicacién masiva los cuales, dada la estructura eco- nomica de los medios de informacién en el mundo, re. ‘cogen y comunican modelos culturales generados ¥ di- seminados por los grupos econémicos dominantes en la estructura internacional. De tal modo, la anunciada cul. tura universal puede considerarse en parte, como una forma de dominacién cultural Una unidad de andlisis mas manejable que la de cul. tura universal es sin duda la de areas y regiones cultu. rales, para las que los autores con frecuencia utilizan el término de “civilizacién”. Asi se habla de la civilizacién ‘occidental u oriental, y también del area drabe-islimica ‘o bien, mas cerca de nosotros, de una cultura latinoa mericana en contraste con otra angloamericana o an- slosajona. Los espafoles hablan de hispanidad y los fran- ceses de francofonia. Churchill escribié una historia de los pueblos de lengua inglesa. Gilberto Freyre invents ‘el concepto de civilizardo luso-tropical. Definir los limi- tes y detallar las caracteristicas fundamentales de cada tuna de estas ivilizaciones 0 dreas culturales es, sin du- da, tarea para especialistas, cuyos criterias no siempre coinciden. Pero no eabe duda que el mundo de las “ci vilizaciones” o, para plantear la problematica en térmi ‘nos menos ambiciosos, el de las “reas culturales”, es una realidad que no puede ser ignorada y que no debe sos- layarse en todo enfoque global de politica cultural Tal vez la unidad mas frecuentemente utilizada en es tudios sobre la cultura sea la “cultura nacional”. Esta cobra vigencia a partir del momento hist6rico en el cual se constituyen los estados nacionales modernos. La lu: ccha por a cultura nacional se plantea al mismo tiempo que la lucha por la unidad politica y la independencia politica y econémica, La cultura (sobre todo la lengua, tal vez su expresiGn mas importante) se afirma en todos los casos como un elemento fundamental en Ia defini cién misma de una nacién. La politica cultural llega a set factor de primera importancia para lograr fa nece- saria integracién nacional y para el fortalecimiento de los nuevos estados. Para ello éstos han utilizado el siste- ma educativo, asf como los diversos medios de comuni- ‘cacién y han manejado distintas ideologias al servicio de la construceién nacional. La “cultura nacional” es, por consiguiente, a la vez resultado de cierta dinémica histérica y de un voluntarismo politico, El problema de la cultura nacional se complica en ‘el caso de los estados multinacionales o pluriculturale’, y precisamente otra unidad de anélisis es la de minoria nacional, étnica o cultural en el interior de un estado, ‘nacional o multinacional. La “cuestién nacional”, co- mo se le ha llamado a veces, ha tenido un largo y agi- tado historial en précticamente todas partes del mundo, {pero en menor grado en América que en cualquier otro tontinente),y sigue tan vigente como a principios de este Sielo. Se puede tal vez afirmar que pocos son los estados ‘que han resuelto a entera satisfaccion esta problemati- ta, que adquiere a veces caracteristicas de grave con- flicto social y politico, sobre todo en las naciones que ‘obtuvieron su independencia politica después de la Se- gunda Guerra Mundial. La manera en que los estados nacionales compuestos de diversos grupos étnicos resuelven el problema de la cultura depende de muchos factores, entre ellos, el es- ‘quema ideologico dominante de quienes detentan el po- der politico, la capacidad organizativa y la fuerza eco- némica de los propios grupos étnicos, asi como el mode- Jp cultural legado por el colonialismo. Podemos hablar, pues, de una gran cadena que in- luiria los siguientes elementos: cultura universal — cul- tura regional — cultural nacional — cultura étnic en la cual los distintos elementos se encuentran estrecha- mente entrelazados en la dindmica del desarrollo com- temporineo y cuyos limites no son faciles de establecer. No cabe duda, por lo demas, que cada uno de los ele- mentos de la cadena incluye en los otros. Asi, practi- camente no existen hoy en dia culturas étnicas minori- tarias que no hayan absorbido distintos elementos de las Mamadas culturas nacionales, regionales y universal. Por otra parte, todas ellas contienen a su vez rasgos 0 cle- mentos tomados de las demas. Por ello es necesario su- brayar que estos conceptos de cultura han de conside- rarse no como factores estiticos ¢ inmutables sino més bien como procesos dinimicos en constante interaccién. E] panorama del analisis cultural se complica biamos de perspectiva. Cada vez con mayor frecuencia la literatura especializada est dedicada al concepto de “eultura de clase”, es decir, el conjunto de elementos cul- turales que distinguen a las diferentes clases tn sistema econdmico dado. ¢Quién no habla hoy en dia de cultura burguesa, caracteristica del sistema capita- lista?

You might also like