Betty Meggers - Amazonia

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AMAZONIA hombre y cultura en mn paraiso ilusorio por BETTY J. MEGGERS >» siglo veintiuno editores, sa de cv siglo veintiuno de espafia editores, sa siglo veintiuno argentina editores Siglo veintiuno editores de colombia, da Be gatioy aa dev toes 6825-10 prioern clin en inglés, 1971 derechos reservados conforme ala ey irony hecho en miclprinted al made in mexico 1 EL ECOSISTEMA La investigacidn de ta relaciéa del hombre eon sw medio ambiente, puede hacerse de dos maneras: 1) eseoger una cultura determinada y analizar Ia forma en que se ar- ticula con au habitat, © 2) elogir ciorto tipo de ambien- te analizar las variacfones que en el tiempo yl espacio presenta la adaptacién cultural, dentro de los linites de ese medio, Como hasta ahora no se han realizado ‘estudios de exmpo con una orientacién ecoléxica en las ticrras bajas de Amazonia, adoptaremos aqui ef segundo método, Antes de emprender el andliis de ta adaptacién del ser huumano, es necesario definir los limites de Amazonia. Para elegir un ctiterio satisfactorio, se debe admitir que no todos los aspectos de un medio ambiente tienen igual iimportancia para todas las clases de organismos. Por el contrario, en el curso de su evolucién, cada una de las esperies de plantas y animales desarrolla una relacién csirecha solamente con un sesmento reducido del total de su medio ambiente. El nicho que ocupan puede defi- nire de acuerdo con la clevaciSn, las earactersticas gquimicas del suelo, Ia naturalem de los alimentos dis- ponibles, I temperatura mixima o mfaima, 0 un sinnt Inero de ottos parimetros. Aunque los Factores limitan- tes varion en su forma y rigor, ninguna especie es capzz de prosperar igualmente bien ea cualquiera de las pos'- bles condiciones ambientales, La identificacién de las caracteristicas ambientales U9] 0 i eeostaranca sis importantes para la adaptacién humana se ve com= plicada por la capacidad del hombre para protegerse de muchas condiciones biolégicamente adversas. mediante Ja cultera. Sin embargo, un aspecto importante en el (que la cultura no siempre puede contrarrestar por com pleto las deficiencias ambientales, es la cantidad y cali= dad de los recursos disponibles pra la subristencia, Las plantas y los animales, aunque sean domesticados, re- Guieren determinadas combinaciones de temperatura, Iumedad y nutrientes; aunque algunas de las deficien- cas pueden mitigarse culturalmente, otras son resultan tes de las condiciones fisicas, quimicas y_atmostéricas y quedan fuera del control huano. Como la cultura no puede alcanzar mis que un nivel minimo de comple Sidad sin contar con un suministro eoncentrado y abun- Gante, de alimentos, las diferencias en el potencial de subsistencia constitayen el agpeeto mas importante del medio, desde el punto de vista de la adaptacién hu- Siendo date el caso, es evidente que Ia extensién geo- sgrifiea de la cuenea del Amazonas es una base inade- uada para demarcer Amazonia, pues las cabeceras de Jes principales tributarios drenan regiones con grandes iferencias de altitud, régimen de lluvias, temperatura, topogralia y muchos otros rasgos climiticos y edafic que afectan a la subsistencia y en especial al potencial agricola, Ni las Uuvias la temperatura o Ta altitud pue~ den wiilizarse aisladamente, puesto que su interaccién. influye en el crecimiento de las plantas de manera com- pleja, No cbstante, las plantas silvestres se ven tan afec- tadas por las condiciones ambientales como las cultiv ddas, de modo que Ia aparieién de un tipo uniforme de vegetacién primacia proporciona indicios de uniformidad general en aquellos aspectos del ambiente més impor- {antes para la adaptacién humana, En las tirras bajas sudamericanas, Ia. selva_ tropi cal luviosa prevalees en un area de unos 5 750.000 kin. suxoio Anainxre monohoice a ineluyendo la mayor parte de la cuenca amazénica y extendiéndose hacia el norte sobre las Guayanas hasta Ja desembocadura del Orinoco (Fig, 1). De un modo general, comprende la vegetacién predominante por de- bajo de los 1500 m de altitud, donde la variacién media anual de Ja temperatura no excede de 3°, donde lueve 130 0 mas dias del affo, y la humedad relativa excede normalmente dé 80 por ciento. Donde el suelo es dema- siado poroso para retener la humedad durante la esta- ‘ign seca, aparecen pequeiios enclaves de sabana que 1cen de importancia, pues no ofrecen ventajas espe- Ciaies para ser explotadas por el hombre. A pesar de su vasta extensin, el ecosistema de las tierras bajas de le selva tropical constituye un ambiente distintivo y nota- blemente homogéneo, debido a su larga historia geolé- gica, su clima uniforme y su localizacién_ecuatoral Puesto que estas caracterfsticas inorginicas establecen las fronteras dentro de las cuales se desarrollan la adap- tacidn biolégica y cultural, a historia debe empezar con lls. a, MEDIO AMBIENTE INORGANICO Hace unos 600 millones de afios, en tiempos precim- bricos, las altiplanicies de las Guayanas y Brasil (que ‘corresponden a los segmentos norte y sur de Amazonia) fueron montafias prominentes de un continente desapare- ido mucho tiempo atris, Millones de afios de erosién ‘quimiea y fisiea han reducido los picos a cerros redon- ddeados y mesetas aisladas, transformando e! suelo, que tuna vez fue rico, en granito inerte y arena blanca. Durante el Carbonifero, ol mar se retiré gradualmente, dejando al descubierto’tierras bajas bafiadas por rios ‘que fluian hacia el oecidente. Hace unos 70 millones de ‘aioe se elevé la cordillera andina, lo que provocs la fore 2 1 noosiermch macidn de un extenso lago de agua dulee en Ia parte central de la euenca del Amazonas, que perduré durante la mayor parte del Terciario (Fig, 1), En los dos peri dos de inundacién se depositaron sedimentos que termi naron aleanzando un espesor de mis de 2000 m. A prin cipios del Plestoceno, la unién oriental entre los dos escudos, el brasilefioy el de las Guayanss, se habia des sastado lo suficiente para ser rota, La embestida del agua ort el blando fondo del lago, con el resultado de «que hasta hoy el canal del Amazonas tiene una profundidad ‘de més de 100 m en varios sitios agua abajo de Manaus, En los milenios siguientes el sistema de drenaje de Ja cuenca dol Amazonas tomé gradualmente su forma actual Esta historia geolégica ha producido un terreno extra- rdinariamente plano. El rio principal slo desciende 65 m, entre la frontera peruana y el eeéano, una dis tancia de 3000 km; once de sus tributarios recorren sis de 1600 km sin ser interrumpidos por wna sola caida 0 por ripidos. A pesar de esta pendiente minima, la corriente del Amazonas mantiene wna velocidad media de 25 km por hora en la estacién seca; en tiempo de crceiente, la tasa del flujo se eleva a mais del doble, bajo Ja presn del tremendo yolumen de agua que se depo- sita en el érea de drenaj. ‘La baja elevation y su ubicacién ccuaterial propor: jan a. Amazonia una temperatura notablemente sini forme, Hay escasa variaciin estacional en In duracién, del dia © en 4a intemsidad de Ia radincién solar; In temn- Deratura media del mes mis cilido es sslo $° mayor que Ia del mes més frfe, Hay mayor variaciSn en un Periodo de 2¢ horas, particularmente durante la esta: tn seca, cuando el promedio de temperaturas altas Tega eas 32° y el de bajas a cerca de 21° A la temperatura eflida se unen uma pesada_precipi- ‘acim y elevada humedad. La precipitacin anual exce- de 3000 mmm, en el noroeste ya lo largo de In costa ig. 1. Estructura geoldgica de In cienca del Amazonas FEL drea de las verrat bajar de la velva tropical esti mareada ‘con la linea grace. Sas porciones norte y surete son de forigen preciibrico y psletmoicn, mientras que Ia parte ea tial y occidental esth compueta de sclimentos depotades durante el Terciari. Los stelos de origen reciente se Fimitan los de In vareea o Marra de inuadaciin del Amazonas rodio y bajo y a las cabeceras del Madeira en el sin, en ‘donde se deposian anvalmente los sediments trasportadas desde los Andes. (Seyin Gibbs, 1967, Fig. 2) nordeste, y la mayor parte de la zona recibe més de 1500 mm. Las poreiones con mence de 1500 mm son poco significativas (Fig. 6). A medida que disminuye, Ja precipitacién anual tiende a convertiree progresivar mente en estacional, de modo que gran parte de Ama zona experimenta dos o tes mises con Ihivias estasas © nulas, Sin embargo, basta en estos meses de “verano” 4 a eooetsrench Ja hunedad relativa por lo general sigue siendo superior ‘4.80 por ciento. La deseripcién de las Havias tropicales segtin los pro- ‘medios anuales, oculta dos caracteristicas de gran im- portancia ecolégica: Ja intensidad y la variabilidad, Gerea de 20 por eiento de las Huvias exen en forma de aguaceros, capaces de producir cuando menos 1 mm de Muvia por minuto, durante un minimo de cinco mi- nutes, Se ha estimado que el volumen de agua que se precipita en esos chaparrones torrenciales 3 40 veces mayor que el que se registra en las Intitudes templadas, ppor Jo que constituye un potencial formidable para la lixiviacién y la erosién. El total anual de la precipita- ccién_pluvial y su distribucién mensual pueden variar mucho de un affo a otro, Un afio hémedo puede recibir ‘cuatro o cinco veces més lluvias que uno seco, y existen iscrepancias a(n mayores. Por ejemplo, el drva det Esequibo superior, al sur de Guyana, recibié 44 mm en diciembre de 1954, y 06 mm en diciembre de 1955, Aungue la vegetacién silvestre parece no sufrir mucho con esas fluctuaciones imprevisibles, pueden tener un efecto desastroso en les cultivos recién plantados ‘A pesar de una precipitacién pluvial tres voces mayor aque la del contro de los Estados Unies, la erecida anual normal del Amazonas es s6lo un poco mayor de 10m, © sea la mitad de lo que aleanza la ereciente del Ohio euando pasa por Cincinnati, Esta eontradiecién se ex- plien por el curto ecuatorial del Amazonas, Io que coloca en diferentes hemisferios as eabeceras de los ‘wibutarios del norte y del sur. La intensidad de Jas Thi- vias 5 regulada por la cxclacién anual de las masas de aire, al norte y el sur del Ecuador, segiin la variae ign estacional de la posicién del sol. En coniecuencia, 1 méximo de la estacibn laviosa cae entre octubre y abril fen el sur, en tanto que en el norte ocurre entre abril y agosto. Puesto que los rios del sur estin en bajante cuando empiezan a crecer los del norte, sus aguas se Maxpio Anauiere voRaioco % combinan para producir wna sola ereciente en el Ama- zonas (Fig. 2). De no ccurrit esto, Ia aflueneia anual seria catastrofica y no existria el ecosistema de Ia lla- 300 = 8 r MILIMETROS: eae Soe, 2 Fig. 2. Efectos de a Jocalizacin ecuatorial del Amazo- nas en la crecida y el descenso del ro, En el hemisferio norte (Iinea punteada) 1a estacén Thviosn se. extends. de agerto; mientras que en el hemiserio sur (linea de trazos) los meses més Iimedos ton de octubre abril. Coro los tributarios “del sur erveen cvando empiezan a bajar los del nore, se produce wna sola creciente del Ama zoaas a mediados de junio. 26 1 reomrasea nara de inundacién. EL equilibria es delieado y_ con frecuencia se altera por fluctuaciones en la legada 0 en Ia intensidad de la estacién lluviosa, en una parte de Ja zona de eaptacién. Cuando las Ihivias del sur per- sisten demasiado o las del norte se inician temprano (lo que ecurre por término medio cada cuatro afas) se inunda la tierra que por Io general esti. por arriba dll nivel normal de ereciente, Cuatro veces durante la primera mitad de este siglo han ocurrido graves dislo- faciones del régimen “normal” de las Ihwias. Aunque Ia ereciente de 1953 s6lo alcaneé 2.8 m por encima det promedio, tuvo un efecto desastroso en las cosechas y el ganado, La conbinaciin de una gran antigtiedad geoldgica, la temperatura lida y las fuertes luvias es responsable de la notable esterilidad del suelo amazinico. En con- taste con las regiones templadas, donde Ia meteoriza- cién fisioa es el proceso principal en la formacién del sielo, en lor trépicos lo que predomina es la alteracién quimica, El agua de luvia célida, al percolar en la tiers, distelve los mainerales solubles, y Jos leva a trax vvés del subsuelo hasta los ries, Cuanto més prolongado ‘6 el proceso, mis se empobrecen las capas superiores ‘del suelo, hasta sélo quedar los ingredientes insolubles. BI bajo contenido mineral de la mayorla de los ros y cortientes de Amazonia demuestra el avanzado estado Gel proceso de lixiviacién de las tierras bajas. Predo- rminan dos clases de agua, ambas caracterizadas por su extraordinatia pureza y transparencia, pero diferentes en color y otros aspectos. Las blanqueadas arenas de los ‘ecudos de Brasil y las Guayanas dan origen a rios de ‘aguas pardas oscuras, que rompen en burbujas doradas fen Tos ripidos y saltos. Esos rfos de “agua negra’ tienen, pendientes suaves y riberas poco definidas, cubiertas por selva inundada periédica © permanentemente. Esta ve- getacién deja caer sus desechos en el lecho del rio, en ‘donde se pucdren, proceso en el que se consume oxigeno auxnio aaesienrE monaco 2 4 $0 libera diénido de cazbono y Scid> hémico. El am- biente acuético detoxigenado, cido y estéril de esta selva sun.srgida 0 igapé, es uno de los nichos ecolégicos rds notables, y menos estudiados de Amazonia, Desde el punto de vista de la explotacién hnmana, los rios de ‘agua negra y el terreno a través del cual drenan, tienen tn potencial tan bajo para la subsistencia, que son onecidos en Amaronia como “ios de hambre”. Entre los mayores tiot de éstos se euentan ol Negro y gran parte de sus tributarios de Ia margen éerecha, asi como fd Cururé y of Arapiuns afluentes del Tapajés Los ios de “aguas claras™ se parecen a los negros por su bajo nivel de sales disucltas, la carencia de fedimentas en suspension y su tendencia a la acidez Sin embargo, sus mArgenes son elevadas y estables y su agua, desprovista de materia orgénica consumidora de ‘oxigeno y de mayor transparencia, proporciona un me jo més adecuado para Ja vida aeuética, sobre todo cuando Ia acidez es minima como en el Tapajés. ‘Menos mumerosoe pero mucho més importantes son Jos rios de “aguas blaneas”, que van recogiendo y trans- pportan en suspensién uma pesada carga de minerales folubles y particulas de suelo, mientras se_precipitan por las laderas montafiosas de los Andes. Suv barrosa ‘agua “blanca” es poco transpatente y va de neutra a fecasamente alcalina, Los seis tributarios mayores que se llevan Ja riqueea mineral de los Andes, son el Jax ppuré, el Putumayo, el Napo, el Maraiién’ (incluso el Huallaga), el Ucayali y el Madeira (Fig. 1). Aunque fstos rios Contienen en conjunto s6lo 12 por ciento del agua de la cuenca amszénica, contribuyen con 85 por Giento del total de sales disuelias y 22 por ciento de los Sélidos en suspensién que descarga el Amazonas, Una parte de esta pesada carga de sedimentos se deposita anualmente en la lanura de inundacién 0 virzea, for- ‘mando una lengua de suelo nuevo sobre el terreno antiguo, No existen lagos verdaderos en Amazonia, y_ los rumerosos depésites de agua de aspecto lacustre que ‘aparecen en la lanura y sus alrededores, son formacio- nes fluviales creadas por los sedimentos, las alteraciones del cauce o las inundaciones periddicas de las tierras bajse. Los “lagos fhuviales", identificables por sus for- ‘mas alargadas y sus tortuesas costas, son producidos por el bloqueo parcial de las desembocaduras de los tributarios de aguas claras y negras (Fig. 18), el nivel de las aguas es controlado por el Amazonas, pues se clevan cuando Ia presién de Ia ereciente de cate impide ‘que fluyan por In descmbocadura estrechada, y descien- den cuando la presién disminuye. La elevada acides y fl bajo contenido de elementos nutritives del agua de ‘10s lagos restringe la variedad y densidad de Ia fauna acuética. Mucho més pequefios y mumeroios son los lagos de la virzea, que se forman en los Iugares bajos por la acumulacién de la Ilvia y las avenidas. Aunque en si misma el agua de luvia es demasiado pura y el agua blanea del Amazonas es demasiado turbia, la mez- cla de las dos crea un ambiente ideal para lat plantas acuiticas y el fitoplaneton, que a su vez mantiene una fauna de extraordinaria densidad y vatiedad, Las tierras bajas amazénicas, tal, como se muestran cen la actualidad, son el resultado de millones de afos dde evolucién del ecosistema. Durante gran parte del Plestoceno, la erosin y Ja lixiviacién se vieron favore- cidas por fa combinacién de una clevada temperatura ‘media y ua precipitacién abundante. En consecuencia, 98 por siento de Amazonia esté constituido por Ia terra firme o terras altas, compuesta de suelos geol6gicamente viejos y drenada por rios estéiles de agua negra 0 clara, Sélo 2 por ciento lo ccupa la virwea, que e rejuvenecida anualmente por los sedimentos que bajan de las alturas de los Andes. La terra firme y la véreea representan dos hibitat distintos dentro de Amazonia y su ullidad para el hombre, en el pasado y en el fue [TERRA FOUR: POTENGIAL Dm svRSIoTENHA 2 turo, es inversamente proporcional a sus tamiafios rela- tivos. Determinantes primarios Debido a que el ecosistema de la terra firme es tuna de las asociaciones més complejas que existen sobre Ia faz de la Tierra, se necestarfan varios vokimenes para des. cribir siquiera las interacciones y ligas més importantes entre su elima, su suelo, su flora y su fauna. Por for- tuna, no se requiere una descripeién completa para com= prender los problemas principales que se presentan para Ja adaptacién humana; eélo necesitamos saber qué clase de absolut fisicos y quimicos existen, ya que constitu yen los factores hisieaé a lot que debe sjustarse toda la vida vegetal y animal, para que aus especies sobrevivan, Aunque son muchos les faetores involucrados, los més importantes con Ia edad del suelo y Jae earnetersticas del clima, en especial In temperatura y las lnvias En contraste con la mayoria de lot Suelos de Europa y América del Norte, que se han desarollado a partie de principios del Pleistoceno, los suclos mds recientes de Ja terra firme datan del Tereiario. Los escudos de las Guaysnas y braslefio se cuentan entre las formaciones mis antiguas de la Tierra. Millones de afios de exposi- Gién a las alteraciones quimicas de la intemperie han lavado todos los mineriles solubles y el resultado, los sueles “maduros", consisten prineipalmente de arena y arcila y son de moderada a extremadamente dcidos. Respecto a log elemontes nutritivos que ofrecen a. Tas planta la deficiency son tan evra qu, en un cima templado, los suelos con una composicién similiar se- rian improductiv 20 st nooerereaca Otro “absoluto” sla temperatura, que afecta a vasios procesos quimicos y biolgicos cruciales para el mante- imiento de la fertlidad det suelo. Por ejemplo, 25° es la temperatura critica para la formacién del humus, ‘que desempefia un papel vital: en los suclos arenosos umenta Ia capacidad de seteneién del agua y de ab- sorcién de Jos nutrientes de las plantas; en los suelos arcillosos aumenta Ia porosidad y la permeabilidad; sa fauseneia hace imposible una agricultura permanente, Sin embargo, Ia acumulacién del humus s6lo ocurre ‘cuando Ia temperatura del suelo permanece por debajo de los 25°; si la temperatura se eleva la actividad bae- teriana aumenta hasta el grado de que la velocidad de escomposicién del humus exeede a Ia de su formaciéns fl ineremento de Ia temperatura del suelo ocasiona ade- mas que la materia hiimica se descomponga en diéxido de carbono, nitrdgeno, amoniaco y nilteato, gran pro- poreién de lo cual se volatliza y se disuelve en el aire BI tercer “absoluto” es la precipitacién pluvial, que facta tanto sobre Ja superficie del suelo mediante 1a ferosién, como en su composicién interna por lixiviacién, Los efectos erosivos del agua se incrementan exponen- cialmente con el aumento de la velocidad de la. co- rriente, de modo que si éta so duplica, Ia eapacidad de erosiin se cuadruplica, Ia do carga se incremen- ta 52 veces, y el tamaiio de las particulas transportadas, 64 veces. Una vez que comienza la erosién, se pone en movimiento un ciclo que se perpetia a si mismo y que se-va avclerando: la remocién de la capa superficial ab- sorbente aumenta el drenaje, lo que incrementa la capaci- dad de arrastres la mayor cantidad de particulas en suspensién acentia la accién abrasiva, que al aumentar desprende mayores cantidades de suelo. ‘Al combinarse la temperatura cilida con una elevada precipitacién plavial, el suelo resulta afectado en otras formas adversas, La baja proporcién de materia orgé- nica provocada por la clevada temperatura, inerementa, ‘rasa vnun: yoTENcIAL DE sUBSISTENCIA 3 la golubilidad de la silice y el caolin, pero favorece la retencién del aluminio y los éxidos de hierro. El hierro precipita en forma de concreciones Interticas, mediante tuna reaccién quimica que también hace desaparecer el {ésforo, necesario para el crecimiento de las plantas. Aunque la laterizacién tiene un efecto deseable, pues faumenta la resistencia del suelo a la erosién, también reduce sus posbilidades de retencién de amoniaeo, cal, ppotasio y magnesio, todos los cuales son nutrientes ime portantes pars las plantas. Una vez formadas las late- fitas, el proceso es irreversible ‘A petar de estas desfavorables caracteristicas del sue Jo, la temperatura y las luvias, las tierras bajas ama- ainicas sostienen una magnifica vegetacin selvética. En promedio los arboles son 50 por ciento més altos que fos de los bosques de las zonas templadas, y el niimero de las especies arhézeas es 20 veces mayor que el de los hhosques europeos. La vegetacién tropical tiene con fre- ‘euencia una composicion tan diversa que al experto Te 8 diffcll localizar dos drboles de la misma especie en un rea determinada; sin embargo, para el ojo inexperto tsa diversidad resulta disimulada por la uniformidad en Ja apariencia. Casi todos los troncos son rectos y del- gados; es frecuente que In have se extienda en contra- fuertes prominentes; la corteza es lisa y las hojas son ‘verde oscuro, coriéceas, ovaladas y de tamafio parecido; Jas variaciones anuales también son amortiguadas por las pequefias diferencias estacionales que tiene la tempe- El denso manto de follaje que se forma en todas partes en donde cae la luz del tol no sélo esta compuesto por frboles, sino también por gran eantidad de plantas tre- padoras, muchas de las cuales son epifitas y despliegan sus rafces, como banderolas, desde las copas de los drbo- les. Al observador se le presenta una coraza de vege- tacién aparentemente impenetrable, ya sea desde un avién, © desde una eanoa en el agua. Esta superficie densa y compacta ha provocade la impresién errénea de que existe una situacién semejante en el piso de la selva; por el contrario, en una selva primaria el dosel de sombra es tan completo que el crecimiento en lot estas inferiores se mantiene en tn minimo y es comin ‘que el viajero pueda pasar a pie, sin tener mucho que limpiar para abririe camino. Las selvas de esta clase prosperan en donde las con- iciones de temperatura y precipitacién phuvial reiinen todas las caracteristicas dafinas que son inherentes a lat ticrras bajas tropicales. Como las plantas. superiores necesitan, para su normal crecimiento y reproduccién, tun suministro constante de nutrientes solubles, lo que implica cantidades relativamente grandes de nitrégeno, fGsforo, potasio, calcio, magnesio y azufre, el manteni- ‘miento de una vegetacién Iujuriante requiere que se ogre contrarrestar (0 cuando snenos reducir al rain ‘mo) Jos efectos negatives de la temperatura y las llu- vias, Eso es exactamente lo que hace la vogetacién, y la forma en que se alcanza el equilibrio es instructiva, no s5lo como ejemplo de Ia intrineada interaccién que existe entre los diversos componentes de un ecosistema, sino también como base para evaluar las clstintas adlap- taciones culturales al medio ambiente de Ia terra firme. La forma en que la vegetacién puede mitigar 0 ‘emprorar los efectos que sobre el suelo tiene el clima, se puede ilustrar con el examen de los raazos principales de cuatro tipos de asociacién vegetal. Los dos extremos ‘estin representados por la selva primaria y por la ca rencia total de una cubierta vegetal; las posiciones in- termedias las ocupan las dos principales téenieas agrico- las: la variedad tropical que implica un cutive mixto fentre los tronces y rama que quedan después de quemar la vegetacién que se ha derribado, y la variedad templada, que comprende el desmonte total y la siem- bra de un solo cultivo, ‘TuRBA FUE: FOTENCIAL DE AUBHIEPANGA 33 Selva primaria El notable éxito de Ja selva parimaria al sobreponerse a Jos efectos perjudiciales del clima tropical es uno de los resultados més impresionantes de Ja seleccién natural; casi todas sus caracteristicas contribuyen a conservar ¥ recircular log elementos nutritives, y a conservar el cequilibrio ecolégico, El dose! de follaje, ininterrumpido y siempre verde, realiza miltiples funciones, entre ellas captar y alma: ‘cena los nutrientes y proteger el suelo de la erosién y la radiaci6n solar; en promedio, 25 por ciento de la precipitaci6n pluvial diaria es retenida por las hojas y fl resto llega al suelo en forma de fino rocfo. Lo eficaz de esta cubierta protectora esti demostrado por las consecuencias de la deforestacién. Mientras que una precipitacién media anual de 2160 mm arrastra menos ide media tonelada de terra por acre en tres afios en un declive arbolado de 12 a 15 por ciento de pendiente, fen una ladera desnuda con Ja snitad de ema inclinacién se pierden 45 toneladas. EI denso follaje también pro- ‘ge el suelo de la radiacién solar, lo que permite que se acumule una pequefia cantidad de humus y se com- plete el ciclo del nitrogeno, evitando que este elemento, fundamental para el crecimiento de las plantas, se disipe en el aive. ‘Sin embargo, es posible que el rasgo mas espectacu- Jar de In vegetacién sea sa eapacidad para captar y almacenar Ios elementos nutrtivos. En Jos climas tem- plados los mutrientes pueden acumularse en el sucla hhasta que se necesiten, mientras que en las condiciones tropicales todos los elementos que no se recuperan de inmediato estén expuestos a la lixiviacidn y s una pér- dida permanente. La espectacular tas de crecimiento y el vasto volumen de la vegetacién tropical consttuyen sdaptaciones para lograr wna répida eaptacion y alma- o sa ncosterasca én se ve faciltada por una depositacién de restos ongéinicos tres 9 euatro voces mayor que Ia de los bosques de Nueva York, con lo que se devuelven los clernentos mutritives en proporciones que fhietian. desde el dable, en et caso del fésforo, hasta 10 veces, como ocurre con el nitrégeno. El follaje también descmpofia un papel importante para captar del aire los nutrientes: cerca de 75 por ciento del potasio, 40 por ciento del magnesio y 25 por ciento Gel fésforo necesarios para las plantas en crecimiento rvgresan al suelo con el agua de Hluvia que gotea de las hojas. ‘La yuxtaposicién de plantas con requerimientos dife- rentes asogura la utilizacién mxima de los nutrientes disponibles; por exo la vegetacién de Ja selva tropical se caracteriza por una abunidante proliferacin de espe- cies, con una reducida concentracién de los individuos dde cada wna de ellas. Las distintas clases de plantas no sélo tienen diferentes requerimientos mutrtivos, sino que ‘ademés varian Ia penetracién y las caracterfsticas de sus ralces, que forman un denso colchén que mejora In estructura del suelo durante la vida de las plantas, que cuando mueren proporcionan una eantidad considerable de materia orginiea, para que se transforme en humus; Ja distibucién dispersa de los miembros de una misma ‘especie hace también que scan menos vulnerables a. les afios por los depredadores y las enfermedades. En resumen, la selva primaria de Ja cuenca del Ama- zonas realiza dos funciones principales de conservacién: 1) esablece y mantiene un circulo cerrado de elemen= tos nutrtives, de modo que Tos mismos ingredientes 3 conservan en circulacién continua y las pérdidas se re- Gucen al minimo; 2) mitiya los efectos perjudiciales del elima, de modo que el empobrecimiento del suelo, por la erosién o la Tixiviacién, se detiene 0 se reduce a tun proceso muy lento, [TERRA Fite: POTENCIAL DE SUBSISTENGIN 3 Desmonte total Cuando se quita por completo In vesetacién, ef suelo queda expuesto a toda la fuerza del cfima; Ia lluvia al ace compacta la superficie de la tierra, lo que dismi rmuyesu penetrabilidad; al reductrse Ia absorcién, aumen- ta el drenaje y se arava Ia eresién, Entre uno y otro aguacero cl sol eleva la temperatura de ta tierra, hasta tun punto en que lx velocidad con que la materia ongi- niiea es destruida por las bacterias sobrepasa a la de formacién, por lo que no se puede acumular nada de humue; al desaparscer éte, ee reduce la capacidad de retencién de agua del suelo, con lo que los minerales folubles som levados con rapier al subsuelo, en donde quedan permanentemente fuera del alcance de las plan- tas en crecimiento, La incidencia directa de los rayos ultravioletas produce cambios quimicos en el suelo, que dan por resultado nittégeno y didxido de carbono gaseo- so que te disuclven en ef aro; con cada grado que s© leva la temperatura por encima de 25°, sumenta la pérdida de nitrdgeno cn 20 a 25 keg por bectsrea al afto; las pérdidas de diéxido de carbono y de materia orpi- rica no s6lo son dafinas en sf mistnas, sino que ademis provoean la inversién de otro proceso importante para que se mantenga la fert cuando esos ingredientes estin presentes, se conservan In ailice y el caolin, y aumenta In solubilidad del dxido de hierro y Ia al mina; al faltar, se pierden los dos primeros y los so- ‘gundos precipitan como concreciones inertes de late- rita; en el proceso desaparece el {6sforo disponible. Mientras In superficie del suelo permancee expuesta al sol y Ia luv, e] ealor y las radiaciones ultravioletas perpetiian los procesos quimicos,fisicos y biolégicos que reducen inevitablemente la fertlidad; la adicién de fer- tilizantes, orginieos 0 inorginicas, no puede clevar el contenido de nitrogeno del suelo, debido a ta rapides 36 mL noostereasa ‘con que se volatiliza por la exposicién a Ta tur solar En ect forma, al suprimirse la vegetacion selvitica se inicin ua serie de acontecimientos que hacen desapa- ricer la capa fértil del suelo o la reducen a la esterlidad, Mientras mis largo sea el intervalo entre el desmonte ye inicio del crecimiento de la vegetacién secundari mayor ser el dafio causado y més Ienta la recuperacién. Agricultura de tora y quema En la mayorta de las selvas de las tierras bajas tropi- cales, la agricultura se realiza en desmontes temporales, {que unos pocos afios después se dejan para que vuelvan a cubrire con vegetacién secundaria. A esta téenica se Ja ha llamado de roza y quema o agricultura némada, términos que describen dos caracteristcas principales 1) s corta y se quema In vegetacién antes de sem- bar; 2) el agricultor se traslada a un nuevo detmonte después de obtener dos 0 tres cosechas. Para los obser vvadores de las zonas templadas de Europa y Norte- américa, este método parece implicar desperdicio de trabajo y destruccién de la selva y con frecuencia se hacen proposiciones para incrementar la productividad de la agticultura tropical remplazando el sistema aberigen por los cultives permanentes, En conseeuencia, ex con veniente examinar el éxito rolativo de lot dos sistemas en mitigar los efectos perjudiciales del elima, Con pequefias variaciones, en la euenea del Amaro- znas la agricultura de roa y quema presenta algunce ‘asges constantes, Fstes se pueden ilusttar con a des ‘ripeién de Iss préeticas agricolas de los indios mun- urucd del rio Tapajés. Al escoger ta tierra para wn nuevo desmonte, prefieren una zona con declive suave 9 por Jo tanto, con una superficie bien drenada, ya Aue la setencién de demasiada agua en el suelo harfa que s pudrieran las raices de los cultives, Se reconoce ‘eee rmose: rovENciAt DE svasterENcA a {que una textura arcillosa es mejor que una arenosa; el tamafio del campo se determina segiin la productividad potencial del terreno y el mimero de personas que han e compartir las cosechas; se procura que tenga forma circular, a mencs que lo impida la topografia de la Se empieza el desmonte con la eliminacién de los arbustos y Arboles pequefios, pues seria més di tatlos después de derribar los més grandes y para tener sms “campo de aceién” para las operaciones. subsi« suientes. Este desmonte preliminar lleva como tres dias; en seguida, los mundurueti proceden a derribar los drbo- Jes mis grandes en forma sistemética: eligen como “clave” un ejemplar particularmente elevado, en el bor- de superior de Ja pendiente, el que sirve de eje para sefialar una zona triangular, dentro de la cual se cortan a medias todos los drboles existentes; en seguida derti- bban el tronco eje, de manera que en su exida arrastre 1 todas Jos semicortados que se hallan cerca, los que a su ves harén que caigan otros, hasta que queda libre de Arboles toda el Area, que puede tener una ampli- tud de mis de 100 m, Cualquier érbol que permanceea fen pie, asi como lot que quedaron en los bordes, fuera del alcance del procedimiento descrito, se cortan indi- vidualmente, De esa manera, un eampo mediano queda desraontado en res dis. Dejan que la vegetacién. se: seque unos tres meses, antes de quemarla; el fuego se enciends en un dia en (que haya una brisa ligera que lo avive, pero que no Iegue a extenderio por el campo con tanta rapide que quede una gran cantidad de madera sin quemarse En seguida se recogen las ramas que no se hayan con: sumido por completo y se reinen en una pila para volverlas a usar como combustible. Se programa la quema de modo que preceda a Ine primeras Iluvias y en seguida se realiza la siembra; no fe hace ninguna labranza, ni oa perturbacién del 0 1 noosisras suelo; con un palo puntiagudo se abre un agujero, en ‘el que se colocan los esquejos 0 semillas, que se eubren ‘con tierra con el pie. Se acostumbra cultivar como una ‘docena de plantas alimenticias, con 1a mandicca y el ‘eamote entremezclados en el centro del campo y. les ‘dems cultivos dispuestes en poquetios grupos en Toa bor= ‘des; se desyerba dos veces durante el crecimiento. La cosecha se realiza segin va siendo necesario, asf que no se efectia toda de una vee, Aleunas plantas, sobre todo la mandicca, se yuelven a plantar de inmediato después de recolectadas, para que haya wna provisién permanente. Cuando disminuye la productividad, dos 6 tres afios mis tarde, se abandona el campo. ‘Analizado en términos ecol6eicos, este tipo de activi- dad agricola imita evidentemente las caracteristicas de Ia vegeticidn slvitica en varios agpectos importantes, La rezcla de eulkivos con diferentes requerimientos nutri rales, como la mezcla de especies arbdreas, disminuye la competencia por un elemento deterininado y permite la tutizacién méxima de la gama de nutrientes disponibles. La ausencia de grandes cultives uniformes ayuda también fa protegerlos de pérdidas debidas a las plagas, que se ppropagan con menos facilidad cuando los individuos de unia misma especie estin aislados y dispersos. El dese yerbe es una prictica con resultados’ contradietorios: ‘aunque beneficia a lot eultivos, al eliminar la compe- tencia por los elementes nutritives, acslera el deteriora del suelo, ya que reduce la sombra y la proteccién en ‘contra de Ia erosién. Como se alterman las cosechas, fen especial cunndo se resiembra de inmediato, se reduce ‘al minimo el tiempo en que la superficie del suelo queda fexpuesta a los efectos nocivos de la radiaeiGn solar. Al ‘quemarse la vegotacién que se ha cortado, se devuelven al suclo algunos de Jos nu que ast quedan a disposi de Ine plantas nuevas; cuando Ia siembra ‘coincide eon las primeras lluvias, se reduce al minimo la pérdida de nitrogeno y el crecimiento de los cultivos (TERRA YM_OME: POTENGIAL DE SUBSISTENGIA 39 logra anticiparse al de la maleza; la descomposicién de los troncos y ramas grandes que quedan en el suelo dovuelve otros nutrientes més, en forma lenta, que pueden ser absorbidos por los cultivos durante su ereci- imiento; [a presencia de plantas en dexcomposicién tam- bién atrae a las plagas y enfermedades, evitando que ataquen a las siembras, Sin embargo, una imitacién nunca es tan buena como el original, y a pesar de sus modalidades adaptativas, el sistema de roea y quema no iguala a la vegetacién na- tural, en lo que se reliere a contrarrestar Jos. efectos potencialmente destructivos del elima, Una prueba dra- Iitica de ello ¢s la rapidez con que disminuye la pro- duetividad de un campo tipico de la terra firme; en Ja mayoria de los easos, la cosecha del segundo aiio sélo es ligeramente menor que la del primero, pero Ia del tercero presenta una marcada reduccién y la del cuarto por lo general es tan pequefia, que no compensa el esfuere de haber vuelto a sembrar (Guadro 1). Entonces se deja que la tierra vuelva a convertsse en selva, con lo que se emprende el largo. proceso de res- tauracién de las condiciones previas al desmonte. Agricultura intensiva El método de ora y quema, a pesar de sus deficiencias, esti mejor adaptado al medio ambiente tropical que la téenica de la agricultura intensiva, caracteristica de las regiones templadas, que implica el desmonte total del terreno, es decir, eortas toda la vegetacién, apilarla para ‘quemarla toda junta, y quitar los troncos y las ramas, para dejar la Superficie lo més limpia posible; antes de sembrar se ara el campo, para enterrar las yerbas y airear la tierra; se siembra yna sola especie, en hileras ‘uniformes que abarcan una amplia zona, Ia que se mantiene desyerbada hasta que las siembras creoen bas- 0 (2b RoostsTEA tante; una ver maduro el cultive, se cosecha en unos ccuantos dias y se deja expuesta la tierra al sol y la via. Cuando se trata de cereales, se pueden dejar log tallos o cafias hasta que se ara de nuevo en la pri mavera siguiente, para después sembrar Jo mismo, 0 algén otro cultivo semejante, Cuando este método se aplica en los trOpicos, sus efectos son desastrosos para el suelo, pues el desmonte total lo expone al sol en toda su intensidad, Jo que acelera el deterioro, tanto de su contenido de clementos nutritivos, como de su es tructura fisica; al suprimirse por completo la vegeta- cién anterior, se impide que vuelvan al suelo los mu- ‘tientes que ésta haba almacenado; hasta las bores con fl azadén perturban Ia constitucién favorable de la tierra y al ararse profundamente se hace més ripida Ja descompoxicién de Ia materia orgénica, ya que se inerementa el suministro de oxigeno. Cuando germinan las siembras, muchos nuttientet ya han detaparecido por lixiviacién volatilizaci6n y las plantas tienen que competir entre sf por los que atin quedan. Cualquier plaga o depredador puede abarcar répidamente todo el campo y dafiar una parte considerable de Ia eosecha, En resumen, este método no sélo destruye el suclo, sin posibilidades de restauracién, sino que ademés aumenta tl riesgo de pérdida de la cosecha. Rs indudable que la técnica de rora y quema se adapta mejor a las con diciones tropieales, y el hecho de que prevalezca este tipo de cultivo representa, por tanto, una adaptacién alos requerimientos especiales del suelo y el clima; su aplicacién esti tan difundida en los trépicos porque es la Gniea téenica agricola que puede practicarse indefi- nidamente, sin dafiar'a la tierra en forma permanente; nno obstante, la conservacién de Ia fertiidad del suelo tiene un precio, que se estipula en baja concentracién ‘demogréfica y Ia corta permanencia de las aldeas; la forma en que esto se refleja en la adaptacién eultural se examinar en un capitulo posterior. El punto que se i i i Preat oe aS aE PT, > ® Be =P sdoal dg a ee sn a 2, z Beal wz} a § lat be SE ii jee] 8 rb A: a], fee | 3 + a a) 2 bgay Ar aiid ? i i i a = a 2 1 noosisnENA quiere destacar aqui es que la agricultura némada no es ‘un método de cultivo primitivo o incipiente, sino una téo- rica expecializada, que ha evolucionado en respuesta a condiciones especifieas, climatolégicas y del suelo, en las tierras hajas tropicales (Fig. 3). Fig. 3, Exito telativo de la vegetacién natural, del cltivo de tora y quema ¥ del cultivo permanente, ea I. minimi- ‘acién de los efectos potencialmente nocivos del clima tro- Peal en Jor seloe de’ la cuenca amazinica, Recursos alimentarios silvestres La variada vegetacién tropical incluye cientos de plan- tas con raices, frutos, semillas e inflorescencias comes- tibles, un gran niimero de las cuales son aprovechadas por el hombre; muchas sélo se consumen como “boca- Glos” ocesionales, euando se encuentran accidentalmen- te en la selva, micntras que otras forman parte impor- tante de la dieta, ya sea durante todo el aio, como cl palmito, o en la época de ou cosecha, como Ia nucz [TERRA FIRE! POTENGIAL DE SUBSISTENCIL 48 del Brasil, Por lo general, Jos frutos maduran en la temporada de luvias, antes de que los cultivos recién sembrados estén listos para ser cosechados, por lo que representan una importante fuente de alimentos en la época en que son mas necesarios. Aunque potencialmente se dispone de ellas en grandes cantidades, las plantas ‘comestibles silvestres no estin concentradas, debido a la distribucién dispersa y aislada de las especies carac- teriatica de la vegetacién de Ia selva tropical; en con- secuencia, para explotar esos recursos seria necesario efectuar gastos relativamente cuantiosos, en tiempo y personal, ademés de que habria que tener acceso a una fextensién bastante grande de la selva Debido a la distribueién dispersa de las plantas rmenticias, los animales tampoco estén concentrads. ‘A excepeién de los pécaris y los monos, todos los ani- males de Amazonia ton ais bien solitarios © viven en grupos familiares, més que en grandes manadas; Ia ‘mayoria son pequelios y muchos tienen hibitos noctur- nos. Entre los principales animales que pueden cazarse cstén el paca, que tiene entre 60 y 70 cm de longitud, clagutl y el armadillo (de tamafio similar) ; el mamfero sis grande eel tapir, que frecuenta los arroyos y lagos y que llega a medir 2 m de largo. En las sabanas 0 sus Cercanias se encuentran venados. Dos especies de pécaris egan a tener 1m de largo y viven en grupos de hasta 100 inlividuos. Los ms entrometidos de los animales de la selva son los monos, a los que con frecuencia se escu cha parlotear en las copas de los drboles. Abundan las tortugas terrestres y una de sus variedades de mayor tamaiio alcanza mis de 70 em de longitud, Muchas de las especies de aves son potencialmente comestibles ys talla varia desde Ja de los grandes guacos, pare- cidos a paves, hasta las variedades mis pequefias como las palotnas y los tucanes; los loros y los guacamayos son apreciados por su carne, tanto como por sus plix “ 1 neoteraaca imajes de colores brillantes, Otros productos de Ja selva son la miely algunos insectos y Tarvas. EL més variado de Jos recursos de subsistencia son Js peces, Son pocos los que suministran los rlos de agua negra y los arroyos pequefios, al jgual que muchos de Jos rfos de agua clara. En donde son més abundantes los clementos nutritivos, es peces legan a ser bastante ni- ‘erosos como para constituir una parte importante de Ja dieta, En tos riot principales también hay tortuges ‘cuiticas, caimanes y manaties, La baja concentracién de plantas y animales comes: tibles de la terra firme ejeree ‘una influencia importante cen los patrones de los asentamientos humanos. Otra caracteristica menos obvia de los recursos alimenticios twopicales es el bajo contenido nutritive de la mayoria dle las plantas, que tiene una importancia ain mayor para la adaptacin de la fauna ¢ incluso del hombre, Consideraciones nutricionales EI buen éxito logrado por la vegetacién al adaptarse a has duras realidades que signitican la eseasa ferilidad, la elevada acidez del suelo y otros efectos perjudiciales del clita tropical, hace olvidar lo que euesta dicha adaptacién. No obstante, basta una breve reflexién para hacer evidente que las hojas y raices,sintetizadas prin- ipalmente a partir del agua y la’ luz solar, tienen que ser deficientes en su contenido de vitaminas y mi- nerals. A ng. te ene poca importancia para el ciclo vegetal, tiene graves implicaciones para cl des: arrollo de Ia fauna, Los herbivoros resultan afectados directamente,¢ indirectamente los carnivoro, incluyendo el hombre, En los climas templados, con un promedia bajo de temperatura y de Hluvia, los suelos tienden a poteer una, fertlidad inorginica relativamente alta, La disponibili- ‘Teasa yume: porsncuA DE SURSHETANCIA 6 dn gg ie ot i aaeneiarmnierce se easiioes ee meneame Botioy pecan Cegsinta erie penn mires ee eer eee eae emis Jos frutos o las semillas. También es Se que fas pas mie ee ees pie teemmnareon eas See a aoe ree ee ee era ino eet Benet deena = erator ee Se ee ean ieee epee oat i eet pene ene ree Fig. 4. Efector del lima, ef suelo y las uvias en Ta repro- ducciéa y el contenido mutritivo de las plantas, co 24 xoosisraMa valor proteico. Debido a la falta de proteinas suficien- tes para la formacién de semillas, muchas especies tro- picales han generado métodos vegetativos para propa- saree (Fig. 4). Las hojas y hierbae que ve desarrolian fn esis condiciones son de apariencia lujuriante, pero su limitado valor nutritive se nota en la fauna, que se distibuye en forma dispersa y es de cuerpo pequetio, en comparacién con los animales de las regiones temipla~ ddas. Son raros los animales que ramonean y la mayoria de los herbivoros subsisten a base de frutos, nueces, tue bérculos y plantas acusticas, que tienen un valor nu- ‘witivo mayor que el de las hojas, en comparacién con el volumen ingerido. Pero aGn asi, Ia fauna indigena se ha tenido que adaptar a una ingestin de proteinas ‘menor que Ja que pueden tolerar lot animales de elima templado, Bs evidente que las poblaciones humanas nativas de las tierras bajas tropicales también se han adaptado a tun bajo nivel de ingestiin de proteinas, ya que no rmuestran efectos adversos, a pesir de que el consumo que hacen de ells esti por abajo de las normaas esta- blecidas para los que habitan en climas templados. AAdemas, la gente de los trépicos posee Ta capacidad, que no se observa entre los habitantes de Jas zonas tem pladas, de almacenar en su cuerpo proteinas para varias semanas. A esta adaptacién fisioligica se debe la préc- tica, muy difundida entre los cazadores de lot trépicos, de ‘comer de una sola ver cantidades enormes de came. Se han logrado adaptaciones fisiolégicas Jares respecto a otros elementos eacasos, entre cllot el calcio, ciertas vitaminas y Ia sal. El resultado es que, entre los aborigenes tropicales cuya subsistencia no haya empeorado con las modificaciones recientes, son raras las enfermedades defictarias, que se desarrollan con mucha rapidez entre los inmigrantes de las zonas tem- pladas que ingieren la misma dicta, ‘Tesna rien! TOTENGIAL De SUBGIETENCHA ” A pesar de que los pobladores de los trépicos han adaptado su fisiologia a un nivel mutricional relativa- mente bajo, todavia requieren cantidades minimas. de Jos elementos bsicos. Los cultivos tropicales son par- ticularmente deficientes en proteinas, e incluso ol maiz yel arror contienen menos elementos nutritives cuando cereeen en las condiciones tropicales que cuando se cul- tivan en. las zonas templadas. Sin embargo algunas plantas silvestres han aleanzado, en sus fratos y sem Iss, concentraciones anormalmente elevadas de elemen- tos nutvitivos. Un ejemplo notable et la nuez del Brasil, que en 100 g contiene 50 por ciento més proteina que Ja misma cantidad de maiz, En conseeuencia, no puede lograrse una dicta balanceada si no se combinan les articulos de subsictencia, cultivados, con los frutos, nuc- ces, animales y poces silvestres, En el curso de los mi- Jeniee, cada grupo aborigen ha logrado establecer un cielo estacional en el que se combinan las actividades de agricultura, caza, pesca y recoleecién de clases e in- tensidades relativas diferentes, pero que en cada caso aseguran la disponiblidad indefinida de todos los ele- mentos nutttives esenciales, sin que se haga peligrar el equilibrio del ecosistema. La tendencia a la. sobre= explotacién de slgin reeurso en particular es controlada mediante una diversidad de pricticas culturales, algue nas de las cuales a primera vista no parecen tener nin- guna relacign con In adaptacién. Un examen mis cui- ddadoso muestra que son soluciones efectivas y fascinan- tes del problema presentado por la supervivencia. del grupo a largo plazo. 48 bu ncosteresta POTENGIAL BE SURSISTENCIA DR 1A VARZEA Determinantes primarios Aunque la virzea ocupa el corazén de la cuenca ama- 2bniea, donde el clima tropical alcanza su méxima ex- resin, difiere de la terra firme en dos aspectos prin- Cipales, Primero, su suelo es rejuvenecido todos los afios por una capa de limo fértil proveniente de los. Andes. En segundo lugar, su ciclo anual esti determinado por Ja creciente y la bajante del rio, mis que por la dis- tribucién estacional de las Iluvias locales ‘Los ‘inicos xfos que transportan cantidades conside- rables de sedimentos (Grtiles son cl Marafén y el Uca- yali, en los Andes peruanos, el Madeira, que nace en Bolivia, y el Napo, el Putumayo y ef Japurs, que tienen su origen en Eeuador y Colombia, Por razones en gran pate topograficas, Ia mayor parte del limo es acarreado hhasta la llanura de inundacién del Amazonas antes de ser depositado, En consecuencia, aunque existen franjas ngostas similares en la porcidn inferior del Madeira y el Purds, la virzea es predominantemente una forma- cin de las partes media e inferior del Amazonas (Fig. 1), fen donde ocupa un rea de unos 60000 kim. A’ medi que el io se ensancha, la varzea también se hace mis ampli; arriba del rio’ Negro sa anchura tipica es de menos de 25 km; entre el rio Negro y las grandes islas antes de Ia desembocadura su amplitad aumenta a 50 km; en el “delta” alcanza su anchura mxima de tunos 200 km. ‘A pesar de su drea relativamente pequefia, la virzea ‘es un medio ambiente complejo y heterogéneo, debido prineipalmente al limo que acarrean las aguas, el cual se distribuye en forma desigual por la llanura de inun- dacién, La causa principal de esa desigualdad es que vier: porancut be suasiszexcts 0 el clima estacionsl de las Tlavias Jocales se anticipa a la ‘recida anual del rio. A lo largo del Amazonas medio ¢ inferior, las lluvias empiezan en noviembre 0 diciem- bre y alcanzan su méximo entre marzo y abril. Durante ‘ee periodo el flujo superficial, los avenamientos y la precipitacién pluvial aportan aguas de pureza relativa- ‘mente alta. a los agotados canales, lagunas y lagos de la varaea. Puesto que el Amazonas no alcanza su erecida fen Manaus sino hasta més de dos meses después. del climax de la estacién Muviosa local, sus aguas, al ex- tenderse, legan a muchos lagos después de que ya se hhan llenado parcial o completamente, La interaccién de esas dos clases diferentes de aguas origina una mezcla de lagos, lagunas y canales de aguas claras, negras, blan- cas o mixtas, que proporciona una extraordinaria. var riedad de condiciones para la fauna y flora acusticas Las aguas cargadas de limo de las inundaciones no sélo se distribuyen irregularmente por la vérzea, sino que también depositan desigualmente sus sedimentos. Las particulas de mayor tamafio se asientan en Ins mar- {genes del rio, creando camellones que van aumentando Tentamente de altura y que en promedio tienen unos 150 m de ancho (Fig. 5). Estos camellones, o virzea alta, son mis adecuados para la agricultura, pues tienen mejor drenaje y permanecen inundados durante menos tiempo que las tierras interiores © véreea baja, la cual puede quedar anegada todo el afio. Sin embargo, su ferllidad dista mucho de ser uniforme, pues la depo- sicién de los sedimentos se ve afectada por el contorno del cauce y Ia velocidad de Ia corriente, los cuales se ‘modifican constantemente, segin la destruccién que haga cl rio de nos bancos y’ la formacién de otros en a orilla opuesta. Las diferencias locales en la turbulencia también impiden una sedimentacin uniforme, lo que dda por resultado que Ia composicién del suelo puede variar mucho en un dea reducida. Ademés, euando los ccamellones adquieren altura suficiente para permanecer 50 st neomterencs por arriba del nivel del agua en los afics normales, el suelo se hace susceptible a la lixiviacién y por tanto a una répida disminucién de su fertilidad, si so le so- ‘mete a una agricultura intensiva, Por otra parte, cuando las circunstaneias son favorables, una hectérea de virzea recibe al afio como 8 toneladas de sedimentos, que con- tienen generosas cantidades de nitrato de sodio, carbo- nato de ealeio, sulfato de magnesio, fosiatos, cloruro de potasio y otrot nutrientes esenciales para las plantas. Fig. 5. Seccién tramversal iealizada de la virzca mote twando Tes tipos de nichos ereados por la alterancia de Ja creciente y a bajante. Se han exageredo las dimensiones verticals, El régimen del Amazonas es ideal para la agricultura; en contraste con el Nilo, que erece con rapide y baja Jentamente, el Amazonas tarda ocho meses en aleanzar su altura mxima y sélo 4 en volver a su nivel minimo (Fig. 2). En abril sube unos 5 em diaries y lo hace nds lentamente en los das iltimos meses, antes de alean- zar su climax; a mediados de junio empieza a bajar y du- rante el mes de septiembre desciende unos 13 cm diaries En consecuencia, por lo general el agricultor tiene tiem po de recoger si cosecha antes de que se inunden sus ‘campos, y el rfo se retira de la tierra con suficiente ra- piider para que se desagote bien, antes de que se vuelva a sembrar. Las avenidas normales inundan la virzea alta con sélo unos euantos centimetres, aunque a intervalos invegulares hay crecientes que sobrepasan a la normal { viazta: POTENCIAL DE SUBSISTENGA st hasta en 2.m; en Manaus Ia diferencia entre los prome- dios méximo y minimo del nivel del agua, es de unos 10m, En pocas palabras, comparada con un rea similar de Ja terra firme, la’ virzea es un sitio diversificado y variable, Desde el punto de vista de Ia utilizacién u- ‘mana, tanto sus recursos alimenticios naturales como lss posibilidades para la explotacién agricola son superiores a los de la terra firme circundante, Vegetacién natural La vegetaeién natural de la vrzea alta es la selva, pero su comporicién es diferente de la que se presenta en la terra firme; slo pueden prosperar las especies que sopor- tan las inundaciones periédicas, por lo cual abundan las palmeras. La virvca baja, que se inunda anualmente, tiene selva © pastos, segiin varien las caracteristicas lo- ceales como la eomposicién del suelo, la pendiente, Jas ccorrientes, In altura que alcanza el agua y lo que dura Ja inmersién, En general los Iagos y Ingunas so hallan forlados de sahana, que avanza por los bordes a medida ‘que el agua retrocede y forma masas flotantes cuando aguélla sube de nivel, En ciertas épocas del afio, densos tapetes de hierbas flotantes ocultan por completo la su- ppeificie de los lagos y canales. Las raices de esas plantas constituyen una abundante provision de alimento para Ja fauna acustica; praderas flotantes similares se forman fen lugares con agua estancada, a lo argo de las playas de Jos riot y lagos de agua clara, pero no en los de agua negra. ‘Las formaciones permanentes de agua tranguila man- tienen también una gran diversidad de plantas acuiti- ‘eas, de lat cuales ln mis notable es ef lirio. llamado Victoria regia, cuyas hojas, de hasta un metro de dime tro, con los bordes vueltos hacia arriba, flotn en la 2 sae nonsierss superficie como enormes bandejas, entremezcladas con Jas flores blancas, gruesas y suculentas Précticas agricolas Los problemas que presenta el desrgonte de campos de cave en la vérzea son en esenein los mismot que en Ia terra firme. Estudios recientes efeetuacos a lo largo del rio Guamé, cerea de Belém, han suministrado informes detallades tespecto al nimero de dias-hombre requeridos fen cada uma de las etapas de esa operacién, en una hictéreatipica en la que se combinan vérzea alta y baja Un terreno de esa extensi6n contiene unos 512 drboles, de los cuales 80 por eiento tienen un tronco de menos de 50 em de diémetro, 18 por ciento de 50 a 100 cm y el resto excede de 100 em. El desmonte se iniciaeliminando las envedaderas y los retofos, tarea que consume seis dias de labor. Se re- ‘quieren doa dias para cinchar los Arboles agacs, que tee nen una savia edustica que puede ser dana, ‘Tims unos dias de espera, para dejar que se seque la vegetacisn ‘que se ha coriado, se inicia el dersibo de Tos drboles ‘A los tronces se les hace un tajo de manera que la ireceién de su caida sea relativarnente uniforme, para ‘que al derrumbarse el érbol ms alto se haga un “efecto de doming", ya que ceden a. la presién todos los drbotes ‘que se halla en su camino y a os que se les hi hecho cleorte preliminar. El paso fina consist en separar as amas mis gruesas de los troncos derribados. Los cortes y demés operaciones preliminares requieren 20 dias de trabajo. La quema se realiza como mes y medio més tarde, mediodia, eon cielo despejado y una buena brisa, des. pds de unos cuatro dias sin Uuvia. Las ramillas y hojas spiladas en un borde son las que primero se encienden, para darle un buen principio al fuego, Sila quema VARZEA: FOTENCIAL De AURSISTENCIA 38 s# hace con habilidad, sélo quedan sin consumirse los troncas y ramas mis grandes, que se cortan y rajan en ‘otros 20 dias de trabajo. Quitar los tocones es un proce- 10 tedioso que requiere 377 dias-hombre de trabajo, costo fen mano de obra que no se ve compensado por un aumento apreciable de la cantidad de tierra productiva, El factor fundamental para obtener una puuena cose cha en Ia virzea, et programar bien los cultivos; si la siembra se realiza cuando el suelo esti demasiado scco © demasiado hiimedo resulta perjudicial, tanto para la estructura del suelo como para la germinacién de las plantas. Algunos cultivos (entre elles la mandioca) pre- fieren un suelo bien drenado, y en consecu soejor en la varzea alta, Se logra la ul de la tierra si se prosiguen las siembras por varins se- manas, durante las cuales el campo se va extendiendo progresivamente hacia abajo de Ia pendiente, a medida que el agua se retira. El limite inferior de cultivo de la mandioca es el punto en que el intervalo entre la época fen que Ia tierra empieza a quedar expuesta y el com ‘mienzo de la siguiente inundacién no llega a ocho me- ses, Como el maiz madura en 120 dias, puede eulivarse fen elevaciones menores; sin embargo, cuands se plan- ta en la virzea alta pueden obtencrse dos cosechas all afio; el arroz, que es un cultive introducide por los europeos, también puede dar dos eosechas por af. ‘Debido a que la fertilidad del suelo es renovada anual- ‘mente por los sedimentos, Ios campos de la varaea no disminuyen de productividad aun utilizindolos en forma permanente. Incluso es frecuente que los rendimientos fean dos 0 tres veces mayores que les de la cosecha inix cial de un rea comparable den terra firme (Cuadro 1) ; cuando se realizan dos siembras, la discrepancia es ain mas marcada. En esos des aspectos importantes (la ex plotacién permanente y el mantenimiento de un rendi- miento elevado), 1a potencialidad agricola de la varzea 3 sm xoosisrnus © compara favorablemente con In de las rogiones tem- pladas, Recursos alimentarios silvestres ‘Los recursos comestibles silvestres también estin mis fconcentrados y son mis produetivos en la véreea que fen la terra firme, A medida que el agua retrocede, a lo largo de las mirgenes de los lagos y corrientes proliferan varias especies de hierbas acuiticas que proporcionan tuna abundante cosecha de semillas, las cuales atraen ‘a un vasto mimero de aves, El arrez silvestre también ‘erece en esos denios matorrales ‘Sin embargo, Ia verdadera riquera de la vérara esti fen sus aguas, Hace més de 100 afios, el famoso naturae lista Louis Agassiz obtervaba, en relacién con la tremen- da diversidad de la poblacién de: peces: EL Amazonas alimenta a casi el doble de especies de peces que el Mediterrineo, y aun a muchas més que lac det Gckano Atléntica de polo a polo. Todos los rios de Europa juntos, dead el Tajo hasta el Volga, no mantienen mis que 2150 especies de paces de agua dilce, mienteas que en un pequetio Iago de las cercanias de Manaus, lamado Hya- ary, com un 4¥ea de unes 400 metros cuadrados, hemos Aescubierto mis de 1200 especies distinias, I mayoria de Ja cuales no han sido todavia observadas en ninguna otra parte (Goncalves, 1904, pp. 38:39), Los peces del’ Amazonas no silo son notables por si variedad, sino también por el tamafio de muchas de las especies, La piratha, un pez-gato, alcanza una longitud de ‘unos 2 0.3.m-y peta mis de 140 kg; algunas otras espe- cies de pez-gato exceden de 1m de largo, El pez esca- ‘moso de mayor tamaio observado es el piraruct, que con frecuencia mide mis de 1,75 m de largo y pest mas ‘vinana: rorenciat me sunsisTexcia cy de 20 kg, La peseada y el tucunaré, dos de las especies més apetecidas, tienen ‘unos 60 cm de largo. ‘Aunque los poces pueden obtenerse todo el especialmente ficiles de capturar en grandes cantida- des cuando ha bajado el nivel del agua. Bl pirarueti, por ser grande y fécil de eapturar, ast como apetitoso, tanto fresco como seco, ha sido uno de los principales objetivos de la explotacién comercial. Tan sélo en 1953, Megaron al mercado mis de dos millones de ky y los xesidentes de Ia localidad consumicron millares mas de hilogrames. La pesca comercial, s6lo en Ja confluencia de los riot Negro y Amazonas, ¢s de unos 450 kg netos al dia, entre el amanecer y el anoch Las tortugas “acusticas son oto recurso alimenticio extremadamente abundante, La especie de mayor t2- rmafio es la tartanuga, que aleanza casi 1 metro de largo yun peso medio de 25 a 38 ka; las hembras ponen entre 100 y 150 huovos en un agujero poco profundo de una playa arenosa, cuando el nivel del agua esté descendien- do, Tanto Ins tortugas como sus huevos son consumides ‘en gran cantidad por las poblaciones locales y se han explotado comercialmente desde la época colonial. El nniimera de huevos que se destruyen anualmente, para producir aceite, se calcula entre $3. 72 millones, que equivale a la postura de 330000 a 480 000 hembras, Un siantimero adicional es destruido por las aves, los caima- nes y otror deprecadares, que también se ccmen a las tor- ‘tugas recién nacidas. Cada afio se capturan miles de tortugas adultas, cuando se rednien en las playas a poner, y en otras épocas del afio un buen cazador puede cap- turar de 10 a 15 al dis, Esas cifras hacen crefbles las tradiciones indigenas de que en los tiempos primitivos en cl Amazonas medio pululaban las tartarugas, como las hormigas en un hormiguero, Se dice que una especie sms pequefi, la tracaja, que mide de 40a 50 em de largo. y pone de 25 2 90 huevos, tiene mejor sabor que la tar- taruga, pero no se cria en cautividad, La matamata, que 36 me sconieraus posee la dudosa distincdin de ser el animal més horrible | ‘del Amazonas, Ilega a tener 60 cm de largo; pero debido a que prefiere les sitios pantanoses, es dificil capturarla fen gran niimero, ‘Las aguas amaasnicas también son habitadas por varias cexpecies de mamiferos acuaticos, El més importante «x el manati, que aleanza una longitud de 3m y un peso de 1200 kg, y es apreciado no sSlo por su carne, sino también como productor de aceite. El delfin carnivoro de agua dulce rara vez exeede de 2 m de largo y de 100 kg de peso; aunque en los tiempos. primitives era consumido, mis tarde se convirtié en objeto de supers ticién y por tanto se considera incomible. En cambio, la came y el accite de manati fueron productos eomercia- les de gran importancia en la €poca colonial: se dice ‘que tan sélo lor holandeses exportaban anualinente mis | dle 20 buques cargados. La abundancia de peces pequefice y de semillas de hierbas slvestres durante Ia estacién teca, en los lagot | de Ja virzea, atraia. antiguamente una profusién asom- | brosa de patos, garzas, ciiiefas y otras clases de aves. | ‘A pfincipios del siglo 20x los que viajaban por el Ama- zonas medio informaban que habia barras de arena ‘cubiertas con nidos de aves, y tan extensas que una ‘canoa necestaba media hora para ir de uno a otro ex- temo. Todavia en la década de 1950 “bandadas colo- sales” freeuentaban los lagos cercanes a Manaus y vo- Jahan sobre la ciudad en densa nubes. | Los pajaros y sus huevos proporcionaban, a su vex, abundante alimento a los caimanes, que los experaban | al borde del agua con las mandibulas a medio abrir. Las -mayores especies de caimanes legnn a medit de 4a 3m Yy varias especies menores aleanzan 2m; también se comen, tanto los reptiles como sus huevos. ‘Hace unas cuantas décadas, la apatiencia de la vitzea en Ja estacién seca fue descrita grificamente en la forma iquiente: ‘vinzrk: rorexcta. oe svmsisrexcn 2 ewe tempo do. ano, so jncomparaves de inasdade, de continuo refrecamente robusta ida dionisien, a sido da fartora e da abwadancia, Not Jogos, nos ris inteiores, nce inumeravee fos e cordas dae dquela textura infindavel’ de Aguas, Gnica na tera, superae lWundam o piraruct, © rwcanaré, este com as cbres vivas do arcoitis. ... Ea pescada, o tambequi,o camorim, o arian, © peineboi, caja consena & a bela “inisma"; enfim, toda rumerosa familia itolégica, nfo <6 fastidiows, sento dificl de relaconar. B © tempo das tartarugas, dos tracajls, dos Iussuans e outros viries queldnios,saboross “pltéas™ dae ucla terra que nor € to cara. Ea rematar care quad Pletirico de panteismo sem igual, percorre as estiradss mar ‘gens dos aguagais intérminos, coalhando 9 azul turquezty tens, imponderavel, um mundo de aves ewoacantes, ga. rida, em revoadas tueilhonantes bem a repreducfo genésea de um outro Paenso dos tense lor biblicee, (Mendes, 1936, p. 34). Consideraciones nutricionales Aunque no se dispone de comparaciones euantitativa, no hay duda de que el valor nutritive de las plantas y anizuales de la varzea es mayor que el de la flora y 1a fauna de la terra firme. Adems, In viraea es adecuscla para el cultivo del maiz, que es una fuente de vitaminas y minerales més concentrada que la mandioca y el ‘camote. Tarbién las proteinas animales estin disponi- bles en mayor densidad y en provisién inagotable, con los métoros aborigenes de explotacidn. Todos esos fac- tores se combinan para hacer que el potencial de subsis- ‘tencia de la virzea sea muy superior a Jas posibilidades de utlizacién humana que ofrece la terra firme. Sin embargo, la virzea no es un paraiso perfecto. A in- tecvalos previsibles e rio asciende 2 m 0 més por artiba de To normal; la repentina escasez consiguiente de los alimentos disponibles tendria efectos trauméticos en una 38 1, woostereaa poblacién humana dependiente de condiciones éptimas de subsistencia. La adaptacién favorecié ast la estabiliza- cién en un nivel compatible con una eapacidad de soste- nimiento reducida. Esta stuaeiéa paso un limite méximo al tamaio de la poblacién, que fue, sin embargo, muy superior al de Ia terra firme, 1A LERGADA DET. HOMRRE Aunque la evidencia no es universalmente aceptada, pare~ ce probable que el Homo sapiens entzé al Nuevo Mundo por el estrecho de Bering: hace unos 40000 aiios. Se ha tstablecido que hace wnos 24 000 aos fij6 su residencia fen Tas orillas de un Jago en México y que un refugio rocoto al sur de la altiplanicie peruana estuvo habitado hhace 20.000 afios. Hace 12 000 afios, si no es que antes, Jos inmigrantes ya habian legado al extremo meridional de América del Sur. Los huesos de animales extinguidas, ‘como el caballo ameticano, el mastodonte, el perezoso twrmestre y el bisonte gigante, que en muchos wares se feneventran asociaclos con herramientas de hueso y de pie- dra, han hecho que a estos grupos més antiguos se les clasifique como “cazadores de caza mayor". Probable- mente la gente que hizo y utliz6 los artefactos descubier- tos en los sitios arqueoléicos vivié en bandas compuestas por unas exsantas familias elacionadas entre si, que cam- biaban de lugar cuando se agotaban log recursos alimen- ticios locales o mmaduraban las plantas comestibles esta cionales, El hecho de que en Amazonia no se hayan descubierto sitios tan antiguos no implica mecesariamente que los pPrimeros hombres hayan evitado esa regién. Hay otras ‘arias explicaciones plausibles, En primer lugar, la falta de piodras adecuadas hace probable que las armas y he- rramientas se hayan fabrieado con madera y otros ma- EroApA pet oMDRE 99 teriales perecederos, con pocas probsbilidades de per- durar. En segundo lugar, slo los asentamientos que han urado muchos aifos en el mismo lugar provocan su ficientes modifieaciones en el suelo como para revelar su localizacién. En. tercer lugar, la continva otcilacién. del cauce del rfo y la depositacién anual hacen poco probable que las tierras de Ia vireea que hace algunos de aiios fueron adecuadas para cl asentamiento, existan todavia. En cuarto lugar, la densa vegetacién ccubre el suelo y oculta cualquier artefacto que pueda yacer ahi. No es por aecidente por lo que la mayoria Ue los testimonios relatives a los primeros hombres en el Nuevo Mundo se han encontrado en regiones actual- mente semidesérticas, en donde son fécilmente visibles hhasta los menores indieios que hay en Ta superficie, o en refugios rocoscs en donde los restos estin concentrados y protegidos de cualquier perturbacién. ‘Hasta hace poco se habla supuesto que la selva tropi- cal amazénica habia aleanzado si extensién actual a principios del Pleistoceno, y que habfa sido poco afectada por lot drésticos cambios climatolégicos que exbrieron periédicamente de hiclo las zonas templadas y las sierras| andinas, Esa estabilidad ambiental, sin embargo, era di- ficil de conciliar con Ia tremenda diversidad biolégica cexistente, pues la teorfa moderna de Ia evolucién coms era que Ia especiacién se debe principalmente al ais imiento reproductive, que seria dificil hubiera ocurrido fen un habitat homogénea, Ahora no s6lo se estima que la selva tropical ha fluctuado marcadamente en extensin, sino que se piensa que las dos variaciones més recien- tes han sido posteriores al arribo del hombre. Unos 11.000 afios ates, y otra vez hince 3000 aos, una dismi- snucién de las Muvias transformé gean parte de Amazonia, ‘en praderas o sabanas y redujo la selva a parches en las riberas més Iiimedas le Ia cuenca y a To largo de los vos sms grandes, Las especies que continuaron ocupando los habitat selvaticos se encontraron asi mutuamente aisla- 60 EL ncostsrenea das y empezaron a diferenciare unas de otras, Las es: pecies incapaces de alcanzar los refugios 0 de adaptarse 4 las nuevas condiciones, emigraron 0 3© extingulcron, Hasta ahora silo se eonocen vagamente las duraciones dle sos intervalos, la magnitud de Ia reduccién de la selva y ls ubicacidn y dimensiones de los enclaves o refur sos. Sin embargo, las fuctuaciones fueron lo bastante prolongadas y pronunciadas como para que de algunos supossurgicran especies y de otros subespecies, de modo que la flora y la fauna se enriquecieron cada vez. que hhubo eoalescencia entre los refuzios. Los efeces que st olacones tern en ot hab tanies humanos son en gran parte especulativos, cxiten algunos indiios, Emel mesico de iionne ue se hablan en las ierrasbajas, ominan tres géneros: tap ‘guaran, araseak yearibe. El anélsis comparativo detalla- do y el estudio lexicoestaistco de los das primeros, eali- zados por diferentes investigadores, han proporcionado reconstrucciones notablemente similares, Amos géneros tienen asignado un mismo lugar de origen, en el udoeste 4ée Amazonia; los dos tienen una familia que se difundio ampliamente en las terras bajas orientale; y se eit= rma que estas dos migraciones ocurrieron alrededor de 1300 a. . Esa fecha no sélo coincide con el perfodo frido ms recent, sino que parece que las dos familie lingtisticas mas afectadas (Arawak maiputi y Tuplegun- ranf tupi-guarani), babitaban en la poreién mis seca del Jugat de erigen, en donde las modiicaciones del poten- cial de subsistencia se sinGeron primero y fueron mis fuertes. Aunque hasta ahora no se poseen datos com- parables rspecto a la diversificacién del easibe, conviene hotar que ests. género esti eoncentrado al norte del ‘Amazonas y que en la aetualidad piedomiaa en la por- cin ms dra y menos densamente forestada de Ama- onlay 0 sea el sector al este del rio Negro y al sur de Jas Guayanas, en donde la precpitacién phivial media cs de menos de 2000 mm al afo (Fig. 6), Es tentador ELEoADA net osm 6 espeentar que os portadores do Ia lengua caribe penetra- ran en la cuenea durante la ikima fluctuacién climitiea y se adaptaran gradualmente al medio ambiente a me~ dida que la selva retornaba. EI fechado de carbono 14 mis temprano ebtenido hasta ahora para Amazonia, es de $80 2. c. (SI-385) Se obtuvo en un sitio de habitacién en Ia isla de Marajé, ‘en donde se encontraron fragmentos de pequefias ollas redondas y de grandes céntaros, algunos ornamentacos ccon lineas incisas anchas o zonas rellenadas con finas lineas eruzadas, El hecho de que este tipo de incisiém en zona fuera popular varios siglos antes en la reqién andi« ra hace probable que esta cultura, conocida como fase Ananatuba, haya obtenido en la regién occidental sus ‘conocimientos sobre Ia elaboracién de cerémica. La evin- cidencia de esta fecha con la del periodo més reciente de retroceso de la selva sugiere que In vegetacién mis abierta pudo haber facilitado Ia penetracién en las tierras| ‘bajas, de grupos sedentarios que fabricaban cerimica. La reconstruccién de la historia subsecuente de Ama- zonia se ve dificultada por el earicter disperso y wago de Ia informacién arqueolégiea de que se dispone, pues se han realizado investigaciones intensivas en relativa- mente poces sitios, Ia mayorfa cerca de los bordes de la regién. Por fortuna, se sabe mis sobre la arqueologia de Per, Ecuador, Colombia y Venezuela, y esta infor- tmacién ‘se puede combinar con los recientes hallazgos ‘efectuados en Mesonmérica para situar a Amazonia en el marco més amplio del desarrollo cultural del Nuevo ‘Mundo, sobre todo en le que respecta a los origenes de las principales plantas Comesticadas. “Tras varias décadas de especulaciones mal fundamen- tadas, se ha establecido por fin que el proceso de domes- tcacién del mats se iniei6 en México antes de 5000 a. ¢.; cn los milenios siguientes sx cultivo se extendié hacia el norte y el sur y egé a la sierra peruana antes de 3000 a,c, Como en Mesoamérica y la regién andina 2 1m. roosietasta, cl maie est asociado con cxrimica decorada eon inci- sjones en zonas, como en Ia fase Ananatuba, es posible ‘que eon dos clementos hayan entrado juntos en las ticrras bajas hacia fines del segundo milenio a. ©. ‘Alin no se conoce la época ni el lugar en que se efec- tué la domesticacin de las raices alimenticias bisicas do las tierras bajas (mandioca y camote). Las especies silvestre del género Manihot aparecen en habitat libres de heladas desde el norte de México hasta el norte de Argentina; pero el eanieter perecedero de este vegetal impide ss conservacién en les sitios arqueolégicas, incluso fn climas secos. En la costa caribelia de Colombia se hhan hallado evidencias indirectas del uso de la mandioca amarga un poco antes del afio 1000 a, e.: grandes placas circulares de cerdmica, del tipo usado todavia por los Indios de la selva tropical para preparar el pan de man- ives, Alrededdor de 4000 a. c. ya se cultivaba el camote en Las sierras del sur peruano, después de un largo perfodo en que se dependié de vatiedades silvestres; pero todavia se conjetura si esto fue antes 0 después de st coultivo en las tierras bajas. La incertidumbre que rodea a todo Io referente al ‘origen y la difusin de los eulivos tropicales de las tierras hajas hace evidente que cualquier reconstruccién de la cevolucién del patréin de adaptacién cultural aborigen aa la selva tropical debe considerarse en la mayor parte ‘como ficeién. No obstante, algunos rasgos que antes eran inexplicables han empesado a eobrar sentido al proyee= tarlos sobre el fondo del medio ambiente. Por ejemplo, Ja muluplicidad de lenguajes y su distribucién en forma

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